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Fundación de Cochabamba (Bolivia) La ciudad de Cochabamba es


una ciudad boliviana de especial importancia económica, fundada
en dos ocasiones, primero el 2 de agosto de 1571 y luego el 1 de
enero de 1574. Cochabamba es una ciudad boliviana, capital del
departamento de Cochabamba y también de la provincia de
Cercado. Cochabamba se encuentra situada el valle de
Cochabamba, en el centro de Bolivia. La ciudad es actualmente la
tercera ciudad en importancia económica en el país. Los residentes
de Cochabamba son referidos frecuentemente como Coachalas. La
primera fundación de Cochabamba se llevó a cabo el 2 de agosto
de 1571 por Gerónimo Osorio con el nombre de Villa Oropeza
localizándose cerca del cerro San Sebastián. Más tarde, el 1 de
enero de 1574 Sebastián Barba de Padilla llevó a cabo la segunda
fundación de Cochabamba. La ciudad de Cochabamba fue
concebida como un centro de producción agrícola para importantes
ciudades mineras en las cercanías de la planicie. La economía y
estatus de la ciudad economía creció hasta obtener el título de “Leal
y Valerosa” para el año 1786. Cochabamba se localiza en un valle
abundante de tierras fértiles ideales para actividades agrícolas y
ganaderas, disponiendo a sus alrededores de campos de cultivos y
vestigios culturales de la época imperial Inca. La llamada ciudad
corazón de Bolivia, en la actualidad ofrece varios e interesantes
sitios turísticos por descubrir como atractivos naturales. Tabla de
Contenido 1 Origen del nombre 2 Historia de Cochabamba 2.1
Época precolombina 2.2 Fundación de Cochabamba Origen del
nombre La toponimia del nombre Cochabamba se compone de
dos palabras de la lengua quechua (principal dialecto del imperio
Inca): q’ucha que significa “lago”, y pampa que significa “llanura” o
“planicie”. Historia de Cochabamba Época precolombina El valle de
Cochabamba estuvo habitado por más de mil años gracias a la
abundancia de tierras fértiles y productivas. Evidencia arqueológica
sugiere que los primeros habitantes pertenecieron a los grupos
étnicos Tiwanaku, Tupuraya, Mojocoya, Omereque, e Inca. Todos
los cuales habitaron el territorio en tiempos anteriores a la llegada
de los españoles. El pueblo alcanzó su apogeo y obtuvo su nombre
de QuechuaKochaj-pampa, parte de la civilización Inca liderada por
el emperador Huayna Capac. Fundación de Cochabamba El primer
asentamiento español en el valle de Cochabamba fue Garci Ruiz de
Orellana en 1542 después que comprase la mayoría de las tierras
de los jefes nativos locales Achata y Consavana a través de un título
registrado en 1552 en la ciudad imperial de Potosí. El precio pagado
fue de 130 pesos. La residencia de Garci Ruiz de Orellana en el
barrio de Cala Cala se conoce como la Casa de Mayorazgo. La
primera ciudad en el valle se fundó con el nombre de Villa de
Oropesa por Gerónimo Osorio el 2 de agosto de 1571 bajo órdenes
del entonces virrey del Perú Francisco Álvarez de Toledo. La
segunda fundación de la ciudad se realizó el 1 de enero de 1574
por Sebastián Barba de Padilla en la actual plaza 14 de Septiembre.
En 1573, después del fallecimiento del primer fundador Gerónimo
Osorio, Barba de Padilla pidió autorización al virrey para fundar
la ciudad en el valle. Cochabamba fue concebida como un centro
de producción agrícola para los pueblos mineros de las regiones
cercanas del Altiplano, particularmente para Potosí, que se había
convertido en una de las ciudades más grandes y ricas del mundo
durante el siglo XVII gracias a sus vastas minas de plata. Con el
apogeo de la minería de plata en Potosí, Cochabamba prosperó
durante sus primeros siglos pero para el siglo XVIII entró en declive
cuando la actividad minera comenzó a decaer.

--Fuente: http://www.lhistoria.com/bolivia/cochabamba
HISTORIA DE COCHABAMBA: EPOCA PRE-HISPANA

Los valles centrales de Bolivia que son parte del departamento de Cochabamba han
sido desde siempre poblados por numerosas tribus, por su fertilidad y su clima
agradable, a medio camino entre las frías alturas del Collasuyo, y las calientes junglas
de la Amazonia. Existen huellas de hombres prehistóricos dedicados a la caza y la
recolección de frutos, en la zona de Carayani, pero recién se puede datar una cultura
mas avanzada a partir de 2.000 a.C., que ha dejado innumerables restos de cerámica,
pues al parecer casi todos los pueblos de esta parte de Bolivia eran expertos
ceramistas, y se los puede clasificar en grupos distintos según los diseños y el colorido
de su cerámica.

