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BIBLIOTECA ROMANICA HISPANICA A. J.

GREIMAS
DIRIGIDA POR DAMASO ALONSO

111. MANUALES, 27
S E M ÁNT19.3h
ESTRUCTURAL
I N V E S T I G A C I ~ NM E T O D O L ~ G I C A

VERSION ESPAROLA DE
ALFREDO DE LA FUENTE

l l l l 3 l . i o I t ~ ~ . ' , . \RUhl,\XIC.:\ l l I S P : \ h l ~ .\
EDlTORlAL CREDOS
\-l\VRID
LAS CONDICIONES PARA U N A SEMANTICA
O EDITORlAC CREDOS, S. A., Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1987, CIENTIFICA
para la versión española.

Título original: SÉMAIVTIQUE STRUCTURALE. RECHERCHE B E


MÉTHODE. l. LA SlTUACIdN DE LA SEMANTICA

PRIMERAEDICIÓN, abril de 1971.


El problema de la significación se sitúa en el centro de las
1.' reimpresión, enero de 1974. preocupaciones actuales. Para transformar el inventario de los com.
2. ' reimpresi6n. diciembre de 1976. portamientos humanos en antropología y las series de aconteci,
3.Veimpresi6n, septiembre de 1987. mientos en historia, no podemos dejar de preguntamos acerca del
sentido de las actividades humanas y acerca del sentido de la hicv
toria.
El mundo humano parécenos definirse esencialmente como el
mundo de la significación. El mundo solamente puede ser llamado
"humano" en la medida en que significa algo.
Es, por consiguiente, en la investigación referente a la signifie
cación d a d e las ciencias humanas pueden hallar su denominador
A común. En efecto, si las ciencias de la naturaleza se preguntan
Depósito Legal: M . 29172.1987, cómo son el hombre y el mundo, las ciencias del hombre se plan-
ISBN 84-249- 1179-2. Rústica. tean, d e m a n e a más o menos explícita, la cuestión de saber lo que
ISBN 84-249-1 180-6. Guaflex. uno y otro significan.
La lingüística ha N i d o aparecer, e n este deseo común d e delie
Impreso en España. Printed in Spain. mitar el problema de la significación, como la disciplina mejor
Gráficas Cóndor. S. A., Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1987. - 6114.
situada: poi estar más elaborada y más formalizada, padía ofrecer
262
- ,$:2.
S e d n t i c a cstructurd a

.iderar los contenidos homologadm como constitutiva de e% t.A


clases, y no d e los actarites. Hemos visto, al establecer las fun- 2iC
ciones, que el análisis funcional ~ropiamentedicho &lo puede ser -!:,
concebido si las funciones -que serán. en la etapa de la d e x i p - .$;;
ción a la que hemos llegado, investidas d e contenidm analizados y ,;' +L.,

homologados- presentan entre si relaciones de consecución, si ma. f, ,

nifiestan una diacronía, un "antes" y un "después" lógkos. Una ,'$' 3,


etapa descriptiva diferente de la construcción actancial. que oigdr ",+. REFLEXIONES ACERCA DE LOS MODELOS
nice las funciones invertidas de contenidos en una skcuencia t t a n r *$:
,...E.
ACTANCIALES
forrnacional, deberá ser pevista desde ese momento. \"$
Esta última etapa de estructuración, dedicada a la organización $ '

d e los contenidos instituidos e investidos ya sea en los actantes, ya. ,)$:


;j?
sea en las funciones, debe acabar la descipción. En su fase insti- ~3~ 1. DOS NIVELES DE DESCRIPCIdN
tucional prevista. ésta ha prmanecido urncialmente taxmómica, ,'!"!
organizando las signiLaciones en contenida jerárquica dispaú- ( Cuando un mitóIogo. Georges Dumézil por ejemplo, se p
bles. Los modelos que hay que tratar de describir a partir d e ahí j a todos
pone d e ~ r i b i runa población divina analizando uno a uno
deben particulan~arlos: su mudo de existencia es el del m i c m :: sus representantes, el procedimiento que utiliza sigue dos caminos
universo descrito. Pero, al mismo tiempo, son más generales q diferentes :
los conten,idos particulares y aparecen como invariantes, como '. I . Tras elegir un dios cualquiera, Dumézil constituye, con la
tipos de organización de la significación en micmunivenod d e los . ayuda de'todos los textos sagrados. mitológicos. foiklóricos. etc.. un
cuales los contenidos investidos no son m 2 que variables. corpus de proposiciones en las cuales el dios e n cuestión e n t a como
.Nos encontramos, según vemos. en el terreno de las conjetu actante. A par+ del inventario de los mensajes funcionales, las
m el que toda formulacióh de hipótesis parece prematura. A v a - .,; . E, reducciones sucesivas, seguidas d e homologación, le permiten con*
zarema tanto atientas: los tres caPítu1@5 que siguen constia rituir aquello que cabe designar la esfera d e actividad del dios
tuyen m u t s u u d e reflexiones y de análisis pvciales que exploran :!;, 2. Una vez constituido 'un corpus paralelo, que contenga la
terrenos Las generalizaciones a las que pueden eres- .. totalidad d e las cualificaciones de ese dios tales cuales puede hallár-
tarse tendrán solamente, es evidente, un valor hipotético. selas en forma d e sobrenombres, epítetos estereotipados, atributos
. .. ?,
8:
,
'
divinos, o bien en.sintagmas en expansión que comporten consi-
deraciones de carácter teológico, su análisis permite establecw la
fisonomía moral del dios considerado.
Se derivan de esto dos posibles definiciones del mismo dios:
la primera, aunque partiendo del principio de que un dios se re-
conoce por lo que hace, pero considerando su actividad como mí-
Semántica estructural ~ e f l e x i o n e sacerca de los modelos actanciales
265
tica, lo inscribe como uno de los actantes de un universo ideológico;
l la segunda lo sitúa como uno de los actantes con ayuda de l a
cuales se conceptualiza una axiología colectiva.
Las cosas no suceden de manera diferente en la tierra: así, Hemos dicho ya que nos ha sorprendido una observación de
cuando, por ejemplo, tras haber elegido, para su descripción del Tesnikre -a la que probablemente sólo atribuía un valor didáctic-
universo racineano, el análisis funcional, R. Barthes afirma que la en la que compara el enunciado elemental a un espectáculo. Si re-
tragedia racineana no es psicológica, no puede por menos de di+ cordamos que las funciones, según la sintaxis tradiciond, no son
gustar a los partidarios de las explicaciones cualificativas tradicio- más que apeles representados por las palabras - e l sujeto es en
nales. ella "alguien que hace la acción"; el objeto "alguien que sufre la
Hemos visto que a este nivel de descripción los dos análisis pre- . acción", e t c . , la proposición, en una tal concepción, no es en
dicativos - e l funcional y el cua1ificativ0-, lejos de ser contra. efecto más que un espectáculo que se da a sí mismo el h k o lo.
dictorios, podían, por el contrario, en ciertas condiciones, ser cona quens. El espectáculo tiene, sin embargo, esto de que
siderados como complementarios, y sqs Asultados como canverti- es permanente: el contenido de las acciones cambia durante todo
bles del tino al otro modelo: el dios podía obrar conforme a su el tiempo, los actores varían, pero el enunciado-espectáculo perma.
propia moral; sus comportamientos itentivos. considerados típicos, 4 nece siempre el mismo, pues su permanencia está garantizada por
podían sede integrados como o t m tantas cualidadu El p b l e m a -1 S la distribución única de los papeles.
d e la disjunción de los procedimientos descriptivos no se plantea, ;* Esta permanencia de la distribución de un reducido número de
.ino más tarde, cuando, estando ya instituida tales actantes. es
decir, investidos d e contenidos, hay que intentar la descripción del
'4 papeles, como decíamos, no puede ser fortuita : hemos visto que
el número de actantes estaba determinado por las condiciones a p r i e
rnicrouniveno en el interior del cual aquéllos existen u obran. Esta ,$ rísticas de la percepción de la significación. En cuanto a la natura-
nueva descripción, situada a un nivel superior, no será posible ; leza de los papeles distribuidos, nos ha parecido más difícil el pro-
más que si disponemos, para emprenderla, por lo menos d e un nunciarnos : hemos creído indispensable al menos cmegir la for-
cierto número de hipótesis conceinientes a su objetivo. Pero, para mulación temaria, coja, substituyéndola por dos categorías actan-
elaborarlas, hay que tratar de responder primeramente a dos t i p : ciales, en forma de oposiciones:
de cuestiones: a) <cuáles son las relaciones recíprocas y el modo
sujeto vs, actante,
de existencia en común de los actantes d e un microuniverso?
desrinador v s desrinatario.
b) <cuál es el sentido, muy general, de la actividad que atribuimos
a los actantes? <en qué consiste esta "actividad", y, si es transfor-
A partir de aquí, hemos podido intentar la extrapolación si-
rnadora, cuál es el cuadro estructural de esas transformaciones? guiente: puesto que el discurso "natural" n o puede ni aumentar el
Vamos a tratar d e responder primeramente a la primera de
número de actantes ni ampliar la captación sintáctica de la signifie
estas preguntas.
cación más aiiá de la frase, debe suceder lo mismo en el interior
de todo microuniverso; o mis bien al contrario: el microuniverso
1 rd Reflexiones acerca de los modelos actancides
266 Semánticaestructurd j. L
267
1 ~in laire turse, cuya traducción americana, relativamente reciente. es
semántica no puede ser definido como universo. es decir. como un (
todo d e significación. más que en la medida en que puede surgir .:
4 br conocida sólo desde hace poco en Francia. Tras haber definido
$0 el cuento popular como un desarrollo, en la línea temporal, de sus
en todo momento ante nosotros como un espectáculo simple, como
31 funciones Propp se plantea la cuestión de los actantes, o de los
una estructura actancial.
Dos retoques de orden práctico han sido necesarios a continua-
ción pan ajustar este modelo actancial, tomado de la sintaxis, a su .,*
I a- dramatis persmae, como Él los llama. Su concepción de los actantes
es funcional; los personajes w definen, según él, por las "esferas
d e acción" en las cuales participan. estando constituidas estas esfe-
nuevo estatuto semántico y las nuevas dimensiones del micrb f.'!,
ras por los haces de funciones que les son atribuidas. La invarian.
universo: considerar, por una parte. la reducción de los actantes :P cia que podemos observar comparando todos los contextos-ocu-
sintácticos. a su estatuto semántico (María. ya re'ciba la carta. ya se '
rrencia del corpus es la de las esferas de acción que son atribuidas
le envíe. es siempre "destinatarío"); y reunir. poi otra parte. todas
a 10s personajes (a la que nosotros preferimor llamar actores),
las funciones manifestadas en un corpus y atribuidas sea cual variables de uno a otro cuento. Ilustrando esto con la ayuda de un
fuere su dispenión. a un solo actante semántico. a fin de que '> :S .,
.,:. esquema simple (véase más abajo). remos que, si definimos las
cada actante manifestado posea, detrás de sí, su propio investi-
funciones FI, Fz y F3 como constituyentes d e la esfera de actividad
miento semántica y de que podamos decir que el conjunto d e 10s. ,?. ,. ~
de un cierto actante Al. la invanancia de esta esfera de actividad de
actantei monocidos. sean cuales f u e m las relaciones entre ellos,
.:.:,u1 un cuento al otro permite considerar a l a actotes al, a2 y a3 como ex-
son representativos d e la manifestación entera. ,.i:.
presiones onmenciales de uno solo y el mismo actante A,, definido
H e aquí hasta dónde se llega con la hipótesis de un modelo a u -;
por la misma esfera de actividad.
tanciai considerado como uno de los principios posibles de la ot*
ganiución del universo semántico, demasiado cmsidenble pan w
captado en su totalidad. en micmniveruir accesibles d hombre.
Sería ahora necesario que las descripciones concrens d e los domi*
nios delimitados. 0. por lo menos. de las observaciones de carácter
p n e n í que. d n apoyarse en análiii. pmciwa. llevaran sin embargo
a conjuntos significantes vastos.y diver* vinieran a conlimar estas
extiapolacioner lingüísticar, apurtando d mismo tiempo informa-
' '.
ciones acerca d e la significación y acerca de las posibles articula*
ciones de las categorías actanciales.

