La “intertextualidad”:
pesquisa sobre la aparicién
y difusion de un campo nocional
MARG ANGENOT
¥ especialmente en esos
's de tradiciones en conflict,
la cierto niimero de conceptos
les) seductores y din
mente, saludable no
es, y ponerse a ave-
que avatares han
feresa es observar el surgimiiento, las migraciones y las
tedrieo (y de las posibles eanancias o pérdidas
és de diferentes c
ta “wtertextvahdad” 37
lerlos momentos, cada cual
podra sentir que algo to concieme.
que implica
X08 y problemiticas tambie
serio que
Policial, y que se hace més denso desde
, en ciertos
lente cercanos: genotexto,
extratexto, antetexto, jpor no hablar de con.
* una especie de topologia, con captaciones,
lo menos uno de tos
lentidad parcial entre e|
como instrumento conceptu
interpretado sin cesar, como pabellén six
2 por el hecho de que es adoy
10s, se inscribe, por consiguiente, en
™ articulosy obras mencionados 0 citados se ha
‘agrupados en ta bibliograt36 Marc Angenot
cartas sobre
falsamente ide
dejando de ocuparme de varias vias de inves
solesis que formen un conjunto mas o menos i
steva # Bajtin-1928 me parece
‘Medvedev sin agregarle
{freudiano). Por consiguiente, reco-
acuerdo en reconocer que la
puede decise, por Julia Kristeva, en varios ensayos es
ito de su proceder en una comuni
lad”, de noviembre de 1979, en ta
minatlas todavia més de cerea
‘cha a través de la lengua e irred a sus categorias ( Zysetaocan)permanece
francés, privado de trasfondo historico, porque
n 1977 y Bajtin-1928 s6lo estaré disponi
s al francés, Basta con tomar aq)
ddos de Max Weber, Thorsten Veblen y
Es preciso notar ahora otra cosa: que la
Kristeva, que la emplea hasta La revolucién del
telquelianos, sélo aparece en contextos de carictertedr
con “escritura textual”, “productividad” y “escritura monumental” Eso co
‘uye un término-clave de una reflexién de principios,
ier objeto
or el contrario, en una gran indeterminacin a
ricos en que Texto, Sociedad e Historia mi
fad como generacién del texto le sirve
‘nueva de la muerte del Sujeto: “el sujeto
ce” exclama Jean-Louis Baudry (Théorie
ismo de sujeto estalla
ndensacién, despla
"todas esas frases.)
Roland Barthes habla. en esa misma obra, del texto
crituras”. La “lectura de sintomas [symptdmal]” de A\
mo el arte de no descubierto en el texto
lacién con otro texto presente de una ausencia necesar
ibe la Kristeva, que, izquierdizando en direceién al fr
vamiento y profundidad” (p. 75). (Hay muchas metaforas
1 habla de tos
bo “mmerteualidad” $1
“lapsus del texto” y concluye: “Es evidente que el campo de la epistemologia
‘odo texto es un producto productive", declara J. Starobinski refiriéndo-
anagramas de ‘Quel, 37, 33); Jean-Joseph Goux recuerda
va a ser solicitada en diversos sentidos.
ippe Boyer (1973), que, en la linea de Lacan,
de saber de qué modo interviene el deseo inconsciente en la
{La estructura teleoldgica del discurso literario y la organiza
ro disimulan el trabajo del texto y los escapes
iesto “aparta’.
Entre los colaboradores de Te/ Quel, snicamente Jean Ricardou va a aca-
‘bar por utilizar y adaptar, con un propésito especifico, l,
{ue servirda sus tesis esenciales sobre la préctica de! Nouveau Roman (1971 y
Ricardou, éd., Claude Simon, 1975),
A partir de la Kristeva 1966-1967, veremos migrar Ia palabra intertextualidad.
