Taller de Identidad y Memoria

En el marco del Centro Provincial Integral

para el Tratamiento de las Adicciones (CEPRIS)

Desarrollado
conjuntamente
por el

Plan de Desarrollo
Terr ito ri al p ara el
Fortalecimiento de
Políticas Públicas en
Seguridad, Justicia y
Derechos Humanos.
Ministerio de Gobierno
y operdores de CEPRIS
Secretaría de Salud Mental y Adicciones. Ministerio de Salud de Salta.
Agosto 2010
Material de uso interno
El objetivo del encuentro 1
Queremos pensar sobre nuestra necesidad de en-
contrar un sentido a las situaciones particulares
y a los sufrimientos que nos toca vivir por ser
personas, y por estar en situación de adicción.
Queremos que la sociedad en general y quie-
nes tienen poder político, nos tengan en
cuenta, nos escuchen y hablan de nosotros;
para fortalecernos como personas y para que
la gente sepa como sentimos los chicos que
tratamos de salir de la droga.
Queremos pensar
Qué nos pasa a nosotros. También cómo nos ven
los demás: nuestras familias, nuestros amigos, los
terapeutas y operdores de la Institución.
Que esto que pensemos nos sirva para que los
demás, quienes están afuera y adentro de la Ins-
titución, puedan entendernos. Queremos pensar
sobre nuestras propias vidas, para sentirnos me-
jor, para dejar la droga. Esperamos cuando re-
gresemos con nuestras familias, sentirnos dife-
rentes.
Queremos derechos
Queremos pensar en las situaciones de nuestras
vidas en las que nos ha resultado difícil entender
que tenemos derechos humanos,
- Por la violencia policial
- Por el consumismo de mercado
- Por las decisiones políticas que privilegian pro-
yectos que no nos favorecen
- Por la discriminación sistemática.
El género y la generación
Ser varón y ser mujer nos permitirá hablar de
cosas diferentes. Y también ser jóvenes, y ser
diferentes que nuestros padres, porque pertene-
cemos a generaciones diferentes.
La memoria
La memoria sirve para entender qué nos pasó
(nuestra experiencia) y qué queremos ser (nues-
tra expectativa), a partir de pensar como somos
en este momento presente (el lugar y lo que vivi-
mos actualmente).
Nos fortalece nuestra identidad, nos da un senti-
do de pertenecer a un grupo al que sentimos cer-
ca, y nos hace vernos y sentirnos mejor a noso-
tros mismos.
Hacemos memoria en un mundo donde todo es
efímero.
Una memoria dinámica
La memoria y el pasado son dinámicos. Pensa-
mos sobre las experiencais que tenemos, siem-
pre en relación a lo que queremos ser. El futuro
está hecho de presente, por eso las maneras en
que valorizamos nuestras experiencias en un mo-
mento, pueden modificarse posteriormente.
Todo lo que recordamos de nuestras experien-
cias está en relación y cambia a partir del diálo-
go que tenemos con los otros.
La memoria es un trabajo. Porque implica recor-
dad lo que hicimos y darle nuevos significados,
para cambiarnos a nosotros mismos, y para trans-
formar el mundo que nos rodea.
Dos formas de hacer memoria
Podemos hacer memoria para dos cosas diferen-
tes:
- Para dar nuevos sentidos
a las cosas que nos han pa- 1
Basado en el
sado a partir de lo que vi- texto ‘Los
vimos en el presente, ela- Trabajos de la
borando lo que vivimos, Memoria’. de
una situación que nos lle- Elizabet Jelín.
va a trabajar la memoria.
- Para quedarnos paralizados, sin poder separar-
nos del pasado, repitiendo una y otra vez hechos
que nos produjeron sufrimientos y momentos
traumáticos. Una situación que más que recordar
nos lleva a querer olvidar.
El trabajo de memoria es lento, lleva tiem-
po y mucha energía y dedicación. Es un tra-
bajo liberador, porque nos hacer crecer y
elegir libremente al entender como fueron
y son los hechos que nos han lastimado.
La memoria es un trabajo que nos permite tomar
un poco de distancia con los hechos que nos han
producido sufrimiento.
Nuestras expereincais y nuestros recuerdos son
diferentes a los de nuestras familias. Por eso ellos
a veces no entieden bien lo que nos pasa y lo que
sentimos; y se preocupan por situaciones que nada
tienen que ver con lo que nos pasa.
