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TEMA 4

LOS DERECHOS DE LA PERSONALIDAD COMO


LÍMITE A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Sumario
4.1. Derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la
propia imagen: especial atención a la protección del menor en
redes sociales (Prof. Dr. Julián Rodríguez Pardo)
4.2. La protección de datos personales y la autodeterminación
informativa (Prof. Dr. Julián Rodríguez Pardo)
4.3. El derecho al olvido digital (Prof. Dr. Julián Rodríguez Pardo)
4.4. Ética y Deontología de los derechos de la personalidad (Prof.
Dra. Margarita Pérez Pulido)

Badajoz, 2017

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4.1. Derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la propia
imagen: especial atención a la protección del menor de edad en redes
sociales

La protección de los derechos al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la


propia imagen continúa siendo uno de los temas de más habitual controversia en el
ámbito del Derecho de la Información: por una parte, los límites que marca la Ley –
calificándolos como supuestos de intromisión ilegítima, o bien como delitos (en el
Código Penal)-, no pueden abarcar todos los supuestos que la vida real ofrece; y por
otra, el desarrollo de la tecnología ha multiplicado masivamente los casos en que estos
derechos se ponen en jaque, debido a las posibilidades que la misma tecnología ofrece.
No se trata tanto de hallar supuestos novedosos, como de su multiplicación cuantitativa
y del aumento del riesgo.
Su reconocimiento y protección se recoge en la CE, en sus artículos 18 y 20: en
el primero de ellos, de forma autónoma, pero vinculada al uso de las nuevas tecnologías;
y en el segundo, como límites a los derechos a la información y a la libertad de
expresión; forman parte, por tanto, del Título I sobre “Derechos y deberes
fundamentales”, capítulo II “Derechos y libertades”, sección I “De los derechos
fundamentales y de las libertades públicas”. Y poseen, por tanto, carácter de derechos
de la personalidad, fundamentales, humanos.

“Artículo 18.
1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia
imagen.
2. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse sin el
consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.
3. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales,
telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial.
4. La Ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad
personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos”.

“Artículo 20.
(…)
4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este
Título, en los preceptos de las Leyes que lo desarrollan y, especialmente, en el derecho
al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la
infancia.
(…)”.

En la legislación española su protección se establece desde una doble vía: civil y


penal. En la primera, es la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de Protección Civil del
Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen, la que
establece el eje básico de su protección; en la segunda, será el Código Penal el que
establezca en cada caso la calificación de las acciones u omisiones como delito, con las
penas que lleven aparejadas. Si bien la vía penal es preferente, no debe pasarse por alto
una de las consideraciones que hace la Ley civil en su preámbulo: que la definición de
honor e intimidad dependerá también del propio concepto que cada sujeto tenga de los
mismos, así como de los usos y costumbres sociales del momento. Tanto en el caso del
derecho a la intimidad, como en el de la propia imagen, la Ley avala positivamente las
acciones ordenadas o autorizadas por las autoridades competentes; o bien aquéllas que
se derivan de un interés histórico, científico o cultural que redunde en el bien común.

El derecho al honor
Se da el significado de honor a la representación que de las diversas cualidades
del individuo efectúan él mismo, o bien los restantes miembros de la sociedad; por lo
que se puede entender desde dos puntos de vista: subjetivo o individual, coincidente con
la visión que el sujeto tiene de sí mismo y con su deseo de afirmar esta visión –la propia
estima-; y objetivo o social, coincidente con lo que se llama buena reputación o fama –
la estima ajena-.
La Ley Orgánica de 1982 (vía civil) establece cuáles son las intromisiones
ilegítimas en este derecho de dos maneras: vinculadas a la intromisión en el derecho a la
intimidad; y de manera autónoma, referidas exclusivamente a las ofensas al honor:

“Artículo 7.
Tendrán la consideración de intromisiones ilegítimas en el ámbito de protección
delimitado por el artículo segundo de esta Ley:
(…)
Tres. La divulgación de hechos relativos a la vida privada de una persona o familia que
afecten a su reputación y buen nombre, así como la revelación o publicación del
contenido de cartas, memorias u otros escritos personales de carácter íntimo.
Siete. La imputación de hechos o la manifestación de juicios de valor a través de
acciones o expresiones que de cualquier modo lesionen la dignidad de otra persona,
menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.
(…)”.1

Por tanto, del propio articulado se extrae una definición legal de derecho al
honor que, por amplia, comprende tanto las intromisiones ilegítimas desde el punto de
vista subjetivo como objetivo: lesionar la dignidad de la persona, con independencia del
concepto que ésta tenga de su dignidad.
Por la propia exigencia de tipificación, el Código Penal perfila con mayor
claridad las ocasiones de conductas antijurídicas en el ámbito del derecho al honor.
Desaparecida desde 1995 la figura de la difamación, el Código Penal español de 1995
contempla los delitos de calumnia e injuria:

Calumnia
“Artículo 205. Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su
falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.

Artículo 206. Las calumnias serán castigadas con las penas de prisión de seis meses a
dos años o multa de doce a 24 meses, si se propagaran con publicidad y, en otro caso,
con multa de seis a 12 meses.

Artículo 207. El acusado por delito de calumnia quedará exento de toda pena probando
el hecho criminal que hubiere imputado”.

Por tanto, se explicita la necesidad de que exista conocimiento consciente de la


falsedad de la imputación o bien, falta de diligencia, prudencia o fundamento en la
averiguación de la verdad, para que exista calumnia. De tal modo que, en sentido
contrario, la verdad de lo afirmado exime de responsabilidad penal –exceptio veritatis-.

1 Véase Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de Protección Civil del Derecho al Honor, a la Intimidad
Personal y Familiar y a la Propia Imagen, disponible en https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-
1982-11196
Injuria

“Artículo 208. Es injuria la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra


persona, menoscabando
ando su fama o atentando contra su propia estimación.
Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y
circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves.
Las injurias que consistan en la imputación de hechos
hechos no se considerarán graves, salvo
cuando se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio
hacia la verdad”.

“Artículo 209. Las injurias graves hechas con publicidad se castigarán con la pena de
multa de seis a catorce meses y, en otro caso, con la de tres a siete meses”.

“Artículo 210. El acusado de injuria quedará exento de responsabilidad probando la


verdad de las imputaciones cuando éstas se dirijan contra funcionarios públicos sobre
hechos concernientes al ejercicio de sus
sus cargos o referidos a la comisión de faltas
penales o de infracciones administrativas”.

Finalmente, entre los artículos 211 a 216 del Código Penal, se indican algunas
consideraciones generales para ambos delitos:2

2 Los delitos de injuria y calumnia poseen una tipificación específica en relación con los miembros del
Familia Real. Así, dentro del capítulo referido a Delitos contra la Corona, se incluyen:
“Artículo 490
(…)
3. El que calumniare o injuriare al Rey o Reina a cualquiera de sus ascendientes o descendientes, a la
Reina consorte o al consorte de la Reina, al Regente o a algún miembro de la Regencia, o al Príncipe o
Princesa de Asturias, en el ejercicio de sus funciones o con motivo u ocasión
ocasión de éstas, será castigado con
la pena de prisión de seis meses a dos años si la calumnia o injuria fueran graves, y con la de multa de
seis a doce meses si no lo son.
Los términos «Rey o Reina» y «Príncipe o Princesa de Asturias» han sido introducidos
introducido en sustitución de
las anteriores referencias al «Rey» y al «Príncipe heredero de la Corona», respectivamente, conforme
establece el número doscientos cincuenta y nueve del artículo único de la L.O. 1/2015, de 30 de marzo,
por la que se modifica la L.O. 10/1995,
10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal («B.O.E.» 31
marzo).Vigencia: 1 julio 2015
Artículo 491
1. Las calumnias e injurias contra cualquiera de las personas mencionadas en el artículo anterior, y fuera
de los supuestos previstos en el mismo, serán castigadas
castigadas con la pena de multa de cuatro a veinte meses.
2. Se impondrá la pena de multa de seis a veinticuatro meses al que utilizare la imagen del Rey o Reina o
de cualquiera de sus ascendientes o descendientes, o de la Reina consorte o del consorte de la Reina, o del
Regente o de algún miembro de la Regencia, o del Príncipe o Princesa de Asturias, de cualquier forma
que pueda dañar el prestigio de la Corona”.
Por otra parte, el capítulo dedicado a los Delitos contra las Instituciones del Estado también contiene
co otra
serie de supuestos delictivos en relación con la injuria y calumnia:
“Artículo 504
1. Incurrirán en la pena de multa de doce a dieciocho meses los que calumnien, injurien o amenacen
gravemente al Gobierno de la Nación, al Consejo General del Poder Poder Judicial, al Tribunal Constitucional,
-Se considera que las acciones y expresiones se han hecho con publicidad
cuando se realicen a través de medios de comunicación.
-Las penas se agravan cuando se hayan cometido mediante precio, recompensa o
promesa.
-Se establece la responsabilidad civil solidaria para el propietario del medio, con
carácter indemnizatorio.
-El reconocimiento de la falsedad o el retractarse de la afirmación, disminuye la
pena.
-El perdón de la persona ofendida exime de la responsabilidad penal.
-La reparación del daño incluye la difusión de la condena.

