GRIETA
SANTIDAD
KEVIN
DEYOUNGEste libro es clasico de DeYoung;
biblico: inexorablemente
—John Piper, Pastor de Predicacién y Vision, Iglesia
Bautista Bethlehem, Twin Cities, Minnesota.
iMi corazon resoné profundamente cuando escuché por
primera vez a Kevin hablar acerca de este tema! El men-
saje es una llamada de atencién para el Pueblo de Dios:
oportuna, profética y desesperadamente precisa en este
tiempo. Como tedlogo y pensador dotado, Kevin aborda
muchas de las complejidades y matices de la verdadera
santidad. Como pastor, evidencia la compasion y el inte-
rés verdadero por el estado del rebafio. Como compafiero
peregrino, llega al centro de las formas de pensamien-
to y vida que nos impiden reflejar a nuestro Dios santo
en este mundo oscuro. Como siervo y amante de Cristo,
sostiene una visién de la belleza y del poder de la santi-
dad personal.
—Nancy Leigh DeMoss, autora de Revive Our Hearts
[Reaviva nuestro coraz6n], presentadora de radio.
Una vez, la santidad fue un componente central para se-
guir a Cristo. Pero en la actualidad, para muchos, la vida
cristiana es poco mas que una celebracién de gracia barata
y seudolibertad, con una alta tolerancia por el pecado. En
este libro bien escrito y muy necesario, Kevin DeYoung,
de forma considerada, nos sefiala una libertad poco po-
pular, no obstante, extrafiamente liberadora: que Dios essanto y que espera que nosotros seamos santos. Sin nin-
guna pista de legalismo o aburrimiento, Kevin ofrece una
visién balanceada y comprometida acerca de la ley y de
la gracia. Kevin DeYoung es uno de mis escritores favo-
ritos y este libro demuestra por qué. De forma reiterada
dije: “jSi!”, mientras daba vuelta a estas paginas. jEstoy
convencido de que los seguidores de Cristo necesitan, de
forma desesperada, leer, discutir y vivir por el resto de sus
vidas el oportuno mensaje que exalta a Dios en La grieta
en la santidad\”
—Randy Alcorn, fundador y director, Ministerio
Perspectiva Eterna; autor de If God is Good
[Si Dios es bueno] y El Cielo.
La gracia es demasiado asombrosa como para salvarnos de
la culpa del pecado y dejarnos simplemente bajo su cruel
tirana. En este libro, Kevin DeYoung nos recuerda que el
Evangelio es la base de nuestra justificacién y santificacién.
Al mismo tiempo, nos recuerda muchas de las exhortacio-
nes que se encuentran en La Escritura para buscar la santi-
dad como el fruto de nuestra unién con Cristo en el poder
del Espiritu. Una grieta en tu santidad ofrece reflexiones
importantes sobre un tema crucial en el continuo didlogo
acerca de las alegrias y luchas de la vida cristiana.
—Michael Horton, Profesor de Teologia, Seminario
Westminster California; autor de The Christian Faith: A
Systematic Theology for Pilgrims on the Way
[La fe cristiana: una teologia sistematica para los
peregrinos en el camino].Uno pude esperar que un libro acerca de la santidad sea
pesado en cuanto a que nos apunta con el dedo, se inclina
hacia el legalismo y se encuentra vergonzosamente fuera
de foco. Pero Una grieta en tu santidad no es ninguna de
esas cosas. Al contrario, Kevin DeYoung es especifico con
respecto a cémo luce el esfuerzo hacia la santidad cuando
es inspirado por el Espiritu y conducido por el Evangelio.
Al profundizar en “inténtalo con ms fuerza” y “cree me-
jor”, este libro implanta en los lectores no solo un anhelo
de ser santos, sino una esperanza real en que esto puede
suceder.
—Nancy Guthrie, autora de la serie de estudios Seeing
Jesus in the Old Testament Bible [Ver a Jesus en La Biblia
del Antiguo Testamento].
J. C. Ryle escribié el clasico Santidad sin preocuparse de
que “los cristianos modernos en este pais no prestan la
suficiente atencién a la santidad practica y a la consagra-
cién entera a Dios”. Es con la misma preocupacién pro-
fética y con la misma perspicacia pastoral que mi amigo
Kevin DeYoung ha escrito lo que considero un equiva-
lente moderno, que exhorta a una generacién nueva de
cristianos a obedecer el mandamiento de Dios de“... sean
santos, porque yo soy santo”. Permitamos que Una grieta en
tu santidad produzca en nuestra era lo que Santidad pro-
n una época previa: promover la santidad centrada
io tanto en los cristianos como en las iglesias
voc eé
en el Evangel
alrededor del mundo.
