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“Nuestros ancianos son nuestros momumentos.
¿Sabes?, respetar a un viejo es respetar la historia,
es respetar la vida”
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A Sebastián y a Nicolás, a mis padres,
y al colectivo senegambiano de Cataluña,
todos hijos de la migración y el mestizaje.
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El contenido de este volumen se ha ido desarrollando
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ÍNDICE
Agradecimientos .............................................................................................................................................
Prefacio............................................................................................................................................................
PRIMERA PARTE: Los pueblos de Senegal y Gambia: notas sobre el entorno cultural y situación de
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SEGUNDA PARTE: La migración senegambiana en Cataluña: el caso de Salt (Gerona)............
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TERCERA PARTE: Consideraciones comparativas sobre aculturación e integración social en torno
a algunas cuestiones de salud y reproducción.
2.3.- Análisis del acceso y demandas efectuadas a los centros de planificación familiar .......
3- Conclusiones: Factores que inciden en las ideas y actitudes reproductivas en el proceso migratorio..
- Algo más sobre las migraciones, los procesos de integración social y la aculturación...................
- Glosario ...........................................................................................................................................
- Bibliografía .....................................................................................................................................
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Agradecimientos:
Estuve a punto de no escribir estas páginas de agradecimiento, en la convicción de que no seré justa
con mucha gente que me ha apoyado y ayudado de una forma u otra. Pero como también creo que en tan
poco espacio difícilmente se puede hacer justicia cuando se ha recibido tanto, me gustaría dar las gracias
públicamente a algunas personas que han sido centros emisores de energía y pilares fundamentales en mi
trabajo y en mi vida.
Gracias a mis padres por enseñarme el camino de la diversidad, y a mis hijos todoterreno por su
patrimonio sin fronteras; por su nobleza, paciencia y compañerismo. A mi hermano por el reencuentro, por
los caminos que conducen al Paraná y al río de la vida A Chocha por su incondicionalidad, y a Panchita por
A quien verdaderamente incorporé como hermano mayor, Momodou Cham. A nuestra familia en
Chamkunda por su hospitalidad, cariño y entusiasmo. Por integrarme no sólo en la esfera doméstica sino
afectiva. A mi hermana Tata por ratificarme que la igualdad es posible. Por sus cacahuetes y sus cartas sin
A Teresa San Román, guía de esta investigación desde los inicios; por su sabiduría y su entusiasmo
En África, a quienes hicieron posible el acceso a buena parte de la tarea etnográfica: Awa Kinteh,
Seikou Sillah, Isatou Semega-Jammeh y Kaddy Manneh. A un gran amigo y maestro ejemplar, Dembo
Cham. A Ibrahima y Awa Bojang por su hospitalidad. A Boy Jatta por tanta comprensión. A Koko, Ken,
Jack, Mo y Modou por tantas historias vividas. Mi especial gratitud al marabout Sankung Jatta por sus
Por el apoyo logístico brindado en el Consejo de Investigación Médica (Medical Research Council,
MRC) Estación de Campo Farafenni (Farafenni Field Station), a una amiga entrañable y compañera de
trabajo, Fatou Banja, project manager de la investigación conjunta Harvard/MRC. Por la oportunidad de
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compartir este estudio, a Allan Hill, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la
Universidad de Harvard. A los miembros del equipo y las field-workers por su colaboración, sus comidas y
sus danzas. A Batch Cham por sus acogidas, y a Omar y Sajuka por sus Land-rovers. Y a Clara Menéndez,
Pedro Alonso, Moses Aikins, Andrew Wilkins, Tonya Marchand, Patricia y Umberto D'Alessandro, por
tantas horas vividas. Gracias no sólo por el soporte logístico sino moral a Sebastián Drover y Antonio
las mujeres de la Oficina de Mujeres (Women’s Bureau), luchando con las armas de la educación para la
erradicación de prácticas tradicionales que afectan a la salud de las mujeres y las niñas. A Isatou N’jie,
actual vicepresidenta del Gobierno de Gambia, por su lucidez y cercanía. También por la labor del
En Cataluña, a los compañeros de trabajo que compartieron la recogida de datos: Lang Jadama,
Lamin Cham y Mariatou N'jie. Gracias por su interés, eficacia y responsabilidad. A Lang, por la amistad
que nos une, por tantas historias y attayas compartidos. A Lamin, por la fuerza y el ejemplo.
empatía, cariño, amistad y buen humor. Por compartir muchas veces secuencias de nuestro duelo
migratorio. Mi admiración por su entereza y su esperanza. A las asociaciones que me acogieron con
confianza y voluntad de diálogo, Jama Kafo, EASU, Musa Molo, Meragemu Kafo, Kairau Fuladú y Musu
Kafo. A sus miembros, que han sido pilares de entusiasmo durante muchos años y con quienes luchamos
por un mundo más justo y solidario. A grandes mujeres, Adama Bojang, Mamma Samateh, Bintou Sarjo,
Fatou Sakilibah, Fanta Danso, Fatou Secka, Sirreh N’jie, Jalika Jammeh y Jei Kambi.
A Yaya Danso por su fortaleza, su presencia, sus flores y su luz. A Bully Jangana por su alegría, su
diccionario manuscrito y por demostrarme que los errores también forman parte de la amistad, que lo
profesionalidad extraordinarias, cuyo fruto fue el equipo interdisciplinar de Salt. Por la fuerza, coherencia y
perseverancia de estas mujeres trabajadoras sociales, médicas y enfermeras, que a pesar de los
contratiempos y desengaños, llevaron a cabo una de las experiencias más ricas en el terreno de la
integración social. A los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Salt por su implicación y solidaridad. A
Nadette Viñamata por tantas llaves, cartas y palabras. A quien fue gobernador civil de Gerona, Pere
Navarro, por su sensibilidad hacia los temas de inmigración y su relación con los colectivos.
Gracias a Ángeles Castillo y Hildegard Maussbach del Centro de Atención a la Mujer de Mataró,
por el interés y apoyo que siempre he recibido. Por tantas horas de dedicación. Por su labor seria y callada.
Social/ICESB, de la Universidad Ramon Llull, por su paciencia, cariño y comprensión. Y a Carme Trinidad
Barcelona por su calidez y dedicación. A Anna Cabré, Montse Solsona y Andreu Domingo, del Centro de
Estudios Demográficos, por su apoyo moral, sus revisiones y sus ideas. A Dolores Juliano por su ayuda, su
sencillez y su sabiduría.
Mi agradecimiento a la Fundación Esico, cuyo apoyo fue decisivo para buena parte de esta
investigación. A Carme Garriga, Fernando Pindado y Beatriz Cuadrillero por su confianza y amistad. A la
Iniciativa Horizon del Fondo Social Europeo y a la CIRIT, sin cuyo apoyo económico, la globalidad de la
A la Fundación “la Caixa” y a los miembros del tribunal del X Premio Rogeli Duocastella por lo
Por la dimensión y calidad de nuestra amistad, a Anna, Cristina, Giuseppe, Javier, Juliette, Louis,
Maite, Montse, Patricia, Paula, Patxi, Remei y Susana. A Pilar por la conexión y la facilidad. A Adriana
Cócola por facilitar el retorno, por su incondicionalidad, por aquella amistad donde el tiempo, la distancia y
los hechos parecen no existir. A Patrick Fox por tantos momentos mágicos. A Enrique por la energía de sus
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manos. A María por sus clases de yoga, por el aprendizaje y la quietud. A Jaime por ser, por trascender
fronteras. A Abdou Touray por sus jujus. A Kira y a Genisa por esas flores en los inicios y en tiempos
difíciles. Y a todos los buenos amigos y amigas que con su presencia, e incluso con su ausencia, me dieron
ánimos, respetaron mis silencios y apoyaron este trabajo. A todos aquellos con los cuales he caminado,
vaya mi gratitud.
A la antropología que me dio tanto y me abrió nuevos horizontes cognitivos. A sus herramientas
que me permitieron comprender mejor la vida, ser un poco más feliz y un poco más libre.
Y como decía uno de los versos de la poetisa chilena Violeta Parra, "Gracias a la vida, que me ha
dado tanto..." Me ha dado una trayectoria nómada, mestiza y cimarrona. Me ha dado la aventura migratoria
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Prefacio:
Podríamos comenzar este prefacio con algunos interrogantes frecuentes que aparecen a lo largo de
una investigación temporalmente extensa. ¿Cuánto y cuándo es suficiente? ¿Investigar, para qué? ¿Por el
puro placer que produce el conocimiento? También. Sin embargo parece que, a medida que los años
caminan y el conocimiento avanza, uno se va haciendo preguntas algo más inteligentes, de las que resulta
un cambio en la formulación que permite que fluya, desde la confianza y la honradez, todo un caudal de
información recogido a lo largo de muchos años, compartido en distintos ámbitos y elaborado a medida que
el tiempo transcurre, hasta construir un conocimiento desde la distancia espacial y temporal, que no se
agota en sí mismo, sino que forma parte de un proceso más amplio y, afortunadamente, constante.
etnográficos de la región de Senegambia, fruto de distintas estancias de campo en el África occidental. Más
tarde, en marzo de 1995, defendí la tesis doctoral con los resultados de una investigación, que globalmente
arranca en 1989, sobre la Variabilidad en los procesos de integración social, aculturación e identificación
en los colectivos de migrantes senegambianos en Cataluña. Tenía la sensación de haber conocido bien a
mucha gente y de moverme bien en muchas situaciones. Había intentado explicar algunas de estas cosas en
varios artículos, pero esta vez debía dar un paso distinto. Las críticas del tribunal fueron muy claras, era
necesario poner en común, y de relieve, el bagaje adquirido a lo largo del conjunto del trabajo etnográfico,
tanto en África como en Cataluña, para una posterior publicación. Han transcurrido más de dos años desde
entonces y la implicación en sucesivos estudios, colaboraciones y consultorías, aquí y allí, sólo han hecho
Bien, aquí estamos, ahora, intentando ordenar un espacio amplio y generoso que abarca el proceso
de producción del conocimiento al que he podido llegar. Intentando huir del determinismo que tanto explica
que distorsiona, una buena lección aprendida ha sido que una investigación debe poder, no sólo contestar a
las preguntas que inicialmente se le plantean, sino que debe ser permeable, estar atenta y abierta a
interrogarse sobre aquellas cuestiones que a lo largo de esta búsqueda vayan apareciendo, para, de nuevo,
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ponerlas a prueba. Dolores Juliano (1994) afirma que “si sólo inquirimos por órdenes y regularidades,
recibiremos en respuesta una imagen del mundo absolutamente racional, que no se corresponde con la
realidad, sino con nuestro instrumento conceptual”. Es difícil ser ecuánime cuando se es parte. Es más, ni
siquiera prentendo ser ecuánime, sino resaltar la riqueza de una trayectoria migratoria que me ha permitido
cuestionar desde otros ángulos, interrogar desde dentro, desde el desorden del orden producido por
Así, fueron los propios migrantes africanos quienes, en un primer momento sorprendidos, apoyaron
la iniciativa de marchar a África y me brindaron la oportunidad de residir con sus familias y compartir su
vida cotidiana, sus expectativas respecto a la emigración, su mundo de creencias y sus relaciones sociales.
El hecho de que la madre de uno de ellos me adoptara y pasara a integrarme como un miembro más de la
familia, como una mujer extracategorial, pero mujer al fin y al cabo dentro del grupo de mujeres madres,
unido a las vivencias personales y al establecimiento de fuertes lazos afectivos y de amistad, significaron un
cambio trascendente que marcaría, a partir del primer regreso de África, un nuevo tipo de aceptación entre
muchas más personas del colectivo africano aquí y por ende, nuevas formas de relación. Por ello, la
segunda parte de la investigación, que inicialmente estaba prevista para ser realizada en la zona del
Maresme, se vio modificada por dos razones fundamentales. Por un lado, la construcción relacional
mencionada, que me dificultaba "investigar" con amigos y con quienes había incorporado como parte de mi
familia, me llevó a plantear la necesidad de trabajar con otro grupo de migrantes con quienes pudiera
mantener una cierta distancia y establecer otro tipo de relación empática. Y por otro, surgió la posibilidad
de formar parte del equipo interdisciplinario de Salt (provincia de Gerona), colaborando con el personal
sanitario del Área Básica de Salud (ABS) y los Servicios Sociales del Ayuntamiento.
Como veis, va quedando claro que la producción del saber antropológico es muy compleja y que
requiere de unas habilidades que no son comprensibles sólo en los términos científicos arcaicos de
frecuente, de esta pretendida dicotomía, sólo puede empobrecer la aportación del proceso individual de la
ejercicio honesto de respeto hacia la antropología, hacia los antropólogos y antropólogas, hacia la
comunidad científica en general, y hacia las gentes con las que trabajamos.
Por otro lado, valdría la pena no olvidar que somos personas interaccionando con personas, y la
resistencia a ser objetivadas, ha sido una constante en el quehacer de los científicos sociales. Dahl (1996)
hace una interesante reflexión al respecto y plantea que el sistema ético de una sociedad, conlleva
indefectiblemente el manejo ético de la información, es decir, qué puede decirse de alguien y sobre qué
aspectos. El investigador llega hasta dónde “ellos” te dejan llegar. Reconocer los límites atávicos de la
ciencia, abrir fronteras y ejercitar el valor de la humildad, permite un grado de confianza y de exposición
mayor.
Me vais a permitir, a propósito de estas cuestiones, que os cuente una de las experiencias más lindas
y entrañables que he vivido. Poder compartirla puede significar una mayor comprensión de lo que intento
expresar y una mejor conexión con el conjunto del trabajo. En una de las estancias etnográficas en Bakau
(Gambia), el establecimiento de relaciones con el grupo doméstico y el vecindario fue rápido, la acogida
buena y el entusiasmo por enseñarme mandinga era grande por parte de todos los miembros. Sin embargo,
al poco tiempo de permanencia entre ellos, unos dos meses, decidí hablar con las mujeres al comenzar a
notar ciertos recelos en cuanto a algunos de mis centros de interés. Les comenté que venía a aprender y no a
criticar ni a juzgar, ya que no era juez de nadie, y que si mi presencia en la familia suponía tensiones o
podía incomodar a algunas personas, lo más correcto era marcharme del recinto. Simplemente les dije que
Hablaron, discutieron, chillaron y se rieron durante muchas horas. Mis conocimientos de mandinga
por aquel entonces eran muy pobres y no podía comprender qué estaba sucediendo. A la mañana siguiente
Ina, la madre, me dijo que habían decidido "bautizarme" para agregarme como un miembro más de su
familia y que esta ceremonia tendría lugar al cabo de unos días, que ya me lo harían saber cuando todo
estuviera preparado. En ese momento mi reacción fue de completa perplejidad, ya que percibía este gesto
como entrañable pero a la vez, ignoraba en qué consistía esta anexión al grupo. En pocos segundos se
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cruzaron por mi mente pensamientos insólitos y extraños, una mezcla de sentimientos de temor e
extrañeza y la confusión, preguntándome si eso era algo así como un rito de paso por los que parece que
atravesamos algunos antropólogos, en un flash llegué a pensar que quizás pretendían convertirme al islam o
tal vez "purificarme" mediante la ablación de clítoris. Desde luego, lo más prudente y sensato hubiera sido
recoger los bártulos para evitar males mayores, pero la curiosidad por una parte y la relación que había
establecido con ellas por otra, eran tan fuertes y sinceras, que sentía una profunda confianza en el respeto,
por ambas partes, hacia nuestras diferencias culturales y personales. Una semana más tarde llegó el
momento, en el que participaron todas las vecinas del barrio, y aquello era indudablemente una ceremonia
de mujeres. Cantando y bailando, me dieron el nombre de Mariyama Sibó Janké. Mariyama significa María,
la madre de Jesús, que era blanca y además, su sonido era parecido a Adriana. Sibó Janké es el nombre que
reciben un tipo de palmeras rectas, y decían que así era mi carácter. Pero a medida que pasaba el tiempo y
hubo más confianza, les pareció simpático agregar al nombre el adjetivo codiciado de jubah que quiere
algunas normas, y se limitaron ciertos espacios, gestos y actitudes, entre las cuales se establecía que durante
la celebración de determinadas ceremonias debía usar el faneau (faldas largas) para cubrirme las piernas,
así como respetar el sitio que como mujer debería ocupar durante los ritos. A partir de esta incorporación
pública como un miembro más de la familia habían quedado explicitados, tanto para los miembros de la
comunidad como para mí, cuáles eran los deberes y derechos de cada uno, y cuáles las expectativas
convivencia y la consolidación de lazos afectivos, sino que, a partir de entonces, el recorrido y profundidad
del aprendizaje, los nuevos objetivos y la formulación de otras hipótesis, se fueron trazando de manera clara
y serena.
Esta exposición “a la vida” que forma parte de la experiencia, calidad y fiabilidad etnográficas,
lleva a unos resultados analíticos que evidencian cómo la inmersión en el trabajo de campo permite al
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etnográfo llegar a un conocimiento no sólo de la cultura, sino también a un conocimiento interno de los
procesos por los cuales las culturas y las sociedades se reproducen, de las negociaciones y formas de
resolución de conflictos, y de los cambios a través de los cuales se transforman. Hastrup y Hervick (1994)
sostienen que una de las diferencias sustanciales de los análisis antropológicos está en los diferentes
Ya en los comienzos se planteó la investigación desde una perspectiva bipolar (origen y destino)
por razones intelectuales, pero también, como he dicho, porque mi propia trayectoria personal no me
permitía concebir la nueva orientación de los estudios antropológicos en España simplemente como
“estudios de inmigración”. Sin el enfoque circular y transnacional se pierde el conocimiento del campo
migratorio (Parramón, 1996), de los cambios como procesos continuos, y en muchos casos, se limitan los
fundamentalmente el papel de las mujeres senegambianas en aquellas áreas en las que tienen un rol
productoras de alimentos y energía. La vida comunitaria, los ritos de paso y los grupos de edad, completan
un cuadro que nos acerca hacia parte del contenido étnico que transportan consigo. Porque como bien
sabéis, no emigran los continentes ni los colores, sino las personas y las culturas. Quienes se mueven son
las personas que construyen cultura a partir de un patrimonio y de rasgos nuevos, tanto para su origen como
La segunda parte del estudio se plantea con una doble finalidad. Por un lado, pretende contribuir a
un conocimiento más amplio y profundo de una serie de aspectos socioculturales y demográficos, que
permitan efectuar generalizaciones hipotéticas para otros colectivos de migrantes senegambianos residentes
en Cataluña y para su interacción en África. Y por otro, se quiere que esta etnografía configure el marco
adecuado para un estudio, que no se agota ni mucho menos en esta investigación, a partir de variables que
se prevean significativas para dar cuenta de los procesos de aculturación e integración social.
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De hecho, el primer objetivo de esta parte ya nos abre en sí mismo un abanico de situaciones
diversas donde destacan algunas de estas variables de aculturación e integración social. Todos los aspectos
descritos y analizados a partir de la ficha técnica diseñada y aplicada para la obtención y sistematización de
los datos, reflejan cuestiones significativas para el desarrollo teórico sobre aquellos procesos. Este conjunto
de variables es fundamental para obtener un conocimiento preciso y directo de la gente, para establecer un
lazo sólido que permita acercarnos a aspectos específicos con más profundidad. La intención no es hacer
una explotación estadística de los datos, sino un análisis cualitativo mucho más amplio, avalado en mayor
medida por la amplitud, en espacio y en tiempo, del trabajo de campo. Esta investigación es la que
En la tercera parte del trabajo, se ha llevado a cabo una investigación más concreta sobre dos
una situación de desplazamiento compleja como es la migración. El análisis se ha orientado hacia la cultura
ha revelado como una aportación prometedora que se complementa con la etnografía más general de la
trabajo que ahora se presenta, se ha limitado el estudio de la cultura reproductiva en el proceso migratorio a
inmediatos entre las mujeres senegambianas en edad reproductiva. Fue imprescindible realizar un trabajo
comparativo entre las sociedades de origen y destino para poder apreciar los cambios que se estaban
subsahariana, y las variables que intervienen en el proceso de aculturación y de integración social, en las
expectativas reproductivas en destino. Es decir, era necesario saber qué tipo de interacciones existían entre
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Véase Kaplan, A. y Carrasco, S. (1998) Migración, cultura y alimentación: cambios y continuidades, de Gambia a
Cataluña (en proceso de publicación) Departament d’Antropologia Social i Prehistòria. UAB.
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la lactancia materna, el período de amenorrea post-parto, el tabú de abstinencia sexual post-parto, las
organización y distribución espacial de las relaciones conyugales son distintas, donde mayoritariamente la
convivencia es monogámica, donde la reducción de la mortalidad infantil es drástica, y donde las redes
enculturativas de aprendizaje y apoyo tradicionales femeninas están ausentes, apareciendo otras nuevas,
La idea de poder trabajar aspectos de la integración social de las personas migrantes que estuvieran
desembocó en la elección de estos ámbitos íntimos y privados como son la alimentación y la salud
reproductiva. Queda claro entonces que el estudio pretende aproximarse a los procesos de aculturación a
través de la selección de algunos aspectos que me parecían especialmente claros, abordar niveles de
aculturación selectivos que son precisamente los que permiten ver, desde dentro, la flexibilidad adaptativa
de estos colectivos con respecto a cuestiones de orden cotidiano. Los aspectos jurídicos, laborales o de
vivienda por ejemplo, si bien son indicadores imprescindibles de integración, reducen las posibilidades de
juego de las propias capacidades de los individuos, al venir condicionados por políticas coercitivas y
restrictivas, sobre las que ellos carecen de control ; y por relaciones interétnicas de poder en términos de
desigualdad, donde poco o nada parece que tienen los migrantes que decir y decidir. Es evidente que la
gente quiere vivir dignamente, tener una casa, trabajo y papeles, ¿verdad? Sin embargo, son determinantes
exteriores, cambiantes en función de las necesidades del mercado y los convenios internacionales (Trevi o
Schengen, por ejemplo), los que condicionan el grado de integración medido en estos términos. Quizás sea
bueno recordar aquello que afirmaba George Balandier (1988), a propósito de la teoría del caos: “que en
lugar de presumir en la base de las estructuras un orden que se autoregenera como tal, dejando residuos
fluctuantes y móviles, a los que se considera el principio a partir del cuál se generan las estructuras, el
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La adaptación perentoria a los aspectos cotidianos de la existencia humana, que por lo general no
aparecen reflejados en la literatura sobre migraciones, se debe a que estos datos no se utilizan como factores
que expliquen procesos internacionales que puedan responder a interrogantes planteados por estados y
mercados (económicos, jurídicos, políticos, laborales), pero no por personas. Un análisis de estos factores
no es independiente del estudio de la dimensión cotidiana, pero por sí solo puede llegar a oscurecer
completamente cambios culturales más profundos, que interesan a los antropólogos, y que permiten
procedido del modo inverso: a través de un conjunto de hipótesis sobre el desconocimiento de realidades
colectivos de migrantes, se desarrollan diversas ideas sobre la integración social, que parten de una noción
de caos “fecunda”, del caos de la ruptura adaptativa de la emigración; una investigación empírica desde
aspectos centrales para la readaptación cultural del propio colectivo. De esta forma, se ha buscado aportar
datos fundamentales para llegar a una comprensión del enorme esfuerzo integrador de estas personas,
migrantes senegambianos, que ya se intuía. Con este trabajo, que ha llevado tiempo, mucho tiempo, se
quiere contribuir al conjunto de conceptos empleados para describir este tipo de procesos, siempre
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PRIMERA PARTE
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1.- Trabajo de campo en los lugares de procedencia de los migrantes de Senegal y Gambia
residente en la comarca del Maresme, con el objetivo de conocerla y trabajar cuestiones que consideraba
A medida que las relaciones con las distintas instituciones locales, asociaciones y familias africanas
se iban intensificando, tanto en el Maresme como en la provincia de Gerona, y que el trabajo de campo
avanzaba de manera lenta y con nudos difíciles de deshacer, quedaba claro que muchos de los interrogantes
y vacíos del estudio, y algunos de los problemas de estos contactos interétnicos, tenían su génesis en el
desconocimiento de lo que había detrás de quienes estaban delante, es decir, del bagaje cultural que estas
personas portaban.
Por otra parte, parecía interesante recoger impresiones sobre las expectativas que se crean tanto en
el seno familiar como en la aldea en torno al emigrante; conocer qué noticias envía quien está fuera; qué
cambios, si los hay, se producen en la organización del grupo doméstico por el hecho de marchar alguno de
sus miembros; y quiénes son los que emigran y los motivos que les llevan a hacerlo. Esta información fue
básica para la formulación de una de las hipótesis, que apunta al hecho de que la migración es un factor de
selección en sí misma. La contrastación empírica y estadística llevada a cabo con posterioridad en Cataluña,
así lo corrobora y queda reflejada, como veremos más adelante, en el estudio de la población migrante
residente en Salt.
lugar de origen, que fueran significativos para el estudio de los procesos de integración social, aculturación
e identificación del colectivo senegambiano en el lugar de destino, así como el aprendizaje del mandinga, el
esquema de trabajo inicial se fue modificando gracias a las sugerencias, propuestas e invitación que muchos
de los miembros del colectivo senegambiano residente en Cataluña me hacían para conocer sus pueblos y
residir con sus familias. A partir de aquí nace la idea de hacer un recorrido por Senegal y Gambia que me
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daría la posibilidad de permanecer durante algún tiempo con distintas familias y contrastar las diferencias
que pudieran existir entre los migrantes que provenían de zonas rurales y urbanas, así como tener un
conocimiento global de la distribución étnica y de las relaciones interétnicas, resultado de un largo proceso
histórico. De este modo, la elección de las estancias etnográficas se realizó por un lado en base a la
localización geográfica y por otro, al intento de convivir con familias pertenecientes a distintos grupos
étnicos. La primera estancia fue con una familia fula, en Pikine (Dakar, Senegal); la segunda en Joal
Fadiouth (Senegal), junto a una familia de pescadores serer; la tercera en Doubirou (Haute Casamance,
Senegal), cuyos habitantes son mayoritariamente saraholes; la cuarta en Demba Kunda Kutó (Upper River
(Kombo-St.Mary, Gambia), con una familia mandinga (Kaplan 1991; 1993). También se realizaron cortas
visitas a diversas familias de ciudadanos gambianos residentes en Cataluña, localizadas en distintos puntos
del territorio gambiano, como Brikama, Gunjur, Sibanor, Yundum, Tankular, Nokunda, Soma,
A los objetivos iniciales sobre el conocimiento del entorno cultural de la población, la organización
del grupo doméstico, las relaciones de parentesco, el proceso de socialización infantil y los ritos de paso
como el bautizo y la iniciación a la pubertad, dentro de la propia sociedad de origen, otros nuevos se fueron
sumando a medida que el trabajo de campo avanzaba y se profundizó en diferentes cuestiones de salud, la
concepción, percepción y vivencia de la enfermedad, así como la relación entre ésta y los distintos recursos
relacionados con las mujeres, como la sexualidad, la fecundidad y la contracepción, hábitos alimentarios y
prácticas tradicionales que afectan a la salud de las mujeres, las niñas y los niños.
necesaria la lectura y discusión de algunas ázoras y aleyas del Corán que fueron, en muchos casos, pistas
de las relaciones entre géneros. El tema del parentesco ha sido recogido mediante observación directa y
apoyado teóricamente por los trabajos de Teresa San Román y Aurora González Echevarría.
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Me gustaría señalar que los datos obtenidos y aquí expuestos, son una citación transcultural de las
distintas etnias tal como se muestran actualmente, y que los aspectos específicos correspondientes a alguna
de ellas serán señalados puntualmente. Por lo tanto, se recogen las cuestiones generales y comunes en las
situaciones que se han observado. El término "tradicional" es empleado en la medida en que es vivido así
por la población, con independencia de la profundidad temporal real y de los cambios experimentados.
La información, como hemos visto, es fruto del trabajo de campo realizado en Senegal y Gambia, y
posteriormente en Guinea Bissau, mediante diferentes estancias con familias de migrantes residentes en
Cataluña, pero también -y esta ha sido otra de las valiosas aportaciones a la investigación en su conjunto-,
Así, poder colaborar con el grupo de mujeres que trabajan para la Oficina de Mujeres, me brindó la
oportunidad de conocer la labor que desde esta institución se está realizando en cuanto a aspectos
relacionados con la promoción de la mujer, y las estrategias en las que se está trabajando para erradicar las
prácticas tradicionales que afectan a la salud de las mujeres y las niñas, como la circuncisión femenina, los
matrimonios adolescentes, los embarazos juveniles, la elevada fecundidad y los tabúes alimentarios. Ha
sido también una buena fuente de información y conocimiento respecto a estas mismas prácticas y a los
planes de sensibilización que se están desarrollando a través del Comité Interafricano (Inter African
Comitee), no sólo en Gambia sino en otras regiones africanas vecinas anglófonas, como Sierra Leona,
Por otro lado, el acceso al laboratorio, biblioteca, material, archivos, documentación, metodología e
organización que dispone de extraordinarios recursos humanos y logísticos para llevar a cabo sus tareas. Y
aquí también conocí la dimensión que se le otorga a nuestra disciplina dentro de los equipos
responsabilidad que implica. El contraste entre la gran importancia de la disciplina antropológica en los
negación injustificada de la enorme variación cultural de Occidente que con cualquier otra consideración2.
Del trabajo de campo y conocimiento etnográfico del entorno dependen en gran medida la viabilidad y el
éxito de los estudios que se realizan, y los programas de intervención sanitaria que se ejecutan. Aunque la
sede central del Consejo de Investigación Médica está en Fajara, próxima a Bakau, las distintas estancias y
colaboraciones en su field station de Farafenni, en la División de la Orilla Norte (North Bank Division) me
permitieron realizar diversos trabajos y aprendizajes. Fue una suerte, por ejemplo, poder contactar con una
pareja de médicos epidemiólogos españoles que estaban investigando sobre distintos aspectos de la malaria.
Pedro Alonso trabajaba en cuestiones censales para la posible puesta a prueba de la primera vacuna
sintética contra el paludismo, conocida como SP166, descubierta por el científico colombiano Manuel
Patarroyo, y en la incidencia sobre la mortalidad infantil del uso de redes mosquiteras impregnadas con
insecticida (Permethrin). Clara Menéndez realizaba una investigación sobre aspectos relacionados con la
salud materno-infantil y trabajaba en relación directa con las comadronas tradicionales, lo que me permitió,
en un primer momento, acceder al conocimiento de las distintas técnicas utilizadas durante el parto según
las diferentes etnias, y tener acceso a esas especialistas sanitarias.. Con ellos trabajaba Moses Aikins, un
antropólogo fanti de Ghana, que además de trabajar en cuestiones de malaria, formaba parte de un equipo
de investigación sobre VIH 1 y 2 con el Dr. Andrew Wilkins y la antropóloga británica Helen Pickering. La
posibilidad de mantener un contacto estrecho y frecuente con Moses fue de gran riqueza, ya que nos
permitía confrontar opiniones, metodología y apreciaciones en el trabajo de campo que ambos estábamos
realizando; incluso compartir anécdotas sobre la visión del otro hacia nosotros, y sobre la propia visión que
tiene un africano de otros africanos. Por cierto, recuerdo el ritual de presentación en el que Moses y yo
teníamos que explicar a un viejo jefe fula los motivos por los cuales queríamos quedarnos unos días en el
poblado. Como es natural, en la medida en que éramos ambos forasteros y habíamos llegado juntos, nos
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Comunicación personal de Teresa San Román.
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Al año siguiente tuve la oportunidad de participar junto a Patricia y Umberto D'Alessandro en la
selección, formación y seguimiento de algunos field workers que tenían su base permanente en los poblados
en donde se llevaban a cabo algunas investigaciones, para las cuales era necesario el mantenimiento de un
censo actualizado de estas poblaciones para los estudios sobre fecundidad y planificación familiar que
posteriores estancias, me incorporé como colaboradora a este estudio dirigido por Allan Hill, del Centro de
(Estados Unidos). Sobre todo trabajé estrechamente con Fatou Banja, project manager del proyecto y con
las field workers del equipo. Este trabajo fue básico y decisivo para mi investigación comparada sobre los
Aunque puede parecer arbitrario el haber escogido unos temas y otros no, los aspectos que serán
tratados están seleccionados en función de aquellos ítems que responden a un interés concreto por el
conocimiento de algunas cuestiones etnográficas de la sociedad de origen. Esta primera parte debe
entenderse como renglón de partida para el conjunto del estudio, y por ello, los aspectos sobre los cuales
está centrado serán puntos de apoyo importantes y necesarios en la línea de investigación global.
Senegal y Gambia constituyen una región geográfica natural dentro de la franja suroccidental de los
países del Sahel, situados en la costa del África occidental. Senegal limita al norte con Mauritania a lo largo
del río Senegal, al este con Mali, al sur con Guinea Bissau y Guinea Conakry, y al oeste con el océano
Atlántico.
Gambia es uno de los países más pequeños de África y se encuentra enclavado en territorio
senegalés, dividiendo a este en dos partes. Discurre sobre ambas márgenes del río que le da nombre, el
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La delimitación del área de Senegambia como región geográfica podemos basarla en factores tales
como el espacio, la población o las condiciones medioambientales, entre otras. Los perfiles básicos de su
geografía física ofrecen importantes similitudes, sobre todo en lo que se refiere al relieve y al paisaje, a la
estructura de sus dos principales sistemas fluviales (el río Senegal y el Gambia), el clima, las lluvias, el
suelo, la vegetación (sabana y bosque), la agricultura y los recursos mineros. Un reciente estudio dirigido
características, parece concluir determinando la región senegambiana como una unidad geográfica.
Esta región natural coincide también con una área etnolingüística, en la que comparten orígenes
históricos y culturales los pueblos nómadas peul, fula y tekrur (tucolor), así como los antiguos imperios
"medievales" de Malí (los mandingas) y de Ghana (los saraholes). Conviven además wolof, djolas, akus,
TABLA 1
Distribución étnica
MANDINKA 40,4% SERER 2,5%
FULA 18,8% OTROS (libaneses, mauritanos, sirios y otros) 2%
WOLOF 14,6% MANJAKO 1,7%
DJOLA 10,3% AKU 0,8%
SARAHOLE 8,2% BAMBARA 0,5%
La población de Gambia3, según el último censo, que data de 1993, es de 1.025.867 habitantes. Se
observa un espectacular incremento de población de casi el 50% respecto al censo anterior, de 1983, debido
fundamentalmente a la elevada natalidad y a las migraciones de otros países del África occidental. La
Las ciudades son prácticamente inexistentes, y aunque hay siete enclaves de más de 10.000
habitantes: Banjul, Bakau, Basse Santa Su, Brikama, Farafenni, Kanifing, Serrekunda y Yundum. Banjul,
3
La mayoría de los datos estadísticos recogidos oficialmente, así como el grueso del trabajo etnográfico realizado,
corresponden a la República de Gambia.
26
en la época colonial inglesa bautizada como Bathurst, es su capital, y Serrekunda el centro comercial y
urbano más importante. Estas zonas urbanas están absorbiendo un incremento de las migraciones rurales
interiores de alrededor de un 10% anual y de las de países africanos (Sierra Leona, Liberia, Mali, Guinea
Bissau) de aproximadamente un 8%, según los datos oficiales del Departamento Central de Estadística de
Banjul. En la División de Río Alto, la zona más oriental de Gambia, trabajadores senegaleses migran
temporalmente para colaborar en las tareas agrícolas con familias saraholes, de las que varios miembros
Desde hace unas décadas esta región padece, como las otras regiones del Sahel, el avance del
desierto, que afecta principalmente a la agricultura. La disminución de las precipitaciones que solían
producirse entre los meses de mayo y octubre, y que en los últimos años se han visto reducidas a junio, julio
y agosto, repercute en el proceso natural y anual de desalinización del río Gambia, que desde su
desembocadura en el Atlántico y debido a las fuertes mareas y a lo llano de su territorio, permite el avance
de agua salada río arriba durante 185 km -casi la mitad de su recorrido por este país-, que impide el
aprovechamiento de sus orillas para cultivos o zonas de pastoreo del ganado, así como para el propio
Debido a que la mayoría de los habitantes viven de una economía de subsistencia de base agrícola y
ganadera, donde las transacciones monetarias son escasas, coincidiendo con el deterioro ecológico y por lo
tanto económico que sufre el país, es a partir de los años setenta cuando los jóvenes gambianos comienzan a
27
2.1.- Criterios para delimitar la región de Senegambia
" Pan-Africanism means nothing unless it transcends the artificial barriers and boundaries
imposed by colonialism. In the New Africa we must be prepared to scrap outright the frontiers
which were drawn to suit the convenience of colonial powers without any regard to the ethnic or
Ardener (1975), apunta como uno de los principales problemas que suponen los estudios
socioculturales en África, la dificultad de "clasificar" los diferentes grupos en que se estructuran sus
habitantes. Entre la diversidad de criterios clasificatorios, combinables entre sí y que conviven con desigual
- Etnológico - adscripción según la etnia de pertenencia: mandinga, sarahole, fula, serer, djola.
- Colonial - adscripción según el imperio colonial: inglés, francés, belga, portugués, español.
Los dos primeros son los más antiguos y se diferencian de los demás en la medida en que son fruto
de la propia realidad cultural y por tanto, tienen un carácter histórico autóctono. La adscripción religiosa
puede ser autóctona o implantada por un proceso histórico de expansión del islam o del cristianismo,
mientras que las religiones locales preexistentes responden a una realidad que aún pervive amalgamada.
En cambio, tanto el criterio colonial como el nacional responden a formas occidentales implantadas
por los colonizadores. Con la independencia se marcan las fronteras y éstas juegan un papel fundamental en
tanto que son un mecanismo para inculcar el concepto de nacionalismo a los habitantes de las distintas
28
regiones, a la vez que simbolizan una entidad política que tienen unas leyes particulares que les son muchas
veces ajenas y que aún hoy día continúan en proceso de asimilación. Alioune Diop4 decía:
" Nuestros propios monumentos son las tradiciones orales que mueren con nuestros ancianos,
El término "Senegambia" no es nuevo, aunque siempre ha existido una cierta ambigüedad e incluso
arbitrariedad en su definición. Los archivos del Museo Nacional de Banjul muestran los trabajos de
Raymond Wood, que ilustraba los principales asentamientos europeos de la costa del África occidental
entre 1600 y 1800, y situaba Senegambia entre el río Senegal, al norte, y el río Grande, en Guinea Bissau, al
sur. El explorador francés Saugnier, a finales del siglo XIX, incluía en sus dibujos sobre la región parte de
La expresión de Senegambia también fue utilizada entre 1776 y 1783 tanto por los ingleses como
por los franceses para intentar unir estos dos territorios. Los ingleses pretendían ceder Gambia a los
franceses a cambio de algún otro asentamiento francés, más próximo a las colonias inglesas. Abdoulaye Ly
comenta en sus escritos que ya en 1765 los ingleses hablaban de Senegambia para referirse a los
asentamientos franceses de la isla de Gorée y St. Louis (Senegal), así como a la isla de St. James (Gambia),
En 1982, las repúblicas de Senegal y Gambia formaron una confederación política, Senegambia,
que sólo duraría siete años, a pesar de que la cooperación entre ambos países, como afirma M'Bai (1993), se
vislumbraba no sólo como una respuesta pragmática a las difíciles situaciones a las que ambos países se
enfrentaban, sino como una necesidad política frente a la dependencia de fuentes externas. El fracaso de
otro ejemplo federativo africano como el de Mali, del cual formaron parte Senegal, Ghana, Guinea y Mali,
4
Citado por Alpha Show (1982) en una entrevista a Alioune Diop en ICAM-Information nº 2, marzo 1976, París.
29
los recelos, desconfianza e "instinto de supervivencia" del Gobierno de Gambia frente al senegalés, y las
Podríamos dar una larga lista de citas que hacen referencia a la utilización del término y a la
delimitación territorial en función básicamente de intereses coloniales o políticos, pero los criterios de
denominación de la región para este trabajo, parece claro que han de ser necesariamente de carácter
geohistórico y etnolingüístico.
tradicionales que, unidos a la antigua estratificación social, se han mantenido a pesar de las presiones
políticas, económicas, religiosas y coloniales, tanto en las áreas rurales como en las urbanas. Las estructuras
sociales están basadas en la vida comunitaria, que sigue siendo muy importante en los poblados, ya que
protección. Odile Reveyrand (1982) afirma que "el aparato social africano descansa sobre dos valores
vitales". Como resultado de este sentimiento comunitario, la actividad de todos los individuos de la
comunidad responde a un tipo de responsabilidad dentro de las estructuras sociales y políticas. Por ello, una
importante proporción de estas actividades humanas concernientes al ciclo vital de cada persona, tiene lugar
Tal como se sostiene en la literatura sobre la antropología del parentesco, esta estructura permite a
los individuos un sentimiento de seguridad y de confianza en sí mismos que es desarrollado sobre la base de
5
El presidente Modibo Keita ante la ruptura de la Confederación de Mali se preguntó: “To what extent have the
different heritages of British and French colonial rule impeded Pan African Unity?” Citado en M’Bai (1993).
30
fuertes lazos de parentesco. Ellos saben en cada momento cuál es su rol dentro de la sociedad y el rol de
La organización social de los diferentes grupos étnicos que habitan la región de Senegambia está
regida por un órden jerárquico bien definido en términos de edad, sexo y clase. En el caso de los djolas, esta
última diferenciación no existe por su propia composición como grupos fragmentados. Sonko-Godwin
(1986) afirma que, todavía hoy, los djolas y algunos pueblos serer mantienen una estructura igualitaria en
tanto que piensan que nadie tiene más poder o conocimientos que otro, sino que cada individuo tiene una
aportación que es necesaria para la comunidad en su conjunto. Reveyrand (1982), por su parte, señala que
aún conservan intacto el igualitarismo de base, excluyendo la capitalización de los bienes, manteniendo una
economía autárquica de subsistencia, y entendiendo la solidaridad como un bien común donde todos tienen
derechos y responsabilidades.
Los estamentos y grupos sociales en los cuales la sociedad tradicional estaba dividida eran los
nobles, los foro6 (hombres libres) y los jongo (esclavos). Esta división pervive con distinta intensidad,
dependiendo de las diferentes etnias y de la localización del poblado, aunque en general, se ha ido
diluyendo. A pesar de que la esclavitud actualmente no existe, la gente es sensible y consciente de sus
orígenes familiares y de sus interrelaciones sociales históricas, de modo que acepta categorías y roles
Aquí pienso que es interesante hacer una mención especial a los griots, jali o jalibah, no sólo por su
talento, ambición y aportación a la historia, sino por el papel fundamental que continúan desempeñado
actualmente como músicos, mensajeros, animadores e historiadores orales, tanto en Senegambia como en
Cataluña. Aún hoy, en el Maresme y en Gerona, siguen siendo los transmisores de la historia de las familias
y los pueblos; siempre están presentes en las ceremonias y acontecimientos para recoger y transmitir
6
La terminología utilizada a lo largo de este trabajo es mandinga, la lengua hablada mayoritariamente en Gambia y
por esta razón, aquella que he aprendido. Sin embargo, he creído necesario recoger algunos términos empleados en
otras lenguas para designar los distintos grupos o estamentos sociales, y confeccionar la tabla que se incluye en estas
páginas.
31
testimonio de los hechos y registrarlos en su memoria, que es la memoria de su pueblo. Sus canciones y
relatos van acompañados por la kora, instrumento mandinga de 21 cuerdas heredado del imperio de Kaabu,
o el balafon, una especie de xilofón. Los wolof utilizan el halam, instrumento de cuerda más pequeño que
la kora; los fula y tukolor, el rite, que es parecido al violín pero de una sola cuerda. Estos personajes tienen
la capacidad de componer canciones, recoger la historia de las familias con las que tradicionalmente
estaban relacionados (cada familia de hombres libres tenía un jalibah que había heredado de sus
antepasados), relatar eventos, reconstruir árboles genealógicos, y como grandes conocedores de las
habilidades políticas de los mandatarios ancestrales, muchas veces se convertían en consejeros de los reyes.
