que viene, se bate con el porvenir con una energa proftica y pat
tica. Pero es a partir de esa amenaza, es a partir de la angustia que
esa amenaza parece inspirar a este pensador tradicionalista y cat
lico del derecho europeo, como este ltimo ve venir, mejor que tan-
tos otros, la fuerza de porvenir que adquiere esa figura amenazante.
defender Europa contra su otro sin mezclar los gneros, sin confun-
dir la fe y la poltica, la enemistad y la hostilidad, la amistad y la
como el invasor de Europa: esto es, pues, ms que una guerra entre
otras, y ms que una guerra poltica. En realidad esto no sera una
guerra, stricto sensu, sino un combate a propsito de lo poltico,
una lucha por la poltica. Incluso si no es necesariamente una lucha
por la democracia, problema ste temible en la lectura de Schmitt.
Desde ese momento, el frente de esta oposicin resulta difcil de
asignar. No es ya, por una parte y por otra, un frente poltico. Se
tratara de una operacin defensiva destinada a defender lo poltico,
ms all de tales Estados o de tales naciones, ms all de cualquier
continente geogrfico, tnico o poltico. Por el lado poltico de este
frente inslito se tratara de salvar lo poltico como tal, de asegurar
su supervivencia frente a un otro que ni siquiera sera ya un enemigo
poltico, sino un enemigo de lo poltico, ms precisamente, un ser
radicalmente extrao a lo poltico como tal, suponiendo al menos
ellas como de paso, pero de manera regular, en notas que cabra te-
ner la tentacin de leer como remordimientos o cuando menos como
12. Intentaremos hacerlo en otro lugar, especialmente en relacin con ciertos ejem-
plos del Antiguo Testamento que nos parecen difciles de integrar en la lgica schmittiana.
13. El concepto de lo poltico, cit., p, 59, n, 5, Sobre este tema de la stdsis, as como
sobre otros temas conexos, remitimos ya, y lo seguiremos haciendo, a los trabajos originales
e indispensables de Nicole Loraux. De momento nos limitamos a sealar ese lugar sensible
en el que Nicole Loraux apunta una suspensin de la oposicin stsisfplemos. Cuando a
unos ciudadanos los matan otros atenienses mientras aqullos estaban defendiendo la de-
mocracia frente a la oligarqua, su muerte trasgrede de hecho la oposicin de stsis y de
civil). Y aade: Para Platn slo una guerra entre griegos y brba-
ros (enemigos por naturaleza) es efectivamente una guerra (wirk-
lich Krieg), mientras que las luchas (die Kampfe) entre griegos perte-
necen al orden de la stsis (de las querellas intestinas). La idea que