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CAPÍTULO 8

Evaluación de la impulsividad
J. A. Estallo Martí e I. Pedrido Peteiro

© Psiquiatría Editores, S.L.

229
8. Evaluación de la impulsividad 231

 Introducción sonalidad. Las principales variaciones entre


ambas formas residen en la redacción de los
elementos, la inclusión de una nueva escala
La evaluación de la impulsividad desde la
para controlar la validez de los cuestionarios
perspectiva de las pruebas psicométricas clási-
(aquiescencia), la revisión de las de distorsión
cas presenta la dificultad de que ésta raramen-
motivacional (actualmente manipulación de
te es una variable presente de modo específico
imagen) y negación, ya existentes en la forma
en los instrumentos al uso. Con frecuencia, la
original. El l6-PF original existía bajo cuatro
impulsividad suele ser un componente presen-
formas diferentes; las A y B eran aptas para
te en una o varias de las dimensiones que re-
aplicarlas a sujetos con un nivel de escolari-
gistra cada instrumento. En este caso, se en-
zación medio (ambas eran formas paralelas);
cuentran pruebas ya clásicas, como el Inventario
existían, además, dos formas adecuadas a su-
Multifásico de Personalidad de Minnesota del Estado
jetos de bajo nivel de instrucción (C y D), cuyo
Mental (Minnesota Multiphasic Personality Inventory,
redactado resultaba algo más sencillo, y el nú-
MMPI) o el Cuestionario de Personalidad de Cattell
mero de elementos era menor.
(l6-PF), o actuales, como es el caso del Millon
En la actualidad, existe una sola forma
Clinical Multiaxial Inventory (MCMI). Seguidamen-
adaptada al español, equivalente a las antiguas
te, se revisarán las aportaciones más importan-
formas A y B.
tes de los instrumentos de evaluación psicoló-
Atendiendo al procedimiento utilizado por
gica clásicos, tanto objetivos como proyectivos.
Cattell en su intento por realizar un instru-
Se expondrán también las escalas clínicas
mento capaz de evaluar la personalidad huma-
más conocidas para la evaluación de esta varia-
na, no hay que sorprenderse ante el hecho de
ble. A modo de epílogo, se hace referencia a una
que no exista un factor que se solape al 100 %
página Web que incluye una escala autoaplica-
con el concepto de impulsividad. De hecho,
da de impulsividad, si bien, y dado que no ha
éste resulta ser un elemento subyacente, con
sido posible obtener otra información acerca de
un peso relevante en uno de los factores, si
su origen, se tratará con reservas dicha escala y
bien encontraremos otros capaces de modu-
como una muestra de las posibilidades que nos
lar y de ofrecer información específica acerca
brindan las tecnologías de la información.
de esta variable a lo largo de la lista de 16 fac-
tores de personalidad.
Siguiendo los manuales de interpretación
 Cuestionarios psicopatológicos de la prueba (6), cabe destacar el polo elevado
del factor «F» como el más próximo al compor-
y de personalidad tamiento de características impulsivas. Este
factor perfila individuos que, en su polo positi-
l6-PF vo, se caracterizan por una actuación rápida e
irreflexiva, desatendiendo sus verdaderos inte-
El l6-PF (1, 2) es una prueba que evalúa los reses y conveniencias; estos sujetos se perciben
rasgos de personalidad de base. En su origen, habitualmente como impetuosos y excitables.
no es una prueba clínica, aunque ha demos- No obstante, éste no es el único factor tri-
trado su utilidad tanto en los medios asisten- butario de recoger la conducta de tipo impul-
ciales como en los de orientación, selección y sivo. En menor medida, cabe destacar como
consejo, para los que inicialmente estaba diri- factores implicados con esta variable de la con-
gida y que era el principal propósito de Cattell ducta los siguientes: G–, H+ y Q3–.
(3) en l943, al iniciar el desarrollo del l6-PF.
Actualmente, coexiste la adaptación espa- 1. Los sujetos G– suelen caracterizarse por un
ñola (4) de la versión original de esta prueba bajo grado de integración y asimilación de
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con el denominado l6-PF-5 (5), que constituye las normas y convencionalismos sociales,
una actualización de sus contenidos, respetan- actuando guiados por sus propios intereses
do la composición en cuanto a factores de per- y motivaciones, lo que favorece una pauta
232 8. Evaluación de la impulsividad

de acción autoindulgente, impaciente y re- La prueba se puede aplicar a partir de los


