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LAWKEN LA SEGREGACON A SULETMIAD CONTEMPORANEA | 23 LA VIOLENCIA, LA SEGREGACION Y LA SUBJETIVIDAD. CONTEMPORANEA’ (DEL NOMBRE DEL PADRE A LOS DISCURSOS) Danio! Aksman Picoanalsta. Miembro doa Ecunla dla remain Lacarian, EL) oa Ascii Manca 4 Picoariss (ANP) Constr el Case Nacional de Nite, Adlescenciay Faia Pgrama Lr sisi, Contr det Departamento do Solu Mental dea Ora Sail ASE MEDFE. Salve Al denodado hijo, que ante el mandato paterno aapareci6 en el instante correct para servirle de ayuda y colaborador del orden sagrado. ero salve también al padre, quien poco antes se hallaba profundamentesumergido ene céleulo con el fin de poner un dique al poder de sexo femenino _yhacerle soportar su parte de obediencia ata tey: 4 no mas atestiguado por la apariencia secret, como la madre Nama también alos més altos poderes en su derecho La conclusién, ta creencia y la duda. 22 | PSDAMMUSS ESTTUCION APOPACION FLACON Ast estd fortalecido el padre, a la altura del desplicgue del error, al emerger de un desarrollo infinitamente maduro. Que correcta sea el calculo, como herencia del trabajo del padre se transfera al hijo, ya través de la separacién de los siglos se anude en unidad en el espritu lo quese deshace en el cambio de a vida.* Este Foro se convoca alrededor de un tema muy actual que es extensivo a otros ambitos donde transitan los nif y los j6venes de nuestro pais. El temadela violencia, dela segregacién, del abuso, del abandono y de otros fendmenos que se presentan en las instituciones escolares a veces se des- plazan hacia el terreno de lo judicial, sin obtener el resultado esperado. Constituyen dificultades frente alas cuales los maestros, los orientadores escolares, los psicélogos y todos aquellos que deben afrontar esta proble ritica en la escuela se ven desbordados y es, en alguna medida la causa de una desnaturalizacién de su funcién especifica. La escuela hoy debe enfrentar estos problemas y ello desplaza la verdadera naturaleza para la que fue creada la escuela que es la de ensefiar y formar a sus alumnos. Qué puede decir el psicoandlisis acerca de esta problemética? Pode- ‘mos hacemos la pregunta por la dimensién de efectividad del discurso analitico en la actualidad, por su posibilidad de operar como instrumen- to en lo social y medir sus efectos. Es indudable que nuevos interrogan- tes exigieron de parte del psicoanalista una redefinicién de sus lugares de intervencién en lo social, para definir y tratar al sujeto del malestar con- tempordneo més al de la consulta tradicional, Para comenzar, partamos del hecho que incluyéndose en diversos dis positives institucionales el psicoanalista intenta operar desde su perspec tiva que, orientada por lo Real, introduce la cuestién que implica que el saber no puede resolver el problema del goce que falta. Para intentar explicar estos fenémenos y pensar algunas estrategias, podrfamos partir del Complejo de Edipo y decir con Freud que el comple- jo de Edipo esta en la base de todas las neurosis y que su légica gira alre- dedor de un operador fundamental, que es el falo. El complejo de Edipo * Freud, S., “Heil”, en Imago N°8, Letra Viva, Buenos Aires, 1979, tad, ‘Neuburger, R LAKLENCI LA SEGREGACON LA SULETMEAD COMTEMPORANEA | 285, ‘serd entonces, para Freud, el mito en el cual el sujeto encontraré una ‘matriz de identificaciones simbélicas que marcardn su destino sexuado. Para ello deberd atravesar, tanto el nifio como la nifia, la interdiccién del padre y la cuestion de la fata de objeto (el falo). De alli se desprenderan sus comportamientos sewuales futuros y sus modos de hacer lazo social. Pero la cuestién del objeto perdido, del goce faltante, que fue indicada por Freud y queimplicé la invencién del Complejo de Edipo, fue reinter- pretada por Lacan. El concepto freudiano del complejo de Edipo fue interpretado por Lacan como una manera de responder al problemadela falta odel exceso de goce. Podriamos decir que bajo la figura del pacre, Freud trataba de decir cémo se distribuye el goce, por qué algo de eso