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ANALES MEDICOS

Volumen Número Julio-Sepriembre


Volume 47 Number 3 July-September 2002

Artículo:

El legado ético de
Santiago Ramón y Cajal

Derechos reservados, Copyright © 2002:


Asociación Médica del American British Cowdray Hospital, AC

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ANALES
Historia y filosofía de la medicina MEDICOS

H O S P I TA L

ABC
Vol. 47, Núm. 3
Jul. - Sep. 2002
pp. 175 - 179

El legado ético de Santiago Ramón y Cajal


Joaquín Ocampo Martínez*

RESUMEN ABSTRACT

En este trabajo se hace una breve exposición del pensamiento ético Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) was a Spanish scientist and
del científico español Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), primer physician, rewarded with the Nobel Prize in Medicine and Physiol-
hispanoparlante galardonado con el Premio Nobel de Medicina y ogy in 1906 for his contributions to the knowledge of the nervous
Fisiología en 1906. A propósito de que este año se conmemora el system structure. This year the scientific community celebrates one
sesquicentenario de su natalicio, el autor presenta una reseña de su hundred and fifty years of his birth. The author emphazises his eth-
trascendente contribución a la morfología microscópica del sistema ical legacy as a scientist, compromised with his country and the
nervioso. Hace énfasis en su visión ética como hombre de ciencia scientific education of the younger generations.
con ideales, amante de su nacionalidad y comprometido con la for-
mación de científicos útiles a la sociedad. Key words: Ethics and science, history of medicine,
Ramón y Cajal Santiago
Palabras clave: Ética y ciencia, historia de la medicina,
Ramón y Cajal Santiago.