La jurisprudencia constitucional sobre el derecho al honor no presenta especiales


complicaciones, ni siquiera en relación con las ofensas cometidas a través de las redes
sociales o de páginas web; no obstante, de dicha jurisprudencia se pueden extraer
algunas matizaciones que sirven para delimitar mejor el contorno de este derecho:

• En el caso de personas con relevancia pública, el ámbito de protección del


derecho al honor puede verse disminuido pues “así lo requieren el pluralismo
político, la tolerancia y el espíritu de apertura” (STC 107/1988, de 25 de junio).
Para el caso de la Familia Real, la crítica “debe hacerse dentro de los límites del
respeto a su reputación, sin incitación al odio, a la violencia o suponiendo una
amenaza a la seguridad de sus miembros” (STC 177/2015, de 22 de julio).
• La crítica personal o institucional tiene carácter lícito, aún en sus
manifestaciones más ácidas y sarcásticas, siempre y cuando no alcance lo
denigrante o el insulto, y se realice con ánimo vejatorio o por pura enemistad
(STC 107/1988, de 25 de junio).

al Tribunal Supremo, o al Consejo de Gobierno o al Tribunal Superior de Justicia de una Comunidad


Autónoma.
El culpable de calumnias o injurias conforme a lo dispuesto en el párrafo anterior quedará exento de pena
si se dan las circunstancias previstas, respectivamente, en los artículos 207 y 210 de este Código.
Se impondrá la pena de prisión de tres a cinco años a los que empleen fuerza, violencia o intimidación
para impedir a los miembros de dichos Organismos asistir a sus respectivas reuniones.
2. Los que injuriaren o amenazaren gravemente a los Ejércitos, Clases o Cuerpos y Fuerzas de Seguridad,
serán castigados con la pena de multa de doce a dieciocho meses.
El culpable de las injurias previstas en el párrafo anterior quedará exento de pena si se dan las
circunstancias descritas en el artículo 210 de este Código”.
• El derecho al honor de las personas fallecidas se protege en la medida en que las
imputaciones afectan también al ámbito familiar, al dañar la memoria del
ofendido (STC 231/1988, de 2 de diciembre).

El Tribunal Supremo, por su parte, en una interesante sentencia de 5 de mayo de


2016 (número 297/2016) alude a la Ley 34/2002 de 11 de julio de Servicios de la
Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico, para establecer la
responsabilidad o no del titular de una página web en relación con las injurias vertidas
por un usuario de la misma contra un político. Y recalca, tal y como ese expuso en
temas anteriores de esta asignatura, que dicha responsabilidad jurídica existe cuando
pueda demostrarse el conocimiento efectivo de los comentarios y contenidos ilegítimos.
En lo demás, las acciones contra el honor se entienden como cometidas con
publicidad cuando se realicen a través de Internet u otros dispositivos similares, que los
tribunales equiparan con los medios de comunicación. Así, y aunque la jurisprudencia
existente todavía es menor, es decir, no pertenece a la jurisdicción de los altos tribunales
(Supremo y Constitucional), la comunicación a través de aplicaciones de mensajería
instantánea o de redes sociales, está siendo sancionada en caso de comisión de
intromisiones ilegítimas en el honor de terceras personas, con independencia de la
inviolabilidad constitucional del secreto de las comunicaciones, lo cual constituye una
contradicción.

El derecho a la intimidad personal y familiar


La definición del contenido de este derecho fue realizada por el Tribunal
Constitucional en su sentencia 144/1999, de 22 de julio, citada posteriormente en otras
sentencias: “el derecho fundamental a la intimidad tiene por objeto garantizar al
individuo un ámbito reservado de su vida, excluido del conocimiento ajeno (…),
disponiendo a este fin de un poder jurídico sobre la publicidad de la información
relativa al círculo reservado de su persona, de su familia, con independencia del
contenido de aquello que desea mantener al abrigo del conocimiento público”.
Aparecen en la protección civil del derecho a la intimidad tres componentes
esenciales: los medios tecnológicos para la obtención y difusión de los elementos de la
intimidad de una persona; la difusión de la intimidad en relación con las informaciones
periodísticas; y la protección de los datos personales (que se verá en el siguiente
epígrafe). Y se determinan las siguientes intromisiones ilegítimas:
“Artículo 7.
(…)
Uno. El emplazamiento en cualquier lugar de aparatos de escucha, de filmación, de
dispositivos ópticos o de cualquier otro medio apto para grabar o reproducir la vida
íntima de las personas.
Dos. La utilización de aparatos de escucha, dispositivos ópticos, o de cualquier otro
medio para el conocimiento de la vida íntima de las personas o de manifestaciones o
cartas privadas no destinadas a quien haga uso de tales medios, así como su grabación,
registro o reproducción.
Tres. La divulgación de hechos relativos a la vida privada de una persona o familia que
afecten a su reputación y buen nombre, así como la revelación o publicación del
contenido de cartas, memorias u otros escritos personales de carácter íntimo.
Cuatro. La revelación de datos privados de una persona o familia conocidos a través de
la actividad profesional u oficial de quien los revela.
Cinco. La captación, reproducción o publicación por fotografía, filme, o cualquier otro
procedimiento, de la imagen de una persona en lugares o momentos de su vida privada
o fuera de ellos, salvo los casos previstos en el artículo octavo, dos.”

Por tanto, la ilegitimidad de la intromisión se vincula con el desconocimiento del


afectado sobre la captación y difusión de aspectos de su vida privada; la conexión que
dichos aspectos pueda tener con una afectación de su honor; y con el derecho a la propia
imagen, como reproducción de la imagen física del afectado en momentos de su vida
privada.
El Código Penal recoge con amplitud las posibles conductas delictivas en
relación con el derecho a la intimidad personal y familiar, pero centra su tipificación en
la protección de datos personales, tal y como se expone en su articulado. En este caso, y
para no romper el sentido global del Código, se incluyen también los aspectos penales
de la protección de datos personales.
Por otra parte, en la gradación de las penas, se percibe que la calificación del
delito se agrava en función del sujeto que lo realiza, de quién sea la víctima, de la
naturaleza del contenido revelado y de la existencia o no de ánimo lucrativo a la hora
de cometer el delito.

“Artículo 197.
1. El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su
consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o
cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones
o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del
sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con
las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.
2. Las mismas penas se impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice o
modifique, en perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de
otro que se hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o
telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado. Iguales
penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por cualquier medio a los
mismos y a quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los datos o de un tercero.
3. Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años si se difunden, revelan o ceden a
terceros los datos o hechos descubiertos o las imágenes captadas a que se refieren los
números anteriores.
Será castigado con las penas de prisión de uno a tres años y multa de doce a
veinticuatro meses, el que, con conocimiento de su origen ilícito y sin haber tomado
parte en su descubrimiento, realizare la conducta descrita en el párrafo anterior.
4. Si los hechos descritos en los apartados 1 y 2 de este artículo se realizan por las
personas encargadas o responsables de los ficheros, soportes informáticos, electrónicos
o telemáticos, archivos o registros, se impondrá la pena de prisión de tres a cinco años,
y si se difunden, ceden o revelan los datos reservados, se impondrá la pena en su mitad
superior.
5. Igualmente, cuando los hechos descritos en los apartados anteriores afecten a datos
de carácter personal que revelen la ideología, religión, creencias, salud, origen racial
o vida sexual, o la víctima fuere un menor de edad o un incapaz, se impondrán las
penas previstas en su mitad superior.
6. Si los hechos se realizan con fines lucrativos, se impondrán las penas
respectivamente previstas en los apartados 1 al 4 de este artículo en su mitad superior.
Si además afectan a datos de los mencionados en el apartado 5, la pena a imponer será
la de prisión de cuatro a siete años”.3

3 En función de quién revela dichos datos, el Código Penal establece:


“Artículo 198. La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la ley sin mediar
causa legal por delito, y prevaliéndose de su cargo, realizare cualquiera de las conductas descritas en el
artículo anterior, será castigado con las penas respectivamente previstas en el mismo, en su mitad superior
y, además, con la de inhabilitación absoluta por tiempo de seis a doce años.
Artículo 199.
1. El que revelare secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o sus relaciones
laborales, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos sentenció en 2004 el llamado Caso
Carolina de Hannover versus Alemania, a raíz de la publicación por un diario alemán
de fotografías de la Princesa Carolina de Mónaco en momentos y situaciones de su vida
privada. La sentencia es rotunda al amparar el derecho a la vida privada de la Princesa,
por considerar que no existe interés público en las fotografías publicadas –al tratarse de
escenas que pertenecen sólo a su intimidad-, y que las personas públicas disponen –pese
a su notoriedad- de un espacio privado, que debe permanecer ajeno a los ojos del
público.

