0 penilaian0% menganggap dokumen ini bermanfaat (0 suara)
43 tayangan3 halaman
El poema describe un viaje en automóvil por la carretera de Sintra en Portugal. El conductor se siente solo y reflexiona sobre su vida, la libertad que le da el automóvil prestado, y los sueños e imaginaciones que deja atrás a medida que avanza por la carretera hacia Sintra. A pesar del paisaje nocturno y la luz de la luna, el conductor se siente cada vez más distante de sí mismo y cansado de sus propios pensamientos.
El poema describe un viaje en automóvil por la carretera de Sintra en Portugal. El conductor se siente solo y reflexiona sobre su vida, la libertad que le da el automóvil prestado, y los sueños e imaginaciones que deja atrás a medida que avanza por la carretera hacia Sintra. A pesar del paisaje nocturno y la luz de la luna, el conductor se siente cada vez más distante de sí mismo y cansado de sus propios pensamientos.
El poema describe un viaje en automóvil por la carretera de Sintra en Portugal. El conductor se siente solo y reflexiona sobre su vida, la libertad que le da el automóvil prestado, y los sueños e imaginaciones que deja atrás a medida que avanza por la carretera hacia Sintra. A pesar del paisaje nocturno y la luz de la luna, el conductor se siente cada vez más distante de sí mismo y cansado de sus propios pensamientos.
Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra
lvaro de Campos Traduccin: Draupad de Mora
Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra
a la luz de la luna y al sueo, en la carretera desierta, solitario conduzco, conduzco casi despacio, y un poco me parece, o me esfuerzo un poco para que me parezca, que sigo por otra carretera, por otro sueo, por otro mundo, que sigo sin que haya Lisboa detrs o Sintra por ver que sigo, y qu ms hay en seguir sino no parar, sino seguir? voy a pasar la noche a Sintra por no poder pasarla en Lisboa, pero cuando llegue a Sintra tendr pena de no haberme quedado en Lisboa. Siempre esta inquietud sin propsito, sin nexo, sin consecuencia, siempre, siempre, siempre, esta angustia excesiva del espritu por cosa alguna, en la carretera de Sintra, o en la carretera del sueo, o en la carretera de la vida
Maleable a mis movimientos subconscientes del volante,
galopa debajo de m, conmigo, el automvil que me prestaron. Sonro por el smbolo, al pensar en l, al girar a la derecha. Cuntas cosas que me prestaron conduzco como mas! Cunto me han prestado, ay de m!, yo mismo lo soy!
A la izquierda la casucha s, la casucha- a la vera del camino.
A la derecha el campo abierto, con la luna a lo lejos. El automvil, que pareca hace poco darme libertad, es ahora una cosa donde estoy encerrado, que solo puedo manejar si estoy encerrado en l, que solo domino si me incluyo en l, si l me incluye a m. A la izquierda, all atrs, la casucha modesta, ms que modesta. La vida ah debe ser feliz, solo porque no es la ma. Si alguien me vio desde la ventana de la casucha, soar: aqul es el que es feliz. Tal vez para el nio que espa por los vidrios de la ventana del piso de arriba qued (con el automvil prestado) como un sueo, un hada real. Tal vez para la muchachita que mir, oyendo el motor, por la ventana de la cocina de abajo, soy algo parecido al prncipe de todo corazn de muchacha, y ella me mirar de reojo, a travs de los vidrios, hasta la curva en que me perd. Dejar sueos detrs de m, o es el automvil que los deja? Yo, el conductor de un automvil prestado, o el automvil prestado que yo conduzco?
En la carretera de Sintra a la luz de la luna, en la tristeza, ante los campos y la noche,
conduciendo el Chevrolet prestado desconsoladamente, me pierdo en la carretera futura, desaparezco en la distancia que alcanzo, y, en un deseo terrible, sbito, violento, inconcebible, acelero Pero mi corazn se qued en el montn de piedras, del que me desvi al verlo sin verlo, a la puerta de la casucha, mi corazn vaco, mi corazn insatisfecho, mi corazn ms humano que yo, ms exacto que la vida.
En la carretera de Sintra, cerca de la medianoche, a la luz de la luna, al volante,
en la carretera de Sintra, qu cansancio de la propia imaginacin, en la carretera de Sintra, cada vez ms cerca de Sintra, en la carretera de Sintra, cada vez menos cerca de m Ao volante do Chevrolet pela estrada de Sintra Ao volante do Chevrolet pela estrada de Sintra,/ Ao luar e ao sonho, na estrada deserta, Sozinho guio, guio quase devagar, e um pouco/ Me parece, ou me foro um pouco para que me parea,/ Que sigo por outra estrada, por outro sonho, por outro mundo,/ Que sigo sem haver Lisboa deixada ou Sintra a que ir ter,/ Que sigo, e que mais haver em seguir seno no parar mas seguir?/ Vou passar a noite a Sintra por no poder pass-la em Lisboa,/ Mas, quando chegar a Sintra, terei pena de no ter ficado em Lisboa./ Sempre esta inquietao sem propsito, sem nexo, sem consequncia,/ Sempre, sempre, sempre,/ Esta angstia excessiva do esprito por coisa nenhuma,/ Na estrada de Sintra, ou na estrada do sonho, ou na estrada da vida.../ Malevel aos meus movimentos subconscientes do volante,/ Galga sob mim comigo o automvel que me emprestaram./ Sorrio do smbolo, ao pensar nele, e ao virar direita./ Em quantas coisas que me emprestaram guio como minhas!/ Quanto me emprestaram, ai de mim!, eu prprio sou!/ esquerda o casebre sim, o casebre beira da estrada./ direita o campo aberto, com a lua ao longe./ O automvel, que parecia h pouco dar-me liberdade,/ agora uma coisa onde estou fechado,/ Que s posso conduzir se nele estiver fechado,/ Que s domino se me incluir nele, se ele me incluir a mim./ esquerda l para trs o casebre modesto, mais que modesto./ A vida ali deve ser feliz, s porque no a minha./ Se algum me viu da janela do casebre, sonhar: Aquele que feliz./ Talvez criana espreitando pelos vidros da janela do andar que est em cima/ Fiquei (com o automvel emprestado) como um sonho, uma fada real./ Talvez rapariga que olhou, ouvindo o motor, pela janela da cozinha/ No pavimento trreo,/ Sou qualquer coisa do prncipe de todo o corao de rapariga,/ E ela me olhar de esguelha, pelos vidros, at curva em que me perdi./ Deixarei sonhos atrs de mim, ou o automvel que os deixa?/ Eu, guiador do automvel emprestado, ou o automvel emprestado que eu guio?/ Na estrada de Sintra ao luar, na tristeza, ante os campos e a noite,/ Guiando o Chevrolet emprestado desconsoladamente,/ Perco-me na estrada futura, sumo-me na distncia que alcano,/ E, num desejo terrvel, sbito, violento, inconcebvel,/ Acelero.../ Mas o meu corao ficou no monte de pedras, de que me desviei ao v-lo sem v-lo,/ porta do casebre,/ O meu corao vazio,/ O meu corao insatisfeito,/ O meu corao mais humano do que eu, mais exacto que a vida./ Na estrada de Sintra, perto da meia-noite, ao luar, ao volante,/ Na estrada de Sintra, que cansao da prpria imaginao,/ Na estrada de Sintra, cada vez mais perto de Sintra,/ Na estrada de Sintra, cada vez menos perto de mim...