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Las drogas causan daños cerebrales permanentes alterando la química y estructura del cerebro. Esto incluye cambios en los circuitos de recompensa y memoria que conducen a la tolerancia, dependencia y adicción. El abuso de drogas destruye neuronas y aumenta el riesgo de problemas de salud como infartos e incluso la muerte. Las áreas del cerebro relacionadas con el juicio y control de impulsos también se ven afectadas, lo que dificulta dejar las drogas a pesar de sus consecuencias dañinas.
Las drogas causan daños cerebrales permanentes alterando la química y estructura del cerebro. Esto incluye cambios en los circuitos de recompensa y memoria que conducen a la tolerancia, dependencia y adicción. El abuso de drogas destruye neuronas y aumenta el riesgo de problemas de salud como infartos e incluso la muerte. Las áreas del cerebro relacionadas con el juicio y control de impulsos también se ven afectadas, lo que dificulta dejar las drogas a pesar de sus consecuencias dañinas.
Las drogas causan daños cerebrales permanentes alterando la química y estructura del cerebro. Esto incluye cambios en los circuitos de recompensa y memoria que conducen a la tolerancia, dependencia y adicción. El abuso de drogas destruye neuronas y aumenta el riesgo de problemas de salud como infartos e incluso la muerte. Las áreas del cerebro relacionadas con el juicio y control de impulsos también se ven afectadas, lo que dificulta dejar las drogas a pesar de sus consecuencias dañinas.
Cd. Universitaria, San Nicols de los Garza, a 22 de Mayo de 2017.
DAOS CEREBRALES POR LAS DROGAS
La drogadiccin se considera una
enfermedad crnica del cerebro. Se caracteriza por la bsqueda y consumo compulsivo de drogas a pesar de sus consecuencias nocivas. Desde el momento en que una droga entra en el cerebro por primera vez se producen importantes cambios en la qumica y la estructura del mismo que perduraran a lo largo del tiempo, pudiendo causar daos cerebrales permanentes.
La bsqueda de la sensacin de placer es un instinto humano muy
poderoso. Cuando hacemos algo placentero el cerebro refuerza los circuitos para aprender que esto deberamos hacerlo ms a menudo. Estas conexiones llamadas el circuito de la recompensa se extienden desde el tronco cerebral (rea tegmental ventral), pasando por el sistema lmbico o emocional (ncleo accumbens) hasta la corteza cerebral frontal.
Los neurotransmisores son las sustancias qumicas que usa el cerebro para comunicar unas neuronas con las otras y transmitir la informacin. En el circuito de recompensa se usa fundamentalmente la dopamina.
Las drogas alteran el funcionamiento qumico del cerebro revolucionando
este circuito dndole mucha ms dopamina de la que se produce en un proceso placentero habitual. Esto tiene varias consecuencias:
El cerebro intenta readaptarse a este exceso de estimulacin, que puede
destruir la neurona, disminuyendo el nmero de receptores de la dopamina en la neurona y aumentando el nmero de recogedores y degradadores de la misma.
Esto llevar a la tolerancia: el cerebro va a necesitar cada vez ms droga
para llegar al mismo efecto que la primera vez.
Pero ms importantes van a ser las consecuencias en la conducta: las
actividades que antes resultaban placenteras, progresivamente dejarn de sentirse igual de satisfactorias e interesantes o motivantes. Ya slo quedar la droga para llenar ese vaco. A medida que el cerebro se va adaptando a la presencia de la droga, otros circuitos cerebrales se irn afectando y modificando. El primero de ellos y ms estrechamente relacionado con el circuito de recompensa ser el circuito de la memoria y el aprendizaje. Este ser el encargado de crear el hbito y la adiccin.
El aprendizaje de buscar el placer es instintivo, muy fuerte y resistente al
olvido. Todo lo que implique conseguir y administrarse la droga estar fuertemente impregnado en el cerebro, convirtindolo en automtico, compulsivo e inconsciente.
Este condicionamiento de la conducta puede durar muchos aos haciendo
que algn estmulo (o recuerdo) lleve a desear drogas a alguien despus de mucho tiempo de abstinencia.