—C. J. Mahaney, Ministerio Gracia SoberanaLa fuerza de este libro se encuentra en la comprensién
biblica de que todo renuevo grande se basa en el cono-
cimiento de la bondad y de la santidad de Dios. Se nos
ordena que seamos santos porque El es santo y solo en
Cristo podemos entrenarnos de acuerdo con esta palabra:
“En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su
gracia, la cual trae salvacion y nos ensefa a rechazar la im-
piedad y las pasiones mundanas. Asi podremos vivir en este
mundo con justicia, piedad y dominio propio” Tito 2:11. Oro
para que las palabras de Kevin sean lefdas y para que la
Iglesia se haga conocida como un pueblo “celoso por las
buenas obras” al ver la santidad del Padre y la obra reden-
tora de Cristo.
—John M. Perkins, Presidente de la Fundacion para la
reconciliacién y el desarrollo John M. Perkins.
Me ha encantado estar bajo la ensefianza de Kevin du-
rante los arios de la universidad, especfficamente en este
tema de la santidad. Es un material de lectura indispen-
sable para todos los que desean una vida santa. A pesar
de que somos personas caidas, Kevin sefiala el potencial
que tenemos para la santidad y cémo el Progreso que ha-
cemos en esta area es de suprema importancia. jTen listo
el resaltador!
—Kirk Cousins, antiguo mariscal de campo titular
Universidad del i
Universidad del estado de Michigan; mariscal de campo
Washington Re dskinsGRIETA
EN
SANTIDAD
KEVIN
DEYOUNG
ve
PENIEL
BUENOS AIRES ~ MIAMI - SAN JOSE - SANTIAGO
www.peniel.comPara los ancianos y pastores de la
Iglesia Reformada de la Universidad,
con gratitud por su ardua tarea y por
su busqueda de santidad.CONTENIDO
Ure Cuicad OcOmMlani str MPP cn... 11
2. La razon para la redencién................... BD)
3. El modelo dela piedad...................... 41
4 Eloumpentvonlocttnpentivos
10. Que todos vean tu progreso....-..+++++ +555:
Preguntas de EiconCapitulo uno
CUIDADO CON LA FISURA
Jamas comprendj la atraccién por acampar. A pesar de que
tengo muchos amigos y parientes que son avidos cam-
pistas, siempre me ha parecido extrafio que alguien tra-
bajara duro durante todo el afio para poder ir a vivir al
aire libre por una semana. Comprendo todo el tema del
compafierismo, pero épor qué hacerlo en carpas con bajfios
comunitarios? Puedo entender que acampar es como una
aventura. Sujetas un bulto en la espalda y vas a hacer una
le Dios. Genial. Pero empacar
en la camioneta como si fuera el arca de Noé y conducir
a un camping plagado de mosquitos donde reconstruyes
una version incémoda de la cocina y de la habitacién, sen-
cillamente no tiene sentido. ¢Quién decidié que las vaca-
ciones deberfan ser como la vida normal, pero mas dura?
excursi6n por la creacion d
1UNA GRIETA EN TU SANTIDAD
Todos los aiios la iglesia anuncia el “campamento fa-
miliar”. Todos los afios, mi esposa quiere ir y, todos los
afios, sorprendentemente, terminamos en algtin otro es-
tado durante la semana asignada a la iglesia. Lo mejor
que puedo decir, lo que encuentro atractivo de a
en familia, es que los nifios, sin la intervencién mo
de los padres, corren libres y sucios desde la salida
la puesta del sol; una especie de El senor de las moscas pa
los pequefios de Michigan. Pero, aunque suene atractivo
tener a la descendencia ausente y pasar un tiempo de re-
poso con mis amigos, debe existir una forma mas limpia
y menos humeda de exportar a los nifios por una semana
(gno es para eso que esta la Escuela Biblica de vacacio-
nes?). Pero, aunque los nifos pasen un tiempo estupen-
do, el clima ayude, nadie necesite suturas y los diecisiete
perritos calientes estén tan buenos como el primero, aun
asi, seguira siendo dificil quitar toda la arena de los libros.
