“YO LO HARÉ”
Así, voluntariamente, lo expresó.
Lo que se preguntaba era de qué manera podría llevarse a cabo el plan del mentor. Esa era la “lucha del
discípulo”.
En su juvenil corazón estaba el gran deseo del “maestro del kosen-rufu”. Así luchó, como verdadero
discípulo. En su diario juvenil del año 1956, está escrito: “En el año 1952 pude lograr la gran construcción
del área [cabildo] Kamata. En el ‘53, pude construir el gran desarrollo de área Bunkyo. En el ‘54, pude
finalizar el establecimiento de la base de la División Juvenil. En el año 1956, estoy por dar finalmente la
batalla primaveral de Osaka”.
“ENTREGUÉ LA VIDA”
¿Por qué se pudo lograr la gran victoria de la lucha en Osaka? ¿Cómo nació la historia de victoria eterna?
El segundo presidente Josei Toda le dijo a uno de los responsables: “Estoy pensando que la lucha en
Osaka la haga Daisaku, porque el mismo decidió: ‘yo lo haré’”.
Fue alrededor del mes de abril de 1955. En un ensayo sobre La Nueva Revolución Humana dice:
“Inmediatamente le expresé a Toda Sensei, al asumir como segundo presidente de la Soka Gakkai: ‘Al
pensar en el futuro del kosen-rufu del Japón, considero importante construir cuanto antes la
organización de área en Osaka, capital del pueblo’. Al instante dijo mi mentor: ‘He comprendido.
Entonces, Daisaku ve tú y constrúyela con tus propias manos.’”
1
Traducción no oficial
Ikeda Sensei, voluntariamente resolvió y se desafió en la lucha en Osaka, que se decía era “la batalla
imposible de ganar”. Su propia decisión lo condujo a la victoria.
En el diario juvenil del 31 de octubre del mismo año dice: “[La lucha en Osaka] es la del destino. Sólo
confío en el Buda y los dioses celestiales pero no quiero usar estas palabras bajo un bello pretexto. Sólo
después de dedicarme con todo mi alma y todo mi ser, recién entonces podré pedir la protección del Buda
y los dioses celestiales.”
Sin embargo, nadie sabía de los sufrimientos que Ikeda Sensei sentía en su interior. Uno de los
responsables enviados de Tokio, quien escuchó de Sensei que lo llevaría a Osaka, pensó que irían en viaje
de excursión. Sólo después de haber comenzado a luchar bajo la guía de Sensei, se dio cuenta de lo
grandioso de Ikeda Sensei que hacía posible lo imposible.
* Experiencia de un testigo: Sr. Giichiro Shiraki, (entonces responsable del área Osaka).
Una vez expresé mi decisión delante de Ikeda Sensei: “No estamos en condición de ganar, pero lucharé
cuantas veces sean necesarias hasta triunfar, aunque esta vez no pueda lograrlo”. Esa era la máxima fuerza
que salía de mi interior.
Ikeda Sensei me contestó muy severamente: “Yo estoy entregando mi vida. No podríamos jamás ser
derrotados”. Pude ver la extraordinaria decisión de Ikeda Sensei. Me arrepentí y reflexioné
profundamente por mi propia estupidez.
“¡Ah! ¡Con razón! Esta es la gran ciudad de Osaka. Hasta ese hombre que camina es refinado y diferente”.
Nos cruzamos frente a frente, mirándonos a los ojos. Pasó a mi lado y se fue. Después, en el lugar del
estudio, la persona que entró después de la presentación del Sr. Giichiro Shiraki, responsable del área
Osaka, fue precisamente aquel joven. ¡Ah! ¡Esa persona era Ikeda Sensei!
Fue una disertación rebosante de enorme fuerza y convicción. “¡En Gakkai, existe una persona tan
maravillosa!” Así fui envuelta por una inexplicable emoción.
“Desde la cabeza hasta los pies, el cuerpo entero es Nam-myoho-renge-kyo”, enfatizó Sensei y salió
majestuosamente el sol de la esperanza en mi corazón.
*Experiencia de un testigo: Srta. Akiko Kurihara, (entonces responsable del área Osaka)
Ikeda Sensei y Kansai. En Kansai, desde el principio llamamos a Daisaku Ikeda como Sensei. Le pedimos
que nos permitiera llamar a Toda Sensei como Presidente Toda y a él como Sensei.
