Introducción
Definición de Termodinámica
En un sentido amplio e intuitivo, la Termodinámica es la parte de la
Fı́sica macroscópica que estudia los fenómenos en los que intervienen
el calor y la temperatura. Está basada en un conjunto de principios,
o leyes, obtenidos mediante la observación experimental, a partir de
los cuales se extraen consecuencias lógicas. Es posible explicar gran
parte del comportamiento de los sistemas macroscópicos a partir de
ese pequeño conjunto de principios. Esta posibilidad constituye uno
de los principales atractivos de la Termodinámica.
Los sistemas materiales están constituidos por partı́culas (átomos
o moléculas), pero la Termodinámica no se interesa por el compor-
tamiento individual de esas partı́culas. Una observación fundamen-
tal es que la Termodinámica no hace hipótesis sobre la constitución
microscópica de los sistemas que estudia. Sus postulados y sus resul-
tados son independientes de cualquier hipótesis de ese tipo 1 .
La Termodinámica puede ser considerada como la ciencia de la
energı́a [266]. Es la única parte de la Fı́sica en la que se identifica el
calor como una forma particular de transmitirse la energı́a. Siempre
que un sistema sea sensible a intercambios de energı́a bajo la forma
de calor, estará bajo la aplicación de la Termodinámica. Aquellos
sistemas mecánicos sobre los que se apliquen fuerzas de rozamiento o
de deformación (sistemas no ideales), ası́ como aquellos en los que se
produzcan reacciones quı́micas, emitan radiación electromagnética,
etc., estarán en el ámbito de la Termodinámica.
La Termodinámica es una ciencia fenomenológica sobre la realidad
macroscópica. Como los principios de la Termodinámica se deducen
1
La Termodinámica Estadı́stica proporciona una interpretación microscópica
de las leyes de la Termodinámica.
ii
Orı́genes de la Termodinámica
El aumento de la mecanización durante el siglo XIX llevó al desa-
rrollo de las máquinas de vapor. Estos ingenios permitı́an obtener
trabajo mecánico a partir de la combustión de carbón. El estudio
de estos motores térmicos desde el punto de vista del Principio de
Conservación de la Energı́a pronto reveló una caracterı́stica de las
mismas: no transformaban en trabajo toda la energı́a obtenida en la
combustión del carbón.
El estudio de estas máquinas dio origen a la Termodinámica. A
mediados del siglo XIX se pusieron las bases de esta materia [298], y a
principios del siglo XX esta disciplina estaba ya firmemente asentada
dentro de la Fı́sica. A pesar de sus orı́genes relacionados con las
máquinas de vapor, se reconoció pronto que sus aplicaciones iban
mucho más lejos, enunciando leyes válidas en los más diversos campos
de la ciencia.
En su esencia la Termodinámica debe ser considerada como un
conjunto de formalismos que, por su generalidad, pueden ser aplica-
2
Las propuestas tendentes a denominar la Termodinámica del Equilibrio como
Termoestática no están pues justificadas [25].
iii
dos a los más diversos sistemas 3 . Se podrı́a pensar que tal genera-
lidad constituye una debilidad de la teorı́a. Por ejemplo, sea cual fuere
la sustancia pura compresible, la relación entre las compresibilidades
isoterma y adiabática será igual a la relación entre las capacidades
calorı́ficas a presión y a volumen constante. Pero la Termodinámica
no indica cuánto valen esas compresibilidades ni esas capacidades
calorı́ficas. Proporciona relaciones generales sobre las variaciones de
las magnitudes en el equilibrio, pero no es capaz de indicar los va-
lores de tales magnitudes en cada caso particular. Igualmente, la
Termodinámica puede proporcionar información sobre si un deter-
minado proceso se podrá llevar a cabo o no de forma espontánea,
pero sin indicar ni la forma práctica de llevarlo a cabo ni el tiempo
preciso para ello. Esta clase de limitaciones son caracterı́sticas de la
Termodinámica [114].
Estructura conceptual
Como ya se ha señalado, la Termodinámica relaciona variaciones de
magnitudes macroscópicas sin hacer suposiciones microscópicas.
Tampoco el tiempo juega un papel en su estructura conceptual.
Es cierto que, al estudiar un sistema, se hablará corrientemente de
antes y de después, pero sólo en el sentido de estado inicial y estado
final. Por ejemplo, sea un litro de agua a 0 ◦ C en contacto con un
litro de agua a 100 ◦ C. ¿Se puede decir que éste es el estado inicial y
que el estado final es el de dos litros de agua a 50 ◦ C. En realidad,
no. Agua a cierta temperatura en contacto con agua a otra tem-
peratura no constituye un estado de equilibrio. Se dispone (estado
inicial) de dos subsistemas separados mediante una frontera aislante
(ligadura). Pero mientras la frontera permanezca, el único estado
será ése. Sólo si se elimina la ligadura, si se cambian las condiciones
del sistema, el único estado será el del agua a una temperatura uni-
forme. La Termodinámica trata del único estado inicial (y eterno en
esas condiciones) y del único estado final (y eterno también en esas
condiciones), no del estado inicial de no equilibrio ni del proceso que
se producirá al quitar la ligadura. El Principio de No Disminución
de la Entropı́a no se debe enunciar pues diciendo que la entropı́a es
mayor después que antes, sino que la entropı́a es mayor sin ligadura
que con ella [33]. El formalismo termodinámico obtenido sobre la
base de esta clase de consideraciones será de aplicación general a sis-
temas en equilibrio.
OBSERVACIONES
EXPERIMENTALES
Matemática
Termometría
Sistemas Sistemas
Cerrados Abiertos
Estados
de Equilibrio
PRINCIPIO POSTULADO
Ecuaciones de Estado CERO DE GIBBS
Trabajo
Paredes Adiabáticas
Calor PRIMER
PRINCIPIO
Procesos Reversibles
Condiciones de Equilibrio
y de Estabilidad
12
Debe también postularse que los intercambios de calor con los focos de calor
se llevan siempre a cabo de forma reversible, desde el punto de vista del foco, lo
que permite el cálculo de sus variaciones de entropı́a.
ix
Índice
1 Lenguaje de la Termodinámica 1
1.1 Sistemas termodinámicos . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2 Variables termodinámicas . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2.1 Variables intensivas, extensivas y conjugadas . 5
1.3 Funciones de estado y ecuaciones de estado . . . . . . 6
1.3.1 Grados de libertad . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.3.2 Diagramas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.4 Ligaduras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.5 Trabajo e interacciones térmicas . . . . . . . . . . . . 10
1.6 Equilibrio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.6.1 Equilibrio estable . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.7 Sistemas simples y sistemas complejos . . . . . . . . . 14
1.7.1 Correspondencia entre ligaduras, equilibrio y
variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.8 Procesos termodinámicos . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1.9 Focos de calor y fuentes de trabajo . . . . . . . . . . . 20
Lenguaje de la
Termodinámica
1
2 Capı́tulo 1. Lenguaje de la Termodinámica
Pared Subsistemas
Frontera
C
A B
Sistema D
E
Entorno
(a) (b) (c)
Figura 1.1: (a) Sistema termodinámico (A) con frontera abstracta; (b) Sis-
tema (B) rodeado de una pared adiabática; (c) Sistema termodinámico for-
mado por los subsistemas (C), (D) y (E), rodeado de una pared adiabática.
10
Puesto que la medida con un termómetro particular depende de las
propiedades del mismo, para que las medidas sean comparables se supone que
siempre se utiliza la misma clase de termómetros [108].
11
La denominación ”cantidad de materia” es preferible a ”número de moles”,
y es una magnitud básica en el SI. Sin embargo, la segunda denominación se
utilizará como equivalente a la primera.
1.2. Variables termodinámicas 5
Propiedad Unidad SI
P V =N RT, (1.1)
1.3.2 Diagramas
El hecho de que sólo dos variables sean suficientes para indicar el
estado de ciertos sistemas sencillos (Sec. 1.7) permite representar
geométricamente ese estado como un punto en un diagrama plano.
Para un sistema P V T en un gráfico en el que en el eje de abscisas se
representa el volumen y en el eje de ordenadas se representa la presión
(diagrama V P o de Clapeyron) el estado del sistema (P = P1 , V =
V1 ) se representa por un punto, como se muestra en la Fig. 1.2(a).
El espacio de los parámetros necesarios para caracterizar el estado
de equilibrio de un sistema se denomina espacio termodinámico. El
diagrama (V, P ) es una representación del espacio termodinámico de
sistemas P V T .
P Γ
T2
1 T1
Γ1
P1 1
T0
T2
T1
T0
V1 V L0 L1 L
(a) (b)
1.4 Ligaduras
Todo sistema se encuentra sometido a un conjunto de condiciones res-
trictivas impuestas por las paredes y por los sistemas del entorno que
están en interacción con él. Cada una de esas condiciones restricti-
vas recibe el nombre de ligadura. Cuando las ligaduras las imponen
las paredes que separan el sistema del entorno o sus interacciones
con dicho entorno se dice que se trata de ligaduras externas. Si las
mismas derivan de condiciones impuestas por las paredes que sepa-
ran los distintos subsistemas, se denominan ligaduras internas19 . La
eliminación de una ligadura es equivalente a establecer lo que se ha
denominado un contacto termodinámico entre los diferentes subsis-
temas de un sistema o de éste con el entorno.
Se denomina sistema termodinámico cerrado a aquél que está
rodeado por una pared impermeable, sin poder intercambiar materia
con el entorno. En caso contrario, se dice que el sistema es abierto.
Pueden existir paredes selectivas denominadas semipermeables, que
sólo dejen pasar a través de ellas ciertas sustancias quı́micas de entre
todas las que componen el sistema 20 . Otro tipo de paredes son
las paredes rı́gidas que imponen la ligadura de mantener constante
el volumen del sistema. Las paredes móviles o émbolos no fijan el
volumen.
1.6 Equilibrio
En general, puede decirse que un sistema se encuentra en un estado de
equilibrio 25 cuando todas sus propiedades dependen de las variables
que caracterizan el estado, los parámetros de estado, y no de los
valores que dichas variables tomaron con anterioridad 26 . Dichos
estados de equilibrio son, por definición, indepedientes del tiempo
[49]
Cuando se produce un cambio en el entorno de un sistema, habi-
tualmente se produce un cambio también en el propio sistema. Pero,
después de un tiempo, el sistema alcanza un estado en el que ya
no se producen más cambios 27 . Se dice entonces que el sistema ha
alcanzado el equilibrio termodinámico 28 (Sec. 2.1).
Una definición general, más operativa, del concepto de estado de
equilibrio utilizado en Termodinámica serı́a la siguiente:
Un estado de equilibrio es un estado que no puede ser
modificado sin interacciones desde el entorno.
Un estado en equilibrio puede modificarse, pero para que tal
suceda, debe producirse un cambio en el entorno. Y el cambio en
24
Las paredes adiabáticas se representarán mediante dos lı́neas paralelas rellenas
de trazos oblicuos, mientras que las paredes diatermas se representarán por una
única lı́nea o una lı́nea doble sin relleno.
25
Como ya se ha señalado, la Termodinámica clásica trata con estados de equi-
librio, por lo que este concepto es fundamental.
26
Dada la falta de operatividad de esta definición, es evidente que los estados
de equilibrio son difı́ciles de caracterizar con toda generalidad.
27
El tiempo necesario para que el sistema recupere el equilibrio puede ser del
orden de segundos, caso de la perturbación de la presión de un gas, o de años, caso
de la descomposición de agua en hidrógeno y oxı́geno. Esto explica la dificultad
de definir formalmente un estado de equilibrio [266].
28
En general, la aproximación al estado de equilibrio implicará tanto interacción
térmica como interacciones tipo trabajo con el entorno.
1.6. Equilibrio 13
A B C D
(a) (b)
V2
T2
T3
II I
I
II
V1
T1 T1
T3 T2 T1 T
II
V1
T1 T4
Q
T3 T1 T4 T
P
(P2 ,V2)
P1 1
T=C te
2
P2
(P1 , V1)
V1 V2 V
T
45
Se admite que cada máquina térmica dispone de una fuente de trabajo como
un accesorio con el que puede intercambiar trabajo.
Capı́tulo 2
Temperatura y Principio
Cero
1
Aunque tal definición operacional sea tautológica desde un punto de vista
lógico, pues un termómetro se define como un instrumento que sirve para medir
la temperatura, resulta de utilidad como punto de partida.
2
Esta caracterı́stica se recuperará más adelante bajo el nombre de temperatura
termodinámica o absoluta.
23
24 Capı́tulo 2. Temperatura y Principio Cero
cada una de las cuales sólo depende del estado de cada sistema. Apli-
cando de nuevo el mismo argumento, pero ahora entre A y C en equi-
librio con B, se obtiene 5 que cuando los tres sistemas se hallan en
equilibrio térmico
Por otro lado existe una relación de orden dentro de las clases
de equivalencia anteriores. Una clase de equivalencia t1 se clasificará
como de orden superior a la clase t2 si al poner en contacto dia-
termo cualquier cuerpo de la clase t1 con cualquiera de la clase t2 ,
el primero disminuye su temperatura y el segundo la aumenta. Esta
relación cumple las propiedades de una relación de orden estricto: (i)
Antisimetrı́a: si A en contacto con B aumenta su temperatura, B en
contacto con A no la aumentará; (ii) Transitividad : si A en contacto
con B aumenta su temperatura, y B en contacto con C también, A
en contacto con C también aumentará su temperatura.
