Lima, 2017
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DEDICATORIA
A mis maestros, aquellos que marcaron cada
etapa de nuestro camino universitario, y que
me enseñaron y absolvieron mis dudas
presentadas en la elaboración de nuestro
trabajo.
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ÍNDICE
Dedicatoria 2
Índice 3
Introducción 4
Conclusiones 28
Bibliografía 30
Anexos 31
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INTRODUCCION
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JEAN PAUL SARTRE
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BIOGRAFÍA
Jean Paul Sartre nació en París, el 21 de junio de 1905, hijo de Jean Baptiste
Sartre y Anne Maire Schweitzer. El 17 de septiembre de 1906 muere su padre,
Jean-Baptiste Sartre, que era oficial de marina, a causa de una fiebre contraída
en uno de sus viajes por el sureste asiático.
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École Normale significó para mí, desde el primer día, el comienzo de la
independencia"). Tras finalizar sus estudios, en 1929 consigue el primer puesto
de su promoción en la "agrégation" de filosofía (concurso para el desempeño
de un puesto de profesor en los Liceos, equivalentes de nuestros Institutos de
Bachillerato). Simone de Beauvoir, segunda de la misma promoción, se
convierte en su compañera.
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Sartre será movilizado en septiembre de 1940, ante la inminente guerra con
Alemania, siendo destinado a la 70ª división, en Essey-lès-Nancy, y luego
trasladado a Brumath y Morsbroon. La ofensiva alemana se inicia el día 1 de
mayo. El 23, Paul Nizan muere en el frente. El 21 de junio Sartre es hecho
prisionero en Padoux, sin haber llegado a pegar un sólo tiro, y llevado al campo
de Trèves. Se fuga del campo de Trèves en marzo de 1941, haciéndose pasar
por un civil. En abril retomará su puesto en el Liceo Pasteur de París. Una vez
consumada la ocupación de París por las tropas nazis, tras el derrumbe
inesperado del ejército francés, la actividad cultural se ve limitada y censurada,
pese a lo cual publicará en 1943 la primera edición de "Las moscas", que será
representada en París, en plena ocupación, y de "El ser y la nada". Simone de
Beauvoir publica, ese mismo año, "La invitada". Sartre se adhiere al "Comité
nacional de escritores" y colabora con los periódicos clandestinos "Combat" y
"Lettres françaises". Conoce a Albert Camus. Sartre vive estos años un periodo
de intensa creatividad, combinada con la actividad política, que continuará con
éxito en los años siguientes.
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siguiente, en octubre. En 1949 publicará la primera edición de "La muerte en el
alma".
Albert Camus publica, en 1951, "El hombre rebelde", duramente criticado por
los existencialistas y la revista "Les temps Modernes", dirigida por Sartre, crítica
considerada como el preludio de la ruptura entre Camus y Sartre que se
consumará al año siguiente. Por su parte, Sartre publicará la primera edición de
: "Le diable et le Bon Dieu" y, en 1952, la primera edición de "Saint-Genet,
comediante y mártir". Tras anteriores disputas, malentendidos o
confrontaciones entre ambos, se producirá un acercamiento entre Sartre y los
comunistas. Dos años después, en 1954, se producirá la ruptura con Merleau-
Ponty, a quien había conocido en su época de estudios en la Ecole Normale
Supérieure. De ese mismo año es su primer viaje a la URSS. Es nombrado
vicepresidente de la asociación Francia-URRS.
En 1956 participa en los actos que tienen lugar contra la guerra de Argelia, año
en que publica también la primera edición de Nekrassov. En 1957 se produce
la ruptura con el partido comunista francés (a consecuencia de la intervención
soviética en Hungría, en 956). Ese mismo año publica la primera edición de
"Cuestión de método", y trabaja en la "Crítica de la razón dialéctica". En 1960
publica la "Crítica de la razón dialéctica" y "Los secuestrados de Altona".
También firma el manifiesto de los 121 sobre el derecho a la insumisión. En
1963 tiene lugar la primera edición de "Las palabras". Continuando con su
interés por el comunismo realizará una nueva estancia en Moscú, en vistas a
constituir una "Comunidad internacional de escritores".