En Kansai recién comenzaba la historia, pero desde que comenzamos a practicar ya estaba Ikeda Sensei
frente a nosotros.
Aprendimos directamente de él tanto la grandiosidad de la fe como la magnanimidad de Toda Sensei.
“PARTIR DE LA FE EN EL GOHONZON”.
“SE SACA EL FUEGO DE LA LEÑA MOJADA”
Al atardecer del 4 de enero, Ikeda Sensei llegó a Osaka por el súper expreso Tsubame y visitó por primera
vez la sede central de Kansai.
“En esta inmensa batalla tenemos la gran buena fortuna de contar con el Gohonzon de nuestro lado, tal
como dice la inscripción que se lee sobre él: ‘Para la prosperidad de la Gran Ley y para el logro de
todos los deseos’. La Ley prosperará en la región de Kansai y todos nuestros deseos serán realizados. El
Gohonzon está con nosotros; esto significa que nuestra batalla ya está ganada”.
La primera vez que llegó a Osaka dijo estas palabras: “La batalla victoriosa siempre comienza con la fe
en el Gohonzon”.
Y las primera frases de Gosho que citó fueron las siguientes: “Por muy turbulento que sea el mundo,
acudo al Sutra del Loto y a las diez deidades para que protejan a todos y cada uno de ustedes con el
mismo fervor con que se saca fuego de la leña mojada o con que se extrae agua de tierras yermas” y
“Emplee la estrategia del Sutra del Loto antes que cualquier otra”.
Tenía la absoluta la convicción de que jamás existe oración que no se cumpla invocando seria y
sinceramente al Gohonzon.
“Debemos partir de la fe basada en la oración fervorosa. Cuando nos dirijamos al Gohonzon aunándose
la oración de todos, entonces se abrirá repentinamente el camino que transforma lo imposible en
posible.”
Uno de los entonces responsables dice: “Nosotros no sabíamos que Sensei solo estaba orando al
Gohonzon con la fuerza de cien mil millones de eones de esfuerzo concentrado en un solo instante de la
vida. Cuando finalizó la lucha, Sensei nos dijo: “Yo estaba orando para que todas las personas que
estuvieran en el estado de sufrimiento y de hambre pudieran participar en esta batalla.”
Y otro antecesor de la época pionera relató: “Una vez Sensei explicó porque él oró seriamente: ‘El fracaso
sería en primer lugar, una inmensa frustración para Josei Toda y en segundo lugar, marcaría un
retroceso en la batalla por el kosen-rufu. Por estas razones, debía convertir lo imposible en posible. Por
eso oré así.’”
terminó. Yo estaba invocando daimoku lanzando una mirada furtiva a la espalda de Sensei sólo pensando
en cuando terminaría, ya que me dolían mucho las piernas. Si mal no recuerdo, duró casi dos horas.
En aquel entonces, por más que éramos responsables principales, la mayoría tenía tres o cuatro años de
práctica. Yo había ingresado en 1953 así que tenía tres años de ser miembro.
Por supuesto sabía la importancia del daimoku y hacía el gongyo, sin embargo invocaba apenas 20
minutos de daimoku. Seguramente Sensei había captado sensiblemente la atmósfera de Osaka, y nos
enseñó con su ejemplo.
En ese entonces, para las personas comunes, el hecho de subir a un automóvil era raro. Una persona del
lugar había comentado que Sensei invocaba dentro del coche. Esa persona pensó que Sensei habría estado
invocando daimoku para evitar un accidente de tránsito, ya que ni él mismo estaba acostumbrado a subir a
un auto.
“Sensei, no se preocupe. Jamás ocurrirá un accidente”, le dijeron, pero Sensei contestó: “Estoy invocando
para que el daimoku penetre en la gran tierra de Osaka”. El remolino de daimoku en Osaka comenzó a
producirse. “El daimoku es la fuente de todo”…la voz de Ikeda Sensei aún ahora resuena en mi corazón.