falta 0 sobra, por qué no lo tenemos en su “justo medio” o en su justa ‘medida, La construccién de la figura de un padre imaginario como res- ponsable de por qué no tenemos el goce que deberiamos tener, habria sidola solucién que Freud encontré al problema del goce. En 1964", Lacan se interrog6 por el deseo de Freud y sus consecuen- cias en la historia del Psicoandlisis, entre las que ubicé su propia expul- sién de la IPA? Articulaba de esa manera los conceptos de la disciplina, deseo de Freud y la politica del psicoandlisis. El deseo de Freud habria influido en la forma en que concibié el psicoa nilisis, su organizacién y su transmisién y en consecuencia Lacan ubicé alt algo queno fte analizado en Freud. Mis adelante y de forma critica’ sefial6 que el deseo de Freud habia quedado vinculado al Nombre del Padre. Lacan sefialé esta impasse freudiana y Miller continué comenténdolo.) Como si Freud por haber descubierto el inconsciente hubiese quedado pegado al discurso del amo, pagando ese descubrimiento con la superpo- sicién de la estructura del inconsciente a toda la estructura del psicoand. lisis. © para decirlo de otro modo: Mientras la imago del padre cafa para el sujeto de la cvilizacién moderna, Freud deseaba sostenerlo,salvarlo, in- ventando el Complejo de Edipo. La muerte del padre en el mito de “Totem y Tabi" no implicaba “el padre ha muerto”, sino su etemizacién a través della instauracién del padre simbélico, es decir, del Nombre del 28 | PSOAMUSS ESTTUCON APROPACION FLACON Padre. El deseo de Freud era purificar la figura paterna a través de la ley simbélica. ‘Mis alld del Complejo de Edipo, Lacan ubicé en el padre freudiano una fancién légica mis generalizada que se artcula con el goce. Efectivamente, con la expresién “deseo del analista” Lacan ubicé por un lado una funcién en adireccién dela cura; pero, por oto, abrié la posibilidad de interrogarse por un espacio mas alla del Nombredel Padre y més allé del Edipo. Y J-A. Miller dio un paso mis al ubicar el “deseo del analista” mis alli de su funcién en Ia cura, como la objecién hecha por Lacan al deseo de Freud, Incluso, entrecruzindolo con el deseo de Lacan,” preguntindose cuanto hay del deseo de Lacan en la expresién “deseo del analista’ Tal vez por eso, empujado como siempre por la busqueda de las articulaciones lgicas que explicaran la operacién analitica, Lacan dejé de hablar de “de seo del analista” en el '67 para comenzar a hablar de discurso analitico, ELOTRO Los analistas partimos de nuestra propia experiencia clinica para tomar de alli los elementos que servirin de base a los conceptos que ponemos en juego cuando debemos expediros en temas que van més alld de un caso clinico, Cuando nos referimos a un sintoma social oa la subjetivi- dad de la época, nunca nos alejamos de lo que nuestra propia préctica nos ensefla o lo que nuestra disciplina nos muestra. De alguna manera el consultorio del analsta refleja la problematicade 1a época, y la problemitica de a época se refleja en el consultorio del ana lista. De ahi que para acercamos hoy al punto que queremos transmitir, partimos de un esquema llamado esquema L, que sirve entre otras cosas para fijar las ideas y, en cierto sentido, para describir lo que pasa entre las, cuatro paredes del consultorio del analista. LAWKLENCI LA SEGREGACON LA SULETMEAD COMTEMPORANEA | 28, Wola" ‘Comencemos por un concepto clésico en psicoanslisis que es el de “Otro” Lacan comenz6 su ensefianza con este esquema, introduciendo el cconcepto del “Otro” para reflejar en primera instancia la sobredetermina- cién que esté presente en toda formacién del inconsciente y lo introdujo de la mano de otro concepto que es el de “cadena significante’. Larepeticién freudiana es la persistencia de una marca o una huella que no ha desaparecido, sino que ha permanecido inconsciente para el sujeto. La cadena de significantes da cuenta del automatismo de repeti- ién freudiana, siendo el inconsciente freudiano entonces, una memoria in sujeto que sélo puede repetir Hay en Freud una expresién que es la del “Otro prehistérico’, al cual