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HAAG — HAAS — HORZELER EVOLUCION Y BIBLIA | asec Hae EDITORIAL HERDER Vos Acros et LATO Uco mu A cmEACS, or Herbert Hace. [La eave 4 evan ¥ La concert cise pet MUNDO ¥ BEL ROMER, por Ads Hoa. Introduce, : 1a des de a elu ye mister de a i. coun, comparable «un taro: uid de El conmor dea tora natural ya historia homes 5 Rueda oscite y fo en la evan. Apéodce: Ensayo de repesntacdn esquems- tica de sno de In ereacion y de a evo- tata. ies x men be t4 rote moLsoICA, JES pole un conoimieto ecto del decaro pasado de Ia eelucéa bilge? por Joames Hirzler ase sg 1B Visi ACTUAL BEL RELATO BIBLICO DE LA CREACION or Herbert Haag 1 El pucblo cristiano eres, con fe inconmovibe, que Dios nos ha dejado su palabra en la Sagra- dda Escrtura del Antiguo Testamento y del Nuc vo, En cuanto al Antiguo Testamento, los cris tianos comparten esta fe con el pueblo judlo. En la palabra de Dios los hombres de todos los tiem pos han de encontrar orientacién para su vida. Pero esto, sin duda, quiere decir tambin que la Sagrada Escrtura debe tener un mismo e inmu- table valor para los hombres de todos los tiem- pos. Lo que Diot quiere decir alos hombres con ‘St pelabra ha de ser lo mismo en todos los tiem pos. Es imposible que la palabra de Dios signi fique una cost hoy y tra cosa mafiana. El sentido ‘que tuvo hace mil afos Jo conserva todavia hoy y lo seguirt teniendo dentro de otros mil aos. [No parece que se compagine com esto el iu- Jo que hemos dado a estas pfinas: Vision actual del relato bblico de la ereacién. En efec- to, est titulo parece insinuar que nosoros dames Hebert Haag Al relato bibico do la ereacién un sentido distin- to del que le dieron las generaciones preceden- tes, que lo interpretamos de otra manera. A me ‘nado se oyen lamentaciones —muchas_ veces ‘exageradas, por cierto— sobre el hecho de que sibitamente dejen de valer cosas que antes pa- Saban por inconcusas. Esto hace pensar 0 que antes s© entendian mal los textos, 0 que se en- ‘ienden mal hoy. Ahora bien, ;qué nos autoriza 8 jactamos de ser mis avisndos que las genera- ciones anteriores, mis que tos padres de Ia gle: sa, mas que los grandes teblogos de la edad redia, incluso mis que los doctos comentaristas de Ia edad moderna? {No debe esto darnos qué pensar? {No es mis prudente atenerse a lo an tiguo, a To avalado por el tiempo, que Janzarse a Ta aventura de algunos exaltados representan- tes de la ciencia bblica? Es cierto que no ha cambiado el mensaje que ios quiere comunicar a los hombres en la Sa- ‘ada Escritura, Es el mismo en la era de la lectricidad que en la do las velas y candles, el ‘mismo en la de, los vuelos espaciales que en la de las diligencias. El mensaje es sempre el mise ‘mo. Lo que puede cambiar es la ineigencia del ‘mensaje. Por Ia historia de ta teoogia sabemos ‘que el conoeimiento que tiene fa Iglesia del do- sito de la revelacién puede ise perfeccionan- ‘do con el correr de los tiempos. En efecto, Jesu- Relato iio de Inertia ‘cristo prometié a los diseipelos que el Expy dd verdad los conduciria a la verdad completa Gn 16, 13). La palabra de Dios, tal como esté ‘onsignada en Ia Sagrada Escritura, es deta pro- fundidad, que nunca podri la Iglesia agotarl, Pero bajo el influjo del Espiritu Santo, va ésta ‘ahondando cada ver mis en sus profundidades. En la promesa de Jesucrsto que acatamos de citar se da a entender que, si bien la revelacin misma no evolucions, en cambio, el conocimien: to de esta revelacién se halla en continuo des- arrollo. Por e89, el hecho de que hoy conozca- ‘mos con mas precisién un texto de Ia Sagrada Ereritura no significa que seamos mAs intligen- tes que nvestros padres, sino que el Espiritu Santo va. dirgiendo paso por paso a la Iglesia fen ef conocimiento de la palabra de Dios. Por consiguiente, no debe inguitarnos el progreso en la intligncia de la Sagrada Eseritura: en cam- bio, deberia inguietarnos el estacionamiento en la inteligencia de la misma. Por tanto, si com probamos cierto cambio en la inteligencia de un texto bibice, no hay motivo para quejarse de ‘que choy se enseia todo do diversa manera que antes», Se trata