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ALGUNAS CONSIDERACION! SOBRE CARACTERIZACION DE LOS CONJUNTOS DE GAITA DELA COSTA ATLANTICA DE COLOMBIA. JORGE MORALES GOMEZ* + Instituto Colombiano de Antropoogia, Bogts. Departamento de Antropologi, Universidad de [Lot Andes. Boge Revita Colon Antropol Va XVI Bop, 1988190, Entre el 14 y el 16 de Octubre de 1988 se celebr6 en Ovejas, departamento de Sucre, el TV Festival de Gaitas, el cual constituye uno de los encuentros mis autéctonos de cuantos, con carécter musical ocurren en el pais. Laafirmacién precedente se basa en varios hechos como el origen campesi- ‘no de muchos de los participantes, el cardcter tradicional de los elementos or- ‘ganol6gicos y de los textos, asf como por el papel que los miisicos viejos desem- pefian como maestros de cada uno de los instrumentos que conforman un con- junto de gaitas Estos son: Una gaita hembra (vertical de Sorificios), una gaita macho (ver- tical de I orifcio) un tambor mayor o alegre, un tambor llamar, una maraca ylavor humana. A dicha constticin bésicase le agregan muchas veces a tan- bora y el guache,artefacto metéico tubular con multiples orificios que contie- ne semillas de achuia (variedad pequesia), las cuales al agitase producen el so- no riteico. ‘Varios maestros tradicionales insisten en que tambora y guache son insteu- ‘mentos que s6lo tienen cabida cuando acompafian a gaitas cortas. Para gaitas largas, la doctrina o norma floclérica rechaza esos instrumentos porque opacan a melodfa. Sin embargo, algunos conjuntos los usan independientemente del tipo de gaita que toquen. Para los j6venes intérpretes, en muchos casos, esa in- nnovacidn aumenta el ritmo bailable, lo cual contradicen los maestros viejos y uienes han sido educandos suyos; incluso, algin gaitero de Guacamayal mani- fest6 que en estos aires era més importante la misica que el baile. Tradicional- ‘mente, pues, tambora y guache sélo deben utilizarse con gaitas cortas. LIV festival, como a los anteriores, asstieron conjuntos y visitantes de di- versas poblaciones de la Costa. Hubo gaiteros de Ovejas, Monteria, Sincelejo, ‘San Onofre, Tubaré (Atlintico), Guacamayal (Magdalena), Magangué, San Marcos y otros lugares. Los misicos y los asistentes estan de acuerdo en afirmar que los conjuntos de gaita son una sintesis del encuentro entre la tradicién indigena anterior ala Conquista, representada por los dos acr6fonos fundamentales, y la aportada por los negros, expresada en los tambores. 161 Género, edad, estatus social y temdtica vocal son elementos que estin vin. culados a la ideologia local sobre los gaiteros. Esto se ha podido averiguar a tra ‘vés de los dos tltimos encuentros (1987 y 1988). Género: Los conjuntos de gaitas estan compuestos exclusivamente por hombres; las ‘mujeres desempeian un rol no protagonista, pues no tocan ni beben’ observan, En este sentido aparecen las bebidas alcobdlicas (ron, aguardiente y cerveza) como identificadoras del género masculino. Los miisicos los asisten- {5 del mismo sexo de ellos, tienen que beber. Nadie concibe a un gaitero (en el sentido de mdsico integrante de un conjunto de gaitas) que no bebe, tanto den- {ro de las presentaciones como en su vida cotidiana. Ain en los ensayos previos alasactuaciones ante el jurado, los gaiteros toman aguardiente. Ellos manifies: tan que con el alcohol, cada parte del cuerpo se estimula y aumenta susensibi «dad, especialmente las manos y la boca que son las que més directamente tie- ‘nen que ver com la musica. Eso significa que un musico aumenta su calidad en la ‘medida en que haya tomado licor, siempre y cuando no se duerma. Existen ‘maestros que pueden tocar con gran destreza y experiencia en condiciones de abstencién, pero con alcohol, especialmente aguardiente o ron, “logramos més recursos que se nos ocurren en el mismo momento en que tocamos". Asi