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Las Lecciones Bíblicas Sabáticas, son

un programa de estudio diario ba-


sado solamente en la Biblia y el Es-
Contenido píritu de Profecía sin comentarios
adicionales. Los párrafos son bre-
ves, por lo general, para asegurar
que los pensamientos sean conci-
1. Lutero: el Hombre de su Época........... 5 sos y directos. Se usan corchetes []
en algunos casos para asegurar un
2. El Problema del Pecado..................... 10 contexto claro y adecuado, y flui-
dez en la lectura. Para un estudio
3. El Plan de Dios para Salvarnos......... 15 adicional se recomienda el uso de
las fuentes originales.
4. Jesucristo Nuestra Única Esperanza.. 20
Ilustraciones: Good Salt en la por-
5. Justificación por la Fe........................ 26 tada y Map Resources en págs. 4,
46, 72; Adobe Stock en págs. 25,
6. Fe que Justifica................................... 31 72.
7. El Llamamiento al Arrepentimiento. 36 Lecciones Bíblicas Sabáticas (USPS
005–118), Volumen 93, Nro. 4,
8. Perdón.................................................. 41 octubre-diciembre de 2017. Una
publicación trimestral del De-
9. Nacido de Dios.................................... 47 partamento de Escuela Sabática
de la Conferencia General de los
10. Santificación....................................... 52
Adventistas del Séptimo Día Mo-
11. Justicia para Hoy................................ 57 vimiento de Reforma. Copyright
©2017, impresas y distribuidas por
12. Completos en Cristo.......................... 62 Reformation Herald Publishing
Association, 5240 Hollins Road,
13. El Mensaje del Tercer Ángel Roanoke, Virginia 24019–5048,
en Verdad.............................................67 EEUU. Envíos periódicos pagados
en Roanoke, Virginia 24022–9993.

Traducción y Diagramación:
Paulo Devai
Prefacio
Hace quinientos años, un monje llamado Martín Lutero publicó Las Noventa y
Cinco Tesis, y al hacerlo, señaló el comienzo del gran despertamiento protestante
y empezó un movimiento de reforma en las iglesias de su época. Desafió muchas
creencias y prácticas arraigadas y colocó a Cristo, el Salvador, al frente de la
Cristiandad. Lutero puso en marcha un movimiento que ha llevado a muchos
al estudio de las Escrituras. Muchos cristianos tienen hoy diversas opiniones
y argumentos sobre Cristo y su vida terrenal. Aunque muchos hablan de qué
significa la justicia de Cristo, Dios busca hoy un pueblo que demuestre al mundo
su justicia a través de la manera en que viven sus vidas cada día.
“No es suficiente argüir en defensa de la verdad. La evidencia más eficaz de
su valor se ve en una vida piadosa; sin esto las afirmaciones más concluyentes
carecerán de peso y de poder persuasivo, pues nuestra fortaleza radica en estar
relacionados con Dios por su Espíritu Santo.”—The Review and Herald, 20 de
marzo de 1888.
“Se ha hecho abundante provisión para que todos los que desean vivir una
vida piadosa puedan tener gracia y fortaleza mediante Jesús nuestro divino
Redentor... Los siervos de Dios han de recibir paz y fortaleza de la Fuente de
su fortaleza y al hacerlo, encontrarán que la vida está llena de felicidad y paz...
Todo el ser debe ser consagrado a Dios, ya que nuestro precioso Salvador nunca
compartirá un corazón dividido. Nuestras inclinaciones y deseos deben estar
bajo el control del Espíritu de Dios, y entonces seremos fortalecidos para pelear
la buena batalla de la fe.”—A Fin de Conocerle, pág. 94.
“[Cristo] dijo por boca de su discípulo amado: ‘Ciertamente vengo en
breve’, y Juan responde: ‘Amén; sí, ven, Señor Jesús’ (Apocalipsis 22: 20, 21).
Jesús pronunció estas palabras como un mensaje de advertencia y aliento para
su pueblo, ¿y por qué no las tendremos en cuenta? El Señor ha dicho que será el
siervo fiel y prudente quien será encontrado velando y esperándolo.”—Reflejemos
a Jesús, pág. 250.
Es nuestra ferviente oración a Dios que, mientras estudiamos las lecciones
de este trimestre, sigamos la guía de su Espíritu y hagamos nuestra la justicia de
Cristo. Al entregar completamente nuestras vidas a la dirección de Dios, él nos
usará como sus instrumentos para compartir el gran mensaje de Cristo nuestro
Salvador vivo a los que están a nuestro alrededor y así apresurar la venida del
Señor. Que todos lleguemos a una experiencia más profunda, que nos volvamos
al Señor de todo corazón, confesemos nuestros defectos, obtengamos la seguridad
del perdón de nuestros pecados y permitamos que él nos limpie, de forma que su
justicia llegue a ser la nuestra.

El Departamento de Escuela Sabática de la Conferencia General

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 3


SÁBADO, 7 DE OCTUBRE DE 2017

Ofrenda del Primer Sábado


Para restauración de la sede de la Unión
Sud Sudamericana en Argentina

La Unión Sud Sudamericana de los


ASDMR comprende los países de Argen-
tina, Paraguay y Uruguay. La sede está
ubicada en Argentina, una nación de
casi 41,5 millones de habitantes; Para-
guay tiene 6,8 millones y Uruguay 3,4
millones—un total combinado de aproxi-
madamente 52 millones de almas atendi-
das por esta Unión.
La República Argentina es el segundo mayor
país de Sudamérica y el octavo en el mundo. La ma-
yoría de los argentinos (76,5%) es católica, 11,3% son religiosamente indiferen-
tes, el 9% son protestantes (generalmente de denominaciones pentecostales), y
menos del 2% son de otras religiones.
Los ASDMR llegaron a este país en 1927 cuando nuestro hermano Eugenio
Laicovschi ingresó al país y tuvo la alegría de encontrar a algunos hermanos
de Besarabia que habían emigrado antes que él. Con entusiasmo formaron un
pequeño grupo para los cultos. Su primer congreso se realizó en la ciudad de
San Nicolás en abril de 1930, cuando fueron bautizadas algunas almas y se or-
ganizó la obra de colportaje con algunos colportores extranjeros. En 1936, fue
dedicado aquí el primer templo.
Muchos años han pasado desde entonces y hoy la estructura que sirve de
sede en la capital de Buenos Aires se ha deteriorado seriamente. Es necesaria
urgentemente una restauración y expansión general a fin de proporcionar un
nuevo ambiente administrativo, una sala de conferencias de salud y clases de
cocina, y mejores alojamientos para los hermanos que nos visitan. En efecto,
es adecuado que la obra de Dios en estos últimos días sea correctamente repre-
sentada en una población de este tamaño. Las condiciones económicas aquí no
han sido buenas durante varios años, por lo tanto apelamos a nuestros herma-
nos de todo el mundo a unir sus manos con nosotros para ayudar a financiar
este esfuerzo.
Esperamos que al leer nuestra petición, los creyentes de todo el mundo
comprendan nuestra gran y urgente necesidad y respondan generosamente a la
misma. Les agradecemos anticipadamente por su noble generosidad.

Sus hermanos de la Unión Sud Sudamericana

4 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre-diciembre, 2017


Lección 1 Sábado, 7 de octubre de 2017
^ Año Bíblico: Mateo 15-17

Lutero: el Hombre de su Época

Ofrenda del Primer Sábado—Para restauración de la sede la Unión Sud Sudamericana en Argentina
“He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas
el justo por su fe vivirá” (Habacuc 2:4).

“Celoso, ardiente y abnegado, sin más temor que el temor de Dios y sin
reconocer otro fundamento de la fe religiosa que el de las Santas Escrituras,
fue Lutero el hombre de su época. Por su medio realizó Dios una gran obra
para reformar a la iglesia e iluminar al mundo.”—El Conflicto de los Siglos,
pág. 129.
Lectura adicional: El Conflicto de los Siglos, págs. 129–154; 209–218.

Domingo ^
1 de octubre
Año Bíblico: Mateo 1-4

1. LUTERO HALLA LA LUZ


a. ¿Qué parábola ilustra la experiencia de Martín Lutero cuando encontró
la Biblia por primera vez? Mateo 13:44–46.

“Un día, mientras examinaba unos libros en la biblioteca de la universidad,


descubrió Lutero una Biblia latina. Jamás había visto aquel libro. Hasta igno-
raba que existiese. Había oído porciones de los Evangelios y de las Epístolas
que se leían en el culto público y suponía que eso era todo lo que contenía la
Biblia. Ahora veía, por primera vez, la Palabra de Dios completa. Con reveren-
cia mezclada de admiración hojeó las sagradas páginas; con pulso tembloroso
y corazón turbado leyó con atención las palabras de vida.”—El Conflicto de los
Siglos, pág. 131.

b. A medida que Lutero estudiaba la Palabra más profundamente, ¿qué


efecto tenía esto sobre él? Salmo 119:130; Jeremías 15:16.

“El que prueba el amor de Cristo, lo deseará en mayor medida de continuo;


pero no buscará otra cosa. Las riquezas, los honores y los placeres del mundo
no le atraen más. El constante clamor de su corazón es: ‘Más de ti.’”—El Desea-
do de Todas las Gentes, pág. 157.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 5


Lunes ^
2 de octubre
Año Bíblico: Mateo 5-6

2. LUZ PENETRA LA OSCURIDAD


a. Mientras Lutero estudiaba aún más su Biblia, ¿qué convicción sintió
acerca de su propia vida? Isaías 6:5.

“Los ángeles del cielo estaban a su lado [de Lutero] y rayos de luz del trono
de Dios revelaban a su entendimiento los tesoros de la verdad. Siempre había
tenido temor de ofender a Dios, pero ahora se sentía como nunca antes con-
vencido de que era un pobre pecador.
“Un sincero deseo de librarse del pecado y de reconciliarse con Dios le in-
dujo al fin a entrar en un claustro para consagrarse a la vida monástica.”—El
Conflicto de los Siglos, págs. 131, 132.

b. A medida que Lutero buscaba hallar el perdón y la paz a través de doloro-


sos actos de penitencia, ¿qué trataba Dios de enseñarle? 1 Timoteo 1:15.

“El piadoso Staupitz le expuso la Palabra de Dios y le indujo a apartar la


mirada de sí mismo, a dejar de contemplar un castigo venidero infinito por
haber violado la ley de Dios, y a acudir a Jesús, el Salvador que le perdonaba
sus pecados. ‘En lugar de martirizarte por tus faltas, échate en los brazos del
Redentor. Confía en él, en la justicia de su vida, en la expiación de su muerte...
Escucha al Hijo de Dios, que se hizo hombre para asegurarte el favor divino.’
‘¡Ama a quien primero te amó!’”—Ídem., págs. 132, 133.

c. Mientras subía la escalera de Pilato sobre sus rodillas, ¿qué verdad funda-
mental de la Biblia se hizo clara para Lutero? Romanos 1:17.

“Por decreto expedido poco antes prometía el papa indulgencia a todo


aquel que subiese de rodillas la ‘escalera de Pilato’ que se decía ser la misma
que había pisado nuestro Salvador al bajar del tribunal romano, y que, según
aseguraban, había sido llevada de Jerusalén a Roma de un modo milagroso. Un
día, mientras estaba Lutero subiendo devotamente aquellas gradas, recordó de
pronto estas palabras que como trueno repercutieron en su corazón: ‘El justo
vivirá por la fe.’ (Romanos 1:17.) Púsose de pronto de pie y huyó de aquel lugar
sintiendo vergüenza y horror. Ese pasaje bíblico no dejó nunca de ejercer po-
derosa influencia en su alma. Desde entonces vio con más claridad que nunca
el engaño que significa para el hombre confiar en sus obras para su salvación
y cuán necesario es tener fe constante en los méritos de Cristo.”—Ídem., pág.
134.

6 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Martes ^
3 de octubre
Año Bíblico: Mateo 7-9

3. SALVO POR GRACIA MEDIANTE LA FE


a. Cuando en 1517 Lutero publicó sus noventa y cinco tesis contra el poder

Ofrenda del Primer Sábado—Para restauración de la sede la Unión Sud Sudamericana en Argentina
de las indulgencias, ¿cómo enseñó que nuestras obras no pueden expiar
el pecado? Gálatas 2:16; Hechos 20:21.

“Lutero... expuso al pueblo el carácter ofensivo del pecado y enseñóle que


le es imposible al hombre reducir su culpabilidad o evitar el castigo por sus
propias obras. Sólo el arrepentimiento ante Dios y la fe en Cristo podían salvar
al pecador. La gracia de Cristo no podía comprarse; era un don gratuito. Acon-
sejaba a sus oyentes que no comprasen indulgencias, sino que tuviesen fe en
el Redentor crucificado. Refería su dolorosa experiencia personal, diciéndoles
que en vano había intentado por medio de la humillación y de las mortifi-
caciones del cuerpo asegurar su salvación, y afirmaba que desde que había
dejado de mirarse a sí mismo y había confiado en Cristo, había alcanzado paz
y gozo para su corazón.”—El Conflicto de los Siglos, págs. 138, 139.

b. ¿Cómo solamente podemos ser salvos del pecado y mediante quién? Ro-
manos 1:16; Efesios 2:8–10.

“[Las proposiciones de Lutero] demostraban que jamás se había otorgado


al papa ni a hombre alguno el poder de perdonar los pecados y de remitir el
castigo consiguiente… Se probaba además con toda evidencia que el Evangelio
de Cristo es el tesoro más valioso de la iglesia, y que la gracia de Dios revelada
en él se otorga de balde a los que la buscan por medio del arrepentimiento y
de la fe.”—Ídem., pág. 139.

c. ¿De quién podremos obtener una fe salvadora en Jesús, y cómo la pode-


mos desarrollar? Romanos 10:9; Lucas 17:5.

“La fe que nos capacita para recibir los dones de Dios, es en sí misma un
don del cual se imparte una porción a cada ser humano. Aumenta a medida
que se la usa para asimilar la Palabra de Dios. A fin de fortalecer la fe debemos
ponerla a menudo en contacto con la Palabra.”—La Educación, págs. 253, 254.
“Ahora, hermanos, ustedes se han adiestrado de tal manera en dudas e
interrogantes que tienen que educar sus almas en la línea de la fe. Tienen que
hablar de la fe, vivir la fe, actuar por fe, para que puedan crecer en la fe.”—Fe
y Obras, pág. 79.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 7


Miércoles ^
4 de octubre
Año Bíblico: Mateo 10-11

4. LAS ESCRITURAS: EL FUNDAMENTO DE NUESTRA FE


a. ¿Qué actitud sostenida por Lutero hacia la autoridad de las Escrituras se
convirtió en el principio vital de la reforma? Colosenses 2:8; Isaías 8:20.
“[Lutero] declaraba firmemente que los cristianos no debieran admitir más
doctrinas que las que tuviesen apoyo en la autoridad de las Sagradas Escrituras.
Estas palabras minaban los cimientos en que descansaba la supremacía papal.
Contenían los principios vitales de la Reforma.”—El Conflicto de los Siglos, pág.
135.

b. En un esfuerzo por contrarrestar el efecto de las enseñanzas de Lutero,


el emperador alemán preparó en 1529 un decreto que pondría fin a la
libertad religiosa y restauraría la autoridad de la iglesia católica romana.
¿Qué dos principios contenidos en la protesta de los príncipes alemanes
contra este decreto constituyen la esencia del protestantismo? Hechos
4:18–20; 5:28, 29; Mateo 15:8, 9.
“‘Los principios contenidos en esta célebre protesta... constituyen la esen-
cia misma del protestantismo. Ahora bien, esta protesta se opone a dos abusos
del hombre en asuntos de fe: el primero es la intervención del magistrado civil,
y el segundo la autoridad arbitraria de la iglesia. En lugar de estos dos abusos,
el protestantismo sobrepone la autoridad de la conciencia a la del magistrado,
y la de la Palabra de Dios a la de la iglesia visible. En primer lugar, niega la com-
petencia del poder civil en asuntos de religión y dice con los profetas y apósto-
les: ‘Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.’ A la corona de Carlos
V sobrepone la de Jesucristo. Es más: sienta el principio de que toda enseñanza
humana debe subordinarse a los oráculos de Dios.’ —D’Aubigné, lib. 13, cap.
5. Los protestantes afirmaron además el derecho que les asistía para expresar
libremente sus convicciones tocante a la verdad. Querían no solamente creer
y obedecer, sino también enseñar lo que contienen las Santas Escrituras, y
negaban el derecho del sacerdote o del magistrado para intervenir en asuntos
de conciencia. La protesta de Spira fue un solemne testimonio contra la into-
lerancia religiosa y una declaración en favor del derecho que asiste a todos los
hombres para adorar a Dios según les dicte la conciencia.”—Ídem., pág. 216.
“No ha cambiado en nada el modo en que trabaja Satanás contra Dios y
contra su Palabra; se opone hoy tanto como en el siglo XVI a que las Escrituras
sean reconocidas como guía de la vida. En la actualidad los hombres se han
alejado mucho de sus doctrinas y preceptos, y se hace muy necesario volver al
gran principio protestante: la Biblia, únicamente la Biblia, como regla de la fe
y del deber.”—Ídem., pág. 217.

8 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Jueves ^
5 de octubre
Año Bíblico: Mateo 12

5. LA PALABRA LLEVA VIDA AL ALMA


a. ¿Qué hace la Palabra de Dios por los que la oyen o la leen? Salmo 119:103–

Ofrenda del Primer Sábado—Para restauración de la sede la Unión Sud Sudamericana en Argentina
104.

b. ¿Cómo afectó la enseñanza de la Palabra de Dios a los que fueron ense-


ñados? Romanos 10:17; Hebreos 4:12.

“La Palabra de Dios, por medio de la cual probaba Lutero cada doctrina y
cada aserto, era como una espada de dos filos que penetraba en los corazones
del pueblo. Por doquiera se notaba un gran deseo de adelanto espiritual. En
todas partes había hambre y sed de justicia como no se habían conocido por
siglos. Los ojos del pueblo, acostumbrados por tanto tiempo a mirar los ritos
humanos y a los mediadores terrenales, se apartaban de éstos y se fijaban, con
arrepentimiento y fe, en Cristo y Cristo crucificado.”—El Conflicto de los Siglos,
pág. 143.

c. ¿Qué sucederá mientras estudiamos y obedecemos la palabra de Dios?


Juan 17:17.

“Las Escrituras constituyen el gran agente en la transformación del carác-


ter... Si se la estudia y obedece, la Palabra de Dios obra en el corazón, subyu-
gando todo atributo no santificado. El Espíritu Santo viene a convencer del
pecado, y la fe que nace en el corazón obra por amor a Cristo, y nos conforma
en cuerpo, alma y espíritu a su propia imagen. Entonces Dios puede usarnos
para hacer su voluntad. El poder que se nos da obra desde adentro hacia afuera,
induciéndonos a comunicar a otros la verdad que nos ha sido transmitida.”—
Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 71, 72.

Viernes ^
6 de octubre
Año Bíblico: Mateo 13-14

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿Cuál fue la reacción de Lutero al hallar una Biblia por primera vez?
2. ¿Qué falsedad se volvió clara para Lutero al subir la escalera de Pilato?
3. ¿De qué única manera puede ser salvo un pecador?
4. ¿Cómo podemos seguir sosteniendo hoy la esencia del protestantismo?
5. ¿Qué papel tienen las Escrituras en la transformación del carácter?

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 9


Lección 2 Sábado, 14 de octubre de 2017
^ Año Bíblico: Marcos 4-5

El Problema del Pecado


“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios” (Romanos 3:23).

“Toda la familia humana ha transgredido la ley de Dios y, como trans-


gresores de la ley, los hombres están arruinados sin esperanza, pues son ene-
migos de Dios, sin vigor para hacer nada bueno.”—Mensajes Selectos, tomo 1,
pág. 377.
Lectura adicional: Patriarcas y Profetas, págs. 29–47.

