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Andrea Alliaud LOS MAESTROS Y SU HISTORIA: LOS ORIGENES DEL MAGISTERIO ARGENTINO GRANICA [BUENOS AIRES -HEXICO- SANTIAGO - MONTEVIDEO ‘Norm. de C. de Uruguay. Int de Direr capituto 3 ORIGENES DE LA PROFESION DOCENTE Y UNA PECULIAR FORMA DE VINCULACION CON EL SABER Presentacién ‘Transformaren Nacin un territorio habitado por una he. terogencidad de individuos suponia, entre otras cuestio. 2nes, lograr su integracién, moral y cultural, La formacion det cindadano con las peculiaridades descriptas a e50 apuntaba. La extensién y desarrollo de la education bisiea era el medio, ya que su caricter obligatorio, gratuito y Thico garantizaba la sstematicdad y continual en lai ‘culeacin que un proceso tranaformadot-~de estas caracte ristcas- requeria. En efecto, "la excuela est lamada a re- solver un serio problema de dinsmica moral ymental. (.). Falta el vineulo de tn comin sentimiento, de una aspira- ci6n iinica: sradcién, historia, glorias 0 sacificios come. snes, nada existe de todos los atributos que caractetizan Tassociedades consiuidas en Nacién, Los hijosreflejan las idiosincracis sociales o de raza de Tos pares, y la escuela dlebe inculcattes ala nueva.” (Memoria, 1898, p. 83, Ese. ion) Para que todo esto cobre vida més all de To que las Jeyes dectamaban, era fundamental erear tn aparato esco- Ja, desde una administracién fuerte y centralizada, que al 82 Los MAESTRO ¥ SU HISTORIA asegurara la difusin de la ensefanza elemental y que, al tmisino tempo, propiciara la homogeneizaci6n.de-los sabe: tesa impart, Por lo tanto, era necesario contar com una ‘organizacién instivicional acorde con semejantes finalida- les, Horarios, programas, reglamentos, edificios, cond ‘ones de ingreso y reclutamiento del personal adecuacdo, ‘constitayen las premisas fundamencales del andamiaje que reclima la empresa de conformpacion ce un sistema educa tivo de aleance nacional, Dentro de este proceso debemos encarar el estudio de los orgenes dela prjesiondacente Es deci, cuando el Estado se hnace cargo de la formacidn sistemitica del maestro median- te instiuctones especificas destinadas para tal fin. A partir ‘de aqui podemos decir entonees que wna préetica, la de en- sefag, que hasta ese momento se ven‘a realizando de mane ra mds 0 menos espontinea, requeriti ~por parte de aque- los que la desempeiien- Ia posesién de ciertas destrezas y babilidades, cericadas por un vimlo que las garantice, La_ constitucién de un everpo.de especialisias lo suficientemen- te homogéneo asegurars, asi, un proceso unificado de in. ceuleacin cultural, del que-se obtendran cjudadanos homo- éncos, librados de las “idiosineracis sociales o de la raza de aus padres". Dicha tarea aleanzaré a su vez un mayor grado de efectividad en la medida en que es desemperiada por indivieios considerados“legtimos” para levarla a cabo. ‘Tal como sostiene Weber, las earacteristicas determi- antes de Is instinucion escolar se adquieren dese el mo- yento en que aparece un quaypn de sporalsas permanentes ‘cuya formacién, rechutaniento y carrera estan regamenta- {dos por una organizaeién especialzada y que encuentran fen Ia insttueidn los medios de asegurar con éxito su pr tensién dle monopolizar la inculeacion Tegitima de la culta- ra legitimaa.™ 20, Gs BowBauy Paseo, 197, p15, a. ce ORIGENES DE LA PROFESION DOcENTE fod ee etd ae armen Cena cee \ a3 LOS NAESTROS Y SU HISTORIA caracteristias principles de ss propio agentes Sino ‘its en tanto grupo, construyen na mateilizacion yen- Clrmacin dea esr dee sstema™ (Lerens, 1987, het, p12), ‘Para fnalizar, nos centratemos en las fropiedades mate riaes que caracterizaron al magisterio en ss orfgenes y en tas spresentarionesscaimenteprducidas sobre los maest0s Nuevamente aqui es imprescindible trabajar con la pos ion socal defo stints grupos, de los cuales tales repre Sentaciones provienen y, en relacion con eso, el poder Constitutive hacia el grupo al que refieren (Ios maestros), 4. Hacia la definicién de la profesién docente 1a) EL maestro: difusor de “cultura Guando ta instruccién primaria se institucionaliza e inte- {gral sistema escolar, es posible remitira la “eristalizacin ‘ surgimiento del magisterio como grupo social. En este proceso constitutivo se definiré tanto el papel como Ia po- icin en la estructura social. Presentaremos, a continu: dn, un analisis de las rasgos que fe asumiendo la pos- idm del maestro refiriéndonos, en primer lugar, a la ‘efinicidn de su tarea especitica. De un modo general, podemos decir que bajo. la “tarea formal” de alfabetizacion, el-maestro de escuela ‘avo que desemipeiiar