Ikeda Sensei. “¿Usted es Setsuko Hara?”, (nombre de una actriz de entonces) y se sonrió. “No”, -le
respondí- “mi nombre es Setsuko Sugihara”. Ese simpático comentario alivió mi tensión. Escuchó
cuidadosamente sobre mi situación familiar. Su cálida preocupación me envolvió como si no fuese la
primera vez que me veía. Me sentí como invitada a un palacio real. “Pase lo que pase jamás se aleje del
Gohonzon. Sin falta debe lograr la felicidad”. Aún hoy, los gentiles ojos de Sensei están grabados en mi
memoria. Esa entrevista me motivó a desafiarme en el estudio del Budismo.
*Experiencia de un testigo: Sra. Masuko Mineyama (entonces vice responsable de área de la DJF)
Después de un año de haber ingresado a la Soka Gakkai me encontré por primera vez con Sensei. Escuchó
atentamente sobre mi familia, el trabajo, etc. En ese entonces yo trabajaba en la biblioteca de la ciudad de
Ikeda. Le comenté que allí había aproximadamente 40.000 libros. Y él me dijo: “Aun estando rodeada de
40.000 libros no tienes el Gosho. Cuando Makiguchi Sensei y Toda Sensei fueron encarcelados, la razón
por la cual sus camaradas los abandonaron fue la falta de estudio del Gosho”. Así me explicó y enseñó
la importancia del estudio. En otra oportunidad dijo: “Para la DJF, lo más importante es el estudio del
Gosho. Sin eso, no serviría de nada la tarea por el kosen-rufu. Por lo tanto, aprendan seriamente”.
En esa época, un pan costaba 10 yenes, y por un jornal pagaban 300. Los camaradas de Kansai compraban
el Gosho que costaba 2.000 yenes y lo llevaban consigo en toda actividad, como el samurai llevaba su
espada.
Cuando estudiábamos el primer ciclo, todos rodeábamos a Ikeda Sensei. Yo sentía curiosidad de saber
porqué Sensei podía dar disertaciones tan maravillosas sobre el Gosho. Durante el intervalo aproveché
para mirar el libro de Gosho de Sensei, a pesar de que era un acto descortés.
Vi que estaban subrayadas con tinta roja la mayoría de las hojas pero no había ni un escrito, excepto
algunos signos redondos. Eso me transmitió la postura de Sensei, como él atesoraba cuidadosamente el
Gosho. En ese momento decidí profundamente que mi avance en el estudio del Budismo debía comenzar
con esa misma postura de atesorar el Gosho.
*Experiencia de un testigo: Sra. Setsuko Umemoto (entonces vice responsable de área de la DD)
Un día en nombre de Toda Sensei, Ikeda Sensei dio la disertación del Gosho. Fue el gosho “Respuesta a la
Sra. Sajiki”. La presentadora era yo. Sensei me indicó previamente: “El presentador debe preparar,
escribir el programa y ensayar en voz alta, antes de la reunión”. Al finalizar me dijo: “Gracias por tu
esfuerzo hoy. Ha sido muy bueno”.
reuniones de estudio del Gosho y me dijo: “¡Realmente fue un buen esposo!” Diciendo así, me preguntó
sobre la situación de mis hijos y la vida cotidiana.
“No llore. Si usted llora su esposo también sufrirá y se entristecerá. Debe haber alguna razón por la cual
falleció tan pronto después de casarse. Ahora usted tiene mucho dolor, pero el hecho de encontrarse con
el Gohonzon es la mayor felicidad. En su casa está el Gohonzon en lugar de su esposo. El Gohonzon sin
falta protegerá a su familia. Sin duda alguna, en 5, 10, 20 años va a ser feliz. Yo le prometo que la llevaré
a usted a un viaje a ultramar.” El aliento que me transmitió con todo su ser abarcó una hora y media.
*Experiencia de un testigo: Sra. Sadako Sakai (entonces vice responsable de área de la DJF)
Junto con mi amiga íntima de la División Juvenil Femenina, fui al aeropuerto porque quería aunque sea
cambiar una sola palabra, saludar a Ikeda Sensei que venía a visitar Osaka.
Estábamos esperándolo ansiosamente en el lobby, y nos dijo: “Muchas gracias de corazón. Ya que están
aquí, iremos juntos a la sede de Kansai”. Sin querer, dimos un grito de alegría. Al llegar a la sede, Sensei
observando que permanecía parada en un rincón de la sala, me escribió una frase de aliento en una tarjeta
postal del avión, que decía: “Sonrisas de amargones (diente de león) que [aún] brotan por más que sean
pisados una y otra vez.” Y agregó: “Me parece que algo falta. ¡Ah, sí!, ‘aún’”. Sonrió y agregó la palabra
“aún”. Me sorprendí de verdad. Justo en ese momento estaba sufriendo por relaciones personales, lo que
me llevaba a pensar en dejar la práctica de la fe. Me alentó como si penetrase en mi sufrimiento. “Bueno,
comenzaré con una sonrisa alegre, basada en la fe”. Este fue mi eterno punto de partida.