las histéricas sedirigian con sus ataques histéricos. Por ello el “Otro” tam- bbign sefiala la “Otra escena” de Freud presente en los sintomas histéricos; entonces, en primer lugar el “Otro” indica el lugar del inconsciente. El inconsciente como “discurso del Otro” fue la puesta en forma hecha por Lacan del inconsciente freudiano. El “Otro” indica también el lugar del lenguaje que nos preexiste y, ya que estamos en una escuela secundaria, ddigamos que no hay que dejar quela idea de aprendizaje desplace el hecho de que el lenguaje no lo aprendemos, sino que el lenguaje preexiste la entrada del sujeto en la estructura debiendo someterse a ella. #1 Otroindica también el lugar del acuerdo yla buena fe necesaria para 26 | PSOAMMUSS ESTTUCION APIOPACION FLACON cualquier desacuerdo. Para poder hablar hoy aqui es necesario un acuer do previo implicto, yes el hecho de que todos suponemos que el otro tam. bién habla y habla nuestra lengua, sino no podria escuchamos. De alli en adelante se podrin desplegar los desacuerdos, los equivocos y los malen: tendidos pero sin ese acuerdo previo no hay espacio para lo demas. ‘También el Otro es l Otro dellatradicién y delo heredado. En ese sen- tido también es el lugar del Ideal, ideales que nos transmiten y que reci bimos. También implica, en tanto esté en juego el ideal, un lugar donde se inscriben valores y principios, y también por qué no, algunos prejui cios. El Otro se constituye como lugar de la palabra, como lugar del len- sguaje y en esta primera elaboracién de Lacan, como el lugar de las deter- minaciones del sujeto. El esquema permite separar lo que es descifrable del inconsciente en la experiencia analitica del punto de vista econémico de Freud, correspondiente a las pulsiones y a la libido. Hay algo que se cifra y que se descifra en las formaciones del inconsciente y ello produce tuna satisfaccién. El elemento sujet lo escribimos asf $y es un elemento exterior al Otro, que designa los efectos del inconsciente, en tantodiscur- so del Otro, Todo esto se produce en el ej: a Este eje designa la categoria de lo simbdlico. En él se indica que el Otro determina al sujeto, y que el sueto es un efecto del Otro. Con el concepto Stambien se indican las formaciones del inconsciente, los sue fos, los lapsus, los sintomas, es decir, todo aquello que aparece como LAWKLENCIA LA SEGREGACON LA SULETMEAD COMTEMPORANEA | 237 emergencia de la cadena significante y de la repeticién. Alli Lacan ubica una satisfaccién simbélica de orden seméntico. En la ‘base del sintoma, Lacan ubicaba, siguiendo a Freud, el sentido reprimi do y la satisfaccién se produce cuando el sentido aparece y es liberado. Pero también hay satisfaccién del lado del Otro, cuando el Otro admite, acepta, en el chiste por ejemplo lo nuevo que no estaba en el cédigo pero, que, sin embargo, el Otro sanciona aceptando. El Otro en este punto ade- ‘ms del lenguaje y el cédigo contiene una funcién que representa la ley misma del Otro y que posibilita que algo nuevo sea admitido. Larisa en el chiste, es la sancién que indica que el mensaje llegé a destino y fue admitido por el Otro. La satisfaccién toma el sesgo del reconocimiento, y el deseo de reconocimiento produce satisfaccién para el sujeto en el plano de la comunicacién y del sentido. Este lugar en el Otro como lugar de la ley, Lacan se lo asigné a una funcién que llamé Nombre del Padre. El Nombre del Padre indica un lugar en el Otro de una cierta ley. Entonces el Otro también es el lugar del padre y el lugar de una ley. Ahora bien, también tenemos en el esque- ‘ma una «a> y una «a’», Este eje designa la categoria de lo Imaginario 2° designa el lugar del yo. El yo es el resultado de una serie de identi- ficaciones imaginarias que permiten entre otras la realizacién de la ima- gen corporal. La imagen de nuestro cuerpo depende de estas identifica- ciones con el espejo que nos devuelve una unidad ilusoria, pero funcio- 28 | PSOAMMUSS ESTTUCION APROPACION FLACON nal. El espejo nos devuelve la ilusin de una unidad corporal que no tene mos. La verdad de la unidad corporal