In “area real” de difundir un nuevo frien cultural que se estaba conformando, Precisamente, ‘através del desarrollo de esta actividad, destinada a las tmayorias“inculas”, se buscaba lograr una especie de “re- encracién” social. En el proyecto educativo dominante, fransformara la poblaeién suponia formar individuos pre- dispuestos a reconocer y respetar "la cultura’. Aunque esto ORIGENES DF LA PROFESION DOcENTE no sigoificaba apropiacion en el primer caso, ni participa: cin real en el segundo, Deade esta perspectiva, slo es cultura legitima la que transmite la excel Todo lo que se diferencie no merece tuna denominacién a. Sin embargo, la apropiaeién de la cultura “escolarizada” (por la cual el analfabeto dejaba de Ser un “inculto") no signifcaba acceder alos saberes 0 o> nocimientos relevantes,implicaba més que nada maraze- din. De alt que “euleralizat” la poblacion, trea expect fica del maestro de intraecién primaria, tenia mens qe ‘er con fa transmisién de conocimiencos que con la difte Gn de ciertas normas, valores y prineipios que el ciudad no ideal debia portar. Gulto er en este sentido el que po seia una estructura personal, un conjunto de esquemas ideals, un eso “sul, para la concepeidn, valoracién y tratamiento del mundo. “a Toga del sistema escola parece prescriir un tipo, de relacidn “utara” con la clara, que se opone al re Tacién desinteresada, propia del campo artstico. Es pres- ‘ptiva, ya que define To que no se permite ignorar, antes ‘que, lo que ex posible saber. ‘De acuerdo con esta logica, ser maestro implicaba re conocer la eurara dominant La “alta cultura y aber s6- to lo que no era posible ignorar para merecer ser denomi- nado como tal. Saber “para” ensefar y nunca saber por ‘abet. Ensefanza que no consti, como dimes, en la for- rmacién de hombres sabios. Saber, entonces y fundamen falmente, para moralizar dle manera efeetive: “Hacer ad- 4uirie habitos buenos y reprimir los malos debiera ser el primer teabajo del maestro de escuela... crear en eos (ls lunmos) habits vrwosos y modalidades propias de una persona bien educada” (Memoria 1886, p. 342, Ese, Norm tle Gataraare, Inf. ele Direc). ‘Cuando se profundiza esta concepeién, et posible consignarciertos elementos. 86 LOS MAESTROS ¥ SU HISTORIA Definida la legalidad del Estado, se fija en la edues- én popular la posibilidad de proveer la homiogencidad social necesaria para su funcionamiento. En la consolida- ‘cidn de nnestro Estado nacional el caricter “igualador™ pprimé por sobre el carécter“Tiberados"asignando ala edu ceacién en los Estados burgueses. Asi se comprende que, en ¢] movimiento expansivo de la escuela piibica, la educa- in moral, impulsada para contrarrestar las influencias del medio familiar de un vast sector social, haya ocupado un lugar prvilegiado: “La inmensa mayorfa de fos alumnos que concurren a 1a Escuela de Aplicacién (formacién de nivel primario en las Escuelas Normales) se compone de los hijos de padres pobres, que han tenido la ventaja bien lamentable de no recibir los beneficios de la educacién y que, por const {guiente, han quedado inbabilitados para ausiliay a los ma ‘estos le sus hijs en los momentos que estos permanecen, fuera de la Escuela; haciendo ast muy débil la influencia ‘que sobre sus espirius debe ejercer la accion civilizadora de la misma, cuyos resultados tienen que ser tardfos, desde ‘que el cjemplo en el hogar doméstico desviruia la veforma de las malas costumes, de fas maneras incultas de lengua in- ‘eomrcto de tos alunos...” (Memoria, 1885, p. 343, In. de Direccién. Ese. Normal de Catamarca. -El subrayado es nuestro-) ‘Como vemos, la escuela “civlizadora” debi sresiar usos y costumbres y, ala ver, garantizar Ia apropis- cin de un nuevo patrimonio cultural: “Para muchos pa- des, la escuela es de Iujo y prefieren evar a sus hijos donde no sea condicién necesavia el asco en las mpas y er ‘sons, asitr cabs o descalzo, et.” (Memoria, 1898, p. 541, Inf, de Direecién. Ese. Normal de Golonia Esperanza. ~Ei subrayado es nuestro-), ‘Era precisamente el maestro quien tenfa que efectvi- | sar el disciplinamiento moral de una poblaci6n escolar DOnIGENES DE LA PROFESION DOcENTE ydesajustada’ "El maestro es el alma de Ta-escucla, El dirige ls corrientes de natural actividad de sus alumnos; si las observa y comprende, los encamina hacia la felicidad; si las abandona a sus propias tenden- cias, sin meditar las ensefianzas que la naguraleza moral sugiere, forma niflos reacis de carte, sin hditos de trabajo, ni cultura expiritual (Memoria, 1898, p. 870, Esc. Normal de Jujuy. -Elsubrayado es nuestro-) dlefinida la tarea especifica