Domingo ^
8 de octubre
Año Bíblico: Mateo 18-20

1. EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LA HUMANIDAD


a. ¿A imagen de quién fueron creados Adán y Eva y con qué propósito? Gé-
nesis 1:26, 27, 31; Isaías 43:7.
“Cuando Adán salió de las manos del Creador, llevaba en su naturaleza
física, mental y espiritual, la semejanza de su Hacedor. ‘Creó Dios al hombre
a su imagen’, con el propósito de que, cuanto más viviera, más plenamente
revelara esa imagen —más plenamente reflejara la gloria del Creador. Todas
sus facultades eran susceptibles de desarrollo; su capacidad y su vigor debían
aumentar continuamente.”—La Educación, pág. 15.

b. Aunque nuestros primeros padres no llevaban ropas artificiales, ¿qué los


envolvía como un símbolo de su pureza? Salmo 104:1, 2. Comparar con
Éxodo 34:29.

“La inmaculada pareja no llevaba vestiduras artificiales. Estaban rodeados


de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los ángeles.”—Patriarcas
y Profetas, pág. 26.
“La ropa blanca de la inocencia era llevada por nuestros primeros padres
cuando fueron colocados por Dios en el santo Edén. Ellos vivían en perfecta
conformidad con la voluntad de Dios. Toda la fuerza de sus afectos era dada a
su Padre celestial. Una hermosa y suave luz, la luz de Dios, envolvía a la san-
ta pareja. Este manto de luz era un símbolo de sus vestiduras espirituales de
celestial inocencia. Si hubieran permanecido fieles a Dios, habría continuado
envolviéndolos.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 252.

10 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lunes ^
9 de octubre
Año Bíblico: Mateo 21-22

2. UNA PRUEBA DE AMOR


a. ¿En qué sentido nuestros primeros padres eran libres para cumplir el pro-
pósito divino? Deuteronomio 30:19.

“Nuestros primeros padres, a pesar de que fueron creados inocentes y san-


tos, no fueron colocados fuera del alcance del pecado. Dios los hizo entes mo-
rales libres, capaces de apreciar y comprender la sabiduría y benevolencia de su
carácter y la justicia de sus exigencias, y les dejó plena libertad para prestarle o
negarle obediencia...
“Dios pudo haber creado al hombre incapaz de violar su ley; pudo haber
detenido la mano de Adán para que no tocara el fruto prohibido, pero en ese
caso el hombre hubiese sido, no un ente moral libre, sino un mero autómata.
Sin libre albedrío, su obediencia no habría sido voluntaria, sino forzada.”—Pa-
triarcas y Profetas, págs. 29, 30.

b. ¿Qué prueba de lealtad fue dada a nuestros primeros padres? Génesis


2:16, 17.

“Cuando Adán y Eva fueron instalados en el hermoso huerto, tenían todo


cuanto podían desear para su felicidad. Pero Dios, para cumplir sus omnis-
cientes designios, quiso probar su lealtad antes que pudieran ser considerados
eternamente fuera de peligro. Habían de disfrutar de su favor, y él conversaría
con ellos, y ellos con él. Sin embargo, no puso el mal fuera de su alcance. Per-
mitió que Satanás los tentara. Si soportaban la prueba gozarían del perpetuo
favor de Dios y de los ángeles del cielo.”—La Historia de la Redención, pág. 24.

c. Describa cómo nuestros primeros padres se volvieron desleales hacia


Dios. 2 Corintios 11:3; Génesis 3:1–6.

“Satanás hizo creer a la santa pareja que ellos se beneficiarían violando la


ley de Dios. ¿No oímos hoy día razonamientos semejantes? Muchos hablan de
la estrechez de los que obedecen los mandamientos de Dios, mientras preten-
den tener ideas más amplias y gozar de mayor libertad. ¿Qué es esto sino el
eco de la voz del Edén: ‘El día que comiereis de él,’ es decir, el día que violarais
el divino mandamiento, ‘seréis como dioses?’”—Patriarcas y Profetas, pág. 38.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 11


Martes ^
10 de octubre
Año Bíblico: Mateo 23-24

3. EL PECADO Y SUS CONSECUENCIAS


a. ¿Cómo es definido en la Biblia el acto de pecar? 1 Juan 3:4.

“La única definición del pecado es la que da la Palabra de Dios: ‘El pecado
es transgresión de la ley;’ es la manifestación exterior de un principio en pugna
con la gran ley de amor que es el fundamento del gobierno divino.”—El Con-
flicto de los Siglos, pág. 547.

b. ¿Qué consecuencia trágica sobrevino a la humanidad debido a su peca-


do? Génesis 3:19, 23; Romanos 5:12.

“Era voluntad de Dios que la inmaculada pareja no conociese absoluta-


mente nada de lo malo. Les había dado abundantemente el bien, y vedado
el mal. Pero, contra su mandamiento, habían comido del fruto prohibido, y
ahora continuarían comiéndolo y conocerían el mal todos los días de su vida.
Desde entonces el linaje humano sufriría las asechanzas de Satanás. En lugar
de las agradables labores que se les habían asignado hasta entonces, la ansiedad
y el trabajo serían su suerte. Estarían sujetos a desengaños, aflicciones, dolor, y
al fin, a la muerte.”—Patriarcas y Profetas, pág. 43.

c. ¿Qué consecuencia adicional tuvo la caída sobre la naturaleza de todo ser


humano? Romanos 3:12; 7:14, 18; 8:7.

“Después de su pecado, [a] Adán y Eva... se les dijo que su naturaleza se


había depravado por el pecado, que había disminuido su poder para resistir al
mal, y que habían abierto la puerta para que Satanás tuviera más fácil acceso
a ellos. Si siendo inocentes habían cedido a la tentación, ahora, en su estado
de consciente culpabilidad, tendrían menos fuerza para mantener su integri-
dad.”—Ídem., 46.
“En la vida de todo hombre se manifiesta el resultado de haber comido del
árbol del conocimiento del bien y del mal. Hay en su naturaleza una inclina-
ción hacia el mal, una fuerza que solo, sin ayuda, él no podría resistir.”—La
Educación, pág. 29.
“Por sí mismo, es incapaz de comprender el pecado, incapaz de apreciar la
naturaleza divina y de apropiarse de ella. Si fuera puesta dentro de su alcance,
no hay nada en ella que pudiera anhelar su corazón natural.”—Mensajes Selec-
tos, tomo 1, pág. 399.

12 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Miércoles ^
11 de octubre
Año Bíblico: Mateo 25-26

4. VESTIMENTAS DE HOJAS DE HIGUERA


a. Después de darse cuenta de la pérdida de su inocencia y de la luz dada
para simbolizarla, ¿qué hicieron Adán y Eva para tratar de cubrir su des-
nudez? ¿Era aceptable su vestidura? Génesis 3:7, 8.

“Pero cuando entró el pecado, rompieron su relación con Dios, y la luz que
los había circuido se apartó. Desnudos y avergonzados, procuraron suplir la
falta de los mantos celestiales cosiendo hojas de higuera para cubrirse.”—Pala-
bras de Vida del Gran Maestro, pág. 252.

b. En el sentido espiritual, ¿cómo han hecho los pecadores vestiduras de


hojas de higuera desde la caída? Romanos 10:3.

“Esto es lo que los transgresores de la ley de Dios han hecho desde el día
en que Adán y Eva desobedecieron. Han cosido hojas de higuera para cubrir
la desnudez causada por la transgresión. Han usado los mantos de su propia
invención; mediante sus propias obras han tratado de cubrir sus pecados y
hacerse aceptables a Dios.”—Ídem., págs. 252, 253.

c. ¿Qué engaño nos lleva a creer que podemos hacernos aceptables ante
Dios? Jeremías 17:9; Isaías 64:6.

“Muchos están engañados acerca de la condición de su corazón. No com-


prenden que el corazón natural es engañoso más que todas las cosas y desespe-
radamente impío. Se envuelven con su propia justicia y están satisfechos con
alcanzar su propia norma humana de carácter. Sin embargo, cuán fatalmente
fracasan cuando no alcanzan la norma divina y, por sí mismos, no pueden
hacer frente a los requerimientos de Dios...
“Toda la familia humana ha transgredido la ley de Dios y, como transgre-
sores de la ley, los hombres están arruinados sin esperanza, pues son enemi-
gos de Dios, sin vigor para hacer nada bueno. ‘La mente carnal es enemistad
contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede’ (Romanos
8:7).”—Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 376, 377.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 13


Jueves ^
12 de octubre
Año Bíblico: Mateo 27-28

5. TODO EL MUNDO ES CULPABLE ANTE DIOS


a. ¿Cómo ha fracasado toda la humanidad en cumplir el propósito original
de Dios? Romanos 3:23.

b. Como norma de justicia, ¿cuál es el propósito de la ley de Dios? Romanos


3:19, 20; Gálatas 3:24.

“La ley permanece firme, y la justicia señala severamente al pecador sus


santos preceptos. No es competencia de la ley salvar o perdonar al pecador,
sino condenarlo y declararlo culpable. No puede ser cambiada para ajustarse al
hombre en su condición caída. Entonces, ¿cómo puede ser satisfecha la justicia
de Dios y obtenido su favor? No por obras; ‘ya que por las obras de la ley nin-
gún ser humano será justificado delante de él’. El pecador no puede satisfacer
las demandas de Dios en su propia fuerza.”—The Signs of the Times, 31 de julio
de 1901.

c. ¿Qué pregunta ha sido hecha por los pecadores desde la caída y cuál es la
única respuesta? Job 9:2; 25:4–6; Juan 1:29.

“En toda congregación hay almas que están insatisfechas. Cada sábado
deberían oír algo que les ayudara en el camino de la salvación y les enseñara
cómo llegar a ser mejores cristianos. Lo importante para ellos es saber: ¿Cómo
puede un pecador ser justificado delante de Dios? Que el camino de la salva-
ción sea presentado ante ellos con sencillez. Elevar a Jesús es la única esperan-
za del pecador.”—The Review and Herald, 7 de octubre de 1909.

Viernes ^
13 de octubre
Año Bíblico: Marcos 1-3

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿Con qué propósito creó Dios a los seres humanos?
2. ¿Por qué era importante permitir la libertad de elección de la humanidad para
servir a Dios?
3. ¿A qué condición pecaminosa estamos todos sujetos si prescindimos de Dios?
4. ¿Cómo puedo ser culpable de hacer vestimentas de hojas de higuera para mí?
5. ¿En quién únicamente puedo encontrar esperanza para mi condición pecaminosa?

14 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lección 3 Sábado, 21 de octubre de 2017
^ Año Bíblico: Lucas 2-3

El Plan de Dios para Salvarnos


“Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin
derramamiento de sangre no se hace remisión” (Hebreos 9:22).

“Mediante Cristo, se dan al hombre tanto restauración como reconcilia-


ción. El abismo abierto por el pecado ha sido salvado por la cruz del Calva-
rio.”—Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 426.
Lectura adicional: Patriarcas y Profetas, págs. 48–65.

Domingo ^
15 de octubre
Año Bíblico: Marcos 6-7

1. EL PLAN DE REDENCIÓN REVELADO


a. ¿Qué promesa de redención fue dada por Dios a Adán y Eva? Génesis
3:15; Gálatas 3:16.

“Se les aseguró a Adán y a su compañera que a pesar de su gran pecado, no


se les abandonaría a merced de Satanás. El Hijo de Dios había ofrecido expiar,
con su propia vida, la transgresión de ellos. Se les otorgaría un tiempo de gracia
y, mediante el arrepentimiento y la fe en Cristo, podrían llegar a ser de nuevo
hijos de Dios.”—Patriarcas y Profetas, pág. 52.

b. ¿Qué gracia transformadora incluye la promesa de redención y por qué


es necesaria? Gálatas 3:14; Juan 3:5.

“La gracia que Cristo derrama en el alma es la que crea en el hombre ene-
mistad contra Satanás. Sin esta gracia transformadora y este poder renovador,
el hombre seguiría siendo esclavo de Satanás, siempre listo para ejecutar sus
órdenes. Pero el nuevo principio introducido en el alma crea un conflicto allí
donde hasta entonces reinó la paz. El poder que Cristo comunica habilita al
hombre para resistir al tirano y usurpador. Cualquiera que aborrezca el peca-
do en vez de amarlo, que resista y venza las pasiones que hayan reinado en
su corazón, prueba que en él obra un principio que viene enteramente de lo
alto.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 560.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 15


Lunes ^
16 de octubre
Año Bíblico: Marcos 8-9

2. SOLAMENTE UN PLAN APROBADO


a. ¿Cuál es el elemento esencial en el plan de la redención y qué significa?
Hebreos 9:22; Levítico 17:11.

“Cristo fue el Cordero muerto desde la fundación del mundo. Para muchos
ha sido un misterio el que se necesitaran tantas ofrendas de sacrificio en la
antigua dispensación, el por qué tantas víctimas sangrantes fueron llevadas
al altar. Pero la gran verdad que debía mantenerse delante de los hombres, e
imprimirse en su mente y corazón, era ésta: ‘Sin derramamiento de sangre, no
se hace remisión.’ Hebreos 9:22. En cada sacrificio sangrante estaba simboli-
zado el ‘Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.’ Juan 1:29.”—Nuestra
Elevada Vocación, pág. 49.

b. ¿Qué demuestra que Caín no aceptó sinceramente el plan divino? Géne-


sis 4:3–5.

“[Caín y Abel] sabían que mediante esas ofrendas podían expresar su fe


en el Salvador a quien éstas representaban, y al mismo tiempo reconocer su
completa dependencia de él para obtener perdón; y sabían que sometiéndose
así al plan divino para su redención, demostraban su obediencia a la voluntad
de Dios. Sin derramamiento de sangre no podía haber perdón del pecado; y
ellos habían de mostrar su fe en la sangre de Cristo como la expiación prome-
tida ofreciendo en sacrificio las primicias del ganado. Además de esto, debían
presentar al Señor los primeros frutos de la tierra, como ofrenda de agradeci-
miento.”—Patriarcas y Profetas, pág. 58.

c. ¿Qué dijo Dios a Caín sobre el plan divino, y qué reveló la respuesta de
Caín sobre sí mismo? Génesis 4:6–8.

“[Caín] pensó que sus propios planes eran mejores, y que el Señor se aven-
dría a su procedimiento. Caín en su ofrenda no reconoció su dependencia de
Cristo. Pensó que su padre Adán había sido tratado duramente al ser expulsado
del Edén. La idea de conservar ese pecado siempre ante la mente, y ofrecer la
sangre del cordero inmolado como una confesión de la dependencia de un
poder ajeno a sí mismo, era una tortura para el soberbio espíritu de Caín.”—
Testimonios para los Ministros, págs. 74, 75.

16 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Martes ^
17 de octubre
Año Bíblico: Marcos 10-11

3. LA JUSTICIA PROPIA FRUSTRA EL PLAN DE DIOS


a. ¿Qué parábola de Jesús ilustra el error de confiar en sí mismo para obte-
ner justicia? Lucas 18:9–14.

“El fariseo sube al templo a adorar, no porque sienta que es un pecador que
necesita perdón, sino porque se cree justo, y espera ganar alabanzas. Considera
su culto como un acto de mérito que lo recomendará a Dios.”—Palabras de Vida
del Gran Maestro, pág. 116.

b. ¿Cómo frustra esta actitud la gracia de Dios y por qué? Gálatas 2:21.

“El fariseo y el publicano representan las dos grandes clases en que se di-
viden los que adoran a Dios. Sus dos primeros representantes son los dos pri-
meros niños que nacieron en el mundo. Caín se creía justo, y sólo presentó a
Dios una ofrenda de agradecimiento. No hizo ninguna confesión de pecado,
y no reconoció ninguna necesidad de misericordia. Abel, en cambio, se pre-
sentó con la sangre que simbolizaba al Cordero de Dios. Lo hizo en calidad
de pecador, confesando que estaba perdido; su única esperanza era el amor
inmerecido de Dios. Dios apreció la ofrenda de Abel, pero no tomó en cuenta
a Caín ni a la suya. La sensación de la necesidad, el reconocimiento de nuestra
pobreza y pecado, es la primera condición para que Dios nos acepte.”—Ídem.,
págs. 117, 118.

c. ¿Cómo se manifiesta esta actitud general en casi todas las religiones fal-
sas? Romanos 10:2, 3.

“La clase de adoradores que sigue el ejemplo de Caín abarca la mayor parte
del mundo; pues casi todas las religiones falsas se basan en el mismo principio,
a saber, que el hombre puede depender de sus propios esfuerzos para salvarse.
Afirman algunos que la humanidad no necesita redención, sino desarrollo,
y que ella puede refinarse, elevarse y regenerarse por sí misma. Como Caín
pensó lograr el favor divino mediante una ofrenda que carecía de la sangre del
sacrificio, así obran los que esperan elevar a la humanidad a la altura del ideal
divino sin valerse del sacrificio expiatorio. La historia de Caín demuestra cuál
será el resultado de esta teoría. Demuestra lo que será el hombre sin Cristo.
La humanidad no tiene poder para regenerarse a sí misma. No tiende a subir
hacia lo divino, sino a descender hacia lo satánico.”—Patriarcas y Profetas, págs.
60, 61.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 17


Miércoles ^
18 de octubre
Año Bíblico: Marcos 12-13

4. EL ORIGEN DIVINO DEL PLAN


a. ¿Qué indica que el plan de la redención se originó con Dios y no con el
hombre? 1 Juan 4:19.

b. ¿En qué términos sencillos describe el apóstol Pablo el don de la reden-


ción? Efesios 2:8.

“El Señor vio nuestra condición caída. Vio nuestra necesidad de gracia, y
porque amaba nuestras almas, nos ha dado gracia y paz. La gracia significa un
favor para alguien que no lo merece, para alguien que está perdido. El hecho
de que seamos pecadores, en vez de rechazarnos apartándonos de la misericor-
dia y del amor de Dios, hace que la práctica del amor de Dios sea para nosotros
una necesidad positiva a fin de que seamos salvados.”—Mensajes Selectos, tomo
1, pág. 407.

c. ¿Qué nos enseñan las túnicas de pieles provistas por Dios a nuestros
primeros padres sobre la promesa de la redención? Génesis 3:21; Isaías
61:10.

“Es una gloria para Dios rodear a los seres humanos pecaminosos y arre-
pentidos con los brazos de su amor, vendar sus heridas, limpiarlos de pecado y
cubrirlos con las vestiduras de salvación.”—Profetas y Reyes, pág. 493.
“Ningún manto hecho de hojas de higuera, ningún vestido común a la
usanza mundana, podrán emplear aquellos que se sienten con Cristo y los
ángeles en la cena de las bodas del Cordero.
“Únicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dig-
nos de aparecer ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa
de su propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente.”—Palabras de Vida
del Gran Maestro, pág. 253.
“Alma desalentada, anímate aunque hayas obrado impíamente. No pienses
que quizá Dios perdonará tus transgresiones y permitirá que vayas a su presen-
cia. Dios ha dado el primer paso. Aunque te habías rebelado contra él, salió a
buscarte. Con el tierno corazón del pastor, dejó las noventa y nueve y salió al
desierto a buscar la que se había perdido. Toma en sus brazos de amor al alma
lastimada, herida y a punto de morir, y gozosamente la lleva al aprisco de la
seguridad.”—Ídem., pág. 147.

18 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Jueves ^
19 de octubre
Año Bíblico: Marcos 14-16

5. EL ALCANCE DEL AMOR DE DIOS


a. ¿Hasta dónde llega la reconciliación prometida por Dios a través de Cris-
to? Juan 3:16; 2 Corintios 5:19.

“Únicamente mientras contemplamos el gran plan de la salvación podemos


apreciar correctamente el carácter de Dios. La obra de la creación era una ma-
nifestación de su amor; pero el don de Dios para salvar a la familia culpable y
arruinada, es lo único que nos revela las profundidades infinitas de la ternura y
compasión divina. ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna” Juan 3:16. A la par que se mantiene la ley de Dios, y se vindica su justicia,
el pecador puede ser perdonado. El más inestimable don que el cielo tenía para
conceder ha sido dado para que Dios “sea el justo, y el que justifica al que es de
la fe de Jesús” Romanos 3:26. Por este don, los hombres son levantados de la rui-
na y degradación del pecado, para llegar a ser hijos de Dios. Dice Pablo: ‘Habéis
recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos, Abba, Padre’ Romanos
8:15.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 5, págs. 690, 691.

b. ¿Cómo ilustró Jesús de manera impresionante el amor y la preocupación


de Dios por cada persona? Mateo 18:11–14.

