MARCHA Sama -
Hunt: Acmo MANGO
l. Wacom"
parte, a la detenida
hacer aprender el trabajo domstico, con-
siderado fundamental
para absorber el rol femenino, pero
adems importantsimo econmicamente, por cuanto de l
depende el trabajo asalariado de otros miembros de la fami-
lia" (Bergalli Bodeln: s/d; 17).
-
9 La bastardilla es propia.
mm 201
enestasociedadyquebrindaciertautilidadindirecta.al
igml_que la menstruacin en la mujer. no se deduce de lo
anterior que el criminal, la mujer menstruante, sea un indi-
viduo conedamente constituido desde el punto de vista
biolgico y psquico.
La clasicacin ms
generalizada de los estudios
nolgicos ue intentan explicar la delincuencia femenina se
3 Andre
Marie Bertrand citada por Jackson Grifths, 1991, 285.
14 El de la misma Hirsch.
principal exponente en
Laa'iminalimcineodmecanisnwdecmtrolreaervado
pamaquelhu panasanuenoaoncautnidasporel
WyhmedtoalLaaclILaqueasqueataeandectamem
elpodermaculino.
desarrollaenelmaroodeunasociedadquehacam iadoalo
largo del tiempo. sin embargo con relacin a la mujer estos
cambios parecen retardarse. As a uellas teoras criminologi-
eas que han sido totalmente [931m explicar la
criminalidad
la femenina.
masculina resultan ser aplicag: y valederas
para
El analisis pormenorizado de las distintas teoras ba per-
mitido sealar inefutables evidencias d diferencias al interior
de las mismas. Sin embargo son insoslayables las similitudes
que existen, en lo que aparentemente seran inconciliables pos-
turas epistemolgicas. Todas coinciden en sealar la relacin
directaentreelroldelamqieren lassociedades oonlaerimi-
nalizacin de la misma. En este sentido, a medida ue la
mujer se inem-paro al modo de produccin como fuerza tra-
bajo result posible aadir la delincuencia femenina a los deli-
detrimento de lo femenino. _
BIBLIOGRAFA
lZDAilgllmle,
Eugenio R, Mujer La y el Poder Punitiuo, Mimeo, 1992, San
a o.