Como se negara a tomarlo, hubo que poner fin a su alucinacin, afirmndole que
iba a volver a su color primitivo. El doctor Libeault sopl sobre el sombrero y,
desaparecida la anormalidad de su visin, consinti la joven en recobrarlo.
Esas fuerzas reaccionan sobre las otras energas psquicas de igual modalidad o de
modalidades antagnicas.
Lo mismo que las ondas hertzianas, las del pensamiento son recibidas si estn
animadas de energa emisora suficiente; son percibidas si encuentran una
mentalidad receptora, es decir, presentando con el psiquis emisor la debida afinidad.
Se realiza entonces la comunicacin de pensamientos; y esas ondas se imponen,
hasta en desacuerdo con la naturaleza de las del sujeto al cual se les destina, si su
intensidad, su pureza, su continuidad son lo bastante poderosas para eso26.
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Ver nuestra obra: El Hipnotismo a distancia, que trata a fondo la cuestin telepsquica.
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