CIENCIA Y CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO
LOS USOS SOCIALES DE LA CIENCIA
Autoras: Mgter. Sandra Bertoldi y Mgter. Soledad Vercellino
Puntos de interés especial:
Ciencia y práctica cotidiana.
Ciencia y práctica profesional.
Ciencia y práctica científica.
CIENCIA Y PRÁCTICA COTIDIANA
Nos introduciremos poco a
poco en distintas conceptua-
lizaciones, preocupaciones,
discusiones en torno a esta
actividad humana tan presti-
giosa como los es la ciencia y
su producto, el conocimien-
to científico.
Vamos a pensar la ciencia y
nuestra vida cotidiana.
Los invito a hacer este ejer-
cicio: piensen en su vida coti-
diana, desde que se levantan,
atienden sus necesidades
básicas, van a sus trabajos,
vienen a la Universidad se
encuentran con amigos, leen
los diarios, miran la tv o
escuchan la radio, revisan sus
emails, intercambian opinio-
nes sobre las PASO o el
LA IMPREGNACIÓN DE LA CIENCIA EN LA VIDA COTIDIANA
El año pasado moría uno de
los historiadores más impor-
tante del siglo XX, el británi-
co Eric Hobsbawn. Este au-
tor, en su gran libro
“Historia del siglo”, dedica
un capítulo a la ciencia, que
inicia con la siguiente afirma-
ción:
“Ningún otro período de la
historia ha sido más impreg-
“fracking”, siguen una dieta
para adelgazar o para engor-
dar, hacen ejercicios, toman
algún medicamento para esa
dolencia que no se va…y
tantas otras actividades que
conforman su cotidianei-
dad…
Piensen en ellas y analicen:
¿existe alguna actividad de su
cotidianeidad en la que no se
encuentre supuesto algún
conocimiento científico?
Nómbrela.
¿Qué información científica
utilizamos en nuestras deci-
siones más rutinarias?
¿Hemos discutido, debatido,
analizado con otros, alguna
vez, sobre asuntos como los
nado por las ciencias natura-
les, ni más dependiente de
ellas, que el siglo XX. No
obstante, ningún otro perío-
do, desde la retractación de
Galileo, se ha sentido menos
a gusto con ellas. Esta es la
paradoja con que los histo-
riadores del siglo deben li-
diar” (Hobsbawn, 1998:
516).
MATERIAL DIDÁCTICO 1
AGOSTO 2014
usos de la ciencia y la tecno-
logía, sus efectos, etc.?
¿Hemos gozado la emoción
que puede producir la com-
prensión de un fenómeno
que irrumpió en nuestra
cotidianeidad, que se nos
aparecía como inentendible,
pero que con la ‘explicación
científica’ se volvió inteligi-
ble?
Caricatura de E. Hobsbawn (1917-
2013)
Fuente: canarias-semanal.org
Contenido:
Ciencia y práctica cotidiana 1
La impregnación de la cien- 2
cia en la vida cotidiana
Ciencia y práctica profesio- 3
nal.
Relación entre la experticia 3
y la independencia de juicio
Ciencia y práctica científica 5
Bibliografía 5
Datos institucionales 6
Página 2

CIENCIA Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

A lo largo de la asignatura nos conocimientos científicos en los triunfos de la teoría científica

dedicaremos a indagar en esa
desconfianza, disgusto, críticas
hacia las ciencias. Pero ahora
los invito a detenernos un
poco en el primer término de
la paradoja que Hobsbawn
señala: la fuerte impregnación
y presencia de las ciencias
naturales y, agregamos noso-
tros, las sociales, en la vida del
hombre del siglo XX y su
creciente dependencia hacia
ellas.
Leamos un poquito más, un
texto especialmente seleccio-
nado de este autor, que da
cuenta de la preeminencia de
nuestra vida cotidiana:
“Que el siglo XX dependía de la
ciencia es algo que no necesita
d e m o s t ra c i ó n . L a c i e n c i a
«avanzada», es decir, el tipo de
conocimiento que no podía adqui-
rirse con la experiencia cotidiana,
ni practicarse o tan siquiera com-
prenderse sin muchos años de
estudios, que culminaban con
unas esotéricas prácticas de pos-
grado, tuvo un estrecho margen
de aplicación hasta finales del
siglo XIX. La (…) tecnología basa-
da en la ciencia estaba ya en el
centro del mundo burgués del siglo
XIX, aunque la gente práctica no
supiese muy bien qué hacer con
(…). Sin embargo, muchas áreas
de la vida humana seguían estan-
do regidas casi exclusivamente por
la experiencia, la experimentación,
la habilidad, el sentido común
entrenado y, a lo sumo, la difusión
sistemática de conocimientos
sobre las prácticas y técnicas
disponibles. Este era claramente el
caso de la agricultura, la construc-
ción, la medicina y de toda una
amplia gama de actividades que Fuente: Mafalda. Autor: Quino.
satisfacían las necesidades y los
lujos de los seres humanos.
(…) La tecnología basada en las
teorías y en la investigación cientí-
fica avanzada dominó la explosión
económica de la segunda mitad