Adems, progresivamente se producirn cambios en las reas esenciales
para el juicio, la toma de decisiones y el control de la conducta. Las consecuencias de estos cambios en el lbulo frontal sern especialmente perjudiciales en los adolescentes que todava estn desarrollando estas estructuras, y las drogas interferirn en el desarrollo normal de las mismas.
Adems de los cambios causados por el exceso de dopamina, cada droga
tendr sus perjuicios especficos en el cerebro y la salud:
Tabaco (nicotina): el dao cerebral que causa viene derivado en gran
parte por el humo que atasca, no solo los pulmones, sino tambin las arterias, dificultando la circulacin sangunea y aumentando el riesgo de infarto, aparte del de cncer. Alcohol: el abuso crnico tiene importantes efectos en el cerebro, destruyendo irreversiblemente las reas de la memoria (hipocampo), el cerebelo que controla la coordinacin y la corteza cerebral. Marihuana: aparte de los efectos del humo, el cannabis puede afectar a la concentracin y a la memoria a corto plazo. Puede aumentar el riesgo de trastorno psictico en alguien que ya tenga la tendencia. Causa apata a la larga. Cocana: inunda el cerebro de dopamina, aparte de las consecuencias en el circuito de recompensa, acelera el corazn y aumenta mucho el riesgo de infarto. Puede causar ansiedad y paranoia. MDMA y xtasis: inundan el cerebro de muchos ms neurotransmisores que la cocana, causando un descalabro qumico que puede durar semanas. Uno de ellos es la serotonina que nos hace sentir felices, confiados y sociables, pero que luego en su ausencia nos lleva a la depresin y la ansiedad. Opiceos: son derivados de la morfina, usados en medicina para tratar el dolor y relajar el paciente. Crean adiccin y dependencia, problemas derivados de la administracin inyectada de la herona, poco control de la dosis y muchas sobredosis que relajan tanto que apagan los pulmones y el corazn. Alucingenos: principalmente LSD y psicobiscina, causan distorsin de la percepcin y los efectos son impredecibles y variados de una persona a otra y de muy larga duracin (hasta 12 horas). Pueden llevar a la psicosis si hay vulnerabilidad y a conductas arriesgadas dados los cambios emocionales y la confusin. Dejan huella en el cerebro que puede experimentar flashbacks y subidones semanas despus de haber tomado la sustancia.
En resumen, las drogas producen un descalabro qumico inmediato en el
cerebro porque imitan las mismas sustancias con las que este trabaja. La sensacin de placer que producen lleva a la dependencia emocional y fsica. El abuso de las drogas destruye neuronas y aumenta el riesgo de infarto y lesin cerebral permanente. La adiccin a estas sustancias produce problemas de conducta derivados de los cambios cerebrales irreversibles.
Todas las drogas rompen el equilibrio de la dopamina, bien aumentando su
concentracin en el espacio de la sinapsis, o prolongando el tiempo que permanece antes de ser capturada.
La cocana por ejemplo, bloquea el recaptador de dopamina, lo que hace
que sta permanezca ms tiempo en el espacio entre sinpsis, prolongando el efecto placentero. La anfetamina, otro psicoestimulante, adems de impedir que la dopamina sea recapturada, aumenta la cantidad de la que se libera de nuevo, de forma que la concentracin aumenta muy rpidamente. Por otro lado, la nicotina estimula directamente las neuronas productoras de dopamina. Los opiaceos, el cannabis, y la morfina, en cambio, impiden la liberacin del inhibidor de dopamina, GABA. En el caso del consumo de xtasis adems se destruyen literalmente las neuronas, al romperse en trozos llamados cuerpos apoptoticos. En una situacin normal la corteza orbito frontal, que interviene en el juicio, seleccionara la respuesta despus de analizar los datos. Sin embargo, cuando se ha producido la adiccin el funcionamiento es diferente: se pierde el control sobre los circuitos del lbulo frontal (relacionado con la motivacin y la conducta) y se generan respuestas, automticas y compulsivas. De esta forma, quienes sufren la adicin no deciden sino que se encuentran obligados a consumir. Las alteraciones cerebrales no se resuelven slo con fuerza de voluntad. Es fundamental la prevencin, y por supuesto, el autocompromiso del adicto a limitar su terreno de actuacin para protegerse.