quiere una satisfacción inmediata de sus 14-16 años, ya sea individual o colectivamen-
necesidades, lo cual suele facilitar un com- te. No existe un tiempo límite para completar
portamiento de características impulsivas. las respuestas, pero la mayor parte de sujetos
2. Los sujetos H+ suelen caracterizarse por un invierten alrededor de 20 min. Existen dos for-
comportamiento esencialmente audaz y so- mas paralelas de la prueba (A y B), a fin de po-
cialmente atrevido, minimizando las situa- der efectuar un retest sin necesidad de aplicar
ciones de peligro y orientándose hacia la de nuevo los mismos elementos.
búsqueda de sensaciones. El factor N se describe en términos simila-
3. En el caso de los sujetos Q3–, el componen- res a como lo han hecho otros autores con fac-
te ansioso y de precipitación cobra una im- tores relacionados con la estabilidad emocio-
portancia capital, describiendo un compor- nal. Los sujetos que obtienen puntuaciones
tamiento tendente a la desorganización, elevadas suelen ser individuos emocionalmen-
inconstancia e inconsistencia. te lábiles, hipersensibles y con dificultades
para recuperar su tono basal después de una
Por último, hay que destacar cómo la com- situación emocional. Más interesante resulta,
binación de puntuaciones F+, H+ y Q3– constitu- desde el punto de vista de la evaluación de la
ye ya un claro indicador psicométrico de un impulsividad, la descripción del factor E, pues-
grado de impulsividad no despreciable, posible to que las puntuaciones elevadas en este factor
de matizar según las diferencias entre las pun- son propias de sujetos que tienden a mostrar-
tuaciones de los factores antes aludidos. se expansivos, impulsivos y desinhibidos.
Entre las dimensiones globales, se debe Considerando las dos dimensiones de Ey-
destacar la QIII– (baja socialización controlada), senck en un eje de coordenadas, se ubican los
como la mejor de estas dimensiones para ofre- sujetos más impulsivos en aquella porción del
cer una primera aproximación de la magnitud primer cuadrante que quedaría definida por
del comportamiento impulsivo en el examen puntuaciones moderadamente elevadas en N y
psicológico. El sujeto QIII– tiende a actuar según elevadas en E.
sus propios impulsos. Por lo general, una pun-
tuación moderadamente elevada en la dimen- EPQ
sión de extroversión tiende a reforzar la hipóte-
sis de tipo impulsivo en la evaluación. En el Cuestionario de Personalidad de Ey-
senck (Eysenck Personality Questionnaire, EPQ)
EPI (11, 12), ya en 1952, Eysenck señaló la posibili-
dad de que existiera una tercera dimensión
Eysenck, en el Eysenck Personality Inventory principal de la personalidad, independiente de
(EPI), describió la personalidad mediante la N y de E. A esta tercera dimensión la denominó
combinación de dos factores principales que «psicoticismo» (13). Los sujetos que puntúan
denominó «neuroticismo» (N) y «extroversión» alto en esta escala suelen describirse como
(E). Esta hipótesis fue propuesta por primera vez personas solitarias, sin intereses en las relacio-
en 1947 (7). El propio autor desarrolló en 1959 nes interpersonales, escasamente empáticos,
el primer instrumento de evaluación basado en de sensibilidad dura, y de conductas y actitu-
su modelo bidimensional, el Maudsley Personality des excéntricas.
Inventory (MPI) (8). En 1964 publicó el EPI (9), que El cuestionario está compuesto por 94 ítems,
fue adaptado en nuestro país en l973 (10). y de él existen dos formas, el EPQ-J, destinado a
El EPI esta compuesto por 57 ítems que sujetos de edad comprendida entre 8 y 15 años,
permiten evaluar dos dimensiones de persona- y el EPQ-A, para sujetos de 16 años o mayores.
lidad, así como una escala de sinceridad, que Como en el caso del EPI, las puntuaciones
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está tomada del MMPI (subescala de mentira) se expresan en forma de centiles. Para el EPQ-J
e invertida de tal modo que las puntuaciones existen baremos para las diferentes edades (de
elevadas apuntan hacia sujetos sinceros. año en año), y un baremo general para el EPQ-A.
8. Evaluación de la impulsividad 233

MMPI que suelen relacionarse con sujetos que pre-


sentan esta característica.
Constituye una de las pruebas objetivas
más antiguas de cuantas se utilizan hoy en día.
Los trabajos preparatorios de lo que posterior- ESCALAS CLÍNICAS RELEVANTES
mente sería el MMPI se iniciaron a finales de EN LA EVALUACIÓN
la década de 1930, y la primera versión del DE LA IMPULSIVIDAD
MMPI se publicó en 1943 (14). Pese a su rápi-
da aceptación en los medios clínicos no se pu- La evaluación del comportamiento impulsi-
blicó hasta 1945 (15) la versión ya definitiva, vo (18) a partir de puntuaciones de las escalas
realizada por la Psychlogical Corporation. En de Desviación Psicopática («Pd») y de Hipoma-
nuestro país, se adaptó en 1979 (16). A dife- nía («Ma») debe hacerse a partir de puntuacio-
rencia del l6-PF, el MMPI no constituye una nes moderadas en estas escalas (ocasional-
prueba de personalidad de base sino un com- mente, y en población no clínica, se recurre
pleto inventario psicopatológico. Otra diferen- incluso a matizar puntuaciones T < 70), puesto
cia fundamental con la mayor parte de prue- que en niveles más elevados suele recogerse
bas psicométricas al uso es su metodología una conducta desadaptada clara. No obstante,
estadística, sencilla y notablemente original en se aconseja valorar el perfil en su totalidad
su época (este hecho supuso que el MMPI fue- (elevación media, diferencias entre las escalas
se rechazado en los medios académicos hasta más elevadas, actitud ante la prueba, etc.), an-
que su éxito práctico fue una evidencia). El tes de valorar la impulsividad implícita en un
MMPI se desmarca de las complejas técnicas perfil determinado. Siguiendo a Rafael Núñez
estadísticas que, tradicionalmente, obtienen (19), consideraremos las puntuaciones en la
diferencias significativas, pero de valor clínico escala «Pd» con valores que oscilen entre 70 y
cuestionable, para centrar la atención en la ap- 79 (valores T) como representativas de sujetos
titud para discriminar entre grupos de control y no necesariamente afectados de un trastorno
grupos de criterio (experimentales). antisocial de la personalidad, pero sí con una
limitada tolerancia a la frustración, impulsivos,
«Mi cinismo acerca de los usos comunes de la es- con dificultades para establecer relaciones in-
tadística para establecer escalas útiles y válidas terpersonales íntimas y proclives a presentar
me llevó a desarrollar las escalas del MMPI casi conflictos con sus semejantes. Habitualmente,
enteramente sobre la base de diferencias simples estas dificultades se ven moduladas y conteni-
entre significado y distribución, sobrepuestas en- das cuando se trata de sujetos con niveles in-
tre los subgrupos de criterio y otros temas que se telectuales de valor superior al promedio de la
usaban para probar la acción de las escalas preli- población general.
minares. Nosotros, asimismo, nunca dependimos Se debe mencionar el hecho empírico de
de las correlaciones de primer orden ni encontra- que esta escala es proclive a elevarse fácilmen-
mos ningún valor en el análisis factorial. La pre- te en los sujetos más jóvenes, sin que ello im-
gunta crucial siempre fue: “¿Qué tan bien discri- plique necesariamente una desadaptación con
mina la escala de frecuencia grupos de personas valor clínico evidente.
que, se supone, tienen alteraciones de criterio o La escala de «Ma» también ofrece informa-
de diagnóstico, de aquellas que se supone que ción relevante respecto a la impulsividad; no
no lo tienen, o de aquellas que pueden con fundir obstante, se debe destacar que las elevaciones
interpretaciones correctas?”» (17). en ésta son menos frecuentes que en la escala
«Pd», y en valores moderados suele hacer refe-
La prueba se articula en torno a la nosolo- rencia a elementos de tipo situacional más que
gía kraepeliniana, por lo que deberemos ceñir- a rasgos de la personalidad.
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nos a dos escalas de las l0 básicas para evaluar Los valores T comprendidos entre 70 y
la impulsividad, a lo que añadiremos numero- 80 suelen hacer referencia a sujetos con una
sos perfiles de hasta cuatro escalas clínicas, importante actividad, fácilmente irritables e
234 8. Evaluación de la impulsividad