, ._>.
\.
1! :'"
i De donde deriva que, si 10s actores pueden ser instituidos en el
111. LOS ACTANTES DEL CUENTO POPULAR
: ... interior de un cuento ocurrencia, l a actante$ que son ,-lases de
unaprimera de esta hipótesis ha sido a p a d a en ,?
.,. . actores no pueden serlo sino a partir del c q u s de t d o s los cuen-
nuestr;i opinión por V. Propp. en su Mqhologie au 'Onte PPU' .! tos: una articulación de actores constituye un mento particu~ar;
z
i..
Reflexiones acerca ¿e los modelos actanciaíes
268 Semántica estructural 269
a un tipo de relatos -las obras teatrales- muy diferente del
una estructura de actantes un género. Los actantes poseen, pues
cuento popular y que sus resultados podían ser comparables a los
un estatuto metalingüístico por relación a los actores: presuponen
acabado, por otra parte, el análisis funcimd. es decir. la cmstitu. primeros. Encontramos allí, aunque expresadas en otros términos,
las mismas distinciones entre la historia evenimencial (que n o es
ción de las esferas de acción.
para él más que una serie de "temas dramáticos") y el nivel d e la
Este doble procedimiento: la institución de l a actores p la
descripción semántica (que se hace a partir de las "situaciones",
devnpción de sus funciones y la redmción d e las clases de actores
dexomponibles en procesos de actantes). ~ncontramos,'finalmente,
a actantes del género. le permite a Propp establecer un inventario
un inventario limitativo de los actaqtes (a los que bautiza, con
definitivo de los actantes, que son:
arreglo a la terminología sintáctica tradicional, 'con el nombre d e
i .Othe viGn; funciones). Por desgracia, tras haber vacilado algún tiempo entre
2.0 thc donor (p~avider); 6 y 7 funciones dramáticas, Souriau se decidió finalmente a limitar
3.0 the help~r;
su número a 6 (número discutido, por otra parte, en sus Techniques
4.0 t k soughtfor person (a& her father);
5.O the dispatckr;
de I'oeuvre, por Guy Michaud, el cual deseaha restablecer la s é p
6.0 t k hcro; tima función, la del traidor) : se habrían obtenido así definiciones
7.O the false hcro. paralelas de dos géneros diferentes - c u e n t o popular y pieza tea-
tral-, que, cada uno por separado se habrían h a d o como re-
. .
Este inventario le auturiza a dar una definición actancial del latos de 7 personajes.
cuento popular ruso, como un relato de 7 personajes- ., .. El inventano de Souriau se presenta del modo siguiente:
ei: 7-
-
:. *@

ci
.- ; !<
'i ,3,
-.
@ : León ... ... ... ... la Fuetza temática orientada;
\ , -> rP Sd ... ... ... ... el Representante del Bien deseado, del Valor orien-
..N.LOS ACTANTES DEL TEATRO tante:
Tierra ... ... ... el Obtenedor virtual de ese Bien (aquel para el cual
trabaja el León);
En el punto mismo en que Pmpp detiene su análisis. hallamd Marte ... ... ... el Oponente:
a r o inventario bastante semejante : el catálogo de las "funciones'! Balanza ... ... ... el Arbitro, atribuidor del Bien:
drrmiticas presentado por E. kuriau. e n su obra les zoo.om S;:
Luna ... ... ... ... el Auxilio, reduplicación de una de las fuenm prece-
dentes.
tuatiaü dramatiques. La reflexión d a Souriau. aunque subjetiva y
carente de apoyo en ningún análisis concreto, no está muy dejada
de la descripción d e Propp; dicha reflexión la prolonga incluso No hay que dejarse desanimar por el carácter; a la vez ener-
en cierta medida. Es poco probable que b u n a u haya conocido la gético y astrológico, de la terminología d e Souriau : no logra velar
obra d e Pmpp. Una cuestión de este tipo no es ni siquiera &* tal terminología una reflexión que no está falta de coherencia.
nente El interés del pensamiento de Souriau consiste en el hecho
d e haber m a t r a d o que la interprrtlción actuicial podía apliuiu
Semántica estructurai Reflexiones acerca de los modelos actanciles
27" 271
ocurre así, los dos micromiverso. que son el génem "Cuento p p u .
lar" y el género "espctáculo dramático*', definid= por una pri.
mera categoría actancid articulada según el dewo. son capaces de
producir relatos ocurrencias en que el deseo wtá manifestado en
tu definiciones de Propp y de Souriau cmfiman nuestn ini N forma a la vez práctica Y mítica de ''búsquedaf'.

