52 sste-20. cen anos oF POUCA
Cien afios de politica de vivienda social, cien afios de expulsion de los pobres a
la periferia de la ciudad de Santiago!
Rodrigo Hidalgo?
Alo largo del siglo XX, y segtin el contexto politico, social, cultural y econémico, la relacién
entre necesidades de habitacién y politica estatal de vivienda ha mostrado diversas manifesta-
ciones constructivas y una amplia diversidad en su diseflo, pero con un parémetro locacional
que las ha unido: la periferia de la ciudad,
El nacimiento de la politica de vivienda en Chile esta asociado a la respuesta que tiene que dar
el Estado ante las deplorables condiciones en que viven las clases proletarias hacia finales del
siglo XIX y comienzos del siglo XX. Esto no quiere decir que dicha situacién no existiera antes;
lo que sucede durante ese perfodo de transicién es que se generan una serie de condiciones
sociales, politicas y econémicas que deseneadenan una reaccién de la autoridad ante un pro-
blema social acuciante.
Las duras condiciones de vida que afrontaban los grupos
populares y la poblacién obrera en general fueron recono-
ae cidas por los diferentes actores de la sociedad chilena de
dels reaultados del aquella época. Las descripciones sobre su condicién deja-
spre Feit ban ver con olaridad que muchas veces el relato era menos
cruel que la misma realidad. Ast lo hace ver, por ejemplo,
% el médico higienista Federico Puga Borne, que fue presi-
ea tare dente del Consejo Superior de Higiene Publica, y que hace
Catea de Cro Una tipificacién en la cual sefiala: “las casas habitadas por
pac los individuos menos favorecidos de la fortuna se hallan de
de Barcelona ordinario en calles estrechas, desprovistas de un pavimento
artificial, lo que es causa de humedad en invierno, de polvo
en el verano; las construcciones son poco elevadas sobre el
suelo y su piso a veces de nivel inferior al de la calle; son por
consiguiente estrechas, oscuras, humedas y frias... Cémo es
posible admirarse entonces de que las enfermedades que
se declaran en los habitantes de estas moradas tomen un
cardcter de gravedad excepcional ni de que las epidemias
encuentren en ellos el terreno mds apropiado a su extension”
(Puga Bore, 1891).
Ante esta cruda realidad y la creciente importancia que comienza a tomar la “cuestién social
relacionada con la preocupacién de los circulas intelectuales y politicos por la pobreza y las‘ove LAPOUNADEUWENEA SoA BQ,
condiciones de vida de los obreros, es que se promulga la Ley de Habitaciones Obreras de
1906 (Espinoza, 1988; Garcés, 2002). Dicha Ley es reconocida como la primera normativa
social chilena y es una de las primeras que se promulgan en la materia en el continente ameri-
cano; es mas, es contempordnea a iniciativas del mismo tipo que se llevan a cabo en Europa
(Hidalgo, 2005)
Teniendo camo referencia el caso de la ciudad de Santiago, el presente trabajo intenta aden-
trarse en el modo en que las consecuencias de la aplicacién de la citada Ley se siguen repro-
duciendo en la actualidad, Dicha normativa provoc6, sin construir un numero significativo de
viviendas, y atendiendo un margen reducido de la demanda, la expulsién de los pobres a la
periferia de la ciudad. Después de un siglo, en un escenario canstructivo caracterizado por
la masificacién de la construccién de viviendas sociales, estamos ante la misma situacién. Es
precisamente teniendo en consideracion esta paradoja que pretendemos, en este articulo, des-
cribir, analizar y ofrecer posibles explicaciones a la situacién seftalada
La Ley de Habitaciones Obreras de 1906: caracteristicas y consecuencias
La discusién y el debate sobre la problematica de la vivienda popular a nivel parlamentario
en Chile se vuelven mas significativos a comienzos del siglo XX. El presidente German Riesco
forma una comisién para estudiar el problema de la habitacién obrera, y en 1903 se realiza el
primer intento por aprobar una legislacidn de cardcter global sobre vivienda obrera, emanado
de la mencionada comisién. EI Congreso designa a un grupo de parlamentarios que da su visto
bueno; sin embargo el proyecto no tiene acogida en la camara y fracasa, al igual que las inicia-
tivas anteriores (Montaner, 1925).