impulsivos. Habitualmente, inician un gran nú- situaciones de riesgo o peligro, para hacer
mero de proyectos, pero perseveran escaso frente al aburrimiento.
tiempo en ellos.
Tradicionalmente, los valores comprendi-
dos entre T60 y T70 se relacionan con sujetos PERFILES DE DOS Y TRES PUNTOS
entusiastas, agradables y sociables, orientados PROPIOS DE PACIENTES IMPULSIVOS
hacia los demás y que son percibidos como sa-
tisfechos, seguros de sí mismos y optimistas. Entre los perfiles de códigos de dos puntos
asociados con una conducta de tipo impulsivo
cabe destacar los siguientes:
ESCALAS ADICIONALES RELACIONADAS
CON LA IMPULSIVIDAD 4-9/9-4. Cuando las escalas de «Pd» y
«Ma» se muestran como las más elevadas del
Factores A y R de Welsh. Normalmente, perfil y no existen otras escalas clínicas con
en esta escala (20) los sujetos impulsivos ob- puntuaciones superiores a T70, hay una clara
tienen puntuaciones por encima de la media evidencia de la existencia de claras alteracio-
en el factor «R», en tanto que el factor «A» tien- nes de la conducta, en la que la impulsividad
de a presentar puntuaciones medias o bajas. constituye uno de los elementos principales
del cuadro clínico. Además, suele tratarse de
Escala del control de la conducta («Cu»). individuos que transmiten una grata imagen
Se trata de una escala (21) que, originalmente, inicial (especialmente si las puntuaciones no
se diseñó para discriminar entre los pacientes son tan elevadas como para suponer una de-
que debían ser hospitalizados y los que po- sorganización importante de la conducta). Sue-
dían realizar un tratamiento en régimen am- len mostrarse seguros, desinhibidos y social-
bulatorio. En el nivel inferior, se encuentran mente competentes; su expresión es fluida, y
individuos con dificultades para la inhibición resultan aparentemente francos. No obstante,
del comportamiento, cuyo riesgo de actuar de su escasa confiabilidad y bajo grado de respon-
modo impulsivo es mayor que en el caso con- sabilidad facilita que ésta sea una imagen es-
trario. casamente perdurable en el tiempo.

Falta de control inhibitorio (Sc5). Esta 1-3-2. Este tipo de perfil pone en evidencia
escala pertenece al grupo de subescalas de- un componente impulsivo notable, ligado al
sarrolladas por Harris y Lingoes (22, 23) para fondo histriónico de la personalidad que suele
evaluar diferentes dimensiones de determina- reflejar. La labilidad afectiva, la tendencia a
das escalas clínicas básicas. Las escalas bási- realizar manifestaciones emocionales intensas,
cas desdobladas en subescalas fueron: «D», la excitabilidad y el débil control emocional
«Hy», «Pd», «Pa», «Sc» y «Ma». La escala Sc5 son elementos que fácilmente se traducen en
corresponde a una de las dimensiones de la es- una conducta marcadamente impulsiva.
cala de esquizofrenia y las puntuaciones ele- Cabe destacar que, en la medida en que la
vadas ponen en evidencia a pacientes con difi- escala 2 (depresión) se eleve, este componente
cultades para el control de sus emociones, se encontrará temporalmente atenuado.
hiperactivos e irritables.
2-4/4-2. Este perfil suele corresponder a
Aceleración psicomotriz (Ma2). Esta su- sujetos afectados de un trastorno depresivo
bescala corresponde a una de las dimensiones mayor, en los que existe una marcada hostili-
de la escala de «Ma», y también forma parte dad y resentimiento, resultantes de conflictos
del conjunto de subescalas de Harris y Lin- ya existentes, sin que se pueda hablar de una
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goes. Los valores elevados implican la exis- conducta antisocial franca. En estos casos, no
tencia de un elevado nivel de excitación y se puede considerar la impulsividad como una
necesidad de obtener estímulos en forma de característica inherente al perfil. No obstante,
8. Evaluación de la impulsividad 235

es más habitual que este tipo de perfiles invier- que se siguen de sentimientos de culpa y arre-
ta la situación, englobando a individuos de ca- pentimiento.
racterísticas marcadamente sociopáticas (don-
de incluiremos la impulsividad) y en los que la
escala de depresión tiene un papel eminente-
mente situacional, reflejando las contingencias  Inventario de Personalidad
negativas derivadas de sus rasgos de persona-
lidad a lo largo del tiempo. Tradicionalmente,
Guilford-Zimmerman
se considera este perfil como el de «psicópata
con problemas». El Guilford-Zimmerman (25) es un inventa-
rio de rasgos de la personalidad de base con
3-4/4-3. Uno de los elementos implícitos larga tradición psicométrica, aunque actual-
en este tipo de perfil es la inestabilidad emo- mente su uso ha decaído notablemente. En su
cional y las dificultades para el control de la revisión de 1975, se compone de 300 ítems que
conducta en general. Welsh y Sullivan (24) des- se deben responder como verdadero o falso,
tacan la importancia de la escala 3 (Hy) como ofreciendo información de 10 factores de la
elemento modulador de las características de personalidad. Estos factores son: nivel general
la conducta, de tal modo que los perfiles 3-4 de actividad (G), autocontrol (R), ascendencia
presentan un riesgo menor en comparación (A), sociabilidad (S), estabilidad emocional (E),
con los 4-3 de que se produzcan conductas im- objetividad (0), benevolencia (F), meditación
pulsivas. (T), relaciones personales o tendencia a la coo-
peración (P) y masculinidad (M).
4-6-2. Este perfil se presenta en sujetos Las frases que componen la prueba se re-
que manifiestan una importante hostilidad y dactaron evitando deliberadamente la forma
resentimiento. El control de sus impulsos re- interrogativa y las afirmaciones en primera per-
sulta deficitario, y suelen experimentar senti- sona, de modo que se buscó el mayor grado
mientos de culpa no despreciables por sus de sencillez y facilidad de comprensión de los
sentimientos y manifestaciones hostiles. Su enunciados. Es una prueba de naturaleza fac-
grado de adaptación suele ser precario, tien- torial, que ofrece una equilibrada descripción
den a experimentar dificultades con las figuras de los rasgos de la personalidad y que cuenta
autoritarias y se comportan de modo manipu- con la ventaja en este caso de aislar un factor
lador, exigente y crítico. que se puede identificar con la impulsividad;
se trata del factor de autocontrol (R), que los
4-7/7-4. La combinación de estas dos es- autores describen en el polo elevado como in-
calas, aparentemente contrapuestas, es poco dicativo de sujetos irreflexivos, con dificultades
frecuente y pone en evidencia una pauta de para asumir responsabilidades importantes.
conducta cíclica que oscila entre períodos ca- Las puntuaciones de este factor pueden mati-
racterizados por la impulsividad, el desprecio zarse a partir de las que se obtienen en los fac-
por las normas sociales y la satisfacción inme- tores G y E (nivel general de actividad y estabi-
diata de deseos y necesidades, con períodos de lidad emocional).
adaptación, firme control de la conducta y arre-
pentimiento por las acciones y conductas pa- MCMI-II
sadas. No obstante, con reiterada frecuencia
los pacientes repiten nuevamente ciclos de El MCMI (26) constituye una herramienta
conducta impulsiva. de evaluación derivada de la teoría de la perso-
nalidad de T. Millon. Dado el ajuste de las es-
7-9/9-7. Este perfil engloba a individuos calas de esta prueba a las categorías del Eje II
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con sentimientos crónicos de tensión y rasgos del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
obsesivoides de personalidad. Junto a ello, se mentales (DSM), esta prueba ha sido redescu-
presentan episodios de Acting-Out impulsivo bierta en sus últimas versiones.
236 8. Evaluación de la impulsividad

