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Responsabilidad civil del Estado

Juan Espinoza Espinoza


CASOS:

• Un teniente de la Policía Nacional del Perú disparó (y


ordenó disparar) a un avión comercial, en el cual
falleció un mecánico de la nave.

• Un carabinero, incumpliendo la normatividad en la


cual se establece que, al término de su servicio, debe
descargar el arma y dejarla en su cuartel, lo hizo en su
casa y por accidente, mató a una persona.

• Un policía, estando de franco y en estado de ebriedad


sube a un taxi e intenta asaltar al taxista con un arma
de la institución.
CRITERIOS:

• Debe abandonarse el criterio “the King can do not


wrong”.

• El Estado no deja de ser una persona jurídica: puede


incurrir en responsabilidad contractual (art. 1325 c.c.)
o extracontractual (art. 1981 c.c.).

• El hecho que el Estado preste servicios públicos no debe


ser entendido como una situación que escapa de la
“provincia” de la responsabilidad civil e (incluso)
administrativa: Ley de Protección al Consumidor.

• El Estado debe pagar las indemnizaciones.


Organos Unidad funcional a
través de la cual la
persona jurídica ejercita
sus derechos.

Representantes Sujeto que actúa alieno


La persona
domine en ejercicio de
jurídica actúa a
un poder conferido
través de
expresamente por el
poderdante.

Sujeto que se encuentra


Dependientes en una relación de
dependencia respecto
del principal. (art. 165
c.c.)
c.c.)
Fundamento de la
Responsabilidad civil
• No es subjetiva: no cabe fundamentar culpa in
vigilando o culpa in eligendo
• Es una responsabilidad objetiva por actuar a
través de un tercero (arts. 1325 y 1981 c.c.)
• No es una responsabilidad objetiva basada en el
riesgo
• Criterio del cheapest cost avoider
Supuestos de Responsabilidad Civil

• Dos corresponden al escenario de la


responsabilidad propiamente dicha de la
persona jurídica:

• La responsabilidad civil dentro del ejercicio de


las funciones del órgano, representante o
dependiente.
• La responsabilidad civil con ocasión de las
funciones del órgano, representante o
dependiente.
• Ambas pueden ser contractuales o
extracontractuales (arts. 1325 y 1981 c.c.)
CASOS

• Municipalidad de San Isidro (daños por


trabajos de excavación por reparación de
calzada: Cas. No. 142-T-97, 23.10.97) (art. 1970
c.c.)
• Municipalidad de Miraflores (Serenazgo)
• América Televisión
El Estado prestador de servicios de Salud

• Responsabilidad civil derivada por atención médica en


caso de emergencia.

El primer párrafo del art. 3 de la Ley General de Salud, No.


26842, del 15.07.97, precisa que:

“Toda persona tiene derecho a recibir, en cualquier


establecimiento de salud, atención médico quirúrgica de
emergencia cuando lo necesite, estando los establecimientos
de salud sin excepción obligados a prestar esta atención,
mientras subsista el estado de grave riesgo para su vida y
salud” (el subrayado es mio).
Concordante con ello, el art. 39 de la misma ley,
prescribe lo siguiente:

“Los establecimientos de salud sin excepción están


obligados a prestar atención médico quirúrgica de
emergencia a quien la necesite y mientras subsista el
estado de grave riesgo para su vida y salud.

Estos establecimientos de salud, después de atendida la


emergencia, tienen derecho a que se les reembolse el
monto de los gastos en que hayan incurrido, de acuerdo a
la evaluación del caso que realice el Servicio Social
respectivo, en la forma que señale el Reglamento.

Las personas indigentes debidamente calificadas están


exoneradas de todo pago” (el subrayado es mío).

¿Es contractual o extracontractual?


• La responsabilidad civil del profesional médico:
¿responsabilidad subjetiva u objetiva?

El art. 36 de la Ley General de Salud, No. 26842, del


15.07.97, que reconoce una responsabilidad subjetiva a
los profesionales, técnicos y auxiliares en el campo de la
salud, al establecer que:

“son responsables por los daños y perjuicios que


ocasionen al paciente por el ejercicio negligente,
imprudente e imperito de sus actividades”.

¿Y la cirugía estética?