terpntación en un arito importante: un númem m k g i d o d e El cuadm de las equiv+encias d e esta primen categor'a wrá
téminos actanciales basta para dar cuenta de la organización d e un 1i: el siguiente :
mioouniverw. Su insuficiencia reside en el c a r i e a L vu dema-
1
dado e iosuficientementc fmal que hemos querido d u a dicha..
d&iciones: d e h i r un género rolmente por el númem d e 1- ,
. vs Objeto I
actantes, haciendo abstracción de todo contenido. es colocar k Propp Hero Vs Sought-for g e r s ~
definición a un nivel formal demasiado elevado; p e n t a r 10s
m t e s en forma de u n simple inventaiío, sin pregunmse acerca
reIacioner posibles entre sí, es renunciar demaGado v t
dejando la segunda parte de la definición. SUS nsgm e s p - deseado, del Valor orien-
t tante
c$icos, a un nivel de formalización insuficiente. Puece.
nece&a m a uteg&zación del inventario de 1- actantes: v
a intentarla comparando, en una primera aproximación, 1
VI. LA C4TEGORfA ACTANCIAL "DESTINADOR" VS "DES-
inventaria de que disponemor: el d e Propp. el d e Sou
aqudotm, más restringido, ya que no comporta más que dos cate- '
TINATARIO"
go- ad"&s, herm~.podido extraer de lar. conlideradones
La búsqueda de lo que podría corresponder, en las intenciones
ace,a del hncionamiento sintáctico del discutso. de Propp y de Souriau. a esta segunda categofia irtancial no puede
Una primera observación permite hilkr c identificu, en 1 por menos d e plantear alguna dificultad, debido a la frecuente
inventarias de Propp y de Souiiau. 10s dos actantes nntádi manifestación sincrética de las actantes -ya encontrada en el nivel
conaitutivos de la categoríú "sujeto" vs "obieto'.'. ES a ~ ~ ~ ~ b r n r o . d e h sintaxis-. acumulación a menudo constatada, d e da a c t a n t q
hay que d e d e ahora. que la relación entre el sujeto y d presentes en la forma de un solo actor.
~.-----
obgto, que tanto trabajo nos h a costado pncisr, sin que lo ha- u.
Por ejemplo, en un relato
no fuera más que una trivial
y m o s logrado ~om~ietarnente,. aparezca aquí con un invefimien- historia de amor que acabara, sin la intervención de los padres
to -&tico idéntico en l a dos inventaria. e l de "deseo". Parece con e1 matrimonio, el sujeto es a la vez el destipatuio, en tanto
p&ble concebir que Ia transitividad, o la rtdmh ~ ~ e d ó ~ ic-Vc a , que el objeto es al mismo tiempo el destinador del amor:
hema sugerido llamada, situada en la dimenrión mítica d e la ma4-
n&stación, aparezca, como conucuencia de esta combin .El Sujeta -t Destinatario
---- =
mica, como un wmema que realiza el ebcto d e sentido "de~o". Si Ek Objeto + Destinado-
-- . ,-... . Reflexiones acerca & los modelos actunciales
273
27"
el rey. ora el ~ a d r e-confundidos o no en un salo actor- quien
a a m actants se encuentran ahí, simétrica e invertida.
encarga d héroe d e una misión. Podemos, pues, sin grandes reto-
p r o sincretinada bajo la forma de dos actore* ques y sin recurrir al psicoanálisis, reunir el padre de Ia persona
pero v e m a también -y la canción d e Michel Lcgnnd, un-
resumen h- deseada con el mandador, considerándolos cuando se pre*nten
bda en les parapluies & Cherbnirg, lo muesu. en p r ~eparado,como dos actores d e un mismo actante.
pre&onante :
"Un ho-e, une femme. En cuanto al destinatario, parece que en el cuento popular
Une pomme, un &ameu- mso, su campo de actividad se funde completamente con el del
sujetwhérn. Una cuestión teórica que cabe plantearse a este p m
mn
--u a>u i facilidad h d i r j n c i ó ~del objeto y'del d u t i i o r pi& pósito, y que volveremos a encontramos más adelante, es la de
de producir un modelo de tres actantes* saber si t a h fusiones pueden ser considendas como criterios p r -
En un p&t0 del tiPo d e la Qu& du S a i n b G r ~ t ,p el tinentes para h división de un género en subgéneros.
e a ,los cuatro actante% bihn distinta. son u t i c d a d a en d a Vemos que las dos categorías actanciales parecen constituir,
categckas : hasta ahora, un modelo simple centrado enteramente sobre el
Suieto HCroe Objeto, que es a la vez objeto de deseo y objeto de comunicación.
-= v
Objeto Smto G f d

Destinadar = Dios MI. LA CATEGORIA ACTANCIAL "ADYWANTE" VS "Om,


Destinatario Hummiidad NENTE"

Resdta más difícil acertar la articulación categórica de los o t m


actantes, aun cuando sóIo fuera porque nos falta el modelo sin.
Destinador vs Destinatario táctico, Reconocemos. sin embargo. sin dificultad, dos esferas d e
actividad y, en el interior d e éstas, dos tipos d e funcimer bastante
_ti en a t e owi claramente marcada como la oposición en* distintas :
Bin< vr d O b M d a w ' d d dr e x Bien. 1. Las unas que consisten en aportar Ia ayuda operando en el
J *ffitn>, J&pa&
sentido del deseo, o facilitando Ia comunicación.
En el análisis d e Propp, en cambio, el destinador parece estar 2. Las otras que, por el contrario, consisten en crear obstácu.
anirulado en dos actores, el primero de l a cuales S bastante in*! los, oponiéndose ya sea a la realización del deseo, ya sea a la comud
knuamente confundido con el objeto del deseo: nicación del objeto.
Estos dos haces d e funciones pueden ser atribuidos a dos ac-
tantes distintos, a los que designaremos con los nombtes de
i n tanto que el segundo aparece. como era d e espcrar, bajo el nomd Adyuvante vs Oponente.
bx de disptcher (mandador)).En 1s ocumncias, en efecto, es ora
Reflexiones acerca de los modelos octancdes
274 SemÚntica estructur<ll .' . 275
Cuando, .en el transcurso del procedimiento de normalización,
Esta distinción corresponde bastante bien a la formulación de
hemos querido conceder un estatuto formal a los adverbios, los
Souriau, de quien tomamos el término oponente; preferimos el
hemos designado como aspectos constitutivos de una subclase hipo-
término adyuvante, introducido por Guy Michaud, a "auxilio" de
táctica de funciones. Existe en francés, en el interior de la clase
Souriau. En cuanto a la formulación d e Propp, encontamos
bastante' maí definida de los adverbios, un inventuio muy restnn-
ella oponente, denominado peyorativamente villain (= traidor),
gido de adverbios de cualidad, que se presentan en forma de dos
mientras que el adyuvante mcubre dos personajes el helper y el
parejas oposicionales :
donor (= provider). Esta elasticidad del análisis puede sorprender
a primera vista. z .:.: voloniiers' vs. néunm~>~í>s,
No hay que olvidar, sin embargo. que los actantes son institui.' :?.; .>:. bien vs 4,
dos por Propp sin hablar de Souriau, a partir de sus esferas y,;:

acción, es decir, con ayuda solamente de la reducción de las f u q y'. que podrían ser justamente considerados como categorías aspec-
ciones y sin tener en cuenta la homologación indispenmble. N o u ,'.' males, cuya intetpretación semántica d c e difícil: la primera
trata aquí de hacer la crítica d e Propp, cuyo papel de precutsorpf ,,,,; categoría indicaría, eq el proceso de que se encuentra investida la
considerable, sino simplemente de registrar los progresos realizados,. .::::J función, la participación d e la voluntad, con o sin previsión de la
durante. estos treinta últimos años, debido a la generalización de :f resistencia ; la segunda constituiría la proyecaón, sobre la función,
los procedimienior crtructuralistrr Hay además que tener en cuma ' 4 ::!t de la apreciación que el sujeto hace acerca de SU propio proceso
ta el hecho de que es más fácil operar cuando disponemos d e dos ;,. ii.. (cuando el sujeto se identifica con el locutor).
inventarios comparables que cuando disponemos de uno solo. -
. ,. '
Vemos ya dónde queríamos llegar: en la medida en que las
Podemos preguntarnor a qué corresponde, en el vniverso mí* !: funciones son consideradas como constitutivas de los actantes, n o
tic, cuya estructura actmcid queremos explicitar. esta oposición .:,'. vemos por qué no podríamos admitir que las categorías aspectuales
entre adyuvante y oponente. A primera vista. todo sucede como S& : p e d a n constituirse en circuristantes, que serían las fmulaciones
al lado d e los principales interesados, aparecieran ahm, en el .. hipotácticas del actante sujeto. En la manifestación mítica que nos
espectáculo proyectado sobre una pantalla axiológica, actantes que , i interesa, comprendemos que el adyuvante y el oponente n o sean
representan, de modo esquematizado, las fuerzas malhechoras y, - i más que proyecciones de la voluntad d e obrar y d e las resistencias
bienhechoras del mundo, encarnaciones del ángel de la guarda y del .
,
.; imaginarias del mismo sujeto, juzgadas benéficas o maléfica po,
diab!o del drama cristiano de la Edad Media. relación a su deseo.
I
c.
, S..."