“Jesús nos conoce individualmente, y se conmueve por el sentimiento de


nuestras flaquezas. Nos conoce a todos por nombre. Conoce la casa en que vi-
vimos, y el nombre de cada ocupante. Dio a veces instrucciones a sus siervos
para que fueran a cierta calle en cierta ciudad, a tal casa, para hallar a una de
sus ovejas.
“Cada alma es tan plenamente conocida por Jesús como si fuera la única por
la cual el Salvador murió. Las penas de cada uno conmueven su corazón.”—El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 445.

Viernes ^
20 de octubre
Año Bíblico: Lucas 1

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿Qué habría sucedido si no hubiera promesa de redención?
2. ¿Cómo fue ilustrado el plan de la redención en las ofrendas de sacrificios?
3. ¿Cómo la justicia propia frustra el plan de la redención?
4. ¿Cómo hace Dios el primer movimiento para restaurarnos a su favor?
5. ¿Cuán íntimamente conoce Dios a cada uno de nosotros?

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 19


Lección 4 Sábado, 28 de octubre de 2017
^ Año Bíblico: Lucas 17-18

Jesucristo, Nuestra Única Esperanza


“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”
(Hechos 4:12).

“Sólo Cristo es exaltado por ‘Príncipe y Salvador, para dar a Israel arre-
pentimiento y remisión de pecados’. ‘Y en ningún otro hay salud’ (Hechos
5:31; 4:12).”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 208.
Lectura adicional: Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 265–268.

Domingo ^
22 de octubre
Año Bíblico: Lucas 4-5

1. EL SUSTITUTO DIVINO
a. ¿Qué sucedió el mismo día en que Adán y Eva pecaron? Génesis 3:21.

“Para Adán el ofrecimiento del primer sacrificio fue una ceremonia muy
dolorosa. Tuvo que alzar la mano para quitar una vida que sólo Dios podía dar.
Por primera vez iba a presenciar la muerte, y sabía que si hubiese sido obedien-
te a Dios no la habrían conocido el hombre ni las bestias. Mientras mataba a la
inocente víctima temblaba al pensar que su pecado haría derramar la sangre
del Cordero inmaculado de Dios. Esta escena le dio un sentido más profundo y
vívido de la enormidad de su transgresión, que nada sino la muerte del querido
Hijo de Dios podía expiar. Y se admiró de la infinita bondad que daba seme-
jante rescate para salvar a los culpables. Una estrella de esperanza iluminaba el
tenebroso y horrible futuro, y le libraba de una completa desesperación.”—Pa-
triarcas y Profetas, págs. 54, 55.

b. ¿Cómo explica el profeta Isaías esta sustitución? Isaías 53:4, 5.

“Cristo fue tratado como nosotros merecemos a fin de que nosotros pudié-
semos ser tratados como él merece. Fue condenado por nuestros pecados, en
los que no había participado, a fin de que nosotros pudiésemos ser justificados
por su justicia, en la cual no habíamos participado. El sufrió la muerte nuestra,
a fin de que pudiésemos recibir la vida suya.”—El Deseado de Todas las Gentes,
págs. 16, 17.

20 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lunes ^
23 de octubre
Año Bíblico: Lucas 6-7

2. LA CONDICIÓN DE LA VIDA ETERNA


a. ¿Cuál es la condición de la vida eterna? Mateo 19:16, 17.

“La condición para alcanzar la vida eterna es ahora exactamente la misma


de siempre, tal cual era en el paraíso antes de la caída de nuestros primeros pa-
dres: la perfecta obediencia a la ley de Dios, la perfecta justicia. Si la vida eterna
se concediera con alguna condición inferior a ésta, peligraría la felicidad de
todo el universo. Se le abriría la puerta al pecado con todo su séquito de dolor
y miseria para siempre.”—El Camino a Cristo, págs. 61, 62.
“Cristo no disminuye las exigencias de la ley. En un lenguaje inconfun-
dible, presenta la obediencia a ella como la condición de la vida eterna: la
misma condición que se requería de Adán antes de su caída. El Señor no espera
menos del alma ahora que lo que esperó del hombre en el paraíso: perfecta
obediencia, justicia inmaculada. El requisito que se ha de llenar bajo el pacto
de la gracia es tan amplio como el que se exigía en el Edén: la armonía con la
ley de Dios, que es santa, justa y buena.”—Palabras de Vida del Gran Maestro,
págs. 322, 323.
“Así como la Biblia presenta dos leyes, una inmutable y eterna, la otra pro-
visional y temporaria, así también hay dos pactos. El pacto de la gracia se esta-
bleció primeramente con el hombre en el Edén, cuando después de la caída se
dio la promesa divina de que la simiente de la mujer heriría a la serpiente en la
cabeza. Este pacto puso al alcance de todos los hombres el perdón y la ayuda
de la gracia de Dios para obedecer en lo futuro mediante la fe en Cristo. Tam-
bién les prometía la vida eterna si eran fieles a la ley de Dios. Así recibieron los
patriarcas la esperanza de la salvación.”—Patriarcas y Profetas, págs. 386, 387.

b. ¿Pueden los seres humanos presentar una obediencia perfecta por sí mis-
mos? Isaías 64:6.

“Era posible para Adán, antes de la caída, conservar un carácter justo por
la obediencia a la ley de Dios. Más no lo hizo, y por causa de su caída tenemos
una naturaleza pecaminosa y no podemos hacernos justos a nosotros mismos.
Puesto que somos pecadores y malos, no podemos obedecer perfectamente
una ley santa. No tenemos por nosotros mismos justicia con que cumplir lo
que la ley de Dios demanda. Más Cristo nos ha preparado una vía de escape.
Vivió sobre la tierra en medio de pruebas y tentaciones tales como las que
nosotros tenemos que arrostrar. Sin embargo, su vida fue impecable. Murió
por nosotros y ahora ofrece quitarnos nuestros pecados y vestirnos de su justi-
cia.”—El Camino a Cristo, pág. 62.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 21


Martes ^
24 de octubre
Año Bíblico: Lucas 8-9

3. OBEDIENCIA PERFECTA A TRAVÉS DE CRISTO


a. ¿Qué seguridad tenemos mediante los méritos de Cristo? Juan 15:5; Fili-
penses 4:13.

“El Redentor del mundo, el Hijo unigénito de Dios, por su obediencia per-
fecta a la ley, por su vida y carácter, redimió lo que se había perdido en la caída,
y permitió al hombre obedecer esa santa ley de justicia que Adán había trans-
gredido. Cristo no cambió su divinidad por la humanidad, sino que combinó
la humanidad con la divinidad; y en la humanidad vivió la ley en favor de la
familia humana. Los pecados de todos los que reciben a Cristo fueron puestos
a su cuenta, y él ha satisfecho plenamente la justicia de Dios.”— Special Testi-
monies on Education, pág. 21.
“Debido a que el hombre caído no podía vencer a Satanás con su fuerza hu-
mana, Cristo vino desde la corte real del cielo para ayudarle con su fuerza hu-
mana y divina combinadas. Cristo sabía que Adán en el Edén con sus ventajas
superiores podría haber resistido las tentaciones de Satanás y haberlo vencido.
También sabía que no era posible para el hombre fuera del Edén, separado de
la luz y del amor de Dios desde la caída, resistir las tentaciones de Satanás con
su propia fuerza. A fin de traer esperanza al hombre y salvarlo de la ruina com-
pleta, se humilló a sí mismo para tomar la naturaleza del hombre, para que con
su poder divino combinado con el humano pudiera alcanzar al hombre donde
estaba. Obtuvo para los hijos e hijas caídos de Adán aquella fuerza que es im-
posible que ellos obtengan por sí mismos, para que en su nombre puedan ven-
cer las tentaciones de Satanás.”—The Review and Herald, 18 de agosto de 1874.

b. ¿Qué fue profetizado por Daniel con respecto a la justicia de Cristo?


Daniel 9:24.

“En la profecía de Daniel se registra de Cristo que expiaría ‘la iniquidad’ y


traería ‘la justicia perdurable’ (Daniel 9:24). Toda alma puede decir: ‘Mediante
su perfecta obediencia, Cristo ha satisfecho las demandas de la ley y mi única
esperanza radica en acudir a él como mi sustituto y garantía, el que obedeció la
ley perfectamente por mí. Por fe en sus méritos, estoy libre de la condenación
de la ley. Me reviste con su justicia, que responde a todas las demandas de la
ley. Estoy completo en Aquel que produce la justicia eterna.’”—Mensajes Selec-
tos, tomo 1, págs. 463, 464.

22 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Miércoles ^
25 de octubre
Año Bíblico: Lucas 10-11

4. EL CORDERO SIN MANCHA


a. ¿Bajo qué símbolo Juan el Bautista presentó a Cristo ante el pueblo? Juan
1:29.

“Juan había quedado profundamente conmovido al ver a Jesús postrarse


como suplicante para pedir con lágrimas la aprobación del Padre. Al rodearle
la gloria de Dios y oírse la voz del cielo, Juan reconoció la señal que Dios le ha-
bía prometido. Sabía que era al Redentor del mundo a quien había bautizado.
El Espíritu Santo descendió sobre él, y extendiendo la mano, señaló a Jesús y
exclamó: ‘He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo’ (Juan
1:29).”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 87.

b. ¿Qué dice el apóstol Pedro sobre Jesucristo? 1 Pedro 1:18, 19.

“‘En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad’ (Colosenses


2:9). Los hombres necesitan comprender que la Deidad sufrió y se angustió
ante las agonías del Calvario. Sin embargo, Jesucristo, a quien Dios dio para
el rescate del mundo, compró a la iglesia con su propia sangre. La Majestad
del cielo tuvo que sufrir a manos de fanáticos religiosos que pretendían ser el
pueblo con mayor conocimiento sobre toda la tierra.”—Comentario Bíblico ASD
[Comentarios de E. G. de White], tomo 7, pág. 919.
“Cuando el pecador contempla al Salvador muriendo en el Calvario y com-
prende que la víctima es divina, pregunta por qué se hizo este gran sacrificio,
y la cruz señala a la santa ley de Dios que ha sido transgredida. La muerte de
Cristo es un argumento sin respuesta en cuanto a la inmutabilidad y la justicia
de la ley. Al profetizar de Cristo, Isaías dice que él iba a ‘magnificar la ley y en-
grandecerla’ (Isaías 42:21). La ley no tiene poder para perdonar al malhechor.
Su oficio es indicar sus defectos, para que pueda comprender su necesidad de
Aquel que es fuerte para salvar, su necesidad de Aquel que será su sustituto, su
garante, su justicia. Jesús satisface la necesidad del pecador; porque ha tomado
sobre sí los pecados del transgresor. ‘Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su
llaga fuimos nosotros curados’ (Cap. 53:5). El Señor podría haber separado
al pecador, y haberle destruido completamente; pero fue elegido el plan más
costoso. En su gran amor provee esperanza para los desesperados, entregando
a su Hijo unigénito para llevar los pecados del mundo.”— The Bible Echo, 15 de
marzo de 1893.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 23


Jueves ^
26 de octubre
Año Bíblico: Lucas 12-13

5. EL DESAFÍO DIVINO
a. ¿Qué pregunta sin respuesta hizo Cristo a sus enemigos? Juan 8:46.

“En su vida terrenal, Cristo desarrolló un carácter perfecto, rindiendo una


obediencia perfecta a los mandamientos de su Padre. Al venir al mundo en
forma humana, al sujetarse a la ley, al revelar a los hombres que llevaría sus
enfermedades, sus dolores, sus culpas, no se hizo pecador. Ante los fariseos po-
día decir: ‘¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?’ (Juan 8:46). Ninguna
mancha de pecado se halló en él. Permaneció ante el mundo como el Cordero
inmaculado de Dios.”—The Youth’s Instructor, 29 de diciembre de 1898.

b. ¿Cómo podemos ser salvos? Juan 3:16–18.

“¿Cómo hemos de salvarnos entonces? ‘Como Moisés levantó la serpiente


en el desierto,’ así también el Hijo del hombre ha sido levantado, y todos los
que han sido engañados y mordidos por la serpiente pueden mirar y vivir. ‘He
aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo’ (Juan 1:29). La luz
que resplandece de la cruz revela el amor de Dios. Su amor nos atrae a él. Si
no resistimos esta atracción, seremos conducidos al pie de la cruz arrepenti-
dos por los pecados que crucificaron al Salvador. Entonces el Espíritu de Dios
produce por medio de la fe una nueva vida en el alma. Los pensamientos y los
deseos se sujetan en obediencia a la voluntad de Cristo. El corazón y la mente
son creados de nuevo a la imagen de Aquel que obra en nosotros para someter
todas las cosas a sí mismo. Entonces la ley de Dios queda escrita en la mente y
el corazón, y podemos decir con Cristo: ‘El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha
agradado’ (Salmo 40:8).”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 147, 148.

Viernes ^
27 de octubre
Año Bíblico: Lucas 14-16

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. Explique Isaías 53:4, 5.
2. ¿Cómo la Biblia pone en claro la justicia humana?
3. ¿Cómo podemos prestar obediencia perfecta a la ley de Dios?
4. ¿Qué demuestra la muerte de Cristo en el Calvario?
5. ¿Qué desafío dirigió Cristo a sus enemigos?

24 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


SÁBADO, 4 DE NOVIEMBRE DE 2017
Ofrenda del Primer Sábado
Para Literatura para las Misiones
En el siglo veintiuno, aunque internet, los
libros electrónicos y otros medios son formas
modernas de difundir el evangelio, todavía
hay un método excepcionalmente versátil
de presentación que ninguna otra clase de
medios puede sustituir: La página impre-
sa es una de las maneras más eficaces para
que el evangelio alcance hasta los sitios
más remotos de la tierra—sin electricidad.
A través de este medio, las buenas nuevas
penetran antiguos países comunistas, ateos
e islámicos, y pueden ser compartidas indivi-
dualmente. La sierva del Señor dijo: “Que las pu-
blicaciones que contienen la verdad de la Biblia sean
esparcidas como las hojas del otoño” (En Lugares Celestiales,
pág. 323). “Nuestros impresos debieran circular en todas partes. Publíquense en
muchos idiomas. El mensaje del tercer ángel debe darse por este medio tanto
como en la predicación de viva voz. Despertad, vosotros que creéis en la verdad
para este tiempo. Os incumbe el deber de proveer todos los medios posibles para
ayudar a que los que comprenden la verdad puedan proclamarla.” (Testimonios
para la Iglesia, tomo 9, pág. 51).
“Haced oír, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Is-
rael” (Jeremías 31:7). El pueblo de Dios, el remanente de Israel, debe publicar las
buenas nuevas de salvación. Si bien tenemos un amplio suministro de Biblias,
libros y folletos para la evangelización en muchos países, todavía hay grandes
multitudes en todo el mundo que no tienen el mismo privilegio. Es nuestro de-
ber y honor de apoyar la distribución de literatura en diversas regiones del mun-
do. La Biblia ha sido traducida a muchos idiomas y dialectos, sin embargo, libros
esenciales, como El Camino a Cristo, y La Gran Controversia no están disponibles
para millones de personas. ¿Qué les parece si compartimos las Lecciones Bíblicas
Sabáticas con aquellos que buscan la verdad presente hoy en día?
Considere las islas del Pacífico y los países africanos en los que el mensaje
de reforma aún no ha entrado. Recordemos la promesa de Eclesiastés 11:1: “Echa
tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.” Debemos
divulgar la Palabra de Dios antes de que sea demasiado tarde. Tal vez no veamos
los resultados inmediatamente, pero no pasará mucho tiempo antes que poda-
mos atestiguar de la gran cosecha cuando la lluvia tardía descienda en plenitud.
Seamos mayordomos sabios que almacenan el tesoro en el cielo—no en esta
tierra.
Estamos muy agradecidos por todo lo que nuestros hermanos, hermanas y
amigos de todo el mundo han hecho en el pasado—pero la necesidad es ahora
mayor que nunca antes. ¡Seamos generosos en esta obra!

El Departamento de Publicaciones de la Conferencia General

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 25


Lección 5 Sábado, 4 de noviembre de 2017
^ Año Bíblico: Juan 9-10

Justificación por la Fe
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).

“La luz que he recibido de Dios coloca este importante tema más allá de
todo interrogante en mi mente. La justificación es enteramente por gracia y
no se consigue por ninguna obra que el hombre caído pueda realizar.”—Fe y
Obras, pág. 18.
Lectura adicional: Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 456–466.

Domingo ^
29 de octubre
Año Bíblico: Lucas 19-20

1. LAS CONDICIONES DE LA JUSTIFICACIÓN


a. ¿Bajo qué única condición el pecador puede ser justificado? Hechos
16:31; Gálatas 3:11.

“Cuando Dios perdona al pecador, le condona el castigo que merece y lo


trata como si no hubiera pecado, lo recibe dentro del favor divino y lo justifica
por los méritos de la justicia de Cristo. El pecador sólo puede ser justificado
mediante la fe en la expiación efectuada por el amado Hijo de Dios, que se
convirtió en un sacrificio por los pecados del mundo culpable. Nadie puede
ser justificado por ninguna clase de obras propias. Puede ser liberado de la cul-
pabilidad del pecado, de la condenación de la ley, del castigo de la transgresión
sólo por virtud de los sufrimientos, muerte y resurrección de Cristo.”—Mensa-
jes Selectos, tomo 1, pág. 456.

b. La fe es la condición sobre la cual Dios perdona y justifica al pecador.


¿Cómo actúa? Mateo 15:22–28; Marcos 9:20–24.

“La fe es la condición por la cual Dios ha visto conveniente prometer per-


dón a los pecadores. No es que haya virtud alguna en la fe, que haga merecer la
salvación, sino porque la fe puede aferrarse a los méritos de Cristo, quien es el
remedio para el pecado. La fe puede presentar la perfecta obediencia de Cristo
en lugar de la transgresión y la apostasía del pecador.”—Ídem., pág. 430.

26 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lunes ^
30 de octubre
Año Bíblico: Lucas 21-22

2. UN EJEMPLO DE JUSTIFICACIÓN—ABRAHÁN
a. ¿Cómo le fue imputada justicia a Abrahán? ¿Qué mérito tienen las obras
para obtener la justificación? Génesis 15:1, 5, 6.

“Sea hecho claro y manifiesto que no es posible mediante mérito de la cria-


tura realizar cosa alguna en favor de nuestra posición delante de Dios o de la
dádiva de Dios por nosotros. Si la fe y las obras pudieran comprar el don de la

Ofrenda del Primer Sábado—Para Literatura para las Misiones


salvación, entonces el Creador estaría obligado ante la criatura. En este punto la
falsedad tiene una oportunidad de ser aceptada como verdad. Si algún hombre
puede merecer la salvación por algo que pueda hacer, entonces está en la misma
posición del católico que cumple penitencia por sus pecados. La salvación, en
tal caso, es en cierto modo una obligación, que puede ganarse como un sueldo.
Si el hombre no puede, por ninguna de sus buenas obras, merecer la salvación,
entonces ésta debe ser enteramente por gracia, recibida por el hombre como
pecador porque acepta y cree en Jesús. Es un don absolutamente gratuito. La
justificación por la fe está más allá de controversias. Y toda esta controversia
termina tan pronto como se establece el punto de que los méritos de las buenas
obras del hombre caído nunca pueden procurarle la vida eterna. La luz que he
recibido de Dios coloca este importante tema más allá de todo interrogante en
mi mente. La justificación es enteramente por gracia y no se consigue por nin-
guna obra que el hombre caído pueda realizar.”—Fe y Obras, págs. 17, 18.

b. Basados en la experiencia de Abrahán, ¿cómo es imputada la justicia al


pecador? Romanos 4:1–8.

“La justicia es obediencia a la ley. La ley demanda justicia, y ante la ley, el


pecador debe ser justo. Pero es incapaz de serlo. La única forma en que puede
obtener la justicia es mediante la fe. Por fe puede presentar a Dios los méritos
de Cristo, y el Señor coloca la obediencia de su Hijo en la cuenta del pecador.
La justicia de Cristo es aceptada en lugar del fracaso del hombre, y Dios recibe,
perdona y justifica al alma creyente y arrepentida, la trata como si fuera justa,
y la ama como ama a su Hijo. De esta manera, la fe es imputada a justicia y el
alma perdonada avanza de gracia en gracia, de la luz a una luz mayor. Puede de-
cir con regocijo: ‘No por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en
el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo,
nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herede-
ros conforme a la esperanza de la vida eterna’ (Tito 3:5–7).”—Mensajes Selectos,
tomo 1, págs. 430, 431.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 27


Martes ^
31 de octubre
Año Bíblico: Lucas 23-24

3. LA MUJER CON FLUJO DE SANGRE


a. ¿Qué sucedió en el camino cuando el Señor iba a la casa de Jairo? Marcos
5:22–27.