la designamos como cuerpo frag- ‘mentado. Los objetos imaginarios «a» refuerzan y consolidan este ideal dew lad imaginaria, que via el narcisismo, producen una satisfaccién imaginaria que Lacan en esta época ya llamaba goce. El lugar del goce, a diferencia de la satisfaccién simbélica, se manifiesta frente ala ruptura dela elaboracién simbélica y por eso en el exquema aparecen en cortocir: cuito el eje imaginarioy el eje simbélico. El acting out, la ferocidad del superyo, e incluso la emergencia de per- versiones transitorias pueden considerarse como emergencias del goce imaginario en la clinica, cuando la elaboracién.simbdlica falla” Este cesquema suftié variaciones con el tiempo en la ensefianza de Lacan y nuevos graficos fueron inventados. Pero tiene la ventaja de mostrar de ‘manera sencilla la predominancia del Otro frente a los otros términos del esquema, como aquel que comanda los efectos y que determina al resto. ‘Ademds, permite observar las diferentes satisfacciones en juego, por ejemplo en el eje «aa» los goces de lo imaginario del cuerpo y, en el eje simbélico las satisfacciones por el lado del sentido. ‘También permite diferenciar claramente la categoria de lo Imaginario y la categoria de lo Simbilico, separando ambas y mostrando la autono- fa delo simbélico, pudiendo prescindir de los efectos de goce imagina- riodel cuerpo, que Freud atribuia ala libido, adscribiéndole alo simbdli- couna ligica diferente articulada con la palabra y el decir. ELOTRO EN LAEPOCA ACTUAL Mis adelante Lacan reformulé el concepto de Otro planteando un punto de falta en el Otro, un punto de inconsistencia y escribié $(A) para dar cuenta que el Otro simbilico no puede asegurar el ser del sujeto. Es decir, que la referencia del Otro comienza en la construccién misma del concepto, a ceder el lugar a la inconsistencia. El Otro se encuentra en LAWKLENI LA SEGREGACON LA SULETMEAD COMTEMPORANEA | 23 falta por el hecho deno poder responder por el ser del sujeto; es decir, el Otro no esta completo. Hay un saber que no tiene y ello constituye un punto de inconsistencia. El Otro no puede saber sobre su ser, porque él esté atravesado por aquello mismo que produce, ya que también es de- seante. A este puntode inconsistencia del Otro Lacan lo va allamar deseo del Otro, El Otro tampoco puede decir acerca de su ser y por ello ubica un deseo en el Otro, De alli que lo escriba asi: S(A). A.con una / que “barra” al Otro y la S designa el significante que marca que algo falta en el Otro. Esta férmulla puede ser tomada como el lugar de un enigma para el suje- to, en tanto no hay respuesta sobre su ser. ¥ también nos permite pensar que este enigma constituye el punto de verdad en el Otro. Es decir, que la verdad en tanto es un no saber, es un enigma para el sujeto Por otro lado Lacan sefiala que en tanto el Otro no puede saber sobre su ser, hay un goce que no tiene. El Otro esta vaciado de goce, es un goce que se ha perdido, asf como esté perdido el saber del Otro sobre ese goce Mis alld de la funcién sem ntica que comporta, como metifora 0 como ley en el cédigo, el Nombredel Padre se articula con relacién al goce. En este punto el Nombre del Padre, en tanto marca el lugar en el Otro de tuna ley, viene a nombrar el agujero que hay en el Otro por el hecho de que es un Otro inconsistente. El Nombre del Padre viene a funcionar ‘como garante simbélico de que el sujeto va a encontrar alguna solucién al problema del no saber, de a falta de ser y de la inconsistencia que hay en el Otro, y el sujeto se va a poder sostener articulado con esa falta. EL Nombre del Padre en cierto sentido puede pensarse como el significante de que el Otro existe, Lacan lo formaliz6 y lo despej6, perocorrespondea la época de Freud, Enel seminario “El Otro que no existey sus comité de ética"," J.