“El tipo de inventor que trabaja por afán Fue de esos seres humanos que creen que lo único
de lucro abunda mucho hoy... La lucha malo es carecer de ideales y someterse a las contin-
por la patente y la fiebre de la competencia gencias de la vida práctica e inmediata, renunciando
industrial han turbado la calma augusta del a la posibilidad de la perfección moral.1
templo de Minerva...” Tuvo una gran afición por la pintura, la poesía y la
novela. Admiraba la obra de Ticiano, Rafael y Ve-
Santiago Ramón y Cajal lázquez y la creación literaria de Espronceda, Béc-
quer y Zorrilla.
Alrededor de los 20 años de edad, incursionó ansio-
Este año se conmemora, en el mundo científico y samente por los caminos de la filosofía, para indagar lo
académico, el sesquicentenario del natalicio de San- que los pensadores habían dicho acerca del alma, el co-
tiago Ramón y Cajal, médico y científico español na- nocimiento, la sustancia, el mundo y la vida, leyendo
cido en Petilla de Aragón, Navarra, en 1852. casi todas las obras de metafísica existentes en la bi-
Desde muy joven, fue el arquetipo del hombre dotado blioteca de la universidad a la que asistía.
de inquietud intelectual sobresaliente y actitud dominan- En una de sus obras autobiográficas señala expresa-
te y emprendedora, con curiosidad hacia los fenómenos mente que la inclinación por los estudios filosóficos “ad-
naturales y sensibilidad para apreciar las artes. quirió años después caracteres de mayor seriedad”,
contribuyendo “a producir en mí cierto estado de espíri-
tu bastante propicio a la investigación científica”.2
* Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina. Facultad de Medicina, En 1873 a la edad de 22 años, concluyó los estu-
Universidad Nacional Autónoma de México.
dios de medicina y, desde 1877, fue evidente su gran
Recibido para publicación: 11/09/02. Aceptado para publicación: 17/07/02. interés por la morfología microscópica animal. Diez
Dirección para correspondencia: Dr. Joaquín Ocampo Martínez años después, ocupó la cátedra de histología en Bar-
Ciudad Universitaria, Circuito Interior. Facultad de Medicina. UNAM,
Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, 04510 México, D.F.
celona hasta 1892, año en que se trasladó a Madrid
Fax: 5526-3853, Tels: 5623-3113, 5623-3121 para impartirla.
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Su condición de patriota lo llevó en su juventud a Ramón y Cajal verificó la hipótesis de His y Fo-
servir en la milicia española. Como médico y docen- rel, y demostró que las neuronas no se conectan por
te, obtuvo cátedras y reconocimientos nacionales e continuidad, sino por contigüidad. Es importante se-
internacionales, entre ellos, su admisión en la Real ñalar que Galeno de Pérgamo en De usu partium y
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en De Hippocratis et Platonis decretis, estableció la
en 1897 y el Premio Nobel de Medicina y Fisiología tesis de la continuidad del tejido neuronal que fue
que compartió con Camilo Golgi en 1906, siendo el aceptada por siglos, de ahí la contundencia del des-
primer científico hispanoparlante distinguido con cubrimiento.6
este galardón. A este singular hallazgo, acompañan otras aporta-
Su tendencia innata hacia la contemplación estéti- ciones del histólogo español para el estudio de la es-
ca de la naturaleza, lo llevó a preferir todo aquello tructura del sistema nervioso: el descubrimiento de
que capturaba con la vista, desde luego los fenóme- los astrocitos (células de Cajal), un tipo de células de
nos naturales, donde desplegó también su afán por la la neuroglia —con forma de estrella— que se en-
precisión y la exactitud, propias del pensamiento po- cuentran dispuestas horizontalmente en el estrato zo-
sitivista de su época.3 nal de la corteza cerebral; un método de coloración
Esta posibilidad le hizo privilegiar el análisis de para la neuroglia, en donde una vez fijado el material
hechos y fenómenos mediante observaciones preci- en una mezcla de formol, agua destilada y bromuro
sas y descripciones exactas, sobre hipótesis y teo- de amonio, y de ser cortado por el método de conge-
rías, arrancando a la naturaleza sus secretos, como lación, se trata sucesivamente con una solución
logró hacerlo con la morfología microscópica del acuosa (solución de Cajal) a base de cloruro de oro,
sistema nervioso. bicloruro de mercurio e hiposulfito de sodio, además
A todo ello se agregó una cualidad que sólo se en- del descubrimiento del plexo nervioso que se en-
cuentra en idealistas de gran talla: la fuerza de vo- cuentra en las vellosidades intestinales, formando
luntad. Decía que la vida era sobre todo una lucha en una intrincada red con numerosas células.
donde hay una interrelación entre la inteligencia per- Lo que en su tiempo se conoció como la “teoría
sonal y el mundo. “La teoría del medio moral no lo de Cajal”, sobre el desplazamiento unidireccional