sencillamente do un echo nor ‘mal y regular en el organismo viviente de ta Ines. Por tanto, el progreso en la intligencia de la palabra divina es obra del Espiritu Santo. Pero ‘esto no empece que el Espiritu Santo se seva para ello del progreso de las ciencias humanas. En el relato biblico de Ia creacion, dos factores hhumanos han contribuido especialmente a una inteligencin mis depurada de su sentido. En primer lugar, durante estos tltimos ein- ‘cuenta alos so ha adelantado notablemente en estudio de los origenes del hombre. Este re- iente conocimiento ha ido ayudando a distin- ‘guir cuidadosamente en la Biblia lo que es en- selanza supratemporaly lo que ropaje eterno de esta doctrina, condicionado por los tiempos, © como suele tambitn decirse: Jo que forma par te dal contenido del mensaje mismo y lo que correspond sblo a lx forma de éste. Los restos e exqueletos de hombres preistricos de que hhoy disponemos, dan una idea mucho mis com: plea de Ia geneslopfa del hombre que la que pre- sentan las primeras péiginas del Antiguo Testa ‘mento. Hoy, por lo pronto, no cabe duda alguna de que el género humano existe por lo menos desde hace 600000 aos y que, por tanto, Ios datos que la Escrtura da sobre este particular no son validos para nosotros, sino que sélo re- Alejan et restringido punto de vista de los anti- 108 hebreos. Por otra parte, los files que se hhan ido descubriendo inducen a la ciencia eseri- turistca a tener muy en cuenta Ia evolucién en su exégesis de los relatos sobre la creacin del Ha9- Relato bilo det ersten hombre". Siempre seré Dios el ereador del hom- ‘re, incluso corporalmente, pero nada nos iim- pide admitir que la ereacin padiera haber con- sistdo en que Dios ereara Ix facultad de evolu- cionar. Esto no rebaja en modo alguno nuestra idea de Dios, sino que, al evés, la engrandece. FE otro factor que ha contribuido a una me- jor inteligencia del relato brblico de la creacién ‘la idea més exacta que hoy tenemos de la sé ness, del espritu, del mundo imaginativo y con ‘eptual de los relatos véterotestamentarios. Cuan- do hojeamos el Antiguo Testamento, lo que te ‘nemos en la mano no es un libro, sino toda una Titeratura. En efecto, est libro se formé lenta- ‘mente en un periodo de unos mil alos. Este des- arrolo no se debié slo al lento proceso de aglo- meracin por el que nuevos textos eran aiaidos Jos mis amtigues, sino también ala reelabora- cin, muchas veces repetda, de textos anteriores, de modo que alrededor de un nico. primitivo © deposité una capa posterior y luego otra Herbert Haag otras. Ocurié también que textos mais antiques fueron combinados con textos mis recientes Esto pudo auceder de dos modos divesos: unas vooet un redactor tomaria textos do diferentes ‘autores y los entreteeria estrechamente para que resultara una narracién continuada. De todos ‘modes, seria posible, a fuerza de paciencia y agu- dee, desenredar los hilos enrelazados y disocit los primitivos componentes de texto. Este caso ‘= nos presen, por ejemplo, en la narracin del Y hubo tue (4) ¥ wo Dios que In lr era Boe, y separ Tas taebas de a uz (3) A la uz las is y las titi am ‘teches, Hubo tarde hibo mafana cs aetna (© Dis dio: flay en mdi de ls aps oe Be ‘matento que vepare unas de ons» Ya thio @F bio Dios et femumento J separ las agus que fstén detajo del Grmumentoy de aqulls, que exia fore el trmaments. (8) ¥. Dio lat al fmacsente ‘ielon.¥ hbo tarde y hbo ata din seine, (©) Dios dijo: elintease en un haat as agony de debno de los ceo yaparecs lo didn Y a sehen, (G0) a lo rio lms Dion ethene feunign de las agus, mars, ¥ vio Dis au lo hecho ee Bor: bo (1) Dios ajo: Produzca la tatra. hier verde het que tenan seri, sepia wt epee y ols {ruts que producan tots, eon su smite, sett su expeciea ¥ ase hizo. (12) La ters pedo hee te verde: ier con semis, spn especie, 9 to. les de tuto con 4 semi segin wu pene Y Wo Dios que lo beco era bueno. (13) Huo fade y bo (8) Dios dio: elaya en el femamento de oy cie- os lumbreras para separate i ela noe, gue sven Ae sion pr fos ue seri Is sass as Y fo Mos (13) Bren ene fasten de los eco a Slumbrar Ia erra> Y alse hizo. (16) Hlzo Doe for os grandes