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T.S.

Kuhn
LA ESTRUCTURA
DE LAS REVOLUCIONES
CIENTÍFICAS

Para que el cultivo de la historia de la ciencia ad-


quiera cabal sentido y rinda todos los frutos que
promete, se impone el examen de ciertas coyun-
turas, propias del desenvolvimiento científico. La
"revolución científica" es quizá la circunstancia
en que el desarrollo de la ciencia exhibe su plena
peculiaridad, sin que importe gran cosa de qué
materia se trate o la época considerada.
El presente trabajo es un estudio, casi único en
su género, de las "revoluciones científicas". Basa-
do en abundante material —principalmente en
los campos de la física y la química—, procura
esclarecer conceptos, corregir malentendidos y,
en suma, demostrar la extraordinaria compleji-
dad del mecanismo del progreso científico, cuan-
do es examinado sin ideas preconcebidas: más de
una sorpresa nos reserva este camino, más de un
recoveco del análisis incita a protestar con vehe-
mencia antes de quedar convencidos. A fin de
cuentas, el itinerario que parecía simple y ra-
cional resulta ser complejo y proteico.
Traducción de
La estructura de las AGUSTÍN CONTIN

revoluciones científicas
por THOMAS S. KUHN

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


MÉXICO
Primera edición en inglés, 1962 ÍNDICE
Primera edición en español (FCE, México), 1971
Octava reimpresión (FCE, Argentina), 2004 Prefacio................................................. 9

I. Introducción: un pa pel para la his


toria....................................................... 20

II. El camino hacia la ciencia normal. . . 33

III. Naturaleza de la ciencia normal ...... 51


Título original: The structure of scientifíc
revolutions © 1962, University of Chicago Press IV. La ciencia normal como resolución de
enigmas................................................. 68

V. Prioridad de los paradigmas ............. 80

VI. La a noma lía y la emergencia de los


descubrimientos científicos .............. 92

VII. Las crisis y la emergencia de las teo


rías científicas ................................. 112

VIII. La respuesta a la crisis ................... 128

IX. Naturaleza y necesidad de las revolu


ciones científicas .............................. 149

X. Las revoluciones como cambios del


concepto del mundo........................... 176

XI. La invisibilidad de las revoluciones


científicas ........................................... 212

XII. La resolución de las revoluciones. . . . . 224

XIII. Progreso a través de las revoluciones 247

Posdata: 1969 .............. .................................. 268


32 UN PAPEL PARA LA HISTORIA II. EL CAMINO HACIA LA CIENCIA NORMAL
to científico, parecen ser, actualmente, partes EN ESTE ensayo, 'ciencia normal' significa inves-
integrantes de un conjunto tradicional de res- tigación basada firmemente en una o más reali-
puestas substantivas a las preguntas mismas so- zaciones científicas pasadas, realizaciones que al-
bre las que han sido desplegadas. Esta circula- guna comunidad científica particular reconoce,
ridad no las invalida en absoluto, sino que las durante cierto tiempo, como fundamento para
convierte en partes de una teoría y, al hacerlo, su práctica posterior. En la actualidad, esas rea-
las sujeta al mismo escrutinio aplicado regular- lizaciones son relatadas, aunque raramente en su
mente a las teorías en otros campos. Para que su forma original, por los libros de texto científicos,
contenido sea algo más que pura abstracción, tanto elementales como avanzados. Esos libros
ese contenido deberá descubrirse, observándolas de texto exponen el cuerpo de la teoría aceptada,
en su aplicación a los datos que se supone que ilustran muchas o todas sus aplicaciones apropia-
deben elucidar. ¿Cómo podría dejar de ser la das y comparan éstas con experimentos y obser-
historia de la ciencia una fuente de fenómenos vaciones de condición ejemplar. Antes de que esos
a los que puede pedirse legítimamente que se apli- libros se popularizaran, a comienzos del siglo XIX
quen las teorías sobre el conocimiento? (e incluso en tiempos más recientes, en las cien-
cias que han madurado últimamente), muchos
de los libros clásicos famosos de ciencia desem-
peñaban una función similar. La Física de Aristó-
teles, el Almagesto de Tolomeo, los Principios y
la óptica de Newton, la Electricidad de Franklin,
la Química de Lavoisier y la Geología de Lyell
—estas y muchas otras obras sirvieron implíci-
tamente, durante cierto tiempo, para definir los
problemas y métodos legítimos de un campo de la
investigación para generaciones sucesivas de cien-
tíficos. Estaban en condiciones de hacerlo así,
debido a que compartían dos características esen-
ciales. Su logro carecía suficientemente de pre-
cedentes como para haber podido atraer a un
grupo duradero de partidarios, alejándolos de los
aspectos de competencia de la actividad científica.
Simultáneamente, eran lo bastante incompletas
para dejar muchos problemas para ser resueltos
por el redelimitado grupo de científicos.
33
34 HACIA LA CIENCIA NORMAL HACIA LA CIENCIA NORMAL 35

Voy a llamar, de ahora en adelante, a las reali- yes, teorías y puntos de vista que pueden abs-
zaciones que comparten esas dos características, traerse de ella? ¿En qué sentido es el paradigma
'paradigmas', término que se relaciona estrecha- compartido una unidad fundamental para el es-
mente con 'ciencia normal'. Al elegirlo, deseo su- tudiante del desarrollo científico, una unidad que
gerir que algunos ejemplos aceptados de la prác- no puede reducirse plenamente a componentes
tica científica real —ejemplos que incluyen, al atómicos lógicos que pudieran aplicarse en su
mismo tiempo, ley, teoría, aplicación e instru- ayuda? Cuando las encontremos en la Sección V,
mentación— proporcionan modelos de los que las respuestas a esas preguntas y a otras simila-
surgen tradiciones particularmente coherentes de res resultarán básicas para la comprensión tanto
investigación científica. Ésas son las tradiciones
de la ciencia normal como del concepto aso-
que describen los historiadores bajo rubros tales
ciado de los paradigmas. Sin embargo, esa discu-
como: 'astronomía tolemaica' (o 'de Copérnico'),
sión más abstracta dependerá de una exposición
'dinámica aristotélica' (o 'newtoniana'), 'óptica
corpuscular' (u 'óptica de las ondas'), etc. El es- previa de ejemplos de la ciencia normal o de los
tudio de los paradigmas, incluyendo muchos de paradigmas en acción. En particular, aclarare-
los enumerados antes como ilustración, es lo que mos esos dos conceptos relacionados, haciendo
prepara principalmente al estudiante para entrar notar que puede haber cierto tipo de investiga-
a formar parte como miembro de la comunidad ción científica sin paradigmas o, al menos, sin
científica particular con la que trabajará más los del tipo tan inequívoco y estrecho como los
tarde. Debido a que se reúne con hombres que citados con anterioridad. La adquisición de un
aprenden las bases de su campo científico a par- paradigma y del tipo más esotérico de investiga-
tir de los mismos modelos concretos, su práctica ción que dicho paradigma permite es un signo de
subsiguiente raramente despertará desacuerdos madurez en el desarrollo de cualquier campo cien-
sobre los fundamentos claramente expresados. tífico dado.
Los hombres cuya investigación se basa en para- Si el historiador sigue la pista en el tiempo
digmas compartidos están sujetos a las mismas al conocimiento científico de cualquier grupo se-
reglas y normas para la práctica científica. Este leccionado de fenómenos relacionados, tendrá
compromiso y el consentimiento aparente que probabilidades de encontrarse con alguna varian-
provoca son requisitos previos para la ciencia te menor de un patrón que ilustramos aquí a
normal, es decir, para la génesis y la continua- partir de la historia de la óptica física. Los libros
ción de una tradición particular de la investigación de texto de física, en la actualidad, indican al
científica. estudiante que la luz es fotones, es decir, entida-
Debido a que en este ensayo el concepto de
des mecánico-cuánticas que muestran ciertas ca-
paradigma reemplazará frecuentemente a diversas
racterísticas de ondas y otras de partículas. La
nociones familiares, será preciso añadir algo más
respecto a su introducción. ¿Por qué la realiza-
investigación se lleva a cabo de acuerdo con ello
ción científica concreta, como foco de entrega pro- o, más bien, según la caracterización más elabo-
fesional, es anterior a los diversos conceptos, le- rada y matemática de la que se deriva esa verba-
lización usual. Sin embargo, esta caracterización
de la luz tiene, apenas, medio siglo de antigüedad.
36 HACIA LA CIENCIA NORMAL HACIA LA CIENCIA NORMAL 37

Antes de que fuera desarrollada por Planck, Eins- cación del medio existente entre el objeto y el
tein y otros, a comienzos de este siglo, los textos ojo; todavía otro explicaba la luz en términos
de física indicaban que la luz era un movimiento de una interacción entre el medio y una emana-
ondulante transversal, concepción fundada en un ción del ojo; además, había otras combinaciones
paradigma, derivado, en última instancia, de los y modificaciones. Cada una de las escuelas corres-
escritos sobre óptica de Young y Fresnel, a co- pondientes tomaba fuerza de su relación con
mienzos del siglo XIX. Tampoco fue la teoría de alguna metafísica particular y todas realzaban,
las ondas la primera adoptada por casi todos los como observaciones paradigmáticas, el conjunto
profesionales de la ciencia óptica. Durante el particular de fenómenos ópticos que mejor podía
siglo XVIII, el paradigma para ese campo fue pro- explicar su propia teoría. Otras observaciones
porcionado por la Óptica de Newton, que ense-
eran resueltas por medio de elaboraciones ad hoc
ñaba que la luz era corpúsculos de materia. En
o permanecían como problemas al margen para
aquella época, los físicos buscaron pruebas, lo
una investigación posterior.2
cual no hicieron los primeros partidarios de la teo-
ría de las ondas, de la presión ejercida por las En varias épocas, todas esas escuelas llevaron
partículas lumínicas al chocar con cuerpos só- a cabo contribuciones importantes al cuerpo de
lidos.1 conceptos, fenómenos y técnicas del que sacó
Estas transformaciones de los paradigmas de la Newton el primer paradigma casi uniformemente
óptica física son revoluciones científicas y la tran- aceptado para la óptica física. Cualquier defini-
sición sucesiva de un paradigma a otro por me- ción del científico que excluya al menos a los
dio de una revolución es el patrón usual de desa- miembros más creadores de esas diversas escue-
rrollo de una ciencia madura. Sin embargo, no las, excluirá asimismo a sus sucesores modernos.
es el patrón característico del periodo anterior Esos hombres eran científicos. Sin embargo, cual-
a la obra de Newton, y tal es el contraste, que quiera que examine una investigación de la óptica
nos interesa en este caso. No hubo ningún pe- física anterior a Newton, puede llegar fácilmen-
riodo, desde la antigüedad más remota hasta te a la conclusión de que, aunque los profesio-
fines del siglo XVII, en que existiera una opi- nales de ese campo eran científicos, el resultado
nión única generalmente aceptada sobre la na- neto de su actividad era algo que no llegaba a
turaleza de la luz. En lugar de ello, había nu- ser ciencia. Al tener la posibilidad de no dar
merosas escuelas y subescuelas competidoras, la por sentado ningún caudal común de creencias,
mayoría de las cuales aceptaban una u otra va- cada escritor de óptica física se sentía obligado
riante de la teoría epicúrea, aristotélica o plató- a construir su propio campo completamente, des-
nica. Uno de los grupos consideraba que la luz de los cimientos. Al hacerlo así, su elección de
estaba compuesta de partículas que emanan de
observaciones y de experimentos que lo sostu-
cuerpos materiales; para otro, era una modifi-
vieran era relativamente libre, debido a que no
1 The History and Present State of Discoveries Relating existía ningún conjunto ordinario de métodos o
to Vision, Light, and Cotours (Londres, 1772), pp. 385-90, fenómenos que cada escritor sobre la óptica se
de Joseph Priestley.
2
Histoire de la lumière, de Vasco Ronchi, traducción
de Jean Taton (París, 1956), capítulos i-iv.
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sintiera obligado a emplear y explicar. En esas Un grupo temprano de teorías, seguidoras de la


circunstancias, el diálogo de los libros resultantes práctica del siglo XVII, consideraban la
frecuentemente iba dirigido tanto a los miem- atracción y la generación friccional como el
bros de otras escuelas como a la naturaleza. Este fenómeno eléctrico fundamental. Este grupo tenía
patrón no es desconocido, en la actualidad, en tendencia a considerar la repulsión como un
numerosos campos creadores, ni es incompatible efecto secundario debido a alguna clase de rebote
con descubrimientos e inventos importantes. Sin mecánico y, asimismo, a aplazar cuanto fuera
embargo, no es el patrón de desarrollo que ad- posible tanto la discusión como la investigación
quirió la óptica física después de Newton y que, sistemática del recién descubierto efecto de Gray,
hoy en día, reconocen otras ciencias naturales. la conducción eléctrica. Otros "electricistas" (el
La historia de la investigación eléctrica durante término es de ellos mismos) consideraron la
la primera mitad del siglo XVIII proporciona atracción y la repulsión como manifestaciones
un ejemplo más concreto y mejor conocido igualmente elementales de la electricidad y
del modo como se desarrolla una ciencia, antes modificaron en consecuencia sus teorías e
de que cuente con su primer paradigma investigaciones. (En realidad, este grupo es
universalmente aceptado. Durante ese periodo ha- notablemente pequeño: ni siquiera la teoría de
bía casi tantas opiniones sobre la naturaleza de Franklin justificó nunca completamente la
la electricidad como experimentadores importan- repulsión mutua de dos cuerpos cargados
tes, hombres como Hauksbee, Gray, Desaguliers, negativamente). Pero tuvieron tanta dificultad
Du Fay, Nollett, Watson, Franklin y otros. Todos como el primer grupo para explicar
sus numerosos conceptos sobre la electricidad simultáneamente cualesquiera efectos que no fue-
tenían algo en común: se derivaban, parcialmen- ran los más simples de la conducción. Sin em-
te, de una u otra versión de la filosofía mecánico- bargo, esos efectos proporcionaron el punto de
corpuscular que guiaba todas las investigaciones partida para un tercer grupo, que tenía tendencia
científicas de aquellos tiempos. Además, todos a considerar a la electricidad como un "fluido"
eran componentes de teorías científicas reales, que podía circular a través de conductores, en
que en parte habían sido obtenidas, por medio
de experimentos y observaciones, y que determi- rimental Science", Caso 8; Cambridge, Mass., 1954); y
Franklin and Newton: An Inquiry into Speculative New-
naron parcialmente la elección y la interpretación tonian Experimental Science and Franklin's Work in Elec-
de problemas adicionales a los que se enfrenta- tricity as an Example Thereof (Filadelfia, 1956), de I. B.
ban las investigaciones. No obstante, aunque to- Cohén, capítulos VII-XII. Algunos de los detalles analíti-
dos los experimentos eran eléctricos y la mayoría cos del párrafo que sigue en el texto debo agradecérselos
de los experimentadores leían las obras de los a mi alumno John L. Heilbron, puesto que los tomé de un
demás, sus teorías no tenían sino un mero aire trabajo suyo, todavía no publicado. Pendiente de publica-
ción, un informe en cierto modo más extenso y preciso
de familia.3
del surgimiento del paradigma de Franklin va incluido
3 The Development of the Concept of Electric Charge: en la obra de T. S. Kuhn, "The Function of Dogma in
Electricity from the Greeks to Coulomb, de Duane Roller Scientific Research', en A.C. Crombie (red.), "Symposium
y Duane H. D. Roller ("Harvard Case Histories in Expe- on the History of Science, University of Oxford, July 9-15,
1961", que será publicada por Heinemann Educational
Books, Ltd.
40 HACIA LA CIENCIA NORMAL HACIA LA CIENCIA NORMAL 41

lugar de un "efluvio" que emanaba de los no tades encontradas. A falta de un paradigma o de


conductores. Este grupo, a su vez, tenía dificul- algún candidato a paradigma, todos los hechos
tades para reconciliar su teoría con numerosos que pudieran ser pertinentes para el desarrollo
efectos de atracción y repulsión. Sólo por medio de una ciencia dada tienen probabilidades de pa-
de los trabajos de Franklin y de sus seguidores recer igualmenfe importantes. Como resultado de
inmediatos surgió una teoría que podía explicar, ello, la primera reunión de hechos es una activi-
casi con la misma facilidad, casi todos esos efec- dad mucho más fortuita que la que resulta fami-
tos y que, por consiguiente, podía proporcionar liar, después del desarrollo científico subsiguiente.
y proporcionó a una generación subsiguiente de Además, a falta de una razón para buscar algu-
"electricistas" un paradigma común para sus in-
na forma particular de información más recón-
vestigaciones.
dita, la primera reunión de hechos y datos queda
Excluyendo los campos, tales como las mate-
limitada habitualmente al caudal de datos de que
máticas y la astronomía, en los que los primeros
paradigmas firmes datan de la prehistoria, y tam-
se dispone. El instrumental resultante de hechos
bién los que, como la bioquímica, surgieron por contiene los accesibles a la observación y la
la división o la combinación de especialidades ya experimentación casual, junto con algunos de los
maduras, las situaciones mencionadas antes son datos más esotéricos procedentes de artesanías
típicas desde el punto de vista histórico. Aun- establecidas, tales como la medicina, la confección
que ello significa que debo continuar empleando de calendarios y la metalurgia. Debido a que las
la simplificación desafortunada que marca un artesanías son una fuente accesible de hechos
episodio histórico amplio con un nombre único que fortuitamente no podrían descubrirse, la tec-
y en cierto modo escogido arbitrariamente (v.gr., nología ha desempeñado frecuentemente un papel
Newton o Franklin), sugiero que desacuerdos vital en el surgimiento de nuevas ciencias.
fundamentales similares caracterizaron, por ejem- Pero, aunque este tipo de reunión de datos ha
plo, al estudio del movimiento antes de Aristóte- sido esencial para el origen de muchas ciencias
les, de la estática antes de Arquímedes, del calor importantes, cualquiera que examine, por ejem-
antes de Black, de la química antes de Boyle y plo, los escritos enciclopédicos de Plinio o las
Boerhaave y de la geología histórica antes de historias naturales baconianas del siglo XVII, des-
Hutton. En ciertas partes de la biología —por cubrirá que el producto es un marasmo. En
ejemplo, el estudio de la herencia— los primeros cierto modo, uno duda en llamar científica a la
paradigmas umversalmente aceptados son toda- literatura resultante. Las "historias" baconianas
vía más recientes; y queda todavía en pie la sobre el calor, el color, el viento, la minería, etc.,
pregunta de qué partes de las ciencias sociales están llenas de informes, algunos de ellos recón-
han adquirido ya tales paradigmas. La historia
ditos. Pero yuxtaponen hechos que más tarde
muestra que el camino hacia un consenso firme
resultarán reveladores (por ejemplo, el calenta-
de investigación es muy arduo.
Sin embargo, la historia sugiere también cier- miento por mezcla), junto con otros (v.gr., el ca-
tas razones que explican el porqué de las dificul- lor de los montones de estiércol) que durante
cierto tiempo continuarán siendo demasiado com-
plejos como para poder integrarlos en una teoría
42 HACI A LA CIENCI A NORMAL HACIA LA CIENCIA NORMAL 43

bien definida.4 Además, puesto que cualquier des- de una ciencia. No puede interpretarse ninguna
cripción debe ser parcial, la historia natural típica historia natural sin, al menos, cierto caudal im-
con frecuencia omite, de sus informes sumamente plícito de creencias metodológicas y teóricas en-
circunstanciados, precisamente aquellos detalles trelazadas, que permite la selección, la evaluación
que científicos posteriores considerarán como y la crítica. Si este caudal de creencias no se en-
fuentes importantes de informes esclarecedores. cuentra ya implícito en la colección de hechos
Por ejemplo, casi ninguna de las primeras "histo- —en cuyo caso tendremos a mano algo más que
rias" de la electricidad, menciona que las gran- "hechos simples"— deberá ser proporcionado del
exterior, quizá por una metafísica corriente, por
zas, atraídas a una varilla de vidrio frotada, son
otra ciencia o por incidentes personales o histó-
despedidas nuevamente. Ese efecto parecía me-
ricos. Por consiguiente, no es extraño que, en las
cánico, no eléctrico.5 Además, puesto que quien
primeras etapas del desarrollo de cualquier cien-
reúne datos casuales raramente posee el tiempo cia, diferentes hombres, ante la misma gama de
o la preparación para ser crítico, las historias fenómenos —pero, habitualmente, no los mismos
naturales yuxtaponen, a menudo, descripciones fenómenos particulares— los describan y lo in-
como las anteriores con otras como, por ejemplo, terpreten de modos diferentes. Lo que es sor-
el calentamiento por antiperistasis (o por enfria- prendente, y quizá también único en este grado
miento), que en la actualidad nos sentimos abso- en los campos que llamamos ciencia, es que esas
lutamente incapaces de confirmar.6 Sólo de vez divergencias iniciales puedan llegar a desaparecer
en cuando, como en los casos de la estática, la en gran parte alguna vez.
dinámica y la óptica geométrica antiguas, los Pero desaparecen hasta un punto muy consi-
hechos reunidos con tan poca guía de una teo- derable y, aparentemente, de una vez por todas.
ría preestablecida hablan con suficiente claridad Además, su desaparición es causada, habitual-
como para permitir el surgimiento de un primer mente, por el triunfo de una de las escuelas ante-
paradigma. riores al paradigma, que a causa de sus propias
Ésta es la situación que crea las escuelas ca- creencias y preconcepciones características, hace
racterísticas de las primeras etapas del desarrollo hincapié sólo en alguna parte especial del con-
junto demasiado grande e incoado de informes.
4 Compárese el bosquejo de una historia natural del Los electricistas que creyeron que la electricidad
calor en Novum Orgarutm, de Bacon, vol. VIII de The era un fluido y que, por consiguiente, concedie-
Works of Francis Bacon, ed. J. Spedding. R. L. Ellis y
D. D. Heath (Nueva York, 1869), pp. 179-203. ron una importancia especial a la conducción,
5 Roller y Roller, op. cit., pp. 14, 22, 28, 43. Sólo des- proporcionan un ejemplo excelente. Conducidos
pués del trabajo registrado en la última de esas citas por esa creencia, que apenas podía explicar la
obtuvieron los efectos repulsivos el reconocimiento gene- conocida multiplicidad de los efectos de atrac-
ral como inequívocamente eléctricos.
6 Bacon, op. cit., pp. 235, 337, dice: "El agua ligera-
ción y repulsión, varios de ellos tuvieron la idea
mente tibia es más fácil de congelar que la que se en- de embotellar el fluido eléctrico. El fruto inme-
cuentra completamente fría." Para un informe parcial diato de sus esfuerzos fue la botella de Leyden,
de la primera historia de esta extraña observación, véase un artefacto que nunca hubiera podido ser descu-
Marshall Clagett, Giovanni Marliani and Late Medieval
Physics (Nueva York, 1941), capítulo iv.
44 HACIA LA CIENCIA NORMAL HACIA LA CIENCIA NORMAL 45

bierto por un hombre que explorara la naturaleza fenómeno eléctrico y por todos a la vez, el grupo
fortuitamente o al azar, pero que, en efecto, fue unido de electricistas podía ocuparse de fenóme-
descubierto independientemente al menos por dos nos seleccionados de una manera mucho más de-
investigadores, en los primeros años de la dé- tallada, diseñando mucho equipo especial para la
cada de 1740.7 Casi desde el comienzo de sus tarea y empleándolo de manera más tenaz y sis-
investigaciones sobre la electricidad, Franklin se temática de lo que lo habían hecho hasta enton-
interesó particularmente en explicar el extraño ces los electricistas. Tanto la reunión de datos
y, en aquellos tiempos, muy revelador aparato y hechos como la formulación de teorías se con-
especial. El éxito que tuvo al hacerlo proporcionó virtieron en actividades dirigidas. La efectividad
y la eficiencia de la investigación eléctrica au-
el más efectivo de los argumentos para convertir
mentaron consecuentemente, proporcionando evi-
su teoría en un paradigma, aunque éste todavía
dencia al apoyo de una versión societaria del
no podía explicar todos los casos conocidos de
agudo aforismo metodológico de Francis Bacon:
repulsión eléctrica.8 Para ser aceptada como "La verdad surge más fácilmente del error que
paradigma, una teoría debe parecer mejor que de la confusión".10
sus competidoras; pero no necesita explicar y, Examinaremos la naturaleza de esta investiga-
en efecto, nunca lo hace, todos los hechos que se ción dirigida o basada en paradigmas en la sec-
puedan confrontar con ella. ción siguiente; pero antes, debemos hacer notar
Lo que hizo la teoría del fluido eléctrico por brevemente cómo el surgimiento de un paradigma
el subgrupo que la sostenía, lo hizo después el afecta a la estructura del grupo que practica en
paradigma de Franklin por todo el grupo de los ese campo. En el desarrollo de una ciencia na-
electricistas. Sugirió qué experimentos valía la tural, cuando un individuo o grupo produce, por
pena llevar a cabo y cuáles no, porque iban en- primera vez, una síntesis capaz de atraer a la
caminados hacia manifestaciones secundarias o mayoría de los profesionales de la generación
demasiado complejas de la electricidad. Sólo que siguiente, las escuelas más antiguas desaparecen
el paradigma hizo su trabajo de manera mucho gradualmente. Su desaparición se debe, en parte,
más eficaz, en parte debido a que la conclusión
teoría y, durante muchos años, a continuación, los elec-
del debate interescolar puso punto final a la reite- tricistas estuvieron divididos en sus opiniones sobre si la
ración constante de fundamentos y, en parte, de- electricidad era un fluido simple o doble. Pero los deba-
bido a que la confianza de que se encontraban tes sobre ese tema confirman sólo lo que se ha dicho an-
en el buen camino animó a los científicos a em- tes sobre la manera en que una realización umversal-
mente reconocida sirve para unificar a la profesión. Los
prender trabajos más precisos, esotéricos y con-
electricistas, aun cuando a ese respecto continuaron divi-
suntivos.9 Libre de la preocupación por cualquier didos, llegaron rápidamente a la conclusión de que nin-
7 Roller y Roller, op. cit., pp. 51-54. guna prueba experimental podría distinguir las dos versio-
8 El caso más molesto era el de la repulsión mutua nes de la teoría y que por consiguiente eran equivalentes.
de cuerpos cargados negativamente. Véase Cohen, op. cit., Después de eso, ambas escuelas podían explotar y explo-
pp. 491-94, 53-43. taron todos los beneficios proporcionados por la teoría
9 Debe hacerse notar que la aceptación de la teoría de de Franklin (ibid., pp. 543-46, 548-54). 10 Bacon, op. cit.,
Franklin no concluye totalmente el debate. En 1759, Ro- p. 210.
bert Symmer propuso una versión de dos fluidos de la
46 HACI A LA CIENCI A NORMAL HACIA LA CIENCIA NORMAL 47

a la conversión de sus miembros al nuevo para- cos especializados, la fundación de sociedades de


digma. Pero hay siempre hombres que se aferran especialistas y la exigencia de un lugar especial
a alguna de las viejas opiniones y, simplemente, en el conjunto, se han asociado, habitualmente,
se les excluye de la profesión que, a partir de con la primera aceptación por un grupo de un
entonces, pasa por alto sus trabajos. El nuevo paradigma simple. Al menos, ése era el caso entre
paradigma implica una definición nueva y más el momento, hace siglo y medio, en que se desa-
rígida del campo. Quienes no deseen o no sean rrolló por primera vez el patrón institucional de
capaces de ajustar su trabajo a ella deberán conti- la especialización científica y la época muy re-
nuar en aislamiento o unirse a algún otro grupo.11 ciente en que la especialización adquirió un pres-
tigio propio.
Históricamente, a menudo se han limitado a per-
La definición más rígida del grupo científico
manecer en los departamentos de la filosofía de
tiene otras consecuencias. Cuando un científi-
los que han surgido tantas ciencias especiales.
co individual puede dar por sentado un paradig-
Como sugieren esas indicaciones, es a veces sólo ma, no necesita ya, en sus trabajos principales, tra-
la recepción de un paradigma la que transforma tar de reconstruir completamente su campo, desde
a un grupo interesado previamente en el estudio sus principios, y justificar el uso de cada con-
de la naturaleza en una profesión o, al menos, cepto presentado. Esto puede quedar a cargo del
en una disciplina. En las ciencias (aunque no en escritor de libros de texto. Sin embargo, con
campos tales como la medicina, la tecnología y un libro de texto, el investigador creador puede
el derecho, cuya principal razón de ser es una ne- iniciar su investigación donde la abandona el libro
cesidad social externa), la formación de periódi- y así concentrarse exclusivamente en los aspec-
11
La historia de la electricidad proporciona un ejemplo tos más sutiles y esotéricos de los fenómenos na-
excelente, que podría duplicarse a partir de las carreras de turales que interesan a su grupo. Y al hacerlo
Priestley, Kelvin y otros. Franklin señala que Nollet, así, sus comunicados de investigación comenza-
quien, a mitades del siglo, era el más influyente de los rán a cambiar en formas cuya evolución ha sido
electricistas continentales, "vivió lo bástante como para
verse como el último miembro de su secta, con
muy poco estudiada, pero cuyos productos finales
excepción del Señor B.— su alumno y discípulo inmediato" modernos son evidentes para todos y abrumado-
(Max Farrand [ed.], Benjamin Franklin's Memoirs res para muchos. Sus investigaciones no tendrán
[Berkeley, Calif., 1949], pp. 384-86). Sin embargo, es más que ser ya incluidas habitualmente en un libro
interesante la resistencia de escuelas enteras, cada vez dirigido, como Experimentos... sobre electrici-
más aisladas de la ciencia profesional. Tómese en consi-
deración, por ejemplo, el caso de la astrología, que anti- dad, de Franklin, o el Origen de las especies, de
guamente era parte integrante de la astronomía. O pién- Darwin, a cualquiera que pudiera interesarse por
sese en la continuación, a fines del siglo XVIII y princi- el tema principal del campo. En lugar de ello
pios del XIX, de una tradición previamente respetada de se presentarán normalmente como artículos bre-
química "romántica". Ésta es la tradición discutida por
Charles C. Gillispie en "The Encyclopèdie and the Jacobin
ves dirigidos sólo a los colegas profesionales, a
Philosophy of Science: A Study in Ideas and Consequen- los hombres cuyo conocimiento del paradigma
ces", Critical Problems in the History of Science, ed. compartido puede presumirse y que son los únicos
Marshall Clagett (Madison, Wis., 1959), pp. 255-89; y "The capaces de leer los escritos a ellos dirigidos.
Formation of Lamarck's Evolutionary Theory", Archives
internationales d'histoire des sciences, XXXVII (1956), 323-
38.
48 HACIA LA CIENCIA NORMAL HACIA LA CIENCIA NORMAL 49

