UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

COLEGIO NACIONAL DE MONSERRAT

NIETZSCHE – EL NACIMIENTO DE LA TRAGEDIA

FILOSOFÍA

7° “A”

 Aramayo Jessica
 Dominguez Lucía
 Garrido Natasha
 González Abigail
Introducción
La idea inicial de la obra de Nietzsche, fue rastrear el nacimiento de la tragedia en
Grecia Antigua. Años después publicó una crítica a su primera obra, en la que
argumentaba que su libro apestaba a Hegel y a metafísica; es decir critico su
estilo y su tono, pero no su contenido.

La primera temática que la obra aborda se puede resumir en la siguiente frase:

“La existencia se justifica eternamente solo como fenómeno estético”

La cuestión del arte, su naturaleza y su papel en la vida humana es el tema

principal del libro. Nietzsche expone su creencia: la creación artística yace en la
parte más profunda de nuestro ser, no somos solo animales racionales, si no
creadores.

La segunda temática de la obra es el conocimiento. Los antiguos griegos se

preocupaban por la cuestión de “¿Cómo vivir bien?”. Sócrates decía que para vivir
bien hacía falta conocimiento, la virtud es el conocimiento y quienes no lo tengan,
como los artistas, están fuera del juego.

Nietzsche entonces, rescata esta vieja disputa entre filosofía – arte, la pregunta
que hace es:

“¿Cuál de los dos, el arte o el pensamiento discursivo es mejor para captar y

transmitir conocimientos sobre la condición humana y el cosmos?”

La respuesta que Nietzsche da es el arte, más bien la tragedia griega.

“Mucho habremos ganado para la ciencia estética cuando hayamos llegado, no

solo al discernimiento lógico si no a la seguridad inmediata de la intuición de que
el desarrollo continuo del arte está ligado a la dualidad de lo Apolíneo y lo
Dionisíaco”.

Nietzsche, por primera vez, menciona la ciencia estética. En su segundo prefacio

el autor critica que en su obra hay una contradicción, ya que, si se cree que el arte
es la mejor forma de transmitir el conocimiento, Nietzsche dice que debería haber
cantado su libro y no hacerlo teórico.

El arte está ligado a la dualidad entre lo dionisíaco y lo apolíneo, estos términos se

refieren a Dionisio y Apolo. Nietzsche los utiliza para caracterizar dos principios
que no solo se representan en la cultura griega, sino también en la naturaleza.
Apolo
Es el dios de la luz y el sol. Se asocia con la música y los poderes de la curación.
Apolo ilumina el mundo interior de la fantasía y el sueño.

“El mundo del sueño es un entorno de imágenes ilusorias”

Nietzsche nos dice, que los sueños no son representaciones de la realidad, si no

bellas y placenteras creaciones. El sueño es una apariencia, como una película
que vemos en el cine comparada con la realidad.

El sueño es una fuerza creadora de formas individuales. Los objetos individuales

que vemos son apariencias que ocultan un aspecto más profundo de la realidad.

Dionisio
Es el dios de la fertilidad, del vino y del exceso. Representa el aspecto de la
realidad donde la individualidad se desintegra. El orden se pierde en una
consumación unificadora.

Nietzsche representa lo dionisíaco con el estado de embriaguez y con el

advenimiento de la primavera. En el estado de embriaguez todo se ve borroso, no
distinguimos bien y nuestras inhibiciones de desvanecen. Con el advenimiento de
la primavera, los hombres se relacionan con la naturaleza en una misma actividad
placentera.

Grecia Antigua
En el segundo capítulo de la obra, Nietzsche habla de Grecia Antigua, donde
estas fuerzas de unen.

Grecia tiene un lado apolíneo, representado por la arquitectura, esculturas y

columnas dóricas. El lado apolíneo se protegía del lado dionisíaco a través de la
imagen de Apolo, sosteniendo la cabeza de Medusa. El lado dionisíaco, en
cambio, se representa en las tribus bárbaras, en las islas del mar Egeo y en las
celebraciones frenéticas.

En Grecia estos dos lados logran una suerte de acuerdo para poder habitar en
sociedad.
En el tercer capítulo, Nietzsche propone que para comprender la relación entre lo
dionisíaco y lo apolíneo, hay que desmontar piedra por piedra la conducta
apolínea. Es decir, realizar una especie de psicoanálisis, que consiste en no solo
ver lo consciente con el ego y sus actividades, si no también ver lo inconsciente
que es lo que produce la conducta.

“Veamos la belleza griega, pero ¿qué lo explica?”