“Y mientras [el gran Médico] pasaba, ella [la pobre mujer enferma con
flujo de sangre] extendió la mano y alcanzó a tocar apenas el borde de su
manto; pero en aquel momento supo que había quedado sana. En aquel toque
se concentró la fe de su vida, e instantáneamente su dolor y debilidad fueron
reemplazados por el vigor de la perfecta salud...
“El Salvador podía distinguir el toque de la fe del contacto casual de la mu-
chedumbre desprevenida. Una confianza tal no debía pasar sin comentario.
Él quería dirigir a la humilde mujer palabras de consuelo que fuesen para ella
un manantial de gozo; palabras que fuesen una bendición para sus discípulos
hasta el fin del tiempo.”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 311, 312.
“Él no dio oportunidad a que la superstición proclamase que había una
virtud sanadora en el mero acto de tocar sus vestidos. No era mediante el con-
tacto exterior con él, sino por medio de la fe que se aferraba a su poder divino,
cómo se había realizado la curación.”—Ídem., pág. 312.

b. ¿Cuál fue la diferencia entre los toques casuales de la gente dentro de


la multitud y el toque de la mujer enferma en su vestimenta? Marcos
5:28–34.

“La muchedumbre expectante que se apretujaba en torno de Jesús no expe-


rimentó un acrecentamiento de poder vital debido al contacto. Pero cuando la
pobre mujer doliente, que durante doce años había estado inválida, en su gran
necesidad extendió su mano y tocó la orla del vestido de Cristo, sintió el poder
sanador. El toque de la fe fue de ella, y Cristo reconoció ese toque. Sabía que
había salido poder de él... La fe que sirve para ponernos en contacto vital con
Cristo expresa de nuestra parte una suprema preferencia, perfecta confianza,
entera consagración. Esta fe obra por el amor y purifica el alma. Obra en la
vida del seguidor de Cristo la verdadera obediencia a los mandamientos de
Dios, pues el amor a Dios y el amor al hombre serán el resultado de la relación
vital con Cristo.”—Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 392, 393.

28 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Miércoles 1 de noviembre
^ Año Bíblico: Juan 1-3
4. LA CURACIÓN DE UN PARALÍTICO CRÓNICO
a. ¿Qué clase de respuesta dio el paralítico a la orden del Señor? ¿Qué pode-
mos aprender de su ejemplo? Juan 5:1–9.

“Del simple relato de la Biblia de cómo Jesús sanaba a los enfermos po-

Ofrenda del Primer Sábado—Para Literatura para las Misiones


demos aprender algo acerca del modo de ir a Cristo para que nos perdone
nuestros pecados. Veamos ahora el caso del paralítico de Betesda. Este pobre
enfermo estaba imposibilitado; no había usado sus miembros por treinta y
ocho años. Con todo, Jesús le dijo: ‘¡Levántate, alza tu camilla, y anda!’ El pa-
ralítico podría haber dicho: ‘Señor, si me sanas primero, obedeceré tu palabra’.
Pero no; creyó a la palabra de Cristo, creyó que estaba sano, e hizo el esfuerzo
en seguida; quiso andar y anduvo. Confió en la palabra de Cristo y Dios le dio
el poder. Así quedó completamente sano.”—El Camino a Cristo, págs. 50, 51.

b. ¿Qué ejemplo del hombre restaurado a la salud debería ser seguido por
nosotros? Marcos 11:24.

“Así también tú eres pecador. No puedes expiar tus pecados pasados, no


puedes cambiar tu corazón y hacerte santo. Mas Dios promete hacer todo esto
por ti mediante Cristo. Crees en esa promesa. Confiesas tus pecados y te entre-
gas a Dios. Quieres servirle. Tan ciertamente como haces esto, Dios cumplirá su
palabra contigo. Si crees la promesa, si crees que estás perdonado y limpiado,
Dios suplirá el hecho; estás sano, tal como Cristo dio potencia al paralítico
para andar cuando el hombre creyó que había sido sanado. Así es si así lo crees.
“No esperes sentir que estás sano, mas di: ‘Lo creo; así es, no porque lo sien-
ta, sino porque Dios lo ha prometido’...
“Hay una condición en esta promesa: que pidamos conforme a la volun-
tad de Dios. Pero es la voluntad de Dios limpiarnos de pecado, hacernos hijos
suyos y ponernos en actitud de vivir una vida santa. De modo que podemos
pedir a Dios estas bendiciones, creer que las recibimos y agradecerle por haber-
las recibido. Es nuestro privilegio ir a Jesús para que nos limpie, y estar en pie
delante de la ley sin confusión ni remordimiento. ‘Así que ahora, ninguna con-
denación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu’ Romanos 8:1.”—Ídem., pág. 51.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 29


Jueves 2 de noviembre
^ Año Bíblico: Juan 4-5
5. EJERCIENDO FE
a. A fin de recibir fe, ¿dónde debemos mirar? ¿Con qué propósito es dada?
Hebreos 12:2; Juan 6:29.

“Aunque el pecador no puede salvarse a sí mismo, tiene sin embargo algo


que hacer para conseguir la salvación. ‘Al que a mí viene, no le echo fuera.’
(Juan 6: 37.) Pero debemos ir a él; y cuando nos arrepentimos de nuestros pe-
cados, debemos creer que nos acepta y nos perdona. La fe es el don de Dios,
pero el poder para ejercitarla es nuestro. La fe es la mano de la cual se vale el
alma para asir los ofrecimientos divinos de gracia y misericordia.”—Patriarcas
y Profetas, pág. 458.

b. ¿Cómo explica Pablo la fe? ¿Qué explicación adicional da el Espíritu de


Profecía? Hebreos 11:1–3.

“La fe no es el fundamento de nuestra salvación, sino la gran bendición:


el ojo que ve, el oído que oye, los pies que corren, la mano que se aferra; es el
medio, no el fin. Si Cristo dio su vida para salvar a los pecadores, ¿por qué no
he de apoderarme de esa bendición? Mi fe se aferra de ella, y de ese modo mi
fe es la certeza de las cosas que se esperan, la convicción de las cosas que no
se ven. De modo que en reposo y creyendo, tengo paz con Dios por medio del
Señor Jesucristo.”—Comentario Bíblico ASD [Comentario de E. G. de White],
tomo 6, pág. 1073.

Viernes 3 de noviembre
^ Año Bíblico: Juan 6-8
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Qué es necesario para ser justificado?
2. ¿Cómo se puede demostrar que la justificación no es obtenida mediante las
obras?
3. ¿Qué lección podemos aprender de la experiencia de la mujer entre la gente
que se aglomeraba alrededor de Jesús?
4. ¿Qué permitió al hombre enfermo recibir la bendición y también nos permi-
tirá recibir bendiciones?
5. ¿Cómo podemos recibir y beneficiarnos de la fe?

30 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lección 6 Sábado, 11 de noviembre de 2017
^ Año Bíblico: Hechos 7-8

Fe que Justifica
“¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre,
cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe
actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por
las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó
a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de
Dios” Santiago 2:21–23.

“La fe que justifica siempre produce, en primer lugar, el verdadero arre-


pentimiento, y luego las buenas obras, que son el fruto de esa fe.”—Nuestra
Elevada Vocación, pág. 54.
Lectura adicional: Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 442–448.

Domingo ^
5 de noviembre
Año Bíblico: Juan 11-12

1. UNA IDEA PELIGROSA AL DESCUBIERTO


a. ¿Qué visión desequilibrada en la presentación de la fe y las obras buscó
corregir la sierva del Señor?

“Estuve asistiendo a una reunión, y se hallaba presente una gran congre-


gación. En mi sueño, Ud. disertaba sobre el tema de la fe y la justicia imputada
de Cristo por la fe. Ud. repitió varias veces que las obras no significan nada,
que no hay condiciones. El asunto fue presentado de tal forma que me di
cuenta que las mentes serían confundidas y no recibirían la impresión correc-
ta en cuanto a la fe y las obras, y decidí escribirle. Ud. presentó este asunto
demasiado fuertemente. Hay condiciones para que recibamos la justificación,
la santificación y la justicia de Cristo. Sé lo que Ud. quiere decir, pero Ud. deja
una impresión equivocada en muchas mentes. Si bien es cierto que las buenas
obras no salvarán ni a una sola alma, sin embargo es imposible que una sola
alma sea salvada sin buenas obras.”—Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 442.

b. ¿Qué luz podemos recibir de las Escrituras acerca de las condiciones para
la vida eterna? Mateo 19:16, 17, 20, 21.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 31


Lunes ^
6 de noviembre
Año Bíblico: Juan 13-16

2. LA INEFICACIA DE UNA FE CASUAL


a. ¿Cómo explica Pablo que la fe casual de los profesos seguidores de Dios
no es suficiente? Romanos 10:2, 3. ¿Qué tipo de fe necesitan? Romanos
10:10.

“La fe que es para salvación no es una fe casual, no es el mero consenti-


miento del Intelecto; es la creencia arraigada en el corazón que acepta a Cristo
como a un Salvador personal, segura de que él puede salvar perpetuamente a
todos los que acuden a Dios mediante él. Creer que él salvará a otros pero que
no te salvará a ti, no es fe genuina.”—Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 458, 459.
“La imputación de la justicia de Cristo proviene de la fe que justifica, y es la
justificación que Pablo tan fervientemente defiende.”—Ídem., pág. 465.

b. ¿Qué indica si sólo tenemos una fe casual o una fe que justifica? Santiago
2:18.

“Pero si bien es cierto que [el creyente] es justificado por los méritos de
Cristo, no está en libertad de proceder injustamente. La fe obra por el amor y
purifica el alma. La fe brota, florece y da una cosecha de precioso fruto. Donde
está la fe, aparecen las buenas obras. Los enfermos son visitados, se cuida de los
pobres, no se descuida a los huérfanos ni a las viudas, se viste a los desnudos,
se alimenta a los desheredados. Cristo anduvo haciendo bienes, y cuando los
hombres se unen con él, aman a los hijos de Dios, y la humildad y la verdad
guían sus pasos. La expresión del rostro revela su experiencia y los hombres
advierten que han estado con Jesús y que han aprendido de él. Cristo y el cre-
yente se hacen uno, y la belleza del carácter de Cristo se revela en los que están
vitalmente relacionados con la Fuente de poder y de amor. Cristo es el gran
depositario de la rectitud que justifica y de la gracia santificante.”—Mensajes
Selectos, tomo 1, pág. 466.
“Hay muchos que tienen una fe legal y casual. Han aceptado nominal-
mente a Cristo como el Salvador del mundo, pero no hay evidencia en sus co-
razones de que él es su Salvador personal, que ha perdonado sus pecados, que
tienen una conexión viva con Dios, la fuente de toda luz. No pueden enseñar
a otros de Jesús y su justicia, no pueden retratar su incomparable amor y la
plenitud de su gracia, no pueden ser descriptos como cristianos cabales, como
consoladores y guías de los hombres, a menos que su propio corazón esté lleno
de su amor. No serán capaces de presentar a Dios como un Dios de compasión
y amor a menos que puedan decir: ‘He probado y sé que el Señor es bueno.’”—
The Signs of the Times, 2 de septiembre de 1889.

32 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Martes ^
7 de noviembre
Año Bíblico: Juan 17-18

3. LA FE QUE JUSTIFICA
a. ¿Cuándo un pecador es justificado por la fe? ¿En qué condición debe
mantenerse el alma? Hechos 16:30, 31.

“Habéis confesado vuestros pecados y los habéis quitado de vuestro cora-


zón. Habéis resuelto entregaros a Dios. Id pues a él y pedidle que os limpie de
vuestros pecados y os dé un corazón nuevo.”—El Camino a Cristo, pág. 50.
“Cuando el pecador arrepentido, contrito delante de Dios, discierne la ex-
piación de Cristo en su favor y acepta esa expiación como su única esperanza
en esta vida y en la vida futura, sus pecados son perdonados. Esto es justifica-
ción por la fe. Cada alma creyente debe amoldar eternamente su voluntad con
la voluntad de Dios y mantenerse en un estado de arrepentimiento y contri-
ción, ejerciendo fe en los méritos expiatorios del Redentor y avanzando de for-
taleza en fortaleza, de gloria en gloria.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios
de E. G. de White], tomo 6, pág. 1070.

b. ¿Cómo describe el apóstol Pablo la fe que hace posible la justificación?


Gálatas 5:6.

“La fe salvadora es una transacción por la cual los que reciben a Cristo se
unen con Dios mediante un pacto. La fe genuina es vida. Una fe viva significa
un aumento de vigor, una confianza implícita por la cual el alma llega a ser
una potencia vencedora.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 313.

c. ¿Qué hará esta fe por aquel que la posee? Mateo 21:21.

“Cuando el alma se aferra de Cristo como de la única esperanza de salva-


ción, entonces se manifiesta la fe genuina. Esa fe induce a su poseedor a colo-
car todos los afectos del alma en Cristo. Su comprensión está bajo el dominio
del Espíritu Santo y su carácter se modela de acuerdo con la semejanza divina.
Su fe no es muerta, sino una fe que obra por el amor y lo induce a contemplar
la belleza de Cristo y a asimilarse al carácter divino.”—Mensajes Selectos, tomo
1, pág. 459.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 33


Miércoles ^
8 de noviembre
Año Bíblico: Juan 19-21

4. UN EJEMPLO DE FE QUE JUSTIFICA


a. ¿Qué demuestra que Abrahán poseía no sólo una fe casual, sino una fe
que justifica? Santiago 2:21–23.

“El apóstol Santiago vio los peligros que surgirían al presentar el tema de la
justificación por la fe, y trató de demostrar que la fe genuina no puede existir
sin las obras correspondientes. Se presenta el caso de Abrahán. ‘¿No ves —
dice— que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por
las obras?’ De modo que la fe genuina efectúa una obra genuina en el creyente.
La fe y la obediencia producen una sólida y valiosa vida cristiana.
“Hay una creencia que no es una fe salvadora. La Palabra declara que
los demonios creen y tiemblan. La pretendida fe que no obra por el amor y
purifica el alma, no justificará a hombre alguno... Abrahán creyó a Dios. ¿Y
cómo sabemos que creyó? Sus obras comprobaron el carácter de su fe, y su fe
le fue contada por justicia.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de
White], tomo 7, pág. 948.

b. ¿Qué clara instrucción repetía Jesús a menudo, incluso a aquellos que


revelaban que habían sido justificados por la fe? Juan 5:14.

“La fe que sirve para ponernos en contacto vital con Cristo expresa de
nuestra parte una suprema preferencia, perfecta confianza, entera consagra-
ción. Esta fe obra por el amor y purifica el alma. Obra en la vida del seguidor
de Cristo la verdadera obediencia a los mandamientos de Dios, pues el amor a
Dios y el amor al hombre serán el resultado de la relación vital con Cristo.”—
Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 392, 393.
“Cuando Dios actúa en el corazón y el hombre entrega su voluntad a Dios
y coopera con Dios, efectúa en la vida lo que Dios realiza mediante el Espíritu
Santo y hay armonía entre el propósito del corazón y la práctica de la vida.
Debe renunciarse a cada pecado como a lo aborrecible que crucificó al Señor
de la vida y de la gloria, y el creyente debe tener una experiencia progresiva
al hacer continuamente las obras de Cristo. La bendición de la justificación
se retiene mediante la entrega continua de la voluntad y la obediencia conti-
nua.”—Ídem., págs. 464, 465.

34 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Jueves ^
9 de noviembre
Año Bíblico: Hechos 1-3

5. ILUSTRACIONES DE FE VERDADERA
a. ¿Qué estaba dispuesto a sacrificar el mercader a fin de obtener la perla
verdadera? ¿Qué representa la perla verdadera? Mateo 13:45, 46.

“La justicia de Cristo, cual pura y blanca perla, no tiene defecto ni mancha.
Ninguna obra humana puede mejorar el grande y precioso don de Dios. Es
perfecto. En Cristo ‘están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conoci-
miento.’ Colosenses 2:3.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 87.

b. ¿Por qué muchos no encuentran esta gran perla, la justicia de Cristo?


Apocalipsis 3:17.

“Hay algunos que parecen estar siempre buscando la perla celestial. Pero no
hacen una entrega total de sus malos hábitos. No mueren al yo para que Cristo
viva en ellos. Por lo tanto no encuentran la perla preciosa. No han vencido
la ambición no santificada y el amor a las atracciones mundanas. No toman
la cruz y siguen a Cristo en el camino de la abnegación y de la renunciación
propia. Casi cristianos, aunque todavía no totalmente, parecen estar cerca del
reino de los cielos, pero no pueden entrar. Casi, pero no totalmente salvos, sig-
nifica ser no casi sino totalmente perdidos.”—Palabras de Vida del Gran Maestro,
págs. 89. 90.

Viernes ^
10 de noviembre
Año Bíblico: Hechos 4-6

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. Aunque no somos salvos por nuestras obras, ¿qué será visto en la vida de
aquel que es justificado por la fe?
2. ¿Qué indica la diferencia entre una fe verdadera y una fe nominal?
3. ¿Qué hará la fe genuina por su poseedor?
4. ¿Qué importante relación existe entre la fe y las obras?
5. ¿Cuál es el gran peligro para aquellos que aparentan ser cristianos?

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 35


Lección 7 Sábado, 18 de noviembre de 2017
^ Año Bíblico: Hechos 26-28

El Llamamiento al Arrepentimiento
“A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y
Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de
pecados” Hechos 5:31.

“El llamamiento y la justificación no son una y la misma cosa. El llama-


miento es la atracción del pecador hacia Cristo, y es una obra efectuada en el
corazón por el Espíritu Santo, que convence de pecado e invita al arrepenti-
miento.”—Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 457.
Lectura adicional: The Signs of the Times, 14 de febrero de 1895; 29 de julio de 1913.

Domingo ^
12 de noviembre
Año Bíblico: Hechos 9-10

1. TRISTEZA PIADOSA POR EL PECADO


a. ¿Qué somos llamados a hacer para que nuestros pecados puedan ser per-
donados por Dios? Hechos 3:19.

b. ¿Qué acompañará siempre al verdadero arrepentimiento y cómo afectará


el corazón y la vida? 2 Corintios 7:9, 10.

“El arrepentimiento comprende tristeza por el pecado y abandono del


mismo. No renunciaremos al pecado a menos que veamos su pecaminosidad;
mientras no lo repudiemos de corazón, no habrá cambio real en la vida.”—El
Camino a Cristo, pág. 21.
“A menudo nos apenamos porque nuestras malas acciones nos producen
consecuencias desagradables. Pero esto no es arrepentimiento. El verdadero
pesar por el pecado es resultado de la obra del Espíritu Santo. El Espíritu revela
la ingratitud del corazón que ha despreciado y agraviado al Salvador, y nos
trae contritos al pie de la cruz. Cada pecado vuelve a herir a Jesús; y al mirar a
Aquel a quien hemos traspasado, lloramos por los pecados que le produjeron
angustia. Una tristeza tal nos inducirá a renunciar al pecado.”—El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 267.

36 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lunes ^
13 de noviembre
Año Bíblico: Hechos 11-13

2. EL DON DEL ARREPENTIMIENTO


a. ¿Cómo la oración de David ilustra la naturaleza del verdadero arrepenti-
miento? Salmo 51:1–4, 10–13.

“David veía la enormidad de su transgresión; veía las manchas de su alma;


aborrecía su pecado. No imploraba solamente el perdón, sino también la pure-
za del corazón. Deseaba tener el gozo de la santidad —ser restituido a la armo-
nía y comunión con Dios.”—El Camino a Cristo, pág. 23.

b. ¿Qué enseña la Biblia sobre la fuente del verdadero arrepentimiento?


Romanos 2:4.