del maestro se come prenderd la exigencia ciertos rasgos particulares. A saber, “caricter y temperamento para disciplinae”, “voluntad y perseverancia para dirigit”; "sa tino en el manejo escolar, Ja simpatfa, sus modales, su presencia, su rectitude impa= Galidad en sus acciones, son condiciones fundamentales del orden y la disciplina escolar" (Memoria, 1910, Ese. ‘Normal Rural de San Justo, p. 281), Promover la adquisicién de maximas de condueta pre- ts que elevadas, es la actividad que define al maestro, ‘de escuela. En un sentido “civilizador, “disciplinador",*mo- ralizador’, hay que entencler Ia difisién caltaral en el perio- {do que n0s ocupe, asi come lamba ka brace quienes apa, eeen como los encargados legitimos de tal cometido, by Et maestro isciptinador” Si se considera la terminologia de a ciencia educativa ~en proceso de consolidacién en el periode estudiado-, cel famoso femna “combate la ignioran- wvo mais que ver con “formar el corazén de la nitiez, stugeritle leas nobles einspirarles habitos de orden y rx bajo” (Conf, Doctrinal "Maestros de Ia Capital”, 1898), que con formar hombres instruidos. Desde la éptica de las clases dominantes, la instruccién era considerada o significaba educacign antes que ins” a7 Los wagstROs ¥ SU HISTORIA como *sumamente perjudicial cuando no va acompafiada ide una buena edueacién", ya que "servird a la juventud de instrumento para el desborde de sus pasiones, dindo- nos delincuentes refinados” ("Maestros de la Cap,”, op. f,, 1898). Por lo tanto, ",.e ideal del maestro debe ser el dle formar individos buenos aunque no tar instruidos” (Memoria, 1898, p. 510. Esc. Normal de Rio Guarto). {Coto se realizarfa una actividad escolar acorde con tales finalidades? En la fuente citada se explicita del st guiente modo: “La educacién moral del nifio debe ser dada a cada instante, determinar en todas las lecciones st fixz moralizadora..". Para eso se precisa: “Ia observacion atenta del que dirige sus inclinaciones’.".. a habilvigilan- cia de la maestra impedirs la adquisici6n de malas costum- bres, que ejercen muchas veces su perniciosa influencia ‘durante toda la vida” (Menoria 1898, p. 585, Esc. Norm. de Cérdoba. ‘Las definiciones ctadas evidencian la modalidad pro- pia del disciplinamiento ~escolar en este caso- que Fou- ‘eault caracteriza del siguiente modo; “implica una cocr- cidn ininterrumpida, constante, que vela sobre los pracesos de Ia actividad mas que sobre su resultado y se cjerce segiin una codificacin que reticula con la mayor aproximacién el tiempo, el espacio y los movimientos’ (Foucault, M., 1987, p. 141). En esta modalidad de disci plinamiento: “Vigilar pasa a ser, entonces, una funci6n de inida, pero que debe formar parte integrante del proceso dle produccidn; debe acompaiarlo en toda su duracion” (Foucault, p. at, p.179) ‘Aun con un marcado énfasisen fa dimensin moral, la ‘enserianza escolar no excluia, o no estaba disociada de la transinisién de ciertos “contenidos minimos”. Entre los mis importantes aparecen: nociones de céteuto, idioma nacional (en el sentido de "maneras culas” de uso del len- ‘guaje) y conocimientos referentes a la historia y goograffa ORIGENES DF LA PROFESION DocENTE nacionaes, "La lectura, gramtca, geograffa, historia del pats, aiumetica, eran Tas asignaturas que ocupaban pref fentemente la atencion ala hora de defini planes) pro- gramas de estudio, al er consideradas coma ‘le mayor im- portancia en la vida ordinaria y de mayor interés en hers socinbilidad” (Memoria, 18, p. 97, Pea, de Be. As. Inf. del director general). ~ En términos precios, la elucacién moral en las eseulas imptcabaenseRansn y direcién en wn sentido “duipinader, “normatizador”. Las palabras que pronuncié H. Leguiza: \ ‘én ~director de anormal de profesores de la Capita, ton clara al respecto:"ZQué mayor benefiio, qué servicio ‘nds importante potemos hacer a fa Republica que el de cnsesir ydirigir ala juventud?” (Memaria, 1893, p. 59. Discurso de graduacion, Esc. Normal de Ta Capital) De este modo, In tarea dela escuela y de sus maestros de grado se identifica con “endenezar” condicias, mans- ras, nctitues, hébitos ycosdmbres: “La disciplina, era de tmiy mata calidad, para mejor decrlo no exist la alta de compostira exterior de fos niios, deseo, malas maners, tt, eran vsbles,.” (Memaria 1910, p. 100. Esc. Norm. de ‘Guateguaycii), Pero también, con “encavear” (en el sen- tido de promover) valores y prinepios de vida, afin de lo- sgrarsentinientos de amor y respeto por la patiay las ine tiuciones establecidas (*Aprovechad cada uno y todos los instantes de la vida escolar para Mfanzar en el