En la actualidad, en las ciencias, los libros son profesional de sus colegas en otros campos, se
habitualmente textos o reflexiones retrospectivas dedica demasiado poca atención a la relación
sobre algún aspecto de la vida científica. El cien- esencial entre ese abismo y los mecanismos in-
tífico que escribe uno de esos libros tiene ma- trínsecos del progreso científico.
yores probabilidades de que su reputación pro- Desde la Antigüedad prehistórica, un campo de
fesional sea dañada que realzada. Sólo en las estudio tras otro han ido cruzando la línea divi-
primeras etapas del desarrollo de las diversas soria entre lo que un historiador podría llamar
ciencias, anteriores al paradigma, posee el libro su prehistoria como ciencia y su historia propia-
ordinariamente la misma relación con la realiza- mente dicha. Esas transiciones a la madurez ra-
ción profesional que conserva todavía en otros
ramente han sido tan repentinas e inequívocas
campos creativos. Y sólo en los campos que to-
como mi exposición, necesariamente esquemática,
davía conservan el libro, con o sin el artículo,
como vehículo para la comunicación de las in-
pudiera implicar. Pero tampoco han sido histó-
vestigaciones, se encuentran tan ligeramente tra- ricamente graduales, o sea, coextensivas con el
zadas las líneas de la profesionalización que pue- desarrollo total de los campos en cuyo interior
de esperar un profano seguir el progreso, leyendo tuvieron lugar. Los escritores sobre la electrici-
los informes originales de los profesionales. Tanto dad, durante las cuatro primeras décadas del
en la matemática como en la astronomía, ya siglo XVIII, poseían muchos más informes sobre
desde la Antigüedad los informes de investiga- los fenómenos eléctricos que sus predecesores
ciones habían dejado de ser inteligibles para un del siglo XVI. Durante el medio siglo posterior a
auditorio de cultura general. En la dinámica, la 1740, se añadieron a sus listas muy pocos tipos
investigación se hizo similarmente esotérica a nuevos de fenómenos eléctricos. Sin embargo,
fines de la Edad Media y volvió a recuperar su en ciertos aspectos importantes, los escritos de
inteligibilidad, de manera breve, a comienzos del Cavendish, Coulomb y Volta sobre la electrici-
siglo XVII, cuando un nuevo paradigma dad, en el último tercio del siglo XVIII parecen
reemplazó al que había guiado las más separados de los de Gray, Du Fay e, incluso,
investigaciones medievales. Las investigaciones Franklin, que los escritos de los primeros descu-
eléctricas comenzaron a requerir ser traducidas bridores eléctricos del siglo XVIII de aquellos del
para los legos en la materia a fines del siglo siglo XVI.12 En algún momento, entre 1740 y 1780,
XVIII y la mayoría de los campos restantes de 12
Los desarrollos posteriores a Franklin incluyen un
las ciencias físicas dejaron de ser generalmente aumento inmenso de la sensibilidad de los detectores de
accesibles durante el siglo XIX. Durante esos cargas, las primeras técnicas dignas de confianza y difun-
mismos dos siglos, pueden señalarse transiciones didas generalmente para medir la carga, la evolución del
similares en las diversas partes de las ciencias concepto de capacidad y su relación con una noción nue-
vamente refinada de la tensión eléctrica, y la cuantifica-
biológicas; en ciertas partes de las ciencias ción de la fuerza electrostática. Con respecto a todos
sociales pueden estarse registrando en la esos puntos, véase Roller y Roller, op. cit., pp. 66-81; W.
actualidad. Aunque se ha hecho habitual y es C. Walker, "The Detection and Estimation of Electric
seguramente apropiado deplorar el abismo cada Charges in the Eighteenth Contury", Annals of Science,
vez mayor que separa al científico I (1936), 66-100; y Edmund Hoppe, Geschichte der Elek-
trizität (Leipzig, 1884), Primera Parte, capítulos III-IV.
50 HACIA LA CIENCIA NORMAL III. NATURALEZA DE LA CIENCIA NORMAL
pudieron los electricistas, por primera vez, dar ¿CUÁL es pues la naturaleza de la investigación
por sentadas las bases de su campo. A partir de más profesional y esotérica que permite la acep-
ese punto, continuaron hacia problemas más con-
tación por un grupo de un paradigma único? Si
cretos y recónditos e informaron cada vez más
el paradigma representa un trabajo que ha sido
de los resultados obtenidos en sus investigacio-
nes en artículos dirigidos a otros electricistas,
realizado de una vez por todas, ¿qué otros pro-
más que en libros dirigidos al mundo instruido blemas deja para que sean resueltos por el grupo
en general. Como grupo, alcanzaron lo que ha- unido? Estas preguntas parecerán todavía más
bían logrado los astrónomos en la Antigüedad y apremiantes, si hacemos notar ahora un aspecto
los estudiosos del movimiento en la Edad Me- en el que los términos utilizados hasta aquí pue-
dia, los de la óptica física a fines del siglo den conducir a errores. En su uso establecido,
XVII y los de la geología histórica a principios un paradigma es un modelo o patrón aceptado y
del siglo XIX. O sea, habían obtenido un este aspecto de su significado me ha permitido
paradigma capaz de guiar las investigaciones de apropiarme la palabra 'paradigma', a falta de otro
todo el grupo. Excepto con la ventaja de la visión término mejor; pronto veremos claramente que
retrospectiva, es difícil encontrar otro criterio el sentido de 'modelo' y 'patrón', que permiten la
que proclame con tanta claridad a un campo dado apropiación, no es enteramente el usual para defi-
como ciencia, nir 'paradigma'. En la gramática, por ejemplo,
'amo, amas, amat' es un paradigma, debido a
que muestra el patrón o modelo que debe utili-
zarse para conjugar gran número de otros ver-
bos latinos, v.gr.: para producir 'laudo, laudas,
laudat'. En esta aplicación común, el paradigma
funciona, permitiendo la renovación de ejemplos
cada uno de los cuales podría servir para reem-
plazarlo. Por otra parte, en una ciencia, un para-
digma es raramente un objeto para renovación.
En lugar de ello, tal y como una decisión judicial
aceptada en el derecho común, es un objeto para
una mayor articulación y especificación, en con-
diciones nuevas o más rigurosas.
Para comprender cómo puede suceder esto,
debemos reconocer lo muy limitado que puede
ser un paradigma en alcance y precisión en el
momento de su primera aparición. Los paradig-
51
V. PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS 81

PARA DESCUBRIR la relación existente entre reglas, vestigaciones. Cualquiera que haya tratado de
paradigmas y ciencia normal, tómese primera- describir o analizar la evolución de una tradición
mente en consideración cómo aisla el historiador científica dada, habrá buscado, necesariamente,
los lugares particulares de compromiso que aca- principios y reglas aceptados de ese tipo. Como lo
bamos de describir como reglas aceptadas. Una indica la sección anterior, es casi seguro que haya
investigación histórica profunda de una especia- tenido éxito, al menos de manera parcial. Pero, si
lidad dada, en un momento dado, revela un con- su experiencia tiene alguna similitud con la mía,
junto de ilustraciones recurrentes y casi norma- habrá descubierto que la búsqueda de reglas es
lizadas de diversas teorías en sus aplicaciones más difícil y menos satisfactoria que la de para-
conceptuales, instrumentales y de observación. digmas. Algunas de las generalizaciones que uti-
Ésos son los paradigmas de la comunidad reve- lice para describir las creencias compartidas por
lados en sus libros de texto, sus conferencias y la comunidad, no presentarán problemas. Sin em-
sus ejercicios de laboratorio. Estudiándolos y ha- bargo, otras, incluyendo algunas de las utilizadas
ciendo prácticas con ellos es como aprenden su anteriormente como ilustraciones, mostrarán un
profesión los miembros de la comunidad corres- matiz demasiado fuerte. Expresadas de ese modo
pondiente. Por supuesto, el historiador descubri- o de cualquier otra forma que pueda imaginarse,
rá, además, una zona de penumbra ocupada por es casi seguro que hubieran sido rechazadas por
realizaciones cuyo status aún está en duda; pero, algunos miembros del grupo que se esté estu-
habitualmente, el núcleo de técnicas y problemas diando. Sin embargo, para comprender la coheren-
resueltos estará claro. A pesar de las ambigüe- cia de la tradición de investigación en términos
dades ocasionales, los paradigmas de una comu- de las reglas, se necesitarán ciertas especificacio-
nidad científica madura pueden determinarse con nes de base común en el campo correspondiente.
relativa facilidad. Como resultado de ello, la búsqueda de un cuer-
La determinación de los paradigmas compar- po de reglas pertinentes para constituir una tra-
tidos no es, sin embargo, la determinación de dición de investigación normal dada, se convierte
reglas compartidas. Esto exige una segunda eta- en una fuente de frustración continua y profunda.
pa, de un tipo algo diferente. Al emprenderla, el Sin embargo, el reconocimiento de la frustración
historiador deberá comparar los paradigmas de hace posible diagnosticar su origen. Los
la comunidad unos con otros y con sus informes científicos pueden estar de acuerdo en que New-
corrientes de investigación. Al hacerlo así, su ob- ton, Lavoisier, Maxwell o Einstein produjeron
jetivo es descubrir qué elementos aislables, ex- una solución aparentemente permanente para un
plícitos o implícitos, pueden haber abstraído los grupo de problemas extraordinarios y, no obs-
miembros de esa comunidad de sus paradigmas tante, estar en desacuerdo, a veces sin darse cuen-
más globales, y empleado como reglas en sus in- ta plenamente de ello, en lo que respecta a las
80 características abstractas particulares que hacen
que esas soluciones sean permanentes. O sea,
pueden estar de acuerdo en cuanto a su identifi-
cación de un paradigma sin ponerse de acuerdo
82 P RIOR ID A D D E L O S P A R AD I G M AS PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS 83

o, incluso, sin tratar siquiera de producir, una se ha respondido a ella diciendo que debemos
interpretación plena o racionalización de él. La saber, consciente o intuitivamente, qué es una
falta de una interpretación ordinaria o de una silla, una hoja o un juego. O sea, debemos cono-
reducción aceptada a reglas, no impedirá que un cer un conjunto de atributos que todos los juegos
paradigma dirija las investigaciones. La ciencia tengan en común y sólo ellos. Sin embargo, Witt-
normal puede determinarse en parte por medio genstein llegaba a la conclusión de que, dado el
de la inspección directa de los paradigmas, pro- modo en que utilizamos el lenguaje y el tipo de
ceso que frecuentemente resulta más sencillo con mundo al cual se aplica, no es preciso que haya
la ayuda de reglas y suposiciones, pero que no tal conjunto de características. Aunque un exa-
depende de la formulación de éstas. En realidad, men de algunos de los atributos compartidos por
La existencia de un paradigma ni siquiera debe cierto número de juegos, sillas u hojas a menudo
implicar la existencia de algún conjunto completo nos ayuda a aprender cómo emplear el término
de reglas.1 correspondiente, no existe un conjunto de carac-
Inevitablemente, el primer efecto de esos enun- terísticas que sea aplicable simultáneamente a to-
ciados es el de plantear problemas. A falta de dos los miembros de la clase y sólo a ellos. En
un cuerpo pertinente de reglas, ¿qué es lo que cambio, ante una actividad que no haya sido ob-
liga al científico a una tradición particular de la servada previamente, aplicamos el término 'jue-
ciencia normal? ¿Qué puede significar la frase go' debido a que lo que vemos tiene un gran
'inspección directa de paradigmas'? El finado "parecido de familia" con una serie de actividades
Ludwig Wittgenstein dio respuestas parciales a que hemos aprendido a llamar previamente con
esas preguntas, aunque en un contexto muy dife- ese nombre. En resumen, para Wittgenstein, los
rente. Debido a que este contexto es, a la vez, juegos, las sillas y las hojas son familias natura-
más elemental y más familiar, será conveniente les, cada una de las cuales está constituida por
que examinemos primeramente su forma del ar- una red de semejanzas que se superponen y se
gumento. ¿Qué debemos saber, preguntaba Witt- entrecruzan. La existencia de esa red explica su-
genstein, con el fin de aplicar términos como ficientemente el que logremos identificar al ob-
"silla', 'hoja' o 'juego' de manera inequívoca y sin jeto o a la actividad correspondientes. Sólo si las
provocar discusiones?2 familias que nominamos se superponen y se mez-
Esta pregunta es muy antigua y generalmente clan gradualmente unas con otras —o sea, sólo si
no hubiera familias naturales— ello proporciona-
1 Michael Polanyi ha desarrollado brillantemente un ría nuestro éxito en la identificación y la nomi-
tema muy similar, arguyendo que gran parte del éxito
de los científicos depende del "conocimiento tácito", o
nación, una prueba en pro de un conjunto de
sea, del conocimiento adquirido a través de la práctica características comunes, correspondientes a cada
y que no puede expresarse de manera explícita. Véase su uno de los nombres de clases que utilicemos.
obra Personal Knowledge (Chicago, 1958), sobre todo los Algo muy similar puede ser válido para los
capítulos v y vi.
2 Ludwig Wittgenstein, Philosophical Investigations, tipo de mundo que es necesario para sostener el proce-
trad. G. E. M. Anscombe.(Nueva York, 1953), pp. 31-36. dimiento de denominación que subraya. Por consiguien-
Sin embargo, Wittgenstein no dice casi nada sobre el te, parte del punto que sigue no puede atribuírsele.
84 PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS 85

diversos problemas y técnicas de investigación mio, indicando algunas de las razones para creer
que surgen dentro de una única tradición de que los paradigmas funcionan realmente en esa
ciencia normal. Lo que tienen en común no es forma. La primera, que ya hemos examinado de
que satisfagan algún conjunto explícito, o incluso manera bastante detallada, es la gran dificultad
totalmente descubrible, de reglas y suposiciones para descubrir las reglas que han guiado a las
que da a la tradición su carácter y su vigencia tradiciones particulares de la ciencia normal. Esta
para el pensamiento científico. En lugar de ello dificultad es casi la misma que la que encuentra
pueden relacionarse, por semejanza o por emula- el filósofo cuando trata de explicar qué es lo que
ción, con alguna parte del cuerpo científico que tienen en común todos los juegos. La segunda,
la comunidad en cuestión reconozca ya como de la que la primera es realmente un corolario,
una de sus realizaciones establecidas. Los cien- tiene sus raíces en la naturaleza de la educación
tíficos trabajan a partir de modelos adquiridos científica. Como debe ser obvio ya, los científicos
por medio de la educación y de la exposición sub- nunca aprenden conceptos, leyes y teorías en
siguiente a la literatura, con frecuencia sin cono- abstracto y por sí mismos. En cambio, esas he-
cer del todo o necesitar conocer qué característi- rramientas intelectuales las encuentran desde un
cas les han dado a esos modelos su status de pa- principio en una unidad histórica y pedagógica-
radigmas de la comunidad. Por ello, no necesitan mente anterior que las presenta con sus aplica-
un conjunto completo de reglas. La coherencia ciones y a través de ellas. Una nueva teoría se
mostrada por la tradición de la investigación de anuncia siempre junto con aplicaciones a cierto
la que participan, puede no implicar siquiera la rango concreto de fenómenos naturales; sin ellas,
existencia de un cuerpo básico de reglas y supo- ni siquiera podría esperar ser aceptada. Después
siciones que pudiera descubrir una investigación de su aceptación, esas mismas aplicaciones u otras
filosófica o histórica adicional. El hecho de que acompañarán a la teoría en los libros de texto
los científicos no pregunten o discutan habitual- de donde aprenderán su profesión los futuros
mente lo que hace que un problema particular científicos. No se encuentran allí como mero
o una solución sean aceptables, nos inclina a su- adorno, ni siquiera como documentación. Por el
poner que, al menos intuitivamente, conocen la contrario, el proceso de aprendizaje de una teo-
respuesta. Pero puede indicar sólo que no le pa- ría depende del estudio de sus aplicaciones, in-
recen importantes para su investigación ni la pre- cluyendo la práctica en la resolución de proble-
gunta ni Ja respuesta. Los paradigmas pueden ser mas, tanto con un lápiz y un papel como con
anteriores, más inflexibles y completos que cual- instrumentos en el laboratorio. Por ejemplo, si
quier conjunto de reglas para la investigación el estudiante de la dinámica de Newton descubre
que pudiera abstraerse inequívocamente de ellos. alguna vez el significado de términos tales como
Hasta ahora, hemos desarrollado este tema desde 'fuerza', 'masa', 'espacio' y 'tiempo', lo hace me-
un punto de vista totalmente teórico: los para- nos a partir de las definiciones incompletas, aun-
digmas podrían determinar la ciencia normal sin que a veces útiles, de su libro de texto, que por
intervención de reglas descubribles. Trataré ahora medio de la observación y la participación en la
de aumentar tanto su claridad como su apre-
86 PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS 87

aplicación de esos conceptos a la resolución de consiguiente, las reglas deben hacerse importan-
problemas. tes y desaparecer la despreocupación caracterís-
Ese proceso de aprendizaje por medio del es- tica hacia ellas, siempre que se sienta que los
tudio y de la práctica continúa durante todo el paradigmas o modelos son inseguros. Además,
proceso de iniciación profesional. Cuando el es- es eso lo que sucede exactamente. El periodo an-
tudiante progresa de su primer año de estudios terior al paradigma sobre todo, está marcado re-
hasta la tesis de doctorado y más allá, los pro- gularmente por debates frecuentes y profundos
blemas que le son asignados van siendo cada vez, sobre métodos, problemas y normas de soluciones
más complejos y con menos precedentes; pero
aceptables, aun cuando esas discusiones sirven
continúan siguiendo de cerca al modelo de las
más para formar escuelas que para producir acuer-
realizaciones previas, como lo continuarán siguien-
do los problemas que normalmente lo ocupen du-
dos. Ya hemos presentado unos cuantos de esos
rante su subsiguiente carrera científica indepen- debates en la óptica y la electricidad y desem-
diente. Podemos con toda libertad suponer que peñaron un papel todavía más importante en el
en algún momento durante el proceso, el cientí- desarrollo de la química en el siglo XVII y de la
fico intuitivamente ha abstraído reglas del juego geología en el XIX.3 Por otra parte, esos debates
para él mismo, pero no hay muchas razones para no desaparecen de una vez por todas cuando sur-
creer eso. Aunque muchos científicos hablan con ge un paradigma. Aunque casi no existen durante
facilidad y brillantez sobre ciertas hipótesis indi- los periodos de ciencia normal, se presentan regu-
viduales que soportan alguna fracción concreta larmente poco antes de que se produzcan las
de investigación corriente, son poco mejores que revoluciones científicas y en el curso de éstas,
los legos en la materia para caracterizar las bases los periodos en los que los paradigmas primero
establecidas de su campo, sus problemas y sus se ven atacados y más tarde sujetos a cambio.
métodos aceptados. Si han aprendido alguna vez La transición de la mecánica de Newton a la me-
esas abstracciones, lo demuestran principalmente cánica cuántica provocó muchos debates tanto
por medio de su habilidad para llevar a cabo in- sobre la naturaleza como sobre las normas de la
vestigaciones brillantes. Sin embargo, esta habi- física, algunos de los cuales continúan todavía
lidad puede comprenderse sin recurrir a hipotéti- en la actualidad.4 Todavía viven personas que
cas reglas del juego. pueden recordar las discusiones similares engen-
Estas consecuencias de la educación científica
tienen una recíproca que proporciona una ter- 3 Sobre la química, véase: Les doctrines chimiques en
cera razón para suponer que los paradigmas guían France du début du XVIIe á la fin du XVIIIe siècle, de
la investigación tanto como modelos directos H. Metzger (París, 1923), pp. 24-27, 146-149; y Robert
como por medio de reglas abstraídas. La ciencia Boyle and Seventeenth-Century Chemistry, de Mane Boas
normal puede seguir adelante sin reglas sólo en (Cambridge, 1958), capítulo II. Sobre la geología, véase:
"The Uniformitarian-Catastrophist Debate", de Walter F.
tanto la comunidad científica pertinente acepte Cannon, Isis, LI (1960), 38-55; y Génesis and Geology, de
sin discusión las soluciones de los problemas par- C. C.Gillispie (Cambridge, Mass., 1951), caps. IV-V.
ticulares que ya se hayan llevado a cabo. Por 4
Con respecto a las controversias sobre la mecánica
cuántica, véase: La crise de la physique quantique, de
Jean Ullmo (París, 1950), cap. II.
88 PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS 89

dradas por la teoría electromagnética de Maxwell el descubrimiento de un fenómeno nuevo e ines-


y por la mecánica estadística. 5 Y antes aún, la perado puede ser revolucionario. En la sección
asimilación de las mecánicas de Galileo y New- siguiente presentaremos revoluciones selecciona-
ton dio lugar a una serie de debates particular- das de ese tipo y todavía no está muy claro
mente famosa con los aristotélicos, los cartesia- cómo pueden existir. Si la ciencia normal es tan
nos y los leibnizianos sobre las normas legítimas rígida y si las comunidades científicas están tan
de la ciencia.6 Cuando los científicos están en estrechamente unidas como implica la exposición
desacuerdo respecto a si los problemas funda- anterior, ¿cómo es posible que un cambio de pa-
mentales de su campo han sido o no resueltos, la radigma afecte sólo a un pequeño subgrupo? Lo
búsqueda de reglas adquiere una función que que hasta ahora se ha dicho, puede haber pare-
ordinariamente no tiene. Sin embargo, mientras cido implicar que la ciencia normal es una em-
continúan siendo seguros los paradigmas, pue- presa única, monolítica y unificada, que debe sos-
den funcionar sin acuerdo sobre la racionaliza- tenerse o derrumbarse tanto con cualquiera de
ción o sin ninguna tentativa en absoluto de ra- sus paradigmas como con todos ellos juntos. Pero
cionalización. evidentemente, la ciencia raramente o nunca es
Podemos concluir esta sección con una cuarta de ese tipo. Con frecuencia, viendo todos los cam-
razón para conceder a los paradigmas un status pos al mismo tiempo, parece más bien una es-
anterior al de las reglas y de los supuestos com- tructura desvencijada con muy poca coherencia
partidos. En la introducción a este ensayo se entre sus diversas partes. Sin embargo, nada de
sugiere que puede haber revoluciones tanto gran- lo dicho hasta este momento debería entrar en
des como pequeñas, que algunas revoluciones conflicto con esa observación tan familiar. Por
afectan sólo a los miembros de una subespecia- el contrario, sustituyendo los paradigmas por re-
lidad profesional y que, para esos grupos, incluso glas podremos comprender con mayor facilidad
la diversidad de los campos y las especialidades
5 Sobre la mecánica estadística, véase: La théorie physi-
que au sens de Boltzmann et ses prolongements modernes,
científicas. Las reglas explícitas, cuando existen,
de René Rugas (Neuchâtel, 1959), pp. 158-84, 206-19. Sobre son generalmente comunes a un grupo científico
la recepción del trabajo de Maxwell, véase: "Maxwell's muy amplio; pero no puede decirse lo mismo
Influence in Germany", de Max Planck, en James Clerk de los paradigmas. Quienes practican en campos
Maxwell: A Commemoration Volume, 1831-1931 (Cam- muy separados, por ejemplo, la astronomía y la
bridge, 1931), pp. 45-65, sobre todo las pp. 58-63; y The Life of
William Thompson Baron Kelvin of Largs, de Sil-vanus P. botánica taxonómica, se educan a través del es-
Thompson (Londres, 1910), II, 1021-27. tudio de logros muy distintos descritos en libros
6 Como ejemplo de la lucha con los aristotélicos, véase: absolutamente diferentes. Incluso los hombres
"A Documentary History of the Problem of Fall from que se encuentran en el mismo campo o en otros
Kepler to Newton", de A. Koyré, Transactions of the
American Philosophical Society, XLV (1955), 329-95. Con
campos estrechamente relacionados y que co-
respecto a los debates con los cartesianos y los leibnizia- mienzan estudiando muchos de los mismos libros
nos, véase: L'iniroduction des théories de Newton en y de los mismos logros pueden, en el curso de su
France au XVIIIe siècle, de Pierre Brunet (París, 1931); y especialización profesional, adquirir paradigmas
From the Closed World to the Infinite Universe, de A. muy diferentes.
Koyré (Baltimore, 1957), cap. XI.
90 PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS PRIORIDAD DE LOS PARADIGMAS 91

Examinemos, para dar un solo ejemplo, la co- tendrá que extenderse necesariamente a todas las
munidad amplia y diversa que constituyen todos demás.
los científicos físicos. A cada uno de los miem- Una breve ilustración del efecto de la especia-
bros de ese grupo se le enseñan en la actualidad lización podría dar a toda esta serie de puntos
las leyes de, por ejemplo, la mecánica cuántica, una fuerza adicional. Un investigador que espe-
y la mayoría de ellos emplean esas leyes en algún raba aprender algo sobre lo que creían los cien-
momento de sus investigaciones o su enseñanza. tíficos qué era la teoría atómica, les preguntó a
Pero no todos ellos aprenden las mismas aplica- un físico distinguido y a un químico eminente
ciones de esas leyes y, por consiguiente, no son si un átomo simple de helio era o no una molécu-
afectados de la misma forma por los cambios de la. Ambos respondieron sin vacilaciones, pero sus
la mecánica cuántica, en la práctica. En el curso respuestas no fueron idénticas. Para el químico,
de la especialización profesional, sólo unos cuan- el átomo de helio era una molécula, puesto que
tos científicos físicos se encuentran con los prin- se comportaba como tal con respecto a la teoría
cipios básicos de la mecánica cuántica. Otros cinética de los gases. Por la otra parte, para el
estudian detalladamente las aplicaciones del pa- físico, el átomo de helio no era una molécula,
radigma de esos principios a la química, otros ya que no desplegaba un espectro molecular. 7
más a la física de los sólidos, etc. Lo que la Puede suponerse que ambos hombres estaban ha-
mecánica cuántica signifique para cada uno de blando de la misma partícula; pero se la repre-
ellos dependerá de los cursos que haya seguido, sentaban a través de la preparación y la práctica
los libros de texto que haya leído y los periódicos de investigación que les era propia. Su expe-
que estudie. De ello se desprende que, aun cuan- riencia en la resolución de problemas les decía
do un cambio de la ley de la mecánica cuántica lo que debía ser una molécula. Indudablemente,
sería revolucionario para todos esos grupos, un sus experiencias habían tenido mucho en común;
cambio que solo se refleja en alguna de las apli- pero, en este caso, no les indicaban exactamente
caciones del paradigma de la mecánica cuántica lo mismo a los dos especialistas. Conforme avan-
sólo debe resultar revolucionario para los miem- cemos en el estudio de este tema, iremos descu-
bros de una subespecialidad profesional deter- briendo cuántas consecuencias pueden ocasional-
minada. Para el resto de la profesión y para quie- mente tener las diferencias de paradigma de
nes practican otras ciencias físicas, ese cambio este tipo.
no necesitará ser revolucionario en absoluto. En
resumen, aunque la mecánica cuántica (o la di-
námica de Newton o la teoría electromagnética)
es un paradigma para muchos grupos científicos,
no es el mismo paradigma para todos ellos; pue- 7 El investigador era James K. Senior, con quien es-
de, por consiguiente, determinar simultáneamente toy en deuda por un informe verbal. Algunos puntos
relacionados son estudiados en su obra: "The Vernacular
varias tradiciones de ciencia normal que, sin ser of the Laboratory", Philosophy of Science, XXV (1958),
coextensivas, coinciden. Una revolución produ- 163-68.
cida en el interior de una de esas tradiciones no
VI. LA ANOMALÍA Y LA EMERGENCIA DE LOS EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 93
DESCUBRIMIENTOS CIENTÍFICOS
ción, primero, los descubrimientos o novedades
LA CIENCIA normal, la actividad para la resolución fácticas, y luego los inventos o novedades teóri-
de enigmas que acabamos de examinar, es una cas. Sin embargo, muy pronto veremos que esta
empresa altamente acumulativa que ha tenido un distinción entre descubrimiento e invento o entre
éxito eminente en su objetivo, la extensión conti- facto y teoría resulta excesivamente artificial. Su
nua del alcance y la precisión de los conocimien- artificialidad es un indicio importante para va-
tos científicos. En todos esos aspectos, se ajusta rias de las tesis principales de este ensayo. Al exa-
con gran precisión a la imagen más usual del tra- minar en el resto de esta sección descubrimientos
bajo científico. Sin embargo, falta un producto seleccionados, descubriremos rápidamente que no
ordinario de la empresa científica. La ciencia son sucesos aislados, sino episodios extensos, con
normal no tiende hacia novedades fácticas o teó- una estructura que reaparece regularmente. El
ricas y, cuando tiene éxito, no descubre ninguna. descubrimiento comienza con la percepción de la
Sin embargo, la investigación científica descubre anomalía; o sea, con el reconocimiento de que
repetidamente fenómenos nuevos e inesperados en cierto modo la naturaleza ha violado las ex-
y los científicos han inventado, de manera conti- pectativas, inducidas por el paradigma, que rigen
nua, teorías radicalmente nuevas. La historia su- a la ciencia normal. A continuación, se produce
giere incluso que la empresa científica ha desa- una exploración más o menos prolongada de la
rrollado una técnica cuyo poder es único para zona de la anomalía. Y sólo concluye cuando
producir sorpresas de este tipo. Para reconciliar la teoría del paradigma ha sido ajustada de tal
esta característica de la ciencia con todo lo que modo que lo anormal se haya convertido en lo
hemos dicho ya, la investigación bajo un para- esperado. La asimilación de un hecho de tipo
digma debe ser particularmente efectiva, como nuevo exige un ajuste más que aditivo de la teo-
método, para producir cambios de dicho paradig- ría y en tanto no se ha llevado a cabo ese ajuste
ma. Esto es lo que hacen las novedades funda- —hasta que la ciencia aprende a ver a la natura-
mentales fácticas y teóricas. Producidas de ma- leza de una manera diferente—, el nuevo hecho
nera inadvertida por un juego llevado a cabo bajo no es completamente científico.
un conjunto de reglas, su asimilación requiere la Para ver cuán estrechamente entrelazadas se en-
elaboración de otro conjunto. Después de conver- cuentran las novedades fácticas y las teóricas en
tirse en partes de la ciencia, la empresa, al menos un descubrimiento científico, examinemos un
la de los especialistas en cuyo campo particular ejemplo particularmente famoso: el descubrimien-
caen las novedades, no vuelve a ser nunca la to del oxígeno. Al menos tres hombres diferentes
misma. tienen la pretensión legítima de atribuírselo y
Debemos preguntarnos ahora cómo tienen lugar varios otros químicos, durante los primeros años
los cambios de este tipo, tomando en considera- de la década de 1770, deben haber tenido aire
enriquecido en un recipiente de laboratorio, sin
92
saberlo. 1 El progreso de la ciencia normal, en este
1
Sobre la discusión del descubrimiento del oxígeno,
94 E ME RG EN CI A D E DE S C UBR I MI ENT O S EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 95