“No podemos arrepentirnos sin que el Espíritu de Cristo despierte la con-


ciencia, más de lo que podemos ser perdonados sin Cristo.
“Cristo es la fuente de todo buen impulso. Él es el único que puede im-
plantar en el corazón enemistad contra el pecado. Todo deseo de verdad y de
pureza, toda convicción de nuestra propia pecaminosidad, es una prueba de
que su Espíritu está obrando en nuestro corazón.”—Ídem., pág. 24.

c. ¿Cómo podemos obtener esta clase de arrepentimiento? Mateo 11:28; He-


chos 5:31.

“Los oráculos vivientes no enseñan que el pecador debe arrepentirse an-


tes de que pueda atender a la invitación de Cristo: ‘Venid a mí todos los que
estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.’ Los hombres deben ve-
nir a Cristo porque le ven como su Salvador, su único ayudador, para que les
permita arrepentirse; porque si pudieran arrepentirse sin ir a Cristo, también
podrían ser salvos sin Cristo. Es la virtud que proviene de Cristo la que lleva al
arrepentimiento genuino... El arrepentimiento es un don de Cristo como lo es
el perdón, y no se lo puede encontrar en el corazón donde Cristo no ha estado
en acción. No podemos arrepentirnos sin el Espíritu de Cristo que despierta la
conciencia, así como no podemos ser perdonados sin Cristo. Cristo atrae al pe-
cador exhibiendo su amor en la cruz, y esto enternece el corazón, impresiona
la mente e inspira contrición y arrepentimiento en el alma.”—The Review and
Herald, 1 de abril de 1890.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 37


Martes ^
14 de noviembre
Año Bíblico: Hechos 14-16

3. LAS CONDICIONES PARA EL PERDÓN


a. ¿Cuáles son las condiciones establecidas en la palabra de Dios para obte-
ner el perdón? Proverbios 28:13; Santiago 5:16.

“Las condiciones para obtener la misericordia de Dios son sencillas, justas


y razonables. El Señor no nos exige que hagamos alguna cosa penosa para ob-
tener el perdón de los pecados. No necesitamos hacer largas y cansadoras pe-
regrinaciones, ni ejecutar duras penitencias, para encomendar nuestras almas
al Dios de los cielos o para expiar nuestra transgresión; mas el que confiesa su
pecado y se aparta de él, alcanzará misericordia.”—El Camino a Cristo, pág. 36.

b. Cuando hemos ofendido a nuestro hermano, ¿a quién también hemos


ofendido? ¿Qué debería enseñarnos nuestro deber hacia nuestro herma-
no? Mateo 25:40; 1 Pedro 4:8.

“Confesad vuestros pecados a Dios, quien sólo puede perdonarlos, y vues-


tras faltas unos a otros. Si has dado motivo de ofensa a tu amigo o vecino,
debes reconocer tu falta, y es su deber perdonarte libremente. Debes entonces
buscar el perdón de Dios, porque el hermano a quien has ofendido pertenece
a Dios y al perjudicarlo has pecado contra su Creador y Redentor.”—Ídem.,
pág. 36.

c. ¿A quién debemos confesar nuestros pecados? ¿Cómo debe hacerse la


confesión del pecado? Salmo 32:5; Mateo 5:23, 24.

“La verdadera confesión es siempre de un carácter específico y declara


pecados particulares. Pueden ser de tal naturaleza que solamente pueden
presentarse delante de Dios. Pueden ser males que deben confesarse indivi-
dualmente a los que hayan sufrido daño por ellos; pueden ser de un carácter
público y, en ese caso, deberán confesarse públicamente. Toda confesión debe
hacerse definida y al punto, reconociendo los mismos pecados de que seáis
culpables.”—Ídem., págs. 37, 38.
“El pecado de carácter privado debe confesarse a Cristo, el único mediador
entre Dios y el hombre. Porque ‘si alguno hubiere pecado, abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el justo’ (1 Juan 2:1). Todo pecado es una ofensa
contra Dios, y ha de ser confesado a él por Cristo. Todo pecado abierto debe
confesarse abiertamente.”—Obreros Evangélicos, pág. 228.

38 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Miércoles ^
15 de noviembre
Año Bíblico: Hechos 17-19

4. EL PELIGRO DE LA JUSTIFICACIÓN PROPIA


a. Cuando el Señor le preguntó a Adán y Eva acerca de su pecado, ¿cómo su
respuesta implicaba que no era realmente su culpa? Génesis 3:12, 13.

“Después de que Adán y Eva hubieron comido de la fruta prohibida, los


embargó un sentimiento de vergüenza y terror. Al principio solamente pen-
saban en cómo podrían excusar su pecado y escapar de la terrible sentencia
de muerte. Cuando el Señor les habló tocante a su pecado, Adán respondió,
echando la culpa en parte a Dios y en parte a su compañera: ‘La mujer que
pusiste aquí conmigo me dio del árbol, y comí’. La mujer echó la culpa a la
serpiente, diciendo: ‘La serpiente me engañó, y comí’ (Génesis 3:12, 13). ¿Por
qué hiciste la serpiente? ¿Por qué le permitiste que entrase en el Edén? Esas
eran las preguntas implicadas en la excusa de su pecado, haciendo así a Dios
responsable de su caída.”—El Camino a Cristo, págs. 39, 40.

b. ¿Qué tentación es común en una persona que se halla en transgresión, y


por qué esta actitud hace que tal confesión sea ineficaz? Job 9:20; Lucas
16:15.

“El espíritu de justificación propia tuvo su origen en el padre de la mentira


y ha sido exhibido por todos los hijos e hijas de Adán. Las confesiones de esta
clase no son inspiradas por el Espíritu divino y no serán aceptables para Dios.
El arrepentimiento verdadero induce al hombre a reconocer su propia maldad,
sin engaño ni hipocresía.”—Ídem., pág. 40.

c. ¿Cómo Pablo reconoció específicamente su pecado? ¿Qué actitud humil-


de tomó después de su conversión (Hechos 9:3–6)? Hechos 26:10, 11.

“Los ejemplos de arrepentimiento y humillación genuinos que da la Pala-


bra de Dios revelan un espíritu de confesión sin excusa por el pecado, ni inten-
to de justificación propia. San Pablo no procura defenderse; pinta su pecado
como es, sin intentar atenuar su culpa. [Se cita Hechos 26:10,11]. Sin vacilar
declara: ‘Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores; de los cuales
yo soy el primero’ (1 Timoteo 1:15).”—Ídem., pág. 41.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 39


Jueves ^
16 de noviembre
Año Bíblico: Hechos 20-22

5. TODO O NADA
a. ¿Qué nos pide Dios que le demos y qué implica esto? Proverbios 23:26;
Lucas 14:33.
“Dios requiere la entrega completa del corazón antes de que pueda efec-
tuarse la justificación.”—Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 429.
“Al consagrarnos a Dios, debemos necesariamente abandonar todo aquello
que nos separe de él. Por esto dice el Salvador: ‘Así, pues, cada uno de vosotros
que no renuncia a todo cuanto posee, no puede ser mi discípulo’ (Lucas 14:33).
Debemos dejar todo lo que aleje el corazón de Dios. Los tesoros son el ídolo
de muchos. El amor al dinero y el deseo de las riquezas son la cadena de oro
que los tienen sujetos a Satanás. Otros adoran la reputación y los honores del
mundo. Una vida de comodidad egoísta, libre de responsabilidad, es el ídolo de
otros. Mas deben romperse estos lazos de servidumbre. No podemos consagrar
una parte de nuestro corazón al Señor y la otra al mundo. No somos hijos de
Dios a menos que lo seamos enteramente.”—El Camino a Cristo, págs. 43, 44.

b. ¿Por qué fue escuchada la oración del publicano pidiendo misericordia?


Lucas 18:13, 14.
“La oración del publicano fue oída porque mostraba una dependencia que
se esforzaba por asirse del Omnipotente. El yo no era sino vergüenza para el
publicano. Así también debe ser para todos los que buscan a Dios. Por fe, la fe
que renuncia a toda confianza propia, el necesitado suplicante ha de aferrarse
del poder infinito.
“Ninguna ceremonia exterior puede reemplazar a la fe sencilla y a la entera
renuncia al yo. Pero ningún hombre puede despojarse del yo por sí mismo.
Sólo podemos consentir que Cristo haga esta obra.”—Palabras de Vida del Gran
Maestro, pág. 123.

Viernes ^
17 de noviembre
Año Bíblico: Hechos 23-25

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿Qué dos cosas incluye el verdadero arrepentimiento?
2. ¿Cómo el arrepentimiento es un don que recibimos, más bien que algo que
debemos hacer?
3. ¿Qué debemos hacer para obtener el perdón de nuestros pecados?
4. ¿Qué demuestra que una persona verdaderamente arrepentida no dará excu-
sas por el pecado?
5. ¿Qué debemos estar dispuestos a renunciar para recibir la justificación?

40 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lección 8 Sábado, 25 de noviembre de 2017
^ Año Bíblico: 1 Corintios 5-9

Perdón
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).

“El arrepentimiento, tanto como el perdón, es el don de Dios por medio


de Cristo. Mediante la influencia del Espíritu Santo somos convencidos de
pecado y sentimos nuestra necesidad de perdón.”—Fe y Obras, pág. 37.
Lectura adicional: The Signs of the Times, 14 de febrero de 1895; 29 de julio de 1913.

Domingo ^
19 de noviembre
Año Bíblico: Romanos 1-3

1. MEDIANTE CRISTO
a. ¿Qué nos ofrece Dios a través de la redención que Jesucristo realizó y con
qué objetivo? Colosenses 1:14. Hechos 26:17, 18

“Jesús conoce las circunstancias que rodean a cada alma. Tú puedes decir:
Soy pecador, muy pecador. Puedes serlo; pero cuanto peor seas, tanto más ne-
cesitas a Jesús. Él no se aparta de ninguno que llora contrito... Ordena a toda
alma temblorosa que cobre aliento. Perdonará libremente a todo aquel que
acuda a él en busca de perdón y restauración...
“A las almas que se vuelven a él en procura de refugio, Jesús las eleva por
encima de las acusaciones y contiendas de las lenguas. Ningún hombre ni
ángel malo puede acusar a estas almas. Cristo las une a su propia naturaleza
divino-humana.”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 521, 522.
“El propósito del Gran Maestro es la restauración de la imagen de Dios en
el alma.”—Fundamentals of Christian Education, pág. 436.

b. ¿Qué parte tiene Cristo hoy al perdonar a los pecadores? Hebreos 4:15; 1
Timoteo 2:5.

“[Cristo] se calificó para ser, no sólo el representante de la raza, sino su


Abogado, de modo que cada alma, si así lo quiere, pueda decir: tengo un Ami-
go en el tribunal.”—Manuscript Releases, tomo 12, pág. 393.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 41


Lunes ^
20 de noviembre
Año Bíblico: Romanos 4-7

2. EL PERDÓN DE DIOS ES NUESTRA JUSTIFICACIÓN


a. ¿Qué demuestra que la justificación y el perdón son una y la cosa misma?
Romanos 3:24, 25.

“El perdón y la justificación son una y la misma cosa. Mediante la fe, el


creyente pasa de la posición de un rebelde, un hijo del pecado y de Satanás, a la
posición de un leal súbdito de Jesucristo, no en virtud de una bondad inheren-
te, sino porque Cristo lo recibe como hijo suyo por adopción. El pecador recibe
el perdón de sus pecados, porque estos pecados son cargados por su Sustituto
y Garante. El Señor le dice a su Padre celestial: ‘Este es mi hijo. Suspendo la
sentencia de condenación de muerte que pesa sobre él, dándole mi póliza de
seguro de vida —vida eterna— en virtud de que yo he tomado su lugar y he
sufrido por sus pecados. Ciertamente, él es mi hijo amado.’ De esa manera el
hombre, perdonado y cubierto con las hermosas vestiduras de la justicia de
Cristo, comparece sin tacha delante de Dios.
“El pecador puede errar, pero no es desechado sin misericordia. Su única
esperanza, sin embargo, es el arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor
Jesucristo. Es prerrogativa del Padre perdonar nuestras transgresiones y nuestros
pecados, porque Cristo ha tomado sobre sí nuestra culpa y ha suspendido la sen-
tencia que pendía sobre nosotros, imputándonos su propia justicia. Su sacrificio
satisface plenamente los requerimientos de justicia.”—Fe y Obras, págs. 107, 108.

b. ¿Qué consecuencias que cambian la vida están reservadas para aquellos


a quienes Dios perdona? Romanos 8:28–30.

“La obra de la redención implica consecuencias de las cuales es difícil que


el hombre tenga concepto alguno. ‘Cosas que ojo no vio, ni oreja oyó, ni han
subido en corazón de hombre, son las que ha Dios preparado para aquellos que
le aman.’ 1 Corintios 2:9. Cuando el pecador, atraído por el poder de Cristo,
se acerca a la cruz levantada y se postra delante de ella, se realiza una nueva
creación. Se le da un nuevo corazón; llega a ser una nueva criatura en Cristo
Jesús. La santidad encuentra que no hay nada más que requerir. Dios mismo
es ‘el que justifica al que es de la fe de Jesús.’ Y ‘a los que justificó, a éstos tam-
bién glorificó.’ Romanos 8:30. Si bien es cierto que son grandes la vergüenza
y la degradación producidas por el pecado, aún mayores serán el honor y la
exaltación mediante el amor redentor. A los seres humanos que se esfuerzan
por estar en conformidad con la imagen divina, se les imparte algo del tesoro
celestial, una excelencia de poder que los colocará aun por encima de los ánge-
les que nunca han caído.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 127.

42 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Martes ^
21 de noviembre
Año Bíblico: Romanos 8-10

3. ACEPTANDO EL PERDÓN DE DIOS


a. En la parábola del hijo pródigo, ¿qué podemos aprender del amor perdo-
nador de Dios hacia nosotros? Lucas 15:20–23.

“En la parábola no se vitupera al pródigo ni se le echa en cara su mal


proceder. El hijo siente que el pasado es perdonado y olvidado, borrado para
siempre. Y así Dios dice al pecador: ‘Yo deshice como a nube tus rebeliones, y
como a niebla tus pecados.’ Isaías 44:22. ‘Perdonaré la maldad de ellos, y no
me acordaré más de su pecado.’ Jeremías 31:34. ‘Deje el impío su camino, y
el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.’ Isaías 55:7. ‘En
aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada,
y no parecerá, y los pecados de Judá, y no se hallarán.’ Jeremías 50:20.
“¡Qué seguridad se nos da aquí de la buena voluntad de Dios para recibir al
pecador arrepentido!”—Ídem., pág. 161.
“Cristo vino a este mundo para probar la falsedad de esta declaración [sa-
tánica, de que Dios no perdona], para mostrar que Dios es amor, que como un
padre se compadece de sus hijos, así el Señor se compadece de aquellos que le
temen. Siga al Salvador desde el pesebre hasta la cruz, señale su vida de minis-
terio abnegado, su agonía en el jardín y su muerte en la cruz; y sepa que en Dios
hay abundante perdón. Él aborrece el pecado, pero con un amor que transmite
conocimiento ama al pecador.”—The Review and Herald, 19 de enero de 1911.

b. ¿En qué se debe creer realmente a fin de que seamos vencedores? Marcos
2:5.

“Miles se equivocan en esto: no creen que Jesús les perdona personal e


individualmente. No creen al pie de la letra lo que Dios dice. Es el privilegio de
todos los que llenan las condiciones saber por sí mismos que el perdón de todo
pecado es gratuito. Alejad la sospecha de que las promesas de Dios no son para
vosotros. Son para todo pecador arrepentido. Cristo ha provisto fuerza y gracia
para que los ángeles ministradores las lleven a toda alma creyente. Ninguno
hay tan malvado que no encuentre fuerza, pureza y justicia en Jesús, que mu-
rió por los pecadores. Él está esperándolos para cambiarles los vestidos sucios
y corrompidos del pecado por las vestiduras blancas de la justicia; les da vida y
no perecerán.”—El Camino a Cristo, pág. 53.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 43


Miércoles ^
22 de noviembre
Año Bíblico: Romanos 11-13

4. PERDÓN HUMANO Y PERDÓN DIVINO


a. Cuando un pecador es perdonado, ¿qué debe hacer también? ¿Cuál es la
medida del perdón? Lucas 11:4; Mateo 6:15.

“Nada puede justificar un espíritu no perdonador. El que no es misericor-


dioso hacia otros, muestra que él mismo no es participante de la gracia perdo-
nadora de Dios...
“Es verdad que él puede haber recibido perdón una vez; pero su espíritu
falto de misericordia muestra que ahora rechaza el amor perdonador de Dios.
Se ha separado de Dios, y está en la misma condición en que se hallaba antes
de ser perdonado. Ha negado su arrepentimiento, y sus pecados están sobre él
como si no se hubiera arrepentido.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág.
196.
“[Se cita Lucas 11:4.] El que no perdona suprime el único conducto por el
cual puede recibir la misericordia de Dios. No debemos pensar que, a menos
que confiesen su culpa los que nos han hecho daño, tenemos razón para no
perdonarlos. Sin duda, es su deber humillar sus corazones por el arrepenti-
miento y la confesión; pero hemos de tener un espíritu compasivo hacia los
que han pecado contra nosotros, confiesen o no sus faltas. Por mucho que nos
hayan ofendido, no debemos pensar de continuo en los agravios que hemos
sufrido ni compadecernos de nosotros mismos por los daños. Así como espera-
mos que Dios nos perdone nuestras ofensas, debemos perdonar a todos los que
nos han hecho mal.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 97.

b. ¿Hasta qué punto debemos perdonar a aquellos que nos han ofendido?
Lucas 17:3, 4.

c. ¿Cómo perdonó Jesús incluso a los que fueron responsables de su muerte?


Lucas 23:34.

“Jesús estaba adquiriendo derecho a ser abogado de los hombres en la pre-


sencia del Padre.
“Esa oración de Cristo por sus enemigos abarcaba al mundo. Abarcaba a
todo pecador que hubiera vivido desde el principio del mundo o fuese a vivir
hasta el fin del tiempo. Sobre todos recae la culpabilidad de la crucifixión del
Hijo de Dios. A todos se ofrece libremente el perdón.”—El Deseado de Todas las
Gentes, pág. 694.

44 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Jueves ^
23 de noviembre
Año Bíblico: Romanos 14-16

5. LA ABUNDANCIA DEL PERDÓN DE DIOS


a. ¿Qué demuestra que el perdón de Dios también nos rescata de una vida
pecadora? 1 Juan 1:9 (última parte).

“El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la


condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención
del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David
tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró: ‘Crea en mí, oh Dios, un
corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí.’ Salmo 51:10. Tam-
bién dijo: ‘Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros
nuestras rebeliones.’ Salmo 103:12.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 97.

b. ¿Cómo sabemos que la gracia perdonadora de Dios no sólo justifica al


pecador penitente sino también lo renueva para una vida de obediencia?
Tito 3:3–8.

“[Pablo] pide a Tito que instruya a la iglesia que mientras confíe en los mé-
ritos de Cristo para la salvación, la gracia divina, morando en sus corazones,
los guiará a una fiel ejecución de todos los deberes de la vida.”—The Sanctified
Life, pág. 87.

Viernes ^
24 de noviembre
Año Bíblico: 1 Corintios 1-4

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿Por qué sólo podemos obtener el perdón del pecado mediante Jesús? ¿Por qué
fue necesario para él tomar nuestra naturaleza humana caída?
2. ¿Cómo podemos animar a los que están equivocados y desanimados?
3. ¿Qué debemos recordar cuando somos tentamos a creer que no podemos volver
a Dios después de haber pecado?
4. ¿Cómo debemos tratar a los que nos han ofendido? ¿Qué nos sucede si rehusa-
mos perdonar a otros?
5. ¿Qué ocurrirá en el corazón de los que reciben el perdón de Dios?