nifio seat inientos de admiracion y recanocimiento para con Dios, ‘de amor y abnegacin para la patra, de respetwoso cariio para sus padresy maestros y de benevolencia para sus 3 tnejantes" (Menara 1802, p. 589, Exc. Norm. de Prof, dela Capita, Es deci, la puesta en marcha de fa maquinara sco punts mokdeat cudadanos, Hombres) mujeres "not | males", "homogéneos”, “ile”. Esta concepei6n remite ‘uevamiente a Foucault, quien define et dsciplinamiento | 89 Los MAEsTROS ¥ SU HISTORIA como “métedos que permiten el control minucioso de fas Speraciones del cierpo,quie garantizan la sujecion cons- tante de sus Fuerzas y les imponen una relacién de docil- dadeutilidad” (Foucault, op cit, p. Ml) ‘Ouro famoso lema positvista, “orden para el progre- so”, cobta aqui su més completo significado, En un infor- tne interno, el regente de la Normal mendocina escribe: "Convencide de que el orden y la disciplina son en todo factores de indiseutible importaneia para asegurar el éxito cen la prosecucién de un fin determinado... deben tener st ‘silo en las Escuelas” (Memoria, 1898 p. 283, Inf. del Curso ide Aplicacion de la Ese, Normal de Mendoza), *..orden ‘in el cual no hay mejora posible de las condiciones fisicas, ‘morales € intelectuales, porque el orden es la base de sus progresos.” (Memoria 1885, p. 342, Esc. Norm. de Gata. smarea, op. dt) ‘Para lograr el orien interno ~en la escuela el macs tro uiilizara "técnicas de vigilancia" (la observaci6n atenta y constante), sanciones “correetivas”y fundamentalmente Ihr persona coma “ejemplo”. A este altimo aspecto nos re- Teviremos posteriormente, yen detalle, por ser de especial relerancia en el tema que nos ocupa. ‘A través de un minucioso andlisis de fas fuentes traba- jacas, se hallaron ciertos referentes que dan cuenta de la ‘cotidiancidad escolar”, Especificamente, se encontraron citas que permiten apreciar e6mo la modalidad del discipl- hhamiento se concretaba en las escuelas: “Una emumeracién ide los correctivos, al lado de la lista de fs falta, puede ver mejor su cardeter general: mandar al nito a su casa a traer fos titles olvidados o lavarse; hacer cumplir en clase un deber no cumplido, hacer que lo cumplan en la escuela y fitera de clase hacer que el portero Te lave la cara o le lstre Jos botines; aconsejaslo paternalmente, hacerle compren- der que intencionalmente el maestro guarda silencio en vex de reprender, amonestarle, despelzio de clase, privarle “Gializar,elucar, moralizay, disiplinat La tarea espe ‘OnIGENES DE LA PROFESION pocENTE de asiento 0 de recreo; reiterar con intencién el mandato, anunciar el castigo, suspenderlo, expulsarlo. Seguidamente @ la enuumeracion citada, se explicitan las Finafidades de fa normativa mencionada: “ser mas efica- ces en la correccién”, afin de “mejorar la ensefianca y la disciptina” (Memoria, 1898 p. $24. Curso de Aplicacién, Esc. Normal de San Juan). Por lo tanto, el caraeter correc: tivo" de este tipo de sanciones se relaciona directamente con el disciplinamiento que persiguen. "El castigo diseipli- nario -escribe Foucault tiene por funciéa reduce las des- viaciones. Debe, por lo tanto, ser esencialmente correcti- vo" (Roucaul, op. et, p. 184). El ejercicio de la vigilancta y la aplicacién de sancio- nes correctivas supone un conocimiento detallado y meti- culoso de los sujetos a los que se quiere disciplinar. No nos estamos refiriendo aqui a conocimientos generales, tales como los que pueden aportar ciertas disciplinas om la psicologta, sino a un conocimiento de lo particu- Jay, del detalle. En efecto, el maestro “disciptinador" debi estar preparado para: “estudiar los caracteres y Ia inclina- ciones de los nios, para conocer los grados de fuerza de sus cualidades morales incipientes, a fin de fortalecer la virtue indecisa, reprender la duplicidad, la tergiversacion ya falsedad, apelar afectuosa y prudentemente a la con- ciencia,exitar Ia sensibilidad moral y despertar los afectos sgenerosos" ("Obligaciones de los maestros". Reglamento ‘de Ese. Normales 1886, en: Menoria, p. 492) La serie de.testimonios expuestos permite reafirmar {que el papel del maestro se define no tanto por fa tansme- “SiGn de conocimientos, por “ensefar” en sentido estricto, por insirur, sino mis bien, y fundamentalmente, por so- eT Fortmaddor de nivel primario se diluye, precisamente en ‘el momento de mi definicion soctal, La enseivanza de con. ‘enidos pierde relevancia frente ala educacién moral. La 1 Los MAESTROS ¥ SU HISTORIA importancia de esta peculiaridad “de origen” resultara sige nificaia a kx hora de analizar las propiedades que de ella derivan, ) Ser maestro: una