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Tema 2.

Sufragistas y guerras mundiales

Antes de entrar a analizar el movimiento sufragista nos detendremos de forma breve en hablar de
referentes inmediatos, ingleses, franceses y norteamericanos para entender cómo se fragua este
movimiento global.
1. Antecedentes históricos. La Revolución Francesa como punto de partida
. La historiografía feminista tiende a establecer la Revolución Francesa (1789) como punto de
partida del movimiento de las mujeres. Si bien es cierto que este proceso histórico es el punto de
partida de las democracias del siglo XX y que supone un paso adelante en la reivindicación política
de las mujeres debemos tener en cuenta la escasez de fuentes históricas para períodos anteriores.
. Tampoco podemos olvidar otras figuras femeninas de siglos anteriores como Hildegarda de
Bingen (1098-1179), Leonor de Aquitania (1122-1204), Christine de Pisan (1364-1430) o las
brujas.

. Ya en el año de 1789 y posteriores, las mujeres participan de forma destacada en las luchas
revolucionarias. Como uno de los sectores más sensibles a las consecuencias de las crisis, asumen
un papel señalado en las movilizaciones contra la escasez, el hambre y la irregularidad en el
abastecimiento. Crean asociaciones destinadas a exigir la defensa de los derechos de las mujeres,
como por ejemplo la Sociedad de Mujeres Republicanas Revolucionarias, fundada en febrero de
1793, por Claire Lacombe y Pauline Léon.
. La participación femenina parisina más intensa se dio entre el otoño de 1793

hasta la prohibición de los clubes femeninos el 30 de


septiembre de 1793. En los medios populares la práctica femenina dominó frente a la reivindicación
estrictamente feminista. Olympe de Gouges (1748-1793) es la figura femenina más destacada con
su obra La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1791). Gouges reivindicaba
derechos de ciudadanía para las mujeres.
. Si una mujer podía educarse y elegir a su marido (por ejemplo, en 1793, en el primer proyecto de
Código Civil, la madre goza mismas prerrogativas que el padre en ejercicio de la patria potestad), es
lógico que también pudiera elegir a sus gobernantes. El largo camino hacia el sufragio estaba
claramente abonado.
[La libertad guiando al pueblo. Eugène Delacroix, 1830]
[Retrato de Olimpe de Gouges, visto en internet]
.
2. Mary Wollstonecfraft y la Vindicación de los derechos de la mujer (1792)