huminae, et forinar mayor para presi ft in y et laminae menor pars pres a pote, ‘Stalls. (17) ¥ lor poo et amento de er clon Para shunbrar la erra (8) y presi leit ln no. hey sepurar a lar dels ineba. Yso Din que te eco ea bueno. (9) Hato tarde y habe mada (G0) Dios jo: ePuluten de animale Is aguas y ane unten sob fer er bajo el femamesto de lot abs ase ie i ce ie os wade a Sales caine y todos Tow snimsles que se mocten Y unc at se once an hy et Mane segem su eqs ¥ vi Dion dus lo hecho ert Stn, bis edi, doe fede Imultpicaoe 9 Reach Ix ago dl mat. Yul tues tie as ves soe a tra (23) abo ta SP'y bate mamaoa” dn qin. {Dis roca en. re mad, vesin' cope: ganado, repies besa sales pin ou ciesen ¥ ats io: C3) inhi ls bee AB taaje sexta su epee, os cannon seein 5 specie todos Ls rete Ge ta err, gto Op SEY slo Dim oe fo hecho ere buco. (20) Dis dip: staganon bombs Sfmagen 9 seman noes, fae doin sobre on pecs del mar, sobre las ave del io, sobre os ganios y sobre todas las besias salva, sobre tos tov fps os repan por al sioa “any cred Dio al bombre imagso saya: mage de Dion fo ees fac’ y hembre Loser 123) ior tx Bed, itd: ‘Sei tendo, mulipicao, enti In tre oma Dmiad sob los pees det ma, tobre Ins aver el cio, sore lon ganas, Yaar tod ls beste gue se araran sobre aera» (G3) Dios dio: <0 doy ‘Sana hers desea tay sobre Ia. er, ae Herbert Haag Sinn drole prodcen tra de smi farsa onan Seance yO oda abst des er, oda as ant le en to devia yo Soy tse alimentos Yan seis,” “7 31 ¥ vo Dios gue ta my bueno todoexalo tbl eto. ib dey hub manos: 3 sca {2,1 At foro send eto y's fe y todo soto.) Yel siping dat hbase oa ‘eat i obra que tabi bch, Sonam so ‘a doa cn gus tats eco.) tenn fe at isting Tsai, ore en 0 Sacend Dit de ods gue a endo athe. eal Bg ie eso tee cand Ya hemos dicho que la Biblia trata aparente- mente de dos temas: de Dios y del hombre. Pero ‘hemos dicho también que, ante una més atenta ‘mirada, ambos temas se funden en uno: Dios ¥ ol hombre, es decir, ofmo obra Dios para el hombre y eémo obra el hombre para Dios. Por ‘cualquier pégina que abramos ta Sagrada Fser. ‘tara nos encontramos con este obrar de Dios para el hombre. Desde que hay hombres en la terra, ‘no ha habido tiempo alguno en el que Dios no ‘bara para los hombres. Ahora bien, a medida, 4ue el escritor sagrado va remontando la entera serie de los actos divinos en la historia de la Jhumanidad, lega indefectiblemente al punto en quo esta historia comienza: La primera aecién de Dios relaiva al hombre consste en haberlo sis pate, oreo comic i Bias el reato faces (Gin 1,12 a) “ ‘Se advierte facilmente que en este relato es (11) «LY quien —re dom te ta hecho ‘er que edabes deeoudo? (Bt que har comida dl {I due ge prob comerts (2) ¥ dijo el hombre: ‘a mujer que me dite por compatira me dio de €1 Y comis (3) Dijo, pues. Yahveh Dios & Is mie: “aPor gut hae hecho ato Y contest Ia mujer eka Serpent me eagats 9 comk» “0 Dj iuego Yabyet Dios 2 «Por haber esha eto, ‘mala srks entre todo el exnado {Pentre fod ins estas sleien {Te arstrarhs sobre tu pecbo Ycamrks et pote todo tempo de tu vida "@5) Pongo perpeton eoemstad eee 8 y lx mujer seriete: Herbert Haas 1 he monde ol antl (06) A la mujer Te io: iat eta de tee 1 bmsrtr com ardor 4 ts mario, “d7) Al ombe le io: «Por haber ecu Se mule omndo de bol (que te prot comer, on taj comers de ln {ed el terpo de to vis. (i) Te dark expinas y abrojon comers de is herbs del eampo. 103) Con eh sar de ts roseo comets et pan fata que vuetas a a der, ‘oer de lla hari tomo Porque ees polo. yal polve voneris (20) El hombre limé va a su mujer, por ser ts saute de todos los vivetes (21) Hizoles Yahneh Dios f'hombve' su mer tas‘ pees, Tos vi (G2) Die’ Yabveh Dior elf ah a hombre hecho ‘Somo uno de nosotros, conocedr del en det mal fue o vaya shors tender sv mano at Aol de Sy comiendo de iva para slepres C3) Ie {ute Yateh Dios det jardin de Edt, bear Ia tiara de ue tabi ido tomado. (4) Expubé af howe tre ¥ peso. dlnte del aria de én un. qurubin, ‘ve Banda expa lameante pare gurdat el cx fine del Aol vid Este relato respira un espritu completamen- ¥ te distinto del precedente. Mientras que el pri- § me 0 