misién para apéstotes, antes que una profesién Si te tiene presente la heterogeneidad social ~propia de nuestro pait- por el momento en que se estaba configuran- ddo una sociedad “moderna” ("Los elementos que han in- _gresado al establecimiento han sido completamente hetero- _géneos", en: Memoria 1910, p. 286, Esc. Norm. de Concordia Inf. de Direc, y, junto eso, la funcidn *homogeneizadora’ asignada a la instcucién escolar (“La Escuela ha de contr- buir a que este estado social vaya infiltrandose de senti- ‘mientos mis humanos y en armonia con el progreso gene- ral del pais", en: Monona, 1910, p. 44, Esc. Norm. de 95 de Mayo, Inf, ee Direc.), se comprendera la "grande simbo- Tica que mereeié la tarea docente Predicadores laicos de una nueva doctrina que haria el milagro de conversion social, los maestros adquirian la fisonomia del “apisol"s* mientras su tarea se convertia.cn “nisién“#™.. el asesino, el blasfemo, el incendiario, se ha ‘convertido en el disefpulo humilde y respetuoso..”. "Oh, ‘encantadora inf uencia, oh magico poder de la escuela, convertida en santuario y del maestro en sacerdote..” (Me ‘moria 1892, p. 534. Ese. Normal de la Capital). Esta cual ddad “salvadora” que asume el magisterio en su orfgenes de- be ser considerada en tn anslsis abarcativo que pretenda “piel: misonere que conte ile, (Dcionario Larwse, 1983, path 2 iin sre de preieacones pra struc dels ines y a ‘comers de os cares de 2) ORIGENES DE LA PROFESION DocENTE dar cuenta del surgimiento y consolidacién del grupo ma- agisterial. Como sostiene Bourdieu: "Habria que mostrar asimismo que las caracteristcas de los diferentes grupos sociales no clepenclen solamente de su posicién diferencial cen la estructura social, sino ademas de su peso funcional cen esa estructura, peso proporcionado a la contribucién {que aportan ala constituci6n de tal estructura y que no ex ti ligado solamente a su importancia numérica" (Bou dieu, 1973, p. 84) En efecto, con un contenido de moralidad opnesto at religioso pero no de menor grandeza y sacralidad que quel, la ensefianza del maestro se asemeja ~ce acuerdo ‘con st contribuci6n social~a la obra de los convertidores ‘de almas:* esta Fancién (la de maestro) esti equiparada ala del pastor en Inglaterra y Estados Unidos" (Memoria 1883, Pia. de Bs, As, Inf Di. Gral). De esta peculiat con- sideracién derivaron exigencia acordes: “Los deberes del maestro son escasamente menos sagrados y delicados que los del sacerdote. Bajo varios importantes aspectos se hala fen uma relaci6n semejante con la sociedad: y sus motivos y cemulaciones para obrar, deben ser de la misma clase en luna considerable estensidn (sic)” (Memoria 1889, p. 24, Peia. de Bs. As), El cardcter sacramental del que queda investida fa profesién docente puede explicarse por Ia conservacién, fen todo el sistema de enseiianea piblica, de la docttina cristiana que le dio origen. En este sentido Durkheim sos- tiene que: *. as escuelas comenzaron siendo obra de Ia Iglesia: la Iglesia fas trajo ala existencia, yasise encontra- ‘ron, desde su nacimiento, desde su concepeién por decirlo, marcadas por su cardeter eelesistico del que tan- {as dificultades tuvieron para despojarse después” (Durk- heim, 1982, p. 5), 2 Sacerdote; ministre de un et elo (ier 2) 93 9 Los MAESTROS YSU HISTORIA Especificamente, la figura del maestro ¢s una ereacién, del crisdanismo. Lo novedoso de este surgimiento esta en \ fadefinicién de la tarea: prepara para la vida y la salvacion, | Em su caricter de moralizador, el maestro "laica", conserva “ineacto el caricter sacro que le dio origen al oficio. Al res. pecto de esta *homologia funcional” Carlos Lerena sostie ne: "Reparese que la sacralizacin y exaltacin cel maestro no le viene dada este por ser docente, por enseiar en set tido estricto. (..) Maestro no es, como fie el leccionista 0 son el instructor y el enseante, quien instruye o quien en. seila, sino quien tiene la fuerza de imponerse como mode- lo ante otro, No es el ejercicio téenico to que se sactaliza, sino ia relacion de dominacién.." (Lerena, op ei, p. 43) En una posici6n social semejante, al difindir tn men- saje de vida hasado en normas y prineipios seculares, el maestro “moralizador” debia ser en la esewela ejemplo de cconducta, “modelo a imitar”: “Recordando que el ejemplo, censeiia mas que el precepto...lo que se demanda al insti tor es menos el saber que el alento de comunicar”. ¥ que “entre ser buenos y sabios, lo primero es mis importante”, a requerir del maestro de escuela (Memoria 1883, p. 33. Esta ddo de la Educacién Conmin, Peia. de Bs. As.) Es decir, el maestro moralizador