Llama también la atención el carácter secundario de estos dos ., Esta interpretación tiene un vaior relativo. Trata de explicar
últimos actantes Jugando un paco con las palabras, ~odríamosde: la aparición en los dos inventarios, al lado de verdaderos actantes,
cir, pensando en la forma participial mediante la cual los hemoi:'I . de los circunstantes, y de dar cuenta a la vez de su estatuto sintác-
designado, que se trata en este caso de "participantes" circunstan, tic0 y de su estatuto semántica.
dales, y n o de verdaderos actantes del espectáculo. Los participios
n o san de hecho sino adjetivos que determinan a los substantivos
en la misma medida en que los adverbios determinan a los verbos.
Semántica esttwturd . RefIeziones qcerca & los modelos actdnciales
276 - - 277
zada, que comporta un investimiento sémico más pesado, de "de-
seo", que se transforma, al nivel de las funciones manifestadas, en
V111. EL MODELO ACTANCIAL MfTlm
1 "búsqueda". Diríamos así que las patticularizaciones eventuales
del mudelo deberíln referirse sobre todo a la relación entre los
Este modelo. inducido a partir d e 1s inventan- que p m a - ' actantes "Sujeto" vs "Objeto", y manifestatse como una clase de
necen a p s a r de todo inseguros, y co~stmidoteniendo en cuenta variables constituida por investimientos suplementarios.
la estmctura sintáctica de las lenguas naturales parece p e r . en Así, simplificando mucho? podríamos decir que para un sabio
,zón de su &nplicidad, y pata el análisis de L manifatacimes filósofo de IOS siglos clásicos, estando precisada la rdación del deseo,
&ticlr solamente, un cierto v,alor opetatoño. Su simplicidad n- por un investimiento sémico, como el deseo de conocer, los actantes
side en el hecho de que está por entrm centrado sobre el objeta d e su espectáculo de conocimiento se dltribuirían poco más o me-
del deseo perseguido pa el sujeto,' y situado, como objeto d e cw nos del modo siguiente :
rnunicación. entre el destinadn y el destinatario. estando d deseo
del sujeto. por su parte. modulado en proyecciones d e adyuvante Sujeto ........................ Fi7ósofo;

y oponente :
Objeto ........................ Mundo;
Destinador .................. Dios;
. Destinatario .................. Huma~Aad;
Oponente ..................... Materia;
Adyuvante .................. Espintu;

De igual modo, la ideología marxista, al nivel del militante,


podría ser distribuida, gracias al deseo de ayudar al hombre, de
modo pardelo:
Sujeto ........................ Hombre;
IX. EL INVESTINIIENTO "TEMATICO" Objeto ........................ Sociedad sin clases;
Destinador .................. Historio; .
Si deseáramol preguntama acera de las posibilidades de uti. Destinatario .................. Humanidad;
Oponente ..................... Ckue burguesa;
lización. a título de hipótesis estnicturd, d e este modelo que cm*
Adyuvanre ............... ¡.. Ckue obrera.
sideramos opent&o. deberíamos comenzar por una o b s e ~ a c ~ ó:n
el hecho de haber querido c m p a r u las categoriu sintácticas con Este es el camino que parece haber querido tomar Souriau pro-
la inventaria de Pmpp y de Souriau nos ha obligado a conside. poniendo (op. cit., págs. 258-259) un inventario de las principales
rar Ir relación entre el sujeto y el objeto -que ~Gmeramentenm "fuerzas temáticas", que. por "empírico e insuficiente" que sea,
ha pncido ser, en su mb grande, una relación de
según confesión de su mismo autor, puede damos una idea de la
orden teleológico. es decir, una modalidad de 'pader hacer", qur, amplitud de las variaciones a considerar.
aí nivel de la manifestación d e las funcimes. habría encontrado
uo "hacer" práctico o mítico- c m una relación más espcirli-
Se&ntic<r estructural
278 Reflexiones acerca & los modelos actanciales
* 79
des. por un lado, y d e "todos los temores". por otro. Vemos que el
modelo actancial propuesto, centrado en tomo a la relación d e
"deseo", es susceptible d e transformación negativa. y que la subs-
- amorresponsabilidad
(sexual o familiar. o de amistad -juntando
moal, cura d e almas):
a é i admiración, titución de los términos en el interior d e la categoría