El derecho a la propia imagen


La imagen física del individuo conecta con la personalidad humana, como
primer elemento comunicante de la misma ante los demás y engloba, hoy, desde la
perspectiva jurídica, aspectos como la voz y el nombre, que permiten la identificación
de la persona. El derecho a la propia imagen es, pues, el derecho inalienable del sujeto a
decidir sobre la comunicación de la propia imagen física, así como sobre el uso de los
otros elementos mencionados (voz y nombre). Su naturaleza es, por tanto, doble: moral
y patrimonial, dado que no se trata tan sólo de un derecho de la personalidad, sino
también de un derecho con valor comercial –right of publicity, negociable y lucrativo.
El Tribunal Constitucional, en la STC 117/1994, de 25 de abril, lo definió de la
siguiente manera: “El derecho a la propia imagen garantiza el ámbito de libertad de una
persona respecto de sus atributos más característicos, propios e inmediatos, como son la
imagen física, la voz o el nombre, cualidades definitorias del ser propio”. En este
sentido es un derecho autónomo, distinto del derecho al honor o del derecho a la
intimidad, por cuanto la difusión de la imagen no siempre vulnera los otros derechos
(STC 231/1998, de 2 de diciembre). Y está dirigido a “proteger la dimensión moral de
las personas, que atribuye a su titular un derecho a determinar la información gráfica
generada por sus rasgos físicos personales que pueden tener dimensión pública” (STC
81/2001, de 26 de marzo).

2. El profesional que, con incumplimiento de su obligación de sigilo o reserva, divulgue los secretos de
otra persona, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, multa de doce a veinticuatro
meses e inhabilitación especial para dicha profesión por tiempo de dos a seis años.
Artículo 200. Lo dispuesto en este capítulo será aplicable al que descubriere, revelare o cediere datos
reservados de personas jurídicas sin el consentimiento de sus representantes, salvo lo dispuesto en otros
preceptos de este Código”.
De forma sintética, la LO1982 denomina como intromisiones ilegítimas,
aquéllas situaciones que se corresponden con la utilización moral y patrimonial de la
imagen personal sin consentimiento del titular del derecho:

a) La captación y difusión de la imagen personal sin autorización.


b) La utilización de la imagen personal con fines publicitarios, sin autorización.

“Art. 7.
Cinco. La captación, reproducción o publicación por fotografía, filme, o cualquier otro
procedimiento, de la imagen de una persona en lugares o momentos de su vida privada
o fuera de ellos, salvo los casos previstos en el artículo 8, apartado 2”.

Y, en cambio, acepta como legítimas:

a) La captación y difusión cuando se trata de personas con cargo público o


notoriedad, y se realiza en lugares abiertos al público.
b) La caricatura.
c) La inclusión accesoria (no protagonista; es decir, accidental) de la imagen de
personas en informaciones gráficas.

“Artículo 8.
(…)
Dos. En particular, el derecho a la propia imagen no impedirá:
a. Su captación, reproducción o publicación por cualquier medio cuando se trate de
personas que ejerzan un cargo público o una profesión de notoriedad o proyección
pública y la imagen se capte durante un acto público o en lugares abiertos al público.
b. La utilización de la caricatura de dichas personas, de acuerdo con el uso social.
c. La información gráfica sobre un suceso o acaecimiento público cuando la imagen de
una persona determinada aparezca como meramente accesoria”.

Algunas consideraciones jurisprudenciales, que fijan sus contornos con mayor


claridad son:
Su extinción con el fallecimiento de la persona, pese a mantenerse los
derechos sobre el uso comercial de la imagen.
La utilización de la cámara oculta vulnera este derecho, por cuanto al
afectado no se le da la oportunidad de decidir sobre la captación,
reproducción y difusión de su imagen física, violando así la esencia de este
derecho. Se autoriza, no obstante, en casos de interés público informativo, la
utilización de la imagen personal, siempre y cuando se mantenga la identidad
en anonimato. (Tribunal Europeo de Derechos Humano, caso Haldimann y
otros versus Suiza, 2015).
El uso de dobles y la suplantación de identidad queda desautorizada.

En este sentido, la difusión de la imagen personal en Internet y dispositivos


móviles, a través de las redes sociales o simples páginas web, debe contar con el
consentimiento del afectado. Y la responsabilidad del titular de la página o de la Red, se
liquidará nuevamente a través de la aplicación de la Ley de Servicios de la Sociedad de
la Información (2002), como en los casos del derecho al honor y del derecho a la
intimidad.

La protección del honor, la intimidad y la imagen del menor en redes sociales


La Constitución Española de 1978, en su artículo 10, obliga a los poderes
públicos a respetar la Declaración de Derechos Humanos de 1948 y a cumplir con los
pactos y convenciones internacionales ratificados, entre los que se encontrará a partir de
1990 la Convención de Derechos del Niño; por otra parte, los artículos 10.1 y 48 de la
CE se refieren al derecho del menor “al libre desarrollo de la personalidad” y “la
participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político, social, económico y
cultural”; a la vez que el artículo 20 es tajante al situar la protección de la infancia y la
juventud como límite a las libertades de expresión y de información.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Uso de Internet en España, publicado en diciembre de 2016.

El punto de partida jurídico en España para el análisis de la cuestión es la Ley


Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor, que se abre con el
reconocimiento pleno de la titularidad de derechos del menor de edad, matizando su
capacidad progresiva para ejercerlos a medida que cumple años. A la vez, refleja un
principio esencial de su protección: la primacía legal del “interés superior de los
menores sobre cualquier otro interés legítimo que pudiera concurrir” (art. 1). Será por
tanto función de los Poderes Públicos, velar por dicho interés, aun cuando las decisiones
de la Administración puedan ir en contra de la percepción del bien del menor que
tengan sus padres o tutores legales.
En consonancia con ese interés superior del menor erga omnes (frente a todos),
la LO1996 establece la protección absoluta de su derecho al honor, a su intimidad
personal y familiar, y a su propia imagen, frente a la libertad de expresión y el derecho a
la información, aún cuando se cumplan las exigencias jurisprudenciales de veracidad e
interés público en el contenido de lo difundido;

“Artículo 4. Derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen.


1. Los menores tienen derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia
imagen. Este derecho comprende también la inviolabilidad del domicilio familiar y de
la correspondencia, así como del secreto de las comunicaciones.
2. La difusión de información o la utilización de imágenes o nombre de los menores en
los medios de comunicación que puedan implicar una intromisión ilegítima en su
intimidad, honra o reputación, o que sea contraria a sus intereses, determinará la
intervención del Ministerio Fiscal, que instará de inmediato las medidas cautelares y de
protección previstas en la Ley y solicitará las indemnizaciones que correspondan por
los perjuicios causados.
3. Se considera intromisión ilegítima en el derecho al honor, a la intimidad personal y
familiar y a la propia imagen del menor, cualquier utilización de su imagen o su
nombre en los medios de comunicación que pueda implicar menoscabo de su honra o
reputación, o que sea contraria a sus intereses, incluso si consta el consentimiento del
menor o de sus representantes legales.
(...)”.

Debe aclararse que la protección de estos derechos no impide la información o


manifestación de ideas sobre situaciones en las que un menor de edad se vea
involucrado; tan sólo limita de un modo más rígido que en el caso de los adultos, el
modo en que los mensajes informativos o de opinión pueden verterse. De ahí que la
identificación del menor de edad esté totalmente prohibida, tanto de su nombre y
apellidos, como de su imagen física (algo que la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General
del Audiovisual también expresa, en su artículo 7).
El mantenimiento del menor de edad en el anonimato supone también la
restricción del principio de publicidad de la Justicia, que afecta a la celebración de
juicios y declaraciones (LO1996).

Artículo 35. Asistentes y no publicidad de la audiencia.


“(…)
2. El Juez podrá acordar, en interés de la persona imputada o de la víctima, que las
sesiones no sean públicas y en ningún caso se permitirá que los medios de
comunicación social obtengan o difundan imágenes del menor, ni datos que permitan
su identificación”.

En relación con el uso de redes sociales por parte del menor, el Real Decreto
1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la
Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal,
explicita que la edad mínima para dar consentimiento para la cesión de datos personales
y acceder como usuario a las redes sociales, es en España 14 años (frente a los 13, por
ejemplo, de Estados Unidos y otros países comunitarios, siendo de 16 la edad
establecida, de modo general, en el nuevo Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016, modificable por los Estados miembros).

Artículo 13. Consentimiento para el tratamiento de datos de menores de edad.


1. Podrá procederse al tratamiento de los datos de los mayores de catorce años con su
consentimiento, salvo en aquellos casos en los que la Ley exija para su prestación la
asistencia de los titulares de la patria potestad o tutela. En el caso de los menores de
catorce años se requerirá el consentimiento de los padres o tutores.
2. En ningún caso podrán recabarse del menor datos que permitan obtener información
sobre los demás miembros del grupo familiar, o sobre las características del mismo,
como los datos relativos a la actividad profesional de los progenitores, información
económica, datos sociológicos o cualesquiera otros, sin el consentimiento de los
titulares de tales datos. No obstante, podrán recabarse los datos de identidad y
dirección del padre, madre o tutor con la única finalidad de recabar la autorización
prevista en el apartado anterior.
3. Cuando el tratamiento se refiera a datos de menores de edad, la información dirigida
a los mismos deberá expresarse en un lenguaje que sea fácilmente comprensible por
aquéllos, con expresa indicación de lo dispuesto en este artículo.
4. Corresponderá al responsable del fichero o tratamiento articular los procedimientos
que garanticen que se ha comprobado de modo efectivo la edad del menor y la
autenticidad del consentimiento prestado en su caso, por los padres, tutores o
representantes legales”.4

Ante la dificultad real de comprobar la edad de los usuarios de las redes sociales,
y el uso inconsciente que los menores de edad puedan hacer de estas aplicaciones
poniendo su propia vida en riesgo, el Tribunal Supremo español en la sentencia nº
5809/15, de 10 de diciembre de 2015, avaló que los padres accediesen a las cuentas de
sus hijos, sin su consentimiento, con objeto de proteger obtener pruebas sobre la
comisión de un posible delito en que el menor sea la víctima (ciberacoso, abuso sexual,
etc…).