Estas relaciones de equivalencia y orden son las que se encuen-
tran en la definición de todas las escalas termométricas de tempera-
tura, como por ejemplo, la escala Celsius o la escala Fahrenheit [26].
Aunque estas escalas asignan valores numéricos a las temperaturas,
6
La forma de la función t y el número de parámetros de los que depende pueden
ser diferentes para los diversos sistemas termodinámicos [15].
7
Si dos sistemas tienen la misma temperatura, eso no significa necesariamente
que se encuentren en completo equilibrio termodinámico. Como ya se ha señalado,
Sec. 1.6, para la condición de equilibrio termodinámico se deben cumplir otras
dos condiciones adicionales: (i) Equilibrio mecánico, y (ii) Equilibrio quı́mico.
2.2. Isotermas y ecuaciones de estado 27
y
∆Γ ∆L ∆t
≈ −0, 88 ± 0, 04 .
∆L t ∆t Γ ∆Γ L
y
∆ρ ∆P ∆t
= −1, 005 ± 0, 008 .
∆P t ∆t ρ ∆ρ P
2.3 Termometrı́a
La medida de temperaturas se lleva a cabo con ayuda de termómetros,
cuyos principios y técnicas de funcionamiento son estudiados por la
Termometrı́a 12 .
Una cuestión diferente de la existencia de la temperatura es la
construcción efectiva de una escala termométrica empı́rica o de un
termómetro particular [26]. La asignación numérica de una tem-
peratura empı́rica se puede llevar a cabo mediante la elección de
12
Aunque desde un punto de vista conceptual la Termodinámica se puede de-
sarrollar sin hacer referencia a los termómetros, desde un punto de vista experi-
mental y práctico, es necesario poder medir temperaturas. Ver Ref. [97], donde
se discute la introducción del concepto de termómetro como un añadido a la Ter-
modinámica.
30 Capı́tulo 2. Temperatura y Principio Cero
t X
= . (2.7)
tR XR
siendo X la propiedad termométrica medida y XR su valor de refe-
rencia 13 .
20 20
P0 P0
10 ∆P 10
0 0 ∆P'
Hg
GAS
P P'
T T
(a) (b)
Termómetro
Vapor
Capa
de agua
Hielo
Agua
Figura 2.2: Recipiente para obtener el punto triple del agua. Cuando las
tres fases del agua, sólida, lı́quida y gaseosa, coexisten en el interior del
recipiente, el sistema se encuentra en el punto triple, a la temperatura de
0,01 ◦ C (Sec. 11.2.1).
17
Se verá en el Cap. 5, como corolario del Segundo Principio, que es posible
superar de manera teórica el concepto de temperatura empı́rica introduciendo el
de temperatura termodinámica o absoluta.
18
La unidad de temperatura absoluta en el SI es el kelvin cuyo sı́mbolo es K. El
kelvin se define como 1/273,16 la temperatura termodinámica del punto triple del
agua. Más adelante se demostrará que el kelvin coincide con el grado de la escala
del gas ideal (Sec. 5.1). No se debe decir grados centı́grados, sino grados Celsius,
en honor a la persona que la propuso y de acuerdo con la decisión tomada en la
Conferencia General de Pesos y Medidas de 1948.
Capı́tulo 3
35
36 Capı́tulo 3. Energı́a Interna y Primer Principio
La suma Wpt ≡ i Fiext · drcm no es, en general, igual al tra-
bajo realizado sobre el sistema, pues los desplazamientos dri de sus
distintos elementos no siempre coinciden con el desplazamiento drcm
del cm . Por esta razón, a la suma Ec. (3.7) se la suele denomi-
nar pseudotrabajo y dicha expresión se conoce como ecuación del cm
y no constituye una generalización del Teorema Trabajo-Energı́a a
sistemas deformables [187].
Fiext
mi F ij
M
rij
ri Fiint
cm
mj
ri
Fj i rcm
Origen
1 drcm 1
rcm ≡ miri ; vcm ≡ = mivi . (3.9)
M i dt M i
Puesto que por la tercera ley de Newton Fij = −Fji , es fácil ver que
Fint = 0, por lo que se tiene que Ftot = Fext .
La posición y velocidad del elemento i respecto al cm se denotan
respectivamente por ri = ri − rcm y v i ≡ dri /dt = vi − vcm . Final-
mente, la posición del i-ésimo elemento respecto del j-ésimo elemento
es rij = ri − rj = ri − rj (Fig. 3.1).
Los trabajos internos y externos, se definen, respectivamente,
como
Wint ≡ Fiint · dri ; Wext ≡ Fiext · dri . (3.11)
i i
5
Nótese que la variación de la energı́a cinética interna es independiente del
sistema de referencia elegido.
42 Capı́tulo 3. Energı́a Interna y Primer Principio
∆E = ∆Kcm + ∆U , (3.17)
y de la energı́a interna, ∆U ,
∆U = ∆Kint + ∆Φ . (3.18)
Wtot ≡ tot · d
F ri ∆Ktot ≡ ∆ 1 m v2
i i El trabajo total es igual
i i i 2
al cambio total de energı́a cinética.
= Wext + Wint = ∆Kcm + ∆Kint Depende del SR
ext · d
Wext ≡ F i ri ∆E ≡ ∆Kcm + ∆U El trabajo externo es igual
i
al cambio de la energı́a total.
= ∆Kcm + ∆Kint + ∆Φ Depende del SR
int · d
ij dr ij
Wint ≡ Fi ri −∆Φ ≡ F El trabajo interno es igual y opuesto
i ij
al cambio de la energı́a potencial interna.
No depende del SR
Tabla 3.1: Resumen de los diferentes tipos de trabajo definidos, sus en-
ergı́as asociadas, las relaciones auxiliares entre energı́as, una interpretación
de cada relación trabajo-energı́a. Para cada tipo de trabajo se indica si es
independiente o no del sistema de referencia (SR) elegido [200].
WNC = ∆U . (3.21)
P
III I II
b
a D
d c
3.3 Calor
Si en el proceso ilustrado en la Fig. 3.2 se sabe que la cantidad de
trabajo realizado es menor –incluso puede ser nulo– que el trabajo
adiabático necesario para llevar al sistema desde su estado incial hasta
su estado final, se podrá asegurar que en algún momento del proceso
han sido eliminadas las paredes adiabáticas que rodean al sistema.
(Pi V i Ti ) (Pi V i Ti )
(Pf V f T f ) (Pf V f T f )
(a) (a’)
Figura 3.4: Si en un momento dado se asegura que el estado del sistema
ha variado con realización de un trabajo distinto del trabajo adiabático (a),
se puede asegurar que en algún momento del proceso se han eliminado las
paredes adiabáticas, que se han debido sustituir por paredes diatermas, y
que se ha producido una interacción tipo calor entre el sistema y su entorno,
caso (a’).
∆U = W + Q , (3.27)
P0
m
A
dl
dU = −P dV + δQ . (3.36)
26
En ausencia de trabajo disipativo.
56 Capı́tulo 3. Energı́a Interna y Primer Principio
1
P1
P=P(V)
2
P2
W<0
V1 V2 V
P P P
I I
2 2 2
1 1 1 W<0
II
II'
V V V
(a) (b) (c)
se van a considerar los ejemplos del gas ideal y del gas de van der
Waals (Ap. A).
[ a) ] Gas ideal
58 Capı́tulo 3. Energı́a Interna y Primer Principio
V2 V2
N RT dV V2
W =− dV = −N R T = −N R T ln . (3.38)
V1 V V1 V V1
Si V2 > V1 (expansión) entonces ln(V2 /V1 ) > 0 y W < 0, y si V2 < V1
(compresión) entonces ln(V2 /V1 ) < 0 y W > 0. El trabajo en los
procesos isotermos para un gas ideal puede obtenerse midiendo el
área debajo de la hipérbola que describe el proceso isotermo.
[ b) ] Gas de van der Waals
De la ecuación de estado de van der Waals (Ap. A), se tiene que
V2
N RT N2 a
W = − − dV (3.39)
V1 V −Nb V2
V2 V2
dV dV
= −N R T + N2 a
V1 V − N b V V2
1
V2 − N b 1 1
= −N R T ln − N2 a − .
V1 − N b V2 V1
28
Nótese que no siempre se tiene W < 0 cuando V2 > V1 ni W > 0
para V2 < V1 .
debe ser entendida como el cociente del trabajo infinitesimal por una
variación de volumen también infinitesimal 31 .
En la Fig. 3.7(c), donde se ha representado un proceso cı́clico
que considera conjuntamente el proceso I y el proceso inverso de II
de las partes (a) y (b) de la misma figura. El trabajo a lo largo del
ciclo no es nulo, dado que el trabajo negativo (desde 1 hasta 2) no se
compensa con el trabajo positivo (desde 2 hasta 1). El trabajo total
en el ciclo viene dado por el área encerrada dentro de la curva que
describe los procesos:
W = δW = 0 . (3.41)
3.6 Entalpı́a
Debido a que muchos procesos importantes en Termodinámica tienen
lugar a presión constante en vez de a volumen constante, y debido
también a que la combinación de propiedades U + P V aparece fre-
cuentemente, a dicha suma se le ha asignado el nombre de entalpı́a.
La entalpı́a H, que tiene unidades de energı́a, se define como
H = U + PV . (3.42)
dH = dU + P dV + V dP = δQ + V dP , (3.43)
δW ≡ X dY , (3.44)
∆U = Q + W , dU = δQ + Γ dL , (3.46)
dU = δQ + σ dΣ . (3.48)
dU = δQ − P dV + µ0 H dM . (3.50)
PV T −P dV Hidrostático
ΓLT Γ dL Elástico
σΣT σ dΣ Superficial
EqT E dq Eléctrico
HM T µ0 H dM Magnético
EΠT E dΠ Dieléctrico
AξT −A dξ Quı́mico
p
dU = δQ + Xi dYi = δQ − P dV + Γ dL + µ0 H dM + σ dΣ + ... ,
i=1
(3.51)
donde Xi son las fuerzas externas (generalizadas) y dYi son los des-
plazamientos (generalizados) conjugados 39 . Son pues necesarias 1+p
variables 40 para especificar completamente el estado de equilibrio de
un sistema simple monocomponente (Sec. 1.7).
37
Aunque dichos procesos deben idealizarse, al menos en principio pueden rea-
lizarse.
38
Aunque los distintos trabajos deban ser distinguidos, son equivalentes desde
un punto de vista termodinámico. Si no fuese ası́, si por ejemplo el trabajo
eléctrica fuese especial, el Primer Principio tendrı́a que distinguir entre trabajo
eléctrico, calor y trabajo, donde, en este último término se incluirı́an todos los
trabajos termodinámicamente equivalentes. Y, más allá del Segundo Principio,
que establece una diferencia transformacional entre calor y trabajo, serı́a necesario
otro principio relativo a la energı́a eléctrica.
39
Los trabajos que hacen aumentar la energı́a interna de un sistema se toman
como positivos y los que hacen que disminuya se toman como negativos (IUPAP).
40
El 1 adicional proviene de la temperatura.
64 Capı́tulo 3. Energı́a Interna y Primer Principio
cantidad de calor que hay que ceder a un cuerpo para que, a presión
constante, aumente su temperatura en un kelvin. En ambos coefi-
cientes 44 , estos calores deben ser cedidos al cuerpo de forma cuasi-
estática 45 .
Como a presión constante dP = 0, el calor cedido (o el trabajo
disipativo en procesos adiabáticos) se tiene que (δQ = dH), por lo
que (3.60) es equivalente a
∂H
CP = . (3.61)
∂T P
P P=Cte
te
PV=C
PV 3/2=C te
γ te
V=Cte PV = C
dT dV
= (γ − 1)
T V
Integrando, se tiene T V γ−1 = Cte . En un proceso adiabático
reversible de un gas ideal, P V γ = Cte [4][272], por lo que en
dicho proceso, k = γ, Ck = 0. El sistema ve modificada su
temperatura, pero no hay calor.
6. k > γ. Haciendo δ = (k − γ)/(k − 1) (nótese que δ > 0), se tiene
que
Ck = CV δ ,
que es una capacidad calorı́fica positiva.
7. k = ∞, proceso isocoro, V = Cte , y Ck = CV .
Nótese que, tal como en (3.66), las capacidades calorı́ficas pueden ser
negativas. Sin embargo, ciertas capacidades calorı́ficas, como CP o
CV , son siempre positivas (Cap. 11).
48
En la Sec. 7.4 y en el Ap. B se desarrolla más ampliamente este tema.
Capı́tulo 4
71
72 Capı́tulo 4. Ciclos y Segundo Principio
mg
T T +∆T
(a) (b)
Q T
T +∆T
(c) T (a)
Figura 4.1: Ciclo de Joule. (a) Las masas, m, mueven unas paletas, (b)
que agitan un lı́quido adiabáticamente aislado, a medida que descienden.
(c) Después se cede calor a un foco a temperatura T . El estado final del
sistema, (d) es el mismo que el inicial (a).
0
Ta = 0 C
P b a
-1 0C W=0
Q=0 c
-1 0C 0 0C V
ab bc ca
(2)
(1)
Figura 4.2: Ciclo original de Mayer. (1) Esquema del ciclo. (2) Ciclo en el
diagrama V P . El proceso ab es isobaro (P =Cte ) y el sistema cede calor
a un foco frı́o. El proceso bc es una expansión libre (proceso adiabático
irreversible). El proceso ca es isocoro (V =Cte ) y el sistema recibe calor del
foco caliente. Nótese que a pesar de que el sistema se encuentra en contacto
con focos de calor, los procesos ab y ca no son isotermos.