debia portar en s persona aquellos atributos que se consideraban “legitimos y que, por tanto, ‘debian internalizar fos destinatarios de Ia escuela prblica. Ahora bien, si una profesin la de maestro en este ‘easo~ asume en el momento de su surgimiento como tal ccanicter de “misi6n” social y prioriza la posesidn de cuali- dades personales entre sus miembros, nos preguntamos acerca de los requerimientos necesatios para si cesempe- fio, Particularmente, nos interesaria visualizar e6mo pode ‘mos ubicar en este discurso la institucionslizaeién de una formacién especializada, La siguiente caracterizacién, referida a la época de surgimiento de la Eseuela Normal de Parana, aporta los ORIGENES DE LA PROFFSION DOcENTE primeros indicios para la explicacién que estamos busean- do: “El valeroso joven que lega apenas alos diecistisaftos dde edad a trasponer los umbrales del santuario laico de Parané, avido de saber y anheloso de cumplir un noble ‘destino en la educacion del pueblo, se entrega. Asiate a los rituales oficios cotidianos de las aulas preparatorias del Imagisterio. Gon notas sobresalientes en todas las asignatue ris culmina el periodo de sacrificios dignificadores del no- viciado docente para empezar de nuevo al dia siguiente con la renovada leceidn de fas aula ysli, por los camino polvoricntos y dlfcies del apostolado a predicar el evan- sgetio de su fe republicana (Chavarria, 195, p. 453). En los puntos que siguen, serén desarrolindas las cuestiones aqui planceadas, 4) EL titulo, garantia de idoneidad La formacién del personal adecuado, especializado, para alcancar los objetivos que persigue el montaje de un siste- mma nacional de enseanza, constituye un aspecto de si- ma importancia. Ast lo comprendfan los responsables de formular ¢ implementar politicas en el periodo que esta- mos estudiando: “Poner al frente de una Bscuela, a una persona que no es maestro, y que es incompetente, es perder lastimosamente el tiempo y el dinero” (Memoria, 1888, p. 82, ap. cit) Contar con un ewerpo de maestros capaces de garantie zar el logro de la homogeneidad cultural, a través de los ‘njedas legitimos, implicaba acender el proceso de su for ‘macién: “Hasta ahora nos hemos ocupado de hacer disc ppulos y no de formar maestros" (Memoria, op it, p. 32). La Escuela Normal es la instiuci6n que se consolida y expande cen vistas a obtener "maestros preparados” 0 competentes, “capaces cle dirigic con éxito las eseuelas que se les conte y 96 LOS MAESTROS ¥ SU HISTORIA de dar impulso vigoroso al desarrollo de Ia educacién ‘comiin” (Memoria, 1885, p. 471. Decreto del Ministerio de Inst. Publica). ‘No olvidemos que para que un sistema de ensefianza pueda realizar sus Fanciones és preciso contar con agentes especializados, suficientemente intercambiables y dotados de una formacién homogénea, de manera tal, que atege- ren el éxito del trabajo excolar. La garantia de idoncidad del personal estara dada por la posesiGn del titulo docen- te: "Una de las condiciones requeridas por la Ley para el cjercicio de Maestros en ls Escuelas Communes, es el diplo- ‘ma que acredita su idoneidad” (Memoria 1883, p. 32). Se ve aqui claramente que no se requiere de maestros, sino de tun “po” de maestro que se obtendré mediante wna pre- paracién planificada, Al instinucionalizarse una Formacién sistennética y es pecialzada para los maestros, surge la profesién acente. A partir de aqut, es posible referitse a a consolidacién del magisiera como grupo social, {Que es lo que eso significa? ‘Una prictica social, la accidn pedagigies, se insticucio- naliza. Eso quiere decir que el desempeito de la misma ya ‘no queda librado ala subjetividad de personas individuales (segtin maneras y hasta ineluso formaciones previas desi guiales), sino que presenta un caracter “tipificado”, pauta- do. Implica, por lo tanto, que aquellos que la realicen estén provistos ce un corpus ce conocimiento especfico y com- partido, Asf, una préetica que se venia desarrollando de ‘manera esponcinea e intuitiva, adquiere cardeter objetivo. Por lo tanto, requeriré de una formacién especializada por parte de los individuos que la leven a cabo (destinatarios Jegitimos). ¥-¢s precisamente el requisito formadivo lo que sa posibilitar Ia intercambiabilidad de dichos individuos, sin que suffa alteraciones la funci6n social desempeiiada. El maestro legftio es, en este contexto, aquel que fue formado. El que, porlo tanto, asegura estar provist de las _ ‘ORIGENES DE LA PROFESION bOcENTE hherramientas necesarias para que la aeci6n pedagigica re- sulte efectiva, Fl titulo de massiose convierte, asf, en garan- tia de competencia