Actuaban como mensajeros y portavoces, reproduciendo en forma de eco el mensaje real. Acompañaban a
los reyes y guerreros a los campos de batalla para infundir valor y coraje con los recuerdos de victorias
anteriores, y a su vez, recoger información de primera mano sobre los eventos que se estaban desarrollando.
Recibían importantes pagos por sus servicios y en ocasiones llegaron a ser tan ricos como los nobles.
Tienen apellidos fácilmente identificables con antiguas tribus, como los Kuyateh, Jebateh, Jorbateh, Suso o
"The griot was multitalented. As a musician he gave pleasure. As a praise singer he was feared and
catered to. As a public relations expert he brought peace between families. As a genealogist he was
32
TABLA 2
Grupos sociales
HOMBRES NOBLES REYES
LIBRES PRÍNCIPES
PRINCESAS
OFICIALES DEL REY
MUJERES NOBLES
GENERALES MILITARES
PROFESIONALES CAMPESINOS - COMERCIANTES
MARABOUTS - SOLDADOS - PESCADORES
ARTESANOS HERREROS - CARPINTEROS - TEJEDORES - TALABARTEROS
MÚSICOS / HISTORIADORES
ESCLAVOS PRISIONEROS DE GUERRA - MILITARES - DOMÉSTICOS - REALES
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TABLA 3
Nombres de estamentos y grupos sociales
Grupo Social MANDINKA WOLOF SERER FULA TUKOLOR SERAHULI DJOLA
NOBLEZA
REYES MANSA BUR ORMAD LAMDOR LAMDOR TUNKA AYI
OTROS NOBLES NYANCHO/KORIN GAMIN GELWAR BIPEHLAMDOR TORODBE TUNKA N.C.
G MAREEMU
HOMBRES LIBRES FORO JAMBUR BADOLEH RIMBEH JAMBE HOREH
GORR
BADOLA
ARTESANOS NYAMALO N.C. N.C. N.C. N.C. N.C.
HERREROS NUMO TAIGA DAFFAWEH WAYLUBEH WAYLUBEH TAGAY
TALABARTEROS KARANKAY UDE HORRAWEH KARAMKEW SABEBEH GARANKAY
HISTORIADORES JALI GEWEL GALOLWEH JALIBEH NYEMBE JARAI
CARPINTEROS LAOBE LAOBEWEH LAOBEH LAOBEH N.C.
ESCLAVOS
PRISIONEROS JONGO JAM FADWEH MACHUBEH KOMEH
DOMÉSTICOS JONGO JAM JUDU ORCHEWEH MACHUBEH KOMEH
REALES MANSAJONGO JAM-I-BUR DAGWE MACHUBEH TUNKA KOMEH
NORMAD LAMDOR
MILITARES SUMA CHEDDO CHURDEH MACHUBEH TUNKA KOMEH
LAMDOR
GRUPOS DE EDAD KAFO NOROM IMMAL YIRDE FEDDE IRE GARUL
BUKUT
N.C.: no conocido
34
3.1.- Ciclo vital y grupos de edad o kafos:
Los kafos, clases, asociaciones o grupos de edad, son definidos como segmentos sociales operativos
a los que se adjudican funciones sociales específicas, que incluyen a la totalidad de los individuos que
componen la sociedad. Como es conocido en la etnografía africana, podemos hablar de tres características
fundamentales:
a) Los miembros de cada grupo no tienen la misma edad, aunque todos son socialmente iguales
b) A medida que se pasa de un grupo a otro, las atribuciones sociales son más importantes y se les
c) El individuo liga su vida a un grupo con el cual pasará colectivamente por las otras etapas
sociales de la comunidad.
Este sistema de grupos de edad ofrece al individuo, desde el punto de vista de su evolución vital, un
estatus claramente definido y diferenciado. Presenta también una igualdad interna en cada clase y una clara
jerarquización de las clases, dentro de las cuales uno nace y muere como miembro de las distintas
posiciones previstas por el sistema. Esta estructura permite también movilizar con agilidad a los diferentes
segmentos de la sociedad en un período breve de tiempo: cada uno sabe a quién corresponde avisar según el
También, en la región de Senegambia, estos grupos están compuestos por personas que no tienen la
misma edad pero que son iniciadas al mismo tiempo. Se establece una clasificación social cuyo sustrato es
de orden biológico, especialmente en el caso de las mujeres, para las que la condición de fecundidad
determinará la posición en cada grupo. Otros condicionantes que también intervienen en la formación de los
kafos se inscriben en ámbitos sociales relacionados con la situación conyugal y los linajes.
En el caso de los wolof, estas asociaciones, llamadas morom, no tienen la misma significación que
para los otros grupos. Los niños varones de entre siete y once años aproximadamente, son llevados al
35
bosque para ser iniciados en la vida adulta; pero una vez concluido el rito de paso, el grupo generalmente se
disuelve.
Los hombres djolas constituyen los primeros grupos, llamados garuls o bukuts, cada 20 o 25 años y
sólo después de este período de iniciación pueden contraer matrimonio. Para las mujeres, los ritos
iniciáticos se celebran cada cinco años, pero si las cosechas han sido favorables, ha sido posible guardar
grano para la fiesta de "graduación" de la tercera fase del ritual, y hay un número importante de niñas
preparadas para la iniciación, estos intervalos pueden verse reducidos a tres años.
Los grupos de edad o kafos, entre los mandingas están estructurados de la siguiente forma y reciben
los siguientes nombres para el caso de los varones: ding ding kafo para jóvenes solteros; kambani kafo para
los hombres adultos y keba kafo para los ancianos, generalmente hombres mayores de 40 años o que han
sido abuelos. A los grupos de mujeres se les conoce con el nombre de: sungkuto kafo, jóvenes solteras; foro
musu kafo, mujeres adultas casadas, en edad fértil; y musu keba kafo, mujeres ancianas, a partir de la
menopausia.
El acceso al ding ding y sungkuto kafo se realiza mediante el rito iniciático que incluye la
circuncisión y educación sobre el mundo de los adultos, el aprendizaje de las relaciones entre géneros y las
Al kambani kafo acceden los hombres en edad de casarse, es decir, a partir de los 20 años
aproximadamente. Sin embargo, las mujeres hacen su entrada en el foro musu kafo cuando contraen
matrimonio, que suele ser en edades adolescentes. En estos grupos de adultos se llevan a cabo los rituales
Los keba kafo están compuestos por hombres adultos "maduros", es decir, mayores de 40 años.
Para las mujeres, la menopausia, retirada del período menstrual y por lo tanto final de la etapa fértil,
significa que han llegado a su vejez reproductiva y esto les permite pasar a formar parte del musu keba kafo.
Popularmente en Gambia se dice que los hombres no son nunca viejos sino sabios, porque no pierden la
capacidad reproductora.
36
Los miembros que componen el keba kafo son responsables de las decisiones políticas de la
comunidad; éste es el foro donde se llevan a cabo las discusiones y donde se intenta llegar a un consenso a
través de la palabra. Los hombres del kambani kafo son los responsables de llevar a cabo los acuerdos
Las foro musu kafo son las encargadas de la organización de las distintas celebraciones iniciáticas -
bautizos, bodas, desviudedad, etc.-, concernientes al ciclo vital de las mujeres de la comunidad, aunque
también sirven como apoyo en las actividades de los varones, preparando la comida y las bebidas que se
ofrecerán durante las ceremonias y rituales, así como el vestuario y los adornos para cada ocasión. Es muy
frecuente ver en estas ceremonias a muchas mujeres vistiendo ashobi, indumentaria confeccionada con la
misma tela, donde varían los modelos pero el estampado es idéntico. Se trata de que los distintos musu kafo
En las áreas urbanas funcionan también como "clubes" y por cada grupo de edad y sexo puede
haber distintos kafos que organizan diferentes actividades lúdicas. Este es el caso de Bakau, donde existen
varios grupos. Los niños y jóvenes pertenecientes a los ding ding kafo preparan cada año, coincidiendo con
las fechas de Navidad, una competición de fanals, barcos artesanales cuyo armazón está confeccionado con
ramas de arbustos que luego son recubiertos con papel cortado en forma de filigrana; antiguamente se
hacían con hojas de árboles. Durante la última semana del año, por la noche, cada grupo saca a desfilar por
las calles del pueblo los fanals iluminados desde el interior con velas y acompañados por el ritmo de los
tambores. Se dice que estos barcos representan los vapores de los colonizadores que navegaban por el río
Gambia, transportando esclavos hacia América. También, los niños construyen unas máscaras frágiles,
llamadas kankurang, hechas con cortezas de árbol y hojas de distintas plantas, que utilizan para acompañar
los barcos o para pedir "charity", una gratificación a los mayores del pueblo. Durante todo el recorrido van
cantando canciones que identifican con su kafo, bailando y tocando unos tambores improvisados con latas
vacías, calabazas, ollas agujereadas o cualquier otro material que encuentran en las calles.
Cada kafo tiene una especie de dirigente o presidente, llamado kafotió. Este/a líder es responsable
de convocar al grupo para sus reuniones internas así como para asuntos generales de la comunidad, y se
37
ocupa de la coordinación de las diferentes actividades sociales de su kafo. El falifo es una especie de
administrador/a que se encarga de recoger las aportaciones que hacen los miembros de su grupo y que son
destinadas a distintos objetivos. En ocasiones, el kafotió asume las funciones del falifo.
organización de las diferentes actividades dentro de la aldea. En las zonas rurales, los alkalos, que son los
jefes de los pueblos, o bien los miembros del keba kafo, al que también pertenece el alkalo, solicitan la
participación y colaboración de los kafos más jóvenes para realizar tareas comunitarias, como por ejemplo
Para la realización de campañas, talleres o programas de cooperación al desarrollo que las distintas
administraciones (Ministerio de Sanidad, Educación, etc.) y ONG llevan a cabo, es fundamental entrar en
contacto con los/las kafotió de cada grupo de edad al que va dirigido. Así por ejemplo, en el taller que
realizó la Oficina de Mujeres en Pakalibah, División de Río Bajo (Lower River Division), sobre prácticas
tradicionales que afectan a la salud de las mujeres y los niños, el poder entrar en contacto con las líderes del
foro musu kafo y musu keba kafo fue decisivo para la preparación y la organización de las actividades
previstas.
El acceso no fue fácil ni directo, ya que existen unos mecanismos jerárquicos de control social
dificilmente franqueables, incluso para los "forasteros" equipados con mochila de ignorantes, que vienen
dados por la mayor autoridad que ostenta el keba kafo, al cual pertenece el alkalo. Una vez se hace entrega
de las ceremoniales nueces de cola o kuruo -elemento simbólico necesario e imprescindible para iniciar
motivo de la visita y se sugiere la conveniencia de poder contactar con los kafos a los cuales va dirigido el
taller, en este caso los grupos de mujeres adultas y ancianas. Si consideran el tema apropiado y de interés
para la comunidad, el alkalo hace llamar a los kafotió de los otros grupos y éstos a su vez, a distintos
pregoneros miembros del kafo correspondiente, para que den aviso a los demás miembros, convocando una
reunión y notificando el motivo de la misma. En nuestro caso, la cita fue al día siguiente por la tarde,
de un par de horas de discusión, accedieron a que sus líderes participaran en los talleres, ya que serían ellas,
las kafotió, como mujeres de prestigio y reconocimiento social, las encargadas de "llevar" estos
conocimientos al resto de las integrantes de su kafo. De todas maneras, el taller estaba abierto a quienes
quisieran participar. Además de estas líderes, acudieron otras mujeres, especialmente aquellas
pertenecientes al musu keba kafo, que tenían menos responsabilidades en las tareas agrícolas, más
Otro tipo de talleres que se realizan con frecuencia y que se organizan aprovechando la propia
estructura de los kafos, son las campañas de información y sensibilización sobre aspectos sanitarios como la
La estructura de grupos de edad, aunque jerárquica, permite a todos los individuos por igual
acceder a cada uno de los kafos, en la medida en que su existencia vital lo permita. Debemos tener en
cuenta que la esperanza media de vida en Gambia es de 45 años y en Senegal de 497. En África aprendí que
quien llega a viejo es considerado un monumento histórico, y como ellos muy bien dicen, respetar a un
El sistema de parentesco se basa en una ideología patrilineal y una residencia virilocal. Los
distintos grupos étnicos que habitan la región de Senegambia forman familias extensas que tienen un
Siguiendo a Teresa San Román y Aurora González Echevarría (1981), debemos entender el
matrimonio, "como una institución que ordena la reproducción y establece la paternidad, concertando al
mismo tiempo alianzas". En estas sociedades no tienen tanta fuerza las relaciones personales entre los
7
Según datos publicados por las Naciones Unidas en “Africa Recovery”, vol. 10, nº2 , octubre 1996.
39
individuos, como las alianzas institucionales entre familias, donde los cimientos del tejido social están
sustentados por las relaciones de parentesco. Sin embargo, debido a un proceso de urbanización y
escolarización crecientes en las ciudades, pero sobre todo en las capitales, los casos de matrimonios
formados a partir de la relaciones personales entre los dos individuos están aumentando. Un estudio del
ORSTOM (1977) realizado en Dakar (Senegal), ya a finales de los años setenta, venía a confirmar que casi
el 60% de los matrimonios contraídos en esta ciudad eran de elección personal. Del mismo modo, trabajos
más recientes y metodológicamente más complejos (Antoine, Djire y Laplante, 1995), vienen a corroborar
esta tendencia, utilizando datos biográficos que permiten confrontar historias matrimoniales, residenciales y
profesionales. De todas formas, hay que dejar claro que la población es mayoritariamente rural8 y que, por
lo tanto, siguen siendo alianzas acordadas por las familias, muchas veces desde la infancia.
Estas "promesas" matrimoniales son selladas con el pago a los padres de la novia de cuatro dalasis9
y veinticinco bututs (4,25 dal.), y la entrega de kuruo, nueces de cola, que son distribuidas a los miembros
de la familia extensa. Es este el momento del compromiso, llamado futo sitoo, donde se negociará el futo
naafulo, el precio de la novia. En la mayoría de las ocasiones interviene el silatala, una especie de
intermediario en las negociaciones económicas, que suele ser un amigo del novio o de la familia de éste.
El precio de la novia no debe entenderse como la compra de la mujer en sí, sino como garantía que
otorga al marido y a su grupo los derechos sobre la reproducción de la esposa. Es decir, que los hijos que
esta mujer engendre a lo largo de su ciclo reproductivo con ese hombre, en principio pasarán a integrar el
patrilinaje del padre. Muchas veces este pago es utilizado por la familia de la novia para hacer efectivo el
futo naafulo de alguno de sus hijos varones, permitiendo la circulación de estos bienes y posibilitando el
establecimiento de nuevas alianzas. De esta forma, se comprende que en las sociedades polígamas el precio
de la novia sea más elevado. Entre los djola, por ejemplo, donde la poligamia es poco frecuente, las
8
Según datos del censo de 1993, en Gambia, el 80,6% de los hombres y el 87,2% de las mujeres viven en zonas
rurales. Según el Household Economic Survey 1992/93 (HES), las cifras ascienden a 83,5% para los hombres y 92,2%
para las mujeres.
9
El dalasi es la moneda de curso legal de Gambia y está dividida en 100 bututs. En el momento de esta redacción, el
cambio del dalasi respecto a la peseta es de 1 dal.= 15 pts.
40
Una de las principales características de los matrimonios, en África, es la precocidad de la primera
unión en las mujeres y la práctica ausencia de hombres y mujeres solteros (United Nations, 1988), aunque
se está registrando una tendencia a contraer enlaces en edades más tardías (Kaufmann, Lesthaeghe y
Meekers, 1989), que de todas formas no exceden en ningún país africano los 21 años para las mujeres,
salvo el caso excepcional de Botswana, donde se alcanzan los 26,4 años. El origen étnico, las prácticas
religiosas y la escolarización de las niñas parecen ser variables discriminatorias que determinan la edad del
primer matrimonio en las mujeres (Boye et.al. 1991), mientras que en los hombres son las cuestiones de
orden económico y las migraciones las causantes del retraso, y en medios urbanos, las dificultades
económicas crecientes, como el empleo y la vivienda (Antoine, Djire y Laplante, 1995). Así, en Gambia,
legalmente el matrimonio está permitido a partir de los 15 años para las mujeres y de los 17 años para los
hombres. En Senegal, la edad autorizada para contraer matrimonio civil es de 16 y 20 años respectivamente,
aunque con el consentimiento de los padres las uniones pueden producirse en edades más tempranas. Las
mujeres suelen casarse entre los 14 y 16 años, mientras que los hombres lo hacen generalmente a partir de
los 20 o 25 años.
Las sungkuto bah, niñas grandes, continúan viviendo en la unidad familiar paterna aunque
generalmente son entregadas a sus maridos, pero no transferidas a la residencia conyugal; esto depende
no sólo del origen étnico sino de las costumbres de los diferentes grupos y de su procedencia, rural o
urbana. Esto significa que algunas mujeres irán por las noches al ke-bunkono, la casa del marido, e incluso
tendrán dos o tres hijos antes de ser transferidas, unas veces como señal de fertilidad y otras, hasta tanto el
esposo haya satisfecho y pagado totalmente el precio de la novia acordado previamente en el futo sitoo, a la
familia de ésta.
Entonces, será celebrado el mañyo bitoo (ceremonia de la novia), que es el rito de paso necesario
para acceder al foro musu kafo, donde será novia sólo una vez en la vida. En caso de divorcio o viudedad y
nuevo matrimonio, esta ceremonia no se vuelve a repetir porque la mujer ya pertenece al kafo de las
mujeres adultas y ya ha sido iniciada en su rol de esposa. El mañyo bitoo es un ritual que dura generalmente
entre tres días y una semana, dependiendo de la riqueza de las familias. La novia es recluida en el musu-
41
bun-bah (la casa grande de las mujeres) del recinto paterno, donde las mujeres de su grupo doméstico, las
hermanas del futuro esposo y las mujeres de su sungkuto kafo, le ayudarán a prepararse para el traslado al
hogar conyugal, confeccionarán los adornos, collares y brazaletes que llevará la novia, y le pintarán con
hena las palmas de las manos y las plantas de los pies como señal de belleza. Las mujeres ancianas del keba
kafo, por su parte, son las encargadas de la instrucción y transmisión de conocimientos sobre su futuro
papel como esposa, de las enseñanzas sobre la obediencia y el servicio al marido, y quienes procederán, en
caso de haberle sido practicada la infibulación durante la iniciación a la pubertad social, a la apertura de la
La casa del marido será cercada con ramas de gipampango extendidas por el suelo, árbol al que
atribuyen poderes mágicos, ya que consideran que es temido por las brujas y que el olor que desprende
sirve para espantarlas, manteniéndolas alejadas de los futuros cónyuges. Durante este período diversas
ceremonias tienen lugar, en las cuales no siempre los novios están presentes o involucrados. Cada día es
sacrificado un animal en honor de los esposos y celebrada una gran fiesta con música y danzas, a la vez que
se ofrece una cena a los habitantes de la comunidad y a los parientes que han ido llegando desde lejos para
participar en los eventos. Cada uno de los contrayentes permanece durante estos festejos recluido en su
Otro de los rituales que tienen lugar durante el casamiento, es el mañyo dunoo. Se trata del
recuento, efectuado por los griots, de los enseres y el ajuar que la novia aportará a su nueva residencia
conyugal, que consiste en calabazas, ollas esmaltadas, telas, mantas y palanganas de plástico o de metal de
distintos tamaños. Durante la mudanza, que se lleva a cabo desde la casa de la mujer a la del marido, están
presentes ambas familias y los ancianos, que con su presencia, controlan y legitiman la aportación que la
familia de la novia hace al grupo doméstico del esposo. El traslado es efectuado en procesión por las
Previa a la transferencia definitiva de la mujer, una de las ceremonias que se lleva a cabo es aquella
en donde la novia debe demostrar que ha sido preparada para desarrollar las tareas propias de una esposa,
como lavar o cocinar, y que es realizada también públicamente para que las mujeres mayores puedan
42
otorgar su aprobación. Finalmente, se celebra el mañyo kuroo, donde la novia es lavada (kuroo significa
lavar) de forma ritual, antes de ser entregada y transferida al marido. Estas purificaciones son características
en los ritos de paso, donde se "limpia" a la persona de su vida anterior, posibilitando de esta forma su
En la noche de bodas, es la dun-dung kambang muso, una mujer del kambani kafo, que suele ser
una griot, quien entrega la novia al hombre y al mismo tiempo supervisa y controla, desde una habitación
contigua, que todo “salga bien”, es decir, que se produzca la penetración y que el dun-dung kang faneau o
belembo, trozo de tela blanca, sea manchado de sangre por la chica como señal de su virginidad. Ocurre a
veces que la pérdida de esta virginidad debe camuflarse para permitir la unión y salvaguardar el honor de la
sungkuto bah, llegando a un acuerdo secreto entre las madres de los novios, o entre la madre de la chica y
su novio, para manchar con sangre de pollo esta tela, que llevará escondida y atada a su cintura, para luego
El Corán permite al hombre contraer matrimonio hasta con cuatro esposas, siempre que pueda
ofrecer a cada una de ellas el mismo trato y pensión. En esto se basan algunos exégetas o intérpretes de las
Sagradas Escrituras, para afirmar que, como es imposible ser justo con más de una mujer, el islam lo que
Se han seleccionado algunos versículos de El Corán, ya que es necesario conocer las implicaciones
normativas y las prescripciones religiosas en algunos aspectos que hacen referencia no sólo a las mujeres,
sino a las propias relaciones de género. Al no ser posible por desconocimiento lingüístico del árabe la
lectura directa y original de las propias escrituras, se ha considerado conveniente consultar cuatro
traducciones e interpretaciones distintas: en castellano las de Juan Cortés (1979), Juan Vernet (1983) y A.
L. Mateos (1992) y en inglés, la versión publicada por la imprenta del rey Fahd10 de Arabia Saudí.
Azora II - La vaca
10
The Holy Qur-àn. English translation of the Meanings and Commentary. King Fahd Holy Qu-ràn Printing
Complex, Al-Madinah Al Munawarah.
43
- 223 - "Vuestras mujeres son vuestra campiña. Id a vuestra campiña como queráis, pero haceos
preceder".
- 228 - "...Las mujeres tienen sobre los esposos idénticos derechos que ellos tienen sobre ellas,
según es conocido; pero los hombres tienen sobre ellas preeminencia. Dios es poderoso y sabio".
- 3 - "...Casaos con las mujeres que os gusten, dos, tres o cuatro. Si temeis no ser equitativos, casaos
- 19 - "Contra aquellas de vuestras mujeres que cometen fornicación, buscad cuatro testigos entre
vosotros. Si dan fe contra ellas, mantenedlas cautivas en las habitaciones hasta que las llame la
- 38 - "Los hombres están por encima de las mujeres, porque Dios ha favorecido a unos respecto de
otros, y porque ellos gastan parte de sus riquezas en favor de ellas. Las mujeres piadosas son
sumisas a las disposiciones de Dios. Son reservadas en ausencia de sus maridos, en lo que Dios
altísimo, grandioso".
agua, frotaos con polvo bueno y lavaos vuestros rostros y vuestras manos. Dios es absolvente,
indulgente"11.
- 51 - "Da largas entre ellas, a quienes quieras; acerca hacia tí a quien quieras y a quien desees de
las que alejastes. En esto no cometes falta. Eso es lo más propio para que refresques sus ojos, para
que no se entristezcan y estén satisfechas por lo que das a todas. Dios sabe lo que hay en vuestros
corazones".
11
Estos requisitos previos a la oración tienen que ver con la abstinencia que observan algunos hombres, sobre todo
mayores, los jueves por la noche, víspera del viernes, día de la reunión. Esta prescripción aparece nuevamente en el
ázora V, aleya 9, sobre las abluciones.
44
A la primera esposa se le da el nombre de muso keba (mujer vieja), la que primero ha llegado a casa
del marido, mientras que las siguientes coesposas reciben el nombre de mañyo. La muso keba desempeña
un rol específico y tiene algunos derechos sobre las otras mujeres, aunque según las distintas etnias, estos
derechos están supeditados a que las restantes no sobrepasen el número de hijos que ella ha engendrado.
Pero lo que sí está claro es que aún en el caso de que el marido tuviera a una de sus cónyuges como
preferida o favorita, ninguna puede ocupar el sitio de la primera. Es la muso keba quien administra las
raciones de grano colectivo (arroz, mijo, findo, cous) y las reparte entre las restantes coesposas cuando les
corresponde el turno de cocinar a cada una de ellas. Hace las veces de portavoz del marido y comunica las
sobre la educación de los niños, por ejemplo. Las mañyo deben obedecer a la primera esposa y escuchar
respetuosamente sus consejos. Es responsabilidad del hombre ser equitativo con cada una de sus mujeres y
ocuparse de que no surjan recelos ni conflictos. Un dicho popular mandinga afirma que "un buen marido es
aquel que sabe mantener la armonía y buen entendimiento entre sus esposas". Forma parte de su sabiduría
Los segundos y sucesivos matrimonios pueden, con mayor frecuencia, ser una elección más
personal del hombre y no es estricto que se deban seguir las normas estipuladas socialmente ni los
compromisos entre las familias. Esta mayor libertad viene dada también porque un hombre más adulto es
económicamente más independiente. Ocurre con frecuencia que la última mujer tomada como esposa pasa a
convertirse en la favorita (bara muso), entre otras cosas porque suele ser, también, más joven que las
anteriores. Asimismo, las mujeres divorciadas disfrutan de mayor libertad para aceptar o rechazar un nuevo
matrimonio; incluso las viudas, una vez han pasado la celebración del ritual del tikalando, después de un
período de cuatro meses y diez días llamado furia, que es establecido para dar cabida al levirato. El Corán
45
- 234 - "Quienes de vosotros mueren y dejan esposas, éstas deberán esperar cuatro meses y diez
días. Cuando lleguen a su término, no hay falta sobre vosotros por lo que ellas hagan con su
persona para volverse a casar, según está establecido. Dios está bien informado de lo que hacéis".
Según las creencias populares, la mujer, para ganar el cielo, debe ser una buena esposa y amar a su
marido. En caso de rechazarlo, se piensa que caerá una gran desgracia sobre su familia. Creen que, cuando
una mujer muere, nadie acudirá a su funeral si no ha estado casada por lo menos una vez. Por ello,
generalmente una misma mujer, a lo largo de su vida, contrae matrimonio en más de una ocasión.
Las mujeres van turnándose cada dos días en las responsabilidades domésticas, coincidiendo con
las permanencias nocturnas conyugales. Durante el "turno de servicio", al que dan el nombre de singoo, que
significa piernas, la esposa se encargará del cuidado del marido, de atenderle, lavarle la ropa, limpiar su
casa y preparar, junto con las esposas de turno de los hermanos del marido, la comida para toda la unidad
doméstica. Las otras coesposas permanecerán bajo la custodia de la suegra y de las otras mujeres del recinto
en el m’bun-bah.
En las zonas urbanas, donde los hombres trabajan percibiendo una remuneración económica
monetaria, entregan cada mañana a la esposa a quien corresponde el turno, una cantidad de dinero llamada
mafesongo (fish-money) o dawolo (en wolof). Este importe oscila entre 10 y 30 dalasis, dependiendo del
presupuesto y del número de miembros que componen la familia, y sirve para efectuar la compra de los
alimentos a utilizar para la elaboración de las comidas del día. El mafesongo en ocasiones es motivo de
conflicto entre las distintas esposas, que critican la calidad y cantidad de los ingredientes que se han
comprado y el dinero que se han quedado para gastos personales. En las zonas rurales sólo una vez al año el
marido hace entrega de dinero a las mujeres, coicidiendo con la venta de la cosecha del cacahuete; ese
dinero sirve para la compra de telas, la confección, el calzado de goma y la vestimenta para los niños.
En las sociedades mandingas, fulas y saraholes, los casamientos entre primos cruzados son muy
frecuentes. El objetivo de estas uniones maritales es perpetuar las redes de parentesco, mantener la
proximidad de los hijos e invertir en la propia familia. El precio de la novia que se acuerda en estos casos
46
suele ser más bajo que el que se establece con miembros de otras familias, y generalmente es inferior a los
600 dalasis, además de una vaca y algunas ovejas. Por ejemplo, en el caso de una boda fula (jombayu
diutungo) a la que asistí, celebrada en un medio rural, donde los novios eran primos cruzados, el precio se
La relación de parentesco entre primos cruzados se conforma de la siguiente manera. Los hermanos
varones del padre son considerados como padres, llamados fanding, y por lo tanto sus hijos son reconocidos
como hermanos. Las hermanas de la madre son consideradas también como madres, llamadas bahnding, y
sus hijos, hermanos. Así, los hijos e hijas de los hermanos del padre y los hijos e hijas de las hermanas de la
madre son considerados hermanos y hermanas. Se trata por tanto de primos paralelos, entre quienes el
matrimonio está prohibido. Los hijos que el padre ha tenido con sus otras esposas, es decir, con las
coesposas de la madre, también son considerados hermanos, y estas coesposas de la madre son
consideradas también sus madres. Sin embargo, utilizan un término específico cuando quieren concretar
que tal o cual hermana o hermano es hija o hijo de la misma madre: bahrin muso o bahrin ke. Bah quiere
decir madre y significa también grande, mientras que rin se utiliza para designar dos personas que se unen.
Cuando se refieren a un hermano que es hijo de la misma madre pero de diferente padre, generalmente
aplican el mismo nombre, aunque a veces explicitan que es hijo de la misma madre pero no del mismo
padre o viceversa, hijo del mismo padre pero de otra madre. En algunas regiones, a todos aquellos parientes
que son considerados hermanos se les denomina también bahrin, dejando de esta forma muy claro que entre
ellos no están permitidas las alianzas matrimoniales. Entre estos hermanos se establece la prohibición del
Las hermanas del padre reciben el nombre de m'binki, sus hijos son considerados primos y se
pueden casar con los hijos del hermano. Este personaje es quien sostiene al niño recién nacido durante el
ñyamboo, la ceremonia del bautizo, y quien cuidará del pequeño y de su madre durante los siete días
12
Según las notas de la traducción de El Corán de Juan Vernet (1983), las relaciones colactáneas fueron consideradas
entre los árabes como verdaderos vínculos familiares que creaban relaciones de solidaridad al mismo tiempo que
impedimentos matrimoniales. Actualmente se mantiene la prohibición de los matrimonios entre musulmanes que han
mamado de los mismos pechos.
47
posteriores al parto, en los que permanecen recluidos, durante la fase de marginación, segunda del ritual del
nacimiento. Los hijos varones de la m'binki serán parte de los kintangolu, quienes cuidarán de sus primos
varones durante la iniciación masculina; las mujeres tomarán las misma responsabilidad respecto de sus
primas durante la iniciación femenina. El esposo de la m’binki también recibe el nombre de fanding, que
A los hermanos varones de la madre se les llama m'bahreen. Sus hijos son considerados primos y se
pueden casar con los hijos de sus hermanas. En general, la hija mayor del m'bahreen debe contraer
matrimonio con uno de los hijos varones de alguna hermana. Es el hombre que ejerce el papel de persona
"buena" y accesible, a quien recurren los niños o los mayores cuando tienen algún problema, quien les
aconseja sobre posibles soluciones y a quien consultan sobre diversos temas. Muchas veces la relación es
más estrecha que con el padre. A la mujer del m'bahreen se la llama m'bahreen bah.
Se determinan las relaciones, normas de comportamiento, deberes y derechos entre los hermanos
según la situación definida en términos cronológicos. A los hermanos mayores se les denomina kotooma. Si
se refieren a una hermana se le llama kotooma muso y si es hermano kotooma ke. No está permitido
insultarles, ofenderles ni bromear con ellos. Los hermanos mayores pueden ordenar a los menores diversas
tareas, como hacer recados, lavar la ropa o recoger agua. Las hermanas mayores tienen la obligación de
alimentar y cuidar a los niños para ayudar a su madre en las tareas domésticas, mientras que los varones se
ocupan de iniciar a sus hermanos en las actividades propias masculinas, como la recogida de frutos o la
confección de tambores. A los hermanos menores se les denomina domaa. A la hermana, domaa muso y al
Si bien es cierto que en la mayoría de los casos y muy especialmente en las zonas rurales este tipo
de matrimonio entre primos cruzados responde a acuerdos entre parientes, donde no intervienen de ninguna
forma los sentimientos, las preferencias o la elección personal de ninguno de los dos consortes, pienso que
es interesante citar el trabajo de Mark Hudson (1990), donde reflexiona sobre el tema. Hudson habla de
“emociones humanas universales” que trascienden barreras lingüísticas, sociales y culturales, que están
48
presentes en las relaciones individuales íntimas pero que no pueden ser exteriorizadas debido al fuerte
realmente existen, me parece sugerente en términos más amplios, por su imbricación, dimensión y
discusión teórica, cuestionar si es realmente tan “perfecto” el proceso de socialización infantil y tan eficaz
la enculturación, que puede llegar incluso a anular estas emociones. Y si no es así, cuál es la relación que se
establece entre las emociones, la construcción de la experiencia y sus implicaciones en diferentes ámbitos.
A través de vivencias personales, de las relaciones de amistad y del grado de intimidad que he podido
establecer con algunas personas, creo que han existido momentos a lo largo de su ciclo vital, sobre todo
entre las mujeres jóvenes, en los que ciertas emociones sólo han encontrado el canal de la inhibición, la
una concepción individual de la "tragedia" al negarse este tipo de relación, y si se vislumbra de este modo
una posible influencia de la voluntad personal, fuera del constreñimiento normativo de la comunidad.
Una reflexión sobre estas cuestiones podría ayudar a comprender el cambio de actitud en el
establecimiento de un tipo de relación diferente entre algunas parejas africanas residentes en Cataluña o en
las preferencias por mujeres tubaabs de algunos hombres solteros, que muestran en este sentido un
replanteamiento del significado de la pareja en el matrimonio, tomando como referente pautas culturales
propias del lugar de residencia. Surgen así preguntas interesantes que tendrían un marco amplio y cotidiano
en el proceso adaptativo y de aculturación en destino. ¿Cuáles son las fronteras entre la conciencia
individual y la conciencia colectiva? ¿Qué presión ejerce el propio colectivo de africanos para mantener
determinadas actitudes y cuáles son? ¿Por qué unas sí y otras no? ¿Con qué intensidad el control social en
origen sigue ejerciendo una función reguladora de lealtades? ¿Qué adaptación al medio existe por instinto
de supervivencia o de evitación del conflicto, o por buscar soluciones más provechosas? De todas formas,
vale la pena tener en cuenta que nuestra sociedad permite normativamente la libertad de matrimonio, pero
también sabemos que la restringe con la misma eficacia por vías culturales, sociales y legales.
49
Las situaciones de divorcio son muy frecuentes en las áreas urbanas, aunque también aparecen en
las zonas rurales, y no es difícil encontrar mujeres que han contraído hasta tres matrimonios. El
madre), o bien el silatala, que sirvió como intermediario para negociar el precio de la novia.
No debemos perder de vista que el divorcio abarca no sólo la esfera personal del matrimonio sino
que tiene una dimensión social y familiar. Por ello, se producen con menor dificultad las separaciones entre
parejas donde no existe relación de parentesco que entre aquellas donde se han establecido alianzas
En el caso de las mujeres que quieren divorciarse, los pasos que deben seguir no sólo son mucho
más complicados que para los hombres sino que, en general, los argumentos muy discutidos. Deben en
primer lugar conseguir la aprobación paterna, ya que es el padre quien debe solicitar el divorcio al marido
de su hija, aduciendo razones muy justificadas. En la mayoría de los casos, las mujeres no son autorizadas a
abandonar el hogar del cónyuge, pues no debemos olvidar que, a las dificultades propias de su condición
como mujer en las sociedades musulmanas, se le añade la compensación económica que recibió su familia
por entregarla al marido. Las causas más frecuentes de divorcio entre las mujeres, como veremos, son muy
diferentes a las de los hombres: por ejemplo, problemas de dinero y avaricia, o malos tratos que se hacen
insoportables. Otra de las razones esgrimidas para solicitar el divorcio son las malas relaciones con las otras
Cuando son los hombres quienes solicitan el divorcio, el procedimiento es muy simple. Sólo han de
comunicar a la mujer, a través de un escrito o de un mensaje oral dirigido al padre de ésta, que su hija no ha
cumplido con las obligaciones que debe asumir como esposa, y que debe regresar al hogar paterno.
Mientras los hijos son pequeños y aún no han sido circuncidados, quedan bajo la custodia de la madre y de
la abuela materna hasta que son transferidos nuevamente al hogar paterno. Las causas de divorcio entre los
hombres que he podido recoger durante el trabajo de campo son las siguientes: que la esposa no puede tener
hijos, entendiendo que sólo la mujer es responsable de la esterilidad; que la esposa no respeta a los
hermanos mayores del marido, o que no respeta, contradice o discute a la suegra; que no sigue los consejos
50
del marido; que no atiende cortesmente a los amigos -ya que estos pueden elogiar o criticar a las mujeres
del amigo que visitan-; que comete adulterio. Algunos versículos de El Corán son claros respecto al
divorcio:
Azora II - La vaca
- 226 - "Para quienes se abstienen de sus mujeres tendrán un plazo de cuatro meses para reflexionar
y no separarse a la ligera de sus mujeres. Si durante este tiempo vuelven a ellas, Dios es indulgente
y misericordioso".
- 228 - "Las mujeres repudiadas dejarán transcurrir el tiempo de tres menstruaciones antes de
volver a casarse. No deben ocultar lo que Dios ha creado en su seno, si creen en Dios y en el día
final. Es más equitativo que los maridos las vuelvan a tomar cuando estén en estado, si desean el
bien. Las mujeres respecto de sus maridos y estos respecto de sus mujeres deben conducirse
honestamente. Los maridos son primero que sus mujeres. Dios es poderoso y sabio"13.
- 229 - "La repudiación puede hacerse dos veces. Guardad vuestra mujer, tratadla honestamente, y
si la despedís, despedidla con generosidad. No os está permitido apropiaros de lo que les habéis
dado..."
- 1 - "¡Oh Profeta! no repudiéis a vuestras mujeres hasta el término señalado; contad los días
exactamente. Antes de este tiempo no podéis ni expulsarlas de vuestras casas, ni dejarlas salir de
ellas a no ser que hayan cometido un adulterio probado. Tales son los preceptos de Dios; el que
falte a ellos se pierde. No sabéis si Dios hará surgir alguna circunstancia que os reconcilie con
ellas".
13
En el Talmud se establece idéntica disposición respecto a las tres menstruaciones, a fin de comprobar si las mujeres
están embarazadas, y respecto a la preeminencia de los hombres sobre las mujeres.
51
- 2 - "Cuando hayan esperado el plazo prescrito, podéis retenerlas con benevolencia o separaros de
ellas con benevolencia. Llamad a testigos equitativos, escogidos entre vosotros; que el testimonio
- 4 - "En cuanto a las mujeres que no esperan ya tener sus reglas (por su edad), aunque no estéis
seguros de ello, el plazo es también de tres meses; lo mismo está prescrito para las que no han
tenido aún su mes; para las mujeres encintas, esperad a que hayan dado a luz. Dios allanará estas
- 6 - "Alojad a las mujeres que habéis repudiado donde os alojéis vosotros mismos y según los
medios que poseáis; no les causéis pena poniéndolas demasiado oprimidas. Cuidad de las que estén
El grupo doméstico está compuesto por los miembros de la familia extensa, siendo la orientación
del parentesco patrilineal y la residencia patrilocal. Señala González Echevarría (1994:92-93) que Fortes, en
la introducción a Jack Goody (1958)14, “distingue entre núcleo reproductivo, que está formado por la
familia elemental (dos generaciones unidas por lazos de matrimonio, descendencia y germanidad), y el
grupo doméstico más amplio”, formado con frecuencia, decía Fortes, “por tres generaciones o incorporando
colaterales, y que puede reunir a personas vinculadas por lazos de parentesco pero también de filiación, y
por otros lazos jurídicos o afectivos"; y que "el grupo doméstico es esencialmente una unidad que ocupa y
maneja la casa, organizada para proporcionar los recursos materiales y culturales necesarios para el
mantenimiento y el desarrollo de sus miembros". Con estas necesarias aportaciones conceptuales, queda
claro entonces que hablaremos aquí de grupos domésticos residenciales y familiares que comparten o
contribuyen a las actividades domésticas, definidas por Wilk y Netting (1984) en términos de "producción,
14
The development cycle of the domestic groups. Cambridge University Press, 1958.
52
El recinto donde habita el grupo doméstico se llama suokono o kunda. Los materiales con los que
están construidas las edificaciones que se encuentran en su interior, varían en función de la localización
geográfica. En las zonas rurales la construcción es de tipo cónica, los llamados "huts" en la bibliografía
anglosajona sobre estos grupos, cuyas paredes están construídas con adobe y cuyo techo es de paja o bien
de hojas de palmera. En las áreas urbanas, las viviendas suelen ser algo parecido a unas chabolas; sus
paredes pueden ser de barro, chapa o ladrillos, y los techos de chapa acanalada. Están cercadas por vallas
hechas de paja, hojas de palmera o chapa. Es significativo ver como en muchos poblados rurales comienzan
a construir lo que ellos llaman "viviendas sólidas", con ladrillos de cemento manufacturados muchas veces
de forma artesanal. Esto es interpretado por los vecinos como una señal de prosperidad de alguno de los
miembros de ese recinto, que ha emigrado y que envía periódicamente dinero. La primera inversión que
realiza quien está en el extranjero es levantar una vivienda de materiales sólidos y de grandes dimensiones
para su familia, siempre con la idea de retornar algún día. De esta forma se refuerza la existencia de la idea
Cada suokono recibe el nombre clánico de la familia que habita en él. Así por ejemplo, el recinto de
los Tunkara será conocido y localizado espacialmente dentro de la aldea como Tunkarakunda, el de los
Cham como Chamkunda, el de los Sillah, como Sillahkunda. En las áreas urbanas es frecuente encontrar
varias familias extensas que pertenecen al mismo linaje pero provienen de regiones distintas a consecuencia
de la dispersión del grupo en tiempos lejanos. Podremos citar el caso de los Bojang. La primera familia
Bojang que se estableció en la zona de los Kombos, en Bakau, tomó su propio nombre, pasando a
denominarse el recinto de la unidad doméstica como Bojangkunda. Las otras familias del linaje que fueron
llegando más tarde, son referidas como Tambakunda porque proceden de una región del Senegal oriental
El suokono se compone de diversas construcciones y viviendas llamadas bunkono, cada una de las
cuales cumple unas funciones específicas, que en general son comunes a todas las etnias y que
53
- Koobah (cocina): es un espacio al que sólo tienen acceso las mujeres. Se trata de una choza,
construida de barro y paja en las zonas rurales o de trozos de chapa acanalada en las ciudades. Entre las
familias saraholes está situada en el patio central del recinto, y entre los mandingas y fulas suele estar
ubicada en un lateral, pero siempre en un sitio de fácil acceso y de paso. Su mobiliario son varios fogones,
llamados sinkiroo, construidos cada uno de ellos con tres piedras dispuestas en forma de estrella, en cuyo
centro se enciende el fuego y donde se colocan las fenkemba (ollas de hierro) o karelo (ollas de barro).