4
Mayer alegó que, cuando el gas se expande a la atmósfera, se dilata contra la
presión atmosférica y tiene que realizar un trabajo, por lo que se enfrı́a.
5
Mayer utilizó su ciclo para demostrar, prematuramente, el Principio de Con-
servación de la Energı́a [133].
74 Capı́tulo 4. Ciclos y Segundo Principio
P
c d
b a
-1 0C -1 0C 0 0C 0 0C V
ab bc cd da
(2)
(1)
Figura 4.3: Ciclo de Mayer modificado. (1) Esquema del ciclo. (2) Diagrama
V P . En este ciclo todos los procesos son reversibles. Los procesos bc y da
son isotermos y los procesos cd y ab son isobaros.
6
Diferencia entre el valor absoluto del calor absorbido en contacto con el foco
caliente y el valor absoluto del calor cedido en contacto con el foco frı́o.
7
Esta es la primera sugerencia, contraria a la Teorı́a del Calórico imperante en
la época (1844), de la posibilidad de convertir calor en trabajo en un ciclo [129].
4.2. Procesos espontáneos y no espontáneos 75
P P
1 1
IV I
4 4
2 T1 2 T1
II
III
3 T2 3 T2
V1 V3 V V1 V3 V
(1) (2)
Figura 4.4: Un ciclo de Carnot, que utiliza un gas como fluido de trabajo,
funcionando, (1), como máquina térmica y, (2), como frigorı́fico. En el
primer caso es recorrido en sentido horario (W < 0) y en el segundo caso en
sentido antihorario (W > 0). Ver un bosquejo de este ciclo en la Fig. 4.5
T1 T2
I=14 II=43 III=32 IV=21
Proceso Q W ∆U
(I) 14 Q1 W1 0
(II) 43 0 W43 W43
(III) 32 Q2 W2 0
(IV) 21 0 W21 W21
Tabla 4.1: Balance energético del ciclo de Carnot para un gas ideal (Fig.
4.4).
V2 V3
Q2 = −W2 = N RT2 ln |Q2 | = −Q2 = N RT2 ln ,
V3 V2
(4.3)
en donde V4 , por ejemplo, es el volumen correspondiente al estado 4.
El trabajo total realizado es
W = W1 + W2 + W43 + W21 = W1 + W2 = −(Q1 + Q2 ) . (4.4)
Por otro lado, aplicando la ecuación de la adiabática a los procesos
adiabáticos 43 y 21 se tiene
T1 V4γ−1 = T2 V3γ−1 ; T1 V1γ−1 = T2 V2γ−1 .
El cociente entre estas dos relaciones implica V4 /V1 = V3 /V2 . A partir
de esta ecuación y de las Ecs. (4.2) y (4.3) resulta
Q1 N RT1 ln(V4 /V1 ) T1
=
Q2 N RT2 ln(V3 /V2 ) = T2 . (4.5)
T1 T1
WP WC Móvil Perpetuo
Máquina Máquina
Panacea de Carnot de 2ª Especie
|WP |-|WC |
Q2
Q2
T2
T1 T1
Q1 Q1*
WP = WC
Máquina Máquina
Panacea de Carnot |Q2* |-|Q2 | = |Q* |-|Q |
1 1
Q2
Q2*
T2 T2
que los motores que realizan ciclos de Carnot, para la misma canti-
dad de calor tomada del foco caliente, parece estar en contradicción
con la experiencia. La máquina que producirá la máxima cantidad
de trabajo para la misma cantidad de calor tomado del foco caliente
es la máquina que realice un ciclo de Carnot. Es decir:
Pero, ¿todos los motores de Carnot, sea cual sea la sustancia que
realiza el ciclo, tienen el mismo rendimiento? ¿Habrá sustancias que
funcionando en un ciclo de Carnot puedan dar mayores rendimien-
tos? Si tales sustancias existiesen, con ellas se podrı́a construir una
máquina Panacea, a la que se le aplicarı́an los mismos razonamien-
tos anteriores. Por la misma razón, tampoco pueden encontrarse
máquinas de Carnot con rendimientos menores 21 . Por tanto, se con-
cluye que:
21
La irreversibilidad en algún proceso tiene como consecuencia importante la
disminución del rendimiento de motores que funcionan entre dos temperaturas en
relación al caso ideal en que todos los procesos del ciclo son reversibles [181].
22
Desde un punto de vista práctico, las sustancias con mayores coeficientes de
dilatación son las más adecuadas como sustancias de trabajo y por eso los gases
son preferibles como sustancias de trabajo a los lı́quidos o los sólidos. Pero desde
el punto de vista del rendimiento teórico, todas ellas son iguales.
Capı́tulo 5
Temperatura absoluta y
Entropı́a
87
88 Capı́tulo 5. Temperatura absoluta y Entropı́a
T X
= , (5.1)
T∗ XR
T2 T
= 2 , (5.5)
T1 T1
W Q1 + Q2 Q1 − |Q2 | T2
ηC = − = = =1− . (5.8)
Q1 Q1 Q1 T1
Q1 Q2
+ = 0, (5.9)
T1 T2
T3
S
T1 T2
... Tn-1 Tn
Figura 5.1: Esquema, con sistema finito S, y n focos de calor, para demostrar
el Teorema de Clausius. El sistema S realiza un ciclo en contacto con los
focos de calor.
n
Qi
≤ 0. (5.10)
T
i=1 (ciclo) i
7
Calores y trabajo son tomados con sus signos correspondientes respecto del
sistema que realiza el ciclo.
8
Nótese que no se hace ninguna hipótesis sobre si el sistema S es simple o
complejo.
5.3. Teorema de Clausius 93
T1 T2 T3
... Tn-1 Tn
Q1 Q2 Q3 -Qn-1 -Qn
W1 W2 W3 Wn-1 Wn
C1 C2 C3 Cn-1 Cn
10
Esto implica además que no se gana trabajo, por parte de un agente externo,
5.3. Teorema de Clausius 95
P P P
b b b
I I I
II’ III
II (irrev)
a a a
V V V
(a) (b) (c)
La Ec. (5.21) indica por tanto que el valor de las integrales sólo
depende de los estados inicial y final, por lo que la igualdad anterior
permite definir una nueva función de estado del sistema [Fig. 5.3(b)].
A la función de estado que subyace a la integración de δQ/T en
procesos reversibles se la denomina entropı́a y se notará como S. Ası́,
la integral anterior mide la variación de entropı́a entre el estado a y
el b
b
δQrev
≡ S(b) − S(a) = ∆Sab , (5.22)
a T
siempre que la transformación haya sido reversible. La variación in-
98 Capı́tulo 5. Temperatura absoluta y Entropı́a
finitesimal de entropı́a es
δQrev
dS = , (5.23)
T
donde se ha utilizado el ı́ndice “rev” para dejar claro que el calor es in-
tercambiado en un proceso reversible 13 . Ası́, el Teorema de Clausius
juega un papel de primera magnitud en Termodinámica al relacionar
el Segundo Principio, con los conceptos de temperatura absoluta y
entropı́a.
Es decir:
15
Por ejemplo, supóngase que el sistema S está formado por dos subsistemas,
A y B. En el estado a, A y B se encuentran separados por una pared adiabática
interna, pero a la misma temperatura T . Se lleva a cabo un proceso reversible que
lleva al subsistema A hasta la temperatura T1 > T y otro proceso reversible que
lleva a B hasta T2 < T . En el estado b, A se encuentra a temperatura T1 y B se
encuentra a tenperatura T2 . Se sustituye la pared adiabática entre A y B por una
pared diaterma, y ambos subsistemas vuelven a la temperatura T . Se reintroduce
la pared adiabática entre ambos, cerrándose el ciclo.
16
Recuérdese que en el proceso irreversible, los posibles calores intercambiados
están referidos al sistema que realiza el ciclo y las temperaturas TF están referidas
a los focos.
100 Capı́tulo 5. Temperatura absoluta y Entropı́a
(I,V)
C
δW
T1 T2
(a) (b)
Figura 5.4: (a) Sistema adiabático complejo conteniendo dos focos de calor,
un cuerpo finito A y una máquina térmica reversible C. Parte del trabajo
realizado por la máquina puede abandonar el sistema y se puede realizar
trabajo disipativo (mediante una resistencia eléctrica). El sentido de la
desigualdad de Clausius no cambia en ningún proceso que tenga lugar en el
sistema y la entropı́a del mismo aumenta. (b) Sistema simple adiabático que
puede intercambiar trabajo de forma reversible o irreversible con el exterior.
Su entropı́a aumenta (desplazamientos bruscos del émbolo) o permanece
constante (procesos reversibles).
(T , PA, NA ) (T , PB, NB )
(T , P , NA ) (T , P , NB )
(T , P , NA , NB )
A B A B
T1 T2 Tf Tf
(i) (f)
Figura 5.6: Dos cuerpos con la misma capacidad calorı́fica, que están ini-
cialmente a las temperaturas T1 y T2 , se ponen en contacto diatermo. Al-
canzado el equilibrio térmico la temperatura de los cuerpos es igual a la
media aritmética de sus temperaturas.
1 2
Tf = (T + T22 ) , (5.45)
2 1
que es la raı́z media cuadrática de las dos temperaturas.
A su vez, la variación de entropı́a es
T T
f A f A
∆S = dT + dT = A (Tf − T1 + Tf − T2 )
T1T T2 T
= A [2Tf − (T1 + T2 )] = 2A (Tf − Tf ) . (5.46)
1 2 1
Tf − Tf2 =
2
(T1 + T22 ) − (T12 + T22 + 2T1 T2 ) (5.47)
2 4
1 2 (T1 − T2 )2
= (T1 + T22 − 2T1 T2 ) = ≥ 0 . (5.48)
4 4
También en este caso la entropı́a total aumenta.
Puede parecer extraño que en un proceso reversible, como es el
proceso auxiliar, se obtenga que ∆S > 0. Lo que sucede es que en el
proceso auxiliar reversible el sistema no está aislado, y, por esta razón,
no se puede asegurar nada sobre su variación de entropı́a (que puede
ser positiva, nula, o negativa). En efecto, en el ejemplo del equilibrio
térmico de dos cuerpos, no se puede uniformizar la temperatura de
ambos sin recurrir a focos de calor exteriores. Con esta finalidad, el
proceso auxiliar debe ser el representado esquemáticamente en la Fig.
5.7.
Por definición, el universo es un sistema aislado, por lo que la
variación de entropı́a del universo (siatema más focos) debe ser nula
en un proceso reversible:
TAi + dT TBi - dT
A B
TAi TBi
o
∆S = −∆SF . (5.50)
Asimetrı́as transformadoras
Se puede ahora volver a analizar la asimetrı́a observada cuando dos
trozos metálicos, uno a temperatura T1 , y el otro a una temperatura
T2 se colocan juntos en un recinto adiabático. Se observa que alcanzan
la misma temperatura final, Tf , y se puede comprobar que se ha
cumplido el Principio de Conservación de la Energı́a, que la energı́a
final es la misma que la inicial, aunque repartida entre ellos de otra
forma.
Si se espera algo más de tiempo, de las varias posibilidades apuntadas:
(i) el trozo inicialmente caliente se volverá a calentar, mientras que el
frı́o se volvera a enfriar; (ii) el inicialmente trozo frı́o se calentará y el
caliente se enfriará; (iii) se entrará en un baile energético tal que los
trozos se calentarán y se enfriarán de cualquier manera, todas ellas
implican una disminución de la entropı́a del sistema adiabático, lo
que no está permitido.
Sólo la posibilidad (iv), que nada más suceda y los trozos de hierro
permanezcan a la temperatura Tf , es fı́sicamente aceptable. El sis-
tema adiabático alcanza ası́ el máximo de entropı́a compatible con las
ligaduras internas eliminadas (Principio de Máxima Entropı́a).
5.6. Cálculo de variaciones de entropı́a. 113
∆U = Wdis . (5.51)
dU = δQrev − P dV (5.53)
43
Puede haber pues un cambio en la configuración de un sistema sin realización
de trabajo.
114 Capı́tulo 5. Temperatura absoluta y Entropı́a
A B
(i)
A B
(f)
1
dU = T dS − P dV ; dS = (CV dT + P dV ) . (5.54)
T
En el caso de la expansión libre no hay variación de energı́a in-
terna 44 , ∆U = 0, puesto que tanto el calor (proceso adiabático,
Q = 0) como el trabajo (proceso de expansión contra vacı́o,
Pe = 0, y W = 0) son nulos, por lo que para un gas ideal no
hay variación de temperatura, ∆T = 0. Se obtiene que
1 NR
dS = P dV = dV. (5.55)
T V
La variación de entropı́a es
2 2
NR V2
∆S = dS = dV = N R ln . (5.56)
1 1 V V1
Interpretación
termodinámica de la
entropı́a
117
118 Capı́tulo 6. Interpretación termodinámica de la entropı́a
δQA δQ0
+ = 0; |δQA | − |δQ0 | = δWmax . (6.5)
T T0
2
El trabajo neto es el trabajo utilizado por un agente externo. Es el simétrico
del trabajo realizado por la máquina. El trabajo neto es siempre positivo.