-A. Mi ler y Eric Laurent plantearon que si el Nombre del Padre corresponde a la época de Freud, nuestra época esti marcada por la inexistencia del Otro, Cuando Lacan pasa del Nombre del Padre alos Nombres del Padre, pluralizandolo, ¢s para indicar el fin del reino del Nombre del Padre. La formula S(A) indica el fin del reinado del Nombre del Padre para dar 20 | PSCOAMMUSS ESTTUCION APIOPACION FLACON lugar alo que es mas propio de nuestra época: La inexistencia del Otro. Que significa decir que el Otro no existe en nuestra época? En prin- cipio se refiere al Otro de la referencia, al Otro del ideal y dela tradicion. E1 Otro en el cual el sujeto puede inscribirse como portando un legado. J-A. Miller definié a subjetividad contempordnea como aquella donde el sujeto queda fijado a la caza del plus de gozar. Los fendmenos de violencia, de disgregacion, de abuso y de exceso, de ausencia de respeto y de vergiienza son manifestaciones de un nuevo imperativo que implica que se puede decir todo y mostrar todo, donde el objeto de goce predomina por sobre cualquier identificacién, producien- do un empuje al goce. Sin la seguridad del ideal, los sujetos saben que el Otrono es mas que un semblante. Es la época de los desengafiados. La subjetividad contem: pordnea se sumerge en semblantes constituidos porla produccién indus trial acelerada, estableciendo un mundo en donde la naturaleza ya no es ‘més que una nostalgia, una pieza protegida o objeto de cuidado ecol6gi- *..elchoque entre las nuevas tecnologias y los léxicos heredados han producido una frag- ‘mentacién en los procesos de constitucién de los sujetos y, por lo tanto, de identificacién de nosotros mismes. Somos sujetos fragmentados [.] Sin embargo, el cimbronazo social producido, entre otras cosas, por las nuevas tecnologias ha fragmentado o pulverizato los niicleos duros de ideas regulativas y rectoras de nuestros valores y conductas Cémo opera la relacién que antes indicamos entre lo Simbélico y lo Imaginario? Lo Simbélico queda sojuzgado por lo Imaginario. La predo minancia de los objetos técnicos introducen al sujeto de una satisfaccién, inmediata que subsume el campo de lo simbélico a una realidad virtual: “..resulta obvio que el mundo de los medios masivos, a informitica y la realidad virtual oftece perplejidades dignas de ser consideradas. Pues, por una parte se asistea la proliferacién de tecnologias ‘ciegas’ para gran parte de los usuarios, pero eficaces en sus resoluciones: porque estas cajas negras -pese a su opacidad- funcionan satisfactoriamente. Y, por co, Veamas cémo lo dice un autor desde la filosofia: LAWKLEN LA SEGREGACON A SULETMIAD CONTEMPORANEA | 24 otra, se construyen mundos virtuales, es decir, no reales, con capacidad de incidir en la realidad misma™™. Asistimos a una época donde lo Simbiélico no logra dialectizar la expe riencia, sino que més bien seinstala en continuidad con lo Tmaginario. En el chateo, por ejemplo, el sujeto es un sujeto sin cuerpo. Un discurso puro con sus reglas, sus modos, sus cédigos, pero un sujeto virtual. Elque esta del otro lado es lo mismo. Un sujeto sin certezas, sujetados a pricticas digitales, dependientes de la energia eléctrica y sometidos a un corte de Juz. El sujeto virtual sigue conservando un discurso pero no garanti2a una identidad. Para el que esti chateando con él, la identidad puede ser otra efimera 0 azarosa, se puede cambiar de sexo, de edad, de aspectofisico. Estas practicas sociales son las que estén formando alos jovenes del siglo ‘XXI, practicas que permiten también las relaciones sexuales virtuales. [Ahi se da una paradoja interesante. Mientras que en la época victoriana de Freud se comenzaba a hablar de la sexualidad y se planteaba la preocu- ppacién por la masturbacién tratando de reprimirla, Megindose a inventar ‘méquinas para impedirla el fin del siglo XX se caracteriz6 por haber inven- tado maquinas para que la gente se masturbe, porque después de una sesign de cibersexo es probable que el sujeto tenga que arreglétlas solo. En el chateo el sujeto es mediatizado por técnicas, el cuerpo ha sido sus. traido. Setrata de un juego de lenguaje, como sostenfa Wittgenstein, queres- pponde a una forma de vida, que consiste en establecer y disolver contactos digitales, Se tratade un madode gozar propiode la época de lahipertécnica DEL NOMBRE DEL PADRE ALA