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Claves del desfinanciamiento de

ANSES
El conjunto de medidas anunciadas por el
gobierno tienen un impacto corrosivo sobre los
recursos de la ANSES. Punto por punto, cuáles son
esas reformas y qué impacto tienen.

La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) es el


organismo que administra y asigna los recursos a distintos beneficios como
jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, Asignaciones Universales
por Hijo (AUH), seguros de desempleo,etc. Los últimos anuncios del
gobierno tienden a un feroz desfinanciamiento que los pone en peligro y
amenaza con futuros recortes (no tan lejanos).

Según distintos estudios, la pérdida de recursos podría serentre $115.000


millones a $220.000 millones en el año 2018 y sería creciente en el tiempo.

Algunas claves de las medidas y sus principales impactos:


-* Eliminación del 20% del Impuesto a las Ganancias con destino
a ANSES: la propuesta de eliminar el artículo 104 de la ley del impuesto a
las Ganancias significa que el 100% de lo recaudado pasaría a ser
coparticipable con las provincias, mientras que actualmente a este
organismo le corresponde el 20% de la recaudación del impuesto. Esto
implica una pérdida de $126 mil millones para la ANSES en el año 2018
según el Proyecto de Presupuesto 2018. La fundación ITE-Abdala calcula
que este impacto, compensado parcialmente con la reasignación del
impuesto al cheque (Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios) y al
mismo tiempo considerando la posibilidad de que lo abonado por este
impuesto pueda ser utilizado como "pago a cuenta" del impuesto a las
ganancias, podría hacer perder entre $169.000 y $220.000 millones a la
ANSES. Para ello el gobierno deberá conseguir aprobar la reforma
tributaria.

-* Reducción de contribuciones patronales: El proyecto de


"blanqueo laboral" o más comúnmente conocida como "reforma laboral"
incluye una unificación de alícuotas de contribuciones patronales al 19%
(bajando de 21% para los empleadores más grandes) y un mínimo no
imponible que será de $2.300 en 2018 y creciente a $11.500 en 2022, todo
ajustado por inflación. Esto implica una reducción efectiva del 41% de las
contribuciones patronales, que supera el 50% para empleadores de
servicios y sectores de bajos salarios. El desfinanciamiento el año entrante
sería de $42.915 millones según el Centro CEPA, y hacia 2022 alcanzaría a
$140.000 millones (a valores actuales) según La Izquierda Diario.

-* Un "blanqueo laboral" que legaliza el empleo en negro y los


bajos salarios: La condonación de deudas a los empleadores que
mantuvieron en negro durante años a los trabajadores, que pasarían a
estar registrados, no significará una mejora de los ingresos de la AFIP, no
sólo porque se perdona la deuda, sino porque se trata justamente de bajos
salarios que serán alcanzandos por el "mínimo no imponible".

-* Eliminación del tope de aportes personales y del haber


máximo: En diez años todas las jubilaciones estarán liberadas, sin tope,
esto significa que un porcentaje reducido de altos gerentes podrá acceder a
jubilaciones de privilegio, mientras que para una mayoría trabajadora los
haberes serán a la baja. Así también, el impacto en el mediano plazo es
negativo para la ANSES.

Se pretende que el desfinanciamiento autoimpuesto para engrosar las


ganancias capitalistas sea pagado con la plata de los jubilados y el esfuerzo
de los trabajadores. Estas son las siguientes medidas de ajuste propuestas:

-* Cambios en la fórmula de la Movilidad Jubilatoria: El gobierno


propone atar las jubilaciones y los distintos beneficios a la evolución de la
inflación, en lugar de utilizar los salarios o la recaudación de ANSES. Esta
medida, que puede sonar progresiva para evitar la pérdida del valor real de
las jubilaciones, en realidad está pensada para frenar las subas de los
haberes y de todos los beneficios que se ajustan con la Movilidad,
reduciendo así el Gasto. Esto es así porque el gobierno se asegura que las
jubilaciones nunca van a ganar en términos reales, es decir, nunca irán por
encima de la inflación. Para ello el ejecutivo deberá redactar una nueva ley
y conseguir su aprobación en el Congreso. Se calcula que esta medida
podría significar un "ahorro" para el gobierno de $100.000 millones en
jubilaciones y casi $150.000 si se incluye AUH y el resto de los beneficios,
todo a costa de menores ingresos para los jubilados y las familias de
trabajadores.

-* Reforma del sistema jubilatorio: Esta reforma está prevista en la


ley de "Reparación Histórica" en un plazo de tres años desde su sanción en
julio de 2016. Las intenciones del gobierno formuladas en distintas
declaraciones apuntan a un incremento de la edad jubilatoria (en forma
gradual, para que sea "pasable") a 65 años para las mujeres y 67 años para
los varones, cambios en el cálculo del haber que reducen el salario de
referencia, la posibilidad de agregar una jubilación "proporcional" a los
años aportados, y la eliminación de la moratoria, ya prevista en la
Reparación Histórica, a cambio de una Pensión que es un 20% inferior a la
ya baja jubilación mínima (hoy en $7.245). También se prevé la
privatización de algunas funciones del Sistema, como un "aporte
voluntario" por el trabajador.

Estas medidas deben ponderarse con la situación de emergencia que ya


presenta el sistema previsional, la ANSES y el PAMI, es decir, la Seguridad
Social de conjunto, con una mayoría de jubilados que gana la mínima y se
encuentra en situación de pobreza. Lejos de revertirlo, la Reparación
Histórica abrió el camino para liquidar la Caja de los jubilados.

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