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Voz del docente.

La voz de profesores y maestros es considerada como el principal


medio de enseñanza y como tal debe cumplir con algunos requisitos para alcanzar la
mayor eficacia en su empleo.

Hace más de un siglo, José Martí daba consejos para ello. Se presentan aquí algunas
recomendaciones para alcanzar su mejor utilización tanto en clases como en otras
formas de expresión oral a un público numeroso. También se proponen medidas para
su cuidado, pues numerosas enfermedades de los órganos fonatorios se deben, en gran
parte, a su utilización inadecuada.

La voz como medio de enseñanza

Muchos profesores y maestros piensan que el uso de su voz es suficiente para una
correcta transmisión de los conocimientos que imparten, considerando que sus alumnos
pueden concentrar su atención por largo tiempo, además de que los conocimientos y
experiencias previas que poseen les facilitan asimilar su mensaje, solo con la utilización
de su expresión oral.

Olvidan que muchos elementos internos y externos conspiran en su contra y que logran
distorsionar el mensaje, a veces en tal medida, que los estudiantes “no entienden nada”,
a pesar de los profundos conocimientos de su materia que tiene el profesor.

Desde la famosa Retórica de Aristóteles, hasta la actualidad, numerosos autores han


dado múltiples consejos sobre la utilización de la voz para la locución, el discurso o la
impartición de clases. Aquí la enfocamos como el principal medio de enseñanza de que
dispone el docente, pero para lograr su mayor eficacia debemos atender a algunas
recomendaciones que son válidas no solo para maestros y profesores, sino para todos
los que han de dirigirse a un público que los escucha, sean periodistas, animadores,
locutores, pastores, sacerdotes, etc.

El uso de la voz desde la visión de José Martí

Hace más de cien años, en su artículo “Clases orales” publicado en la Revista Universal
de México, el 18 de junio de 1875, Martí se refería a la forma en que deberían exponerse
los contenidos, después de observar las clases que se dictaban en el Colegio de
Abogados de ese país, por medio de la lectura de conferencias escritas.

Escribía Martí:

 “La atención se cansa de fijarse tanto tiempo en una materia misma, y el oído
gusta de que distintos tonos de voz lo sorprendan y lo cautiven en el curso de
la peroración. La manera de decir realza el valor de lo que se dice: - tanto, que
algunas veces suple a esto”.
Y más adelante agregaba:

 “Viven las clases de la animación y el incidente. Necesita a veces la atención


cansada un recurso accidental que la sacuda y la reanime. Grábanse mejor en
la inteligencia los conceptos que se expresan en la forma diaria y natural, que
los que se presentan envueltos en la forma diluida, siempre severa y
naturalmente detallada, de las peroraciones escritas”.

Las recomendaciones que hizo el Apóstol, de quien se dice fue un orador y maestro
destacado, tienen hoy plena vigencia.

Recomendaciones para el uso de la voz en clases

A continuación, mencionamos algunas recomendaciones para el uso eficaz de la voz:

 Cuando se habla en la clase, el ritmo o velocidad del habla debe ser más lento
que en la conversación normal, de lo contrario los estudiantes sólo entenderán
las primeras y las últimas palabras.

 Utilice pausas al hablar. Existe un número “mágico” que es 7+-2 palabras. O


sea, en cada emisión de voz usted debe pronunciar entre 5 y 9 palabras. Por
supuesto que no va a estar contando las palabras cuando habla. Para entrenarse
se hace un ejercicio sencillo: se toma un párrafo cualquiera de un libro,
periódico o revista, se divide con líneas verticales de acuerdo a esa norma y se
lee varias veces hasta que el cerebro se habitúa a ese ritmo. Con relación a esta
medida también hay que tener en cuenta que no se puede dejar una o varias
palabras aisladas o carentes de sentido solo porque no caigan en este rango.

 La entonación de la voz en el aula tiene que ser más pronunciada que en la


conversación normal. Por ejemplo: si se hace una pregunta hay que recalcar la
entonación ascendente al final para que pueda ser entendida. Los cambios de
tono al hablar (más agudo o más bajo) dan interés a lo que se dice y evitan la
monotonía.

 Utilice la mímica al hablar, la expresión del rostro y los gestos corporales


ayudan a transmitir los conocimientos. Los desplazamientos discretos en el aula
contribuyen a mejorar la atención.