120 Capı́tulo 6. Interpretación termodinámica de la entropı́a
(T , V)
(TA, V) δQ
δW
C
δQ
0
T0 T0
(a) (b)
Figura 6.1: Sistema complejo formado por un cuerpo finito (volumen cons-
tante), A, un foco de calor a temperatura T0 y una máquina de Carnot.
(a) Una ligadura interna adiabática impide el intercambio de calor entre el
cuerpo y el foco. (b) Máquina de Carnot funcionando entre el cuerpo y el
foco. El trabajo puede atravesar la frontera adiabática del sistema complejo.
TA − T0
∆SF∗ = CV , (6.13)
T0
Fig. 6.2, ¿cuál será la temperatura final máxima mutua que se puede
alcanzar? ¿Cúal será la temperatura final mı́nima mutua que se podrá
alcanzar? ¿Cuál es la cantidad de trabajo que puede obtenerse en
cada caso 8 ? Se puede suponer que los volúmenes de los cuerpos
permanecen constantes.
Si los dos cuerpos se ponen simplemente en contacto [Fig. 6.2(1i)],
el calor cedido por uno pasará al otro, no se obtendrá trabajo, la e-
nergı́a interna del sistema total se conservará y las temperaturas de
ambos cuerpos se igualarán [Fig. 6.2(1f)]. Se produce un proceso
irreversible y la entropı́a total alcanzará un máximo. En este caso
la temperatura mutua final será la máxima temperatura mutua que
pueden alcanzar los cuerpos, pues el sistema tiene el máximo de en-
ergı́a interna. Por el Primer Principio 9 ,
Tf Tf
∆U = CV dT + CV dT = 0 , (6.16)
TA TB
de donde
TA + TB
Tf = . (6.17)
2
La temperatura final es la media aritmética de las temperaturas ini-
ciales. A partir de esa situación de equilibrio, el sistema no puede
evolucionar espontáneamente.
Para este proceso, se tiene, Ec. (5.43 ),
Tf2
∆S = CV ln > 0, (6.18)
T A TB
TA - dTA T'f
TA Tf δ QA
δW
C
δQ
B
TB Tf
T'f
TB + dTB
(1i) (1f) (2i) (2f)
Figura 6.2: Sistema complejo formado por dos cuerpo finitos. (1i) Situación
inicial. Los cuerpos finitos (volumen constante) se encuentran a tempera-
turas TA y TB , respectivamente. Una ligadura interna adiabática impide el
intercambio de calor. (1f) Contacto diatermo directo. Temperatura final
Tf (máxima temperatura mutua). (2i) Intercambio de calor mediante una
máquina térmica reversible. (2f) Temperatura final Tf (mı́nima tempera-
tura mutua).
Tf será la mı́nima temperatura mutua que ambos cuerpos pueden
tener10 .
Luego un sistema complejo puede alcanzar el equilibrio térmico de
muy diferentes maneras. Pero hay dos formas extremas de alcanzar
el equilibrio. En la primera, la entropı́a se mantiene constante, y el
sistema evoluciona disminuyendo hasta el mı́nimo su energı́a interna.
En la segunda, la energı́a interna permanece constante, y el sistema
evoluciona aumentando hasta el máximo su entropı́a.
TA + TB
T A+ B = , (6.23)
2
En este proceso se ha producido un incremento de entropı́a de,
Ec.(6.18),
TA + TB
∆SU = ∆SA + ∆SB = 2CV ln > 0. (6.24)
2(TA TB )1/2
∆US,V ≤ 0 . (6.29)
UA(I) UB(I)
A T (I) B
(I)
A TB U=Cte UA(E) UB(E)
SA(I) SB(I) B
A
(II) (II) T T
UA UB
(E)
SA SB(E)
A (II) B
TA (II) S=Cte
TB
SA(II) SB(II)
I
U
E
I
U=Cte S=Cte
X X U
19
Una cuestión diferente es la aplicación de estas ideas a los procesos, más o
menos complejos, que se pretenden estudiar. Por ejemplo, se pueden considerar
sistemas en los cuales sea la presión, y no el volumen, la que se mantenga cons-
tante, o sistemas en equilibrio térmico pero no en equilibrio mecánico o quı́mico.
El desarrollo del formalismo termodinámico permitirá abordar esta clase de pro-
blemas (Caps. 7 y 10).
Capı́tulo 7
Formalismo
termodinámico y algunas
aplicaciones
135
136 Capı́tulo 7. Formalismo termodinámico y algunas aplicaciones
dU = T dS − P dV (7.1)
En esta relación entre funciones de estado, denominada relación fun-
damental, T es el denominador integrante (Ap. B) para el calor
(dS = δQ/T ) y −P es el denominador integrante para el trabajo
(dV = −δW/P ). Por medio de estos factores integrantes, se pasa
de una descripción de los fenómenos térmicos utilizando funciones
de proceso (trabajo y calor) a una descripción en la que se emplean
funciones de estado (temperatura, energı́a, entropı́a y variable de des-
plazamiento).
La Ec. (7.1) se refiere a procesos infinitesimales y todas las mag-
nitudes que aparecen en ella son funciones de estado del sistema.
Dicha expresión es válida para todos los procesos, reversibles o irre-
versibles, que relacionen estados de equilibrio de un sistema simple4 .
Sólo en un proceso reversible T dS y −P dV representan, respecti-
vamente, el calor y el trabajo intercambiados [77]. En un proceso
irreversible, T dS > δQ (de acuerdo con la Desigualdad de Clausius)
y |P dV | > |δW | (de acuerdo con la interpretación termodinámica de
la entropı́a), siendo T dS − δQ = δW + P dV .
1 P
dS = dU + dV . (7.5)
T T
Teniendo a su vez en cuenta que
∂S ∂S
dS = dU + dV , (7.6)
∂U V ∂V U
(i)
S
S=S(U,V)
U V
(f)
Relaciones de Maxwell
∂T
= − ∂P
∂V S ∂S V
∂S ∂P
=
∂V P ∂T S
∂S ∂P
=
∂V T ∂T V
∂P T = − ∂T P
∂S ∂V
o también
∂S
T dS = T dP + CP dT , (7.32)
∂P T
κS CV
= , (7.40)
κT CP
15
Puede ser obtenida a partir del ciclo de Mayer. Para un gas ideal, CP − CV =
N R).
16
Aunque la expresión (7.36) sea una identidad trivial desde un punto de vista
matemático, es importante señalar que no es trivial desde un punto de vista fı́sico.
Para calcular cada uno de los coeficientes implicados en la misma se deben llevar
a cabo experiencias muy diferentes en el caso de las capacidades calorı́ficas y en
el caso de los coeficientes térmicos. El hecho de que numéricamente se cumpla
la relación de Mayer para cualquier sistema en equilibrio (Tab. 12.9) debe con-
siderarse como una importante ley fı́sica y una confirmación experimental de los
Principios de la Termodinámica [320]
146 Capı́tulo 7. Formalismo termodinámico y algunas aplicaciones
Ecuaciones T dS
∂P αT
T dS = T dV + CV dT = CV dT + dV
∂T V κT
T dS = −T ∂V dP + CP dT = CP dT − αV T dP
∂T P
∂T ∂T CV κ T CP
T dS = CV ∂P dP + CP ∂V dV = α dP + αV dV
V P
17
Para generalizar este resultado a un sistema XY T , se debe identificar κS ≡
χS = 1/Y (∂Y /∂X)S , coeficiente de susceptibilidad adiabática generalizada.
18
El mismo comentario que se ha hecho para la relación de Mayer se puede
hacer para la relación de Reech.
21
Ver Ref. [319], donde se lleva a cabo una geometrización muy interesante de
este formalismo termodinámico.
7.4. Formalismo termodinámico 147
dU = T dS − P dV (7.41)
dU = T dS + Γ dL (7.42)
dU = T dS + σ dΣ (7.43)
dU = T dS + µ0 H dM . (7.44)
1 P
dS = dU + dV . (7.45)
T T
Como ya se ha señalado, las Relaciones de Maxwell son claves en el
desarrollo del formalismo termodinámico. Se obtiene entonces que
para la energı́a interna, Ecs. (3.58) y (7.26),
∂U ∂U
= CV
= CL
∂T V ∂T L
∂U ∂P
∂U ∂Γ
=T −P = −T +Γ ,
∂V T ∂T V ∂L T ∂T L
(7.46)
respectivamente para un sistema P V T y para un sistema ΓLT 22 .
De forma semejante, para la entropı́a, a partir de las Ecs. (7.45) y
(7.13), se tiene que
∂S 1 ∂U ∂S 1 ∂U
= = CTV
= = CTL
∂T V T ∂T V ∂T
L T ∂T
L
∂S ∂P
∂S ∂Γ
= =− .
∂V T ∂T V ∂L T ∂T L
(7.47)
Como ya se indicó (Sec. 3.8), con sólo los coeficientes α, κT y CV
es posible calcular cualquier otro coeficiente termodinámico. Estos
22
Las Relaciones de Maxwell para un sistema ΓLT se obtienen sin más que
sustituir en las correspondientes Relaciones de Maxwell Tab. 7.1, −P ≡ Γ y
V ≡ L.
148 Capı́tulo 7. Formalismo termodinámico y algunas aplicaciones
T cP /R
cP ln T1 − R ln P1 = cP ln T2 − R ln P2 ⇒ = Cte
P
En general, aunque se puedan calcular los estados inicial y final de
un proceso adiabático reversible, la mayorı́a de las veces el trabajo
es difı́cil de calcular, pues no existe una expresión analı́tica simple
P = P (V ) para la adiabática. En el caso de un gas ideal, es inmediato
obtener que a lo largo de una isoentrópica 23 ,
T cP /R P cP /R V cP /R
= Cte ⇒
P P
= P V cP /cV = P V γ = Cte
N 2a
U = U0 + CV T − .
V
Por lo tanto, haciendo ∆U = 0, U2 = U1 , se tiene que
N 2a N 2a Na 1 1
CV T1 − = CV T2 − ⇒ ∆T = −
V1 V2 cV V2 V1
µ0 M 2
S = S(M, T ) = S0 − + A ln T .
2C
Para la energı́a interna se tiene
∂U ∂U ∂H
= A; = −µ0 T + µ0 H = 0 ,
∂T M ∂M T ∂T M
24
Este coeficiente (∂T /∂V )U , desde un punto de vista fı́sico debe considerarse
más bien como una relación entre incrementos que como una derivada parcial de
una función. Ası́, una vez que al sistema se le deja expandirse libremente (infinite-
simalmente) hasta que un tope limita su expansión, cuando se haya alcanzado un
nuevo equilibrio el volumen habrá alcanzado un valor V + dV , mientras que la
temperatura habrá alcanzado un valor T + dT . La relación (dT /dV )U , dará el
valor de (∂T /∂V )U para ese estado [320].
25
Nótese que, al igual que le sucede a un gas ideal, la energı́a interna está fijada
por el estado termodinámico (Ley de Hess), pero el estado termodinámico puede
ser diferente para la misma energı́a interna [157]. Ver Ref. [245] para una revisión
de los sistemas ideales.
7.4. Formalismo termodinámico 151
P H
∆PT T =C te
∆PS T =C te
S =C te
S =C te
∆V V M
(a) (b)
∆T
H = C te
P =C te
∆ SV S S
∆SP
(a) (b)
Sistemas abiertos
157
158 Capı́tulo 8. Sistemas abiertos
s(T, v) = s0 + cV ln T + R ln v , (8.3)
A A
∆N
(N,V) (N+∆ N ,V)
(i) (f)
Figura 8.1: Sistema con pistón que se escoge para mostrar las dificultades
del aplicar el concepto de trabajo, definido para sistema cerrados, en sis-
temas abiertos. (i) Situación inicial. (f) Situación final, en la que se han
introducido ∆N moles en el sistema A.
A' A A
∆N N N+∆N
(u,v) (u,v) (u',v')
(i) (f)
Figura 8.2: Esquema que ilustra la dificultad de aplicar el concepto de calor
en sistemas abiertos. (i) Sistema dividido en dos partes por una pared
diaterma fija. (f) Sistema final obtenido al eliminar la ligadura anterior.
dU = T dS − P dV + µ dN . (8.8)
dU P µj q
dS = + dV − dNj , (8.12)
T T j=1
T
de donde
µj ∂S
=− . (8.13)
T ∂Nj U,V,N =Nj
sólo se puede decir que relaciona los valores de ciertas variables ter-
modinámicas en dos estados de equilibrio próximos, pues en ningún
proceso infinitesimal del estado Ui (S, {Yp }, {Nq }) al Uf (S + dS, {Yp +
dYp }, {Nq + dNq }) puede considerarse el término pi=1 Xi dYi como
el trabajo realizado sobre el sistema, ni T dS como el calor absorbido
por éste.
8.2. Extensión de la Termodinámica a sistemas abiertos 163
por lo que
U P µ
+ V − N.
