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Distribucién limitada CO 76/S/ 22 PARIS, 30 de dictexbre de 1977 Original inglés ORGANIZACION DE LAS NACICNES UNIDAS PARA LA EDUCACION,LA CIENCIA Y LA CULTURA LA TRATA DE ESCLAVOS Y LAS BCONOMIAS DEL ATLANTIC® (1451-1870)") Documento de trabajo preparado por Joseph E. Intkort ‘a pettcion de Ja Unesco En el presente documento, 1a expresidn "econonfas del Atldntico" abarea todas las regiones de Africa afectadas directamente por la trata exterior de esclavos degde ese continente, a través del Sahara, el Océano Atlantico, el Mar Rojo y el Océano Indico. Comprente tanbién América del Sury del Norte, las Indias Occidentales 7, toda 1a Europa atlantica, inclutdos los pafses europeos afectadoa por las acti- vidades de los pafses a’ eee: En cferto sentido, esta de/inicicn es arbitraria. Dejan al marcen otertas econonfs a5 Feceptores de esclavos de equella época, en parm ticular las del Cercano Oriente®}. Por otra parte, las econonfas que exgloba la definicién no fueron todas ellas afectades en la misma proporcién por 1a trata de esclavos. Do hecho, en algunas sdlo hubo una reperousion indirecta de dicho co mercio. No obstante, la definicién tiene oferta utilidad porque permite analizar los efectos de la trata de esclavos en todas las econonfes més afectadas, con una vision global. La esclavitud y la trata de esclaros es un tena sobre el que se han escrito y dicho ya muchas cosas, desde el siglo XVIII hasta nuestros dfas. Pero no todos los temas que interesen hoy a la gente han merecido 1a debida atencién. El pro- blema de la abolicién de la trata de esclavos y su polftica han sido anpliamente analizados por los eapecialistas. Un gran mimeyo de sus obras se centran en el bro de Eric Williams, Capitalism and Slavery3). En relaotdn con otros aspectos 7) Agradezco al profesor Michael Crowler, del Centro de Estudios Culturales de la Universidad de Lagos, al profesor R.J. Gavin, del Departamento de Historia de 1s Universidad Ahmadu Bello de Zaria, y al Dr. E.J. Usoro, del Departanento de Eoonomfa de 1a Universidad de Ibaddn, que hayan tenido a bien leer el pri- mer borrador de este manuscrito y formilar cr{ticas y sugerencias muy utiles Sin embargo, no son responsables de los errores que pudieran figurar en este trabajo. 2) No es fdcil evaluar 1a contribucién de la esclavitud a las economfas del Cercano Oriente, 3) EL seminario celebrado en ol Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Edimburgo, los dfas 4+ y 5 de julio de 1975, se coupd sobre todo de los as Peotos de la abolicién plantesdos por Frio Williams. Las actas de este semi- nario han sido publicadas con ei tftulo de Ths Trans-Athantic slave trate from Nest Africa (Center of African Studies, University of Riinburgh, 1975). Algunos de es0s trabajos revisten un interés especial: Roger Anstey, "Capi- taliom and Slavery = A Critique"; Jobn Hargreaves, "Synopsis of a Critique of Erio Williams!Capitalian and Slavery"; C. Duncan Rise, "Critique of the Eric Willims'Thesis ~ The Anti-Slavery Interest and the Sugar Duties, 1851- 1953"; Christopher Fyfe,"A Historiographical Survey of the Trans-Atlantic Slave Trade from West ‘Atrica™. ete ultimo es un Util anélisis de las obras publicadas y del tipo de estudios realizados sotre la trata de esclavos. Pro- cede mencionar también, Roger. Anstey, "Capitalism and Slavery: A Critique", Eoons Hints Rev., XXI 1968, pags. 307-320; eT, Anstey, The Atlantic Slave ee ee tee and British ‘AbSLieion, 1760-1810 (Macmillan Press, iondres, 1975). COn76/S/22 = pd. 2 de ese libro, se han escrito michas cosas sobre la rentabilida! privada de la trata de esclavos para los comereiantes europeos y les consecuencias econdaicas, de 1a inversicn de esos beneficios en los pafses en los que go habfan cbtenido!). En los Estaées Unidos de Anérica, se he dedicado gran atencion al tena de la ren- tabilidad privada de le utilizacién de mano de obra esclava por los propietarios de plantaciones surefios y al problena de decidir si la esclevitud frend o aceleré el desarrollo econduico de los Estados meridionales de este pafs?). Con respecto a Africa, la trata de esclavos ha destacado siempre en el analisis general del comercio y la polftica, que relaciona la influencia del comereio exterior en ge~ neral, incluida la. fra 1a exterior de esolaves, con fernémenos sociales y polfticos mas que econdmicos>), 1 Aigunas de las obras ‘que se refieren a la rentabilidad privada de la trata de eszlavos con anteriores al libro de Eric Williams: James Wallace, General ani Descriptive History of the Ancient end Present Stgte of the Town of Liyerpool (Liverpool, 1975, Gomer Williams, History of the Liverpool Privateers end Letters of Marque with and Account of the Liverpool Slave Trade (Londres, 1 3 S. Dumbell, "The Profits of the Guinea Trade”, Econo~ ie History (Supplement to Economic Journal), II (mero, 1951). Pero, desde ‘Ja publicacicn del libro de Williams, ha aumentado considerablemente el nime- ro de obras sobre este aspecto de 1a trata de esclavos. Entre las mas impor tantes cabe citar las siguientes: F.E. Hyde, B.B. Parkinson y 3. Marriner, "The nature and profitability of the Liverpool Slave Trade", Econ. Hist. Rev., ¥. n° 3, 1953; K.G. Davies, "Easays in Bibliography and Critioion XLIV. Enpi- re and Capital", Econ. Hist. Rev., segunda serie. XII (1960-1961), pags. 105- 110; R.B. Sheridan "The Wealth of Janaica in the Eighteenth Century", Econ. Hist. Rev., segunda serie. XVIII (agosto, 1965); Robert Paul Thomas, "iho ‘Sugar Colonies