caso de la química neumática, preparó el camino obtenido mediante el calentamiento del óxido rojo
para un avance sensacional, de manera muy com- de mercurio era "el aire mismo, entero, sin alte-
pleta. El primero de los que se atribuyen el ración [excepto que]... sale más puro, más res-
descubrimiento, que preparó una muestra relati- pirable".3 Hacia 1777, probablemente con la ayuda
vamente pura del gas, fue el farmacéutico sueco de una segunda indicación de Priestley, Lavoisier
C. W. Secheele. Sin embargo, podemos pasar por llegó a la conclusión de que el gas constituía una
alto su trabajo, debido a que no fue publicado especie bien definida, que era uno de los dos prin-
sino hasta que el descubrimiento del oxígeno ha- cipales componentes de la atmósfera, conclusión
bía sido ya anunciado repetidamente en otras
que Priestley no fue capaz de aceptar nunca.
partes y, por consiguiente, no tuvo efecto en el
Este patrón de descubrimiento plantea una pre-
patrón histórico que más nos interesa en este
caso. 2 El segundo en el tiempo que se atribuyó gunta que puede hacerse con respecto a todos y
el descubrimiento, fue el científico y clérigo bri- cada uno de los nuevos fenómenos que han lle-
tánico Joseph Priestley, quien recogió el gas libe- gado alguna vez a conocimiento de los científicos.
rado por óxido rojo de mercurio calentado, como ¿Fue Priestley o Lavoisier, si fue uno de ellos, el
un concepto en una investigación normal prolon- primero que descubrió el oxígeno? En cualquier
gada de los "aires" liberados por un gran número caso, ¿cuándo fue descubierto el oxígeno? La pre-
de substancias sólidas. En 1774, identificó el gas gunta podría hacerse en esta forma, incluso si no
así producido como óxido nitroso y, en 1775, con hubiera existido nunca más que un solo científico
la ayuda de otros experimentos, como aire común que se atribuyera el descubrimiento. Como regla
con una cantidad menor que la usual de flogisto. sobre la prioridad y la fecha, no nos interesa en
El tercer descubridor, Lavoisier, inició el trabajo absoluto la respuesta. No obstante, un intento
que lo condujo hasta el oxígeno después de los para encontrar una, serviría para esclarecer la
experimentos de Priestley de 1774 y posiblemente naturaleza del descubrimiento, debido a que no
como resultado de una indicación de Priestley. A existe ninguna respuesta del tipo buscado. El des-
comienzos de 1775, Lavoisier señaló que el gas cubrimiento no es el tipo de proceso sobre el que
que todavía es clásica, véase: The Eighteenth-Century se hace la pregunta de manera apropiada. El he-
Revolution in Science. The First Phase, de A. N. Meldrum cho de que se plantee —la prioridad por el oxí-
(Calcuta, 1930), cap. v. Una revisión reciente, indispensa- geno ha sido cuestionada repetidamente desde
ble, que incluye un informe de la controversia sobre la los años de la década de 1780— es un síntoma
prioridad, es: Lavoisier, théoricien et expérimentateur,
de Maurice Daumas (París, 1955), caps. II-III. Para obte- de algo desviado en la imagen de una ciencia, que
ner un informe más completo y bibliografía, véase tam- concede al descubrimiento un papel tan funda-
bién "The Historical Structure of Scientific Discovery", mental. Veamos una vez más nuestro ejemplo. La
de T. S. Kuhn, Science, CXXXVI (1° de junio de 1962), 760-
64. pretensión de Priestley de que había descubierto
2 No obstante, véase: "A Lost Letter from Secheele to
Lavoisier", de Uno Bocklund, Lychnos, 1957-58, pp. 39-62 3 B. Conant, The Overthrow of the Phlogiston Theory:
para estudiar una evaluación diferente del papel desem- The Chemical Revolution of 1775-1789 ("Harvard Case
peñado por Scheele. Histories in Experimental Science", Caso 2; Cambridge,
Mass., 1950), p. 23. Este folleto, muy útil, reproduce mu-
chos de los documentos importantes.
96 EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 97

el oxígeno, se basaba en su prioridad en el aisla- el descubrimiento del oxígeno. Aunque sea indu-
miento de un gas que fue más tarde reconocido dablemente correcta, la frase "El oxígeno fue des-
como un elemento definido. Pero la muestra de cubierto", induce a error, debido a que sugiere
Priestley no era pura y, si el tener en las manos que el descubrir algo es un acto único y simple,
oxígeno impuro es descubrirlo, lo habrían hecho asimilable a nuestro concepto habitual de la vi-
todos los que embotellaron aire atmosférico. Ade- sión (y tan discutible como él). Por eso supone-
más, si el descubridor fue Priestley, ¿cuándo tuvo mos con tanta facilidad que el descubrir, como
lugar el descubrimiento? En 1774 pensó que había el ver o el tocar, debe ser atribuible de manera
obtenido óxido nitroso, una especie que conocía
inequívoca a un individuo y a un momento dado
ya; en 1775 vio el gas como aire deflogistizado,
en el tiempo. Pero la última atribución es siem-
que todavía no es oxígeno o que incluso es, para
pre imposible y la primera lo es con frecuencia.
los químicos flogísticos, un tipo de gas absoluta-
mente inesperado. La pretensión de Lavoisier Ignorando a Scheele, podemos decir con seguri-
puede ser más contundente; pero presenta los dad que el oxígeno no fue descubierto antes de
mismos problemas. Si rehusamos la palma a 1774 y podríamos decir también, probablemente,
Priestley, no podemos tampoco concedérsela a La- que fue descubierto aproximadamente en 1777 o
voisier por el trabajo de 1775 que lo condujo a muy poco tiempo después de esta fecha. Pero
identificar el gas como "el aire mismo, entero". dentro de estos límites o de otros similares, cual-
Podemos esperar al trabajo de 1776 y 1777, que quier intento para ponerle fecha al descubrimiento
condujo a Lavoisier a ver no sólo el gas sino debe ser, de manera inevitable, arbitrario, ya que
también qué era. Sin embargo, aun esta conce- el descubrimiento de un tipo nuevo de fenómeno
sión podría discutirse, pues en 1777 y hasta el es necesariamente un suceso complejo, que
final de su vida Lavoisier insistió en que el oxí- involucra el reconocimiento, tanto de que algo
geno era un "principio de acidez" atómico y que existe como de qué es. Nótese, por ejemplo, que
el gas oxígeno se formaba sólo cuando ese "prin- si el oxígeno fuera para nosotros aire deflogisti-
cipio" se unía con calórico, la materia del calor. 4 zado insistiríamos sin vacilaciones en que Priestley
Por consiguiente, ¿podemos decir que el oxígeno lo descubrió, aun cuando de todos modos no sa-
no había sido descubierto todavía en 1777? Algu- bríamos exactamente cuándo. Pero si tanto la
nos pueden sentirse tentados a hacerlo. Pero el observación y la conceptualización, como el hecho
principio de acidez no fue eliminado de la quí- y la asimilación a la teoría, están enlazadas inse-
mica hasta después de 1810 y el calórico hasta parablemente en un descubrimiento, éste, enton-
los años de la década de 1860. El oxígeno se había
ces, es un proceso y debe tomar tiempo. Sólo
convertido en una sustancia química ordinaria an-
cuando todas las categorías conceptuales perti-
tes de cualquiera de esas fechas.
nentes están preparadas de antemano, en cuyo
Está claro que necesitamos conceptos y un nue-
vo vocabulario para analizar sucesos tales como caso el fenómeno no será de un tipo nuevo, po-
drá descubrirse sin esfuerzo qué existe y qué es,
4 H. Metzger, La philosophie de la matière chez Lavoi- al mismo tiempo y en un instante.
sier (París, 1935); y Daumas, op. cit., cap. VII.
Concedamos ahora que el descubrimiento invo-
lucra un proceso extenso, aunque no necesaria-
98 EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 99

mente prolongado, de asimilación conceptual. ¿Po- al primer sentimiento de Lavoisier de que algo
dríamos decir también que incluye un cambio en faltaba. Le comunicó algo que ya estaba prepa-
el paradigma? A esta pregunta no podemos darle rado para descubrir: la naturaleza de la sustan-
todavía una respuesta general; pero, al menos en cia que la combustión sustrae de la atmósfera.
este caso preciso, la respuesta deberá ser afirma- Esta comprensión previa de las dificultades debe
tiva. Lo que anunció Lavoisier en sus escritos, a ser una parte importante de lo que permitió ver
partir de 1777, no fue tanto el descubrimiento a Lavoisier en experimentos tales como los de
del oxígeno, como la teoría de la combustión del Priestley, un gas que éste había sido incapaz
oxígeno. Esta teoría fue la piedra angular para de ver por sí mismo. Recíprocamente, el hecho de
una reformulación tan amplia de la química que, que fuera necesaria la revisión de un paradigma
habitualmente, se la conoce como la revolución importante para ver lo que vio Lavoisier debe ser
química. En realidad, si el descubrimiento del la razón principal por la cual Priestley, hacia el
oxígeno no hubiera sido una parte íntimamente final de su larga vida, no fue capaz de verlo.
relacionada con el surgimiento de un nuevo para- Dos otros ejemplos mucho más breves refor-
digma para la química, la cuestión de la prio- zarán mucho lo que acabamos de decir y, al mis-
ridad, de la que partimos, no hubiera parecido mo tiempo, nos conducirán de la elucidación de
nunca tan importante. En este caso como en otros, la naturaleza de los descubrimientos hacia la com-
el valor atribuido a un nuevo fenómeno y, por prensión de las circunstancias en las que surgen
consiguiente, a su descubridor, varía de acuerdo en la ciencia. En un esfuerzo por representar los
con nuestro cálculo de la amplitud con la que modos principales en que pueden surgir los des-
dicho fenómeno rompía las previsiones inducidas cubrimientos, escogimos estos ejemplos de tal
por el paradigma. Sin embargo, puesto que será modo que sean diferentes tanto uno del otro como
importante más adelante, nótese que el descubri- ambos respecto del descubrimiento del oxígeno.
miento del oxígeno no fue por sí mismo la causa El primero, el de los rayos X, es un caso clásico
del cambio en la teoría química. Mucho antes de de descubrimiento por medio de un accidente, un
que desempeñara un papel en el descubrimiento tipo de descubrimiento que tiene lugar con ma-
del nuevo gas, Lavoisier estaba convencido, tan- yor frecuencia de lo que nos permiten compren-
to de que había algo que no encajaba en la teoría der las normas impersonales de la información
del flogisto como de que los cuerpos en combus- científica. Su historia comienza el día en que el
tión absorbían alguna parte de la atmósfera. Eso físico Roentgen interrumpió una investigación
lo había registrado ya en una nota sellada que normal sobre los rayos catódicos debido a que
depositó en la Secretaría de la Academia Fran- había notado qué una pantalla de platino-cianu-
cesa, en 1772. 5 Lo que logró el trabajo con el ro de bario, a cierta distancia de su aparato pro-
oxígeno fue dar forma y estructura adicionales tegido, resplandecía cuando se estaba produciendo
la descarga. Investigaciones posteriores —requi-
5 El informe más serio sobre el origen del descontento
de Lavoisier es el de Henry Guerlac, Lavoisier. The Crucial
rieron siete agitadas semanas durante las que
Year: The Background and Origin of His First Experi- Roentgen raramente salió de su laboratorio—
ments on Combustión in 1772 (Ithaca, N. Y., 1961). indicaron que la causa del resplandor procedía
100 EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 101

en línea recta del tubo de rayos catódicos, que Podemos ver casi con la misma claridad que no
las sombras emitidas por la radiación no podían podernos desplazar el momento del descubrimien-
ser desviadas por medio de un imán y muchas to a un punto determinado durante la última se-
otras cosas. Antes de anunciar su descubrimiento, mana de investigación, ya que en ese tiempo,
Roentgen se convenció de que su efecto no se Roentgen estaba explorando las propiedades de
debía a los rayos catódicos sino a un agente que, la nueva radiación que ya había descubierto. Sólo
por lo menos, tenía cierta similitud con la luz.6 podemos decir que los rayos X surgieron en Würz-
Incluso un tan breve resumen revela semejan- burg entre el 8 de noviembre y el 28 de diciembre
zas sorprendentes con el descubrimiento del oxí- de 1895.
Sin embargo, en una tercera zona, la existen-
geno : antes de experimentar con el óxido rojo de
cia de paralelismos importantes entre los descu-
mercurio, Lavoisier había realizado experimentos
brimientos del oxígeno y de los rayos X es mucho
que no produjeron los resultados previstos se-
menos evidente. A diferencia del descubrimiento
gún el paradigma flogista; el descubrimiento de del oxígeno, el de los rayos X no estuvo impli-
Roentgen se inició con el reconocimiento de que cado, al menos durante una década posterior al
su pantalla brillaba cuando no debería hacerlo. suceso, en ningún trastorno evidente de la teoría
En ambos casos, la percepción de la anomalía científica. Entonces, ¿en qué sentido puede decir-
—o sea, un fenómeno para el que el investigador se que la asimilación de ese descubrimiento haya
no estaba preparado por su paradigma— desem- hecho necesario un cambio del paradigma? Los
peñó un papel esencial en la preparación del argumentos para negar un cambio semejante son
camino para la percepción de la novedad. Pero, muy poderosos. Desde luego, los paradigmas acep-
también en estos dos casos, la percepción de que tados por Roentgen y sus contemporáneos no
algo andaba mal fue sólo el preludio del descubri- hubieran podido utilizarse para predecir los ra-
miento. Ni el oxígeno ni los rayos X surgieron yos X. (La teoría electromagnética de Maxwell no
sin un proceso ulterior de experimentación y asi- había sido aceptada todavía en todas partes y
milación. Por ejemplo, ¿en qué momento de la la teoría particular de los rayos catódicos era sólo
investigación de Roentgen pudiéramos decir que una de varias especulaciones corrientes). Pero
los rayos X fueron realmente descubiertos? En tampoco prohibían esos paradigmas, al menos
todo caso, no fue al principio, cuando todo lo en un sentido obvio, la existencia de los rayos X,
que el investigador había notado era una panta- del modo como la teoría del flogisto había pro-
lla que resplandecía. Por lo menos otro investi- hibido la interpretación dada por Lavoisier al gas
gador había visto ya ese resplandor y, con la pena de Priestley. Por el contrario, en 1895 la teoría
científica aceptada y la práctica admitían una se-
consiguiente, no había logrado descubrir nada.7
rie de formas de radiación —visible, infrarroja y
6
L. W. Taylor, Physics, the Pioneer Science (Boston, ultravioleta. ¿Por qué no habrían podido ser
1941), pp. 790-94; y T. W. Chalmers, Historic Researches ximación. Advertido por placas fotográficas inexplicable-
(Londres, 1949), pp. 218-19. mente veladas, Sir William Crookes estaba también en el
7 E. T. Whittaker, A History of the Theories of Aether camino del descubrimiento.
and Electricity, I (2a ed.; Londres, 1951), 358, nota 1. Sir
George Thompson me ha informado de otra segunda apro-
102 EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 103

aceptados los rayos X como una forma más de anteriores no habían reconocido ni controlado una
una categoría bien conocida de fenómenos natu- variable importante. En realidad, los rayos X
rales? ¿Por qué no fueron recibidos de la misma abrieron un nuevo campo y, en esa forma, con-
forma que, por ejemplo, el descubrimiento de un tribuyeron al caudal potencial de la ciencia nor-
elemento químico adicional? En la época de Roent- mal. Pero, asimismo, y éste es ahora el punto
gen, se estaban buscando y encontrando todavía más importante, cambiaron campos que ya exis-
nuevos elementos para llenar los vacíos de la tían. En el proceso, negaron a tipos de instrumen-
tabla periódica. Su búsqueda era un proyecto tación previamente paradigmáticos el derecho a
ordinario de la ciencia normal y el éxito sólo era ese título.
motivo de felicitaciones, no de sorpresa. En resumen, de manera consciente o no, la de-
Sin embargo, los rayos X fueron recibidos no cisión de emplear determinado aparato y de usarlo
sólo con sorpresa sino con conmoción. Al princi- de un modo particular, lleva consigo una
pio, Lord Kelvin los declaró una burla muy elabo- suposición de que sólo se presentarán ciertos
rada. 8 Otros, aunque no podían poner en duda tipos de circunstancias. Hay expectativas tanto
la evidencia, fueron sacudidos por el descubri- instrumentales como teóricas, y con frecuencia
miento. Aunque la teoría establecida no prohibía han desempeñado un papel decisivo en el desarro-
la existencia de los rayos X, éstos violaban expec- llo científico. Una de esas expectativas es, por
tativas profundamente arraigadas. Esas expecta- ejemplo, parte de la historia del tardío descubri-
tivas, creo yo, se encontraban implícitas en el miento del oxígeno. Utilizando una prueba ordi-
diseño y la interpretación de los procedimientos naria para "la bondad del aire", tanto Priestley
de laboratorio establecidos. Hacia 1890, el equi- como Lavoisier mezclaron dos volúmenes de su
po de rayos catódicos era empleado ampliamente gas con un volumen de óxido nítrico, sacudieron
en numerosos laboratorios europeos. Si el aparato la mezcla sobre agua y midieron el volumen del
de Roentgen produjo rayos X, entonces otros nu- residuo gaseoso. La experiencia previa de la que
merosos experimentadores debieron estar produ- había surgido ese procedimiento ordinario les
ciendo esos mismos rayos, durante cierto tiempo, aseguró que, con aire atmosférico, el residuo se-
sin saberlo. Quizá esos rayos, que pudieran tener ría un volumen y que para cualquier otro gas
también otras fuentes desconocidas, estaban im- (o para el aire contaminado) sería mayor. En los
plícitos en un comportamiento previamente ex- experimentos sobre el oxígeno, ambos descubrie-
plicado sin referencia a ellos. Por lo menos, varios ron un residuo cercano a un volumen e identifi-
tipos de aparatos que durante mucho tiempo fue- caron el gas en consecuencia. Sólo mucho más
ron familiares, en el futuro tendrían que ser pro- tarde y, en parte, a causa de un accidente, renun-
tegidos con plomo. Los trabajos previamente ció Priestley al procedimiento ordinario y trató
concluidos sobre proyectos normales tendrían que de mezclar óxido nítrico con su gas en otras pro-
hacerse nuevamente, debido a que los científicos porciones. Descubrió entonces que con un volu-
men cuádruple de óxido nítrico casi no quedaba
8 Silvanus P. Thompson, The Life of Sir William Thom- residuo en absoluto. Su fidelidad al procedimiento
son Baron Kelvin of Largs (Londres, 1910), II, 1125. original de la prueba —procedimiento sancio-
104 E ME RGE N CI A D E DE S CUBRI MIE N TOS EMERGENCIA DE DESCUBRI MIENTOS 105

nado por muchos experimentos previos— había instrumentales resultan engañosos? Esto daría
sido, simultáneamente, una aceptación de la no como resultado un método inconcebible de inves-
existencia de gases que pudieran comportarse tigación. Los procedimientos y las aplicaciones
como lo hizo el oxígeno.9 paradigmáticas son tan necesarios a la ciencia
Podrían multiplicarse las ilustraciones de este como las leyes y las teorías paradigmáticas y tie-
tipo haciendo referencia, por ejemplo, a la iden- nen los mismos efectos. Inevitablemente, restrin-
tificación tardía de la fisión del uranio. Una de gen el campo fenomenológico accesible a la inves-
las razones por las que esa reacción nuclear re- tigación científica en cualquier momento dado.
sultó tan difícil de reconocer fue la de que los Al reconocer esto, podemos ver simultáneamente
hombres que sabían qué podía esperarse del un sentido esencial en el que un descubrimiento
bombardeo del uranio, escogieron pruebas quími- como el de los rayos X hace necesario un cambio
cas encaminadas principalmente al descubrimiento del paradigma —y, por consiguiente, un cam-
de elementos situados, en el extremo superior de bio tanto de los procedimientos como de las
la tabla periódica. 10 ¿Debemos llegar a la con- expectativas— para una fracción especial de la
clusión de que la ciencia debería abandonar las comunidad científica. Como resultado, de ello,
pruebas ordinarias y los instrumentos normaliza- podemos comprender también cómo el descubri-
dos, por la frecuencia con que esos compromisos miento de los rayos X pudo parecer que abría un
mundo nuevo y extraño a muchos científicos y
9 Conant, op. cit., pp. 18-20. por tanto pudo participar de manera tan efec-
10 K. K. Darrow, "Nuclear Fission", Bell System Tech-
tiva en la crisis que condujo a la física del
nical Journal, XIX (1940), 267-89. El criptón, uno de los dos
productos principales de la fisión, no parece haber sido siglo XX.
identificado por medios químicos sino después de que se Nuestro último ejemplo de descubrimientos
comprendió bien la reacción. El bario, el otro producto, científicos, el de la botella de Leyden, pertenece
casi fue identificado químicamente en una etapa final de a una clase que pudiera describirse como indu-
la investigación debido a que ese elemento tuvo que aña-
dirse a la solución radiactiva para precipitar el elemento cida por la teoría. Inicialmente, ese término pue-
pesado que buscaban los químicos nucleares. El fracaso de parecer paradójico. Gran parte de lo que
para separar ese bario añadido del producto radiactivo hemos dicho hasta ahora sugiere que los descu-
condujo, finalmente, después de investigar repetidamente brimientos predichos por la teoría son partes de
la reacción durante casi cinco años, al siguiente informe:
"Como químicos, esta investigación debería conducirnos...
la ciencia normal y no dan como resultado nin-
a cambiar todos los nombres del esquema [de reacción] gún tipo nuevo de hecho. Por ejemplo, me he
precedente y a escribir Ba, La, Ce en lugar de Ra, Ac, Th. referido previamente a los descubrimientos de
Pero, como 'químicos nucleares' con una relación estrecha nuevos elementos químicos durante la segunda
con la física, no podemos decidirnos a ello, ya que con- mitad del siglo XIX como procedentes de la cien-
tradiría todas las experiencias previas de la física nuclear.
Puede ser que una serie de accidentes extraños haga que cia normal, en esa forma. Pero no todas las
nuestros resultados no respondan a lo esperado" (Otto teorías pertenecen a paradigmas. Tanto durante
Hahn y Fritz Strassman, "Über den Nachweis und das los periodos anteriores a los paradigmas como
Verhalten der bei der Bestrahlung des Urans mittels Neu- durante las crisis que conducen a cambios en
tronen entstehended Erdalkalimetalle", Die Naturwissen-
schalten, XXVII (1939), 15).
gran escala en los paradigmas, los científicos
106 EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 107

acostumbran desarrollar muchas teorías especu- sultados sólo debido a que los investigadores
lativas e inarticuladas, que pudieran señalar el sostenían la redoma en las manos mientras per-
camino hacia los descubrimientos. Sin embargo, manecían en pie en el suelo. Los electricistas
con frecuencia el descubrimiento que se produ- tenían que aprender todavía que la redoma nece-
ce, no corresponde absolutamente al anticipado sitaba una capa conductora tanto interior como
por las hipótesis especulativas y de tanteo. Sólo exterior y que el fluido no se almacena realmente
cuando el experimento y la teoría de tanteo se en la redoma. El artefacto que llamamos botella
articulan de tal modo que coincidan, surge el de Leyden surgió en algún momento, en el curso
descubrimiento y la teoría se convierte en pa- de las investigaciones que demostraron a los
radigma. electricistas lo anterior y que les hicieron descu-
El descubrimiento de la botella de Leyden brir varios otros efectos anómalos. Además, los
muestra todas esas características, así como tam- experimentos que condujeron a su descubrimien-
bién las que hemos visto antes. Cuando se ini- to, muchos de ellos llevados a cabo por Franklin,
ció, no había un paradigma único para la inves- fueron también los que hicieron necesaria la re-
tigación eléctrica. En lugar de ello, competían visión drástica de la teoría del fluido y, de ese
una serie de teorías, todas ellas derivadas de fe- modo, proporcionaron el primer paradigma com-
nómenos relativamente accesibles. Ninguna de pleto para la electricidad. 11
ellas lograba ordenar muy bien toda la varie- Hasta un punto mayor o menor (correspon-
dad de fenómenos eléctricos. Este fracaso es la diendo a la continuidad que va de resultados im-
fuente de varias de las anomalías que proporcio- previstos al resultado previsto), las características
naron la base para el descubrimiento de la bote- comunes a los tres ejemplos antes citados, son
lla de Leyden. Una de las escuelas competidoras también comunes a todos los descubrimientos
de electricistas consideró a la electricidad un de los que surgen nuevos tipos de fenómenos.
fluido y ese concepto condujo a una serie de cien- Esas características incluyen: la percepción pre-
tíficos a intentar embotellar dicho fluido, soste- via de la anomalía, la aparición gradual y simul-
niendo en las manos una redoma de cristal llena tánea del reconocimiento tanto conceptual como
de agua y tocando ésta con un conductor sus- de observación y el cambio consiguiente de las
pendido de un generador electrostático activo. categorías y los procedimientos del paradigma,
Al retirar la redoma de la máquina y tocar el acompañados a menudo por resistencia. Hay in-
agua (o un conductor conectado a ella) con cluso pruebas de que esas mismas características
la mano libre, cada uno de esos investigadores están incluidas en la naturaleza del proceso mis-
experimentaba un fuerte choque. Sin embargo, mo de percepción. En un experimento psicoló-
esos primeros experimentos no proporcionaron a
esos investigadores la botella de Leyden. Este 11 Para ver varias etapas de la evolución de la botella de
instrumento surgió más lentamente y, también Leyden, véase: Franklin and Newton: An Inquiry into
Speculative Newtonian Experimental Science and Fran-
en este caso, es imposible decir cuándo se com- klin's Work in Electricity as an Example Thereof, de I. B.
pletó el descubrimiento. Los primeros intentos Cohen (Filadelfia, 1956, pp. 385-86, 400-406, 452-67, 506-7). La
de almacenar fluido eléctrico tuvieron buenos re- ú ltima etapa es descrita por Whittaker, op. cit., pp. 50-52.
108 EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 109

gico, que merece ser conocido mucho mejor fuera tiene un reborde rojo. Un aumento posterior de
de la profesión, Bruner y Postman pidieron a la exposición daba como resultado más dudas y
sujetos experimentales que identificaran, en ex- confusión, hasta que, finalmente, y a veces de ma-
posiciones breves y controladas, una serie de car- nera muy repentina, la mayoría de los sujetos
tas de la baraja. Muchas de las cartas eran nor- llevaban a cabo la identificación correcta sin va-
males, pero algunas habían sido hechas anómalas; cilaciones. Además, después de hacerlo así con
por ejemplo: un seis de espadas rojo y un cuatro dos o tres de las cartas anómalas, no tenían ya
de corazones negro. Cada etapa experimental es- grandes dificultades con las siguientes. Sin em-
taba constituida por la muestra de una carta bargo, unos cuantos sujetos no fueron capaces en
única a un sujeto único, en una serie gradual- ningún momento de llevar a cabo el ajuste nece-
mente aumentada de exposiciones. Después de sario de sus categorías. Incluso a cuarenta veces
cada exposición, se le preguntaba al sujeto qué la exposición media necesaria para reconocer las
había visto y se concluía el ciclo con dos identi- cartas normales con exactitud, más del 10 por
ficaciones sucesivas correctas. 12 ciento de las cartas anómalas no fueron identifi-
Incluso en las exposiciones más breves, mu- cadas correctamente. Y los sujetos que fallaron
chos sujetos identificaron la mayoría de las car- en esas condiciones mostraron, con frecuencia, un
tas y, después de un pequeño aumento, todos los gran desaliento personal. Uno de ellos exclamó:
sujetos las identificaron todas. Para las cartas "No puedo hacer la distinción, sea la que fuere.
normales, esas identificaciones eran habitualmen- Ni siquiera me pareció ser una carta en esta
te correctas; pero las cartas anormales fueron ocasión; no sé de qué color era ni si se trataba
identificadas casi siempre, sin asombro o vacila- de una pica o de un corazón. Ya ni siquiera es-
ción aparentes, como normales. El cuatro negro toy seguro de cómo son las picas. ¡Dios mío!"13
de corazones, por ejemplo, podía ser identificado En la sección siguiente, veremos a veces a cien-
como un cuatro, ya sea de picas o de corazones. tíficos que también se comportan en esa forma.
Sin ninguna sensación del trastorno, se lo ajus- Ya sea como metáfora o porque refleja la natu-
taba inmediatamente a una de las categorías con- raleza de la mente, este experimento psicológico
ceptuales preparadas por las experiencias previas. proporciona un esquema maravillosamente sim-
Ni siquiera podría decirse que los sujetos habían ple y convincente para el proceso del descubri-
visto algo diferente de lo que identificaron. Con miento científico. En la ciencia, como en el
un mayor aumento del tiempo de exposición de experimento con las cartas de la baraja, la nove-
las cartas anómalas, ciertos sujetos comenzaron dad surge sólo dificultosamente, manifestada por
a dudar y a dar muestras de que se daban cuenta la resistencia, contra el fondo que proporciona
de la existencia de una anomalía. Por ejemplo, lo esperado. Inicialmente, sólo lo previsto y lo
antes el seis de picas rojo, algunos dirían: Es el habitual se experimenta, incluso en circunstancias
seis de picas; pero tiene algo extraño, lo negro 13
Idem, p. 218. Mi colega Postman me dijo que, aun-
12 J. S. Bruner y Leo Postman, "On the Perception of que conocía de antemano todo sobre el aparato y la pre-
Incongruity: A Paradigm", Journal of Personality, XVIII sentación, se sintió, no obstante, muy incómodo al mirar
(1949), 206-23. las cartas anómalas.
110 EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS EMERGENCIA DE DESCUBRIMIENTOS 111