S(U, V, N ) = (8.21)
T T T
Si se diferencia ahora S respecto a todas sus posibles variaciones, se
tiene que
1 1 P
dS = dU + U d + dV
T T T
P µ µ
+ Vd − dN − N d . (8.22)
T T T
Por su parte, la Relación Fundamental Ec. (8.10) establece otra
dependencia entre las variaciones de estas magnitudes dS = dU/T +
(P/T ) dV − (µ/T ) dN , de donde se concluye que
1 P µ
Ud +V d −Nd = 0, (8.23)
T T T
ecuación que establece una relación entre las posibles variaciones de
las magnitudes intensivas T , P y µ. Esta última expresión se denom-
ina relación de Gibbs–Duhem, aunque normalmente aparezca de una
8.3. Relación de Gibbs–Duhem 165
U = T S − P V + µN . (8.24)
dU = T dS + S dT − P dV − V dP + N dµ + µ dN , (8.25)
S dT − V dP + N dµ = 0 , (8.26)
Integrando,
µ = R T ln P + f (T ) + C te (8.30)
µ = R T ln P − cP ln T dT + C te . (8.31)
µ = µ0 (T ) + R T ln P , (8.32)
total de moles puede variar. Pero este reparto de masa debe obede-
cer siempre la estequiometrı́a de la reacción, lo que significa que las
variaciones dNi en el número de moles de cada especie quı́mica Ai
no son independientes y deben relacionarse, de acuerdo con la Ley de
Proust de las proporciones definidas, como
dN1 dN2 dNi
= = ... = = dξ , (8.38)
ν1 ν2 νi
donde ξ es el denominado grado de avance de la reacción. Estas
relaciones, Ec. (8.38), se cumplen cualquiera que sea el estado del
sistema y, particularmente, en el equilibrio.
En el caso más general, admitiendo un sistema termodinámico en
equilibrio en el que se pueden producir reacciones quı́micas, se tiene
que
dU = T dS − P dV + µi dNi . (8.39)
i
Como dξ es igual para todas las especies quı́micas,
dU = T dS − P dV + µi νi dξ . (8.40)
i
dU = T dS − P dV − Adξ , (8.42)
donde
Adξ = − µi νi dξ . (8.43)
i
Este término debe interpretarse como una forma de trabajo realizado
sobre el sistema a consecuencia de su cambio de composición, por lo
8.5. Formalismo termodinámico en sistemas reaccionantes 169
que suele denominarse trabajo quı́mico. Al igual que los demás tra-
bajos de configuración consta del producto de una variable intensiva
A y el diferencial de otra extensiva, dξ, y se trata de energı́a que se
describe con muy pocos grados de libertad 4 .
4
Este es otro ejemplo, como ya se demostró en el Cap. 6, de sistemas gaseosos
a partir de los cuales es posible obtener trabajo sin que exista variación de volu-
men. Naturalmente, para lograrlo en el caso de sistemas reaccionantes, la reacción
quı́mica no ha debido alcanzar el equilibrio (Sec. 10.5.2) [151].
Capı́tulo 9
Tercer Principio
171
172 Capı́tulo 9. Tercer Principio
∆h = h(T0 , P0 ) = QP , (9.2)
4
Como se ha sugerido, ver Ref. [265], si en la comprobación del Tercer Principio
se encuentra alguna discrepancia experimental, se puede admitir que hay un efecto
desconocido que da lugar a la discrepancia. Ver Ref. [49], donde se discute la
aplicación de esta idea al caso del orto- y para- hidrógeno. Ref. [322]
5
Esta nueva función de estado se introducirá de nuevo en la Sec. 10.3. Ver
Ref. [235].
6
El estado estándar se toma en T0 = 298, 15 K y P0 = 101, 325 kPa.
7
Puesto que los mismos elementos pueden presentarse en diferentes estados de
agregación, se toma como referencia el elemento en el estado en que es estable en
las condiciones de referencia (carbono sólido en forma de grafito, y no diamante,
oxı́geno gaseoso molecular, y no atómico, etc.)
8
Calor intercambiado cuando se obtiene un mol de compuesto a partir de sus
elementos componentes en condiciones estándar.
9.1. Algunos resultados experimentales 173
lim ∆S = 0 . (9.7)
T →0
lim S = 0 . (9.8)
T →0
9
Enunciado de Zemansky. Zemansky enuncia de la siguiente manera el
Tercer Principio [330]: La variación de entropı́a asociada con cualquier proceso
reversible isotermo se aproxima a cero a medida que la temperatura se acerca a
cero. El Teorema de Nernst se modifica en este caso para restringirlo a procesos
reversibles e isotermos. Se pueden encontrar procesos que conecten dos estados
de diferente entropı́a cerca del cero absoluto, pero no procesos reversibles. Enun-
ciado de Hatsopoulos-Keenan. La entropı́a de cualquier sistema finito se
aproxima a un valor no infinito a medida que la temperatura absoluta se aproxima
a cero [129].
10
Enunciado de Lewis-Randall. Basándose en el hecho experimental de que
la entropı́a de las mezclas tiene un valor positivo en el cero absoluto, Lewis y Ran-
dall enunciaron el Tercer Principio de la siguiente manera [129]: Si la entropı́a de
cada elemento en algún estado cristalino toma el valor cero cuando la temperatura
absoluta es cero, cualquier sustancia (cualquier material formado por más de una
clase de elementos) tiene una entropı́a positiva. En el cero absoluto la entropı́a
puede anularse, lo que sucede en el caso de las sustancias perfectamente cristali-
nas. Aunque en este enunciado se habla de sustancias perfectamente cristalinas,
actualmente se admite que tanto este enunciado como los anteriores se cumplen
para todos los sistemas en estados de equilibrio. Esto incluirı́a el caso de lı́quidos
(como el 3 He y el 4 He) y gases (como el caso de los electrones en un metal, o gas
de electrones)[164].
176 Capı́tulo 9. Tercer Principio
S
S H=0 S
H=0
H≠0
H=Hi H=Hi
Tf =0 Ti T Tf > 0 Ti T Tf > 0 T
(a) (b) (c)
A + B ↔ C, (9.17)
de Curie.
∂M ∂S
lim µ0 = lim = 0. (9.21)
T →0 ∂T H T →0 ∂H T
Para un sistema magnético que obedece la Ley de Curie, M =
CH/T se tiene, a partir de la Cuarta Relación de Maxwell para un
sistema magnético, que
∂S ∂M C
= µ0 = −µ0 H, (9.22)
∂H T ∂T H T2
por lo que no se cumple la condición exigida por el Tercer Principio.
Se concluye entonces que esta ley de Curie deja de ser válida cerca
del cero absoluto.
Capı́tulo 10
Potenciales
termodinámicos
183
184 Capı́tulo 10. Potenciales termodinámicos
Pero, de (10.1)
∂TB CV A
=− (10.4)
∂TA U CV B
de donde
∂∆S CV A CV A
= − = 0, (10.5)
∂TA U TA TB
10.2. Principio de Mı́nima Energı́a Interna 185
CV A TA,i + CV B TB,i
TA = TB = , (10.6)
CV A + CV B
lo que establece una relación entre las temperaturas TA∗ y TB∗ . Por
otra parte, la variación de energı́a interna es
de donde
∂U T∗
= CV A 1 − B∗ = 0, (10.12)
∂TA∗ S TA
Por tanto, en el equilibrio se debe cumplir que TA∗ = TB∗ .
Sustituyendo en la condición (10.7) de conservación de la entropı́a,
se tiene que
1/CV A +CV B
TA∗ = TB∗ = TAC,Vi A TBC,iV B , (10.13)
6
Trabajo neto obtenido por un agente externo.
7
Nótese que P0 no tiene que ser igual ni a PA ni a PB .
10.3. Principio de Mı́nima Entalpı́a 189
δ Q1 δ Q2
TAi TBi TAf C TBf
Tf Tf
(i) (f)
Figura 10.1: Sistema formado por los cuerpos A y B y una fuente de presión
a presión P0 . (i) Situación inicial. Una ligadura adiabática impide el in-
tercambio de calor entre los cuerpos. (f) Situación final (Tf ). Mientras se
alcanza, una máquina térmica C está conectada entre ambos cuerpos. El
trabajo puede abandonar la frontera adiabática del sistema.
de donde
TA
∂UA ∂VA
+ P0 dT
TA,i ∂T P ∂T P
TB
∂UB ∂VB
+ + P0 dT = 0 . (10.23)
TB,i ∂T P ∂T P
Pero debe notarse que en los intercambios de calor entre los cuer-
pos A y B, la condición (10.22) de conservación de la energı́a in-
terna del sistema se cumple siempre 8 que PA = PB = P0 . Con esta
8
Esta es una condición suficiente, aunque no necesaria. El análisis del equilibrio
que se puede alcanzar en condiciones de no igualdad de presiones entre cuerpos y
fuente exigirı́a datos adicionales.
10.3. Principio de Mı́nima Entalpı́a 191
H ≡ U + PV , (10.32)
CV A 1
− CV A = 0 , (10.44)
TA T0
lo que indica que en el equilibrio la temperatura del cuerpo A debe
ser la misma que la del foco. El mismo resultado se obtiene aplicando
el Principo de Mı́nima Energı́a Interna, con
TA∗ QA
∆S = ∆SA + ∆SFC = CV A ln − =0 (10.45)
T A ,i T0
∆U = ∆UA − T ∆S A ≤ 0 . (10.47)
F ≡ U − TS , (10.48)
implica
CP A 1
− CP A = 0 . (10.55)
TA T0
En el equilibrio la temperatura del cuerpo A debe ser la misma que
la del foco.
no es constante sino que disminuye en cada proceso irreversible, a semejanza de
la entropı́a.
198 Capı́tulo 10. Potenciales termodinámicos
y, en general,
∆U = ∆UA − T ∆S A + P ∆V A ≤ 0 . (10.58)
G ≡ U − TS + PV , (10.59)
Diamante y grafito
La variación de entropı́a que se produce al pasar de grafito a diamante
a 25 ◦ C y 1, 01×105 Pa es de ∆sg→d = −3, 344 J·K−1 mol−1 (Tabla
9.1). La variación de entalpı́a en este mismo proceso es de ∆hg→d =
1, 88 kJ·mol−1 . Sus densidades son, ρd = 3, 513×106 g·m−3 para el
diamante y ρg = 2, 260×106 g·m−3 , para el grafito. El peso atómico
del carbono es 12. ¿En qué condiciones de presión y temperatura será
posible transformar espontáneamente grafito en diamante 28 ?
Si el carbón en forma de grafito pasa a diamante, su entropı́a dismi-
nuye y se debe aportar calor a un foco para que aumente su entropı́a
y compense esta disminución. El calor cedido al foco a 25 ◦ C viene
dado tanto por el trabajo de compresión, −P (vd − vg ), como por la
disminución de la energı́a interna.
A bajas presiones, la variación de entalpı́a del proceso es positiva y a
la disminución de entropı́a del diamante (-3,344 J·K−1 ·mol−1 ) hay que
añadirle la disminución de entropı́a del foco (∆hg→d /(273, 15 + 25) =
−6, 31 J·K−1 ·mol−1 ). Como el resultado global es que la entropı́a del
universo disminuirı́a en ese proceso, la Termodinámica prohibe que
se produzca espontáneamente. El proceso inverso, pasar de diamante
a grafito, sı́ es espontáneo en esas condiciones.
Pero como ∆h = ∆u + P (vd − vg ), al ser vd < vg , aumentando la
presión se puede lograr que ∆h se haga negativo, que la entropı́a del
foco aumente y que se compense la disminución de la entropı́a del
carbón en su paso de grafito a diamante, tal que el incremento de la
27
Por ejemplo, permitiendo que gases diferentes a la misma temperatura y
presión reaccionen quı́micamente.
28
Una mezcla de grafito y diamante a la misma temperatura y presión es un
sistema que no está en equilibrio quı́mico, por lo que puede obtenerse trabajo
llevando el sistema al equilibrio.
10.5. Principio de Mı́nimo de la Función de Gibbs 201
10 3 Líquido
10 2 Grafito
10
Vapor
1
Figura 10.2: Diagrama de fases del carbono, con sus formas sólidas
alotrópicas grafito y diamante. En el Punto Triple coexisten tres fases (Sec.
11.2.1), dos formas sólidas alotrópicas y la fase lı́quida. También es un punto
triple el punto en que coexisten el sólido (grafito), el lı́quido y el vapor.
H m = U − µ0 HM ,
Gm = U − µ0 HM − T S = Hm − T S .
10.6 Resumen
Una forma simple de resumir los anteriores Principios es relacionarlos
con la Desigualdad de Clausius.
Considérese un sistema termodinámico complejo formado por los
cuerpos A y B (Fig. 10.3(a)), donde el sistema sólo intercambia calor
con un foco a la temperatura T y hay una fuente de trabajo carac-
terizado por X. En general, la temperatura del sistema (que puede
no estar definida como en este caso en que A y B tienen diferentes
temperaturas) es la misma que la del foco.
Cuando en un sistema termodinámico se conectan dos estados
de equilibrio, en cada intervalo de un proceso reversible que conecta
ambos estados de equilibrio, se cumple la igualdad 30
dU − Xi dYi − δW ∗ = T dS , (10.73)
i
30
Nótese que, a diferencia de la Ec. (7.1), se consideran trabajos, δW ∗ , distintos
de los trabajos de configuración.
206 Capı́tulo 10. Potenciales termodinámicos
W* W*
X0 P0
(TA ,X0 ) (TB ,X 0 ) (TA ,P0 ) (TB ,P 0 )
A B A B
Q Q
T0 T0
(a) (b)
T dS > δQ , (10.75)
dU Xi δW ∗
dS − + dYi − > 0, (10.77)
T i
T T
indican los cambios que pueden tener lugar en un sistema cuando éste
evoluciona hacia el equilibrio. Estas desigualdades, que también se
pueden resumir como δW ∗ ≤ −(dU − T dS − i Xi /T ), indican los
cambios que se pueden producir espontáneamente o bien los procesos
que se pueden utilizar para obtener trabajo del sistema. Si los pro-
cesos son tales que estas desigualdades no se cumplen, el sistema se
está alejando del equilibrio. En esos casos, se tratará de procesos no
espontáneos, en los que hay que proporcionar trabajo al sistema.