Tsuruhashi fue el garante de una deuda. Por ese motivo fuimos desalojados de nuestra casa. Mi esposo, yo
y nuestros 10 hijos nos quedamos sin hogar. Como no había otro remedio, durante un tiempo vivimos
debajo del puente de la estación. Construimos una precaria casa, atando lonas a los postes de hierro que
sostenían la estación del tren. Sobre una base de madera, colocamos esteras y así dormíamos. Fuimos muy
criticados por la gente, que decía: “Miren como terminan su vida después de practicar el Budismo”. Para
poder vivir, necesitábamos dos baldes de agua para cocinar y hervir. Pero los vecinos no querían
proveérnoslos. Ikeda Sensei nos visitó en nuestro hogar de lonas. Después de pasar algún tiempo, mi
marido al volver de un curso de verano me contó que al ver a Sensei le dijo que vivíamos entre lonas
debajo de la estación de Tsuruhashi, y él contestó: “Sí, lo sé, porque yo fui a visitarlos a su casa”. Sensei
recordaba hasta nuestra casa tan precaria.
ambiente se volvería tenso. Si sólo dan esperanza sería algo fantasioso. En una orientación hablen
combinado estos tres puntos”.
Y agregó: “Los responsables deben llevar a cabo orientaciones abarcando ambos aspectos de zuijii (de
acuerdo con la voluntad de uno) y zuitai (de acuerdo con la voluntad de otros). Al principio acompañar a
la otra persona siendo el mejor oyente, escuchándola atentamente. Esto se llama zuitai. Pero para lograr
que esa persona transforme, orientarla a que invoque al Gohonzon y se esfuerce en las actividades, esto
se llama zuijii. El responsable debe poseer estos dos aspectos”.
ÁRBOLES DE CEREZO
Cuando Sensei caminaba junto con los representantes de la División de Jóvenes por el parque
Sanadayama, cercano a la sede central de Kansai, observaron que los brotes de cerezos estaban por
florecer. Un joven le dijo: “Sensei, estamos aguardando ansiosamente que florezcan los cerezos”.
Entonces Sensei les preguntó: “¿Saben ustedes por qué los cerezos florecen en primavera?”. “Sensei, es
una cosa natural” contestó el joven. “Por supuesto, es el ciclo natural. Entonces ¿cómo sería si lo
comparamos con la organización? ¿Qué relación hay entre los árboles de cerezo y la organización?”.
Los jóvenes se quedaron absortos pensando.
Sensei les contestó: “Durante el invierno, el frío no les permite a los capullos de cerezos brotar. Sin
embargo, cuando llega la primavera brotan los capullos. Lo mismo sucede con la organización. Cuando
los responsables centrales son fríos, no brotan ni florecen cerezos, como tampoco aparecen valores
humanos. En cambio, bajo la guía de cálidos responsables, brotarán las flores y los frutos.” Los jóvenes
comprendieron.
1 Era costumbre de los samurais, planificar la estrategia de ataque en el mismo campo de batalla. Para ello delimitaban un
sector con telas, a modo de cuartel general.
13
Traducción no oficial
Al pasar frente a un árbol de cerezo seco, un joven dijo: “Sensei, este árbol está muerto”. Sensei
respondió: “Es precisamente igual al aspecto de haber perdido el espíritu de búsqueda. Es el que perdió
la voluntad de avanzar. Por lo tanto, la organización que no tiene espíritu de búsqueda estará muerta.”
Continuó la tarea de forjar valores humanos que serían el núcleo de la organización y cuando entró en el
mes de marzo, finalmente inició el “estudio matutino del Gosho” en el cual participaban los responsables
de distrito.
Hacia la construcción del gran Kansai, se iban ajustando los engranajes con el motor de un millón de
voltios.