“A través de la estructura
tecnológicamente saturada de
la vida humana, la ciencia
demuestra cada día sus
milagros en el mundo de fines
del siglo XX. Es tan
indispensable y omnipresente
—ya que hasta en los
rincones más remotos del
planeta se conocen el transistor
y la calculadora electrónica—
como lo es Alá para el
creyente musulmán.
del siglo XX, y no sólo en el mun-
do desarrollado. Sin los conoci-
mientos genéticos, la India e Indo-
nesia no hubieran podido producir
suficientes alimentos para sus
crecientes poblaciones, y a finales
de siglo la biotecnología se había
convertido en un elemento impor-
tante para la agricultura y la me-
dicina. (…)
No obstante, por más esotéricas o
incomprensibles que fuesen las
innovaciones científicas, una vez
logradas se traducían casi inme-
diatamente en tecnologías prácti-
cas. Así, los transistores surgieron,
en 1948, como un subproducto de
investigaciones sobre la física de
los sólidos, (…) el láser (1960),
que no surgió de estudios sobre
óptica, sino de trabajos para hacer
vibrar moléculas en resonancia
con un campo eléctrico (Bernal,
1967, p. 563). (…) La biotecnolo-
gía llegó al público aún con mayor
rapidez: las técnicas de recombi-
nación del ADN, es decir, las técni-
cas para combinar genes de una
especie con genes de otra, se
consideraron factibles en la prácti-
ca en 1973. Menos de veinte
años después la biotecnología era
una de las inversiones principales
en medicina y agricultura.
Además, y gracias en buena medi-
da a la asombrosa expansión de
la información teórica y práctica,
los nuevos avances científicos se
traducían, en un lapso de tiempo
cada vez menor, en una tecnolo-
gía que no requería ningún tipo de
comprensión por parte de los
usuarios finales. El resultado ideal
era un conjunto de botones o un
teclado a prueba de tontos que

Las ecuaciones de la
física en la vida cotidiana
www.marisolcollazos.es
2012/04/14 | Autor:
Rafael Barzanalla-
sólo requería que se presionase en
los lugares adecuados para activar
un proceso automático, que se
autocorregía e incluso, en la medi-
da de lo posible, tomaba decisio-
nes, sin necesitar nuevas aporta-
ciones de las limitadas y poco
fiables habilidades e inteligencia
del ser humano medio. En reali-
dad, el proceso ideal podía progra-
marse para actuar sin ningún tipo
de intervención humana a menos
que algo se estropease. El método
de cobro de los supermercados de
los años noventa tipificaba esta
eliminación del elemento humano.
(….) El procedimiento que se
requiere para realizar todas estas
actividades con seguridad es extra-
ordinariamente complejo, basado
como está en la combinación de
un hardware altamente sofisticado
con unos programas muy elabora-
dos. Pero hasta que —o a menos
que— algo se estropease, estos
milagros de la tecnología científica
de finales del siglo XX no pedían
a los cajeros más que el conoci-
miento de los números cardinales,
una cierta atención y una capaci-
dad mayor ría alfabetización. (…)
No necesitaban comprender nada
acerca de las máquinas para
trabajar con ellas. (…)
Así, a través de la estructura tec-
nológicamente saturada de la vida
humana, la ciencia demuestra
cada día sus milagros en el mundo
de fines del siglo XX. Es tan indis-
pensable y omnipresente —ya
que hasta en los rincones más
remotos del planeta se conocen el
transistor y la calculadora electró-
nica— como lo es Alá para el
creyente musulmán. Podemos
discutir cuándo se empezó a ser
consciente, por lo menos en las