 Practique la correcta dicción (pronunciación) de las palabras en voz alta, óigase


a usted mismo. Sobre todo, de aquellas palabras nuevas o en idiomas
extranjeros. Si no conoce la pronunciación correcta de una palabra en otro
idioma, dígala en español, pero evite las mezclas que muchas veces son
desafortunadas. Tenga presente que muchos vicios de dicción se adquieren
durante la infancia y son muy difíciles de erradicar.
 Evite la repetición de términos como “entienden”, “entonces”, “bien”, etc.
También sonidos como “eeee” y otros que dispersan la atención de los oyentes.
Este tipo de error de dicción conocido como “muletilla” es difícil de erradicar
y la mayoría de las veces el hablante lo repite sin darse cuenta. El arrastre del
final de algunas palabras seguidas de pausas muy largas dan idea de
inseguridad.

 Observe a sus estudiantes cuando habla, por ellos se dará cuenta si su mensaje
es entendido o no, si muestran interés en lo que les dice o solo desean que
termine la clase para que se vaya.

 Por último, recuerde que la inseguridad, el temor, la cólera, la tristeza y otras


emociones se transmiten por la voz. Domine su voz, usted es un artífice de la
comunicación y como tal tiene que aprender a conducirse.

Cuidado de la voz

El hombre aprendió a hablar modificando las funciones de ciertos órganos de la


respiración y la digestión, que no fueron “diseñados” por la naturaleza para ello. Por
esto se hace muy necesario el cuidado de nuestra voz, sobre todo por las personas que
se valen de ella para su desempeño profesional.

Durante el habla, la respiración normal (aprox. 500 cm³) se altera, se inspira muy rápido
una gran cantidad de aire (unos 2000 cm³) y se espira lentamente con gran fuerza, pues
solo entonces se produce la voz.

Por la razón anterior sucede que la inspiración, o sea la entrada de aire a los pulmones
en gran volumen y con gran rapidez, se realiza por la nariz y por la boca, no solamente
por la nariz como ocurre en la respiración normal.

La boca no tiene las defensas naturales que posee la nariz para filtrar el aire (pelos,
mucosidades, etc.) y por lo tanto entran en la garganta y los pulmones partículas
contaminantes de polvo y otras sustancias, que requieren medidas adicionales de
protección.

Medidas para el cuidado de la voz

A continuación, se sugieren algunas medidas para el cuidado de la voz, en sentido


general, aunque cada persona de acuerdo a sus particularidades necesitará enfatizar
unas u otras.

 Utilice una intensidad para hablar que le resulte cómoda, no grite. Hable de
manera que lo puedan escuchar los últimos alumnos del aula, pero no tan alto
que los aturda. Para aumentar la potencia de la voz debe acostumbrarse a
contraer el abdomen cuando habla para impulsar el aire con mayor fuerza.

 Evite cualquier cosa que pueda ser irritante antes de su clase como fumar,
ingerir bebidas alcohólicas, líquidos muy calientes o comidas muy
condimentadas o calientes.

 No hable nunca mientras borra la pizarra o escribe en ella. El polvo de la tiza


es altamente irritante para sus órganos fonatorios. Mantenga la boca cerrada.

 Descanse la voz entre turnos de clase o al terminar su sesión de trabajo.

 No hable innecesariamente durante turnos muy largos. Planifique sus


intervenciones, haga que los estudiantes trabajen independientemente.

 No compita con los ruidos externos, como el paso de un camión o una


motocicleta. Espere a que disminuyan o acérquese a los estudiantes. Si sus
alumnos hacen mucho ruido entonces hable usted más bajo, comprobará que es
más efectivo que gritar más que ellos.

 Los locales que tienen el techo (puntal) muy alto producen una reflexión de las
ondas sonoras conocida como “reverberación”, que se siente como un eco. Si
su aula tiene esas condiciones trate de hablar más bajo para evitarla.

 Trate de ingerir bebidas ligeras o agua fresca entre turnos de clase, que
lubriquen y alivien la laringe (no excesivamente frías).