mismo, gaiteros y muchos asistentes consideran que a las mujeres el i- cor les quitasu condicidn genérica de complemento de! hombre puesse vuelven como hombres y no cumplen con su papel de espectadoras y animadoras de los misicos. Una mujer puede tomarse una cerveza 0 un ron, siempre y cuando se loofrezcan; en cambio el hombre toma ms de un trago, y puede levar la inicia- tiva de pedir y exigir bebida especialmente si es misico y sobretodo maestro © Imiisio viejo, Ademés s6lo en estado sobrio una mujer puede dedicarse a cui- dar de los hijos pequeftos que muchas veces acompafian alos gaiteros 0 aten- der los negocios de venta de comida. En realidad, las anteriores son razones que confirman el rol complements. rio y opuesto de la mujer con respecto al del hombre. Ese valor dado a la rela- ciones de género queda muy bien resumido en lo dicho por un gaitero de Ove- jas: “Las mujeres no beben ni tocan gaita. La que lo hiciera no tendrfa marido ni hogar. Siyo bebo y mi mujer quién también va.atrabajarya verlos pelaos. Si yo toco y me jumo ella no puede hacer lo mismo porque es mal visto. Ella puede traer unas hamacas 0 unos bollos para vender porque ella no viene a tocar. Eso pasaré en otras partes, pero no por aqui”. Eas ‘Aunque en los festivales de gaita participan para concursar y para aprender grupos infantiles y juveniles, hay un reconocimiento colectivo, especialmente evidente entre los mismos misicos, en el sentido de que s6lo Ia larga experien- cia hace a un verdadero gaitero, o tamborero 0 cantante 0 maraquero. Sélo se puede llegar a ser maestro después de los 50 afios y generalmente aestas perso- has, quienes a su vez conforman un grupo de edad, se les va a tener en cuenta 162 como a los mejores. La condicién de maestro esté indisohublemente unida ala de edad avanzada. Se ven muchos misicos que superan los 70 afios y hacia ellos se dirigen muchas expectativas, tanto de asistentes como de otros gaiteros que ‘consideran que ellos son los verdaderos depositarios del arte y sus grandes ani- madores. Muchos j6venes aseguran con cierto orgullo que ellos han aprendido de tal o cual viejo, y sies de los mas ancianos, mayor prestigio para el aprendiz, Cuando se anuncié la llegada de Victorio Cassiani, gate-o de 88 afios, proce- dente de Guacamayal, pero oriundo de San Basilio de Palenque, se produjo un {gran tumulto para recbirlo y oitle y para ofrecerle aguardiente. Otros querian saber sus opiniones sobre tal o cual participante y sus capacidades interpretati vas. Aqui vale la pena anotar que aunque haya un maestro en gaita,éste no ti ‘ne un cardcter especializado para dicho instrumento sino que se le considera ex- perto en todos y cada uno dé los elementos organologicos integrantes del con- junto. Eso afirma el carécter preindustrialy folelrico de los musicos. Piensan los gaiteros tradicionales,o sea quienes no han tenido estudios mu- sieales, que los buenos maestros tienen cierta inspiracién transmitida espiri- ‘walmente por otros maestros antepasados a quienes ellos conocieron. Por aho- ano es clara la forma como se concibe esa unin con los musicos muertos. De todos modos, de ella estén excluidos los j6venes. Algunos conjuntos organiza- dos en centros educativos o en instituciones del gobierno son ditigidos por jéve- ‘nes 0 adultos que han recibido clases de musica formal, y cuienes por mas argu- ‘mentos y conocimientos que tengan respecto a la gaita, no gozan del respeto ni l prestigio que poseen los maestros viejos, algunos de elios analfabetos, status social: Mientras los asistentes alos festivales de la gata son de diversos sectoresso- cioeconémicos, los gaiteros considerados como més auténticos, segin el con- ccepto de la gente que asiste y participa en el festival y de los propios musicos, ‘gencralmente son de condicién campesina y categorizados como pobres dentro de la estructura