La Ley de Habitaciones Obreras de 1906 es presentada por dicha comisién
de la Camara de Diputados el 28 de julio de 1906, y finalmente es aprobada el
18 de febrero de 1906. La mencionada legistaci6n crea el Consejo Superior de
Habitaciones Obreras con sede en Santiago, que tiene a su vez reparticiones
departamentales en las diferentes provincias del pais. Entre sus funciones
esté el favorecer la construccisn de viviendas higiénicas y baratas destinadas
al arriendo 0 a la venta; tomar medidas conducentes al saneamiento de las
habitaciones obreras existentes; fijar las condiciones de las nuevas viviendas
destinadas a los grupos proletarios y fomenter la creacién de sociedades de
construccién. El Consejo tiene una funcién higienizadora importante, que con-
siste en rehabilitar aquellas viviendas que no cumplen con los mfnimos vigen-
tes en materia de higiene, 0 en demolerlas en caso de inhabitabilidad. Estas
habitaciones insalubres corresponden fundamentalmente ¢ los “conventillos”BA ote-s0e, on alos ne roLinan OE WEAN EN CHE
El “conventillo" es una tipologia de habitacién popular que comienza a di-
fundirse en Chile hacia el Ultimo tercio del siglo XIX. Se asocia fundamen-
talmente a una vivienda colectiva de variados matices y diversos origenes.
Por una parte, puede definirse como un conjunto de habitaciones a lo largo
de una calle que sirve de patio comin; en este caso se trata de construc-
ciones precarias concebidas originalmente para el arriendo. Por otra parte,
los “conventillos” también surgen por la accién deliberada de los antiguos
propietarios de casas ubicadas en la zona central de Santiago, que luego de
subdividirlas comienzan a arrendar las habitaciones en forma separada. En
dicho caso, el proceso se da a partir del momento en que los grupos aris
tocraticos abandonan esas localizaciones, y posteriormente, con una pequefia
inversién reacondicionan sus viviendas para arrendarlas y obtener la renta
correspondiente.
En los aproximadamente diecinueve aftos de vigencia de la Ley de Habitaciones Obreras, resal-
1a el significativo empuje que el Consejo y sus reparticiones provinciales le dan a los aspectos
vinculados con la higiene. En efecto, un informe efectuado en 1926 por el Ministerio de Higiene,
Asistencia, Prevision Social y Trabajo, para enviarse a la Oficina Internacional del Trabajo, per-
mite conocer la accién higienizadora que realizan las mencionadas entidades publicas entre los
afios 1906 y 1924 (Cordova, 1926). En dicho informe se sefiala que en la ciudad de Santiago
se han demolido 1.626 “conventillos’, constituides por 16.713 piezas y habitados por 46.794
personas, habitaciones que la labor constructiva del Consejo no repone
Otra de las funciones que le otorgé la ley de 1906 a los consejos fue la de incentivar la construc-
cién de habitaciones higiénicas y baratas mediante la construcci6n directa 0 el fomento a las
sociedades y empresas. Dentro de las edificaciones levantadas tanto por la accién directa como
por las franquicias que otorga la Ley de 1906, hay algunos ejemplos de las obras efectuadas
en la ciudad de Santiago. La primera de las poblaciones que se acoge a los beneficios ya men-
cionados es el conjunto residencial Huemul, construido por la Caja de Crédito Hipotecario en
1911. El Boletin de la Oficina del Trabajo, publicado el segundo semestre de 1911, reproduce en
detalle el discurso que pronuncia el director de la Caja de Crédito Hipotecario, Luis Barros Bor-
gofio, al momento de entregar las obras a la comunidad. En tomno a la localizacién del proyecto
en cuestidn, y respecto del proceso de adquisicién de los terrenos, el director de la caja sefiala
que: “aqui, en medio de las fébricas y talleres, en las grandes calles y avenidas, al lado de
magnificas construcciones de la ciudad, podré hallar el obrero el hogar apacible, abrigado y
luminoso que asegura la vida y la felicidad de las familias. La compra de los solares destinados a
la edificacién es una negociacién provechosa en todas las ciudades que, como nuestra capital,
atraviesan una época de verdadera transformacién" (Barros Borgofio, 1911).ELesupsesro pe ArouncADEMeNDA Soo — BE
Lo sefialado por el presidente de la Caja de Crédito Hipotecario da una idea
de cémo se van localizando los nuevos conjuntos habitacionales para obreros
en la ciudad de Santiago. Para los promotores inmobiliarios vinculados a las
operaciones de viviendas para obreros y para el Estado, la periferia es el sitio
mas buscado para construir edificaciones baratas, principalmente debido a los
bajos costos del suelo en esos lugares.