 Evite contraer catarros o gripe, sobre todo durante invierno. No sienta


vergüenza por rechazar la cercanía o las muestras de afecto (besos y abrazos)
de personas infectadas, está protegiendo su principal instrumento de trabajo.

 Dar clases en locales con aire acondicionado donde la temperatura sea muy fría
puede ser irritante para su voz. Protéjase también para hablar, de ventanas y
puertas por donde entren fuertes corrientes de aire o polvo.

 Ante cualquier disfonía (ronquera) persistente, dolor u otros síntomas inusuales


de sus órganos fonatorios acuda al médico enseguida.

Útiles consejos para nuevos docentes

Cuando se trata de administrar un salón de clases, la mayor parte de lo que se aprende


como nuevo maestro es mediante la experiencia del día a día. Una buena opción es
hacer caso a los consejos de aquellos que han caminado – y tropezaron. Si estás
luchando con la disciplina, aquí te ofrecemos cinco sugerencias que puedes comenzar
a usar de inmediato:

1. Utilice un tono de voz normal, natural

¿Estás enseñando en tu voz normal? Cada maestro puede recordar esto desde el primer
año en el aula: pasar esos primeros meses hablando en un rango superior a lo normal
hasta perder la voz.

El aumento de voz para llamar la atención de los estudiantes no es el mejor enfoque, el


estrés que causa y el ambiente que pone en la sala simplemente no vale la pena. Los
estudiantes tendrán un nivel de voz similar, por lo que es necesario evitar el uso de esa
voz casi gritando. Si queremos que los niños hablen a un volumen normal, agradable,
tenemos que hacer lo mismo. Si estás pidiendo a los estudiantes que guarden sus
cuadernos y se meten en sus grupos, asegúrese de usar un tono declarativo, por ejemplo,
la materia en curso. Si estás haciendo una pregunta acerca de un personaje en una
historia corta, o acerca de las contribuciones hechas por el Imperio Romano, utiliza
siempre una invitación, con un tono conversacional.

2. Esperar a que los alumnos se calmen para poder hablar a un ritmo y tono
adecuados.

Es importante esperar a que los alumnos bajen su ritmo de actividad para poder utilizar
el timbre de voz adecuado, no debe ser ni alto ni muy bajo, debe encontrarse en un
estado normal como cuando estamos conversando. Para utilizar el tono de voz
adecuado se irá midiendo conforme avanza la clase.

3. Use las señales de mano y otro tipo de comunicación no verbal

La celebración de una mano en el aire, y haciendo contacto visual con los estudiantes
es una gran manera de calmar la clase y obtener su atención. Se lleva un tiempo para
que los estudiantes se acostumbren a esto como una rutina, pero funciona de maravilla.
Pídeles que levanten la mano junto con usted hasta que todos estén arriba. Luego baja
la tuya y comienza a hablar. Con los estudiantes más jóvenes, intentar aplaudir tres
veces y enseñar a los niños a aplaudir rápidamente de nuevo dos veces. Esta es una
manera divertida y activa para llamar su atención y todos los ojos en ti.

4. Problemas de comportamiento

Asegúrese de hacer frente a un problema entre usted y un alumno o entre dos alumnos
lo más rápido posible. Los malos sentimientos – de su parte o los estudiantes – pueden
crecer tan rápidamente de un grano de arena en las montañas. Ahora, para el manejo
de los conflictos sabiamente, y el estudiante debe alejarse de los otros estudiantes, justo
en la puerta del salón de clases, tal vez. Espere hasta después de la instrucción, si es
posible, evitar la interrupción de la lección. Haga preguntas ingenuas tales como,
“¿Cómo podría ayudarte?” No acuse al niño de cualquier cosa. Actuar como sumo
cuidado, incluso si usted tiene el sentimiento opuesto en ese momento. El estudiante
suele ser desarmado porque podría estar esperando que te enfades entrar en un tipo de
confrontación. Y, si tiene que hacer frente a la mala conducta durante su instrucción,
siempre tienen un enfoque positivo. Diga, “Parece que tienes una pregunta” en lugar
de “¿Por qué hablas tanto?” Cuando los estudiantes tienen conflictos entre sí, los
arreglos para reunirse con los estudiantes pueden ser en el almuerzo, o a la salida. Usa
un lenguaje neutral, tu función como profesor es ser mediador, ayudando a resolver el
problema pacíficamente, o al menos llegar a una tregua agradable.