14
Traducción no oficial
15
Traducción no oficial
Ikeda Sensei en la deliberación matutina con los responsables principales, determinaba los planes y
objetivos de lucha.
El objetivo de shakubuku de febrero era de 4000. El resultado fue de 3986. El mes de marzo era de 5000
familias, el resultado fue de 5005 familias. En el mes de abril, pensábamos que Sensei iba a lanzar el
objetivo de 6000 familias, pero fue de 8000.
El objetivo se iba determinando acertadamente a través de la percepción directa de piel de acuerdo con la
voluntad y el ímpetu de los participantes y de la situación y la condición de la organización.
Dice que “todo el mundo pudo hacer surgir la convicción a través de escuchar el estudio del Gosho y la
determinación del objetivo”. Y el resultado de abril fue de 9002 familias, superando el objetivo en más de
1000 familias. Todo el mundo se sorprendió y así surgió la convicción de que “se triunfa si se lleva a cabo
tal como dice Sensei”.
* Experiencia de un testigo: Srta. Kaoru Nakayama (entonces vice responsable de área de DJF)
Tomando el tren que salía a las cinco de la mañana, yo iba al estudio matutino. Una mañana, en la
reunión, me atreví a leer el Gosho. Era el “Ongi Kuden” (Registro de las enseñazas transmitidas
oralmente). Era una frase que jamás había leído; apenas pude leerla hasta el final. Todo mi cuerpo se puso
tenso.
“Gracias”, dijo Sensei. “Ahora es el momento muy importante de construir la base de la fe. Esfuérzate al
máximo. La razón por la que abandonaron la practica los máximos responsables de Gakkai, que fueron
encarcelados antes de finalizar la segunda guerra mundial fue porque no habían grabado el Gosho en la
raíz de su vida”. Así afirmó categóricamente.
A nosotras, miembros de la DJF, Sensei nos enseñó detalladamente hasta las cosas de la vida cotidiana.
Una mañana corría para llegar al estudio matutino. Sensei observando desordenadas mi postura y mi ropa
me dijo: “A pesar de que el Budismo es para hacerse amigos, con esta postura la gente se alejará de
Gakkai. La doncella de la Ley mística debe mantenerse aseada”.
Sutra’ (“Carta a Lord Matsuno”, pág. 1382). En la fe no debe haber una actitud arrogante. No habrá
desarrollo sin el espíritu de búsqueda que diga ‘voy a aprender’. Por más que uno diga ‘soy superior’,
los demás no lo pensarán de esa forma; sería simplemente complacencia en sí mismo. Las personas a su
alrededor determinarán la grandeza de esa persona. ‘El budismo es como el cuerpo y la sociedad como la
sombra. Cuando el cuerpo se inclina, entonces la sombra también lo hace’ (Gosho, pág. 992). Jamás
confíen en aquellos que no trabajan, porque no podrán luchar plenamente por el kosen-rufu si no quieren
trabajar o tienen demasiada preocupación por evadir el trabajo. ‘Usted mejor debe acortar su sueño por
la noche, su tiempo de ocio durante el día y ¡ponderar esto! No debe pasar su vida en vano y lamentarse
por diez mil años’ (Gosho, pág. 970). Hagamos una lucha sin arrepentimientos.
Para Kansai será la primera batalla que quedaría en la historia del kosen-rufu. Esforcémonos
mutuamente. ‘Acortar su sueño’ significa lucha de corazón sincero.
‘Un día de vida es más valioso que todos los tesoros del universo’ (P.E. vol 1 pág. 235). Los beneficios
obtenidos a través de nuestra ofrenda sincera al Gohonzon día tras día serán sumamente grandes.
Utilicemos cada día como equivalente a una semana o diez días.”
* Experiencia de un testigo: Srta. Sadako Sakai (entonces vice responsable de área de la DJF)
“Si uno concentra en un solo instante de la vida el esfuerzo equivalente a cien millones de eones, las tres
propiedades iluminadas del Buda aparecerá a cada instante, es decir Nam-myoho-renge-kyo es la
práctica de esforzarnos” (Gosho, pág. 790). Sensei nos dio una orientación inolvidable.
Durante el transcurso de la vida, todo depende de la determinación. Pase lo que pase, es importante
avanzar sin pausa, tomando la determinación de lograr lo que sea. El hecho de determinar así, hará que se
abran todos los caminos.