Como utensilios de cocina encontramos espumaderas de metal y cucharas de calabazas pequeñas llamadas
sankalengo, que son utilizadas para revolver y servir la comida en mirangos. Estos recipientes son grandes
tradicionalmente se empleaban como recipientes para servir y distribuir la comida. Actualmente se van
sustituyendo por cacerolas esmaltadas, procedentes de la República Popular de China, que tienen la ventaja
de ser más resistentes y tener tapa, lo que permite preservar mejor los alimentos y evitar el contacto con los
insectos y la contaminación bacteriológica. Los kulungo, morteros de madera confeccionados con troncos
de árbol ahuecado, indispensables para la molienda cotidiana del grano, suelen guardarse en el interior de la
cocina, pero se utilizan generalmente fuera de ella. En algunas cocinas tienen cestos de esparto trenzados,
los kumboo, donde almacenan las raciones diarias de arroz. En un rincón del recinto hay una enorme tinaja
de barro donde guardan el agua para el consumo culinario, la djibinda, que es reabastecida diariamente
desde los pozos comunitarios por las mujeres, que la transportan en grandes palanganas de plástico sobre
sus cabezas, por la mañana, antes de marchar al campo. En los pueblos y aldeas rurales, la leña (loo)
transportada por las mujeres cuando regresan por la noche, al finalizar sus tareas en el campo. En las áreas
urbanas, compran diariamente los fajos de madera que venden en el mercado con parte del mafesongo que
- Jonkongo (lavabo): se trata de un espacio localizado detrás de cada bunkono, vallado con hojas
secas de palmera. En el centro hay un kemoo, especie de letrina cuyo orificio exterior a ras del suelo
permanece cubierto con alguna plancha de madera o con hojas de palmera. En un lateral del recinto hay
54
siempre una tinaja con agua y una calabaza pequeña para lavarse. Sin embargo, y a pesar de las prácticas de
higiene y limpieza que son mantenidas en general de forma rigurosa, el informe del UNICEF (1991) sobre
la situación de los niños en Gambia, recoge como tercera causa de muerte infantil las enfermedades
relacionadas con diarreas y contaminación fecal, y propone como prioritario en su plan quinquenal de
actuación (1992-96), proyectos que faciliten la letrinización y el suministro de agua potable, estimando que
menos del 20% de la población dispone del acceso adecuado a dispositivos excretales en condiciones
higiénicas apropiadas.
- Buntungo (granero): son huts reservados exclusivamente al almacenamiento del grano recogido
durante la cosecha de mijo, sorgo y arroz en la época seca, que es administrado para la alimentación de la
- Kankangos: son parcelas de tierra de tamaño reducido que se encuentran situadas alrededor del
recinto familiar, donde las mujeres cultivan una pequeña huerta. Siembran básicamente mandioca, ñame,
maíz, cebollas, okra y jattó, que son consumidos por el propio grupo doméstico.
desde el exterior. Se trata de la "casa grande de las mujeres". Habitan en ella todas las esposas de los
hombres adultos casados y los niños de la unidad doméstica. En las construcciones más recientes de
cemento, edificadas cuando hay algún miembro que ha emigrado, estas m’bun-bahs están divididas en
pequeños habitáculos y quedan bajo la vigilancia de la madre de los esposos, la suegra. Su disposición
dentro del recinto es estratégica para poder ser controlada incluso desde el exterior por los hombres.
- Ke-bunkono (casa de los hombres): cada hombre adulto posee su propia vivienda, a la que acuden
en turnos rotativos de dos noches cada una de sus esposas, a quienes corresponde, coincidiendo con los
singoo, las permanencias nocturnas conyugales, la preparación de alimentos para toda la familia, la
limpieza de la casa y el lavado de la ropa del marido. Son construcciones pequeñas, a veces con una
división interior, donde se encuentra la cama o camastro de matrimonio, un colchón relleno de paja, y, a
veces, algunas sillas. En ocasiones, los hombres reciben aquí la visita de sus amigos o parientes y es el
gran árbol de generosa sombra, donde se sientan los hombres a descansar, a dormir o a charlar, a partir del
mediodía. Bajo el árbol hay un camastro construido con cañas y esteras entretejidas, de grandes
dimensiones, situado a un lado del recinto doméstico. En todas las aldeas y ciudades existe un bantabah
comunitario ubicado en un sitio estratégico, cercano a la mezquita, punto de encuentro desde donde el keba
kafo, el grupo de los ancianos, puede supervisar los movimientos de los habitantes del pueblo. Es un lugar
privilegiado para la "palabra", el nudo de las relaciones comunitarias. Discuten también de negocios, sobre
las cosechas, el ganado, la política, e intentan arreglar los problemas de la aldea. Desde el bantabah se
ejerce un fuerte control social de las actividades de cada individuo, especialmente de las mujeres y los
niños. Es aquí donde suelen llegar primero las noticias de los pueblos vecinos a través de transeúntes o
La situación actual de la mujer en África es, como afirma Madima Ly (1982) "el resultado de una
evolución interna que se ha visto trastocada por el accidente histórico de la colonización". Se rompió la
autarquía del grupo doméstico tradicional al despojarlo de las labores que asumían los hombres y
desplazarlos hacia las plantaciones, o bien deportarlos como esclavos hacia América, con lo cual la mujer
ha tenido que asumir las tareas abandonadas, sumándolas a las suyas propias tradicionales.
Las mujeres africanas que he conocido confirman la idea que transmite la etnografía, donde éstas
cumplen roles preponderantes y generan los medios de subsistencia necesarios para los miembros del grupo
doméstico. Por ello, es imposible trabajar con estas mujeres sin concebirlas dentro de una compleja red de
interacciones sociales, culturales, históricas, económicas y religiosas. Estos aspectos, muchas veces
15
El attaya consiste en una infusión de hojas de té verde chino muy azucarado, preparado lenta y pacientemente de
forma ritual con un menaje reservado exclusivamente para su elaboración.
56
olvidados, conducen a una visión deformante de una realidad frecuentemente generalizada, discriminatoria,
estereotipada, paternalista y, la mayoría de las veces, victimizadora. Hay que dejar clara la vinculación
productora de agua y energía, primera productora de alimentos y engranaje fundamental dentro de esta
Su jornada laboral media es de catorce horas continuadas y desarrolla una intensa vida comunitaria
dentro de la aldea. Comienza su día moliendo grano -que puede ser arroz, mijo, sorgo o maíz, dependiendo
de la época del año y de las reservas existentes- para la preparación del monó o del nyelengo, una especie de
papillas que sirven como desayuno a la familia. Luego, será la encargada de extraer agua y transportarla
diariamente en palanganas o calabazas hasta las tinajas de barro donde es almacenada para el consumo
diario y para el uso doméstico. Suele aprovechar este momento, mientras espera su turno alrededor del
pozo, para reunirse con las otras mujeres y comentar los últimos acontecimientos de la aldea.
Una vez cubiertos estos menesteres y el lavado de la ropa, las mujeres marchan al campo, donde,
durante la estación seca, cosechan algodón, arroz, mijo, sorgo, cacahuete, ñame, maíz y mandioca,
sembrados durante la época de lluvias, que deberán saber administrar hasta la próxima temporada para
garantizar la alimentación de los miembros de su grupo. Por la tarde, cuando regresan al pueblo tras
finalizar sus tareas agrícolas, se encargan de la recolección de leña para producir energía. Deben preparar la
cena, limpiar los hogares, bañar a los niños y atender al marido los días que le corresponde su permanencia
nocturna conyugal. En algunas unidades domésticas, y cuando el calendario agrícola lo permite, las mujeres
que están “de turno” permanecen en el suokono y se dedican a los quehaceres domésticos y al cuidado de
cosecha del cacahuete, que queda en su poder. Entregan a las mujeres una parte de la recolección, que será
utilizada como alimento básico, mientras las cantidades restantes son vendidas para ser manufacturadas en
aceite, el tia tuló. A cambio, consiguen este producto para el consumo doméstico y dinero en efectivo. Sin
57
embargo, los hombres tienen oficios específicos que sólo pueden ser ejecutados por ellos: herreros,
En definitiva, trabajan mucho menos y tienen más tiempo libre, aunque cada vez que he discutido
con ellos sobre el tema, hacen hincapié en que las tareas más duras, de mayor peso, responsabilidad y
envergadura, es realizada por los hombres. Madima Ly (1982) hace referencia a la dificultad de recoger
información sobre la división sexual del trabajo en estas sociedades africanas, debido a que las ideas de
"equilibrio" en la complementariedad entre hombre y mujer, difieren enormemente entre ellos, y entre éstos
y el investigador.
Por ello, algunos planes de cooperación, como los de Mujeres en Desarrollo (Women in
Development, WID) y otras ONG que trabajan con este enfoque, van encaminados a fomentar el desarrollo
de cooperativas hortícolas donde participan todas las mujeres de la comunidad. Ellas cuidan de la huerta
turnándose con una periodicidad semanal y alternando con sus tareas cotidianas en el campo. Con este tipo
de iniciativas se consigue por un lado incrementar la variedad de alimentos y por lo tanto elevar la calidad y
diversidad de la ingesta nutricional, y por otro, que estas mujeres comercialicen o intercambien el excedente
de productos sin tener que vender parte del grano que es su alimento axial. Si bien el primer objetivo se
temporada, el segundo suele ser un fracaso. El transporte en carros tirados por burros hacia los distintos
mercados semanales de la zona es caro y, dependiendo de las distancias a recorrer, del tiempo empleado y
del calor, buena parte de las veces, las hortalizas se estropean. En las áreas urbanas, las mujeres intentan
paliar la falta de tierras de cultivo desarrollando una nueva estrategia económica de subsistencia. Así,
elaboran alimentos diversos que luego venden en los mercados, en las calles o en los patios de los colegios
durante el recreo.
Una de las grandes críticas que desde ópticas de cooperación y desarrollo se están haciendo a estos
proyectos, apunta a la sobrecarga y explotación, de nuevo, de las mismas mujeres a quienes va dirigida la
ayuda. A las tareas domésticas y agrícolas, de recogida de agua y leña y otros menesteres, se suma el
cuidado de las huertas, quedando intactos el poder y la inhibición de los hombres en las tareas de desarrollo
58
comunitario. Nuevos enfoques GAD (Gender and Development, en inglés "género y desarrollo") buscan
una redefinición del concepto y práctica del desarrollo con una visión más real y comprensiva de la
sociedad, que ponga de manifiesto y haga visible aquello que ya existe. Este nuevo análisis complejo y más
comprensivo del desarrollo presenta dificultades metodológicas, ya que cada contexto es específico y no
podemos universalizar las relaciones de género. Por otro lado, los contextos cambian y existe una estrecha
interrelación con la clase, la etnicidad, la religión, la edad. Por último, existen temor y enormes resistencias
al cambio por parte de los hombres y los gobiernos. Los proyectos GAD que se han ido llevando a cabo,
prioritariamente agencias de desarrollo internacional como DANIDA (Dinamarca), GTZ (Alemania), SIDA
(Suecia) y EDF (Comunidad Europea), están resultando mucho más beneficiosos no sólo para las propias
mujeres, sobre todo en términos de salud y educación, sino para el conjunto de la comunidad. La
Las mujeres suelen dar a luz bajo la atención, la asistencia y el cuidado de la ding-mutalaa (partera)
y otras mujeres pertenecientes al keba kafo, generalmente en la parte posterior del m’bunbah o en algún
recinto específico dispuesto para tal fin, en casa de la comadrona tradicional. En la segunda fase del rito de
paso, que Van Gennep (1986) llama de marginación, después del parto, la madre y el neonato permanecen
en el interior de una habitación durante siete días, atendidos por las mujeres de la unidad doméstica.
Durante este período, que es considerado especialmente delicado por la fragilidad del recién nacido y el
estado de la madre, se les protege colocando, en la cabecera del camastro donde duerme el bebé y en la
puerta exterior de la vivienda, ramas de árbol de gipampango cuya función, recordemos, es mantener
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alejados a los demonios, ya que el olor que desprende no agrada a los malos espíritus, que aprovechan
Desde el momento en que al niño recién nacido y a su madre les está permitido salir fuera de casa,
bautizo, llamada ñyamboo (afeitado de la cabeza), en el patio central del suokono, el recinto doméstico. La
m'binki es quien sostiene al niño en sus brazos, representando a la familia paterna, mientras que la madre
permanece a su costado izquierdo. Ambas cubren sus cabezas con un trozo de tela especial, llamado kung-
biterango. El imam corta un mechón de cabello del niño, con el que confeccionará inmediatamente después
los jujus que le protegerán hasta el destete. La m'binki coloca a su derecha, sobre el suelo, una calabaza
pequeña con agua y nueces de cola, que han permanecido en remojo durante algún tiempo. Con esta agua
de color marrón rojizo, la m’binki realizará abluciones y se lavará el rostro en señal de purificación.
Se impone al niño un nombre que el imam escupe en su oreja y simultáneamente, en otro rincón del
suokono, se sacrifica un animal en su honor, que puede ser un cordero o una gallina, dependiendo de la
riqueza de los padres. Este sacrificio tiene una doble función: por un lado, el grito del animal no acabado de
degollar, simboliza públicamente el nombre que el imam ha pronunciado sobre la cabeza del recién nacido
y por otro, su carne servirá para que las mujeres preparen la comida que deberá ofrecerse al atardecer, en
El niño es presentado a los miembros de la comunidad, comenzando por los ancianos, que se
encuentran en el centro del recinto y que ofrecen oraciones y rezos en su honor y en el de su familia. Se
reparte kuruó, nueces de cola, que sólo podrán comer las mujeres y hombres ancianos pertenecientes al
keba kafo. Entre todos los asistentes se distribuye el munkó, una especie de bolas hechas a base de harina de
arroz molido muy fino, azúcar y agua, que son ofrecidas también durante los funerales, en los comienzos y
finales del ciclo vital, y que han sido preparadas especialmente para la ocasión por la mañana temprano, en
la primera molienda, por las mujeres de la aldea. Así, el niño será aceptado como un nuevo miembro
mientras los griots o jalibahs recitan la historia de la familia dando la bienvenida y deseando todo tipo de
60
buenaventura al pequeño. Durante el kulyó, los jalibahs seguirán cantando hazañas heroicas de su pueblo y
la velada será amenizada con la percusión de tambores y las danzas de las mujeres, el lenjengo.
Entre los mandingas y fulas principalmente, se suele bautizar a los hijos e hijas con unos nombres
ya establecidos, de manera que su posición cronológica respecto a los otros hermanos y miembros del
grupo queda claramente definida. Al primer hijo varón se le da el nombre de Momodou, que viene de
Mohammed, nombre del Profeta, o Lamin, Lang, Malamin o Malang, que alberga el mismo significado. El
segundo hijo varón recibirá el nombre de Babukar, Bubakar, Babakar, Bakary, Dembo o Demba, de
idéntico significado. La primera hija mujer se llamará Fatoumata, como la hija mayor del Profeta, y la
segunda Bintou, aunque, dependiendo de los grupos, este orden se puede alterar. Si son mellizos o gemelos,
se les bautiza con los nombres de Adán y Eva, traducidos al masculino o femenino. Así, dos gemelas se
llamarán Adama (por Adán) y Awa (que significa Eva); los varones recibirán el nombre de Seni y Sana,
mientras que el hermano o hermana que sigue a los mellizos será bautizado como Sajo. Se cree que al
menos uno de ellos, e incluso Sajo, puede tener poderes sobrenaturales, es decir que será kufanungté.
lado es percibido como una bendición, pero por otro, dificulta las tareas maternas de crianza y alimentación.
Incluso es frecuente que la madre pida charity o sadah (caridad) entre los vecinos de la aldea para
proporcionar a ambos una nutrición adecuada y suficiente, que disminuya los riesgos de morbilidad y
muerte. Es precisamente por este motivo que se les cuida con especial atención y esmero, para evitar que
puedan surgir celos entre ellos. Sidii Kanyi (1991) recogió para el Consejo Nacional de Arte y Cultura de
Gambia algunas leyendas sobre mellizos, donde se reafirma la creencia de que, cuando mueren, deben ser
enterrados en la misma tumba. Una de las leyendas cuenta que la competición constante incita a una
tendencia a cometer parricidio cuando son adultos. Gambia es uno de los países que presentan mayor índice
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Los niños, desde que nacen hasta que son destetados, entre los dieciocho y veinticuatro meses
según ordena El Corán, suelen ir sujetos a la espalda de la madre durante toda la jornada. En cuanto el
niño llega de alguna manera a poseer a su madre, a disponer de su cuerpo y a no rivalizar con nadie, ya que
los otros hermanos han sido destetados y el padre no tiene contacto con su madre (el tabú de la lactancia
permite un espaciado intragenésico adecuado). Desde la psicología social, tanto Reveyrand (1982) como De
Vos (1981) entienden que esta relación idílica lleva a la construcción de la relación con el objeto sin ningún
tipo de frustración. La angustia por la pérdida del objeto querido y deseado no tiene espacio para
manifestarse porque el objeto siempre está presente. Sin embargo, Reveyrand afirma que al niño africano
Mientras los pequeños son amamantados permanecen con la madre en el musu-bun-bah; cuando
han sido destetados y la madre acude a cumplir con sus permanencias conyugales nocturnas al ke-bunkono
cada dos días, son las demás mujeres del recinto que duermen en el m'bunbah las encargadas de cuidarlo
durante la noche.
El destete se produce como hemos mencionado, entre los dieciocho y los veinticuatro meses,
aunque al niño se le va introduciendo alimento sólido como el mono o el nyelengo, papillas de cereales
hervidos, a partir aproximadamente de los catorce o quince meses. A partir de los ocho o nueve meses, se le
sienta alrededor del bol de comida para que la manipule o bien los otros comensales se la ofrecen en
pequeñas cantidades. De esta forma, el destete se va llevando a cabo de forma progresiva, mientras el niño
se beneficia de una alimentación mixta y se produce el aprendizaje de los gestos de alimentación autónoma.
No hay tiempos ni urgencias ni objetos de transición como el biberón, para el paso de un tipo de
alimentación a otra. Mientras tanto, la leche materna se va agotando y el niño reclama el seno de la madre
por placer oral y táctil. Odile Reveyrand (1982) mide la importancia de esta oralidad y tacto en la niñez y
más tarde en el adulto, formulando la hipótesis de que es debido a este proceso que los placeres orales y
62
Cuando la madre decide destetar completamente al niño, lo hace de forma radical, entregando el
pequeño al cuidado de sus hermanas mayores en caso de que las haya, o a las hermanas menores de la
madre, con lo cual en este último caso, incluso son trasladados de residencia para no tener ningún contacto
con la madre. En este momento no solamente se frustra al niño del placer oral del que había disfrutado hasta
entonces sin restricciones, sino que además vive la angustia de la separación de su madre como un
Simbólicamente se lo comunican al padre a través de una visita que efectúan la mujer y su hijo. La señal de
que el niño ya puede caminar y puede moverse con autonomía, alrededor del año y medio o dos años,
significa que ha llegado el momento en que la madre ya está en condiciones de volver a ocupar las
permanencias nocturnas conyugales, las singoo, y restablecer las relaciones sexuales con el esposo.
coacciones exteriores. Los pequeños van evacuando sus necesidades en el sitio donde se encuentran en ese
momento, y las deposiciones son limpiadas inmediatamente por las niñas que están jugando o cuidando de
él.
A medida que el niño crece y hasta que acude a la escuela, coránica o moderna, queda bajo la
vigilancia de la abuela paterna, que le cuidará mientras su madre realiza las tareas domésticas y agrícolas,
Desde muy jóvenes, las mujeres se reparten y distribuyen los quehaceres domésticos sencillos, que
se van incrementando a medida que crecen, correspondiendo a las niñas un tipo de trabajo siempre
relacionado con los menesteres cotidianos del grupo familiar. Ayudan en los quehaceres familiares a partir
de los seis o siete años, comenzando por barrer diariamente los recintos comunes y el m'bunbah. Hacia los
ocho o nueve años cada niña debe encargarse del lavado de su ropa y a esta edad se les permite llevar
sujetos por el bamburang a los más pequeños en sus espaldas, con lo cual sienten que ya pueden tomar la
responsabilidad de cuidar a los niños. Es notoria la ilusión que demuestran al poder transportarlos,
pasearlos para que se duerman, cuidarles, y la paciencia y buen criterio que tienen para educarles. Desde
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que son muy pequeñas, con tres o cuatro años, comienzan a aprender a atarse el bamburang, a modo de
juego, así como a sujetarse el faneau, las faldas largas de las mayores. Entre los nueve y diez años, una vez
han sido circuncidadas, les está permitido recoger agua, aprenden a cocinar y a fregar las ollas y calabazas
de la comida.
A los niños se les asignan faenas más de tipo colectivo que rozan el terreno lúdico, porque pueden
realizarlas junto con los demás amigos de la aldea, mientras van construyendo todo tipo de tam-tams,
cantando y bailando, o bien preparando katapols (tirachinas) y cazando lagartijas, ardillas o conejos con
ellas. Se encargan de recoger hojas de los árboles y arbustos, como el bantango, boronoro o el bumbango,
con las que su madre elabora las salsas que acompañan las comidas. También trepan a los árboles para
recolectar diversos frutos, como el pan de mono (fruto del baobab), cocos, mangos, papayas o bananas. En
las sociedades fulas, se espera que los niños varones, a partir de los diez años, una vez circuncidados,
empiecen a producir, es decir, se hagan cargo del cuidado y pastoreo del ganado.
Corresponde al rol paterno tomar la decisión de enviar a los hijos al colegio, arbitrando quiénes
acudirán y quiénes no, y qué tipo de educación permitirá a cada uno de ellos, es decir, si podrán asistir sólo
a las escuelas coránicas tradicionales o a las modernas. El padre tiene también la responsabilidad de
entregar dinero a la madre para la compra de la ropa y el calzado que necesitan los hijos, y de controlar que
El rol materno abarca entre otros muchos y diversos: la crianza de los niños, la preparación de los
alimentos, el lavado de la ropa, la higiene personal, el cuidado en caso de enfermedad, la enseñanza de las
normas básicas de conducta y de respeto, hasta que les sean transmitidas por sus mayores durante los ritos
de iniciación.
La escolarización formal que en Gambia llaman "moderna", es pública y no obligatoria. Los niños
la comienzan a los ocho años, aunque a partir del curso 1991-92 podían empezar desde los siete, siguiendo
el modelo de su país vecino, Senegal. En las áreas menos rurales se está extendiendo con fuerza en
sustitución de las escuelas coránicas tradicionales, llamadas karantah, que hasta ahora se habían mantenido
como bastión para el aprendizaje del Corán, la lectoescritura arábiga y la preservación de las normas
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islámicas, al que acudían la mayoría de los niños del poblado. El maestro suele ser el propio imam de la
Las escuelas modernas brindan un tipo de enseñanza igualitaria que permite el acceso a las niñas
sin límite de edad, mientras que en las escuelas coránicas generalmente ellas deben abandonar la educación
en cuanto aparece la primera menstruación, ya que durante el período menstrual, llamado kosoo,
A pesar de la gratuidad de la enseñanza, los alumnos deben comprar una especie de bata
guardapolvo que es obligatoria tanto para los niños como para las niñas, aunque no es necesario el uso de
calzado. El uniforme, que cuesta alrededor de 50 o 60 dalasis, no es condición indispensable en las áreas
rurales, donde se hace la "vista gorda" para facilitar el acceso al sistema escolar. También hay que comprar
los libros de texto, que alcanzan los 75 dalasis, y, en muchos casos, el banco y la mesa, cuyo coste es de
unos 60 dalasis. Esto hace un total de unos 180 o 200 dalasis anuales (2.700-3.000 pesetas), lo que resulta
un gran esfuerzo económico para los padres y representa también una importante fuente de absentismo y
abandono escolar. En un estudio llevado a cabo por el UNICEF en 1991, se ponía de relieve que el 44% de
las mesas y el 40% de las sillas del total de escuelas encuestadas, correspondían a las aportaciones de los
propios alumnos.
En Gambia16, el 59% de los niños y el 48% de las niñas acuden a la escuela primaria, mientras que
Senegal, las cifras son incluso más bajas, siendo la alfabetización de los adultos del 19% (de los que un
29% son mujeres), y la escolarización de los niños y las niñas del 59%17.
En las áreas rurales el porcentaje de mujeres que acceden a una educación formal es aún muy bajo,
ya que se da prioridad a los niños varones, ante la imposibilidad de poder soportar la economía familiar los
gastos que conlleva la escuela moderna. Hemos hablado de casi 200 dalasis anuales por niño, mientras que
la escuela coránica sólo cuesta unos 5 dalasis al mes. Sin embargo, no debemos olvidar que se mantiene un
16
Según datos publicados en el “State of the gambian children and women” por el Ministerio de Educación,
noviembre 1995.
17
Según datos publicados por las Naciones Unidas en “Africa Recovery”, vol. 10, nº 2, octubre 1996.
65
fuerte sentimiento de desconfianza hacia el tipo de educación y valores que son transmitidos en estas
escuelas “como la de los blancos”. Ejemplo de ello es el insulto de tubabo kandingo, que viene a significar
“niño blanco mal educado, que no tiene respeto por sus mayores”.
Así, la etnia de pertenencia tiene una fuerte influencia en la educación infantil. Entre los saraholes
por ejemplo, donde las familias son muy tradicionales y conservadoras, y donde se registra una
escolarización en el karantabah alta y prolongada, aún se resiste a permitir que los hijos vayan a la escuela
moderna; y si lo hacen, serán las niñas quienes tengan menos oportunidades. Ocurre algo parecido con los
niños fulas, ya que es más rentable que se ocupen de los rebaños y del ganado que enviarlos a la escuela,
En las áreas urbanas, los pequeños van creciendo en un entorno donde hay una circulación
monetaria regular y por lo tanto van incorporando a su experiencia vital el valor y gusto del dinero, en la
medida en que de ello depende la continuidad de sus estudios, que cada vez son más valorados. Parte de las
ayudas que muchos migrantes envían desde el extranjero, sirve para sufragar los gastos escolares de los
niños de su grupo familiar, aunque en algunas ocasiones los padres la destinan a otros fines.
La Escuela Primaria de Bakau, una de las más importantes de Gambia, tiene una matriculación de
2.000 alumnos aproximadamente, repartidos en dos turnos, uno matinal de 8.30 a 13.30 horas, y otro de
tarde, de 13.50 a 18.50 horas. Cada clase consta de alrededor de 40 alumnos de distintas edades, aunque de
un mismo nivel escolar. En las áreas rurales, donde la infraestructura y los equipamientos son más
precarios, al no disponerse de varias aulas y tratarse en muchos casos de techados de paja, se mezclan niños
recientemente se han incorporado clases de árabe, como una estrategia para intentar captar a los alumnos
que sólo acudían a las escuelas coránicas tradicionales. Las clases se desarrollan en inglés, aunque a los
niños se les va introduciendo este idioma, oficial del país, gradualmente en primero y segundo curso,
alternando con la lengua local mayoritaria. De esta forma, el inglés se suma al conocimiento de por lo
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menos dos lenguas, que en el caso de los núcleos urbanos son el mandinga y el wolof, y en las zonas rurales
el mandinga y la lengua vernácula, que puede ser fula, sarahole, aku, manjak o djola.
Las técnicas memorísticas y repetitivas forman parte del sistema educativo, así como el castigo por
desobediencia y transgresión de las normas. Los maestros suelen disponer de cañas, ramas de árboles o
trozos de manguera para pegar a los niños y mantener el orden y la disciplina. En los cursos superiores,
cuando se les escucha hablar entre ellos en la lengua materna, son castigados con dureza. Hasta hace poco
tiempo se les colocaba un collar en el cuello o una cuerda alrededor de la cintura, de donde colgaban latas,
para llamar la atención de los otros niños y poner en evidencia el incumplimiento de las normas.
En las áreas urbanas, las pocas niñas adolescentes que llegan a los cursos superiores y que aún no
han contraído matrimonio, en caso de quedar embarazadas deben abandonar el colegio, por un lado como
reprobación por su conducta y por otro, para no dar un mal ejemplo a las demás compañeras de clase.
dinamización de las estructuras más rígidas inculcadas por el sincretismo entre el islam y la sociedad
africana tradicional. Este es el caso de un profesor de sexto, el señor Ceesay, que narraba a sus alumnos, en
la clase de lengua inglesa, la historia de un muchacho que sólo con su esfuerzo personal, sin necesidad de
consultar con el marabout y prescindiendo de los jujus como amuletos de la suerte, consiguió aprobar la
selectividad para acceder al Brikama College y poder estudiar técnicas agrícolas, que le sirvieron para
trabajar en los poblados y mejorar el rendimiento de los cultivos. Se intenta desmitificar el sentido fatalista
En cuanto a las escuelas secundarias, existen pocas, unas siete u ocho, que están distribuídas
principalmente en las zonas urbanas y en las capitales de las regiones, como Georgetown o Basse. El acceso
a ellas es difícil porque la demanda de plazas es superior a la oferta. Se trata de instituciones de carácter
selectivo, ya que son principalmente los hijos de funcionarios y familias acomodadas quienes tienen más
recursos y relaciones para que sus matrículas sean aceptadas. En el curso 1997-98 han sido inaugurados
otros ocho centros, en respuesta a la explícita voluntad del presidente Yaya Jammeh de “educar el futuro de
nuestro pueblo”.
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El Survey School Facilities, un estudio financiado por el UNICEF y realizado en 1988 por el
Ministerio de Educación de Gambia, indica que el 54% de los maestros de escuelas primarias, excluidas las
de la ONG Ayuda en Acción, no tienen la preparación adecuada para ejercer la enseñanza. Más de un 85%
de los profesores de las escuelas secundarias tienen una correcta titulación, aunque destaca que en su
mayoría son de nacionalidad extranjera, principalmente nigerianos, refugiados de Liberia y Sierra Leona, y
Banjul, donde se pueden cursar diplomaturas como magisterio, enfermería y técnicas agrícolas. En este
momento se están realizando serias negociaciones con las autoridades canadienses para crear, con su apoyo,
la Universidad de Gambia. Quienes tienen la posibilidad de continuar sus estudios a través de becas de
cooperación, deben desplazarse a la Universidad de Dakar (Senegal), a Estados Unidos, a Canadá o bien al
Reino Unido, que otorga subvenciones especiales a los países miembros de la Commonwealth para realizar
estudios superiores.
Como ya afirmaba Van Gennep (1986), los ritos de iniciación no son ritos de pubertad porque no
coinciden con la pubertad fisiológica, ni en el caso de las niñas ni en el caso de los niños, sino con una
pubertad social cuyas edades varían en función del sexo, de las etnias, de la localización espacial de éstas y
En las áreas rurales, estos ritos suelen celebrarse cada tres o cinco años, mientras que en los medios
urbanos, donde la población y por consiguiente la presencia del segmento de infancia es mayor y la
circulación monetaria más importante y fluida, se celebra la iniciación femenina anualmente durante la
época de lluvias y en ocasiones con una frecuencia bianual en el caso de los niños, coincidiendo con las
vacaciones escolares.
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La significación de estos ritos de iniciación es compleja y cada una de las fases que los componen
está marcada por unos elementos, unos personajes y unos contenidos rituales específicos. El kaseo y el
ñyakaa significan el paso de la infancia a la pubertad, primer estadio de la vida adulta. En ambos casos se
dan las tres fases del rito de paso que distingue Van Gennep: separación, marginación y agregación.
En la primera fase, los niños son separados de la comunidad y circuncidados. La ruptura con la
etapa anterior, la infancia, está marcada por el corte del prepucio o excisión del clítoris, la sangre y el dolor.
La segunda fase, de marginación, tiene una duración que depende del tiempo de cicatrización de la
herida y del proceso de aprendizaje de los iniciados. En el corte del prepucio del pene suele tratarse de dos a
tres semanas, mientras que en la excisión del clítoris y/o infibulación se prolonga entre dos y ocho semanas,
según el tipo de operación realizada. Mientras tanto se lleva a cabo el aprendizaje de los iniciados, donde
les son transmitidas unas enseñanzas que aglutinan la riqueza cultural y social de su pueblo. Es un período
rodeado de tabúes y normas muy estrictas. Leach (1978) afirma que esta fase de marginación social "se
subraya más aún sometiendo al iniciado a toda clase de prescripciones y prohibiciones especiales referentes
Ya en la tercera fase, de agregación, se celebra una gran fiesta de "graduación" donde se presenta
públicamente a los iniciados como nuevos miembros, que tienen nuevos roles y categorías sociales. Y de
esta forma, también son públicamente reconocidos y aceptados por la comunidad como nuevos integrantes
Este sentimiento de pertenencia al que estarán ligados durante el resto de su ciclo vital, otorga unas
señas de identidad propias, avaladas por unas huellas físicas imborrables, permanentes e inalterables, que
llevarán de por vida, y por unos aprendizajes propios que caracterizan y diferencian a cada uno de los
grupos.
El rito de paso significa entrar de lleno en un mundo que "te protegerá porque le perteneces y te
pertenece, como lo han hecho mi madre, mi abuela y su abuela. Siempre ha sido así y por ello nuestro
pueblo aún está vivo". Esta es la manera en que N'Dey, una joven mandinga de 16 años, me explicaba el
significado y la fuerza con la que el ritual es mantenido por las propias mujeres. Por otro lado Seikou, un
69
muchacho mandinga de unos 25 años, refiriéndose a la iniciación de los hombres, me comentaba que "es un
sentimiento de que perteneces a alguien, tienes que hacerlo, has de pasar por ello. De otra forma, no eres
nadie”.
africanos, aunque no exclusivamente, que tienen profundas raíces sociales y culturales. Una de las razones
principales que aducen las mujeres que mantienen esta práctica tiene que ver con una cuestión de higiene:
una mujer circuncidada es una mujer limpia. A los hombres también se los circuncida por una cuestión de
higiene: un hombre circuncidado es un hombre limpio. Sin embargo el tema es complicado por
simbólico un producto funcional de la necesidad de higiene, o es la atribución cultural de higiene una parte
Una de las diferencias fundamentales que existe entre ambas circuncisiones viene dada por el
carácter religioso que se le confiere a cada una de ellas. La circuncisión masculina es una farata o farada,
es decir, una obligación emanada del Corán y por lo tanto tiene carácter preceptivo. La circuncisión
femenina es una sunna, es decir, forma parte de la tradición y por lo tanto sólo tiene carácter
recomendatorio y no obligatorio. Todos los hombres musulmanes están circuncidados, al igual que los
judíos, mientras que no todas las mujeres musulmanas lo están. Sin embargo, debemos resaltar que el Corán
no hace mención ni alusión en ningún versículo a estas prácticas, a diferencia de la Biblia, que lo hace en el
Antiguo Testamento. Vale la pena señalar que una cosa es la obligatoriedad del islam y otra, la
En términos culturales y sociales, el hecho de que la circuncisión, tanto femenina como masculina,
forme parte del rito de paso a la edad adulta, quiere decir que independientemente de que estemos hablando
de una pubertad social y no fisiológica, este ritual permite a los niños y niñas el acceso futuro al mundo de
los adultos. Y como en muchas culturas, este mundo está claramente definido y diferenciado entre el mundo
de las mujeres y el mundo de los hombres. Entendiendo que la circuncisión es una "marca" que llevan de
por vida, se simboliza que su unidad al grupo también será de por vida. Se trata de una cuestión de
70
pertenencia al grupo, estás dentro o estás fuera. Como hemos visto, N’Dey y Seikou lo han dejado
Los personajes rituales encargados de llevar a cabo la iniciación son los mismos en el caso de las
mujeres que en el de los hombres, siempre designados por los más ancianos de la aldea. Cada uno recibe un
grupo y cumple la función de guía espiritual y supervisión. Es la persona que realiza la circuncisión (en el
caso de las niñas) y quien será responsable del ritual. Es una de las personas más respetables y temibles de
la aldea, y se le atribuyen poderes sobrenaturales, es decir que suele ser kufanungte, cabeza grande, aquella
que puede captar la presencia de malos espíritus. Las mujeres que ejecutan esta operación han sido
- Munkañoo: hombre anciano, considerado un "sabio muy espiritual". Es quien realiza el corte del
prepucio en los varones y quien tiene a su cargo al mammo y al fangbundi, y es también kufanungte.
Tanto la ngnangsimbah como el munkañoo son personas numo, es decir, herreros, los que
- Ngnangsingo: niño o niña iniciado. Al grupo de iniciados se le llama ngnansingolu. Las edades de
iniciación varían entre los pueblos, siendo los saraholes quienes circuncidan cuando son muy pequeños, y
los djolas los que lo hacen casi en la adolescencia. Las niñas suelen ser siempre más jovencitas que los
niños.
- Kintango: son quienes cuidan a los niños iniciados; se trata de los hijos/as de la m'binki, los
jongos o primos/as que han sido circuncidados en años anteriores, que permanecen solteros y que hacen las
veces de esclavos; de aquí su nombre de jongo. Acompañan a los niños al lavabo, recogen agua para ellos y
van a buscar las ollas de comida que las madres de los ngnansingolu han preparado para llevar al wulah-
bah (bosque sagrado) o al manta-karo (lugar de iniciación) al mediodía, o al jujuó (casa de los iniciados)
por la mañana y por la noche. Controla que la comida no contenga alimentos prohibidos y la reparte de
manera equitativa entre los iniciados, separando para ellos la mejor parte, ya que cada madre cocina
diferentes platos y la riqueza nutritiva de su contenido depende, muchas veces, de la economía de cada
familia. Según las etnias y el tamaño de la aldea, la comida para los niños puede ser preparada de forma
iniciación y son las responsables de asegurar el orden moral y social de la sociedad durante el ritual. Los
materiales con los que están construidas son frágiles: cortezas de árbol, ramas, hojas, telas y cuernos de
animales. Los hombres kankurang comunican sus mensajes a través de proverbios y hablan con voces
guturales, que les envuelven de un aire misterioso y profundo. Se cree que tienen poderes espirituales y su
rol es dual, pueden hacer tanto el bien como el mal. Se les trata con temor y respeto y no todas las máscaras
pueden ser vistas por cualquier persona; en estos casos no pueden verlas los niños, las mujeres ni los no
iniciados.
- Fangbundi: es la máscara que precede la procesión diaria de los niños desde el jujuó hasta el
wulah-bah y viceversa. Se dice que originariamente proviene de la región de Casamance. Tiene poderes
especiales y es considerada kufanungte. Protege a los niños de los demonios y de la brujería, ya que en el
mundo de los espíritus quien se hace con el alma de un ngnansingo asciende de categoría. Su indumentaria
está confeccionada con cortezas rojas de un árbol llamado fara, que le cubre de la cabeza a los pies de
forma cónica. Se dice que tiene la capacidad de volar y su manera de moverse es muy ágil, dando grandes
saltos, gritando, revoleando una cuerda, afilando cuchillos para degollar a los demonios, y golpeando por
las noches las puertas de las casas de la aldea con varas para espantar a los malos espíritus que pueden
esconderse en ellas. Su actuación es realmente sobrecogedora y nadie puede acercarse a este personaje por
la noche porque eso sería interpretado como una provocación. Permanece durante todo el ritual cerca de los
72
- Mamma o mamoo: es una máscara heredada del antiguo imperio mandinga de Kaabú. Va vestido
con una capucha larga que le cubre el cuerpo entero. Hace rondas nocturnas por toda la aldea, rezando para
proteger a los iniciados y revoleando una cuerda para espantar a los malos espíritus.
Lo que ocurre durante la iniciación es estrictamente secreto y dicen que sobre quien rompa este
pacto de silencio, recaerá una gran desgracia. Los iniciados deben pasar seleccionadas pruebas y
enseñanzas morales y sociales. Son golpeados cuando se equivocan y castigados para inculcar respeto. Se
les transmiten las normas de comportamiento respecto a los padres, los mayores, los ancianos, y las formas
de relación entre los géneros. Aprenden como serenar al prójimo y cuáles serán, a partir del momento en
que sean incorporados como individuos adultos, sus derechos y obligaciones dentro de la sociedad.
También se les inculcan cuáles deben ser sus relaciones con los demás grupos étnicos, basadas en leyendas
que dan cuenta de sus interrelaciones históricas y en el establecimiento de lazos de solidaridad, lo que entre
los pueblos mandingas llaman el dankutó18. Dentro de las enseñanzas hay un importante contenido de
lenguaje no verbal que sólo podrá ser interpretado por alguien perteneciente al mismo grupo secreto, como
los gestos, el lenjengo (las danzas) y el kijo (percusión). Es lo que Mallart (1993) llama la diferenciación de
los saberes.
La iniciación masculina se realiza a los niños varones de edades comprendidas generalmente entre
los siete y los diez años, aunque como ya hemos dicho, dependiendo de las etnias, de las tribus, de la
localización geográfica y de la densidad de población, el margen puede variar desde los tres años hasta los
18
El dankutó es una relación de familiaridad que se dio entre diversos estados mandingas. Significó que las dos partes
juraban apoyarse mutuamente en tiempos de conflicto, mediar en favor del otro sin ocasionar ofensas y permitir los
enlaces matrimoniales entre ellos. La alianza era vinculante incluso para generaciones futuras y cualquier persona que
la rompiera estaría sujeta a una terrible maldición. Actualmente este dankutó se sigue manteniendo y constituye un
elemento básico para el establecimiento de las redes de relación y apoyo de los migrantes senegambianos en el
extranjero (Kaplan, 1993).
73
veinte años. Dicen que quienes temen la circuncisión no son hombres valientes y nunca podrán ser
Este rito de paso suele durar entre dos y tres semanas, dependiendo del proceso de cicatrización de
la herida. Durante la primera fase ritual, la de separación, se ejecuta el corte del prepucio con una hoja de
afeitar o un cuchillo. En los medios urbanos comienza a ser habitual, por razones de higiene, realizarlo en el
hospital o bien llevando al bosque, que se mantiene como lugar sagrado y secreto, a un médico o enfermero
que sustituye al munkañoo, aunque efectúa la operación bajo la estricta vigilancia de éste.
Durante la segunda fase, la de marginación, los niños salen sobre las siete de la mañana del jujuó,
lugar protegido y tabú donde duermen por las noches, hacia el wulah-bah, donde permanecen durante todo
el día, regresando al atardecer nuevamente al jujuó. Durante la procesión diaria sus cabezas son cubiertas
con una manta blanca porque a las mujeres les está prohibido mirarlos. En el bosque sagrado reciben las
enseñanzas secretas y aprenden las canciones, danzas y percusión que sólo ejecutarán allí, ya que por las
noches la música y las canciones son distintas porque pueden ser escuchadas desde el exterior por las
mujeres de la aldea.
Los ngnangsingos son golpeados y atemorizados durante el aprendizaje para "bajar el calor",
cuando se irritan a causa del dolor, para que de esta forma aprendan a mantener la calma y evitar así que "se
rebelen". No pueden levantar la cabeza mientras comen ni mirar a los mayores a la cara, y menos a los ojos.
Durante la tercera semana posterior al kaseo me habían informado de que podría presenciar una
ceremonia muy bonita, que era esperada con impaciencia e ilusión por toda la comunidad, y donde los
niños eran "liberados", el ngnansing-janjango, pero se demoró por espacio de una semana más. Durante
esta última semana los rituales del fangbondi y el mamoo se intensificaron de una forma asombrosa y era
muy difícil poder conciliar el sueño por las noches. Más tarde me comentaron que a uno de los iniciados se
le había infectado la herida y que era debido a que un demonio de acercó al jujuó y quiso apoderarse de su
alma, de modo que hubo que fortalecer la vigilancia, asustarlo y luchar para que se mantuviera alejado.
74
Finalmente, al sábado siguiente los niños fueron liberados y se celebró una gran fiesta en la que
participó toda la aldea. Durante la mañana fueron llevados al mar para lavarse, "limpiarse" y realizar
abluciones, cumpliendo con el ritual del día del lavado, el kuro-lungo. Por la tarde, los estandartes que
ondeaban en el jujuó representando a cada uno de los niños, salieron precediendo la procesión, que se
detuvo para que los ancianos varones rezaran, siempre de cara a la Meca, en honor a los ngnansingolu y en
agradecimiento a todos aquellos que participaron e hicieron posible la iniciación. Los niños permanecían
quietos, sentados, con las cabezas cubiertas. Luego comenzó la percusión y las danzas, mientras las mujeres
les obsequiaban con dinero (billetes), que era sujetado con imperdibles sobre las mantas que aún cubrían
sus cabezas; este dinero contribuía a los gastos que la organización del ceremonial conlleva. Los niños iban
engalanados con vestimentas nuevas, que significan el paso a una nueva vida. Los trajes fueron encargados
por sus madres y algunos de los iniciados llevaban calzado deportivo que les fue regalado por sus padres.