5. Tener una buena planificación de tus clases

Este consejo es el más importante de todos. Tal vez has escuchado el dicho, si no tienes
un plan para ellos, van a tener uno para ti. Siempre planifica tus clases. Es mejor
quedarse sin tiempo que a escasear en una lección por no tener los contenidos
adecuados. Si tienes estudiantes aburridos, van a haber problemas. Si la lección está
mal planeada, habrá mucho ruido en el salón. Todos sabemos que las lecciones
atractivas mantendrán a tus alumnos interesados y motivados.

Comparte con nosotros tus experiencias de gestión del aula: ¿Qué desafíos específicos
tienen? ¿Qué estrategias han funcionado bien para ti y sus estudiantes? Por favor,
comparta en la sección de comentarios.

9 consejos para cuidar la voz y que no falle en clases


La voz es nuestra principal herramienta de trabajo, dependemos diariamente de
ella y debemos cuidarla. Muchos caemos en el error de asociar una disfunción vocal a
simples resfriados o una resaca, pero a veces puede ser algo mucho más serio. Los
profesores estamos en promedio 6 horas diarias sobreexigiendo nuestras cuerdas
vocales, por lo que es necesario conocer algunos tips para hacerlo del modo menos
invasivo. A continuación, te dejamos 9 consejos para enfrentar esta situación:

1.- Toma el suficiente aire antes de hablar. El aire es como la bencina que permite
la vibración de nuestras cuerdas vocales.
2.- Respeta tus descansos. Las estructuras que producen la voz son músculos, por
lo que requieren descanso diario para su correcto funcionamiento. Evita hablar en
exceso cuando llegues a tu hogar.
3.- Bebe mínimo 2 litros de agua diarios, de este modo lubricarás el aparato
fonador.
4.- Evita ‘carraspear’ en exceso ya que puede dañar los pliegues vocales. Si
sientes molestias, reemplaza el ‘carraspeo’ por un trago de agua.
5.- No estires tu cuello al hablar, una postura adecuada mientras usas la voz ayuda
en su cuidado.
6.- Evita hablar demasiado en ambientes secos, muy calefaccionados o con aire
acondicionado ya que disminuyen la hidratación de las cuerdas vocales. Si no puedes
evitarlo, apóyate con agua.
7.- Utiliza estrategias poco invasivas para llamar la atención de tus alumnos. No
grites, mejor aplaude o míralos seriamente en silencio.
8.- Evita el alcohol, café y cigarrillos. También cuídate de los cambios bruscos
de temperatura.
9.- Si estás pasando una disfonía por más de una semana, debes acudir
inmediatamente al doctor, sobre todo si la disfonía no está asociada a un resfrío. Evita
la automedicación.

La clase expositiva

Los objetivos de la técnica expositiva son la transmisión de conocimientos,


ofrecer un enfoque crítico de la disciplina que conduzca a los alumnos a reflexionar y
descubrir las relaciones entre los diversos conceptos, formar una mentalidad crítica en
la forma de afrontar los problemas y la capacidad para elegir un método para
resolverlos.
Desafortunadamente la práctica docente suele olvidar los dos últimos puntos y se
centra en la transmisión de conocimientos, es decir, en impartir información.

Ventajas:

• Permite abarcar contenidos amplios en un tiempo relativamente corto.


• Es un buen medio para hacer accesibles a los estudiantes las disciplinas cuyo
estudio les resultaría desalentador si las abordaran sin la asistencia del profesor.
• El profesor puede ofrecer una visión más equilibrada que la que suelen presentar
los libros de texto.
• En ocasiones es un medio necesario porque existen demasiados libros de una
materia, y otras veces porque hay muy pocos.
• Algunos estudiantes suelen aprender más fácilmente escuchando que leyendo.
• Ofrece al estudiante la oportunidad de ser motivado por quienes ya son expertos
en el conocimiento de una determinada disciplina.
• Facilita la comunicación de información a grupos numerosos.

Desventajas:

• Exige excelentes expositores.


• Exige un gran dominio de la materia.
• Refuerza la pasividad del estudiante.
• No desarrolla el pensamiento crítico del alumno.
• Puede favorecer el desinterés del alumno y por lo tanto la inasistencia a clase.