Sé que existen muchos campistas duros de matar en el
mundo. No les culpo por su pasatiempo. Es que, simple-
mente no es lo mio. No creci acampando. Mi familia no
era lo que llamarias “amantes del aire libre”. No estaba-
mos en contra de esto. Con frecuencia, disfrutabamos del
aire libre a través de las ventanas, y nos cruzabamos con é]
cuando fbamos a las tiendas. Pero ni una sola vez fuimos
ing. No teniamos una carpa o una casa rodante o
rueda. Nadie cazaba. Nadie pe
scaba. Incluso
TO de la casa (en serio, un Jenny-AirHe sido muy ignorante con respecto al tema de acam-
par durante toda la vida. Y me siento muy bien con eso.
Es una cosa mas de la que no tengo que preocuparme.
Acampar puede ser genial para otras personas, pero estoy
contento de no hablar ni pensar jamés en ello y de no ir
nunca. Haz lo que quieras con el refrigerador y las sillas
plegables, pero acampar no es necesario para mi y estoy
bien sin hacerlo.
LA SANTIDAD ES EL NUEVO CAMPING
éEs posible que mires tu santidad personal de la forma en
_ la que miro el acampar? Esta bien para otras personas. Res-
petas, en cierto modo, a aquellos que hacen que su vida sea
més dificil de lo que debe ser. Realmente no es lo tuyo. No
creciste con un interés por la santidad. No era algo acerca
de lo cual hablabas. No era aquello por lo que tu familia
tba o en lo que tu iglesia enfatizaba. Entonces, hasta el
ente, esta no es tu pasién. La busqueda de la santi-
es una cosa mas de la que preocuparte en una vida
in posible. Seguro, seria espectacular ser una persona
yerdad, esperas evitar los pecados realmente
ro te imaginas, ya que somos salvos por gracia,
que la santidad no se te requiere y, francamente, tu vida
est bien sin ella.
La grieta en la santidad es que, en realidad, esta no
nos interesa mucho. La exhortacién apasionada para
buscar la santidad guiada por el Evangelio apenas se
13UNA GRIETA EN TU SANTIDAD
escucha en la mayoria de las iglesias. No es que no ha-
blemos acerca del pecado 0 que no alentemos una con-
ducta decente. Demasiados sermones son, bdsicamente,
seminarios de autoayuda sobre cémo convertirte en una
persona mejor. Esto es moralismo y no es util. Cualquier
evangelio que solo dice lo que debes hacer y jamas anun-
cia lo que Cristo ha hecho no es Evangelio para nada. Asi
que no hablo acerca de que te apaleen todos los domin-
gos por ver el noticiero deportivo o conducir un vehiculo
utilitario deportivo. Hablo acerca del fracaso de los cris-
tianos, en especial, las generaciones mas jévenes y, prin-
cipalmente, aquellas que mas menosprecian la “religion”
y el “legalismo”, para tomar en serio uno de los objetivos
primordiales de nuestra redencién y una de las eviden-
cias requeridas para la vida eterna: la santidad.
J. C. Ryle, un obispo de Liverpool del siglo XIX, esta-
ba en lo correcto:
Debemos ser santos, porque este es un gran final y
propésito por el cual Cristo vino al mundo... Jestis es
un Salvador completo. No quita solo la culpa de un
pecado del creyente, hace mas: quiebra su poder (1
Pedro 1:2; Romanos 8:29; Efesios 1: 2 Timoteo 1:9;
Hebreos 12:10).
Mi temor es que, mientras celebramos correctamente
—y en algunas regiones redescubrimos— todo aquello de
lo que Cristo nos ha librado, le damos poca importancia
14Cuidado con la fisura
ve hacemos Poco esfuerzo por aquellas cosas de las que
Cristo nos rescaté. Aquellos que son mas apasionados con
respecto al Evangelio y a la gloria de Dios, no deberfan
ser también los mds dedicados en la busqueda de la san-
tidad? Me preocupa que haya una grieta de entusiasmo y
que parezca no importarle a nadie.
éQUIEN LO DICE?
éComo sé que existe una grieta en la santidad? Bueno, no
lo sé. {Quién puede, asegurar el estado de la Iglesia evan-
gélica o de la Iglesia en América del Norte y menos aun
de la Iglesia a nivel mundial? Podrfa brindarte estadisti-
cas acerca de fusiones pastorales o cifras con respecto a
la mundaneria del feligrés promedio. Probablemente, los
hayas visto antes y le hayas prestado poca atencién. Cual-
quiera puede decir cualquier cosa con las estadisticas. El
73% de los votantes registrados lo saben.
