Estos reactores son estructuralmente inestables debido a que los coeficientes de moderador
y de huecos son positivos y con valores tan elevados, respecto de los otros dos, sobre todo
el de huecos, que hacen que el coeficiente total sea positivo. Es decir, que, si se produce un
aumento de potencia, la cinética del reactor hace que a este aumento siga otro y así
sucesivamente. De igual forma, en caso de una bajada de potencia, ésta seguiría bajando.
En un reactor estable, una variación de la potencia provoca unas reacciones que hacen que
ésta tienda a estabilizarse en un punto próximo al que tenía.
Este comportamiento se debe al diseño de este tipo de reactores. El coeficiente de
temperatura del combustible es debido al llamado efecto Doppler. Este consiste en lo
siguiente: las bandas de absorción de neutrones (la energía a que los neutrones son
absorbidos y retirados del proceso) se ensanchan al aumentar la temperatura del
combustible. Es decir, cuando el combustible se calienta la absorción de los neutrones no
productores de fisiones aumenta y, en consecuencia, éstas disminuyen, por lo que, si no se
toman ciertas medidas, la potencia baja.
En cada canal hay un elemento combustible formado por una serie de varillas, en cuyo
interior están alojadas las pastillas de uranio. Tanto a través del elemento como entre éste y
el grafito, circula el refrigerante.
A las burbujas de vapor que aparecen en el agua cuando llega a la saturación se las llama
huecos, y a estos huecos es a lo que se refiere el coeficiente del mismo nombre.
Como se dijo más arriba, los neutrones de muy alta energía (se les llama genéricamente
neutrones rápidos) nacen en el combustible y se moderan, casi en su totalidad, en el grafito.
Una vez moderados, reciben el nombre de neutrones térmicos, pues su energía se
corresponde con la temperatura del moderador. Para estos neutrones térmicos, el agua
líquida situada entre el elemento combustible y el grafito actúa de pantalla.
Por otra parte, hay una pequeña fracción de neutrones que se también se moderan en el
agua que refrigera al combustible y vuelven a éste produciendo fisiones.
En un reactor RBMK sobre moderado domina el primer efecto con lo cual, si nos quedamos
sin refrigerante, aumenta la reactividad. Esta es la causa del coeficiente de huecos positivo.
En un reactor RBMK submoderado domina el segundo efecto por lo que, si eliminamos el
agua de refrigeración, estaremos disminuyendo la reactividad.
Para corregir estas y otros tipos de inestabilidades que presentan los reactores RBMK, éstos
deben operarse con, al menos, 30 barras de control introducidas, además de ciertas
configuraciones termo hidráulicas como es, entre otras, la relación entre el caudal de
recirculación de refrigerante a través del núcleo y la cantidad de vapor producido.
Con la introducción de estas 30 barras se pretende que el conjunto de los coeficientes
inherentes de reactividad sea negativo.
Los cambios en la relación entre el caudal de agua en recirculación y la cantidad de agua
convertida en vapor, permite evitar que el reactor esté en régimen de sobre moderación.
Por otra parte, y dentro de los análisis de accidentes, ante la posibilidad de que éstos pueden
ocurrir y para evitar altos niveles de energía en el inicio de los mismos, los sistemas de
protección detienen al reactor instantáneamente y de manera automática, en caso de
alcanzar determinados niveles de presión, temperatura, caudal, disposiciones operativas etc.
Esta parada se realiza introduciendo las barras de control.
Para asegurar la parada del reactor, se tienen extraídas un número de barras suficiente que,
en caso necesario, son introducidas rápidamente en el núcleo. En los reactores occidentales
el tiempo para que se inserten las barras en su totalidad es inferior a 2 s, sin embargo, en los
reactores RBMK esta inserción dura 20 s, tarda en ser efectiva unos cuantos segundos más,
en torno a 10 s; y además, para terminar de empeorar las cosas, durante los primeros 2 ó 3
segundos de la inserción se mejora la moderación lo hace que la potencia aumente, si no se
toma algún tipo adicional de precaución.
