Honro el pasado que me ha resarcido
confusiones con esclarecimientos.
Honro el vientre carnal que me ha parido,
engendrndome en lquido elemento.
Honro mi antorcha, que en su
[alumbramiento,
persistiera ante todo el sinsentido.
Honro el ronco golpe percutido
que quebr mi coraza con su acento.
Honro el vital sablazo, sabio y cruento.
que cort lo sobrante, imprevenido.
Por llegar a sentir esto que siento
honro lo celebrado y lo sufrido.
Honro el dolor de mi cuerpo transido
que humaniz a mi hurao pensamiento.
Honro el guin sutil de mi Argumento,
con su retorno a lo no comprendido.
Honro el antdoto que mi enemigo
inoculara en mi envanecimiento.
Honro el rechazo y su padecimiento
fecundando a mi mundo introvertido.
Por llegar a sentir esto que siento
honro lo que he creado y destruido.
Honro seales que me han conducido
a Encontrar pese a tanto desencuentro.
Honro a los Dioses que con su alimento
dulcsimo y amargo me han nutrido.
Honro el instinto y su estremecimiento
sensual, generatriz, rtmico y vivo.
Por llegar a sentir esto que siento
honro los rastros de lo acontecido.
Honro el coraje ante lo que he temido,
amparndome en mi apasionamiento.
Honro la prisa y el detenimiento,
la virtud y el pecado arrepentido.
Honro la audaz mirada del Testigo
que no renuncia a su apercibimiento.
Honro la Vacuidad y su Sustento.
Honro la Libertad de lo Cautivo.
Por llegar a sentir esto que siento
honro todo lo hallado y lo perdido.
Honro sin quejas, llantos ni gemidos,
sin decepciones ni cuestionamientos.
Honro el error y su resarcimiento,
venerando el valor de lo aprendido.
Honro lo que no fui y lo que he sido,
sin vanaglorias, dudas ni lamentos.
Honro el fruto de todos mis tormentos
y de tantos apegos desasidos.
Porque mi vida es un experimento
honro todo lo dado y recibido.
Y aqu estoy hoy, hablndome contigo,
cantando con mi mnimo instrumento,
pues quiero convidarte esto que siento,
honrando la grandeza de estar vivo.
Honremos el recuerdo y el olvido.
Abre tu pecho: te doy mi sentimiento.
Con devocin y con agradecimiento
honremos haber muerto y renacido.
Canto de Honra, de Virginia Gawel