Leach (1978) habla de “la separación del rol inicial del iniciado, que puede representarse de varias maneras,
como la procesión, el cambio de ropa original, el corte de pelo o el lavado ritual de la suciedad inicial”.
Repetidamente hubo rezos hasta que el ngnansimbah dio la orden al primero de ellos de que se
pusiera de pie, retirándole la manta que le cubría hasta debajo de los hombros. La cabeza del niño había
sido rapada por la mañana durante el kuro-lungo. Uno a uno, los ngnansingolu comienzan a bailar y esta
primera danza como hombres adultos la realizan con su madre. Son cubiertos nuevamente hasta la mañana
siguiente, en que serán entregados a su hogar paterno. Así, uno a uno, los iniciados son reconocidos y
La circuncisión femenina es una sunna, una tradición, y por lo tanto no es un mandato del Corán.
75
"Cuando el Profeta se casó por segunda vez, su primera esposa sintió muchos celos. Para que el
marido rechazara a la nueva mujer, le pintó la barbilla y el bigote con carbón, haciendo punciones con una
púa de animal para que nunca se lo pudiera quitar19. Al Profeta le gustó. Luego, con esta misma técnica
oscureció las encías de su boca y al Profeta le pareció hermoso. Por último la circuncidó, extirpándole el
Otra referencia importante es la que nos llega a través de la cosmogonía dogón. Marcel Griaule
(1987: 22) recoge el relato sobre la creación que le cuenta el viejo Ogotemmêli. Describe a la Tierra como
un cuerpo femenino, donde "su sexo es un hormiguero, su clítoris un termitero. Amma, que está solo y
quiere unirse a esta criatura, se acerca a ella. Se produce entonces el primer desorden del universo. Dios se
acerca, el termitero se alza, le impide el paso y muestra su masculinidad. Ella es del mismo sexo que él. La
unión no tendrá lugar. No obstante, Dios es todopoderoso. Abate el termitero rebelde y se une a la Tierra
sometida a la excisión. Pero el incidente original debió marcar para siempre los acontecimientos de la unión
defectuosa..." "Dios tuvo otras relaciones con su mujer y esta vez nada turbó su unión ya que la excisión
desmesuradamente hasta alcanzar las mismas proporciones que el pene masculino y con su erección
impedirá la penetración del hombre. Incluso Alice Walker (1992: 209) relata una conversación que el
personaje de su novela, Tashi, escucha de los ancianos. "...Por eso dicen que la tsunga 20, pese a ser una
mujer, ayuda a Dios". "...Dios asestó el golpe que la hizo Reina. ¡A Dios le gustaba luchar! ¡A Dios le
gustaba que ella estuviera prieta! ¡Dios es sabio, por eso creó a la tsunga, con su piedra afilada y su bolsa
de espinas, con su hilo y su aguja! ¡Porque a Él le gustaba muy prieta! A Dios le gusta sentirse grande. ¿A
Aunque estos son datos de tipo simbólico y no causas, sí pueden ser razones que esgrimen quienes
realizan la práctica. Por ello, podría ser esta una de las razones que sustentan la práctica de la infibulación
19
Es frecuente ver a las mujeres musulmanas con este tipo de señales de belleza, dolorosas en su proceso, llamadas
dasoo y timisoo.
20
Tsunga es el nombre que en olinka recibe la ngnansimbah, la mujer que circuncida, la madre de las iniciadas.
76
que muchas etnias mantienen. Incluso Mc Lean y Graham (1983) apuntan la necesidad de profundizar en el
estudio del tipo de relación que se podría establecer entre la excitación masculina y la presencia de dolor
durante el coito en la mujer. Tanto Olayinka Kosso-Thomas (1987) como las autoras del informe para el
Minorities Rights Group (1983), diferencian los tres tipos de circuncisión que se practican:
a) Clitoridectomía: eliminación del prepucio del clítoris. En el mundo islámico es lo que se conoce
b) Excisión: ablación del prepucio, del clítoris y de los labios menores, total o parcial, dejando los
c) Infibulación: excisión del prepucio, clítoris, la totalidad de los labios mayores y menores, y la
sutura de ambos lados de la vulva. Se deja un pequeño orificio que permite la salida de la orina y la sangre
menstrual.
Las razones que aducen las propias mujeres para continuar con esta mutilación, y que ellas
entienden como “razones prácticas”, habituales entre la mayoría de las mujeres senegambianas, mandingas,
serer, djolas, fulas y saraholes, a excepción de las wolof, son las siguientes: la higiene, la estética, facilitar
el parto, promover una cohesión social, prevenir la promiscuidad, aumentar las oportunidades
matrimoniales, preservar la virginidad de las sungkutó bah, mantener a la mujer alejada de los hombres,
potenciar la fertilidad, mantener una buena salud y prevenir el nacimiento de niños muertos en las
primigrávidas, ya que creen que, si el niño, al nacer, toca con su cabeza el clítoris, puede morir o padecer
algún trastorno mental. En realidad, no hay una justificación explícita de la acción sino que proceden
directamente a ella. Y en todo caso, cuando se les pregunta, las mujeres, todas las consultadas, remiten a la
tradición, aducen razones estéticas (puede crecer demasiado), sanitarias (es más limpio) y de protección (de
la virginidad).
La estructura del ñyakaa, así como los miembros que participan en el ritual, tiene las mismas
características que el rito iniciático de los varones. Sin embargo, lógicamente son muy distintas las
enseñanzas que reciben ellas, como ser buenas esposas, no pelearse entre ellas, cómo tratar al marido,
obedecerle y respetarle; también las formas en que hay que dar de beber al esposo y lavarle los pies cuando
77
regresa a casa. Se establecen claramente las relaciones de género, de poder, de autoridad, y las jerarquías
Durante el ngnansing-janjango, son las propias mujeres quienes ofrecen sus danzas a las pequeñas
en señal de aceptación y bienvenida al grupo, y quienes de esta forma controlan con orgullo el
cumplimiento del ritual por parte de todas las niñas de la comunidad. Mujeres bailando para mujercitas.
Las niñas actualmente son circuncidadas cuando tienen entre cuatro y siete años, aunque
dependiendo de la etnia, a algunas se les extirpa el clítoris cuando son más pequeñas, como en el caso de las
saraholes, o cuando rondan los diez años en el caso de las niñas djola.
Cuando la madre se niega a que su hija sea circuncidada, es la abuela paterna quien tiene más
derechos sobre la pequeña y quien llevará a su nieta a que cumpla con el rito de iniciación. Una tarde, bajo
la sombra de un generoso árbol de mangos, mientras charlábamos con las mujeres jóvenes de
Wasulungkunda, les pregunté a algunas de ellas si sus hijas habían sido circuncidadas. La mayoría
respondió afirmativamente; Bintou me dijo que su hija Jattu de dos años aún no había sido iniciada, y que
ella no estaba preparada aún para el ritual. Ignoro si esta preparación tenía que ver con cuestiones
psicológicas, económicas o de otro tipo, pero lo cierto es que dos años más tarde, la niña, que ya contaba
casi cinco años, fue iniciada. Koko, una muchacha muy corpulenta, maestra de profesión, comentó que su
hija no sería circuncidada porque ella recordaba aún con dolor su experiencia. Le dije en mandinga algo así
como que era muy fuerte, en términos de fortaleza y firmeza, a lo que el resto de mujeres añadió que "era
gorda, no fuerte" y que cuando su suegra o su madre lo decidieran, llevarían a la niña a la iniciación sin que
ella se enterase ni pudiese impedirlo. No es una opción, es una acción que proviene de la tradición. El
sentimiento de Koko en ese momento me recordó la lectura del magnífico trabajo que realizó en Sudán
Lightfoot-Klein (1989), cuyo título precisamente es Prisioners of ritual. Hace poco tiempo, las abuelas
cogieron a la niña y, sin mediar palabra con su madre, la llevaron a la iniciación. Koko estuvo al lado de su
hija durante la segunda fase del ritual y participó activamente en la preparación del ngnansing-janjango.
Decía que ella era consciente de que esto iba ocurrir, exactamente del modo en que sucedió, pero que
constantemente había en su interior una lucha entre el querer cambiar las cosas y el deber de respetar
78
aquello a lo que ella misma pertenece. Koko veía que todas las niñitas, y también su hija, esperaban con
ilusión el momento de la iniciación. Y también sabía, como bien dice Dembour (1996), que las pequeñas
son víctimas en un doble sentido, por la propia práctica y porque, si condenan a su madre, se quedan sin
madre. Y modestamente, después de esta experiencia, yo agregaría una tercera vertiente: que si su madre se
niega a someterla al ritual, condena a la niña a ser víctima de la marginación, la exclusión y la humillación.
En la primera fase del ritual no se me permitió participar debido a que mi condición de solima, de
mujer no circuncidada, transgredía, en términos de Mary Douglas (1991), su noción de pureza. Por lo tanto,
mi presencia en ese momento suponía un peligro y una falta de respeto hacia un grupo al cual yo no
Dicen que de una solima no se puede beber agua ni ingerir alimentos que haya manipulado, porque
es una persona impura y, a través de ese estado de impureza, ejerce una acción contaminante. Sólo los
hombres aceptaban beber y comer cuando les ofrecía agua, té o preparaba mi comida. Las mujeres nunca
admitieron ni siquiera un jarro de agua. Este es el peor insulto que puede recibir una persona, que es el que
frecuentemente utilizan en las discusiones las mujeres mandingas para insultar a las mujeres wolof o djolas
Para tratar sobre estas cuestiones y otras prácticas que afectan a la salud de las mujeres, las niñas y
los niños, se ha constituído el Comité Interafricano, en el que participan Sierra Leona, Gambia, Liberia,
Ghana y Nigeria. Se realizan periódicamente unos talleres que forman parte de una serie de actuaciones
directas, de trabajo comunitario, que se llevan a cabo con la ayuda financiera y el apoyo logístico de
gubernamentales.
doblemente interesante. Por un lado, me permitió conocer los mecanismos y pasos necesarios para poder
acceder a un determinado kafo dentro de un poblado, y conocer su estructura y funcionamiento. Por otro, el
trabajo de observación participante hizo viable la contrastación de las reacciones, dudas, preguntas,
respuestas, argumentos, críticas y comentarios de las mujeres con referencia a estos temas, y la
79
averiguación de las razones que exponían para su reivindicación y mantenimiento. En realidad, como
monstruosidad”, sino también un “factor de conmoción” recíproco: ellas no sólo no entienden que nosotras
no estemos circuncidadas, sino que además les resulta difícil de aceptar. Fue también un aprendizaje sobre
situaciones más personales. Me di cuenta de que se trataba de una cuestión extremadamente íntima y difícil
de trabajar inclusive para Kaddy, la field worker, que era mandinga, musulmana y que había sido
En los talleres del Comité Interafricano, que en Gambia son realizados a través de la Oficina de
Mujeres, se parte de la base de que no es posible hablar de la clitoridectomía, del corte en sí, porque no es
operativo, ya que provoca un rechazo frontal en el grupo. Es necesario poner énfasis en las consecuencias
que estas operaciones acarrean, como la esterilidad, las infecciones y las hemorragias que puede causar la
herida, y que pueden llegar a provocar la muerte. Una segunda fase del trabajo, en función de la
receptividad de este primer taller, tendría como objetivo realizar una labor comunitaria donde los hombres
pudieran participar y tomar conciencia de su responsabilidad ante problemas que no sólo afectan a las
mujeres y a los niños y niñas, sino que repercuten en el bienestar de toda la comunidad y producen graves
consecuencias socioeconómicas para el grupo familiar. Lamentablemente, por el momento, la realidad está
Las estrategias planteadas para la erradicación de estas prácticas comportan fundamentalmente una
transformación social, religiosa y cultural más amplia, que debe llegar a las propias raíces culturales y a las
relaciones de género, y no sólo a través de prohibiciones legales o decretos, que difícilmente serían
Lo cierto es que estamos tratando un tema resbaladizo, donde las fronteras no siempre están claras.
Ocurre a veces que, como nosotras no entendemos lo que sucede o en todo caso no compartimos sus
razones, entonces, parece que debe de haber otras, como la crueldad, la barbarie o el sometimiento. Así es
como unas mujeres, en el debate que sobre el clítoris se “desató” en el mes de mayo de 1993 en algunos
80
periódicos, concretamente en El País, pretendían criminalizar la acción de unas mujeres migrantes africanas
del Maresme y Gerona, que habían circuncidado a sus hijas, y se acusó a Dolores Juliano y a mí de que, en
nombre del relativismo cultural, incluso seríamos capaces de justificar el apartheid. En ningún momento se
trató de una justificación sino de una explicación, fuera o no justificable moralmente para nosotras, desde el
conocimiento. Teresa San Román, por su parte, haciendo gala de su sabiduría, retoma en el libro Los muros
de la separación...(1996) esta polémica, y en la medida en que soy parte muy implicada, a él os remito.
Sin embargo, me gustaría dejar una pregunta abierta y os invito a una seria reflexión. ¿Existe acaso
una contradiccón entre ser antropóloga y ser mujer? ¿Es antagónico? Para mí, como mujer “entera”, íntegra,
como ser, queda claro que el límite de la tolerancia es el dolor, cualquiera que sea su etiología y su
contexto.
Estas prácticas ancestrales, uno de los principales escollos de la Conferencia Mundial de las
Mujeres de Pequín (1995), han sido prohibidas por la mayoría de los gobiernos africanos, y en Gambia,
aunque también lo están, no existe por el momento una legislación al respecto. Nos movemos entre, por un
lado, la “universalidad” de los derechos humanos y la defensa de la integridad física y psicológica, y por
otro, el derecho, también universal, del respeto hacia las diferentes culturas. De nuevo os remito a T. San
81
SEGUNDA PARTE
82
La provincia de Gerona21 reúne unas condiciones positivas que parecen fundamentales para
favorecer el establecimiento de población migrante y sus relaciones con las distintas instituciones y con la
propia población autóctona. Esta coyuntura institucional y civil no solamente ha enriquecido y estimulado
positivamente nuestra investigación, sino que ha revertido solidariamente en forma de colaboración activa y
a) En términos económicos:
- el nivel de renta (1995) de la provincia (2.167.800 pts.) es el más alto de toda España, situándose el PIB
- el desempleo, según datos de la EPA para 1997, alcanza el 9,81% en la provincia de Gerona, la cifra más
b) A nivel institucional:
Además del propio Ayuntamiento, el Área Básica de Salud (ABS) y la Escuela de Adultos, es necesario
hacer una mención especial de la Oficina de Extranjeros del Gobierno Civil, la primera existente en el
Estado español, y del propio gobernador, Sr. Pere Navarro durante el tiempo que realicé este trabajo, por la
labor realizada durante los últimos años, por la sensibilidad, preocupación y dedicación hacia los temas de
extranjería, y por el diálogo que estableció, fomentó y mantuvo tanto con las propias asociaciones de
migrantes como con las organizaciones no gubernamentales que con ellos trabajan. Debemos destacar que
el fruto de esta dinámica fue la elaboración conjunta del conocido Informe Girona: cincuenta propuestas
21
La población de la provincia de Gerona (1996) es de 530.631 habitantes y los ciudadanos africanos con permiso de
residencia (8.650) representan el 1,65 % del total.
83
- la propia tradición migratoria en la provincia, que parece influir en el reciente y creciente asentamiento e
integración favorable de los distintos colectivos migrantes, especialmente cuantiosa en el municipio de Salt;
- la sólida red de voluntariado que se traduce en la organización de asambleas locales extendidas por todo el
territorio de la provincia, como Salt, Gerona, Olot, Banyoles, Santa Coloma de Farnés, Cassá de la Selva y
Arbúcies, entre otros, destacando el trabajo de Cáritas, GRAMC (Grup de Recerca amb Minories Culturals)
Por otra parte, me parece oportuno resaltar que el cambio de emplazamiento del Maresme a Salt era
una condición imprescindible para incrementar en mi trabajo la representatividad del colectivo residente en
esta localidad. Existen como mínimo cinco características fundamentales que apoyan esta representatividad:
1.- la presencia de unidades domésticas compuestas por hombres solos y por familias;
5.- la variedad de actividades laborales que realizan (agricultura, servicios, construcción, etc.).
Con esta configuración especial, Salt se convirtió en una unidad de observación que me permitiría
disfrutar simultáneamente, para el trabajo etnográfico, de las ventajas de la proximidad a la cultura y a sus
El municipio de Salt, colindante con la ciudad de Gerona, con una población de aproximadamente
23.000 habitantes, al inicio de esta fase del estudio, registraba, en la actualización del padrón
correspondiente a 1992, 83 ciudadanos procedentes de Senegal y de Gambia, lo que permitía trabajar con
una muestra completa, accesible personalmente, y efectuar un censo que pudiera abarcar diversos aspectos
sociales y demográficos de interés general y relevantes para la investigación en su conjunto. Tanto los
Servicios Sociales del Ayuntamiento como el personal del ABS tenían un conocimiento directo de la
84
El conjunto del trabajo etnográfico se ha realizado a partir de la combinación de diferentes unidades
de observación. La construcción y explotación de nuestro censo, con una totalidad de 121 unidades de
observación (individuos), se fue configurando en distintas fases; inicialmente, a través de los datos del
padrón municipal facilitados por el Ayuntamiento de Salt. A medida que se tomaban los primeros contactos
con este colectivo, fueron apareciendo algunas desviaciones respecto a los datos oficiales, confirmando la
situación de movilidad de esta población por distintos motivos, que han sido incorporados como centros de
Además de esta movilidad, surgieron, como era previsible, nuevos individuos, que se encontraban
en una posición de irregularidad administrativa y que, obviamente, no constaban en los registros oficiales.
Esta situación de clandestinidad era un aspecto importante que nos interesaba contrastar con los datos
estadísticos, tanto del Ayuntamiento de Salt como del Gobierno Civil de Gerona.
Cuando habíamos finalizado la primera recogida de datos, nos dimos cuenta de que el porcentaje de
individuos saraholes era muy superior al de mandingas, hecho que dificultaba comparaciones posteriores de
cuestiones relativas a cada grupo étnico. Por este motivo, se amplió el censo, superando los límites
municipales de Salt unas siete manzanas, por la calle Major hacia la carretera de Santa Eugènia, en el
término municipal de la ciudad de Gerona. En esta zona, colindante con Salt, se han establecido varias
unidades domésticas mandingas y su inclusión en nuestro estudio permitió un mayor equilibrio en términos
de origen étnico.
De acuerdo con los objetivos planteados anteriormente, se hizo imprescindible confeccionar una
ficha técnica que sirviera de guión para las entrevistas personales semidirigidas que se realizaron. Este
extenso registro, que incluye un total de 206 variables, fue efectuado de forma individualizada a cada uno
de los miembros del colectivo (121) a lo largo de ocho meses, en entrevistas reiteradas y sobre un contexto
técnico de observación participante, que siguió subyaciendo a este trabajo durante todo el proceso de
En aquellos casos en los que se podía prever el repertorio de respuestas por el trabajo de campo ya
realizado, se cerraron los valores. Pero en una importante proporción de datos a obtener, era fundamental
85
mantener una estructura abierta, que a partir de las respuestas importantes pudiera ser cerrada
coherentemente al final. Por otra parte, una mujer wolof y un hombre djola, por tratarse sólo de una persona
de cada una de estas etnias, no han sido incluidos en los tratamientos estadísticos generales y sí en el
registro censal.
Para esta parte de la investigación, se contó con la colaboración de Lamin Cham y Lang Jadama. El
conocimiento de la sociedad de origen y destino, el reconocimiento de los miembros del colectivo hacia sus
supuesto una visión más global y un control de las generalizaciones que podían hacerse desde la
investigación realizada durante seis años, en otras zonas del territorio catalán, a través de otras técnicas de
investigación de carácter cualitativo, concretamente la observación participante, las historias de vida, los
estudios longitudinales y las entrevistas en profundidad. Sin embargo, ha sido ese primer trabajo basado en
analizar los resultados de la contrastación en este segundo trabajo, más centrado en técnicas extensivas.
Éstas han permitido un acopio de datos útiles en dos sentidos: fundamentalmente, han permitido situar
por otra parte, han dado lugar a nuevas hipótesis y líneas de investigación que me propongo abordar en el
futuro. En el texto trataré conjuntamente datos y resultados de análisis cuantitativos y cualitativos cuando
sea posible.
86
En este apartado quiero recordar que los datos que se ofrecen responden exclusivamente a la
muestra con la que hemos trabajado y a las limitaciones metodológicas a las que ya me he referido y por lo
tanto, no pretenden inferir representatividad estadística alguna. El colectivo estudiado muestra un perfil que
corresponde mayoritariamente a adultos de sexo masculino. Así, del total de 121 individuos, la composición
etánea nos sitúa ante la presencia de 93 adultos y 28 niños, de los cuales 77 son varones y 44 mujeres. De
los 121 individuos, casi la mitad (41,5%) tiene entre 25 y 34 años, el grupo de 35-45 años forma el 20% y
En el grupo de los adultos, 65 son hombres (70%) y 28 son mujeres, mientras que en el infantil, nos
encontramos con 12 niños y 16 niñas. La mitad (50%) de las mujeres adultas son jóvenes de entre 14 y 24
años, un 25% tienen entre 25 y 29, y otro 25% entre 30 y 39 años. Entre los hombres adultos, la franja más
jóven de 14-24 años es del 7,7%, mientras que casi el 60% tiene entre 25 y 34 años (26% y 32%
población sarahole, el 34 % a mandingas y el 17% a fulas. La distribución etánea de acuerdo con los grupos
étnicos no difiere del análisis general, y sólo podríamos destacar que entre los varones saraholes sólo hay
un individuo mayor de 40 años y un 72% tiene entre 25 y 34 años, frente al 45% de los fulas y al 41% de
los mandingas. Los niños menores de tres años representan prácticamente el 90% de la población infantil,
siendo los de un año o menos casi el 61% (17), y los de entre 2 y 3 años, un 28,5% (8).
Si bien el registro de las edades en los niños es correcto porque mayoritariamente han nacido en
destino, debemos tener en cuenta que para los adultos las fechas pueden ser orientativas ya que
corresponden a las edades que dicen que tienen y que concuerdan con las que constan en sus respectivos
edad social de cada individuo y la posición que cronológicamente ocupa respecto a los otros miembros de
su familia y de la comunidad, es decir, si es mayor o menor con respecto a cada uno de los otros miembros
de la misma y del kafo al que pertenece (Kaplan, 1993). La edad es simplemente una forma de construcción
social de la realidad que afecta a las relaciones interpersonales, cuyo contenido es culturalmente complejo.
87
Los datos de los nacimientos, defunciones y casamientos de la práctica totalidad de la población no
están inscritos en los registros oficiales, de muy reciente creación en las capitales de las seis divisiones,
resultando difícil establecer la edad de las personas adultas. Los niños menores de cinco años, aunque en su
mayoría no están oficialmente anotados, son quienes tienen cartillas de salud y por ello no representan
demasiados problemas censales. Sin embargo, valdría la pena señalar que, muchas veces, los datos del
nacimiento coinciden con los de la primera vacunación, que puede ser en algunos casos, hasta un año más
cabo el censo de las poblaciones con las que trabaja y que consiste en correlacionar datos de
acontecimientos importantes que han quedado registrados en la memoria oral de la gente y que puedan
verse reflejados y contrastados con otro tipo de registros de estos mismos hechos históricos, pero de forma
escrita, y que han sido compilados por el Museo Nacional de Banjul en el denominado "Calendario de
Acontecimientos". A modo de ejemplo, podemos tomar algunas fechas generales o comunes a todas las
divisiones o regiones:
Se ha confeccionado también otro calendario que responde más a una realidad local, es decir, que
recoge hechos significativos en cada una de las divisiones correspondientes y cuyos datos se ajustan más a
los acontecimientos propios de cada región, lo cual permite acercarnos no solamente al año de nacimiento o
la época del año, sino que en algunos casos, ayuda a alcanzar una aproximación incluso a la semana del
88
alumbramiento. Este calendario de eventos sirve para establecer el año de nacimiento, mientras que un
calendario agrícola/meteorológico servirá para ajustarnos al mes de nacimiento, dependiendo, por ejemplo,
de si el alumbramiento se produjo durante la época seca o de lluvias, antes o después de la cosecha del
Entre la población femenina, una aproximación ajustada a la edad correcta presenta una gran
importancia para el estudio de determinados aspectos biológicos y sanitarios -especialmente entre las que
tienen entre 15 y 45 años-, así como para establecer curvas de mortalidad y morbilidad en función de
distintas variables, como la maternidad adolescente, las frecuencias interparto, la multiparidad, los abortos,
etc., y su incidencia en la mortalidad infantil neonatal, los nacimientos de bajo peso o el precario desarrollo
físico y mental. Se asume que este segmento de población está sujeto a las condiciones naturales de
fertilidad, siendo el período reproductivo inferior al europeo, presumiblemente por razones de déficit
nutricional. Las niñas suelen menstruar a los 14-15 años y la menopausia aparece hacia los 45 años.
Las niñas fulas acostumbran a casarse una vez han menstruado, mientras que las mandingas y
saraholés lo hacen un par de años más tarde (sobre los 16 años) y quedan embarazadas, generalmente,
inmediatamente después del matrimonio. Así, el número de embarazos multiplicado por un espacio de
tiempo que suele ser de 2,5 años (2-3 años), sumado a la edad del casamiento, a un año del primer
embarazo y a la edad del hijo más pequeño, nos dará como resultado los años aproximados que tiene una
mujer. Aunque este procedimiento es sencillo y se constituye como la única herramienta válida cuando no
se dispone de un calendario de eventos, requiere una inversión de tiempo importante. En el caso de las
mujeres que han tenido abortos, niños muertos, que murieron al nacer o al poco tiempo de su nacimiento, el
margen de error se dispara, ya que es muy difícil calcular los períodos interparto y, muchas veces, las
propias madres ocultan la pérdida de algunos hijos (Hertrich, 1997). Para las mujeres nulíparas (solteras o
estériles) y las ancianas, el procedimiento que se utiliza es el del calendario de eventos, al igual que para los
hombres adultos.
La población de Gambia, que como hemos dicho es mayoritariamente de procedencia rural, carece
de registros administrativos oficiales y por lo tanto los certificados de nacimiento son expedidos en el
momento de solicitar el pasaporte. El mes que figura puede corresponder al real, medido en términos de
89
calendario agrícola-meteorológico, aunque muchos de ellos aparecen como nacidos el 01/01, es decir, el
uno de enero. En cambio suele indicarse una edad superior a los 21 años en los hombres, y de entre 18 y 21
años en las mujeres, según sean las instrucciones recibidas de los maridos residentes en el extranjero, ya
que, en España, una persona es reconocida como jurídicamente capaz de contraer matrimonio a partir de la
mayoría de edad. Como veremos más adelante, las mujeres han llegado con posterioridad a sus maridos, a
categorías "rural" y "urbano", nos da una procedencia rural del 89,3%: principalmente es originaria de las
regiones de Baddibú (División de la Orilla Norte) y de Basse (Division de Río Alto), situadas en Gambia.
El restante 10,7% procede de zonas urbanas, fundamentalmente de Banjul, Kombo's (Bakau, Kololi, etc.) y
Serrekunda. Vemos que son los mandingas, y mayoritariamente las mujeres, quienes han nacido en áreas
urbanas, al igual que una mujer wolof nacida en Dakar (Senegal). Como señalaremos más adelante, esta
escolarización, cada vez más acentuado entre los habitantes de los núcleos urbanos en origen, donde la
En cuanto a las nacionalidades (gráfico 2) del conjunto de la población, existe una clara mayoría de
individuos gambianos (89%) frente a los senegaleses (11%). Las nacionalidades "Gambia-España /
Senegal-España" corresponden a la población infantil nacida en destino (19%), cuyos padres proceden de
Gambia o de Senegal. De estas segundas generaciones, sólo cinco individuos (18%) han nacido en África,
Según el Anuario de la Comisión Interministerial de Extranjería de 1992 (tabla I.1 pág. 30) sobre
los residentes extranjeros según el país de origen y el lugar de destino en España, los ciudadanos
senegaleses del Estado español ascienden a 3.190 y su distribución territorial está repartida por todo el
Estado (Aragón, Galicia, Madrid, Baleares), encontrándose tres grandes núcleos en la Comunidad
90
Valenciana (665), Andalucía (598) y Catalunya (548). Los residentes en la provincia de Gerona los cifra en
126. Para los ciudadanos de Gambia, esta fuente cita un total de 2.952, de los cuales 2.443 residen en las
Las estadísticas de la Oficina de Extranjeros del Gobierno Civil de Gerona ofrecen un registro
ascendente entre los años 1991-1995, donde se puede apreciar un importante incremento correspondiente a
ciudadanos de nacionalidad gambiana y senegalesa (tabla 4). Destacan especialmente las comarcas del
GRÁFICO 1
Lugar de nacimiento según etnia
Hombres Mujeres
53,8%
32,1%
32,1%
Lugar de
60 nacimiento 35
21,4%
50 rural 30
urbano
40 25
20%
20
10,7%
15,4%
30
15
3,6%
6,2%
20
10
1,5%
1,5%
1,5%
10 5
0 0
mandinga sarahole fula djola mandinga sarahole fula djola
GRÁFICO 2
Nacionalidad
91
Adultos Niños
Nacionalidad
Gambia
Senegal
Gambia-España
10,8% Senegal-España 3,6%
14,3%
3,6%
78,6%
89,2%
TABLA 4
Censo de extranjeros por nacionalidades a 31/12/1995
92
1991 1992 1993 1994 1995
ÁFRICA 8.113 8.169 6.920 7.343 9.242
Angola 1 1 0 0 0
Argelia 42 44 27 31 40
Cabo Verde 5 3 2 2 2
Camerún 2 1 1 0 0
Congo 1 0 0 0 0
Costa de Marfil 2 1 3 3 2
Egipto 9 9 13 11 15
Gambia 1.968 1.974 1.736 1.963 2.406
Ghana 4 3 2 2 1
Guinea 44 24 39 29 54
Guinea Ecuatorial 56 58 3 5 5
Kenia 7 1 3 3 3
Libia 0 1 1 1 1
Malí 75 67 65 63 74
Marruecos 5.575 5.664 4.744 4.906 6.229
Mauritania 62 59 37 41 65
Nigeria 4 4 1 0 1
Senegal 197 191 199 233 292
Seychelles 1 1 1 1 1
Sierra Leona 9 10 7 7 5
Somalia 2 0 0 1 2
Sudán 3 3 5 2 1
Suráfrica 2 4 5 5 6
Tanzania 1 0 1 1 1
Togo 2 1 1 1 0
Túnez 30 27 23 20 25
Otros 9 18 1 12 11
Fuente: Gobierno Civil de Girona. Oficina de Extranjeros. CENAFE, 1995.
93
1.3.- Proceso migratorio
Las personas de origen africano que llegan a España son mayoritariamente hombres, a excepción de
algunos colectivos concretos, como por ejemplo aquellos procedentes de Guinea Ecuatorial, donde la pauta
migratoria ha sido de carácter mixto, o los de Cabo Verde, cuyo componente femenino, independiente de la
(Giménez Romero et.al., 1993; Martínez Veiga, 1997). La migración senegambiana hacia el extranjero es
familiar que se manifiesta en distintos patrones migratorios. Findley y Ouedraogo (1993) afirman, en un
estudio realizado sobre el tema en el valle del río Senegal, que en esta región subsahariana los modelos
movilidad.
a) Estrategias de supervivencia:
Es un tipo de migración de carácter mixto, en que hombres y mujeres se desplazan del campo a las
ciudades o a países vecinos limítrofes para realizar trabajos como temporeros o en el servicio doméstico.
Son los llamados flujos Sur-Sur. La situación de precariedad de los grupos domésticos de procedencia hace
que este tipo de desplazamiento rural/urbano sirva para cubrir necesidades básicas. En el área de
Senegambia, estos migrantes periódicamente envían dinero para la compra de bolsas de arroz de 50 kg,
aceite de cacahuete y otros productos comestibles que forman parte de la dieta axial de su familia.
b) Estrategias de movilidad:
transcontinental hacia Europa o hacia otros países africanos más lejanos, como Nigeria y Libia. Es una
forma de inversión familiar que realiza el grupo doméstico, cuyas perspectivas son la diversificación de las
94
bases económicas y la elevación de la categoría socioeconómica de sus miembros. Estas expectativas
Cuando se planteaba el conocimiento del proceso migratorio seguido por esta población hacia
España, se sabía, por la primera etnografía realizada en los inicios de la investigación, tanto en origen como
en destino, que era en los hombres en quienes recaían las responsabilidades derivadas de la emigración,
pero existía el desconocimiento de quiénes eran estos hombres y de si reunían algún tipo de características
específicas. Por el trabajo de campo realizado en la región de Senegambia, parecía interesante conocer el
número total de hermanas y hermanos, los bahrin muso y bahrin ke (hijos de la misma madre), y la
posición que el migrante ocupa respecto a éstos. Para ello se tomó como valores significativos para este
estudio el ser primer hijo, segundo, tercero o posteriores, en relación con la categoría social y el rol que se
Así, se escogieron como unidades de análisis sólo los hombres adultos, que son quienes primero
han emigrado y a quienes corresponde este papel. En casi el 60% de los casos, la familia está compuesta por
más de seis hermanos, siendo las mandingas y saraholes las más numerosas. En cada uno de los grupos 0-2,
3-5, 6-8 y más de 8 hermanos, hay presencia de un miembro migrante; es decir, que el número de hermanos
Según las etnias, la posición que los varones migrantes mandingas y fulas ocupan como primeros y
segundos hermanos es importante (59% y 55% respectivamente); en cambio entre los saraholes este grupo
representa el 39%, y quienes más emigran son los hijos terceros o sucesivos (58%). Este dato de los
saraholes es estadísticamente significativo, y la explicación podría estar en que los hermanos mayores
permanecen en los grupos domésticos cumpliendo tareas de responsabilidad, específicas a su posición. Nos
queda el interrogante de si la significación de este resultado tiene relación con la estructura social en origen;
para ello habría sido necesario precisar si entre los hermanos mayores había algún otro miembro varón o
no.
Otra de las hipótesis que no queda corroborada con claridad, especialmente entre los mandingas y
fulas, es si los que llevan más tiempo de residencia en destino son los de las primeras posiciones, lo que
95
implicaría que han podido colaborar en la migración de otros miembros menores de la familia, sirviendo
como inicio de una red de apoyo en destino. Algunos hombres explicaban que su proceso migratorio se
inició varios años antes de la llegada a España, con el fin de reunir el dinero suficiente para cubrir los gastos
donde los migrantes senegambianos se dedicaban en su mayoría al trabajo en las minas, buscando piedras
preciosas. Otros de los destinos intermedios fueron Mauritania, Senegal, Guinea y algunos países de la
Unión Europea.
El medio de transporte utilizado para la llegada a España ha sido el avión en todos los casos,
excepto en uno en que el desplazamiento se realizó por barco desde Dakar. En términos globales, el 67% de
los itinerarios migratorios llevaron directamente al destino actual, y un 27% de los migrantes hizo escalas
laborales en diferentes países, principalmente del continente africano. Esto último es lo que hicieron el 40%
de los hombres, de los cuales más de la mitad llevan residiendo en España un tiempo superior a 8 años.
¿Pero como es que aterrizan gambianos en un país con el que nunca han existido lazos históricos ni
lingüísticos ni religiosos, ni relaciones comerciales ni de cooperación exterior? ¿Por qué España? Bien, la
respuesta se ha ido perfilando de forma clara y funcional. La primera etapa migratoria había sido Nigeria, y
de allí existe un vuelo directo de Iberia que cubre la ruta Lagos-Madrid, destino donde aún, en aquella
época, no se había implantado la necesidad de un visado de entrada. ¿Y por qué el Maresme? Porque
El conocimiento de los aspectos relacionados con el trayecto migratorio y sus etapas es importante
para analizar cuestiones sanitarias. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que la población africana residente en
la costa del poniente almeriense (Roquetas de Mar), está compuesta por hombres wolof, jóvenes y solteros
procedentes de Senegal. Muchos de ellos han llegado a España a través del desierto y han permanecido
durante un tiempo “malviviendo” y a la espera de un visado que les permitiera la entrada a España, en algún
lugar de la orilla mediterránea (Ceuta, Melilla o Tánger); finalmente se han visto forzados a cruzar el
condiciones personales, laborales, económicas, de vivienda y sanitarias en las que han vivido durante su
"limbo migratorio", influyen de forma directa en el estado de salud en que estos migrantes llegan a destino.
96
Así lo confirmaron tanto las ONG que con ellos trabajan, como Cruz Roja y Almería Acoge, y el personal
sanitario de distintas áreas básicas de salud de la provincia, durante un encuentro, celebrado en Nerja
(Málaga) en el mes de julio de 1993, sobre "Imnigración y enfermedades transmisibles", organizado por la
Otro de los datos interesantes que confirman el trabajo etnográfico, ha sido el de los lugares
iniciales de asentamiento en Cataluña de los distintos colectivos que componen la población senegambiana,
y que han reproducido de forma curiosa la distribución geográfica de origen, tal como se ilustra en los
mapas adjuntos. En Gambia, los mandingas están presentes en todo el territorio y muchos se concentran en
localidades próximas a las zonas urbanas como Banjul o Kombo’s y en la División Occidental (Western
Division). Los fulas, pueblos tradicionalmente pastores, tienen una fuerte presencia a partir de Farafenni,
Mansakonko y la Isla Mc Carthy -en mitad del río, donde el agua ya es dulce-, en la Orilla Norte, en la
División de Río Bajo y la División de Río Medio (Middle River Division), y se extienden hacia la parte
oriental del país, siempre en busca de pastos para el ganado. Los saraholes están concentrados río arriba, en
En destino, actualmente los mandingas se han extendido por toda la geografía catalana, aunque los
primeros migrantes lo hicieron por las poblaciones costeras cercanas a Barcelona, el Baix Maresme (Premiá
de Mar y Premiá de Dalt) y Mataró. Los saraholes lo hicieron a partir del Alt Maresme (Calella y Pineda),
pero principalmente por la provincia de Gerona (Santa Coloma de Farnés, Olot, Banyoles, Salt y Arbúcies).
Y los fulas, más repartidos, se establecieron en el Alt Maresme (Calella, Pineda, Malgrat) y provincias de
Gerona y Lérida.
Para poder contrastar la información anterior, se ha buscado la relación existente entre el lugar de la
primera actividad laboral en destino, la pertenencia étnica y el tiempo de llegada. Sólo se han escogido los
individuos que llegaron hace más de 8 años, porque parecía interesante comprobar las zonas de
asentamiento primario, ya que la movilidad, en términos generales, es elevada debido al tipo de trabajo que
realizan (la agricultura o la construcción). Los resultados corroboraron la recogida de datos etnográficos
22
Una aproximación histórica sobre el poblamiento de la región de Senegambia se realizó en el trabajo de máster
presentado en la Universidad Autónoma de Barcelona, en octubre de 1993.
97
durante el trabajo de campo. Más adelante, esta distribución geográfica se ha ido mantiendo con el
establecimiento de las redes de parentesco, aunque en proporciones inferiores. Pese a que esta reproducción
en los territorios de asentamiento de los patrones geográficos de origen parece no tener mayor
trascendencia, creo que aporta pistas interesantes sobre una etapa del proceso migratorio en España y
plantea cuestiones sugerentes que invitan a una reflexión profunda sobre temas de identidad y pertenencia
MAPA 1
98
Localización étnica en la región de Senegambia
Río Senegal
FUTA TORO
TUK
ULO
R
WOLOF
WOLOF
WOLOF
Dakar
m
alou
Río S
ER
SER
WOLOF LE
A HO
S AR
WOLOF
LA
FU
Banjul
MANDINGA
MANDINGA
Río Gambia
LA
FU
WOLOF
MANDINGA SARAHOLE
FULA
AKU
MANDINGA
A
OL
DJ
MANDINGA
ance
ío Casam
DJOLA R
FUTA JALON
99
MAPA 2
Localización étnica en Cataluña
Figueres Roses
Olot
L'Escala
Banyoles
Girona
Salt
Anglès Palafrugell
Mataró
Premià de Mar
Mandingas
Fulas
Barcelona Saraholes
100
1.4.- Llegada a España y situación jurídica
Y ya en Cataluña, vamos a pasar a analizar el tiempo de residencia de esta población entre nosotros.
En la gráfico 3 podemos observar los años de llegada a nuestro país y las significativas diferencias que se
aprecian entre los hombres y las mujeres. Cerca de la mitad de la población masculina (44,6%) llegó a
España hace más de ocho años, y sólo dos mujeres lo hicieron en el mismo período. Vemos claramente que
son las mujeres quienes más recientemente han llegado, situándose casi el 40% de ellas en un período de
residencia de un año o inferior a un año, frente al 20% de hombres; un 21,4% de mujeres llegó hace dos
Cruzando las variables de la situación legal con los años de llegada, aparece un incremento de
población femenina en años recientes a través de la reagrupación familiar, es decir que se vio claramente
favorecida por la regularización de extranjeros efectuada durante el segundo semestre del año 1991, en una
campaña titulada "Sal a la luz, ponte en regla" lanzada conjuntamente por el Ministerio del Interior y el de
Trabajo y Seguridad Social. Este proceso de regularización permitió, por ejemplo, que el número de
ciudadanos gambianos que tenían permiso de trabajo y residencia en la provincia de Gerona pasara de 778
en 1990 a 1.968 en el año 1991, según datos oficiales del Gobierno Civil.
Sin embargo, cinco mujeres, que representan casi el 18% de las que llevan menos de un año,
aparecen en situación irregular. Entre los hombres, seis de ellos (9%) tienen su situación administrativa no
regularizada, distribuida principalmente entre los dos primeros años de residencia, a excepción de un
individuo que lleva más de ocho años y al que, al carecer de trabajo estable y por lo tanto de un contrato
Debemos señalar que durante la recogida de datos para este informe censal, quedaron fuera algunos
individuos que, por su situación de clandestinidad no quisieron participar en el estudio. Respetando esta
voluntad y conscientes de las precarias, incómodas e inseguras condiciones en las que se encuentran, sólo
nos atrevemos a aventurar orientativamente una desviación respecto a las cifras oficiales de
101
aproximadamente un 20%. Recordemos también que este porcentaje, reducido en comparación con otras
estimaciones, como las del Colectivo IOE, sólo se refiere a una localización concreta y a una provincia
donde las condiciones generales podríamos considerarlas como "óptimas" y el tratamiento de la Oficina de
Extranjeros del Gobierno Civil, excepcional23. De todas formas parece oportuno recordar, por el tipo de
especulaciones que se producen, que las personas indocumentadas, por definición, no están “registradas” y
por lo tanto sólo “estimadas”. Estas cifras estimativas se mueven en márgenes muy amplios y poco fiables,
pudiendo tener una doble lectura y repercusiones no siempre previsibles. Así por ejemplo, las estimaciones
que dan las propias asociaciones de inmigrantes o algunas ONG alcanzan desviaciones que pueden llegar al
1.000% en algunos colectivos respecto a los registros oficiales, cifras que en ocasiones podemos considerar
sobreestimadas por razones estratégicas, según las cuales un mayor número de esta población conduciría a
un proceso de regularización más abierto y, muchas veces, a una amnistía generalizada. De forma
el colectivo considerado, aquello que, en los círculos cercanos al Ministerio del Interior y otras
instituciones, suele llamarse con el eufemismo de “reducción de las bolsas de ilegales”, presión
directamente proporcional a la visibilidad de los individuos pertenecientes a ese colectivo. Visibilidad que
Respecto a la situación de los niños, es importante precisar que no poseen la nacionalidad española
a pesar de haber nacido en Cataluña, ya que las leyes de España se rigen por el "ius sanguinis" o derecho de
sangre, lo que evidentemente les excluye de la ciudadanía de forma automática y les categoriza como
extranjeros, a diferencia de otros países donde se establece el derecho de suelo o "ius solis". Esto significa
que su situación jurídica hasta la mayoría de edad, en que tienen la oportunidad de naturalizarse si cumplen
con los requisitos exigidos, está sujeta y directamente vinculada a la temporalidad y continuidad del
Esta situación de inseguridad e inestabilidad ha provocado casos como el de una familia residente
desde hace catorce años en Premià de Dalt, con cuatro hijos nacidos en Cataluña, que se vio obligada a
23
Según las estadísticas anuales en materia de extranjería del Gobierno Civil de Gerona, durante el proceso de
regularización se presentaron un total de 5.641 solicitudes, de las cuales más del 90 % (5.123) fueron resueltas
favorablemente.