en las que más adelante podrá observarse la ano- como no podrían lograrse de ninguna otra forma.
malía. Sin embargo, un mayor conocimiento da Además, esa minuciosidad y esa precisión de la
como resultado la percepción de algo raro o re- coincidencia tienen un valor que trasciende su
laciona el efecto con algo que se haya salido interés intrínseco no siempre muy elevado. Sin
antes de lo usual. Esta percepción de la anoma- el aparato especial que se construye principal-
lía abre un periodo en que se ajustan las cate- mente para funciones previstas, los resultados
gorías conceptuales, hasta que lo que era inicial- que conducen eventualmente a la novedad no
mente anómalo se haya convertido en lo previsto. podrían obtenerse. E incluso cuando existe el
En ese momento, se habrá completado el descu- aparato, la novedad ordinariamente sólo es apa-
brimiento. He insistido ya en que ese proceso u rente para el hombre que, conociendo con preci-
otro muy similar se encuentra involucrado en sión lo que puede esperar, está en condiciones
el surgimiento de todas las novedades científi- de reconocer que algo anómalo ha tenido lugar.
cas fundamentales. Ahora señalaré cómo, recono- La anomalía sólo resalta contra el fondo propor-
ciendo el proceso, podemos comenzar por fin a cionado por el paradigma. Cuanto más preciso
comprender por qué la ciencia normal, una acti- sea un paradigma y mayor sea su alcance, tanto
vidad no dirigida hacia las novedades y que al más sensible será como indicador de la anoma-
principio tiende a suprimirlas, puede, no obs- lía y, por consiguiente, de una ocasión para el
tante, ser tan efectiva para hacer que surjan. cambio del paradigma. En la forma normal del
En el desarrollo de cualquier ciencia, habitual- descubrimiento, incluso la resistencia al cambio
mente se cree que el primer paradigma aceptado tiene una utilidad que exploraremos más detalla-
explica muy bien la mayor parte de las observa- damente en la sección siguiente. Asegurando que
ciones y experimentos a que pueden con facilidad no será fácil derrumbar el paradigma, la resis-
tener acceso todos los que practican dicha ciencia. tencia garantiza que los científicos no serán dis-
Por consiguiente, un desarrollo ulterior exige, traídos con ligereza y que las anomalías que con-
normalmente, la construcción de un equipo com- ducen al cambio del paradigma penetrarán hasta
plejo, el desarrollo de un vocabulario esotérico el fondo de los conocimientos existentes. El he-
y de habilidades, y un refinamiento de los con- cho mismo de que, tan a menudo, una novedad
ceptos que se parecen cada vez menos a sus científica importante surja simultáneamente de
prototipos usuales determinados por el sentido varios laboratorios es un índice tanto de la pode-
común. Por una parte, esta profesionalización rosa naturaleza tradicional de la ciencia normal
conduce a una inmensa limitación de la visión como de lo completamente que esta actividad
de los científicos y a una resistencia considerable tradicional prepara el camino para su propio
al cambio del paradigma. La ciencia se hace así cambio.
cada vez más rígida. Por otra parte, en los cam-
pos hacia los que el paradigma dirige la atención
del grupo, la ciencia normal conduce a una in-
formación tan detallada y a una precisión tal en
la coincidencia de la teoría y de la observación
X. LAS REVOLUCIONES COMO CAMBIOS CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 177
DEL CONCEPTO DEL MUNDO
desde arriba, ve ahora su interior desde abajo.
EXAMINANDO el registro de la investigación pa- Las transformaciones como ésas, aunque habi-
sada, desde la atalaya de la historiografía contem- tualmente más graduales y casi siempre irrever-
poránea, el historiador de la ciencia puede sen- sibles, son acompañantes comunes de la prepa-
tirse tentado a proclamar que cuando cambian los ración de los científicos. Al mirar el contorno
paradigmas, el mundo mismo cambia con ellos. de un mapa, el estudiante ve líneas sobre un pa-
Guiados por un nuevo paradigma, los científicos pel, mientras que el cartógrafo ve una fotografía
adoptan nuevos instrumentos y buscan en luga- de un terreno. Al examinar una fotografía de
res nuevos. Lo que es todavía más importante, cámara de burbujas, el estudiante ve líneas inte-
durante las revoluciones los científicos ven cosas rrumpidas que se confunden, mientras que el fí-
nuevas y diferentes al mirar con instrumentos co- sico un registro de sucesos subnucleares que le
nocidos y en lugares en los que ya habían buscado son familiares. Sólo después de cierto número
antes. Es algo así como si la comunidad profe- de esas transformaciones de la visión, el estu-
sional fuera transportada repentinamente a otro diante se convierte en habitante del mundo de
planeta, donde los objetos familiares se ven bajo los científicos, ve lo que ven los científicos y
una luz diferente y, además, se les unen otros responde en la misma forma que ellos. Sin em-
objetos desconocidos. Por supuesto, no sucede bargo, el mundo al que entonces penetra el estu-
nada de eso: no hay transplantación geográfica; diante no queda fijo de una vez por todas, por
fuera del laboratorio, la vida cotidiana continúa una parte, por la naturaleza del medio ambiente
como antes. Sin embargo, los cambios de para- y de la ciencia, por la otra. Más bien, es
digmas hacen que los científicos vean el mundo conjuntamente determinado por el medio ambien-
de investigación, que les es propio, de manera te y por la tradición particular de la ciencia
diferente. En la medida en que su único acceso normal que el estudiante se ha preparado a se-
para ese mundo se lleva a cabo a través de lo guir. Por consiguiente, en tiempos de revolución,
que ven y hacen, podemos desear decir que, des- cuando la tradición científica normal cambia, la
pués de una revolución, los científicos respon- percepción que el científico tiene de su medio
den a un mundo diferente. ambiente debe ser reeducada, en algunas situacio-
Las demostraciones conocidas de un cambio en nes en las que se ha familiarizado, debe aprender
la forma (Gestalt) visual resultan muy sugestivas a ver una forma (Gestalt) nueva. Después de que
como prototipos elementales para esas trans- lo haga, el mundo de sus investigaciones pare-
formaciones del mundo científico. Lo que antes cerá, en algunos aspectos, incomparable con el
de la revolución eran patos en el mundo del que habitaba antes. Ésa es otra de las razones
científico, se convierte en conejos después. El por las que las escuelas guiadas por paradigmas
hombre que veía antes el exterior de la caja diferentes se encuentran siempre, ligeramente, en
pugna involuntaria.
176 Por supuesto, en su forma más usual, los expe-
rimentos de forma (Gestalt) ilustran sólo la na-
turaleza de las transformaciones perceptuales.
178 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 179

No nos indican nada sobre el papel desempeñado embargo, una vez que la experiencia les propor-
por los paradigmas o el de las experiencias pre- cionó las categorías complementarias necesarias,
viamente asimiladas en el proceso de percepción. fueron capaces de ver todas las cartas anómalas
Pero sobre ese punto existe un caudal impor- durante una primera inspección suficientemente
tante de literatura psicológica, gran parte de la larga como para permitir cualquier identifica-
cual procede de los trabajos pioneros del Hano- ción. Otros experimentos han demostrado que el
ver Institute. Un sujeto experimental que se pone tamaño, el color, etc., percibidos en objetos ex-
anteojos ajustados con lentes inversos verá ini- perimentalmente exhibidos, varían también de
cialmente todo el mundo cabeza abajo. Al prin- acuerdo con la preparación y el adiestramiento
cipio este cuadro de percepción funciona como previos de los sujetos. 2 Al examinar la rica lite-
si hubiera sido preparado para que funcionara a ratura experimental de que hemos extraído esos
falta de lentes y el resultado es una gran des- ejemplos, podemos llegar, a sospechar que es ne
orientación y una crisis personal aguda. Pero cesario algo similar a un paradigma como requi-
después de que el sujeto ha comenzado a apren- sito previo para la percepción misma. Lo que ve
der a conducirse en su nuevo mundo, todo su un hombre depende tanto de lo que mira como
campo visual se transforma, habitualmente des- de lo que su experiencia visual y conceptual pre-
pués de un periodo intermedio en el que la visión via lo ha preparado a ver. En ausencia de esa
resulta simplemente confusa. Después, los obje- preparación sólo puede haber, en opinión de
tos pueden nuevamente verse como antes de uti- William James, "una confusión floreciente y zum-
lizar los lentes. La asimilación de un campo de bante" ("a bloomin' buzzin' confusión").
visión previamente anómalo ha reaccionado so- En los últimos años, varios de los eruditos in-
bre el campo mismo, haciéndolo cambiar. 1 Tanto teresados en la historia de la ciencia han consi-
literal como metafóricamente, el hombre acos- derado los tipos de experimentos descritos antes
tumbrado a los lentes inversos habrá sufrido una como muy sugestivos. En particular, N. R. Han-
transformación revolucionaria de la visión. son ha utilizado demostraciones de forma (Ges-
Los sujetos del experimento de las cartas anó- talt) para elaborar algunas de las mismas con-
malas de la baraja, que vimos en la sección VI, secuencias de las creencias científicas que me
sufrieron una transformación muy similar. Hasta ocupan en este ensayo.3 Otros colegas han hecho
que aprendieron, por medio de una prolongada notar repetidamente que la historia/de la ciencia
exposición, que el Universo contenía cartas anó- tendría un sentido más claro y coherente si se
malas, vieron sólo los tipos de cartas para los que
experiencias previas los habían preparado. Sin 2 Para ejemplos, véase "The Influence of Suggestion
on the Relationship between Stimulus Size and Perceived
Distance", de Albert H. Hastrof. Journal of Psychology,
1 Los experimentos originales fueron llevados a cabo, XXIX (1950). 195-217; y "Expectations and the Perception
por George M. Stratton, "Vision without Inversion of the of Color", de Jerome S. Bruner, Leo Postman y John
Retinal Image", Psychological Review, IV (1897), 341-60, Rodrigues, American Journal of Psychology, LXIV (1951),
463-81. Una revisión más al día es proporcionada por 216-27.
Harvey A. Carr, en An Introduction to Space Perception 3 N. R. Hanson. Patterns of Discovery (Cambridge,
(Nueva York, 1935), pp. 18-57. 1958), cap. I.
180 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 181

pudiera suponer que los científicos experimen- un cinco de corazones negro. En esos dos casos,
tan, a veces, cambios de percepción como los que como en todos los experimentos psicológicos si-
acabamos de describir. Sin embargo, aun cuan- milares, la efectividad de la demostración depen-
do los experimentos psicológicos son sugestivos, de de si se analiza de ese modo o no. A menos
no pueden ser más que eso, dada la naturaleza que exista un patrón externo con respecto al que
del caso. Muestran características de percepción pueda demostrarse un cambio de visión, no po-
que podrían ser cruciales para el desarrollo cien- drá sacarse ninguna conclusión sobre posibili-
tífico; pero no demuestran que la observación dades alternativas de percepción.
cuidadosa y controlada de los científicos investi- Sin embargo, sin observación científica la si-
gadores comparta en absoluto esas características. tuación es exactamente la inversa. El científico
Además, la naturaleza misma de esos experimen- no puede tener ningún recurso por encima o más
tos hace que resulte imposible cualquier demos- allá de lo que ve con sus ojos y sus instrumen-
tración directa de ese punto. Para que el ejemplo tos. Si hubiera alguna autoridad más elevada,
histórico pueda hacer que esos experimentos psi- recurriendo a la cual pudiera demostrarse que
cológicos parezcan ser importantes, deberemos su visión había cambiado, esa autoridad se con-
anotar primeramente los tipos de pruebas que vertiría ella misma en la fuente de ese dato y el
podemos esperar que nos proporcione la historia comportamiento de su visión podría convertirse
y los que no podremos encontrar en ella. en fuente de problemas (como lo es para el psi-
El sujeto de una demostración de forma (Ges- cólogo la del sujeto experimental). Se presenta-
talt) sabe que su percepción ha cambiado debido rían los mismos tipos de problemas si el cientí-
a que puede cambiarla en ambos sentidos repeti- fico avanzara y retrocediera como el sujeto de
damente, mientras sostiene el mismo libro o la los experimentos de forma (Gestalt). El periodo
misma hoja de papel en la mano. Dándose cuenta durante el que la luz era "a veces una onda y a
de que no hay nada en su medio ambiente que veces una partícula" fue un periodo de crisis
haya cambiado, dirige cada vez más su atención —un periodo en que algo iba mal— y concluyó
no a la figura (pato o conejo) sino a las líneas sólo con el desarrollo de la mecánica ondulatoria
del papel que está observando. Finalmente, pue- y la comprensión de que la luz era una entidad
de aprender incluso a ver esas líneas, sin ver consistente en sí misma y diferente tanto de las
ninguna de las figuras y puede decir (lo que no ondas como de las partículas. Por consiguiente,
hubiera podido decir legítimamente antes) que en las ciencias, si los cambios perceptuales acom-
lo que ve realmente son esas líneas; pero que, pañan a los de paradigma, no podremos esperar
alternativamente, las ve como un pato y como un que los científicos atestigüen directamente sobre
conejo. Por el mismo motivo, el sujeto del expe- esos cambios. Al mirar a la Luna, el convertido
rimento de cartas anómalas sabe (o, más exacta- a la teoría de Copérnico no dice: "Antes veía un
mente, puede ser persuadido de) que su percep- planeta; pero ahora veo un satélite". Esta frase
ción debe haber cambiado porque una autoridad implicaría un sentido en el que el sistema de
externa, el experimentador, le asegura que, a pe- Tolomeo hubiera sido correcto alguna vez. En
sar de lo que haya visto, estuvo mirando siempre cambio, alguien que se haya convertido a la nue-
182 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 183

va astronomía dice: "Antes creía que la Luna era como consecuencia, Herschel anunció que había
un planeta (o la veía como tal); pero estaba visto un nuevo corneta. Sólo al cabo de varios
equivocado". Este tipo de enunciado vuelve a meses, después de varias tentativas infructuosas
presentarse en el periodo inmediatamente poste- para ajustar el movimiento observado a una ór-
rior a las revoluciones científicas. Si oculta ordi- bita de cometa, Lexell sugirió que la órbita era
nariamente un cambio de visión científica o al- probablemente planetaria.4 Cuando se aceptó esa
guna otra transformación mental que tenga el sugestión, hubo varias estrellas menos y un pla-
mismo efecto, no podremos esperar un testimo- neta más en el mundo de los astrónomos profe-
nio directo sobre ese cambio. Más bien, debere- sionales. Un cuerpo celeste que había sido obser-
mos buscar evidencia indirecta y de comporta- vado varias veces, durante casi un siglo, era visto
miento de que el científico que dispone de un
diferentemente a partir de 1781 debido a que,
nuevo paradigma ve de manera diferente a como
como una de las cartas anómalas, no podía ajus-
lo hacía antes.
tarse ya a las categorías perceptuales (estrella
Regresemos ahora a los datos y pregúntemenos
qué tipos de transformaciones del mundo cien- o cometa) proporcionadas por el paradigma que
tífico puede descubrir el historiador que crea había prevalecido antes.
en esos cambios. El descubrimiento de Urano El cambio de visión que permitió a los astró-
por Sir William Herschel proporciona un primer nomos ver a Urano como planeta no parece, no
ejemplo que es muy similar al experimento de obstante, haber afectado sólo la percepción de
las cartas anómalas. Al menos en diecisiete oca- ese objeto previamente observado. Sus conse-
siones diferentes, entre 1690 y 1781, una serie de cuencias fueron mucho más lejos. Probablemente,
astrónomos, incluyendo a varios de los observa- aunque las pruebas son engañosas, el cambio
dores más eminentes de Europa, vieron una estre- menor de paradigma que produjo Herschel con-
lla en posiciones que suponemos actualmente que tribuyó a preparar a los astrónomos para el des
debía ocupar entonces Urano. Uno de los mejo- cubrimiento rápido, después de 1801, de nume-
res observadores de dicho grupo vio realmente la rosos planetas menores o asteroides. A causa de
estrella durante cuatro noches sucesivas, en 1769, su tamaño pequeño, los asteroides no mostraban
sin notar el movimiento que podía haber suge- el aumento anómalo que había alertado a Her-
rido otra identificación. Herschel, cuando obser- schel. Sin embargo, los astrónomos preparados
vó por primera vez el mismo objeto, doce años para ver planetas adicionales fueron capaces, con
más tarde, lo hizo con un telescopio perfeccio- instrumentos ordinarios, de identificar veinte de
nado, de su propia fabricación. Como resultado ellos durante los primeros cincuenta años del si-
de ello, pudo notar un tamaño aparente del disco glo XIX.5 La historia de la astronomía propor-
que era, cuando menos, muy poco usual para las
estrellas. Había en ello algo raro y, por consi- 4
Peter Doig, A Concise History of Astronomy (Lon
guiente, aplazó la identificación hasta llevar a dres, 1950), pp. 115-16.
5
cabo un examen más detenido. Ese examen mostró Rudolph Wolf, Geschichte der Astronomic (Munich.
el movimiento de Urano entre las estrellas y, 1877), pp. 513-15. 683-93. Nótese, principalmente, lo difícil
que hace el informe de Wolf el explicar esos descubri
mientos como consecuencias de la ley de Bode.
184 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 185

ciona muchos otros ejemplos de cambios induci- tronomía, debido a que los informes sobre las
dos por los paradigmas en la percepción científica, observaciones celestes se hacen, frecuentemente,
algunos de ellos incluso menos equívocos. Por en un vocabulario que consiste relativamente en
ejemplo, ¿es concebible que fuera un accidente términos puramente observacionales. Sólo en esos
el que los astrónomos occidentales vieran por informes podemos esperar hallar algo semejante
primera vez cambios en el firmamento, que antes a un paralelismo pleno entre las observaciones
había sido considerado como inmutable, durante de los científicos y las de los sujetos experimen-
el medio siglo que siguió a la primera proposi- tales de los psicólogos. Pero no es necesario in-
ción del paradigma de Copérnico? Los chinos, sistir en un paralelismo tan completo y podremos
cuyas creencias cosmológicas no excluían el cam- obtener mucho si flexibilizamos nuestro patrón.
bio celeste, habían registrado en fecha muy ante- Si nos contentamos con el uso cotidiano del ver-
rior la aparición de muchas estrellas nuevas en bo 'ver', podremos rápidamente reconocer que
el firmamento. Asimismo, incluso sin ayuda de ya hemos encontrado muchos otros ejemplos de
telescopios, los chinos habían registrado sistemá- los cambios en la percepción científica que acom-
ticamente la aparición de manchas solares, siglos pañan al cambio de paradigma. El uso extendido
antes de que fueran observadas por Galileo y de 'percepción' y de 'ver' requerirá pronto una
sus contemporáneos. 6 Tampoco fueron las man- defensa explícita; pero, primeramente, ilustraré
chas solares y una nueva estrella los únicos ejem- su aplicación en la práctica.
plos de cambios celestes que surgieron en el Volvamos a ver, durante un momento, dos de
firmamento de los astrónomos occidentales, in- nuestros ejemplos anteriores, sacados de la his-
mediatamente después de Copérnico. Utilizando toria de la electricidad. Durante el siglo XVII,
instrumentos tradicionales, algunos tan simples cuando sus investigaciones eran guiadas por al-
como un pedazo de hilo, los astrónomos de fines guna de las teorías de los efluvios, los electricistas
del siglo XVI descubrieron repetidamente que los vieron repetidamente limaduras o granzas que re-
cometas se desplazan libremente por el espacio botaban o caían de los cuerpos eléctricos que las
reservado previamente a los planetas y a las habían atraído. Al menos, eso es lo que los obser-
estrellas fijas. 7 La facilidad y la rapidez mismas vadores del siglo XVII decían que veían y no tene-
con que los astrónomos vieron cosas nuevas al mos más motivos para poner en duda sus infor-
observar objetos antiguos con instrumentos an- mes de percepción que los nuestros. Colocados
tiguos puede hacernos desear decir que, después ante los mismos aparatos, los observadores mo-
de Copérnico, los astrónomos vivieron en un dernos verían una repulsión electrostática (más
mundo diferente. En todo caso, sus investigacio- que un rebote mecánico o gravitacional), pero
nes dieron resultados como si ése fuera el caso. históricamente, con una excepción pasada por
Seleccionamos los ejemplos anteriores de la as- alto universalmente, la repulsión electrostática no
6
fue vista como tal hasta que el aparato en gran
Joseph Needham, Science and Civilization in China, III escala de Hauksbee aumentó mucho sus efectos.
(Cambridge, 1959), 423-29, 434-36.
7 T. S. Kuhn, The Copernican Revolution (Cambridge, Sin embargo, la repulsión, después de la electri-
Mass., 1957), pp. 206-9. ficación de contacto, fue sólo uno de los muchos
186 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 187

efectos de repulsión que vio Hauksbee. A través tuvo que modificar también su visión de otras
de sus investigaciones, ]a repulsión repentina- muchas substancias más conocidas. Por ejemplo,
mente se convirtió, más bien, como en un cambio vio un mineral compuesto donde Priestley y sus
de forma (Gestalt), en la manifestación fundamen- contemporáneos habían visto una tierra elemen-
tal de la electrificación y, entonces, fue preciso tal y había, además, otros varios cambios. Cuando
explicar la atracción. 8 Los fenómenos eléctricos menos, como resultado de su descubrimiento del
visibles a comienzos del siglo XVIII fueron más oxígeno, Lavoisier vio a la naturaleza de manera
sutiles y variados que los vistos por los observa- diferente. Y a falta de algún recurso a esa natu-
dores del siglo XVII. O también, después de la raleza fija e hipotética que "veía diferentemente",
asimilación del paradigma de Franklin, el electri- el principio de economía nos exigirá decir que,
cista que miraba una botella de Leyden vio algo después de descubrir el oxígeno, Lavoisier tra-
diferente de lo que había visto antes. El instru- bajó en un mundo diferente.
mento se había convertido en un condensador, Me preguntaré en breve si existe la posibilidad
que no necesitaba ni la forma de botella ni ser de evitar esa extraña frase; pero, antes, necesita-
de cristal. En lugar de ello, los dos recubrimien- mos un ejemplo más de su uso, derivado de una
tos conductores —uno de los cuales no había for- de las partes mejor conocidas del trabajo de Ga-
mado parte del instrumento original— se hicieron lileo. Desde la Antigüedad más remota, la mayo-
prominentes. Como atestiguan tanto las exposi- ría de las personas han visto algún objeto pesado
ciones escritas como las representaciones pictó- balanceándose al extremo de una cuerda o cade-
ricas, de manera gradual dos placas metálicas, na, hasta que finalmente queda en reposo. Para
con un cuerpo no conductor entre ellas, se había los aristotélicos, que creían que un cuerpo pesado
convertido en el prototipo de la clase. 9 Simultá- se desplazaba por su propia naturaleza de una
neamente, otros efectos de inducción recibieron posición superior a una más baja hasta llegar a
nuevas descripciones y otros más fueron notados un estado de reposo natural, el cuerpo que se
por primera vez. balanceaba simplemente estaba cayendo con di-
Los cambios de este tipo no son exclusivos de ficultad. Sujeto a la cadena, sólo podía quedar
la astronomía y la electricidad. Ya hemos hecho en reposo en su posición más baja, después de un
notar algunas de las transformaciones similares movimiento tortuoso y de un tiempo considerable.
de la visión que pueden sacarse de la historia de Galileo, por otra parte, al observar el cuerpo que
la química. Como dijimos, Lavoisier vio oxígeno se balanceaba, vio un péndulo, un cuerpo que casi
donde Priestley había visto aire deflogistizado y lograba repetir el mismo movimiento, una y otra
donde otros no habían visto nada en absoluto. vez, hasta el infinito. Y después de ver esto,
Sin embargo, al aprender a ver oxígeno, Lavoisier Galileo observó también otras propiedades del
péndulo y construyó muchas de las partes más
8 Duane Roller y Duane H. D. Roller, The Develop- importantes y originales de su nueva dinámica,
ment of the Concept of Electric Charge (Cambridge, Mass.,
1954), pp. 21-29.
de acuerdo con esas propiedades. Por ejemplo, de
9 Véase la discusión, en la Sección VII, y la literatura las propiedades del péndulo, Galileo dedujo sus
indicada en esa sección en la nota número 9. únicos argumentos completos y exactos para la
188 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 189

independencia del peso y del índice de caída, así Buridan describe el movimiento de una cuerda
como también para la relación entre el peso ver- que vibra como aquel en el que el ímpetu es
tical y la velocidad final de los movimientos des- implantado primeramente cuando se golpea la
cendentes sobre un plano inclinado.10 Todos esos cuerda; ese ímpetu se consume al desplazarse
fenómenos naturales los vio diferentemente de la cuerda en contra de la resistencia ofrecida por
como habían sido vistos antes. su tensión; a continuación, la tensión lleva a la
¿Por qué tuvo lugar ese cambio de visión? Por cuerda hacia atrás, implantando un ímpetu cre-
supuesto, gracias al genio individual de Galileo. ciente hasta alcanzar el punto medio del movi-
Pero nótese que el genio no se manifiesta en este miento; después de ello, el ímpetu desplaza a
caso como observación más exacta u objetiva del la cuerda en sentido contrario, otra vez contra la
cuerpo oscilante. De manera descriptiva, la per- tensión de la cuerda, y así sucesivamente en un
cepción aristotélica tiene la misma exactitud. proceso simétrico que puede continuar indefini-
Cuando Galileo informó que el periodo del pén- damente. Más avanzado el siglo, Oresme bosquejó
dulo era independiente de la amplitud, para am- un análisis similar de la piedra que se balancea,
plitudes de hasta 90°, su imagen del péndulo lo en lo que ahora, aparece como la primera discu-
llevó a ver en él una regularidad mucho mayor sión sobre un péndulo. 12 De manera clara, su
que la que podemos descubrir en la actualidad en opinión se encuentra muy cerca de la que tuvo
dicho péndulo. 11 Más bien, lo que parece haber Galileo cuando abordó por primera vez el estudio
estado involucrado es la explotación por el ge- del péndulo. Al menos, en el caso de Oresme y
nio de las posibilidades perceptuales disponibles, casi seguro que también en el de Galileo, fue una
debido a un cambio del paradigma medieval. visión hecha posible por la transición del para-
Galileo no había recibido una instrucción total- digma aristotélico original al paradigma escolás-
mente aristotélica. Por el contrario, había sido pre- tico del ímpetu para el movimiento. Hasta que
parado para analizar los movimientos, de acuerdo se inventó ese paradigma escolástico no hubo
con la teoría del ímpetu, un paradigma del final péndulo, sino solamente piedras oscilantes, para
de la Edad Media, que sostenía que el movimiento que pudiera verlas el científico. Los péndulos co-
continuo de un cuerpo pesado se debía a un menzaron a existir gracias a algo muy similar al
poder interno, implantado en él por el impulsor cambio de forma (Gestalt) provocado por un pa-
que inició su movimiento. Jean Buridan y Nicole radigma.
Oresme, los escolásticos del siglo XIV que lleva- Sin embargo, ¿necesitamos realmente describir
ron la teoría del ímpetu a sus formulaciones más lo que separa a Galileo de Aristóteles o a Lavoi-
perfectas, son los primeros hombres de quienes sier de Priestley como una transformación de la
se sabe que vieron en los movimientos de oscila- visión? ¿Vieron realmente esos hombres cosas di-
ción una parte de lo que vio en ellos Galileo. ferentes al mirar los mismos tipos de objetos?
¿Hay algún sentido legítimo en el que podamos
10 Galileo Galilei, Dialogues Concerning Two New decir que realizaban sus investigaciones en mun-
Sciences, trad. H. Crew y A. de Salvio (Evanston, III,
1946), pp. 80-81, 162-66. 12 M. Clagett, The Science of Mechanics in the Middle
11 Ibid., pp. 91-94, 244. Ages (Madison, Wis., 1959), pp. 537-38, 570.
190 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 191

