Nuestro conocimiento comienza al recibir algo que viene del exterior a través de
la sensibilidad. Esta es una mera capacidad de recibir impresiones de las cosas.
Esas cosas producen en nosotros una sensación que da lugar a una intuición
empírica.
Lo que conocemos con la sensación no son las cosas tal y como son en sí
mismas sino tal y como son en relación con la sensibilidad, tal como nos
aparecen y por ello recibirá el nombre de fenómeno.