epilepsia
Un equipo de científicos cuya labor ha sido financiada con fondos comunitarios ha
descubierto que una mutación del cromosoma 15 está relacionada con una forma
común de epilepsia. Los descubrimientos, sobre los cuales se ha publicado un
artículo en la revista Nature Genetics, se suman a los conocimientos actuales sobre
las causas de la epilepsia y podría devenir en el diseño de nuevos fármacos para el
tratamiento de la enfermedad.
La epilepsia es una de las enfermedades más comunes del sistema nervioso central
ya que afecta a casi treinta millones de personas en todo el mundo.
Aproximadamente la mitad de los casos posee un importante componente genético
y, hasta ahora, se han descubierto unos 20 genes relacionados con ella. No
obstante, estos genes están relacionados con formas muy poco comunes de
epilepsia y los factores de riesgo genéticos de las formas más corrientes de la
enfermedad siguen siendo un misterio.
Una investigación realizada posteriormente sobre los pacientes con dicha supresión
desveló que algunos de ellos habían heredado la mutación de sus progenitores,
mientras que otros la habían desarrollado de forma espontánea. Una madre que
también presentaba la supresión padecía trastornos de pánico. No obstante, el resto
de pacientes identificados como portadores de la mutación no presentaban síntomas.
La sección de ADN suprimida contiene al menos siete genes, entre los que se
encuentra uno que codifica la proteína denominada CHRNA7 (sub unidad alfa 7 del
receptor nicotinérgico neuronal de la acetilcolina). La CHRNA7 regula las señales
producidas entre células nerviosas y, en investigaciones realizadas con anterioridad,
se han vinculado con la epilepsia mutaciones en genes relacionados con la proteína.
Fuente
Nature Genetics:
http://www.nature.com/ng
Proyecto EPICURE:
http://www.epicureproject.eu/
Los resultados mostraron que la presencia del cromosoma adicional 21, altera a un
gen regulador clave, denominado rest, que a su vez altera a una serie de otros genes
que controlan el desarrollo normal de la célula madre embrionaria. Además, se
encontró otro gen denominado dyrk1a, presente en el cromosoma 21, que estaría
actuando como desencadenante de la alteración.
Estos tratamientos serían más efectivos durante los primeros años de vida del niño
cuando el cerebro es más “versátil” y se desarrolla rápidamente.
Fuente:
BBC
Blog Medicina
http://www.blogmedicina.com/
Universidad Mariano Galvez de Guatemala
Embriología