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participa en las asambleas de la Sorbonne. Posteriormente acusará al partido
comunista de haber traicionado la revolución de mayo.
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OBRAS
1938 La Náusea
1939 El muro
1943 Las moscas
El ser y la nada
1944 A puerta cerrada
1945 Los caminos de la libertad - dos primeros volúmenes-
1946 Muertos sin sepultar
Reflexiones sobre la cuestión judía
La puta respetuosa
El existencialismo es un humanismo
1947 Baudelaire
1948 Las manos sucias
1949 La muerte en el alma
1945- 1949 Los caminos de la libertad
1951 El diablo y el buen dios
1952 Saint-Genet, comediante y mártir
1956 Nekrassov
1957 Cuestión de método
1960 Crítica de la razón dialéctica
Los secuestrados de Altona
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1972 El idiota de la familia
1947-1976 Situaciones, I à X
Publicaciones póstumas
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IDEAS FUNDAMENTALES
Tres puntos de vista sobre el ser son los que estructuran el pensamiento de
Sartre: a) el ser en sí;
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valor se convierte en tal cuando lo elegimos. Se trata aquí de una moral de
situación: a cada momento se decide qué es lo más adecuado hacer.
e. El ser para otro. Al ser contemplado por otros, el hombre es convertido en
objeto. La presencia del otro limita mis posibilidades y así, con él siempre
hay una lucha. El sentimiento ante la presencia del otro es la vergüenza.
f. El principio primero es la existencia de una libertad absoluta: esta, sin
embargo, es incompatible con a) la existencia de Dios; b) la existencia de
una moral.
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POSIBLE CRÍTICA
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FILOSOFIA DE JEAN PAUL SARTRE
Así, por ejemplo, se declaró seguidor de Marx, lo que irritó, más que a algunos
de sus adeptos, a los marxistas ortodoxos, que no se fiaban del filósofo de la
libertad. Pero éste permaneció imperturbable y siguió defendiendo una visión
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del mundo que hoy ya no tiene muchos defensores, a pesar de que las ideas
de esta visión del mundo son seguramente mejores que los sistemas
fracasados que hasta hace poco se remitían a ellas: «El marxismo, lejos de
estar agotado, es muy joven todavía… Apenas acaba de iniciar su evolución. El
marxismo sigue siendo la filosofía de nuestro tiempo; es insuperable porque no
se han superado todavía las condiciones que lo hicieron surgir.»
Como otros filósofos franceses anteriores, Sartre toma el cogito ergo sum
(pienso, luego existo) de Descartes como punto de partida filosófico. Pero
mientras que Descartes tomó su conciencia como garantía de su propia
realidad, Sartre creyó que la conciencia presenta la realidad de las cosas
externas; es decir, prueba la existencia de los objetos de conciencia. Sin
embargo, para los demás, uno mismo sólo es un objeto.
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Ciertamente, hay constantes que no es posible cambiar sexo, edad, raza, etc.,
pero, aparte de éstas se puede tomar el propio contexto social y hacer con él
lo que se quiera.
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Por otra parte, sus admiradores proyectaron una imagen tremendamente
ensalzada de él como defensor de la libertad política y moral, un intrépido
antinazi y héroe de la resistencia francesa, aunque tampoco hay muchas
pruebas de ello. Sin embargo, no cabe duda de que Sartre fue un gran escritor
y pensador, y una de las influencias esenciales para su generación
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PERIODOS DE FILOSOFÍA DE SARTRE
PERIODOS
a) El periodo fenomenológico
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de su tiempo, y que llevan los significativos títulos de "La imaginación" y "Lo
imaginario". Y respecto a las segundas, baste citar "La náusea".
b) El período existencialista
c) El período marxista
Sin que se pueda decir que abandona las tesis más radicales del
existencialismo, Sartre, a partir de los años 60 y hasta el final de su vida,
orientará su actividad hacia el marxismo. No, ciertamente, hacia las formas
más ortodoxas de marxismo, pero mostrará públicamente su interés hacia los
países en los que el marxismo se constituyó en una forma de poder político,
aunque sin escatimar las críticas, especialmente en aquellos aspectos en que
un regimen totalitario choca con su concepción existencialista del ser humano
como libertad. De esta época datan obras tan importantes como la "Crítica de
la razón dialéctica", considerada por algunos como la declaración de su ruptura
con el existencialismo, apreciación probablemente exagerada.