dos diferentes? No es posible continuar apla- orientar necesariamente la mayor parte de nues-
zando estas preguntas, ya que existe otro modo tra atención.
evidente y mucho más habitual de describir to- Ninguno de esos temas productores de crisis
dos los ejemplos históricos delineados antes. Mu- ha creado todavía una alternativa viable para el
chos lectores desearán decir, seguramente, que lo paradigma epistemológico tradicional; pero co-
que cambia con un paradigma es sólo la interpre- mienzan a insinuar lo que serán algunas de las
tación que hacen los científicos de las observa- características de ese paradigma. Por ejemplo,
ciones, que son fijadas, una vez por todas, por la me doy cuenta perfectamente de la dificultad
naturaleza del medio ambiente y del aparato per- creada al decir que, cuando Aristóteles y Galileo
ceptual. Según esta opinión, Lavoisier y Priestley miraron a piedras oscilantes, el primero vio una
vieron ambos el oxígeno, pero interpretaron sus caída forzada y el segundo un péndulo. Las mis-
observaciones de manera diferente; Aristóteles y mas dificultades presentan, en forma todavía más
Galileo vieron ambos el péndulo, pero difirieron fundamental, las frases iniciales de esta sección:
en sus interpretaciones de lo que ambos habían aunque el mundo no cambia con un cambio de
visto. Ante todo diré que esta opinión muy habi- paradigma, el científico después trabaja en un
tual sobre lo que sucede cuando los científicos mundo diferente. No obstante, estoy convencido
cambian de manera de pensar sobre cuestiones de que debemos aprender a interpretar el sen-
fundamentales, no puede ser ni completamente tido de enunciados que, por lo menos, se parez-
errónea ni una simple equivocación. Más bien can a ésos. Lo que sucede durante una revolución
es una parte esencial de un paradigma filosófico científica no puede reducirse completamente a
iniciado por Descartes y desarrollado al mismo una reinterpretación de datos individuales y es-
tiempo que la dinámica de Newton. Ese paradig- tables. En primer lugar, los datos no son inequí-
ma ha rendido buenos servicios tanto a la ciencia vocamente estables. Un péndulo no es una piedra
como a la filosofía. Su explotación, como la de que cae, ni el oxígeno es aire deflogistizado.
la dinámica misma, ha dado como fruto una com- Por consiguiente, los datos que reúnen los cien-
prensión fundamental que quizá no hubiera po- tíficos de esos objetos diversos son, como vere-
dido lograrse en otra forma. Pero, como indica mos muy pronto, ellos mismos diferentes. Lo que
también el ejemplo de la dinámica de Newton, es más importante, el proceso por medio del
ni siquiera los éxitos pretéritos más sorprendentes cual el individuo o la comunidad lleva a cabo la
pueden garantizar que sea posible aplazar transición de la caída forzada al péndulo o del
indefinidamente una crisis. Las investigaciones aire deflogistizado al oxígeno no se parece a una
actuales en partes de la filosofía, la psicología, interpretación. ¿Cómo podría serlo, a falta de
la lingüística, e incluso la historia del arte, se datos fijos que pudieran interpretar los cientí-
unen para sugerir que el paradigma tradicional ficos? En lugar de ser un intérprete, el científico
se encuentra en cierto modo, desviado. Este que acepta un nuevo paradigma es como el hom-
fracaso en el ajuste aparece también cada vez bre que lleva lentes inversores. Frente a la mis-
con mayor claridad en el curso del estudio his- ma constelación de objetos que antes, y sabiendo
tórico de la ciencia, hacia el cual habremos de que se encuentra ante ellos, los encuentra, no
192 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 193

obstante, transformados totalmente en muchos de tiendo que sus componentes se vean de una
sus detalles. manera nueva que permite por primera vez su
Ninguno de estos comentarios pretende indi- resolución. En otras ocasiones, la iluminación
car que los científicos no interpretan caracterís- pertinente se presenta durante el sueño.13 Ningún
ticamente las observaciones y los datos. Por el sentido ordinario del término "interpretación" se
contrario, Galileo interpretó las observaciones del ajusta a esos chispazos de la Intuición por medio
péndulo y Aristóteles las de las piedras en caída, de los que nace un nuevo paradigma. Aunque
Musschenbroek las observaciones de una botella esas intuiciones dependen de la experiencia, tanto
llena de carga eléctrica y Franklin las de un con- anómala como congruente, obtenida con el
densador. Pero cada una de esas interpretacio- antiguo paradigma, no se encadenan lógica ni
nes presuponía un paradigma. Eran partes de la gradualmentes a conceptos particulares de esa ex-
ciencia normal, una empresa que, como ya hemos periencia como sucedería si se tratara de inter-
visto, tiene como fin el refinar, ampliar y articu- pretaciones. En lugar de ello, reúnen grandes
lar un paradigma que ya existe. En la sección III porciones de esa experiencia y las transforman
presentamos muchos ejemplos en los que la in- para incluirlas en el caudal muy diferente de
terpretación desempeñaba un papel esencial. Esos experiencia que será más tarde, de manera gra-
ejemplos eran típicos en la mayoría abrumadora dual, insertado al nuevo paradigma, y no al
de las investigaciones. En cada uno de ellos, en antiguo.
virtud de un paradigma aceptado, el científico Para aprender algo más sobre cuáles pueden
sabía qué era un dato, qué instrumentos podían ser esas diferencias de experiencia, volvamos por
utilizarse para ubicarlo y qué conceptos eran im- un momento a Aristóteles, Galileo y el péndulo.
portantes para su interpretación. Dado un para- ¿Qué datos pusieron a su alcance la interacción
digma, la interpretación de datos es crucial para de sus diferentes paradigmas y su medio ambiente
la empresa de explorarlo. común? Al ver la caída forzada, el aristotélico
Pero esta empresa de interpretación —y ese mediría (o al menos discutiría; el aristotélico ra-
fue el tema del antepenúltimo párrafo— sólo ramente medía) el peso de la piedra, la altura
puede articular un paradigma, no corregirlo. Los vertical a que había sido elevada y el tiempo
paradigmas no pueden ser corregidos por la cien- requerido para que quedara en reposo. Junto
cia normal. En cambio, como ya hemos visto, con la resistencia del medio, ésas fueron las ca-
la ciencia normal conduce sólo, en último aná- tegorías conceptuales tomadas en consideración
lisis, al reconocimiento de anomalías y a crisis. por la ciencia aristotélica para tratar la caída de
Y éstas se terminan, no mediante deliberación o
13
interpretación, sino por un suceso relativamente Jacques Hadamard, Subconscient intuition, et lo
repentino y no estructurado, como el cambio de gique dans la recherche scientifique. Conférence faite au
Palais de la Découverte le 8 Décembre 1945 (Alençon,
forma (Gestalt). Entonces, los científicos hablan
s.f.), pp. 7-8. Un informe mucho más completo, aunque
con frecuencia de las "vendas que se les caen restringido a las innovaciones matemáticas, es la obra
de los ojos" o de la "iluminación repentina" que del mismo autor: The Psychology of Invention in the
"inunda" un enigma previamente oscuro, permi- Mathematical Field (Princeton, 1949).
194 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 195

un cuerpo.14 La investigación normal guiada por oscilante como la vio Galileo, consecuencias de la
ellas no hubiera podido producir las leyes que experiencia inmediata.
descubrió Galileo. Sólo podía —y lo hizo por otro Quizá sea demasiado imaginario el ejemplo, ya
camino— conducir a la serie de crisis de la que que los aristotélicos no registran ninguna discu-
surgió la visión de Galileo de la piedra oscilante. sión sobre las piedras oscilantes. De acuerdo con
Como resultado de estas crisis y de otros cambios su paradigma, éste era un fenómeno extraordina-
intelectuales, Galileo vio la piedra que se balan- riamente complejo. Pero los aristotélicos discu-
ceaba de manera totalmente diferente. El trabajo tieron el caso más simple, el de las piedras que
de Arquímedes sobre los cuerpos flotantes hizo
caían sin impedimentos no comunes, y en ese
que el medio no fuera esencial; la teoría del
caso pueden observarse claramente las mismas
ímpetu hacía que el movimiento fuera simétrico
y duradero; y el neoplatonismo dirigió la aten-
diferencias de visión. Al observar la caída de
ción de Galileo hacia la forma circular del movi- una piedra, Aristóteles vio un cambio de estado
miento.15 Por consiguiente, midió sólo el peso, el más que un proceso. Para él, por consiguiente,
radio, el desplazamiento angular y el tiempo por las medidas pertinentes de un movimiento eran
oscilación, que eran precisamente los datos que la distancia total recorrida y el tiempo total trans-
podían interpretarse de tal modo que produjeran currido, parámetros que producen lo que actual-
las leyes de Galileo para el péndulo. En realidad, mente no llamaríamos velocidad sino velocidad
la interpretación resultó casi innecesaria. Con los media.16 De manera similar, debido a que la pie-
paradigmas de Galileo, las regularidades similares dra era impulsada por su naturaleza para que
a las del péndulo eran casi accesibles a la inspec- alcanzara su punto final de reposo, Aristóteles vio
ción. De otro modo, ¿cómo podríamos explicar el como parámetro importante de la distancia en
descubrimiento hecho por Galileo de que el perio- cualquier instante durante el movimiento, la dis-
do de oscilación es enteramente independiente de tancia al punto final, más que la del punto de
la amplitud, un descubrimiento que la ciencia origen.17 Esos parámetros conceptuales sirven
normal sucesora de Galileo tuvo que erradicar y de base y dan un sentido a la mayoría de sus
que nos vemos imposibilitados de probar teórica- conocidas "leyes del movimiento". Sin embargo,
mente en la actualidad? Las regularidades que en parte debido al paradigma del ímpetu, y en
para un aristotélico no hubieran podido existir parte a una doctrina conocida como la latitud de
(y que, en efecto, no se encuentran ejemplifica- las formas, la crítica escolástica modificó esa ma-
das precisamente en ninguna parte de la natura- nera de ver el movimiento. Una piedra se despla-
leza), fueron para el hombre que vio la piedra
za por el ímpetu creciente logrado mientras se
14 T. S. Kuhn, "A Function for Thought Experiments", aleja de su punto inicial; por consiguiente, el pa-
en Mélanges Alexandre Koyré, ed. R. Taton e I. B. Cohén, rámetro importante fue la distancia del punto de
que deberá ser publicado por Hermann (París) en 1963. partida y no la distancia al punto final del tra-
15 A. Koyré, Études Galiléennes (París, 1939), I, 46-51;
y "Galileo and Plato", Journal of the History of Ideas, IV 16 Kuhn, "A Function for Thought Experiments", en
(1943), 400-428. Mélanges Alexandre Koyré (véase la cita completa en la
nota 14).
17 Koyré, Études..., II, 7-11.
196 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 197

yecto. Además, la noción que tenía Aristóteles ta de donde se cree que procede la investigación
de la velocidad fue dividida por los escolásticos científica. Quizá la experiencia inmediata deba
en conceptos que poco después de Galileo se dejarse a un lado y debamos, en cambio, discutir
convirtieron en nuestra velocidad media y ve- las operaciones y mediciones concretas que los
locidad instantánea. Pero cuando se examinan científicos llevan a cabo en sus laboratorios. O
a través del paradigma del cual esas concepciones quizá el análisis deba ser alejado más todavía de
formaban parte, tanto la caída de la piedra como lo inmediatamente dado. Por ejemplo, podría lle-
la del péndulo casi desde su inspección exhibie- varse a cabo en términos de algún lenguaje neu-
ron las leyes que las rigen. Galileo no fue uno tral de observación, quizá un lenguaje preparado
de los primeros hombres que sugirió que las pie- para conformarse a las impresiones de la retina
dras caen con un movimiento uniformemente ace- que intervienen en lo que ven los científicos.
lerado. 18 Además, había desarrollado su teoría Sólo de una de esas maneras podemos esperar
sobre ese tema junto con muchas de sus conse- encontrar un reino en donde la experiencia sea
cuencias antes de llevar a cabo sus experimentos nuevamente estable, de una vez por todas, en don-
sobre un plano inclinado. Este teorema fue otro de el péndulo y la caída forzada no sean percep-
del conjunto de nuevas regularidades accesibles ciones diferentes sino más bien interpretaciones
al genio en el mundo conjuntamente determi- diferentes de los datos inequívocos proporciona-
nado por la naturaleza y por los paradigmas de dos por la observación de una piedra que se ba-
acuerdo con los cuales habían sido educados Ga- lancea.
lileo y sus contemporáneos. Viviendo en ese Pero, ¿es fija y neutra la experiencia sensorial?
mundo, Galileo podía todavía, cuando deseaba ¿Son las teorías simplemente interpretaciones he-
hacerlo, explicar por qué Aristóteles había visto chas por el hombre de datos dados? El punto de
lo que vio. Sin embargo, el contenido inmediato vista epistemológico que con mucha frecuencia
de la experiencia de Galileo con la caída de las dirigió la filosofía occidental durante tres siglos,
piedras, no fue lo que había sido la de Aristóteles. sugiere un sí inequívoco e inmediato. En ausen-
Por supuesto, no es de ninguna manera evidente cia de una alternativa desarrollada, creo impo-
que debamos preocuparnos tanto por la "ex- sible abandonar completamente ese punto de vis-
periencia inmediata ", o sea por las características ta. Sin embargo, ya no funciona efectivamente y
perceptuales que un paradigma destaca tan no- los intentos para que lo haga, mediante la intro-
tablemente, que casi desde el momento de la ducción de un lenguaje neutro para las observa-
inspección muestran sus regularidades. Obvia- ciones, me parecen por ahora carentes de pers-
mente esas características deben cambiar con pectivas.
los compromisos de los científicos con paradig- Las operaciones y mediciones que realiza un
mas, pero están lejos de lo que tenemos ordi- científico en el laboratorio no son "lo dado" por
nariamente en la imaginación cuando hablamos la experiencia, sino más bien "lo reunido con di-
de los datos sin elaborar o de la experiencia bru- ficultad". No son lo que ve el científico, al menos
no antes de que su investigación se encuentre
18 Clagett, op. cit., capítulos IV, VI y IX. muy avanzada y su atención enfocada. Más bien,
198 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 199

son índices concretos del contenido de percep- La psicología proporciona un gran caudal de
ciones más elementales y, como tales, se seleccio- otras pruebas similares y las dudas que se derivan
nan para el examen detenido de la investigación de ellas son reforzadas fácilmente por medio de la
normal, sólo debido a que prometen una oportu- historia de las tentativas hechas para lograr un len-
nidad para la elaboración fructífera de un para- guaje auténtico de !a observación. Ningún intento
digma aceptado. De manera mucho más clara corriente para lograr ese fin se ha acercado toda-
que la experiencia inmediata de la que en parte vía a un lenguaje aplicable de modo general a las
se derivan, las operaciones y las mediciones es- percepciones puras. Y los intentos que más se
tán determinadas por el paradigma. La ciencia acercan comparten una característica que refuer-
no se ocupa de todas las manipulaciones posibles za firmemente varias de las principales tesis de
de laboratorio. En lugar de ello, selecciona las este ensayo. Desde el comienzo presuponen un
pertinentes para la yuxtaposición de un paradig- paradigma, tomado ya sea de una teoría cientí-
ma con la experiencia inmediata que parcialmente fica corriente o de alguna fracción de la conver
ha determinado el paradigma. Como resultado, sación cotidiana y, a continuación, tratan de eli-
los científicos con paradigmas diferentes se ocu- minar de él todos los términos no lógicos y no
pan de diferentes manipulaciones concretas de perceptuales. En unos cuantos campos de la con-
laboratorio. Las mediciones que deben tomarse versación, ese esfuerzo se ha llevado muy lejos,
respecto a un péndulo no son las apropiadas re- con resultados fascinantes. No puede ponerse en
feridas a un caso de caída forzada. Tampoco las duda que merece la pena que se lleven a cabo
operaciones pertinentes para la elucidación de esos esfuerzos. Pero su resultado es un lenguaje
las propiedades del oxígeno son uniformemente que —como los empleados en las ciencias— en-
las mismas que las requeridas al investigar las carna un conjunto de expectativas sobre la natu-
características del aire deflogistizado. raleza y deja de funcionar en el momento en que
En cuanto al lenguaje puro de observación, to- esas expectativas son violadas. Nelson Goodman
davía es posible que se llegue a elaborar uno; establece precisamente ese punto al describir las
sin embargo, tres siglos después de Descartes metas de su Structure of Appearance: "Es afortu-
nuestra esperanza de que se produzca esa even- nado que no se ponga en duda nada más [que los
tualidad depende aún exclusivamente de una teo- fenómenos que se sabe que existen]; ya que la
ría de la percepción y de la mente. Y la expe- noción de los casos 'posibles', de los casos que
rimentación psicológica moderna está haciendo no existen pero podrían haber existido, está le-
proliferar rápidamente fenómenos a los que es jos de ser clara". 19 Ningún lenguaje restringido
raro que esa teoría pueda dar respuesta. El ex-
19 N. Goodman, The Structure of Appearance (Cam-
perimento del pato y el conejo muestra que dos bridge, Mass., 1951). Merece la pena citar el pasaje de
hombres con las mismas impresiones en la re- manera más extensa: "Si todos los residentes en Wilming-
tina pueden ver cosas diferentes; los lentes in- ton y sólo ellos, en 1947, que pesaran entre 175 y 180
versores muestran que dos hombres con impre- libras, tuvieron el pelo rojo, entonces 'los residentes de
siones diferentes en sus retinas pueden ver la Wilmington en 1947 que tuvieran el cabello rojo' y 'los
residentes de Wilmington en 1947 que pesaran entre 175 y
misma cosa. 180 libras' podrían reunirse en una definición construe-
200 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 201

a informar sobre un mundo enteramente cono- el balanceo de una piedra puede no tener nin-
cido de antemano puede producir simples infor- guna experiencia que, en principio, sea más ele-
mes neutrales y objetivos sobre "lo dado". La mental que la visión de un péndulo. La alterna-
investigación filosófica no ha producido todavía tiva no es una visión "fija" hipotética, sino la
ni siquiera una muestra de lo que pudiera ser un visión que a través de otro paradigma, convierta
lenguaje capaz de hacerlo. en otra cosa a la piedra que se balancea.
En esas circunstancias, podemos al menos sos- Todo esto puede parecer más razonable si re-
pechar que los científicos tienen razón, tanto en cordamos nuevamente que ni los científicos ni
los principios como en la práctica, cuando tratan los profanos aprenden a ver el mundo gradual-
al oxigeno y a los péndulos (y quizá también a los mente o concepto por concepto. Excepto cuando
átomos y a los electrones) como ingredientes todas las categorías conceptuales y de manipula-
fundamentales de su experiencia inmediata. Como ción se encuentran preparadas de antemano, p. ej.
resultado de la experiencia encarnada en para- para el descubrimiento de un elemento trans-
digmas de la raza, la cultura y, finalmente, la uránico adicional o para la visión de una casa
profesión, el mundo de los científicos ha llegado nueva, tanto los científicos como los profanos
a estar poblado de planetas y péndulos, conden- separan campos enteros a partir de la experien-
sadores y minerales compuestos, así como de cuer- cia. El niño que transfiere la palabra 'mamá' de
pos similares. En comparación con esos objetos todos los humanos a todas las mujeres y, más
de la percepción, tanto las indicaciones del metro tarde, a su madre, no está aprendiendo sólo qué
como las impresiones de la retina son construc- significa 'mamá' o quién es su madre. Simultá-
tos elaborados a los cuales la experiencia sólo neamente, aprende algunas de las diferencias en-
tiene acceso directo cuando el científico, para los tre varones y hembras, así como también algo
fines específicos de su investigación, dispone que sobre el modo como todas las hembras, excepto
unas u otras puedan estar disponibles. Esto no una, se comportan o pueden comportarse con él.
quiere decir que los péndulos, por ejemplo, son Sus reacciones, esperanzas y creencias —en reali-
las únicas cosas que un científico podría tener dad, gran parte del mundo que percibe— cambian
probabilidades de ver al mirar a una piedra que consecuentemente. Por el mismo motivo, los se-
se balancea colgada de una cuerda. (Ya hemos guidores de Copérnico que le negaban al Sol su
hecho notar que los miembros de otra comunidad titulo tradicional de 'planeta', no meramente es-
científica podían ver la caída forzada). Pero sí taban aprendiendo el significado del término 'pla-
queremos sugerir que el científico que observa neta' o lo qué era el Sol, sino que en lugar de ello,
estaban cambiando el significado de 'planeta' para
cional... La pregunta de si 'hubiera podido haber' alguien
poder continuar haciendo distinciones útiles en
a quien se aplicara uno pero no el otro de esos predica-
dos no tendría razón de ser... una vez que hemos deter- un mundo en el que todos los cuerpos celestes,
minado que no había ninguna persona de ese tipo... Es no sólo el Sol, estaban siendo vistos de manera
afortunado que no haya ninguna otra cosa que se ponga diferente a como se veían antes. Lo mismo puede
en duda; ya que la noción de los casos 'posibles', que no decirse con respecto a cualquiera de nuestros
existen pero pudieron haber existido, está lejos de ser primeros ejemplos. Ver oxígeno en lugar de aire
clara".
202 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DHL CONCEPTO DEL MUNDO 203

deflogistizado, el condensador en lugar de la bo- mentarios, de lo que ya ha visto. Ya hemos


tella de Leyden o el péndulo en lugar de la caída observado repetidamente uno de los modos en
forzada, era sólo una parte de un cambio consti- que esas operaciones de laboratorio cambian al
tuido en la visión que tenían los científicos de mismo tiempo que los paradigmas. Después de
muchos fenómenos relacionados, bien de la quí- una revolución científica, muchas mediciones y
mica, la electricidad o la dinámica. Los para- manipulaciones antiguas pierden su importancia
digmas determinan al mismo tiempo grandes cam- y son reemplazadas por otras. No se aplican las
pos de la experiencia. mismas pruebas al oxígeno que al aire deflogisti-
Sin embargo, es sólo después de que la expe- zado. Pero los cambios de este tipo nunca son
riencia haya sido determinada en esa forma, cuan- totales. Sea lo que fuere lo que pueda ver el
do puede comenzar la búsqueda de una definición científico después de una revolución, está miran-
operacional o un lenguaje de observación puro. do aún al mismo mundo. Además, aun cuando
El científico o filósofo que pregunta qué medi- haya podido emplearlos antes de manera dife-
ciones o impresiones de la retina hacen que el rente, gran parte de su vocabulario y de sus ins-
péndulo sea lo que es, debe ser capaz ya de reco- trumentos de laboratorio serán todavía los mis-
nocer un péndulo cuando lo vea. Si en lugar del mos de antes. Como resultado de ello, la ciencia
péndulo ve la caída forzada, ni siquiera podrá posrevolucionaria invariablemente incluye muchas
hacer su pregunta. Y si ve un péndulo, pero lo de las mismas manipulaciones, llevadas a cabo
ve del mismo modo en que ve un diapasón o una con los mismos instrumentos y descritas en los
balanza oscilante, no será posible responder a su mismos términos que empleaban sus preceso-
pregunta. Al menos, no podría contestarse en la res de la época anterior a la revolución. Si
misma forma, porque no sería la misma pregunta. esas manipulaciones habituales han sido cambia-
Por consiguiente, aunque son siempre legítimas y das, ese cambio se deberá ya sea a su relación
a veces resultan extraordinariamente fructíferas, con el paradigma o a sus resultados concretos.
las preguntas sobre las impresiones de la retina o Sugiero ahora, mediante la presentación de un
sobre las consecuencias de manipulaciones último ejemplo nuevo, cómo tienen lugar esos
particulares de laboratorio presuponen un mundo dos tipos de cambio. Examinando el trabajo de
subdividido ya de cierta manera, tanto perceptual Dalton y de sus contemporáneos, descubriremos
como conceptualmente. En cierto sentido, tales cómo una misma operación, cuando se liga a la
preguntas son partes de la ciencia normal, ya que naturaleza a través de un paradigma diferente,
dependen de la existencia de un paradigma y puede convertirse en indicio de un aspecto com-
reciben respuestas diferentes como resultado del pletamente diferente de la regularidad de la na-
cambio de paradigma. turaleza. Además, veremos cómo, a veces, la anti-
Para concluir esta sección, pasaremos por alto, gua manipulación, en sus nuevas funciones, dará
de ahora en adelante, las impresiones de la re- resultados concretos diferentes.
tina y limitaremos nuevamente nuestra atención Durante gran parte del siglo XVIII y
a las operaciones de laboratorio que proporcio- comienzos del XIX, los químicos europeos
nan al científico indicios concretos, aunque frag- creían, de manera casi universal, que los átomos
elementales de que
204 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 205

se componían todos los elementos químicos se mósfera, etc.—, esos criterios aproximados tenían
mantenían unidos mediante fuerzas de afinidad pocas aplicaciones. Guiados por su paradigma,
mutua. Así, una masa de plata permanecía unida la mayoría de los químicos consideraban a todos
debido a las fuerzas de afinidad entre los cor- esos casos intermedios como químicos, debido a
púsculos de la plata (hasta que después de Lavoi- que los procesos de que consistían estaban todos
sier se consideró a esos corpúsculos como com- ellos gobernados por fuerzas del mismo tipo. La
puestos, ellos mismos, de partículas todavía más sal en el agua o el oxígeno en el nitrógeno era
elementales). De acuerdo con la misma teoría, un ejemplo de combinación química tan apropia-
la plata se disolvía en ácido (o la sal común en el do como la producida mediante la oxidación del
agua) debido a que las partículas del ácido atraían cobre. Los argumentos en pro de la considera-
a las de la plata (o las partículas del agua a ción de las soluciones como compuestos eran
las de la sal) de manera más fuerte que lo que las muy poderosos. La teoría misma de la afinidad
partículas de esos productos solubles se atraían estaba bien asentada. Además, la formación de
unas a otras. O también, el cobre se disolvía en un compuesto explicaba la homogeneidad obser-
la solución de plata, precipitando la plata, debido vada en una solución. Por ejemplo, si el oxígeno
a que la afinidad del cobre por el ácido era ma- y el nitrógeno estuvieran sólo mezclados y no
yor que la del ácido por la plata. Muchos otros combinados en la atmósfera, entonces el gas más
fenómenos eran explicados en la misma forma. pesado, el oxígeno, se depositaría en el fondo.
Durante el siglo XVIII, la teoría de la afinidad Dalton, que consideró que la atmósfera era una
electiva era un paradigma químico admirable, em- mezcla, no fue capaz nunca de explicar satisfac-
pleado amplia y, a veces, fructíferamente, en el toriamente por qué el oxígeno no se depositaba
diseño y los análisis de experimentación química. 20 en el fondo. La asimilación de su teoría atómica
Sin embargo, la teoría de la afinidad trazó la creó, eventualmente, una anomalía en donde no
línea que separaba a las mezclas físicas de los había existido antes. 21
compuestos químicos de un modo que, desde la Nos sentimos tentados a decir que los quími-
asimilación del trabajo de Dalton, dejó de ser cos que consideraban a las soluciones como com-
familiar. Los químicos del siglo XVIII reconocían puestos se diferenciaban de sus sucesores sólo
dos tipos de procesos. Cuando la mezcla produ- en una cuestión de definición. En cierto sentido,
cía calor, luz, efervescencia o alguna otra cosa es posible que ése haya sido el caso. Pero ese
del mismo tipo, se consideraba que había tenido sentido no es el que hace que las definiciones
lugar una unión química. Por otra parte, si a sean simplemente convenciones convenientes. En
simple vista podían verse las partículas de una el siglo XVIII no se distinguían
mezcla o podían separarse mecánicamente, se tra- completamente las mezclas de los compuestos
taba sólo de una mezcla física. Pero en el número, por medio de pruebas operacionales y es
muy grande, de casos intermedios —la sai en el posible que no hu-
agua, las aleaciones, el vidrio, el oxígeno en la at-
21 Ibid., pp. 124-29, 139-48. Sobre Dalton, véase Leonard K.
20 H. Metzger, Newton, Stahl, Boerhaave et la doctrine Nash, The Atomic Molecular Theory ("Harvard Case
chimique (París, 1930), pp. 34-68. Histories in Experimental Science", Caso 4; Cambridge,
Mass., 1950), pp. 14-21.
206 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 207

biera sido posible hacerlo. Incluso en el caso de tendía que todas las reacciones químicas tenían
que los químicos hubieran tratado de descubrir lugar en proporciones fijas y el último que no
esas pruebas, habrían buscado criterios que hi- era así. Ambos reunieron pruebas experimentales
cieran que las soluciones se convirtieran en com- impresionantes para apoyar en ellas sus opinio-
puestos. La distinción entre mezclas y compues- nes. Sin embargo, los dos hombres necesaria-
tos era una parte de su paradigma —parte del mente hablaron fuera de un lenguaje común y
modo como veían todo su campo de investiga- su debate no llegó a ninguna conclusión. Donde
ción— y, como tal, tenía la prioridad sobre cual- Berthollet veía un compuesto que podía variar
quier prueba de laboratorio, aunque no sobre la en proporción, Proust veía sólo una mezcla física.23
experiencia acumulada por la química como un
En este caso, ningún experimento ni cambio de
todo.
convención definicional hubiera podido tener im-
Pero mientras se veía la química de ese modo, los
portancia. Los dos hombres estaban tan funda-
fenómenos químicos eran ejemplos de leyes que
diferían de las que surgieron de la asimilación mentalmente en pugna involuntaria como lo ha-
del nuevo paradigma de Dalton. Sobre todo, en bían estado Galileo y Aristóteles.
tanto las soluciones continuaban siendo com- Ésta era la situación que prevalecía durante
puestos, ninguna cantidad de experimentación los años en que John Dalton emprendió las in-
química hubiera podido, por sí misma, producir la vestigaciones que culminaron finalmente en su
ley de las proporciones fijas. A fines del siglo famosa teoría atómica química. Pero hasta las
XVIII se sabía generalmente que algunos últimas etapas de esas investigaciones, Dalton no
compuestos contenían, ordinariamente, fue un químico ni se interesaba por la química.
proporciones fijas, relativas a los pesos, de sus Era, en lugar de ello, un meteorólogo que inves-
constituyentes. Para algunas categorías de tigaba lo que creía que eran problemas físicos
reacciones, el químico alemán Richter incluso de la absorción de gases por el agua y de agua
había anotado las regularidades actualmente por la atmósfera. En parte debido a que su pre-
abarcadas en la ley de los equivalentes químicos. 22 paración correspondía a otra especialización di-
Pero ningún químico utilizó esas regularidades ferente y en parte debido a su propio trabajo en
excepto en recetas, y ninguno de ellos, casi hasta esa especialidad, abordó esos problemas con un
fines del siglo, pensó en generalizarlas. Teniendo paradigma distinto al de los químicos contem-
en cuenta los obvios ejemplos en contrario, poráneos suyos. En particular, consideraba la
como el vidrio o la sal en el agua, no era posible mezcla de gases o la absorción de un gas por el
ninguna generalización sin el abandono de la
agua como procesos físicos en los cuales las fuer-
teoría de la afinidad y la recon-ceptualización de
zas de la afinidad no desempeñaban ninguna fun-
los límites del dominio del químico. Esta
consecuencia se hizo explícita al final del siglo, en ción. Por consiguiente, para él, la homogeneidad
un famoso debate entre los químicos franceses observada en las soluciones constituía un pro-
Proust y Berthollet. El primero pre- blema; pero pensó poder resolverlo, si lograba
23 A. N. Meldrum, "The Development of the Atomic
Theory: (1) Berthollet's Doctrine of Variable Propor
22 J. R. Partington, A Short History of Chemistry (2a ed.; tions", Manchester Memoirs, LIV (1910), 1-16.
Londres, 1951), pp. 161-63.
208 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 209