18
Traducción no oficial
MAESTRO”
¿Cómo responder al maestro? Ikeda Sensei enseñó detallada y severamente uno por uno a los responsables
de entonces.
La difunta señora Matsuko Shigoku, quien luchó como responsable titular de distrito, una de las tres
personas más destacadas relató: “Sensei nos enseñó severamente sobre la importancia de la información y
la comunicación. Sensei mismo, varias veces por día, me llamaba y me mandaba telegramas”. Y dijo: “A
partir de ahora usted misma infórmeme”.
Uno de los responsables que fue obsequiado con un artículo de aliento por Sensei, relata: “Lo recordé tres
días después: -Muchas gracias por el obsequio del otro día-, le agradecí. Entonces él dijo: “Ya es tarde”.
Y otra vez recibí un obsequio. Para no equivocarme, al día siguiente le agradecí. Entonces Sensei dijo lo
mismo: “Es tarde”.
Ajustar los engranajes con el espíritu de lucha de Sensei y la velocidad de él.
preguntó: “¿Qué le pasó a ella?”. “Pienso que no pudo venir por el trabajo” contestó el responsable de la
División de Señores. Sensei le dijo: “Trasmítale mi saludo”. Cuando el responsable volvió a su zona,
inmediatamente le transmitió a la responsable el mensaje de Sensei. Ella se emocionó por el corazón
cálido de Sensei y a su vez se avergonzó por no haber avisado nada al responsable de la División de
Señores. Entonces decidió: “A partir de ahora tomaré contacto firmemente”. Sensei enseñaba así sobre la
importancia de la “unión de la fe”.
“COMO AWAOKOSHI”2
Esto ocurrió cuando comimos awaokoshi junto a Sensei. Fue un momento de agradable conversación.
Cuando terminamos de comerlos, Sensei dijo: “Ya que comieron awaokoshi, ahora podrán unirse”. Los
amigos de Kansai no podían comprender lo que Sensei quería decir. “¿Por qué el awaokoshi es igual a la
unión armoniosa?”. Sensei contestó con gran sentido del humor: “Porque en el awaokoshi, el mijo está
cuajado de caramelo. Ese aspecto precisamente es el de la unión armoniosa”. Los amigos de Kansai,
dentro del contacto diario con Sensei, fueron aprendiendo la postura de la fe. Un distrito cuyo responsable
era una mujer, estaba estancado. Sensei la alentó: “¡El tema es unión armoniosa!”. A partir de ese
momento, entre los responsables del distrito comenzaron una desesperada oración y acción, y finalmente
participaron 80 personas nuevas en el zadankai y todas ingresaron a Gakkai.
aquel entonces era responsable de grupo. Todos los días recorría la ciudad para mostrar esa tarjeta a todos
los miembros sin excepción.
22
Traducción no oficial
“¡PODREMOS, SI DECIDIMOS!”
La convención se realizó bajo una lluvia torrencial. Veinte mil personas se congregaban y el estadio
estaba repleto. Sin embargo, nadie se acobardaba ante la lluvia.
La fuerza y el ímpetu de la “antorcha de la fe” encendida por Ikeda Sensei, prevalecía a la lluvia
torrencial. Al finalizar la convención, los miembros de Kansai tuvieron confianza en sí mismos.
“¡Cualquier cosa podremos lograr si nos decidimos! Si seguimos la guía de Ikeda Sensei podremos hacer
cualquier cosa” [La Revolución Humana]. Realmente obtuvieron la gran convicción. Sin embargo, nadie
sabía que esa lluvia atacaba directamente al enfermo cuerpo de Ikeda Sensei.
* Experiencia de un testigo: Srta. Kaori Nakayama (entonces vice responsable de DJF de área)
En una ocasión, Ikeda Sensei le pidió algo a la vice responsable de Damas del área. La Sra. Yaoi le
contestó: “No hay”. Después de eso, cuando le llevé un té a Sensei me dijo lo siguiente: “Recién le relaté
lo siguiente a la Sra. Yaoi: un invierno, Toda Sensei dijo ‘quiero comer brotes de soja verde’. Por
supuesto, en el invierno no había. Sin embargo, al cabo de una intensa búsqueda los conseguí. A pesar de
que los brotes de soja verdes estaban marchitos, Toda Sensei comía con gran regocijo diciendo: ‘Estoy
muy contento por el corazón del discípulo que trataba de responder al maestro’. Quería transmitirle a la
Sra. Yaoi, que no rendir denodadamente servicio al maestro no es la postura del discípulo.”