of the Old Enpiret Profit or Loss for Great Britain?", Econ. Hist. Rev., segunda serie. XXI (april, 1968); R.B. Sheridan, "The Wealth of Jamaioa in the Eighteenth Century: A Rejoinder", Eoon,Hist. Rev., segunda serie. XXI (abril, 1968): Stanley L. Engerman, "The Slave Trade and Bri- tish Capital Formation in the Eighteenth Century: Comment on the Williams Thesis", The Business History Review, XLVI n° 4 (inviorno de 1972), rags. 430- 443; Roger T. Anstey, "The Volume and Profitability of the Eritish Slave Trade, 1761-1807", en Stanley L. Engerman y Hugene D. Genovese (comps. ), Race and Slavery in the Western Hent: 2 titative Studies (Princeton Uni- versity Press (EEUU, » 1975)s David Richardson, "Profitability in the Bristol - Liverpool Slave Trade, "Paper read at the ¥Ith International Congress of Economic History (Copenhague, 19-23 de agosto de 1974). 2) Véase Stanley L. Engerman, “The Rffects of Slavery upon the Southern Economy: A Review of the Recent Debate", Explorntions in Entreproncurial History, Vol. 4, 1967; R.W. Fogel y S.L, Engerman, Time e Cross? Eeonomt o: ‘of American Negro Slavery, (Wildwood House, Londres, igib)i Stanley Le Engermc:, "Comments on the study of Race and Slavery", en Engerman y Genovese (comps. ) Race and Slavery, pags. 495-526 3) Ke Onwuka Dike, Polit Niger Delta, 1830-1885: _An Intro~ duction to. the’ Eooponio apd Polétioal Kistory of Higerza (Oxford, 1956) Aidnjogbin, Dahomey and its Neighbours, 1708-1618 (Cambridge, ie Unido) ian K.¥, Daaku, Trade and Folitigs on the Gold Coast 1600-1720 (Oxford, 1970); Walter Rodney. 0 (Cxfora, 1970); A.J.H. Latham. bar Egonomy upon_a Traditional Sootety (Oxford 1973)s M.D. Kilson, "West African Sooiety and the Atlantic Slave Trade, 1441-1865", en N.I. Huggins, M. Kilson y D.M. Fox (Compa. ), Key Zesuen in the Afro-Agerican Experionce (Vol. I, Nueva York, 1971); David Bireinghan, Teade ant Conflict in Asgoia:—The Hoan and Net ri Pc ene, Oxford, 1 jj Phyllis Martin, The External Trede of the Loango Coast 1576-1860 (Oxford, 1972); Edward A. Alpers, Ivory & Slaves in East Contral Africas Patterns of International Trade to the Later Nineteenth Cen' Heinemann, Londres, 1975). Cc-76/wn'22 » pée. 3 Arora bien, en los estudios sobre la trate exterior de esclavos de Africa ro se ha sabid2 entasarla, como factor causal, positive o nega‘ivo, en un andlisis del desavrolte econénics de los principales pafses ¢ terzitorics que in" ervinterc:: enelis. E,to os lo que se inicata hacer en el presnte trabajo. Con este fin, se coneibe la tvata exterior de esclavos africanos cono una forma de cozercio internacional, cuyos efectos pra los pafses o regioneg que partictparan en ells, directa o indirectanente, se exx en tirainos e.mdcicos. Este trabajo ce baca esesciaimente en un andlisis ce? ceearel7o, en eontraposiciéa al del creci- ato, ies autores r> stenpre otservan esta distincién entre ambos conceptos. Se suele defintr el crecimiento ceondatco node-no en function de un aumento anual constante de los ingrescs por habitante, on una eccnomfa dada, a lo lergo de un periodo de tieno dilatedo. Ea caxbio, el deearrollo econémico esta relacionado con la transier.acidn concreta de uns eccnonfa tradicional de subsistencia, rural y regional, que pasa a una fase racional, comercial, urbana y nacional, con unas instituetones apropiadas para una movilidad real de los factores de producnicn. Con gran frestencia, esa trensfornacidn entrain una importante rodificacién es: Sruchirel de la economfa, que de sar esencialuente agzfcoia, se convierte cn esen- i; lmente industrial. Segun el endlisis de Rostov, el desarrollo pertenece a las c3es "previa" y de "despegue", y el crecimiento a las fases poateriores a dicho desnegue. Por corsiguiente, el tena principal que !ntenta dilucidar el presente trabajo es la medida en la cual los movintentos de lis diversas ecoronfas inclui- das en nuestra anterior definicién de economfas del Atlanticc quedaron acelerados © frenados por la trata de esclavos en estas fases cruciales del desarrollo, El endlisis se inspira en el consepto de gananzias dinszicas derivadas del comercio internacional, en contraposicién a las ganano‘as estdticas del andlisis clasico!), I Un problema esencial para el tena del presente trabajo es la magnitvd real de la trata de egclavos de Africa durante sl rertodo exeninado. Para ello my que calcular el nimcro total de caclavos que fusrcn transportag2s de hecho desde el Africa al sur del Sahara, a través de este desierto, el Océano Atlantico y el Mar Rojo y el Ocrano Indico, durante 1a época estudiada. Desde el punto de vista del sngtor ouropeo del Atlévtico, esto resulta necesario ya que el desarrollo de los recursos que requerfa la trata es una parte importante del andlisis, que habra que contrastar con 1a magnitud estimada de la propo.cién europea de dicho conercio de esclavog. Ey cuanto a la parte a‘ricana del andlisis, le masnitud caloulada constituird un util punto de partida para evaluar los efectos demogréficos de la trata y sus consecuersias para el desarrollo eacndn‘co de lus regiones afectadaz. La mayorfa de los autores que han eatudiado 1a trata de esclavos a través del Sahara y del Atldntico han estimado siempre negesario evaluar el mmero total de eaclaves que intervinieron en ella, En relaciéa ogy 1a parte atlantica, las esti maciones més recientes son las del profesor Curtin), basudas en dates ya publica~ dos. Cabe enoomtar al profecor Curtin por su lebor, y en particular por haber des- tacado este inportante tena. Sin embargo, ae ha denostradoque sus estimaciones globeles de 1a trata atlantica pecan mis bien por defecto3). En la actualided, se 1) Véase John H. Williams, "The Thoory of International Trade Reconsidered", en Lord Keynes, Joan Robinson, et al (compe.), Readings in the Theory of Interna, tional Trede (Leadres,1550), page» 253-271, que hace clarancnte esta distincién. 