Cada cual debe construir este equilibrio mental siguiendo sus propias
tendencias, sus propias afinidades, sus propias aspiraciones. Pero si lo
queremos realmente vivo y luminoso, es necesario que tenga en su EJE LA
IDEA, que es la representacin intelectual simblica de ESO que MORA en el
centro de nuestro ser, de ESO que es nuestra vida y nuestra luz.
Esta idea expresada en palabras sublimes ha sido enseada, en diversas
formas, por todos los grandes maestros, en todos los pases y en todos los
tiempos.
El Yo de cada uno y el Gran Yo universal son Uno.
Si todo lo que ES desde siempre, tanto en su esencia como en su principio,
por qu hacer distincin entre el ser y su origen, entre nosotros y lo que
situamos al comienzo?
Y esta unidad hay que entenderla, no como un simple vnculo de unin
ms o menos estrecha e ntima, sino como una Real- Identidad.
Por tanto, el hombre que busca lo Divino olvida, cuando trata de
ascender grado a grado, hasta lo inaccesible, que todo su conocimiento
y toda su intuicin seran incapaces de hacerle dar ni un solo paso en ese
infinito, e ignora que eso que quiere alcanzar, eso que cree tan alejado,
lo lleva escondido en su interior.
Y cmo podr l descubrir algo de su Origen hasta tanto que tome
consciencia de ese Origen escondido en su ser?
Conocindose a s mismo, aprendiendo a conocerse es como puede
hacer el descubrimiento supremo y exclamar, maravillado, como el
patriarca de la Biblia: Aqu est la Morada de Dios y yo no lo saba.
LA MADRE