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EL EXISTENCIALISMO DE SARTRE
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a los demás seres humanos. En su real y efectivo hacerse, la existencia
deviene "co--existencia".
f. La distinción entre sujeto y objeto, tal como es planteada por la metafísica
tradicional, es también rechazada por los existencialistas, entre quienes
prevalece la vivencia de la realidad sobre el conocimiento de la realidad. Y
en esa vivencia la oposición sujeto/obieto queda anulada.
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Jean Paul Sartre fue el filósofo existencialista más comentado y el que alcanzó
mayor notoriedad en los círculos culturales de la Europa de la primera mitad del
siglo XX, incluidos los no existencialistas y los no estrictamente filosóficos. Esto
se debe no sólo a su obra filosófica sino, y principalmente, a su amplia
producción novelística y a sus piezas de teatro. Entre sus novelas figuran
titulos tan conocidos como "El muro" o "La náusea"; y entre sus obras teatrales,
"Las rnanos sucias", "La puta respetuosa', etc.
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posteriormente lo crea, es decir, le da existencia a la esencia pensada, del
mismo modo que un artesano piensa primero el objeto y luego lo construye
según lo pensado. Ahora bien, ¿qué ocurre si suprimimos a Dios de esa
relación? ¿cómo explicamos la existencia de los seres humanos, de la
realidad?
Los seres humanos "están ahí", existen como realidades que carecen de una
esencia predefinida; y en ese "estar ahí", lo que sean dependerá
exclusivamente de su modo de existir. Dado que ese existir no es algo
"añadido" a una esencia predefinida, el existir de los seres humanos es anterior
a lo que son en cuanto tales, su existir es anterior a su esencia. Y en la medida
en que su ser esto o aquello depende de su propia realización como seres
humanos, su hacerse, su existir, es un hacer libre. Los seres humanos no están
sometidos a la necesidad de corresponderse a una esencia, por lo que la
existencia debe ser asimilada a la contingencia, no a la necesidad. Los seres
humanos son libres.
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Ahora bien, ningún ser necesario puede explicar la existencia: la contingencia
no es una máscara, una apariencia que se puede disipar; es lo absoluto y, en
consecuencia, la perfecta gratuidad. Todo es gratuito, este jardín, esta ciudad y
yo mismo".
Debe, por tanto, existir un ser - que no puede ser el para-sí - y que tenga como
propiedad el níhilizar (negar) la nada, soportarla en su ser y construirla
contínuamente de su existencia, un ser por el cual la nada venga a las cosas.
Pero, para ser el creador de la nada, el ser humano debe albergar en si mismo
la nada: el ser del ser humano, en definitiva, es la nada. No hay que entender
esta nada como si el ser humano en si mismo fuera absolutamente nada: en el
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ser humano hay un en-sí, es decir, su cuerpo, su "ego", sus costumbres... Pero
lo específicamente humano es su no determinación, su libertad, su nada.
Sartre nos dice, además, que el para-sí (el ser humano) se caracteriza por tres
tendencias:
1. Tendencia a la nada
2. Tendencia al otro
3. Tendencia al ser
De la identificación del ser del ser humano y su propia libertad se deducen dos
consecuencias importantes para la concepción del ser humano en Sartre, En
primer lugar, el ser humano, como tal, no posee naturaleza alguna
predeterminada, no se identifica con una esencia determinada: su esencia es
su libertad, es decir, la indeterminación, la ausencia de toda determinación
trascendente. En segundo lugar, la existencia precede necesariamente a la
esencia, hasta el punto de que la esencia del ser humano (del para-sí) es su
propia existencia.
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por eso tampoco puede escapar de su libertad. El ser humano está, por ello,
condenado a ser libre.
