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W je Universidad Nacional Auténoma de México Facultad de Estudios Superiores Iztacala Carrera de Psicologia LA PERDIDA DEL AKUAO. EL LUGAR DE LAS EMOCIONES EN LA SOCIEDAD MEXICANA ENTRE LOS SIGLOS XIX ¥ XX Oliva Lopez Sanchez coonpiNApoRA AUTORES Oliva Lopez Sanchez Carlos Olivier Toledo Elsa Malvido Miranda + Alicia Llamas Martinez Garza Margarita Gutiérrez Colin ‘Ma. Elena Hernandez Cabrera ecu ea te ‘MC José Jaime Avila Valdivieso Pes rUCnA, UNA 21 Oh Primera edicién: 17 de diciembre de 2011 ©2011 DR. Universidad Nacional Auiénoma de México Ciudad Universitaria, Delegacién Coyoacin, CP M510. Mazico Distrito Federal Facultad de Estudios Superiores [ntacala ‘Aucdelos Barrios NI, Las eyes Iztacala, Tnepantla, CP 5400, Fstado de México, México. ISBN 978-607 -02-2775-2 Probibida bs reproduccidn tnéal © parcial por cualquier medio sil autorizacsin -escrita del tular de las derechos patrimanisles APOVO TECNICO. MC José Jaime Avila Valdivieso “CADADO DE LA EITHER Y CORRECCION DE ESTILGE MC Laura Susana Rusiz Lana. “CORRECTION BE ESTILD LIC. Jonge Arturo Avils Gémara -CORRECCION ESTILO Y REVISION EH APARATO ERIE DG Nael Ramirer HUSTRACIGN DE FORTADA DG Jost Alfimdo Hidalgo Escobedo DERG EOUTORIAL, DIAGEAMACION ¥ FORMACION, DG Elihi Gamboa Mijangos FORMACION EDITCRIAL DG Carlos Domingues Moreno DISERO OF POTADS Libro financiado par el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigacién ¢ in- novacidin ‘Tecnaligica (PAPIIT), registra IN3OL3B “La canstruccién emocio- nal del cuerpo femenino entre los siglos MIX y XX" Impreso y hecho en México 2 LA SUPERI|ORIDAD MORAL DE LAS MUJERES: LOS ARGUMENTOS FILOSOFICOS Y CIENTIFICOS DE LA NATURALEZA EMOCIONAL DE LAS MUJERES Y SU DESTINO DOMESTICO EN EL SIGLO XIX MEXICANO" Oliva Lépez Sanchez ‘Todos aquellos partidarios decidtdas del feminismo que se miran obligadas 4 admitirla diversidad orginica que presentan-ambossexsentre si, una ver pondientes, ‘era, se olvidan y hacen @ un lado de hecho, los datos fundamentales que ssumintsra la blologia, com el fin de sostener que la accion educativa es capar de borrar esas diferencias en la porventt Horacio Barreda Revista Posittva, 1909 Elhombre debe proporcionar su subsistencta la mufer...A falta del esposo a de los partentes, la saciedad debe asegurar su existencta material a la muger, ‘ora sea coma compensacion de una inevitable dependencia temporal, ora en. ‘irtud sobre todo, de su indispensable oficio moral. A. Comte Poittique pasitive Disc. Préll. Introduccién artimos de una premisa, los postulados de la ilustracion, el ‘darwinismo y el positivismo comtiano en torno ala definicion de la mujer y sus funciones sociales impactaron el pensamien- to de los filésofos y hombres de ciencia mexicanos del siglo x1x fini- secular y de las primeras décadas del siglo xx. Como ejemplo tene- mos la produccién filos6fica titulada Estudios sobre “El feminismo” 2 pagico xraes Alvarado, investignaara cet mstiuto oe ‘ec agrederco profuedamente ss conacinientes su senciles Yau generosd que hiciera Horacio Barreda? en 1909 a proposito del feminismo que estaba expresindose, en los umbrales del siglo xx, entre un sector intelectual de la sociedad mexicana, y el cual fue entendido como si- nénimo de emancipacién de las mujeres en su reclame por acceder alos estudios profesionales al servicio de sus capacidades intelectua- les y en pro del desarrollo social y econémico de la nacion.? Es importante sefialar que el estudio de Barreda sobre el femi- nismo resulta fundamental en la comprension de la funcion social asignada a las mujeres porque reconoce él impacto de las reformas cristianas -catdlicas y protestantes- del siglo xv1 que conllevaron a la declaratoria de la superioridad moral de la mujer y la consecuen- te asignacién de lo que nosotros hemos llamado capital emocional, con el cual ella se convertiria en la gestora de la moral de la pobla- cion y a partir de entonces se instauraria, emblematicamente, como el freno del egoismo que conllevaban las luchas de la vida material, causantes, segtin el imaginario social burgués, de dafios perturba- dores en el corazon del hombre.