102
presentar un recurso para impedir que fueran expulsados del país todos sus miembros. El padre, titular del
permiso de trabajo y residencia, no pudo renovar su documentación por encontrarse desde hacía meses en
Actualmente, casos como éste son excepcionales pero comienzan a producirse con una frecuencia que hasta
el momento no se había detectado. Las mujeres, al no trabajar de forma remunerada o estar empleadas en la
economía sumergida, y haber llegado a destino a través del proceso administrativo de reagrupación
familiar, estaban, hasta la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Extranjería de 2 de febrero 1996, Real
decreto 155/96, sujetas al permiso de residencia del marido, con lo cual se les ha negado hasta ahora todo
reconocimiento como persona jurídica independiente, pasando a equipararse al nivel de "menores de edad",
al igual que sus hijos. Si bien este paso ha sido importante y una de las reivindicaciones prioritarias que
fueron expuestas como conclusiones en las I Jornadas de las Mujeres Inmigradas, organizadas
conjuntamente por el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, en abril de 1994, la lucha por los
103
GRÁFICO 3
Llegada
Adultos
(31)
33,3%
Llegada
35 menos de un año
(16) un año
30
(13)
17,2%
20
7,5%
3-5 años
8,6%
8,6%
15 5-8 años
10 más 8 años
5
0
Hombres Mujeres
(29)
44,6%
21,4%
21,4%
(5)
45
17,9%
25
40
(3)
35 (10) 20
10,7%
25 (5) 15
7,1%
10,8%
(3) (4)
10,8%
20
7,7%
10
6,2%
4,6%
15
10 5
5
0 0
104
2 .- Situación familiar
Como ya apuntábamos anteriormente, son los hombres quienes inician el proceso migratorio
porque es a ellos a quienes tradicionalmente la sociedad de origen les ha reservado el papel de emigrar. Las
supervivencia del grupo, como primeras productoras de alimento y energía, reproductoras biológicas y
culturales, cuidadoras y administradoras de la economía doméstica. Las familias depositan en sus varones
vivienda sólida.
Hemos visto que la población adulta de nuestro estudio es mayoritariamente masculina (casi el
70%), confirmando de este modo una trayectoria migratoria característica en el África subsahariana
occidental: los hombres emigran solos y una vez alcanzan una cierta estabilidad laboral, legal y residencial
que les permite enviar dinero a origen y al mismo tiempo afrontar los gastos de desplazamiento, vivienda y
De esta forma, las mujeres inician su proceso migratorio de manera inducida, con otros fines, y sin
tener en principio estrategias familiares de movilidad, sino la voluntad de reunirse con sus maridos y
empezar, o continuar, la construcción familiar. Por lo tanto, todas las mujeres adultas son mujeres casadas.
Excepcionalmente, durante los últimos años algunos hombres que llevaban un tiempo de residencia
prolongada en España han traído a sus hermanas o hijas mayores para brindarles la posibilidad de estudiar,
y en algunos casos han sido acordados matrimonios con otros gambianos residentes en destino.
patrilineal, y la residencia, patrilocal. Los distintos grupos étnicos que habitan la región de Senegambia,
En el caso de los hombres migrantes solteros, las alianzas matrimoniales pueden ser establecidas en
ausencia del novio, siendo su propia familia quien escoge a la futura esposa. Sin embargo, las
105
negociaciones económicas suelen ser más complicadas, ya que el solo hecho de haber emigrado sitúa al
individuo en una categoría financiera mucho más "holgada", por lo que el futo naafulo que solicitan los
Volviendo al caso de Salt, en la gráfico 4 vemos que los hombres solteros representan un 35% de la
población masculina adulta en nuestro estudio, y los hombres casados, el 63%. Por etnias, los hombres
solteros aumentan entre los saraholes (47%) y son muy minoritarios (9%) entre los fulas, donde el 91% de
ellos están casados. Si tenemos en cuenta las edades, vemos que los hombres mandingas, a partir de los 31
años todos están casados, con excepción de un individuo; mientras que entre los saraholes, casi un 14% de
los de edades comprendidas entre los 31 y 35 años aún permanecen solteros. Más de la mitad (56%) de los
hombres casados han podido desplazar a sus cónyuges a destino, mientras que casi un 44% de éstos
permanecen en origen.
Este último dato es curioso, ya que cabría esperar que aquellos que llevan menos años de
permanencia en España fueran quienes tuvieran sus cónyuges en África. Sin embargo, si tomamos en
cuenta la variable que hace referencia al tiempo de residencia en destino, podemos apreciar que, aunque el
41% de los hombres casados que llegaron hace más de 8 años viven con sus esposas en Salt, casi el 20% de
ellos aún no han podido unirse a sus mujeres; y que el proceso de reagrupación familiar en este 41% de los
casos, se ha hecho efectivo en un 12% hace un año o menos de un año, y en un 7% hace dos años, lo que
significa que casi un 20% de estos hombres que residen en destino desde hace más de ocho años, sólo han
podido reunirse con sus mujeres después de muchos años de permanecer separados por la situación de
migración.
La poliginia, como comentábamos anteriormente, es muy habitual en esta región de África, donde
más del 90% de la población es musulmana. En las zonas rurales, los hombres mayores suelen tener dos o
tres esposas, y raras veces, cuatro. Sin embargo, en las áreas urbanas la poligamia comienza a disminuir
debido a los elevados "precios de la novia" que las familias de éstas solicitan de los futuros maridos.
En nuestro estudio, el 27% de los hombres casados tienen dos esposas, aunque en Salt sólo reside
una familia donde ambas mujeres conviven en destino. Por los datos recogidos durante el trabajo de campo
más global, sabemos que en Cataluña hay aproximadamente unas quince familias en situación de
106
convivencia poligínica, siendo cinco mandingas (todas procedentes de la zona de Baddibú), siete saraholes
y dos fulas. Mantener esta práctica cultural en destino no es ni adaptativo ni funcional, y su coste es
elevado. Las viviendas son pequeñas y generalmente son compartidas por otra familia o miembros varones,
Entre las familias poligámicas con quienes se han establecido relaciones durante la fase etnográfica,
se ha podido observar que cada esposa tiene su propia habitación, y es el marido quien realiza las
permanencias conyugales cada dos noches en el dormitorio de cada una de ellas. Los niños pequeños
duermen con sus respectivas madres, y los mayores, en otra habitación. Por lo tanto, son necesarias al
menos tres estancias para permitir una situación de este tipo, y son pocos los hombres que pueden
económicamente hacer frente al alquiler en solitario de una vivienda. Es más rentable tener una segunda
esposa en origen, a quien se visita cada cierto tiempo, dejándola en estado de gestación y asegurando así
una prole considerable, tanto en origen como en destino, para cuando el mito del retorno se haga efectivo en
el futuro. Este es el planteamiento generalizado de los hombres que tienen dos esposas.
La primera cónyuge es la que reside en destino, ya que las segundas nupcias fueron contraídas más
recientemente, en la medida en que la situación de migración permite con mayor facilidad afrontar el pago
del futo naafulo. En el caso de los dos fulas residentes en Salt, donde son las segundas esposas las que
viven en destino, la estrategia ha sido diferente. Una vez las primeras mujeres han tenido algunos hijos en
España, regresaron a Gambia con los pequeños para permitir el desplazamiento de las segundas, que
actualmente residen aquí. De esta forma, y siguiendo los mandatos de equidad del Corán, los hombres están
En relación con la poliginia, sin embargo, no se puede abordar una comparación entre las dos
situaciones (destino y origen) sin contemplar la estrecha vinculación entre la aportación del trabajo de las
ambos aspectos en destino. Esta sería una discusión muy interesante pero necesariamente larga y compleja
que nos alejaría del análisis que estamos realizando de los datos censales que aquí nos ocupan. Por lo tanto,
nos atendremos solamente a las situaciones observadas en destino y vinculadas a los datos.
107
Los matrimonios mixtos entre senegambianos y mujeres españolas no son frecuentes, aunque
existen varios casos, especialmente en la zona del Maresme. Vale la pena citar el trabajo de investigación
que está llevando a cabo Dan Rodríguez, sobre la “Aproximación a la endogamia y exogamia étnica: un
GRÁFICO 4
Situación familiar segun etnia y edad (hombres)
Global Mandinga
(41) (5
Estado civil
29,4%
63,1%
casado
soltero 30
70 (23) (3)
separado
17,6%
60 25
35,4%
(2) (2)
50 20
11,8%
11,8%
40 (1 (1 (1 (1 (1
15
5,9%
5,9%
5,9%
5,9%
5,9%
30 (1)
10
1,5%
20
5
10
0
0
14-24
25-20
31-35
36-40
41-45
años
años
años
años
(4)
(11)
36,4%
30,6%
35 (7) 40
30 (6) 35 (2) (2) (1)
19,4%
(5) (5)
16,7%
30
18,2%
18,2%
18,2%
25
13,9%
13,9%
25 (1)
20
(1) (1) 20
9,1%
15
15
2,8%
2,8%
10 10
5 5
0 0
25-20
31-35
36-40
41-45
14-24
25-20
31-35
36-40
años
años
años
años
años
años
años
años
108
2.2.- Descendencia en origen y en destino
De todos aquellos individuos que tienen hijos, el 40% tienen niños nacidos en origen (59 en
números absolutos). De éstos, un 31% tienen todos sus hijos en África, un 3% tienen algunos residiendo en
origen y otros en destino, y el 6,5% han podido desplazar a todos sus hijos aquí. Las edades de los niños
van desde los dos años a los dieciséis, y mayoritariamente están cursando estudios en las escuelas
modernas. Los más pequeños van a la escuela coránica y sus padres, en general, tienen intención de que
acudan a las modernas. Quienes llevan más tiempo residiendo en destino son quienes más hijos tienen en
El 60% restante tiene hijos nacidos en Cataluña, lo que nos indica la presencia de una mayoría de
mujeres jóvenes primíparas que han accedido al mundo de la maternidad en destino. Un 13% de los
individuos varones con hijos nacidos aquí, tienen a su familia en situación de retorno. Este es un hecho que
comienza a darse con una cierta frecuencia debido, según dicen, a problemas económicos provocados por la
inestabilidad laboral y el desempleo. Cuando la situación se hace insostenible para la manutención de toda
la familia, deciden enviar a las mujeres y los niños a África y de esta forma se reagrupan los hombres en
algunas viviendas, lo que provoca nuevas condiciones de hacinamiento. Posiblemente estos casos, junto con
los expulsados, sean el contingente más importante de los reflujos migratorios. No obstante, me atrevería a
apuntar que este nuevo fenómeno de retorno familiar obedece a una estrategia transnacional más amplia,
que afecta no sólo a los miembros que se desplazan sino al grupo doméstico en origen, y a más largo plazo.
Este ciclo se perfila como un proceso donde la particularidad está en lo que podríamos llamar el “proceso
La constatación de que, a medida que los niños crecen, las expectativas de retorno disminuyen y se
van diluyendo con el tiempo, junto con las dificultades económicas arriba apuntadas y con las presiones
familiares en origen, lleva a algunas familias, una vez alcanzado un mínimo umbral reproductivo, a tomar la
decisión efectiva del retorno de las mujeres y los niños. Este retorno garantiza la persistencia de las remesas
al país de origen y la continuidad de la cohesión familiar más allá del núcleo estricto de la esposa y
descendencia. Hablaremos de ello más adelante en el apartado sobre el mito del retorno.
109
2.3.- Redes de parentesco en destino
de llegada a España y de lugar de residencia. Aunque no vamos a hacer un análisis exhaustivo de estas
redes porque no es la finalidad de nuestra investigación, la información sobre las redes de parentesco
(Kaplan, 1995) es lo suficientemente completa como para realizar un estudio específico sobre las mismas,
En términos generales, creemos interesante señalar que el 76% de la población residente en Salt
tiene algún pariente residiendo en destino, y parece claro que quienes tienen una red mayor son los
hombres. Se han contemplado hasta tres parientes: si bien las tres cuartas partes de la población tiene algún
familiar, cuando preguntamos por un segundo pariente, el porcentaje disminuye al 46% y en el caso de un
tercero hasta un 25%. La presencia de consanguíneos hombres es la más alta, seguida de estos mismos con
sus familias. El tiempo de residencia de más de 8 años también es importante, seguido del de dos años o
El lugar de residencia viene a confirmar nuevamente las áreas geográficas de asentamiento de los
distintos grupos. Son particularmente los mandingas quienes tienen familiares en el Baix Maresme y
Mataró, mientras que los fulas y saraholes los tienen en el Alt Maresme y la provincia de Gerona. Debemos
destacar que algunos de los parientes, particularmente los hombres, conviven en el mismo domicilio, y que
Los elementos que caracterizan las condiciones de acceso a la vivienda del colectivo estudiado se
enmarcan en primer lugar, dentro del contexto de la problemática general de la vivienda en nuestro país. La
110
posibilidad de acceder a una residencia digna por parte de grupos no solventes de población, queda
colapsada por los altos precios que alcanza este bien de primera necesidad en el mercado. En segundo lugar,
extensible a una importante proporción de trabajadores extranjeros, responde a una serie de características
que limitan su posibilidad de adquisición, ya sea bajo régimen de propiedad o de alquiler, de una vivienda
permiten contar con los niveles de solvencia mínimos para el pago continuado a plazos de una vivienda de
propiedad, de libre mercado. Por otro lado, la "ilegalidad" de los trabajos que desempeñan ofrece un
incierto horizonte temporal, incompatible con cualquier posibilidad de petición de crédito bancario. El
conjunto de estas condiciones, sumadas al mito del retorno, hacen que la mayoría de migrantes ni siquiera
puedan plantearse esta posibilidad. Sólo un hombre mandinga residente desde hace más de quince años en
Cataluña, que vive con sus dos mujeres y sus siete hijos, con una situación laboral sólida, ha tenido la
En la totalidad de los casos (salvo la excepción citada), los inmigrantes alquilan sus viviendas. Para
extender un contrato de alquiler legal, se requieren unas condiciones de estabilidad en la situación laboral y
personal que no todos disfrutan. Se producen entonces situaciones de hacinamiento que provocan algunos
conflictos de convivencia y relaciones de tensión dentro de la comunidad de vecinos del propio inmueble,
una marginación de este colectivo de migrantes en el momento de ofrecer viviendas de alquiler, como
ocurre en otras partes de Cataluña, por ejemplo en Santa Coloma de Farnés, Premià y Mataró, por el simple
Se ha podido visitar, a lo largo del trabajo de campo realizado, una pensión de Calella de Mar de
dos plantas de 130 m de espacio habitable, con dos retretes, ocupada por 42 individuos y que ha provocado
graves problemas sanitarios que fueron denunciados por los vecinos, hasta que finalmente fue clausurada
por la policía municipal. En el caso de la masía abandonada Can Boada, de Mataró, fueron desalojados los
111
ocupantes porque el Ayuntamiento procedió a unas obras de rehabilitación del edificio al ser declarado
patrimonio municipal. En esta vieja casona vivían unos 40 migrantes sin ningún tipo de condiciones
Estas precarias y difíciles condiciones de habitabilidad se relacionan con el deseo de conseguir unos
ahorros que permitan el traslado de la familia, si ya está constituida en el país de origen, o de crearla en el
caso de individuos solteros. El periodo de espera puede dilatarse durante años, dependiendo de las
condiciones de trabajo y de las posibilidades de residencia de la familia. Esta situación se ha visto agravada
desde el año 1994 por una nueva disposición legislativa que obliga al levantamiento de una acta notarial
mixta de presencia y manifestaciones, al objeto de acreditar que se dispone de una vivienda "de
características y amplitud consideradas normales para los ciudadanos españoles en la zona de residencia del
esperanzador al respecto, sobre todo por la dificultad de ofrecer a la familia actual o futura un lugar donde
poder establecerse, y que plantea serios problemas legales para que se produzca el deseado reagrupamiento
familiar, que procuraría en todo caso al hombre migrante, una estabilidad que le permitiría una condición
distintas al migrante que tiene una interesante implicación en su situación residencial. La separación de una
familia ya creada, como en el caso de individuos casados con hijos, supone un desmembramiento paulatino
del núcleo familiar. Son frecuentes los casos en los que, en un primer momento, el padre ha dejado a la
madre y a los hijos y, más tarde, es la madre la que deja los hijos al cuidado de los abuelos en la aldea de
origen, ya que el traslado de todos los miembros de la familia es económicamente inviable, la vivienda
demasiado pequeña para poder ser compartida con más individuos y lo de alquilar en solitario un piso para
toda la familia, "en este momento no puede ser, poca faena, poco dinero, pisos muy caros".
112
Las condiciones residenciales de la población senegambiana de Salt tienen unas características
particulares respecto a otros municipios catalanes. En primer lugar se trata de pisos con buenas condiciones
de habitabilidad en términos generales. En segundo lugar, la localización de estas viviendas permite una
distribución dentro de la ciudad relativamente equilibrada. Y en tercer lugar, el apoyo, interés e implicación
de los Servicios Sociales del Ayuntamiento contribuyen a que estas condiciones sean posibles.
Todas las viviendas poseen desagües y agua corriente. En el 85% de los pisos el suministro de agua
caliente llega al baño y a la cocina, en dos pisos sólo al baño, y en uno no existe. Las viviendas suelen ser
interiores, pero soleadas y con ventanas suficientes, que evitan ambientes insalubres de humedad y falta de
ventilación. La gran mayoría (74%) tiene algo de sol durante el día y un 17% recibe muchas horas de
insolación. La ventilación es suficiente en el 80% de los pisos y muy elevada en un 18%. Todas disponen
de calefacción, mayoritariamente (82%) estufas de butano, y casi un 12% tiene radiadores, aunque un 3%
no los utiliza debido al elevado coste de su consumo. Tampoco parecen tener aceptación las estufas y placas
eléctricas. El suministro de gas en las viviendas es de butano en un 67% y de gas ciudad en un 33%.
La distribución de individuos por calles está muy repartida, destacando sólo dos en las que la
concentración es mayor. En una de estas calles, se trata de un bloque de pisos muy antiguo, de tres plantas,
habitado sólo por inquilinos senegambianos. Quizás este edificio sea el que se encuentra en condiciones
más modestas de habitabilidad, pero reúne los mínimos de saneamiento. Viven aquí un total de 22
individuos. La otra calle es una avenida ancha donde habitan un total de 25 personas, aunque se distribuyen
en distintos bloques vecinos. Por lo tanto, no parece que el asentamiento de esta población se esté
configurando con estructura de gueto, como puede ocurrir, por ejemplo, en el barrio del Poblenou de Pineda
de Mar.
Un tema interesante a tratar en una investigación futura, son las consecuencias del establecimiento
de grupos de inmigrantes en determinadas calles e incluso bloques de pisos, que provocan una disminución
de los costes de los alquileres en las zonas inmediatas. Este fenómeno fue muy estudiado en las ciudades
norteamericanas por la Escuela de Sociología de Chicago y valdría la pena constrastar en otras zonas de
113
Sin embargo, a pesar de que por el momento no se produce un fenómeno de “guetización”, las
situaciones de hacinamiento son frecuentes. Los pisos son pequeños, tienen superficies que no superan los
70 m, están distribuidos en tres habitaciones de tamaño reducido, salón, baño y cocina. En un 53% de los
casos, los individuos que conviven en la misma vivienda son entre 5 y 7, y en un 28%, el número de
miembros aumenta a entre 8 y 9. Sólo en un 20% viven cuatro o menos individuos en un mismo piso.
Los precios del alquiler son altos aunque no excesivos para el tipo de vivienda y las condiciones en
las que se encuentran. Un 21% paga entre 25.000 y 35.000 pesetas, un 34% entre 35.000 y 45.000 pesetas,
y el 44% más de 45.000 pesetas, llegando incluso a las 60.000 pesetas mensuales. Los precios de realquiler
en más de la mitad de los casos (casi el 53%) supera las 8.000 pesetas mensuales, lo que ha provocado en
los últimos tiempos el retorno de las mujeres y los niños a origen, y ha producido la reagrupación de más
Las relaciones de convivencia se establecen fundamentalmente sobre redes de amistad (76%), entre
individuos de la misma etnia y generalmente procedentes del mismo pueblo o zona geográfica. Otra de las
bases de convivencia es la relación de parentesco: en un 57% de los casos. Muchas veces, quienes
Casi el 80% de los habitantes de la región de Senegambia son de origen rural y viven de una
economía de subsistencia, de base agrícola y ganadera. Por ello, la actividad laboral principal en África
servicios, particularmente en los hoteles de la costa atlántica de Gambia, y otro 9% como comerciante.
Otras de las actividades laborales que aparecen representadas son la construcción y la artesanía, pero
debemos aclarar que sólo han sido dos individuos varones. El 7,5% que aparece como "otros" se refiere a
114
trabajos diversos, como sastre, especialista médico-religioso (marabout24), conductor de camiones, taxis y
En destino, vemos en términos generales que la actividad laboral anterior a la actual, es decir, el
primer trabajo que han realizado cuando llegaron a España, en un 50% de los casos ha sido la agricultura,
un 4% los servicios, un 6,5% la construcción; un 34,5% de los migrantes no ha trabajado nunca. Incluimos
en esta última cifra a la población femenina, que mayoritariamente no ha efectuado trabajos remunerados,
salvo en dos casos, que han realizado servicios de limpieza en domicilios particulares. Por este motivo, el
análisis de las actividades laborales en destino se referirá sólo a los hombres adultos.
agricultura (68%), con independencia de los años que se llevan residiendo en Cataluña. Otros individuos
(10%) han trabajado como albañiles en la construcción y un 14% no ha realizado ninguna actividad. Este
porcentaje debemos precisar que se refiere a hombres que han llegado más recientemente, que llevan dos
cuanto menor es el tiempo de llegada. Quienes llevan más de cinco años, han trabajado primero en el Alt
Maresme, Baix Maresme y Lérida en el 37,5% de los casos, confirmando de este modo una primera
estancia, según la etnia, en otras localidades. Vemos así que aparece una movilidad mayor cuanto mayor es
el tiempo de residencia. Otro dato significativo que aparece en el estudio, es que quienes inicialmente han
trabajado en el sector servicios han sido los mandingas, y quienes lo hicieron en la construcción, han sido
principalmente los saraholes. La totalidad de los fulas han trabajado en la agricultura. A medida que estos
migrantes se han ido integrando en el mundo laboral, las actividades posteriores se han diversificado y
muchos se han incorporado al sector servicios y a la construcción, disminuyendo las tareas agrícolas.
En el momento de la recogida de datos, un 53% de los hombres adultos tenían una situación laboral
activa, un 31% no activa, y un 16% eran parados retribuidos. Esto significa que casi la mitad de la
24
Los marabouts son hombres especialistas sanitarios, curanderos y adivinos. Son también profundos conocedores
del Corán y símbolos de adscripción étnica. Hablaremos de ellos más adelante, en la tercera parte.
115
Entre quienes realizan actividades laborales no sumergidas, un 35% está empleado en el sector
servicios, casi un 30% en la construcción, un 20% en la agricultura, un 11% trabaja en ramos diversos,
incluida la industria, y uno es comerciante. El 47% tiene contrato de un año, mayoritariamente aquellos que
trabajan en servicios y en la construcción, y un 32% tiene contrato de seis meses. Sólo el 9% tiene contrato
fijo y un 3% lo tiene de menos de seis meses. Hay cuatro individuos que no tienen contrato aunque parece
que cotizan a la Seguridad Social; dos de ellos son autónomos. La periodicidad del cobro es mensual en el
Respecto a la actividad laboral sumergida, más de la mitad (56%) realiza trabajos relacionados con
la agricultura, especialmente la recogida del brezo y de la piña. Un individuo trabaja en servicios, dos en la
construcción, dos realizando tareas diversas, una persona es sastre y otra trabaja en el ramo textil. Estas
actividades sumergidas son principalmente estacionales (41%), sobre todo las tareas agrícolas, que llegan al
35%. Tienen carácter continuo en un 29% de los casos, de los cuales casi el 18% corresponden a la
La comparación de los salarios entre actividades laborales sumergidas y no sumergidas o cobro del
subsidio de desempleo, como era de esperar, ha dado una significación estadística altísima. Mientras que
sólo un 3% de quienes tienen un trabajo regular cobra menos de 50.000 pesetas, esta cuantía asciende a un
75% entre quienes trabajan en la economía sumergida. El porcentaje de quienes perciben entre 50.000 y
70.000 pesetas es prácticamente idéntico en ambos grupos. Casi la mitad de los regularizados (47%) percibe
un salario de entre 70.000 y 90.000 pesetas, frente a sólo el 6% en la economía sumergida. Luego tenemos,
sólo entre quienes trabajan de forma legal, un 20% con ingresos de 90.000 a 110.000 pesetas y casi un 9%
de entre 110.000 y 130.000 pesetas, especialmente en servicios y construcción. Pero es necesario señalar
que son precisamente quienes realizan este tipo de actividad laboral los que mayor número de horas
Otro dato significativo y también esperado ha sido el medio de transporte utilizado para realizar los
desplazamientos hacia los lugares de trabajo, y la distancia entre éste y el domicilio. Quienes han de
recorrer más kilómetros en busca de brezo o piñas, realizan recorridos de entre treinta y sesenta minutos en
un 44% de los casos, frente al 15% que precisan del mismo tiempo y tienen un trabajo regularizado,
116
generalmente en la construcción. Los hombres con trabajo sumergido efectúan los desplazamientos
mayoritariamente en el coche de algún amigo (37,6%) y en coche propio (31,4%), mientras que aquellos
que tienen trabajo legal lo hacen en coche propio (47%), en moto propia (30%) y sólo en el restante 6% de
Como hemos visto en líneas generales, la situación de desempleo, la precariedad en los contratos y
por lo tanto la inestabilidad laboral y residencial entre este colectivo, es alta, y ésta es una de las razones
fundamentales de las decisiones trascendentes que afectan a todo el núcleo familiar, como el retorno de las
5.1.- Escolarización
Para analizar los aspectos relativos a la escolarización de la población, es necesario distinguir tres
niveles bien diferenciados de educación: la escuela coránica, la escuela "moderna" y la escuela de adultos.
La especificidad de cada una de ellas viene dada por el ámbito en que se desarrollan (origen y destino), los
objetivos que se proponen, la tipología de los enseñantes, el uso de la lengua y los conocimientos que cada
En el caso de la población infantil, tendremos que tener en cuenta que tanto los niños inmigrados
como los nacidos en el país de destino se encuentran escolarizados en su totalidad. Este proceso de
escolarización, no alterado por razón de género ni etnia, constituye una de las más importantes razones que
discriminarán por generaciones a la población senegambiana residente en Cataluña. Como es evidente, las
situaciones entre aquellos niños nacidos en África y aquellos que nacieron aquí es diferente. Los primeros
necesitan de un período adaptativo a la nueva situación, pero ambos servirán como puente en el proceso de
aculturación de la familia en su conjunto, una de las principales características que definen a las llamadas
segundas generaciones.
117
5.1.1.- Escuela coránica:
Vamos a recordar que las karantah o escuelas coránicas se encuentran presentes en todas las
poblaciones del territorio gambiano y, como ya hemos dicho, se han mantenido como bastiones para el
aprendizaje del Corán, la lectoescritura arábiga y la preservación de las normas islámicas. Quien imparte
clase, el karamo, es siempre un hombre de avanzada edad, y suele ser el propio imam del pueblo o un
hombre cuyos conocimientos coránicos son públicamente reconocidos por los miembros de la comunidad.
Generalmente las escuelas cuentan con un espacio físico propio, anexo a la mezquita o construido
específicamente, y en las aldeas pequeñas, los maestros imparten las clases en el exterior de sus propios
recintos domésticos.
Al nivel más elemental de la escolarización coránica acuden juntos los niños y niñas desde que son
pequeños. Sin embargo, a las niñas sólo les está permitido asistir a clase hasta la pubertad fisiológica, lo que
significa que deben abandonar la escuela en cuanto aparece la primera regla. La sangre menstrual es
considerada como un elemento contaminante que no puede entrar en contacto, a través de las mujeres, con
de su trabajo Pureza y Peligro: un análisis de los conceptos de contaminación y tabú, afirma: "No es difícil
ver como las creencias de contaminación pueden usarse en un diálogo de reivindicaciones y contra-
reivindicaciones de una categoría social. Pero a medida que examinamos las creencias de contaminación,
descubrimos que la clase de contactos que se consideran peligrosos acarrean igualmente una carga
simbólica. Este nivel es el más interesante; en él, las ideas de contaminación se relacionan con la vida
social. Creo que algunas contaminaciones se emplean como analogías para expresar una visión general del
orden social"... "Creo que muchas ideas acerca de los peligros sexuales se comprenden mejor si se
interpretan como símbolos de la relación entre las partes de la sociedad, como configuraciones que reflejan
Los resultados de nuestro estudio nos muestran claramente que el 87% de la población ha asistido a
la escuela coránica, frente a un 13% que no lo ha hecho, y entre este porcentaje se encuentran seis mujeres
118
(21%) y sólo dos hombres (3%). Los años de escolarización coránica difieren entre hombres y mujeres pero
Si tomamos como valor medio entre aquellos que fueron apareciendo a lo largo de las entrevistas el
de cuatro años de escolarización, veremos que son los hombres quienes mayoritariamente reciben una
educación más prolongada. Así, el 100% de los fulas y el 97% de los saraholes han acudido cuatro años o
más a la escuela, frente al 78% de los mandingas. Entre las mujeres, este porcentaje se reduce casi de forma
escolarización formal, "moderna", es pública y no obligatoria. Se realiza en escuelas de carácter mixto que
brindan a las niñas un tipo de enseñanza igualitaria, sin límite de edad. Las clases en un principio son
impartidas en la lengua local mayoritaria y paulatinamente se va introduciendo el inglés, idioma oficial del
país. En las áreas rurales, este tipo de educación se está extendiendo de forma lenta pero progresiva, y ha
incorporado la enseñanza del árabe para captar con mayor facilidad nuevos alumnos. Los saraholes son
especialmente reacios a enviar a sus hijos a estas escuelas ya que prefieren una educación islámica, y si lo
hacen, desde luego son las niñas quienes menos oportunidades tienen. Según el informe regional del
UNICEF (1991), el 61% de la población infantil está escolarizada, aunque persisten las diferencias entre
sexos. Entre la población adulta, casi el 25% ha tenido acceso a una educación formal y el nivel de
En nuestro estudio de Salt, estas cifras se reproducen con exactitud: el 74% de la población adulta
no ha asistido a escuelas modernas, frente a un 26% que sí ha realizado estudios en diversos grados.
También aquí aparecen diferencias significativas entre hombres y mujeres y entre las distintas etnias de
pertenencia (gráfico 6). Como mencionábamos anteriormente, se confirma el escaso acceso de la población
sarahole a este tipo de escuela: el 89% (hombres y mujeres) no ha realizado estudios formales. Entre los
hombres, el 41% de los mandingas, el 11% de los saraholes y el 27% de los fula tienen algún grado de
119
escolarización, habiendo completado sus estudios primarios el 18% de los mandingas, el 6% de los
Entre la población femenina se nos presenta una situación singular. Mientras que un 67% de las
mujeres mandingas no han estado escolarizadas, un 17% ha concluido sus estudios primarios. Se trata de
dos personas procedentes de zonas urbanas, al igual que la mujer wolof que completó sus estudios
primarios y secundarios en Dakar. Entre las fulas, también se registra un alto grado de escolarización que
gratamente contrasta con la realidad mayoritaria. Tradicionalmente son las niñas fulas quienes más jóvenes
acceden al matrimonio, alrededor de a los catorce años. Las mandingas y saraholes, lo hacen hacia los
Por lo tanto, a pesar de que el índice de analfabetismo es alto, estamos ante un grupo de
características excepcionales, que sería interesante contrastar de forma cuantitativa con las de otros
Las escuelas de adultos están presentes en el territorio catalán, pero las características de aquellas
adonde acuden los migrantes senegambianos son, en muchos casos, específicas. En primer lugar
merece la primera escuela de adultos para inmigrantes africanos, la Samba Kubally de Santa Coloma de
Farnés. Los enseñantes suelen ser voluntarios que trabajan con los miembros de estos colectivos desde hace
años y que les dedican buena parte de su tiempo. En la provincia de Gerona existe una importante red de
voluntariado procedente de ONG como Cáritas y GRAMC, a la que últimamente se han incorporado
Aunque los objetivos que se persiguen en términos generales son los mismos, es decir, facilitar
120
a) Aprendizaje oral de la lengua dependiendo del tiempo de residencia en nuestro país, ampliación de
vocabulario y familiarización del entorno. Suele introducirse en primer lugar el castellano y una vez
b) La alfabetización es un paso secundario y difícil, ya que el nivel de analfabetismo, como hemos visto, es
elevado. Esto quiere decir que en sus inicios las clases se centran en el aprendizaje motor, en el manejo del
lápiz y en la interpretación del dibujo esquemático, para pasar luego a los números y al alfabeto. Esto ha
permitido que muchos de los alumnos estén en condiciones de leer los nombres de las calles y los precios
en el mercado.
c) La formación profesional es otro de los aprendizajes que facilitan y estimulan la integración tanto social
como laboral. Generalmente estos cursos se imparten en forma de talleres cuyas actividades (costura,
jardinería, hostelería, albañilería, etc.) han sido propuestas por los propios alumnos, respondiendo, en
algunas ocasiones, a sus propios centros de interés. En otros casos, como en Salt, fue el personal sanitario
del ABS quién tomó conciencia de la necesidad de mejorar aspectos relacionados con la salud a través de
una información accesible y práctica, como los consejos de puericultura, la presentación y dosificación de
Las escuelas de adultos suelen impartir las clases en distintos grupos y horarios. Las mujeres
acuden por las tardes y sus actividades son diferentes a las de los hombres, cuyas clases son nocturnas para
adecuarse a la jornada laboral. La mayoría de estas escuelas ofrecen un servicio de guardería para los niños,
con un horario paralelo que facilita a las madres la asistencia a clase. Sin embargo, no debemos dejar de
mencionar los altibajos que se producen a lo largo del curso, por motivos unas veces conocidos, y otras,
desconocidos. Esto provoca situaciones que llegan a desmoralizar a los voluntarios, creando desconcierto y
desencanto. Muchas veces las justificaciones y los razonamientos de los propios africanos, o simplemente
demasiado frío, no apetece salir de casa y los niños se resfrían. En primavera es el mes de ramadán y no hay
121
quien aguante tantas horas de ayuno, y más tarde, quizás se esté cansado o aburrido. Pero lo cierto es que
cuando hay que programar un nuevo curso escolar, las valoraciones son importantes porque contribuyen a
La población de Salt acude a los cursos organizados por la propia escuela de adultos del
Ayuntamiento, sin embargo, los datos que se han recogido, tanto para hombres como para mujeres, no
indican exclusivamente la escolarización en este centro. En el caso de las mujeres, se abrió un registro que
recogía específicamente la asistencia a los talleres de Salt, ya que este sería un dato importante en la
investigación alimentaria para averiguar la aculturación por esta vía. El resultado fue que un 67%, 19 de las
mandingas y saraholes han acudido en un 65% y un 57% respectivamente, frente al 36% de los fulas. Y
también son los mandingas quienes más años de escolarización han recibido: un 18%, entre 4 y 6 años
(gráfico 7).
Significativamente, las mismas mujeres saraholes que no acudieron a las escuelas modernas en
origen (89%), tampoco lo han hecho en destino (89%). Pero quienes accedieron a este tipo de educación en
África y se encontraron con la oportunidad de reanudar unos estudios, no perdieron la ocasión. Del 41% de
mujeres mandingas que han estudiado en escuela de adultos, un 31% lo ha hecho en origen. Y entre las
fulas, del 67% que asistió a escuela de adultos, el 50% lo hizo en África y tiene un nivel de escolarización
superior a los cuatro años. Creo que este es un resultado no sólo interesante sino estimulante y que abre
paso a una futura investigación más profunda sobre el tema, donde las historias de vida podrían aportar
datos relevantes sobre las relaciones entre géneros, en el terreno de la educación, y en el desarrollo de las
mujeres en países donde, incipientemente pero con firmeza, se están llevando a cabo políticas de igualdad
de oportunidades .
122
GRÁFICO 5
Asistencia a la escuela coránica
Hombres
Mandinga Sarahole
Asistencia
52% no ha ido 3%
12%
1 a 3 años
4 a 6 años
7 a 9 años 75% 22%
12%
24%
Fula Djola
53%
47%
100%
Mujeres
Mandinga Sarahole
Asistencia
17% 44%
no ha ido 11%
33% 1 a 3 años
4 a 6 años
25%
7 a 9 años
11% 33%
25%
Fula Wolof
33%
17%
17%
100%
33%
123
GRÁFICO 6
Asistencia a la escuela moderna
Hombres
Mandinga Sarahole
36% Asistencia
no ha ido 3%
3%
1 a 3 años 6%
4 a 6 años
6%
7 a 9 años 88%
58%
Fula Djola
18%
9%
73% 100%
Mujeres
Mandinga Sarahole
Asistencia 11%
25%
no ha ido
1 a 3 años
4 a 6 años
8% 7 a 9 años
67%
89%
Fula Wolof
33%
17%
50% 100%
124
GRÁFICO 7
Asistencia a la escuela de adultos
Hombres
Mandinga Sarahole
Asistencia
18% 53%
35% no ha ido
1 a 3 años
4 a 6 años
7 a 9 años
44% 3%
47%
Mandinga
Asistencia
18%
no ha ido
47% 1 a 3 años
4 a 6 años
7 a 9 años
35%
Fula Djola
36%
64%
100%
Mujeres
Mandinga Sarahole
8% Asistencia 11%
no ha ido
59% 1 a 3 años
4 a 6 años
7 a 9 años
33%
89%
Fula Wolof
67%
33%
100%
Abordar los conocimientos lingüísticos de esta población no fue tarea fácil. Su complejidad radica
por un lado en la diversidad de lenguas autóctonas africanas que se hablan en la región de Senegambia,
125
cerca de quince; por otro, en los idiomas oficiales que las distintas colonizaciones introdujeron, como el
inglés en Gambia y el francés en Senegal, y el árabe durante el período de expansión del islam, a cuyo
aprendizaje accede la población al acudir a las escuelas coránicas; y finalmente, en los idiomas del país de
destino, el castellano y el catalán. ¿Una torre de Babel? Para nosotros desde luego que sí, pero los africanos,
La información ha sido recogida de forma detenida y cuidada, con la pretensión de abordar lo más
extensamente posible esta complejidad -unas diez lenguas- y el tratamiento estadístico completo (Kaplan,
1995). Se han cruzado categorías que hemos considerado fundamentales para establecer distintos niveles de
conocimiento de las lenguas por etnia, por sexo, por lugar de nacimiento (rural/urbano) y, en el caso de los
idiomas de destino, por tiempo de residencia en nuestro país. Los gráficos que se presentan son elocuentes y
por lo tanto, un análisis pormenorizado de cada uno de ellos implicaría una abundante dosis de paciencia
por parte de todos. Organizar estos registros de forma clara y comprensible ha supuesto un enorme
esfuerzo, cuyos resultados espero que puedan ser de utilidad para otros trabajos que pongan énfasis en
cuestiones lingüísticas.
Me vais a permitir que introduzca una anécdota en este "galimatías". Cuando estaba intentando
poner orden, después de varios días de clasificar y reclasificar este material, llegaron a casa dos amigos
gambianos que traían unas cartas y cacahuetes enviados por mi familia a través de uno de ellos, que
acababa de regresar de sus vacaciones en Gambia. Desde luego no era el mejor de los momentos para
recibir visitas. Todo estaba lleno de papeles, frecuencias, crosstabs, gráficas y borradores. Al preguntarme
qué era ese desorden, les dije que me había liado con tantas lenguas y que aquello no había quién lo
entendiera. Me contestaron que "los blancos se lían con el castellano y el catalán, nosotros no tenemos
problemas". En ese momento me vino a la mente la tragedia de Ruanda y les dije que "los negros tampoco
se lo montan demasiado bien". Su respuesta fue "nosotros somos negros de Gambia, no de Ruanda". Yo les
metí en el mismo saco; ellos también a los blancos. Pero la semejanza de "reflejos etnocéntricos" acabó con
risas y con una larga sentada que contribuyó a aclarar ideas y organizar el material. Me sugirieron que
separara “por un lado las lenguas negras y por otro las blancas", y así lo hice. De esta forma, el análisis
126
En cada uno de estos apartados vamos a hacer un desglose por grupos étnicos y sexo para poder
averiguar el dominio de las diferentes lenguas de cada colectivo senegambiano residente en Salt. Las
categorías escogidas han sido de expresión ("habla"), comprensión ("entiende"), lectura ("lee") y escritura
("escribe"), y en los valores que hemos otorgado a cada una de ellas, se distinguen tres niveles básicos:
frecuencia;
- Para "lee":
- Para "escribe":
Las lenguas autóctonas que mayoritariamente se hablan en la región de Senegambia son, por este
orden, el mandinga, el wolof, el fula y el sarahole. Existen además lenguas serer, djola, aku (creole),
manjako y bambara. Todas ellas se caracterizan por ser ágrafas, es decir, que carecen de escritura. Por este
motivo, las categorías escogidas han sido sólo "habla y entiende", segmentadas en los tres niveles ya
explicitados.
geográfica de los individuos. Es decir, quienes habitan en zonas urbanas hablan su propia lengua, el
127
mandinga como lengua mayoritaria, y el wolof, que es hablado en los centros administrativos y comerciales
de la capital, Banjul. En Senegal, el wolof es hablado por la mayoría de la población, como primera o
segunda lengua, siendo además de carácter oficial junto con el francés. En las zonas rurales, suelen hablar
además de la propia lengua, otra con la que han tenido proximidad residencial o contactos históricos
interétnicos, como los que hubo entre los fulas y saraholes, que tienen una presencia importante en el
extremo oriental del país -en la región de Basse, en la División de Río Alto- y en el norte de Senegal -en la
región de St. Louis-. En Gambia, también es frecuente el uso del mandinga como segunda lengua y
vehículo de comunicación entre distintas etnias. Recordemos que, de acuerdo con los datos provisionales
Por todo ello, en el análisis de las lenguas africanas vamos a introducir la variable del lugar de
nacimiento (rural o urbano). En términos generales, vemos que más del 70% de la población de Salt habla y
128
GRAFICO 8
Lenguas africanas (general)
Mandinga Wolof
75,3%
54,8%
72,0%
53,8%
Nivel
80 sin dificultad 60
33,3%
31,2%
con dificultad 50
60
no puede 40
14,0%
18,3%
17,2%
12,9%
40 30
9,7%
7,5%
20
20
10
0 0
habla entiende habla entiende
Sarahole Fula
48,2%
54,8%
54,8%
45,2%
38,7%
35,5%
39,8%
37,6%
60 50
50 40
18,3%
16,1%
40
30
30
7,5%
5,4%
20
20
10 10
0 0
habla entiende habla entiende
129
Población mandinga
- Wolof: En términos generales, los hombres hablan y entienden sin dificultad esta lengua en el 35% de los
casos, un 47% lo hace con dificultad y un 18% la desconoce. Quienes proceden de zonas urbanas, como ya
hemos comentado, tienen un mayor dominio del wolof, que contrasta notablemente con las personas que
viven en ámbitos rurales. Las mujeres, entre las que existe una fuerte presencia de individuos procedentes
- Sarahole: Más del 80%, tanto hombres como mujeres, no hablan ni entienden esta lengua, y los pocos
individuos que lo hacen, proceden de zonas rurales donde la mayoría de los habitantes son saraholes, a
excepción de una mujer mandinga que vivió con sus abuelos maternos, saraholes, durante su primera
infancia.