Reto biico det creas mero tenia una elevads idea de la espiritualidad Y trascendencia de Dios y sin duda alguna habia Sido escrito por un teélogo, agut nos hallamos ‘600 tn estilo completamente popular. El narra: dor se permite numerosos antropomorfismos, es deci, ideas y modos de hablar acerca de Dios to- ‘mados del émbito humano, Dios forma al hombre del polvo de la tierra, como el alfarero forma la ‘asia en el tomo, Planta un jardin y coloca en 41 al hombre. Por el contexto se daa entender ‘que tambign Dios moraba en el jardin. Se hace ‘argo de que para el hombre es insoportable la foledad y hace varios intentos para remediar este inconveniente, pero sin resultado. Por fin asume I mismo el papel de cirujano para crear al hombre una compiera con un pedazo de su propio cuerpo, Presenta a mjer al hombre para ver qué impresén le hace. Pasea por el jardin al freso de la tarde y hace ruido al andar. Busca Al hombre y lo llama. Somete al hombre y a su mujer a un molesto interrogator y pronuncia sentencia de castigo contra los dos y contra In serpiente. Lot expulsa del paraso y redobla la ‘quardia a la entrada de jardin para impedir que hombre vulva alguna vez a 6 Salta a la vista que tenemos agut un pinto- resco lenguaje fgurado, concebido para ofrecer al pueblo la teologia en forma més asequible. Y esto mismo hay que decir de las demds ims athens genes que se presentan en la narracién, y no slo las que acabamos de eaumerar (por ejemplo, la de los dos érboles). Nos hallamos, pues, ante una teologla en imégenes. El contenido de tal teolo- ia puede ser tan elevado como el de la otra: slo su forma es distina. Por la predicacién en pardbolas de Jesucristo en los evangcios sabe ‘mot que Ia doctrina més alta se puede presentat cn las més sencillas figuras esis es sin duda alguna el mayor tedlogo que jamis ha existido). ‘También en nucstra narracién debemos buscar tuna teologa, y, en verdad, tras atento examen se nos descubre aqui una teologia nada comin. 'No conocemos, ni conoceremos jamés, el nombre de este narrador. Como segin la tradi- cién biblca el nombre divino de Yahveh fue r= velado por primera vez. a Mois, y como este narrador usa corrientemente este nombre ya des- de los tempos més remotos, la moderna ciencia biblica le ha dado el nombre do «Yabvistas. Ea todo caso vivid en el aponeo de Ta. monargula davidiea, decir, hacia el siglo x a.C. EI hilo e la narracia de este Yabvista se puede seguir lo largo del Gén, fx y Nim. Est hilo e pier de y vuelve a aparecer; pero si entresacéiramos y reunigramos los diferentes toz0s propios del Yal- vista, tendrfamos una narracién més 0 menos cobereate, En ella no slo se manifesta It idea de a historia propia de este escrtor, sino que at también se hace asequible su teologia. Es sin duda alguna uno de los mejores narradores de toda la literatura universal, psicdlogo de asom- brosa_penetracién, que conocia como nae el corazén humano (fiémonos, por ejemplo, en la historia de a caida, de que estamos tratando, 0 en la historia de Jost). Pero al mismo tiempo es tun te6log0 de sorprendente dinamismo, En su teologia parece cristalizar Ia teologia de la Bie bia entera. En efecto, se ocupa tnica y exclsi- vamente de la cuestién que hemos reconocido ‘como el tema tinico de la Biblia: {CSmo obra Dios con el hombre y cémo obra el hombre con Dios? El Dios del Yahvista es un Dios que quie fe la salud det hombre y que al fn la raliza en 1a tierra, aun cuando et hombre no cesa de poner obsticulos a los planes de Dios. El pecado de ‘Adin destruye ln idlica felicidad del paraiso te- rrenal, ¥ las consecuenclas del pecado, que pro- vocaa el castigo del diluvio, ponen en peligro la cobra entera de la creacén de Dios. Abraham e Isaac reciben la promesa de una numerosa des- cendencia, pero sus mujeres, Sara y Rebeca, son ‘estriles. Jacob hereda las promesas, pero como es el mis joven y no el primogénito, no puede hacer valer sus derechos. Tropieza con difculta- es su matrimonio con Raquel su retomo a Ca- naén, la tierra prometida, parece impesible. José, < logido, es vendo a extranjeros y encarcslad. pte

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