La cocina se llen del olor dulce de especias, y cuando el hombre de jingebre estaba crujiente, la mam
abri la puerta del horno. El hombre de jingebre salt del horno, y sali corriendo, cantando
- Corre, corre, tan pronto como puedas! No puedes alcanzarme. Soy el hombre de jingebre!
La mam corri, pero el hombre de jingebre corri ms rpido.
Pero el hombre de jingebre sigui corriendo. El cerdo lo persigui brincando, pero el hombre de jingebre
corri ms rpido. En la sombra fresca del bosque, un cordero estaba picando hojas. Cuando vio al
hombre de jingebre, dijo
- Bee, bee! Para, hombre de jingebre! Quiero comerte!
Pero el hombre de jingebre sigui corriendo. El cordero lo persigui saltando, pero el hombre de jingebre
corri ms rpido. Ms all, el hombre de jingebre poda ver un ro ondulante. Mir hacia atrs sobre el
hombro y vio a todos los que estaban persiguindole.
- Para! Para! exclam la mam.
Pero el hombre de jingebre se ri y continu hacia el ro. Al lado del rio, vio a un zorro. Le dijo al zorro:
- He huido de la mam del pato, el cerdo y el cordero. Puedo huir de ti tambin! Corre, corre, tan pronto
como puedas! No puedes alcanzarme. Soy el hombre de jingebre!
El zorro ech atrs la cabeza, tir al hombre de jingebre en el aire, y lo dej caer en la boca. Con un
crujido fuerte, el zorro comi al hombre de jingebre.