Se trata de una prueba construida median- CPI


te el método racional, compuesta por 175 ítems
de respuesta dicotómica (verdadero/falso). Al igual que el MMPI, el California Psychological
El conjunto de la prueba está formado por Inventory (CPI) (27) es un instrumento de larga
veinte escalas clasificadas en tres grandes gru- tradición dentro de la evaluación psicológica,
pos: escalas básicas (correspondientes a tras- siendo comunes en ambos instrumentos algu-
tornos de la personalidad), personalidades nos de sus autores más significados. Asimismo,
patológicas, síndromes clínicos de gravedad 194 de los 462 elementos iniciales del CPI se to-
moderada y de gravedad elevada. Existen, ade- maron del MMPI.
más, tres escalas de validación que permiten A finales de la década de 1940, su autor,
valorar el patrón de respuesta tendente a ofre- Gough, desarrolló las dos primeras escalas; ca-
cer una falsa buena imagen (deseabilidad so- pacidad de estatus y tolerancia. Posteriormen-
cial), así como su contrario; es decir, permite te, y en colaboración con otros autores (Meehl,
distinguir los casos en los que se presenta una Peterson y McClosky), se agregaron las escalas
imagen falsamente negativa (escala de altera- de dominancia, responsabilidad y socialización.
ción). Finalmente, existe una tercera escala El propósito inicial para aplicar una prueba
constituida por ítems cuya respuesta afirmati- como el CPI era el de evaluar variables cotidia-
va resulta extraordinariamente infrecuente, de nas que, normalmente, usan las personas para
tal modo que se admiten para su corrección comprender, clasificar y predecir su propia con-
(con reservas) protocolos en los que se ha res- ducta y la de los demás.
pondido verdadero a una de estas preguntas, Finalmente, el CPI se publicó en 1951, con
invalidándose automáticamente si el número una composición de 548 elementos, puntuán-
es mayor. dose 15 escalas. Con posterioridad, se lanzó
Las escalas de personalidad antisocial, de una versión final en 1956, con 18 escalas y una
personalidad agresivo/sádica y personalidad lí- reducción de elementos hasta los 480.
mite evalúan la impulsividad como un proceso La versión española de esta prueba se reali-
funcional, en tanto que la escala de Personali- zó sobre la base de la revisión de 1987, en la
dad Histriónica evalúa la impulsividad como que se eliminaron 18 elementos y se modificó
un atributo estructural. la redacción de otras 29. En esta nueva versión
La conducta impulsiva evaluada por la es- se añadieron dos nuevas escalas, independen-
cala de Personalidad Antisocial hace referencia cia y empatía, más otras tres que permiten eva-
a la forma en que se percibe la conducta, de luar las tres dimensiones estructurales subya-
tal modo que se refiere a un sujeto impetuoso, centes a todo el instrumento.
que actúa de modo apresurado y sin dejar En el CPI, las configuraciones propias de
prácticamente tiempo para la reflexión. En el sujetos impulsivos (28) son las siguientes:
caso de la personalidad agresivo/sádica la con-
ducta es esencialmente imprudente, con apa- 1. Puntuaciones bajas en Re y Sc. Suele tratarse
riencia de invulnerabilidad al sufrimiento, exis- de personas escasamente consistentes en
tiendo una fascinación por los desafíos y el sus planes y con dificultades de atención y
riesgo y sin que se aprecie una adecuada valo- concentración. Su conducta se caracteriza
ración del peligro o el castigo. En la personali- por la precipitación, la impulsividad y la
dad límite se da un nivel de energía desborda- escasa atención a los detalles.
do, que cursa con repetidas explosiones en las 2. Puntuaciones bajas en So y Sc. Las personas
cuales aparece la conducta más impulsiva. con este perfil suelen ser excitables y agre-
Por último, cabe destacar que la escala de sivas. Se trata de sujetos que precisan de
Personalidad Histriónica refleja una expresión un control externo notable, pero que tien-
afectiva inconstante y oscilante, exhibiendo den a resistirse activamente a él.
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emociones espectaculares y breves que facili- 3. Puntuaciones bajas en So y F/M. Se trata de


tan una actuación impetuosa y tendente al en- personas decididas, confiadas, impulsivas,
tusiasmo. obstinadas en sus opiniones. Su conducta
8. Evaluación de la impulsividad 237