Sitio de interés:!!! Visita la pági-
na del CURZA: http://
www.curza.net/
Los invitamos a leer ese texto
y responder las siguientes
preguntas:
- ¿Qué capacidades debe poseer
una persona para estar alfabeti-
zada científicamente?
- ¿En qué momento de nuestra
formación deberíamos lograr
dicha alfabetización?
- Los invitamos a releer cada
uno de los atributos que co-
CIENCIA Y PRÁCTICA PROFESIONAL
Luego de haber problematiza-
do el vínculo entre Ciencia y
práctica cotidiana, advirtiendo
el uso que hacemos de la
ciencia a nivel práctico, en la
comprensión y resolución de
necesidades básicas humanas;
a nivel cívico, en la compren-
sión de la sociedad y de los
problemas sociales y a nivel
cultural, al entender la ciencia
como un producto cultural
humano. Avanzaremos en la
exploración del vínculo entre
ciencia y práctica profesional.
zonas urbanas de las sociedades
industriales «desarrolladas», de la
capacidad que poseen algunas
actividades humanas para produ-
cir resultados sobrehumanos. Ello
sucedió, con toda seguridad, tras
la explosión de la primera bomba
atómica en 1945. Sin embargo,
no cabe duda de que el siglo XX
ha sido el siglo en que la ciencia
ha transformado tanto el mundo
como nuestro conocimiento del
mismo” (Hobsbawn, 1998: 518-
522).
En un siglo en el que la ciencia
rresponden a un individuo alfa-
betizado científicamente, y a
reflexionar acerca de cuáles de
esas competencias estamos en
condiciones de utilizar en nues-
tra vida.
- Volviendo al texto de Ramírez
(2010), explique qué quiere
decir Hodson (1992) cuando
señala que estar alfabetizado
científicamente es aprender una
ciencia, aprender acerca de la
ciencia y aprender a hacer cien-
cia.
A tal fin tenemos como refe-
rentes dos trabajos de sendos
autores argentinos: por un
lado, el texto de Alcira Bonilla
(2001) en el que podremos
recorrer distintas definiciones
del concepto de ‘profesión’,
explorando el vínculo entre
conocimiento científico, ex-
perticia profesional y la ética
profesional.
Luego trabajaremos el texto
de Roberto Follari (2013). En
el mismo, dicho autor realiza
Página 3
MAT ERIAL DIDÁCT ICO 1
ha transformado, impregnado,
saturado el mundo; en el que
la ciencia se ha vuelto indis-
pensable y omnipresente, los
ciudadanos de ese mundo, y
más aún, los profesionales que
en él operen deben estar
“alfabetizados científicamen-
te”. En la Bibliografía, ustedes
van encontrar un texto de la
investigadora de la Universi-
dad Nacional de La Plata, Prof.
Estela Ramírez (2010) en el
que aparecerán distintas acep-
ciones de ese concepto.
- En el texto de Ramírez (2010), Luego de este
finalmente advertirán que la
alfabetización científica compro- recorrido, sería
mete distintos ámbitos de nues-
tra cotidianeidad. ¿Cuáles son
conveniente que
dichos ámbitos? ¿Qué tipo de
alfabetización científica pone-
resuelvan las
mos en juego en cada uno? actividades del Trabajo
Práctico 1, en lo que
refiere a la consigna
para la Clase 1
un análisis epistemológico de
la relación entre profesiones y
ciencias.
Comencemos por el principio.
En el texto de Bonilla ustedes
encontrarán diferentes defini-
ciones de profesión. Como
advertirán, en esas definicio- Una entrevista realizada al Dr.
nes, además de descripciones Follari en su visita a Viedma la
pueden encontrar en: video en:
de los rasgos característicos
https://"Voces y diálogos" entrevis-
de las profesiones, podemos ta a Roberto Folla-
‘leer’ prescripciones que riwww.youtube.com
deben cumplir aquellas prácti- Y el documento lo encuentran en:
cas que quieran tener tal esta- http://www.revistapilquen.com.ar/
Página 4
CIENCIA Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
tus.
- Como actividad les propone-
mos que analicen las distintas
definiciones de profesión que
aparecen en Bonilla (2001) y las
compare, indicando acuerdos y
diferencias.
Follari (2013) señala que en la
formación de cualquier profe-
sional, una buena base científica
es un elemento importante.
Pero el trabajo profesional no
sólo tiene que ver con lo que
es ciencia, tiene que ver tam-
bién con lo operativo, es decir,
con una sólida formación en las
RELACIÓN ENTRE LA EXPERTICIA Y LA INDEPENDENCIA DE JUICIO
Para el filósofo argentino E. Rabossi
(1993) una profesión es: una
ocupación paga de carácter
permanente, a la que se otorga
relevancia social. Exige aptitudes y
conocimiento especiales y requiere un
período de entrenamiento que
culmina con la obtención de un título
o certificación habilitante. Los
