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Cuenta la historia que un hombre fue condenado a muerte. Cuando ya iba a ser decapitado, el príncipe
que era el encargado de la ejecución le preguntó si tenía algo que pedir.

Todo lo que el reo pidió fue un vaso de agua. Cuando se lo trajeron, temblaba tanto que no pudo acercar
el agua a sus labios. Entonces el príncipe le dijo que se tranquilizara, pues nada le sucedería hasta que
hubiese terminado de beber esa agua.

El hombre confió en la palabra del príncipe, y arrojó el vaso al suelo. No pudieron recoger el agua
derramada, y así el reo se salvó.

Pues nosotros debemos tener algo muy claro, nuestra salvación es creyendo lo dicho por Dios en su
palabra. El agua de vida se ofrece ahora a todo el que quiera tomarla. Toma de ella y vivirás.

Lectura: Éxodo 23: 20-33.

Título del Mensaje:


La presencia de Dios concede victoria.
En la lectura que hemos realizado, el Señor habla del viaje del pueblo de Israel a la Tierra Prometida, y
lo que tenían que hacer al llegar allá.

Este mensaje es acerca del poder todopoderoso de la presencia de Dios – ¡y cómo podemos apropiarnos
de ese poder!

Las Escrituras proveen ejemplos interminables de cómo la presencia de Dios le da poder a sus hijos para
vivir para él. Y uno de los más poderosos de estos ejemplos se encuentra en la vida de Moisés.

Moisés estaba convencido que sin la presencia de Dios en su vida, era inútil que él intentara cualquier
cosa. Cuando él habló cara a cara con el Señor, él dijo,

Éxodo 33:15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

Él estaba diciendo, “Señor, si tu presencia no está conmigo, entonces no iré a ninguna parte. ¡No daré
un solo paso si no estoy seguro que estás conmigo!”

Moisés sabía que era la presencia de Dios en Israel, la que distinguía al pueblo de otras naciones.

Y lo mismo es cierto de la iglesia de Jesucristo hoy en día. Lo único que nos distingue de los incrédulos
es que Dios “está con nosotros” – dirigiéndonos, guiándonos, obrando su voluntad en y a través de
nosotros.

A Moisés no le importaba como otras naciones recibían su dirección, formaban sus estrategias, dirigían
sus gobiernos o sus ejércitos. Él dijo, “Nosotros operamos en un principio. La única forma en que
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podemos ser guiados o gobernados, para hacer guerra y sobrevivir en esta tierra, ¡es teniendo la
presencia de Dios con nosotros!

“Cuando la presencia del Señor está en medio nuestro, tenemos victoria. Pero sin él, somos impotentes,
reducidos a nada.

Deja que todas las naciones de este mundo confíen en sus ejércitos poderosos, sus carros de hierro, sus
soldados amaestrados, y sus armas nuevas. ¡Nosotros confiaremos en la presencia manifiesta de nuestro
Dios!”

Miremos y entendamos este concepto desde la perspectiva de Dios.

Piensa en esto: Si una iglesia tiene la presencia manifiesta de Dios en medio de ella, no habrá ajetreo ni
bullicio, sudor o lucha. Las reuniones de adoración no serán apuradas, con tres canciones, una ofrenda
y un sermón corto. Al contrario, habrá una paz calmante, un descanso tranquilo – ¡y todos los que entren
por las puertas lo sentirán!

Por supuesto que esto no quiere decir que una iglesia no experimente alabanzas estrepitosas o
adoración exuberante. Por el contrario, creo que esas cosas son el resultado de un pueblo que está en
descanso.

Un cuerpo que tiene la presencia de Dios en medio vivirá, se moverá y adorara con una confianza
tranquila en el Señor en todo tiempo.

Lo mismo es para todo cristiano en forma individual. Si tenemos la presencia de Jesús en nuestra vida,
experimentamos el orden divino de Dios. Tendremos paz y calma, no tendremos apuro o ansiedad, sin
correr de un lado a otro buscando consejo, no sintiéndonos sin fundamento.

¡Viviremos en descanso, sabiendo que Dios tiene todo bajo control!, que en su presencia tenemos
victoria.

1. Existe una condición para conseguir y mantener la presencia de Dios en nuestras vidas.

Revisemos como podemos nosotros obtener victoria en la presencia de Dios. (V.20 - 22).

Hay una serie de condiciones para tener la presencia de dios en nuestra vida.

a. Oye. (V.21 a)

Juan 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene
vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
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b. No seas rebelde. (Necio, si sin sentido). (V21.b)

Cuando la palabra de Dios se refiere a una persona rebelde, dice que no muestra buen juicio, por
consiguiente es un insensato.

Mateo 7:26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un
hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;

c. Sé obediente. (V.22, 24, 25 a).

Juan 10:5 Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los
extraños.

2. En la presencia de Dios hay promesa.

a. Provisión. (V. 25 a).

El Señor desea que sus hijos no pasen ninguna necesidad.

Mateo 7:9-11 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
(10) ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? (11) Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos
dará buenas cosas a los que le pidan?

b. Salud. (V. 25 c).

Mateo 8:17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó
nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.(D)

c. Apartará a todo aquel que quiera impedir los planes de Dios para nuestra vida. (V. 27 - 28)

2 Crónicas 14:11-12 Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para ti no hay
diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová
Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh
Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre. (12) Y Jehová deshizo a los
etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes.

3. Dios promete la victoria, pero hay detalles que debemos observar acerca de la victoria.

Dios promete dar a Israel la victoria (v.29-31). Sin embargo, hay ciertos detalles que debemos
observar acerca de esta victoria:
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a. Dios daría la victoria paulatinamente (V.29-30). Note las razones que Dios da, por no brindar a
Israel una victoria completa, en forma inmediata.

Jueces 3:1-4 Estas, pues, son las naciones que dejó Jehová para probar con ellas a Israel, a
todos aquellos que no habían conocido todas las guerras de Canaán; (2) solamente para que
el linaje de los hijos de Israel conociese la guerra, para que la enseñasen a los que antes no la
habían conocido: (3) los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los
heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a
Hamat. (4) Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a los
mandamientos de Jehová, que él había dado a sus padres por mano de Moisés.

b. Israel no debía hacer alianza alguna con las naciones paganas que habitaban la tierra de Canaán
(V. 32-33). Note la razón por esta orden.

 ¿Qué nos enseña esto acerca de la necesidad de alejarnos de las cosas del “mundo”?
 ¿Qué peligros corren aquellas personas que participan de las cosas del “mundo”?

c. Israel tenía que rechazar los ídolos de Canaán, y destruir todo rastro de la idolatría (V.24).

4. Conclusión.

Cuando el pueblo de Dios vive en obediencia a Él, disfrutará Su bendición (V.25-26) y obtiene la victoria.

Vimos las bendiciones que podemos obtener y que Dios menciona.

¿Estamos disfrutando la bendición de Dios en nuestras vidas, tenemos esa victoria concedida por la
presencia de Dios?

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