2) P.D. Curtin, The Atlantic Slave Tradet A Census (The University of Wisconsin Press, Madison, 1 3) J.E. Intkori, "Measuring the Atlantic Slave Trade: An Acsessnont of, one and Anstey", Journal of African History, XVII, 2 (1976); D. Eltis Direction and Fluctuation of the Trane-Atlantic Slave Trade 1821~ Sbust A Revision of the 1845 Parliamentary Paper", paper presented at the Mathematical Social Sotence Board Seminar on the economios of the slave trade, Colby College, Waterville, Maine (EE.UU.), 20-22 August 19753 Roger Anstey, 7h2 Atlantic Slave Trade and British Abolition 1760-1810 (Londres, 1975). cular el mimero ¢: esclavos ex- que se requie- estd trabajando micho en lo cre se refiere ao: portadcs desde Africa por meiia de la trata atliatica. Es posib ran diez o 249 anos arty; de ~der expresar los recultatos en forma de cifras Zlobales. Para fasilitar la exposicién, y a efectos del andlisis presentad> cn este trabajo, se ha considerado qu® la cifrc de 1! uillones de esciavos, propues- ta por el profesor Curtin, coustituye el nfnimo estric:o de la treta ati/ntice. Geta elfra, sumada a le proporeidn ewonea, de magnite? desconocida, de ia trata a1 Ozéano Irdtes, constituye la parte curopes ce 1a trata exterior de e.clavos En cuento a la trata a través del Sahera, en vn intento recieite de restr gs implicaciones de algunas de las estinaciones prxpuestes se constdera que el numero total de esclavos tom:cos de Africa el sur del S.hara para evender la de- | manda del desierto ce 850 a 1310, fue de 10 millones de personas. Le. distribucida de este total a lo largo del tiempo indice que, en el pertodo que nos ocure (1451-1870), 1a trata de esclves a través dol disierto implice, algo mones de 6 millones de personas, procedéntes de Africa al suz del Sahara!). Les datos correspondientes a la trata transahariena son my dépiles, y alguns eotiman posi- ble que la presente cifra peque mas bien por exceso@). En tal cas, esto podrfa compensar en clerte medida la estimacién por defecto de la trata transatlantica. En cuanto a 1a trata desie Africa oriental hacia el Mar Rojo, Arebia, el Golfo Pérsico, la india y las islas del Océano Inéico, no se ha formulaig una estin: jon global. A partir de los elenontes fragnentarics de informacida é4spo~ nibles), quizds ro sea exazerado cifrar el total, en el periods que nos ocupa, en unos 2 millcnes do esclavus. Asf pues, 1a trata exterior de esclavos desde Africa al sur del Sahara, entre log siglos XV y XIX, supuso la exportacién real ¢2 no monos de 19 millones de pe sonas. Ir La oonpra, el transporte y el empleo de nis de 11 millones de egclaves en la produccién capitaligta pera un esroado internaciozal, por un lado, y oi transporte y la couerziaiizacién de las mereanefas producidas por esos esclavos, por otro, conztituyaron una parte ruy grande, por su volumen, d2 toras las transacciones econémizas internacionales de 145i'a 1870. Para revacionar esta transaccién in- ternacional de inmensns propcreicnes con e! desarrollo ocoidantal en eso ‘periodo de tiempo, intentarenos contestar las siguientes pregua-ast 1) 2h qué medida los elementos necesarios para comprar y transportar a mis de 11 millones de esclaves contribuyeron al desarrollo de 13 econonfas oceidentales? 2) Hntluys e un mod6 decisivo en el desarrollo econémico de 1a Europa atldntioa y de América 6) crecimiento de la trata qundiai entre 7700 y 18707 3) ai qué medida 1a expansicn del somercio internacional entre 1500 y 1870 dependis de la trata de esclavos? 1) Ralph A. Austen, "A Census of the Trans-Saharcn Slave Trade, or Approximating the Uncountable", paper presented at the Mathematical Sooial Sotence Board Seminar on the Econonies of the Slave Trade at Colby College, Waterville, Maine, (EE.UU.), 20-22 de agosto de 1975. 2) Esta fue 1a opinion de algunos de los partioipantes en el Seninario del Colby College. Nicholls, The 1 Coast: Politios, Dt ‘Trade on th East African Littor: 1 Tondres, 1971 CC~76/WwS/22 - pag. 5 En cierto modo, se trata de preguntas relacionadas entre sf. Pero, para poder comprender lo que se cxpone a continuacién, parecen lo bastante diferentes como para tvatarlas de modo independiente. Antes de contestarlas, procede decir algo sobre la divisién de las funciones en el sistena atlintico en el que se daban la trata de esclavos y la esclavitud. Las principales categor{u9 funcionales de ese sistema eran las siguientes: caze~ elo y financiasién, transporte, industria, minerfa, agricultura de productos basi~ cos para la exportacién en las plantaciones, agricultura conerotal de productos alinenticios en las explctaciones libres de tanafio medio, y venta de la mano de obra. Europa occidental dominaba clarfsimamente ei comercio, 3a finarciacién, el transporte y la fabricacién. Iberoanérica hacfa texbién clertas operaciones de comercio y transporte, incluidas algunas actividades mamfactureras para el consi mo interno. Pero su funcién principal en el sistema atlentico consistié en la extraceiGn de metales preciosos y en una agricultura de productoz basicos para la exportacion en las plantaciones. Desde la época coloniai, los Estados del Centro y del Noreste de América del Norte se dedicaron gotre