mis ali de las propiedades materiales de los sujetos portadores. Flsitulo escolar, en tanto creden- cial de competencia cultural, "confiere 2 su portador un valor convencional, constante y garantizado juridicamente cen relaci6n con Ia cultura, la alquimia social produce wna forma de capital culmaral que tiene una autonomia relativa con relacién a su portador y ain con relacién al capital cultural que él posee efectiamente en un momento dado del tiempo... (Bourdieu, 1979, pp. 910). Es precisamente Ja ttutacién, fo que “insteuye al grupo como realidad (es decir tascendiendo a los individos) mediante la insite ign (atbitraria y desconocida eomo tal) de una forma jur ica y que instituye los valores siltimos del grupo, los que tienen como principio la creencia del grupo en sh propio valor y que se definen en oposicién con otros grupos (Bourdieu, op. «it, p. 10). Es importance resaltar aqui el carter controlador que estos procesos comportan, asf como también el poder de ‘econocimiento social que tren aparejados. Como sostiene Popkewii: "La existencia de li formacién del profesorado esti Tigada historicamente al desarrollo institucional de la escolarizacién. A medida que evolucioné esta dltima como forma social de preparacién de los nifios para la edad adulta, fue desarrollindose también un grupo ocupacio- nal especializado, dotad del control y a autoridad prec s0s para establecer los estatntos de su vida cotidians’ (Popkewitz, 1988, pp. 125-126). ‘Los maestros teulados son los encargados legitimos de dlifundir “cultura” (en su version escolarizada) encre la po- blacién, Con la posesidn del titulo de maestro el eumpli miento de la funcidn social queda garantirada y, al mis mo tiempo, se procuce ~entre los portadores- la creencia cen su propio valor y, en aquellos hacia quienes la accion 7 Los maestros ¥ SU HISTORIA pedagégica esti destinada, una adhesin efectiva. EL Feconocimiento de la “autoridad del maestro” seri une de los factores fundamentales para el éxito de la aceién in- cculeadors, Pero ademas, el reconocimiento de la aucoridad se ve- ri reforzado en la medida que, como ya lo sefialiramos, la funcin docente queda investida de un caricter sacra mental y esto sf que es propio de la docencia y va mas alls del reconocimiento que todo proceso de institucionaliza- ccién produce. Con tina concepeidn de moral Inica que mantuve el caricter sagrada como sustento, se proctirs {que tanto el nio como el maestro se apropiaran de dicho sentimiento. Asi, el maestro se define como el portador de normas, principios, pautas y maneras “racionales” pero dotadas de sacralidad. De esta fuente, segiin Durkheim, el tensefiante sacaba parte de su autoridad, pues el senti- ‘miento que tenia al hablar en nombre de ima realidad s- perior Io elevaba por encima de mismo, comunicandole tana mayor energta, La siguiente caracterizacién del maes tro, tal como se registra en una doctimentacién oficial, es clara al respecto: “El educador seria un ministro de Dios, ccuya misin terrenal completarfa Ia educacion, desarro. ando en st mayor armonia las fuerzas vias depositadas fen cada uno por la Divina Providencia” (Monitor de Rduca- iin Comsin, 1885). Volviendo al tema central tratado en este apartad, c= bria mencionar un tilimo aspecto. Los procesos de instiu- cionalizacin de pricticas sociales, en este caso la prctica de ensefa, no surgen de un momento a otro sino que son 1 producto de una historia compartida, La efieacia en 1a constitcidn de un grupo socal depenade del grado de afin | dad entre la visién propuestay la realidad, es decir, las afin | dlades objetivas entre las personas que se trata de juntar La vision que da origen al grapo magisterial -que im plica una divisign entre maestros titulads y no tieslados- ORIGENES DE LA PROFESION DOcENTE no se produce espontineamente. Por el contrario, se trata rs bien del resultado de una serie de lichas a través de las cuales se fue definienclo el campo de proshuccion y cir cculaci6n de los saberes pecagégicos. En efecto, “institucio- nalizar” précticas pedagogicas es trazar limites precisos entre saberes legitimos ysaberes no legitimos, entre incu adores legitimos e inculeadores no legitimos..." (Tenti Fanfani, 1986, p. 194) En el periodo fundacional del magisterio argentino, la dliscusin acerca de la exigencia del titulo para el ejercicio docente parece haber tenido, entre Ia intelectualidad do- minante, cierto consenso. En las erénicas del Congreso Pedagégico se puede observar que son excepeionales las voces que sostienen, como la del Sr. Mol que: "..10s nor. males rodeadlos de cierto prestigio, del esplendor que