- fanatismo religioso a político: obsesión vs fobia


- cdicia. avaricia, deseo de riquezas, d e lujo, d e placer. d e k belleza
ambiente, de honores. de autoridad. d e place-, d e orgullo; debería. en principio, tenerrepercusiones profundas en la articula.
- envidia. celos: ción del conjunto d e los términos del modelo.
- d i o , deseo de venganza: Pero el principal defecto de la'hipótesis que acabamos d e emi-
- curiosidad (concreta, vital o metafísica):
tir, y que es la posibilidad d e la particularización del modelo por el
- patriotismo;
investimiento progresivo y variable d e su relación d e objeto, apare.
, deseo de un cierto trabajo y vocación (religiosa, científica, artfsticai
de viajero, de hombre de negocios, de vida militar 0 polítiu): ce aquí con nitidez: l o s investimientos posibles enumerados por
- necesidad
.. de reposo, de paz, de asilo, de libeación, d e libertad: Souriau no interesan al modelo propiamente dicho. sino que dicen
-. necesidad de Otra Cosa y de e n Otra Parte: relación al contenido sernántico sea del actante sujeto. sea del ac-
- necesidad de exaltación, d e acción sea la que fitere:
tante objeto, q u e puede serles atribuido por otros procedimientos,
- necesidad de sentirse vivir, d e realizarse, d e completarse:
- vértigo de todos 10s abismas del mal o d e la experiencia: especialmente por el análisis cualificativo, anterior a la constmcción
- todos los temores : del modelo actancial.
miedo a la muerte.
al pecado, a los remodimientos.
al dolor. a la miseria. X. LAS 1NVERSlONES ECONóMlCAS
a la fealdad ambiente.
a la enfermedad,
Hablando d e inversiones, nos es difícil no dar un ejemplo d e
al tedio.
a la pérdida del amor:
manifestación mítica contemporánea q u e desarrolla una estructura
temor a la desdicha de los que nos estdn próximos, d e Su Sufri. actancial conforme, e n sus líneas generales. al modelo operatorio
frimiento o de su muerte, d e su abyección m o a l , d e su envi* propuesto. en un campo en que sólo una manifestación práctica
lecimiento : parecería tener derecho d e ciudadanía: el d e las inversiones em-
temor o esperanza de las cosas del más allá 0). presariales. La documentación nos ha .S.ido proporcionada por
F. y J. Margot-Duclot, ea Une enquéfe clinique su7 les comporte-
No podemos r e v h a r a esta enumeración la falta de lo q u e el ments Zinvestissemnts, destinada a aparecer e n una obra colectiva :
autor n o ha tratado d e poner e n d a : s u falta de ahaustividad I'Économie et-les sciences humaines. Los resultados d e esta en-
o la ausencia de toda clas&cación. Podemos en cambio, señalar en cuesta, llevada a cabo en forma d e interviús no directivas, se
ella una distinción importante que, d e otro modo, hubiera podido pueden analizar e n el cuadro de un modelo actanciaí, que desarrolla,
tal vez escapárunm: la oposición d e l a d e s e a y de las necesida- ante el encuestador, el jefe de empresa q u e quiere describir su
SetnÚntica estructural- ' 1
280 Reflexiones acerca de los mo&fos actanciales
281
p p i a actividad económica y transformarla. de hecho, e n un -- -
NOSha parecido interesante señalar este ejemplo, no tanto p a n
m, de
moralizada es d e c i ~mitic- que r e v e b
r- evidenciar la existencia de modelas míticos con ayuda de los cuales
estructura actancial implícita. el hombre contemporáneo interpreta su actividad aparentemente
El sujeto-héroe es, naturalmente, el inveisiaWta. el C U ~ racionalizada -las observaciones de un Roland Barthes nos han ha-
queriendo describir una sucesión d e compatamienta económicos bituado suficientemente a éstas cosas-, sino sobre todo para i l u ~
! experimenta la necesidad d e dar cuenta de su propio ppel y lo
valoriza.
trar el carácter complejo -a la vez positivo y negativo, práctico y
mític- de la manifestación discursiva,. cosa que debe tener en
El objeto, ideológico, d e la inversión es, la dvacidn d e la cuenta, en todo momento, Ia desmpción.
,Fe=, su protección i d héroe Uega a veces a hablu d e ésta, $
1 stilísticamente, como d e un niño a quien hay que P e g e f d e la . i
amenazas del mundo exterior. XI. ACTANTES Y ACTORES
El owmente se presenta en la forma del p r w científico
~ y
témico, que amenaza al equilibrio establecido. , . . El procedimiento del investimiento temático de la relación de
El adyuvuite son, en primer lu&, evidentemente. 1" estudios objeto, por el salo hecho de que corre riesgo de hacer confundir, en
preparatorios anteriores a la invenión: estudia de mercado, cada momento, la descripción del modeIo actancial con el análisis
d e patentes, de rentabilidad. investigaciones de econometría e ine cualificativo, aun suponiendo que este análisis sea válido, no es su-
vestigaciones opratoriar: pero t d o esto, a p r de la amplitud ficiente para dar cuenta de la variación de l a m o d e h actmciales y
de los desarrollos a a t d a a los que el tema se pmsta, no es nadq para promwer su tipología. No nqs resta, pues, más que volver a
en el fondo, en comparación con la urgencia. en el momento los mismos actantes para ver en qué medida los esquemas de distria
decisivo, del olfato y de la intuición. de esa fuena mágica y "vig* bución de los actantes, por una parte, y los tipos de relaciones esti-
dicante" que transforma a l presidentedirector generil en héroe lística~entre actantes y actores, por otra, podrían servir de citerirn
mítico. para una particularizacióo, "tipologizante". de los modelos actan-
El destinador es el sistema económico que confía d héroe, a ciales.
continuación d e un contrato implícito, la misión d e salvar, me- El primer criterio tipológico de este género pudiera ser el sin-
diante el ejercicio exaltante de la libertad individual, el p o ~ e n i r cretismo, a menudo registrado, de 1Ós actantes; podríamos así sub4
de la empresa. dividir los modelos en géneros según la naturaleza de los actantes
El destinatario, d e modo contrario a lo que sucede en ei cuento que pueden ser sincretizados: en el cuento popular, según hemos
popular ruso. en que se confunde con el sujeto, es aquí la e m p r r visto, son el sujeto y el destinatario los que se constituyen e n ar-
misma, actor sincrético que subsume e1 actante objeto y el actante chiactante; en el modelo de investimiento económico, en cambio,
destinatario: pues el héroe es desinteresado, y la =compensa no el archiactante se reaiiza por el sincretismo del objeto y del des-
es la hija del rey confiada a Ivan.cl~tontodel~pueb10,sino la rene tinatario, etc. Tomado en un terreno no axiológico, el ejemplo
fabilidad d e la empresa. podría ser más esclarecedor: así, la reina. en el juego de ajedrez.
es el archiactante sincrético del alfil y de la torre.
Reflem'ones acerca de los modelos actanaáles
283
Por lo que se refiere al segundo criterio, el sinctetismo se ha de aguda la presencia del actaqte todavía no manifestado en la econw
distinguir de la división analítica de los actantes en actores h i p \ mía de la estructura. actancial.
nimicos o hipotácticos que corresponde a la distribución c a p l e a ( D e d e el punto de vista operatorio, y sin plantear el problema
,
mentaria de sus fiincioner. Así es como Propp ha intentado -de 5t de la realidad de tal o cual distribución de actantes, podemos con.
modo bastante desafortunado. en nuestra opinión- definir . .al der. siderar el modelo actancial propuesto como un óptimum de d w
Mador como the sougkbfcn person and her father, queriendo proz cripción, reductible a una estructura archiactacial más simple, pero
bablemente .salvar la dignidad humana de la mujer objeto. Los aná- también extensible (dentm de unos límites que es difícl a primen
b i s de Lévi.Strauss han mostrado que la mitología, para dar cuenta, vista precisar, pero que ciertamente no son considerables). debido
al nivel de los actores, de las distribuciones complementarias de las a la posible articulación de los actantes en estructuras hipotácticas
funciones, manifiesta a menudo una preferencia por las denomina. simples,
ciones actanciales propias de las estructuras del parentexo. Los a e Una cuestióq totalmente dikrente es la de la denominación de
tantes se agrupan en este caso a menudo en ~ a r e j ude actores t a l a los aaantes que no dice relación más que por una débil parte al
como: marido y mujer, padre e hijo, abuela y nieto, gemelos, e t c anáiisis funcional a partir del cual, siguiendo a Propp, tratamos de
(Secundariamente hay que distinguir también e n t e las opaicimes construir el modelo actancial aun cuando n o se vea la razón que
categóritu que reflejan las distribuciones complementarias de fun- pudiera impedirle articular los contenidos descritos gracias al aná.
ciones, y los desdoblamientos retóricos, procedimientos que pue- Iisk cuaíificativo. La denominación de los actantes, que, por esto
den pronto resultar e~tereoti~ados.) Es aquí donde podemas plan* mismo, toman la apariencia de actores no puede, las más de las
t e o s la cuestión d e saber a qué cmesponden exactamente los veces, ser interpretada más que en el cuadro d e una dexripción
modelos de parentexb utilizados por el psicoanálisis para la des- taxonómica: las actantes aparecen e n ella, bajo forma de semema
cripción de las estructuras actanciales individuales: ¿han de ser construidos, como lugares de fijación en el interiot de la red axiw
situados al nivel de la distniució'n de los actantes en actores, o lógica, y la denominación de tales sememas -ya lo hemos visto
representan, tras una generalización que, a primera vista, parecería con.ocasión del análisis del semema al que arbitanamente hemos
abusiva, formuIaciones metafóricas d e las categorías actanciales? denominado fatigué-, si no es contingente, dice relación al nivel
El tercer criterio tipológico pudiera ser eventualmente el de la estilistico y no puede, por consiguiente, ser justificada sino tas el
ausencia de uno o de varios de los actantes. Las consideraciones te& análisis cualificativo exhaustivo. Aunque estando de a a e r d o en
&as no permiten encarar sino con mucho escepticismo una tal principio con Lévi*Strauss cuando dice, a propósito del análisis de
posibilidad. Los ejemplos d e ausencia de actantes citados por S m Propp. que la descripción del universo del cuento popllu no pv
riau se interpretan todos ellos como efectos dramáticol producidos de ser completa debido a nuestra ignorancia de la red axiológica
por t espera d e la manifestación de un actante. lo cual no 10 cultual que lo subtiende, no pensamos que esto constituya el
&m0 que la ausencia, sino más bien su contrario: sí,la ausencia obstáculo mayor paa la descripción que, aunque quedando incom-
d e Tartufo durante los dar primeros actos de la comedia O l a pleta, ~ u e d eser pertinente. Así, a partir d e secuencias compara.
espera de los salvadores en la historia de Barba Azul hacen más bles tomadas d e los diferentes cuentos-ocurrencia, tales como:
284
Semántica estructud %t R- Reflexiones acerca de los moúelos actanciales
285
Un drbol indica el camino..., i d d e generar un número relativamente elevado de horóscopos, Prapp
Una grulla sirve de corcel..., S se pregunta, no sin razón, si el modelo del género, conveniente.
Un M a r o espía..., I mente descrito, no permitiría la composición mecánica de nuevas
4 ocurrencias.
I
I pademcr reducir los predicada a una función común d e b'ayuda'r Este carácter particular de los actantes, que los hace aparecer,
y postdar pan los tres actores un actante adyuvate que l a s u b al nivel de los efectos de sentido, como inercias, pudiera servir d e
sume: r o m a incapaces d e h a b r , sin recumr a una descripción puntb de partida a una cierta estilística actancial, que diera cuenta
uiológica, imposible en este cam, el p q u é de las denominacimes d e los procedimientos d e personificación, de cosificación, de alegoría,
de los actores. incluso tal vez de ciertos tipos de figuración, etc. Nos s o g e n d e ,
Sin los primeros elemento. de una estilística actancid en efecto, la facilidad con que las ideobgías más "abstractas" recaen
n o m tal vez imposibles de f m u l a r partiendo d a m e n t e del u i t ! al nivel cuasi figurativo de la manifestación: con la ayuda del
I ~isiifuncional. gusto romántico por las mayúscuIas, las grandes figuras ideológicas
de la Libertad, la ifistona y el Eterno Femenino encuentran otros
i actores, pero de estatuto estilística comparable, tales como Dangier
XII. EL ENERGETISMO DE LOS ACTANIES
"Peligro", Bonne Norcvelle "Buena Nueva" y Merencolie "Melan-
colía" d e un Charles dlOrléans.
N o hay que olvidar. en efecto, que el modelo actancial ea, en
Notamos igualmente que, mientras el actante sujeto está dis-
primer lugar, la extnpolación d e la estructura sintáctica. El actante ,
puesto para personificar los sememas que toma a su cargo y pro-
es no sólo la denominación d e un contenido a&ológico, sino tam* i duce efectos d e sentido tales como:
bién una base clasemática que lo instiniye como una p i b i l i d a d i
d e proceso: es de su estatuto moda1 de donde le viene su carácter El lapicero escribe mal ...,
i EI diario se pregunta...,
d e f u e m de inercia., que le opone a la función, definida como un
dinamismo descrito. i
": el actante objeto concede más bien, debido a que es al mismo
l
Compndemos mejor ahora las razones que pudierm llevar a tiempo "paciente" y "actor", el efecto de sentido Uamado "simbó-
E. S o u h u a dar a los actmtes nombrrr de ~ l l o e t a sy d e s i p o r lico" a los objetos hipotácticos. tales como:
del zodiaco. El simbalismo astrológico expnr. bien, a su modo, kz manZana de Eva
esta constelación d e ''fuerzas" que es la estructura actancial, capaz O
t '
d e eje- "influencias" y d e obrar sobre l a "destinoi'. Conside) el fuego de Promefeo.
iindola d e d e este ángulo, compendema también una d e las razw i

i
n u d e la f-ulación energética, puhional, del psicoanálisis h. Vemos que tal estilística tendría como tarea la de interpretar