Una característica de todos los reactores nucleares es que, una vez que se paran, es decir, se
han introducido todas las barras de control, se sigue produciendo calor pues sigue habiendo
fisiones debido a neutrones térmicos que nacen en las barras de combustible e interaccionan
inmediatamente con átomos de combustible vecinos. Es lo que se llama calor residual y
constituye el objetivo principal de los operadores de centrales nucleares, una vez parado el
reactor, pues éste alcanza valores de temperatura nada detestables en los primeros minutos
de la operación.
Cuando el reactor está funcionando, se desvía una pequeña parte de la energía eléctrica
producida por el turbo grupo para alimentar los sistemas necesarios para el correcto
funcionamiento de la planta. Cuando el reactor se para, esta energía eléctrica se toma de la
red exterior. Por esta razón es necesario contar con sistemas de seguridad que aseguren la
refrigeración del núcleo del reactor una vez parado éste y en caso de pérdida de
alimentación eléctrica desde el exterior.
Precisamente durante la madrugada del 26 de abril de 1.986 estaba previsto realizar una
prueba en la unidad número cuatro, la más nueva de la central de Chernobyl, consistente en
ver la capacidad de refrigeración del núcleo, en caso de pérdida del suministro energía
eléctrica desde la red exterior.
Esta prueba consistía en alimentar 4 de las 8 bombas de recirculación de agua de
refrigeración, con la energía que aún se produciría durante bajada de revoluciones del turbo
grupo, una vez que no llegara vapor a la turbina, y se realizaría entre 700 y 1.000 Mw de
potencia térmica.
Al iniciar la bajada de potencia hasta el nivel deseado, el equivalente a nuestro despacho de
carga, obliga a detenerla durante unas 9 h lo que hace que la concentración de Xenón
aumente por encima de lo previsto. El Xenón es un gas cuya característica principal en un
reactor es el ser un poderoso absorbente de neutrones.
En agosto de 1986, un informe enviado a la Agencia Internacional de Energía Atómica
explicaba las causas del accidente en la planta de Chernóbil. Reveló que el equipo que
operaba en la central el sábado 26 de abril de ese año se propuso realizar una prueba con la
intención de aumentar la seguridad del reactor. Para ello, deberían averiguar durante cuánto
tiempo continuaría generando energía eléctrica la turbina de vapor después de la pérdida de
suministro de energía eléctrica principal del reactor.9 En caso de un corte, las bombas
refrigerantes de emergencia requerían de un mínimo de potencia para ponerse en marcha —
para rellenar el hueco de entre 60 y 75 segundos hasta que arrancaran los generadores
diésel— y los técnicos de la planta desconocían si, una vez cortada la afluencia de vapor, la
inercia de la turbina podía mantener las bombas funcionando durante ese lapso.
CONDICIONES PREVIAS
Las condiciones bajo las que se realizaría la prueba habían sido acordadas antes del turno
diurno del 25 de abril. Los empleados del turno diurno habían sido instruidos de antemano
y estaban familiarizados con los procedimientos. Un equipo especial de ingenieros
eléctricos se encontraba presente para probar el nuevo sistema de regulación de voltaje. A
la 01:06 de la mañana comenzó la reducción programada de potencia, llegando al 50 % de
su capacidad para el comienzo del turno diurno.
En este momento, otra planta de energía regional quedó inesperadamente fuera de línea, y
el controlador de la red eléctrica en Kiev solicitó detener la reducción de la producción
eléctrica de Chernóbil, ya que debía satisfacer la demanda pico de la tarde. El director de
Chernóbil estuvo de acuerdo y aplazó la prueba. A pesar de este retraso, los preparativos
para la prueba que no afectaran a la potencia del reactor se llevaron a cabo, incluyendo la
desactivación del sistema de emergencia de enfriamiento del núcleo, destinado a
proporcionar agua a la central en caso de una pérdida de refrigerante. Teniendo en cuenta
los otros acontecimientos que se desarrollaron, la influencia que el sistema pudiera haber
tenido hubiera sido muy limitada, pero su inhabilitación como un paso «de rutina» es una
ilustración de la inherente falta de atención a la seguridad para esta prueba. Además, de
haberse apagado el reactor durante el día, como estaba previsto, es posible que se hubiera
tenido más preparación antes de la prueba.