Una memoria que sirva
Para que hacer memoria nos sea útil, tenemos
que:
- Superar la repetición de solo recordar sin en-
contrar nuevos sentidos para lo que recordamos
- Distanciarnos del pasado, dándole importancia
a nuestras expectativas y pensándolas más.
- Pensar quien fuimos en el pasado y quienes
queremos ser.
- Poner el acento en el futuro.
- Pensar quienes somos como personas, y quie-
nes somos en relación a la gente más próxima
que tenemos.
Nuestro grupo cercano
Hacemos memoria y recordamos siempre desde
un grupo: el que tenemos mas cerca, o algún gru-
po mas distante, como nuestras familias o ami-
gos de la infancia.
La memoria es siempre una reconstrucción más
que un recuerdo.
Lo que recordamos, siempre va a tener cosas en
común con lo que recuerdan quienes tenemos
cerca, como los compañeros de tratamiento.
La Identidad
Tener una identidad implica siempre una:
- Permanencia especial (ser uno mismo en el lu-
gar que habitamos); y una
- Permanencia temporal (ser uno mismo a lo lar-
go del tiempo)
Identidad y memoria no son entidades por
fuera de nosotros, sino procesos subjetivos,
dentro nuestro. No pensamos sobre la me-
moria o nuestra identidad, pensamos con
ellas, son nuestras herramientas para pen-
sar.
La identidad se organiza y fortalece al hacer me-
moria, porque nos da continuidad en el tiempo y
en el espacio.
Nuestras emociones importan
La memoria y la identidad, se sostienen en nues-
tra emotividad, es decir en nuestras emociones,
en nuestros sentimientos y afectos.
A partir de nuestros estados de ánimos, de cómo
y qué sentimos, y de lo fuerte o suave de los im-
pulsos que sentimos, nos mueve una búsqueda
de dar sentido a lo que recordamos y vivimos.
En gran parte depende de nuestras emociones, el
trabajo de memoria que podamos hacer; y las
ganas que tengamos de contar lo que recorda-
mos.
Nuestras emociones y las ganas de recordar que
nos despierten, nos permitirán construir un com-
promiso nuevo entre el pasado y el presente.
Cuando nosotros nos drogamos queremos olvi-
darnos de lo que nos hace sufrir, pero el olvido
no conduce a nada porque la realidad siempre
esta ahí si no hacemos algo con nosotros mismos
para cambiarla.
El trauma que nos paraliza
Cuando no podemos dar un nuevo sentido al pre-
sente, caemos en una situación de trauma.
El trauma tiene que ver con el silencio, con el
olvido, de parte nuestra y los otros hacia noso-
tros. Con el ser olvidado.
Para relatar sufrimientos, es necesario encontrar
del otro lado la voluntad de alguien quien quiere
escucharnos.
Los recuerdos dolorosos esperan el momento
propicio para ser escuchados.
Ese momento tiene mucho que ver con los gru-
pos en los que estamos insertos en cada momen-
to de nuestra vida.
Hacer memoria y ser escuchado es también
ser reconocido.
Ser reconocido es pasar del sufirmiento y la con-
fusión a la rehabilitación. Se trata de un recono-
cimiento diferten de quienes nos rodean sobre
nuestra vida. Ser reconocidos genera expectati-
vas y permite imaginarnos un futuro como jóve-
nes en situaciones sin consumo. Ser peronas, te-
ner gente que nos quier y a quien queremos.
Ser reconocidos es empezar a sentir los resulta-
dos de nuestro trabajao para ‘ser alguien’ .
Tres cosas para ‘hacer memoria’
Ser reconocido, escuchado, es lo más importan-
te para poder hacer memoria y fortalecer nuestra
identidad.
La segunda cosa importante para hacer memoria
es reconocernos siempre como parte de un grupo
al que pertenecemos y no solo como individuos
aislados con un problema personal.
La tercer cosa importante es cómo nos hacemos
escuchar, cómo compartimos lo que nos pasa con
el resto de las personas.
Trabajar por la memoria es
trabajar por la identidad
El trabajo de recordar lo que hemos vivido es un
trabajo por nuestra propia identidad, por saber
quiénes somos, de dónde venimos y quiénes que-
remos y podemos ser. Es un trabajo para cambiar
nuestro presente a partir de cómo le damos un
nuevo sentido a lo que nos ha pasado.