Cómo se aplica:
1. El primer paso es determinar claramente los objetivos.
2. Después es preciso seleccionar los contenidos, tomando en cuenta el nivel y
los conocimientos previos de los estudiantes, así como el tiempo del que se dispone
para ofrecer la clase. Es importante adecuar el ritmo de aprendizaje a lo largo del curso
según la dificultad de los diversos conceptos y principios.
Los contenidos no deben ser presentados de forma abstracta. Los estudiantes
necesitan de manera especial ilustraciones y aplicaciones que los apoyen a relacionar
un conocimiento nuevo con conocimientos y experiencias previas.
3. La introducción de la clase se debe plantear de manera que capte la atención,
puede ser en la forma de preguntas o breve exposición de una problemática. Puede ser
útil repasar brevemente lo expuesto los días anteriores y cómo se estructura la
continuación de una forma lógica, ayudando a recordar en el punto en que se dejó la
materia.
4. A partir de la introducción, se desarrolla la exposición. Es responsabilidad del
docente mantener alto el nivel de atención. Un buen profesor hará uso de anécdotas y
ejemplos ilustrativos y de ilustraciones visuales. O bien, trazará imágenes en el pizarrón
que permitan a los alumnos seguir el argumento; asimismo variará el ritmo haciendo
una pausa antes de pronunciar afirmaciones importantes, levantando la voz y hablando
de modo más sobrio para dar énfasis.
El profesor debe atender otros aspectos, como son la comunicación verbal y no
verbal, el cuidado de la voz, las pausas. Es decir, es indispensable prestar atención al
nivel de comunicación que se produce en la clase, pues el profesor debe ser un buen
comunicador.
5. No sólo la exposición oral tiene que ser prevista y organizada, sino también
los apoyos visuales. Un grave error es que las diapositivas, Power point, o las láminas
de acetato del proyector den imágenes demasiado pequeñas para ser vistas con claridad
por la mayor parte de los estudiantes. El trazo de los dibujos en el pizarrón debe ser
sencillo y las letras deben ser lo bastante grandes para poder leerse.
6. El docente debe terminar su exposición haciendo una síntesis en la que enfatice
los aspectos sobresalientes de su intervención.

Sugerencias:

• No abusar de esta técnica.


• Recordar al preparar la clase que lo que aburra al profesor aburrirá a los alumnos.
• Partir de notas, aunque no se debe tener por escrito porque la clase puede
convertirse en un fastidioso e interminable dictado.
• Enfatizar y resumir periódicamente, lo que facilitará la comprensión de su
exposición por parte de los alumnos.
• Mantenerse en un lugar visible, dirigir la vista y la voz hacia todo el grupo.
• Utilizar un lenguaje claro y con un volumen adecuado.
• Utilizar ejemplos conocidos y significativos para los alumnos.
• Saber usar el pizarrón.
• La clase expositiva debe complementarse con asesorías para brindar una
enseñanza personalizada.
Instrumentos de Evaluación

Anecdotario: Es el registro acumulativo y permanente, que hace el docente, de los


hechos relevantes realizados o en los cuales ha participado el estudiante. Permite
valorar, en especial, la conducta individual y colectiva del estudiante, sus actitudes y
comportamientos.

Debate: Permite una evaluación cualitativa, es posible observar las capacidades del
alumno para argumentar, así como ciertas actitudes.

Diarios o bitácoras: Es un registro escrito, de manera permanente, que realiza el


profesor sobre el planeamiento, desarrollo y evaluación de las actividades docentes. Es
una descripción del aula en acción que permite al docente hacer explícito el mundo de
las relaciones e interacciones que se suceden cuando está animando los aprendizajes
(se desarrolla más adelante).

Encuestas y cuestionarios: Son listados de preguntas, por escrito, que se entregan a


diferentes personas que pueden suministrar una determinada información.

Entrevista: La entrevista es una técnica que busca la formación del alumno. La


evaluación se lleva a cabo a través del diálogo. Mediante el diálogo se puede establecer
la consistencia del razonamiento, de las adquisiciones y de las capacidades cognitivas
del alumno.

Ensayos: Evalúa calidad de argumentación, manejo de la información, apropiación de


conceptos y teorías.