Asi es que no afirmo que he probado, a nivel cienti-
fico, que los cristianos descuiden la busqueda de la san-
tidad. Pero no soy el primero que piensa que hay algo
perdido en la escena de la Iglesia contemporénea. En el
libro Rediscovering Holiness [Redescubrir la santidad], J. I.
Packer asegura que los creyentes de la actualidad encuen-
tran la santidad como algo pasado de moda.
Cita tres evidencias: (1) No escuchamos acerca de
la santidad ni en las predicaciones ni en los libros. (2)
No insistimos sobre la santidad en los lideres. (3) No
15UNA GRIETA EN TU SANTIDAD
mencionamos la necesidad de santidad personal en el
evangelismo. Estas observaciones me parecen validas.
Pero si quieres dar por sentado las palabras de Packer,
piensa en estas tres preguntas de diagndstico basadas en
tres pasajes de La Escritura:
1. ¢Todos conocen nuestra obediencia?
En la mayoria de las cartas, Pablo les da mucho dnimo a
las iglesias. Normalmente, comienza con algo asi como:
“Estoy tan agradecido por ustedes. Son impresionantes.
Pienso en ustedes todo el tiempo y, cuando lo hago, esto
me hace alabar a Dios”. Es un padre espiritual orgulloso.
Pero no distribufa pegatinas de “Mi cristiano es un santo
del cuadro de honor en la escuela apostdlica para los su-
perdotados”. No tenia que hacerlo. Los otros lo notaban
por si mismos. En Romanos 16:19, por ejemplo, Pablo
dice “... es cierto que viven en obediencia, lo que es bien co-
nocido de todos..
”. Sin duda alguna, la reputacion pueden
ser erréneas (Apocalipsis 3:1), y los romanos tenian sus
propios temas para resolver. Pero este cumplido al final
de Romanos nos obliga a formular la pregunta: étu igle-
_ sia es conocida por la obediencia? {Es aquello en lo que
otros cristianos piensan cuando miran tu vida? Es
lo por lo que te gustaria que te conocieran? “Crea-
” o “relevancia” o “cambiador del mundo” podria
mejor que la antigua y aburrida obediencia.
os puritanos me desafian en este aspecto. Sé que po-
oir “puritano” e imaginar un perpetuo aguafiestas
16que “tiene la sospecha furtiy.
lugar la esté pasando bien”
eran asi.
a de que alguien en algun
; . Pero los puritanos reales no
Disfrutaban de los dones buenos de Dios mien-
al mismo tiempo, buscaban la piedad como
uno de los dones mas grandes de Dios. Esta es la razon
por la cual
tras que,
un tedlogo describié el puritanismo como un
movimiento de santidad reformador. Eran falibles, pero
cristianos creyentes en La Biblia, apasionados en la bus-
queda de Dios y la piedad. La espiritualidad puritana no
se enfocaba en los dones espirituales 0 en la experiencia
en si misma o en perderse en una nube misteriosa de lo
desconocido. La espiritualidad puritana consistia en cre-
cer en la santidad. Tenfa que ver con los cristianos que
se convertian en santos visibles. Esta es la razén por la
que definieron a la teologia como “la doctrina de vivir
para Dios” (William Ames) o “la ciencia de vivir de forma
bendecida por siempre” (William Perkins). Su pasion y
oracion eran por la santidad.
Honestamente, ¢podemos decir que nuestra vida y las
iglesias estan marcadas por la misma busqueda?
2. {Fs nuestro cielo un lugar santo?
En Apocalipsis 21 se nos da un atisbo deslumbrante del
cielo nuevo y de la tierra nueva. Mientras que la mayo-
ria de los cristianos siente una curiosidad natural acerca
ndo recreado, en realidad, La Biblia no provee
especificos. Pero lo que si sabemos es lo
itamos saber. La nueva Jerusalén es
de este mui
muchos detalles
que realmente neces)
7UNA GRIETA EN TU SANTIDAD
gloriosa; brilla con el resplandor de la presencia de Dios.
La nueva Jerusalén es segura; ya nO hay mas sufrimiento,
no hay mds mar caético y no hay mas puertas cerradas
enemigos). Y lo que es mas impor-
(porque ya no hay mas
pésito, la nueva Jerusalén es santa;
tante para nuestro pro
no solo la novia ha sido purificada sino que las dimen-
siones de la ciudad sugieren que el cielo nuevo es una
reconstitucién del Lugar Santisimo.