Obligaciones de medio (responsabilidad subjetiva)

Obligaciones de resultado (responsabilidad objetiva)


El art. 48 de la Ley General de Salud, No. 26842, del
15.07.97, establece que:

“El establecimiento de salud o servicio médico de apoyo


es solidariamente responsable por los daños y perjuicios
que se ocasionan al paciente, derivados del ejercicio
negligente, imprudente o imperito de las actividades de
los profesionales, técnicos o auxiliares que se
desempeñan en éste con relación de dependencia.

Es exclusivamente responsable por los daños y


perjuicios que se ocasionan al paciente por no haber
dispuesto o brindado los medios que hubieren evitado
que ellos se produjeran, siempre que la disposición de
dichos medios sea exigible atendiendo a la naturaleza
del servicio que se ofrece”.
Responsabilidad del Estado por errores judiciales en los
procesos penales y detenciones arbitrarias

La ley No. 24973 de indemnización por errores judiciales en los


procesos penales y detenciones arbitrarias del 28.12.88,
reconoce el derecho de indemnización de las personas que
puedan verse dañadas por estas situaciones.

El art. 3 de la citada ley establece que: “Tienen derecho a


indemnización por error judicial:

a) Los que, luego de ser condenados en proceso judicial, hayan


obtenido en juicio de revisión, resolución de la Corte
Suprema que declara la sentencia errónea o arbitraria.

b) Los que hayan sido sometidos a proceso judicial y privados


de su libertad como consecuencia de éste y obtenido
posteriormente auto de archivamiento definitivo o sentencia
absolutoria”.
Responsabilidad del Estado por errores judiciales en los
procesos penales y detenciones arbitrarias

El art. 2 de la ley prescribe que: “Tiene derecho a indemnización


por detención arbitraria, quien es privado de su libertad por la
autoridad policial o administrativa, sin causa justificada o,
existiendo ésta, si se excede de los límites fijados por la
Constitución o por la sentencia. También tiene derecho a
indemnización quien no es puesto oportunamente a disposición
del Juez competente dentro del término establecido por la
Constitución”.

Esta ley fue hecha al amparo de la Constitución de 1979. El


incisos 7 del artículo 139 de la actual Constitución regula, entre
los principios y derechos de la función jurisdiccional, “la
indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores
judiciales en los procesos penales y por las detenciones
arbitrarias, sin perjuicio de la responsabilidad a que hubiere
lugar”.
Al crear el Fondo Nacional Indemnizatorio de Errores
Judiciales y Detenciones Arbitrarias, con la función de
encargarse del pago de este tipo de indemnizaciones
(art. 8), se elude hacer mención expresa sobre la
individualización de los responsables. En este sentido, el
inc. art. 20 establece, como requisitos de la demanda, al
lado de las generales de ley del demandante (inc. a), la
designación y domicilio del Fondo (inc. b) así como la
indicación de los presuntos responsables y el concepto
sobre el que el juez debe pronunciarse (inc. c). Se puede
desprender que nos encontramos frente a un caso de
responsabilidad civil del Estado, si tenemos en cuenta
que el art. 7 establece que es justamente éste quien
abona las indemnizaciones a través del Fondo creado.
El art. 4 regula que: “La indemnización por detención
arbitraria será fijada en proporción directa al tiempo
de la detención y a la renta de la víctima, acreditada
fehacientemente, y no podrá ser inferior al salario
mínimo vital vigente para los trabajadores de la
industria y comercio de la Provincia de Lima, ni
superior a diez veces éste, por cada día”.

El art. 5 establece que. “La indemnización por error


judicial será fijada a prudente criterio del Juez, en
atención al daño material o moral causado a la
víctima”.
Particular atención merece los criterios para determinar el
quantum del daño ocasionado. Para el caso de la
detención arbitraria, pareciera que sólo se tuvo en
cuenta el daño de consecuencias económicas (el cual se
determina por un criterio matemático). Sin embargo,
para el error judicial, se reconoce, además del daño
material, “el daño moral causado a la víctima” (cuya
indemnización “será fijada al prudente criterio del
juez”). Esta disparidad de tratamiento puede ser
suplida por una interpretación sistemática de estos
dispositivos. En efecto, si se puede acreditar el daño
moral en el caso de la detención arbitraria, no se ve
inconveniente para que se proceda a su reconocimiento
judicial, con la correspondiente indemnización. No sería
justo reconocer la reparación por el daño moral en un
caso y desconocerla en el otro.
Resolución No. 19, del 28.05.01
Décimo Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima

Detención arbitraria por más de 32 meses (art. 1985 c.c.).