n de los agentes privados. Con sus intervenciones estos
La Ley deja un amplio margen a la act
imponen un particular disefto que privilegia el rendimiento del suelo por unidad construida, y
dan origen al tipo residencial caracteristico del area central de Santiago, el “cité”, definido como
un “conjunto de viviendas, generalmente de edificacién continua, que enfrentan un espacio
comitin, privado, que tiene relacién con la via ptiblica a través de uno 0 varios accesos. Su de-
nominacién tiene como origen esta forma especial de relacionarse con el espacio puiblico que
recuerda la ciudadela medieval amurallada” (Arteaga, 1985)
El ntimero de casas de cada uno de estos conjuntos es variable. Cuando son dirigidos a los
estratos obreros son de mayor cantidad que los dirigidos a los sectores medios; en general
s, bafio, cocina y, en ocasiones, un
los de menor superficie cuentan con dos o tres habitacione
pequefio patio. Estas agrupaciones de vivienda se incorporan a la trama urbana sin alterarla,
manzanas con un tipo de residencia que
sino por el contratio, densificando el interior de le
adn perdura
En lo econémico, el “cité” da buenos resultados, ya que debido @ su mor
fologfa se aprovechan de manera eficiente las particulares dimensiones de la
subdivisién predial del drea central de Santiago. Al alinear viviendas en torno
a un gje perpendicular a la calle, el “cité” consigue aprovechar completamente
el terreno, creando a la vez un espacio comtin de acceso que, entre otras
funciones, sirve de acceso, patio y jardin
En la perspectiva del presente trabajo queda preguntarse por las consecuen
cias de estas intervenciones en la geograffa social de la ciudad. $i analizamos
las Figuras N° 1 y N° 2 observamos que los grupos mas pobres son expulsados
hacia la periferia de la ciudad. Es decir la demolicién de conventillos y cons-
truccién de “cités" llevan a los grupos sin poder de pago a sectores situados
en los margenes de la ciudad, de modo que se incrementa el arriendo de sitios
y otras formas de habitacién precaria en dichos lugares (De Ramén, 1992)
La Figura N° 2, realizada a partir de informacion censal sobre la poblacién
alfabeta y analfabeta, demuestra la situacién seftalada; dicho en otras palabras,
tras la demolicién de los conventillos, luego de la accidn *higienizadora” —oBG 0.2008, EN ANOS CE POLITICA DE VENDA EN CHLE
demoledora— de conventillos realizada por la Ley de 1906, los analfabetos
son expulsados hacia la periferia. Al mismo tiempo, en las éreas saneadas se
construyen “cités” que son luego habitacos por poblacién “alfabeta’.
Figura N° 1; Localizacian de conventillos que se ordena demoler en virtud de fa Ley do Habitaciones
Obreras do 1906, y consiruccién de “eités" en Santiago
“Tasa de allabetismo por subdelegaciones
Figura N® 2: Poblacién de alfabetos por subdelegaciones, 1907-1920