En un proceso finito, W ∗ ≤ −(∆U − T ∆S − i Xi ∆Yi ), donde
∆U = ∆UA + ∆UB , ∆S = ∆SA + ∆SB , y ∆Y = ∆YA + ∆YB (∆V =
∆VA + ∆VB ), se refieren a variaciones de funciones de estado del
sistema (A+B), y siendo T la temperatura del foco.
En resumen, se está interesado en tres clases de procesos. Una
primera clase son los procesos espontáneos, donde no hay ninguna
intervención externa, con W ∗ = δW ∗ = −WN = 0, para los cuales
la desigualdad anterior dará los criterios de evolución espontánea.
Una segunda clase de procesos serán los reversibles con obtención
de trabajo neto, para los cuales W ∗ = δW ∗ = Wmax = −WN ,
es el trabajo máximo obtenible. Estas condiciones proporcionarán
otro criterio de equilibrio. Una tercera clase de procesos que serán
reversibles con cesión de trabajo por parte de un agente externo, para
los cuales el sistema se alejará del equilibrio y para los cuales W ∗ =
−Wmin , o trabajo mı́nimo que habrá que realizar. Estos dos últimos
procesos son equivalentes y simétricos.
dS > 0 . (10.78)
dU + P dV − δW ∗ = 0 . (10.80)
y
−∆H = W ∗ = WN , (10.81)
con lo que la disminución de la entalpı́a se transforma en trabajo.
dU − T dS < 0 . (10.82)
dU − T dS − δW ∗ = 0; ∆F = W ∗ = Wmax , (10.84)
dU + P dV − T dS < 0 . (10.85)
dU + P dV − T dS = dG < 0 , (10.86)
dU + P dV − T dS − δW ∗ = 0; −∆G = WN . (10.87)
∆h = T ∆s = 2261, 3 J · g−1 .
∆g = gv − gl = ∆h − T ∆s = 0 .
10.7. Los potenciales como transformadas de Legendre 211
U = U (S, V, N ) , (10.88)
siendo su diferencial
dU = T dS − P dV + µ dN + δW ∗ (10.89)
U [T ] = F (T, V ) = U − T S = −P V + N µ , (10.92)
d F = dU − T dS − S dT (10.93)
dF = −S dT − P dV + µ dN + δW ∗ . (10.94)
dH = T dS + V dP + µ dN + δW ∗ . (10.98)
U = U (S, V ) dU = T dS − P dV T = ∂U
∆US,V ≤ 0
∂S V
P = − ∂V
∂U
S
H = H(S, P ) dH = T dS + V dP T = ∂H
∆HS,P ≤ 0
∂S P
∂H
V = ∂P S
F = F (S, V ) dF = −SdT − P dV S=− ∂F
∆FT,V < 0
∂T V
P = − ∂V
∂F
T
G = G(T, P ) dG = −SdT + V dP S=− ∂G
∆GT,P < 0
∂T P
∂G
V = ∂P T
Equilibrio y estabilidad
217
218 Capı́tulo 11. Equilibrio y estabilidad
2
Con anterioridad se ha utilizado la notación δ para denotar las diferenciales
inexactas. En este capı́tulo se utiliza para denotar los procesos virtuales infinite-
simales [33].
3
Por ejemplo, cada mitad se pone en contacto con focos de calor a temperaturas
diferentes. El subsistema en contacto con el foco a mayor temperatura pierde
materia. Se introduce una pared diaterma entre ambos subsistemas y se recupera
la temperatura inicial.
4
En la formulación de Gibbs se refiere a transformaciones virtuales. Se pueden
reformular los dos principios anteriores del modo siguiente: 1. En todo proceso
virtual de un sistema aislado en equilibrio en el que la energı́a, el volumen y la
masa permanezcan constantes, decrece la entropı́a. 2. En todo proceso virtual
de un sistema aislado en equilibrio en el que la entropı́a, el volumen y la masa
permanezcan constantes, aumenta la energı́a del sistema.
11.1. Condiciones de equilibrio 219
equilibrio estable son (DS)U,V,N < 0 o (DU )S,V,N > 0. Para desplaza-
mientos infinitesimales (δS)U,V,N ≤ 0 o (δU )S,V,N ≥ 0, con
Equilibrio Térmico
Se van a analizar en primer lugar las condiciones de equilibrio frente al
intercambio de energı́a. Considérese un sistema complejo aislado, con
subsistemas A y B separados por una pared diaterma, impermeable
y rı́gida.
La entropı́a total se escribe como suma de la entropı́a de cada uno
de los subsistemas
δUA δUA 1 1
= ⇒ = , (11.8)
TA TB TA TB
Equilibrio Mecánico
Supónganse ahora, en el sistema anterior, variaciones virtuales de vo-
lumen tales que el volumen de cada subsistema puede variar (se puede
imaginar que un émbolo diatermo separa los subsistemas). La canti-
dad de materia permanece fija en cada subsistema. La energı́a interna
total es constante. En general, se puede imaginar que el émbolo que
separa ambos subsistemas tiene diferentes secciones, AA y AB respec-
tivamente, en cada subsistema, de tal manera que la longitud total
total del sistema es constante. Ası́:
UA + UB = U0 , LA + LB = L0 , (11.14)
Sustituyendo las derivadas parciales por sus valores (Ec. (7.3) y Ec.
(7.4)), se tiene
1 1 AA PA AB PB
δS = − δUA + − δLA = 0 . (11.17)
TA TB TA TB
Como δS debe anularse para cualesquiera valores de δUA y δLA , se
tiene
1 1
− =0 (11.18)
TA TB
y
AA PA AB PB
− = 0. (11.19)
T1 TB
La presencia de un émbolo diatermo separando los subsistemas con-
duce a la igualdad de las fuerzas,
FA = AA PA = AB PB = FB , (11.20)
11.1. Condiciones de equilibrio 223
Equilibrio de materia
Otro ejemplo sobre el modo en que el Principio de Máxima En-
tropı́a proporciona información sobre el equilibrio es el caso de un
sistema separado en dos partes con composiciones quı́micas diferen-
tes, por una pared fija y permeable a una sustancia e impermeable a
las demás 9 (pared semipermeable). El equilibrio entre las composi-
ciones quı́micas de los subsistemas se denomina equilibrio material.
Se tienen las ecuaciones de ligadura
UA + UB = U0 , NA + NB = N0 , (11.22)
donde NA y NB son los números de moles de la especie que puede
atravesar la pared. Las variaciones virtuales de entropı́a en el equili-
brio deben obedecer la condición δS = 0. Por tanto, se tiene
∂SA ∂SB
δS = δUA + δUB
∂UA NA ∂UB NB
∂SA ∂SB
+ δNA + δNB = 0 . (11.23)
∂NA UA ∂NB UB
8
Si la superficie de separación entre los subsistemas A y B hubiera tenido
curvatura, por ejemplo en el caso de la superficie de una gota que separa el lı́quido
de su vapor, la condición de equilibrio mecánico habrı́a sido diferente [243]. La
igualdad de presiones como condición de equilibrio mecánico no es tan general
como la condición de igualdad de temperaturas para el equilibrio térmico [320].
9
En algunos casos, puede tratarse de una separación ficticia, por ejemplo, la
superficie de separación entre fases diferentes.
224 Capı́tulo 11. Equilibrio y estabilidad
N2 O4 = 2NO2 → 2NO2 − N2 O4 = 0
(δH)S,P ≥ 0 . (11.31)
dF = −S dT − P dV . (11.32)
dG = −S dT + V dP , (11.34)
se puede enunciar
(δG)T,P ≥ 0 . (11.35)
δU − T δS + P δV ≥ 0 , (11.36)
δU − T0 δS + P0 δV ≥ 0 . (11.40)
∆U − T0 ∆S + P0 ∆V − µ0 H0 ∆M − Γ0 ∆L − E0 ∆Π ≤ 0 . (11.41)
gI = gII , (11.44)
∆h = hII − hI . (11.45)
(uII −uI )−T (sII −sI )+P (vII −vI ) = (hII −hI )−T (sII −sI ) = 0 . (11.47)
dP ∆s
= . (11.50)
dT ∆v
20
En el punto crı́tico de ciertas transiciones de fase no hay implicado calor
latente.
21
Esta relación entre entropı́a y calor demuestra que los procesos entre fases en
equilibrio son procesos reversibles. Sin embargo, en ocasiones se pueden obtener
estados de no equilibrio, lı́quidos subenfriados o lı́quidos sobrecalentados en los
que al producirse la transición de fase, el proceso es irreversible.
22
Las formas funcionales de gI y de gII pueden ser completamente diferentes,
por lo que los resultados obtenidos son completamente generales.
232 Capı́tulo 11. Equilibrio y estabilidad
dP ∆h
= . (11.51)
dT T (vII − vI )
o todavı́a
dP ∆h dT
=− . (11.53)
P R T2
Integrando, se tiene
∆h
P = C exp − , (11.54)
RT
Gibbs 25 :
δ2U = δ 2 UA + δ 2 UB = (11.57)
1 ∂2U 1 ∂2U
(δSA )2 + (δSB )2 ,
A B
2 ∂S 2 VA ,NA
2 ∂S 2 VB ,NB
238 Capı́tulo 11. Equilibrio y estabilidad
se obtiene
1 TA TB
2
δ U = + ( δSA )2 , (11.59)
S,V,N 2 CV,A CV,B
CV ≥ 0 . (11.60)
Fi i
c d
Hi Met i Met
HI x y
FII b
a
SI S i SII S VI Vi VII V
(a) (b)
11.4.1 Resumen
T T T
T T +∆T T+2 ∆T CV < 0
Q Q Q
(a)
T T T
T T +∆T T CV > 0
Q Q
P P P
κT < 0
P P - ∆P P - 2 ∆P
(b)
P P P
κT > 0
P P +∆ P P
A B A B
T + ∆ TV T
( T + ∆ TV , P) (T,P)
Q Q'
(a) (b)
κT ≥ κ S . (11.72)
11.5.1 Resumen
Cuando en un sistema termodinámico en equilibrio se produce un
cambio brusco en alguna de sus variables, se induce un cambio en
todas las restantes variables termodinámicas, conjugadas de la per-
turbada o no. Estos cambios inducidos influyen de forma diferente
sobre la variable conjugada de la que se perturba (reacción directa)
que sobre las restantes variables (reacciones indirectas). Además, los
cambios inducidos inicialmente se ven modificados cuando el sistema
alcanza un nuevo equilibrio con su entorno.
Tanto el Principio de Le Châtelier como Principio de Le Châtelier-
Braun en sus formulaciones anteriores son bastante vagos, pues al
decir que el sistema tiende a anular la perturbación no se especifica si
el sistema responde en la dirección de la perturbación o en la dirección
opuesta. Una formulación cualitativa más precisa de estos Principios
serı́a [112]:
(1) Las pequeñas variaciones en variables de desplazamiento no
permanentes de un sistema en equilibrio estable inducen la
aparición de fuerzas (variables conjugadas) que tienden a re-
cuperar el equilibrio.
11.5. Principio de Le Châtelier-Braun 247
∆S ∆V(0+)
Respuestas
Respuestas
∆V(∞)
∆T(0+)
∆T(∞) −∆ P
∆V(∞) −∆S(∞)
∆V(0+)=0 −∆S(0+)=0
−∆P(∞) t ∆T(∞) t
−∆P(0 ) +
∆T(0+)
(a) (b)
Por tanto ∆V (∞) > ∆V (0+ ) > 0, (−∆P > 0). Ası́,
∆V ∂V ∆V ∂V
− ≈− > − ≈− > 0
∆P T ∂P T ∆P S ∂P S
∆S ∂S ∆S ∂S
≈ > ≈ > 0
∆T P ∂T P ∆T V ∂T V
Principio de Principio de
Le Châtelier Le Châtelier-Braun
2
Capacidades térmicas cP ≥ 0 , cV ≥ 0 cP = Tκvα
T
+ cV ≥ cV
Compresibilidades κT ≥ 0 , κS ≥ 0 κ T = cV ≥ κS
κS cP
Preguntas engañosas
Algunas preguntas que parecen tener contestaciones de sentido común
resultan tener respuestas algo más complicadas [117].
¿Siempre que se proporciona calor a un sistema, éste aumenta su
temperatura?
No necesariamente. En una transición de fase el sistema puede ab-
sorber calor y no variar su temperatura. En un proceso politrópico
de un sistema (P V T ) de ecuación P V k = Cte , con un gas ideal, para
ciertos valores de k se obtienen capacidades calorı́ficas negativas. En
11.5. Principio de Le Châtelier-Braun 251
Verificación experimental
de la Termodinámica
253
254 Capı́tulo 12. Verificación experimental de la Termodinámica
Tabla 12.2: Datos experimentales del volumen especı́fico v, (m3 kg−1 ) (parte
superior), de la entalpı́a especı́fica h, (kJ kg−1 ) (parte media), y de la en-
tropı́a especı́fica s, (J kg−1 K−1 ) para el agua lı́quida a diferentes presiones
(entre paréntesis) y temperaturas. Las presiones vienen dadas en MPa [155].
12.2. Comprobación del Primer Principio 257
t/ h(P ) / 103 cP (P ) /
◦C J kg−1 J kg−1 K−1
tales.