socioecondmica regional. Los conjuntos de gaita de carécter uurbano son vistos como menos auténticos, tanto por los jurados como por los. ropios gaitetos viejos. Puede ser que algunos maestros estén residenciados en alguna poblacién intermedia o en una ciudad como Monteria o Barranquilla, Peto sisu origen es rural, se les considera muy ligados a lasfuentes tradicionales de Ia tradiciGn gaitera. Y no solo por el cardcter territorial opuestoa lo urbano sino por su vinculacién econ6mica directa con la agricultura, la ganaderia ola pesca, as{ sea como propietarios 0 como asalariados. [Los misicos “de ciudad” no estén de ninguna manera estigmatizados por los rurales. Séto se les considera como aprendices de la tadicion campesina y como un soporte muy importante para la divulgacién y perpetuacién de los: es de gaita (gaita, puya, porro y cumbia) y su parafernalia organol6gica, Los estudios musicales institucionalizados son objeto de diversas opiniones por parte de los gaiteros tradicionales. Algunos, como el maestro sanjacintero Jorge Eliécer Meléndez, autor del famoso “Mi cutarritc”, piensan que estos miisicos “cultos”, si bien se han formado en as ciudades, lejos del contacto con 163 Ja vida del campo, descienden en muchos casos de gaiteros campesinos y tienen ppor lo tanto, mérito para unirse con maestros viejos en un determinado conju. |. Otros afirman que la gaita “no se aprende”. Con esta expresién quieren significar que hay personas que nacen con la predisposicion a tocar gai ‘a, omaraca o tambor, o todos juntos, oa componer y que sélo necesitan mirar fecibirinstrucciones de un maestro local. Afirman ademés que quienes reci- ben estudios musicales pueden ser buenos ejecutantes para grabar, pero que ‘nunca pueden competi en festivales con los mismos méritos de quienes se han formado en los pueblos o en el campo oyendo gaiteros y “bebiendo ron". ‘Temética voeal: ‘A pesar de existr composiciones que tienen un texto de indole amorosa como facélebre “Candelaria”, y que soa las que aparentemente ienen més de {usin comercial, fa gran mayoria de los aires de gaita presentes en los festvales (al menos ens dos ultimosa ls cuales asstimos), en las fiestas familiares yen los sitios de reunidn de gaiteros (tiendas, posadas, etc.) se refierenafenomenos del habitat, a artefacts y stuaciones dela vida cotidiana, ya sea doméstica (Mi ‘utarito, Chispa de candela) oagratia(Lacaia, La cepa, Lavaca teria, Lase- {quia lay otros, mas no parecen ser la mayor‘a, que hacen referencia fiestas otros contextos rtuales (Témate el ago, Silvestre, Qué matrimonio), Las te- métias que aluden a la vida cotidiana, incluyendo disgustos o preocupaciones (La pobre Juane) son muy recurridas por los compositorestradicionales, que ‘no han tendo estudios musicales de tipo moderno. El contraste aparece fiil- ‘mente cuando se comparan sus titules con los de composiciones que coresp den a isis “cultos",o mejor, més urbanizados musicalmente. Por ejemplo, Candelaria, La Marquesita, La Macondera, Carnaval, Sonrsas de amor, te La importancia de los actos de la vida cotidiana en la génesis de la temética de gata, puede ser ilustrada ahora con la versidn del miisico tradicional Eligcer ‘Melendez, integrante de los Gaiteros de San Jacinto, acerca de cmo surgio et texto de “Mi cutarrito”. Dice el Maestro: “Esa composicidn surgi as: Una nia qu yo tengo escort muy tarde una vache ‘viendo una novela en televstn yada siguiente se levant tarde para colegio sllgen San Jacino, Yome despenté ates que ella ye deca: May, levitate que vas llegar ard en ecolepo note deja entrar no eps nt 7s lose lvants ‘cuando yo estab enel bat y me dio, Pap, sult pio que me voy a bahar. Cua olla en me ams: pap, alnzame un catarc, Curso! Qués eso? Rapid, slesnzame un cutreopaecharme agus, ipo! ‘Ova ver Cutarro, ques 30. Tame ests hablando ingles oan? Dime un tro un pote o na