A las 23:04, el controlador de la red de Kiev permitió reanudar la reducción de potencia.
Este retraso tuvo graves consecuencias: los empleados del turno diurno se habían ido hacía
bastante tiempo, y el turno vespertino también se disponía a salir. El turno nocturno no se
haría cargo hasta la medianoche. Según el plan, la prueba debería haber sido terminada
durante el turno diurno, y el turno nocturno solo habría tenido que monitorear el calor
remanente.
El turno nocturno disponía de muy poco tiempo para llevar a cabo el experimento, y
durante el cambio de turno se redujo la potencia aún más. Alexandr Akimov era el jefe del
turno nocturno y Leonid Toptunov era el encargado del régimen operacional del reactor.
El programa establecía una reducción de potencia del reactor 4 a un nivel de entre 700 y
1000 MWt,al que se llegó a las 00:05 del 26 de abril. Sin embargo, debido a la producción
natural de xenón 135 un gas muy absorbente de neutrones, la potencia continuó
disminuyendo, aun sin acción por parte del operador, un proceso conocido como
«envenenamiento por xenón».
Con la potencia sobre los 500 MWt, Toptunov insertó por error las barras de control
demasiado rápido. Esta combinación de factores provocó que la potencia cayera a 30 MWt,
alrededor del 5 % de la estipulada como segura para el experimento. El personal de la sala
de control decidió aumentar la potencia desactivando el sistema automático que movía las
barras de control y elevándolas manualmente hasta el tope. Tras varios minutos, la potencia
se estabilizó a 160-200 MWt. La caída inicial, sumada al funcionamiento a un nivel por
debajo de los 200 MWt, condujo al envenenamiento por xenón. Esto impidió aumentar la
potencia y, para contrarrestarlo, se debieron extraer más barras de control.
El funcionamiento a baja potencia y la presencia de 135 Xe fueron acompañados por
inestabilidad en la temperatura del núcleo, el flujo de refrigerante y, posiblemente, por
inestabilidad en el flujo de neutrones, lo que disparó las alarmas. La sala de control recibió
múltiples señales de emergencia relacionadas con los niveles de los separadores de agua y
vapor, a variaciones en la tasa de caudal de la alimentación de agua y a válvulas de alivio
que se habían abierto para desviar vapor excesivo al condensador de una turbina. Entre las
00:35 y las 00:45, las alarmas sobre los parámetros termo hidráulicos fueron ignoradas,
aparentemente con el objetivo de mantener el nivel de potencia.
Cuando finalmente se logró el nivel de potencia de 200 MWt, se reanudó la preparación
para el experimento. Como parte del plan, a la 01:05 se activaron bombas de agua
adicionales, aumentando el caudal de agua. El incremento de la tasa de flujo de refrigerante
a través del reactor produjo un aumento de la temperatura del refrigerante en la entrada del
núcleo del reactor (el refrigerante ya no tiene tiempo suficiente para liberar su calor en la
turbina y torres de refrigeración), que ahora se aproximó más a la temperatura de ebullición
nucleada del agua, reduciendo el margen de seguridad.
El caudal excedió el límite permitido a la 01:19, haciendo saltar una alarma de baja presión
de vapor en los separadores. Simultáneamente, el flujo de agua adicional disminuyó la
temperatura general del núcleo y redujo los huecos de vapor existentes en el núcleo y los
separadores de vapor. Dado que el agua puede absorber débilmente los neutrones y la
mayor densidad del agua líquida la convierte en un mejor absorbente que el vapor,
encender las bombas adicionales disminuyó aún más la potencia del reactor. Los
operadores respondieron apagando dos de las bombas de circulación para reducir el caudal
de alimentación de agua para aumentar la presión de vapor, y removiendo manualmente
aún más barras de control para mantener la potencia.
