Jardn de Hierro
De El rostro (1961)
La nueva estacin
Apollinaire
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Las plegarias
Escribes porque s
Escribes porque s,
Trazas seales de humo
Siguiendo a Mallarm leste todos los libros
Y sabes ya que es triste la niebla de los cuerpos.
Slo quieres ahora leer tus propias manos,
El enigma de tu garganta, de tu vida.
Andas a pura noche, en el grotesco
Excipiente de tu carne
Enterrando las muertes cotidianas
En la maceta del balcn,
guardando los ensueos entre vestidos lacios.
Mira ese rostro extrao en el espejo.
Hay que alisarse el pelo una sonrisa
Ponerle al alma unas pestaas
Y partir con el falso medioda
Las uas tintas en sangre diurna
Los prpados de oro
Para ocultar este animal de lodo
Ese perro que alla en la oscuridad.
Nauscaa juega
*
IX
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Pequeas victorias sobre la muerte diurna.
Oscura certidumbre
de yacer en la palma de una mano
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Graciela Maturo
La siguiente informacin fue tomada de http://www.personalismo.net/persona/graciela-
maturo
"Trabajo desde la 'razn potica', que se relaciona con la cultura de nuestros pueblos
y sugiere una renovacin de los estudios literarios. Me ubico pues entre quienes
buscan una revisin de los conceptos vigentes sobre el hombre, el lenguaje y la
cultura. Amrica Latina es el gran escenario para esa bsqueda. Creo que los poetas
son los anunciadores de esa renovacin".
Graciela Maturo