requisitos básicos para llegar a ejercer
una profesión son fijados en muchos
casos por el Estado. Normalmente el
control del ejercicio profesional es
efectuado por los propios pares
profesionales
“El que tiene una ideología explícita
puede ser reflexivo, en cambio quien
tiene ideología y no lo sabe es esclavo
de su ideología, porque cree que las
cosas se le presentan objetivamente,
cree que el mundo es exactamente como
lo dice su mirada, y su mirada está
ideológicamente orientada mientras él
no se da cuenta. (…) Entonces, este
tipo de cosas es la teoría del
conocimiento la que permite captarlas.
La teoría del conocimiento tiene efectos
reales, tiene efectos colectivos, tiene
efectos sociales, tiene efectos para
pensar realidades” (Follari, 2013:
02).
habilidades prácticas profesio-
nales.
Este autor también nos aclara
que en el trabajo de la profe-
sión: no se trata hacer ciencia,
sino de aplicarla. En ese senti-
do, todas las disciplinas son
científicas porque suponen la
aplicación para analizar e in-
tervenir en la realidad, de
conocimientos científicos.
Finaliza diciéndonos que se es
científico en la práctica solo
en la medida en que efectiva-
mente se esté sosteniendo
una práctica coherente con
Bonilla (2001) nos advierte que
las teorías científicas sirven para
guiar pero no para determinar
la práctica profesional y de que
los desafíos de la práctica pue-
den ser igualmente bien explica-
dos recurriendo a teorías riva-
les. Por ello, los profesionales
necesitan una enorme indepen-
dencia de juicio para vincular
generalidades teóricas con con-
tingencias particulares. La toma
de decisión responsable depen-
de en último término de la
calidad de la deliberación y de la
También nos permite recono-
cer que ‘ser científico’, que una
práctica reciba esta connota-
ción, hoy da prestigio (aún en
tiempos de crisis de la ciencia).
Ahora bien, Follari (2013) pro-
fundiza aún más la compleja
relación entre ciencia y profe-
sión. Podríamos decir que, en
términos generales, el autor
definirá tal vínculo como de
discontinuidad pero de fuerte
ligazón.
determinado tipo de posturas,
de teorías científicas.
Ahora otra actividad de aprendizaje:
- Busque el plan de estudios de su
carrera. Lea y discuta con sus
compañeros las incumbencias pro-
fesionales de la disciplina que estu-
dia y señale:
- ¿En qué consiste la experticia de
su profesión? ¿Cuántos años de
estudio y formación deben acredi-
tar en su profesión? ¿Qué conoci-
mientos adquieren?
- ¿Qué reconocimiento social tie-
nen quienes adquieren esa experti-
cia (adjudicación de un estatuto
social más elevado, reconocimiento
reflexión personal.
El análisis por las condiciones
de producción de las teorías,
por sus limitaciones y poten-
cias, por los valores que las
mismas vehiculizan e incluso,
por su grado de cientificidad y
por los criterios utilizados al
establecer ese grado, requiere
un análisis filosófico – episte-
mológico de la mismas. Análisis
que intentaremos realizar a lo
largo de esta asignatura.
Antes de desarrollar qué signifi-
Actividades de aprendizaje:
- Lea la Conferencia de Follari
(2013) y desarrolle cuál es el
argumento que sostiene al seña-
lar el vínculo entre ciencia y
profesión como discontinuo y
cuál al describirlo como de
fuerte ligazón.
- Luego realice la siguiente acti-
vidad: revise el plan de estudios
de su carrera e identifique las
ciencias que la misma supone.
económico especial, otros)?
- ¿Cómo aparece la dimensión ética
vinculada a la profesionalidad?
¿Posee un código ético? ¿Qué valo-
res, responsabilidades particulares
con respecto al saber y a las prácti-
cas específicas asume un profesional
de su disciplina?
- ¿Existen formas de autorregula-
ción respecto del reclutamiento de
miembros? - ¿Pueden identificar
cierta disciplina interna del grupo o
corporación profesional?
ca esto, vale resaltar que en su
conferencia, de carácter episte-
mológico, nos advertirá que el
análisis meta-científico nos per-
mite develar los condiciona-
mientos ideológicos de toda
práctica (incluso las profesiona-
les), en tanto las mismas conlle-
van una interpretación del mun-
do. Es decir, si volvemos a Bo-
nilla (2001) podríamos pensar
que hace a la ética del buen
profesional, advertir, pensar(se)
como ideológicamente condi-
cionado.
A partir de la lectura del apar-
tado ¿Qué hay de científico en
el quehacer profesional? del
texto de Follari (2013), refle-
xione y responda en clase: ¿cuál
sería el aporte distintivo de su
profesión?