Los pueblos que habitaban esta tierra han dejado constancia del nombre con el que se
denominaban a si mismos: Canas, Karis, Urus, Cotas, Mojocoyas, Chanés, Chuwis o
Chues, Guaraníes y Mitimaes. Que no eran un grupo étnico uniforme, se puede ver por
las diferencias en su alfarería, cuyos distintos estilos dan nombre a algunas culturas
según la región de donde proceden. Así, por ejemplo, tenemos a la de Aiquile, con su
cerámica monocroma y ondulada, la Tupuraya de Cercado, Arani y Mizque, con
cerámica bicolor de diseños geométricos, y la Mojocoya del sudeste, que hacían
cerámicas de color rosa con diseños en espirales y escalonados. Asimismo,
existen pruebas arqueológicas de que estos pueblos tenían trato comercial con los
Tiwanacotas, que se establecieron en Omereque, y eran los más avanzados
culturalmente, a juzgar por su alfarería y construcción. Por su parte, los Chané y
Chues no han dejado esa clase de vestigios en arcilla.

Todos ellos fueron sometidos por los Quechuas, quienes alcanzaron a pasar de
Qochapampa hasta la entrada a los valles del norte cruceño, donde los Chiriguanos les
hicieron dar media vuelta. Por este motivo es que los indígenas del lugar que persisten
en nuestros tiempos hablan el idioma incaico. Probablemente fueron los colonizadores
incas quienes le dieron al valle el nombre que tiene, composición de los vocablos
“Qocha” y “Pampa”, que significan laguna y planicie respectivamente, y aluden a la
abundancia de agua y a las suaves colinas aplanadas de clima tibio que caracterizan a
la región. Los conquistadores hispanos, para no perder la costumbre de adaptar todos
los dialectos al suyo, lo pasaron a pronunciar como Cochabamba.

HISTORIA DE COCHABAMBA: EPOCA COLONIAL

El primer español que se aventuró por estos sitios fue Garci Ruiz de Orellana, un
hombre de la expedición de Pizarro (posiblemente del grupo de Gonzalo, o en todo
caso Hernando, pues Francisco no pisó estos lares), quien llegó en 1540, según unos,
y 1542, según otros. Le encantó el sitio, que vio apto para plantar huertos, de modo
que se las arregló para regresar más adelante a parlamentar con los caciques de Sipe
Sipe, y adquirir por ciento treinta pesos de plata las tierras donde está la ciudad, que
los nativos llamaban Canata (por los Canas, habitantes originales del lugar), según
consta en un acta de compra extendido en Potosí. Allí se construyó una finca, que
llamó Chacra del Algarrobal (actual Plazuela Osorio). Tras él llegó otro español, Pedro
de Estrada, que adquirió las tierras vecinas a las suyas, y Gerónimo de Osorio, que
hizo lo propio alrededor de 1565.

Ya en 1571, el Virrey del Perú, Francisco de Toledo, dio luz verde al proyecto del
hacendado Gerónimo de Osorio de fundar una villa en el sitio. Este le tuvo que
comprar sus tierras a Ruiz de Orellana, dándole otras a él y a otros terratenientes, que
se negaban a moverse de sus fincas. Fundó en esas tierras la Villa de Oropesa el 15 de
agosto de ese año, al pie del cerro de San Sebastián, un sitio que ahora se llama Las
Cuadras, por la parcelación en cuadriculas que hizo para repartir terrenos entre los
primeros moradores. El nombre lo decidió Osorio para honrar a su patrocinador, pues
el Virrey tenía el titulo nobiliario de Conde de Oropesa, y entre sus posesiones en
España había una villa homónima. El fundador fue su primer Corregidor y Alcalde,
residiendo en ella hasta su muerte en 1573.

Por razones que aun hoy los historiadores no se explican satisfactoriamente, al año
siguiente de la muerte del fundador, apareció otro para refundar la villa. Sebastián
Barba de Padilla, quien aparentemente ya había sido funcionario durante el gobierno
de Osorio, le pidió al Virrey que le diera la venia para volver a fundar la Villa de
Oropesa. No se sabe con qué argumentos convenció a Toledo, pero éste se lo permitió,
y así el 1 de enero de 1574 se realizó la segunda fundación, en la actual Plaza 14 de
Septiembre.
HISTORIA DE COCHABAMBA: EPOCA INDEPENDISTA

El sistema colonial que rigió en las siguientes centurias era muy gravoso para las
castas ubicadas en la parte baja de la escala: los indios tenían que empadronarse en
un censo, que los Corregidores usaban para extraerles absurdos impuestos por bienes,
en muchos casos innecesarios, que forzaban a los indígenas a aceptar, para luego
cobrarles una tasa elevada. Y a los mestizos, que se dedicaban a oficios artesanales,
se les exigía un impuesto anual por ejercer, además de regalías sobre la producción.
Como era previsible, esto causaba continuas disputas, que estallaron en revuelta en
1730, con el nombramiento por parte del Virrey Armendáriz de un nuevo Juez
Revistador (especie deoficial supervisor), con la misión de averiguar que hacían los
corregidores de la provincia de Cochabamba con el dinero de las recaudaciones, pues
había denuncias de doble padrón y cobros fraudulentos. El funcionario, Manuel Venero
y Valverde, llegó en momentos en que el Corregidor de la ciudad había causado un
tumulto por empadronar arbitrariamente a los mestizos y criollos en las listas de
impuestos, en las que sólo se debía incluir a indígenas, violando así sus derechos.