toto a la produccién cone cial de productos alimenticios para su exportaoidn a las plantaciones de esclavos de las Indias Occidentales, el comercio de importacién y exportacion, el transpor~ te marftimo, la financiacion, la construccién naval, 1a produccién de madera, la pesca y, més tarde, la industria. Los Estados del Sur se especializaron en la cultura de plantacién, primero de tabaco principalnente y mas tarde de algo- don. Le funcién especial de todas las islas de las Indias O-oidenteles era_la agricultura de plantacién: oafé, algoién, afiil, y sobre todo, azicar de cafa. Africa no desenpend ninguna funcidn de producotén real en el sistema atldntico, ‘sino que su papel se limitaba a la adquisicion y venta de mano de obra esclava. En general, tan sdlo los Estados nororientales de América del Norte, de todos los territorios incluidos en nuestra definicién de econonfas del Atldntico, desempena- ban funciones econémicas que se parecfan mucho a les de Europa occidental en el sistema atlantico. La {ndole de las funciones de un determinado territerio en el sistema atlén- tico conatituye un factor crucial que explica el tipo de efectos de desarrollo que produjo el sistema atldntico en ese territorio, Hl comercio, 1a financiacién, el transporte mar{timo, la industria y 1a preducciGn comercial de productos ali- mentioios en las explotacioneg agrfcolas litres de tamano medio tend{an 9 producir efectos de desarrollo mucho mas positivos que la agrioultura de plantacién. Sin embargo, las caracter{sticas de las funciones no explican plenamente la diferencia en punto a esos efectos de desarrollo. Hs significative sefalar que los territo- piog que se dedicaron ampliamente a une agricultura de plantacidn eran también aquetlos en los cuales se empleaben més ampliamente "factores extranjeros $e pre duceiéa", utilizando este concepto en el sentido que le da Jonathan Levin! consecuensia do ello, una proporeién muy grande de los ingresos totales produciios Jonathan Levin hizo hinoapié en la progoroién de los ingresos totales deriva- dos de la produceién para la exportacién, que enviaban al extranjero los ‘faotores emigrados" de produceién, como uno de los importantes determinantes de la magnitud de la contribucidn de 1a produccida pera la exportacién al desarrollo interno de las economfas de exportacidn. , Por ello, solamente apli-~ caba 1a expresin "factores extranjeros de producoién” 9 los que enviaban sus ingresos al extranjero. Reofprocamente, oon la expresion de "fastores nacio- nales de producoidn" designaba "los fastores que gastaben sus ingresos en 1a, ‘economfa en la que los obtenfan, con fines de consumo, inversidn, importaoién, © cualquier otra finalidad", Véase Jonathan Levin, "The Export Economies", en James D. Theberge (comp.), The Egonomlos of Trade und Develomment (Nueva York y Londres, 1968), pags. 17 ¥ 18. Bn el caso de America Latina, les re~ mesas (especialmente de lingotes de oro o plata) a los gobierncs imperiales de Buropa forman parte del envfo de los factores al extranjero. COH7G/wS/22 ~ pag. 6 en los sectores atldnticos de esas economfas se enviaba el extranjerc. Esto es capecialzente cterto en el caso de las tslas de las Tudias Oceidentales y, suna~ do a la frdole de las tumciones desenpefadas, dejaba un margea m{nimo o milo para un desorrello interno autnono que acospahara el crecimiento de les actividades de produccién para un nercado internacional. En los territorios latinoaner{ cencs, la astuacién de ciertos factores internos, relacionados en parte oon el caricter de les colones eurcpeos y las instituciones que trajeron consis, recujo aun sds los efectos pesitives globales del sisteza atldntico para el desarreilo interno de dichas econoafas. Pcr todas estas razones, los efectos positives para el des- arrollo del sistema atldntico estaban anpliamente concentrados en Suropa Coci¢2ntal y América del Norte. La compra_y el envfo de esclavos a Anérica fue una de las fimeiones ngs impor tantes desempenadas por Europa Occidental en el sistema atlantico y resultd ser una tarea muy erdua que requerfa una gran competencia meroantil, acuerdes finan eteros muy conplejos, grandes perfeccionamientes en la téentea de 2a construccién naval y la produccion de nuevos tipos de bienes, que solicitaban ius regiones pro- ductoras de esclavos en Africa tropical. La respuesta creadora de las econonfas de la Europa atlantica para atender las exigencias de esta functon constituyeron una parte importante del proceso de desarrollo de estas ecoronfas. Por desgracia, el estudio detallado de sus caracterfsticas y 1a evaluactén del lugar que les co- rresponde er: dicho proceso de desarrollo econémico de Buropa occidental empieza apenas a merecer la atencién de estudiosos que emplean los instrumentos anaifticos de 1g econznfa y del desarrollo, Cone era légico, el primero de esos estudios vorsé sobre la econoafa inglesa de 1750 a 18071), y en é1 se demuestra que durants os 60 afios, més o menos, durante las cuales Inglaterra dominé 1a compra y el en- vfo de esclavos a Anérica, los requisites peculiares de esta funcién suscitaren grandes progresos en regiones y sectores claves de 1a economfa inglesc. Los tra~ tantes de esclavos estaban constantemente expuestos agranaesriesgos, y por ello su demanda ereciente y constante de ee fue un factor muy importante nara la evolucién de los seguros marftimos en Inglaterra. La trata necesitaba fooilidades crediticias en varias fasos: oréditos@)ooncedidos a los tratantes de esclavos que actuaban en la,costa africana