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 45


SÁBADO,SÁBADO,
2 DE DICIEMBRE
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DEDE,
2017
20##

Ofrenda del
Ofrenda delPrimer
PrimerSábado
Sábado
Para una capilla en Nepal

Nepal es un país en el sur de Asia


con una población de 26,4 millones de
habitantes. Es una nación multiétnica
con el nepalés como idioma oficial.
Katmandú es la capital nacional y la
ciudad más grande. El Nepal moderno
es una república parlamentaria secular.
Aunque secular, la conversión está
prohibida en Nepal, donde la población
se compone principalmente de hindúes y
budistas. Sin embargo, siempre hay puertas
abiertas por el poderoso Señor para que su pue-
blo pueda hacer su obra.
Han transcurrido pocos años desde que el mensaje de la Reforma entró en
Nepal. La verdad se ha arraigado profundamente en este país. Aunque esto es
así, sabemos demasiado bien que el archienemigo no permanece en silencio. Va
como un león rugiente buscando engañar a los escogidos.
Hay varias almas interesadas en este país. Tenemos especialmente un grupo
que ha salido de los ASD y hemos estudiado con ellos la historia de la iglesia —los
tristes acontecimientos que ocurrieron durante la Primera Guerra Mundial. Esta
obra, por la gracia de Dios, ha producido un resultado seguro. Tenemos tres gru-
pos de almas aquí y están estudiando diligentemente la verdad presente mientras
evangelizan en este país—pero en verdad, es muy difícil en una nación donde la
conversión está prohibida.
“Si hubo alguna vez un tiempo en que debían hacerse sacrificios, es ahora.
Los que tienen dinero deben comprender que ahora es el momento de emplearlo
para Dios. No se absorban recursos en multiplicar las facilidades donde la obra
ya está establecida. No se añada edificio a edificio, donde se han concentrado ya
muchos establecimientos. Empléense los recursos para fundar centros en nuevos
campos. Así podréis ganar almas que desempeñarán su parte en producir otros
miembros.
“Pensad en nuestras misiones en los campos extranjeros. Algunas de ellas
están luchando para establecerse; se ven privadas hasta de las comodidades más
escasas. En vez de aumentar las comodidades ya abundantes, edificad la obra en
esos campos necesitados.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pág. 449.
Es nuestra sincera petición a todos nuestros queridos hermanos, de lejos y de
cerca, que nos ayuden en la adquisición de un terreno, para que más adelante,
construyamos una iglesia en Nepal para el grupo recién formado.
Que Dios bendiga a todos los que sinceramente prestarán sus manos en apo-
yo de esta misión. Amén.

Sus hermanos y hermanas de Nepal

46 Lecciones
Lecciones
Bíblicas Bíblicas
Sabáticas, octubre-diciembre,
Sabáticas, ?????-?????, 2017
20##
Lección 9 Sábado, 2 de diciembre de 2017
^ Año Bíblico: Gálatas 4-6

Nacido de Dios
“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el
pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y
el maligno no le toca” (1 Juan 5:18).

“Aquellos que no saben lo que es tener una experiencia en las cosas de


Dios, que no saben lo que significa ser justificado por la fe, que no tienen el
testimonio del Espíritu de que son aceptos en Jesucristo, necesitan nacer de

Ofrenda del Primer Sábado—Para una capilla en Nepal


nuevo.”—The Review and Herald, 12 de mayo de 1896.
Lectura adicional: El Deseado de Todas las Gentes, págs. 140–149.

Domingo ^
26 de noviembre
Año Bíblico: 1 Corintios 10-13

1. LA INVITACIÓN
a. ¿Qué invitación ofrece Jesús a todos? Mateo 11:28–30.

“Es un error creer que debes arrepentirte antes de que puedas venir a Jesús.
Ven a Cristo tal como eres y contempla su amor hasta que tu duro corazón sea
quebrantado.”—The Review and Herald, 3 de septiembre de 1901.

b. ¿Qué le impresionó a Nicodemo y por qué? Juan 3:1, 2.

“Nicodemo había oído la predicación de Juan el Bautista concerniente al


arrepentimiento y el bautismo, y cuando había señalado al pueblo a Aquel que
bautizaría con el Espíritu Santo. El mismo había sentido que había falta de
espiritualidad entre los judíos; que, en gran medida, estaban dominados por el
fanatismo y la ambición mundanal. Había esperado que se produjese un mejor
estado de cosas al venir el Mesías. Sin embargo, el mensaje escrutador del Bau-
tista no había producido en él convicción de pecado. Era un fariseo estricto,
y se enorgullecía de sus buenas obras. Era muy estimado por su benevolencia
y generosidad en sostener el culto del templo y se sentía seguro del favor de
Dios.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 142.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 47


Lunes ^
27 de noviembre
Año Bíblico: 1 Corintios 14-16

2. DEBES NACER DE NUEVO


a. De acuerdo con Jesús, ¿qué debe hacer una persona antes de que pueda
ver el reino de los cielos y por qué? Juan 3:3.

“[A Nicodemo] le sorprendió la idea de un reino demasiado puro para que


él lo viese en la condición en que estaba.”—Ídem., pág. 142.
“Ningún hombre por sí mismo puede comprender sus errores. ‘Engañoso
es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?’ Jere-
mías 17:9. Quizá los labios expresen una pobreza de alma que no reconoce el
corazón. Mientras se habla a Dios de pobreza de espíritu, el corazón quizá está
henchido con la presunción de su humildad superior y justicia exaltada. Hay
una sola forma en que podemos obtener un verdadero conocimiento del yo.
Debemos contemplar a Cristo. La ignorancia de su vida y su carácter induce a
los hombres a exaltarse en su justicia propia. Cuando contemplemos su pureza
y excelencia, veremos nuestra propia debilidad, nuestra pobreza y nuestros de-
fectos tales cuales son. Nos veremos perdidos y sin esperanza, vestidos con la
ropa de la justicia propia, como cualquier otro pecador. Veremos que si alguna
vez nos salvamos, no será por nuestra propia bondad, sino por la gracia infini-
ta de Dios.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 123.

b. ¿Cómo explicó Jesús esta verdad más claramente a Nicodemo y qué quiso
decir con ella? Juan 3:4–6.

“Jesús continuó diciendo: ‘Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que
es nacido del Espíritu, espíritu es.’ Por naturaleza, el corazón es malo, y ‘¿quién
hará limpio de inmundo? Nadie.’ Job 14:4. Ningún invento humano puede
hallar un remedio para el alma pecaminosa. ‘La intención de la carne es ene-
mistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.’
‘Del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones,
hurtos, falsos testimonios, blasfemias.’ Romanos 8:7; Mateo 15:19. La fuente
del corazón debe ser purificada antes que los raudales puedan ser puros. El que
está tratando de alcanzar el cielo por sus propias obras observando la ley, está
intentando lo imposible. No hay seguridad para el que tenga sólo una religión
legal, sólo una forma de la piedad. La vida del cristiano no es una modificación
o mejora de la antigua, sino una transformación de la naturaleza. Se produce
una muerte al yo y al pecado, y una vida enteramente nueva. Este cambio pue-
de ser efectuado únicamente por la obra eficaz del Espíritu Santo.”—El Deseado
de Todas las Gentes, pág. 143.

48 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Martes ^
28 de noviembre
Año Bíblico: 2 Corintios 1-4

3. DANDO UN GIRO
a. ¿Qué bendición esencial incluye también el evangelio y por qué? Gálatas
3:14; Hechos 3:26.

b. ¿Por qué es imposible por nosotros mismos dejar una vida pecaminosa?
Romanos 8:7.

Ofrenda del Primer Sábado—Para una capilla en Nepal


“Es imposible que escapemos por nosotros mismos del abismo del pecado
en que estamos sumidos. Nuestro corazón es malo y no lo podemos cambiar.
‘¿Quién podrá sacar cosa limpia de inmunda? Ninguno.’ (Job 14:4.) ‘Por cuanto
el ánimo carnal es enemistad contra Dios; pues no está sujeto a la ley de Dios,
ni a la verdad lo puede estar.’ (Romanos 8:7.) La educación, la cultura, el ejer-
cicio de la voluntad, el esfuerzo humano, todos tienen su propia esfera, pero
para esto no tienen ningún poder. Pueden producir una corrección externa de
la conducta, pero no pueden cambiar el corazón; no pueden purificar las fuen-
tes de la vida. Debe haber un poder que obre en el interior, una vida nueva de
lo alto, antes de que el hombre pueda convertirse del pecado a la santidad. Ese
poder es Cristo. Solamente su gracia puede vivificar las facultades muertas del
alma y atraerlas a Dios, a la santidad. El Salvador dijo: ‘A menos que el hombre
naciere de nuevo’, a menos que reciba un corazón nuevo, nuevos deseos, desig-
nios y móviles que lo guíen a una nueva vida, ‘no puede ver el reino de Dios.’
Juan 3:3.”—El Camino a Cristo, págs. 16, 17.

c. Aunque nosotros mismos no podemos cambiar nuestro corazón pecador,


¿qué podemos hacer? Josué 24:15.

“Lo que necesitáis comprender es la verdadera fuerza de la voluntad. Este


es el poder que gobierna en la naturaleza del hombre: el poder de decidir o de
elegir. Todas las cosas dependen de la correcta acción de la voluntad. Dios ha
dado a los hombres el poder de elegir; depende de ellos el ejercerlo. No podéis
cambiar vuestro corazón, ni dar por vosotros mismos sus afectos a Dios; pero
podéis elegir servirle. Podéis darle vuestra voluntad, para que él obre en voso-
tros, tanto el querer como el hacer, según su voluntad. De ese modo vuestra
naturaleza entera estará bajo el dominio del Espíritu de Cristo, vuestros afectos
se concentrarán en él y vuestros pensamientos se pondrán en armonía con
él.”—Ídem., pág. 47.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 49


Miércoles ^
29 de noviembre
Año Bíblico: 2 Corintios 5-8

4. ¿CÓMO PUEDEN SER ESTAS COSAS?


a. ¿Quién cambia nuestros corazones y cómo? Juan 3:7, 8; Juan 12:32.

“Se oye el viento entre las ramas de los árboles, por el susurro que produce
en las hojas y las flores; sin embargo es invisible, y nadie sabe de dónde viene
ni adónde va. Así sucede con la obra del Espíritu Santo en el corazón. Es tan
inexplicable como los movimientos del viento. Puede ser que una persona no
pueda decir exactamente la ocasión ni el lugar en que se convirtió, ni distin-
guir todas las circunstancias de su conversión; pero esto no significa que no se
haya convertido. Mediante un agente tan invisible como el viento, Cristo obra
constantemente en el corazón. Poco a poco, tal vez inconscientemente para
quien las recibe, se hacen impresiones que tienden a atraer el alma a Cristo. Di-
chas impresiones pueden ser recibidas meditando en él, leyendo las Escrituras,
u oyendo la palabra del predicador viviente. Repentinamente, al presentar el
Espíritu un llamamiento más directo, el alma se entrega gozosamente a Jesús.
Muchos llaman a esto conversión repentina; pero es el resultado de una larga
intercesión del Espíritu de Dios; es una obra paciente y larga.”—El Deseado de
Todas las Gentes, págs. 143, 144.
“El pecador puede resistir a este amor, puede rehusar ser atraído a Cristo;
pero si no se resiste será atraído a Jesús; un conocimiento del plan de la salva-
ción lo guiará al pie de la cruz, arrepentido de sus pecados, que han causado
los sufrimientos del amado Hijo de Dios.”—El Camino a Cristo, pág. 26.

b. “Nacer de nuevo” es recibir un nuevo corazón—nuevos deseos, propó-


sitos y motivos. ¿De qué debemos alimentarnos para nacer de nuevo? 1
Pedro 1:23; 2:2.

“Cuando la verdad llega a ser un principio permanente en nuestra vida, el


alma renace, ‘no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra
de Dios, que vive y permanece para siempre.’ Este nuevo nacimiento es el re-
sultado de haber recibido a Cristo como la Palabra de Dios. Cuando las verda-
des divinas son impresas sobre el corazón por el Espíritu Santo, se despiertan
nuevos sentimientos, y las energías hasta entonces latentes son despertadas
para cooperar con Dios.”—Los Hechos de los Apóstoles, págs. 414, 415.

c. ¿Qué luz usa Dios para cambiar nuestros corazones? 2 Corintios 4:6.

50 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Jueves ^
30 de noviembre
Año Bíblico: 2 Corintios 9-13

5. CONTEMPLA EL CORDERO DE DIOS


a. ¿Qué debemos comprender por nosotros mismos acerca de Jesús para ser
cambiados? Juan 3:14, 15; Juan 1:29.

“Cristo debe ser revelado al pecador como el Salvador que muere por los
pecados del mundo; y cuando consideramos al Cordero de Dios sobre la cruz
del Calvario, el misterio de la redención comienza a abrirse a nuestra mente y

Ofrenda del Primer Sábado—Para una capilla en Nepal


la bondad de Dios nos guía al arrepentimiento. Al morir Cristo por los pecado-
res, manifestó un amor incomprensible; y este amor, a medida que el pecador
lo contempla, enternece el corazón, impresiona la mente e inspira contrición
en el alma.”—El Camino a Cristo, pág. 25.

b. Cuando nos entreguemos a Cristo, ¿qué ocurrirá? Ezequiel 36:26, 27.

“Cuando el pecador, atraído por el poder de Cristo, se acerca a la cruz


levantada y se postra delante de ella, se realiza una nueva creación. Se le da
un nuevo corazón; llega a ser una nueva criatura en Cristo Jesús. La santidad
encuentra que no hay nada más que requerir. Dios mismo es ‘el que justifica al
que es de la fe de Jesús.’ Y ‘a los que justificó, a éstos también glorificó.’ Roma-
nos 8:30.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 127.

c. Cuando nacemos de nuevo, ¿en qué solamente nos gloriaremos? Gálatas


6:14.

Viernes ^
1 de diciembre
Año Bíblico: Gálatas 1-3

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿Qué experiencia esencial dará Cristo a todos los que vienen a él?
2. ¿Qué debes saber acerca de ti mismo si quieres nacer de nuevo?
3. ¿Por qué nos resulta tan difícil hacer el bien?
4. ¿De qué debes alimentarte si vas a experimentar el nuevo nacimiento?
5. ¿Qué promete hacer Dios cuando nos entreguemos completamente a Cristo?

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 51


Lección 10 Sábado, 9 de diciembre de 2017
^ Año Bíblico: 1 Timoteo 1-6

Santificación
“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que
antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel
que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda
vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos,
porque yo soy santo” (1 Pedro 1:14–16).

“La obra de transformación de lo impuro a la santidad es una labor con-


tinua. Día a día, Dios obra por la santificación del hombre, y el hombre debe
cooperar con él haciendo esfuerzos perseverantes para cultivar hábitos co-
rrectos.”—The Review and Herald, 15 de marzo de 1906.
Lectura adicional: Los Hechos de los Apóstoles, págs. 445–453.

Domingo ^
3 de diciembre
Año Bíblico: Efesios 1-3

1. SU PUEBLO DEBE SER SANTO


a. ¿Qué característica de Dios impregna el cielo y debe estar en todos los
que entrarán ante su presencia? 1 Pedro 1:14–16.

“La perfección de Dios es absoluta. Esa perfección caracteriza todas sus


obras, todas sus leyes. Así como es Dios, así debe ser su pueblo. La vida de Cris-
to se ha de revelar en las vidas de sus seguidores. En todos los actos públicos
y privados de Cristo, en cada palabra y hecho, se veía piedad práctica, y esa
piedad ha de verse en las vidas de sus discípulos.”—Mensajes Selectos, tomo 1,
pág. 231.
“[Dios] no puede soportar la presencia del pecado. Esto es lo que su alma
odia... La santidad es el fundamento del trono de Dios; el pecado es lo opuesto
a la santidad; el pecado crucificó al Hijo de Dios. Si los hombres pudieran ver
cuán odioso es el pecado, no lo tolerarían, no se educarían en él. Lograrían
una reforma en la vida y el carácter. Las faltas secretas serían vencidas. Si ha-
béis de ser santos en el cielo, debéis en primer lugar ser santos en la tierra.”—
Testimonios para los Ministros, págs. 142, 143.

b. ¿Cuál ha sido el propósito de Dios para el hombre desde el principio?


¿Qué nos dicen las Escrituras sobre la voluntad de Dios para nosotros?
Efesios 1:4; 1 Tesalonicenses 4:3.

52 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lunes ^
4 de diciembre
Año Bíblico: Efesios 4-6

2. JUSTICIA IMPUTADA E IMPARTIDA


a. ¿Qué santificación no es la obra de un momento, sino una labor progre-
siva? ¿Qué pasos se enumeran a fin de alcanzar esta meta? Hebreos 6:1;
Filipenses 3:13, 14; 2 Pedro 1:5–10.

“Las Santas Escrituras enseñan claramente que la obra de santificación es


progresiva. Cuando el pecador encuentra en la conversión la paz con Dios por
la sangre expiatoria, la vida cristiana no ha hecho más que empezar. Ahora
debe llegar ‘al estado de hombre perfecto;’ crecer ‘a la medida de la estatura
de la plenitud de Cristo.’ El apóstol San Pablo dice: ‘Una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús.’ (Filipen-
ses 3:13, 14.) Y San Pedro nos presenta los peldaños por los cuales se llega a la
santificación de que habla la Biblia: ‘Poniendo de vuestra parte todo empeño,
añadid a vuestra fe el poder; y al poder, la ciencia; y a la ciencia, la templan-
za.’”—El Conflicto de los Siglos, pág. 523.
“El modo en que debemos obrar nuestra propia salvación está claramente
especificado en el primer capítulo de Segunda Pedro. Constantemente debe-
mos añadir gracia a la gracia, y mientras hacemos esto, Dios trabajará por no-
sotros según el plan de multiplicación.”—The Review and Herald, 15 de marzo
de 1906.

b. ¿Qué es hecho por nosotros mediante la muerte de Cristo, y cuál será la


experiencia diaria de aquellos en quienes Cristo mora? Romanos 5:10.

“Justificación significa la salvación de un alma de la perdición para que


pueda obtener la santificación, y por medio de la santificación, la vida del
cielo. Justificación significa que la conciencia, limpiada de obras muertas, es
colocada donde puede recibir la bendición de la santificación.”—Comentario
Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 7, pág. 920.
“La justicia exterior da testimonio de la justicia interior. El que es justo por
dentro, no muestra corazón duro ni falta de simpatía, sino que día tras día cre-
ce a la imagen de Cristo y progresa de fuerza en fuerza. Aquel a quien la verdad
santifica, tendrá dominio de sí mismo y seguirá en las pisadas de Cristo hasta
que la gracia dé lugar a la gloria. La justicia por la cual somos justificados es
imputada; la justicia por la cual somos santificados es impartida. La primera
es nuestro derecho al cielo; la segunda, nuestra idoneidad para el cielo.”—The
Review and Herald, 4 de junio de 1895.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 53


Martes ^
5 de diciembre
Año Bíblico: Filipenses 1-4

3. LA OBRA DE SANTIFICACIÓN
a. Aunque tenemos la justicia de Cristo que nos es imputada, ¿cómo es la
obra de santificación que se debe realizar y con qué propósito? 1 Tesalo-
nicenses 5:23.

“Nuestra santificación es la obra del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Es el


cumplimiento del pacto que Dios ha hecho con aquellos que se comprometen
con él, a permanecer con él, con su Hijo y su Espíritu en santa comunión.
¿Habéis renacido? ¿Os habéis convertido en un nuevo ser en Cristo Jesús? En-
tonces cooperad con los tres grandes poderes del cielo que trabajan en favor
de vosotros.”—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo
7, pág. 920.
“Mediante la obra del Espíritu Santo, la santificación de la verdad, el cre-
yente llega a ser idóneo para los atrios del cielo, pues Cristo actúa dentro de él y
la justicia de Cristo está sobre él. Sin esto, ningún alma tendrá derecho al cielo.
No disfrutaríamos del cielo a menos que estuviéramos calificados para su santa
atmósfera por la influencia del Espíritu y de la justicia de Cristo.”—Mensajes
Selectos, tomo 1, págs. 462, 463.

b. ¿Cómo se logra esto? ¿Qué parte tiene el pecador en ella? Tito 3:5.

“Cuando el alma se entrega a Cristo, un nuevo poder se posesiona del nue-


vo corazón. Se realiza un cambio que ningún hombre puede realizar por su
cuenta. Es una obra sobrenatural, que introduce un elemento sobrenatural en
la naturaleza humana.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 291.
“Pero aunque Cristo es todo, hemos de inspirar en cada hombre una di-
ligencia incansable. Hemos de esforzarnos, luchar, sufrir intensamente, velar,
orar para que no seamos vencidos por el astuto enemigo. Puesto que el poder y
la gracia con los cuales podemos hacer esto provienen de Dios, siempre hemos
de confiar en Aquel que puede salvar hasta lo sumo a todos los que se allegan a
Dios por él. Nunca dejéis en la mente la impresión de que hay poco o nada que
hacer de parte del hombre, sino más bien enseñad que el hombre ha de coo-
perar con Dios para que pueda vencer.”—Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 447.