Follari concluye instándonos a
“hacer de las prácticas profesio-
nales, prácticas que tengan una
orientación desde lo científico”.
Ingresamos así en el último eje
de esta primera Unidad.
Hasta aquí hemos analizado
como la ciencia, o más específi-
camente su producto, el cono-
cimiento científico, impregna
diferentes ámbitos de la vida
cotidiana y que vinculación hay
entre ese conocimiento – que
se materializa en las teorías
científicas o en corpus de teo-
rios. La formación que reciban
en su carrera incluirá una inicia-
ción en prácticas de investiga-
ción. Esto quiere decir que en
los próximos años, junto a los
distintos conocimientos científi-
cos relevantes para su profe-
sión aprenderán sobre la meto-
dología de la investigación científi-
ca, sobre ciertos componentes
del proceder que rige, en el
marco de cada tradición científi-
co disciplinar, la práctica de la
investigación científica.
aquel saber o conocimiento que
cada época considera sólido,
fundamentado, avalado por
determinadas instituciones so-
ciales. El otro sentido es más
preciso, es un sentido restringi-
do (Pardo, 2000), para algunos
el concepto de ciencia en senti-
do estricto. Refiere al conoci-
miento surgido entre los siglos
XVI y XVII, cuyos representan-
tes primeros fueron Copérnico,
Galileo y Newton y que erige a
la Física como paradigma de
ciencia. El concepto de ciencia
amplio, permite connotar como
CIENCIA Y PRÁCTICA CIENTÍFICA
rías más o menos articuladas,
que se llaman disciplinas científi-
cas o, más comúnmente
‘ciencias’ (ej.: biología, química,
sociología, economía) y las pro-
fesiones.
Ahora nos abocaremos a la
relación entre la ciencia y la
práctica científica, es decir, el
hacer ciencia (Hodson, 1992).
Para ello debemos realizar algu-
nas precisiones. En primer lugar
diferenciar ciencia de conocimien-
to científico. Si bien el conoci-
miento científico forma parte
de la ciencia, ésta es más abar-
cativa, pues comprende un
Antes de terminar, los invito a
leer las primeras 6 páginas del
texto de Rosana Ynoub (2012)
y responder, estas dos pregun-
tas:
1 ¿qué aporta a la práctica cien-
tífica la metodología de la inves-
tigación científica?
2 ¿qué dos maneras de enten-
der la metodología de la investi-
gación científica identifica la
autora?
ciencia, conocimientos antiguos,
como la ciencia clásica, de la
Grecia de Pericles en adelante,
a la vez que permite visualizar
como los criterios de cientifici-
dad moderno entran en crisis
con la caída o cuestionamiento
de los ideales de la Modernidad.
La ciencia pensada en sentido
restringido, aparece como una
ciencia ‘hecha’, el foco se pone
en su producto, el conocimien-
to científico. Los procesos de
producción de dicha ciencia
quedan por fuera del análisis.
grupo humano particular, deno-
minado comunidad científica
(integrado por investigadores,
editores, periodistas especializa-
dos, docentes, metodólogos),
un marco institucional que con-
tiene a esa comunidad
(universidades e instituciones
de investigación, revistas cientí-
ficas, organismos gubernamen-
tales que gestionan las políticas
científicas) y, como bien señala
Ynoub (2012) en el texto que
encontrará en la bibliografía, un
modo de cognición, lo que
quiere decir, cierta forma de
producir conocimientos.
Un adelanto de lo que vendrá
A lo largo de las unidades del
Programa de Cátedra que
siguen, iremos observando que
no hay una sola manera de
entender la ciencia. Entre los
varios sentidos que se pueden
adjudicar a este concepto,
interesan aquí dos: uno de
ellos es de mayor extensión,
‘ciencia en sentido amplio’ al
decir de Pardo (2000): es
La ciencia pensada en sentido
amplio restituye a dicha activi-
dad su carácter de práctica
social. Visibiliza las condiciones
histórico-sociales-políticas en
las que el conocimiento científi-
co se construye.
Estas dos formas de entender la
ciencia, condicionan e impactan
en los alcances que se da, por
ejemplo, a una disciplina como
la metodología de la investiga-
ción científica, la que puede
transformarse en una disciplina
prescriptiva, canónica, que esta-
Página 5
MAT ERIAL DIDÁCT ICO 1
La práctica de la investigación
científica es ese ‘saber hacer
ciencia’ del que nos habla Hod-
son (1992) en el texto de Ramí-
rez (2010). Sobre el cual Ynoub
(2012) dirá que “tiene una bue-
na cuota de arte. Y como todo
arte es un saber que se aprende
y se adquiere al lado de maes-
tros (es decir, de investigadores
ya formados), imitando mode-
los y poniéndose en la tarea
protagónica de la investiga-
ción” (Ynoub, 2012: 02).
Desarrollar una práctica científi-
ca puede ser una opción en su
futuro de graduados universita-
Luego de este
recorrido, será una
buena actividad de
aprendizaje que
resuelva el trabajo
práctico en lo que
refiere a la consigna
para la Clase II.
reflexiva, reconstructiva de las
lógicas y prácticas de investiga-
ción.
 Centro Universitario Regional Zona Atlántica de la
Universidad Nacional del Comahue