Escalas de valoración de actitudes: Son instrumentos que aprecian y miden la


disposición (a favor o en contra) del estudiante hacia un objeto, grupo o situación.

Exámenes de desarrollo: Es el examen tradicional de tres a cinco preguntas que el


estudiante debe contestar de manera individual. Es una prueba muy fácil de elaborar,
pero difícil de evaluar porque se presta para sesgos por parte del profesor, cuando
conoce a sus autores.

Se puede mejorar la calidad de esta forma de evaluación elaborando previamente los


patrones de respuesta para las preguntas y capacitando monitores para que lean las
respuestas de los estudiantes y las comparen con los patrones, con tres posibilidades de
valoración: plena concordancia, mediana concordancia y ninguna concordancia.

Examen escrito: Es la técnica de evaluación utilizada tradicionalmente. El alumno en


estas pruebas recibe una serie de peticiones que ha de contestar o resolver, según sean
de carácter teórico o práctico, en un periodo de tiempo determinado, en ocasiones esta
técnica varía y se realizan exámenes orales con el mismo procedimiento.
Examen con posibilidad de consultar bibliografía: Pruebas encaminadas a resolver
aspectos o casos con la posibilidad de consultar libros y apuntes previamente
preparados por el alumno. Se trata de evaluar la capacidad de obtener información,
analizarla y resolver problemas prácticos, más que la memorización de unos
conocimientos teóricos.

Un caso específico de prueba escrita dentro de las pruebas objetivas son los exámenes
tipo test en los que se plantean preguntas cerradas con las respuestas predefinidas. Los
alumnos deben seleccionar la o las respuestas correctas entre las opciones planteadas.
Generalmente suelen ser enunciados breves y respuestas igualmente no muy extensas.
La ventaja de este tipo de prueba es su carácter objetivo, puesto que la puntuación no
depende del profesor que corrige, siendo posible incluso utilizar un lector óptico. Por
una parte, presenta para el docente la ventaja de la rapidez y facilidad de evaluación.
Entre los inconvenientes, las pruebas de tipo test son de difícil elaboración por parte
del profesor. La falta de concreción de las preguntas y la ambigüedad que pueden
presentar las respuestas son otros problemas. Por otra parte y por lo general, las
materias son ricas en matices y difíciles de encajar en una evaluación de preguntas
cerradas con múltiples respuestas predeterminadas. Este sistema de evaluación fomenta
en los docentes y en los alumnos un enfoque centrado en los aspectos que se preguntan,
por ejemplo, definiciones y clasificaciones. No desarrollan en el alumno el proceso del
pensamiento.

Grabaciones en audio o vídeo con guía de análisis: Cuando las grabaciones de audio
o vídeo se utilizan en la enseñanza y el aprendizaje, los docentes pueden valorar el
grado de apropiación de los contenidos de los mismos mediante guías de análisis que
deben desarrollar los estudiantes.

Observación: La observación tiene un sentido de evaluación informal. Tanto el


alumno que hace de observador como el observado, deben conocer previamente las
reglas del juego. Unos para saber a qué atenerse y otros para apreciar el valor de lo
observado.

Portafolio: Es un registro acumulativo que sistematiza la experiencia obtenida en un


tema o asignatura y que se puede presentar en un fólder o carpeta de argollas. En el
mismo se incluyen materiales de búsqueda bibliográfica, representaciones gráficas del
material estudiado (mapas conceptuales, aspectos conceptuales, cuadros sinópticos,
resúmenes elaborados por el estudiante sobre textos asignados por el profesor) al igual
que ensayos, informes, evaluaciones y las correcciones correspondientes o cualquiera
otra producción intelectual.

Proyectos: Son aplicaciones de un tema o asignatura con los cuales se puede evaluar
el grado de apropiación de los conocimientos, habilidades y destrezas intelectuales. Los
proyectos permiten el ejercicio de la autonomía y la creatividad de los estudiantes. Los
aprendizajes son lentos y exigen gran inversión de tiempo y trabajo, pero los
aprendizajes son duraderos. Exigen mucha planeación de parte del docente para que el
estudiante reciba todas las orientaciones necesarias antes de emprender el trabajo (más
adelante se explica con mayor detalle).