En algunas concepciones populares acerca de la vida
después de la muerte, el amor de Dios se reduce a una
afirmacién incondicional. Pero, en verdad, el amor de
Dios siempre es un amor santo y su cielo es, por comple-
to, un lugar santo. El cielo es para aquellos que conquis-
tan, para aquellos que vencen la tentacién de abandonar
a Jesucristo y se comprometen en la fe (Apocalipsis 21:7;
ver también Apocalipsis 2-3). “Pero, —contintia Apoca-
lipsis 21:8— los cobardes, los incrédulos, los abominables,
los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que
practican artes mdgicas, los idélatras y todos los mentirosos
recibirdn como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la
segunda muerte”. Sin importar lo que profesas, si muestras
indiferencia por Cristo al entregarte al pecado (de forma
incorregible y habitual), entonces el cielo no es tu hogar.
éSabes por qué tantos cristianos ahondan en el tema
de la homosexualidad? Ciertamente, la presién cultural
juega un papel importante. Pero el fracaso de entender
realmente la santidad del cielo es otro factor significa-
tivo. Si el cielo es un lugar de aceptacién universal para
18tas las personas lindas, épor qué alguien deberia armar
andalo con respecto a la homosexualidad aqui en
erra? A muchos cristianos jamas se les ha ensefiado
jue tos que practican las artes miagicas, los asesinos y los
dolatras, y todos los que amen y practiquen las menti
ra quedaran fuera de las puertas del cielo (Apocalipsis
22:15). Entonces, no tienen las agallas (o la compasién)
para decir que el que practica la inmoralidad sexual y no
se arrepiente no sera bienvenido en el cielo, que es exac-
tamente lo que Apocalipsis 21-22 ensefia.
Debido a que el nuevo mundo de Dios se encuentra
libre de toda mancha o vestigio de pecado, es dificil imagi-
nar como podriamos disfrutar del cielo sin la santidad. Tal
como J. C. Ryle nos recuerda, el cielo es un lugar santo. El
Senior del cielo es un Dios santo. Los angeles son criaturas
santas. Los habitantes son santos. En el cielo, la santidad
se encuentra escrita en todo. Y nada impuro puede entrar
a este cielo (Apocalipsis 21:27; Hebreos 12:14). Si pudie-
ras entrar al cielo sin santidad, équé harias? ¢Qué dicha
sentirias allf? Con qué hombre o mujer santos te sentarias
para tener compafierismo? Sus placeres no son los tuyos.
Su cardcter no es tu cardacter. Lo que ellos aman, tt no lo
amas. Si ahora te desagrada un Dios santo, ¢por qué que-
rrias estar con El para siempre? Si la adoracin no te atrae
en la actualidad, gqué te hace pensar que te emocionara
en algtin futuro celestial? Si la impiedad es tu deleite aqui
en la Tierra, qué te complaceré en el cielo, donde todo es
limpio y puro? No seras feliz alli si no eres santo aqui. O,
19UNA GRIETA EN TU SANTIDAD
como dijo Spurgeon: “Es mas facil que un pez viva en un
ee
Arbol que un malvado en el Paraiso”.
3- Somos cristianos de la gran comision?
Aqut hay un cuestionario rapido: resume la gran comisién
que Jestis dio al final de Mateo 28. Si no sabes lo que
es eso, continua y buscalo. Pero si sabes de lo que hablo,
piensa en el resumen de dos oraciones que hiciste. No ci-
tes los versiculos; solo escribelos con tus propias palabras.
éQué nos envia Jestis a hacer en la gran comisién?
Quizas hayas dicho: “Nos envia a evangelizar al mun-
do”. O puede que dijeras: “Quiere que prediquemos el
Evangelio a las naciones”. O, tal vez, dijiste algo acerca
de hacer discfpulos. Esas no son respuestas erréneas. Pero
érecuerdas las instrucciones precisas de Jestis?
Por tanto, vayan y hagan discipulos de todas las nacio-
nes, bautizéndolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espiritu Santo, enseridndoles a obedecer todo lo que les he
mandado a ustedes...