MARXISMO Y EXISTENCIALISMO
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Sartre no es simplemente marxista, sino que es representante de un
existencialismo nacido y desarrollado al margen de! mismo: "¿Qué es lo que
hace que no seamos simplemente marxistas? Es que para nosotros las
afirmaciones de Enge!s y de Garaudy son principios directores, indicaciones de
tareas, problemas, y no verdades concretas; es que nos parecen
insuficientemente indeterminadas, y por lo tanto susceptibles de numerosas
interpretaciones; en una palabra, para nosotros son ideas reguladoras. Por el
contrario, e! marxismo contemporáneo encuentra que son claras, precisas,
unívocas; para él, constituyen ya un saber. A nosotros por el contrario, nos
parece que todo está aún por hacerse: hay que encontrar el método y constituir
la ciencia."
Sartre propone una unión del marxismo con e! existencialismo, que considera
sería la solución que permitiría al marxismo salir de la inercia en que se
encuentra. Pretende llevar ese individualismo radical que lo caracteriza, a la
concepción materialista de la historia que centra su atención en las condiciones
materiales de producción, cambio y consumo, como las determinantes de los
cambios sustanciales en la sociedad y la historia. Sartre admite que el
marxismo permite situar todo tipo de producción individual y colectiva, desde la
economía hasta la estética, siempre y cuando se sintetice con agilidad
dialéctica, el materialismo histórico, el psicoanálisis y la técnica y logros de la
sociología, para poder tener así -y con los agregados nuevos que sea de! caso
hacer- una metodología capaz de situar en todos sus alcances las diversas
manifestaciones de la realidad. Nos dice Sartre: "El día en que la búsqueda
marxista tome la dimensión humana (es decir, el proyecto existencial) como el
fundamento del Saber antropológico, el existencialismo ya no tendrá más razón
de ser: absorbido, superado y conservado por el movimiento totalizador de la
filosofía, dejará de ser una investigación particular para convertirse en el
fundamento de toda investigación."
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otros que ha tenido enorme repercusión en todos los círculos literarios y
filosóficos de Europa y que ha llegado hasta nosotros en la obra titulada
Marxismo y Existencialismo, Es inn.egable el hecho de que para comprender el
desarrollo actual de la filosofía, es necesario conocer y profundizar el estudio
de estas dos tendencias, tan importantes, del pensamiento contemporáneo. E'S
claro que habrá partes de esa concepción que suscitarán reacciones emotivas
y racionales definitivamente opuestas, pero ello no debe hacemos caer en la
actitud errada de ignorar un diálogo, que sin lugar a dudas constituiría un paso
importante en el camino que conduce a desvelar el ser.
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CONCLUSIONES
Sartre nos enseña a enfrentamos con nosotros mismos. Son brillantes sus
análisis de los sentimientos, estados de ánimo y sensaciones de! individuo: "ha
abierto a muchos la mirada para divisar ciertas realidades que nunca perderá
ya la moderna conciencia humana. Hay en él declaraciones sobre el
resentimiento, la ironía, el cinismo, la mentira y la falsedad íntima, que
constituyen su propiedad personal y su permanente contribución al espíritu¡ de
la época."
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debe tener. Se nos presenta entonces la paradoja de cómo encontrar la
salvación del hombre en una libertad "para nada", en una libertad que es exilio
y en una libertad que es ante todo una condena. Recordemos la expresión de
Marce!a en La Edad de la Razón:
La labor crítica de Sartre tiene gran valor en cuanto refleja con toda objetividad
problemas que requieren pronta solución, pero sobre las ruinas es preciso
construir y ésta y no otra, debe ser la meta de los hombres libres. Creemos que
necesariamente han de seguirse otros caminos, que salvando la individualidad
que Sartre tanto defiende, conduzcan a una efectiva realización de la libertad.
Todo aquello que pueda ofrecer algún atractivo, Sartre lo elimina para destacar
sus aspectos repugnantes: los otros seres son nuestros enemigos, el amor no
es sino el intento de destruir nuestra libertad o el instinto sexual llevado a sus
aspectos más bajos, la maternidad no es otra cosa que una descomposición de
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los órganos internos de la mujer, y así sucesivamente, hasta dejar al mundo
despojado de belleza o alegría
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BIBLIOGRAFIA
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ANEXOS
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