Yo pensaba que era correcto llamarlo así y también lo llamaba “Sensei”. En una ocasión de una reunión
en la sede de Kansai, en la cual participó Ikeda Sensei,
Sensei con tono enérgico se dirigió a mí y citó un conocido refrán. El significado implícito era: “no debe
equivocarse de maestro”. Me sorprendió. Me indicó la desviación del ichinen con respecto a la relación de
maestro y discípulo.
“¡Lucharé!”
responsable vino a preguntarnos: “¿Saben si hay una farmacia por aquí cerca?” Porque, ya que frotábamos
su espalda con tanta fuerza, la piel estaba toda irritada.
“Sensei, ¡qué magnífico!” exclamaron todos. “Si piensan que es fácil realizarlo, háganlo” dijo él.
Algunos miembros lo intentaron pero no pudieron lograrlo. Al principio todo el mundo pensó que Sensei
jugaba con el diario. Sin embargo, Sensei trataba de enseñar sobre la fe a través de una simple acción
como un juego. “En la época de la niñez, yo repartía el diario. Todos los días los repartía; días de lluvia,
días de viento fuerte… me costó mucho aprender a hacerlos pasar por la boca de los buzones. Por el
hecho de que he sufrido, aún ahora puedo embocar un diario en un agujero. Ustedes no pueden hacerlo
porque no han sufrido”. Sensei estaba tratando de forjar al ‘auténtico valor humano’ que no escatima su
esfuerzo
29
Traducción no oficial
por su esfuerzo”, y les dijo a los responsables que estaban en torno a él: “Por favor, atesoren a la persona
que perdió a su esposo”. Al salir, Sensei vino a saludarme hasta la puerta y diciendo: “Esto es para sus
hijos” me entregó discretamente unas galletitas. Me alentó: “Sin falta mejorará, siga luchando
tranquilamente conmigo.”
Recibiendo ese cálido aliento de Sensei, casi llorando de emoción, invoqué decididamente el daimoku y
luché denodadamente.
A la noche en el camino de regreso de la sede, invocábamos el daimoku caminando todos juntos. A la
mañana temprano, terminando las tareas de la casa, iba a la sede. Recordando aquella época, realmente no
tenía noción de cuando me acostaba y cuando me levantaba.
de violencia o agresión. Precisamente ese era el complot del poder político, envidioso ante el gran avance
de la Soka Gakkai. Ahí existía la intención maligna por parte del poder político que intentaba buscar el
medio para oprimir a la Soka Gakkai.
Las publicaciones sensacionalistas de los medios de difusión y los artículos con críticas irresponsables
totalmente distorsionadas de la realidad de la Soka Gakkai, generaban una opinión negativa en las
personas que no sabían la verdad del asunto. “Urgente tengo que tomar medidas reuniendo todo tipo de
información como si todo el cuerpo fuese oídos y analizándola detalladamente” [La Revolución
Humana].
Esa noche hasta muy tarde, Ikeda Sensei invocó al Gohonzon instalado en la sede de Kansai. En la
alborada, súbitamente escribió con tinta china a pincel, sobre un papel en blanco: “Acción con la
velocidad del rayo”. Definió las medidas y las lanzó rápidamente una tras otra.
33
Traducción no oficial
“Acción con la velocidad del rayo” de Ikeda Sensei quien envió una carta de aliento a una de las
responsables de distrito: “Agradezco de corazón por la intensa lucha diaria. El Budismo es ganar o
perder. Tenemos que levantarnos en la fe que pueda destruir las funciones negativas y el demonio de
sexto cielo de nuestra vida. Deseo sinceramente que pueda llevar a cabo el avance de la alegría y el
beneficio. Por favor cuide su salud. A la noche acuéstese cuanto antes. La fe que sea como el agua pura.”
* Experiencia de un testigo: Sra. Chizuko Okamoto (entonces vice responsable de área de laDD)
Fui a recibir la orientación de Sensei por el sufrimiento de no tener buen resultado en el shakubuku.