—Mateo 28:19-20A
Palabra “obedecer” significa algo més que “ob-
”. Significa “acatar”. No les pedimos a las naciones
jue observen los mandamientos de Jestis como si fuera un
Rembrandt interesante; les ensefiamos a seguir sus man-
damientos. La gran comisién se trata de la santidad. Dios
quiere que el mundo conozca a Jestis, que crea en El y quele
20obedezca. No nos tomamos en serio la gran comision si no
nos ayudamos los unos a los otros a crecer en obediencia.
Y, sin embargo, écuantos de nosotros pensamos, por
lo general, en la santidad cuando reflexionamos acerca
de la obra misionera? Qué facil es contentarse con liderar
personas que toman decisiones por Cristo en vez de en-
focarse en hacer discfpulos para Cristo. Por supuesto, esto
no significa que, simplemente, tratemos de hacer buenas
personas que vivan como Jesus. La gran comisién no signi-
ficaria nada y no lograrfa nada si no fuera por el hecho de
que quien la pronuncié tiene “... toda autoridad en el cielo
y en Ia tierra” (Mateo 28:18). Es solo al confiar en Ely al
ser perdonado por su sacrificio de sustitucién que somos
capaces de andar en sus caminos. No puedes hacer que
el fruto bueno crezca en los Arboles malos. Las demandas
de Jestis no pueden estar separadas de su persona y de su
obra. Cualquier santidad que El requiera es como el fru-
to de su obra redentora y para el despliegue de su gloria
personal. Pero, en todo este matiz necesario, no te pierdas
lo que muchas iglesias han pasado por alto: Jesus espera
obediencia de sus discfpulos. Transmitir los imperativos de
Cristo se encuentra en el coraz6n de la gran comisién.
éPOR QUE TAN AGUJEREADO?
Todo, hasta este punto, nos leva a preguntar: “Por
qué?”. O mejor aun: “{Dénde?”. éEn qué lugar se pro-
dujo esta grieta en la santidad? Si la mision de Dios en el
21UNA GRIETA EN TU SANTIDAD
mundo es salvar a las personas que no son santas y santj-
ficar a aquellos que salva, si Dios justifica a los impios a
través de la fe solamente y después promete hacer santos
a los fieles, si el Santo de Israel se encarga de preparar un
Pueblo santo para si mismo; entonces, épor qué parece
improbable que alguno de nosotros sea parte de una de-
nominaci6n, red ministerial o asociacin de amigos a la
que recientemente se haya descrito como una especie de
“movimiento de santidad”? Recuerda, los puritanos (pur-
itanos) no inventaron aquel nombre por si mismos. Sus
oponentes acufiaron el término porque pensaban que los
puritanos estaban enfocados intensamente en ser buenos
y puros. La busqueda de la santidad no ocupa un lugar en
nuestro coraz6n tal como lo hizo en el de ellos. De forma
mis critica, el interés por la santidad no es tan obvio en
nuestra vida como sj lo es en las paginas de La Escritura.
éPor qué? ¢De dénde viene la grieta?
En el pasado era comtin equiparar la santidad con la
abstinencia de unas pocas practicas tabu tales como be-
ber, fumar y bailar. La santidad significaba que evitabas la
lista de los no. Las generaciones mas jovenes tienen poca
paciencia para esta clase de reglas, En algunos casos, no
estan de acuerdo con las reglas (por ejemplo: acerca de las
peliculas, bailar, apostar). En otras instancias, las normas
solo parecen faciles de manejar. Sé que cuando crecia pa-
_ tecia que la santidad significaba nada de alcohol, drogas o
x0. No hubiera sabido cémo conseguir drogas si lo hu-
iera intentado. La cerveza olia mal. Y era absolutamente
22Cuidado con la fisura
cierto que no habia una larga fila de chicas que ansiaban
acercarse a mi. Asi que me sentia muy bien.
Relacionado con esta primera raz6n se encuentra el
temor de que una pasién por la santidad te convierta en
una especie de vestigio extrafio de una era pasada. Tan
pronto como compartes el interés que tienes con respecto
a jurar, evitar ciertas peliculas, o cuentas tus decisiones
relacionadas con la modestia, la pureza sexual, el auto-
control o simplemente la santidad, las personas te mi-
ran como si tuvieras el rostro untado con queso crema de
moralidad de los afios cincuenta. Los creyentes se ponen
nerviosos de que sus amigos los llamen legalistas, mojiga-
tos, de mentes cerradas, anticuados, farisaicos 0, lo peor
de todo, fundamentalistas.