Nos puede liberar de situaciones que nos han pro-
ducido o que nos producen todavía sufrimientos,
permitiéndonos vivir en cualquier lugar que eli-
jamos de una manera más cómoda, y producién-
donos muchos cambios en nuestros cuerpos y en
nuestras emociones.
Trabajar recordando y haciéndonos fuerte en
nuestra identidad es transformarnos en ciudada-
nos completos y libres para poder hacer cumplir
y gozar de todos los derechos que tenemos como
personas.
Formas de recordar
Podemos recordar tanto hechos o acontecimien-
tos, como sentimientos o pensamientos.
Cuando hacemos memoria y contamos nuestra
experiencia,
- Podemos hacerlo como un testimonio sobre
nuestra vida
- Ó como contando algo que vimos que le pasó a
otro.
Hay disminuciones en nuestra capacidad de ha-
cer memoria, que tienen que ver con nuestro es-
tado de ánimo. No siempre estamos de ánimo para
recordar y menos aún para contar.
El no poder contar lo que nos pasa o nos pasó, a
nadie; implica consecuencias para nuestra vida
futura.
A veces no podemos contar porque nuestros pa-
riente próximos o la gente mas distante no logró
captar lo que nos pasa, y simplemente no nos
pueden entender aunque nos escuchen o demos
señales de lo que nos pasa.
Que los otros nos escuchen, implica que puedan
darle un sentido a las cosas que decimos cuando
hablamos o intentamos hacernos entender.
2
Selección de textos del artículo digital en http://
identidadandaluza.wordpress.com/2009/07/30/dro-
gas-otra-forma-de-control-social; a partir del origi-
nal en http://barcelona.indymedia.org/newswire/dis-
play/286724/index.php; de Julio 2006. Activo en
Agosto 2010. Es el pensamiento de un joven de An-
dalucía, España; a partir de su experiencia en
sitaución de adicción, pensando sobre su relación
con la sociedad a la que pertenece. (El subrayado es
nuestro)
DROGAS: Otra forma de
control social2
“Soy una persona igual que tú, pero tengo
mejores cosas que hacer que quedarme
sentado y hacerme mierda la cabeza, salir
con muertos vivientes, aspirar mierda
blanca por mi nariz, desmayarme en los
conciertos. Ni siquiera pienso en el speed,
Eso es algo que no necesito”.
Minor Threat, del primer album.
Reflexionar sobre
el CONSUMO de drogas
[...] Comencemos advirtiendo que cuando me
refiero a “las drogas” estoy tratando de explicar
un momento concreto y contextualizado de las
mismas.
[...] Cuando tratamos de dilucidar y explicar en
un marco general las condiciones sociales que
nos rodean, solemos acudir al discurso del
“sometimiento total” de nuestras condiciones
sociales bajo los imperativos de la economía. Del
mismo modo, cuando queremos aproximar este
discurso a nuestra cotidianidad, verdadera
representante de lo social en nuestras vidas,
tenemos que recurrir a la mercancía, último inquietudes combativas, también dramática, al
eslabón del engranaje capitalista. poder instituido por nuestra sociedad. La
búsqueda acrítica e inconexa de una sucesión y
[...] las drogas en occidente. De ser un producto
acumulación de instantes sin mayor contenido
medido y controlado por sus utilizadores/as
que el que ofrece la mercancía consumida (la
(adviértanse los discursos sobre drogas
droga en este caso), y la disminución de recursos
naturales, y a veces también sintéticas, de los
imaginativos para instituir un tiempo de
años 50 y 60) han pasado a ser, ya en forma de
diversión y ocio que se aleje y trate de suprimir
mercancía -esto es controladas en su proceso
el CONSUMO, son el punto más elevado del
de producción por las leyes del mercado- algo
frenesí mercantil, la muerte del individuo y el
muy distinto:
nacimiento del consumidor.
a.- la oferta, representada por las grandes
mafias capitalistas de todo el mundo, máxima
expresión del próspero empresariado Mi cuerpo y mi mente
esclavizador y explotador;
[...] Recurrimos ahora, para no ver lo obvio, al
b.- la demanda, representada por l@s último recurso, y es que mi cuerpo y mi mente
entusiastas consumidor@s de instantes son míos, hago con ellos lo que me parece, y
mercantilizados, cada vez más alejados del ahora mismo dejo de leer este texto [...]
proceso de producción de lo que consumen
[...] Este discurso está errado, se agota en su
y, por tanto, de las consecuencias que les
base. Tu cuerpo, por mucho que quieras, es del
producen. Este es el control efectivo de las
capitalismo que te obliga a currar cada día, es
drogas sobre sus consumidores; el control
del estado que te controla cada paso que das,
que tiene la mercancía sobre nuestra
es de todas aquellas personas que mandan sobre
cotidianidad y, en general, el control que
nosotrs y que deciden nuestro futuro desde sus
ejerce la economía sobre la sociedad.
despachos.