. Mary Wollstonecfraft (1759-1797) es una escritora y filósofa británica. Autora de una extensa
obra argumenta que las mujeres no son por naturaleza inferiores al hombre, sino que parecen serlo
porque no reciben la misma educación. Para ella hombres y mujeres deberían ser tratados como
seres racionales e imagina un orden social basado en la razón. No pedía igualdad de derechos pero
estimaba que las esposas deberían ser las compañeras racionales de sus maridos. Apunta que si una
sociedad decide dejar la educación de sus hijos a las mujeres, éstas deben estar bien educadas para
poder pasar el conocimiento a la siguiente generación.
. Vindicación de los derechos de la mujer (1792) es su principal obra, otro de los hitos hacia el
feminismo moderno.
[Retrato de M.W. Visto en internet]
3. Sufragistas
. Conocemos como sufragismo el movimiento internacional de reivindicación del derecho de las
mujeres a ejercer el voto. Originado en los Estados Unidos a finales de la década de 1840, y con
una fuerte implantación en el Reino Unido, desde 1865 el movimiento se extendió a gran parte de
los países europeos.
3. 1. Sufragistas norteamericanas
. En Estados Unidos las mujeres lucharon por la independencia de su país junto a los hombres y
posteriormente se unieron a la causa de los esclavos. Cada vez en mayor medida las mujeres
empezaron a ocuparse de cuestiones políticas y sociales.
. Las mujeres norteamericanas estaban acostumbradas a la presencia en el espacio público. Las
prácticas políticas protestantes, evangelistas, pero sobre todo las cuáqueras, permitían la presencia
de las mujeres en las tareas de la Iglesia. Las mujeres podían intervenir públicamente en la oración
y hablaban ante toda la congregación.
. El detonante de la lucha autónoma de las mujeres norteamericanas fue el Congreso Antiesclavista
Mundial celebrado en Londres en 1840. De la delegación norteamericana formaban parte cuatro
mujeres que no fueron bien recibidas. El Congreso, escandalizado por su presencia, no las
reconoció como delegadas e impidió que participaran. Las cuatro mujeres tuvieron que seguir las
sesiones tras unas cortinas.
. Las delegadas regresaron de Londres a Estados Unidos humilladas, indignadas y decididas a
centrar su actividad en el reconocimiento de sus propios derechos, los derechos de las mujeres.
. En 1848, en una capilla metodista, Elizabeth Cady Stanton convocó a cien personas, más del
doble de mujeres que de hombres, de distintas asociaciones y organizaciones políticas del ámbito
liberal comprometidas con la lucha abolicionista a una reunión.
. En esta convención se aprobó la Declaración de Séneca Falls o Declaración de sentimientos, uno
de los textos básicos del sufragismo americano. La declaración consta de doce decisiones e incluye
dos grandes apartados: de un lado, las exigencias para alcanzar la ciudadanía civil para las mujeres
y de otro los principios que deben modificar las costumbres y la moral.
. El texto fue aprobado por unanimidad y firmado por las sesenta y ocho mujeres y los treinta y dos
hombres convocados, salvo una cláusula, la que reclamaba el derecho al voto. En ese momento, aún
no era una reivindicación clara para todas.
. Las mujeres de Seneca Falls se apropiaron de los discursos políticos del momento en la cultura
norteamericana para legitimar su filosofía feminista. La Declaración fue calcada de la Declaración
de Independencia americana y daba legitimidad política a sus reivindicaciones y entroncaban con la
filosofía que ya estaba asentada en la cultura política de su país.
. La Declaración de Seneca Falls se enfrentaba a las restricciones políticas: no poder votar, ni
presentarse a elecciones, ni ocupar cargos públicos, ni afiliarse a organizaciones políticas o asistir a
reuniones políticas. También contra las restricciones económicas: la prohibición de tener
propiedades,; la prohibición de dedicarse al comercio, tener negocios propios o abrir cuentas
corrientes. En definitiva, la Declaración se expresaba –y de forma muy rotunda–, en contra de la
negación de derechos civiles y jurídicos para las mujeres.
. Las principales figuras del sufragismo norteamericano fueron Elizabeth Cady Stanton (1815-
1902) y Susan B. Anthony (1820-1906)
. A partir de esa fecha, las mujeres de Estados Unidos empezaron a luchar de forma organizada a
favor de sus derechos, tratando de conseguir una enmienda a la Constitución que les diera acceso al
voto.
. Después de todo su trabajo en contra de la esclavitud, en 1866, el partido Republicano al presentar
la Decimocuarta Enmienda a la Constitución que por fin concedía el voto a los esclavos, negaba
explícitamente el voto a las mujeres. La enmienda sólo era para los esclavos varones liberados.
. Elizabeth Cady Stanton y Susan B. Anthony llegaron al convencimiento de que la lucha por los
derechos de la mujer dependía sólo de las mujeres y en 1868 fundaron la Asociación Nacional pro
Sufragio de la Mujer (NWSA).

[Foto Stanton y Anthony


vista en internet]
En 1869, Wyoming se convertía en el primer Estado que reconocía el derecho del voto a las
mujeres. ¡21 años después de la declaración de Séneca Falls. Los avances fueron lentos y ante las
dificultades, las dos alas del sufragismo norteamericano volvieron a unirse en 1890. En 1910
organizan un gran desfile en Nueva York y Washington.