ESTRUCTURA DE LOS DISCURSOS Fl discurso es una forma de tratamiento del goce tan eficaz como lo fue la creencia religiosa en el pasado. Mas allé del Nombre del Padre lo que opera es la estructura del discurso, Para Lacan lo que define un discurso es que por un lado hace el lazo social y por otro lado es un modo de tra- mitar el goce. 22 | PSDAMMUSS ESTTUCION APROPACION FLACON El racismo en la antigtiedad se fuundaba en las guerras de religin. ‘Cuando en la Edad Media el Papa Urbano Segundo declara la guerra Santa contra los infieles, lo hace en parte para resolver la dispersin den- tro de la propia Iglesia. En lugar de que los caballeros pelearan entre si, ahora podrn pelear con un enemigo comin pero exterior: el infiel. Pero la convocatoria a las cruzadas tuvo éxito por el hecho de que para un caballero morir en el campo de batalla le producia menos temor que enfrentar al Dios Padre en el juicio final. Los caballeros que no acataban eran amenazados con la excomunién y eso era més temido que la propia muerte o el suftimientofisico, Asf funcionaba en la Edad Media Lacreencia en el Padre erala base de toda creencia para Freud. Pero, gen quécree el sujetoen la época dela ciencia? ¢Sélo el padre funda lacreencia? Podemos decir que, a partir de las nuevas formas de constitucién de tuna comunidad que vemos en a actualidad, no sélo la creencia en el padre opera en la base de una comunidad. En nuestra época de la cien- cia vemos que lo que importa es la accin del discurso articulado con la cre- encia, lo que forma comunidad. En estas comunidades la garantia del reconocimiento que asegura las, relaciones entre los individuos ya no se produce por pertenencias signi ficantes, como, por ejemplo, la nacionalidad. Sino por una comunidad de discurso mucho mas profunda que pone de manifiesto los modos de gozar®, Para entenderse y reconocerse los miembros de una comunidad deben compartir uma préctica y una forma de vida. Ludwig Wittgenstein sostenia que los limites del mundo son los limi- tes del lenguaje. Para él el sentido del lenguaje lo da el uso y se apoya en luna prictica comén del lenguaje. Se trataria de una forma de vida com. partida. Ya no se trataria de una comunidad organizada alrededor del ‘Nombre del Pade, como en la época en que lareligién regulaba los lazos ylos goces. Lo que cuenta ahora son los discursos. Las significaciones, la comprensién, el acuerdo entre significante y significado es un asunto de comunidad y de experiencia compartida. La comunidad forma la accién de os discursos y lo que cuenta es la promo LAWKLENCIA LA SEGREGACON LA SULETMEAD COMTEMPORAVEA | 26 cién de una insignia de goce en una comunidad dada. Esta insignia de goce engendra una fratemidad fundada sobre el modo de gozar,y no ‘sobre antiguos significantes que ya no funcionan como Ideal. Ahora esta: ‘mos frente a lo miitiple de las comunidades, que se establecen a partir de formas de goce compartidas. En ese sentido se puede afirmar que la civilizacin ya no se concibe como “Una”. Lacan habl6 de razas de discursoy diferencié un racismo biclégicode un racismo cultural. En “El Atolondradicho” pig, 33 de la revista Ornicar- Escansién, Lacan dice: “La razade la que hablo no es laque una antropolo- gia sustenta por decirse fisica. Esta se constituye por el modo en que se transmiten segiin l orden de un discurso los puestos simbiicos, los pues- tos con que se perpetitala raza de los amos y no menos lade los esclavos.” Lacan sefiala que la raza dela que habla no depende de una biologia o de una antropologia, sino decémo se ubican los sujetos con relacién aun discurso. Luego dice que va a prescindir de los tiempos en que predomi- naba el significante amo, el del Ideal o el del padre, sino que va a pasar a resaltar loque sucede con el racismo de los discursos en accién. Es decir, que cuando se forma un discurso a partir de una préctica compartida, inmediatamente se produce un racismo y una segregacién como forma de diferenciarse del otro y de cultivar el plus de gozar. Ladificultad es que silo que predomina es el objeto de goce por sobre ¢l