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UN RESTO FANTASMÁTICO

día arreglármelas solo. Las oportunidades que me ofrece la vida


esta, son exprimidas sin lograr calmar mi sed. En las quince pr
cienes que realicé después del pase hasta el momento procuré transmitir
algo de ese alegre saber obtenido. Trágico... era lo de antes.
Los límites del decir*
Silvia Salmón**

En las distintas intervenciones que he tenido a lo largo de estos dos


años como AE pude referirme de diferentes maneras, a lo que fue para
mí hacer la experiencia'del análisis. En relación a lo analizado, fue una
experiencia de convicción en la existencia del inconsciente. En relación
a la transferencia, fue una experiencia de amor. En relación al goce, una
experiencia de cuerpo.
Hoy y como una contribución a los temas que nos ocuparán en los
próximos tiempos, quiero referirme al análisis como una experiencia de
la inconsistencia del Otro.
Inconsistencia que es también la del significante y la del semblante.
Será un modo de abordar los límites del decir que resultan del pro-
pio trabajo analítico.

La reducción analítica

En el recorrido dé un análisis, las diferentes interpretaciones y lec-


turas de lo que nos pasa y de lo que somos, convergen en unos pocos
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?»üi«áaa wwssu" risos SMS «ücrsst KUJRIITOivítKsscau. elementos, que por su repetición pueden ser aislados del conjunto de

Testimonio presentado en el IX Congreso de la Escuela Brasileña de Psicoanálisis (EBP),


en Tiradentes, Brasil. Abril de 2011.
Psicoanalista en Buenos Aires, Argentina. Miembro de la Asociación Mundial de Psi-
coanálisis (AMP) y de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL). Analista de la Es-
cuela, A E, 2010.

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LOS LÍMITES DEL UECIR
Silvia Salman

los elementos significantes. De este modo podemos captar las significa- La crítica a la función fúlica
ciones dominantes que de una manera u otra están enlazadas en el dis-
curso, por una ley de composición interna que se encuentra delimitada Aislar la fórmula que concentraba el pathos del sujeto, no alcanza-
por la regla del fantasma, la repetición de la pulsión y lo necesario del ba para desembarazarse de él. Fue necesario un trabajo detallado sobre
síntoma. la misma, trabajo que implicó un cuestionamiento del universo fálico y
Un psicoanálisis procede por la vía del detalle. una desestructuración de lo simbólico que velaban lo real tras la panta-
Tanto cuando aisla el significante amo alrededor del cual se ordenó lla del fantasma.
la vida del sujeto, que podría definirse como el detalle de la letra. Como Así pude percibir que et "dibujo animado" había condicionado una
cuando explora el goce y la satisfacción pulsional que se obtiene de él, modalidad de goce que incidía tanto en el cuerpo como en la posición
que podría definirse como detalle del objeto. sexuada.
La operación del analista, consiste en ofrecerse en calidad de sem- En el primer testimonio que presenté en el Congreso de la AMP en
blante, como la causa del deseo del analizante para permitirle producir París, destaqué por lo menos tres elementos que se encuentran concen-
esos significantes que organizaron sus identificaciones. trados en el "dibujo animado".
"Dibujo animado" fiíe el significante paterno alrededor del cual En primer lugar, lo vivo en lo animado. Ese rasgo hacía de contra-
se construyó tanto el síntoma como el fantasma. Enlazado a este sig- punto al goce mortífero de la anorexia vinculado al Otro materno. Sin
nificante, el trabajo analítico permitió captar la prevalencia del objeto embargo no dejaba de producir un cuerpo mortificado por el significan-
mirada que se recortaba en el horizonte del padre. te paterno que condicionaba todos los lazos amorosos.
De este modo significante y objeto se unieron para plasmar la neu- En segundo lugar, un cuerpo que se escabulle, que no puede ser
rosis y fijar el núcleo del inconsciente. Invención subjetiva que por ser agarrado ya que no se trata de un cuerpo de carne y hueso sino de un di-
una invención de sentido es siempre más o menos un delirio singular. bujo. Ese rasgo había dado lugar a la constitución del síntoma que en el
En el comienzo del último análisis, esta frase del padre "dibujo transcurso del análisis pude nombrar como "huidiza". Esta modalidad
animado", pudo ser localizada como la fórmula a partir de la cual se de goce que facilitaba la sustracción del cuerpo, mantenía la consisten-
volvió legible el programa de goce del sujeto. Un Si que a lo largo del cia escurridiza e inapresable del dibujo.
análisis se enlazó con otros significantes produciendo una cadena de Y en tercer lugar, un modo de nombrar en masculino, que dejaba
goce-sentido que sólo al final habría de separarse. en suspenso la construcción de un cuerpo de mujer. Ese rasgo determi-
Ya me referí a esta fórmula en otros testimonios. Hoy quiero resi- naba una cierta posición sexuada que me identificaba a los semblantes
tuarla para destacar el trabajo de deconstrucción que el análisis produjo fálicos que vestía con las ropas del padre.
sobre ella. Una crítica sistemática al universo fálico al cual pertenecía, El señalamiento por parte del analista de que el "dibujo animado"
permitió finalmente hacerla inconsistir dando lugar al advenimiento de era un nombre masculino, hizo emerger ciertos recuerdos ligados a di-
otro estilo de significante. cha posición.
Durante los años de la adolescencia, y amparada en el furor de la
moda unisex, me vestía con la ropa de hombre que se vendía en el ne-
gocio de mi padre.