‘ Nos interesa presentar en este capitulo un panorama general de la influencia que ejercid el pensamiento moderno en tornoal proceso cultural de ir asociando una vida afectivo-emocional a la denomi- nada naturaleza femenina que se manifestd, segin distintas voces provenientes de la ciencia, la filosofia y la religion, en su fortaleza y superioridad moral. Afirmamos que dicha superioridad moral fue capitalizada por el discurso feminista de principios del siglo xx para justificar y posteriormente negociar su presencia en la vida publica en igualdad de circunstancias a la de los varones. Por eso consideramos fundamental llevar a cabo un breve pa- norama analitico, a través del cual podamos dar cuenta de cémo se fueron entretejiehndo los postulados filoséficos y cientificos euro- peos con los mexicanas, que trajeron al didlogo las reminiscencias cristianas sobre la condicién femenina, para justificar la sujecién social de las mujeres en el mundo occidental y en México en par- 44 Gram Dist, (tole de parversifad La agen de a mujer en a culture dein de ips, Deete, knee, 204, Lapérdide det part | 60 ticular y Ia fuerte asociacién con la vida afectiva, sinénimo de su prestigio moral. Entre finales del siglo x1x y principios del xx, la prensa mexica- na femenina reclamaba la emaneipacion de las mujeres y ponfa como ejemplo los accesos a Ja educaci6n superior que tenian sus pares en Europa y los Estados Unidos. Las mujeres norteamericanas y europeas ocupaban puestos de ensefianza en las universidades y en los hospita- les; compartian los espacios universitarios con los varones. En México, tal situacion iba mas lenta y, aunque existia un mintisculo grupo de mujeres pertenecientes a una clase media urbana de origen agricola y probablemente protestante¥ que habian accedido a una educacién profesional, de ninguna manera representaba un cambio en la condi- clon social de las mujeres mexicanas de esta naciente clase media® Los argumentos esgrimidos para echar abajo la emancipacion femenina promovida por el feminismo, movimiento reivindicati- vo de la condicién femenina proveniente del mundo anglosajén, tuvieron sus bases en la condicién biolgica de las mujeres, quie- nes segiin las evidencias cientificas, no contaban con la capacidad organica, ni intelectual para desempenar actividades semejantes a las que desarrollaban los varones en los espacios publicos. Entre los argumentos, supuestamente cientificos, sobre los cuales los intelec- tuales conservadores europeos y mexicanos fundamentaron las di- ferencias entre hombres y mujeres, y posteriormente se convirtieron en los antecedentes de las desigualdades entre los sexos, emergen Jos rasgos afectivo-emocionales como Inherentes de la denominada condicién femenina. Asi aparece un mundo dividide entre razon, representada por los varones, el cual es altamente valorado, y el otro representado por la emocion y asociado a la condicion femeni- na y, por tanto, profundamente devaluada. En el siglo x1x, la filosofia positivista de Augusto Comte,’ basa- da en la teoria frenolégica de Gall, senté las bases, presuntamente 3 véece sean fierre sustien, -Moceior ce mujer protectante:ideotogia ralgiara y ecucacién remerina, {AEED-1919", en Carmen Fame: Ezcandin ef al, Precencie y Hansparencie: Le mujer en lo historic de ‘nagies, Colegio se masses, hades, 4952, 2p. 163-400; Ove LBpe, vireuses, emplass y sherrass: Luss prescripciones metogistes rigieistas el cuerpo en México ep los sigies mmx y x" Oct Revista del Contre de Ivertigociones Mistsrcas, 2009-2083, nim18. 6 dace ofa tbpe: since, “El uco ae iz emociones camo un instrumento de tranctormacin soci gem ‘replied de las mujeres en la rence femerina portritavileta:delanghas le mujer mesicang™ En ects smizma oora,p. 283 7 Augusto Comte, “Course de Philasophie Positive”. Tome Tisiéme, La Philasaphic Chisnique et la Pilo- {saphie Sisiogique, Suchelar, mprimeur- Unrate, ari 4035 1 a epeidad moral de os moje. objetivas, sobre la teoria cerebral en la que se fundamento una di- ferencia en las funciones afectivas e intelectuales entre hombres y mujeres? Estos razonamientos coincidian con algunas de las expli- caciones del pensamiento de Rousseau’ sobre la diferencia entre los sexos. La influencia de Comte en la construccién del conocimiento y la denominada ciencia positiva impacté no sélo a Europa, tam- bien a América, incluido México, pues al establecerse un pensa- miento laico sobre el cuerpo se requirié de una fundamentacion cientifica para sostener las explicaciones de su naturaleza y eventual funcionamiento, a fin de justificar su control. La produccion filosé- fica