Hubo un tiempo en la cultura griega, donde el arte expresa el dolor y el sufrimiento

de la vida. Por ejemplo, las Moiras que eran los dioses del destino que atrapaban
a los hombres de su nacimiento; los buitres que comían las entrañas de Prometeo
por haber robado el fuego; el terrible destino de Edipo; la triste historia de Orestes
quien acaba asesinando a su madre y los titanes.

Lo que Nietzsche quiere decir es que los griegos conocían los horrores y espantos
de la existencia y de la condición humana, la lucha por la supervivencia, la
violencia y el conflicto. Y para poder vivir bien, los griegos crearon a los Olímpicos,
es decir la creación apolínea del mundo olímpico, ocultaba de la vista la
experiencia dionisíaca del sufrimiento.

Sin embargo, lo dionisíaco posibilita lo apolíneo y lo apolíneo posibilita lo

dionisíaco.

Desde el punto de vista psicológico, lo dionisíaco es la experiencia del sufrimiento

y el sin sentido de la existencia. Y lo apolíneo es el estado del sueño, que tienen
un rol restaurativo para la psique.

Arte
En el cuarto capítulo, Nietzsche dice que de las dos mitades de la vida, la vigilia y
el sueño. Consideramos la vigilia como la más importante, ya que realmente se
vive, pero él dice que no, que es realmente el mundo onírico, donde el ser humano
cumple su ser. Esto implica una inversión de Platón. Este último rechaza el arte y
acepta a la filosofía como forma de producir ideas, en cambio Nietzsche rechaza
la realidad y acepta el arte.

“Hay que huir de la realidad”

Para Nietzsche la virtud no es el conocimiento, es el arte.

“El arte es un espejo transfigurador”

Esta última cita, explica que la razón es como un espejo que refleja la realidad y
produce el conocimiento. Para Nietzsche, el arte es como un espejo, salvando
algunas diferencias; ya que la finalidad del arte es la superación de una situación
de vida y no la producción de conocimiento. Y este arte / espejo no refleja el
mundo si no que lo transfigura. Por ejemplo, los sueños no reflejan nuestro mundo
cotidiano si no que lo transforman.

La transfiguración de Nietzsche se da de dos formas, en el arte apolíneo es una

transfiguración del mundo, como por ejemplo el cine; y en el arte dionisíaco se
expresa el mundo mediante la transfiguración a un aspecto simbólico, como por
ejemplo en el estado de embriaguez.

Tragedia Griega
El capitulo quinto de la obra habla directamente de la tragedia griega que se
origina en la poesía lirica. En Grecia la poesía era cantada, es decir, tenía dos
partes una parte cantada o de palabra y una parte sonora. La palabra representa
lo apolíneo y secundario. La parte sonora es lo dionisíaco y es la parte primordial.
Es decir que dentro del arte está el arte musical y el arte del lenguaje. Nietzsche
rechaza el arte del lenguaje y acepta al arte musical, como la mejor forma para
expresar el conocimiento humano.

La gran innovación de la tragedia griega fue la unión de lo dionisíaco y lo apolíneo.

Por ejemplo una vela. La llama desde luego es lo dionisiaco y la cera sólida es lo
apolíneo. Si te quedas en la llama te quemas; si te quedas en la cera, estás a
salvo, pero congelado y sin vitalidad. Lo que los griegos encontraron con la
tragedia era cómo ubicarse precisamente en el punto de quemar de la vida. Hay
que salir de lo puramente apolíneo, pero no tan lejos que te quemes, sino lo
suficiente para ser influido por lo dionisiaco. Esto implica arriesgarse, vivir con
incertidumbres, y soltar la necesidad de siempre controlar todo. El resultado será
una vida vital, creativa, y capaz de cambiar con nuevas condiciones de vida. Esto
es lo que, según Nietzsche, posibilitó la magnificencia de la cultura griega. Su
ausencia en nuestro mundo es lo que explica en buena parte nuestra decadencia.

En la tragedia, este actor es el elemento lingüístico o apolíneo de la poesía lírica.

Lo que tenían que hacer ahora los sátiros era llevar a los espectadores a ver no el
actor como tal sino el personaje visionario que representaba. Este héroe, sea
Edipo u Orestes, o Hamlet o Macbeth en el caso de Shakespeare, relata una
historia en la que las cosas terminan mal, donde el héroe queda cegado,
desterrado, o muerto.

Pues eso no suena muy bonito, entonces ¿por qué son tan famosas las tragedias,
por qué se consideran mucho más importantes y sublimes que una típica película
de Hollywood?
Porque el cine hollywoodense es casi en su totalidad apolíneo. Es decir, te
envuelve en un sueño bonito que siempre termina bien. Es como la gente en la
película el Matrix. Están todas enchufadas al sistema apolíneo del matrix donde
todo sucede de forma tranquila sin problemas. Pero no están vivos. No
llamaríamos eso una vida humana real.