Domingo VI post Epifana.
siempre basta evitar lo grande si descuidamos lo
EXORDIO. El rbol de mostaza que hoy habla el Evangelio
puede significar muchas cosas: aunque la mayora de
autores compara a ste rbol con la Iglesia naciente.
PUENTE. Sin embargo viene ms a nuestro propsito, el
ver esta parbola como el crecimiento espiritual que Dios
pide a todos nosotros y en particular en ustedes jvenes.
En el libro de los salmos hablando del justo se dice:
BienaventuradoP el varn que no anda en consejo con los
impos no en la senda de los pecadores, no se sienta en
compaa con los malvados.
Antes tiene en la ley de Dios su complacencia, y a ella, da y
noche atiende. Ser como rbol plantado a la ver del arrollo,
que a su tiempo da frutos, cuyas hojas no se marchitan (ps.
1,1-3)
CONTENIDO.
1. Primer grado es observar la ley. Es como sembrar la
semilla o sea es apartarse del pecado. No andar en la
senda del pecador. No basta cumplir la ley, sino
quitar todo descuido de su cumplimiento, ya aqu
puede ser en:
2. En la Oracin, en la caridad, en el cumplimiento del
reglamento, en la guarda de nuestros sentidos. Los
ms grave no siempre es lo ms grave, es decir no
poco.
3. Para ser santo se requiere amar la ley. Al principio
parece difcil y se soportan como cadenas, pero
despus parece agradable servir a Dios, que si por un
imposible el pecado fuere permitido, ni aun as se
cometera, yo amo tus mandamientos ms que el
oro
4. Deseo de estudiar la ley o sea de ir progresando.
5. Dar frutos al ir avanzando ensearla a otros.
6. La constancia. Muchos han empezado bien pero han
terminado mal, como espanta aquel ejemplo del
compaero de San Gabriel de la Dolorosa, que a
pesar de superar a ste en santidad no persever
sino que apostat de la Fe. Pidan a Dios la Fe, y el no
vean jvenes la virtud como obligatoria, sino pongan
en ella todo su contento.
Exhortacin. Su alma tal vez en esta poca es
pequea, pero esta llamada a ser un rbol grande, y
las ramas de esas ramas que se sustentes las almas,
que vean un lugar donde encontrar a Dios, busque
ante todo la amistad divina y la santidad y en ello,
para exhortarles a la santidad, digo, sean constates
he ah la verdadera felicidad.
A.M.D.G. L.D.V.M.