hechos de actualidad sino de todo lo que los rodea, de toda la trama de una
historia. As, indaga en los antecedentes, analiza las consecuencias, se detiene en
detalles aparentemente anecdticos que sin embargo describen ambientes o
retratan a sus protagonistas, aporta testimonios de implicados o testigos que
ayudan a la comprensin cabal de lo ocurrido; y, sin renunciar a la subjetividad,
suele aadir interpretaciones del propio autor. Estructuralmente, los elementos
anteriores no aparecen segmentados, sino mezclados, amalgamados, lo que obliga
al lector a una mayor o menor actividad de reconstruccin.
Pero estamos ante una obra literaria, y, por lo tanto, de ficcin. La novela no
reproduce una historia real, sino que construye un universo de ficcin a partir de
ella, se inventa un mundo en el que situarla, re-crea lo ocurrido y el mundo en
que ocurri, se sustituye por una reconciliacin entre Bayardo y ngela un tanto
folletisnesca, que seguramente pretende destaca lo absurdo de lo ocurrido.
Adems de inventar, aade nuevas realidades: el mismo autor se descubre como
narrador al incorporar como personaje a su ta, Wenefrida Mrquez.
Cabra distinguir tres puntos de vista bsicos: el del narrador, el del sumario, y el de
los testigos e implicados. El cronista no es solo testigo, sino que encontramos a un
narrador intradiegtico (est dentro de la historia que relata) e incluso, aunque
pocas veces, protagonista de determinadas acciones; esta triple posicin le permite
oscilar entre la mayor objetividad de los pasajes narrativos y na mayor subjetividad
en las descripciones. El sumario es otra fuente de datos de la que el cronista recoge
nuevos testimonios y declaraciones que aadir a los que recaba directamente;
pero, sobre todo, permite incorporar un nuevo punto de vista, extradiegtco
respecto a la historia propiamente dicha.