“(…) No puede el ordenamiento hacer descansar en los padres unas obligaciones de


velar por sus hijos menores y al mismo tiempo desposeerles de toda capacidad de

4 Véase Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo
de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal, disponible
en https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2008-979
controlar en casos como el presente en que las evidencias apuntaban inequívocamente
en esa dirección. La inhibición de la madre ante hechos de esa naturaleza, contrariaría
los deberes que le asigna por la legislación civil”.5

4.2. Protección de datos y autodeterminación informativa

En el epígrafe anterior, al explicar el derecho a la intimidad personal y familiar,


se mencionó también cómo el Código Penal aborda también este derecho desde la
perspectiva de la protección de datos personales; en relación con la protección
constitucional que se le otorga en los artículos 18 y 20, y especialmente en relación con
la informática y las nuevas tecnologías que permiten que el tráfico de datos constituya
hoy un asunto de especial interés y constante actualidad. De ahí el surgimiento del
llamado derecho a la autodeterminación informativa o derecho a decidir sobre la
comunicación o no de los datos personales a terceros.
La sentencia del TC 292/2000, de 30 de noviembre, define el derecho a la
autodeterminación informativa como una garantía para el individuo de “un poder de
disposición sobre los datos personales”,6 incluidos aquéllos que se encuentren a
disposición del público; este matiz marca inevitablemente una diferencia básica con el
derecho a la intimidad, definido por la ausencia del conocimiento ajeno. En este sentido
se trata de derechos con objetos distintos, si bien ambos buscan ofrecer una protección
de los aspectos más íntimos y privados de las personas
Aunque sus orígenes legislativos se remontan en Europa a los años noventa del
siglo pasado, la legislación que hoy aborda este ítem ha sido reformada, tanto a nivel
comunitario, como español; debido, especialmente, al uso cada vez mayor de las redes
de comunicación electrónicas y las bases de datos on line. Así, las referencias esenciales
que afectan al tema que se aborda en esta asignatura, son:7

5 Sentencia 5809/15, de 10 de diciembre de 2015, disponible en


http://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Poder-Judicial/Noticias-Judiciales/El-Tribunal-Supremo-avala-el-
acceso-de-los-padres-a-las-cuentas-de-Facebook-de-sus-hijos-para-evitar-el-ciberacoso
6https://www.agpd.es/portalwebAGPD/canaldocumentacion/sentencias/tribunal_constitucional/common/
pdfs/Sentencia292.pdf
7
Toda la legislación aquí mencionada se encuentra disponible en la página web de la Agencia Española
de Protección de Datos: http://www.agpd.es/portalwebAGPD/canaldocumentacion/legislacion/index-ides-
idphp.php .
Por otra parte, toda la política de la UE en relación con esta materia, y su adaptación al entorno digital, se
encuentra explicada en la sección de Justicia y Derechos Fundamentales de la Comisión Europea, aunque
en lengua inglesa: http://ec.europa.eu/justice/data-protection/
Unión Europea
-Reglamento 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016,
relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos
personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva
95/46/CE anterior.
-Directiva 2016/680 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016
relativa a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos
personales por parte de las autoridades competentes para fines de prevención,
investigación, detección o enjuiciamiento de infracciones penales o de ejecución de
sanciones penales, y a la libre circulación de dichos datos y por la que se deroga la
Decisión Marco 2008/977/JAI del Consejo.
-Reglamento 611/2013 de la Comisión, de 24 de junio de 2013, relativo a las medidas
aplicables a la notificación de casos de violación de datos personales en el marco de la
Directiva 2002/58/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la privacidad y las
comunicaciones electrónicas.
-Directiva 2009/136/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de
2009, por la que se modifican la Directiva 2002/22/CE relativa al servicio universal y
los derechos de los usuarios en relación con las redes y los servicios de comunicaciones
electrónicas, la Directiva 2002/58/CE relativa al tratamiento de los datos personales y a
la protección de la intimidad en el sector de las comunicaciones electrónicas y el
Reglamento (CE) no 2006/2004 sobre la cooperación en materia de protección de los
consumidores.
-Directiva 2006/24/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo de 15 de marzo de 2006,
sobre la conservación de datos generados o tratados en relación con la prestación de
servicios de comunicaciones electrónicas de acceso público o de redes públicas de
comunicaciones y por la que se modifica la Directiva 2002/58/CE.

España
-Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter
Personal.
-Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el -Reglamento de
desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de
carácter personal.
-Ley 34/2002, de 11 de julio de Servicios de la Sociedad de Información y Comercio
Electrónico.
La Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de
carácter personal, realiza una protección extensa de dichos datos, de la que excluye los
ficheros mantenidos por personas físicas para el uso doméstico o personal; los ficheros
que ya están sometidos a la regulación sobre materias clasificadas; y los ficheros sobre
investigación terrorista y delincuencia organizada (que poseen su propia regulación por
motivos evidentes).
Los tres principios elementales en su regulación son:

o Calidad de los datos: implica que los datos personales se pueden recoger y tratar
cuando sean adecuados, pertinentes y no excesivos en relación con respecto a su
finalidad; que han de ser exactos y puestos al día, correspondiéndose con la
realidad del afectado; y que se cancelarán cuando hayan dejado de ser necesarios
o pertinentes y se almacenarán de forma que pueda ejercerse el derecho de
acceso a los mismos por parte del sujeto que los cedió.

o Publicidad o transparencia en el tratamiento: garantía de que el interesado


conozca la existencia del fichero para el que se solicitan sus datos; la finalidad
para la que se le solicitan; la identidad del destinatario de esa información y del
responsable del fichero; la posibilidad de negarse a dar respuesta, es decir, si la
facilitación de los datos es facultativa u obligatoria; las consecuencias de su
cesión y/o de la negativa a la misma; y los modos de ejercer los derechos que le
reconoce la Ley al respecto.

o Consentimiento informado: definido en el artículo 6 de la Ley como la donación


del consentimiento inequívoco del afectado, para proceder a la obtención,
tratamiento y/o cesión de datos, pudiendo el afectado revocarlo cuando medie
causa justificada, aunque sin efectos retroactivos. Este consentimiento, además,
en el caso de los llamados datos especialmente protegidos o sensibles, habrá de
ser expreso y por escrito.

En el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, que


entrará en vigor –y es de obligado cumplimiento para todos los países
miembros- en mayo de 2018, el consentimiento del afectado se define como una
“manifestación de voluntad libre, específica, informada e inequívoca por la que
el interesado acepta, ya sea mediante una declaración o una clara acción
afirmativa, el tratamiento de datos personales que le conciernen” (art. 4). De
este modo (considerando 32), “el silencio, las casillas ya marcadas o la
inacción no deben constituir consentimiento” (…), y “cuando el tratamiento
tenga varios fines, debe darse el consentimiento para todos ellos”. De este
modo, el llamado consentimiento tácito dejará de tener validez para el
tratamiento de datos personales.

Los denominados datos especiales o de carácter sensible encuentran un ámbito


de protección mayor debido a su naturaleza, acorde con el artículo 16 de la Constitución
Española que dispone que “nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología,
religión o creencias”. Constituyen aspectos nucleares de la personalidad, intensamente
íntimos y, por ello, se dispone al respecto:

-que los datos relativos a ideología, afiliación sindical, religión y creencias sólo
puedan tratarse con el consentimiento expreso y por escrito del afectado; con
excepción, de las entidades y comunidades a las que se hayan dado esos datos
por ser el afectado miembro de ellas.
-que los datos referentes a origen racial, salud y vida sexual sólo puedan ser
recabados, tratados y cedidos, por razones de interés general, cuando así lo
disponga la ley, y contando con el consentimiento expreso y por escrito del
afectado.
-que los datos sobre infracciones penales y administrativas sólo puedan incluirse
en ficheros pertenecientes a las Administraciones Públicas a tales efectos.

No obstante, y al igual que existen ámbitos en los que el consentimiento


informado reviste medidas mayores, también se da la circunstancia contraria al aparecer
como excepciones a este principio: la recogida de datos para el ejercicio de las
funciones propias de las Administraciones Públicas; el suministro de datos para la
formalización de un contrato, o de una relación laboral, jurídica o administrativa; la
protección de un interés vital del propio afectado; o la accesibilidad pública de los
mismos por hallarse en fuentes informativas de acceso público.
El haz de facultades comprendidas por el derecho a la autodeterminación
informativa (arts. 13 a 19) se corresponde con:

Derecho de impugnación de los actos administrativos o decisiones privadas, que


impliquen una valoración del comportamiento de la persona, fundamentada en el
tratamiento automatizado de sus datos.

Derecho de consulta, o de acceso a las bases de datos registradas en la Agencia


General de Protección de Datos, con objeto de consultar acerca de qué datos
personales están disponibles en ficheros y están siendo tratados. Su ejercicio
dará lugar al conocimiento de la identidad del responsable del fichero y la
finalidad con la que los datos fueron recabados, pero no de su contenido.