suele caracterizarse por la tendencia a la A través del análisis factorial, los autores
rebeldía y la irritabilidad ante los límites y identifican cinco grandes factores de personali-
las exigencias externas. dad: neuroticismo, extroversión, apertura a la
4. Puntuación elevada en Sc y baja en Re y So. Este experiencia y responsabilidad. Cada uno de es-
perfil suele asociarse con individuos extre- tos factores se descompone a su vez en seis fa-
madamente violentos, con frecuentes y pro- cetas distintas.
longados episodios de pérdida del control. Whiteside y Lynam (31) describen la rela-
5. Puntuación elevada en Sc y baja en Sa. Este per- ción entre la impulsividad y el modelo de los
fil se ha asociado con elevados niveles de «cinco grandes». En concreto, se describen
hostilidad controlada. Tradicionalmente, cuatro facetas relacionadas con la impulsivi-
este tipo de personas suelen mostrar ele- dad en tres factores distintos:
vados niveles de control de la conducta,
1. (Baja) deliberación (factor responsabilidad). Las
si bien eventualmente pueden presentar
bajas puntuaciones en esta faceta caracteri-
episodios de desinhibición y raptos im-
zan a sujetos activos que no planifican an-
pulsivos.
tes de comenzar una acción. Esta faceta
6. Puntuaciones elevadas Ai y Fx. Suele tratarse
describe características similares a las me-
de sujetos con un elevado nivel de activi-
didas por la Escala de Control de Tellegen
dad, innovadores y creativos. Eventual-
y al factor No-planificación de Barratt.
mente, pueden actuar de forma descuida-
2. Impulsividad (factor neuroticismo). Esta faceta
da e inconsistente.
describe personas irritables, con tendencia
7. Puntuaciones elevadas en Ai y bajas en Ac e Ie.
a actuar como resultado de un intenso afec-
Este perfil es característico de sujetos
to negativo.
orientados a la acción, emprendedores y
3. Búsqueda de excitación (factor extroversión). Mide
autosuficientes.
la tendencia hacia la búsqueda de placer y
8. Puntuaciones elevadas en Fx y bajas en Sc. Perfil
excitación mediante actividades de tipo
correspondiente a individuos que actúan
aventurero. Esta faceta mide variables simi-
con rapidez, hiperactivos, impulsivos, volu-
lares al rasgo «Búsqueda de Sensaciones»
bles y de humor lábil.
descrito por Zuckerman (32).
9. Puntuaciones elevadas en Fx y bajas en Re y So.
4. (Baja) autodisciplina (factor responsabilidad).
Se trata de personas de conducta irrespon-
Mide la persistencia del sujeto en una acti-
sable, con un bajo grado de interiorización
vidad hasta su finalización. Las personas
de normas y convencionalismos sociales,
con baja autodisciplina no pueden forzarse
impulsivas y egocéntricas.
a continuar una actividad planificada por
10. Puntuaciones elevadas en Do, Sp, Sa, Ai y Fx, ba-
ellas mismas.
jas en Sc, Gi y Ac. Este perfil corresponde a
sujetos originales en sus procedimientos A pesar de la reciente creación de este in-
y poco dados a seguir fielmente normas ventario de personalidad, es uno de los más
establecidas. Sobre una apariencia creati- prestigiosos en la evaluación de la personali-
va y emprendedora pueden advertirse ele- dad normal, con datos que avalan su validez in-
mentos relacionados con la inconstancia y terna y externa, y la consistencia interna de las
la impulsividad. facetas descritas.

NEO-PI-R

El Inventario de Personalidad NEO revisa-


 Tests proyectivos
do (29), basado en el modelo de los «cinco
grandes factores» de McCrae y Costa (30), per- Los tests proyectivos se apoyan en la teo-
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mite una evaluación global de la personalidad ría psicodinámica y de la Gestalt para realizar
a través 240 elementos, con respuestas tipo Li- un análisis dinámico y global de la personali-
kert de cuatro opciones. dad. El comportamiento observable (respues-
238 8. Evaluación de la impulsividad

tas del sujeto) se toma como reflejo de la vida ción que realiza el sujeto acerca de su persona-
interna del evaluado, aspecto que no es tan ac- lidad y ambiente, aspectos entre los cuales
cesible a la conciencia como para ser evaluado también se puede evaluar si existen caracterís-
por pruebas psicométricas (33). ticas impulsivas en su ejecución. A continua-
Para poder acceder a este mundo interno, ción, se especifican algunas variables formales
se enfrenta al sujeto con unas instrucciones va- y de contenido indicativas de la existencia de
gas, de manera que su respuesta será libre y características impulsivas:
podrá reflejar con mayor veracidad sus caracte-
rísticas internas. La respuesta del sujeto, por lo 1. Tamaño del dibujo. Este aspecto formal da a
tanto, ya no está sujeta a reglas que coarten su entender cómo responde el individuo ante
libre expresión. las presiones del entorno. Un dibujo excesi-
Ante las respuestas libres, la interpretación vamente grande en relación al tamaño del
del clínico debe realizarse en un registro cuali- papel indica que el sujeto se muestra ex-
tativo, influenciado por la subjetividad. Esta pansivo, con fantasías de omnipotencia y
forma de corrección presenta problemas de va- tendencia a descargar en el ambiente los
lidez y fiabilidad que obligan a aplicar con cau- impulsos agresivos.
tela las hipótesis obtenidas. 2. Presión. La presión del lápiz sobre el papel
Entre los tests proyectivos que se exponen es un indicador del nivel energético del in-
en este capítulo para dar a conocer los signos dividuo.
de impulsividad se encuentran el de Rors- 3. Trazo. Los trazos del dibujo pueden informar
chach, el House Tree Person (HTP) y el Bender. acerca del control de la conducta por parte
del individuo, de manera que los trazos lar-
HTP gos sugieren un fuerte control sobre la con-
ducta mientras que los trazos entrecorta-
El HTP es un test proyectivo gráfico que dos denotan aspectos más impulsivos. Las
ofrece la posibilidad de observar la imagen in- líneas dentadas se relacionan con la hosti-
terna que el examinado tiene de sí mismo y de lidad, y las líneas quebradas, con la inse-
su ambiente (34). Esta prueba está compuesta guridad o ansiedad.
por los siguientes tests: 4. Emplazamiento del dibujo en el papel. Cuanto
más a la izquierda del punto medio de la
1. Test de la figura humana (Machover). Refleja la
página se encuentra el punto medio del
imagen de sí mismo y del ambiente más
dibujo mayor es la posibilidad de que el
cercana a la conciencia.
individuo se comporte impulsivamente,
2. Test del árbol (K. Koch). Recoge la proyección
buscando satisfacción inmediata a sus ne-
del concepto de sí mismo.
cesidades.
3. Se añade a los dos tests anteriores el dibu-
5. Movimiento. Aquellos dibujos (sobre todo los
jo de una casa, que representa la proyec-
referidos a la figura humana) que más de-
ción de la situación familiar.
notan movimiento reflejan individuos con
Este test es de aplicación individual, de du- impulsos hacia la actividad motora.
ración variable y apto para cualquier nivel de 6. Cuello de la figura humana. En el lenguaje pro-
edad. Se ofrece al sujeto evaluado un papel en yectivo, el cuello figura como vínculo entre
blanco, un lápiz y una goma. La consigna con- el control intelectual (cabeza) y los impul-
siste en pedir al sujeto que dibuje el elemento sos del ello (tronco). Cuando éste es excesi-
requerido (casa, árbol, persona). Los dibujos vamente largo, puede indicar una dificultad
se siguen de un interrogatorio estandarizado, en el control y dirección de los impulsos.
pero abierto a posibles cambios, en el que se 7. Brazos. Cuando éstos se dibujan en la figura
pretende explicitar la intención del sujeto con humana excesivamente largos y extendi-
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respecto a sus dibujos. dos, o se dibujan los puños cerrados, pue-