1
los efectos d e sentido debidos a los sincretismos que resultan del
diano, cuya ~mceptualizaciónw basa, en ppaitc. en U i n v e ~ i ~
carácter energético d e todos los actantes y de las articulaciones
ción d e un modelo actancial, susceptible d e dar cuenta del can.
propias de cada uno de ellos. Una teoría explicativa de la deno*
portamiento humano. Del m i m o modo que una echadon d e la
minación, que enlazara con la investigación etirnológica, habría d e
buenaventura que, e n posesión de un modelo astr~IÓgico,es ap-
286 Semántica estructurd - -
~effezi
Reflexiones acerca de los mo&los actunciales
287
La
tener en cuenta esas predisposiciones actancialec, que, reunidas c m La economía del método psicocritico comporta tres conceptos
operatl
las redes taxonómicas constitutivas del contenido propiamente dicho, operatorios fundamentales y otras tantas fases del procedimiento
analiti
formarían un inventario de variables, a partir del cual podrían anditico: como el paso de una a otra fase n o está muy netamente
marca1
calcularse las probabilidades de aparición de denominaciones-evento. marcado, nos ha parecido indispensable tener en cuenta esas tres
fases j
fases juntas, aunque la primera d e ellas pueda compararse útilmente
X11I. EL MODELO ACTANCIAL Y LA CRITICA PSICOANALITICA con el análisis ideológico del capitulo siguiente.
I . La primera etapa de la descripción consiste en afirmar la
Es imposible, en esta etapa, no hablar del psicoanálisis: el m* de descubrir redes inconscientes comunes, subyacentes
a un
delo actancial, en la medida en que podría pretender recubrir toda a un cierto número d e poemas de un mismo autor. Dicha etapa
esboi
manifestación mítica, no puede por menos de ser comparable, o en- esboza, según vemos, dos procedimientos que nosotros hemos dis.
&gi
trar en conflicto, con los modelos que el psicoanálisis ha elaborado. tinguido: por una parte, la reducción de las ocurrencias a fun.
uoni
Así, el dese4 hallado tanto en Propp como en Souriau, se parece uones semánticas; por otra parte, la puesta en consecución de esas
func
a la libido freudiana que establece la relación de objeto, origina- funciones, que n o emprenderemos sino más adelante. Así, la supere
riamente objeto difuso cuyo investimiento semántica particulariza posi
cha posición de dos sonetos d e Mallarmé, Vi6eusement fui y La ...
el universo simbólico del sujeto. La distribución de los otras pape-
4 a la chevelure v d 2une jlamme ..., permite proceder a la reducción y
les, en cambio, ilumina tanto las similitudes como las divergencias a la organización d e las funciones de lo cual a continuación pre-
' senl
entre el esquema operatcxio propuesto y las diferentes modelos uti. sentamos un ejemplo (Der métaphores obsédantes au mythe per-
son
lizados en psicoanálisis. smnel, págs. 39-40) :
La intrusión del lingüista, es decir, del profano, en este campo
un poco sacralizado no puede justificarse más que por las ambi-
FUNCIONESCONS-
ciones de que hace alarde el psicoanálisis d e proponer sus propios TRUIDAS Muerte Combate Tnrmfo Gradeza Riu
modelos a la descripción semántica. de las que Freud. el
dio el ejemplo. Limitando esta intervención, nos contentaremos suicide sang victorieusement roya1 tire
con examinar, un poco más de cerca, la última de esas interpreta- tombeau t e m e t e gloire inspirattice
tisin casque or
ciones psicoanaliticas, la de Ch. Mauron, que. aplicada a las investi.
1 .* guerrier pourpre
gaciones literarias, lleva el nombre, elegido por el autor. de psico. soneto éclat
crítica (PsychocGtique du genre comique, 1964). FUNCIONES. fete
Si el autor no hubiera indicado sus fuentes inglesas (y especial- OCURRENCIAS trésw
mente Fairbain), habríamos podido imaginar que sigue, en líneas
generales, el procedimiento metodológico de Souriau : probable*
---- mourir rubis
-
triomphe

gIoire d i a d h e oeil -
mente no se trata más que de una d e esas convergencias afortunadas 2.O soupirer écorche exploit front rieur
que confirman la existencia de una actitud epistemológica bastante soneto fulgurante couronné joyeuse
general. tutélaire torche
~ef!e?im
288 Semántica estructural Reflexiones ucerca de los modelos & d e s
cual no ' 289
Sería en vano buscar indicaciones. que nos serían precious acer- ciente ( cual n o podemos decir nada, puesto que, por definición, es incons-
ca d e l a prmedimientos descriptivos que han permitido estas m inctKi~Ul ciente (q.cit., pág. 57), es "asimilada a una especie d e sueño
ducciones: el autor no se interesa por esto. Le importa constatar, d e vas inconsciente, con personajes", o, dicho d e otro modo, al fantasma
el carácter inconsciente de estas redes y, después SU natu* d e variaciones múltiples.
3
raleza permanente, obsesiva, que permita postular la existencia de idenffi 3. La tercera fase comporta la definición del mito penonal,
44formaciones psíquicas autónomas", no lingüi<tica* constitutivu c a c i ó ~ identificado, a su vez. con la estructura de Ia personalidad. La apli-
d e lo inconsciente. cación d e estos principios metodológicos a los universos semánticas
de alg
2. La mgunda fa=, que no está directamente vinculada a I. d e algunos grandes poetas franceses permite a Ch. Mauron observar
que ti
~ r n e n utiliza
, el mismo rn6todo de superposición de las secuencias que toda "formación psíquica autónoma" comporta varicis " p ~
de fip
wleccionadas del c q u s , a fin d e descubrir *secretas similitudes de figuras" Si los actores se encuentran, d e un poema a otro, d e una
: obra
afectivas" entre las "figuras miticas" que se manifiestan en 10s
diferentes textos. Esas figuns, que son ~ e r m n a j uhumana, se 1 relac
actan , obra e n prosa a otra, en una "situación dramática inestable", I a
actantes, por su parte, constituyen, gracias a la permanencia de sus
relaciones conflictuales, un sistema estable. Es a esta "situación
comtituyen en U g r u p ~ sd e figuras'.. Así, las "figuras pasivas" d e dan \ dramática interna" a lo que Ch. Mauron dará el nombre de mito
Baudelaire : femme, cmidim, vitner, mmrtre, bouffm, MUr, e t s
si establecemos las equivdencias terminoló~cas.como personal.
anotes, m reducidas a un solo actante, al que Mauron designa el
" w a d o t de quimera" (@. cit., pág. 134) Esta reducción d e ac*
XIV. LOS MODELOS ACTANCIALES PSICOANALITICOS
tores a actantes se realiza por medio de una especie d e análiik
funcional en estado embrionario, seguido del r e a ~ ~ a m i e ndt eo las
funciones en "esferas de acción". de lo que ofrecemos a continuación
Las "estructuras dramáticas obsesivas" aparecen, a primera vis-
ta, bastante próximas a nuestro modelo actancial. Difieren d e él,
una muestra. Según Ch. Mauron. l a "purtadotes d e qimerYn
sin embargo, en un punto importante, el de las relaciones que pre-
presentan los siguientes rasga comunes :
S
cisamente las constituyen en estructuras. Paa nosotros un actante
I, Caminan hacia un fin, se okecen a la mirada, buscan un contacto. $ i se construye a partir de un haz de funciones, y un modelo actancial
! II
2. Sin embargo, su camino ofrece obstáculos: advierten su propia de- se obtiene gracias a la estructuración paradigmática del inventario
cadencia, el contacto es inexistente o nehsto (sucio, envilecedor, hostil).
de los actantes. Ch. Mauron ve, por el contrario, en la "superposi-
......................................................
"La impresión más general e5 la de la prostitución." i ción de las situaciones" la posibilidad d e establecer las relaciones
(OP. &t., pdg. 132.) i
,! de conflicto entre actantes. Ahora bien, las situaciones son move-
2..

4' i .
2: dizas; pertenecen, como ya ha subrayado Souriau, al orden del
1 acontecimiento que es la proposición, y las funciones son atribuidas
A esta descripción, que, Uevada a rabo con más rigor, parecM : 1:
tal vez válida, u añaden interpretaciones tomadv del psicoanálisis i 1 aquí a actantes sintácticos y n o semánticos: ningún análisis puede
operdr con dos clases d e variables simultáneamente. La psicocrítica
(al que el autor designa, bastante ingenuamente, PO con insisten* *