totum! Ela porel afin dijo una palabra cualquiera qu ee vino ala cabeza y dij cutee. [Azmi me queds sande el erino yl fu repitiendo y formando fase: Miata, Imteutaento yal inal del da ya tenia medio armada la cancion’ Apart de los anteriores elementos presenes como carateristcos en los conjtosradionles de uta dela Conta Antica, parece oda une eo. 164 logfa, la cual por ahora desconocemos en gran parte; sin embargo, podemos hhaver algunos planteamientos generales que se derivan de la asistencia alos dos ltimos festvales de gaita y de las conversaciones con varios gaiteros y aficiona os locales, El ancestro indigena: Los gaiteros, a pesar de reconocer que los actuales ‘conjuntos de guita combinan instrumentos de origen prehispénico esenciales, ‘como la gaita hembra y la macho que producen la melodia, con os tambores de ‘adicién africana, que aportan el ritmo, junto ala maraca, también de eargeter indigena, precisan con énfasis que la base de la musica ce gaita es producto de {os indios que habitaban buena parte del territorio de la Costa Atlantica (Boli- var, Atlintico, Sucre, Cordoba y parte de Magdalena actuales), antes de llegar los espafioles. Afirman que los Mocand y los Simies tenfan la gaita hembra (de ‘orificios), la gaita macho (de un orificio) y la maraca, ytocaban dichos instru- ‘mentos tal como se hace ahora: El gaitero que interpreta Ia macho, toca con ‘una mano y con la otra mueve ritmicamente la maraca. Sobre ese conjunto bé- sico lleg6 como una sobreposicin el componente de instrumentos de percusién formado por el tambor mayor (o alegre), el Ilamador y fa tambora, aportados por los negros, ‘Los indios-segtin versién de muchos gaiteros~ tocaban esos tres instrumen- tos (gaita macho, gaita hembra y maraca) cuando un cacique de algtin pueblo sucedia a otro en el cargo. Los gaiteros y muchas personas que saben de la mie sica de gaitas en Ia region de! Sind, aseveran que los negros utilizaron los instru- ‘mentos conocidos por los nativos para acompafar ceremonias del cielo vi ‘como bautizos, matrimonios y entierros. Hoy se usan gai:as para fiestas no reli- _siosas porque Iaiglesia considera irrespetuosa la presencia de los gaiteros en los, emplos, pues muchos llegarian borrachos. Mas bien, ls geitas suenan enlas plazas publicas, en las tiendas oen las casas de familia yasea en contextos cere~ ‘moniales como la celebracién de un matrimonio o en un festival, o cuando un conjunto esti practicando o un maestro gaitero da instrueciones un aprendiz. Fucron losindigenas de la Costa-cuentan as versiones populares de los gai- ‘eros-quienes descubrieron los fundamentos técnicos para a elaboraci6n de las gaitas. Ellos conocieron las materias primas como el corazén del cardén, lacera {de abejas y la pluma de aves sitvestres. También ellos ensamblaron las primeras saitas, las cuales muy poco, casi nada han cambiado hasta el momento. En ge- eral, las descripciones locales sobre una gaita no varias de la ofrecida por el profesor Abadia, quien dice: {La gaitacosteia exclusiva de muesto tor Attic de den clase: a gaita macho leita hembra, Ess compuesapor un tubo de caaquellevaentuextremo superior un ono 0 fotuto fabrieado con carbin vegetal molidey cera de abejts 0 cone corer de ‘actus Hamadocordn, Este ftuto ets atravesado por una pluma de pava mont, de 1, Durante la colonia, a igesiaprohibio queen los templot etraramisica de negios ode Indios durante tos de bautizo, matrimonio osepeliode ales gents, Seimpusola misicacristisna, (Pacing, 1958) 165 waco o guacharaca. Estas sits miden unos 60 centimetos de largo y el tubo ene un {himetr de 22 3 centimetos.” (Abadia 1970: 13-132), El itado folelorista no hace referencia alas variedades larga y corta que son importantes dentro de las clasificaciones propias de los gaiteros. La gaita corta les mas sonora que la larga y tradicionalmente se le considera mas apropiada