oco por todas partes, sin que nunca implique, por lo demas,
‘materialista cuyos
prictica del retruécano lacaniano
fugaces acercamientos entre Rimbaud - Baudelaire - Mallarmé y
te del acercamiento que halla su arquetipo en ta paranoia critica
(una vez apartados esos fendmenos de moda) por el
hecho de que, contrariamente a la hipétesis Ye una armonia prestableciva de
los lenguajes tebricos, la palabra imtertexto no aparece ¢! (0 en ciertas
'nvestigaciones en que pareceria del todo “natural” verla surgir. Me refiero ais de una topo
Tos escritos y de los
1a 0 excluye topor y
ico, Tomemos el
las,
-adenas de enun=
jos los discursos, y cémo a las cadenas de
de accidn, La atencion a esa “economia” de las produc
{oind terminoligica es contrabalanceada, sin duda, por la nevesidad que expe-
jmenta el intelectual de distinguirse haciendo suyo un lenguaje especifico y
\alonando su territorio mediante trminos que
‘Ciertamente, aqui s6lo estoy viendo y an
ma: lo transformo deliberadamente en hab!
hunca, ni siquiera a la vuelta de una frase, Faye y su
Tanzada por la Kristeva y redi
cesté en juego algo serio: el jal -
Tectual —y también el modo en que el sujeto se constituye y se individualiza a
través de su predicacién, Pero eso seria otra historia
‘Notariamos de manera andloga que Roland Barthes se cuido también de
no. ‘nunca los mencionados vocablos kristevianos, hasta
pudo darles una definicidn tardia y de una orientacion muy difer
Gia, en efecto, dela palabra intertextuaidad en SIZ, a pesar de a cuforia neoWbgica
‘cual es, en parte, una reflexién —salvo la
sobre el cardcter tual de tas legi
faparecerd bajo la pluma de Barthes en £/ placer del texto (1973), pero ello
ocurre en el 1 Iectura sin obligacién ni sancion: “Eso es realmente
ito —sea éste Proust
‘En cambio, la palabra inertexto empieza a aparecer a la vuelta de una
1s que no hacen un uso sistematico de ella, Asi ocurre en
area del medievalista y
les literarias. “Intertexto” s6l0__
evisién: el libro hace el sentido, el sentido hace la —!
‘Después, la concepcion del exsratexro en Lotman no €3,
monovalente. Llegado el caso, 1o extratextual parece del
complementario del texto y cuyas variaciones cambian correlativamente las
detem la poesia exige una determinacion compler
taria de la idea de no-poesia, Change, De manera mas general
la nocidn se extiende a tas condi
tegrante de taint
1 punto de vista de Lotman del de la Kristevs
ito de la recepcién y de la lectura, sino de la produc
los preconstructos y los
yaciones del tex
(0 de los elementos fija-
10s a partir del eval fue realizada la
89.90)? Sin embargo, en Lotman, 10
alo con el concepto mismo de texto
a fancese y dela semiologiasare Amgen
-va lanzé la palabra
a un numero especial
Es tiempo de pret
que,
Ja voluntad de no perder ese punt
texto,
La reflexion sobre el
leraria que se Haman pl
lage, doxografias. fragmento. Se recordara una
A esthétique (1978-1979),
fecundidad de esa orientacion. Una de las cosas en juego de este asunto
intertexto es saber, no obstante, qué extension darle al “campo intertextus
‘mismo. ;Nos vamos a encerrar en la clausura de la erudicién literaria 0 vamos
2 franquear
sociales (lo que
Kristeva), vamos a pl
ideologemas y de las estrategias discursivas y concebir asi una teoria de la
literatura en interaccién con su exterioridad no-literai
Oitra cosa en juego, en la cual ha insistido Lauren’
‘extensidn del concepto de ferro, extension asombrosamente variable de un i=
vestigador a otro, sea que el texto se reduzca
la cosa impresa en otro, 0 que se extienda al cuerpo histérico, a los aparatos
‘econémicos en un tercero. Tampoco aqui estas cuestiones de extensién depen-
den de la comodidad de cada cual, sino que estén ligadas a los axiomas funda-
rmentales que determinan una e:
Lo “imertertwalidad’ 45
ace dier afios « mas que el grupo de Burdeos con R, Escarpit lanzé la
idea de un objeto de estudio que englobaba to
fe modos y
lay una actitud nueva en cuanto al puesto mismo que ocupa
la actividad simbolica,
de las ocasiones en que se han puesto en comunicacién hipétesis pro-
tedoras en el caso que nos ocupa, fue el acercamiento de la intertextualidad
ca (con Zuber y Ducrot). Por mi parte.