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LOS LÍMITES DEL DECIR Silvia Sdlimín

A su vez, de niña, prefería jugar con los juguetes de mi hermano tos que lo "animado" había producido en el cuerpo. ¿Cómo desprender-
que siempre me resultaban más atractivos que la gran variedad de mu- se de ese significante que me había vivificado separándome del goce
ñecas provistas especialmente por la abuela materna a la vuelta de sus mortífero materno?
viajes por el mundo. Para mi sorpresa, el inconsciente comenzó a escribir lo que en
Finalmente, el pelo corto a causa del cabello enrulado contribuía a lo real se presenta como la erosión del significado. Una serie de sue-
mantener en esos tiempos un semblante de varón. ños que indicaron y provocaron la separación del goce y el sentido,
desestructuraron progresivamente el ordenamiento simbólico que los
sostenía.
El eclipse de lo simbólico El primero de ellos comenzaba a interpretar el enigmático signifi-
cante desanimado librado por el analista que anunciaba los tiempos que
A través de este minucioso trabajo analítico, pude acceder a lo que venían: "Un espacio grande, con recorridos y escaleras se transforma
llamé en otras ocasiones, un momento de esclarecimiento. en un espacio vado. La imagen es difusa, esfumada y, borrosa. Una
Este esclarecimiento de las identificaciones fálicas y de la gramá- palabra escrita en una lengua extranjera "des-investissement".
tica pulsional que las sostenía, puso en evidencia lo que se repetía una Con sorpresa me encuentro en las asociaciones diciendo: "desdi-
y otra vez en los distintos aspectos de la vida. La obtención de un saber bujado".
producía efectos en los lazos más íntimos. Pero aún no se trataba del En otro sueño la ciudad de "Quito ", sede del próximo Encuentro
momento de separación, aquel en el que se pierde esa satisfacción que Americano es el significante que concentra el vaciamiento de lo simbó-
anima toda una vida. lico.
"Existen sujetos que elucidaron su repetición, que ciñeron el sig- Finalmente un último sueño muestra cómo lo simbólico se evapora
nificante de su destino, pero a pesar de eso su análisis no estará termi- despuntando la opacidad de lo real: "Viajo en el metro con un ticket
nado en la medida en que ellos no cedan el goce que permanece fijado semanal, un hombre me ¡o recibe, es el analista esfumado y borroso, y
a esa repetición y a ese significante", dice Miller en "el hueso de un me dice que es el último. La imagen es la de un túnel en perspectiva, el
análisis". final oscuro."
Una interpretación del analista fue crucial para orientar el análisis La interpretación lacaniana apunta al fuera de sentido de] goce pro-
hacia la salida y el final. "Usted aún no encontró el significante desani- duciendo un quiebre en la articulación significante. Ella ataca mediante
mado" fue la interpretación que desencadenó lo que llamé en el primer el equívoco el lazo del significante con'Jo que se cree que es su signifi-
testimonio el tiempo de desinvestimiento. cado. Esta operación no deja indemne a la cadena significante que hacía
Si el "dibujo animado" contaba con el brillo fálico de la palabra de soporte, ni al semblante que se articulaba a ella.
proferida por el padre, el significante desanimado librado por el analista Entonces es esperable que ella produzca alguna especie de desor-
en su modalidad equívoca, apuntaba a la falta de toda significación que den en lo simbólico. Así la salida del análisis confluye hacia Jo negro
el significante pudiera acarrear. del túnel, que es sin embargo un desanimado soportable.
Esa intervención consiguió agregar la dimensión de un vacío y una
cierta inquietud en el analizante. En ese tiempo ya contaba con los efec-

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LOS LÍMITES DEL DCCIH Silvia Salman