les ‘communica la academia de donde salieron, suelen dormirse sobre los laureles, confiando que cualquier error, eual- {quiera fala en que incurriesen como educadores, a subs. nardn con facilidad; mientras que los otros preceptores, _menos presuntuosos 6 més timid, consuiltan a los gran. des pedagogos, no abandonan jams el libro, comprenden {que no les acompaia el brillo de sus colegas normalisas y permanecen siempre despiertos sin darse punto de re} foam de ponerse al nivel de los buenos maestros". [La dispuita se produjo, ms bien, als hora de deine el ‘ipo de formacién especializada que debia impartirse en las eseuelas normales. Desde la dptica de algunos sectores hhabia que cuidar que la formacién no le jugara en contra a Ia tarea asignada. En este sentido, el discurso pedagdgico modemo si bien defiende la formacién docente, no exclaye 24 leer No ntvinecan ete econ en et Congreso Ped ‘ena Segunda Selon Oras. dl 12 dea Es portant corse "ar aqui ce variants argumentacones, de acuerdo con la pstdn ceupada dere dl campo edt, 100 Los MAESTROS ¥ SU HISTORIA dle ta mismaos elementos que habian carateizad aa hus trtfctonal de macao, Esto gener, desde hugo, Sertascontratciones Al detenerse en el nombre de Ia escuela “normal es site entfeara cron con el metodo de ensenar- sea transmision de exe aber espectico, relaionado con in ctodloia a didete, fe en principio to que it pls een yl desi de a escuelas normals. Fue precoamente cl saber insrementa, "el are de saber frankie los conocimients al aio", cl que sustents el Surgimniento dela profesion dacente‘A partir de ali, el ‘Gercco profesional de ta ensenanza vaaimplicar que coon sus mtemibroscenten, no sd cor la posesion de Tov aeres de as nina epinssino tambien con el nocimiento espetivo (metodotdgico)necesario para su anenén, Fn low orfgenes del normalismo axgentino la metodo. logit a ensehanra sd selerania ene al"sabe™ tener To que se denanda alinttator es menos el se Berane elfen de ommnicar” (Momo oy p83) Por trtarse de un saber espectazado requir, para se tranansionyaproplacin, prin espectasy personal ‘Speciatado. Ee escola eva que prot nacre finan. Neen Sin embargo, en tant el modelo edaetiv dominance prlorzaa la educacin (en wn seiido moralzadon) antes ie isco bona del maesto como tambien ehiiegn de cusldades morales adgutiron preponde Tancia aun los dbo de formacin~tent al Conock tule, Aa se comprende que elses” ejrmplar del macs tro ay do la met poi, fente a conocer, un a tdenea de la rans de os eonorimenton Par deci Tomer el aprendingje des tenes de enseianea no ex ‘Sats Tas formas de moralza con efaca “Paraensehar an tenon estan se neces eesti del ame, el ‘ORIGENES DE LA PROFESION DOCENTE (ae) que solo se consigue con los io’ en consecuencia In cea sina garantie donedad, como som Tas Sicay moral del indo” (Monin tp. 39), Enel pirrafa cdo aparece otra dele Comttadceo- aes constativas dela profestondocente el par clenci-ex pevienca. Aun con el suginiento de ia profesional ion, la experiencia se define como un elemento decisivo part cl desenpei.Experencis que noslatene que tet fon los ao de eecici, sino qu ae aqua con una for macign que privileglaba Ia pectin antes que la cori, Parndgjcament, esto acute pore] momento en que el saber peagoglo aleanea certo grado de ormaliaciony ‘bjetacign. Como vermox posteiormente, los sucesion planes de esto claboradon par as eseuelng normals tendicron a increment Ia "Tormacion price De todos mocos, es posible referie, durante este perio: \ do, al surgimiento de las Ciencias Pedagdgicas, en tanto cobra existencia un saber teérico acerca de la enseiianza, Un saber que pretende dar cuenta de los procesos de en. seflanzaaprendizaje con cierta rigurosidad, Un saber que se presenta estructurado bajo la forma de leyes, prineipios y teorias codificadas. Hemos mencionadlo que este saber acerea de Ia educacidn adquiere, asi, un earicter objetivo cuya existencia trasciende a los portadores individuales. A diferencia del “saber prictico", el "saber teGrico” re- quiere formas precisas de apropiacién. Se tata, por lo tanto, de un conocimiento cientiieo, racional y esericura- do en tratados yTibros. Elsurgimiento de la pedagogia cientifea no se contra- dice con las finalidadés educativas de orden moral. demi {de las consideraciones expuestas,es preciso ener en cvien- @ el “espiritu” que origing el surgimiento y estructaracion de todo el campo cientfico, con el consecnente proceso de aparicién y/o afianzamienco de las distintas profesiones: 101 102 Los magstROS ¥ SU HISTORIA 2. Conformacién y consotidacién

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