“se ha acreditado que el demandante ha sufrido daño


en su persona, conforme se colige del informe Médico
número cero once-noventicinco-INPE-ETPL-US, que
corre a fojas veintiuno; además, con el solo hecho de ser
expuesto públicamente ante la sociedad por una
acusación falsa, se ha dañado la moral de dicha
persona, por lo que procede que el Estado cumpla con
su resarcimiento, debiendo el juzgado evaluar dicho
extremo con criterio justo”.

S/. 500,000.00 Confirmado por la Quinta Sala Civil


(Resolución N0. 11, del 10.01.00).
Responsabilidad civil del Estado por la actividad jurisdiccional

Debemos distinguir la responsabilidad subjetiva del juez, de la


objetiva del Estado (o como prefieren algunos, del Estado-Juez).
En efecto, el art. 509 del c.p.c. precisa que:

“el Juez es civilmente responsable cuando en ejercicio de su función


jurisdiccional cause daño a las partes o a terceros, al actuar con
dolo o culpa inexcusable, sin perjuicio de la sanción
administrativa o penal que merezca.

a) La conducta es dolosa si el Juez incurre en falsedad o fraude, o si


deniega justicia al rehusar u omitir un acto o realizar otro por
influencia.

b) Incurre en culpa inexcusable cuando comete un grave error de


derecho, hace interpretación insustentable de la ley o causa
indefensión al no analizar los hechos probados por el afectado.

Este proceso sólo se impulsará a pedido de parte”


Este dispositivo tiene que ser visto en relación con el art.
516 c.p.c., que establece que la obligación de pago de los
daños y perjuicios es solidaria entre el Estado y el juez o
jueces colegiados que expidieron las resoluciones
causantes del agravio. Del coordinado dispuesto de estos
artículos, se percibe claramente que nos encontramos
frente a un caso de responsabilidad de la persona jurídica
Estado a través de su órgano jurisdiccional (juez).
En igual situación se encuentran los representantes del
Ministerio Público, cuya responsabilidad, en algunos
casos, se encuentra prevista por el código civil.

El art. 118 c.p.c. establece que: “el representante del


Ministerio Público es responsable civilmente cuando en el
ejercicio de sus funciones actúa con negligencia. El
proceso se sujeta al trámite que corresponde al de
responsabilidad civil de los Jueces”(art. 595 c.c.)
El art. 514 c.p.c. establece un plazo de caducidad de tres
meses para interponer la demanda, “contados desde
que quedó ejecutoriada la resolución que causó daño”.
Las reglas a aplicarse para este tipo de responsabilidad
son, tal como lo prescribe el art. 515 c.p.c., las de
inejecución de las obligaciones, en cuanto sean
aplicables.

Nótese que el auxiliar jurisdiccional puede incurrir en


responsabilidad. Así por ejemplo, lo prevé el segundo
párrafo del art. 376 c.p.c., cuando regula que:

“el Secretario de Juzgado enviará el Expediente al superior


dentro de cinco días de concedida la apelación o
adhesión, en su caso, bajo responsabilidad” (el
subrayado es mío).
En este caso, se está haciendo alusión a la responsabilidad
disciplinaria. Sin embargo, no veo inconveniente alguno
para que, respecto de este supuesto de hecho, también
se responsabilice civilmente al auxiliar jurisdiccional, y
al Estado, ex art. 1981 c.c.

Responsabilidad del Estado por errores registrales

La ley de creación del Sistema Nacional de los Registros


Públicos y de la Superintendencia Nacional de los
Registros Públicos (SUNARP), Ley No. 26366, de fecha
14.10.94, establece en el inciso d) de su art. 3, que es una
de las garantías del Sistema Nacional de los Registros
Públicos “la indemnización por los errores registrales,
sin perjuicio de las demás responsabilidades que
correspondan conforme a ley”.
Responsabilidad del Estado por los actos de administración
o los servicios públicos

D. S. Nº 013-2008-JUS (28.08.08) se aprueba el T.U.O. de la


Ley Nº 27584, Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, modificado por el D. Leg. Nº 1067

Artículo 5.- Pretensiones

“En el proceso contencioso administrativo podrán


plantearse pretensiones con el objeto de obtener lo
siguiente:

1. La declaración de nulidad, total o parcial o ineficacia de


actos administrativos.
2. El reconocimiento o restablecimiento del derecho o
interés jurídicamente tutelado y la adopción de las
medidas o actos necesarios para tales fines.