Todas estas acciones llevaron a una configuración del reactor extremadamente inestable.
De las 211 barras de control que tenía el reactor, casi todas fueron retiradas manualmente,
todas menos 8 del mínimo de 30 barras de accionamiento manual que debían permanecer
totalmente insertadas para controlar el reactor incluso en el caso de una pérdida de
refrigerante.16 Si bien el apagado de emergencia aún podía ser activado manualmente a
través del botón AZ-5 («Defensa de Emergencia Rápida 5»), el sistema automático que
podía hacer lo mismo había sido inhabilitado para mantener el nivel de potencia. Estas
acciones constituyeron graves violaciones al Reglamento de Seguridad Nuclear de la Unión
Soviética. Además, el bombeo de refrigerante al reactor se había reducido, de modo que
cualquier excursión de potencia herviría el agua, lo que reduciría su absorción de neutrones.
El reactor se encontraba en una configuración inestable que estaba claramente fuera de los
márgenes de funcionamiento seguro establecido por los diseñadores. Si por cualquier
motivo entraba en supe criticidad, no sería capaz de recuperarse de forma automática.
EXPERIMENTO Y EXPLOSIÓN
A la 01:23:04 comenzó el experimento. Cuatro de las bombas de circulación principales
(BCP) estaban activadas; durante el funcionamiento normal, seis de las ocho suelen estar
activadas. Se cortó la entrada de vapor a las turbinas, dejando que estas funcionasen por
inercia. Los generadores diésel arrancaron y tendrían que haber cubierto la demanda de
energía de las BCP para la 01:23:43. Mientras tanto, la alimentación de las BCP debía ser
suministrada por el generador de la turbina. A medida que disminuía el impulso del
generador de la turbina, sin embargo, también lo hizo la electricidad dirigida a las bombas.
La reducción del caudal de agua dio lugar al aumento de la formación de huecos de vapor
(burbujas) en el núcleo.
Debido al coeficiente de vacío positivo del reactor RBMK a niveles bajos de potencia del
reactor, este entró en un bucle de retroalimentación positiva, en el que la formación de
huecos de vapor reduce la capacidad del agua de refrigeración líquida para absorber
neutrones, lo que a su vez incrementa la potencia del reactor. Esto causó que aún más agua
se convirtiera en vapor, produciendo un aumento de potencia adicional. Durante casi todo
el experimento, el sistema de control automático contrarrestó con éxito esta
retroalimentación positiva, insertando continuamente barras de control en el núcleo para
limitar el aumento de potencia. Sin embargo, este sistema tenía el control de sólo 12 barras,
y casi todas las demás habían sido retraídas manualmente. Con los sistemas de emergencia
desconectados, el reactor experimentó una subida de potencia tan extremadamente rápida
que los operadores no lograron detectarla a tiempo.
A la 01:23:40, la computadora SKALA registró el inicio de un SCRAM (apagado de
emergencia) del reactor, que desencadenaría involuntariamente la explosión. El SCRAM
comenzaba al pulsar el botón AZ-5. Este activaba el mecanismo de accionamiento en todas
las barras de control para insertarlas en el núcleo por completo, incluyendo las barras de
control manuales que habían sido retiradas imprudentemente antes. La razón por la que se
pulsó el botón AZ-5 no se conoce, fuese esta una medida de emergencia en respuesta al
aumento de la temperatura o simplemente un método rutinario de apagar el reactor una vez
finalizado el experimento.
Existe la opinión de que el SCRAM pudo haber sido ordenado como respuesta al rápido e
inesperado aumento de potencia, aunque no hay datos documentados que lo demuestren.
