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HOLODOMOR – El genocidio ucraniano.

Término acuñado en 1988 por el escritor Oleksa Musienko para definir

la hambruna provocada deliberadamente en Ucrania en el invierno de


1932-33.

Holodomor significa en ucraniano: “matar por hambre”


.

Tened presente el hambre: recordad su pasado


turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.
Miguel Hernández. Comienzo del poema ‘El hambre’

Del poemario El hombre acecha de 1938 dedicado a Pablo Neruda

Cada año, el cuarto sábado de noviembre se conmemora la terrible hambruna que asoló
Ucrania en el invierno de 1932-33. Siete millones de ucranianos, la mayoría niños,
murieron en una de las mayores atrocidades perpetradas por el ser humano.
Memorial y museo del Holodomor en ulitsa (calle) Lavrskaya. Kiev

No es mi intención publicar imágenes explícitas de esta terrible tragedia. Dejo en tus


manos la opción de conocer más a fondo y de forma directa lo sucedido a través de
videos y enlaces que figuran al final de esta página, así como del material que puedes
encontrar en la Red. Este es uno de esos casos donde cobra un especial significado la
tan usada frase “Una imagen vale más que mil palabras“, por lo que advierto lo duras
que podrían ser muchas de ellas.

Si bien el mundo es ahora plenamente consciente del Holocausto judío en Europa


provocado por los nazis, el Holodomor ucraniano ocurrido solo ocho años antes ha sido
sistemáticamente silenciado o ignorado por las autoridades soviéticas de entonces con
la ayuda de influyentes observadores mal considerados independientes como los
británicos HG Wells y George Bernard Shaw (Premio Nobel de Literatura) o el anglo-
americano Walter Duranty, premio Pulitzer precisamente por sus artículos de elogio a
la Unión Soviética en su periodo en Moscú como jefe de la oficina de prensa de The New
York Times.

En 1932, el líder soviético Josef Stalin decidió forzar a millones de agricultores


independientes (los llamados kulaks) a que adoptaran la agricultura soviética
colectivizada, y con ello aplastar el creciente espíritu nacionalista de Ucrania. Ante la
resistencia a la colectivización, Stalin, desató el terror y envió veinticinco mil jóvenes
fanáticos militantes del partido en Moscú para forzar a diez millones de campesinos
ucranianos a que se organizaran en granjas colectivas. Unidades de la policía secreta
de la OGPU (Directorio Político Unificado del Estado), posterior
NKVD, ambas proveniente de la antigua y temida CHEKA comenzaron las ejecuciones
selectivas de los obstinados agricultores.

KIEV. Entrada al Memorial y carteles conmemorativos de la tragedia

Como los guardias rojos de Stalin no lograban hacer mella en este inmenso número, la
OGPU recibió la orden de comenzar las ejecuciones en masa. Pero simplemente no
había suficientes agentes para matar a tanta gente, por lo que Stalin decidió sustituir
las balas por un medio mucho más barato para matar: La hambruna.

Agentes del OGPU y soldados del Ejército Rojo sellaron todas las carreteras y líneas de
ferrocarril. Nada entró o salió de Ucrania. Se realizaron búsquedas en las explotaciones
agrícolas y se confiscaron alimentos y combustible así como todas las reservas de
semillas, grano y forraje de animales. Los Ucranianos rápidamente comenzaron a
morir de hambre, frío y enfermedades.

Cuando la OGPU fracasó en el cumplimiento de las cuotas semanales de ejecución,


Stalin envió a Lazar Kaganovich para destruir la resistencia ucraniana. Kaganovich,
llamado posteriormente el Eichmann soviético, cumplió las cuotas, disparando contra
10.000 personas semanalmente. El ochenta por ciento de los intelectuales ucranianos
fueron ejecutados. Hubo un momento en el que cada día morían 25.000 ucranianos. Un
miembro del partido y posterior presidente soviético, Nikita Khruschev ayudó a
supervisar la masacre. Durante el amargo invierno de 1932-33, cuando la hambruna
creada por Kaganovich y el OGPU estaba en pleno vigor, los ucranianos llegaron a
comerse sus animales de compañía, botas y cinturones además de cortezas y raíces.
Algunos padres incluso se comieron a sus hijos muertos.

El número preciso de ucranianos asesinados por Stalin con la hambruna provocada y


los escuadrones sucesores de la CHEKA sigue siendo desconocido hasta el día de hoy.
Los archivos de la KGB y la labor reciente de historiadores rusos indican por lo menos
siete millones de muertos. Los historiadores ucranianos creen que murieron nueve
millones. El veinticinco por ciento de la población de Ucrania fue exterminada.