Derecho de acceso, o habeas data, que permite al interesado tanto dirigirse al


responsable del fichero que está tratando sus datos, como a la persona que en un
momento determinado los esté recabando, para informarse acerca de las
circunstancias en que dichos datos fueron recabados y las comunicaciones a
terceros que se hayan hecho de los mismos. No obstante, el ejercicio del derecho
de acceso está restringido a intervalos temporales no inferiores a los doce meses,
salvo que el interesado acredite un interés legítimo al respecto.

Derecho de rectificación u obligación del responsable del fichero de rectificar


los datos del afectado que obren en su haber, cuando no se ajusten a lo dispuesto
en la Ley y, especialmente, cuando dichos datos sean inexactos o incompletos.
La rectificación, además, en caso de que haya de ser realizada a instancias del
afectado, habrá de llevarse a cabo en el plazo de diez días desde la recepción de
la solicitud.

Derecho de cancelación, que comporta el derecho del afectado a que sus datos
personales sean retirados de aquellos ficheros en los que conste, si así lo desea.
La cancelación implica siempre destrucción o desaparición de los datos, frente a
la rectificación que significa sustitución. Con todo, la excepción a este derecho
vendría marcada por las ocasiones en que el ejercicio de dicha cancelación
pudiera perjudicar al propio afectado, o cuando exista, legalmente, una
obligación de conservar los datos.

Derecho de bloqueo, entendido como derecho del afectado a que sus datos
personales sean bloqueados por medios informáticos y, sin ser suprimidos de los
ficheros en los que constan, tan sólo puedan emplearse o estar a disposición de
las Administraciones Públicas, jueces y Tribunales, en la medida en que éstas
instituciones los necesiten.

Derecho de indemnización, como medio de resarcimiento económico por los


daños o lesiones en sus bienes y/o derechos, ocasionados por un incumplimiento
de esta Ley.

El nuevo Reglamento europeo (2016/679) incluye el nuevo derecho a la


portabilidad de los datos, entendido como el derecho del afectado a recuperar sus datos
en un formato que le permita almacenarlos y leerlos en un dispositivo electrónico
privado; y como el derecho a que dichos datos sean trasladados directamente de un
responsable de fichero a otro, permitiendo así su reutilización y evitando la duplicación
de comunicaciones de datos por parte del afectado (art. 20).

4.3. El derecho al olvido digital


En conexión directa con el habeas data, se encuentra el llamado derecho al
olvido digital, que la Agencia Española de Protección de Datos define como “la
manifestación de los tradicionales derechos de cancelación y oposición aplicados a los
buscadores de Internet”;8 es decir, se trata de una aplicación de ambas facultades del
derecho a la autodeterminación informativa, que se traslada ahora a los motores de
indización y recuperación de información, cuando se estime que dichos datos personales
no son ya adecuados ni pertinentes; esto es, no se corresponden con la situación actual
del afectado y, por tanto, su manejo y difusión resultan ya ilegales, aunque inicialmente
no lo fuesen.

8
Agencia Española de Protección de Datos, página informativa sobre el derecho al olvido, disponible en
http://www.agpd.es/portalwebAGPD/CanalDelCiudadano/derecho_olvido/index-ides-idphp.php ,
consultada en noviembre de 2016.
Mediante sentencia de 13 de mayo de 2014, el Tribunal de Justicia de la Unión
Europea aplica el sentido de la normativa comunitaria de protección de datos personales
al caso Agencia Española de Protección de Datos versus Google Spain-Google Inc.:9

En 2010 D. Mario Costeja González presenta ante la AEPD una reclamación contra la
empresa editora del diario La Vanguardia y contra Google Spain, en relación con dos
informaciones que el diario catalán había publicado en 1998, referidas a la subasta de
un inmueble de su propiedad, que el famoso motor de búsqueda hacía todavía
accesibles al público doce años después de publicadas las noticias. Solicita el
reclamante dos acciones, amparándose en la resolución legal de dicho embargo: que el
citado diario cancele o modifique dichas páginas web, para que sus datos personales
no continúen siendo accesibles al público; y que Google Spain-Google Inc., cancele u
oculte los enlaces a dichas páginas, no siendo recuperados al introducir los datos del
reclamante.
La AEPD desestima, en primer lugar, la reclamación en lo tocante al diario La
Vanguardia, entendiendo su legitimidad y licitud; sin embargo, admite y estima
positivamente la parte referida a Google Spain-Google Inc., al entender que la
diseminación de dichos datos personales lesiona o puede lesionar el derecho a la
protección de datos personales, como derecho del sujeto a decidir sobre la
comunicación o no de los mismos.
En desacuerdo con esta decisión, Google Spain-Google Inc. Plantean el asunto ante la
Audiencia Nacional, que eleva al Tribunal de Justicia de la Unión Europea algunas
cuestiones prejudiciales sobre las que éste se pronuncia.

El Tribunal europeo hace especial hincapié en las búsquedas a partir del nombre
y apellidos de una persona física, “toda vez que dicho tratamiento permite a cualquier
internauta obtener mediante la lista de resultados una visión estructurada de la
información relativa a esta persona que puede hallarse en Internet, que afecta
potencialmente a una multitud de aspectos de su vida privada, que, sin dicho motor, no
se habrían interconectado o sólo podrían haberlo sido muy difícilmente y que le permite
de este modo establecer un perfil más o menos detallado de la persona de que se
trate”.10

9
Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Asunto C-131/12, sentencia de 13de mayo de 2014, disponible
en http://curia.europa.eu/juris/document/document.jsf?docid=152065&doclang=ES
10
Ibídem.
Se reconocen de este modo los derechos de rectificación, supresión o bloqueo de
los datos personales, debido a su inexactitud, falta de pertinencia y/ o adecuación, falta
de actualización, o carestía de interés público debido al paso del tiempo.
Para el ejercicio de este derecho, inicialmente, la persona afectada debía acudir,
en primer lugar, al motor de búsqueda indizador de dichos datos personales; y,
posteriormente, en caso de que la petición no hubiera sido atendida por el cauce
anterior, a la Agencia Española de Protección de Datos. No obstante, en sentencia de 15
de octubre de 2015, el Tribunal Supremo español contradice el sentido del Tribunal
europeo, al entender que los editores de páginas web también poseen responsabilidad en
el tratamiento de dichos datos personales, “pues tienen la posibilidad de indicar a los
motores de búsqueda en Internet que desean que una información determinada,
publicada en su sitio, sea excluida total o parcialmente de los índices automáticos de los
motores, mediante el uso de protocolos de exclusión como robot.txt , o de códigos como
noindex o noarchive.”11
Finalmente, el derecho al olvido digital, entendido como derecho de
supresión/cancelación de los datos, también se aborda en el nuevo Reglamento (UE)
2016/679; el bloqueo de los datos personales en los motores de búsqueda forma ya parte
del mismo, con consecuencia de la jurisprudencia del TJUE, siempre que las
informaciones en las que constan esos datos no resulten ya pertinentes, adecuadas,
completas o carezcan de interés público.
En función de ambos criterios, el del Tribunal Supremo español y el del Tribunal
de Justicia de la Unión Europea, parece que el derecho al olvido digital, no obstante,
sólo afectará a los resultados obtenidos a partir del nombre y apellidos de la persona,
manteniéndose como lícita la posibilidad del hallazgo de la información a través de
otros parámetros, pero debiendo preservarse la intimidad del afectado.

4.4 Ética y Deontología de los derechos de la personalidad


Ya hemos mencionado en anteriores temas la importancia de los Derechos Humanos
como base de los principios, valores y obligaciones éticas respecto al comportamiento
de una persona como individuo, como perteneciente a una profesión y a una
organización. También hemos comentado el reconocimiento de tres generaciones de

11
Tribunal Supremo, STS 4132/2015, de 15 de octubre de 2015. Por dificultades para acceder a un link
directo a la sentencia completa, se recomienda introducir los datos de referencia en un buscador y, a partir
del mismo, descargar el documento .pdf de la página web Poder Judicial.
derechos humanos (civiles y políticos, sociales, económicos y culturales y relacionados
con la solidaridad, la paz, el respeto a las minorías) y cómo los diferentes valores éticos
que pertenecen a la ética y deontología de nuestra profesión se identifican con los
pertenecientes a cada una de estas generaciones de derechos humanos.
En este caso, respecto al tema que nos ocupa, derechos de la personalidad
(intimidad, imagen, privacidad, honor), debemos tener en cuenta, de los derechos
incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aquellos del individuo
en sus relaciones con los grupos de los que forma parte12, que garantizan la seguridad de
la persona o pertenecientes a la Primera Generación ( civiles y políticos), y que son:

Art. 12 “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su


familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación.
Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o
ataques”.
Art. 18 “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia
y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así
como a manifestar su religión, o su creencia, individual o colectivamente, tanto en
público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.
Art. 19 “ Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión;
este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y
recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión”.

Igualmente son interesantes en este contexto los derechos que señalan los vínculos
entre el individuo y la sociedad, por ejemplo el art. 29,

“ toda persona tiene deberes respecto a la comunidad puesto que solo ella
puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. En el ejercicio de sus derechos y
en el disfrute de sus libertades toda persona estará sujeta a las limitaciones
establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de
los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral,
del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática”.