3. La declaración de contraria a derecho y el cese de una


actuación material que no se sustente en acto
administrativo.

4. Se ordene a la administración pública la realización de


una determinada actuación a la que se encuentre
obligada por mandato de la ley o en virtud de acto
administrativo firme.

5. La indemnización por el daño causado con alguna


actuación impugnable, conforme al artículo 238 de la
Ley Nº 27444, siempre y cuando se plantee
acumulativamente a alguna de las pretensiones
anteriores”.
D. Leg. No. 1029, del 23.06.08, que modifica la Ley del
Procedimiento Administrativo General - Ley Nº 27444
(10.04.01) y la Ley del Silencio Administrativo - Ley Nº
29060

“Artículo 238.- Disposiciones Generales

238.1 Sin perjuicio de las responsabilidades previstas en el


derecho común y en las leyes especiales, las entidades son
patrimonialmente responsables frente a los administrados
por los daños directos e inmediatos causados por los actos
de la administración o los servicios públicos directamente
prestados por aquéllas.

238.2 En los casos del numeral anterior, no hay lugar a la


reparación por parte de la Administración, cuando el
daño fuera consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor,
de hecho determinante del administrado damnificado o de
tercero.
Tampoco hay lugar a reparación cuando la entidad
hubiere actuado razonable y proporcionalmente en
defensa de la vida, integridad o los bienes de las
personas o en salvaguarda de los bienes públicos o
cuando se trate de daños que el administrado tiene el
deber jurídico de soportar de acuerdo con el
ordenamiento jurídico y las circunstancias.

238.3 La declaratoria de nulidad de un acto administrativo


en sede administrativa o por resolución judicial no
presupone necesariamente derecho a la indemnización.

238.4 EI daño alegado debe ser efectivo, valuable


económicamente e individualizado con relación a un
administrado o grupo de ellos.
238.5 La indemnización comprende el daño directo e
inmediato y las demás consecuencias que se deriven de
la acción u comisión generadora del daño, incluyendo el
lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral”.

238.6 Cuando la entidad indemnice a los administrados,


podrá repetir judicialmente de autoridades y demás
personal a su servicio la responsabilidad en que
hubieran incurrido, tomando en cuenta la existencia o
no de intencionalidad, la responsabilidad profesional
del personal involucrado y su relación con la
producción del perjuicio. Sin embargo, la entidad
podrá acordar con el responsable el reembolso de lo
indemnizado, aprobando dicho acuerdo mediante
resolución.
Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la
Contraloría General de la República Nº 27785 del
22.07.02

DISPOSICIONES FINALES
Novena.- Definiciones básicas

Responsabilidad Civil.- Es aquella en la que incurren los


servidores y funcionarios públicos, que por su acción u
omisión, en el ejercicio de sus funciones, hayan
ocasionado un daño económico a su Entidad o al
Estado. Es necesario que el daño económico sea
ocasionado incumpliendo el funcionario o servidor
público sus funciones, por dolo o culpa, sea ésta
inexcusable o leve. La obligación del resarcimiento a la
Entidad o al Estado es de carácter contractual y
solidaria, y la acción correspondiente prescribe a los
diez (10) años de ocurridos los hechos que generan el
A propósito de una persona indultada, el Sexagésimo
Tercer Juzgado Civil de Lima, con Resolución No. 16,
del 22.06.04, se cuantificó el daño no patrimonial por
haber estado detenida en forma injusta, de la siguiente
forma:

“La demandante, de sexo femenino, estuvo encarcelada en


forma injusta, acusada y condenada por terrorismo,
por un total de seis años, aproximadamente, desde los
41 hasta los 47 años de edad, teniendo en esa fecha a su
cargo a dos hijos estudiantes.