determinar los tamaños y pesos relativos de las mezcla de un compuesto. Por ejemplo, si los
diversas partículas atómicas en sus mezclas ex- átomos sólo pudieran combinarse químicamente
perimentales. Para determinar esos tamaños y en proporciones simples de números enteros, en-
pesos, Dalton se volvió finalmente hacia la quí- tonces un nuevo examen de los datos químicos
mica, suponiendo desde el comienzo que, en la existentes debería mostrar ejemplos de propor-
gama restringida de reacciones que considera- ciones múltiples así como de fijas. Por ejemplo,
ba como químicas, los átomos sólo podían com- los químicos dejaron de escribir que los dos óxi-
binarse unívocamente o en alguna otra propor- dos del carbono, contenían 56 y 72 por ciento de
ción simple de números enteros. 24 Esta suposi- oxígeno, en peso; en lugar de ello, escribieron
ción natural le permitió determinar los tamaños y que un peso de carbón se combinaría ya fuera
los pesos de partículas elementales, pero también con 1.3 o con 2.6 pesos de oxígeno. Cuando se
convirtió a la ley de las proporciones constantes registraban de este modo los resultados de las
en una tautología. Para Dalton, cualquier reac- antiguas manipulaciones, saltaba a la vista una
ción en la que los ingredientes no entraran en proporción de 2 a 1; y esto ocurría en el análisis
proporciones fijas no era ipso facto un proceso de muchas reacciones conocidas, así como tam-
puramente químico. Una ley que los experimen- bién de varias otras nuevas. Además, el paradig-
tos no hubieran podido establecer antes de los ma de Dalton hizo que fuera posible asimilar el
trabajos de Dalton, se convirtió, una vez acep- trabajo de Richter y comprender toda su gene-
tados esos trabajos, en un principio constitutivo ralidad. Sugirió asimismo nuevos experimentos,
que ningún conjunto simple de medidas químicas principalmente los de Gay-Lussac, sobre la com-
hubiera podido trastornar. Como resultado de binación de volúmenes y esos experimentos die-
lo que es quizá nuestro ejemplo más completo ron como resultado otras regularidades, con las
de revolución científica, las mismas manipulacio- que los químicos no habían soñado siquiera.
nes químicas asumieron una relación con la gene- Lo que los químicos tomaron de Dalton no fueron
ralización química muy diferente de la que ha- nuevas leyes experimentales sino un modo nuevo
bían tenido antes. para practicar la química (Dalton mismo lo llamó
No es preciso decir que las conclusiones de "nuevo sistema de filosofía química") y ello re-
Dalton fueron muy atacadas cuando las anunció sultó tan rápidamente fructífero que sólo unos
por primera vez. Berthollet, sobre todo, no se cuantos de los químicos más viejos de Francia
convenció nunca. Tomando en consideración la e Inglaterra fueron capaces de oponerse. 25 Como
naturaleza del problema, no necesitaba conven- resultado, los químicos pasaron a vivir en un
cerse. Pero para la mayoría de los químicos el mundo en el que las reacciones se comportaban
nuevo paradigma de Dalton resultó convincente en forma completamente diferente de como lo
allí donde el de Proust no lo había sido, pues habían hecho antes. Mientras tenía lugar todo
tenía implicaciones más amplias e importantes esto, ocurrió otro
que un mero nuevo criterio para distinguir una 25 A. N. Meldrum, "The Develpoment of the Atomic
24 L. K. Nash, "The Origin of Dalton's Chemical Atomic Theory: (6) The Reception Accorded to the Theory Advo-
Theory", Isis, XLVII (1956), 101-16. cated by Dalton". Manchester Memoirs, LV (1911), 1-10
210 CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO CAMBIOS DEL CONCEPTO DEL MUNDO 211

cambio típico y muy importante. En diversos posición de los compuestos conocidos resultó di-
lugares, comenzaron a cambiar los datos numé- ferente. Los datos mismos habían cambiado. Éste
ricos de la química. Cuando Dalton examinó pri- es el último de los sentidos en que podemos
meramente la literatura química para buscar datos desear afirmar que, después de una revolución,
en apoyo de su teoría física, encontró varios los científicos trabajan en un mundo diferente.
registros de reacciones que concordaban, pero le
hubiera sido casi imposible no descubrir otros
que no lo hacían. Por ejemplo, las propias me-
diciones que hizo Proust de los dos óxidos de
cobre dieron como resultados una proporción
en peso de oxígeno de 1.47:1, en lugar de 2:1,
que era lo que exigía la teoría atómica; y Proust
es justamente el hombre a quien pudiera consi-
derarse como el más indicado para llegar a la
proporción de Dalton.26 En realidad, era un ex-
perimentador muy fino y su visión de la relación
entre las mezclas y los compuestos era muy cer-
cana a la de Dalton. Pero es difícil hacer que la
naturaleza se ajuste a un paradigma. De ahí
que los enigmas de la ciencia normal sean tan
difíciles, y he aquí la razón por la cual las me-
diciones tomadas sin un paradigma conducen tan
raramente a alguna conclusión definida. Por con-
siguiente, los químicos no podían simplemente
aceptar la teoría de Dalton por las pruebas, de-
bido a que gran parte de ellas eran todavía nega-
tivas. En lugar de ello, incluso después de aceptar
la teoría, tuvieron que ajustar todavía a la
naturaleza un proceso que, en realidad, hizo ne-
cesario el trabajo de casi otra generación. Cuando
se llevó a cabo, incluso el porcentaje de com-

26 Sobre Proust, véase "Berthollet's Doctrine of Va-


riable Proportions", de Meldrum, Manchester Memoirs,
LIV (1910), 8. La historia detallada de los cambios gra-
duales en las mediciones de la composición química y
de los pesos atómicos no ha sido escrita todavía; pero
Partington, op. cit., proporciona muchas indicaciones
útiles.
XI. LA INVISIBILIDAD DE LAS REVOLU- INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES 213
CIONES Como fuente de autoridad, acuden a mi ima-
TODAVÍA debemos inquirir cómo se cierran las. re- ginación, sobre todo, los libros de texto científi-
voluciones científicas. Sin embargo, antes de ha- cos junto con las divulgaciones y las obras filosó-
ficas moldeadas sobre ellos. Estas tres categorías
cerlo, parece indicado un último intento para
—hasta hace poco tiempo no se disponía de otras
reforzar la convicción sobre su existencia y su
fuentes importantes de información sobre la cien-
naturaleza. Hasta ahora he tratado de mostrar cia, excepto la práctica de la investigación— tie-
revoluciones por medio de ejemplos y éstos pue- nen una cosa en común. Se dirigen a un cuerpo
den multiplicarse ad nauseam. Pero, evidente- ya articulado de problemas, datos y teorías, con
mente, la mayor parte de esos ejemplos, que mayor frecuencia que al conjunto particular de
fueron deliberadamente seleccionados por su fa- paradigmas aceptado por la comunidad científica
miliaridad, habitualmente han sido considerados en el momento en que dichos libros, fueron escri-
no como revoluciones sino como adiciones al co- tos. Los libros de texto mismos tienen como meta
nocimiento científico. Con la misma facilidad el comunicar el vocabulario y la sintaxis de un
podría tenerse también esa opinión de cualquier lenguaje científico contemporáneo. Las obras de
ilustración complementaria y es probable que divulgación tratan de describir las mismas apli-
ésta resultara ineficaz. Creo que hay excelentes caciones, en un lenguaje que se acerca más al de
razones por las que las revoluciones han resul- la vida cotidiana. Y la filosofía de la ciencia,
tado casi invisibles. Tanto los científicos como sobre todo la del mundo de habla inglesa, ana-
los profanos toman gran parte de la imagen que liza la estructura lógica del mismo cuerpo de
tienen de las actividades científicas creadoras, conocimientos científicos, íntegro. Aunque un es-
de una fuente de autoridad que disimula siste- tudio más completo tendría necesariamente que
máticamente —en parte, debido a razones fun- ocuparse de las distinciones muy reales entre
cionales importantes— la existencia y la significa- esos tres géneros, sus similitudes son las que más
ción de las revoluciones científicas. Sólo cuando nos interesan por el momento. Las tres catego-
se reconoce y se analiza la naturaleza de esta rías registran los resultados estables de revolu-
ciones pasadas y, en esa forma, muestran las bases
autoridad puede esperarse que los ejemplos his-
de la tradición corriente de la ciencia normal.
tóricos resulten completamente efectivos. Ade-
Para cumplir con su función, no necesitan pro-
más, aunque este punto sólo podrá ser desarro- porcionar informes auténticos sobre el modo en
llado en la sección final de este ensayo, el análisis que dichas bases fueron reconocidas por primera
necesario en este caso comenzará indicando uno vez y más tarde adoptadas por la profesión. En
de los aspectos del trabajo científico que lo dis- el caso de los libros de texto, por lo menos, exis-
tingue con mayor claridad de cualquier otra em- ten incluso razones poderosas por las que, en
presa creadora, con excepción, quizá, de la teo- esos temas, deban ser sistemáticamente enga-
logía. ñosos.
212 En la sección II señalamos que con el surgi-
miento de un primer paradigma en cualquier
214 INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES 215

campo de la ciencia, existía una invariable con- dio de esas referencias, tanto los estudiantes como
comitancia respecto a una seguridad creciente en los profesionales llegan a sentirse participantes
los libros de texto o en sus equivalentes. En la de una extensa tradición histórica. Sin embargo,
última sección de este ensayo sostendremos cómo la tradición derivada de los libros de texto, en la
el dominio por dichos libros de texto de una que los científicos llegan a sentirse participantes,
ciencia madura, diferencia de manera importante nunca existió efectivamente. Por razones que son
su patrón de desarrollo del de otros campos. obvias y muy funcionales, los libros de texto cien-
Por el momento, demos por sentado que, hasta tíficos (y demasiadas historias antiguas de la
un punto sin precedente en otros campos, tanto ciencia) se refieren sólo a las partes del trabajo
los conocimientos científicos de los profesionales de científicos del pasado que pueden verse fácil-
como los de los profanos se basan en libros de mente como contribuciones al enunciado y a la
texto y en unos cuantos tipos más, de literatura solución de los problemas paradigmáticos de los
derivada de ellos. Sin embargo, puesto que los libros de texto. En parte por selección y en parte
libros de texto son vehículos pedagógicos para la por distorsión, los científicos de épocas anterio-
perpetuación de la ciencia normal, siempre que res son representados implícitamente como si
cambien el lenguaje, la estructura de problemas hubieran trabajado sobre el mismo conjunto de
o las normas de la ciencia normal, tienen, ínte- problemas fijos y de acuerdo con el mismo con-
gramente o en parte, que volver a escribirse. En junto de cánones fijos que la revolución más
resumen, deben volverse a escribir inmediata- reciente en teoría y metodología científicos haya
mente después de cada revolución científica y, hecho presentar como científicos. No es extraño
una vez escritos de nuevo, inevitablemente disimu- que tanto los libros de texto como la tradición
lan no sólo el papel desempeñado sino también histórica que implican, tengan que volver a escri-
la existencia misma de las revoluciones que los birse inmediatamente después de cada revolución
produjeron. A menos que personalmente haya científica. Y no es extraño que, al volver a escri-
experimentado una revolución durante su propia birse, la ciencia aparezca, una vez más, en gran
vida, el sentido histórico del científico activo o parte como acumulativa.
el del lector profano de los libros de texto sólo Por supuesto, los científicos no son el único
se extenderá a los resultados más recientes de las grupo que tiende a ver el pasado de su disciplina
revoluciones en el campo. como un desarrollo lineal hacia su situación ac-
Así pues, los libros de texto comienzan trun- tual. La tentación de escribir la historia hacia
cando el sentido de los científicos sobre la histo- atrás es omnipresente y perenne. Pero los cien-
ria de su propia disciplina y, a continuación, tíficos se sienten más tentados a volver a escribir
proporcionan un substituto para lo que han eli- la historia, debido en parte a que los resultados
minado. Es característico que los libros de texto de las investigaciones científicas no muestran
de ciencia contengan sólo un poco de historia, una dependencia evidente sobre el contexto his-
ya sea en un capítulo de introducción o, con tórico de la investigación y, en parte, debido a
mayor frecuencia, en dispersas referencias a los que, excepto durante las crisis y las revolucio-
grandes héroes de una época anterior. Por me- nes, la posición contemporánea de los científicos
216 INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES 217

parece ser muy segura. Un número mayor de creador estuviera casi completamente terminado. 1
detalles históricos, tanto sobre el presente de la Lo que todos los informes sobre Dalton omiten,
ciencia como sobre su pasado o una mayor res- son los efectos revolucionarios de la aplicación
ponsabilidad sobre los detalles históricos presen- a la química de un conjunto de cuestiones y
tados, sólo podría dar un status artificial a la conceptos que, anteriormente, estaba restringido
idiosincrasia, los errores y las confusiones hu- a la física y a la meteorología. Es eso lo que hizo
manos. ¿Por qué honrar lo que los mejores y Dalton y el resultado fue una reorientación hacia
más persistentes esfuerzos de la ciencia han hecho el campo, que enseñó a los químicos a hacerse
posible descartar? La depreciación de los he- nuevas preguntas y a sacar nuevas conclusiones
chos históricos se encuentra incluida, profunda de datos antiguos.
y es probable que también funcionalmente, en O también, Newton escribió que Galileo había
la ideología de la profesión científica, la misma descubierto que la fuerza constante de gravedad
profesión que atribuye el más elevado de todos produce un movimiento proporcional al cuadrado
los valores a detalles fácticos de otros tipos. del tiempo. En efecto, el teorema cinemático de
Whitehead captó el espíritu no histórico de la Galileo toma esa forma cuando se lo inserta en
comunidad científica cuando escribió: "Una cien- la matriz de los conceptos dinámicos propios
cia que vacila en olvidar a sus fundadores está de Newton. Pero Galileo no dijo nada parecido.
perdida". Sin embargo, no estaba completamente Su exposición sobre los cuerpos en caída rara
en lo cierto, ya que las ciencias, como otras mente alude a fuerzas, y mucho menos a una
empresas profesionales, necesitan a sus héroes y fuerza gravitacional uniforme que haga que los
preservan sus nombres. Afortunadamente, en lu- cuerpos caigan. 2 Atribuyendo a Galileo la res
gar de olvidar a esos héroes, los científicos han puesta a una pregunta que los paradigmas de
estado en condiciones de olvidar o revisar sus Galileo no permitían plantear, el informe de New-
trabajos. ton oculta el efecto de una reformulación peque
El resultado de ello es una tendencia persis- ña, aunque revolucionaria, sobre las preguntas
tente a hacer que la historia de la ciencia parezca que se hacían los científicos en torno al movi
lineal o acumulativa, tendencia que afecta inclu- miento así como también sobre las respuestas
so a los científicos que miran retrospectivamente que estaban dispuestos a aceptar. Pero es justa
a sus propias investigaciones. Por ejemplo, los mente este cambio de formulación de las pregun
tres informes incompatibles de Dalton sobre el tas y las respuestas el que explica, mucho más
desarrollo de su atomismo químico hacen resal-
tar el hecho de que estaba interesado, desde una 1 L. K. Nash, "The Origins of Dalton's Chemical Ato
mic Theory", Isis, XLVII (1956), 101-16.
fecha temprana, precisamente en aquellos proble- 2 Sobre la observación de Newton, véase Sir Isaac
mas químicos de proporciones de combinación Newton's Mathematical Principles of Natural Philosophy
cuya posterior resolución lo hizo famoso. En and His System of the World, de Florian Cajori (ed.)
realidad, esos problemas parecen habérsele ocu- (Berkeley, California, 1946), p. 21. El pasaje debe com
pararse con la propia discusión hecha por Galileo en su
rrido sólo cuando descubrió la solución y, aun obra Dialogues concerning Two New Sciences, trad. H.
entonces, no antes de que su propio trabajo Crew y A. de Salvio (Evanston, III., 1946), pp. 154-76.
218 INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES 219

que los descubrimientos empíricos nuevos, la tran- un libro de texto implica que, desde el comienzo
sición de la dinámica de Aristóteles a la de Galileo de la empresa científica, los profesionales se han
y de la de éste a la de Newton. Al disimular esos esforzado por las objetividades particulares que
cambios, la tendencia que tienen los libros de se encuentran incluidas en los paradigmas ac-
texto a hacer lineal el desarrollo de la ciencia, tuales. En un proceso comparado frecuentemente
oculta un proceso que se encuentra en la base a la adición de ladrillos a un edificio, los cien-
de los episodios más importantes del desarrollo tíficos han ido añadiendo uno por uno hechos,
científico. conceptos, leyes y teorías al caudal de informa-
Los ejemplos anteriores muestran, cada uno ción que proporciona el libro de texto científico
de ellos en el contexto de una revolución única, contemporáneo.
los comienzos de una reconstrucción de la his- Pero no es así como se desarrolla una ciencia.
toria que es completada, regularmente, por los Muchos de los enigmas de la ciencia normal con-
libros de texto científicos postrevolucionarios. temporánea no existieron hasta después de la re-
Pero, en esa construcción, está involucrado algo volución científica más reciente. Son pocos los
más que la multiplicación de los datos históricos que, pudiendo remontarse en el tiempo hasta
engañadores que ilustramos antes. Esos datos los comienzos históricos de la ciencia, se presen-
engañadores hacen que las revoluciones resulten tan en la actualidad. Las generaciones anteriores
invisibles; la disposición del material que per- se ocuparon de sus propios problemas, con sus
manece visible en los libros de texto implica un propios instrumentos y sus propios cánones de
proceso que, caso de haber existido, habría ne- resolución. Tampoco son sólo los problemas los
gado a las revoluciones toda función. Puesto que que han cambiado; más bien, todo el conjunto
su finalidad es la de enseñar rápidamente al es- de hechos y teorías, que el paradigma de los li-
tudiante lo que su comunidad científica contem- bros de texto ajusta a la naturaleza, ha cambiado.
poránea cree conocer, los libros de texto tratan Por ejemplo, ¿es la constancia de la composición
los diversos experimentos, conceptos, leyes y teo- química un hecho simple de la experiencia que
rías de la ciencia normal corriente, hasta donde los químicos hubieran podido descubrir por me-
es posible, separadamente y uno por uno. Como dio de experimentos llevados a cabo en cualquiera
pedagogía, esta técnica de presentación es in- de los mundos en que han practicado su ciencia?
cuestionable. Pero cuando se combina con el aire ¿O es más bien un elemento —además,
generalmente no histórico de los escritos cientí- indudable— en una construcción nueva de he-
ficos y con las construcciones engañadoras oca- chos y teorías asociadas que Dalton ajustó a la
sionales y sistemáticas que hemos mencionado experiencia química anterior como un todo, cam-
antes, son grandes las probabilidades de que se biando en el proceso dicha experiencia? O, por
produzca la impresión siguiente: la ciencia ha el mismo motivo, ¿es la aceleración constante
alcanzado su estado actual por medio de una se- producida por una fuerza constante un hecho
rie de descubrimientos e inventos individuales simple que los estudiosos de la dinámica han bus-
que, al reunirse, constituyen el caudal moderno cado siempre o es más bien la respuesta a una
de conocimientos técnicos. La presentación de pregunta que sólo se planteó por primera vez
220 INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES 221

dentro de la teoría de Newton y que esta teoría ceptos de ese tipo. Como parte del arsenal peda-
podía responder a partir del caudal disponible gógico que convierte a un hombre en científico,
de información antes de que se hiciera la pre- la atribución tiene un gran éxito. Sin embargo,
gunta? ilustra una vez más, el patrón de errores histó-
Hacemos aquí esas preguntas con respecto a ricos que conduce, tanto a los estudiantes como
lo que, en su presentación en un libro de texto, a los profanos, a conclusiones erróneas sobre la
parecen ser hechos gradualmente descubiertos. naturaleza de la empresa científica.
Pero, obviamente, tienen también implicaciones Según Boyle, que estaba absolutamente en lo
para lo que el libro de texto presenta como teo- cierto, su "definición" de un elemento no era
rías. Por supuesto, esas teorías "se ajustan a los sino una paráfrasis de un concepto químico tra-
hechos", pero sólo mediante la transformación dicional ; Boyle lo ofreció sólo con el fin de argu-
de la información previamente accesible en he- mentar que lo que se llama un elemento químico
chos que, para el paradigma anterior, no existie- no existe; desde el punto de vista histórico, la
ron en absoluto. Y esto significa que las teorías versión que hacen los libros de texto de la con-
tampoco evolucionaron gradualmente para ajus- tribución de Boyle es absolutamente errónea. 3
tarse a hechos que se encontraban presentes en Por supuesto, ese error es trivial, aunque no más
todo tiempo. En lugar de ello, surgen al mismo que cualquier otra representación errónea de da-
tiempo que los hechos a los que se ajustan, a tos. Sin embargo, lo que no es trivial es la im-
partir de una reformulación revolucionaria de la presión de la ciencia, fomentada cuando este tipo
tradición científica anterior, tradición en la que de error es primeramente compuesto y luego in-
la relación que intervenía en los conocimientos cluido dentro de la estructura técnica del texto.
entre el científico y la naturaleza no era exacta- Como 'tiempo', 'energía', 'fuerza' o 'partícula', el
mente la misma. concepto de elemento es el tipo de ingrediente
Un último ejemplo puede aclarar esta explica- de un libro de texto que, a menudo, no es inven-
ción del efecto de la presentación de los libros tado ni descubierto en absoluto. La definición de
de texto sobre nuestra imagen del desarrollo cien- Boyle puede hacerse remontar por lo menos hasta
tífico. Todo texto elemental de química debe Aristóteles y se proyecta hacia adelante a través
presentar el concepto de elemento químico. Casi de Lavoisier hasta los libros de texto modernos.
siempre, cuando se presenta esta noción, su ori- Esto, sin embargo, no quiere decir que la ciencia
gen se atribuye al químico Robert Boyle, del haya poseído el concepto moderno de elemento
siglo XVII, en cuya obra Sceptical Chymist un lec- desde la antigüedad. Las definiciones verbales,
tor atento puede descubrir una definición de 'ele- como la de Boyle, tienen poco contenido científico
mento' muy cercana a la que se emplea en la cuando se las considera en sí mismas. No son
actualidad. La referencia a las contribuciones de especificaciones lógicas y completas del
Boyle sirve para hacer que el novato se dé cuen- significado (si existen), sino más bien ayudas
ta de que la química no se inició con las sulfa- pedagógicas. Los conceptos científicos que indi-
midas; además, le indica que una de las tareas 3
T. S. Kuhn, "Robert Boyle and Structural Chemistry
tradicionales de los científicos es inventar con- in the Seventeenth Century", Isis, XLIII (1952), 26-29.
222 INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES INVISIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES 223

can sólo obtienen un significado pleno cuando se lar de la ciencia, esta forma pedagógica ha deter-
relacionan, dentro de un texto o de alguna otra minado nuestra imagen de la naturaleza de la
presentación sistemática, con otros conceptos cien- ciencia y del papel desempeñado en su progreso
tíficos, con procedimientos de manipulación y con por los inventos y los descubrimientos.
aplicaciones de paradigmas. De ello se desprende
que es casi imposible que conceptos tales como
el de elemento puedan inventarse independiente-
mente del contexto. Además, dado el contexto,
raramente requieren ser inventados, puesto que
se encuentran ya a mano. Tanto Boyle como
Lavoisier cambiaron la significación química de
'elemento' en importantes aspectos; pero no in-
ventaron la noción, ni siquiera cambiaron la
fórmula verbal que le sirve de definición. Tam-
poco, como ya hemos visto, tuvo Einstein que
inventar o redefinir explícitamente 'espacio' y
'tiempo' para darles dentro del contexto de su
trabajo, un nuevo significado.
¿Cuál fue entonces la función histórica de Boyle
en la parte de su trabajo que incluye la famosa
"definición"? Fue el líder de una revolución cien-
tífica que, mediante el cambio de la relación de
'elemento' en la manipulación y la teoría quími-
cas, transformó a la noción en un instrumento
muy diferente del que antes había sido y, en el
proceso, modificó a la química y al mundo de los
químicos. 4 Otras revoluciones, incluyendo la que
se centra sobre Lavoisier, tuvieron que darle al
concepto su forma y su función modernas. Pero
Boyle proporciona un ejemplo típico tanto del
proceso involucrado en cada una de esas etapas
como de lo que le sucede a ese proceso cuando
el conocimiento existente es incluido en un libro
de texto. Más que cualquier otro aspecto singu-
4 Marie Boas, en su obra Robert Boyle and Seventeenth-
Century Chemistry (Cambridge, 1958) trata, en muchos
puntos, de las contribuciones hechas por Boyle a la evo-
lución del concepto de elemento químico.
246 RESOLUCIÓN DE LAS REVOLUCIONES XIII. PROGRESO A TRAVÉS DE LAS
REVOLUCIONES
vez mayor en la distribución de la fidelidad pro-
fesional. EN LAS páginas precedentes he incluido mi des-
Al comienzo, un nuevo candidato a paradigma cripción esquemática del desarrollo científico
puede tener pocos partidarios, y a veces los mo- hasta donde es posible llegar en este ensayo;
tivos de esos partidarios pueden resultar sospe- no pueden, sin embargo, proporcionar una con-
chosos. Sin embargo, si son competentes, lo me- clusión completa. Si esta descripción ha captado
jorarán, explorarán sus posibilidades y mostrarán la estructura esencial de la evolución continua
lo que sería pertenecer a la comunidad guiada de una ciencia, al mismo tiempo habrá planteado
por él. Al continuar ese proceso, si el paradigma un problema: ¿por qué debe progresar continua-
está destinado a ganar la batalla, el número y la mente la empresa bosquejada antes, cuando, por
fuerza de los argumentos de persuasión en su fa- ejemplo, el arte, la teoría política y la filosofía
vor aumentarán. Entonces más científicos se con- no lo hagan? ¿Por qué es el progreso una condi-
vertirán y continuará la exploración del nuevo ción reservada casi exclusivamente a las activi-
paradigma. Gradualmente, el número de experi- dades que llamamos ciencia? Las respuestas más
mentos, instrumentos, artículos y libros basados usuales a este problema, han sido negadas en el
en el paradigma se multiplicará. Otros hombres conjunto de este ensayo. Debemos concluirlo,
más, convencidos de la utilidad de la nueva vi- por consiguiente, preguntando si pueden hallarse
sión, adoptarán el nuevo método para practicar substitutos.
la ciencia normal, hasta que, finalmente, sólo Puede notarse, inmediatamente, que parte de
existan unos cuantos que continúen oponiéndole la pregunta es absolutamente semántica. En me-
resistencia. Y ni siquiera podemos decir que es- dida muy grande, el término 'ciencia' está reser-
tén en un error. Aunque el historiador puede vado a campos que progresan de manera eviden-
encontrar siempre a hombres que, como Pries- te. En ninguna parte se muestra esto de manera
tley, se mostraron irrazonables al resistirse du- más clara que en los debates repetidos sobre si
rante tanto tiempo como lo hicieron, no hallará una u otra de las ciencias sociales contemporá-
un punto en el que la resistencia se haga ilógica neas es en realidad una ciencia. Esos debates tie-
o no científica. Cuando mucho, puede desear nen paralelos en los periodos anteriores a los
decir que el hombre que sigue oponiendo resis- paradigmas de los campos que, en la actualidad,
tencia después de que se hayan convencido todos son sin vacilaciones llamados ciencias. Su resul-
los demás miembros de su profesión, deja ipso tado ostensible es una definición completa de ese
facto de ser un científico. término turbador. Por ejemplo, hay hombres que
pretenden que la psicología es una ciencia, debi-
do a que posee tales y cuales características.
Otros, al contrario, arguyen que esas caracterís-
247
248 PROGRESO Y REVOLUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 249