y, sobre todo, a los empleadores de esa mano do obra esclava en América. Adends, transcurrfa mucho tiempo desde que un comereiante inglés invertfa en bienes y mediog de transporte hasta el momento er el cus les egolavos se vendfan por fin en Anérica. fn gencral, todo eile requerfa mds de un ano. Por consiguiente, los reoursos financieros de los tratantes de esclavos cs~ taban siempre en tensicn, De hecho, el capital comercial que exigfa 1a venta de esclavos transporte mar{timo, mantenimiento de los blenes y crédito comercial- rebasaba con mucho el volumen anual de la trata. Eh vez de invertir toda su for tuna en el comercio, los tratantes de eaclavos preferfan siempre obtener ereditos en diversas formas. Consegufan oréditos para 1a exportacién de-los productores de mereancfas destinadas a Ja trata, lo oual obligaba a éstos Ultimos a buscar a su vez, fuentes de crédito para sus propias operaciones. Pero, sobre todo, los tra- tantes de esclavos obtenfan créditos descontando las voluminosas letras de canbio que recibfan al vender los esclavos en América. Las condiciones favorables de demanda creadas de este modo fueron muy impor tentes para el desarrollo de 1a banca y del meroado del descuento en Inglaterra. De hecho, algunos de los banoos provinoiales que surgieron en esa dpoca, especial- mente en Lancashire, se sentfan impulsados fundamentalmente por el deseo de apro~ vechar las operaciones de descuento de los pagarés de esolavos y otros efectos de- rivados de Ja relacién creditioia entre los tratantes de eaclavos y los productores de mercanofas destinadas a la trata). 7) sc, Inikori, "English Trade to Guinea: A Study in the Impact of Foreign Trade cai Faglish Eoonony, 1750-1807", (Tesis doctoral, Universidad de Ibadan, 1973. 2) fh ofertos aspectos, los requisitos oreditioios de 1a trata de esclavos brité- nica son similares a los que exige hoy en dfa el comercio internacional de bienes de capital. 3) Inikori, "English Trade to Guinea", Capftulo VII. 0c- 76/9/22 - pig. 7 Los requisites especiales en materia de transporte rarftico de este tipo de conereio estimlaron las actividades de los astilleros britdnicos, para 1a cons- truceién de un tipo especial de enbercacidn y 1a reparacién y los onerosos pertre- chos de los barces destinados ala trata. A partir de un cdlovlo basado ea 137 barcos de esclavos (24.160 toncladas), se ha observado que el 60 por ciento, mas © menos, de los barcos ingleses se construfan en astilleros de este pefs, y el 40 por ciento restante consistfa en presas de guerra y en bareos de construccién ex- tranjera, adquiridos prinoipalmente en las colontas. Dsspués de deduoir esta il- tina proporeida, un conplejo cdlzvlo basado en una gran masa do datos narftinos indica que entre 1791 y 1307 el 15 por ciento, aproximadamente, del tonelaje oer construide en Inglaterra egtyvo destinado a1 conereto de Guinea, ¥ que 9} 95 pu etento del mismo correspondié a barcos dedicados a la trata de esclavos' entre 1750 y 1807, los tratantes de esclavos briténicos invirtieron por término medio 2.625.959 libras por decenio en la construccién, la reparacid- y les pertrechos de sus brrcos, en astilleros ingleses: entre un praedio de 1,5 millones de 1i- bras por decenio de 1750 a 1780 y casi 4 millones por decenio de 1781 a 1807. Los factores de produccién correspondieates a esas actividades de los astilleros tuvieron un importante efecto de vinculeoidn en otras industries, en particular la del metal y sus derivadas, asf como cn la minerfa del metal y del carbon y en su transporte. También contribuyeron considerablemente a la urbanizaciér Los sectores industriales en los que reculté nds fuerte esta influencta fue~ ron las industrias del metal y sus derivadas (cobre, bronce y hierro). La fabri- cacidn de armas para 1a compra de esclavos era una importante industria en Birmingham. En las regiones de Londres, Bristol y Liverpool, la produccién de artf{culos especiales de cobre y latéa destinadcs a la trata de esclavos y el em pleo de cobre en el casco de los barcos de esclavos consbituyeron actividades my importantes. Pero la industria britdnica en cuyo desarrollo influyé més cecisiva- mente la trata de esclavos fue la de los productos textiles de algodén. Entre 1750 y 1776, el valor de as exportacioneg anuales totales de algodén 9, 2), inglés, que iban a la ceats occidental de Africa pasd de un 30 a un 50 por oiento’ Esa proporeién se redujo radicalmente durante la Guerra de Independencia norteame= rieana y se recuperé después de ella, y entre 1783 y 1792 oscilé entre un 11 y un 32 por ciento, Después de este tiltimo ano, el crecimiento més répido de las expo taciones a Buropa y a América trajo consigo que las exportaciones a la costa africana supusieran un poreentaje decreciente del vaior de las exportacicnes tota- les de algoddn briténico. Asf, pues, en cuanto al volumen, las exportacioneg a la costa africana fueron importantes para el desarrollo del seotor de exportacién de la industria algodonera britdnica. Fh ovanto a la {ndole de los productos, los productos de algoddn exportados a 1a costa africana eran de tipo barato‘para con= sumidores corrientes, 1o oual facilité Fal groduocién en masa mediante el empleo.de nétedos mecdnicos. Pero la contrituoida mas importante al desarrollo de 1a indus tria algodonera briténica de les exportaciones a la costa africana consistié sobre todo en que la sometié a una situacién de competencia. En los primeros afios de la industria, su mercado nacional en Inglaterra este- ba protegido, ya que se habfa prohibido a principios cel siglo XVIII 1a venta de textiles de algodon de las Indias Ortentales para el gonsumo nacional. Las ventas a Buropa siguieron siendo insigniticantes hasta después de 1776. En general, en esos primeros afios la industria textil del algodén inglesa se enfrenté sobre todo en la costa occidental de Africa con la fuerte competenoia de productos textiles de algodén de otras partes del mundo, en particular de las Indias Orientales. La reaccion de 1a industria a esta situacién de competencia results imag importante para su conpetitividad « partir de los ltimos afios del siglo XVIII), Tnikori, “English Trade to Guinea", pags. 23-2415 J.E. Inikori, "Measuring the ‘Atlantio Slave Trade". 