cia, como "científico'): la "fomación priquica autónoma", de la 4 j no se enreda por otra parte mucho con estas cuestiones de detalle,
\
SeynÚntica estuuctivd
290 Reflexiones acercd de los modelos adanciares
291
puesto que dispone a la vez de un conjunto d e situaciones con. cuando dice que "el yo consciente de Baudelaire r identifica muy
flictudes y de modelos de pPrsonificaciÓn que le Ohece la tradi- comúnmente con este personaje (es decir, el actante denominado
ción psicoandítica : "...como han mostrado las inv~wi~aciones de 'chat princier')" [;bid., pág. 1341. La lexicalización espacial de los
Freud. el soñador mismo u r e p r e w n ~ d ocorrientemente en el sueño conceptos se ha convertido, en nuestros días -G. Matoré lo ha
par dos o varios personajes distintor. Yo mismo he adoptado el visto claramente-, en el mal, tal vez inevitable, de las ciencias
punto de vista siguiente: t o d a IOS pcnonajes que aparecen en un humanas, y nosotros la utilizamos abundantemente. sin por ello ser
sueño representan ya se;. 1.0, una parte de la personalidad del sor engañados por el pmmlimiento empleado. Dos planos del lenguaje
ñadm, ya sea, .:2 una pcnana con la cual una parte de la prsona- o dos planos d e la manifestación no tienen para nosotros nada d e
lidad del soñador está en relación. lo más a menudo de identifica. ' espacial al nivel de las definiciones, e n que designan simplemente
,iÓn. ea la realidad interior'' (R. Fairbain. Psychanalytic Studies of dos términos redundantes de una estnictura compleja, es decir. vin-
thr Persodity, citado por M a u m , q.kt., pág. "7). La ~sico- culados por la presuposición recíproca. N o osamos pronunciamas
critica dispone. por consiguiente, de l a mdelos elaborados por sobre ese asunto, pero nos que esos niveles de la persona-
Freud y rus sucemres, y la descripción que emprende no consiste lidad son considerada pm el psicoanqisi; sea como niveles estruc-
más que en reunir los materiales que permitan la confrontación tuT-ales muy geneales, sea como expresiones de la estnictura ac-
de los actores y d e las "situaciones" reconocidos con las estructuras tancial (operan. u censuran y se libera), sea. finalmente y esto
actanciales ya establecidas, y no en construir tales modelos. Las estorba mucho al lingüista-, como nivdes de conciencia. Tratad
críticas que se podrían fomular a este propósito irian directamente tan sólo d e imaginar el aprieto de un lingüista si se le pidien que
contra cierta concepción del psicoanálisis, al cual Ch. Mauron con- describiera, teniendo en cuenta la categoría "consciente" vs "in-
sidera equivocadamente como "científicamente" establecido. consciente", la estructura gramatical del francés: a cada articula-
Sin combatir el "ser" mismo del psicoanálisis, nos gustaría, sin ción de1 singular, el plurai pasaría en el subconsciente, y el indica-
embargo, hacer aquí un cierto número de observaciones concer. tivo se opondría al subjuntivo. inconsciente. Desde Saussure y su
nientes a su terminología. Los especialistas reconocen (Eomo hace concepción de l a estructura significante ( s u b ~ r i b i m apor ent&
Pontalis) que el cuerpo de conceptos instrumentales rhborado par lo que ha dicho Merleau-Pmty a e s t e respecto). L categoria dico-
el psicoanálisis e s muy heterogéneo y correspnde a esfuerzos suce- tómica de Ia conciencia que se opone a lo inconsciente n o es ya
sivos de aprehensión d e realidades psíquicas. kxicalizada con la pertinente en las ciencias del hombre. y nosotros seguimos, p e r w
ayuda de medios lingüísticos diferentes. nalmente, c m mucho interés los esfuerzos d e un Lacan que trata
1. Existe en primer lugar una ~onic~tualización de caricter de substituirla por el concepto de asunción. (Vemos. por otm paife,
espacial que permite concebir la estructura de la prmnalidad como los aprietos en que se ve Ch. Mauron cuando debe decidir si tal o
articuladora en varios estratos superpuestos (el stiperyo, el yo y el cual red d e metáforas obresivas era consciente o incooxiente pus
esto). que se encuentran en relación hipotáctica respcto a la es- el poeta.)
tructura global. Es a este modelo al que se refiere Ch. Mauron 2. Existe, por otra parte, un rndelo actancial tomado de la
cuando afirma que "cada figura no puede representar más que un ' terminología descriptiva de la estructura del parentesco. Este mo-
yo o algún aspecto del super-yo o del id" (op. iit., pág. 210). o . delo es articulado y a a imagen de la fanilia occidentd r u t n n p d a
Reflexiones. acerca de los modelos actanc;ales
292
Semántica estructural

(padres e hijos), ya según las representaciones, antropológicaniente


l unívoco y coherente, formulando sus hallazgos, que son indiscu.
293

tibles, en un lenguaje poético y ambiguo y que puede a menudo


dudosas pero muy de moda en la época de Freud, de la "horda ir hasta la hipóstasis misma de la ambigüedad.
Este modelo entra a veces en concurrencia con el pri* La utilización, bien conocida en otras disciplinas, del vocabu-
mero - e n la medida en que este modelo estrático sea utilizado lario musical para habla d e la pintura, o a la inversa, comporta
como actancial- y le substituye incluso en el análisis que hace; buen número de otros riesgos. El campo del que así tomamos con,
por ejemplo, Ch. Mauron de Moliere. Dos observaciones de orden ceptos metafóncos puede también hacer progresas y articular de
epistemológico podrían hacerse a este propósito. Por una parte, el un modo nuevo sus conceptos y sus postulados. Es precisamente
modelo "estructura del parentesco" no es tan simple que pueda esto 10 que ha sucedido con la definición del mito en antropología,
aparecer a primera vista y comporta, por el contrario, vanas redes mientras Ch. Mauron trataba de utilizarlo para dar cuenta, por
relacionales que se complican debido a la lexicalización del "pez+ medio del psicoanálisis, de la estructura de la personalidad literaria.
pectivismo" estilístico de los actantes: debe ser, por consiguiente, Pasando pot una serie de asimilacioness e m i c a d e s y semianalógicas,
de un manejo metodológico difícil. Por otra parte, su influencia pero siempre "dinámicas" (]qué "palabra-pantalla", al lado de
sobre los espíritus es muy fuerte, y las disciplinas que, como la "concreto" para ocultar nuestra ignorancia!), el autw llega, a
Iíngüística, la han experimentado durante varios siglos conocen sus partir d e las excitaciones nerviosas de la primera infancia, a los fan.
efectos inhibidwes sobre la reflexión metodológica. tasmas persistentes y finalmente al mito personal, estando gaanti-
3. Existen, finalmente, modelos mitológicos, como el mito d e zada la unidad de este "todo" genético, dinámico y estructural pot
Edipo, que Freud utilizó metafóricamente para describir ciertas si* la "formación psíquica autónoma", de la que no podemos saber
tuaciones y no estructuras complejas, y de los cuales desprendió nada. Pero el mito personal, así definido, corresponde, en sus líneas
e n seguida el carácter típico. generales a un relato mítico cualquiera considerado en forma de
La elaboración d e tales modelos parciales, hipotácticos por re- manifestación bruta y que hay que someter precisamente al aná.
lación a la "estructura del parentesco". es metodológicamente per. lisis para desprender su estructura inmanente. Por una especie de
tinente. Es su carácter inductivo lo que los hace un poco mspechw paradoja que no es solamente terminológica, el método picocrítico
sos, y nos gustaría ver al psicoanálisis, superando esta etapa d e leva una guerra de retraso, y i e detiene en el punto en que CO.
inventarización y d e ejemplificación d e los casos clínicos y d e las mienza el análisis con todo su bagaje d e problemas metodológicor
denominaciones míticas constituirse una teoría de modelos de
análisis, tanto actanciales como transformaciondes.
Quisiéramos añadir -puesto que hablamos de terminología-
que la instauración d e un procedimiento metafórico de conceptua*
lización de una disciplina que trata de ser científica no puede dejar
de tener consecuencias considerables sobre su desarrollo. Además
d e que cede a la tentación constante, e ''inconsciente", d e tomar
las por realidades, el psicoanálisis se cierra así el camino
que debe llevarle a la coristrucción de un metalenguaje metodológico
INDICE GENERAL

Pdgr

h condiciones para semántica científica ............

I. L . situación de la semántica .....................


a) La significación y las ciencias del hombm. 7.-
b) Una pariente pobre: la semántica. g.
11. La significación y la percepción ..................
a) La primera elección epistemológica, 12.-b) Una
-
descripción cualitativa. 13. c) Los primeros conceptos
operativos. 14.

111. Conjuntos significantes y lenguas naturales .........


a) Clasificación de los significantu. 15. - b ) &m-
lación entre significantes y significados. 16.- c) Signifi-
-
caciones "naturales" y significaciones 'artificiales", 17.
d) La condición privilegiada de las lenguas naturales, 18.

IV. Los niveles jerárquicos del lenguaje ...............


a ) El cardcter cerrado del conjunto lingiiistico, 19.-
b) Los niveles 16gicos de la significación, 21.- c ) La
semintica como lenguaje, 22. - d ) Ei nivel epistemol&
gico, 4. - e) La notación simbólica, 26.

LA estructwa elemental & & significación ...............


1. Continuidades y discontinuidad= ..................
11. La primera concepción de la estructura .........
392 Semántica estrwtural índice general 393
Púgs. Págs.
111.
Conjunción y disjunción ........................ 111. Los clasemas .................................... 75
IV. Las estructuras elementales ........................ -
a ) Los semas contextuales, 75. b) Lexemas y se-
V. Los ejes semánticos .............................. memas, 77. - -
C ) Definición de los clasemas, 79. d) Ha*
VI. La relación ...................................V... cia el nivel semántica del lenguaje, 80.
VII. Las articulaciones sémicas ........................
VIII.Los m d o s de articulación sémica .................. IV. LOSconceptos instrumental- ..................... 82
1X. Forma y substancia ......... :.. ..................
X. Semas y lexemas ................................. El nivel semidógico ......................................... 83
XI. Segunda definición de la estructura ............... 1. Consideraciones previas y aproximaciones ......... 83
XII. La totalidad y las partes ............i.. ............ -
a) La autonomía del nivel semiológico, 83. b ) El
85. - c) Un campo reserva*
lutemattmo antr~~ochntrico,
Lenguaje y discurso ..................................... -
do: El simbolismo, 87. d) La lingüktica y lo imagina*
45 no, ag.
1. Significación y comunicación .....................
11. Sistemas sémicos .................................
45 11. El estatuto de1 nivel semiológico .................. 91
111. Semas y Iexemas .................................
47 a) Lo simbólico y lo semiológico, gr. -
b ) El "pmto-
IV. El plano del discurso ...........................
52 -
semantismo" de P. Guiraud, 93. c) Lo semiológico y 10
54 bionagógico. 97.
Manifestación de las relaciones .....................