12
Oraá, J., Gómez Isa, F. La Declaración Universal de los Derechos Humanos: un breve comentario en su
50 aniversario. (2ª ed). Bilbao: Universidad de Deusto, 1998.
Toda persona tiene deberes para con la sociedad, el estado, la humanidad y los
derechos deben integrarse en un sistema que asegure la armonización de los derechos de
todos. El art. 30 establece los límites a estos derechos.
Díaz Buck13 se refiere a la generación de derechos económicos, sociales y
culturales como necesarios para la cooperación entre naciones y los distintos grupos que
la integran, debido a lo que ella menciona como “contaminación de libertades” , término
de la teoría social anglosajona referido a la degradación de los derechos fundamentales
como consecuencia del uso de las nuevas tecnologías y, en concreto, referido a la
intimidad en una de sus acepciones, la libertad informática, dirigido a proteger a las
personas de la captura de sus datos personales.
Hace muy poco tiempo pudimos encontrar en los medios una noticia14 que hacía
alusión al Gobierno chino y al uso que iba a hacer de los datos personales para catalogar
a los ciudadanos. Se trata de un proyecto llamado “sistema de crédito social” por el que
se van a recopilar datos personales, financieros, de consumo como un instrumento de
vigilancia masiva política del comportamiento de los ciudadanos y, en función de este,
imponer restricciones a los ciudadanos (de tipo material fundamentalmente). El
ejecutivo chino, además de recopilar datos de las autoridades, encargará a las empresas
privadas este control de datos de los ciudadanos a fin de obtener la información más
completa de usos y comportamientos de sus ciudadanos, método que empezará a
funcionar a partir de 2020.
El mal uso de las tecnologías presenta también un elemento de riesgo potencial
especialmente en menores. Díaz Buck15 clasifica cuatro categorías de riesgos:
1. “Contenido ilegal” (imágenes de abuso infantil y lenguaje ilegal y de odio)
2. “Contenido inapropiado para la edad” (pornografía o contenido sexual, violencia u
otros contenidos para adultos inapropiados para menores)
3. “Contactos” (contactos inapropiados de adultos con intereses sexuales en niños)

13
Díaz Buck, A.V. La autorregulación en redes sociales como forma de garantizar los derechos de
intimidad, privacidad y protección de datos personales. Derecom, n. 13, Nueva Época, marzo-mayo,
2013. Disponible en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4330473
14
Vidal Liy, M. La lealtad del pueblo chino la mide el “big data”. El gobierno de Xi Jinping usará datos
personales para catalogar a los ciudadanos. El País internacional, 23 de octubre de 2016.[En línea]
Disponible en http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/20/actualidad/
147690091_757096.html [Consultado 22/11/2016]
15
Díaz Buck, A.V. La autorregulación en redes sociales, op.cit.
4. “Conducta” (cómo se comportan los menores en línea, incluyendo bullying o
victimización, comportamientos que son riesgos potenciales, divulgar información
personal, fotografías sexualmente provocativas, mentir sobre la edad o proponer verse
cara a cara con alguien que se conoció en la red).

El derecho a la intimidad no solo protege lo que se considera más propio y sensible


de la persona, contempla también la posibilidad de excluir o permitir a los demás la
captación y el uso de la información personal. Significa separar la esfera íntima de la
privada, como bien se puede conocer por el texto de nuestra ley de protección de datos,
e impedir que información que se encuentre almacenada pueda crear perfiles de una
persona que no necesariamente esa persona ha querido que se conozca. Esto ha
generado doctrina y determinados comportamientos éticos que aparecen en los códigos
deontológicos, referido al derecho a la libertad informática y de autodeterminación
informativa y al derecho de informarse y ejercer un control sobre los datos personales y
la vida privada desde el punto de vista físico, psicológico y de manera indirecta en la
recopilación automática de datos procesados por algunos ordenadores. Esta idea aparece
en la regulación española pero no sucede lo mismo en todos los países, por lo que se
aboga por buscar fórmulas de autorregulación que sean generales a todo el espacio de
Internet.
Podemos encontrar diferentes fórmulas de autorregulación, entre las que
destacaremos, las normas de comportamiento social, las políticas de privacidad o los
códigos deontológicos.

Normas de comportamiento social

Ya hemos comentado en temas anteriores el concepto de “netiqueta” como reglas de


comportamiento social en las redes sociales basadas fundamentalmente en la cortesía, la
prudencia, el evitar envío de datos sensibles a través de la red y el respeto a los derechos
de autor. Podemos mencionar como ejemplo la red social Instagram. Las Condiciones
de uso16, se dividen en varios apartados: condiciones básicas, condiciones generales,
arbitraje y derechos de autor y propiedad intelectual. Proponemos un ejemplo textual de
lo que aparece en este apartado relacionado con el tema que nos ocupa:

16
Instagram. Condiciones de uso.[ En línea] Disponible en https://es-la-
facebook.com/help.instagram.com/478745558852511 [Consultado 22/11/2016]
1. No puedes publicar fotos u otro tipo de contenido que muestre imágenes
violentas, de desnudos íntegros o parciales, discriminatorias, ilegales,
transgresoras, ofensivas, pornográficas o con contenido sexual a través del
Servicio.
2. No debes difamar, acosar, intimidar, abusar, hostigar, amenazar, intimidar
o hacerte pasar por personas o entidades, y tampoco debes publicar
información privada o confidencial a través del Servicio, incluida sin
limitación la información de la tarjeta de crédito, los números de seguridad
social o del documento nacional de identidad, los números de teléfono o
direcciones de correo electrónico privados que te pertenezcan a ti o sean
propiedad de cualquier otra persona.
3. Eres el único responsable de tu conducta y de los datos, texto, archivos,
información, nombres de usuario, imágenes, gráficos, fotos, perfiles, clips de
audio y video, sonidos, obras musicales, trabajos de autoría, aplicaciones,
enlaces y otro contenido o materiales (denominados en su conjunto
"Contenido") que envíes, publiques o muestres en el Servicio o a través de
este.

Incluimos, además, un ejemplo de contenidos que aparecen en las normas comunitarias


de Instagram:17

Publica fotos y vídeos que resulten apropiados para un público diverso


Somos conscientes de que es posible que algunas personas quieran compartir
imágenes de desnudos de carácter artístico o creativo; sin embargo, por diversos
motivos, no permitimos que se publiquen desnudos en Instagram. Esta restricción se
aplica a fotos, vídeos y determinado contenido digital que muestren actos sexuales,
genitales y primeros planos de nalgas totalmente al descubierto. También se aplica a
algunas fotos de pezones femeninos; sin embargo, sí se permiten fotos de cicatrices de
mastectomías y de lactancia materna. También se aceptan desnudos en fotos de cuadros
y esculturas.

A la gente le gusta compartir fotos o vídeos de sus hijos. Por razones de seguridad,
es posible que en determinadas ocasiones retiremos imágenes que muestren niños total

17
Instagram. Normas comunitarias. [En línea] Disponible en
https//help.instagram.com/477434105621119 [Consultado 22/11/2016]
o parcialmente desnudos. Aunque este contenido se comparta con buena intención,
otras personas podrían utilizarlo de modo imprevisto. Puedes obtener más información
en nuestra página "Consejos para los padres".

Cumple la Ley
En Instagram no tienen cabida personas que apoyen o elogien el terrorismo, el
crimen organizado o a grupos que promuevan el odio. Tampoco está permitido ofrecer
servicios sexuales, así como la compra o venta de armas de fuego, o de drogas ilegales
o medicamentos con receta (incluso si es legal en tu zona). Recuerda cumplir en todo
momento la legislación aplicable cuando ofrezcas comprar o vender bienes regulados.
Las cuentas que promocionan los juegos de apuestas, los juegos de habilidad con
dinero real o las loterías en internet deben obtener nuestro consentimiento por escrito
antes de utilizar nuestros productos.

Mostramos tolerancia cero con aquellas personas que comparten contenido sexual
relacionado con menores o que amenazan con publicar imágenes íntimas de otros
usuarios.

Respeta al resto de los miembros de la comunidad de Instagram


Queremos promover una comunidad diversa y positiva. Retiramos cualquier
contenido que incluya amenazas creíbles o lenguaje que incite al odio, contenido
dirigido a particulares con el fin de humillarlos o avergonzarlos, información personal
utilizada para chantajear o acosar a alguien, y mensajes reiterados no deseados.
Normalmente, permitimos debates más críticos en torno a personas que aparecen en las
noticias o que cuentan con un público muy amplio por su profesión o por determinadas
actividades.

Resulta inaceptable fomentar el uso de la violencia o atacar a alguien por razones


de raza, etnia, origen nacional, sexo, identidad sexual, orientación sexual, creencias
religiosas, discapacidad o enfermedad. Cabe la posibilidad de que permitamos
lenguaje que incite al odio si este se comparte para cuestionar este tipo de
comportamientos o para concienciar con respecto a estos. En estos casos, te pedimos
que expreses tu intención de forma clara.
No se permiten amenazas graves para la seguridad pública y personal. Estas
amenazas incluyen amenazas específicas contra la integridad física y amenazas de
robo, vandalismo y otros perjuicios financieros. Revisamos meticulosamente las
denuncias de amenazas y tenemos en cuenta muchos factores a la hora de determinar si
son creíbles.