54 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Miércoles ^
6 de diciembre
Año Bíblico: Colosenses 1-4

4. SANTIFICACIÓN BÍBLICA
a. ¿Qué es la santificación bíblica? ¿Qué implica? 1 Tesalonicenses 3:13.

“Por la Palabra y el Espíritu de Dios quedan de manifiesto ante los hombres


los grandes principios de justicia encerrados en la ley divina. Y ya que la ley de
Dios es santa, justa y buena, un trasunto de la perfección divina, resulta que
el carácter formado por la obediencia a esa ley será santo. Cristo es ejemplo
perfecto de semejante carácter. Él dice: ‘He guardado los mandamientos de
mi Padre.’ ‘Hago siempre las cosas que le agradan.’ (Juan 15:10; 8:29, V.M.) Los
discípulos de Cristo han de volverse semejantes a él, es decir, adquirir por la
gracia de Dios un carácter conforme a los principios de su santa ley. Esto es lo
que la Biblia llama santificación.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 523.
“La santificación expuesta en las Santas Escrituras abarca todo el ser: espí-
ritu, cuerpo y alma.”—Ídem., pág. 527.

b. ¿Cuál será la experiencia del creyente verdaderamente convertido? ¿Qué


ha hecho tal creyente cuando responde al llamado del arrepentimiento?
1 Corintios 15:57.

“El cristiano sentirá las tentaciones del pecado, pero luchará continuamen-
te contra él. Aquí es donde se necesita la ayuda de Cristo. La debilidad huma-
na se une con la fuerza divina, y la fe exclama: ‘A Dios gracias, que nos da la
victoria por el Señor nuestro Jesucristo’ 1 Corintios 15:57.”—El Conflicto de los
Siglos, pág. 523.
“Ningún arrepentimiento que no obre una reforma es genuino. La justicia
de Cristo no es un manto para cubrir pecados que no han sido confesados ni
abandonados; es un principio de vida que transforma el carácter y rige la con-
ducta. La santidad es integridad para con Dios: es la entrega total del corazón
y la vida para que revelen los principios del cielo.”—El Deseado de Todas las
Gentes, pág. 509.
“Nadie es un cristiano vivo a menos que tenga una experiencia diaria en
las cosas de Dios y practique diariamente la abnegación al llevar alegremente
la cruz y seguir a Cristo. Cada cristiano ha de avanzar diariamente en la vida
divina. Mientras avanza hacia la perfección, experimenta cada día una conver-
sión a Dios; y esta conversión no es completa hasta que logra la perfección del
carácter cristiano, una preparación completa para el toque final de la inmorta-
lidad.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 2, pág. 448.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 55


Jueves ^
7 de diciembre
Año Bíblico: 1 Tesalonicenses 1-5

5. LA PRUEBA DE LA SANTIFICACIÓN
a. ¿Cuál es la experiencia del corazón en el cual es realizada la obra de san-
tificación? ¿Qué será un gozo especial para los tales? Salmo 119:14–16.

“Toda verdadera obediencia proviene del corazón. La de Cristo procedía


del corazón. Y si nosotros consentimos, se identificará de tal manera con nues-
tros pensamientos y fines, amoldará de tal manera nuestro corazón y mente en
conformidad con su voluntad, que cuando le obedezcamos estaremos tan sólo
ejecutando nuestros propios impulsos. La voluntad, refinada y santificada, ha-
llará su más alto deleite en servirle. Cuando conozcamos a Dios como es nues-
tro privilegio conocerle, nuestra vida será una vida de continua obediencia.
Si apreciamos el carácter de Cristo y tenemos comunión con Dios, el pecado
llegará a sernos odioso.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 621.

b. ¿Cuál es la evidencia de esta santificación? ¿Cómo el pecador arrepenti-


do conoce el camino? 1 Juan 2:3–6.

“La justicia exterior da testimonio de la justicia interior. El que es justo por


dentro, no muestra corazón duro ni falta de simpatía, sino que día tras día cre-
ce a la imagen de Cristo y progresa de fuerza en fuerza. Aquel a quien la verdad
santifica, tendrá dominio de sí mismo y seguirá en las pisadas de Cristo hasta
que la gracia dé lugar a la gloria.”—The Review and Herald, 4 de junio de 1895.

Viernes ^
8 de diciembre
Año Bíblico: 2 Tesalonicenses 1-3

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿Qué significa ser santo?
2. Indique la diferencia entre justicia imputada e impartida.
3. ¿Cómo se lleva a cabo la obra de santificación?
4. ¿Qué resulta de la verdadera santificación?
5. ¿Cuál es la evidencia de que el alma está santificada?

56 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lección 11 Sábado, 16 de diciembre de 2017
^ Año Bíblico: Santiago 1-5

Justicia para Hoy


“Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él
es justo” (1 Juan 3:7).

“La justicia es la práctica del bien, y es por sus hechos por lo que todos
han de ser juzgados. Nuestros caracteres se revelan por lo que hacemos. Las
obras muestran si la fe es genuina o no.”—Palabras de Vida del Gran Maestro,
pág. 254.
Lectura adicional: Fe y Obras, págs. 94–97.

Domingo ^
10 de diciembre
Año Bíblico: 2 Timoteo 1-4

1. POR QUÉ TODOS NECESITAMOS LA JUSTICIA


a. ¿Qué es la justicia y a quien será dada gratuitamente? Mateo 5:6.

“La justicia es santidad, semejanza a Dios; y ‘Dios es amor’ 1 Juan 4:16. Es


conformidad a la ley de Dios, ‘porque todos tus mandamientos son justicia’
(Salmo 119:172) y ‘el amor pues es el cumplimiento de la ley’ (Romanos 13:10).
La justicia es amor, y el amor es la luz y la vida de Dios. La justicia de Dios está
personificada en Cristo. Al recibirlo, recibimos la justicia.
“No se obtiene la justicia por conflictos penosos, ni por rudo trabajo, ni
aun por dones o sacrificios; es concedida gratuitamente a toda alma que tiene
hambre y sed de recibirla.”—El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 20.

b. ¿Dónde debemos mirar a fin de encontrar la justicia? Isaías 45:22–25.

“Al mirarnos a nosotros mismos en busca de justicia por medio de la cual


hallar aceptación ante Dios, miramos en la dirección equivocada, ‘por cuanto
todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios’ (Romanos 3:23). Debe-
mos mirar a Jesús; porque ‘nosotros todos, mirando a cara descubierta como
en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la
misma imagen’ (2 Corintios 3:18). Ustedes han de hallar su plenitud contem-
plando al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”—Fe y Obras, págs.
112, 113.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 57


Lunes ^
11 de diciembre
Año Bíblico: Tito 1—Filemón 1

2. CRISTO DEBE SER NUESTRA JUSTICIA


a. ¿Qué podemos hacer para que la justicia de Cristo sea nuestra? Romanos
3:24–26.

“La gracia de Cristo justifica gratuitamente al pecador sin méritos o de-


rechos suyos. La justificación es un perdón pleno y completo del pecado. Un
pecador es perdonado en el mismo momento en que acepta a Cristo por la fe.
Se le atribuye la justicia de Cristo.”—Comentario Bíblico ASD [Comentario de E.
G. de White], tomo 6, pág. 1071.
“Cristo mira el espíritu, y cuando nos ve llevando nuestra carga con fe, su
perfecta santidad hace expiación de nuestras faltas. Cuando hacemos lo mejor
que podemos, él llega a ser nuestra justicia.”—Fe y Obras, pág. 106.

b. ¿Por qué la gracia es tan importante para aceptar la justicia de Cristo?


¿Por qué las obras no son lo más importante en la justificación? Romanos
4:3–5.

“Sin la gracia de Cristo, el pecador está en una condición desvalida. No


puede hacerse nada por él, pero mediante la gracia divina se imparte al hom-
bre poder sobrenatural que obra en la mente, el corazón y el carácter. Mediante
la comunicación de la gracia de Cristo, el pecado es discernido en su aborreci-
ble naturaleza y finalmente expulsado del templo del alma. Mediante la gracia,
somos puestos en comunión con Cristo para estar asociados con él en la obra
de la salvación. La fe es la condición por la cual Dios ha visto conveniente
prometer perdón a los pecadores; no porque haya virtud alguna en la fe que
haga merecer la salvación, sino porque la fe puede aferrarse a los méritos de
Cristo, el remedio provisto para el pecado. La fe puede presentar la perfecta
obediencia de Cristo en lugar de la transgresión y la apostasía del pecador.
Cuando el pecador cree que Cristo es su Salvador personal, entonces, de acuer-
do con la promesa infalible de Jesús, Dios le perdona su pecado y lo justifica
gratuitamente. El alma arrepentida comprende que su justificación viene de
Cristo que, como su Sustituto y Garante, ha muerto por ella, y es su expiación
y justificación.”—Ídem., págs. 103, 104.
“Los mejores esfuerzos que pueda hacer el hombre con su propio poder
son inútiles para responder ante la ley santa y justa que ha transgredido, pero
mediante la fe en Cristo puede demandar la justicia del Hijo de Dios como ple-
namente suficiente... La fe genuina se apropia de la justicia de Cristo y el peca-
dor es hecho vencedor con Cristo, pues se lo hace participante de la naturaleza
divina, y así se combinan la divinidad y la humanidad.”—Ídem., pág. 97.

58 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Martes ^
12 de diciembre
Año Bíblico: Hebreos 1-4

3. LA JUSTICIA DEBE VERSE EN LA FAMILIA


a. ¿Qué es necesario antes de que podamos ser una bendición en nuestros
hogares? Juan 1:12.

“Los que han recibido a Cristo deben revelar en el hogar lo que la gracia
ha hecho en su favor. ‘A todos los que le recibieron, dióles potestad de ser he-
chos hijos de Dios, a los que creen en su nombre.’ Compenetra al verdadero
creyente en Cristo una autoridad consciente que hace sentir su influencia en
toda la familia. Resulta favorable para la perfección del carácter de todos sus
miembros.”—El Hogar Cristiano, pág. 30.

b. ¿Qué actitud debemos tener hacia aquellos que nos rodean en el hogar?
Colosenses 3:12, 13.

“De todo hogar cristiano debería irradiar una santa luz. El amor debe ex-
presarse en hechos. Debe manifestarse en todas las relaciones del hogar y re-
velarse en una amabilidad atenta, en una suave y desinteresada cortesía.”—
Ídem., pág. 31.
“La bondad y la tolerancia mutuas harán del hogar un paraíso y atraerán a
los ángeles santos al círculo familiar.”—Ídem., pág. 382.
“Cultivad la simpatía hacia los demás. Dejad que la alegría, la bondad y el
amor compenetren el hogar. Ello intensificará el amor por los ejercicios religio-
sos, y los deberes grandes y pequeños se cumplirán con corazón animoso.”—
Ídem., págs. 392, 393.

c. ¿Cuál es la meta de cada uno de nosotros como miembros de la familia?


Mateo 5:14–16.

“La primera obra de los cristianos consiste en estar unidos en la familia.


Luego la obra debe extenderse hasta sus vecinos cercanos y lejanos. Los que ha-
yan recibido la luz deben dejarla brillar en claros rayos. Sus palabras, fragantes
con el amor de Cristo, han de ser sabor de vida para vida.
“Cuánto más estrechamente estén unidos los miembros de una familia
en lo que tienen que hacer en el hogar, tanto más elevadora y servicial será
la influencia que ejerzan fuera del hogar el padre, la madre, los hijos y las hi-
jas.”—Ídem., pág. 31.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 59


Miércoles ^
13 de diciembre
Año Bíblico: Hebreos 5-7

4. SER SEMEJANTES A CRISTO EN LA IGLESIA


a. ¿Qué actitud debemos tener hacia los demás? Filipenses 2:3. ¿Cómo esta
actitud afecta también nuestra dependencia de Cristo?

“No es porque somos justos, sino porque somos necesitados, imperfectos,


descarriados e impotentes por nosotros mismos por lo que debemos depender
de la justicia de Cristo y no de la nuestra.”—En Lugares Celestiales, pág. 23.

b. ¿Qué consideración especial debemos tener unos por los otros en la fe?
Romanos 12:10.

“Así como los miembros de una familia fiel cuidan unos de otros, aten-
diendo a los enfermos, soportando a los débiles, enseñando a los que no saben,
educando a los inexpertos, así también los de ‘la familia de la fe’ han de cuidar
de sus necesitados y desvalidos. De ninguna manera han de desentenderse de
ellos.”—El Ministerio de Curación, pág. 153.
“Debemos obtener esa medida de la gracia de Cristo que ha de capacitarnos
para morar juntos en amor y unidad en esta vida, pues en caso contrario no
podremos morar juntos en la vida venidera.”—Cada Día con Dios, pág. 372.
“Cuanto más nos acerquemos a Cristo tanto más cerca estaremos uno del
otro. Dios queda glorificado cuando su pueblo se une en una acción armóni-
ca.”—El Hogar Cristiano, pág. 158.

c. ¿Cuál es la evidencia del hecho que como miembros de iglesia hemos


aceptado a Cristo y estamos siendo santificados? Ezequiel 20:12. ¿Qué
sucede cuando no podemos apropiarnos de la justicia de Cristo?

“Ninguna otra institución confiada a los judíos propendía tan plenamente


como el sábado a distinguirlos de las naciones que los rodeaban. Dios se propu-
so que su observancia los designase como adoradores suyos. Había de ser una
señal de su separación de la idolatría, y de su relación con el verdadero Dios.
Pero a fin de santificar el sábado, los hombres mismos deben ser santos. Por la
fe, deben llegar a ser partícipes de la justicia de Cristo...
“Al apartarse los judíos de Dios, y dejar de apropiarse la justicia de Cristo
por la fe, el sábado perdió su significado para ellos.”—El Deseado de Todas las
Gentes, pág. 250.

60 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Jueves ^
14 de diciembre
Año Bíblico: Hebreos 8-10

5. SER UN VERDADERO MISIONERO PARA EL MUNDO


a. ¿Cómo podemos reflejar verdaderamente a Cristo y su justicia en aque-
llos que nos rodean? Juan 15:4, 5.

“Mediante nuestras palabras y hechos podemos revelar el poder de la ver-


dad para transformar el carácter. Todos podemos revelar que dependemos de
la justicia de Cristo, no de nuestra propia justicia inventada. Debemos per-
manecer en Cristo así como el pámpano permanece en la vid, teniendo una
conexión tan viva con él que será un goce trabajar como él trabajó, siendo una
ayuda y una bendición para nuestros hermanos. Podemos hacer las obras de
Cristo, haciendo las cosas que son agradables a su vista.”—Ellen White 1888
Materials, págs. 137, 138.

b. ¿Qué atributo de Dios debemos tratar de imitar en nuestro trato con los
demás? Salmo 119:88; 69:16.

“Debiéramos olvidarnos de nosotros mismos y buscar siempre oportunida-


des de mostrarnos agradecidos, aun en cosas pequeñas, por los favores que he-
mos recibido de otros. Debiéramos saber discernir las oportunidades de alentar
a otros, de aliviar sus pesares y cargas mediante actos de tierna bondad y menu-
das atenciones hechas con amor. Estas atentas cortesías, que, comenzando en
nuestras familias, trascienden luego el círculo familiar, forman parte del total
de la felicidad en la vida; mientras que al descuidar estas cosas menudas se con-
tribuye al conjunto de la amargura y tristeza que se experimenta en la vida...
“Es imposible estar unido a Cristo y carecer de bondad hacia los demás,
con olvido de sus derechos.”—El Hogar Cristiano, págs. 387, 388.

Viernes ^
15 de diciembre
Año Bíblico: Hebreos 11-13

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿Dónde debemos buscar nuestra aceptación con Dios?
2. ¿Cómo perdona Jesús al pecador? ¿Cuán completo es este perdón?
3. ¿Dónde debemos comenzar nuestra labor como cristianos, y qué implica esto?
4. Si no podemos vivir en amor y unidad con nuestros hermanos aquí, ¿qué es-
peranza tenemos para nuestra vida futura? ¿Cómo deberíamos tratarnos unos
a otros?
5. ¿Cómo podemos demostrar el amor de Dios unos a otros? Si somos desconsi-
derados con los demás, ¿qué revela esto?

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 61


Lección 12 Sábado, 23 de diciembre de 2017
^ Año Bíblico: Apocalipsis 1-2

Completos en Cristo
“Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo
principado y potestad” (Colosenses 2:10).

“Por la fe en Cristo se puede suplir toda deficiencia de carácter, purificar


toda impureza, corregir toda falta y desarrollar toda buena cualidad.”—La
Educación, pág. 257.
Lectura adicional: Mente, Carácter y Personalidad, tomo 1, págs. 27–37.

Domingo ^
17 de diciembre
Año Bíblico: 1 Pedro 1-2

1. LLAMADOS A SER PERFECTOS


a. ¿Qué somos llamados por Jesús a ser en este mundo? Mateo 5:48.

“El ideal de Dios para sus hijos es más elevado de lo que puede alcanzar el
más sublime pensamiento humano. ‘Sed, pues, vosotros perfectos, como vues-
tro Padre que está en los cielos es perfecto.’ Esta orden es una promesa. El plan
de redención contempla nuestro completo rescate del poder de Satanás. Cristo
separa siempre del pecado al alma contrita. Vino para destruir las obras del dia-
blo, y ha hecho provisión para que el Espíritu Santo sea impartido a toda alma
arrepentida, para guardarla de pecar.”—El Deseado de Todas las Gentes, pág. 277.

b. ¿A qué imagen deben ser perfectamente amoldadas nuestras vidas? Ro-


manos 8:29.

“El ideal del carácter cristiano es la semejanza con Cristo. Como el Hijo del
hombre fue perfecto en su vida, los que le siguen han de ser perfectos en la
suya. Jesús fue hecho en todo semejante a sus hermanos. Se hizo carne, como
somos carne. Tuvo hambre y sed, y sintió cansancio. Fue sostenido por el ali-
mento y refrigerado por el sueño. Participó de la suerte del hombre, aunque
era el inmaculado Hijo de Dios. Era Dios en la carne. Su carácter ha de ser el
nuestro.”—Ídem., pág. 278.

62 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lunes ^
18 de diciembre
Año Bíblico: 1 Pedro 3-5

2. COMPLETOS EN JESÚS AHORA


a. ¿Qué alentadora declaración es hecha después de haber experimentado
el perdón del pecado y el nuevo nacimiento? Colosenses 2:10.

“Nunca podemos alcanzar la perfección por medio de nuestras propias


obras buenas. El alma que contempla a Jesús mediante la fe, repudia su propia
justicia. Se ve a sí misma incompleta, y considera su arrepentimiento como in-
suficiente, débil su fe más vigorosa, magro su sacrificio más costoso; y se abate
con humildad al pie de la cruz. Pero una voz le habla desde los oráculos de la
Palabra de Dios. Con asombro escucha el mensaje: ‘Vosotros estáis completos
en él.’ Ahora todo está en paz en su alma. Ya no tiene que luchar más para
encontrar algún mérito en sí mismo, algún acto meritorio por medio del cual
ganar el favor de Dios.”—Fe y Obras, pág. 112.

b. Habiendo sido justificados por la fe, ¿en qué condición debemos perma-
necer? Colosenses 4:12 (última parte).

“El señor Jesús obra mediante el Espíritu Santo porque es su representante.


Mediante él infunde vida espiritual al alma, aviva sus energías para el bien,
limpia de la contaminación moral y capacita para su reino. Jesús tiene abun-
dantes bendiciones para derramar, ricos dones para distribuir entre los hom-
bres. Él es el Consejero admirable, infinito en sabiduría y fortaleza, y si reco-
nocemos el poder de su Espíritu y nos sometemos para ser moldeados por él,
estaremos completos en él. ¡Qué pensamiento es éste! En Cristo ‘habita toda la
plenitud de la divinidad corporalmente. Y en él estáis completos’ Colosenses
2:9, 10.”—Nuestra Elevada Vocación, pág. 154.

c. Como nuestro mediador, ¿qué es lo que Jesús nunca deja de hacer por los
que permanecen en él mediante la fe? Hebreos 7:25 (última parte).