para tener acompaftamiento de guache y tambora. Asi mismo, entre los gnite- ‘0s actuales, la mejor pluma para soplar la gaita es la de pato yen ese sentido, habria una discrepancia con la referencia dada. La identidad y Jerarquia locales: Muchas poblaciones representadas en los festivales reciaman por intermedio de sus gaiteros, atributos de autentic. dad, mejor calidad musical 0 mejor manufactura instrumental, San Jacinto, por ejemplo es considerada, no solo por sus misicos y habitantes en general, ‘como la localidad donde han nacido los mejores gaiteros, tanto intérpretes ‘como compositores; también dicen que ellos son los que més saben la historia de esta misica Eligcer Meléndez asegura que él no tiene rival ena interpretaci6n de lama. raca: “No ha nacido el que toque la maraca como yo", es frase textual suya, y agrega que silo llega a haber después de su muerte, serd otro Sanjacintero, La fama que han logrado precisamente los integrantes del conjunto deno- ‘minado “Los Gaiteros de San Jacinto” ha servido para apoyar en parte el pres- ioy la jerarqufa de este municipio en materia de puyas, porrosy gatas, tanto en composiciones propias como en versiones tradicionales de interpretacion, tra localidad cotizada regionalmente como cuna de magnificos intérpre tes y compositores de misica de gaita es San Onofre. De alli surgen muy reco- ‘nocidos gaiteros y maraqueros. En este ultimo festival, habia mucha espectati- va precisamente por ver a los tocadores de maraca venidos de all; muchos de estos rivalizan con Meléndez y alegan que sus autoclogios son exagerados, Varios mésicos de San Onofre manifiestan que autores populares y tradi- cionales de San Jacinto como Juan Lara tuvieron la oportunidad de visitar ‘aquel pueblo y de al tomaron algunos elementos técnicos. Que nolo hayan ex presado abiertamente es otra cosa. Pero, por ejemplo, San Onofre es conside- ado por sus gentes como el sitio donde se ensamblan las mejores gaitas, tanto largas como cortas. Es muy probable que la organizacién de festivales haya incentivado la com- petencia a nivel local, la cual de hecho existe y pensamos que eso es positivo pues representa una via autéctona de expresion que a la postre puede asegurar Ja perpetuidad de la musica tradicional de la Costa Atlantica. Elconjunto “Los Gaiteros de Guacamayal” ha ocupado lugares muy desta- cados en los pasados festvales, tales como el de ganador en los dos itimos. Sin embargo, la poblacién de origen no ocupa dentro de los pareceres regionales tun lugar destacado, Por qué? Resulta que Victorio Cassini, el gaitero més vete- 166 ano del conjunto no es nativo de ella, sino de San Basilio de Palenque y dos in- tegrantes mas han hecho estudios musicales institucionalizados, De otra parte, parece ser que a diferencia de San Jacinto o San Onofre, Guacamayal, Magda Tena, no acude con muchos participantes en los encuentros regionales. Esto conduce a afirmar que dentro de las nociones populares vinculadas a la musica tradicional de la Costa, el hecho de que un conjunto sea excelente, y no solo porque asf lo juzga el jurado, sino porque el pueblo lo confirma, no asegura que Ja poblacién de la cual proviene, ocupe una alta jerarquia coma centro gaitero, En ese sentido, parece ser que San Jacinto y San Onofre gazan no solo de gran prestigio, al igual que el mismo Ovejas, sino que dentro de las caracteris ‘cas que pueden mostrar los oriundos de dichas localidades, est lade ser “pue- blo de gaiteros”. Naturalmente, eso hace parte de laidentidad local, dentro de un panorama regional, Asi mismo, también parece ser que tal identidad local expresada con rela- cién a la misica tradicional es exclusiva con respecto a una departamental y/o regional. Me explico: No se considera tanto que los gaiteros de los departamen- tos de la banda izquierda 0 detecha del rio sean mejores, 0 que tal 6 cual