Algunos han sugerido que el botón nunca fue pulsado, sino que la señal se produjo
automáticamente por el sistema de protección de emergencia (SPE); sin embargo, SKALA
registró una señal claramente manual. A pesar de ello, la cuestión de cuándo o incluso de si
realmente se presionó o no el AZ-5 ha sido objeto de debate. Hay afirmaciones de que la
presión fue causada por la rápida aceleración de energía al comienzo, y acusaciones de que
el botón no fue pulsado hasta que el reactor empezó a autodestruirse. Sin embargo, otros
afirman que esto había ocurrido antes y en condiciones de calma.
Tras presionar el botón AZ-5, comenzó la inserción de las barras de control en el núcleo del
reactor. El mecanismo de inserción mueve las barras a 0,4 m/s, de modo que tardarían entre
18 y 20 segundos en recorrer los 7 m altura del núcleo. Un problema mayor era que estas
tenían una punta de grafito, lo que inicialmente desplazaba el refrigerante absorbente de
neutrones antes de introducir el material de boro absorbente de neutrones para frenar la
reacción. Como resultado, el SCRAM aumentó la velocidad de reacción en la mitad
superior del núcleo.
Al entrar el grafito en contacto con el núcleo, se produjo un pico masivo de energía y el
núcleo se sobrecalentó, causando que algunas de las barras se resquebrajaran cuando estas
se habían insertado unos 2,5 m. Al cabo de tres segundos, el nivel de potencia se elevó por
encima de los 530 MW.19 De acuerdo con algunas estimaciones, la potencia del reactor
aumentó a alrededor de 30 000 MW, diez veces la producción normal; la última lectura en
el panel de control fue de 33 000 MW.
Se oyeron fuertes ruidos y entonces se produjo una explosión causada por la formación de
una nube de hidrógeno dentro del núcleo, que hizo volar la tapa 2000 t del reactor,
provocando un incendio en la planta y una gigantesca emisión de productos de fisión a la
atmósfera.
Los observadores que se encontraban en el exterior del bloque 4 vieron bultos incendiados
y chispas saliendo eyectados del reactor, algunos de ellos cayendo sobre el techo de la sala
de máquinas y provocando un incendio. Fue expulsado alrededor del 25% del grafito al rojo
vivo y demás material recalentado de los canales de combustible. Las partes de los bloques
de grafito y canales de combustible estaban fuera del edificio del reactor. Como resultado
del daño a la construcción, la alta temperatura del núcleo creó un flujo de aire a través del
mismo, y el aire caliente encendió el grafito.
PAISES AFECTADOS
La nube de radiación
La explosión resultó en la formación de una gran nube radiactiva que pronto se dividió en
dos partes. Una parte de la nube se movió en dirección noroeste afectando casi de
inmediato los territorios de Belarus, Ucrania y la porción suroeste de Rusia, afectó entonces
a Polonia y Escandinavia, y luego cambió de rumbo hacia el suroeste a través de Europa
Central. La otra parte de la nube se movió hacia el este a través de Asia, cruzando Japón y
el Pacífico Norte hasta llegar a Norte América.
En los siguientes 10 días, alrededor de 12 exabequerels (exa = 1018) o 300 Mega curíes de
isótopos radioactivos se liberaron a la atmósfera, contaminando significativamente un área
de 150.000 kilómetros cuadrados (equivalente a 60.000 millas cuadradas –
aproximadamente el área del estado de Iowa, como ejemplo en USA, o del conjunto de las
Comunidades de Castilla y León, Cantabria, La Rioja y Aragón) habitada por 6 millones de
personas. También causó un incremento medible en el nivel de radiación ionizante en la
mayor parte de Europa.