La prisión injusta e inmerecida daña a la persona en su


esencia, privándole del bien más preciado de todo ser
humano, que es la libertad; asimismo, mella
profundamente la dignidad y el honor, inapreciables e
invalorables. Frustra a la persona en su proyecto de
vida,
arrebatándole años que no volverán, en los que se
desarrollaba, en el caso de la demandante, como madre,
siguiendo el proceso educacional de sus hijos, y
quitándole también años posteriores, ya en libertad,
pero en una libertad en la que tiene que rehacer su
vida, reinsertarse en la sociedad, recuperar el ánimo,
espíritu y paz arrebatados, procurando olvidar o,
mejor, procesar, con ayuda psicológica, la terrible
experiencia que atravesó, curando la mente de la
depresión, ansiedad y el terror.

Estos daños, incuantificables por su naturaleza, pero


cuantiosos en los casos de este tipo, máxime si la
duración del encarcelamiento no fue corta sino
prolongada, durante más de seis años, deben repararse
en la totalidad de la suma solicitada por este concepto
por la demandante, esto es, ciento cuarenta y un mil
novecientos noventa y cuatro
dólares americanos con cinco centavos de dólar americano
(US $ 141,994.05)”.

Esta decisión fue confirmada por la Sexta Sala Civil de la


Corte Superior de Lima, con resolución del 08.06.06,
reduciendo el monto indemnizatorio por daño a la
persona en la suma de S/.90,000.00. La dramática
disminución se debió a que, en atención al colegiado:

“lo fijado por la A quo resulta excesivo, toda vez que, el


quantum indemnizatorio no resulta justificable ni
mucho menos proporcional al daño causado; por lo
que, este Colegiado considera fijar dicho monto
rebajándolo en una cantidad que se justifique y que sea
proporcional a las reales posibilidades del obligado,
teniendo en cuenta que en el presente caso, el
demandado es el Estado cuyo erario o
Tesoro Público cumple fines sociales de interés público, es
decir otros fines que atender; a efectos de no crear
enriquecimientos injustificados a favor del
demandante” (el subrayado es mío).
Sobre la factibilidad del pago de las
indemnizaciones por los daños que causa el
Estado
Juan Espinoza Espinoza
La Ley No. 26599, del 22.04.96, que modificó el art. 648
c.p.c., aumentando un inciso que establecía, a la par de la
embargabilidad de los bienes del Estado, que “las
resoluciones judiciales o administrativas, consentidas o
ejecutoriadas que dispongan el pago de obligaciones a
cargo del Estado, sólo serán atendidas con las partidas
previamente presupuestadas del sector al que
corresponda”.
Esta ley fue declarada inconstitucional por sentencia del
Tribunal Constitucional, publicada el 07.03.97, por
cuanto, al no distinguir los bienes de dominio público de
los bienes de dominio privado que corresponden al
Estado, se confería a estos últimos “aquella inmunidad
que la Constitución otorgó únicamente a los bienes de
dominio público”.
Curiosamente, el mismo día que se publicó esta sentencia,
también se publicó la ley No. 26756, de la misma fecha,
cuyo art. 1 ordena la constitución de una comisión
encargada de proponer al Congreso un proyecto de ley de
bienes del Estado, en la que se determine los que pueden
ser materia de embargo y los procedimientos a seguir en
el caso de embargos de un bien del Estado.

Mediante Resolución Defensorial Nº 062-98/DP, de fecha


26.10.98, el Defensor del Pueblo ha aprobado el Informe
Defensorial sobre “Incumplimiento de Sentencias por
parte de la Administración Estatal”, elaborado por la
Defensoría Especializada en Asuntos Constitucionales.
Se ha comprobado que algunas entidades estatales han
vulnerado los arts. 2, inc. 2 y 139, inc. 3, de la
Constitución, que consagran los derechos a la igualdad
ante la ley, al debido proceso y a la tutela jurisdiccional;
así como la prohibición establecida en el art. 139, inc. 2 de
la Constitución, según la cual ninguna autoridad puede
retardar la ejecución de sentencias.