Los aspectos formales y de contenido de de sugerir impulsos agresivos dirigidos ha-
los dibujos requeridos proporcionan la proyec- cia el exterior.
8. Evaluación de la impulsividad 239

De este análisis no se puede extraer que la a) Aumento-superposiciones: falta de aten-


persona posea una falta de control de los im- ción a los límites, falta de preocupación
pulsos. Es necesario que el clínico sea caute- por los demás. Agresión con el am-
loso en la interpretación de estas pruebas, que biente.
dan una visión general de la personalidad del
2. Tratamiento de las figuras.
individuo pero muy ligada a la subjetividad
del clínico. a) Tamaño: las figuras grandes expresan
falta de control y de inhibición.
Test gestáltico visomotor
2. Alteraciones de las líneas.
Se trata del test clínico de Bender (35), ba- a) Figuras precisas pero exageradas: es-
sado en la psicología de la Gestalt, que permi- fuerzo fallido de inhibir, sujetos en los
te numerosas aplicaciones. Evalúa la función que alternan la impulsividad y la rigidez.
gestáltica visomotora para dar a conocer el gra- b) Líneas exageradas: no inhibición de los
do de maduración, la patología mental infantil impulsos.
y adulta, así como las desviaciones de la per- c) Ángulos redondeados: impulsividad.
sonalidad.
Permite una evaluación cuantitativa a tra- Test de Rorschach
vés de signos patognomónicos, y también pue-
de ser utilizado como test proyectivo. El Rorschach apareció en 1921 como un ex-
La prueba consiste en ofrecer al sujeto un perimento de percepción para el que se usaba
folio en blanco en el que debe realizar la copia un conjunto de 40 manchas de tinta, que fueron
de nueve figuras geométricas que se le presen- reducidas a 10 cuando se planteó aplicar las lá-
tan sucesivamente. minas al estudio del pensamiento inconsciente.
Wolf (36) sugiere que las características de El mayor desarrollo de esta prueba se ha
la producción gráfica son expresivas de la per- producido en Estados Unidos, y existen dife-
sonalidad del examinado. A través del análisis rentes sistemas de codificación e interpreta-
grafométrico, se pueden inferir rasgos de per- ción. Uno de los más extendidos es el sistema
sonalidad de tipo impulsivo: comprensivo de Exner, que intenta integrar to-
das las líneas existentes, logrando mejorar la
1. Carácter del trazo.
fiabilidad interclínica y la validez.
a) Presión fuerte: fuerza, vitalidad. Tras la realización de la prueba, las res-
b) Líneas rectas: rapidez, decisión. puestas se codifican y clasifican según tres ca-
c) Movimientos bruscos: impulsividad. tegorías:
d) Movimientos grandes y amplios: expan-
1. Clasificación de la localización. Hace referencia al
sión.
área de la mancha utilizada por el sujeto
2. Carácter de las formas. (mancha completa, detalle común, etc.).
2. Clasificación del determinante. Indica cuál de los
a) Preferencia por grandes formas: tenden-
rasgos de la mancha motivó al sujeto a per-
cia a la expansión.
cibir el contenido que nos comunica (for-
b) Líneas dentadas: irritación.
ma, movimiento, color).
c) Grandes líneas hechas impulsivamente:
3. Clasificación de contenido. Es una abreviatura
actividad.
para codificar la clave del objeto percibido.
Bell (37) señala que las siguientes caracte- (H para humano, Bt para botánico, Sx para
rísticas formales del dibujo están relacionadas sexual, etc.).
con aspectos impulsivos:
El control maduro y estable de los impulsos
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1. Distribución de las copias en el protocolo se produce a partir de la existencia de un Yo


de prueba: orientación general del sujeto capaz de resistir las demandas del Ello y, a su
con respecto al ambiente. vez, de poder tolerar la frustración y la ansiedad.
240 8. Evaluación de la impulsividad

Los sujetos con un adecuado control de los miento (M) suelen ser sensibles a las influen-
impulsos presentan una serie de elementos ca- cias del ambiente y de los demás, y con fre-
racterísticos (38): cuencia sus síntomas suelen adoptar la forma
de actuaciones.
1. M mayor que FM. Frecuentemente hay que plantearse hasta
2. FC mayor que CF + C. qué punto las tendencias básicas del indivi-
3. F+ % adecuado. duo son reprimidas, negadas o distorsionadas.
4. F % extendido que incluye todas las respues- A tal fin, se considera la cantidad y originali-
tas de forma definida entre el 80 y el 90 %. dad de las respuestas, el contenido y la can-
5. F entre el 20 y el 50 %. tidad de respuestas de color, la cantidad de
6. Mayor cantidad de respuestas acromáticas respuestas de textura y la variedad de actitu-
que cromáticas. des expresadas en las respuestas de movi-
7. F+ extendido superior al 70 %. miento humano.