El hizo el gongyo junto conmigo. Después se dio vuelta y le pidió a una persona que estaba cerca que le
llevara un papel y pincel chino. En el papel grande escribió: “A todos los miembros del distrito Minami”
y después en grandes caracteres: “Valiente lucha”. Lo hizo con brío, de un solo trazo.
Eran palabras que discernían el carácter de mi esposo, al que le faltaba aspiración. Volví saltando con la
escritura. Al informarles a todos los miembros del distrito que nos había escrito Sensei, lanzamos
exclamaciones llenas de júbilo.
A partir de ese momento, comenzamos a cosechar el resultado, como si la inercia de hasta ese momento
hubiese sido una mentira.
* Experiencia de un testigo: Sr. Tadayoshi Murata (entonces vice responsable de área de la DS)
En el primer piso de la sede central de Kansai estaba la sala del Departamento de Estadística. Allí se
estaba sumando la cantidad de los nuevos miembros dentro del área Osaka. Yo fui a la sala en el momento
en que ya habían llegado los resultados de cada zona de toda la organización, como Kyushu, Shikoku y
Chugoku, etc. Y le pregunté al responsable de estadística: “Finalmente, ¿cómo estamos?” El responsable
frente a la mesa, mirándome fijamente dijo solemnemente: “11.111 Gohonzon [familias]”. No sabía que
decir, por un lado por la alegría de superar el objetivo y por otro, por la contingencia del número místico.
“¡En el primer lugar, el área Osaka, 11.111 shakubuku! Por un instante las personas reunidas aguzaron los
oídos como si dudaran de lo que habían escuchado. Para los responsables de todo el país fue un tremendo
golpe como si hubieran sido eclipsados. Dentro de la admiración, la envidia y los suspiros, los aplausos no
cesaron por largo rato” [La Revolución Humana].
El segundo presidente Josei Toda dijo: “¿Qué les parece? Tanto Tokio y los otros se desvanecieron. Pero
Tokio también podrá hacer aún mas, porque hay un montón de miembros” [La Revolución Humana].
batalla, en todo momento, debía luchar con toda la energía sin escatimar esfuerzo.
36
Traducción no oficial
Tres años después, mi situación me permitió comprar un auto. Desde entonces se aceleró mi
transformación económica. Pase lo que pase, un millón de daimoku. Esto quedó grabado en mi vida a
través de la lucha de Osaka.
apabullado por la gran cantidad de trabajo. El contenido de la carta era: “En la Gran Batalla del Siglo,
conduzca el mando brillante como el gran general del kofu. Por favor atesore el trabajo y a su esposa”.
El se asustó y recordó una orientación que había recibido de Toda Sensei antes: “¿Cómo está tu
empresa?”. “Bien, estoy dejándola en manos de una persona confiable, por eso no hay problema”. “No,
no debes dejarla. El trabajo también es fe. Uno debe responsabilizarse.” Ese día el pidió perdón desde el
fondo de su corazón a la familia y colgó una hoja grande sobre una pared de la casa con el propósito de
jurar la transformación de su vida cotidiana, en la cual decía: “Gracias a la Soka Gakkai, nuestra familia
Okamoto fue salvada y podemos crecer. Durante toda la vida no debemos olvidarnos de esta deuda de
gratitud.”
Observando la postura de los responsables, Sensei dijo: “Mire o no mire nadie, ‘Doshoten’ y ‘Domyoten’
están observando todo. La fe no es habilidad, la fe es esforzarnos constantemente donde nadie nos vea.
‘donde hay virtud inconspicua se manifiesta la recompensa conspicua’. La fe es acumular virtudes
inconspicuas”. Cada uno se avergonzó y reflexionó muy seriamente. Todos se movieron por el fuerte
ichinen de Ikeda Sensei y se convirtieron en “personas desesperadas”
* Experiencia de un testigo: Sra. Masuko Mineyama (entonces vice responsable de DJF de área)
Una vez cuando Sensei estaba recorriendo lugares para alentar a los camaradas, al bajar del coche,
observando el cielo nocturno exclamó: “¡Qué hermosa luna!”. Como yo estaba preocupada por el
itinerario, no sabía ni siquiera dónde estaba la luna. Me emocioné por la postura de Sensei de “descanso
en el medio de la plena ocupación.”
Orar recordando el nombre de cada uno.’ Así nos enseñó sobre la importancia del fuerte ichinen que
atesora a una persona.”
42