En definitiva, las drogas transformadas en valor
[...] los espacios que nos quedan de libertad,
de cambio necesitan de todos los elementos
perfectos para planear cómo recuperar nuestras
con los que cuentan otras mercancías: el
vidas, se ven reducidos a muy pocos momentos.
consumo pasivo, el pleno desconocimiento de
Y si esos momentos de reunión y reflexión,
el quién, el cómo y el porqué de ellas, su
espacios que sólo son posibles en los tiempos
fabricación y su consumo y, sobre todo, una fe
que el capitalismo nos deja para que
ilimitada en el sujeto-consumidor, plenamente
consumamos y le perpetuemos (el tiempo que
convencido de controlar y conocer la mercancía
ell@s llaman “de ocio” y nosotr@s
que le consume: “Sé tú mismo: bebe Pepsi”… el
denominamos “de consumo”) son secuestrados
delirio de la subjetividad crea monstruos.
por la vida en Ferrari de las drogas, no hemos
[...] La complementariedad entre drogas y poder realizado nuestros deseos, acabamos de regalar
se hace evidente, las drogas son -a mi entender nuestras vidas al consumo capitalista, acabamos
y en el contexto actual- una de las caretas que de ceder nuestro tiempo al jefe que, frotándose
nos ponemos para parecernos, de forma las manos, observa cómo el lunes volveremos a
patética y , en el caso de los jóvenes con ciertas trabajar para comprar los próximos gramos de
coca o speed, las próximas pastillas. Nadie duda a la hora de boicotear a cualquier
marca comercial que explota a niñ@s, pres@s,
El poder nos quiere ver de dos formas, o
hombres y mujeres del mundo entero, pero este
trabajando o consumiendo, el resto del tiempo
discurso no vale para las mafias del narcotráfico
es aterrador para él, aguanta la respiración, ya
mundial. Colombia, Perú y Bolivia serían buenos
que es el tiempo que tenemos para vernos y
lugares, en el caso de Latinoamérica, para ver
reunirnos, para analizar nuestras vidas y poder
de cerca las atrocidades a las que son sometidas
desenmascarar el entramado de basura en el
poblaciones enteras por parte de los
que nos encierran. Tocarnos, conocernos,
narcotraficantes, podríamos ir continente por
aprender, leer, reflexionar, hablar etc. son
continente viendo quiénes manejan las rutas del
catalizados por las drogas hacia alocadas modas
narcotráfico y la producción de muchos tipos de
del instante de tres días, de la muerte del
drogas, precisamente las que más se consumen,
tiempo dilatado de la reunión y el
cuánta miseria recorre de lado a lado la pasta
conocimiento, de la preparación y la reflexión
de coca y su elaboración, cuánta muerte y
de nuestras vidas, ahora sustituidas por la huida
destrucción es financiada por la juventud
y la moda de “ponerse” lo antes posible hasta
pudiente del primer mundo, cuánta
llegar al delirio, de ver cómo el tiempo de
inconsciencia más vamos a tolerar a este
diversión no lo marcan los individuos sino las
respecto.
drogas (12 horas, 24 horas, etc.).
[...] Cuando nuestro tiempo es preparado y
etiquetado, ya sea por el capitalista que planifica
nuestro curro o por el diseñador de drogas que
planifica nuestro pedo, hemos dejado nuestras
vidas en manos de otr@s, hemos delegado
nuestra capacidad de creación vital, nuestra
capacidad de decisión, somos representados por
el carácter que imprime en nosotr@s la droga y
el carácter que imprimen en nosotr@s los
poderes del mercado.

Alimentando mafiosos
[...] Los que se benefician de estas drogas
(speed, coca, tripis, pastillas) son aquellos que,
subiendo por la pirámide: reprimen, asesinan
y secuestran sin escrúpulo alguno, con su
compra alimentamos a lo peor del capitalismo,
a su momento más oscuro, aquél en el que ley
y delito son una misma cosa, donde estado y
narcotráfico son complementarios.