- Fula: Esta lengua es desconocida para más del 80% de la población, y quienes tienen un nivel de
División de Río Bajo y de la División de Isla Mc Carthy, donde conviven mandingas y una mayoría de
fulas.
Población sarahole:
- Mandinga: Esta lengua es hablada y entendida sin dificultad por la mayoría de la población sarahole:
70% de los hombres y 55% de las mujeres. Con dificultad lo hacen en un 16% y un 22% de los casos,
respectivamente.
- Wolof : Más del 60% de los hombres y la totalidad de las mujeres desconocen el wolof. Un 30% de los
- Fula: Entre los hombres sarahole, el fula es hablado y comprendido en un 50% de los casos, frente a casi
un 30% que lo domina con dificultad, y un 20% que lo desconoce. Entre las mujeres, más de la mitad no
tiene conocimientos de esta lengua, frente a un 33% que lo habla sin dificultad y un 44,4% que lo entiende
sin dificultad.
130
Población fula:
- Mandinga: Más de la mitad (54,5%) de los hombres fulas no hablan ni entienden mandinga, frente a casi
un 37% que lo habla sin dificultad y un 45% que lo entiende sin dificultad. Entre las mujeres, casi un 67%
- Wolof: El nivel de desconocimiento del wolof es idéntico al del mandinga, tanto para los hombres como
para las mujeres (54,4% y 67%). Sin embargo, entre los hombres, un 27% lo habla y un 36% lo entiende sin
- Sarahole: En términos generales, esta lengua es desconocida por más del 60% de la población y sólo una
mujer fula, casada con un sarahole, lo habla y entiende sin dificultad. El 18% de los hombres lo habla y
entiende correctamente y otro 18% lo hace con dificultad. Proceden de zonas rurales.
Para resumir este apartado, diremos que la lengua mayoritariamente hablada por el conjunto de la
población, de procedencia rural y urbana, es el mandinga. El sarahole sólo es hablado por otras etnias de
origen rural, al igual que el fula, con excepción de un individuo urbano sarahole que durante su proceso
migratorio realizó escala laboral en Mauritania y aprendió esta lengua entre los fulas de Futa Toro. El wolof
es hablado prácticamente por todos los individuos de procedencia urbana -recordemos que es la lengua
utilizada en los medios administrativos, tanto en Gambia como en Senegal- y algunos saraholes de áreas
rurales. El colectivo que mayor dominio de las lenguas africanas tiene es el sarahole, seguido de los fulas.
Hay que destacar que entre los hombres, un 70% habla sin dificultad el mandinga y el 50% el fula. En
términos generales, también destaca el mandinga como segunda lengua hablada tanto por saraholes como
por fulas. La población mandinga es la que menos lenguas conoce porque tiene menor dificultad de
comunicación, y la que más habla el wolof. En el siguiente cuadro tenemos una sinopsis de las lenguas
africanas habladas sin dificultad por los distintos miembros de la población residente en Salt.
TABLA 5
131
Lenguas africanas habladas sin dificultad
ETNIAS LENGUAS
MANDINGA SARAHOLE WOLOF FULA
MANDINGAS
Hombres 6% 35% 50%
Mujeres 8% 58% 8%
SARAHOLES
Hombres 70% 30% 50%
Mujeres 55% 0% 33%
FULAS
Hombres 36% 18% 27%
Mujeres 33% 33% 17%
Las lenguas extranjeras ó “blancas” que hemos recogido son cinco: árabe, inglés, francés,
castellano y catalán. El análisis de estos items no se realizará por grupos étnicos y lugar de nacimiento
como lo hicimos en el caso de las lenguas africanas, sino por cada una de las lenguas, en las cuatro
categorías que más arriba mencionábamos. Aquí no sólo nos proponemos medir los diferentes grados de
conocimiento de las lenguas que los diversos colectivos tienen de acuerdo con su pertenencia étnica y sexo,
sino más bien en términos generales qué nivel de dominio poseen, y en particular, en el caso del castellano,
de qué forma van introduciendo este idioma a medida que llevan más tiempo residiendo en nuestro país.
Recordemos que las variables que intervienen en el conocimiento de las otras lenguas extranjeras, son
- Árabe:
Este idioma, en términos generales, es desconocido por más de la mitad de la población. A pesar de
que un 20% y 25% lo hablan y entienden sin dificultad, es superior el porcentaje entre aquellos que poseen
conocimientos de árabe porque ha tenido mayores oportunidades de recibir una educación continuada y
132
prolongada, y entre ellos, los saraholes. Las mujeres lo desconocen en más de un 90% de los casos, y
- Inglés:
El dominio del inglés es muy bajo porque la escolarización moderna también lo es, y la procedencia
es mayoritariamente rural. En términos generales, el conocimiento sin dificultad de esta lengua es algo
superior al 15%, mientras que alrededor del 20% puede hablar y expresarse en ella con cierta dificultad.
Más de la mitad de los hombres y las tres cuartas partes de las mujeres lo desconocen. Son los hombres
mandingas quienes manejan con mayor fluidez el inglés (47%) y las mujeres mandingas y fulas (16%).
Entre las mujeres saraholes sólo el 11% lo entiende con dificultad y ninguna lo habla.
- Francés:
El francés es desconocido por la mayoría de la población (85%), siendo los fulas quienes mayor
dominio de él tienen. Recordemos que la población senegalesa es muy poco significativa en nuestro
estudio, y que prácticamente todos ellos pertenecen a este grupo étnico, con la excepción de un hombre
- Castellano:
El nivel general de conocimiento del castellano entre la población es medio. Casi un 50% lo habla
sin dificultad, un 56% lo entiende sin dificultad, alrededor de un 35% lo habla y comprende con dificultad,
un 15% no lo habla y cerca de un 10% no lo entiende. Los niveles de lectura y escritura sin dificultad son
bajos, alrededor de un 15%, y quienes tienen dificultades pero manejan los números, pueden leer los
nombres de las calles o firmar, alcanzan el 35%. La mitad de la población no puede leer ni escribir (gráfico
9). Estos porcentajes varían ligeramente si hablamos de la población masculina, destacando sobre todo el
descenso entre quienes no pueden hablarlo ni entenderlo. Entre las mujeres, los tres niveles de habla y
entiende presentan aproximadamente un 33% cada uno, destacando el 40% de quienes lo entienden sin
dificultad. El analfabetismo alcanza el 68% entre la población femenina frente al 40% de los hombres, pero
las mujeres que pueden escribir sin dificultad (18%) son más que los hombres (14%).
Por etnias y tiempo de llegada, son los hombres mandingas quienes mejor dominio del castellano
tienen, y en términos generales, como cabría esperar, a medida que llevan más años de residencia en
133
nuestro país, los conocimientos aumentan. Pero a pesar de ello, también es verdad que algunos hombres que
han llegado hace más tiempo, incluso más de ocho años, tienen dificultades de expresión y comprensión.
Las mujeres, a partir de los 3-5 años de residencia en España, ya tienen un buen dominio de la lengua, sin
dificultades serias. Los porcentajes de alrededor del 20% entre aquellas que no hablan ni entienden, se
- Catalán:
nulo, debemos tener en cuenta que la escolarización universal de los niños significa, en la práctica, el
aprendizaje sistemático de este idioma y la incorporación del mismo como una de las lenguas vehiculares.
La percepción de los adultos respecto a la utilización del catalán por parte de los niños no constituye fuente
de conflicto, de un lado por la familiaridad con la realidad multilingüística existente en la sociedad africana,
y por otro, atendiendo a las expectativas que el dominio de la lengua podría abrir a sus hijos.
GRÁFICO 9
Lenguas extranjeras (general)
134
Castellano Árabe
61,3%
55,9%
53,8%
58,1%
49,5%
49,5%
70
51,6%
50,5%
60 Nivel
sin dificultad 60
35,5%
35,5%
50
34,4%
33,3%
con dificultad 50
29,0%
29,0%
40
25,8%
40
20,4%
20,4%
no puede
18,3%
19,5%
15,1%
15,1%
16,1%
30
12,9%
30
9,7%
20 20
10 10
0 0
habla entiende lee escribe habla entiende lee escribe
Inglés Francés
79,6%
78,5%
90,3%
89,2%
84,9%
83,9%
100
62,4%
80
59,1%
70 80
60
50 60
22,6%
21,5%
40
18,3%
16,1%
15,1%
15,1%
40
30 9,7%
9,7%
6,5%
8,6%
5,4%
8,6%
5,4%
6,5%
20
2,2%
1,1%
20
10
0 0
habla entiende lee escribe habla entiende lee escribe
He incluido los comentarios que siguen sobre el asociacionismo del colectivo senegambiano en
Cataluña dentro del capítulo dedicado a las prácticas religiosas, porque parece que se produce una
redefinición de la estructura social a partir de aspectos formales, que tienen su origen en la organización
ceremonial. Es realmente difícil separar aspectos sociales que afectan ámbitos religiosos, de otros aspectos
más convencionales que se refieren a la readaptación funcional de los migrantes. En este sentido, parece
existir una cierta tendencia, aunque no generalizable, a constituir asociaciones donde los aspectos
territoriales y étnicos substituyan la disponibilidad de una amplia red de parentesco en origen. Las
135
asociaciones no son de carácter religioso, pero ofrecen un marco cultural específico, que ayuda a conformar
Entre la población de Salt, un 43% afirma ser miembro de alguna de estas asociaciones mientras
que un 57% no pertenece a ninguna. El porcentaje es especialmente importante entre los hombres
mandingas y fulas (65% y 64% respectivamente), y significativo entre las mujeres mandingas (75%); el
en las provincias de Barcelona y Gerona, que es donde hay mayor presencia de miembros de estos
colectivos. Estas asociaciones reproducen las estructuras y algunas de las funciones de los kafos. Entre los
hombres, las asociaciones están distribuidas por ámbitos territoriales, como por ejemplo Jama Kafo en
Mataró, EASU en Premià de Mar, Musa Molo en Calella, Meragemu Kafo en Banyoles, Kairau Fuladú en
Suelen tener sus propios locales donde se reúnen periódicamente para discutir asuntos que afectan a sus
Estas asociaciones sirven de apoyo a quienes han llegado recientemente e intentan ofrecer
información sobre temas relacionados con permisos de residencia y de trabajo, contratos laborales,
particularmente entre aquellos que no saben leer ni escribir. Desde 1990, algunas de estas asociaciones
participaron en las manifestaciones y acciones conjuntas con otras ONG en la plataforma “Catalunya
Solidària amb els Immigrants Estrangers”, y en 1994 decidieron formar la Asociación Gambiana de España
(GAS), una especie de federación que engloba a todas las asociaciones gambianas de España.
Las mujeres tienen su propia asociación, la Musu Kafo, cuyos miembros mayoritariamente son
mujeres mandingas y cuyo ámbito territorial abarca toda Cataluña. Las funciones de esta asociación son
distintas a las de los hombres, ya que sirve como red de apoyo a las demás mujeres, especialmente a las
madres primerizas, y es la encargada de la celebración de rituales específicos, como los bautizos (kulyó), y
136
de febrero. Es decir, que son las mujeres quienes han asumido responsabilidades reproductivas culturales,
de carácter intraétnico, mientras que los hombres se ocupan más de cuestiones administrativas y políticas,
afectan diversos aspectos de la vida cotidiana: prescripciones en la alimentación, el ayuno, las relaciones
entre géneros, las relaciones familiares e interpersonales, las plegarias diarias que todo creyente practicante
debe realizar.
La frecuencia sagrada de culto que marca el islam es de cinco veces al día, dos por la mañana, dos
por la tarde y una por la noche. En la encuesta preguntábamos a los individuos cuántas veces al día rezaban
y los valores que dimos fueron tres: menos de dos veces, dos veces y más de dos veces al día. Esta
selección no fue arbitraria, ya que por las lecturas del Corán, el trabajo de campo y las estancias
etnográficas realizadas, sabíamos que generalmente oraban en dos ocasiones, por la mañana al levantarse y
por la noche, antes de acostarse. Además, el Corán establece en la ázora XVII, aleya 80, lo siguiente:
- 80 "Cumple la oración desde la caída del sol hasta la entrada de la noche, y la lectura de la aurora.
- 41 "¡Oh creyentes! Repetid con frecuencia el nombre de Dios y celebradle mañana y tarde".
- 42 "¡Cantad su loor durante la aurora y el ocaso! Él y sus ángeles ruegan por vosotros para sacaros de
La totalidad de las respuestas fueron más de dos veces al día, a excepción de un hombre mandinga
que contestó menos de dos veces. En el caso de las mujeres sabemos que esta frecuencia puede ser cierta,
pero entre los hombres que trabajan y permenecen durante el día fuera de casa, en términos generales no se
cumple. Sin embargo, todos aseguraron cumplir con los mandatos islámicos. En las zonas urbanas de
origen, donde algunos hombres se han incorporado al comercio o como funcionarios en las distintas
137
administraciones públicas, por ejemplo, éstos sólo realizan dos plegarias: una por la mañana, llamada Al-
El espacio sagrado de culto entre los musulmanes está determinado por razones de género. A los
hombres es a quienes está permitido acudir a la mezquita, mientras que a las mujeres su acceso les está
vedado hasta que entran en la fase menopáusica25 y por lo tanto se les ha retirado la menstruación, que
como hemos explicado anteriormente, es un elemento contaminante que no debe entrar en contacto con los
lugares sagrados.
Durante toda su etapa reproductiva fértil las mujeres restringen sus oraciones a un ámbito privado,
doméstico, para evitar de esta forma "distraer la atención de los hombres", como me comentaba el imam de
una mezquita de Gambia. A las mujeres "viejas" les está permitido rezar en estos espacios sagrados de
culto, pero nunca junto a los hombres, sino en una ala lateral o en los porches de la mezquita.
En Senegal y Gambia, tanto hombres como mujeres suelen rezar en el propio domicilio, aunque los
hombres mayores que tienen más tiempo libre, acuden para cada oración a la mezquita. Sin embargo, los
viernes, Al-Jumaa, "día de la reunión", todos los hombres asisten, vestidos con chilaba, a la oración del
En Salt, todos los individuos rezan en sus hogares, ya que no existe un lugar de culto específico
para los musulmanes en esta localidad. Algunos se desplazan los viernes por la tarde al oratorio destinado
para este fin en la ciudad de Gerona. Y cuando realizábamos las visitas durante este día, los hombres lucían
El ayuno prescriptivo durante el ramadán es seguido por el 97% de los individuos adultos
residentes en Salt, y sólo 3 hombres solteros no lo realizan. Los niños y los enfermos están exentos de su
cumplimiento, y según las diversas interpretaciones, las mujeres embarazadas y lactantes también. El Corán
- 179 "¡Oh creyentes! Os está prescrito el ayuno, del mismo modo que ha sido prescrito a los que os han
25
En Gambia, creen que las mujeres envejecen en función de su ciclo reproductivo. Se las considera "viejas" cuando
acaban su período fértil, mientras que los hombres no son nunca viejos sino sabios, porque no pierden la capacidad
reproductora.
138
- 180 "El ayuno no durará más que unos cuantos días. Pero el que está enfermo o de viaje y que no haya
podido cumplir el ayuno en el tiempo prescrito, ayunará después un número igual de días. Los que,
pudiendo soportar el ayuno, lo rompan, darán a título de expiación el alimento de un pobre. Todo el que
realiza voluntariamente una obra de devoción, obtiene más. Ante todo, es bueno que observéis el ayuno, si
conocéis la ley".
- 181 "La luna creciente de ramadán, durante la cual descendió el Corán de lo alto para servir de dirección a
los hombres, de explicación clara de los preceptos, y de distinción entre el bien y el mal, es el tiempo en
que hay que ayunar. Todo el que vea esta luna debe disponerse en el acto a ayunar. El que esté enfermo o
de viaje ayunará después un número igual de días. Dios quiere vuestro bienestar y no quiere vuestra
molestia. ¡Terminad el período de ayuno! Quiere únicamente que cumpláis el número exigido y que le
glorifiquéis, porque os dirige por la senda derecha. Quiere que seáis agradecidos".
El día en que finaliza el ayuno del mes de ramadán, los musulmanes celebran el Koriteh,
generalmente entre los miembros del propio recinto doméstico. En Cataluña, suelen festejarlo en sus
domicilios y en compañía de parientes y amigos, que con frecuencia proceden del mismo pueblo. Dos
meses más tarde es la matanza del cordero, una gran fiesta de carácter colectivo llamada Tobaski,
organizada generalmente por las mujeres de la asociación Musu Kafo. Cada año cambian la localidad de la
celebración para no centrar los desplazamientos a Mataró o Premiá de Mar, y permitir de este modo que
En este apartado sobre la religión y la migración nos parece importante considerar la prescriptiva
peregrinación a La Meca como un hecho que ha comenzado a ser relevante por la frecuencia con que se
produce y por lo que nos revela respecto a las expectativas globales del proyecto migratorio, tanto en origen
como en destino, que no se limitan a cuestiones de bienestar material sino que trascienden a esferas más
amplias de realización personal. El Corán señala que todo buen musulmán debe, por lo menos una vez en la
vida, realizar una peregrinación a La Meca, el hadjdj. Y así lo establece en su ázora II, aleya:
- 192 "Cumplid la peregrinación y la visita en honor de Dios. Si estuvieseis impedidos, eximíos por la
ofrenda que os sea asequible, una oveja. No os rasuréis la cabeza hasta que llegue la ofrenda a su lugar de
inmolación. Quien de vosotros estuviese enfermo o tuviese un mal en la cabeza, pues realizará su rescate
139
mediante el ayuno, limosna o sacrificio ritual. Cuando estéis seguros, cualquiera que haga uso de la visita
hasta la peregrinación pues sacrifique la ofrenda que le sea asequible. Quien no tenga, haga ayuno de tres
días en la peregrinación, y de siete cuando regrese, eso es, diez días completos. Esto sirve para quien no
tiene su familia presente en la Mezquita Sagrada. El bien que hagáis, Dios lo sabrá. ¡Temed a Dios y sabed
- 91 "En él hay aleyas manifiestas: el lugar de Abraham; cualquiera que entre en él, está seguro. Dios ha
impuesto a los hombres el deber de la peregrinación al Templo para quien pueda conseguir un sistema de
hacerla".
Últimamente se han registrado casos entre los inmigrantes senegambianos que llevan más tiempo
residiendo en destino, en los que envían dinero a sus padres para que puedan realizar esta peregrinación.
Entienden que, una vez han construido la vivienda sólida, han podido reagrupar a su familia y han ayudado
en la medida de lo posible a los otros parientes residentes en el lugar de origen, es el momento de dar la
oportunidad a sus padres para que realicen el sueño de todo buen musulmán.
140
TERCERA PARTE
141
Capítulo I.- En torno a algunas cuestiones de salud
Los pueblos mandingas reconocen diferentes estados de enfermedad que son percibidos y
conceptualizados de acuerdo con la gravedad que socialmente se les concede y con la importancia que
culturalmente se le otorga a determinados síntomas. Así por ejemplo, para la "normalidad", para el estar sano,
no tienen ningún nombre o expresión. Simplemente, están bien. Situaciones concretas son expresadas con los
siguientes términos:
- Balamakuyá: refleja anormalidad en el cuerpo, cuando una persona se queja de algún dolor o
- N'sasata-le: es una expresión utilizada para decir que parece que se trata de algo serio, que es motivo
de preocupación.
- Kuranta-le: hace referencia a una enfermedad prolongada o grave, cuya curación no es rápida, como
por ejemplo la tuberculosis. Existe un reconocimiento y una diferenciación respecto a las enfermedades
crónicas.
- Apatata-le: significa “muy cansado” y es un término utilizado para los enfermos terminales o para
Los síntomas más frecuentes que reconocen son los vómitos, diarreas, tos, dificultad en respirar y
edemas. La anemia es identificada fácilmente porque dicen que "la persona empalidece y las palmas de las
manos se vuelven blancas". Utilizan el término de aielo-banta-le, que significa "cuando la sangre se acaba".
Las fiebres son habituales y se expresa un estado febril como m'balo be kadime, "me duele todo el
cuerpo, estoy caliente". Es utilizado generalmente en casos de malaria o neumonía. Las convulsiones son
frecuentes y están relacionadas con las altas fiebres provocadas por el paludismo, especialmente en los niños,
que son llevados al marabout en el caso de los saraholes, mientras que los fulas y mandingas van en la medida
142
de lo posible al Centro de Investigación Médica, cuando la proximidad lo permite. No siempre acuden al
Centros de Atención Primaria, aunque paulatinamente se van incorporando a este nuevo sistema sanitario
cuando es accesible en términos de distancia. Sin embargo, cuando son las mujeres viejas las que tienen
convulsiones, se lo atribuyen a la posesión de los espíritus y se las llama ku-mboyoo, ku significa cabeza y
mboyoo, caer. Reconocen dos tipos de convulsiones: a) akajara jara, que significa rigor, rigidez; b) akaketu,
Se dan casos de convulsiones sin razón médica específica, especialmente cuando muere un niño en el
momento del nacimiento. La madre entra en trance y tiene síntomas parecidos a una verdadera convulsión; su
estado de inconsciencia llega a durar hasta media hora. Nadie hace nada, sólo observan a la mujer que "está
muy enfadada y lucha con los espíritus que le han robado al niño".
Quién está a cargo del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades depende de dos factores
determinantes: el tipo de afección y las posibilidades de acceso a un Centro de Atención Primaria, medidas en
Entienden que la medicina europea de los tubaabs puede ser eficaz pero es demasiado complicada y su
tratamiento difícil de seguir. Hay un importante desconocimiento de la dosificación que debe administrarse y
Los viejos recetan y preparan medicinas caseras para enfermedades menores, empleando hojas, raíces,
flores, cortezas de árbol y frutos para hacer infusiones y cataplasmas. El neem es un árbol enorme que se
encuentra en todo el territorio senegambiano y en buena parte de la sabana africana; se utilizan sus hojas, que
son muy amargas y tienen un alto contenido de quinina, para curar el paludismo. Su aplicación es
indispensable para bajar la fiebre y además posee propiedades desinfectantes. Es utilizado también para lavar
143
2.- Especialistas sanitarios
Las ding-mutalaa o TBA's (Traditional Birth Attendants), comadronas tradicionales, son las
responsables de asistir, en Gambia, a más del 80% de los nacimientos. Han aprendido de sus madres y de sus
abuelas los métodos tradicionales de atención de partos por un proceso de observación y participación informal.
En general suelen ser mujeres mayores, agricultoras analfabetas, y sus servicios son retribuidos con dinero,
Durante el alumbramiento, en la primera fase del ritual de separación, sólo están autorizadas a
permanecer las mujeres viejas y la ding-mutalaa. Las mujeres jóvenes no pueden presenciar el parto y mucho
menos aquellas que no han sido madres y las mujeres estériles del kañalengo kafo. Los hombres jamás están
presentes y el padre puede ver a su hijo sólo al séptimo día después de celebrado el ñyamboo.
Las mujeres dicen que no temen al parto aunque es un acto rodeado de tabúes, precisamente por los
altos riesgos de muerte que comporta. En la parte de atrás del m'bunbah, colocan unos sacos vacíos en el suelo
y la mujer parturienta se recuesta sobre la espalda o bien pare de rodillas, aprovechando al menos tres kilos de
gravedad natural. Cuando nace el niño lo dejan en el suelo llorando hasta que sale la placenta, y es entonces
cuando cortan el cordón umbilical con hojas de afeitar o un cuchillo, y lo atan con trozos de tela. El cordón y la
placenta son inmediatamente enterrados y cubiertos de arena, porque dicen que han de volver a la tierra. La
placenta es enterrada por la ding-mutalaa con el lado materno hacia abajo, pues si lo hace al revés, creen que la
madre no podrá volver a tener hijos. Lavan al niño y lo envuelven en un bamburang. Estas especialistas
sanitarias son capaces de reconocer a los niños que nacen con bajo peso e incluso predicen si sobrevivirán o
morirán.
Durante los primeros días sólo dan de beber al bebé agua hervida con azúcar o miel, hasta la subida de
la leche. El calostro no es ofrecido al niño porque dicen que es "leche mala". En la segunda fase del ritual, la
144
de marginación, la madre permanece los siete primeros días junto al niño, recluidos en una habitación. Una
mujer vieja, a veces la ding-mutalaa, acude a hacer unos baños y masajes en el cuerpo a la madre. Hierven
hojas de banana y de aguacate, y el caldo obtenido de esta cocción es volcado en una palangana grande donde
la mujer es sumergida. Luego le hacen masajes utilizando las hojas de la preparación. Utilizan también el
bambo tuló, un aceite muy denso de cocodrilo que traen desde Mali (Sidibeh, 1984) para evitar las estrías en los
pechos y en el vientre durante el embarazo. A partir del séptimo día y hasta que el niño camina, recibe unos
masajes diarios que parecen la “puesta en marcha” de las articulaciones, untado con este aceite para que su piel
no se escame.
Estas comadronas tradicionales son generalmente kufanungte, es decir, que tienen poderes
sobrenaturales y pueden captar la presencia de demonios y luchar contra ellos. Cuando nace el niño las mujeres
hablan mal para evitar que se lleven su alma. Incluso a la madre se le pide que ignore al niño y no lo mire para
no demostrar su interés por él. En algunas ocasiones, estas mujeres pueden ser a la vez ngnansingbah, madre
de las iniciadas, porque reúnen las cualidades necesarias requeridas para este ritual, son mujeres adultas de
avanzada edad, poseen poderes sobrenaturales, están reconocidas y legitimadas por la comunidad.
Determinados programas de actuación de diversas ONG, como UNICEF, que tienen que ver con la
prevención de la alta mortalidad y morbilidad de las madres parturientas y los neonatos, se basan en la premisa
de que estas sociedades ya tienen sus propios individuos, localizados en prácticamente cada aldea, responsables
de las curaciones físicas, psíquicas o sobrenaturales: curanderos, marabouts, herboristas y las propias parteras.
La estrategia para llevar a cabo distintos programas radica en entrenar a estas ding-mutalaa por una razón
básica: que están legitimadas por la propia sociedad desde tiempo inmemorial. De esta manera se utilizan redes
145
Creencias tradicionales conviven con el islam, que penetró tardíamente en la región de Senegambia,
hacia 1855, cuando los marabouts buscaron la dominación política, social y religiosa. El proceso culminó con
la guerra de los marabouts-soninké, donde fueron claros vencedores los primeros (Hailey, 1965; Klein Martin,
1968; Sonko Godwin, 1986). El 90% de la población actual de Senegambia es musulmana, y en Gambia, a
excepción de los mauritanos, pertenecen a dos cofradías principales: tiyane o tijanniya y qadirrya.
Frecuentemente, no siempre, los imams son también marabouts, personajes que gozan de un gran
prestigio y respeto dentro de la comunidad. Además de atender sus funciones ceremoniales religiosas diarias,
de la atención a los bautizos y funerales, de ejercer de maestros en las escuelas tradicionales coránicas y ser los
En el caso del viejo mandinga Sankung Jatta y también en el del anciano sarahole Buna, padre de un
migrante afincado hace muchos años en Santa Coloma de Farnés, han sido sus padres y sus abuelos quienes les
han enseñado los secretos de este arte y oficio que ha sido su profesión durante siglos, y a la cual sólo pueden
acceder los hombres. Ninguno de los dos son imames, pero poseen profundos conocimientos del Corán. Desde
muy pequeños acuden a leer y escribir el árabe en la escuela coránica, y es a partir de la adolescencia temprana
cuando comienzan a acompañar a su padre al bosque para aprender a distinguir las plantas y los secretos de las
hierbas.
De niños comparten las consultas con su padre, de modo que la gente puede apreciar su interés y así,
todos afirman que serán unos buenos marabouts, porque "hay muchos marabouts, pero sólo unos pocos somos
realmente buenos. Muchos ejercen porque es el único oficio que tenemos", me comentaba Sankung, aunque
sólo en ausencia de su padre podía curar mientras fue joven. Como en toda sociedad gerontocrática, se confía
más en la sabiduría de los viejos. No es necesario ser kufanungte, ya que la gente cree que Dios está con ellos y
Sankung dice que puede curar una gran variedad de enfermedades porque conoce y sabe aplicar
distintas técnicas. Le he observado practicar una especie de acupuntura, que efectúa con un cuchillo y otros
elementos metálicos punzantes, que quema previamente con fuego y que clava de forma muy suave en el pecho
146
y en la frente para curar los dolores de cabeza y la tos. También realiza otro tipo de curaciones con el cuerno de
una vaca, tratado previamente, succionando el agujero hecho con un cuchillo a través del cuerno, para aliviar
diferentes dolores y quitar "la sangre mala". Después de este tratamiento, el paciente debe ingerir durante tres
Para los dolores de estómago, prepara un caldo con una raíz llamada bisako, que hierve junto con
aceite de palma, carne de pollo y maíz molido. Cuando acuden los pacientes con dolor de muelas, hierve la
corteza de un árbol llamado kulingo y hace baños de vapor en la cara. Dice que puede curar algo que se podría
traducir como psicosis, la impotencia sexual en los hombres, la esterilidad en las mujeres (con una raíz que
A veces dice que los hospitales le remiten pacientes enfermos de “horse worms” que no pueden curar.
Se trata de unos gusanos que causan enormes heridas en las piernas. Los cura con un preparado de aceites y
hojas, y luego les da a los enfermos una infusión para beber y limpiar el cuerpo.
Escribe sus secretos en árabe, en una especie de pizarra pequeña llamada ualáh, con una tinta especial
que prepara con cortezas de árbol de mango o nueces de cola. Luego lava el ualáh y con el agua hierve las
raíces. Otras veces esta agua, a la que se da el nombre de nasoo, es utilizada para realizar abluciones.
Los jujus en mandinga o krikri en wolof, son amuletos mágicos que protegen al individuo, basados en
versos coránicos, hierbas, raíces, cortezas y otros elementos, que son envueltos en trozos de cuero y cosidos.
Se confeccionan a petición del cliente y según el fin al que se quieren destinar. Pueden servir para dar buena
suerte, prevenir accidentes, evitar embarazos, alejar a las brujas, evitar la penetración de cuchillos, la
El juju es un elemento sincrético. Por un lado toma versos del Corán que varían de acuerdo con la
función a la que van destinados y por otro incluye elementos mágicos provenientes de los antiguos cultos
tradicionales africanos. Sankung dice que los jujus están hechos en nombre de Dios porque dentro hay un trozo
de Corán y por ello no pueden entrar en contacto con determinados elementos que son considerados sucios,
contaminantes y ofenden a Dios, como los excrementos, la orina, la sangre menstrual y el semen. Se colocan
147
en distintas partes del cuerpo en las que no existe peligro de contaminación, y son confeccionados en forma de
collar para el cuello, la cintura o el brazo, y algunas mujeres los llevan en la cabeza, sujetos al cabello. Estas
bolsitas de cuero pueden tener formas diversas, pero al preguntar a Sankung qué diferencia había entre una y
otra, me respondió con otra pregunta: "¿Por qué las pastillas de los tubaabs tienen formas y colores distintos?
"
Me comenta que ha viajado una vez a París, llamado por su hermano pequeño que ha emigrado hace
unos diez años, para atender la demanda de los africanos residentes allí, aunque ha comprobado que muchos
dejan de creer en los marabouts porque la sociedad es distinta y no les necesitan: "vuestros demonios no son
Tuve la gran suerte de entablar una buena y a la vez curiosa relación con Sankung Jatta, quien me
invitó a pasar unos días con él para que conociera "la vida en el wulah", donde él iba a recoger plantas para
preparar su farmacopea. A medida que recorríamos el bosque iba nombrando cada una de las especies y
explicando las propiedades medicinales o alimentarias de los frutos, las hojas, la savia, las cortezas y las raíces
de los árboles y arbustos. Se sentía halagado por mi interés cuando le hacía preguntas sobre lo que él me
transmitía, aunque honestamente unos conocimientos más amplios de botánica hubiesen hecho más fecunda la
Sin embargo, intentaba despistarse y no responder a una cuestión que le había planteado hacía tiempo
sobre el porqué de la enfermedad. Se limitaba a decir que "Dios trajo la enfermedad y el sufrimiento, la luna y
el sol, el frío y el calor. La vida conlleva sufrimiento y la enfermedad es una de las maneras de sufrir". Luego
me decía que "enfermedad y salud han estado siempre unidas y que Dios creó la enfermedad para que la gente
entendiera que Él ha sido creador de todo y que puede hacerlo todo. Si eres fuerte en espíritu y cuerpo como un
monstruo, serás muy sano. Cuando te enfermas, te das cuenta de que Dios existe y recurres a Él. No puedes ir
independientemente por el mundo porque cuando algo te ocurra, recurrirás a Dios. Tú solo no eres nadie".
Cuando le pregunté entonces porqué los niños enfermaban, aseguró que "los niños enferman como
forma de alertar a los padres, para que sepan que deben cuidar de sus hijos. Según la enseñanza básica del
148
islam, los niños pertenecen y vienen de Dios. Cualquier enfermedad que sufren debe ser entendida como
enviada por Dios y los padres tienen la obligación hacia Dios de mantener a los niños limpios para que puedan
adorarle correctamente, de alimentarlos y cuidarlos para que, cuando crezcan, cumplan los deseos de Dios".
Durante el tercer y último día de nuestra estancia en Brufut, por la noche, alrededor del fuego, ocurrió
algo que pareció mágico para poder comprender muchas de las cuestiones con las que estaba trabajando. El
"El mundo fue creado por Dios. Adama y Awa (Adán y Eva) fueron parte de esta creación. Awa
cometió el primer pecado mordiendo y comiendo la fruta prohibida que le dio la serpiente. Adama
mordió la fruta pero no la tragó porque apareció un ángel y lo impidió. Al tercer día de lo ocurrido,
Awa menstruó y fue la primera enfermedad sobre la tierra. Sólo Awa pecó y por ello tiene la
en una calabaza y la enterraron. Tres días más tarde creció un árbol y a los tres días dio un fruto, la
nuez de kola. La kola es sangre de mujer y significa vida, pero también enfermedad y sufrimiento de
149
Capítulo II.- En torno a algunas cuestiones sobre reproducción
La virginidad sigue siendo en los medios rurales un atributo social importantísimo y es responsabilidad
de las madres que las sungkutó bah lleguen vírgenes al matrimonio. Es también un honor para las madres, ya
que significa que han cuidado y educado a sus hijas según las normas sociales establecidas y han sabido ejercer
el control y vigilancia que de ellas se espera. Por una mujer que no es vírgen se puede incluso reducir el precio
a negociar en el momento de establecer los acuerdos nupciales. En las áreas urbanas, si las adolescentes
quedan embarazadas antes del matrimonio, por un lado se les prohíbe continuar asistiendo al colegio por el mal
ejemplo que representa hacia sus compañeras de clase; y por otro, el padre exige a la madre la devolución del
dinero invertido en los estudios de la niña, como castigo por su conducta negligente. Representa más una
A las mujeres les está fuertemente penalizado por el Corán cualquier tipo de relación extramatrimonial
y de desobediencia al esposo, cuyo resultado final es el repudio. Sin embargo, sabía por las conversaciones con
algunas amigas que vivían en áreas urbanas, que éstas mantenían contactos fuera del seno conyugal con sus
amantes, los seris. Unas veces lo justificaban como simples provocaciones al marido para conseguir el divorcio
o para darle celos, aunque la mayoría de las veces era una búsqueda de algo que no sabían exactamente qué era.
Puede resultar muy difícil conceptualizar de forma transcultural la dimensión y complejidad del paisaje
y placer sexual. A pesar de que parece claro que el máximo órgano de estimulación del placer en la mujer es el
clítoris, cabe preguntarnos qué ocurre con la mujer que ha sufrido una mutilación genital. Si carece del placer
clitoridiano, ¿es posible que pueda desarrollar más y mejor otras zonas erógenas del cuerpo?
Al ir rotando las mujeres cada dos días las permanencias nocturnas conyugales, se crea una especie de
competencia por complacer al marido y convertirse así en la favorita. Piensan que el acceder a la petición del
150
hombre demuestra que son buenas esposas, que Dios las compensará y que los hijos nacidos de estas uniones
El significado que para el hombre tiene la relación sexual con sus esposas, de acuerdo con las
respuestas que he podido recoger, tiene tres ejes fundamentales: los hijos, la necesidad y el placer. En realidad,
lo que se espera de ellas es que sean prolíferas procreadoras, buenas protectoras y nodrizas abnegadas. En este
sentido Reveyrand (1982) comenta que "la predestinación biológica de la mujer es para los hombres la
Para las mujeres, estas relaciones tienen connotaciones muy distintas, cuyo carácter es obligatorio
como buena esposa: por una parte para complacerle y por otra, para recibir los hijos que su marido transporta
en el semen y que sólo pueden ser depositados en su interior mediante este contacto físico.
Las interpretaciones culturales de estos hechos biológicos varían dependiendo de las regiones, pero
concretamente entre los pueblos de Senegambia, tienen que ver con la asignación cultural de los papeles
reproductores del hombre y de la mujer, donde la madre recibe los hijos que el hombre lleva en su semen, los
cría en su interior y luego los expulsa al exterior. Marcel Griaule (1987) escribe respecto al valor global de esta
relación, que para los dogón, "el semen es a la vez soporte, forma y materia de la fuerza vital del mundo,
mujer quien debe desarrollar la semilla depositada en su vientre. Cuando varias de las esposas que ha tenido un
hombre son “estériles”, se dice que sobre esa familia ha recaído una maldición.
Cuando una mujer ha perdido varios niños durante el embarazo, cuando han nacido muertos, han
muerto al nacer, antes del séptimo día, o cuando han fallecido antes del destete, el primer hijo que nace sano y
llega al séptimo día, en que se celebra la tercera fase del ritual de agregación, el ñyamboo, se le impone un
nombre llamado bonoto. Bono es perder y to nombre. Existen diversos bonoto como por ejemplo Manlafi, que
significa "no quiero", para hacer creer a los espíritus que la madre ya no quiere más niños y que los demonios la
dejen en paz. Con este mismo sentido se utilizan otros nombres como Tunko (déjame atrás), Fayi (tíralo),
151
Suntukung (basurero), Nyama (hierba) y Kenbugul (en wolof, el que nadie quiere). A manera de súplica se
les puede otorgar el nombre de Alahnsó (Dios dámelo), o Tombong (lo he encontrado). Otro nombre utilizado
con frecuencia es el de Fadyeko, que es el término con el que identifican el sonido de los monos mandriles en
los árboles: se cree que las gestaciones de los mandriles son satisfactorias y que Dios es generoso con ellos.
Lo cierto es que nunca hablan de la belleza del bebé, ni de la salud de los niños, ni felicitan a los
padres, en la creencia de que pueden alertar a los malos espíritus para que vengan en busca del alma del
pequeño.
El kañyalengo kafo está formado por un grupo de mujeres que son estériles o que repetidamente han
perdido sus hijos al nacer o antes. Llevan una calabaza colgando del cuello a modo de collar, para ser
fácilmente identificables, lo que interpreto que representa simbólicamente el útero materno. Se les niega el
ceremonias, ya que, según las distintas etnias, algunas son consideradas como poseídas por malos espíritus o
verdaderos monstruos. Intentan llamar la atención de la gente y se les asigna el papel de amenizar algunas
fiestas, a manera de bufones, porque creen que así podrán tener hijos al captar la atención de la gente. Estas
mujeres son las encargadas de dar los nombres bonoto. En Bakau acuden, vestidas de rojo, a ofrecer comida a
la laguna de los cocodrilos sagrados de Bojangkunda, en Katchikally, porque piensan que estos animales tienen
A partir de las actitudes, ideas y prácticas referidas a la sexualidad y a la reproducción en la vida de las
mujeres senegambianas en origen, como apoyo a la centralidad de este universo, y como reflejo de una
situación tímidamente cambiante, vamos seguidamente a ver la variabilidad en los procesos de integración
social, aculturación e identificación de este colectivo femenino en una situación de desplazamiento como es la
152
En el planteamiento inicial del proyecto, los aspectos relacionados con la fecundidad y la
específico. Sin embargo, a medida que el trabajo de campo sobre prácticas alimentarias avanzaba,
iban perfilando como adaptativos y funcionales para la integración social de estas familias en destino.
Recordemos que Gambia es el cuarto país africano en crecimiento demográfico y que en algunas de
sus regiones la tasa de fecundidad es de 7,4 (Kuntaur), estimándose que en el año 2020 se doblará su
población. Tengamos también en cuenta que en África sólo un gran número de hijos garantiza la continuidad
de la comunidad, ya que la mortalidad y morbilidad infantiles son muy elevadas y son muchos los niños que
mueren antes de cumplir los cinco años de vida. Por otro lado, los hijos significan riqueza porque también
generan riqueza, y un hombre gana consideración dentro del grupo en la medida en que esté respaldado por
Tengio Urrio (1991) comenta que la sociedad africana tradicionalmente siempre se ha preocupado por
la supervivencia de los last born y que, por ello, se ha mostrado contraria a los embarazos producidos durante
el período de lactancia. Por este motivo se ha practicado algún tipo de regulación de la fecundidad, como la
abstinencia sexual post-parto -apoyada por la creencia de que el semen contamina la leche materna-, el uso del
alkunut -una cuerda que prepara el marabout para que las mujeres lleven alrededor de la cintura- o del
dabakurtó -un trozo de cuerda de los pantalones que el marido da a la esposa para que ate también a su
cintura, para prevenir una nueva gestación mientras amamanta al niño y mantiene relaciones sexuales-, y el
hecho de que las mujeres "cansadas y con el vientre profundo" entierren la placenta hacia abajo para no
Ya que el interés de la investigación estaba centrado en algunas cuestiones que creía fundamentales
para la integración social, la aculturación y la identificación de esta población, me pareció no sólo oportuno
153
sino interesante, incorporar aquellos cambios que se están produciendo en esferas tan íntimas, cotidianas y
trascendentes como la sexualidad, la fecundidad y la contracepción; es decir, qué vías alternativas utilizan de
la cultura de destino para "solucionar" una cuestión que también preocupa en la sociedad de origen.
Coincidiendo en el tiempo, se tuvieron contactos con el director del Centro de Estudios de Población
y Desarrollo de la Universidad de Harvard, el demógrafo Allan Hill, y con la antropóloga Caroline Bledsoe,
de la Universidad del Noroeste, de Estados Unidos, que estaban realizando un estudio conjuntamente con el
Consejo de Investigación Médica británico en el área de Farafenni, en la División de Orilla Norte de Gambia,
occidentales en particular.
El acceso a esta investigación y el trabajo de campo específico realizado en esta zona rural, me
permitieron acercarme a un conocimiento más profundo, imprescindible, de las normas sociales vigentes en
origen, interiorizadas y sostenidas culturalmente, de los cambios que allí se están produciendo, y contrastarlos
posteriormente con su aplicación, reinterpretación, adaptación y, por lo tanto también, cambios que se
producían en Cataluña. Los objetivos del estudio se centraron en la aproximación al modelo de maternidad y
a sus determinantes inmediatos entre las mujeres migrantes senegambianas en edad reproductiva en destino.