sec- cidn sea més gaitera que otra. Mas bien se identifican esas calidades a nivel lo- eal. [La nocion de los festivales: | Mientras que para los organizadores del Festi val de la Gaita “Francisco Llirene”, éste significa ante ‘odo una oportunidad. para lograr el fomento de la miisica de gaitas y de reconocer los esfuerzos de gente dedicada a su cultivo, los giteros tradicionales piensan que el festival es. ‘una oportunidad para representar a su pueblo, una ocasién de beber ron y ‘aguardiente y hasta de pronto, evarse unos cuantos pesas. Sin embargo, parc ‘ce haber un consenso entre estos maestros en el sentido de que el festival nosir- ve para lograr ganancias econdmicas. Solo recibirdn algin premio los ganado- res. También hay una opinién bastante extendida entre ellos cual es la de que las gaitas no son rentables. Incluso, los Gaiteros de San ‘acinto, uno de los po- ‘cos grupos que han llegadoa grabar discos comerciales, se quejandela explota- ci6n econdmica de la cual son objeto por parte de las casas disqueras, propicia esa actividad para obtener beneficios econémices, menos io Festival para tales misicos, En 1987 el maestro Miguel Zsiniga, de Guacamayal, Magdalena decta: “Nosotros tocamoscon frecuencia en slgnae isa pero 0 se 208 palo que vale ‘mos. Lov apratos moderns el acordebn nos enen recgado yor eso participa: ‘mos en el Festival de Ovejas ya que a raver del vbrayado tues) poemos a ‘anza el valor que tenemos como auténtios eecutores de a rica cote” (Mo. vila 1987104), Precisamente este testimonio confirma que el Festival por s{ mismo no pa- ‘rocina el lucro, pero que si puede servir para lograrlo en un plazo mas largo. Pero de todos modos, laidea de ganancia no aparece como un motivo dela gen- te para participar 167 Mas bien, podriamos decir de manera hiptética, que tiene mas vigor mot vvante la idea de “tomar ron” con todas las significaciones adyacentes que eso conlleva, ‘Tuve la oportunidad de hacer un seguimiento en el itimo de estos encuen- ‘ros sobre la frecuencia de alimentacin de los gaiteros de dos conjuntos. Desa. yanaron alas 7 a.m. del primer dfa de presentaciones y almorzaron rapidamen. teentre aI p.m. yla 1:20 p.m. De ahien adelante s6lo volvieron a comer hasta el desayuno del da siguiente. En esa segunda jornada no comieron mas, a ex. cepeién de algunos chicharrones que compraban 0 que algin acompafiante (mujer, hi, sobrino) les levaba. Aparentemente no tenfan mayor preocupa cidn por comer. Sin embargo, después de cada pieza que tocaban o en perfodo de descanso entre tanda y tanda musical, los gaiteros mantenian expectativas para conse. uir tragos de ron o aguardiente. Muchos asistentes compraban botellas y las ‘compartian con estos muisicos en casas y tiendas. El compromiso era: Mientras haya trago, habré gaitas. Tal norma de conducta no explicita verbalmente era conocida y practicada tanto por unos como por otros. ‘Tomar trago.y emborracharse sn valores presents en los festivals y com partidos tanto por los misieos como por el pablico masculino. La comida para los giteros pasa aun segundo plano. Los sitios de venta defritangay de dues son frecuentados ant todo por nies y mujeres, tambien yan hombres del pa, biico, pero muy poco los gaiteros. Es posible quc haya una inversion de valores entre comer beber con respecto ala vida cotidiana pues sie! Festival const. ‘ye un rompimiento de ésta para da hgar aun crcunstancia ritual, se hace ne. cesaria una confirmacidn de esta separacin del tempo EL planteamiento anterior necesita mas elaboracién en la medida en que se averigte sistemsticamente cémo funcionan tales actividades en la vida diaria, fuera de los festvales. COMENTARIOS Dentro de una mirada pretiminar a los festivales de gaita celebradas en ‘Ovejas, departamento de Sucre, aparecen algunos elementos constitutivos de {os conjuntos musicales y otros, presentes en las