Las políticas de privacidad

Las políticas de privacidad aparecen en la mayoría de organizaciones que ofrecen


servicios por Internet. Cualquier política establecida en el marco de una organización
tiene un componente ético que ayuda y aclara, algunas veces incluso, el contenido de los
códigos deontológicos.
18
Podemos mencionar aquí como ejemplo la política de privacidad de Instagram . Se
compone de 10 puntos:

1. Tipos de información recopilada. Información que se envía directamente,


búsquedas de amigos, información de análisis, cookies y tecnologías similares,
información de archivo de registro, identificación del dispositivo y metadatos.
2. Cómo se utiliza la información
3. Uso compartido de la información: partes con las que podemos compartir
información, partes con las que podemos compartir el contenido de usuario,
consecuencias del cambio de control, respuesta a los requerimientos legales y
forma de evitar daños
4. Cómo se almacena la información
5. Elecciones que se realizan de información: la información de cuenta y la
configuración de perfil/privacidad, periodo de tiempo que conservan el
contenido de usuario
6. Privacidad de menores
7. Otros sitios web y servicios
8. Cómo comunicar el fallecimiento de una persona
9. Cómo ponerse en contacto con ellos
10. Cambios en la política de privacidad.

18
Instagram. Política de privacidad. 2013.[En línea] Disponible en
http://help.instagram.com/155833707900388 [Consultado 22/11/2016]
Igualmente nos resulta interesante su postura acerca de las marcas comerciales19, en
donde se puede encontrar información acerca de las denuncias de vulneración de
marcas comerciales y preguntas frecuentes respecto a este asunto.

Tello-Díaz20 enumera los conflictos éticos que caracterizan el servicio de Facebook:


la vulneración de los derechos de los usuarios, que ha provocado la intervención de los
gobiernos y “una reformulación de los protocolos de apropiación de imágenes y
contenidos sensibles por parte de la empresa”, el no claro tratamiento, transferencia y
apropiación de datos de los usuarios, que ha llevado a los ciudadanos a la
autorregulación ante la ausencia de políticas de privacidad, y el desconocimiento de los
usuarios de proteger su perfil personal y su visibilidad. Según esta autora, los temas
controvertidos relacionados con esta red social se resumen en: la cesión de datos
privados, la complejidad de la arquitectura del sitio, la perpetuidad del almacenamiento
de los datos y los intereses que implican a terceras empresas. Esto ha llevado a
Facebook, según la autora, a tomar unas medidas que pueden ser útiles para amparar la
intimidad en la red social en general: un mecanismo de información para los usuario del
sitio web, la actualización de las políticas de uso y privacidad, la transparencia en el
control de usuarios, la eliminación de la información de usuarios, el control de los datos
personales con fines publicitarios, una forma adicional de notificación a través de los
plugins sociales y reconocimiento facial, y la mejora de la capacidad del usuario del
etiquetado y la adhesión a grupos. Por su parte, la autora opina que los gobiernos deben
intervenir para que “las compañías frenen las intromisiones en la intimidad de los
usuarios, regulen a las empresas entrometidas y castiguen las infracciones
particulares”.

Otro ejemplo de políticas de privacidad de una organización lo encontramos en la


aplicación del concepto Privacy by Design (privacidad por diseño) surgido en los años
90 en Canadá y que constituye un mejor blindaje de la privacidad al someter a las
empresas a lo que se llama Privacy Impact Analysis (PIA), para identificar los riesgos

19
Instagram. Marcas comerciales. [En línea] Disponible en https://help.instagram.com/222826637847963
[Consultado 22/11/2016]
20
Tello-Díaz, L. Intimidad y extimidad en las redes sociales. Las demarcaciones éticas de Facebook.
Revista Comunicar 41, vol. 21, 2013 [En línea] Disponible en
www.revistacomunicar.com/index.php?contenido=detalles&numero=41&articulo=41-2013-20
[Consultado 22/20/2016]
que afectan a la privacidad, tanto de clientes, usuarios, y otros grupos de interés como
los riesgos corporativos o legales21. Se trata de asegurar la privacidad y controlar la
información personal por parte del usuario, dando un carácter regulatorio a las medidas
adecuadas en torno a la privacidad.
Desde este punto de vista, el desarrollo de sistemas tecnológicos de este tipo han de
cumplir una serie de principios: prevenir y anticipar en la fase de diseño cualquier
invasión de privacidad que se pueda producir, protegerla de una manera
predeterminada, que forme parte del diseño y la arquitectura de las tecnologías, que la
protección se realice durante todo el ciclo de vida hasta el final del proceso, que sea
transparente y visible a los usuarios y centrado en ellos.
Para Planas, R. y Alarcón, V.22, la aplicación de este principio se considera un
activo empresarial ligado a otros derechos como la transparencia, el derecho al olvido,
la protección de la privacidad con independencia de la ubicación de los datos y la
privacidad por defecto.
La Asociación Española de Usuarios de Telecomunicaciones y de Sociedades de la
Información (Autelsi)23, presentó en 2014 un estudio centrado en el análisis del Privacy
by Design, donde establece una serie de recomendaciones para poner en práctica este
principio.

A este concepto de privacidad por diseño se opone el de privacidad por defecto


(Privacy by Default). La diferencia entre ambas se encuentra en que la Privacy by
Design va enfocada al negocio, mientras la Privacy by Default pretende hacer cumplir
más estrictamente la ley,

“La implantación de la Privacy by Default lo que pretende es facilitar la vida a los


usuarios; y ello desde la idea de que el sujeto no tenga que hacer nada para asegurar
la protección de sus datos y su privacidad. La protección será automática y con el
máximo nivel. La persona, usuario, consumidor, que acceda a portales de la red no
tendrá que dedicar tiempo a subir los niveles de seguridad o a leerse las políticas de
privacidad para cerciorarse de que, por ejemplo, los datos que dé para recibir un
boletín, no sean utilizados también para inscribirlo a concursos online. En cambio, se

21
Planas, R., Alarcón, V. Claves para entender el privacy by design. [En línea] Disponible en
www.avaticabogados.com/claves-para-entender-el-privacy-by-design/ [Consultado 20/11/2016]
22
Ibídem
23
Ibídem
encontrará con una protección del más alto nivel y será su elección bajar a su gusto el
nivel de protección”24.
La Privacy by Design, de acuerdo a Bacaria25 “pretende del mismo modo mejorar
los niveles de protección, abre una nueva ventana a la profundización de este derecho y
a no limitarse a cumplir con unos estándares, sino a trabajar para la consonancia de
las necesidades del usuario y las del proveedor de servicios, poniendo por delante la
protección de la privacidad como el life motive corporativo”.
En su opinión, la confianza de un cliente hace nacer la confianza en nuevos clientes,
y todo ello a la empresa le permite, aparte de ahorrarle problemas de seguridad, obtener
una ventaja competitiva razonable.

Los códigos deontológicos

La autorregulación a través de Códigos de Conducta es una forma que los


legisladores han comenzado a tomar en cuenta, ya que se convierte en un mecanismo
de defensa para el usuario que conlleva muchas ventajas por la rapidez de actuación y
su flexibilidad. Los códigos deontológicos son realizados por organismos privados para
ordenar las relaciones entre las empresas de provisión de servicios y los usuarios, pero
también por asociaciones profesionales que buscan el mejor modo de actuación de sus
miembros y las profesiones que representan.

Uno de los Códigos que tiene mayor influencia dentro de la web es el “Código Ético
de Confianza On-line”26. Constituye un sistema integral de autorregulación para el
comercio electrónico con el objetivo de generar confianza en el consumidor y ha creado
un sello acreditativo que supone un compromiso de la empresa de acatar las normas de
conducta y poder ser evaluado. Ya hemos mencionado este código en temas anteriores,
pero en este caso nos interesa destacar el Título IV “Protección de datos personales”,
en donde trata el compromiso de las entidades que se adhieran a ayudar a educar al
consumidor sobre cómo proteger su intimidad en los medios electrónicos de

24
Bacaria Gea, J. ¿Hacia dónde va la protección de datos? Privacy by Design/privacy by default. 2013
[En línea] Disponible en www.juliabacaria.com/2013/02/hacia-donde-va-la-proteccion-de-datos-html
[Consultado 22/11/2016]
25
Ibídem
26
Código ético de confianza online. 2015[En línea] Disponible en
http://www.autocontrol.es/pdfs/cod_confianzaonline.pdf [Consultado 22/10/2016]
comunicación a distancia. Son importantes los artículos dedicados (arts. 24-27) al
tratamiento de los datos obtenidos para los contratos, las finalidades diferentes a los
contratos, obtenidos de fuentes accesibles al público, para actividades de publicidad y
prospección comercial. También, el art. 28, dedicado a la transferencia internacional de
datos, el consentimiento del titular (art. 29), y sus derechos (art. 30), el uso de cookies y
dispositivos similares (art.37), la captación de datos personales de grupos de noticias,
foros, chat y similares con finalidad publicitaria ( art. 32), y la seguridad y protección
de los datos (art.33).