El objetivo prioritario fue la construcción de un diseño que permitiera la comparación de este modelo
con la investigación realizada en Gambia, para poder apreciar los cambios que se estaban produciendo entre el
paradigma de fecundidad natural en origen -que en la literatura demográfica aún se mantiene como
característico de la población del África subsahariana en general- y las variables que intervienen en el proceso
Es decir, necesitaba saber qué tipo de interacciones existían entre la lactancia materna, el período de
amenorrea post-parto, el tabú de abstinencia sexual post-parto, las relaciones sexuales, la contracepción y la
planificación familiar, en un entorno donde la distribución espacial de las relaciones conyugales es distinto,
drástica y donde las redes enculturativas de aprendizaje y apoyo tradicionales están ausentes, apareciendo
154
otras nuevas, ajenas a su propia cultura. Para ello era necesario conocer el acceso que tienen estas mujeres a
los centros de planificación familiar, el tipo de demandas que realizan, cuándo, cómo, para qué, porqué y de
Las unidades de observación se configuraron a través de las historias clínicas pertenecientes a mujeres
procedentes del área de Senegambia, usuarias de los centros de planificación familiar tanto de Salt (Gerona),
como de Mataró (Barcelona). A este material documental se han añadido todos los datos procedentes del
Se diseñó una ficha técnica que permitiera recoger por un lado los datos personales, poniendo especial
precisamente para determinar la variabilidad en los procesos estudiados-, que cruzaríamos con la edad, la
etnia, el tiempo de llegada o residencia en España y la existencia o no de hijos nacidos en África. Por otro
lado la ficha recogía diferentes aspectos de la historia obstétrica de esta población femenina, que incluían la
totalidad de embarazos -especificando aquellos nacimientos producidos en África y en España-, los hijos
fallecidos, abortos e interrupciones voluntarias del embarazo (IVE), fechas de nacimiento de los niños, fecha
del último parto, fecha de la primera visita realizada al centro, si en el momento de esta visita estaba lactando
o no, y cuál era la demanda efectuada. En caso de petición contraceptiva, cuál fue el método escogido, si se
había producido un cambio de método, el porqué de este cambio, y en la actualidad cuál se estaba utilizando.
usuaria con otros centros de planificación, tanto en origen como en destino, y si se utilizaban métodos
autóctonos africanos y cuáles. Desafortunadamente esta información no se pudo extraer de las historias
clínicas ni del conocimiento empírico de las profesionales sanitarias de Salt y Mataró que, aunque la
consideraban de gran interés, aducían que la barrera lingüística existente entre unas y otras hacía incluso
Esta dificultad en la comunicación verbal, unida a una toma de datos en muchos casos sesgada según
la actitud de la persona que abría una nueva historia clínica, y al desconocimiento generalizado de aspectos
155
culturales de origen sobre la concepción de la salud, la fertilidad, la fecundidad y la contracepción, resultaron
en una obtención de información muy inferior a la deseada. Aun así, cabe destacar que en general existe una
actitud paciente, solidaria, y un verdadero interés humano y profesional del personal sanitario de estos dos
centros.
Los datos extraídos de las historias clínicas de Mataró, así como la valoración de cada una de las
mismas, se realizó conjuntamente con la Dra. Hildegard Maussbach, ginecóloga y coordinadora del Centro de
Atención a la Mujer de Mataró, y con Ángeles Castillo, enfermera y antropóloga del centro, a quienes
nuevamente agradezco su interés por esta investigación y el enorme tiempo dedicado. Fue necesario, también,
mantener una sesión de trabajo con la psicóloga del centro, para profundizar en los motivos expuestos por las
usuarias durante las entrevistas personales para tomar la decisión de las interrupciones voluntarias del
embarazo.
En el caso de Salt, han sido las doctoras Rosa María Jaumá, médica de familia, y la pediatra Nadette
Viñamata, así como algunos miembros del personal de enfermería, quienes han prestado apoyo y colaboración
en todo el estudio y han formado parte del equipo interdisciplinar constituido en Salt. Gracias a la formación
de este grupo de trabajo y a los talleres sociosanitarios que se impartieron durante el curso 92-93, fue posible
apreciar el interés que demostraron tanto las mujeres como los hombres de estos colectivos senegambianos,
por las cuestiones relacionadas con la planificación familiar, y, a través de la observación participante en los
mismos, constatar qué tipo de conocimiento, desconocimiento y prejuicios positivos o negativos previos
Este trabajo se completó con una larga discusión en profundidad con el personal sanitario del Centro
de Planificación Familiar de Premià de Mar (Barcelona), para contrastar algunas de las hipótesis que se
estaban poniendo a prueba en la investigación, y con algunos cursos impartidos a personal sanitario que con
Asimismo, se realizaron entrevistas en profundidad a algunas de las usuarias de estos servicios, sobre
todo a aquéllas con las que ya existía una relación personal importante. Fue incluso posible mantener dos de
156
estas entrevistas contando con la presencia de ambos cónyuges, lo que enriqueció enormemente la discusión y
permitió conocer algunas de las "negociaciones" que tienen lugar en el seno de la pareja. Creo que en el
futuro sería interesante ampliar este estudio con una visión más de género, para conocer el papel de los
hombres en la toma de decisiones que afectan a la construcción familiar, y analizar el cambio ideológico que
se produce en este sentido y que puede afectar, incluso, a las expectativas de retorno.
Por otra parte, se organizaron grupos de discusión donde participaron seis mujeres mandingas
residentes en Salt, que llegaron en distintos momentos a Cataluña, y entre las cuales había primíparas y
mujeres que habían tenido hijos en Gambia y, por lo tanto, eran conocedoras de las pautas culturales de origen
concernientes al mundo de la fecundidad, a la crianza de los niños y a los cuidados de la salud materrno-
infantil.
En Gambia, el trabajo se centró en la investigación de Hill y Bledsoe sobre una población de 2.979
mujeres, pertenecientes a los grupos étnicos mandinga, fula y wolof. Mi colaboración en este estudio
las field workers que trabajan en este proyecto, responsables de la recogida de datos y visitas mensuales.
También hubo entrevistas con el Departamento Médico y Sanitario de Gambia y con la Asociación de
Planificación Familiar de Gambia (Gambia Family Planning Association), en las que fue importante conocer
las diferencias y los cambios que se están produciendo en las zonas urbanas, especialmente entre la población
adolescente soltera, y cuáles son los programas que desde estos organismos se están llevando a cabo tanto en
las zonas rurales como urbanas26. Ambos centros cuentan con la colaboración, asesoría y recursos financieros
26
Hace un par de años han comenzado un programa de radio llamado "Pa Kube Jara", que tiene un gran éxito. Dramatizan
situaciones familiares cotidianas sobre temas sanitarios y de planificación familiar. Se emite una vez por semana en wolof
y otra en mandinga, con una duración de 15 minutos cada una. Han constatado que muchas de las mujeres que acuden a
los centros de la Asociación de Planificación Familiar de Gambia lo hacen gracias a los mensajes de confianza que
han recibido a través de este programa radiofónico. Publican material informativo (pósteres, folletos, fascículos, etc.) para
desmitificar la contracepción. Recientemente, debido al fuerte incremento de enfermedades como la gonorrea y la sífilis, y
de embarazos en adolescentes solteras, especialmente en las áreas urbanas, han editado un vídeo en inglés, mandinga y
wolof como material de apoyo y difusión sobre enfermedades de transmisión sexual y contracepción, para ser emitido en
las escuelas, clubes de futbol y de baloncesto. Colaboran también con el Programa Nacional de Control del Sida en la
distribución de preservativos y aconsejan sobre el correcto uso de los mismos. Trabajan especialmente con aquellos
grupos considerados de riesgo por su alta movilidad, como las prostitutas, la policía, la gendarmería y los transportistas.
157
internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Fondo de las Naciones Unidas para la
Hopkins.
Una parte importante de la bibliografía utilizada son publicaciones de estas dos instituciones y los
artículos de Allan Hill y Caroline Bledsoe fundamentalmente, así como otros trabajos realizados sobre
contracepción en el mundo islámico subsahariano (Askew et al., 1992; Hertrich, 1997; Simons, 1980; Turner,
1992; Ulijaszek, 1993; Urrio, 1991, entre otros citados en la bibliografía específica sobre salud y
reproducción), con especial atención al área de Senegambia, y una lectura analítica detallada del Corán, en
cuatro traducciones distintas, en lo referente a estos aspectos y con este contexto teórico como base.
Del total de las cincuenta historias clínicas con las que se ha trabajado, nueve corresponden al Centro
de Planificación Familiar de Salt y a la totalidad de las usuarias senegambianas de esa localidad. Las restantes
cuarenta y una pertenecen al Centro de Atención a la Mujer de Mataró y al 70% de las mujeres visitadas en el
Por grupos étnicos, el 54% de las historias corresponden a población sarahole, un 26% a mandingas y
un 18% a fulas. Es necesario aclarar que, obviamente, en las historias clínicas no figuraba ni el país de origen
ni, por supuesto, la etnia de pertenencia. Por ello, los expedientes fueron en un primer momento
seleccionados (de un total de 11.000 usuarias en el caso de Mataró) de acuerdo con los nombres y apellidos, a
los que, gracias a la ayuda y registro específico de Ángeles Castillo, se añadieron nuevas historias que se iban
abriendo. La primera clasificación étnica fue realizada tomando como criterio el origen del apellido; luego, en
un segundo paso, se contrastó con los propios miembros del colectivo. Sin embargo, es necesario puntualizar
que muchas veces, debido a antiguas interrelaciones históricas o a los matrimonios interétnicos, donde la
158
mujer toma el nombre del esposo, la etnia asignada puede no corresponderse con la etnia real de pertenencia o
adscripción étnica. Este tipo de distorsiones es inevitable y es extremadamente difícil que no afecte a los
estudios que se quieran realizar tomando a la etnia como base, entre la población subsahariana.
Bien, nos encontramos ante una población joven, situándose el porcentaje más importante de usuarias
(82%) entre 15 y 29 años, mientras que las siete mujeres mayores de 30 años representan el 14%. Las edades
oscilan entre los 15 y los 42 años, siendo los grupos más numerosos los comprendidos entre 15 y 19 años
(28%), 20 a 24 años (36%) y 25 a 29 años (18%). La distribución de edades según la etnia de pertenencia nos
indica que las usuarias mayores de 30 años de edad son más numerosas entre las mujeres fulas (22%), aunque
los individuos mayores de 36 años son dos mujeres mandingas y una mujer sarahole.
Las edades registradas en las historias clínicas corresponden a las fechas de nacimiento que constan
en las cartillas de la Seguridad Social y que han sido tomadas de los datos del pasaporte, o bien directamente
Si se tiene en cuenta que las mujeres, en el área de Senegambia, contraen matrimonio en edades muy
tempranas (las fulas hacia los 14 años y las saraholes y mandingas hacia los 16), se puede pensar que algunas
de las usuarias comprendidas en la franja de 20 a 24 años podrían ser aún adolescentes, y las mayores de 40
años, más jóvenes. Pero también es verdad que desde el momento en que se convierten en esposas hasta que
llegan a España a través del proceso de reagrupación familiar, y hasta que el marido consigue reunir el dinero
suficiente y la documentación necesaria para el desplazamiento, pueden transcurrir algunos años y la edad
entonces, ser más aproximada a la que realmente consta en el pasaporte, siempre superior a los 18 años.
Una correcta aproximación a la edad de estas mujeres es fundamental en el momento del parto, ya
que se ha registrado, tanto en el Hospital de Santa Caterina de Girona como en el Hospital de Mataró27, una
27
Según el informe del Servicio de Obstetricia del Hospital de Mataró (1993), la frecuencia de anestesias generales en
las mujeres inmigrantes fue del 7% frente al 3% de las mujeres españolas. En el caso de Santa Caterina, donde están
comenzando a trabajar estadísticamente estos datos, la apreciación fue recogida en entrevistas a un anestesista y a una
comadrona del centro.
159
prevalencia importante de anestesias generales debidas a partos de carácter distócico, posiblemente motivadas
por la edad adolescente de las parturientas. Pero también es cierto que algunos profesionales sanitarios
comentan con honestidad y preocupación, que las enormes dificultades de comunicación con estas pacientes,
especialmente las primíparas, que han llegado hace poco tiempo y que carecen de la ayuda de un "intérprete"
en el momento del parto, puede ser otro de los factores importantes que determinan la aplicación de una
anestesia general.
A este respecto, en el informe Migrations Santé (1985) sobre la maternidad de las mujeres del África
negra en Francia, se recoge un estudio del Hospital Saint-Antoine de París donde se afirma que existen
diferencias significativas en la administración de anestesias entre esta población y la autóctona: las africanas
La población del estudio, en el 94% de los casos, está casada, mientras que sólo un 6%, es decir tres
mujeres, son adolescentes solteras, segundas generaciones que han nacido en Gambia y han llegado a destino
Respecto al tiempo de permanencia en nuestro país, hay que destacar que el 28% de las mujeres han
llegado hace un año o menos de un año; si a esto le sumamos el 6% que tiene residencia de dos años, vemos
que un 34% de la población, es decir, 17 mujeres, tiene maridos que han podido acogerse al proceso de
Por grupos étnicos, se aprecia que el tiempo de permanencia en España es similar entre las mujeres
mandingas y saraholes, destacando un 23% de mujeres mandingas que tienen residencia superior a los ocho
años, frente a un 11% de las saraholes, mientras que entre las mujeres fula, este tiempo se reduce a un máximo
de entre 5 a 8 años en un 11% de los casos; sin embargo es importante destacar que un 44% de ellas han
En resumen, cabe señalar que las características sociográficas de la muestra, que han sido extraídas
como posibles variables fundamentales para el análisis diferencial de los colectivos senegambianos, son las
28
Acuerdo del Consejo de Ministros de 7 de junio de 1991 sobre la regularización de trabajadores extranjeros en España.
160
siguientes: una población femenina perteneciente a los grupos étnicos sarahole, mandinga y fula, en edad
Se han registrado un total de 104 embarazos en las historias obstétricas de esta población, de los
cuales 83 (79,8%) corresponden a gestaciones a término, con hijos actualmente con vida: 18 (17,3%) nacidos
en África y 65 (62,5%) nacidos en España. Se han producido 5 (4,8%) pérdidas de fetos o abortos
espontáneos y se han practicado 7 (6,7%) interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) (ver gráfica 10).
De las siete mujeres que tienen hijos fallecidos, una de ellas ha perdido tres. Resulta estadísticamente
muy significativo que de este total de 9 fallecidos, todos hayan muerto en África29, exceptuando un
29
La tasa de mortalidad infantil (- 5 años) en Gambia, según el censo de 1983, es del 167/1.000, aunque existen
diferencias significativas entre algunas zonas urbanas y rurales. Por ejemplo en Banjul, la capital, se sitúa cercana al
95/1.000, mientras que en la región más oriental del país, en la División de Río Alto, asciende a 195/1.000. Según los
datos facilitados por el Centro de Investigación Médica en 1990, esta cifra podría haberse reducido al 120/1.000, según
consta en el informe de UNICEF Gambia (1992).
161
GRÁFICO 10
Historias obstétricas
Total embarazos = 104
Total hijos vivos = 83
Total hijos fallecidos = 9
Total abortos = 5
Total IVE = 7
Hijos vivos ninguno
4% uno
8% 26% dos
12% tres
cuatro
cinco
seis
22%
28% siete
Embarazos
Mandinga 4% 2%
14%
Asistencia
18% 12%
no ha ido
47% 1 a 3 años
4 a 6 años 26%
14%
7 a 9 años
35%
28%
162
IVE
4%
6% ninguno
uno
dos
tres
90%
Abortos
Mandinga 2%
Asistencia 4%
18%
no ha ido
47% 1 a 3 años
4 a 6 años
7 a 9 años
35%
94%
163
Hijos fallecidos
ninguno
uno
86%
12%
tres
2%
Mandinga
Asistencia
18%
no ha ido
47% 1 a 3 años
4 a 6 años
7 a 9 años
35%
164
Si contáramos con cifras más altas de migrantes senegambianas y se mantuvieran estas distribuciones,
estos resultados nos señalarían un grado altísimo de significación estadística, ya que se da una pérdida de casi
el 10% del total de nacimientos. Es necesario aclarar que en muchos casos se trata de niños que han nacido
muertos, han muerto al nacer o antes del séptimo día desde su nacimiento, presumiblemente por
complicaciones durante el parto, por tétanos neonatal, porque han nacido con muy bajo peso o prematuros30.
Como decíamos en la primera parte, un niño no es considerado "persona" hasta que es bautizado, se le impone
un nombre y es aceptado por la comunidad como un nuevo miembro, al séptimo día. Esta ceremonia recibe el
nombre de ñyamboo y forma parte de la tercera fase, la de agregación, del ritual del nacimiento. Cuando un
niño fallece antes de ser bautizado, se le da el nombre de atambitah, que podríamos traducir como que "ha
pasado de largo", y es enterrado sin plegarias en algún lugar del bosque por la abuela o la ding-mutalaa, la
comadrona tradicional. Sin embargo, cuando un niño muere después del ñyamboo, es decir que ya tiene
entidad de persona, recibe el nombre de afaatah, es bendecido con plegarias y enterrado en el cementerio de la
comunidad.
cultural y personal se convierte en tragedia. Siendo en estos países la mortalidad infantil tan elevada, parece
que ha sido necesario dar una explicación cultural y un consuelo social al dolor que indudablemente provoca
esta pérdida. Existe un dicho muy popular que podría resumir este fenómeno: Bono folo metajang, que quiere
decir que "los primeros hijos no están aquí por mucho tiempo". Las condolencias más frecuentes que reciben
los padres son una forma de "gratificación" o consuelo , como por ejemplo:
- Malaika fureo mu giyati beteleti, que significa "el alma del pequeño os recibirá con bondad en el cielo".
- Al-ah maa ajosayo tariyala, que se podría traducir como "Dios te ayudará a reemplazarle muy pronto".
Siguiendo con nuestro estudio, por universos se describe que, entre las mandingas y fulas, un 31% y
33% respectivamente no tienen ningún hijo, frente al 22% de las mujeres saraholes. En el caso de las
mandingas hay que recordar que tres usuarias (6%) son adolescentes solteras, mientras que entre las fulas
30
Royal Victoria Hospital Survey 1992. Banjul, Gambia.
165
existe una demanda significativa del centro de planificación, expresada en términos de "deseo de embarazo"
Tomando en consideración la variable del tiempo de permanencia de un año y los hijos nacidos en
España, se aprecia que tanto entre las mujeres mandingas como saraholes se han producido nacimientos en el
15% de los casos, que concuerdan con los porcentajes del tiempo de permanencia. Es decir, que del 15% de
mujeres mandingas que han llegado hace un año, todas han tenido un hijo en destino. Del 19% de saraholes
que tienen residencia de un año, casi el 15% lo han hecho. Y entre las mujeres fulas, un 33% han dado a luz
del 44% llegadas en el mismo período de tiempo. Esto nos indica que existe una estrecha relación entre
ambas variables y que mayoritariamente se producen embarazos en cuanto se reagrupan los cónyuges. Esto
no sólo es elemental en la reagrupación cuya finalidad sea precisamente la construcción familiar, sino que
Las mujeres mandingas y saraholes, a partir de los tres años de residencia, tienen dos hijos o más.
Para las mujeres fulas, los datos nos demuestran que, de las nueve mujeres, cinco han tenido sólo un hijo en
España, con independencia del tiempo que llevan residiendo en destino, y que cuatro de ellas no tienen
ninguno, pero sí tienen hijos nacidos en África. Estos resultados, unidos al gran deseo de embarazo como
motivo de consulta entre la población fula, nos llevó a indagar con mayor profundidad en las historias clínicas
respectivas.
Averiguamos que, en dos casos, las mujeres tenían hijos nacidos en Gambia y no respondían a
ninguna patología que pudiera impedir su fecundidad. Sin embargo, sus maridos presentaban esterilidad
sexual, contraídas en destino, lo que contradice los extendidos rumores y prejuicios sobre la importación de
estas enfermedades, junto con el sida, de África. Coincidentemente, estos hombres, mientras residieron solos
en España, compartieron la misma vivienda durante varios años. En muchos casos, la población masculina
establece relaciones sexuales "a domicilio" con prostitutas toxicómanas que tienen localizados algunos pisos
donde habitan africanos. Estos hombres manifiestan enormes dificultades para acceder a un tipo de
166
"servicios" en condiciones de higiene controlada ya que, cuando intentan hacerlo, con frecuencia son
detenidos por la policía en la calle para su identificación. De esta forma, jóvenes heroinómanas que
difícilmente tendrían otro tipo de clientes, se ofrecen a domicilio durante los fines de semana a un precio muy
económico (1.000/2.000 pts.), que varía según el número de individuos que quieran mantener contactos
sexuales, ya que su finalidad es conseguir la cantidad de dinero suficiente para la compra del "pico". Estas
circunstancias son fundamentales para comprender el empeoramiento de la salud sexual y reproductiva de esta
Por tramos de edad y número de hijos nacidos en España, encontramos que entre las mujeres de 15 a
19 años, siete no tienen hijos, seis tienen uno y una mujer tiene dos. En el segmento de 20 a 24 años, cinco
individuos no tienen hijos mientras que ocho tienen uno y las restantes cinco tienen dos hijos nacidos en
España. Las mujeres de entre 25 y 29 años presentan el mayor número de nacimientos: entre tres y cinco
hijos. Las mujeres de 30 a 35 años tienen entre uno y cuatro, y de las de edades comprendidas entre los 36 y
42, una no tiene hijos, otra tiene uno y una tercera tiene dos.
Entre las mujeres que han tenido hijos en África, son las mayores de 30 años las que mayor número
de nacimientos registran, pero esto no es en absoluto significativo respecto de aquellas de la misma edad que
no tienen hijos nacidos en origen. Sin embargo, es importante destacar que la mayoría de mujeres (78%) no ha
tenido hijos en África y por lo tanto son primíparas en destino, es decir, que no han sido iniciadas como
madres y por lo tanto no han tenido acceso a los conocimientos del mundo de la fecundidad ni a los cuidados
materno-infantiles propios de su cultura, transmitidos por las mujeres viejas que suelen ser las madres, suegras
y las ding-mutalaa .
Si a estos datos añadimos una correspondencia entre quienes sólo han tenido hijos nacidos en destino
y entre quienes han tenido hijos en África, veremos que los primeros nacimientos en destino (36%) tienen
lugar, de acuerdo con el análisis inicial, durante el primer año de llegada a nuestro país, con independencia de
tener hijos nacidos en África o no. Y también queda claro que no podemos establecer significación alguna
entre el tiempo de residencia en nuestro país, el hecho de que tengan o no hijos en origen y el número de hijos
167
que tienen en destino. Las dos mujeres que no tienen hijos en destino pero sí en origen y que han llegado hace
tres y cinco años respectivamente, son aquellas fulas cuyos maridos presentan esterilidad secundaria.
Del análisis de las historias genésicas, es importante destacar que existe una voluntad femenina y
masculina de engendrar en cuanto se produce la reagrupación familiar; por un lado para demostrar la fertilidad
de aquellas mujeres que no han tenido hijos en origen y quizás no retardar más la edad inicial de la
procreación, y por otro, para asegurar un estatus dentro de la propia familia y del colectivo en su conjunto en
destino.
También debemos resaltar que, si bien es verdad que entre las mujeres de 25 a 29 años el número de
hijos es mayor, a partir de los 30 años no hay un crecimiento progresivo. Esto pone en evidencia que existen
estrategias desarrolladas deliberadamente por las mujeres para limitar los nacimientos y por lo tanto una
voluntad expresa de controlar la procreación y escoger el modelo que consideran más conveniente de acuerdo
con sus propios intereses y su situación personal. Es decir, que necesitan buscar las vías adecuadas para
2.3.- Análisis del acceso y demandas efectuadas a los centros de planificación familiar
¿Cómo, por qué y para qué llegan las mujeres senegambianas a los Centros de Planificación Familiar?
¿Qué tipo de demandas realizan? Éstas son algunas de las cuestiones que se han convertido en piezas
centrales de un puzle y que, unidas a la diversidad de respuestas culturales y personales, a la escasez de datos
y a la complejidad de situaciones, hacen que esta investigación sea un desafío constante para lograr establecer
el equilibrio necesario entre el rigor y la multiplicidad de opciones que presenta la realidad social de estos
colectivos.
168
En Gambia, las mujeres que acuden a los centros centros de asistencia primaria o a las delegaciones
suelen llegar generalmente solas o, en todo caso, acompañadas por algún familiar cercano, especialmente
hermanas, o por alguna amiga. No acuden con su esposo y pocas veces consultan con sus maridos la
conveniencia de tomar precauciones contraceptivas, por temor a la negativa de ellos y a los castigos, que
pueden ser, incluso, motivo de divorcio. Durante el trabajo etnográfico realizado en África, en las entrevistas
realizadas a las mujeres que acudían al servicio de planificación familiar del Centro de Asistencia Primaria de
Farafenni, en el cual se ha hecho una extensa e intensa observación participante, que posteriormente se ha
contrastado con la del Centro de Asistencia Primaria de Bwiam, ubicado en la División Occidental, aparece
claramente reflejada una situación tímidamente cambiante respecto a las concepciones expuestas. De esta
forma, quedan patentes varias situaciones respecto a los métodos contraceptivos que se podrían resumir en
cuatro:
- existe una fuerte competencia entre las mujeres por su situación de poligamia, en cuanto al número de hijos
Por otro lado, podemos pensar que la demanda sería mayor si no fuera porque aún persiste la
creencia generalizada de que se trata de métodos definitivos de contracepción y de que no se podrá volver a
tener hijos. La Asociación de Planificación Familiar de Gambia ha utilizado la estrategia de explicar la acción
de estos métodos comparándolos con el alkunut, que les previene de quedar embarazadas, pero en cuanto se lo
quitan, el poder mágico desaparece sin provocar esterilidad. Otras veces, el argumento religioso, sostenido
especialmente por los hombres, dificulta el acceso de las mujeres a nuevas tecnologías, más eficaces.
En Cataluña, es difícil determinar con precisión cómo se produce el acceso a los centros de
planificación familiar (CPF), debido al problema de comunicación existente entre el personal sanitario y las
169
usuarias. Sin embargo, de los datos que he podido recoger (ver gráfica 11), en un 32% de los casos las
consultas vienen indicadas por el médico de cabecera del Área Básica de Salud de Salt o del Dispensario de
Atención a Minorías Étnicas del Hospital de Mataró, con el "volante" correspondiente. La mitad de estas
peticiones se concretan en una demanda de contracepción; un 13% se refieren a trastornos menstruales que en
algunos casos resultan en pruebas positivas de embarazo, y otro 13% corresponden a una interrupción
voluntaria del embarazo; un 6% derivan de trastornos sexuales, otro 6% son por causas diversas y el restante
6% es de causa desconocida. La información señala que las mujeres acceden al CPF por indicación médica,
La visita por recomendación facultativa de otros centros sanitarios posiblemente sea mayor, aunque
no se realiza mediante "volante" médico sino de forma verbal y por lo tanto no es registrada como tal. Uno de
estos ejemplos es el descrito por Jaumá y Viñamata (1994), quienes afirman que algunas mujeres originan su
demanda en la consulta pediátrica. Otro de los ejemplos viene dado cuando las madres reciben el alta
hospitalaria después del parto, siendo las comadronas las personas encargadas de los consejos puerperales.
Así, explican la relación existente entre el período de amenorrea, la lactancia materna y las probabilidades de
fecundidad. Por ello, indican la conveniencia de acudir a un centro de planificación a solicitar algún método
espaciado conveniente entre el hijo que acaba de nacer y el siguiente (si es que lo hay).
Algunas usuarias llegan a los CPF después de haber consultado con otras mujeres del colectivo sobre
la recomendación de un espaciado intergenésico adecuado, lo que en Gambia llaman el sama wuluwoo, que
significa parto de elefante (cuya gestación es de 22 meses), o porque los cónyuges, generalmente los esposos,
tienen algún tipo de información sobre la existencia de métodos anticonceptivos y su repercución beneficiosa
en la salud de la madre y del niño recién nacido. A diferencia de lo que ocurre en Gambia, en la mayoría de
los casos acuden en compañía del marido, pero si por cuestiones laborales éste no lo puede hacer, envía a
algún amigo, que suele hacer de intérprete entre la esposa y la ginecóloga. Pocas veces acuden solas o
170
Esta realidad nos lleva a reflexionar sobre la consideración de otro hecho importante que se produce
en el proceso de aculturación e integración social, y que se traduce en un cambio profundo en las relaciones
competen a la intimidad de los dos en el seno de la pareja, pero que sin embargo en origen parecen ser un
tema tabú que sólo concierne al mundo de las mujeres. Es decir, que si bien faltan las personas de referencia
culturalmente pautadas en origen para estas cuestiones, que son las mujeres viejas, se establece otro tipo de
soporte31 y se abre un espacio nuevo de comunicación entre hombres y mujeres, nuevas relaciones entre
géneros.
Otros canales de acceso que ha sido posible recoger por distintas vías son diversos y, aunque
puntuales, nos permiten observar el desarrollo de nuevas estrategias que posibilitan la ampliación de la red de
apoyo social de estas mujeres en destino. Así por ejemplo, una usuaria asistió a una demanda de
contracepción con la dueña del restaurante en el que trabajaba, quien además de aconsejarla, pidió hora y la
acompañó. Otro de los casos registrados es el de una mujer embarazada que llegó enviada por una asistenta
social para solicitar un IVE, ya que por su precaria situación económica no deseaba continuar con su
gestación. Una mujer sarahole, alumna de una escuela de adultos, manifestaba desde hacía tiempo un cuadro
depresivo con síntomas de angustia, al no poder quedar embarazada y no saber qué hacer. La educadora le
recomendó que consultara con las profesionales del centro de Mataró y actualmente sigue un tratamiento
específico.
En la misma gráfica 11, vemos que del total de demandas realizadas, un 70% corresponde a
peticiones de contracepción. El momento de esta demanda y el método escogido, serán analizados en detalle
más adelante. A continuación se explica brevemente el repertorio de demandas efectuadas a los CPF, pero se
han reservado dos apartados a la exposición y análisis de los datos referidos a aquellas demandas que indican
31
Coincide con la apertura de otras vías en el establecimiento de nuevas relaciones con el sector sanitario en destino,
fundamentalmente femenino (Kaplan, 1995).
171
cambios fundamentales en la organización de la reproducción del colectivo senegambiano: las interrupciones
a) Trastornos menstruales:
Las tres usuarias que acuden por sufrir transtornos menstruales presentan síntomas y problemas bien
pastillas, que habían sido adquiridas en la farmacia por indicación de una vecina africana que las tomaba antes
de la colocación del DIU. Otro caso cuyo motivo de consulta ha sido registrado como trastornos menstruales,
es el de una mujer que no tenía el período menstrual desde hacía más de dos meses; luego del resultado
positivo de la prueba de embarazo, decide solicitar un IVE. Una tercera paciente presentaba retrasos e
b) Deseo de embarazo:
Cuatro pacientes acuden por deseo de embarazo, existiendo en tres de los casos algún tipo de
esterilidad. Es importante destacar que para este tipo de consulta las mujeres siempre vienen acompañadas por
sus maridos, lo que se podría entender como un grado de aculturación ideológica importante respecto a las
creencias de origen, en cuanto a la posibilidad de ser sometidos ellos a la distintas pruebas de fertilidad.
En una de las parejas que consulta con el centro, el marido tiene un hijo con su primera esposa, que
reside en Gambia, mientras que con la segunda lleva cinco años viviendo en España y ella aún no ha quedado
embarazada, aunque también tienen una niña en origen. Se solicita un seminograma, detectándose esterilidad
secundaria en el hombre, producida por una infección en los conductos a raíz de una enfermedad de
transmisión sexual (ETS). Se le recomienda realizar una operación de microcirugía en la Clínica Puigvert,
que no da un resultado satisfactorio. Su actitud ante la situación se resume con esta expresión: "Dios decide si
172
Otro de los casos es el de una pareja que lleva varios años casada. Ella tiene dos hijos de su anterior
matrimonio, que residen en Gambia. Se realiza al marido un espermiograma que refleja cantidades de
esperma muy bajas y se diagnostica esterilidad producida probablemente como consecuencia de una ETS.
El tercer caso es el de una pareja donde la mujer ha tenido en Gambia tres abortos y un hijo nacido
con malformaciones que falleció a las pocas horas de nacer. Actualmente presenta esterilidad secundaria y su
marido impotencia mecánica y baja espermia. La ginecóloga comenta que se les percibe muy angustiados y
El último caso es el de una mujer joven que llegó hace un año de Gambia y estaba preocupada porque
no quedaba embarazada. Las pruebas realizadas dieron resultados normales y actualmente tiene una niña.
c) Trastornos sexuales:
Aunque son pocas las consultas por trastornos sexuales, son muy significativas, no por su valor
estadístico sino por el motivo de la consulta y porque fueron efectuadas por dos adolescentes solteras,
segundas generaciones nacidas en Gambia. En ambos casos manifestaron una enorme preocupación por la
relación que podía existir entre la excisión o la infibulación realizada en origen cuando eran pequeñas, y el
dolor coital que sentían en sus relaciones sexuales. En el área de Senegambia, como en muchas otras regiones
africanas, estos tipos de circuncisión son practicados tanto por las mujeres saraholes como mandingas y fulas.
Una de ellas, según consta en la historia clínica, expresaba su miedo a tocarse los genitales y la imposibilidad
de colocarse un tampón. Fue enviada a la psicóloga del centro. En este estudio no se incluye un análisis de
contracepción, aunque algunos autores consideran que entre las secuelas producidas, se encuentra la
esterilidad.
d) Otros:
173
Se trata tan sólo de una mujer que acudió al centro con fuertes dolores y escozor en los genitales y a la
GRÁFICO 11
Demandas efectuadas
Demandas realizadas
desconocida
4% 2%
4%
6% (3) (1) contracepción
(2)
(3)
transtornos
8%
menstruales
(4) deseo de
6% embarazo
IVE
(3)
transtornos
70% sexuales
(35) otros
¿En qué momento realizan la demanda de contracepción? ¿Antes o después del último parto? ¿Qúe
tipo de métodos escogen? ¿Intervienen factores como la edad o el número de hijos? ¿Existen cambios de
174
método? Éstos son otros de los interrogantes que nos propusimos investigar a lo largo del estudio y que nos
(Gambia) (1992), revela que el uso de métodos anticonceptivos continúa siendo muy poco frecuente entre la
población rural. Sólo el 9,3% de las mujeres decía que utilizaba algún tipo de contracepción, incluyendo la
abstinencia (21,7%), los métodos tradicionales (20,4%) y los anticonceptivos modernos (57,7%). Es decir,
que del total de la población estudiada, el 5,4% había accedido a la Depo-provera, anovulatorios orales y
Bledsoe y Hill (1994), basándose en la investigación anterior y a medida que continuaban con su
estudio, llegaron a la conclusión de que la razón aducida para la toma de anticonceptivos modernos era
fundamentalmente el deseo de reanudar las relaciones sexuales con los esposos mientras continuaban con la
lactancia materna, lo que les permitía al mismo tiempo mantener los intervalos intergenésicos socialmente
establecidos.
TABLA 6
Número de mujeres que utilizan métodos contraceptivos segun edad y tipo de contraceptivo
Edad Píldora Condón Inyectable Abstinencia Retirada Otros Total
y temporal
15-19 2 0 1 5 0 4 12
20-24 13 3 5 15 0 10 46
25-29 12 1 7 3 1 15 39
30-34 13 0 17 5 0 9 44
35-39 8 0 19 5 0 4 36
40-44 6 0 16 1 0 4 27
45-49 2 0 4 8 0 0 14
50-54 1 0 0 6 0 0 7
Total 57 4 69 48 1 46 225
Fuente: Bledsoe y Hill (1994).
175
GRÁFICO 12
Demanda de contracepción según momento de la demanda y etnia
(6) (14)
(3)
67%
67%
Momento de
60%
70 la demanda
(2)
60 (3) Antes del último
(7)
40%
parto
50
33%
33%
Después del
40 último parto
30
20
10
0
Mandinga Sarahole Fula
Etnia
GRÁFICO 13
Momento y demanda efectuada
176
Antes del último parto
desconocida
5% 5%
(2) contracepción
8% (2)
(3) transtornos
menstruales
11% deseo de
embarazo
(4) IVE
63%
(23) transtornos
8%
sexuales
(3) otros
Mandinga
Asistencia
18%
no ha ido 8%
(1)
47% 1 a 3 años
4 a 6 años
7 a 9 años 92%
(12)
35%
177
En nuestro estudio en destino, estas conclusiones se ratifican, con la diferencia de que la proporción
de mujeres que accede a métodos contraceptivos es mayoritaria (gráfica 13). De las demandas totales
registradas en los CPF antes del último parto, un 62% fueron realizadas para solicitar anticonceptivos,
mientras que de las consultas recibidas después del último parto, un 92% de las peticiones fueron dirigidas en
este sentido. Por grupos étnicos vemos que no existen diferencias significativas en el momento en que
escogen algún método y que ese momento es, en número de casos claramente superior, antes del parto (gráfica
12).
Sin embargo, en un análisis más detallado por etnias de las demandas generales y del momento en
que se realizan, vemos que, si bien entre las mujeres mandingas y saraholes antes del último parto la demanda
de contracepción fue del 67% y 70% respectivamente, entre las fulas sólo fue del 43%, debido a que otro 43%
de los motivos de consulta fue el deseo de embarazo, que ya comentamos anteriormente. La solicitud de
métodos anticonceptivos después del último parto fue del 100% entre las mujeres saraholes y fulas, y sólo del
En Gambia, resultó una experiencia interesante la observación participante realizada en varios centros
de la Asociación de Planificación Familiar de Gambia localizados en diversos puntos rurales y urbanos. Este
trabajo me permitió recoger datos sobre quiénes acuden, porqué, qué idea tienen sobre el control de la
natalidad, si utilizan o no métodos contraceptivos tradicionales, cuáles son y quiénes los suministran.
Asimismo fue enriquecedor saber qué conocimientos tienen sobre las nuevas tecnologías contraceptivas, cuáles
escogían y las razones que aducían para su elección, y tomar nota de cómo se enfocaban las explicaciones que
el personal sanitario indicaba en cada caso para orientar en la dosificación y administración del anticonceptivo.
mujeres jóvenes. Les entregan una tira para comprobar si ingieren las pastillas de forma correcta y gradual,
aconsejando que lo hagan por la noche antes de acostarse. Luego les suministran una caja para tres meses y les
178
b) Inyecciones (Depo-Provera): se trata de un preparado inyectable, hecho a base de hormonas, que se
coloca en el brazo y tiene una duración de tres meses. Lo recomiendan a las mujeres que tienen más de cinco o
c) Dispositivo Intrauterino (DIU): prácticamente en las áreas rurales no se utiliza debido a la falta de
personal especializado para su colocación. En las áreas urbanas hay un cierto rechazo por parte de las usuarias
d) Condones: son sobre todo los hombres jóvenes quienes acuden a solicitarlo y su distribución en
muchas ocasiones se ve limitada a las existencias, ya que cada centro recibe una caja de 100 unidades al mes.
El Centro de Investigación Médica los distribuye en las aldeas donde trabaja. También pueden adquirirse en las
farmacias de los centros urbanos a un precio que oscila entre 1 y 2 dalasis (15 y 30 pesetas) por unidad. Se
realizan campañas de información y distribución de condones entre los grupos considerados de alto riesgo,
donde predominan las enfermedades de transmisión sexual y los VIH 1 y 2, como la policía y la gendarmería,
los centros sanitarios y de distribución tiene muchas veces una importancia capital. Hay que tener en cuenta
que las mujeres que solicitan estos métodos contraceptivos lo hacen con secretismo y realizan largos
desplazamientos desde sus pueblos hasta estos centros. Garantizar el adecuado abastecimiento es garantizar el
acceso y la confianza de las mujeres no sólo hacia unos métodos contraceptivos sino hacia la propia
En Cataluña, los métodos escogidos fueron el DIU en un 32% de los casos, las píldoras anovulatorias
en un 26% y la Depo-progevera inyectable en un 18%. Un 20% no optó por ningún método, mientras que un
Vemos también que en un 28% de los casos existió un cambio de método respecto al inicial escogido.
Aquellas mujeres a quienes se les había colocado un DIU, prefirieron en un 25% de los casos retirarlo y no
179
acceder a otro método, mientras que un 19% solicitaron el cambio a pastillas. Es decir, que sólo en un 50% de
los casos mantuvieron la utilización del DIU. En las historias clínicas se puede observar que la colocación y
extracción del DIU son frecuentes y que las quejas manifestadas por las usuarias son diversas, pero siempre
coincidentes en que les provocan molestias y "dolores abajo". Parece sugerente apuntar la idea de que se
podría producir una somatización ante el rechazo a introducir un objeto extraño en el cuerpo, como ocurre
De las usuarias que tomaban pastillas, un 69% continúa haciéndolo, mientras que un 15% solicitó la
En los CPF comentaban que estos cambios eran muchas veces inducidos por los propios sanitarios,
debido a la discontinuidad en el tratamiento y a las dificultades que muchas de ellas expresaban para recordar
pastillas. Este cambio puede parecer contradictorio con el comentario anterior, sin embargo, este método
productora de leche. Una vez la madre ha dejado de amamantar, se tiende a pasar de los anovulatorios
inyectables a los fármacos orales, cuando el tiempo de residencia e integración de las mujeres permite una
Las relaciones de variables que dieron una significación estadística muy alta fueron, por un lado, el
método escogido y el número de hijos, y por otro, el método y la edad de la población. De aquellas mujeres
que utilizaban el DIU, un 56% tiene tres hijos o más, mientras que el 54% de las que toman pastillas tienen
dos hijos, el 56% de las que reciben la inyección tienen sólo uno y el 80% de las que no utilizan ningún
Estos resultados parecen confirmar que existen distintos tipos de estrategias -unas para espaciar los
períodos intergenésicos y otras dirigidas a la limitación del número de nacimientos-, ya que el porcentaje
180
mayor de usuarias de DIU corresponde precisamente a las que tienen más hijos y, por lo tanto, es este método
el que ofrece una esterilidad temporal mayor (tres años) respecto a los otros contraceptivos.
Por tramos de edad, el 63% de las mujeres que lleva un DIU tiene entre 25 y 35 años, mientras que
un 84% de las que toman pastillas tienen entre 15 y 24 años, y en un 67% de los casos, las inyecciones son
Este último dato es cualitativamente significativo, ya que la utilización de este método (la inyección)
permite un grado superior de "secretismo", comodidad y seguridad respecto a los otros métodos, como
también se confirma en el estudio realizado en Gambia. Estas condiciones confidenciales en las que se
administra el contraceptivo inyectable se pueden interpretar como óptimas para la capacidad de gestión de las
mujeres respecto a su propia fecundidad. Pero la diferencia de resultados existente entre ambos trabajos
En el lugar de destino, las más jóvenes suelen ser madres primíparas lactantes que han llegado hace
poco tiempo, mientras que en origen, son sobre todo las mujeres mayores de 30 años quienes prefieren la
inyección por tres motivos fundamentales. En primer lugar, la opción del DIU es inexistente en las zonas
rurales debido a la imposibilidad técnica de contar con personal especializado que conozca su introducción y
pueda realizar los controles necesarios, así como a las condiciones higiénicas de los centros. Segundo, existen
razones geográficas, porque es el único método que no requiere desplazamientos constantes entre los poblados
y los centros sanitarios donde son suministradas. Y tercero, permite que su utilización sea mantenida en la
estricta privacidad de cada una de las usuarias, sin despertar suspicacias del marido ni de las otras coesposas o
mujeres del grupo doméstico, que podrían estar en desacuerdo con la transgresión de las normas sociales e
islámicas.
Bledsoe y Hill (1994), en su estudio, al mencionar que existen cambios y una mezcla de tecnologías
modernas y métodos tradicionales entre quienes adoptan pautas contraceptivas, apuntan la idea de que, a pesar
de que en términos demográficos estas conductas denotan señales de transición poco halagüeñas para los
programas de planificación familiar, existen esfuerzos claros y evidentes para controlar la reproducción. Hill
181
(1991) ya cuestionaba esta idea determinista de fertilidad natural en el África subsahariana, porque
argumentaba que, en realidad, deja muy poco margen para la flexibilidad entre las intenciones del rol de la
En nuestro estudio, también es verdad que este comportamiento frecuente de cambios de método, que
puede parecer errático en términos comparativos con la población autóctona, y que a veces es comentado
como "no saben lo que quieren" por parte de algunos sanitarios, puede formar parte de la experimentación y
nuevo medio, sino a la nueva situación de maternidad que la mayoría inicia en el lugar de destino. De hecho,
aún no se ha realizado una investigación de este tipo ni con esta orientación socioantropológica en el ámbito
de la reproducción y su control en la población catalana32. Cuando este vacío esté cubierto, tal vez se puedan
ponderar las opiniones que producen los comportamientos reproductivos de las mujeres africanas en Cataluña.