Levi (39) menciona cuatro patrones indica- Test de Relaciones Objetales


tivos de tendencia a la actuación psicopática:
El Test de Relaciones Objetales (TRO) de
1. Predominio de las respuestas de pequeño Phillipson (40) es una prueba orientada a
detalle (Dd). la evaluación de las principales variables de la
2. Predominio de respuestas de movimiento personalidad mediante un procedimiento de
humano (M). tipo aperceptivo-temático. Parte de la técnica
3. Protocolos de F + 9 de 100 %. de las relaciones objetales inconscientes, de-
4. Tres o más respuestas con uso del color sarrollada por Klein, combinando este princi-
negro (C’). pio teórico con las características proyectivas
del Rorschach (material ambiguo, determinan-
Habitualmente, estos cuatro tipos de pro- tes de forma, color, sombreado y movimiento)
tocolos corresponden a sujetos con un grado y del Test de Apercepción Temática (TAT) (na-
de control extremo, pero con una importante rraciones que se obtienen a partir de la aper-
tendencia a la actuación, lo que supone una cepción de situaciones de relación interper-
conducta subyacente sumamente impulsiva. sonal).
Es común que la impulsividad se exprese a La impulsividad aparece en esta prueba en
través de los siguientes elementos: relación al manejo de los elementos cromáti-
cos introducidos en algunas láminas para de-
1. CF + C mayor que FC. tectar este tipo de problemas. De este modo
2. Número de respuestas cromáticas que llega destacaremos el globo rojo de la lámina C3.
a doblar la cantidad de respuestas acro- Otra lámina útil en la valoración del control de
máticas. impulsos es la derivada de una escena de1 film
3. CF con contenido de «explosión», «volcán «El acorazado Potemkin» y en la que un tema
en erupción», respuestas FC–. que aparece con frecuencia es el de la rebelión
contra la autoridad. En general, el modo en el
Para diferenciar la impulsividad de la ac- que el individuo maneja el color nos ofrecerá
tuación psicopática, es necesario valorar el información de valor respecto al autocontrol.
conjunto de respuestas del protocolo. No En los casos de respuestas más adaptadas el
es extraño que, en el caso de los individuos color se une a la forma para estructurar un ob-
afectados de trastornos de tipo psicopático, jeto bien percibido. Cuando el grado de adap-
se pueda registrar una marcada pobreza in- tación es menor pueden aparecer desde obje-
terior junto a elevadas expectativas de tipo tos mal percibidos por influencia del color
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intelectual. hasta shoks al color, pasando por referencias


Los pacientes que ofrecen una mayoría de desplazadas, postergaciones del impacto y ne-
respuestas de color (C) sobre las de movi- gaciones del color.
8. Evaluación de la impulsividad 241

 Escalas de evaluación En la actualidad, esta escala se utiliza en su


11.ª revisión (BIS-11), y ha demostrado en nu-
conductual merosas investigaciones (42) la consistencia
interna de sus medidas y su utilidad, tanto en-
Escala de Impulsividad de Plutchik tre poblaciones clínicas como generales. La
mencionada revisión ha sido adaptada al espa-
La Escala de Impulsividad de Plutchik (EI) (41) ñol (43), demostrando la equivalencia de am-
está diseñada para evaluar conductas impulsi- bas formas, incluyendo la equivalencia concep-
vas; se halla constituida por 15 ítems relativos tual y la lingüística.
a la tendencia del examinado a actuar sin pre-
via reflexión acerca de su conducta, es decir, Escala de búsqueda de sensaciones
de modo impulsivo. Los ítems se relacionan
con cuatro áreas fundamentales: Asociados al término de impulsividad se
han incluido un heterogéneo conjunto de ras-
1. Capacidad para planificar (3 ítems).
gos entre los que podemos encontrar térmi-
2. Control de los estados emocionales (3 ítems).
nos como búsqueda de sensaciones, búsqueda
3. Control de conductas alimentarias, sexua-
de novedad o susceptibilidad al aburrimiento.
les o relacionadas con el manejo del dine-
El rasgo búsqueda de sensaciones es descri-
ro (3 ítems).
to por Zuckerman (44) como la necesidad de va-
4. Otras conductas (6 ítems).
riedad, novedad y complejidad de sensaciones
Las respuestas se recogen en forma de fre- para poder mantener un nivel óptimo de acti-
cuencia de la conducta, en una escala de cua- vación. Este rasgo, como se ha visto anterior-
tro puntos que oscila entre los valores cero y mente en el desarrollo de la escala NEO-PI-R,
tres (nunca, a veces, a menudo y casi siempre). es un aspecto relacionado con el amplio con-
Sin embargo, los ítems 4, 6, 11 y 15 se puntúan cepto de impulsividad.
en sentido inverso (casi siempre, a menudo, a La Escala de Búsqueda de Sensaciones (Sen-
veces, nunca). La escala es autoaplicada, y la sation-Seeking Scale, SSS) (45) está diseñada para
puntuación directa puede alcanzar un máximo evaluar el rasgo búsqueda de sensaciones.
de 45 puntos, proponiendo los autores de la Consta de cuatro subescalas compuestas por
adaptación española un punto de corte de 20. 10 ítems cada una, a los que el sujeto debe res-
ponder de forma afirmativa o negativa. Las sub-
Escala de Impulsividad de Barratt escalas que se obtienen son las siguientes:

La Escala de Impulsividad de Barratt (Barratt 1. Búsqueda de emociones (BEM). Búsqueda de


Impulsiveness Scale, BIS-11), desarrollada por Ba- sensaciones físicas a través del peligro y la
rratt y cols. ha conseguido uno de los acerca- aventura.
mientos más comprensivos a la impulsividad 2. Búsqueda de excitación (BEX). Búsqueda de
(31), incluyendo información de diversas pers- nuevas experiencias a través de sensacio-
pectivas: el modelo médico, el modelo psicoló- nes y otros estilos de vida.
gico, el modelo comportamental y el modelo 3. Desinhibición (DES). Búsqueda de sensacio-
social. Sus investigaciones identifican tres gran- nes a través de actividades no normativas,
des factores que reflejan los diferentes compo- como las drogas.
nentes de la impulsividad: impulsividad aten- 4. Susceptibilidad al aburrimiento (SAB). Escasa to-
cional, impulsividad motora y no planificación. lerancia hacia actividades de tipo rutinario.
Constituye uno de los instrumentos más
utilizados en los últimos tiempos para la eva- Las subescalas fundamentalmente relacio-
luación de la impulsividad. Está compuesta nadas con el concepto de impulsividad son
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por treinta ítems que deben valorarse como: DES y SAP (31).
raramente, nunca; ocasionalmente; frecuente- Zuckerman y Bone (44) encuentran rela-
mente o casi siempre. ción entre los rasgos de búsqueda de sen-
242 8. Evaluación de la impulsividad

TABLA 8-1 Medias y desviaciones estándar obtenidas por la población normativa española
en la Escala de Búsqueda de Sensaciones