La ciudadanía mestiza, criolla e india se alzó en armas bajo el comando de Alejo


Calatayud, mestizo y artesano platero de oficio, haciendo huir al Juez Revistador a
Oruro, desde donde se quejó ante la Audiencia de La Plata, que envió tropas para
reprimirlos. En noviembre de 1730, los hombres de Calatayud se enfrentaron a las
tropas coloniales a hondazos, pedradas, cuchilladas y palos. Tuvo que intervenir la
Iglesia Católica para apaciguar a los dos bandos, haciéndoles firmar un acuerdo de
capitulación mediante el cual en Cochabamba se establecería un gobierno de criollos,
no ya de españoles, que se encargaría de sus propias necesidades, sin desmarcarse de
la autoridad del rey, del virrey y de la Audiencia.

Se nombró como nuevas autoridades a los criollos José Mariscal (Alcalde) y Francisco
Rodríguez (Registrador), quienes no tardaron en traicionar a Calatayud. En enero de
1731, un grupo de criollos que hasta entonces había estado de su lado, emboscó al
líder de la revuelta en casa de su compadre Rodríguez, llevándolo en secreto a una
prisión, donde lo estrangularon. Su cadáver fue maltratado de manera horrenda;
primero se le colgó, ya muerto, en la Plaza de Armas, luego se lo llevó al cerro San
Sebastián para desmembrarlo y enviar su cabeza a La Plata, donde lo exhibieron en
una pica en la plaza. En la capital, algún simpatizante robó la cabeza para enterrarla a
escondidas.

En 1776, cuando pasaron la Audiencia de la tutela del Virreinato del Perú al del Rio de
la Plata, la nueva administración incluyó a Cochabamba dentro de la inmensa provincia
de Santa Cruz. Pero en 1782, el rey Carlos III de España ordenó crear el modelo de
administración territorial de Intendencias. Con ello, al año siguiente se expendió
una Cedula Real, con fecha del 5 de agosto, ordenando trasladar el gobierno de Santa
Cruz al valle, creándose la Intendencia de Cochabamba, una de las cuatro que
componían la Audiencia de Charcas. Tenía la nueva Intendencia bajo su jurisdicción a
los partidos de Cliza, Mizque, Sacaba, Tapacari, Arque, Ayopaya, Vallegrande, Santa
Cruz, y la gobernación de Moxos. Toda esta vasto territorio de valles era conocido
como el granero de la colonia, por sus abundantes cosechas de cereales.

Después de los levantamientos en La Plata y La Paz, los patriotas cochabambinos se


organizaron para empezar la lucha en septiembre de 1810. El día 14 del mes,
Francisco del Ribero se dirigió a la ciudadanía reunida para proclamar una declaración
a favor de independizarse, que fue vitoreada. El año anterior, él y otros caudillos
locales habían respondido al pedido del Presidente de la Audiencia, Vicente Nieto, de
acudir a sofocar la rebelión indígena contra los españoles en Oruro, donde triunfaron.
Ahora, pasados al bando revolucionario, decidían formar una junta de guerra, reclutar
a todos los hombres que pudiesen y lanzarse a la carga contra los realistas,
adhiriéndose a la causa de los argentinos, cuyo Primer Ejército Auxiliar ya pisaba suelo
potosino. Se organizaron milicias comandadas por Ribero y Esteban Arze, quienes de
inmediato sublevaron la zona rural entre Cochabamba y Oruro, obstaculizando el
movimiento de los realistas, que no podían circular rápido entre norte y sur, ni les
alcanzaban las tropas para correr a apagar las docenas de focos guerrilleros que
empezaron a rodearlos. Arze se dirigió a Oruro para auxiliar a los patriotas locales,
enfrentándose al realista Piérola, hombre de Goyeneche, a quien derrotó en la batalla
de Aroma.

Después de derrotar al Primer Ejército Auxiliar Argentino en Guaqui en 1811, donde


pelearon los cochabambinos, Goyeneche tuvo que ir a Cochabamba, donde logró
apaciguar la rebelión en dos batallas seguidas e imponer un gobernador. Se concentró
entonces en enfrentar al Segundo Ejército Auxiliar Argentino, que de nuevo estaba en
Potosí y parte de Chuquisaca. Mandó a otro de sus hombres al encuentro, Picoaga,
quien los derrotó en Cotagaita, tras lo cual Goyeneche hizo planes de avanzar hacia el
Rio de la Plata, pero los tuvo que cambiar al saber que Cochabamba estaba cocinando
una segunda rebelión. En coordinación con los guerrilleros de Chayanta, Sica Sica y
Tapacari, Arze y sus hombres estaban de nuevo poniendo en aprietos a las tropas que
el realista había dejado atrás. Se enfiló, entonces, de vuelta al valle, entrando en
batalla con los cochabambinos de Arze en Pocona el 12 de mayo de 1812,
derrotándolos. Exigió a continuación que la ciudad entregara a los líderes republicanos,
y Cochabamba se negó, por lo que Goyeneche avanzó haci

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