explica todo; en el resultado final de la educación, del impulso nervioso (de las dendritas al cuerpo neu-
entra por mucho el carácter individual.”4 ronal y de ahí al axón) vino a complementar la “ley
El deseo de escudriñar la naturaleza y su capaci- de Bell-Magendie”, enunciada años antes por estos
dad para hacerlo, sumados a su gusto por la pintura y fisiólogos, acerca de que las neuronas de las astas
su gran pasión puesta al servicio de su pensamiento, posteriores de la sustancia gris de la médula espinal
dieron como producto uno de los hallazgos de mayor son sensitivas y transmiten el impulso unidireccio-
trascendencia para el conocimiento de la estructura y nalmente hacia las neuronas de las astas anteriores,
fisiología del sistema nervioso: la sinapsis neuronal. que son motoras.7
Antes de Ramón y Cajal se creía que el impulso En otro orden de ideas, hay que recordar que la
nervioso era transmitido gracias a la fusión entre vida de todo hombre o mujer tiene una dimensión
neuronas. Pero él demostró que no es así, sino que ética incuestionable, por ser inherente a su condición
existe una hendidura, un espacio virtual entre las de sujeto moral que reflexiona sobre normas, actitu-
membranas de las neuronas presinápticas y postsi- des y valores morales que guían a la sociedad a la
nápticas, donde tienen lugar los fenómenos electrolí- que pertenece, sin pasar por alto el momento históri-
ticos y bioquímicos que permiten tal transmisión.5 co que se vive.
His y Forel habían planteado, a mediados de la De esta manera, la ética de este científico navarro
década de los ochenta del siglo XIX, la hipótesis de constituye todo un paradigma del hombre de ciencia,
la libre terminación de los axones y dendritas de las cuya moralidad sobre los deberes propios del trabajo
células nerviosas, anteponiéndola al reticularismo de laboratorio contribuye al rigor y seriedad indis-
de Gerlach y Golgi, que asumía la continuidad de pensables para diseñar y desarrollar una estrategia de
las células. estudio.
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Es la ética del científico que tiene la capacidad de ción de facultades que vale mucho más que el ta-
vincular su quehacer cotidiano con otros órdenes de lento brillante...”10
actividad que influyen directa o indirectamente en No podrá ser un científico exitoso aquel que no
ese quehacer. sienta una gran admiración por los creadores del co-
Es la visión integral de la dimensión ética del hom- nocimiento, sin que esto se confunda con el culto a
bre de ciencia que aprende de la experiencia de todos la personalidad, que finalmente acaba por ceder paso
los días, sin olvidar la responsabilidad moral de co- a un autoritarismo mutilante de la mentalidad crea-
municarla a los pares y a las generaciones jóvenes. dora y productiva.
En el discurso de ingreso a la Real Academia de Para él, “... preferible es la arrogancia al apoca-
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, del 5 de di- miento: la osadía mide sus fuerzas y vence o es ven-
ciembre de 1897 y en desarrollos posteriores, plantea cida; pero la modestia excesiva huye de la batalla y
su propia perspectiva ética como científico amante se condena a vergonzosa inacción”.11 En el mismo
de su nación de origen. sentido critica a quienes creen que pueden aportar
Criticó severamente a todos aquellos que conside- poco a la ciencia o ven en la investigación científica
ran que las conquistas científicas, no son producto del una tarea ardua y difícil.
trabajo metódico y riguroso, sino de unas cuantas Al respecto, es célebre su irónico discurso sobre
mentes privilegiadas de ciertas naciones y no de otras. “las enfermedades de la voluntad”, en donde lanza
Se pregunta: “... ¿qué nos cuesta probar si somos una diatriba contra todos aquellos que dominados
capaces de crear ciencia original? ¿Cómo sabremos, por la pereza intelectual, no realizan obra escrita y
en fin, si entre nosotros existe algún dotado de supe- que, a pesar de ser eminentes profesores activos y
riores aptitudes para la ciencia, si no procuramos con iniciativa, “... sus discípulos y amigos harán
crearle, con las excelencias de una disciplina moral y bien en considerarlos como anormales y en propo-
técnica apropiadas, la ocasión de que se revele?”.8 nerles, con el respeto y dulzura debidos a su alta
Es en respuesta a estas cuestiones, que recuerdan mentalidad, tratamiento espiritual adecuado”.12
al Estado y a las universidades que tienen deberes Al hacer toda una tipología de estos “enfermos de
con la formación de científicos y la producción de la voluntad”, se dirige a ellos con sarcasmo, llamán-
conocimiento, señala: El Estado debe promover una dolos “ilustres fracasados”.
política científica que permita elevar el nivel cultural En esa tipología, habla del “dilettante” o contem-
de la sociedad para reconocer el trabajo del hombre plador quien tiene la cualidad de deleitarse con la