Pruebas escritas: han sido el medio tradicional de evaluación del alumnado, sobre
todo en la universidad. Esta técnica presenta diversas variantes.

Prueba teórica: El estudiante debe contestar una serie de temas de carácter teórico
propuestos por el profesor. Estos temas pueden ser de carácter extenso, donde se evalúa
el conocimiento sobre un tema o apartado que el alumno debe desarrollar o cuestiones
más concretas y breves. Este tipo de evaluación puede plantear un aspecto determinado
derivado del programa de la asignatura impartida o pedir que se relacionen conceptos
y conocimientos a través de la relación de los conocimientos adquiridos.

Examen práctico: En este tipo de examen se deben resolver, unos supuestos o


problemas planteados normalmente de carácter cuantitativo, en el que se aplican un
determinado instrumento o modelo al fenómeno descrito.

Pruebas mixtas: Se utiliza de manera conjunta los dos tipos anteriores, se valora tanto
el aprendizaje teórico como la capacidad de resolver cuestiones prácticas mediante la
aplicación de los conocimientos teóricos adquiridos.

Pruebas objetivas: Se ocupan del conocimiento factual. La estructura de estas pruebas


consiste en un enunciado que especifica en términos precisos los logros previstos. La
redacción es tan exacta que sólo admite una interpretación para una única respuesta. Se
tiene en cuenta no sólo el número de respuestas correctas, en una relación de buenas
sobre el total de preguntas, sino la posición de cada estudiante en relación con el grupo
de referencia (posición en la curva de distribución normal de puntajes). Presenta
diferentes formas tales como: verdadero-falso, completar frases, opción múltiple
(simple o compuesta), etc.

Seminarios: El seminario, y en particular el seminario de investigación, es una práctica


didáctica y evaluativa que fomenta la construcción social del conocimiento. Aunque
los aprendizajes son procesos individuales, en el aula se realiza la validación social de
los mismos mediante procesos de interacción comunicativa. Las discusiones y debates
alrededor del objeto de aprendizaje permiten al docente valorar no sólo el grado de
dominio del tema por parte de los estudiantes, sino apreciar la capacidad discursiva y
argumentativa de los mismos.

Solución de problemas: Responde a los enfoques de evaluación actuales. Desarrolla


capacidades y habilidades del pensamiento. Mide tanto el proceso de enseñanza-
aprendizaje, como el producto (se detalla más adelante).

Talleres: Son experiencias docentes que permiten demostrar la capacidad de aplicar


conocimientos y destrezas en una determinada área del saber. En los talleres se pone
en evidencia las capacidades de trabajo individual y colectivo de los estudiantes.
Tareas, ejercicios y actividades dentro o fuera del aula: Es la forma tradicional de
reforzar y valorar los aprendizajes de los estudiantes. Requieren planeamiento e
instrucciones muy claras para que la ambigüedad no constituya motivo de desconcierto
y desesperanza de parte de los estudiantes al tratar de resolver algo que se les asigna
con un alto grado de generalidad.

Técnica de casos: Apoya a la técnica de solución de problemas (se detalla más


adelante).

Técnica de pregunta: Apoya a la técnica de solución de problemas, propicia el


desarrollo del pensamiento abstracto, estimula la participación y retroalimentación de
conocimientos (se desarrolla más adelante).

La evaluación constructivista

Los enfoques constructivistas orientan diferentes estrategias de evaluación. Privilegian


el papel activo del alumno como creador de significado, la naturaleza autoorganizada
y de evolución progresiva de las estructuras del conocimiento, es decir abordan la
evaluación formativa.

La evaluación, por tanto, debe estar orientada a evaluar los procesos personales de
construcción personal del conocimiento.

La evaluación formativa se entiende como un refuerzo que ayuda al alumno a


reconstruir el tema de evaluación y como parte del proceso generador de cambio que
puede ser utilizado y dirigido a promover la construcción del conocimiento.

Los modelos utilizados tradicionalmente centran la evaluación en cogniciones aisladas


sin considerar su conexión con el marco de conocimientos general y personal del
alumno, esta tendencia a evaluar conocimientos como unidades ordenadas que se
pueden aislar en forma artificial, no favorece la construcción del conocimiento que
exige una evaluación que considere las cadenas complejas de significado y la
interacción dinámica entre los mismos. Lo esencial en esta perspectiva es el concepto
de integración, es decir, propone que cualquier tipo de conocimiento puede ser
entendido mejor en el contexto de un sistema de significados más amplio que lo apoye
y relacione.