“Jesús está en el Lugar Santísimo, para comparecer por nosotros ante la pre-
sencia de Dios. Allí, no cesa de presentar a su pueblo momento tras momento,
como completo en él. Pero, por estar así representados delante del Padre, no
hemos de imaginar que podemos abusar de su misericordia y volvernos descui-
dados, indiferentes y licenciosos. Cristo no es el ministro del pecado. Estamos
completos en él, aceptados en el Amado, únicamente si permanecemos en él
por fe.”—Fe y Obras, págs. 111, 112.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 63


Martes ^
19 de diciembre
Año Bíblico: 2 Pedro 1-3

3. OBEDIENCIA ACEPTABLE HOY


a. ¿Qué verdad esencial debemos entender en nuestros esfuerzos de agradar
a Dios? Filipenses 2:12, 13.

“El que está intentando alcanzar el cielo por sus propias obras al guardar
la ley, está intentando un imposible. El hombre no puede ser salvado sin la
obediencia, pero sus obras no deben ser propias. Cristo debe efectuar en él
tanto el querer como el hacer la buena voluntad de Dios. Si el hombre pudiera
salvarse por sus propias obras, podría tener algo en sí mismo por lo cual regoci-
jarse. El esfuerzo que el hombre pueda hacer con su propia fuerza para obtener
la salvación está representado por la ofrenda de Caín. Todo lo que el hombre
pueda hacer sin Cristo está contaminado con egoísmo y pecado, pero lo que se
efectúa mediante la fe es aceptable ante Dios. El alma hace progresos cuando
procuramos ganar el cielo mediante los méritos de Cristo. Contemplando a
Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, podemos proseguir de fortaleza
en fortaleza, de victoria en victoria, pues mediante Cristo la gracia de Dios ha
obrado nuestra completa salvación.”—Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 426, 427.

b. ¿Qué esfuerzos y servicios religiosos no logran hallar aceptación delante


de Dios y por qué? Lucas 18:11, 12.

c. ¿Cómo solamente son aceptables nuestras buenas obras ante Dios? He-
breos 7:25.
“Los servicios religiosos, las oraciones, la alabanza, la confesión arrepen-
tida del pecado ascienden desde los verdaderos creyentes como incienso ante
el santuario celestial, pero al pasar por los canales corruptos de la humanidad,
se contaminan de tal manera que, a menos que sean purificados por sangre,
nunca pueden ser de valor ante Dios. No ascienden en pureza inmaculada, y a
menos que el Intercesor, que está a la diestra de Dios, presente y purifique todo
por su justicia, no son aceptables ante Dios. Todo el incienso de los taberná-
culos terrenales debe ser humedecido con las purificadoras gotas de la sangre
de Cristo. Él sostiene delante del Padre el incensario de sus propios méritos, en
los cuales no hay mancha de corrupción terrenal. Recoge en ese incensario las
oraciones, la alabanza y las confesiones de su pueblo, y a ellas les añade su pro-
pia justicia inmaculada. Luego, perfumado con los méritos de la propiciación
de Cristo, asciende el incienso delante de Dios plena y enteramente aceptable.
Así se obtienen respuestas benignas.”—Ídem., pág. 404.

64 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Miércoles ^
20 de diciembre
Año Bíblico: 1 Juan 1-3

4. SER PERFECTOS HOY


a. Permaneciendo en Cristo, con plena seguridad de nuestra aceptación
ante Dios, ¿qué debemos hacer ahora? Hebreos 6:1.

“Nunca podremos ver a nuestro Señor en paz, a menos que nuestras almas
estén inmaculadas. Debemos llevar la perfecta imagen de Cristo. Cada pensa-
miento debe ser puesto en sujeción a la voluntad de Cristo. Como lo expresa
el gran apóstol, debemos alcanzar ‘la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo.’ Nunca llegaremos a esta condición sin un esfuerzo ferviente. Debemos
luchar diariamente contra el mal externo y el pecado interior, si queremos al-
canzar la perfección del carácter cristiano.”—Mensajes Selectos, tomo 3, pág. 167.

b. Al realizar nuestros mejores esfuerzos como creyentes para obedecer a


Dios, ¿en dónde radica nuestra suficiencia para poder hacerlo? 2 Corin-
tios 3:5.
“Cristo es nuestro modelo, el perfecto y santo ejemplo que nos ha sido
dado para emularlo. Nunca podremos igualarlo, pero podemos imitarlo y ase-
mejarnos a él de acuerdo al conocimiento.”—Recibiréis Poder, pág. 371.
“Cuando está en el corazón el deseo de obedecer a Dios, cuando se hacen
esfuerzos con ese fin, Jesús acepta esa disposición y ese esfuerzo como el mejor
servicio del hombre, y suple la deficiencia con sus propios méritos divinos.”—
Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 448.
“Jesús ama a sus hijos, aunque ellos yerren... Él mantiene sus ojos sobre
ellos, y cuando hacen lo mejor que pueden, clamando a Dios por su ayuda, es-
tad seguros de que su servicio será aceptado, aunque sea imperfecto.”—Ídem.,
tomo 3., pág. 222.

c. A medida que avanzamos hacia la perfección, ¿qué hace brotar el Espíri-


tu Santo de nuestros corazones? ¿Qué nos llevará esto a hacer? Romanos
5:5; 1 Juan 3:18.

“La perfección del carácter cristiano se obtiene cuando el impulso de ayu-


dar y beneficiar a otros brota constantemente de su interior.”—Los Hechos de
los Apóstoles, pág. 440.
“Donde está la fe, aparecen las buenas obras. Los enfermos son visitados,
se cuida de los pobres, no se descuida a los huérfanos ni a las viudas, se viste a
los desnudos, se alimenta a los desheredados. Cristo anduvo haciendo bienes,
y cuando los hombres se unen con él, aman a los hijos de Dios, y la humildad
y la verdad guían sus pasos.”—Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 466.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 65


Jueves ^
21 de diciembre
Año Bíblico: 1 Juan 4-5

5. NUESTRA GARANTÍA DE SALVACIÓN


a. ¿Cuán completo es el perdón de los pecados ofrecido al pecador arrepen-
tido? 1 Juan 1:9.

“Mediante el sacrificio que se hizo por nosotros, los pecados pueden ser
perfectamente perdonados. No dependemos de lo que el hombre puede hacer,
sino de lo que Dios puede hacer por el hombre mediante Cristo. Cuando nos
entregamos enteramente a Dios, y creemos con plenitud, la sangre de Cristo
nos limpia de todo pecado. La conciencia puede ser liberada de condenación.
Mediante la fe en su sangre, todos pueden encontrar la perfección en Cristo
Jesús. Gracias a Dios porque no estamos tratando con imposibilidades. Pode-
mos pedir la santificación. Podemos disfrutar del favor de Dios. No debemos
inquietarnos por lo que Cristo y Dios piensan de nosotros, sino que debe in-
teresarnos lo que Dios piensa de Cristo, nuestro Sustituto... Dios muestra a la
persona arrepentida y creyente, que Cristo acepta la entrega del alma para
moldearla según su propia semejanza.”—Mensajes Selectos, tomo 2, págs. 36, 37.

b. ¿Qué certeza tenemos de la capacidad de Dios para salvarnos hoy del


poder del pecado? Judas 1:24; Filipenses 1:6.

“Cuando Cristo reina en el alma, hay pureza, libertad del pecado. Se cum-
ple en la vida la gloria, la plenitud, la totalidad del plan evangélico. La acepta-
ción del Salvador produce un resplandor de perfecta paz, y amor perfecto, de
perfecta seguridad. La belleza y fragancia del carácter de Cristo, reveladas en la
vida, testifican de que Dios ha enviado ciertamente a su Hijo al mundo, para
ser su Salvador.”—Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 346.

Viernes ^
22 de diciembre
Año Bíblico: 2 Juan, 3 Juan, Judas

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. Explique cómo el “Sed, pues, perfectos” es tanto una orden como una promesa.
2. ¿Por qué la mediación de Jesús es tan importante para nosotros hoy?
3. ¿Qué es necesario hoy en todas nuestras obras para que sean aceptadas por Dios?
4. ¿Qué significa ser perfectos hoy en día para los creyentes en un nivel práctico?
5. ¿Cómo podemos tener hoy la perfecta seguridad de nuestra salvación?

66 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Lección 13 Sábado, 30 de diciembre de 2017
^ Año Bíblico: Apocalipsis 19-20

El Mensaje del Tercer Ángel


en Verdad
“Y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha
delante del trono de Dios” (Apocalipsis 14:5).

“Varios me han escrito preguntándome si el mensaje de la justificación


por la fe es el mensaje del tercer ángel, y he contestado: ‘Es el mensaje del
tercer ángel en verdad.’”—The Review and Herald, 1 de abril de 1890.
Lectura adicional: La Fe Por la Cual Vivo, págs. 211–217.

Domingo ^
24 de diciembre
Año Bíblico: Apocalipsis 3-5

1. VERDADES BÁSICAS RESTAURADAS


a. ¿Cuál es la esperanza del evangelio y cómo se relaciona con el triple men-
saje de Apocalipsis 14:6–12? Apocalipsis 14:6; Colosenses 1:23, 26–28.

“Cristo espera con un deseo anhelante la manifestación de sí mismo en


su iglesia. Cuando el carácter de Cristo sea perfectamente reproducido en su
pueblo, entonces vendrá él para reclamarlos como suyos.”—Palabras de Vida del
Gran Maestro, pág. 47.

b. ¿Qué importante doctrina fue restaurada después del segundo Movi-


miento Adventista? ¿Qué llegaron a ser estas personas? Isaías 56:1, 2;
58:12.

“El Señor nos ha enviado mensajes para este tiempo a fin de establecer el
cristianismo sobre una base eterna, y todos los que creen la verdad presente no
deben apoyarse en su propia sabiduría, sino en la de Dios; y deben levantar los
cimientos de generación y generación. Ellos serán registrados en los libros del
cielo como reparadores de portillos, restauradores de calzadas para habitar. De-
bemos sostener la verdad porque es la verdad, haciendo frente a la más intensa
oposición. Dios está influyendo en las mentes humanas; el hombre no actúa
solo. El gran poder iluminador procede de Cristo; el brillo de su ejemplo ha
de mantenerse delante de la gente en cada conversación.”—Comentario Bíblico
ASD [Comentario de E. G. de White], tomo 4, pág. 1174.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 67


Lunes ^
25 de diciembre
Año Bíblico: Apocalipsis 6-8

2. UNIDAD DE FE
a. ¿Qué dones permiten a los sinceros creyentes del Adviento discernir las
verdades especiales para estos tiempos? 1 Corintios 12:28.

“Dios está sacando a un pueblo del mundo para colocarlo sobre la exaltada
plataforma de la verdad eterna, los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Él
quiere disciplinar y preparar a sus hijos. No estarán en desacuerdo, creyendo
uno una cosa, y teniendo otro una fe y opiniones totalmente opuestas, mo-
viéndose cada uno independientemente del cuerpo. Por la diversidad de los
dones y ministerios que él ha puesto en la iglesia, todos pueden llegar a la uni-
dad de la fe. Si un hombre adopta sus puntos de vista referentes a la Biblia sin
considerar la opinión de sus hermanos, y justifica su conducta alegando que
tiene derecho de profesar sus propias opiniones peculiares, y luego las impone
a otros, ¿cómo podrá cumplirse la oración de Cristo?”—Testimonios para los
Ministros, págs. 29, 30.

b. ¿Cómo la unidad de la iglesia afecta a nuestro testimonio de la verdad?


Juan 13:35.

“La unidad en la iglesia es la que la capacita para ejercer una influencia


consecuente sobre los incrédulos y mundanos.”—A Fin de Conocerle, pág. 155.
“Nuestra unidad y amor mutuos son las credenciales por medio de las cua-
les damos testimonio ante el mundo de que Dios ha enviado a su Hijo para
salvar a los pecadores.”—Cada Día con Dios, pág. 120.

c. ¿Qué habría sido posible si los creyentes hubieran aceptado plenamente


el don de la justicia de Cristo? Efesios 4:13.

“El Espíritu Santo, el Consolador, que Jesús dijo que enviaría al mundo, es
el que cambia nuestro carácter a la imagen de Cristo, y cuando esto se logra,
reflejamos como en un espejo la gloria del Señor; es decir, el carácter del que
así contempla a Cristo es tan semejante al del Señor, que el que lo mira ve el
propio carácter de Cristo que brilla como procedente de un espejo. En for-
ma imperceptible para nosotros somos transformados día tras día, de nuestros
propios caminos y nuestra propia voluntad a los caminos y a la voluntad de
Cristo, a la belleza de su carácter. Así crecemos en Cristo e inconscientemente
reflejamos su imagen.”—The Review and Herald, 28 de abril de 1891.

68 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Martes ^
26 de diciembre
Año Bíblico: Apocalipsis 9-11

3. EL JUICIO
a. ¿Qué gran escena fue mostrada al profeta Daniel, y cuándo comenzó?
¿Cómo el ministerio de Cristo está asociado a ella? Daniel 7:9, 10, 13, 14;
1 Juan 2:1; Daniel 8:14.

“[Se cita Daniel 7:13, 14.] La venida de Cristo descrita aquí no es su segunda
venida a la tierra. Él viene hacia el Anciano de días en el cielo para recibir el
dominio y la gloria, y un reino, que le será dado a la conclusión de su obra de
mediador. Es esta venida, y no su segundo advenimiento a la tierra, la que la
profecía predijo que había de realizarse al fin de los 2.300 días, en 1844. Acom-
pañado por ángeles celestiales, nuestro gran Sumo Sacerdote entra en el lugar
santísimo, y allí, en la presencia de Dios, da principio a los últimos actos de su
ministerio en beneficio del hombre, a saber, cumplir la obra del juicio y hacer
expiación por todos aquellos que resulten tener derecho a ella.”—El Conflicto
de los Siglos, págs. 533, 534.

b. Si hemos aceptado la justicia imputada de Cristo y vivido por el po-


der de su justicia impartida, ¿cómo deberíamos subsistir en este juicio?
Eclesiastés 12:14; Mateo 12:36, 37.

“A todos los que se hayan arrepentido verdaderamente de su pecado, y que


hayan aceptado con fe la sangre de Cristo como su sacrificio expiatorio, se les
ha inscrito el perdón frente a sus nombres en los libros del cielo; como llegaron
a ser partícipes de la justicia de Cristo y su carácter está en armonía con la ley
de Dios, sus pecados serán borrados, y ellos mismos serán juzgados dignos de
la vida eterna...
“Los pecados que no hayan inspirado arrepentimiento y que no hayan sido
abandonados, no serán perdonados ni borrados de los libros de memoria, sino
que permanecerán como testimonio contra el pecador en el día de Dios. Puede
el pecador haber cometido sus malas acciones a la luz del día o en la obscuri-
dad de la noche; eran conocidas y manifiestas para Aquel a quien tenemos que
dar cuenta. Hubo siempre ángeles de Dios que fueron testigos de cada pecado,
y lo registraron en los libros infalibles. El pecado puede ser ocultado, negado,
encubierto para un padre, una madre, una esposa, o para los hijos y los amigos;
nadie, fuera de los mismos culpables tendrá tal vez la más mínima sospecha
del mal; no deja por eso de quedar al descubierto ante los seres celestiales… Los
hombres pueden ser engañados por entes de corazón corrompido, pero Dios
penetra todos los disfraces y lee la vida interior.”—Ídem., págs. 537, 540.

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 69


Miércoles ^
27 de diciembre
Año Bíblico: Apocalipsis 12-13

4. EL BORRADO DE LOS PECADOS


a. ¿Qué es revelado acerca de la condición y el carácter de los que han sido
santificados durante este tiempo de sellamiento? Apocalipsis 14:1–5.

“Se pone sobre los tentados, probados, pero fieles hijos de Dios, el manto
sin mancha de la justicia de Cristo. El remanente despreciado queda vestido de
gloriosos atavíos, que nunca han de ser ya contaminados por las corrupciones
del mundo. Sus nombres permanecen en el Libro de la Vida del Cordero, regis-
trados entre los fieles de todos los siglos. Han resistido los lazos del engañador;
no han sido apartados de su lealtad por el rugido del dragón. Ahora están
eternamente seguros de los designios del tentador.”—Testimonios para la Iglesia,
tomo 5, pág. 450.

b. ¿Qué maravillosa operación ocurre en el santuario celestial durante el


juicio de los justos muertos y luego de los justos vivos? Hechos 3:19.

“Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, esperando que el


tiempo del ‘refrigerio’ y la ‘lluvia tardía’ los preparase para sostenerse en el día
del Señor y vivir en su presencia. ¡Oh! ¡Y a cuántos vi sin amparo en el tiempo
de angustia! Habían descuidado la preparación necesaria, y por lo tanto no
podían recibir el refrigerio indispensable para sobrevivir a la vista de un Dios
santo.”—Primeros Escritos, pág. 71.

c. ¿En qué condición espiritual debemos estar cuando Jesús venga? Hebreos
12:14; 2 Pedro 3:14.

“‘Procurad con diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin repren-
sión, en paz’ 2 Pedro 3:14. Esta es la norma para alcanzar la cual cada cristia-
no debiera luchar, no en su habilidad natural, sino a través de la gracia que
Jesucristo le ha concedido. Luchemos para dominar todo pecado, y para ser
capaces de reprimir toda expresión impaciente e irritante.”—Nuestra Elevada
Vocación, pág. 237.
“Satanás no pudo encontrar nada en el Hijo de Dios que le permitiese ga-
nar la victoria. Cristo guardó los mandamientos de su Padre y no hubo en él
ningún pecado de que Satanás pudiese sacar ventaja. Esta es la condición en
que deben encontrarse los que han de poder subsistir en el tiempo de angus-
tia.”—El Conflicto de los Siglos, pág. 681.

70 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017


Jueves ^
28 de diciembre
Año Bíblico: Apocalipsis 14-16

5. LOS JUSTOS VENCEDORES


a. ¿Qué solemne advertencia es dada para proteger al pueblo de Dios de
los engaños de las iglesias en los últimos días? ¿Qué responsabilidad des-
cansa sobre aquellos que poseen este conocimiento? Apocalipsis 14:9–11;
Ezequiel 33:2–4.

“Debe darse la mayor importancia al mensaje del tercer ángel. Es un asun-


to de vida o muerte. La impresión que produzca este mensaje será proporcional
con el fervor y la solemnidad con los cuales sea proclamado.”—Comentario
Bíblico ASD [Comentario de E. G. de White], tomo 7, pág. 991.

b. ¿Qué es dicho de aquellos que son vencedores y por lo tanto están pre-
parados para encontrarse con Jesús en su segunda venida? Apocalipsis
14:12.

“El pueblo que tiene el nombre de Dios; los que en esta tierra han dado tes-
timonio de su lealtad. ¿Quiénes son? Los que han guardado los mandamientos
de Dios y el testimonio de Jesucristo; los que han tenido al Crucificado como
su Salvador.”—Ídem., pág. 992.
“No es suficiente creer acerca de Cristo; debemos creer en él. La única fe
que nos beneficiará es la que le acepta a él como Salvador personal; que nos
pone en posesión de sus méritos. Muchos estiman que la fe es una opinión.
La fe salvadora es una transacción por la cual los que reciben a Cristo se unen
con Dios mediante un pacto. La fe genuina es vida. Una fe viva significa un
aumento de vigor, una confianza implícita por la cual el alma llega a ser una
potencia vencedora.”—El Deseado de Todas las Gentes, págs. 312, 313.

Viernes ^
29 de diciembre
Año Bíblico: Apocalipsis 17-18

PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL


1. ¿En qué sentido debemos ser “reparadores de portillos”?
2. ¿Por qué es tan importante tener unidad en la iglesia? ¿Cómo podemos hacer
esto?
3. Para que nuestros pecados sean borrados, ¿en qué condición debemos estar?
4. ¿Cómo podemos alcanzar la norma de carácter qué Dios requiere?
5. ¿Por qué no es suficiente creer acerca de Cristo? ¿Qué significa esto?

Lecciones Bíblicas Sabáticas, Vol. 93, No. 4 71


72 Lecciones Bíblicas Sabáticas, octubre–diciembre, 2017

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