BEM BEX DES SAB Total

Hombres (n = 173) 6,8 (2,6) 5,7 (2,1) 5,1 (2,5) 3,6 (2,2) 21,3 (6,4)
Mujeres (n = 176) 6,1 (2,4) 5,4 (1,9) 3,0 (1,9) 3,0 (1,9) 17,7 (5,3)

saciones e hipomanía, así como con un núme- El sistema de inhibición conductual ha sido
ro mayor de experiencias relacionadas con el relacionado con el rasgo ansiedad y con pun-
sexo y las drogas. tuaciones altas en introversión y neuroticis-
Pérez y Torrubia (46) adaptaron esta escala mo. El sistema de activación conductual ha
al castellano con una aceptable fiabilidad y va- sido relacionado con la impulsividad y con
lidez (tabla 8-1). puntuaciones altas en neuroticismo y extro-
La corrección (47) a esta escala se realiza versión. En este modelo, los rasgos de an-
del siguiente modo: siedad e impulsividad se consideran opuestos
entre sí.
1. Respuestas afirmativas: 1 punto. Torrubia y cols. (48) presentan un autoinfor-
2. Respuestas negativas: 0 puntos. me que permite la medida de los sistemas mo-
3. Puntuación total: la suma de todas las res- tivacionales propuestos por Gray, el Sensitivity to
puestas afirmativas. Punishment and Sensitivity to Reward Questionnaire
4. Puntuaciones de cada escala: (SPSRQ). Este cuestionario está compuesto
por dos escalas desarrolladas a partir de ítems
a) BEM: sumar puntuaciones de 1, 5, 9, 13,
que describen el funcionamiento de los siste-
17, 21, 25, 29, 33 y 37.
mas SIC y SAC. La escala de susceptibilidad al
b) BEX: sumar puntuaciones de 2, 6, 10,
castigo (SC) describe el funcionamiento del
14, 18, 22, 26, 30, 34 y 38.
SIC (respuesta de evitación ante señales de
c) DES: sumar puntuaciones de 3, 7, 11,
castigo), y la escala de susceptibilidad al re-
15, 19, 23, 27, 31, 35, y 39.
fuerzo (SR) describe el funcionamiento del SAC
d) SAB: sumar puntuaciones de 4, 8, 12, 16,
(respuesta de acercamiento ante señales re-
20, 24, 28, 32, 36 y 40.
forzantes). Esta última escala, se correlaciona
5. A mayor puntuación mayor presencia positivamente con la Escala de impulsividad
del rasgo. de Eysenck y las Escalas de Búsqueda de Sen-
saciones de Zuckerman.
Cuestionario de Sensibilidad al castigo Las escalas SC y SR presentan independen-
y Sensibilidad al refuerzo cia entre sí, y una consistencia interna y validez
test-retest satisfactorias.
Este cuestionario (48) está basado en el
modelo de personalidad de Gray (49, 50), quien Upps Impulsive Behavior Scale
describe los sistemas motivacionales que diri-
gen la conducta: sistema de inhibición conduc- Como a lo largo de estas páginas estamos
tual (SIC), que responde a aquellas señales del exponiendo, existe una gran diversidad de con-
ambiente relacionadas con el castigo; el siste- ceptos recogidos bajo el término impulsividad.
ma de activación conductual (SAC), que res- Los autores de esta escala (31) se proponen
ponde ante las señales que impliquen refuerzo, como objetivo la identificación de aquellos
y el Sistema de Lucha-Huida. Los sistemas SIC rasgos que han sido recogidos bajo el término
y SAC tienen conexiones inhibitorias entre sí y impulsividad a lo largo de las diferentes teorías
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ambos envían inputs excitatorios al sistema de la personalidad. Basándose en el modelo de


de lucha-huida para que inicie un acercamien- los «cinco grandes» de McCrae y Costa, exami-
to o una evitación del signo percibido. nan si los cuatro aspectos de la impulsividad
8. Evaluación de la impulsividad 243

inherentes a este modelo se correlacionan con 1. Impulsividad funcional. Es la tendencia a en-


las diversas concepciones de personalidad que granar un procesamiento de información
aparecen a lo largo de la literatura científica. rápido y tendente al error (p. ej., actuar con
Identifican cuatro factores relacionados con poca previsión) cuando dicha estrategia
lo que se ha venido llamando impulsividad: está sometida óptimamente a los otros ras-
gos de personalidad del individuo.
1. Urgencia. Mide la tendencia a experimentar 2. Impulsividad disfuncional. Es la tendencia a en-
fuertes impulsos bajo condiciones de afec- granar un procesamiento de información
to negativo. Está relacionada con la faceta rápido y tendente al error por la incapaci-
impulsividad del NEO-PI-R. dad para usar uno más lento.
2. (Falta de) premeditación. Mide la tendencia a
pensar y reflexionar sobre las consecuen- Cuestionario de Impulsividad I-7
cias de los actos antes de llevar a cabo una
acción. Está relacionado con (falta de) de- Eysenck y cols. (53) consideran la impulsi-
liberación del NEO-PI-R y a la dimensión vidad a partir de dos componentes: la osadía
de impulsividad identificada por Eysenck y dentro de la dimensión extroversión, y la im-
Eysenck (51). pulsividad dentro de la dimensión psicoti-
3. (Falta de) perseverancia. Habilidad individual cismo. A partir de esta premisa, elaboran el
para mantener la atención en una tarea que Cuestionario de Impulsividad I-7, compuesto
puede ser aburrida o difícil. Está asociada por 54 ítems, con respuestas verdadero-falso
a la faceta autodisciplina del NEO-PI-R. para medir los rasgos de impulsividad, osadía
4. Búsqueda de sensaciones. Tendencia a disfrutar y empatía.
de actividades emocionantes y de nuevas
experiencias, que pueden o no ser peligro- ¿Sabe controlar sus impulsos?
sas. Está asociada a la faceta de búsqueda
de excitación del NEO-PI-R. (www.virtualcom.es/vcom/pisco/per_7.htm)
Se trata de una escala de impulsividad re-
En su investigación, Whiteside y Lynam sidente en una página Web. Constituida por
(31) presentan una primera aproximación a veinte ítems de respuesta dicotómica (sí-no).
este instrumento, cuyas propiedades psicomé- Al igual que la escala anterior, los ítems hacen
tricas y estructura factorial aún necesitan ser referencia a comportamientos tradicionalmen-
investigadas, así como su confiabilidad y vali- te catalogados como impulsivos.
dez. Esta investigación representa un primer La valoración de la escala se realiza on-line
paso para poder integrar en un mismo cues- y se obtiene inmediatamente en forma de gra-
tionario las distintas concepciones de impulsi- do de impulsividad.
vidad existentes en la literatura actual.

Escala de impulsividad funcional BIBLIOGRAFÍA


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