Las peticiones de interrupciones voluntarias del embarazo voy a describirlas detalladamente, caso por
caso. Éste ha sido quizás el fenómeno más inesperado en toda la investigación y por ello se hace conveniente
y necesario dedicarle una atención especial. En Gambia, los abortos se dan con muy poca frecuencia por la
oposición social y cultural que existe, y que se apoya especialmente en las creencias y en la valoración del
número de hijos.
Cinco mujeres solicitaron siete demandas de IVE, que representan el 6,6% del total de embarazos. El
6% que figura en la gráfica 12 hace referencia a las peticiones específicas realizadas para este tipo de
intervención. Sin embargo, existen otras dos usuarias cuyo registro como motivo de consulta fueron
32
Hay una tesis doctoral en curso sobre este tema a cargo de Ángeles Castillo, del CPF de Mataró.
182
diferentes, pero a las cuales se les confirmó que estaban embarazadas y que regresaron a los pocos días para
interrumpir la gestación.
Sobre la hipótesis de que el proceso de aculturación es mayor cuanto mayor es el tiempo de residencia
en destino, hemos apreciado que, independientemente de la etnia de pertenencia, todas las IVE fueron
solicitadas a partir del valor 3-5 años desde la llegada, con excepción de una mujer sarahole que tenía
residencia de un año. Otros dos casos, que no están registrados estadísticamente porque se produjeron durante
el primer trimestre de 1994, con posterioridad a la toma de datos inicial, serán también descritos en este
apartado.
Caso A:
Se trata de una mujer procedente de una zona rural, que llegó a España en 1982, con 22 años. En
Gambia, a los 18 años tuvo un niño y más tarde una niña. Ya en destino, en 1984 y 1988 tuvo dos hijos
varones y sus períodos intergenésicos fueron sostenidos por la toma de anovulatorios y la colocación de un
DIU. En diversas visitas al CPF manifiesta quejas por el uso del DIU aunque sin llegar a explicar exactamente
en qué se concretaban. Decía "me encuentro mal, me da vueltas la cabeza y la barriga". Presentaba un cuadro
Acuerda con la ginecóloga extraer el DIU y manifiesta que no quiere volver a tomar pastillas porque
"me engorda y me sientan mal". Unos meses más tarde regresa diciendo que "si no viene sangre, yo no puedo
comer ni beber". El test del embarazo da positivo y expresa su deseo de no seguir adelante con la gestación,
recalcando que su marido no debía saberlo. En 1991 se le practica una IVE y posteriormente se le vuelve a
colocar un DIU. En 1992 pide que se le retire aduciendo que hace mucho tiempo que no tiene relaciones
sexuales. Pocos meses más tarde, queda nuevamente embarazada y en agosto de 1993 nace una niña.
población si se desea que historias clínicas como ésta tengan algún sentido. En el caso de esta mujer, a través
del trabajo de campo realizado en la unidad doméstica, se pudo saber que la situación económica de su familia
183
es muy precaria y las condiciones de hacinamiento en las que habitan generan problemas de convivencia. Su
marido se dedica al comercio ambulante, a falta de un trabajo estable remunerado. Ella ha realizado un curso
del INEM, pero tampoco encuentra colocación. Las relaciones conyugales hace tiempo que están deterioradas
y en una misma habitación duermen los cinco miembros de la familia. El piso en el que viven está situado en
un edificio antiguo y es compartido con otras dos familias, que ocupan los otros dos dormitorios.
Esta mujer siempre expresaba su deseo de volver a Gambia y comentaba que la enfermedad que
sufría (la depresión), que ella llamaba "tristeza", se curaría en su pueblo con la ayuda de un buen marabout y
el apoyo de su familia. Su voluntad de seguir adelante con el último embarazo le daría la posibilidad de
presionar en las negociaciones con su marido para un pronto retorno a África. "Aquí vivimos doce personas y
el piso es muy pequeño. Tenemos que compartir piso para pagar gastos. Si yo marcho con los niños a
Gambia, mi marido podrá traer otro chico a la habitación y guardar más. Pero ahora no tenemos dinero para
los billetes. Si Dios quiere las cosas van mejor y podremos volver pronto".
Esta conversación la mantuvimos durante la celebración del bautizo de la niña, en su habitación. Casi
tres años después, siguen intentando ahorrar dinero para el viaje. El padre del marido está muy enfermo y se
ha marchado a Gambia para despedirse. Mientras tanto, otra de las mujeres que convive en el mismo
Caso B:
Es una mujer de procedencia rural que llegó a España en 1991 con 20 años, a través del proceso de
reagrupación familiar, después de conseguir su marido regularizar la situación legal. Quedó embarazada al
poco tiempo, pero en la revisión ginecológica se le diagnosticó una esquistosomiasis urogenital y le fue
recomendado una IVE. Su marido se mostraba preocupado por los dolores que la mujer experimentaba
durante el coito y manifestó que él tenía problemas de eyaculación precoz, por lo que posteriormente fue
tarde, decidieron suspender la contracepción, quedó embarazada y ahora es madre de una niña.
184
Caso C:
Se trata de una mujer que llegó a España a finales de 1985. En octubre de 1986, con 24 años, tuvo un
hijo (en la historia clínica no se especifica el sexo) y al cabo de seis meses, mientras aún estaba lactando,
Posteriormente se le coloca un DIU que es extraído en 1989 por deseo de embarazo. En abril de 1990
tiene otro hijo y mientras amamanta al niño afirma que utiliza como método contraceptivo, preservativos y
espermicidas. Pero estas precauciones fallan, y al cabo de los diez meses del último parto, en febrero de 1991,
queda nuevamente embarazada y vuelve al CPF para que se atienda su demanda de IVE. Se le ha colocado
nuevamente un DIU.
Caso D:
Éste es el caso de una joven de 20 años que llegó a España en 1988 para reunirse con su marido, que
había emigrado a Europa hace más de quince años. El matrimonio fue acordado por sus padres desde que era
una niña y cuando cumplió los catorce años se celebró la boda, en ausencia del esposo. Esta muchacha
procede de una zona urbana y no fue transferida al grupo doméstico del cónyuge para que pudiera continuar
con sus estudios. Cuando se le comunicó que debía marchar fuera del país se mostró contraria a hacerlo, pero
Desde que llegó a destino siempre manifestó su disconformidad con la situación en la que se
encontraba y su disgusto por la relación conyugal a la que había sido forzada, produciéndose con frecuencia
agresiones y malos tratos por parte del marido, veinte años mayor que ella. Quedó embarazada en 1989 y
llegó al CPF por indicación médica, sin conocimiento del marido, para solicitar una IVE porque no quería
tener hijos, ya que su voluntad era poder estudiar para regresar a Gambia y trabajar allí. Se le coloca un DIU,
que falla, y al cabo de un año queda nuevamente embarazada. Acude al CPF angustiada y manifiesta que no
185
quiere seguir adelante con el embarazo, que su marido no debe saberlo, y el embarazo es finalmente
interrumpido.
Su estrategia consistió en buscar elementos que pudieran dar pie al rechazo por parte del cónyuge, de
modo que, cansado de la situación y de la esterilidad de su mujer, decidiera finalmente enviarla a África y
contraer matrimonio con otra mujer. Pocos días antes de marchar, me comentó que no sólo quería continuar
con sus estudios, sino que estaba enamorada de un chico con el que mantuvo relaciones secretas durante dos
años, hasta el momento de venir a España y con el que siempre estuvo en contacto a través de cartas o por
teléfono.
Nos reencontramos en Gambia. Estaba satisfecha por el resultado de su estrategia, que resumió con
estas palabras: "...sabía que tenía que funcionar, el ya es mayor y quería hijos". Su marido pidió el divorcio
aduciendo "desobediencia, rebeldía y esterilidad" y se había vuelto a casar; ahora tiene una niña aunque, por el
momento, la nueva esposa y la hija permanecen en origen. La mujer cuyo caso estamos describiendo,
actualmente está estudiando formación administrativa y pronto contraerá matrimonio con la persona que había
elegido, a pesar del disgusto de sus padres: un muchacho que actualmente trabaja en la recepción de un hotel
en la costa gambiana.
Caso E:
Se trata de una mujer joven que emigró a los 18 años, en 1992, para encontrarse con su marido, que
llevaba varios años residiendo en Cataluña. Tuvo su primer hijo en octubre del año siguiente. En febrero de
1994, acude al CPF acompañada por su esposo, para solicitar contracepción, ya que estaba lactando y no
quería quedar embarazada nuevamente. Se hace una prueba del embarazo rutinaria y da un resultado positivo.
Comentan la posibilidad de practicar una interrupción y quedan en volver durante los próximos días, pero su
Sin embargo, dos días más tarde resuelven no continuar con la gestación y solicitan una IVE.
Aparecen graves complicaciones posteriores a la IVE, con fuertes dolores, retenciones y anemia. Es ingresada
186
en un centro sanitario en el cual permanece durante tres semanas. En abril vuelven al CPF donde expresan
una profunda culpabilidad por lo sucedido, particularmente el marido. Piden "un aparato dentro" (DIU) pero
como aún estaba muy anémica, les recomiendan, mientras ella se recupera, el uso de preservativos.
Caso F:
Es el caso de una mujer de 23 años procedente de una zona urbana que llegó a España en 1987. Al
año siguiente tuvo un niño y al cabo de pocos meses, cuando aún estaba lactando, solicitó la colocación de un
DIU expresando que su marido no debía saber que ella tomaba precauciones contraceptivas porque era muy
religioso, respetaba las normas del islam y los métodos anticonceptivos rompían estas disposiciones. Dos
años más tarde, a pesar de la utilización del DIU,queda embarazada pero aborta espontáneamente. Es su
esposo quien la lleva al servicio de urgencias de un centro hospitalario y a quien le explican lo que le ocurría a
su mujer. Pocos meses más tarde se divorcian y al cabo de un año ella contrae matrimonio con otro miembro
del colectivo. Ninguno de los dos tiene trabajo estable y su situación económica es precaria. Reciben ayuda
de los servicios sociales del ayuntamiento donde residen y becas escolares y de comedor para el niño. La
mujer toma regularmente anovulatorios, pero durante uno de los descansos queda embarazada. Acude para
hablar con la asistenta social sobre la imposibilidad de mantener otro hijo en sus condiciones actuales, y es
Recapitulación:
posibilidad de establecer generalizaciones. Sin embargo, podemos pensar que son las mujeres más jóvenes las
que han solicitado una interrupción voluntaria del embarazo, con independencia del grupo étnico de
El cambio cualitativo que se traduce en las estrategias y en la toma de decisiones, refleja grados de
aculturación e integración social diferentes por edades y según sea el tiempo que llevan residiendo en nuestro
país, como variables diferenciales fundamentales, pero también una reorientación o afirmación de sus
187
objetivos. En origen son poco frecuentes las interrupciones de embarazo, están prohibidas por el islam,
socialmente rechazadas y sólo son practicadas clandestinamente en las zonas urbanas a un precio desorbitado
Esto significa que aquellas representaciones sociales y culturales tan profundamente arraigadas en
origen, son cuestionadas y transgredidas en destino mayoritariamente por las más jóvenes, bajo un marco
Los motivos que impulsan a estas decisiones también son distintos, pero demuestran claramente que
se producen cambios ideológicos en un entorno culturalmente diferente, y que, a pesar de las ambigüedades y
conflictos que pueden surgir a la vez, existe el ejercicio de un rol volitivo de las mujeres en el desarrollo de los
eventos reproductivos.
En Gambia, cuando una mujer que está lactando queda embarazada, debe inmediatamente destetar al
niño, ya que creen que "la leche mala" perjudica por un lado al pequeño lactante y por otro, deteriora la salud
de la propia madre. Por estas razones, Tengio Urrio (1991) afirma que "desde siempre", se ha practicado
algún tipo de regulación de la fecundidad, como ya hemos comentado en la introducción a este capítulo.
Los niños son amamantados durante un tiempo que oscila entre los 18 y 24 meses, siguiendo los
- 233 - "Las madres amamantarán a sus hijos dos años completos... Si desean los padres de común
acuerdo después de haberse aconsejado destetar antes de plazo, no cometen pecado..." (es el mismo
Otros versículos y aleyas que hacen referencia al tiempo de lactancia materna son:
33
Unos 200 dalasis (3.000 pts) por mes de embarazo. Agradezco a Fatou Banja la posibilidad de haber conseguido esta
información.
188
Ázora XXXI, Luqman:
- 13 - " Nosotros hemos recomendado al hombre que tenga cariño a sus dos padres... su madre le
ha llevado sufriendo pena tras pena. Su destete ha tenido lugar a los dos años. Sé agradecido para
- 14 - " Hemos recomendado al hombre que obre bien con su padre y con su madre; su madre lo ha
llevado con fatiga y le ha puesto en el mundo con pena. Su gestación y el amamantamiento hasta el
Durante los cuarenta días posteriores al parto, a las mujeres les está terminantemente prohibido
acercarse a un hombre. Es un período prohibido que permite a la madre "reponerse y limpiar la sangre mala",
y donde se efectúan baños, lavativas e inmersiones purificadoras diarias. Pasado este tiempo, la sunna, la
tradición, aconseja continuar con la abstinencia sexual mientras la madre está amamantando. Las mujeres
entienden que el período de amenorrea es un “descanso divino” que les permite alimentar adecuadamente al
bebé, facilitando al mismo tiempo la recuperación de su salud hasta la próxima gestación. Esto ha sido
interpretado y utilizado en campañas sanitarias por la Asociación de Planificación Familiar de Gambia como
un método contraceptivo natural emanado del Corán, para demostrar que el Islam no predica contra la
planificación familiar sino que, precisamente, recomienda este tipo de regulación de la fecundidad
En muchas sociedades del África subsahariana, musulmanas o no, el tiempo socialmente estipulado
de lactancia suele rondar los dos años, y durante este período existen restricciones culturales establecidas a
través de un tabú sexual puerperal, donde se prohíbe a las mujeres lactantes reanudar relaciones coitales para
preservar el bienestar del niño y el suyo propio. En el área de Senegambia, este tabú refuerza los consejos de
la sunna.
Existen incluso términos específicos con los que se designan a las mujeres (nef) y a los niños que han
sido engendrados mientras la madre aún amamanta al anterior (buru). No sólo son nombres burlones sino que
189
tienen connotaciones punitivas y significan que la madre no ha sabido cuidar del pequeño, ha sido negligente
y no ha podido mantenerse alejada del hombre, es decir, que ha transgredido el tabú puerperal. En palabras de
los hombres viejos, se dice que una mujer no debe dar hijos como los árboles de mango, duuta yiroo, sino que
sus gestaciones deben ser como las de los elefantes, sama wuluwoo, separadas por largos y generosos espacios
de tiempo.
Las mujeres mandingas, fulas y saraholes, cuando tienen su primer hijo, son trasladadas durante este
período tabú a la unidad doméstica materna para mantenerlas alejada del marido y evitar que éste tenga deseos
que puedan ocasionar la transgresión de las normas. En caso de que no se efectúe esta transferencia temporal,
las mujeres permanecen en el musu-bun-bah (casa grande de las mujeres) bajo la vigilancia de la suegra,
quedando exentas de acudir por las noches a casa del marido, al keo-bunkono, aunque durante el día deben
cumplir con las obligaciones que como esposas tienen. Cuando existe una situación de poliginia, el turno de
las permanencias nocturnas conyugales que se efectúan cada dos días, es asumido por las otras coesposas.
En las zonas rurales rara vez se transgrede esta norma, debido al fuerte control social que ejercen las
mujeres mayores y porque, en general, la disciplina social que hace referencia a las creencias y prácticas
religiosas se sigue de forma estricta. En ocasiones extremas, cuando el niño lactante tiene fuertes diarreas y
para las mujeres de la aldea no está muy clara la "moralidad" de la madre respecto a esta norma, se ejecuta un
ritual llamado bamburang-janoo. Bamburang es el paño con el que las madres africanas llevan a sus hijos
sujetos a la espalda y janoo significa quemar. Si la madre ha mantenido relaciones sexuales, ya sea con su
esposo o no, se cree que a través del semen se ha contaminado la leche materna y esto es lo que provoca que
el niño enferme. El ritual consiste en pedir charity a las mujeres de la aldea para organizar una comida que se
realizará en algún lugar alejado del poblado y al que sólo pueden asistir aquellas mujeres que han demostrado
ser fértiles. Para hacer el fuego, se utiliza el bamburang manchado con la diarrea. Se quema la tela
purificando simbólicamente la leche materna y saldando la transgresión de la madre. Pienso que este ritual, en
el cual el hombre permanece exento de toda culpa ya que ha sido la mujer quien le ha “provocado”, se podría
interpretar partiendo de la llamada vieja hipótesis de la cueva, donde el hombre penetra en ella, descarga y se
190
marcha limpio, mientras la mujer permanece contaminada. Así, ante las otras madres, la mujer avergonzada
queda en evidencia públicamente por la violación del tabú de la lactancia y por las consecuencias que este tipo
Sin embargo, a través del trabajo de campo realizado en Gambia, parece claro que este sistema
normativo no es rígido, aunque se intente mantener de forma estricta, particularmente entre las mujeres
que interviene definiendo esta ruptura de la norma, es la situación de poliginia. Es decir, que de todas las
entrevistas personales realizadas y de los grupos de discusión que se formaron, quedaba claro que, cuando no
existen otras coesposas, la única mujer tiende a reducir el período de abstinencia sexual para reiniciar
relaciones coitales con el marido ante la insistencia de éste. Unas veces acude al marabout para solicitar un
alkunut, otras es el propio esposo quien le facilita un dabarkutó, y otras, simplemente vuelve a quedar
embarazada antes de destetar, alrededor del año. La totalidad de estas mujeres nef que habían tenido niños
En nuestro estudio vemos que, de las mujeres lactantes, casi un 40% acude a los CPF para solicitar
contracepción durante el primer mes de haberse producido el nacimiento, generalmente tras la visita
ginecológica puerperal, y un 20% lo hace al segundo mes. El restante 40% lo hace a partir del tercer mes y
Por etnias, el 100% de las mujeres fulas y más del 50% de las saraholes solicitan algún método
durante el primer mes, mientras que casi el 40% de las mandingas acuden a partir del segundo mes, y son las
mandingas y saraholes quienes más tarde acuden para controlar su fecundidad a los CPF mientras amamantan.
3.- Conclusiones: factores que influyen en las ideas, actitudes y pautas reproductivas en el proceso
migratorio
191
A través de los distintos aspectos que han sido analizados en este trabajo, estamos ya en condiciones
de plantear, en forma de resumen, cuáles son los factores que aparecen como eficientes en las actitudes
- prescripciones religiosas;
- cambios ideológicos.
b) Factores relacionales:
- inexistencia de la figura de la coesposa, lo que significa que no hay competencia respecto al número
de hijos entre unas y otras, pero también, que las responsabilidades son mayores, no compartidas con las
figuras tradicionales;
- cambio en la estructura y los roles sociales de la familia; confrontación de dos modelos de familia, la
nuclear y la extensa;
- escasez de recursos;
- dificultad de ahorro para consolidar el proyecto migratorio, que puede acabar con el retorno a
origen.
d) Organización espacial:
192
- cambio rural/urbano;
- hacinamiento.
e) Factores sanitarios:
- escasa mortalidad infantil: control de las gestaciones, asistencia sanitaria al parto, inmunización y
f) Factores individuales:
confianza;
- conflictos y ambigüedades;
En las conclusiones que se exponen, destacan los aspectos fundamentales para comprender la
interrelación entre los objetivos, los datos obtenidos y su relación con los procesos de aculturación e
integración social del colectivo de mujeres migrantes senegambianas en Cataluña, a la vez que se han ido
Pensamos que los objetivos de esta tercera parte, en relación con la construcción o reconstrucción de
los modelos de maternidad y de sus factores determinantes, se han logrado en un grado satisfactorio, aunque
de las conclusiones que señalaremos a continuación, se desprende la necesidad de llevar a cabo una
investigación mucho más profunda y detallada de carácter interdisciplinario, desde una perspectiva de género.
A través del estudio realizado, se han podido poner de manifiesto varias cuestiones:
193
a) Existe una orientación sesgada de los diseños sanitarios utilizados para la obtención de datos
relevantes en esta población, que permitan abordar su problemática específica desde una perspectiva no
b) Las distintas actitudes del personal sanitario facilitan, entorpecen o mediatizan etnocéntricamente
la relación con esta población, mezclándo muchas veces actitudes paternalistas, inhibiendo en ocasiones la
manifestación de centros de interés relevantes y generando respuestas contradictorias. Por ejemplo, el hecho
que vemos tan necesario desde este estudio, de hacer constar la etnia de pertenencia de las usuarias, es visto a
veces como un trato discriminatorio cuando, en realidad, podría facilitar la comprensión de algunas
destacar el interés, esfuerzo y solidaridad de muchos sanitarios que trabajan con la población migrante.
c) Por otro lado, se ha apreciado a lo largo de la investigación una valoración positiva y necesaria del
personal sanitario respecto a la utilidad de las aportaciones que un enfoque socioantropológico puede generar.
1.- Se constata una gran transformación, tanto a nivel de prácticas como de actitudes reproductivas, entre la
b) Son usuarias de estos CPF tanto aquellas migrantes que son primíparas en destino como aquéllas
que han tenido hijos en origen y que, por lo tanto, han recibido en Gambia los conocimientos culturales
específicos que se revelan en el momento de acceder a la sexualidad, fecundidad, maternidad y crianza de los
niños, así como el soporte de las redes tradicionales de parentesco para estas situaciones específicas.
194
2.- En ambos casos, en la sociedad de destino, estas redes de transmisión de conocimientos culturales
específicos y de apoyo familiar están ausentes, constatándose la aparición de otros modelos y una dependencia
al personal sanitario en el desarrollo de la relación entre las usuarias y las instituciones sanitarias.
maternidad, procedentes de la cultura de la sociedad de destino, que se transmiten desde las instituciones
sanitarias.
c) En las relaciones conyugales, que adquieren otros niveles de comunicación y en otras esferas, que
3.- Su comportamiento reproductivo recupera inicialmente, durante el primer año de residencia en destino, el
a) Para demostrar la fertilidad de aquellas mujeres que no han tenido hijos en origen.
b) Para recuperar los años de fertilidad potencial que estas mujeres han "desperdiciado" durante el
tiempo que han permanecido separadas de sus maridos por la situación de migración.
c) Para asegurar un estatus dentro de la propia familia y del colectivo en su conjunto en destino.
4.- Se han constatado cambios importantes en el modelo de maternidad, con independencia de que las madres
fueran primíparas o de que ya hubieran tenido hijos en origen. Fundamentalmente, los cambios producidos
proporcionalmente con los años de residencia, como habría ocurrido probablemente en origen.
Cataluña.
195
5.- Estos cambios revelan una progresiva adaptación funcional de estas mujeres senegambianas a la nueva
situación en destino:
a) Estos hechos indican el desarrollo de una voluntad de control de las mujeres sobre su propia
reproducción, mediante una mayor capacidad de decisión y acción en su medio social de destino.
de su fecundidad en destino, como objetivo sujeto a la situación de transitoriedad sostenida por el mito del
retorno.
6.- A partir del estudio elaborado, estamos en condiciones de refutar la idea generalizada del constreñimiento
de las prácticas reproductivas a los sistemas normativos que las afectan (sociales, de parentesco, religiosas).
Por el trabajo de campo realizado tanto en origen como en destino, y el estudio llevado a cabo por Hill y
Bledsoe (1993; 1994), se constata una cierta flexibilidad en el seguimiento de las normas que va modificando,
también ideológicamente, las actitudes personales hacia los eventos relacionados con el mundo de la
fecundidad y la contracepción:
destino, posibilitan y aceleran los cambios que de forma incipiente se están produciendo ya en origen.
b) A pesar de las ambigüedades y conflictos personales y culturales que pueden surgir en un entorno
diferente, las representaciones sociales y culturales son, por lo tanto, más fácilmente cuestionadas y
transgredidas en destino.
196
c) Consecuentemente, aunque en términos generales el comportamiento reproductivo de las mujeres
migrantes pudiera parecer errático, éste forma parte de un proceso más amplio y a más largo plazo, de
197
Algo más sobre las migraciones, los procesos de integración social y la aculturación
Los movimientos migratorios son extremadamente complejos porque son muchas, distintas y
cambiantes las variables que intervienen en ellos, las repercusiones que conllevan en términos políticos y
económicos, y los efectos que sobrevienen a escala transnacional, afectando a la totalidad del campo
migratorio.
Ante todo, debemos tener en cuenta la tridimensionalidad del fenómeno y quiénes son los actores no
sólo de los movimientos, flujos y reflujos, sino de los propios procesos migratorios:
a) la fuerza migratoria, que está constituida por las personas que emigran;
b) las personas que no emigran y que constituyen particularmente la familia extensa de origen;
c) la sociedad receptora en destino, que incluye los propios mecanismos de atracción, las redes de parentesco
constituidas a partir del establecimiento de aquellos que emigraron hace tiempo, el papel del Estado, las
Por otra parte, conviene recordar las contradicciones básicas que existen entre los intereses de los
países emisores y de los países receptores de inmigración, y la forma en que operan estos movimientos
Hay que añadir, además, la variedad de las políticas de control europeas, que vienen marcadas por
donde existen mayores derechos, bien por lazos históricos, como en el caso de Gran Bretaña, o bien por
políticas sociales más “benévolas”, como en el caso de Suecia. Estas políticas difieren a pesar de que hay un
consenso general respecto a la exigencia de visados, que cada vez más se constituyen como el mayor
instrumento de control. Fruto de estas políticas regresivas en Europa, son también las restricciones a
A escala familiar, parece claro que existen diferentes expectativas y presiones en origen según se trate
de hombres o de mujeres, en la medida en que la emigración de éstas es inducida por la reagrupación familiar,
198
mientras que la de los hombres tiene un carácter básicamente económico. Mientras ellos son considerados
productores, ellas establecen su rango a partir de ser reproductoras. La migración se concibe dentro de una
estrategia de movilidad socioeconómica y es percibida como una inversión que es realizada por todo el grupo
doméstico, con un claro efecto multiplicador. De esta forma, se favorece la migración de nuevos parientes y se
van fortaleciendo las redes en destino. Por lo tanto, cuantos más miembros tiene una familia en el extranjero,
El alto grado de disciplina social y las fuertes lealtades de esta primera generación de migrantes hacia
la comunidad de origen, producen un nivel de estrés basado en el “éxito” que se espera de su aventura
migratoria y que viene marcado por la ayuda que se envía a África y por la legitimación de este éxito/fracaso
por parte de la comunidad. A medida que se sustituyen las generaciones (Battistela, 1997), disminuye el
En el Plan para la Integración Social de los Inmigrantes, propuesto por el Ministerio de Asuntos
Sociales y aprobado en el Consejo de Ministros de 2 de diciembre de 1994, la cuestión del regreso de los
inmigrantes a sus países de origen aparece tratada de manera global, para todos los inmigrantes como
conjunto, y a partir de información obtenida con técnicas extensivas por la Dirección General de Migraciones.
Se trata de una encuesta realizada desde las instancias administrativas, es decir, desde quienes regulan la
movilidad y la legalidad de los encuestados. Los resultados obtenidos son diametralmente opuestos a los
nuestros. Mientras que sólo el 22% de la población encuestada manifiesta la intención del retorno, frente a un
61 % que no piensa regresar, la investigación etnográfica realizada durante los últimos siete años (es decir, no
sólo con la población de Salt), desmiente que esta voluntad de retornar sea extensible a la población
En nuestro estudio sólo un 25% de los hombres expresó su deseo de quedarse en destino, frente a un
7% de las mujeres. Quienes por el momento no quieren volver son aquellos muchachos más jóvenes, solteros,
que han llegado hace menos tiempo, unos tres años. Sin embargo, también es verdad que algunos hombres
199
con residencia superior a los cinco años han respondido que no quieren volver porque no pueden, es decir, que
no han podido reunir el dinero suficiente después de tanto tiempo, para poder montar algún negocio.
Así, uno de los temas que consideré interesante trabajar sobre el mito del retorno, es su posible
realización efectiva, mediante el contacto con algún migrante que después de un tiempo de permanencia en
España hubiera regresado a su aldea. Tuve la oportunidad de conocer a un hombre que había vivido en Calella
de Mar (Barcelona) durante casi quince años y que a su regreso instaló una gasolinera en Serrekunda; otra
persona que residió durante muchos años en Mataró, montó un pequeño taller de costura en Farafenni. Un
panadero que se inició en el oficio en un horno del Alt Maresme, estaba trabajando como encargado de una
panificadora, montada por sus patrones catalanes en la costa gambiana. Y unos pocos trabajan como taxistas
conduciendo viejos vehículos adquiridos con sus ahorros en el extranjero. Sin embargo, no todos pueden estar
orgullosos de haber conseguido los objetivos de su aventura migratoria, como por ejemplo dos hombres que
presumiblemente abandonaron España al ser expulsados por la policía debido a su situación de irregularidad
enfermedad de un progenitor, aunque ninguno de ellos en ese momento residía en su localidad de origen.
Decían que, después de tanto tiempo en Europa, les resultaba bastante difícil readaptarse a la vida en los
poblados. La idea de volver a probar suerte con la migración seguía presente en sus proyectos de futuro.
El retorno se concibe como parte del proyecto migratorio del individuo. En nuestro estudio, hemos
querido investigar esta idea a partir de realidades donde algunos de estos proyectos ya son familiares. La
intuición es que este cambio compromete, conjuntamente con otros factores ya analizados, la posibilidad de
Aparece con fuerza la verbalización de un argumento que parece reducir este reto de volver, al temor
a las enfermedades de los hijos. De hecho, contraer enfermedades como la malaria o problemas
gastrointestinales, es una constatación frecuente en los desplazamientos a Gambia de los niños nacidos en
destino. Éste sería un indicador de algo que hace falta seguir trabajando, como es el fenómeno de la
aculturación sanitaria del colectivo. Y otra de las cuestiones interesantes a trabajar en África respecto al
200
contingente retornado, son las dificultades tanto de las mujeres como de los niños para readaptarse a la
sociedad y cultura de origen. En esta línea, sería interesante investigar qué aspectos y de qué forma
transmiten y extienden su propia aculturación en el ámbito reproductivo cuando regresan y también, de qué
forma se traduce la emancipación lograda a través del cambio de las relaciones de género durante su estancia
en Cataluña.
En el Plan para la Integración Social de los Inmigrantes, se afirma: "la integración representa un largo
proceso dirigido a conseguir la gradual incorporación y participación de los inmigrantes en la vida económica
y social del país de acogida, en un clima de respeto y aceptación recíprocas" (pág. 20). Más adelante,
continúa: "la integración exige la consideración del inmigrante en su globalidad, no sólo como trabajador, sino
como ciudadano, con necesidades y requerimientos en los ámbitos educativo, cultural, sanitario, de
convivencia territorial y de participación social". Se deduce de estas líneas un concepto de integración amplio
condición, con la intención de ofrecer las bases para su pleno desarrollo en la sociedad receptora. Sin
embargo, más adelante (pág. 26), se va aclarando la cadena lógica que va a inspirar la respuesta institucional
contenida en el documento: “debido a las dificultades derivadas de la situación de inmigrante, se genera una
situación de riesgo doble, (para el individuo y para la sociedad receptora), porque el inmigrante condensa en sí
integración o enfrentarse al riesgo, sin más recursos que el control”. Se hablará por lo tanto de factores
estratégicos respecto a las medidas tomadas según la primera alternativa (reagrupamiento familiar, acta
notarial para certificar la habitabilidad de las viviendas, etc.), que se orientarán hacia la consecución de
La tendencia homogeneizadora que habla del "colectivo inmigrante" en lugar de los colectivos de
inmigrantes, en plural, que reduce los valores en las respuestas obtenidas a un único valor medio en sus
fuentes, introduce un elemento caótico en la información, que puede llevar a distorsionar gravemente la
201
percepción de los distintos problemas en los diferentes procesos migratorios. Y en todo caso cuando se habla
de identidad, con frecuencia se aborda la cuestión como un elemento angustioso. No se puede hablar de
integración social de los inmigrantes sin investigar, además de otros indicadores socioeconómicos cuyo valor
En esta línea, y sin descartar la importancia que tienen factores como la situación jurídica o laboral,
tratados en la segunda parte, se ha hecho énfasis en el estudio de la cotidianeidad, por lo que se han escogido
como ámbitos privilegiados para un conocimiento más fundamental de la aculturación y la integración social,
Parece claro que el constreñimiento normativo de la cultura de origen y del propio bagaje cultural y
transacción cultural. En este sentido, el tipo y grado de exposición (contacto con diferentes instituciones
como hospitales, servicios sociales, escuelas y su relación con el propio vecindario), que protagonizan las
mujeres migrantes del colectivo estudiado, las convierte en productoras de interculturalidad. Como ya se
indicaba anteriormente, habría que interpretar en clave de intercambio cultural la sustitución que se produce
de las redes femeninas tradicionales de apoyo de las mujeres migrantes, por otras nuevas, también femeninas.
En definitiva, parecen coincidir en ellas las tres características señaladas en el documento del Plan para la
Integración Social de los Inmigrantes del Ministerio de Asuntos Sociales, para los protagonistas del cambio
con los inmigrantes, se basa necesariamente en "acciones positivas", es decir, realizadas desde la realidad
múltiples los problemas a los que nos enfrentamos para valorar esta filosofía integradora, pero básicamente,
macrosociales, en relación con la investigación sobre el terreno, donde se recupera a los individuos. A lo
202
largo de todo el trabajo, he descubierto y valorado el enorme esfuerzo de readaptación cultural realizado por
individuos y grupos. De hecho, si atendiéramos a los seis modos que propone Dolores Juliano (1993) para
caracterizar el desarrollo de la aculturación, que no es deculturativo ni recusativo, aunque puede llegar a tener
elementos sincréticos o aditivos, necesariamente en la segunda generación, podríamos afirmar sin reservas,
que la población senegambiana hace frente a las necesidades del cambio sociocultural "ideando nuevas
estructuras que no tienen raíces en ninguna de ambas culturas", es decir, que se trata básicamente de un
proceso creativo.
Las administraciones y la sociedad civil han de estar abiertas a negociar las nuevas demandas de la
población migrante, a legitimar los procesos de aculturación y de integración social y las decisiones que a lo
largo de estos procesos se vayan sucediendo. Los reiterados llamamientos a la solidaridad, que provienen de
los más variopintos discursos, sólo podrán encontrar eco cuando se tengan en cuenta la demandas sociales
para reducir las desigualdades, cuando exista una participación real de interlocutores en las negociaciones, en
reconocimiento y conocimiento de las realidades más comunes y de las propias especificidades de los
distintos colectivos.
203
A modo de epílogo: In shaa-lah y el mito del retorno
¿Cómo afecta el mito del retorno al proceso de integración social? El debate se centra en la lucha
Volver. Si Dios quiere. In shaa-lah! Éstas son las palabras con las que los migrantes senegambianos
expresan su deseo de retornar a África. Y luego del deseo vienen los interrogantes. Pasan con demasiada
velocidad a racionalizar anhelos, esperanzas y proyectos. ¿Volver cómo? ¿Cuándo? Para qué, está muy claro.
Para volver a ver a sus hijos, o para casarse, para estar con la familia, y para montar un negocio.
"Volveré si tengo dinero suficiente, si no iré de vacaciones para ver a la familia". "Me iré a casar, y
cuando pueda traeré a mi mujer. Cuando tenga bastante dinero me quedaré, si no volveré a trabajar". "Echo
de menos a mi familia, aquí estoy muy sola". "No tengo trabajo y así, no puedo volver". "No sé cuando
volveré, pero volveré". "Pienso cada momento en Gambia, en mis hijos que han quedado allí y en mi madre
que está enferma. Dios sabe cuánto pienso en volver, Él nos ayudará. In shaa-lah!".
Mayoritariamente quieren volver a África, pero con dinero. Dinero significa trabajo y "papeles". La
situación económica, como hemos visto en la primera parte del estudio, es precaria; la situación laboral,
inestable, y muchos de ellos no tienen empleo. Cada vez es más difícil afrontar los gastos que acarrea el
mantenimiento de la familia en destino y además, ahorrar para el retorno. La temporalidad de sus permisos de
residencia y de trabajo se suma a las condiciones laborales, creando inseguridad, transitoriedad, desconcierto y
desesperanza. No pueden volver con las manos vacías aunque hayan construido una vivienda sólida. Las
noticias que envían al pueblo son noticias de éxito, ¿cómo volver sin nada?
Los pocos que han podido hacer realidad el mito regentan algunos taxis, alguna furgoneta, o han
instalado una tienda de comestibles, una gasolinera o venden telas en el mercado. Son todo un símbolo de
esperanza no sólo para quienes están aquí, sino para muchos otros que quieren probar suerte con la
emigración. Son jóvenes que no entienden de burocracia, de crisis ni de racismo. Los consulados españoles
204
de sus países de origen no otorgan visados para viajar, ni siquiera como turistas, y conseguir una exención de
Otros han regresado para morir, nadie quiere morir en el desarraigo. Y los que han muerto en destino
han sido trasladados por sus compañeros a tierra sagrada, no quieren ser enterrados en suelo profano.
Muchos han dejado atrás familias ya constituidas, otros han podido reagrupar a todos sus miembros, y
algunos han desmembrado parte de su núcleo familiar. Muchos niños se han quedado en África al cuidado de
la abuela paterna, otros han llegado cuando eran pequeños, y un contingente importante ha nacido en destino.
Sus padres quieren volver. Pero volver significa una adaptación a un medio que les es desconocido, donde
algunos de ellos ni siquiera hablan la lengua de origen. Volver significa enfrentarse a enfermedades
tropicales, pero sobre todo a un asesino microscópico, el paludismo. La malaria es una enfermedad endémica
en esta región, donde cada año mueren miles de personas, principalmente entre la población infantil, cuyos
organismos son más frágiles y aún no han creado la escasa respuesta inmunitaria que los adultos desarrollan.
Los niños que han viajado a Gambia con sus padres de vacaciones han vuelto enfermos. Por un lado
han tenido problemas gastrointestinales debido al agua y a la alimentación. Por otro, han sufrido el
paludismo. Deben seguir una profilaxis estricta que muchas veces no se cumple. Uno de ellos nació en
Mataró hace siete años y siempre había soñado con ir a Gambia a conocer a los abuelos. En verano de 1992
viajó con su madre y su hermano de cinco años. Su padre estaba orgulloso de que por fin la familia conociera
a sus hijos. Ya habían construido una vivienda grande en Serrekunda, adonde pensaban regresar algún día;
aunque ellos procedían de un pueblo cercano a Basse, consideraban que esta zona urbana ofrecía mejores
posibilidades a los niños y parecía un buen sitio para instalar el negocio que iban a montar. Al cabo de tres
meses regresaron a España, la madre y los niños tenían mucha fiebre y se encontraban enfermos. Fueron
ingresados en el Hospital de Mataró y se les diagnosticó malaria. El mayor tenía un grado de parasitación
muy alta, por lo que fue trasladado a la Residencia Sanitaria del Vall d’Hebrón de Barcelona. Murió pocos
205
Esta historia representó para el colectivo senegambiano un toque de atención. "Nuestros hijos cuando
vuelven se enferman". "Para los niños es difícil volver". "Aquello no es para los que nacen aquí".
Por otro lado, las segundas generaciones crecen a caballo entre dos culturas, y además de ser negros
gambianos, resulta que son negros catalanes. El escritor camerunés Inongo Vi-Makomé no estaría de acuerdo
con esta afirmación. Su valoración es tajante: "son niños de ninguna parte, ni son de allí ni son de aquí". Son
todavía pocos los jóvenes de edad adolescente, aunque el mayor de ellos va a la universidad. Por el momento
dicen que sólo quieren ir a África de vacaciones, pero no para quedarse. Los pequeños sueñan con vivir allí
cuando sean mayores. Y los padres tienen el temor de que, cuando los niños crezcan, no regresarán.
Los hijos por un lado y los padres por otro, ¿o por el mismo? Los años transcurren entre el mito y la
realidad, pero el retorno aún no se vislumbra. Los hijos quizás no quieran volver y los padres quizás no hayan
podido consolidar una situación económica que les permita regresar con un pequeño capital. Las políticas en
materia de extranjería son cada vez más restrictivas y coercitivas. Mantener las fronteras abiertas es imposible,
pero quienes están aquí tienen derecho a vivir y a crecer con dignidad, con libertad y con una cierta seguridad.
Todos se hacen mayores y los años pasan. Algunos volverán, muchos se quedarán y otros nuevos
vendrán. In shaa-lah!
206
GLOSARIO:
- Balafón: xilofón
- Bamburang: pieza de tela utilizada por las mujeres para llevar los niños sujetos a la espalda
- Buntungo: granero
- Dawolo: (wolof) dinero para el pescado; cantidad destinada a la compra diaria de alimentos
- Djibinda: tinaja de barro donde se almacena el agua potable para consumo doméstico
- Dun-dung kambang muso: mujer adulta que entrega la novia al hombre y supervisa la noche de bodas
- Dun-dung kang faneau: trozo de tela blanca, que sirve de prueba sobre la virginidad de la novia
207
- Falifo: administrador/a de un kafo
- Fanding: padre “pequeño”; hace referencia a los hermanos varones del padre
- Fangbundi: máscara que precede la procesión de los niños iniciados y les protege
- Fara: árbol cuya corteza se utiliza para construir la máscara del mamoo
- Furia: tiempo establecido para dar cabida al levirato (cuatro meses y diez días)
- Gipampango: ramas de un árbol al que atribuyen poderes mágicos; ausenta los malos espíritus
- Jongo: esclavos
- Jonkongo: lavabo
208
- Kankango: huerta; parcela de tierra pequeña, adyacente al suokono y utilizada por las mujeres
- Katapol: tirachinas
- Kemoo: letrina
- Kintangolu: grupo de niños o niñas ya iniciados que sirve de apoyo a los nuevos iniciados durante el ritual
- Kooba: cocina; construcción independiente dentro del recinto doméstico, de uso comunitario
- Kunda: unas veces es utlizado como lugar de residencia de una familia y otras como territorio de un clan
- Kung-biterango:
209
- Kuro-lungo: dia del lavado; ceremonia en la que la novia es purificada antes de ser entregada a su marido
- Mafesongo: dinero para el pescado; cantidad destinada a la compra diaria de alimentos de la unidad
familiar
- Mamma / mammo: máscara protectora de los iniciados, vestida con cortezas rojas de fara
- Manta-karo: lugar donde se lleva a cabo la primera fase del ritual de iniciación a la vida adulta
- Mañyo dunoo: ceremonia prenupcial de recuento del ajuar que la novia aporta a la familia del marido
- Mañyo kuroo: ceremonia prematrimonial donde la novia es lavada antes de ser entregada al marido
- Mirango: calabaza de gran tamaño, partida en mitades, que sirve como recipiente para la comida
- Monó: papilla de cereales que se ingiere en el desayuno; alimento utilizado durante el destete
- Munkañoo: hombre de cuchillo; anciano que realiza el corte del prepucio en los varones
- Munkó: bolas de harina de arroz y azúcar, ofrecidas a los asistentes a los funerales y bautizos
- Muso keba: mujer vieja; designa a la primera esposa, la que primero ha llegado al hogar del marido
210
- Ngnangsimbah: madre de las iniciadas; padre de los iniciados
- Nyelengo: papilla de cereales que se ingiere en el desayuno; alimento utilizado durante el destete
- Ñyamboo: afeitado de la cabeza; ceremonia ritual de bautizo, donde el niño recibe un nombre
- Sadah: caridad
- Sankalengo: calabazas pequeñas utilizadas como cucharas para remover y servir la comida
- Singoo: pierna; es utilizado para designar las permanencias nocturnas conyugales de las coesposas
- Tiá: cacahuete
- Tuló: aceite
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