y cientifica europea en el siglo x1x, particularmente la francesa, impacto de manera directa el pensamiento de los mexicanos dedi- cados a estos menesteres. Por lo que también es de nuestro interés analizar el lugar de las, emociones como rasgo naturalizado en las mujeres a través de los argumentos de los discursos filos6ficos de la ilustracién, el positivis- mo y el darwinismo dirigido a seftalar las diferencias entre hombres y mujeres. Sostenemos que los argumentos de la clencia positiva torno ala justificacion, supuestamente objetiva, de la division sexual del trabajo estuvo dirigida a demostrar, segin su logica, la incompa- tibilidad biol6gica de la mujer para acceder a cargos piiblicos consi- derados exclusivos de los varones y de esa manera acallar las voces disidentes que se pronunciaban por la emancipacion femenina en la vieja Europa y en Latinoamérica con el llamado feminismo. En primer lugar, hacemos tn esbozo sobre el pensamiento de la ilustracion y el consecuente producto social llamado Ia mujer, posteriormente continuamos con los aspectos referentes a las emo- ciones, presentes en los postulados roussonianos y darwinistas, las cuales aparecen como un rasgo de identificacion femenina asocia- das con la irracionalidad, la subjetividad y lo ca6tico que concibié a la emocién como peligrosa, confusa y contraria ala razon. Vere- mos como las emociones se asociaron con mayor fuerza ala deno- minada naturaleza femenina, que dio como resultado una imagen reduccionista de la mujer mas cercana a la emocién y el hombre a 2 Vesee Cares Ginier Toledo, "Diagnosis de! arictery conztruccién demacion. lestuciadelazemacionazen fl pencamienso mécico decimonteiea’yene:ta mizma oor, p 5. 2 duan1. Rousseau, Erila ode la Educaciin Editorial Perri, Méxice, 1257. ta perdi det paratse | 62 la raz6n.!° Luego entramos de Ileno en la discusién entablada por Horacio Barreda alo largo de seis estudios sobre el feminismo, a tra- vés de los cuales trata de disuadir con argumentos, presuntamente cientificos, la posibilidad de que las mujeres mexicanas accedan a la emancipacion promovida por el feminismo anglosajon a través de una educacion masculinizada, como él la Ilamo. Por tltimo, ce- rramos este capitulo con el analisis de las reflexiones que los discur- sos conservadores manifestaron en torno a la mujer mexicana de la clase media caracterizada por su condicién afectiva de sumision y gran sentimiento altruista. Exbozande les principios de la racionalidad ilustrada La construccion del mundo moderno tiene como antecedente una cadena de rupturas sociales, politicas y epistemolégicas que tuvie- ron lugar en la Tlustracion, la Revolucion francesa, la Revolucion industrial y la instauracion del modelo protestante burgués, todas ellas ofrecieron elementos de todo tipo que estimularon Ia confor- macion de estilos de vida basados en la distincion binaria del mun- do. La consolidacion de ciertos cambios sociales, que se habian ges- tado por anticipado, conllevo a un reordenamiento de la vida social y ala construccién de representaciones sobre los individuos segun su sexo. Por lo que se impuso un mundo de representaciones den- tro del cual los hombres y las mujeres parecian como diferentes en ciertos aspectos, tomando como basamento la anatomia sexual, la capacidad intelectual y los procesos emocionales. Por la manera en.cémo fueron dialogando las diversas teorias cientificas y politicas con la filosofia ilustrada, las representaciones de lo que era ser mujer surgié como oposicién y en comparacién con lo que se entendia por ser varon. Es por ello que el concepto mujer bien puede entenderse como un producto resultante del ordenamiento social del siglo xvi, es decir, la mujer como imagen y representacién fue un producto del aparato politico, del discurso de la ciencia y la filosofia que la de- finieron a partir de su anatomia genital y le asignaron la funcion 40° Catherine Luts, “Emation, Thought. and Estrangement:Emabign ase Cultural Category”.en Cultural An ‘threpeloay, A956. 3fa), 2. 