Los límites del decir Todo el esfuerzo de la salida del análisis consistió, al menos para
mí, en encontrar o también inventar, un nombre posible del goce que se
La interpretación "Usted aún no encontró el significante desani- había separado del Otro.
mado " que había desencadenado el tiempo de desinvestimiento, había
mantenido en mí en los últimos años del análisis, la idea de que tendría
que encontrar un significante de tales características, es decir un signi- Un significante suplementario
ficante desanimado.
Así, cada tanto, interrogándome sobre el punto en el que me en- Tras esta última interpretación, sentarme rué la respuesta en acto
contraba en el análisis o intentando formalizar la experiencia, podía que posibilitó comenzar a hablar del acto que implicaba para mí termi-
percatarme de que aún no lo había hallado. nar el análisis. Aprovechar los días que quedaban con la invitación a
Es algo qué se mantendrá en suspenso hasta el momento mismo construir el pase, empujaron todavía un poco más la experiencia. Este
de la salida. tiempo me permitió ensayar diferentes maneras de hystorización dando
Entre tanto, el silencio cobraba cada vez más presencia. Ya no tenía lugar a un nuevo hallazgo por parte del analizante.
más nada para decir pero aún así no podía salinne del diván. Ni el ma- El significante está desanimado.
lestar en el cuerpo ni la incomodidad me permitían abandonar la escena Ese fue el hallazgo en el momento justo antes de partir. Cuando
analítica. uno se ha animado a entrar en el túnel y sabe que ese es su último
Una interpretación acompañó justo ese momento de la salida del billete, acepta este encuentro que finalmente resultó ser la sorpresa
análisis. del final.
Remarco especialmente el término "acompañar", porque además El significante desanimado testimonia de una nueva especie de sig-
de interpretar la posición en la que me encontraba en ese momento, nificante. Quizás se trate, de lo que en mi caso nombra ese simbólico
también interpretó la posición misma del analista que podía acompañar que no es lo que era, ese nuevo simbólico que está por fuera de la sim-
esa parte del trayecto consintiendo a su propio deser. bolización.
"Usted me muestra que ya no tiene nada para decir, ahora puede Pienso que podemos escribirlo con la notación que Lacan le da al
hablar" fue la interpretación que me permitió apresar el punto límite significante de la falta en el Otro (S (A), ese significante extraño, aparte
del decir. de todos los que están en el lugar del Otro y que por ello podemos indi-
Cuando el significante ya no tiene ningún alcance de sentido, cuan- car como suplementario.
do la cadena significante se ha separado y la repetición encuentra un La escritura de este significante desanimado abre la posibilidad
límite, entonces es la escritura lo que surge en el lugar del vacío. de otras escrituras posibles. Nombres posibles para el goce que se ha
Que nada permite confundir la letra con el significante, es lo que desprendido del Otro, que se ha desarticulado del circuito puisional que
advertía Lacan en el Seminario 18, donde destaca una oposición que hacía existir al Otro del fantasma.
resulta esencial a la hora de verificar los finales de análisis y lo que ha Se obtiene de este modo un simbólico transformado por la opera-
sido de lo simbólico a lo largo de la experiencia. ción analítica que permite situar lo que Miller propuso trabajar como
La escritura está en lo real y el significante está en lo simbólico. borde de semblante.

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LOS LÍMITES DEL DECIIt

Se trata de una letra que se distingue del significante por su rela-


ción al vacío y que traza un litoral que capta y escribe ese resto de goce
que se obtiene al final del trayecto analítico.
Por tratarse de un borde, ese semblante que se produce al final del
análisis, puede contar con el vacío y alojar una satisfacción que no era De la repetición de un destino a la invención de un
sentida como tal.
Es entonces sobre el fondo del significante desanimado, que al fi- significante nuevo*
nal de la experiencia el inconsciente produjo un nuevo significante.
Encarnada, al que ya me he referido en otros testimonios, es el Luis Tudanca**
nuevo semblante con el que acepté concluir la experiencia de mi análi-
sis. En él se concentra el cuerpo, lo vivo y lo femenino que se obtiene 1- La línea del fantasma
al final de la experiencia.
Este nuevo significante tiene la particularidad de que muestra una Hace más de 30 años solicité un primer análisis. Entreverado en
relación directa con el cuerpo. Es lo que del sínthoma se escribe en el el sufrimiento de aquel entonces se destacaba un tema formulado con
inconsciente. nitidez en una primera entrevista: la cuestión del rechazo.
Finalmente, en este significante el semblante y el cuerpo encontra- Así aparecía titulado un pequeño "escrito" en el que me apoyé para
ron por el momento, una nueva forma de anudamiento que escribe otro plantear el problema subjetivo que me tendría trabajando algunos años.
modo de vivir la pulsión. Quizás ese haya sido mi primer escrito de psicoanálisis: apenas
unas palabras sueltas, manuscritas, desordenadas, en un trozo de papel.
Sucedía que todo parecía caer bajo las coordenadas del rechazo
del Otro,: sea por el lado de la familia de origen, de los amigos, de las
mujeres, en fm...estaba convencido de eso.
En una segunda entrevista era esperable comenzar el despliegue
de dicho tema. En el medio de dicha entrevista la analista interrumpe la
misma para comunicar que le va a resultar imposible hacerse cargo del
tratamiento.
Ante la sorpresa de lo que inmediatamente iba a ser leído como un
nuevo rechazo esa analista intenta dar alguna explicación sobre el moti-

Tcstimonio presentado en la EOL, Buenos Aires, Murzo <lc 2011.


Psicoanalista en Buenos Aires, Argentina. Miembro de !¡i A so elución Mundial de Psi-
coanálisis (AMP) y de I» Escuela de lu Orientación Lacnniana <EOL). Analista de la Es-
cuela, AE, 2010.

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Jifi-

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