[Manifestación sufragistas en Washington, 1913. Vista en internet]


3. 2. Sufragistas inglesas
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[Fragmento de La noche temática. Fecha aproximada emisión agosto 2010. Youtube]


. El movimiento sufragista en Inglaterra surgió en 1851. Intentaron seguir procedimientos
democráticos en la consecución de sus objetivos durante casi cuarenta años. La primera petición de
voto para las mujeres presentada al Parlamento Británico está fechada en agosto de 1832.
. Tres décadas más tarde, en junio de 1866, Emily Davies y Elizabeth Garret Anderson elevan
otra nueva “Ladies Petition” firmada por 1.499 mujeres, que es presentada a la Cámara de los
Comunes por los diputados John Stuart Mill y Henry Fawcett.. Al ser rechazada, se crea un
movimiento permanente: la Sociedad Nacional pro Sufragio de la Mujer, liderada por Lidia
Becker.
. En 1867, cuando se está debatiendo una segunda reforma de la ley electoral para incrementar el
número de varones adultos con derecho al sufragio, Mill presenta una enmienda para que se
sustituya la palabra hombre por persona.
. Las sufragistas inglesas aguantaron casi cuarenta años más defendiendo el feminismo por medios
legales. Hasta 1900, cuando, cansadas de que no se les hiciera caso, pasaron a la lucha directa:
interrumpieron los discursos de los ministros, fueron encarceladas, recurrieron a la huelga de
hambre y realizaron actos terroristas contra diversos edificios públicos. La policía las expulsaba de
los actos y les imponía multas que ellas no pagaban, así que iban a la cárcel. Allí, eran consideradas
presas comunes y no políticas como ellas reivindicaban. Aún en la cárcel, no desistieron. Iniciaron
una huelga de hambre en prisión. Gladstone, el primer ministro en aquel momento, ordenó que las
alimentaran a la fuerza. Comenzó entonces una espiral de violencia entre las feministas y la policía
inglesa.

[Lady Emilie Pankhurst en un acto en la calle]


. En julio de 1902, Lady Emilie Pankhurst (Manchester, 1858-Londres, 1928), presidenta de la
National Union of Women Suffrage, fue condenada a tres años de

trabajos forzados, pero las


sufragistas lograron su evasión de la cárcel. La única pérdida se registró en sus propias filas, con la
muerte de Emily W. Davidson en el hipódromo de Epson. El funeral de Emily W. Davidson fue un
simbólico acto feminista.
. Ni siquiera el sacrificio de la joven Davidson fue suficiente ni puso fin a la lucha. Tuvo que
estallar la Primera Guerra Mundial. El Rey Jorge V amnistió a todas las sufragistas y encargó a
Lady Pankhurst el reclutamiento y la organización de las mujeres para sustituir a los hombres que
debían alistarse.
. El 28 de mayo de 1917 fue aprobada la ley de sufragio femenino por 364 votos a favor y 22 en
contra, casi como contraprestación a los servicios prestados durante la guerra, después de 2.588
peticiones presentadas en el Parlamento.
. Tuvieron que esperar aún otros diez años a que las condiciones para su derecho al voto fueran
idénticas a las de los varones ya que en la primera ley se decía que podían votar las mujeres
mayores de 30 años. Diez años más tarde, todas las mayores de 21, la misma edad que los varones,
podían votar y ser votadas.
[Funeral Emily davison. 9 junio 2013. Vista en internet]
3.3 El derecho al voto, una estrategia de futuro
. Las sufragistas no reivindicaban sólo el derecho al voto, al sufragio universal. Confiaban en que
una vez conseguido éste, sería posible alcanzar la igualdad en un sentido muy amplio.
. Reivindicaron el derecho al libre acceso a los estudios superiores y a todas las profesiones, los
derechos civiles, compartir la patria potestad de hijos e hijas, administrar sus propios bienes.
Denunciaban que sus maridos fueran los administradores de los bienes conyugales, incluso de lo
que ganaban ellas con su trabajo.
. Se podían unir todas puesto que fuese cual fuese su situación económica, social o sus opiniones
políticas, la reivindicación del derecho al voto era común. La conciencia feminista estaba extendida:
en cualquier caso, todas estaban excluidas por ser mujeres.
. La I Guerra Mundial rompe con las dinámicas creadas de reivindicaciones (sufragistas) que incluía
la internacionalización del movimiento. Se dejan de lado las reivindicaciones por el bien común
“Mientras dure la prueba por la que está pasando nuestro país, no se permitirá a nadie hablar de sus
derechos. Respecto a él sólo tenemos deberes. Mientras dure la guerra, las mujeres del enemigo
también serán el enemigo”
Jane Misme. La Française. 19 noviembre de 1914
4. Otras voces
. Es innegable e indiscutible la importancia del voto femenino de las mujeres. Fruto de una ardua
lucha política que duró décadas, las mujeres pudieron finalmente acceder a un derecho básico de
ciudadanía como elegir a representantes políticos. Además, el valor simbólico de esta conquista va
más allá de simplemente ejercer el sufragio.
. No obstante debemos constatar el carácter burgués del movimiento sufragista. Este hecho las alejó
en un principio de la cada vez mayor presencia de obreras (en su mayor parte inmigrantes) que poco
o nada se identificaban con las peticiones de las sufragistas. El racismo de las sufragistas
norteamericanas que se aliaron con personas que se negaban a que las personas negras tuvieran
derechos humanos choca con el espíritu de su lucha.