i
V.
58 111. Las posibilidades d e la descripión sz&oIógica ...... 99
a) La construcción de lenguaje a lingülstica aplicad
da, 99. - b) Los niveles de generalidad, sor. -
c) El pro-
1. El semema .................................... 63
cedimiento descriptivo, 104.
a ) Unidades de comunicación y unidades de signifia
cación. 63. - b ) El lexema : Una constelación estiiísti- La isotopía del discurso ................................. 105
ca. 64. - c) La definición del semema, 66. ..................
1. La heterogeneidad del di- ,105
11. La figura nuclear ................................. 68 1 " , La
a) - isoto~ía.del mcnsaie, 1-.- b) Variaciones d e
a ) El primer núcleo de "tZteW: extremidad. 68.- las isotopías. lo7. - c) Las 'dimensione de los contextos
-
b ) El segundo núcleo de "tete": esfericidad. 71. c ) El isótopos, rog.
-
núcleo sémico común. 72. d) Las figuras simplec y com-
11. El funcionamiento metalingüístico del discurso ... IIO
, plejas, 74. - e) Hacia el nivel semiológico del content
do. 75. a) Expansión y definición, 110. -
b) Condensación y
denominación, I 13. - E ) La denominación translativa, 117.
d ) Doble Eunción de los clasemas, rw. - e ) Análiik de
las denominaciones figurativas, 121. - f) Andlisis de las
lndice generd 395

- Pdgs.

Lb desrripciún de la significhón ........................ 182

. 1. Manifestación y discurso ............................ 182


III. Las condiciones del establecimiento d e ía Wtopía .... 13 O) La dicotomia del Universo manifestado, 182. -
6) La drfinicidn obiicna, 133.
-
-
b) Las d i o s s o b e
d mundo, 137. C) La damn del texto, 139.- d ) Del
b) IsotopIas fundamentalu, 184. -c) La combinatoria
-
sintictia, 185. tí) La afabulacidn y el "radotage", 188.

texto individual ai corpus colectivo, 143. - c) Isotopía y 11. La mnifatación discursíva ..................... 189
variaciorils. 144. a) Las bases pragmiticas de la organización, 189. -
'

N. El discurso plurívoco ..: ........................ b) Los modos de presencia de la manifestación discur-


siva, 190. - C) Los microuniversar semdnticos, 192. -
-
a) La manifutacidn de una isotopía compleja, 147.
147
-
d) La tipología de los r n i c ~ n i v e r s a s , 195. e) Pre*
-
b) La ambivdencia bbóiiu en litmtara, ~qg. c) Lu -
dicados y actanter, 1 ~ 6 . f) Las utegonas actancia-
btoplaa y su lectiin, 150. -
les, 198. g) Sintaxis lógica y sintaxis semántica, 200. -
h) El caricter moda1 de las categorks acunciales. z&. -
Q ~ g ~ n ~ ~ a del
c i óuniverso
n &ico .................. 156
i) Una epistemologh lingüística, 20).

1. El universo inmanente de la significación ............


156 111. Manifestación figurativa y d e s t a ú ó n no figura-
a) Una doble direaidn epiatemológica, 19. b) In- - tiva .......................................... 205

ducción y deducción, xn;- c) La considenu'ón empi& a) Un ejemplo: la comunicaci6a 'poética. 205. -


del universo inmanente, IR.-d) sistemas y m 0 6 b) Lo implícito y lo explícito, 208.-C) IrO no figun.
mas, 161. tivo, zro. -d) Hacia un metalenguaje científico, 212. -
e) La verificación de los modelos de descripción, 214.
U, El universo manifestadode ia siecatión .........
-
a) E] contenido, 161. b) La M i * , 165.-
1&

c) La eiecáón ua;lt&k, 167. -d) La a p r r t a a del


corpus de los sememkk 168.-e) Lar s c m m abstac- l. La constitución del corpus ........................ 216
tos y 10s sememas coücretos. 168, - f ) Lu intompltibili- a) Los ñnes y los procedimientos, 1 1 6 . 9 b) El cor-
dades, 171. - -
pus, d. c) El texto. u2. d) ¿Eliminaudn o ex.
IK E1 discurso .................................... 17'2 traccibn?, 224. - c) Los invrntarioh 225.
-
t a r i o ~individuala y colectivos, 226.
- f) Inven-
g) Estratos y du.
a) Luicalúíabn y gnrmticaiizaci<5n, w- b) Lzr raciones. 219.
separaaoncs de ia uprfsi6n y ts ide&iadc~ del amtmi
d a 173. - c ) La C o l U U l h d ~1.16.-d) h -&O -
11. i.a nomializaciós ............................... 234
cidn d e las mtnsaja, 178. a) La homogeneidad de la ducñpzión. 234.- b) La
objetivación del texto. 235. - C) La sintaxis elemental
Indice general
396 Sednt;ca estructural 397
-
Pdgs.
-
Págs.
de la descripcidn, 236. -8) La lexemática de la descrip- ~ r u e b a ,300.-f) -
La ausencia del héroe, 302. g) LÍ
ción. 40. alienación y la reintegración, 304. - h) Las pruebas v
sus consecuencias, 308. -i) Los resultados de la reduc-
111. La constnicción ................................. 243 ción, 309.
a) La construcción del modelo: reducción y estruc-
- -
I
11. Interpretación y definiciones ........................ 311
tuación. ~ 3 . b ) Reducciones simples, 144. c) Re-
ducciones complejas. 247. -d ) La semdntica y la esti-
l
I
a) Elementos acrónicos y diacrónicos del relato, 311.-
lística, 254.- C) -
La estructuraci6n, . 256. f) La ho.
1 -
b ) El estatuto diacrónico de la prueba, 312. c ) El re-
sorte dramático del relato, 315.-d) Dos interpretacio.
mologación y la generación, 258. - g) Los contenidos
instituidos y su organización, 261.
-
neo del d a t o , 316. e) La significación acrónica del re..
lato, 317.- f ) El modelo transformacional, 321.-g) El
relato como mediación, 324.
de los modelos actancioles
Reflexiones ~ c W C A ............... 263 f'
1 111. El modelo transformacid y el picodrama ......... 326
1. Dos niveles de descripción ......................... 1
-
a ) D e lo colectivo a lo individual, 326. b) La es-
11. Los actantes en lingüística ........................ I tructura cornpensatoria inicial, 327. - c ) La aparición de
111. Los actantes del cuento popular niso ............ la lucha, 329. - d ) El desarrollo de la prueba, 330. -
IV. Los actantes del teatro ........................... -
e ) La realización de la prueba, 332. f ) El problema

V. La categoría actancial "sujeto" vs "objeto" ......... del reconocimiento y de la recompensa, 334. -g)-. La ma.
nifestación figurativa del modelo, 336.- h) El alcance
Vi. La categoría actancial "destinador" vs "destinatario". del modelo transformacional, 338.
VII. La categoría actancial "adyuvante" vs "oponente".
VIII. El modelo actancial mítico ........................ Una muestra de descripción .............................. 339
IX. El investimiento "temático" ..................... 1. Principios generaíes ................................. 339
X. Las inversiones económicas ........................
..............................
--.
a) El ejemplo elegido : El Unberso de Bemanos, 339. -
XI. Actantes y actores -
b ) La constitución del texto por extracción, 340. c ) La
XII. El energetismo d e los actantes ..................... elección de la isotopía. 343.
XIII. El modelo actancial y la crítica psicoanalitica ......
XIV. Los modelos actanciales psicoanalíticos ............ La existencia como medio ........................ 345
U) Las formas d e manifestación y los tipos de análi-
sis, 345.- -
b ) La vida y la muerte, 347. c) El fue-
En busca dc los modelos de k a n s f ~ ~ ~ & ó n............... 294 go, 350. - d) El agua, 352. - e ) El modelo constitu-
cional, 355.
1, Reducción y estnicturación ........................ 294
-
a ) La organización d e las funciones, 294. b) El La existencia orno apuesta .....................
a) Las enfermedades, 356. - b ) El bestiario. 357. -
356
i n v e n k o de Ils funciones, 296:-E) El emparejamiento
-
d e I l s funciones, 297. d ) El contrato, 298. - e ) La c ) Las mentiras, 359. - d ) Las mentiras transiti-
398 Semintica estructural
Págs.

vas, 361.-e) Las reducciones económicas. 363. -


f) Las mentiras intransitivas, 365. - g) Las verda.
des, 366.

IV.' Comparaciones y elección de los modelos ... ... ... 368


a) Ausencia de homogeneidad. 368. - b) La com.
paración de los resultados. 371. -c) Los modelos y los
contenidos, 374.- d ) El carácter' moda1 del modelo h n .
cional, 375.

V. La concepción dialéctica de la existencia ... ... ... ... 378


a) Las modalidades, 378. - b) La denegación Ber.,
-
nanosiana, 380. c) La aserción Bernanosiana, 381. -
d ) El algoritmo dialéctico, 383. - e) Historia y pera
manencia, 386.

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