3 Inikori, "English Trade to Guinea", Capftulo IV. 3) Pueden verse més detalles al respecto en Inikori, "English Trade to Guinea! Capftulo Iv. CO 6/W9/22 = pag. & Asf pues, por lo que a la econonfa inglesa en este siglo se refiere, los requisites propios de la compra y el transporte de esclavos a América eportaron una importante contribucidn al desarrollo. No se han efectuado estudios similares com respecte a los demas pafses europeos que desenpenaron esa aisua funcicn en el sisteaa atlintico. Pero los estudios limitedos de Simone Berbain, Gaston‘ Martin y Pierre Boulle indican que, el menos en el caso de Nantes, Rouen y Montpellier, a cenanda de mereancfas de produccidn barata por los tratantes de esclavos esti- mulé el crecimiento de 1a gran industria en el siglo XVIII!.). Y la exportacion de telas alenanas a la costa africana por conducto de los tratantes ingieses y los europeos en general constituyd un importante mercado para la industria textil de Westfalia, Sajonia y Silesia. La compra y transporte de esclavos a América no era sino una parte del comer cio mmdial muy ampliado en el que intervinieron las economfas atlanticas de 1451 a 1870, Mas tarde, se indicara que 1a desccmmal expansién del comercio mmdial en ese periodo se debié en gran parte a 1a disponibilidad de mano de obra africana esclava en América. Por el momento, hemos de determinar cual fue la relacion entre el crecimiento del oomercio mundial y el desarrollo econéaico de Buropa occidental y de América del Norte. Procede destacar, que desde fines de 1a Edad Media hasta principios del siglo XVII, se produjo en las econanfas de Buropa occidental una evolueién interior my importante, que se debid a la modificacion de ciertos factores internos, tales co- mo la poblacién, suscitando con ello e) auge del comercio entre pafses europeos, especialmente do lana virgen, productcs de lana, productes metdlicos y plata, asf como un comercio interregional en ios distintos pafses de Europa occidental. Todo ello estimuld en éichos pafses canbios institucionales, polfticos, sociales y eco némicos diferentes. Eh particular en Inglaterra y en Holanda, las transformacio- nes de osa epoca crearon: un ambiente propicio para el desarrollo de un conJunto de dereshos de’ pro- piedad que fomentaron diversos arreglos institucinnetes, desembocando en una propiedad absoluta, de pleno dominio, una mano ce obra libre, la proteccién de los bienes de propicdad privada, la legislacién sobre las patentes 7 otras incentives de 1a propiedad intelectual, y toda una serie de arsardon institucionales enoeminados a reducir 1a imperfecotén de los mercados de productos y de capital.® La principal coutrituctén del sistema atléntico a esta evolucién iniciel con sistié en el suministro de lingotes de oro y plata, que estimilé considerablenente el intercambio en toda Furopa oociderital, espoleando con ello Ja expansion del seotor comercial de sus econonfas, Ademas de esta contritucién, gran parte del desarrollo de Buropa occidental en esta primera fase dependid de recuros europeos. El “ambiente propicio" creado por esa fase inioial es my importante para explicar la capacidad de reacoién de las eccnemfas de Biropa occidental a los estfmlos ex- ternos derivados del crecimiento del comercio mundial a partir de la segunda mitad del siglo XVII. . 1) Simone Berbatn, "tudes sur le Traite des Noirs au Golfe du Quinéer Le Comptoir Frangaia de Juda (Ouidah) au XVIIIe siécle", Mémoires de l'Institut aia d'Afrique Noire, n° 3, 1942, page. 85-86; Gaston Martin, Nantes au XVIII etGoler 1'ére des Negriers, 1714-1774 (Parts, 1931); Pierre M. Boulle, "Slave Trade, Comercial Organization and Industrial Growth in Eighteenth * Century Nantes", Revue Frangaise d'Histoire d'Outre-Mer, Vol. LIX, n° 2th ton trimestre, 1972. 2) Douglas C. North y Robert Paul Thouas, The Bisa of the Wegtem vionlds A New Egonomie History (Cambridge, at the University Press, 19/3), page 18. CO-76/1it/22 ~ née. 9 Pero no es lo misao decir que esa primera evoluciéa hizo que las econonfas de Eweza occidental reaccionaren a unos est{rilos externos derivados del creci- Riento Gel sistem atldntico y afimar que, a parcir de ese evolucién inicial, erin Inevitebles ia estructura tastitucional que surgis en Europe occidental entre los siglos AV=I y XVIII y esa gran transfornacidn estructural que fue 1a Revolucié.. Industrial, que se produjo en Inglaterra en ese aisno perindo. La explicecién de estes fendmenos raica 2n les nuevos problemas y posibilidcdes que cred el cresi~ mento del conercio mundial en los siglos ‘VII y XVII, El muevo problene del trangporte regular de grandes cantidades de mercancfas a muy grandes distancias a través de mares turbulentos, el problema de 1a elaboracién y distritucién de una gran cartided de productos importaios de lugares remotos, 0} probleva de