ua topica aristotélica (a la vez como estudio de lo
inable [opinable] en argumentacién y de lo verosi relato) acercén-
‘esas cuestiones de presupos preconstructos intertextuales. El
istételes, se remonta,
Kristeva y otros
de las méximas de lo verosimil na-
ue permita un empleo riguroso y operativo de ta misma. Sin embargo, eso es
lo que han hecho Paul Zumthor y Michs
forman, en efecto, la
‘que produce el texto,
erprotancla
tance. igadaa srefengnsobeloshechosretrico les eines
s."En el nivel de fa semionis, los textos tionen po referetes tes
Tundamento a nertexualidd™ (Rife,
Jominio de reflexin que Rifaterte ve haM6 Mare Angenot
ia cuya sutileza y erudicion no puedes
ter conservador y la relativa estrechee del campo de aplicacion
Hoy dia nos hallamos en una situacién un poco extrafa. La Kri
donado ino mismo de imertexto, y ello, me parece, en la
suatencidn se ha desviado de la
rd, cierta fidelidad a los vocablos “cddigos
” que deja perplejo.” En cambio, intertextualidad
parece adoptado —como testimoniaba el tercer coloquio internacional de poe
leva York en 1979-— por diversos inves-
J-J. Thomas, Naomi Shor, Barbara
”,opera una conjun-
sino también con tos trabajos, poco cono-
fold Bloom (The Anuiety of Influence,
bra “intertexto” ha adquirido dimensio-
supposition and Intertexn
cidn no sélo con ta logica de Oxfor
cidos en el mundo francdfono,
ete.) Asi pues, la migracion de
‘nes cosmopolitas
como lo que pseudo-saussureanos llamarian un “puro signi —del que
ida sctendi de cualquier investigador, a ties
= sentido—, nos hace falta hallar reguladores que
{érmino, as constricciones de su difusion y su poder
de seduccién. Para concluir, he aqui algunas hip6t
igador al otro en extension y en com-
‘oncepcidn que ese investigador tiene del tex/o
que él pertenece en uno a una poética genética, en otros a una estética
‘dela recepeién; que en unos se coloca en el centro de una teoriasocigh storiea,
? Veasc, sin embargo, el anilisisinterextua de Germinalen Duce, 1976
que no desempefta sine
odria decir que la palabra escapa a todo consenso, Pero
1dn, sin embargo, no lo
ichar ciertos tér-
ad ha servido para
la reflexion
a Marx releido por A\
de gramat
exigia, pues, que se sustituyer
(ertextualidad como red de diferencias y
istico
s el del Tex1o mismo,
‘onoma, portadora de un sentido inmanente, en la que,
no y del estructuralismo
‘me parece que haya sido conducida ident
‘omo tarea) reconstruir, por ejem
‘codigo iconico” que habria sido la” gramatica” de e
dew de intertexto, sustituyendo con un bricolage prod
trascendente, rechazaba toda clausura, puesto que ¢
visto como un trabajo sobre textos
con la critica det
cen los anos 20,s*
48 Mare Angeno
Goldmann (al menos tal como aparece
‘otros Goldmann...) era ya re
la ctttica de Tel Quel y la
tar a 6h
(5) Semanticamente, la palabra “intertextualidad”
morfologia-- podia e iba a desempenar el papel de
{oda una serie de conceptos armados mal que bien
nge habfan dejado de dirigirse a él 0 de apun-
bastante feliz en su
idad desviada”). Se manifestaba aqui
jecentramiento que parece depender de una armo-
11 un momento dado de investigaciones disper
liad tiende a articularse con el de campo, en el
lexias heterogéneas donde la
ven conflictes.
a pesar de una inclinacién hegeli
ria de las ideas que me revele el sentido
etextualidad. Lo que trato de ver es la funcién de ese
lucha en el campo tedrico parece pertenecer a un
‘marxismo poco mediado, entonces me colocaria bajo la proteccién de Humpty
Dumpty en su debate de semantiea con A\
‘Cuando empleo una:
0 que yo deci
ella sig
La “intertxtualidad” 49
si puedes hacer que las palabras
én €s —dijo Humpty Dumpty— quién va a ser el amo,
(Alice, Norton ed., p. 163)"
ién serd el mAs fuerte y en qué medida un conjunto,
10s y de miras de investigacidn son capaces de
idea de 1 calidad y de imponerse. La con-
tocado en suerte puede sefialar dos
que es una ebullicién de
ierminoldgica, esos deslizamientos de
'0 de esos fendmenos.