concepciones que los gaiteros tienen sobre su misica. Aqu{ solo hemos hecho algunas referencias aciertos de ellos que hemos podido identficar a través de Ia asistencia a los dos ultimos Festivales de la Gaita “Francisco Llirene” (1987-88), Esa identificacién que sometemos al juicio de los lectores se ha hecho sobre la base de observaciones y entrevistas a miisicos y asistentes a los festivales Pretendemos iniciar asi, un proceso de descripeidn de los conjuntos de gaits {que vaya ua poco mis alld de la organologia propia de ellos y los conecte con ‘otros conceptos que hacen parte de la realidad dentro de la cual estén insertos, Pero, repito, esto es solo un paso muy inicial eincipiente. No sabemos todavia nada sobre la relacion existente entre conjuntos gaiteros y estructura de paren- tesco 0 de tenencia de a tierra, por citar unos ejemplos. 168 Enrique Mendoza (1986:90) afirma lo siguiente, respecto ala misica criolla pervana: .nemos dicho que elflklore puede expresar tensions y coelicts sociales; ade _masconsderamos que estastensonespodian aparecerenlaseancones, Ahora ene ‘mos que amit que esa suposcin ex so parcalmenccerta bide aqua mayo- ria de las canciones en que encontramos contenido sociolpicereferen als. con iciones socio-econdmicas de las getes. Por to lado, en aque cancanesen at ‘qe el compositor usa ctegoriasbiodticas (chino, cholo, mepo, ee) os termi- tos tienen pincipalmente una compotacicn afectv [Aunque no tenemos conocimiento detallado dels letras de canciones de saitay porto tanto no podemos avenararnos a hablar de estructura socal te fejadas través de ellas, st se pocde antar, sn embargo, que no son represen Uavascuantaivaniualitatvamente las expresionstextales que sereteran ‘esterotiposbio-inicos en conflict, o sea que aparesemente la etnicidad, “she tener otros canals de exteriorzaion mas represertatves que las cancio- nese ait: cami, shundansaloesonesreitvsalcoiano. Yl 1a hay grupos bi-eticos identiicads émicameat (negro, blanco, i- Gio), pro loses se hallan inculados Ta mésica de gta, No parece exis tna jerarquta de po racial dserminaoria vinculadadrectamentealaconcep- Sion musial, como sera por ejemplo la erencia de quelos negro son los me~ jores gaitros, Loquest se piensa esque Ia gata iene urancestoindtgena, tal ‘Sino quede dicho anteriormente, peo ineuse los gatos de Tubara que Stenten divectos descendientes de fos Mocané, no componen letras peyoraivas hacia otros grupos clasificados racialmente. acttud mostrada por ls gaitero respect lalcotol y el relegamiento de ta comida aun sepunde plano, durante ef festival, no slo tende invert lo ‘curtido cotiianamente, sino que también parece contastarfuertemente con {o observado por mien fiestas locales celebradas en Veezy en Villa de Leiva, ‘donde asistentesy misicos beben cervezay aguardiente, pero la fiesta significa tina ocasin para comer bastante y comer algo diferent. Tra fiestas no es ira beber aguardients como propésito primordial y descudar la comida. Lo ante- For no implica, de ninguna manera, ue los misicos de orbelino y guabina y {os asistentes no beban o no selleguen a emborrachar, sino quel alimentaciGn nse desplaza, hace parte de los intereses rituals que gniican a fiesta. (Mo- rales 1988). Los conjuntos y los festvales de gia, estan préstamente por estudiar en su dimension profunda, Lo que sabamos de mona solo representa un paso muy prelmina acs a comprension el fendmenoetno-museal 169 BIBLIOGRAFIA, ABADIA, Guillermo, 1970" Compendo del flor colombiano, Boga, lasitutoColombiano de Antroploga, MENDOZA, Eovigue 1986” “Einiida ena mica cil peruans 1930-145, Revs de Anropoogia. 21-2) 73-96. Bogoud MORALES, Jorge. 1988 Eldiminutivo anon de enfermedad. Bogot (into) MOVILLA, Luis Eanigue, 1967” Festival de Gata: Pura exenca cones. El Expeciedor. 9 de Octubre: 104 170

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