El título v del código está dedicado a la “protección de menores”. Habla de la


publicidad y la protección de menores (art. 34), los contenidos sobre protección de
menores (art. 35), el tratamiento de datos de menores (art. 36) y la promoción de la
protección de menores ( art. 37). Los últimos artículos de este código son interesantes
porque especifican el procedimiento de adhesión al código y el sistema extrajudicial de
resolución de conflictos, su tramitación y el control del cumplimiento del código.

El código Ético de Buen Gobierno de la Asociación de Empresas de Electrónica,


Tecnologías de la Información, Telecomunicaciones y Contenidos Digitales
(AMETIC)27 fue aprobado en 2012. En el punto 3 dedicado a las Condiciones de
Trabajo, el punto 3.2 se refiere a la Confidencialidad de la Información, por la que la
empresa se compromete a que toda la información de socios o terceros tenga un carácter
confidencial. Sobre todo, aquellos documentos que todavía no hayan sido aprobados, y
los empleados deben guardar el secreto profesional sobre las materias propias de la
actividad. El punto 3.3 se dedica a los datos de carácter personal, por el que se
comprometen a cumplir la normativa legal en este asunto.

El código de buenas prácticas de la Asociación Multisectorial de la Información


ASEDIE28, se centra fundamentalmente en el compromiso del tratamiento de los datos y
de la información objeto de la existencia de las empresas asociadas de acuerdo a la ley
de protección de datos. En este sentido, puede verse cómo la estructura del código sigue

27
AMETIC. Código Ético de Buen Gobierno [En línea] disponible en
http://ametic.es/sites/default/files//Codigo%20Buen%20Buen%Gobierno.pdf [Consultado 24/11/2016]
28
ASEDIE. Código de Buenas Prácticas de la Asociación Multisectorial de la Información ASEDIE. [En
línea] Disponible en http://www.asedie.es/assets/2015-cbp-asedie-2015.pdf [Consultado 22/11/2016]
exactamente todos los apartados de la LORTAD, realizando comentarios y
compromisos de actuación al respecto.

El código de ASIMELEC29, empresas de proveedores de servicios de internet es un


código privado para las empresas adheridas a dicho código. Destacan, el art. 6 como
parte de las Normas de conducta, referido al respeto del secreto profesional con especial
respeto a la ley de protección de datos, el art. 14 referido a la preservación de la imagen
de los servicios ofrecidos y el art. 19 de promoción del uso del software de filtrado de
determinados contenidos. Además, deben seguir las mejores prácticas en el uso del
Spamming software para permitir a los clientes minimizar la cantidad de mensajes
spam.

Otros códigos de nuestra profesión exponen la conducta debida de acuerdo a los


temas que estamos tratando. Por ejemplo, el código de IFLA30 de bibliotecarios y otros
trabajadores de la información, publicado en 2012, contempla la protección de menores
dentro del punto 2 Responsabilidad hacia los individuos y la sociedad. Como parte del
punto 3, Privacidad, secreto y transparencia, los profesionales se comprometen a la
protección de la privacidad de los datos personales de usuarios y de sus consultas de
información, Deben guardar confidencialidad de las búsquedas de información y
cualquier otro dato personal, y aquellos que firmen clausulas de confidencialidad, deben
respetarlas.

El código deontológico de los bibliotecarios-documentalistas de Cataluña31, trata


estos temas dentro del capítulo de Servicios a los usuarios. Dice textualmente:

“Los datos personales o de uso de los servicios prestados se someten al secreto


profesional. En este sentido, se tomarán las medidas necesarias para garantizar la
protección y la confidencialidad de estas informaciones. Los datos personales solo

29
ASIMELEC. Código de deontología profesional de las empresas proveedores de servicios de internet
de ASIMELEC, [En línea] Disponible en
pendientedemigracion.ucm.es/info/cyberlaw/actual/6/codigoasimelec.html [Consultado 22/11/2016]
30
IFLA . Code of Ethics for Librarians and other Information Workers. [En línea] Disponible en http://
31
Collegi oficial de Bibliotecaris-Documentalistes de Cataluyna. Código deontológico. [En línea]
Disponible en http://www.ifla-org/files/assets/faife/codesofethics/codeofethicscatalunya.pdf [Consultado
22/11/2016]
podrán difundirse en el caso de que la persona afectada lo autorice expresamente o en
los supuestos marcados por la ley”.

El código deontológico de la Asociación Española de Documentación e Información


(SEDIC)32 , aprobado en 2013, en el apartado de Privacidad y confidencialidad, habla
de garantizar el secreto profesional para proteger los datos personales de los usuarios
con las únicas limitaciones que marca la ley. Y continúa: “ velarán por la privacidad y
respetarán la intimidad personal y familiar, y la propia imagen de las personas en toda
la actividad laboral”.

El código europeo de asociaciones de profesionales de la información ECIA33 invita


a mantener la confidencialidad a menos que una autoridad judicial exija lo contrario y a
respetar las leyes del país donde el profesional trabaje respecto a la protección de datos,
la confidencialidad y la libertad de información. En esta línea se encuentra el código de
mediadores de información EUSIDIC34 que dice que se debe mantener los asuntos del
cliente en el más estricto secreto excepto cuando la ley exija la revelación, se deben
respetar las leyes de protección de datos e informar al cliente de las mismas, y aplicar la
confidencialidad dentro de la organización, cuando el mediador esté trabajando para una
parte de la organización, y entre el mediador y los clientes. Añade que la
confidencialidad de la investigación encargada puede definirse en un contrato individual
entre las partes.

El respeto a las leyes y a las normas deontológicas son importantes igualmente para
los archiveros. Así, el código deontológico de la Asociación de Archiveros de
Cataluña35 dice textualmente:

32
SEDIC: Código deontológico. [En línea] Disponible en
http://www.sedic.es/codigo_deontologico_sedic.pdf [Consultado 22/11/2016]
33
The European Council for Information Asscociations (ECIA). Ethical principles for I&D professional.
[En línea] Disponible en eprints-rclis.org/4343 [Consultado 22/11/2016].
34
European Association of Information Services (EUSIDIC). Código de conducta para Mediadores de
Información. [En línea] Disponible en
http://digital.csic.es/handle/10261/36897?mode=full”submit_simple=show+full+item+ [Consultado
22/11/2016]
35
Associació d’Arxivers de Catalunya. Código deontológico de los archiveros catalanes. [En línea]
Disponible en www.concernedhistorians.org/content_files/file/et/144.pdf [Consultado 22/11/2016]
1.4 “velar para que el ejercicio de los derechos de acceso a los documentos, como
garantía de la seguridad jurídica en la relación con las personas ,con las instituciones,
de la transparencia administrativa y del control de la actividad institucional”.
2-11 “garantizar el secreto profesional de toda información obtenida en el ejercicio de
la profesión, limitando su uso al objetivo profesional de que se trate”
4.5 “garantizar la reserva sobre la información de los usuarios obtenida en la
prestación de los servicios de archivo”.
4.6 “no divulgar ni utilizar nunca de forma ilícita, en beneficio propio o de terceros, o
de forma que pueda perjudicar a una persona física o jurídica, la información
custodiada o recogida en el curso de su actividad”.

Sobre la confidencialidad trata el Código de Conducta en redes sociales de la


empresa Capgemini36 y dice que siempre debe protegerse la información del Grupo, los
proveedores y los clientes. Se debe recordar la obligación de confidencialidad del
contrato firmado. No se debe utilizar indebidamente datos personales, ni publicar
fotografías sin permiso, ni cuando la aplicación se encuentre en SSO, y se debe tener
buen juicio con la información sensible. No se deben utilizar las redes sociales para
intercambiar información con el cliente o proveedor, “las páginas web de acceso
público no son sitios apropiados para la comunicación interna entre los empleados del
Grupo”.

En cuanto al tratamiento de la imagen, podemos tener en cuenta códigos como el


Código ético de UNICEF37, el código ético para el uso de imágenes de “Imagen en
acción: fotografía para el cambio social”, o el código ético y deontológico para la
fotografía e imagen informativa de Ángeles San Martín.

En los diferentes códigos de los periodistas38 podemos encontrar conflictos éticos


entre las organizaciones y el periodista referentes al uso en general de las redes sociales

36
Capgemini Consulting, technology, outsourcing. Código de conducta en redes sociales. [En línea]
Disponible en http://www.es.capgemini.com [Consultado 22711/2016]
37
Código ético UNICEF [En línea] Disponible en http://www.unicef.org/lac/codigoetica.pdf. [Consultado
11/22/2016] Imagen en acción: fotografía para el cambio social. Código ético para el uso de imágenes.[En
línea] Disponible en imagenenaccion.org/código-etico-para-el-uso-de-las-imágenes [Consultado
22/11/2016] . San Martin, M.A. Código ético y deontológico para la fotografía e imagen informativa. San
Fernando de Henares, Trigo ediciones,1996
38
Ure, M. Dilemas éticos y modelos deontológicos para el periodista usuario de medios sociales. [En
línea] Disponible en www.cuadernos.info/index.php/CDI/article/view/492 [Consultado 22/11/2016]
y el tratamiento de los datos. Estos conflictos se manifiestan en la necesidad de
administrar cuentas separadas, la individual y la de la empresa, en el patrocinio que
puede afectar a la credibilidad del periodista, en el uso de enlaces para verificar si su
contenido es apropiado, en el carácter público de los contenidos o el equilibrio en la
libertad de expresión.

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