s€ un poco, harfa una antologia de todos los em-
icante’significado desde Saussure, empleos todos
‘momento dado, se colocan, por lo demas,
(a del lingtiista
demostrando también no haber entendido nada de Saussure— que también
ta palabra signyficante ha devenido un “puro significante"! Lo mismo dirfa-
‘mos. en un dominio mas restringido y un poco mejor jalonado, menos indeciso,
4 pesar de todo, respecto de intertexto e intertextualidad.
‘Al cabo de todo esto, es decir, através de tales hipdtesis (propuestas aqui a
tio de pura sugerencia),regresamosa lo que yo escrbla antes: la cuestion
¢€s saber que “quiere dec” imertextuaidad, sino “para qué sive”, y es util
ddad misma es relativa respecto al momento histérico. La palabra “intertexto”
sel ugar de una critica del funcionalismo y del estructuralism que munca ha
plenamente asumida, La idea de interterivalidad vino a perturbar toda
4e esquemas epistémicos vectorales que iban del autora
referencia empirica a la expresién “de lenguaje", de la fen
sufrida —de la parte al todo—, del c6digo ala actuacién, y,en ete
en tela de juicios lad y su clausura, de una mayiscula aun punto
intertextualidad opone una problemética
Plicidad, de lo heterogénco y dela exterioridad, que me parece, ma
de los efectos de moda, lo esencial de nuestro problema para
los aftos venideros
*Ndel Tn ingles ent original ,50 Mare Angenot
Bibliografia de referencia
CObservacidn: algunos de los textos mencionados a continuacién me si
referencia general sin que los terminos “intertexto”, etc, aparezcan en
IN. del E. Los articulos marcados con el signo *” figuran, en traduecién al
espatiol, en el presente volumen.}
ARRIVE. Michel. “Pour une tore des textes polyisotopiques” Languges. 31-1973
1973 (p_ 59 sobre todo)
- SZ, Paris, Se
BAJTIN, M, MpoGaeau normucu Jlocmoescsoco, Mosc, 1929 (reed. 1963). La
potiique de Dostorevshy, Paris, Seul, 1970.
s, Moskva, 1965 (en francés Paris,
‘sociabilité et discours politique”. Europe, 55, 574, 1977, pp. 60-79,
BLOOM, Harold, The Ansiety of Influence, Nueva York, Oxford U.P. 1973
CHEVIER, J-F. y B. LEGARS, "Pour un ensemble des pratiques artistiques dans La
Recherche”, Cahiers erit Litér, 3-4, 1977, pp. 21-69.
CLAES, P., “Claus als cleptograat”
CROWLEY. R., “Towards the Poetics of
Yale French Studies, 4, 1977, pp. 33-3
resupposition and Intetextuality”, Modern Language Notes. 91.6, 1976,
Ylaamse
taposition: /Aprés-midi d'une Faune”.
ppp. 1380-1397,
“Intertexte et autotexte”, Postique, 27, 1976, pp. 282+
——., “Le Trou des bouches noites, parole, société, révolution dans
FORNI,L
82% Uy Theor
vaado por M.
vary H
*, Podtgue, 3
. “Anna 0.
- textualité vive", “Intertexu
dnuernational Coli
Third
ie en sémantique ct en séi
1973, pp. 285-290.
logue et le woman”, Cr
438.465. o2
«= ZngeresrHs}: Recherches pour une sémanalyse, Pats, Seu
oxi,
199303),
Mal aus méthodes de 1 Yualyse du discoLa literatura
a la segunda potencia’
1
nijunto de ese imprudente program:
ica, decia yo poco mas omenos,
'dad (ése es mas bien el asunto de la
la archit
trascendentes —tipos de discurso, mo-
+ éneros literarios, etc— a las que pertencce cada texto
més bien, de una manera més amplia,
|a transtextualidad, o trascendenc
“Todorov sobre
Anexo
ANGENOT, Mare