la adap~ tacida a un sistena comercial que llegaba a todos los puntos del planeta, las cportunidades que se ofrecfan de crear nuevas industrias besadas en unas materias priaas que entes eran escasas y caras, o totalmente inaccesibles, cono el anicar, eh tabaco, €l algodén, ete, 1a insttante oportintdad de crear mievos productos en relacion con nuevos tipos de decandas y gustos, las eccnonfas de escala inhe- rentes a la produceién para un mercado mundial mucho mayor: todos estos y otros mectos fectores estimilaron la evolucién institucional y los radicales cambios cs. :eturales que se produjeron en Buropa occitental en los siglos XVII y XVIII, ¥ que obedecfan tcaos ellos al auge del comercio mundial en zsa época. El progeo- 50 y as innovaciones teenolégicos de eque? tienpo tuvieron su origen y resultaron egondmicas gvacias a los problenas practicos de produccién para un mercado mundial nds amplio. A juicio de un historiacor inglés de la econonfa: EL comereio colonial dio a la industria de Inglaterra la posibilidad ‘totalmente nueva de exportar grendes cantidades de productos manufacturados, aparte de los de lana, a unos mereados en los que no se trataba de canjear unos productos mantfacturades por otros... la industrializacién ca Inglaterra después d2 los veinticinco prime~os afios cel siglo XVIIE obed: en gran parte a una demanta colonial de clavos, hachas, armas de furgo, cubos, carruajes, relojes, sillas de montar, pafuelos, botones, cordaj2s y mil cosas mas. id Esto fue lo que facilitd la concentracién de la produceicn industrial en gran escala, en todos los niveles, en el pequeno pafs que era Inglaterra en los siglos XVII y XVIII, ya que estaba poblada por menos: de siete millones de habitantes a mediados de este ultimo siglo, y por pono més de ocho en 17902) » y carecfa ademas de recursos naturales. Las oportunidaaus que se ofrecfan para una gran exportacién de artfoulos de hierro, y més tarde de algoddn, "desempedaron un Fapel decisivo en la ereacién de estas Teale hasta el punto de que el progreso tecnico modificd su dindmica de crecimiento"3), mn cuanto a Europa en general y a Francia en par ticular, un histotiador francés de la economfa ha dicho lo siguiente: Cabe calificar yerdaderamente al siglo XVIII de fase atlintica del desarrollo econdnico eurgpeo. Fl.comereio exterior, en especial oon Anérica, fue el sector mis dinémicg ie toda 1a eoononfa (por oJenplo, el comercio colonial francés se cuplicd entre 1716 y 1787), y ademas, la demanda de ultramar estinulaba el crecimiento de una amplia gama de industrias asf como una ereciente espocializacién y divisidn del trabajo. Debido a 1a superioridad del transporte marftimo con respecto al terrestre, 1) Ralph Davis, "English Foreign Trade, 1700-1774, Esonomtc History Review", Segunda serie, Vol. XV, 1962, pag. 290. 2) Phyllis Deane y W.A, Cole, British Economie Growth, 1688-1959 (segunda edi- cidn, Cambridge, at the University Press, 1967), Cuedro 2, page 6 5) Ealph Davis, The Rise of ing of tne Ba English Shipping, Eeayatee in the Seventeenth and Eighteenth Conturies (Londres, 156 ye cc~76/WG/22 - pig. 10 la eccaoafa europea del siglo XVIII se organizé en torno a un cierto mero de grandes puerto3 de ner, sicwio los nds pxisperos los que arsorbierca la mayor proporcién dei creciente concreio colonial, teles cono los de Burieos © Kantes, cada uno de los cuales no solancnte tenfa su propia industria sino tembidh su propio hinterland industrial en la base fluvial en cuya deseabo- cedure estate sleuth Seflaia asimisne que si bien la "arericanizacidn” del ccrercto y 1a industria fue mds acusada en les pefses que terfan wi imperio colonial (le Gran Bretsfa, Frenoia, “olanda y Esrafia), su influencia se extendié tanbién nds hacia el este, a pafses que no teafan colonias pero que podfan enviar bienes a Anérica como productos de reexportacién de laa potencias colontales, especialmente a través de Cadiz; act por ejesplo, los artfoulus de quinceller{a,.cuchillerfa 7 textiles oleae le gaben a los merceiics de las Indias Occidentaies y de Hispanoamérica"™: En quanto a Anérica del Norte en 1a época colonial, se ha denostrado que 1a proporeion de la actividad ecorémica total dedicada a la produccién para los mem cados extranjeros era relativamente grande a principlos cel siglo jvail, equiva= liendo a un guinte del total, y que, si bien esa proporcidn mengud a lo largo de ese siglo, 5508 fa constituyendo una parte considerable gel total: un sexto en 1768-1772.2) Se trataba de servicios de transporte mar{timo y de otros servicios comerciales vendidos por las colonias cel Noreste alas inlos de les Indias. Ocetdentalcs y a Eiropa meridicnal, de la exportacién de productos alimenticios, cabailos y madera de las colonias del Centro y del Noreste a las Indias Occidentaies y a Europa meridional, y de la exportacién de tabaco, arroz, y otros cultivos de menor entided, de les ¢olentas del Sur a 1a Gren Bretafia y otros paf~ ses eurcpeos. Partiendo de egte andlisis ey rrr Norte, se licza a la conclusion siguienter4. Aunque es posible que el comercio exterfor y la actividad de mercado n> hayan constituido la nayor parte do toda la actividad econéaica colonial, la importanoia del mercado consistié ea mejorar la asignacidn de los recursos... Afirmamos que, si bien la agricultura de subsistencia propor cionaba una base importante para los ingresos coloniales y era un elenento muy considerable de los ingresos medios por persona, la evolucién de lcs ingresos y 1a moJora del nivel de vida surgieron en gran parte