287-308. bs aspera cl de is ere social de reproductora de la cultura y guardiana de la moral del mundo practico-material, para lo cual enmarcaron sus diferencias intelectuales y mentales con respecto de los varones y exaltaron sus rasgos morales y emocionales, ademas de su capacidad reproductiva. La Ilustracion concebia a la razon como instrumento de trans- formacion social y de reforma de las mentes. El mundo debia pro- gresar y la cultura debia constituirse en el motor de ese progreso. En esta logica, la razon hacia las veces de paradigma desde el que se valoraba y en el cual se cifraba la emancipacion de la humanidad. Solo que en este proyecto emancipatorio, no fue contemplada la mitad de la humanidad."' La sujecion de la mujer desde los postulados de la Ilustracion y lacritica roussoniana tiene sus bases en la razon. Es evidente que este discurso excluyo de la ciudadania a la mitad de la poblacion a pesar de la candente polémica en su época sobre la igualdad de los sexos. Segin Rosa Cobo,'? Rousseau acallé las voces disidentes que proclamaban la igualdad de los sexos, armando un anilisis de a razon, la naturaleza y el contrato social desde una légica con un encadenamiento de dualidades: dos estados de naturaleza (la fe- menina y la masculina), dos espacios (el publico y el privado), dos nociones de naturaleza humana (presocial y social) y dos concep- ciones educativas (una para las mujeres y otra para los hombres) que le sirvieron para justificar la division social y sexual del trabajo y de los espacios en publico y privado. En definitiva, los derechos universales no incluian a las mujeres. Este hecho ha sido leido por muchas académicas feministas como la primera marca de la des- igualdad y la sujecion femenina en el mundo moderno. La valida- cién racional de la desigualdad entre los sexos ha influenciado el contenido de diversos campos del conocimiento y ha impactado el modo en que tienen lugar las relaciones sociales. ¥ si reconoce- mos que uno de los elementos que vertebran las relaciones sociales son las relaciones de género, debemos de tener presente la forma en $2 unm sours conscerego coma ano oes majors mis conrovrstosensones Ge s+ “parses gineoring, ip raséa na ez un tn reser pueeesstree ene cezratrimiats oe yes Rac Fare noureeau, el proniema no er el progres ciensaco 9 mater, sno ei progrez9 m ‘mienta rousseaniana no zico objeto ae muchas yvariagast Ia pote, in educecion ye! feminizma. En el Fundamentse del patriarsode mederns J) Rousseau, cotesrs, Mast, 1258" 32 leider cual esta representacion de la mujer, sustentada en los postulados dela Ilustracion, ha dialogado con los distintos espacios de produc- cién del conocimiento y la cultura en general. El pensamiento rousseatniano apuntd hacia los siguientes “he- chos”: las mujeres no son sujetos de raz6n, por tanto, deben ser ob- jeto de la sujecion de la razon masculina. Por consiguiente, el con- trato social no es posible, si previamente las mujeres no han sido sometidas al contrato sexual." El espacio publico, como espacio de la libertad y de la autonomia moral, no puede existir sin el espacio privado, como lugar de reproduccién de lo publico y de sujecion de las mujeres mediante el contrato del matrimonio." La division sexual del trabajo, aspecto fundante de la moderni- dad, no sélo asigné una organizacion social entre hombres y muje- res, también fund6 una separacion entre la emocidn y la razon; la primera mas cercana ala naturaleza, la segunda ala cultura. De esta manera lo masculino ha sido definido como sinénimo de activo, fuerte, inteligente, mientras que lo femenino se ha asociado con lo débil, pasivo y emocional. Desde entonces, la asociacién entre emaciones y sexo femenino se convirtié en un elemento identitario de lo femenino en la cultura de género" porque se asigno como un aspecto de identificacion de las mujeres, por tanto, las emociones han tenido una clara funcion reguladora en su vida moral, imagi- nario que fue reforzado y validado por los discursos darwinista y comtiano en el siglo x1x. El discurso filoséfico de la ilustracién en tome a la naturaleza femenina Intensas discusiones en torno a la diferencia entre el hombre y la mujer como representantes de la especie humana nos permiten dar cuenta de losaspectos fisicos y morales que se esgrimieron en las argu- mentaciones filoséficas en la encomienda de construir la diferencia Alraspeste puede concumtarzela abea de Carol Pateman, Elcontrats sem, Antnroger-Universigaa Au ‘Sonoma Metropovtan, Ist, Saresions, 1955. ‘Roza Cobo, 6p. cit [eoorer limresigaciones y Estudios Superiores en Antropologia Socio M. AngelPorrin, México, 2008, pp. 25-35. G5 | La siperiovidad moral de tas mujeres.

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