Frente a la afirmación de que, en aplicación del principio


de legalidad presupuestaria, no pueden efectuarse gastos
no programados en el ejercicio, al no estar dotados de la
respectiva asignación presupuestaria, el citado informe
contesta que “este aparente conflicto con el derecho a la
tutela judicial efectiva no es insalvable, ya que siendo
deber primordial de toda entidad pública respetar los
derechos constitucionales, resultaría incompatible con el
Estado de Derecho que el cumplimiento de una sentencia
quede supeditado a la voluntad o discrecionalidad del
propio obligado. Ello simplemente desnaturalizaría la
esencia y respeto que corresponde al Poder Judicial”.
Máxime, cuando existen dispositivos la Ley de Gestión
Presupuestaria del Estado, que permiten efectuar
modificaciones presupuestarias a través de créditos
suplementarios, habilitaciones o transferencias de
partidas, autorizadas por ley; o mediante la anulación por
el titular del pliego, al interior del presupuesto de una
determinada institución, de las actividades y proyectos no
prioritarios, con el fin de satisfacer los montos ordenados
por las sentencias.
En atención a lo anteriormente expuesto se exhorta a los
jueces que conocen procesos en que se ejecutan las
sentencias a:

1. Formular la denuncia correspondiente ante el Ministerio


Público contra aquellos funcionarios que incumplen
mandatos judiciales.

Este informe observa que el incumplimiento de una


sentencia que cuenta con el carácter de cosa juzgada no
sólo afecta derechos y principios constitucionales sino a la
vez genera responsabilidad penal respectiva por el delito
de resistencia y desobediencia a la autoridad, previsto por
el art. 368 del código penal, así como responsabilidad
administrativa.
2. Evaluar la posibilidad de embargar, ante la renuencia al
cumplimiento, los recursos presupuestarios destinados a
actividades y proyectos no prioritarios de la entidad
ejecutada; así como los bienes que tengan un notorio
carácter de bienes de dominio privado, de acuerdo a los
criterios expuestos por la sentencia del Tribunal
Constitucional en la acción de inconstitucionalidad
interpuesta contra la Ley Nº 26599, según la cual sólo son
inembargables los bienes del Estado de dominio público,
al amparo de las facultades que concede el art. 138 de la
Constitución.

En una mala señal, el Ejecutivo, a través del Decreto de


Urgencia No. 019-2001, del 09.02.01, establece en su art. 1,
que “los depósitos de dinero existentes en las cuentas el
Estado en el Sistema Financiero Nacional, constituyen
bienes inembargables”.
Frente a ello, mediante Sentencia del Tribunal Constitucional
del 15.03.01, se declara inconstitucional, conjuntamente
con la Ley No. 26597 a la Disposición Transitoria Unica
de la Ley No. 26756.

Sin embargo, la burla del Ejecutivo continúa, por cuanto, al


día siguiente de la publicación en el diario oficial de esta
sentencia, o sea el 12.05.01, se publica el Decreto de
Urgencia No. 055-2001, del 11.05.01. En efecto, en uno de
los considerandos, se observa que:

“la situación de necesidad de pago, puede generar el colapso


de la economía nacional, al verse el Estado obligado al
cumplimiento de obligaciones que no puede asumir en
forma inmediata, por lo que se encuentra en una situación
extraordinaria e imprevisible (¿caso fortuito?) que pone
en riesgo
la economía del país y las finanzas públicas” (el comentario
entre paréntesis es mío).

Ello lleva a regular, en el art. 1, que “los recursos públicos no


pueden ser destinados a fines distintos de los que establece
la Ley, incluyendo aquellos depositados en las cuentas de
las entidades del Sistema Financiero nacional, bajo
responsabilidad”. El art. 2 precisa que las entidades del
Sector Público pagarán sus obligaciones por concepto de
indemnización, “siempre que hubiere disponibilidad para
tal fin”. Para palear esta situación, se establece la
previsión de “fondos necesarios para la atención
progresiva” de la víctima o sus deudos (art. 3) y la
promesa (incumplida pro segunda vez), de publicar “un
proyecto de ley que establezca los bienes que son de
dominio público” (art. 4).
El inciso 8 de la primera disposición transitoria de la Ley
No. 27584, que regula el procedimiento contencioso
administrativo, del 06.12.01, establece que, a partir de la
vigencia de dicha ley, quedan derogados “la Ley No.
26756, el Decreto de Urgencia No. 019-2001 y los
Artículos 2º, 3º y 6º del Decreto de Urgencia No. 055-
2001” y la tercera disposición final de esta ley establecía
que la ley entraría en vigor a los treinta días naturales
siguientes a su publicación en el diario oficial. Sin
embargo, con el art. 1 del Decreto de Urgencia No. 136-
2001, del 20.12.01, se amplió este plazo a ciento ochenta
días. La Ley No. 27684 del 15.03.02 en su art. 4 ha
derogado este último Decreto de Urgencia. Así mismo esta
Ley (que entró en vigencia el 17.03.02) ha establecido, en
su art. 5 que la Ley No. 27584 entrará en vigencia a los
treinta días “posteriores de dicha publicación”.
El art. 2 trastoca las coordenadas normativas fijadas
anteriormente, al imponer lo siguiente:

“Retírase el inciso 8) de la Primera Disposición Derogatoria


de la Ley Nº 27584 y en consecuencia declárase la plena
vigencia de la Ley Nº 26756, con excepción de la Disposición
Transitoria Única, declarada inconstitucional mediante
sentencia del Tribunal Constitucional del 15 de marzo del
año 2001; del Decreto de Urgencia Nº 019-2001 y del Decreto
de Urgencia Nº 055-2001 con excepción de los Artículos 2º, 3º
y 5º que quedan derogados.”

En su momento, mediante Resolución Defensorial No. 009-


2002/DP, del 06.03.02, la Defensoría del Pueblo exhortó al
Presidente del Consejo de Ministros a promover la
derogación de los Decretos de Urgencia No. 136-2001, 019-
2001 y 055-2001.
Asimismo, se debe tener en cuenta que el art. 1 de la Ley
No. 27684, ha modificado el art. 42 de la Ley No. 27584,
en los siguientes términos:

“Las sentencias en calidad de cosa juzgada que ordenen el


pago de suma de dinero, serán atendidas única y
exclusivamente por el Pliego Presupuestario en donde se
generó la deuda, bajo responsabilidad del Titular del
Pliego, y su cumplimiento se hará de acuerdo a los
procedimientos que a continuación se señalan:

42.1 La Oficina General de Administración o la que haga sus


veces del Pliego Presupuestario requerido deberá
proceder conforme al mandato judicial y dentro del
marco de las leyes anuales de presupuesto.
42.2 En el caso de que para el cumplimiento de la sentencia el
financiamiento ordenado en el numeral anterior resulte
insuficiente, el Titular del Pliego Presupuestario, previa
evaluación y priorización de las metas presupuestarias,
podrá realizar las modificaciones presupuestarias dentro de
los quince días de notificada, hecho que deberá ser
comunicado al órgano jurisdiccional correspondiente.

42.3 De existir requerimientos que superen las posibilidades de


financiamiento expresadas en los numerales precedentes, los
pliegos presupuestarios, bajo responsabilidad del Titular del
Pliego, mediante comunicación escrita de la Oficina General
de Administración, harán de conocimiento de la autoridad
judicial su compromiso de atender tales sentencias en el
ejercicio presupuestario siguiente, para lo cual se obliga a
destinar hasta el tres por ciento (3%) de la asignación
presupuestal que le corresponda al pliego por la fuente de
recursos ordinarios. El Ministerio de Economía y
Finanzas y la Oficina de Normalización Previsional, según
sea el caso, calcularán el tres por ciento (3%) referido en
el párrafo precedente deduciendo el valor
correspondiente a la asignación para el pago del servicio
de la deuda pública, la reserva de contingencia y las
obligaciones previsionales.

42.4 Transcurridos seis meses de la notificación judicial sin


haberse iniciado el pago u obligado al mismo de acuerdo a
alguno de los procedimientos establecidos en los
numerales 42.1, 42.2 y 42.3 precedentes, se podrá dar
inicio al proceso de ejecución de resoluciones judiciales
previsto en el Artículo 713º y siguientes del Código
Procesal Civil. No podrán ser materia de ejecución los
bienes de dominio público conforme al Artículo 73º de la
Constitución Política del Perú."
Posteriormente, con el D.S. No. 175-2002-EF, del 16.11.02,
se han precisado disposiciones de carácter presupuestal y
administrativo para la atención de obligaciones de dar
sumas de dinero a cargo del Estado.

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