de ciencia. naturaleza pero sólo en sus manifestaciones estéti-
También debe proporcionar a las capas sociales cas, pues resulta estéril para el progreso efectivo de
más desfavorecidas la oportunidad de que los jóve- la ciencia.
nes descubran sus talentos y sean aprovechados en En su desacuerdo con un saber fatuo, arremete
bien de la nación, a través de la creación de institutos contra bibliófilos y políglotas, quienes tienen como
y centros de enseñanza, creando además “un plantel único fin deslumbrar e impresionar a sus amistades
de profesores eméritos, capacitados para producir con un enciclopedismo y una verborrea inútil y va-
nuevas verdades y para transmitir a la juventud el cía, comparándolos con meros fonógrafos.
gusto y la pasión por la investigación original”.9 Afirma que hay que rendir tributo a quien añade
En cuanto a las universidades, éstas deben trans- una obra original a una biblioteca y no a quien “lle-
formarse en centros promotores para la formación de va una biblioteca en la cabeza”. Para él, esta clase
filósofos y científicos y no solamente de profesionis- de enfermos de la voluntad ignoran que la erudición
tas con título.
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En su invitación a los jóvenes para que se invo-
carece de valor “cuando no representa la prepara-
ción y el pródromo de la acción personal intensa y
lucren en la investigación científica, es enfático en perseverante... sólo el esfuerzo vivificante puede li-
las características que deben poseer: “un regular brar al sabio del olvido y la injusticia”.13
entendimiento”, una apreciable imaginación y so- “Megalófilos” llama a todos aquéllos que quieren
bre todo, estar dotados “de esa armónica pondera- hacerse famosos con su primer trabajo, olvidando
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que primero hay que abordar los pequeños proble- bros débiles —señala— se adaptan mejor al error,
mas para luego acceder a los grandes desafíos de la casi siempre sencillo, que a la verdad, a menudo
investigación, aunque esta actitud prudente pudiera austera y difícil”.17
no conducir a la gloria, si se gana la estimación y el La segunda cualidad moral indispensable para
respeto de los sabios y la consideración de los con- todo aquel que hurga en la naturaleza es la perseve-
ciudadanos. rancia en el estudio. Es de lamentar que varios estu-
Junto a los “megalófilos”, habla de los “proyectis- dios a punto de cristalizar en brillantes aportaciones
tas” quienes se pasan la vida haciendo varios planes sin se frustren por falta de asiduidad y constancia por
consolidar alguno. Citando a Gracián, señala: “Todo se parte del investigador.
les va a algunos en comenzar y nada acaban; inventan, Menciona que si se quiere alcanzar un fin, una
pero no prosiguen; todo para en parar...”14 vez conocidos los métodos para alcanzarlo, hay que
Los “organófilos” son aquellos que rinden culto fijar en la mente los términos del problema, con el
fetichista al equipo de laboratorio cual celosas amas objeto de establecer relaciones más complejas y
de casa, pero nunca lo usan o impiden que otros lo precisas “entre las imágenes recibidas por la ob-
hagan, ya que ellos no saben o no quieren trabajar. servación y las ideas que dormitan en nuestro in-
Los “descentrados”, son sujetos que, aun care- consciente”.18
ciendo de vocación y aptitud, ocupan las cátedras Dotado de una personalidad sui generis, está con-
persiguiendo solamente la remuneración respecti- vencido de que todo investigador auténtico tiene una
va. Son individuos desafortunados a quienes cir- psicología fuera de lo común, que se expresa en un
cunstancias adversas los obligaron a desempeñar culto a la verdad y en una pasión por la gloria.
tareas distintas a sus inclinaciones, “dichos fraca- Para todos es gratificante el reconocimiento de su
sados entran también en la categoría de abúlicos, actividad, sobre todo a los dotados de “gran corazón
porque carecen de la energía necesaria para cam- y peregrino entendimiento”. Quien no aspira a la
biar de camino, armonizando al fin la vocación con gloria, como la mayor recompensa que se pueda re-
el empleo”.15 cibir de la humanidad por la obra realizada, no puede
La mentalidad positivista-pragmatista, imperante aspirar a ser un investigador eminente.
en su tiempo, lo lleva a la convicción de que hay Hombre de una época en que un acendrado nacio-
que abordar los fenómenos naturales de manera di- nalismo reina en la mente de prácticamente toda la so-
recta y sin ambages, refiriéndose así a una séptima ciedad española, considera que en todo hombre de
categoría, la de los “teorizantes” de quienes dice, ciencia es sustancial un sentimiento de patriotismo y
son hombres cultos y superiormente dotados, con de amor a la patria, sin denigrar a las demás naciones.
imaginación creadora e inquieta, sienten antipatía Si bien la ciencia no tiene patria, el científico no