Por otro lado, el formalismo termodinámico del Primer Principio
permite obtener este coeficiente de manera diferente. Ası́, para la
entalpı́a especı́fica, h(T, P ) se puede escribir,
∂h ∂h
dh = dT + dP . (12.1)
∂T P ∂P T
(Sec. 7.2)
∂s ∂v
=− (12.7)
∂P T ∂T P
t f (v) (2, 5) f (v) (5, 0) f (v) (7, 5) f (v) (10, 0) f (v) (12, 5)
/◦ C /10−6 /10−6 /10−6 /10−6 /10−6
5
Ésta puede considerarse como una conclusión general. Si a partir de una serie
de datos numéricos se comprueba que en un intervalo de los mismos no se cumple
una relación termodinámica más allá del error admisible, dichos datos no deben
utilizarse para obtener otros coeficientes.
12.3. Comprobación del Segundo Principio 263
Tabla 12.9: Valores del cociente RM=(cP − cv )κT /T vα2 , relacionado con la
Relación de Mayer, obtenidos a partir de los datos de la Tab. 12.2, previo
cálculo por derivación numérica de α, κT , cP y de cv mediante la Ec. (12.6).
Cerca de 0 ◦ tanto α como cP − cv están próximos a cero, por lo que los
errores numéricos son importantes.
y una vez que se ha mostrado que para los datos de v(T, P ) y h(T, P )
proporcionados se verifica que
∂h
v− = T vα , (12.12)
∂P T
α2
cP − cv = T v (12.13)
κT
Tabla 12.10: Parte superior, valores del coeficiente B ≡ (∂T /∂P )v obtenidos
por interpolación a partir de los datos de v(T, P ) de la Tab. 12.2 e, in-
mediatamente debajo, los obtenidos mediante la relación termodinámica
(∂T /∂P )v = κT /α, previo cálculo numérico de los coeficientes κT y α
(Ap. C). Parte media, valores del coeficiente µJK ≡ (∂T /∂P )h obtenidos
por derivación por interpolación a partir de los datos de h(T, P ) de la
Tab. 12.2 e, inmediatamente debajo, mediante la relación termodinámica
(∂T /∂P )h = v(T α − 1)/cP , previo cálculo de los coeficientes cP y α. (Ap.
C). Parte inferior, valores del coeficiente A ≡ (∂T /∂P )s obtenidos por
derivación por interpolación a partir de los datos de s de la Tab. 12.6 y,
debajo, mediante la relación termodinámica (∂T /∂P )s = T vα/cP , previo
cálculo de los coeficientes cP y α.
268 Capı́tulo 12. Verificación experimental de la Termodinámica
7
Téngase en cuenta que ninguna de las magnitudes u(T, P ), s(T, P ), h(T, P ) o
f (T, P ) es una Ecuación Fundamental, pues las variables T y P sólo son variables
naturales de g(T, P ) y de ningún otro potencial termodinámico.
Apéndice A
Ecuaciones de estado
271
272 Apéndice A. Ecuaciones de estado
Se tiene que
∂U ∂Y
CX − CY = +X , (A.4)
∂Y T ∂T X
P
2,0
1,5
C (g)
1,0 (f)
(e)
(d)
0,5 (c)
i (b)
(a)
0,0
-0,5
0,300 0,975 1,650 2,325 3,000 v
Figura A.1: Algunas isotermas del gas de van der Waals en unidades re-
ducidad, Ec. ??. C es el Punto Crı́tico. (a) Tr = 0, 80 (con presiones
negativas); (b) Tr = 0, 85;(c) Tr = 0, 90;(d) Tr = 0, 95;(e) Tr = 1, 00 (TC );(f)
Tr = 1, 05;(g) Tr = 1, 10. Para Tr < 1 se tienen regiones con coeficiente de
compresibilidad negativo. La lı́nea i es el lugar geométrico de los extremos
de las isotermas. Por debajo de esta lı́nea κT < 0 y los estados homogéneos
son inestables [120].
Para estos gases hay dos coeficientes que permiten medir las
diferencias del gas real frente al gas ideal, el coeficiente de Joule
(expansión libre o proceso de Gay-Lussac–Joule) y el coeficiente
de Joule-Kelvin (estrangulación). Se va a calcular el coeficiente
de Joule para la ecuación térmica de estado anterior.
5
La aproximación émpı́rica al comportamiento de un gas real en todo el in-
tervalo de temperaturas exigirı́a un número infinito de términos del virial (Sec.
2.2).
A.2. Algunas ecuaciones de estado 277
Para un gas cuya ecuación térmica de estado viene dada por Ec.
A.12, es inmediato obtener que
∂T T 2 dB2
ηJ = = −R .
∂v u cV v 2 dT
6. Cuerda elástica
Para un hilo elástico, el trabajo se expresa de la forma δW =
Γ dL (X ≡ Γ, Y ≡ L). Para una cuerda elástica, una tira de
caucho, una posible ecuación de estado que relaciona la tensión
Γ sobre la cuerda, su longitud y la temperatura, es Γ = c1 T (L−
L0 ), donde c1 es una constante y donde L0 es la longitud en
6
Para un gas cualquiera, con B2 (T ) =Cte (con el caso particular de B2 (T ) = 0
para un gas ideal), tampoco hay variación de la temperatura en un proceso de
este tipo. Para un gas real no es la anulación de su segundo coeficiente del virial
la condición que implica una no variación de la temperatura en un proceso de
expansión libre, sino la anulación de su derivada a esa temperatura. Ası́, un
gas real a su temperatura de Boyle (con B2 (TB ) = 0), sı́ presenta variación de
temperatura en un proceso de este tipo.
7
Por ejemplo, para el He, se tiene que esta temperatura de inversión es
TI (He) ≈ 200 K y para el H2 es de TI (H2 ) ≈ 800 K. Ref.[115]. Ver Fig. ?? en Cap.
10.2. y Ref. [260]. Nótese que las condiciones de estabilidad termodinámicas no
imponen ninguna restricción sobre el signo de este coeficiente.
278 Apéndice A. Ecuaciones de estado
8. Interfase
En una interfase, superficie de separación entre un lı́quido en
equilibrio con su vapor, la coordenada de trabajo es su super-
ficie Σ y la variable conjugada es la tensión superficial σ. La
ecuación térmica de estado deberı́a ser del tipo F (T, σ, Σ) = 0.
Sin embargo, la experiencia demuestra que σ es independiente
del área Σ, por lo que dicha ecuación se reduce a σ = σ(T ).
Una relación empı́rica que se adapta bastante bien al caso de
una interfase entre un lı́quido de estructura microscópica sim-
ple, y su vapor, como son los casos del neón, argón, nitrógeno
u oxı́geno, es
T 11/9
σ = σ0 1 − ,
TC
donde σ0 es una constante y TC la temperatura crı́tica. La
energı́a interna para este sistema depende del área Σ, pues
(∂U/∂Σ)T = −T (∂σ/∂T )A + σ = 0.
8
Para este sistema su coeficiente de dilatación es negativo . El caucho se encoge
cuando se calienta bajo tensión constante. Ver Refs. [204], [267].
A.2. Algunas ecuaciones de estado 279
Ecuación de Young-Laplace
Considérense un sistema formado por dos fases, I y II, separadas
por una interfase. Por ejemplo, una gota lı́quida en equilibrio
con su vapor [1]. Las variables independientes más caracterı́sti-
cas del sistema son los volúmenes de las fases, VI y VII y el área de
la interfase, Σ. La temperatura se considera constante en todo
el sistema. En estas circunstancias, la función de Helmholtz,
F , es el potencial termodinámico más adecuado para tratar los
problemas.
Se tiene que dU = T dS + σdΣ y dF = −SdT + σdΣ. Para el
sistema conjunto F = FI +FII +Fσ , donde σ se refiere a la inter-
fase. La variación en la función de Helmholtz (a T constante)
viene dada por
dF = dFI + dFII + dFσ = −PI dVI − PII dVII + σdΣ . (A.13)
Si ahora se quiere obtener la condición de equilibrio mecánico en
un sistema cerrado, isotermo, en el que una gota de un lı́quido
(fase I) de radio r se encuentra en equilibrio con su vapor (fase
II). Las dos fases se encuentran en equilibrio material, por lo
que sus masas no varı́an. Puesto que el sistema es cerrado, el
volumen total permanece constante, y dVI = −dVII .
Para alcanzar el mı́nimo de F , él área de la interfase tiende a
reducirse, lo que causa una disminución del volumen, lo que a su
vez origina un aumento de F . Ası́, el tamaño de la gota lı́quida
viene determinado por el compromiso entre las dos tendencias.
Imponiendo en la Ec.(A.13) la condición de mı́nimo, dF = 0,
junto con la condición de conservación del volumen, se tiene que
dΣ
PI − PII = σ . (A.14)
dVI
Para una gota esférica de volumen V = 4πr3 /3 y área Σ = 4πr2 ,
se tiene que dΣ/dVI = (dΣ/dr)(dr/dVI ) = 2/r, de donde
2σ
PI − PII = , (A.15)
r
que se conoce como ecuación de Young-Laplace. Cuando en
vez de una gota se trate de una burbuja, con superficie doble,
PI − PII = 4σ/r [243].
9. Dieléctrico
Cuando un dieléctrico se coloca entre las placas de un conden-
sador, se polariza. En un material homogéneo e isótropo se
280 Apéndice A. Ecuaciones de estado
V µ0 M 2
CH = CM + , (A.19)
χm
no es constante.
Para algunos materiales ferromagnéticos se cumple la Ley de
Curie-Weiss
A
χm = (A.20)
T −Θ
en la que A y Θ son constantes independientes de la tempera-
tura y el campo magnético. Θ es la denominada temperatura
crı́tica.
Para un sistema ferromagnético, la ecuación de estado correcta
es
−ΘM T 1+M
H= + ln , (A.21)
a a 1−M
que es una ecuación implı́cita en M , que permite que M = 0
para H = 0, a temperaturas suficientemente bajas [121]. Si
282 Apéndice A. Ecuaciones de estado
ΘM 2 T
U = U (M, T ) = U0 − µ0 + f (T ). (A.23)
2a
La energı́a interna de un sistema ferromagnético depende de la
magnetización.
Las Ecs. (A.18) y (A.20) son ecuaciones térmicas de estado
de un sistema (HM T ). El formalismo para estos sistemas se
desarrolla identificando X ≡ µ0 H e Y ≡ M = JV .
Apéndice B
Herramientas matemáticas
283
284 Apéndice B. Herramientas matemáticas
que las demás, lo que lleva a que se debe, en cada caso, elegir la
variable más adecuada para tratar el problema, lo que, a su vez,
viene determinado por la fı́sica del problema [197].
Para un sistema simple, con sólo tres variables se puede carac-
terizar el estado del sistema (Cap. 1), y de estas tres variables, sólo
dos son independientes, pues entre sı́ están ligadas por la ecuación
térmica de estado
f (X, Y, T ) = 0 . (B.1)
Las siguientes funciones que se encontrarán serán, a su vez, fun-
ciones de estas tres magnitudes (con sólo dos independientes). Ası́,
una función U = U (P, T ) se puede poner como U = U (P, V ) o
U = U (T, V ) con la misma propiedad. Elegir una u otra forma
dependerá del problema concreto 2 .
En muchos casos, se está interesado en responder a la siguiente
pregunta: ¿Cuánto varı́a el valor de U cuando se pasa del punto
(X1 , Y1 ) al punto (X2 , Y2 )? En realidad, la respuesta es muy simple,
pues siendo U una función de estado, se tiene que
∆U = U (X2 , Y2 ) − U (X1 , Y1 ) . (B.2)
donde ∆U es su variación. Pero supóngase ahora que lo que se quiere
es encontrar esa variación de U cuando del punto (X1 , Y1 ) se pasa
al punto (X1 + dX, Y1 + dY ), es decir, de un punto a otro muy cer-
cano3 . Lo que interesa es obtener cómo varı́a U , es decir, obtener dU
en función de dX y de dY , y acaso, del punto inicial (X1 , Y1 ). Esta
necesidad lleva directamente al concepto de derivación parcial, que
no es sino una generalización del concepto de derivada. Supóngase
que el sistema se encuentra sobre la superficie U = U (X, Y ) en el
punto (X1 , Y1 ). Si se quiere mover a otro punto, muy cercano a éste,
se tienen varias opciones. Lo más sencillo es moverse de (X1 , Y1 ) a
(X1 + dX, Y1 ), es decir, mantenerse en la misma coordenada Y1 y de-
splazarse a derecha o izquierda, y luego moverse desde (X1 + dX, Y1 )
hasta (X1 + ∆X, Y1 + dY ), manteniéndose en la misma coordenada
(X1 + ∆X) y moverse hacia adelante o hacia atrás. De esta forma,
también el sistema se habrá desplazado hacia arriba o hacia abajo so-
bre la superficie U . Por supuesto, nada impone que el desplazamiento
en las direcciones X e Y tenga que ser igual.
2
Desde un punto de vista geométrico, una función U = U (X, Y ) es una cierta
superficie en un sistema de ejes coordenados (X, Y, U ), sobre la que se va a de-
splazar el estado del sistema.
3
En Termodinámica esta clase de procesos serán muy importantes y frecuentes,
por lo que se hace necesario considerarlos explı́citamente.