. En este sentido y en la misma época histórica destacan


personalidades como la de Sojourner Truth (1797-1883). Negra liberta, hija de esclavos guineanos
que vivían en el estado de Nueva York, a los 9 años fue vendida por 100 dólares.
. Isabella Bomefree, que así se llamaba en realidad se hizo llamar Sojourner Truth, que podría
traducirse como “predicadora viajera de la verdad”. Fue la primera mujer negra que ganó un pleito a
un hombre blanco en los Estados Unidos.
. Otra figura que luchó contra la abolición de la esclavitud fue Harriet Tubman (1920-1913)
[Sojourner Truth, vista en internet]
5. Las dos Guerras Mundiales. Sus implicaciones en la vida de las mujeres

El siglo XX Fue un siglo muy convulso. Fue el siglo de las guerras I Guerra mundial (1914-1917) y
II Guerra Mundial (1945-1949), el siglo de los exterminios (Alemania, Serbia, África), de los
regímenes políticos totalitarios, de los avances tecnológicos (salud, educación, costumbres) y de
forma especial para las mujeres supuso la conquista de la ciudadanía y de los derechos humanos, los
derechos jurídicos, derechos económicos, derechos sexuales y reproductivos y derechos personales.
Durante las dos guerras mundiales las mujeres adquirieron un nuevo lugar en la sociedad, y se
volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las fábricas, las oficinas o las
escuelas. Ante la marcha de los hombres al frente hubo que recurrir a la mano de obra femenina. Se
las contrataba para trabajos que antes se consideraban más allá de su capacidad. Incluían
ocupaciones como deshollinadoras, conductoras de camiones tareas agrícolas y, sobre todo, obreras
fabriles de la industria.
En la I Guerra Mundial, en Francia, por primera vez 684. 000 mujeres trabajaron en las fábricas de
armamento; en Gran Bretaña, la cifra fue de 920 000. En Alemania, el 38% por ciento de
trabajadores de la fábrica de armamentos Krupp estaba compuesto por mujeres en 1918.
[Obreras en I Guerra Mundial. Vista en internet]

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[Primera Guerra Mundial Centenario. Canal de Bernar martín. Youtube]


El trabajo permitía a las mujeres conquistar el espacio público y tener unos ingresos económicos.
No obstante, no fue un camino fácil ya que existió una visible preocupación por la incorporación de
las mujeres al espacio público. En 1912 el médico alemán A. von Moll acusa a la “emancipación de
las mujeres” de la masculinización de la sociedad que implicaba un degeneración de la fecundidad y
perversión de la sexualidad.
Además, las guerras a su vez se refuerzan los roles clásicos de madre, novia que espera o de
enfermera (que a la vez es ángel y madre). El control patriarcal se sigue ejerciendo y las viudas
(muchas de ellas jóvenes) son puestas bajo sospecha.
Tras la II Guerra Mundial se instauran nuevos mecanismos de control que ya no vienen desde la
Iglesia sino de la medicina, la psicología o la política. Pero esa es ya otra historia….
[Rosie la Remachadora. Vista en internet]

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