Atenas, Grecia
Ankara, Turquía
Xian, China
EFECTOS EN LA SALUD
A medida que ambas partes de la nube se movían a través del planeta, la lluvia hizo que las
partículas emitidas por la explosión se precipitaran a la superficie de la Tierra,
contaminando así el suelo y afectando la viabilidad de las cosechas para consumo humano
y animal. Entre estas partículas se encontraban radioisótopos de larga media-vida, como lo
son cesio-137, estroncio-90 y plutonio-239 que, por ser sustancias cancerígenas, tienen un
impacto adverso sobre la salud.
Algunas naciones europeas ordenaron la destrucción de millones de dólares en alimentos,
leche y ganado. En otros países de Europa, sin embargo, se informó a la población que no
había peligro alguno asociado al consumo de dichos productos. Los agricultores sufrieron
grandes pérdidas debido a que países de otras partes del mundo se rehusaron a importar
productos agrícolas provenientes de Europa.
Los efectos perjudiciales a la salud pública que siguieron a la explosión del reactor de
Chernobyl no eran inevitables. Las únicas consecuencias inevitables eran la destrucción
completa del reactor, la muerte de dos miembros del personal de operación que estaban
encima del reactor en el momento que explotó y la contaminación radiactiva de una vasta
superficie de territorio. Pero las circunstancias fueron tales que hubo efectos perjudiciales a
la salud pública.
CONCLUSIONES
El accidente nuclear de Chernobyl es considerado el más trágico de la historia, algunos de
los obreros de rescate, principalmente los bomberos en la central de potencia, fueron
irradiados fatalmente porque trabajaron demasiado tiempo en áreas de alta contaminación
sin equipo de protección adecuado y aun sin dosímetros.
Así fue que la población de Pripyat, alejada de 3 a 5 kilómetros, no fue informada ni
evacuadas hasta la tarde del 27 de abril, más de 36 horas después de la explosión.
Las tabletas de yoduro de potasio se entregaron a los habitantes de la zona contaminada
demasiado tarde, cuando estas ya no eran eficaces. Esas tabletas habrían protegido sus
glándulas tiroideas de la irradiación por radio-yodo y así habrían evitado el cáncer,
pudiendo así evitarse 1.800 casos de cáncer tiroideo descubiertos a la fecha que
probablemente se debieron al radio-iodo-131 enviado a la atmósfera por la explosión y por
el fuego que siguió.
Así fue que el 2 de mayo, siete días después de la explosión, el consumo de
productos agrícolas locales fue prohibido y durante la primavera de 1986, finalmente, se
evacuaron 120.000 personas, mientras que, por falta de instrumentos de
medición, y por desconocimiento de los adelantos en radio-biología y radio-protección
desarrollado por científicos en la URSS y en otras partes, la comunidad médica y las
autoridades soviéticas no tenían la seguridad de que estas evacuaciones estuvieran
justificadas.
Fue así que la población mal informada y desinformada cayó presa del pánico, y pronto
comprendió que las autoridades públicas habían perdido el control de la situación
ocasionando que los obreros y demás evacuados cayeran víctimas de la tensión
psicológica; además de muchos suicidios, el trauma psicológico les llevó a
enfermedades respiratorias, digestivas y cardio-vasculares. Estos casos no son el
resultado directo de la irradiación, pero constituyen, por mucho, los más grandes
efectos perjudiciales para la salud pública infligida por la explosión de Chernobyl.
La exposición a radiación daña el organismo y puede llevar a la muerte.
- Son diminutas pastillas, las que dan la gran energía para hacer funcionar una
planta nuclear, y por consiguiente una ciudad entera.
- A pesar de todos los cuidados que se le quiera hacer a una planta nuclear, el
riesgo de una catástrofe nunca es una idea abandonada.
NOTAS IMPORTANTES
BIBLIOGRAFIA:
http://chernobil4.blogspot.pe/2011/06/minutos-despues-del-accidente-todos-los.html
http://accidente-de-chernobyl-cnp.blogspot.pe/2012/12/consecuencias-inmediatas-y-
futuras-al.html
http://www.laorquestafilosofica.com/2016/11/07/el-accidente-nuclear-de-chernobil-causas-
y-consecuencias/