Otra razén por la que existe la grieta es que en las
iglesias hay muchas personas no regeneradas. Mientras
que no quiero que los cristianos genuinos se alejen de este
libro y cuestionen su conviccién, me anticipo (y espero)
que algunos creyentes que profesan serlo lleguen a ver
que, en realidad, no han puesto su confianza en Cristo.
Una razon por la que el Pueblo santo de Dios no bus-
ca la santidad es que atin no han nacido de nuevo en el
Espiritu Santo. Algunos encuestadores y expertos miran
la mundanerfa de la Iglesia y concluyen en que nacer de
nuevo no marca una diferencia en la forma en la que las
personas viven. Deberiamos llegar a la conclusion! opues-
ta; es decir, que muchas de las personas que asisten a la
23UNA GRIETA EN TU SANTIDAD
Iglesia, en verdad, no han nacido de nuevo. Tal como A,
W. Tozer lo expresa:
El sentido comun debe decirnos que cualquier cosa
que no produzca cambio en el hombre que lo profesa
tampoco marca diferencia alguna en Dios y, con fa-
cilidad, se observa el hecho de que para un numero
incontable de personas el cambio de la no fe a la fe no
hace ninguna diferencia real en la vida.
Nuestra cultura de lo genial también tiene parte de cul-
pa. Ser genial significa que te diferencias de otros. Esto, con
frecuencia, quiere decir empujar los limites en nuestra for-
ma de hablar, y con respecto al entretenimiento, el alcohol
y la moda. Por supuesto, la santidad es mucho mas que es-
tas cosas, pero en un esfuerzo por estar en la onda, muchos
cristianos se han imaginado que la santidad no tiene nada
que ver con estas cosas. De forma voluntaria han abrazado
la libertad cristiana pero sin una busqueda equivalente de
Ja virtud cristiana.
Entre los cristianos mas liberales, la busqueda de la
santidad puede ser sospechosa debido a que etiquetar
cualquier conducta como “impia” se siente critica e in-
tolerante. Si debemos presentarnos “... sin mancha y sin
arruga...” (ver Efesios 5:27), necesitamos discernir qué
clase de actitudes, acciones y habitos son puros y cuales
son impuros, Este tipo de clasificacién te mete en proble-
mas con la policia pluralista.
24Entre los cristianos Conservadores, a veces, existe la
nocion errada de que si verdaderamente estamos centra-
dos en el Evangelio no hablaremos acerca de las reglas o
los imperativos 0 el esfuerzo moral. Estamos tan deseo-
sos de no confundir los indicativos (lo que Dios ha he-
cho) con los imperativos (lo que deberfamos hacer), que
nos volvemos demasiado cautelosos para permitir que los
mandamientos biblicos guien, de forma incémoda, a la
conviccién de pecado. Les tememos a palabras como di-
ligencia, esfuerzo y deber. Los pastores no saben de qué
forma predicar las Buenas Nuevas en los sermones y, atin,
exhortan fuertemente a quienes asisten a la Iglesia para
que se purifiquen de todo lo que contamina el cuerpo y
el espiritu (2 Corintios 7:1). Sabemos que el legalismo (la
salvacion por medio de guardar la ley) y el antinomianis-
mo (la salvacion sin la necesidad de guardar la ley) son
erréneos, pero el antinomianismo se siente como un peli-
gro mucho més seguro.
Después, se encuentra la realidad de que la santidad
es, francamente, una tarea dificil y, con frecuencia, somos
vagos. Nos gustan los pecados y morir a ellos es doloroso.
Casi todo es més facil que crecer en santidad. Entonces
lo intentamos y fracasamos, lo intentamos y fracasamos
y después nos rendimos. Es mas facil firmar una peticion
de protesta en contra de la crueldad humana que amar a
tu prdjimo como a ti mismo. Una cosa es graduarse en la
universidad y estar listo para cambiar el mundo. Otra es
decidirse y orar para que Dios te cambie.
25UNA GRIETA EN TU SANTIDAD
Finalmente, muchos cristianos, de forma simple, han
renunciado a la santificacién. Con frecuencia, escucho A
creyentes que, incluso, dudan de que la santidad sea pos.
ble. Y no es solo por el hecho de que el proceso sea dificil,
Es porque imaginamos que Dios es dificil. Si nuestros ac-
tos mejores no son mas que trapos de inmundicia (Isaias
64:6),