ticas son innecesarias o que no son suficientes los comienzos de la Europa moderna, la pintura
para convertir a ese campo en una ciencia. Con fue considerada la disciplina acumulativa. Du-
frecuencia se gastan grandes energías, se des- rante esos años, se suponía que la meta del artista
piertan grandes pasiones y los observadores ex- era la representación. Los críticos y los histo-
teriores tienen grandes dificultades para saber riadores, como Plinio y Vasari, registraron con
por qué. ¿Hay mucho que pueda depender de veneración la serie de inventos que, desde el es-
una definición de 'ciencia'? ¿Puede una defini- corzo hasta el claroscuro, habían hecho posible,
ción indicarle a un hombre si es o no un científi- sucesivamente, representaciones más perfectas de
co? En ese caso, ¿por qué no se preocupan los la naturaleza. 1 Pero ésos son también los años,
artistas o los científicos naturales por la defini- particularmente durante el Renacimiento, cuan-
ción del término? De manera inevitable, llegamos do no se consideraba que hubiera una gran sepa-
a sospechar que lo que se encuentra en juego es ración entre las ciencias y las artes. Leonardo
algo más fundamental. Es probable que, en rea- era sólo uno de entre muchos hombres que pa-
lidad, se hagan preguntas como las siguientes: saba libremente de uno a otro campo, los que
¿por qué no progresa mi campo del mismo modo sólo más tarde se hicieron categóricamente dis-
que lo hace, por ejemplo, la física? ¿Qué cam- tintos. 2 Además, incluso después de que cesó ese
bios de técnicas, de métodos o de ideología lo intercambio continuo, el término 'arte' continuó
harían capaz de progresar en esa forma? Éstas aplicándose tanto a la tecnología y a las artesa-
sin embargo, no son preguntas que pudieran res- nías, las que también se consideraban como pro-
ponder a un acuerdo con respecto a la defini- gresivas, como a la pintura y a la escultura. Sólo
ción. Además, si sirve el precedente de las ciencias cuando estas últimas renunciaron de manera ine-
naturales, no cesarán de ser una causa de preo- quívoca a la representación como finalidad y
cupación cuando se halle una definición, sino comenzaron a aprender nuevamente de los mo-
cuando los grupos que actualmente ponen en delos antiguos, obtuvo su profundidad actual la
duda su propio status lleguen a un consenso so- separación que, hoy en día, damos por sentada.
bre sus realizaciones pasadas y presentes. Por E incluso en la actualidad, cambiando de campos
ejemplo, puede ser significativo que los econo- una vez más, parte de nuestra dificultad para
mistas arguyan menos sobre si su campo es o no ver las diferencias profundas entre la ciencia y
una ciencia que el que lo hagan los profesionales la tecnología debe relacionarse con el hecho de
de varios otros campos de las ciencias sociales. que el progreso es un atributo evidente de ambos
¿Se debe esto a que los economistas saben qué campos. Sin embargo, puede sólo aclarar, no
es la ciencia? ¿O es más bien la economía la resolver,
que los hace estar de acuerdo?
1 E. H. Gombrich, Art and Illusion: A Study in the
Este punto tiene una recíproca que, aunque ya Psychology of Pictorial Representation (Nueva York, 1960),
no sea simplemente semántica, puede ayudar a pp. 11-12.
mostrar las conexiones inextricables entre nues- 2 Idem., p. 97; y Giorgio de Santillana, "The Role of
tras nociones de ciencia y de progreso. Durante Art in the Scientific Renaissance", en Critical Problems
muchos siglos, tanto en la Antigüedad como en in the History of Science, ed. M. Clagett (Madison, Wis.,
1959), pp. 33-65.
250 PROGRESO Y REVOLUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 251

nuestras dificultades presentes el reconocer que mos de hacer notar que mientras los artistas
tenemos tendencia a ver como ciencia a cualquier aceptaron como meta la representación, tanto
campo en donde el progreso sea notable. Queda los críticos como los historiadores registraron
el problema de comprender por qué el progreso el progreso del grupo aparentemente unido. Otros
debe ser una característica tan valiosa de una campos creadores muestran progresos del mismo
actividad llevada a cabo con las técnicas y las tipo. El teólogo que articula el dogma o el filó-
finalidades que hemos descrito en este ensayo. sofo que refina los imperativos de Kant contri-
Esta pregunta resulta ser múltiple y tendremos buye al progreso, aunque sólo sea al del gru-
que examinar cada una de sus ramificaciones por po que comparte sus premisas. Ninguna escuela
separado. Sin embargo, en todos los casos, con creadora reconoce una categoría de trabajo que,
excepción del último, su resolución dependerá por una parte, sea un éxito de creación, pero
en parte de una inversión de nuestra visión nor- que, por otra parte, no sea una adición a la reali-
mal de la relación entre la actividad científica zación colectiva del grupo. Si ponemos en duda,
y la comunidad que la practica. Debemos apren- como lo hacen muchos, que progresen los cam-
der a reconocer como causas lo que ordinaria- pos no científicos, ello no se deberá a que las
mente hemos considerado efectos. Si logramos escuelas individuales no progresen. Más bien,
hacer esto, las frases 'progreso científico' e in- debe ser porque hay siempre escuelas competi-
cluso 'objetividad científica' pueden llegar a pa- doras, cada una de las cuales pone constante-
recer en parte redundantes En realidad, aca- mente en tela de juicio los fundamentos mismos
bamos de ilustrar uno de los aspectos de la de las otras. £1 hombre que pretende que la filo-
redundancia. ¿Progresa un campo debido a que sofía, por ejemplo, no ha progresado, subraya el
es una ciencia, o es una ciencia debido a que pro- hecho de que haya todavía aristotélicos, no que
gresa? el aristotelismo no haya progresado.
Preguntémonos ahora por qué debe progresar Sin embargo, esas dudas sobre el progreso se
una empresa como la ciencia normal y comence- presentan también en las ciencias. Durante todo
mos recordando algunas de sus características el periodo anterior al paradigma, cuando hay gran
más notables. Normalmente, los miembros de una número de escuelas en competencia, las pruebas
comunidad científica madura trabajan a partir de progreso, excepto en el interior de las escue-
de un paradigma simple o de un conjunto de las, son muy difíciles de encontrar. Éste es el
paradigmas estrechamente relacionados. Es muy periodo descrito en la sección II como aquel
raro que comunidades científicas diferentes in- durante el cual los individuos practican la cien-
vestiguen los mismos problemas. En esos casos cia, pero donde los resultados de su empresa no
excepcionales, los grupos comparten varios de los se suman a la ciencia, tal y como la conocemos.
principales paradigmas. Sin embargo, viéndolo Y nuevamente, durante periodos revolucionarios,
desde el punto de vista de cualquier comunidad cuando se encuentren en juego una vez más los
simple, sea o no de científicos, el resultado del principios fundamentales de un campo, se expre-
trabajo creador exitoso es el progreso. ¿Cómo sarán repetidamente dudas sobre la posibilidad
podría ser de otra forma? Por ejemplo, acaba- misma de un progreso continuo si se adopta uno
252 PROG RES O Y RE V O LUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 253

u otro de los paradigmas opuestos. Los que re- gor como la eficiencia con que el grupo, como
chazaban el newtonismo proclamaban que su de- un todo, resuelve los problemas nuevos que se
pendencia de las fuer/as innatas haría regresar presentan. Otros aspectos de la vida profesional
a la ciencia a las Edades Oscuras. Los que se en las ciencias realzan todavía más esa tan espe-
oponían a la química de Lavoisier sostenían que cial eficiencia.
el rechazo de los "principios" químicos en favor Algunos de ellos son consecuencias del aisla-
de los elementos de laboratorio era el rechazo de miento sin paralelo de las comunidades cientí-
una explicación química lograda, rechazo reali- ficas maduras, respecto de las exigencias de los
zado por quienes iban a refugiarse en un simple profanos y de la vida cotidiana. Ese aislamiento
nombre. Un sentimiento similar, aunque expre- no ha sido nunca completo, estamos discutiendo
sado de manera más moderada, parece encon- ahora cuestiones de grado. Sin embargo, no hay
trarse en la base de la oposición de Einstein, otras comunidades profesionales en las que el
Bohm y otros a la interpretación probabilista do- trabajo creador individual esté tan exclusivamente
minante en la mecánica cuántica. En resumen, dirigido a otros miembros de la profesión y sea
sólo durante los periodos de ciencia normal el evaluado por éstos. El más esotérico de los poetas
progreso parece ser evidente y estar asegura- o el más abstracto de los teólogos se preocupa
do. Durante esos periodos, sin embargo, la co- mucho más que el científico respecto a la
munidad científica no puede ver los frutos de su aprobación de su trabajo creador por los profa-
trabajo en ninguna otra forma. nos, aun cuando puede estar todavía menos inte-
Así pues, con respecto a la ciencia normal, parte resado en la aprobación en general. Esta diferen-
de la respuesta al problema del progreso se cia resulta importante. Debido a que trabaja
encuentra simplemente en el ojo del espectador. sólo para una audiencia de colegas que compar-
El progreso científico no es de un tipo diferente ten sus propios valores y sus creencias, el cien-
al progreso en otros campos; pero la ausencia, tífico puede dar por sentado un conjunto único
durante ciertos periodos, de escuelas competido- de normas. No necesita preocuparse de lo que
ras que se cuestionen recíprocamente propósitos pueda pensar otro grupo o escuela y puede, por
y normas, hace que el progreso de una comuni- consiguiente, resolver un problema y pasar al si-
dad científica normal, se perciba en mayor faci- guiente con mayor rapidez que la de los que tra-
lidad. Esto sin embargo, es sólo parte de la res- bajan para un grupo más heterodoxo. Lo que es
puesta y de ninguna manera la más importante. todavía más importante, el aislamiento de la co-
Por ejemplo, ya hemos notado que una vez que munidad científica con respecto a la sociedad,
la aceptación de un paradigma común ha libe- permite que el científico individual concentre su
rado a la comunidad científica de la necesidad atención en problemas sobre los que tiene bue-
de reexaminar constantemente sus primeros prin- nas razones para creer que es capaz de resolver.
cipios, los miembros de esa comunidad pueden A diferencia de los ingenieros y de muchos doc-
concentrarse exclusivamente en los más sutiles tores y la mayor parte de los teólogos, el cientí-
y esotéricos de los fenómenos que le interesan. fico no necesita escoger problemas en razón de
Inevitablemente, esto hace aumentar tanto el vi- que sea urgente resolverlos y sin tomar en consi-
254 PROGRESO Y REVOLUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 255

deración los instrumentos disponibles para su que en última instancia tendrá que evaluar por
resolución. También a ese respecto, el contraste sí mismo.
entre los científicos naturalistas y muchos cien- Compárese esta situación con la de las cien-
tíficos sociales resulta aleccionador. Los últimos cias naturales contemporáneas. En estos campos,
tienden a menudo, lo que los primeros casi nun- el estudiante depende principalmente de los li-
ca hacen, a defender su elección de un problema bros de texto hasta que, en su tercero o cuarto
para investigación —p. ej. los efectos de la discri- año de trabajo como graduado, inicia sus propias
minación racial o las causas del ciclo de nego- investigaciones. Muchos planes de estudio de las
cios—, principalmente en términos de la impor- ciencias ni siquiera exigen a los graduados que
tancia social de lograr una solución. ¿De qué lean obras no escritas especialmente para los
grupo puede esperarse entonces que resuelva sus estudiantes. Los pocos que asignan lecturas su-
problemas a un ritmo más rápido? plementarias en escritos de investigación y mo-
Los efectos del aislamiento respecto de la so- nografías, restringen tales asignaciones a los cur-
ciedad mayor se intensifican mucho por otra ca- sos más avanzados y a los materiales que, más o
racterística de la comunidad científica profesio- menos, se inician donde quedaron los libros de
nal, la naturaleza de su iniciación educativa. En texto. Hasta las últimas etapas de la instrucción
la música, en las artes gráficas y en la literatura, de un científico, los libros de texto substituyen
el profesional obtiene su instrucción mediante la sistemáticamente a la literatura científica crea-
observación de los trabajos de otros artistas, dora que los hace posibles. Teniendo en cuenta
principalmente artistas anteriores. Los libros de la confianza en sus paradigmas, que hace que esa
texto, excepto los compendios o los manuales técnica de enseñanza sea posible, pocos cientí-
de creaciones originales, sólo tienen un papel se- ficos desearían cambiarla. Después de todo, ¿por
cundario. En la historia, la filosofía y las ciencias qué debe el estudiante de física leer, por ejemplo,
sociales, los libros de texto tienen una impor- las obras de Newton, Faraday, Einstein o Schröd-
tancia mucho mayor. Pero incluso en esos cam- inger, cuando todo lo que necesita saber sobre
pos, los cursos elementales de los colegios emplean esos trabajos se encuentra recapitulado en forma
lecturas paralelas en fuentes originales, algunas mucho más breve, más precisa y más sistemática
de ellas de los "clásicos" del campo, otras de los en una serie de libros de texto que se encuen-
informes de la investigación contemporánea que tran al día?
los profesionales escriben unos para otros. Como Sin desear defender los extremos excesivos a
resultado de ello, el estudiante de cualquiera de que se ha llevado a veces este tipo de educación,
esas disciplinas está constantemente al tanto de la no podemos dejar de notar que, en general, ha
inmensa variedad de problemas que los miem- sido inmensamente efectivo. Por supuesto, se tra-
bros de su futuro grupo han tratado de resolver, ta de una educación estrecha y rígida, probable-
en el transcurso del tiempo. Algo todavía más mente más que ninguna otra, exceptuando quizá
importante, es que tiene siempre ante él numero- la teología ortodoxa. Pero para los trabajos de
sas soluciones, inconmensurables y en competen- ciencia normal, para la resolución de enigmas den-
cia, para los mencionados problemas, soluciones tro de la tradición que definen, los libros de
256 PROGRESO Y REVOLUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 257

texto, el científico se encuentra casi perfecta- revoluciones concluyen con una victoria total de
mente preparado. Además, está igualmente bien uno de los dos campos rivales. ¿Dirá alguna vez
equipado para otra tarea —la generación de cri- ese grupo que el resultado de su victoria ha sido
sis significantes a través de la ciencia normal. algo inferior al progreso? Eso sería tanto como
Por supuesto, cuando éstas se presentan, el cien- admitir que estaban equivocados y que sus opo-
tífico no se encontrará tan bien preparado. Aun nentes estaban en lo cierto. Para ello, al menos,
cuando las crisis prolongadas probablemente se el resultado de la revolución debe ser el progreso
reflejan en prácticas menos rígidas de educación, y se encuentran en una magnífica posición para
la preparación científica no está bien diseñada asegurarse de que los miembros futuros de su
para producir al hombre que pueda con facilidad comunidad verán la historia pasada de la misma
descubrir un enfoque original. Pero en tanto forma. En la Sección XI describimos detalla-
haya alguien que se presente con un nuevo can- damente las técnicas por medio de las que se
didato a paradigma —habitualmente un hombre logra esto y hemos presentado nuevamente un
joven o algún novato en el campo— la pérdida aspecto estrechamente vinculado con la vida cien-
debida a la rigidez corresponderá sólo al indivi- tífica profesional. Cuando una comunidad cientí-
duo. Dada una generación en la que efectuar el fica repudia un paradigma anterior, renuncia,
cambio, la rigidez individual es compatible con al mismo tiempo, como tema propio para el
una comunidad que pueda pasar de un paradig- escrutinio profesional, a la mayoría de los libros
ma a otro cuando la ocasión lo exija. Es par- y artículos en que se incluye dicho paradigma.
ticularmente compatible cuando esa misma rigidez La educación científica no utiliza ningún equiva-
proporciona a la comunidad un indicador sensi- lente al museo de arte o a la biblioteca de libros
ble de que hay algo que va mal. clásicos y el resultado es una distorsión, a veces
Así pues, en su estado normal, una comunidad muy drástica, de la percepción que tiene el cien-
científica es un instrumento inmensamente efi- tífico del pasado de su disciplina. Más que quie-
ciente para resolver los problemas o los enigmas nes practican en otros campos creadores, llega a
que define su paradigma. Además, el resultado ver ese pasado como una línea recta que conduce
de la resolución de esos problemas debe ser ine- a la situación actual de la disciplina. En resu-
vitablemente el progreso. En este caso no existe rten, llega a verlo como progreso. En tanto per-
ningún problema. Sin embargo, el ver todo eso manece dentro del campo, no le queda ninguna
sólo realza la segunda parte del problema del alternativa.
progreso de las ciencias, la más importante. Por Inevitablemente, estas observaciones sugerirán
consiguiente, volvámonos hacia ella y hagamos que el miembro de una comunidad científica ma-
la pregunta relativa al progreso por medio de la dura es, como el personaje típico de 1984 de
ciencia no-ordinaria. ¿Por qué es también el pro- Orwell, la víctima de una historia reescrita por
greso, aparentemente, un acompañante universal quienes están en el poder. Esa sugestión, además,
de las revoluciones científicas? Una vez más, po- no es completamente inapropiada. En las revo-
demos aprender mucho al preguntar qué otro luciones científicas hay tanto pérdidas como ga-
podría ser el resultado de una revolución. Las nancias y los científicos tienen una tendencia
258 PROGRESO Y REVOLUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 259

peculiar a no ver las primeras. 3 Por otra parte, o época ha contado con las comunidades tan es-
ninguna explicación del progreso por medio de peciales de las que procede la productividad cien-
la revolución puede detenerse en este punto. El tífica.
hacerlo implicaría que, en las ciencias, el poder ¿Cuáles son las características esenciales de
hace el derecho, una formulación que, nuevamen- esas comunidades? Evidentemente, ello requiere
te, no sería completamente errónea si no supri- un estudio mucho mayor. En esta área, sólo son
miera la naturaleza del proceso y de la autoridad posibles generalizaciones de tanteo. Sin embargo,
mediante la que se hace la elección entre los cierto número de requisitos para pertenecer como
paradigmas. Si la autoridad aislada, sobre todo miembro a un grupo científico profesional debe
si se trata de una autoridad no profesional, fuera ser ya netamente claro. Por ejemplo, el cientí-
el arbitró de los debates paradigmáticos, el fico deberá interesarse por resolver problemas
resultado de esos debates podría ser todavía una sobre el comportamiento de la naturaleza. Ade-
revolución, pero no sería una revolución cientí- más, aunque esta preocupación por la naturaleza
fica. La existencia misma de la ciencia depende pueda tener una amplitud global, los problemas
de que el poder de escoger entre paradigmas se sobre los que el científico trabaje deberán ser
delegue en los miembros de una comunidad de de detalle. Lo que es más importante todavía,
tipo especial. Lo especial que esta comunidad las soluciones que le satisfagan podrán no ser
deba ser para que la ciencia sobreviva y se desa- sólo personales, sino que deberán ser aceptadas
rrolle, puede estar indicado en la fragilidad mis- por muchos como soluciones. Sin embargo, el
ma del dominio de la humanidad sobre la em- grupo que las comparta no puede ser tomado
presa científica. Todas las civilizaciones de las fortuitamente de la sociedad como un todo, sino
que tenemos registros han poseído una tecnolo- más bien de la bien definida comunidad de los
gía, un arte, una religión, un sistema político, colegas profesionales del científico. Una de las le-
leyes, etc. En muchos casos, estas facetas de la yes más firmes, aun cuando no escritas, de la
civilización han sido tan desarrolladas como las vida científica es la prohibición de hacer llama-
nuestras. Pero sólo las civilizaciones que des- mientos, en asuntos científicos, a los jefes de
cienden de la Grecia helénica poseyeron algo más Estado o a las poblaciones en conjunto. El reco-
que una ciencia rudimentaria. El caudal de co- nocimiento de la existencia de un grupo profesio-
nocimientos científicos es un producto de Europa nal que sea competente de manera única en la
en los últimos cuatro siglos. Ningún otro lugar materia y la aceptación de su papel como arbitro
exclusivo en los logros profesionales tienen otras
3 Los historiadores de la ciencia encuentran frecuen- implicaciones. Los miembros del grupo, como in-
temente esa ceguera en una forma particularmente llama-
tiva. El grupo de estudiantes que llega a ellos procedente dividuos y en virtud de su preparación y la ex-
de las ciencias es, muy a menudo, el mejor grupo al que periencia que comparten, deberán ser considera-
enseñan. Pero es también el que más frustraciones pro- dos como los únicos poseedores de las reglas del
porciona al comienzo. Debido a que los estudiantes de juego o de alguna base equivalente para emitir
ciencias "conocen las respuestas correctas", es particu- juicios inequívocos. El poner en duda que com-
larmente difícil hacerles analizar una ciencia más antigua parten esa base para las evacuaciones seria tanto
en sus propios términos.
260 PROGRESO Y REVOLUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 261

como admitir la existencia de normas para la convencidos de que se satisfacen dos condiciones
investigación científica, incompatibles. Esta ad- importantes. Primeramente, el nuevo candidato
misión inevitablemente plantearía la pregunta de deberá parecer capaz de resolver algún problema
si la verdad en las ciencias puede ser una. extraordinario y generalmente reconocido, que de
Esta pequeña lista de características comunes ninguna otra forma pueda solucionarse. En segun-
a las comunidades científicas ha sido sacada ínte- do lugar, el nuevo paradigma deberá prometer
gramente de la práctica de la ciencia normal y preservar una parte relativamente grande de la ha-
es preciso que haya sido así. Es ésa la actividad bilidad concreta para la solución de problemas
para la que el científico es ordinariamente pre- que la ciencia ha adquirido a través de sus para-
parado. Nótese, sin embargó, que a pesar de su digmas anteriores. La novedad por sí misma no
tamaño pequeño, la lista es ya suficiente para es tan deseable en las ciencias como en muchos
separar a esas comunidades de todos los demás otros campos creativos. Como resultado de ello,
grupos profesionales. Nótese también que, a pe- aunque los nuevos paradigmas raramente o nun-
sar de que tiene su fuente en la ciencia normal, la ca poseen todas las capacidades de sus predece-
lista explica muchas de las características espe- sores, habitualmente preservan una multitud de
ciales de la respuesta del grupo durante las revo- las partes más concretas de las realizaciones pa-
luciones y, sobre todo, durante los debates para- sadas y permiten siempre, además, soluciones con-
digmáticos. Ya hemos observado que un grupo cretas y adicionales de problemas.
de ese tipo debe ver como progreso el cambio de Todo esto no quiere decir que la capacidad para
paradigma. Ahora debemos reconocer que la per- resolver problemas constituya una base única o
cepción es autosatisfactoria en muchos aspectos. inequívoca para la selección de un paradigma.
La comunidad científica es un instrumento su- Ya hemos hecho notar muchas razones por las
premamente eficiente para llevar al máximo la que no es posible que exista un criterio de este
limitación y el número de los problemas resuel- tipo. Pero sí quiere decir que una comunidad de
tos a través del cambio de paradigma. especialistas científicos hará todo lo que pueda
Ya que el problema resuelto es la unidad de para asegurar el desarrollo continuado de los
la investigación científica y debido a que el grupo datos reunidos, que ella puede tratar con pre-
conoce ya qué problemas han sido resueltos, a cisión y de manera detallada. En el proceso, la
pocos científicos se podrá convencer con facilidad comunidad sufrirá pérdidas. Con frecuencia, de-
para que adopten un punto de vista que nueva- ben eliminarse ciertos problemas antiguos. Ade-
mente ponga en tela de juicio muchos problemas más, frecuentemente, la revolución disminuye el
previamente resueltos. La naturaleza misma de- alcance de los intereses profesionales de la co-
berá primeramente socavar la seguridad profe- munidad, aumenta su grado de especialización y
sional, haciendo que las investigaciones anteriores reduce sus comunicaciones con otros grupos, tan-
parezcan problemáticas. Además, incluso cuando to de científicos como de profanos. Aunque es
haya ocurrido esto y se haya presentado un nue- seguro que la ciencia aumenta en profundidad,
vo candidato a paradigma, los científicos se mos- no puede crecer en el mismo grado en anchura
trarán renuentes a adoptarlo a menos que estén y, si lo hace, esa amplitud se manifestará princi-
262 PROGRESO Y REVOLUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 263

pálmente en la proliferación de especialidades descrito en este ensayo ha sido un proceso de


científicas y no en el alcance de alguna singular evolución desde los comienzos primitivos, un pro-
especialidad aislada. Sin embargo, a pesar de ceso cuyas etapas sucesivas se caracterizan por
esas y otras pérdidas para las comunidades indi- una comprensión cada vez más detallada y refi-
viduales, la naturaleza de tales comunidades pro- nada de la naturaleza. Pero nada de lo que hemos
porciona una garantía virtual de que tanto la dicho o de lo que digamos hará que sea un pro-
lista de problemas resueltos por la ciencia como ceso de evolución hacia algo. Inevitablemente,
la limitación de las soluciones individuales de los esa laguna habrá molestado a muchos lectores.
problemas irán aumentando cada vez más. Por Todos estamos profundamente acostumbrados a
lo menos, si es que es posible proporcionar tal considerar a la ciencia como la empresa que se
garantía, la naturaleza de la comunidad la pro- acerca cada vez más a alguna meta establecida
porciona. ¿Qué mejor criterio puede existir que de antemano por la naturaleza.
la decisión del grupo científico? Pero, ¿es preciso que exista esa meta? ¿No
Estos últimos párrafos indican las direcciones podemos explicar tanto la existencia de la ciencia
en que creo que debe buscarse una solución más como su éxito en términos de evolución a partir
refinada para el problema del progreso de las del estado de conocimientos de una comunidad
ciencias. Quizá indiquen que el progreso cientí- en un momento dado? ¿Ayuda realmente el ima-
fico no es completamente lo que creíamos. Pero ginar que existe alguna explicación plena, objeti-
al mismo tiempo muestran que, de manera ine- va y verdadera de la naturaleza y que la medida
vitable, algún tipo de progreso debe caracterizar apropiada de la investigación científica es la
a las actividades científicas, en tanto dichas acti- elongación con que nos acerca cada vez más a
vidades sobrevivan. En las ciencias no es necesa- esa meta final? Si podemos aprender a sustituir
rio que haya progreso de otra índole. Para ser la-evolución-hacia-lo-que-deseamos-conocer por la-
más precisos, es posible que tengamos que renun- evolución-a-partir-de-lo-que-conceemos, muchos
ciar a la noción, explícita o implícita, de que los problemas difíciles desaparecerán en el proceso.
cambios de paradigma llevan a los científicos, y a Por ejemplo, en algún lugar de ese laberinto debe
aquellos que de tales aprenden, cada vez más encontrarse el problema de la inducción.
cerca de la verdad. No puedo especificar todavía, en forma deta-
Ya es tiempo de hacer notar que hasta las llada, las consecuencias de esta visión alternativa
páginas finales de este ensayo, no se ha incluido del avance científico; pero ayuda a reconocer
el término 'verdad' sino en una cita de Francis que la trasposición conceptual que recomenda-
Bacon. E incluso en esas páginas, sólo fue in- mos aquí, es muy cercana a la que emprendió el
cluido como una fuente de la convicción de los Occidente hace un siglo. Es particularmente útil
científicos de que para la práctica de las ciencias debido a que, en ambos casos, el obstáculo prin-
no pueden coexistir reglas incompatibles, excepto cipal para la transposición es el mismo. Cuando
durante las revoluciones, cuando la tarea princi- Darwin en 1859 publicó por primera vez su teo-
pal de la profesión es eliminar todos los conjuntos ría de la evolución por selección natural, lo que
de reglas excepto uno. El proceso de desarrollo más molestó a muchos profesionales no fue la
264 PROGRE SO Y RE VOLUCI ONE S PROGRESO Y REVOLUCIONES 265

noción del cambio de las especies ni la posible te dado y con los organismos que tenía entonces
descendencia del hombre a partir del mono. Las a su disposición, era responsable del surgimiento,
pruebas indicadoras de la evolución, incluyendo gradual pero continuo, de organismos más com-
la del hombre, se habían estado acumulando du- plejos y articulados y mucho más especializados.
rante varias décadas y la idea de la evolución Incluso órganos tan maravillosamente adaptados
había sido sugerida y se había diseminado am- como el ojo y la mano del hombre —órganos
pliamente, antes. Aunque la evolución, como tal, cuyo diseño antes había proporcionado poderosos
encontró resistencia, particularmente por parte argumentos en pro de la existencia de un supre-
de ciertos grupos religiosos, no era, de ninguna mo artífice y de un plan previo— eran produc-
manera, la mayor de las dificultades a que se tos de un proceso que a partir de los comienzos
enfrentaron los darwinianos. Esta dificultad sur- primitivos progresaba continuamente pero no
gió de una idea que era más cercana a la de hacía una meta. La creencia de que la selección
Darwin. Todas las teorías conocidas sobre la natural, resultante de la mera competencia entre
evolución antes de Darwin —las de Lamarck, organismos por la supervivencia, pudiera haber
Chambers, Spencer y los Naturphilosophen ale- producido, junto con los animales superiores y
manes— habían considerado a la evolución como las plantas al hombre, era el aspecto más
un proceso dirigido hacia un fin. Se creía que difícil y molesto de la teoría de Darwin. ¿Qué
la "idea" del hombre y de la flora y la fauna pueden significar 'evolución', 'desarrollo' y
contemporánea había estado presente, desde la 'progreso' a falta de una meta específica? A
primera creación de la vida, quizá en la mente de muchas personas esos términos les parecieron
Dios. Esta idea o plan había proporcionado la repentinamente auto-contradictorios.
dirección y el impulso conductor, para todo el pro- La analogía que relaciona la evolución de los
ceso de evolución. Cada nueva etapa del desarro- organismos con la de las ideas científicas puede
llo evolucionario era una realización más perfec- con facilidad llevarse demasiado lejos. Pero en
cionada de un plan que desde el principio había lo que respecta a los problemas de esta última
existido.4 sección del ensayo es casi perfecta. El proceso
Para muchos hombres, la abolición de ese tipo descrito como la resolución de las revoluciones
teleológico de evolución era la más importante en la sección XII constituye, dentro de la comu-
y desagradable sugerencia de Darwin. 5 El Origin nidad científica, la selección, a través de la pug-
of Species no reconoció ninguna meta establecida na, del mejor camino para la práctica de la
por Dios o por la naturaleza. En lugar de ello, la ciencia futura. El resultado neto de una secuen-
selección natural, operando en un medio ambien- cia de tales selecciones revolucionarias, separado
por periodos de investigación normal, es el con-
4
Loren Eiseley, Darwin's Century: Evolution and the junto de documentos, maravillosamente adaptado,
Men Who Discovered It (Nueva York, 1958), caps. II, IV- que denominamos conocimiento científico moder-
V.
5
Con respecto a un informe particularmente agudo
no. Las etapas sucesivas en ese proceso de desa-
de la lucha de un darwinista prominente con este proble rrollo se caracterizan por un aumento en la ar-
ma, véase Asa Gray, 1810-1888, de A. Hunter Dupree (Cam ticulación y la especialización. Y todo el proceso
bridge, Mass., 1959), pp. 295-306, 355-83.
266 PROGRESO Y REVOLUCIONES PROGRESO Y REVOLUCIONES 267

pudo tener lugar, como suponemos actualmente vida científica, hay argumentos poderosos en fa-
que ocurrió la evolución biológica, sin el bene- vor de su empleo, en los intentos hechos para
ficio de una meta establecida, de una verdad resolver la multitud de problemas que todavía no
científica fija y permanente, de la que cada etapa tienen respuesta.
del desarrollo de los conocimientos científicos
fuera un mejor ejemplo.
Todo aquel que haya seguido hasta aquí la ar-
gumentación sentirá, no obstante, la necesidad
de preguntar por qué debe funcionar el proceso
evolucionado. ¿Qué debe ser la naturaleza, in-
cluyendo al hombre, para que la ciencia sea posi-
ble? ¿Por qué deben ser capaces las comunidades
científicas de llegar a un consenso firme, inalcan-
zable en otros campos? ¿Por qué después de los
diferentes cambios de paradigmas debe durar ese
consenso? ¿Y por qué el cambio de paradigma
produce, invariablemente, un instrumento más
perfecto en cualquier sentido que todos los antes
conocidos? Desde un punto de vista estas pre-
guntas, exceptuando la primera, han sido con-
testadas ya. Pero, desde otra perspectiva, se
encuentran todavía tan abiertas como cuando ini-
ciamos este ensayo. No es sólo la comunidad
científica la que debe ser especial. El mundo del
que esa comunidad forma parte debe también
poseer características muy especiales y no esta-
mos más cerca al principio de saber qué deben
ser. Ese problema —¿cómo debe ser el mundo
para que el hombre pueda conocerlo?— no fue
sin embargo, creado por este ensayo. Al contra-
rio, es tan viejo como la ciencia misma y conti-
núa sin respuesta. Pero no necesitamos resolverlo
en este ensayo. Cualquier concepción de la natu-
raleza que sea compatible con el crecimiento de
la ciencia por medio de pruebas, es compatible
con la visión evolutiva de la ciencia que hemos
desarrollado. Puesto que esa visión es compati-
ble también con la observación atenta de la
POSDATA: 1969 POSDATA: 1969 269