Ideal, el sujeto no puede ubicarse en el goce del otro, identificarsecon €ly mantener al mismo tiempo una diferencia, Por ello las comunida- ddes que ahora se fundan en una insignia de goce no pueden constituir- ‘se en un espacio de discurso comin. No pueden mantenerse unidas. Los estallidos en las instituciones que se forman alrededor de un Ideal, como las escuelas, muestran esta imposibilidad. ‘Vemnos aqui y en otras partes vastas porciones de la poblacién que hhan quedado en una franja de exclusién, que no habitan la misma fran- ja que nosotros, la de la ley para todos. En una comunidad de castas existe la discriminacién que implica que Jos que estan por debajo en la escala social no aspiran a estar arriba. Y 2a | PSOAMMUSS ESTTUCION APOPACION FLACON los que estin arriba no ven amenazada su posicién de privilegio frente alos que estin abajo. Pero, en las sociedades democriticas donde se promueve el derecho para todos y al mismo tiempo se instala la exclu- sién social, se produce un malestar. Es inevitable la emergencia de los fendmenos de violencia, de exceso, de conductas de actuacién, de pérdi- da de referente en la medida en que el derecho al goce se uniformiza y se instala a una escala social horizontal. Surgen paralelamente nuevas formas del discurso del amo. Las mis- ‘mas pueden ser respuestas colectivas como las nuevas religiones o los nuevos fundamentalismos. Pero también pueden ser individuales, como ser los tatuajes,ilimitados en cantidad y en calidad o los piercing, 0 los implantes de siliconas, todos ellos pseudos significantes amos" hechos surgir desde el sujeto mismo en su individualidad. Aqui no se trata de ‘ninguna renuncia, ninguna imposicién, ninguna pérdida en que el suje to tenga que poner en juego una parte de sf para tener un lugar en el Otro, De lo que se trata es de hacer surgir de s{ mismo un significante amoyy en ese punto no hay dignidad, ‘los psicoanalistas nos toca poner al sujeto en relacién al S(A) respetan- dola inconsistencia del Otro ese lugar de indecbilidad en el Otro el lugar vacio que ello implica. Desde el psicoanslisis podemos precisar los lugares deloimposible de estos diferentes discursos. No quedamos en la impoten- cia generalizada ali donde reina el silencio como respuesta ala violencia o al pasaje al acto, Promover la creacién de espacios de discurso, partiendo del despliegue de la palabra, y dela conversacién acerca del goce. Para ello es necesario mantener vacios los lugares ocupados por las, identificaciones sociales o por los ideales, para dar lugar a las verdaderas, diferencias de cada uno; sin alimentar de sentido los sintomas sociales o singulares, para llegar a hacerlos causa de una conversacién. Hacer apare- cer en detalle lo imposible en juego es nuestra apuesta en la civilizacién, LAWKLENCIA LA SEGREGACON LA SULETMEAD CONTEMPORANEA | 25, NOTAS Y BIELIOGRAFIA 1 Trabajo presentado an el “Foro de paicoanalisis y educacion”, convecado por loc equipos de orientacién escolar de a rama de Peicelogia del distitoezcolar de Florencio Varela Pcia. de Bs. As. en noviembre de 2004, 2-Lacan, J. H Seminario, Litre 1, Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Picoa- néliis, Paidés, Buenos Aixes, 199. 3- En 1964 Lacan fue expulsado de la Ascciacién Psicoanalitica Internacional. 4 Lacan, J, ET Seminario, Libro 17, El Reverso del Pecoandliss, Paidés, Buenos Aires, 1992. 5+ Miller J~A., El deseo de Lacan, Atuel-Andfora, Buenos Aires, 1997. 6-Thidem, 7- Ver: Miller, J-A., “Los seis paradigmas del goc ‘en especial el primer para: digma, en Ellenguaje aparato del gce, Coleccién Diva, Buenos Aires, 2000, 8- Miller, JA. y Laurent, E., “El Otro queno existe y sus comité de ética”, semi- natioinédito, 1996-97. 9+ Diaz, E., Posmademidad,Biblos, Buenos Aires, 1999, pag. 97 10+ bidem, pig. 105 ut Lawent, E,, “Segregacién y diferenciacién”, en El niio, N ‘Campo Freudiano, Paidés, Barcelona, 1999. 12- Aleman, J, “Algo mas quela vida misma... el signifcante’, Dispar N's, Grama, ‘Buenos Aires, 2004 6, Instituto del

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