B.1. Derivación parcial 285
∂U U (X1 , Y1 + ∆Y ) − U (X1 , Y1 )
= lim . (B.4)
∂Y X ∆Y →0 ∆Y
Las expresiones (∂U/∂X)Y y (∂U/∂Y )X se denominan, respectiva-
mente, derivada parcial de U con respecto a X, a Y constante, y
derivada parcial de U con respecto a Y , a X constante, y expresan
cómo varı́a la pendiente de la superficie U en una u otra dirección en
el punto en que se calculen.
La variación dU de U , cuando se pasa del punto (X1 , Y1 ) al (X1 +
dX, Y1 + dY ) viene entonces dada por la forma lineal
∂U ∂U
dU = dX + dY . (B.5)
∂X Y ∂Y X
∂2U ∂2U
= (B.16)
∂T ∂V ∂V ∂T
relación muy importante que se conoce como Teorema de Schwartz o
de las derivadas segundas cruzadas.
De esta manera, en una función de dos variables independientes
existen tres derivadas parciales segundas que no son equivalentes.
En general para una función de n variables independientes existen
n(n + 1)/2 derivadas parciales segundas no equivalentes 5 .
bles de su forma pffafiana, que pueden ser tres o más de tres, pu-
diendose obtener siempre la función de estado S, entropı́a, para los
estados de equilibrio del sistema (Refs. [43] [203] [269] [300].).
dZ
P = . (B.35)
dX
9
Sólo existe una transformada de Legendre única si para cada valor de la
variable X hay un único valor de la derivada dZ/dX y viceversa.
B.5. Transformadas de Legendre 293
dZ = X dP + P dX + dη , (B.37)
dη
X=− . (B.38)
dP
Volviendo a eliminar P y η entre ellas, se recupera completamente
Z = Z(X).
El razonamiento anterior se extiende sin dificultad al caso de una
función Z de varias variables. Se escribe entonces que una transfor-
mada de Legendre es
n
η=Z− Pi X i , (B.39)
i=1
Diferenciando resulta
n
n
n
dη = dZ − dP i Xi − Pi dX i = − dP i Xi . (B.41)
i=1 i=1 i=1
294 Apéndice B. Herramientas matemáticas
de donde
∂η
Xi = − . (B.43)
∂Pi P1 ,...,Pi−1 ,Pi+1 ,...,Pn
F (T, V ) = U − T S = CV T − T S0∗ + CV T ln T + N RT ln V .
U = U (V, T ) = U0 + CV T , (B.44)
F = F (T, V ) = U − T S (B.45)
= U0 − T S0 + CV T − T N R ln V − CV T ln T ,
ln T = ln P + ln f (V ) − ln A ⇒ P f (V ) = A T ,
y
∂S NR
= .
∂V T V
Por tanto, (V, T ) son las variables naturales en las que F (T, V ) =
U − T S es una Ecuación Fundamental. Aunque U = U (T, V ) venga
dada con las mismas variables, no contiene toda la información sobre
el sistema y no es una Ecuación Fundamental, pues sus variables na-
turales son (S, V ).
f (E, Z) = A E 2 + 2B EZ + C Z 2 . (B.52)
M V 1 = λ 1 V 1 ; M V2 = λ 1 V 2
f (x, y) = λ1 x2 + λ2 y 2 ,
λ1, 2 = ± (A − C)2 + 4 B 2 ,
2 2
con λ1 + λ2 = A + C y λ1 λ2 = AC − B 2 . Es claro que para que estas
dos raı́ces sean positivas han de verificarse las dos condiciones:
A + C > 0 ; AC − B 2 > 0
Métodos numéricos en
Termodinámica
299
300 Apéndice C. Métodos numéricos en Termodinámica
∂h 1
= (−3h1 + 4h2 − 1h3 )
∂P T 1 2∆P
∂h 1
= (−1hi−1 + 1hi+1 )
∂P T i 2∆P
∂h 1
= (3hN − 4hN −1 + 1hN −2 ) (C.2)
∂P T N 2∆P
C.1. Métodos numéricos 301
α[I, J]B[I, J]
T RV [I, J] = − , (C.8)
P [J]κT [I, J])
20 325,40 288,75
40 117,78 113,39
60 84,92 83,83
80 71,75 72,32
20 -22,47 -22,43
40 -21,21 -21,20
60 -20,12 -20,14
80 -19,07 -19,13
171, 98 − 88, 65
93, 33 = 88, 65 + (T A − 20) ,
40 − 20
de donde se obtiene que T A ≈ 21, 1 ◦ C. A su vez, a la presión de 15
MPa, la temperatura T P a la que se tiene la misma entalpı́a viene
dada por la ecuación
97, 99 − 15, 05
93, 33 = 15, 05 + (T P − 0) ,
20 − 0
de donde T P ≈ 18, 9 ◦ C. Por tanto, el coeficiente Joule-Kelvin a esa
temperatura y presión se puede estimar como (Tab. C.3)
18, 9 − 21, 1
µ(20, 10) ≈ = −2, 2×10−7 Jkg−1 Pa−1 .
(15 − 5)×106
cP [I, J]µ[I, J]
T RH[I, J] = ; (C.13)
Dh[I, J]
20 -1,482 -1,395
40 -1,061 -1,046
60 -1,018 -1,019
80 -1,006 -1,006
20 -1,000 -1,000
40 -1,000 -1,000
60 -1,000 -1,000
80 -1,000 -1,000
5×106
s(40, 10) = 571, 3 − 382, 86×10−6 ×1, 0056×10−3
2
+ 386, 19×10−6 ×1, 0034×10−3 = 570, 5 kJkg−1K−1 .
4220
4200
4180
4160
4140
4120
5.000 106 1.000 107 1.500 107 2.000 107
P/Pa
Introducción
Esta bibliografı́a se ha dividido en dos partes. En la primera, se
presentan libros de Termodinámica, donde se pueden encontrar los
conceptos teóricos. En la segunda, se indican artı́culos publicados
en revistas de carácter pedagógico, que no se han incluido en las
Referencias, y que pueden ayudar a los lectores a ampliar sus estudios
de Termodinámica.
Libros de base
La combinación de referencias históricas sobre la evolución de los dife-
rentes conceptos junto con consideraciones de carácter fenomenológico
puede facilitar el estudio de la Termodinámica. Un ejemplo del este
tipo de desarrollo de la Termodinámica viene dado por el libro Calor y
Termodinámica, de M.W. Zemansky y R.H. Dittman. Introduciendo
primero conceptos de Termometrı́a, Ecuaciones de estado y Trabajo,
se enuncia y aplica el Primer Principio, se enuncia el Segundo Prin-
cipio y se demuestra la existencia de la temperatura termodinámica,
para obtener a continuación el concepto de entropı́a y después los
potenciales Termodinámicos.
Sin embargo, también es posible un desarrollo puramente postula-
cional de los fundamentos de la Termodinámica. Un ejemplo de esta
clase serı́a el libro Termodinámica, de H.B. Callen. Se enuncian cua-
tro postulados a partir de los cuales se va a obtener toda la estructura
formal de la Termodinámica. Aunque este desarrollo postulacional
resulta muy elegante, parece demasiado abstracto como para seguirlo
en un curso introductorio. Sin embargo, como resumen final puede
resultar muy interesante.
343
344 Bibliografı́a
1. ADKINS, C. J.
Termodinámica del Equilibrio, Ed. Reverté, Barcelona, 1977.
Presenta la formulación tradicional, basada en máquinas térmi-
cas, y la de Carathéodory. En general, es poco pormenorizado,
pero tiene aplicaciones interesantes, en especial a transiciones
de fase, y una estructura moderna.
2. BIEL GAYE, J.
Formalismo y Métodos de la Termodinámica, Volumenes I y
II. Ed. Reverté, Barcelona (1997)
Un libro, que el propio autor describe como un libro de texto
para un curso de Termodinámica a nivel universitario, en el que
en el primer volumen se realiza un esfuerzo considerable para
presentar la Termodinámica desde un punto de vista moderno,
no fenomenológico. Se presta gran atención a la introducción
y fundamentación fı́sica de los conceptos básicos. El volumen
segundo está dedicado a la resolución de numerosos problemas,
la mayorı́a de carácter formal, y contiene diversos apéndices
sobre temas afines.
3. CALLEN, H. B.
Thermodynamics, John Wiley, London, 1960.
Termodinámica, Editorial AC, Madrid, 1981.
Presenta la Termodinámica, siguiendo las lı́neas trazadas por
Tisza, a partir de cuatro postulados básicos, con un esquema
conceptual formal y riguroso. Es un libro imprescindible para
una formación consistente en Termodinámica, aunque por su
carácter abstracto y no fenomenológico resulta complejo para
alumnos con poca formación matemática y fı́sica. Contiene
muchos problemas propuestos.
4. CRIADO-SANCHO, M.
Introducción Conceptual a la Termodinámica Quı́mica, Edito-
rial AC, Madrid, 1983.
Presenta la Termodinámica buscando un desarrollo matemáti-
camente riguroso de los conceptos básicos, aplicando en oca-
siones una formulación basada en aspectos geométricos. Sigue
un esquema conceptual semejante al desarrollado aquı́, aunque
menos amplio, y orientado a la Termodinámica Quı́mica. Con-
tiene interesantes problemas resueltos.
Bibliografı́a 345
5. FERMI, E.
Thermodynamics, Dover, New York, 1956.
Un librito muy ameno, con una exposición detallada del teo-
rema de Clausius y de los Teoremas de Carnot. Contiene algu-
nas aplicaciones interesantes.
6. FINN, C. B. P.
Thermal Physics, Routledge, New York, 1986
Un pequeño libro muy ameno, con una estructura formal de
la Termodinámica muy parecida a la desarrollada aquı́, aunque
más concisa. Contiene aplicaciones interesantes y una pequeña
pero curiosa colección de problemas propuestos y con solu-
ciones.
7. HATSOPOULOS, G. N. y KEENAN, J. H.
Principles of General Thermodynamics, John Wiley, New York,
1965.
Cubre con gran amplitud y profundidad la Termodinámica del
Equilibrio, mostrando una gran preocupación por llevar a cabo
una fundamentación rigurosa de la materia. Los conceptos
básicos y los postulados se tratan y estudian de forma muy
cuidadosa, buscando la operatividad de todos ellos. Se ha he-
cho un esfuerzo muy considerable por encontrar las tautologı́as
y fallos lógicos de los diferentes desarrollos de la Termodinámica
del Equilibrio.
8. KOLIN, I.
The Evolution of the Heat Engine, Thermodynamics Atlas 2.
Longman, London, 1972.
Magnı́fica descripción, tanto histórica como termodinámica, de
las diferentes máquinas térmicas. Dibujos y esquemas también
magnı́ficos completando un tratamiento exhaustivo del tema.
No es un libro de texto, pues no presenta un desarrollo concep-
tual de la disciplina, pero como complemento resulta impres-
cindible.
9. KUBO, R.
Thermodynamics, North-Holland, Amsterdam, 1968.
Libro muy conciso en lo que se refiere al desarrollo de la teorı́a.
Presenta la mayor parte de la Termodinámica en forma de pro-
blemas, algunos bastante complicados, y que al incluir solu-
346 Bibliografı́a
11. PIPPARD, A. B.
The Elements of Classical Thermodynamics, Cambridge Uni-
versity Press, Cambridge, 1969.
Libro muy condensado y de difı́cil lectura. Entre las aplica-
ciones que incluye destacan las transiciones de fase.
12. SEGURA, J.
Termodinámica Técnica, Ed. Reverté, Barcelona 1993.
Se trata de un libro de fácil lectura, que, a pesar de su tı́tulo,
dedica gran parte de su contenido a los fundamentos de la Ter-
modinámica, con una estructura conceptual muy semejante a
la desarrollada aquı́, aunque con un enfoque más dirigido a las
aplicaciones técnicas. Contiene gran cantidad de problemas re-
sueltos ası́ como problemas propuestos con soluciones.
13. WEINREICH, G.
Fundamental Thermodynamics, Addison-Wesley, Reading, 1968.
Un libro muy original, donde se discuten con gran atención los
conceptos y postulados de la disciplina y donde se busca una
formulación fı́sica y matemática rigurosa de la Termodinámica
del Equilibrio. Los problemas propuestos son de gran in-
terés y originalidad y el tratamiento de los sistemas abiertos
y las transiciones de fase es particularmente interesante, con un
tratamiento termodinámico en profundidad.
1. PELLICER, J. y MAFÉ, S.
Cuestiones de Termodinámica, Alhambra, Madrid, 1989.
2. PELLICER, J. y MANZANARES, J. A. 100 Problemas de Ter-
modinámica, Alianza Editorial, Madrid (1996).
3. L. PINCHERLE,
Worked Problems in Heat, Thermodynamics and Kinetic The-
ory for Physics Students, Pergamon Press. Oxford, 1966.
4. Y.-K. LIM
Problems and solutions on Thermodynamics and Statistical Me-
chanics, World Scientific, Singapur, 1990.
Artı́culos de Termodinámica
Los artı́culos que se presentan aquı́, no incluidos en las Referencias, se
han agrupado por temas, aunque algunos de ellos pueden tratar varios
temas a la vez. Su lectura permitirá alcanzar una mayor profundidad
en el estudio de los Fundamentos de la Termodinámica, tanto desde
el punto de vista histórico y conceptual, como desde el punto de vista
de ejemplos y aplicaciones.
El Principio Cero
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Termometrı́a
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El Primer Principio
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366 Tabla de Sı́mbolos