La evaluación tradicional mide la cantidad de conocimientos u objetivos logrados,


representados como la frecuencia de respuestas correctas en los instrumentos
estructurados.
Las técnicas tradicionales se dirigen principalmente a evaluar el presente del alumno y
en el mejor de los casos el pasado reciente (evaluación acumulativa), las técnicas
constructivistas enfatizan la evaluación del desarrollo.

La evaluación tradicional mide la cantidad de información memorizada por los


alumnos. En el enfoque constructivista, se centra la atención en el nivel de análisis, por
lo tanto, las capacidades del alumno para clasificar comparar y sistematizar son claves
para la evaluación formativa.

Esta forma de evaluación obtiene de los alumnos un conjunto de construcciones


personales y únicas con las que estructuran su propio conocimiento, mientras que la
evaluación tradicional sitúa a los alumnos en un conjunto de construcciones validadas
externamente.

La evaluación en este marco tiene la intención de dar a los estudiantes una oportunidad
para seguir aprendiendo; esto exige que el profesor reconozca las diferencias
individuales y de desarrollo de intereses, capacidades, destrezas, habilidades y
actitudes. Así, la evaluación debe partir verificando lo que los alumnos ya saben
(evaluación diagnóstica).

La evaluación constructivista mide:

• Los conocimientos adquiridos y la capacidad de los alumnos para aplicarlos en


situaciones variadas.
• El desarrollo de destreza, habilidades y cambio de actitudes.
• Si los alumnos son capaces de establecer una relación con el conocimiento que
difiere de la que demanda el profesor.
• Si los alumnos contribuyen a aportar un nuevo significado al conocimiento,
alterando incluso la dinámica de la interacción establecida por el docente en el aula.
• La validez de construcción debe verificar si se está evaluando lo que realmente se
espera que los alumnos construyan, lo que implica una clara definición de
capacidades; una declaración explícita de las normas, que deben ser justas para los
alumnos; una clara definición de criterios de evaluación, cuando será considerada
una construcción buena, mala o regular; e instrucciones comprensibles para la
comunicación de los aprendizajes.

Evaluación de competencias

La evaluación de la capacidad o del cometido o desempeño es una técnica de ejecución


que requiere que el estudiante elabore una respuesta o un producto que demuestre su
conocimiento, capacidades y habilidades. Con las técnicas de ejecución se pretende
evaluar lo que los estudiantes pueden hacer, en lugar de lo que saben y que utilicen lo
que saben para poder hacer.
Esta técnica también puede ser útil para el enfoque de evaluación constructivista.

La técnica de ejecución:

Esta técnica evalúa el producto resultante: una escultura, un ensayo escrito dentro de
criterios específicos, el resultado de un experimento, el resultado de un problema. El
producto para su evaluación puede ser comparado con ciertas características
esperadas (evaluación interna) o compararlo con otros productos como modelos
(evaluación externa).

Este tipo de evaluación requiere de la integración de conocimientos sobre contenidos


específicos, destrezas, capacidades, habilidades mentales y ciertas actitudes para
lograr la meta.

Algunas de las destrezas que es necesario desarrollar a través de las asignaturas en la


educación son las siguientes:

• Destreza para explicar ideas y procedimientos, tanto en forma oral como escrita.
• Formular y probar hipótesis, trabajar con iguales (pares) en forma productiva.
• Hacer preguntas pertinentes.
• Hacer comentarios útiles cuando se escucha.
• Elegir problemas interesantes.
• Diseñar buenos experimentos.
• Tener una comprensión profunda de las teorías.
Criterios para evaluar una competencia
• Las técnicas de evaluación deben evaluar los conocimientos, destrezas,
capacidades, habilidades, actitudes y valores.
• Seleccionar las técnicas más pertinentes pueden ser, por ejemplo, las pruebas
escritas, la observación o la resolución de problemas o una combinación de
técnicas, dependiendo de la habilidad que se desee evaluar y o el área específica
de conocimiento.

Acerca de la evaluación:

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