CIENCIA Y CONOCIM IENTO CIENTÍFICO

CARRERAS:
Licenciatura y Profesorado en Psicopedagogía Ciencia y Conocimiento Científico es una asignatura correspondiente
Licenciatura en Administración Pública. al área Teoría y Metodología de la Investigación, Orientación Episte-
Licenciatura en Ciencias Políticas mológica de las Ciencias Sociales y Humanas y forma parte de todos
Profesorado en Lengua y Comunicación Oral y Escrita (presencial
y semipresencial) los planes de estudio de las licenciaturas y profesorados de las distin-
tas carreras que se dictan en el CURZA/UNCo.
CURSO: Primer Año
CUATRIMESTRE: Segundo
Es una cátedra de carácter propedéutico, se la considera formativa de
la capacidad lógica, reflexiva, crítica y discursiva de los estudiantes e
imprescindible para el trayecto universitario que emprenden, así co-
mo para su futuro desempeño en la sociedad.
Encontranos en PEDCO

EQUIPO DE CATEDRA:
BIBLIOGRAFÍA DE LA
Profesores a Cargo:
UNIDAD I
Sandra Bertoldi - Prof. Asociado Regular
RAMIREZ, Estela y otros (2010). “Competencias básicas.
Soledad Vercellino – Asist Docencia Regular A/C. Alfabetización científica en alumnos de nivel primario y secun-
dario: un diagnóstico regional”. Congreso Iberoamericano de
Asistente: Educación. Buenos Aires.
Nadia Vanessa Ruiz- ASD Regular BONILLA, Alcira (2001). “La enseñanza de la Ética en la for-
mación de los profesionales”. Disponible en:
Auxiliares: www.ddhhmigraciones.com.ar/publicaciones/publicacionesBon
illa.htm
Prof. María M. Cáccamo.
YNOUB, Rosana (2012). La ciencia como práctica social:
Prof. Delcia Ros.
bases para situar el examen del proceso de investigación
Prof. Gisela Ponce. científica en sentido pleno. Disponible en:
http://dspace.uces.edu.ar:8180/xmlui/bitstream/handle/123456
Prof. Leticia Dietz. 789/1456/Ciencia_Ynoub.pdf?sequence=1

Dr. Gastón Bosio. FOLLARI, Roberto (2013): “Epistemología, ciencias y profe-

siones: se hace camino al andar". Conferencia dictada en las III
Jornadas de Psicopedagogía del Comahue, CURZA, 12-04-
2013

PARDO, Rubén (2000): “Verdad e historicidad. El conoci-

miento científico y sus fracturas”. En: DÍAZ, Esther (editora).
La Pos-ciencia. El conocimiento científico en las postrimerías
de la modernidad. Biblos: Buenos Aires. Pág. 36 a 63. ESTE
MATERIAL LO ENCONTRARÁ EN LA BIBLIOGRAFÍA DE
LA UNIDAD II.