gracias al comercio exterior y a otras actividades comerciales. No solamente se debleron esenoialmente las mejoras de productividad a las actividades del mercado sino que adeais las fuerzag del mercado determinaron ol régimen de colonizacica y produccién. Este regimen. caabid lontamente y de un modo degigual, difundigniose desde los cursos de agua y los centros de distribu cién a lo largo del litoral atldntico hacia el intertor. En cuanto al period comprendido entre 1790 y 1860, el profesor D.C, North ha demostrado que la exportacién de algodén en rama de Jos estados del sur fue el factor mis deoisivo para el crecimiento y desarrollo de la economfa de log Estados Unidog. Al centrar los estados surenos todos sus recursos en la produccién de algodén en rama para la exportacion, tenfan que comprar sug productos alimentictos a los productores del Oeste, y esto estims 1a colonizacidn del Oeste y su espe~ cializacién en la producoién alimentaria. En segundo lugar, el Sur dependfa del 1) Frabgois Crouzet, "Wars, Blockade and Eoonomto Change in Exrope,, s7gaes615", Journal of Economic History, XXIV, n° 4, (diciembre de 1954), pag. 3) Crouzet, op, oft.; pag. 569. James F, Shepherd y Gray M, Walton, Shipp! Shipping, Herttine ‘Trade, are the Economie Development of Colonial, North America (Cambridge, 1972), page i. 4) ‘Shepherd y Walton op. cites pag. 25. Co 76/us/22 = pag. 11 Nordeste en lo tocante a sus servicios de transporte, financieros y otros servicios conerciales. Los ingresos obtenidos gracias a 1a produccién de algodén para la exportacida y gastedos en servicics norertentals y alizentos oceidentales r.cpor~ cforaron la bese Fara el crecimiento de las industcias de sustitucidn de inporta- ciones en el Noresse. Y por ello, éste pisd de exportar algodcn surefio, y d2 sux: nistrar al Sur y al Oeste productos anuacturados de inportacicn, = produei= di- rectanente esos bienes para los consvmideres del Sur y d2l Oesie, acf como para los del propio Nereste, utilizando el algcdin del Sur como parte de los fact=c2s de produccidn de las nievas industries. Esta espectalizacion regional, besada inictalmente en la produccién de algodén en el Sur pava la exportacion, uc lo que hizo que resultara econdmica te creac{én de grandes industriar en los Estados (Por consiguiente, se guede llegar a 1a conciusidn de que en el desarrollo econémico de la Buropa atlantica y de América del Norte influyd de modo decisivo el auge del comercio mund‘ xl entre 1500 y 1870. Lo que hay que detencinar ahora gs la medida en le cval ese fendnano del crecimiento del comercio mundiel on dicha época denendis de 1a trata de esclavos. Coro el crecimiento del comercio mundial eu al periods examinado estuvo casi totalmente en funcién de la explotacién de los recursos americancs, de 1o que se trata en definitiva os de saber si hubtera sido realmente posible 1a explotacidn de vsos recursos, o si la escala de su explotacién hublera Llegado a ser lo que fue de no haber contado con 1a mano de obra esclava. Esto se refiere a la oferta. Pero también ce puete analizar la situacion desde el punto de vista d? la demanta, y preguntar si el empleo de mano Je obra no esclava no hubiera aumentado consiuerablenente los costos ce produceida y, por consiguien to, elevado el preci de los productos en Buropa hasta un nivel tal que se hubiera reducido considerabienente su consume y, por ende, la cantidad importada por ‘al caso, hubiera menguado el nivel de los ingresos en América, radu- eienicse con ello el volumen de mercansfas importadas de Europa. El efecto global hubiera consistido en una reduccidn radical del volumen del comercio mundial. Todo esto hublera dependido de Ja elasticided con respecto a los precics de la demanda en Buropa de los productos americanos. Las publicacicnes recientes sobre el tena de 1a mano de obra esclava ponen de manifiesto que en ciertos casos no habfa mas aiternativa que el empleo de mano de obra esclava. So ha sefalado que Espana y Pertugal, que posefan la mayorfa de las colonias tropicales americanas, no estzban en condiciones d2,encontrar trata.jado- res "que estuvicran disrucstos a entgrar a cualquier precio"), Con recpesto a la produceién capitalista de amicaT en las Indias Occidentales en gearral, se dice que "simplarente no se disponfa de mano de obra libre en cantidad suficiente, y la que existfa no hubiera querido (querido, mas que podido) adaptarse a las condicio- nes de trabajo de lac plantaciones mientras siguiera habienio tierras, agrfcolas | baratas en otras colonias. No eabfa maiz solucidn que la eaclavitud'’3). Como fér mula general para toda la América al margen de la espafola y 1a portuguesa, se | afirma que “la mano da obca salarial o contratada hubiera entrafiado un cierto mi- mero adicional de trabajadores con un salario elto. Ese nivel salarial hublera sido alto debido a ciertos factores que impedfan el movimiento de los traba!atores en 1a agricultura de plantacidn", por lo que "todo intento de aumentar en forma vonsiderable la produccion de los artfoutos agrfeolas basicos con el régimen de 1) D.C, North, The Economie Growth of United States, 1790-1860 (Englewood Cliffs, N.J.t Prentice-Hall, Incs., 1961). 2) Henry A. Genery y Jan S, Hogendorn, "The Atlantic Slave Trade: A Tentati~e Economic Model", oumpal of Atrios of African History, XV, 2 (1974) pag. 229 que citan aC. Padro, Jr., Thy Colonial Beckground of Modern Brazil (Berkeley, 1967), page 19. 3) K.G. Davies, "Empire and Capital", pag. 107.

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