por los laboratorios, la ciencia concreta y los he- carece de ella. Aun formando parte de la humanidad,
chos particulares, “Prefieren el libro a la monogra- pertenece a una nación “que se honra con sus triun-
fía y las hipótesis brillantes y audaces a las con- fos y a una región que le considera como el fruto de
cepciones clásicas pero sólidas”.16 su terruño”.19
De gran interés en su perspectiva ética son las Imprescindible en un hombre de ciencia es, para
cualidades morales que debe tener el investigador, y Cajal, el gusto por la originalidad científica, caracte-
que él poseía sin duda. rística que debe acompañarse del deseo de disfrutar
De estas cualidades señala que la independencia el placer incomparable que lleva en sí mismo el acto
de juicio es el rasgo dominante del investigador emi- de descubrir.
nente. Cita a personajes como Vesalio y Copérnico El hecho de ser original no sólo por vanidad per-
quienes tuvieron una mente individual ambiciosa y sonal, sino por todo lo que ello puede aportar al
una osadía crítica extraordinaria. Enemigo del apego progreso de la ciencia, debe ser el motor que guíe al
excesivo a la tradición, dice que la observancia irres- científico y no el afán de lucro y la competencia
tricta a cánones establecidos revela pereza mental y irracional (véase el epígrafe de este artículo). Esta
solapa los intereses creados por el error “... los cere- idea es de gran actualidad en un momento en que
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intereses económicos de algunas empresas científi- la jubilación “... la historia o la filosofía de la cien-
cas internacionales, pretenden patentar los hallaz- cia. Que nadie puede exponerla mejor que quien ha
gos sobre el genoma humano y otros similares con vivido sus incidentes y sentido de cerca las arduas
fines mercantilistas. dificultades especulativas”.22
El investigador tiene también otra responsabilidad Santiago Ramón y Cajal murió en Madrid el año
moral, la de ser maestro, haciendo a los demás co- de 1934, pleno de honores y gloria.
partícipes de su metodología, promoviendo vocacio- Fue un hombre capaz de amalgamar el talento del
nes y asumiendo el liderazgo de toda una escuela artista con sus cualidades de hombre de ciencia.
que permita continuar su obra a través de sus discí- Hizo de su vida un proyecto meticulosamente calcu-
pulos, porque: “Quien renuncia a la siembra de lado, ajeno a la pérdida de tiempo y a las banalida-
ideas se declara egoísta o misántropo”.20 des, coherente en pensamiento y obra, y ejemplo de
Al preguntarse cómo es que se puede crear en los tenacidad a toda prueba.
jóvenes la vocación irresistible hacia la ciencia, sos-
tiene que el maestro debe sugerir al alumno de ma- BIBLIOGRAFÍA
nera continua, sobre todo con el ejemplo, la imagen 1. Ingenieros J. El hombre mediocre. México: Latino America-
de la satisfacción suprema que produce el hallazgo na, 1966.
científico, vinculada a una idea original y útil. 2. Ramón y Cajal S. Recuerdos de mi vida. En: Laín-Entralgo
P. Grandes Médicos. Barcelona: Salvat. 1961: 318-320.
Por otra parte, hay que convencer al alumno de 3. Laín-Entralgo P. Op. Cit. 324-327.
que la ciencia está en continuo desarrollo y que to- 4. Idem pag. 326.
dos pueden contribuir a su progreso, si se lo propo- 5. Laín-Entralgo P. Historia de la Medicina. Barcelona: Salvat.
1970.
nen realmente. 6. Laín-Entralgo P. Grandes Médicos pags. 336-341, cita 2.
A los ochenta años de edad, el Nobel español 7. Diccionario de Ciencias Médicas. DORLAND. 2 tomos.
escribió un libro al que puso como subtítulo: “Im- Buenos Aires: El Ateneo. 1975
8. Ramón y Cajal S. Los tónicos de la voluntad. 4ª. ed. Buenos
presiones de un arterioesclerótico”, en donde trata Aires: Espasa-Calpe. 1945: 14.
el fenómeno del envejecimiento, tanto en sus as- 9. Idem págs. 167-172.
pectos biológicos y psicológicos como en los so- 10. Idem pág. 49.
11. Idem pág. 29
ciales y morales. 21 12. Idem pág. 95.
Habla de la “moderación pasional” en esas eda- 13. Idem pág. 97.
des y de la necesidad de nutrir la mente contem- 14. Idem pág. 100.
15. Idem pág. 102.
plando el paisaje, viviendo el encanto de la vida 16. Idem pág. 103.
campestre y retirada, gozando la lectura de buenos 17. Idem pág. 52
libros, particularmente los textos clásicos greco-la- 18. Idem pág. 53.
19. Idem pág. 65.
tinos. Pero sobre todo, disfrutando la siempre grata 20. Idem pág. 154.
aventura que proporciona el “prurito de escribir”. 21. Ramón y Cajal S. El mundo visto a los ochenta años. Impre-
Afirma que cuando las manos débiles no pueden siones de un arterioesclerótico. Buenos Aires: Espasa-Calpe.
1941.
sostener el pico del minero, hay que refinar el mine- 22. Ramón y Cajal S. Los tónicos de la voluntad, pág. 165. En
ral arrancado por otros, escribiendo en la quietud de cita 8.

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