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El material de estos videos puede herir la sensibilidad en su visionado

aunque los dos primeros han sido emitidos por televisión en España

Extracto del documental “Staline. Le tyran rouge” (Stalin, el tirano rojo) de Mathieu
Schwartz y Serge de Sampigny

Extracto del documental “The soviet history” de Edvins Snore

Socialista ilustres como Bernard Shaw y el Premier Edouard Herriot de Francia,


durante una gira por Ucrania entre 1932-33 proclamaron que los informes de la
hambruna eran falsos. Shaw anunció: “No he visto ni una persona desnutrida en Rusia.”

La vergüenza de los premios Pulitzer

El corresponsal del New York Times, Walter Duranty, que ganó un premio Pulitzer por
su presentación de informes de Rusia, escribió que las denuncias sobre la hambruna
eran “una propaganda maligna”.

…”Siete millones de personas mueren a su alrededor y sin embargo estos necios no


acertaron a ver nada” comentaba Stalin años después jactándose de la burda puesta en
escena. Previamente a las visitas, las calles eran “limpiadas” de ciudadanos y en su lugar
cientos de figurantes con aspecto saludable pertenecientes al partido y al ejército
deambulaban ante los ingenuos ojos de los observadores.

El New York Times nunca repudió los desaciertos de Duranty y los intentos de algunos
sectores de opinión y de la prensa americana para retirarle el Pulitzer no acabaron
dado fruto ya que la Junta Pulitzer se niega una y otra vez a revocar dicho premio. Una
comisión ucraniana fue la última en hacer la solicitud el 29 de abril de 2003.

La terrible hambruna ucraniana de 1932-33

.
Ninguno de los responsables que cometieron el genocidio ha sido llevado ante la
justicia. Lazar Kaganovich murió pacíficamente en Moscú en 1991, meses antes de la
disolución de la URSS, todavía conservaba la Orden de la Unión Soviética y disfrutaba
de una generosa pensión del Estado.”

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KIEV – Monumento al Holodomor, en el muro de entrada al monasterio de San Miguel ‘de las cúpulas doradas’. Al fondo, a través del
monumento, el campanario de la catedral de Santa Sofía.

.
Fuera de Ucrania prácticamente nadie ha oído hablar del Holodomor. Incluso allí, hasta
después de la independencia no empezaron a hablar de ello abiertamente. Rusia todavía
se niega a reconocer que el Holodomor fue un acto deliberado de genocidio, y lo
atribuyen a la colectivización incompetente de los comisarios de Stalin.

En marzo de 2008, el parlamento de Ucrania y diecinueve gobiernos de otros países


han reconocido las acciones del gobierno soviético como un acto de genocidio.

El 23 de octubre de 2008, el Parlamento Europeo adoptó una resolución en la que se


reconocía el Holodomor como un crimen contra la humanidad. La Asamblea General
de las Naciones Unidas, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en su
Resolución la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europeas y la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura han
expresado su repulsa por los hechos, aunque sin utilizar la expresión “genocidio” en sus
declaraciones.

El Parlamento Europeo revocó la denominación de “Genocidio” en el 2010, a petición


del propio gobierno ucraniano, con su nuevo presidente Víctor Yanukovich a la cabeza
que remarcó que fue una tragedia de todos los pueblos soviéticos y no una política
deliberada de exterminio de ucranianos.

De todas formas solo hay que echar un vistazo al apartado ‘momentos biográficos’ del
presidente pro-ruso Yanukovich para darse cuenta de los motivos de esta petición de
revocación.

…La sombra del Kremlin siempre es alargada.

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KIEV – Memorial Holodomor

KIEV – Memorial Holodomor

El pueblo ucraniano es un pueblo sabio porque no olvida su pasado y los mayores


expresan sus recuerdos con reflexiones como:

“Para saber dónde te encuentras has de saber a dónde vas, pero de nada sirve si no recuerdas de dónde
vienes”

“Puedes dudar a dónde ir, pero si olvidas de dónde vienes, estás perdido”

“El que olvida de dónde viene puede caminar sobre sus pasos sin saberlo”

“No muere lo que desaparece, solo lo que se olvida”

.
Kiev está lleno de memoriales de hechos casi todos trágicos con el fin de recordar NO
repetirlos. En mi viaje a Moscú visité el inmenso parque Gorki. Cerca hay un pequeño
parque llamado “De los monumentos caídos“. En él puedes encontrar muchas estatuas
e iconos de la era soviética y personajes abominables de aquellos años. Esta gente ha
sabido respetar la historia incluso en su faceta más cruel, lo que les ha llevado a
conservar estos símbolos como ejemplo de lo que NO debe volver a ocurrir.

“Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”


Jorge Ruiz de Santayana. Escritor y filósofo

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