HAN TRANSCURRIDO casi siete años desde la prime- Algunas de las principales dificultades de mi
ra publicación de este libro. 1 En el ínterin, tanto texto original se centran en el concepto de un
la respuesta de la crítica como mi propio trabajo paradigma, y mi análisis empieza con ellas. 4 En
nuevo han aumentado mi comprensión de un la subsección que sigue, haré ver lo deseable de
buen número de los asuntos en cuestión. En lo aislar tal concepto apartándolo de la noción
fundamental, mi punto de vista casi no ha cam- de una comunidad científica, indico cómo puede
biado, pero hoy reconozco aspectos de su formu- hacerse esto y elucido algunas consecuencias con-
lación inicial que crean dificultades y equívocos siderables de la resultante separación analítica.
gratuitos. Como algunos de esos equívocos han Después considero lo que ocurre cuando se bus-
sido de mi propia cosecha, su eliminación me per- can paradigmas examinando el comportamiento
mite ganar un terreno que, a la postre, podrá de los miembros de una comunidad científica pre-
constituir la base de una nueva versión del libro. 2 viamente determinada. Ese procedimiento revela,
Mientras tanto, aprovecho la oportunidad para al punto, que en gran parte del libro me he va-
esbozar algunas revisiones necesarias, comentar lido del término "paradigma" en dos sentidos
algunas críticas reiteradas y esbozar las direccio- distintos. Por una parte, significa toda la cons-
nes que hoy está siguiendo mi propio pensa- telación de creencias, valores, técnicas, etc., que
miento.3 comparten los miembros de una comunidad dada.
Por otra parte, denota una especie de elemento
1 Esta posdata fue preparada originalmente a sugeren- de tal constelación, las concretas soluciones de
cia del que fue mi alumno y por mucho tiempo mi amigo,
problemas que, empleadas como modelos o ejem-
Dr. Shigeru Nakayama, de la Universidad de Tokio, para
incluirla en la versión japonesa de este libro. Le estoy plos, pueden remplazar reglas explícitas como
agradecido por su idea, por su paciencia al esperar sus base de la solución de los restantes problemas
resultados y por su permiso para incluir su resultado en de la ciencia normal. El primer sentido del tér-
la edición en idioma inglés. mino, al que podremos llamar sociológico, es el
2 Para esta edición he procurado limitar las alteracio- tema de la Subsección 2, más adelante; la Sub-
nes a unos cuantos errores tipográficos, dos pasajes que sección 3 está dedicada a los paradigmas como
contienen errores aislados, y no dar una nueva versión.
Uno de estos errores es la descripción del papel de los ejemplares logros del pasado.
Principia de Newton en el desarrollo de la mecánica del Al menos en el aspecto filosófico este segundo
siglo XVIII, de las pp. 62-65. Los otros se refieren a las sentido de "paradigma" es el más profundo de
respuestas a la crisis, en la pp. 138. los dos, y las afirmaciones que he hecho en su
3 Otras indicaciones podrán encontrarse en dos de mis
recientes ensayos: "Reflections on My Critics", editado por flections" y al volumen en que aparece como Growth of
Irme Lakatos y Alan Musgrave, Criticism and the Growth Knowledge; el segundo ensayo será mencionado como
of Knowledge (Cambridge, 1970); y "Second Thoughts on "Second Thoughts".
Paradigms", editado por Frederick Suppe, The Structure 4 Para una crítica particularmente convincente de mi
of Scientific Theories (Urbana, III, 1970 o 1971). Más presentación inicial de los paradigmas véase: "The Na-
adelante citaré el primero de estos ensayos como "Re- ture of a Paradigm" en Growth of Knowledge, de Mar-
268 garet Masterman; y "The Structure of Scientific Revolu-
tions", de Dudley Shapere, en Philosophical Review,
LXXIII (1964), 383-94.
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nombre son las principales causas de las contro- Un paradigma es lo que comparten los miembros
versias y equívocos que ha producido el libro, de una comunidad científica y, a la inversa una
particularmente la acusación de que yo he hecho counidad científica consiste en unas personas que
de la ciencia una empresa subjetiva e irracional. comparten un paradigma. No todas las circulari-
Estos temas se consideran en las Subsecciones 4 dades son viciosas (defenderé más adelante, en
y 5. En la primera se sostiene que términos como este escrito, un argumento de estructura similar),
"subjetivo" e "intuitivo" no pueden aplicarse con pero ésta es causa de verdaderas dificultades. Las
propiedad a los componentes del conocimiento comunidades científicas pueden aislarse sin recu-
que, según mi decisión, están tácitamente empo- rrir previamente a paradigmas; éstos pueden ser
trados en ejemplos compartidos. Aunque tal co- descubiertos, entonces, analizando el comporta-
nocimiento no está sujeto a la paráfrasis —sin miento de los miembros de una comunidad dada.
cambios esenciales— por lo que respecta a reglas Si estuviera reescribiendo este libro, por lo tanto,
y cánones, sin embargo resulta sistemático, ha empezaría con un análisis de la estructura comu-
resistido el paso del tiempo, y en cierto sentido nitaria de la ciencia, tema que recientemente se
es corregible. La Subsección 5 aplica tal argu- ha convertido en importante objeto de la investi-
mento al problema de elección entre dos teorías gación sociológica, y que también empiezan a to-
incompatibles, y pide, en breve conclusión, que mar en serio los historiadores de la ciencia. Los
quienes sostienen puntos de vista inconmensura- resultados preliminares, muchos de ellos aún iné-
bles sean considerados como miembros de dife- ditos, indican que las técnicas empíricas necesa-
rentes comunidades lingüísticas, y que sus pro- rias para su exploración son no-triviales, pero al-
blemas de comunicación sean analizados como gunas están en embrión y otros seguramente se
problemas de traducción. Los asuntos restantes desarrollarán.5 La mayoría de los científicos en
se analizan en las siguientes Subsecciones 6 y 7. funciones responden inmediatamente a las pre-
La primera considera la acusación de que el con- guntas acerca de sus afiliaciones comunitarias,
cepto de ciencia desarrollado en este libro es in- dando por sentado que la responsabilidad por las
tegralmente relativista. La segunda comienza pre- varias especialidades actuales está distribuida en-
guntando si mi argumento realmente adolece, tre grupos de un número de miembros al menos
como se ha dicho, de una confusión entre los mo- generalmente determinado. Por tanto, supondré
dos descriptivo y normativo; concluye con unas
5 The Scientific Community, de W. O. Hagstrom (Nueva
breves observaciones sobre un tema que merece York 1965), caps. IV y V; "Collaboration in an Invisible
un ensayo aparte: el grado en que las principales College", de D. J. Price y D. de B. Beaver, American
tesis del libro pueden aplicarse legítimamente a Psychologist, XXI (1966), 1011-18; "Social Structure in a
otros campos, aparte de la ciencia. Group of Scientists: A Test of the 'Invisible' College
Hypothesis" de Diana Crane. American Sociological Re-
view, XXXIV (1969), 335-52; Social Networks among Bio-
1. Paradigmas y estructura comunitaria logical Scientists de N. C. Mullins (Ph. D. Diss Harvard
University, 1966) y "The Micro-Structure of an Invisible
El término "paradigma" aparece pronto en las College: The Phage Group" (artículo presentado en la
páginas anteriores, y es, intrínsecamente, circular. reunión anual de la American Sociological Association,
Boston, 1968).
272 POSDATA: 1969 POSDATA: 1969 273

aquí que ya se encontrarán medios más sistemáti- En ese sentido, las comunidades, desde luego,
cos para su identificación. En lugar de presentar existen en muchos niveles. La más global es la
los resultados de la investigación preliminar, per- comunidad de todos los científicos naturalistas.
mítaseme explicar brevemente la noción intuitiva A un nivel apenas inferior, los principales grupos
de comunidad, subyacente en gran parte de los de científicos profesionales son comunidades: mé-
capítulos anteriores de este libro. Es una idea dicos, químicos, astrónomos, zoólogos y similares.
que comparten extensamente científicos, sociólo- Para estos grandes grupos, la pertenencia a una
gos y numerosos historiadores de la ciencia. comunidad queda inmediatamente establecida,
Según esta opinión, una comunidad científica excepto en sus límites. Temas de la mayor difi-
consiste en quienes practican una especialidad cultad, afiliación a las sociedades profesionales y
científica. Hasta un grado no igualado en la ma- publicaciones leídas son, por lo general, más que
yoría de los otros ámbitos, han tenido una edu- suficientes. Las técnicas similares también pue-
cación y una iniciación profesional similares. En den aislar a los principales subgrupos: químicos
el proceso, han absorbido la misma bibliografía orgánicos, quizás los químicos de las proteínas
técnica y sacado muchas lecciones idénticas de entre ellos, físicos especializados en transistores,
ella. Habitualmente los límites de esa bibliografía radio astrónomos, etc. Sólo es en el siguiente
general constituyen las fronteras de un tema cien- nivel inferior donde surgen problemas empíricos.
tífico, y cada unidad habitualmente tiene un tema Para tomar un ejemplo contemporáneo, ¿cómo se
propio. En las ciencias hay escuelas, es decir, habría podido aislar el grupo "fago", antes de ser
comunidades que enfocan el mismo tema desde aclamado por el público? Con este fin se debe
puntos de vista incompatibles. Pero aquí son mu- asistir a conferencias especiales, se debe recurrir
cho más escasas que en otros campos. Siempre a la distribución de manuscritos o galeras antes
están en competencia, y su competencia por lo de su publicación y ante todo, a las redes oficia-
general termina pronto; como resultado, los les o extraoficiales de comunicación, incluso las
miembros de una comunidad científica se ven a que hayan sido descubiertas en la corresponden-
sí mismos, y son considerados por otros como cia y en los nexos establecidos entre las refe-
los hombres exclusivamente responsables de la rencias. 6 Yo sostengo que esa labor puede y debe
investigación de todo un conjunto de objetivos hacerse, al menos en el escenario contemporáneo,
comunes, que incluyen la preparación de sus pro- y en las partes más recientes del escenario histó-
pios sucesores. Dentro de tales grupos, la comu- rico. Lo característico es que ofrezca comunida-
nicación es casi plena, y el juicio profesional es, des hasta, quizá, de cien miembros, ocasionalmen-
relativamente, unánime. Como, por otra parte, te bastante menos. Por lo general los científicos
la atención de diferentes comunidades científicas 6 The Use of Citation Data in Writing the History of
enfoca diferentes problemas, la comunicación pro- Science, de Eugene Garfield (Filadelfia: Institute of Scien-
fesional entre los límites de los grupos a veces tific Information, 1964); "Comparison of the Results of
es ardua, a menudo resulta en equívocos, y de Bibliographic Coupling and Analytic Subjetc Indexing",
seguir adelante, puede conducir a un considera- de M. M. Kessler, American Documentation, XVI (1965)
ble y antes insospechado desacuerdo. 223-33; "Networks of Scientific Papers", de D. J. Price,
Science, CIL (1965), 510-15.
274 POSDATA: 1969 POSDATA: 1969 275

individuales, particularmente los más capaces, ciada (ahora creo que no debe estarlo) con la
pertenecerán a varios de tales grupos, sea simul- primera adquisición de un paradigma. Los miem-
táneamente, sea en sucesión. bros de todas las comunidades científicas, incluso
Las comunidades de esta índole son las unida- de las escuelas del periodo "preparadigma" com-
des que este libro ha presentado como producto- parten las clases de elementos que, colectivamen-
ras y validadoras del conocimiento científico. A te, he llamado un "paradigma". Lo que cambia
veces los paradigmas son compartidos por miem- con la transición a la madurez no es la presencia
bros de tales grupos. Si no se hace referencia a de un paradigma, sino, antes bien, su naturaleza.
la naturaleza de estos elementos compartidos, Sólo después del cambio es posible una investiga-
muchos aspectos de la ciencia descritos en las ción normal de la solución de enigmas. Muchos
páginas anteriores difícilmente se podrán enten- de los atributos de una ciencia desarrollada, que
der. Pero otros aspectos sí, aunque no hayan sido antes he asociado con la adquisición de un para-
presentados independientemente en mi texto ori- digma, serán considerados, por tanto, como con-
ginal. Por tanto, vale la pena notar, antes de vol- secuencias de la adquisición de la clase de para-
verse directamente a los paradigmas, una serie digmas que identifica los enigmas más intrigan-
de asuntos que requieren su referencia a la es- tes, que aporta claves para su solución y que
tructura de la comunidad, exclusivamente. garantiza el triunfo del practicante verdadera-
Probablemente el más notable de éstos es lo mente capaz. Sólo quienes han cobrado ánimo
que antes he llamado la transición del periodo observando que su propio campo (o escuela) tie-
pre-paradigma al post-paradigma en el desarrollo ne paradigmas sentirán, probablemente, que el
de un campo científico. Tal transición es la que cambio sacrifica algo importante.
fue esbozada antes, en la Sección II. Antes de que Un segundo asunto, más importante al menos
ocurra, un buen número de escuelas estarán com- para los historiadores, implica la identificación
pitiendo por el dominio de un ámbito dado. Des- hecha en este libro, de las comunidades científi-
pués, en la secuela de algún notable logro cien- cas, una a una, con las materias científicas. Es
tífico, el número de escuelas se reduce grande- decir, repetidamente he actuado como si, por
mente, ordinariamente a una, y comienza enton- ejemplo, la "óptica física", la "electricidad" y el
ces un modo más eficiente de práctica científica. "calor" debieran señalar comunidades científicas
Este último generalmente es esotérico, orientado porque designan materias de investigación. La
hacia la solución de enigmas, como el trabajo de única alternativa que mi texto ha parecido dejar
un grupo puede ser cuando sus miembros dan por consiste en que todos estos temas han perteneci-
sentadas las bases de su estudio. do a la comunidad científica. Sin embargo, las
La naturaleza de esa transición a la madurez identificaciones de tal índole no resisten un exa-
merece un análisis más completo del que ha re- men, como repetidas veces lo han señalado mis
cibido en este libro, particularmente de aquellos colegas en materia de historia. Por ejemplo, no
interesados en el avance de las ciencias sociales hubo una comunidad de físicos antes de media-
contemporáneas. Con ese fin puede ser útil in- dos del siglo XIX, y entonces fue formada por una
dicar que la transición no tiene que estar aso- amalgamación de partes de dos comunidades an-
276 POSDATA: 1969 POSDATA: 1969 277

tes separadas: las matemáticas y la filosofía natu- es la clase de tema en que los miembros siquiera
ral (physique experiméntale). Lo que hoy es ma- de una sola comunidad necesariamente deben con-
teria para una sola extensa comunidad ha estado venir. La necesidad de un acuerdo depende de lo
distribuido de varios modos, en el pasado, entre que hace la comunidad. La química de la prime-
diversas comunidades. Otros temas de estudio ra mitad del siglo XIX resulta un caso oportuno.
más reducidos, por ejemplo el calor y la teoría de Aunque varios de los útiles fundamentales de la
la materia, han existido durante largos periodos comunidad —proporción constante, proporción
sin llegar a convertirse en campo exclusivo de múltiple y pesos combinados— se han vuelto del
ninguna comunidad científica en especial. Sin em- dominio público como resultado de la teoría ató-
bargo, tanto la ciencia normal como las revolu- mica de Dalton, era absolutamente posible que
ciones son actividades basadas en comunidades. los químicos, ante el hecho consumado, basaran
Para descubrirlas y analizarlas es preciso desen- su labor en aquellos útiles y expresaran su desa-
trañar la cambiante estructura de las ciencias con cuerdo, a veces con vehemencia, con respecto a
el paso del tiempo. En primer lugar, un paradig- la existencia de los átomos.
ma no gobierna un tema de estudio, sino, antes Creo que de la misma manera podrán disiparse
bien, un grupo de practicantes. Todo estudio de algunas otras dificultades y equívocos. En parte
una investigación dirigida a los paradigmas o a a causa de los ejemplos que he escogido y en parte
destruir paradigmas debe comenzar por localizar a causa de mi vaguedad con respecto a la na-
al grupo o los grupos responsables. turaleza y las proporciones de las comunidades
Cuando se enfoca de este modo el análisis del en cuestión, unos cuantos lectores de este libro
desarrollo científico, es probable que se desvanez- han concluido que mi interés se basa fundamental
can algunas dificultades que habían sido focos de y exclusivamente en las grandes revoluciones,
la atención de los críticos. Por ejemplo, un gran como las que suelen asociarse a los nombres de
número de comentadores se han valido de la teo- Copérnico, Newton, Darwin o Einstein. Sin em-
ría de la materia para indicar que yo exageré bargo, yo creo que una delineación más clara de
radicalmente la unanimidad de los científicos en la estructura comunitaria ayudaría a iluminar la
su fe en un paradigma. Hasta hace poco, señalan, impresión bastante distinta que yo he querido
esas teorías habían sido materia de continuo de- crear. Para mí, una revolución es una clase espe-
sacuerdo y debate. Yo convengo con la descrip- cial de cambio, que abarca cierta índole de re-
ción, pero no creo que sea un ejemplo de lo con- construcción de los compromisos de cada grupo.
trario. Al menos hasta 1920, las teorías de la ma- Pero no tiene que ser un gran cambio, ni siquiera
teria no fueron dominio especial ni objeto de parecer un cambio revolucionario a quienes se
estudio de ninguna comunidad científica. En hallen fuera de una comunidad determinada, que
cambio, fueron útiles de un buen número de gru- acaso no consista más que en unas veinticinco
pos de especialistas. Los miembros de diferentes personas. Y simplemente porque este tipo de
comunidades científicas a veces escogen útiles dis- cambio, poco reconocido o analizado en la biblio-
tintos y critican la elección hecha por otros. Algo grafía de la filosofía de la ciencia, ocurre tan
aún más importante: una teoría de la materia no regularmente en esta escala menor, es tan urgente
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comprender el cambio revolucionario, en contras- parado un índice analítico parcial, y ha concluido


te con el acumulativo. que el término ha sido aplicado al menos de
Una última alteración, íntimamente relacionada veintidós modos distintos. 7 Creo ahora que la
con la anterior, puede ayudarnos a hacer más mayor parte de esas diferencias se deben a incon-
fácil esa comprensión. Un buen número de críti- gruencias de estilo (por ejemplo, las leyes de
cos han dudado de que una crisis, la observación Newton a veces son un paradigma, a veces partes
común de que algo anda mal, preceda tan invaria- de un paradigma y a veces son paradigmáticas),
blemente las revoluciones como yo lo he dicho, y pueden ser eliminadas con relativa facilidad.
implícitamente, en mi texto original. Sin embar- Pero, una vez hecha tal labor de corrección, aún
go, nada de importancia en mi argumento depen- quedarían dos usos muy distintos del término,
de de que las crisis sean un requisito absoluto que requieren una completa separación. El uso
para la revolución. Tan solo necesitan ser el pre- más global es el tema de esta subsección; el otro
ludio habitual, que aporte, por decirlo así, un será considerado en la siguiente.
mecanismo de auto-corrección que asegure que la Habiendo aislado una particular comunidad de
rigidez de la ciencia normal no siga indefinida- especialistas mediante técnicas como las que aca-
mente sin ser puesta en duda. También pueden bamos de analizar, resultaría útil plantearse la
inducirse de otras maneras las revoluciones, aun- siguiente pregunta: ¿qué comparten sus miem-
que creo que ello ocurra raras veces. Además, bros que explique la relativa plenitud de su comu-
deseo señalar ahora lo que ha quedado oscureci- nicación profesional y la relativa unanimidad
do antes por falta de un adecuado análisis de la de sus juicios profesionales? A esta pregunta mi
estructura comunitaria: las crisis no tienen que texto original responde: un paradigma o conjunto
ser generadas por la labor de la comunidad de paradigmas. Pero para el caso, a diferencia
que las experimenta y que a veces, como resul- del que hemos visto antes, el término resulta ina-
tado, pasa por una revolución. Nuevos instru- propiado. Los propios científicos dirían que com-
mentos como el microscopio electrónico o leyes parten una teoría o conjunto de teorías, y yo que-
nuevas como la de Maxwell pueden desarrollarse daré satisfecho si el término, a fin de cuentas,
en una especialidad, y su asimilación puede crear puede volver a aplicarse para ese uso. Sin em-
crisis en otras. bargo, tal como se emplea en la filosofía de la
ciencia el término "teoría", da a entender una
2. Los paradigmas como constelación de estructura mucho más limitada en naturaleza y
compromisos del grupo dimensiones de la que requerimos aquí. Mientras
el término no quede libre de sus actuales impli-
Volvámonos ahora a los paradigmas y pregun-
caciones, resultará útil adoptar otro, para evitar
temos que pueden ser. Mi texto original no deja
confusiones. Para nuestros propósitos presentes
ninguna cuestión más oscura o más importante.
sugiero "matriz disciplinaria": "disciplinaria" por-
Un lector partidario de mis ideas, quien compar-
que se refiere a la posesión común de quienes
te mi convicción de que "paradigma" indica los
practican una disciplina particular; "matriz" por-
elementos filosóficos centrales del libro, ha pre-
7 Masterman, op. cit.
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que está compuesta por elementos ordenados de número de generalizaciones simbólicas que tienen
varias índoles, cada uno de los cuales requiere a su disposición quienes la practican.
una ulterior especificación. Todos o la mayor Estas generalizaciones parecen leyes de la na-
parte de los objetos de los compromisos de grupo turaleza, pero para los miembros del grupo, su
que en mi texto original resultan paradigmas o función, a menudo, no es tan sólo ésa. Es a ve-
partes de paradigmas, o paradigmáticos, son par- ces, por ejemplo, la Ley de Joule-Lenz, H = RI2.
tes constituyentes de la matriz disciplinaria, y Cuando se descubrió esa ley, los miembros de la
como tales forman un todo y funcionan en con- comunidad ya sabían lo que representaban H, R
junto. e I; estas generalizaciones simplemente les en-
No obstante lo anterior, no se les debe anali- señaban algo acerca de cómo proceden el calor, la
zar como si fueran todos de una sola pieza. No corriente y la resistencia, algo que no habían sa-
intentaré esbozar una lista completa, pero haré bido antes. Pero más a menudo, como lo indica
notar cuáles son las principales clases de com- un análisis anterior de este mismo libro, las ge-
ponentes de una matriz disciplinaria y aclararé neralizaciones simbólicas, simultáneamente, sirven
así tanto la naturaleza de mi actual enfoque, lo a una segunda función, que habitualmente es cla-
que nos preparará, simultáneamente, para mi si- ramente separada en los análisis de los filósofos
guiente argumento importante. de la ciencia. Así, f = ma, o IV/R, funcionan
Una clase importante de componente al que lla- en parte como leyes, pero también en parte como
maré "generalizaciones simbólicas", teniendo en definiciones de algunos de los símbolos que mues-
mente tales expresiones, desplegadas sin duda ni tran. A mayor abundamiento, el equilibrio entre
disensión por unos miembros del grupo, fácil- su inseparable fuerza legislativa y definidora cam-
mente puede presentarse en una forma lógica bia con el tiempo. En otro contexto, estos argu-
como (x) (y) (z) (x, y, z). Tales son los com- mentos valdrían la pena de hacer un análisis de-
ponentes formales, o fácilmente formalizables, de tallado, pues la naturaleza del compromiso con
la matriz disciplinaria. En algunas ocasiones ya una ley es muy distinta de la del compromiso
se les encuentra en una forma simbólica: f = ma con una definición. A menudo las leyes pueden co-
o I = V/R. Otras habitualmente se expresan en rregirse parte por parte, pero las definiciones, al
palabras: "los elementos se combinan en propor- ser tautologías, no se pueden corregir. Por ejem-
ción constante por el peso" o "acción igual reac- plo, una parte de lo que exigía la aceptación de
ción". De no ser por la aceptación general de ex- la Ley de Ohm era una redefinición tanto de "co-
presiones como éstas, no habría puntos en que los rriente" como de "resistencia"; si tales términos
miembros del grupo pudieran basar las podero- hubieran seguido significando lo que antes signi-
sas técnicas de la manipulación lógica y matemá- ficaban, la Ley de Ohm no habría podido ser cier-
tica en su empresa de solución de problemas. ta; tal es la razón por la que encontró una oposi-
Aunque el ejemplo de la taxonomía parece indi- ción tan enconada, a diferencia de la Ley de Joule-
car que la ciencia normal puede proceder con Lenz. 8 Probablemente tal situación es caracte-
pocas expresiones semejantes, el poder de una 8 Para conocer partes significativas de este episodio
ciencia, generalmente, parece aumentar con el véase "The Electric Current in Early Nineteenth-Century
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rística. Ahora yo sospecho que todas las revolu- sas, dan al grupo sus analogías y metáforas pre-
ciones, entre otras cosas, implican el abandono feridas o permisibles. Y al hacer esto ayudan a
de generalizaciones cuya fuerza, previamente, ha- determinar lo que será aceptado como explicación
bía sido la fuerza de las tautologías. ¿Demostró y como solución de problemas; a la inversa, ayu-
Einstein que la simultaneidad era relativa, o bien dan en la determinación de la lista de enigmas no
alteró la propia noción de simultaneidad? ¿Sim- resueltos y en la evaluación de la importancia de
plemente estaban equivocados quienes encontra- cada uno. Sin embargo, obsérvese que los miem-
ron una paradoja en la frase "relatividad de la bros de las comunidades científicas acaso no
simultaneidad"? compartan ni siquiera los modelos heurísticos,
Consideremos ahora un segundo tipo de com- aunque habitualmente sí lo hacen. Ya he indica-
ponente de la matriz disciplinaria, componente do que durante la primera parte del siglo XIX se
acerca del cual se ha dicho ya bastante en mi texto podía pertenecer a la comunidad de los químicos
original, bajo títulos como el de "paradigma meta- sin creer por ello, necesariamente, en los átomos.
físico" o "las partes metafísicas de los paradig- Ahora describiré aquí como valores a una tercera
mas". Estoy pensando en compromisos compar- clase de elementos de la matriz disciplinaria.
tidos con creencias tales como: el calor es la Habitualmente se les comparte entre diferentes
energía kinética de las partes constituyentes de comunidades, más generalmente que las generali-
los cuerpos; todos los fenómenos perceptibles se zaciones simbólicas o los modelos, y hacen mu-
deben a la interacción de átomos cualitativamente cho para dar un sentido de comunidad a los cien-
neutrales en el vacío o bien, en cambio, a la ma- tíficos naturalistas en conjunto. Aunque funcio-
teria y la fuerza, o a los campos. Al reescribir el nan en todo momento, su importancia particular
libro describiría yo ahora tales compromisos surge cuando los miembros de una comunidad
como creencias en modelos particulares, y exten- particular deben identificar una crisis o, después,
dería los modelos de categorías para que también escoger entre formas incompatibles de practicar
incluyeran una variedad relativamente heurística: su disciplina. Probablemente los valores más pro-
el circuito eléctrico puede ser considerado como fundamente sostenidos se refieren a las prediccio-
un sistema hidrodinámico de estado estacionario; nes: deben ser exactas; las predicciones cuanti-
las moléculas de un gas actúan como minúsculas tativas son preferibles a las cualitativas; sea cual
bolas de billar, elásticas, en un movimiento pro- fuere el margen de error admisible, debe ser con-
ducido al azar. Aunque varía la fuerza de los com- tinuamente respetado en un campo determinado,
promisos del grupo, con consecuencias no tri- y así por el estilo. Sin embargo, también hay
viales, a lo largo del espectro de los modelos valores que deben aplicarse al juzgar teorías en-
heurístico a ontológico, sin embargo todos los mo- teras: antes que nada, deben permitir la formu-
delos tienen funciones similares. Entre otras co- lación y solución de enigmas; cuando sea posible
deben ser sencillas, coherentes y probables, es
decir, compatibles con otras teorías habitualmen-
French Physics", de T. M. Brown, Historical Studies te sostenidas. (Considero ahora como una fla-
in the Physical Sciencies, I (1969), 61-103 y "Resistence to queza de mi texto original el haber prestado poca
Ohm's Law", de Morton Schagrin, American Journal of
Physics,XXI (1963),536-47.
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atención a valores tales como la coherencia in- Para muchos lectores de los anteriores capítu-
terna y externa al considerar las causas de crisis los, esta característica de la operación de los va-
y factores de elección de teorías). También exis- lores compartidos ha parecido una considerable
ten otras clases de valores, por ejemplo, la cien- flaqueza de la posición que he adoptado. Como
cia debe ser (o no tiene que serlo necesariamente) insisto en que aquello que comparten los hom-
útil para la sociedad, pero lo anterior indica aque- bres de ciencia no es suficiente para imponer un
llo que tengo en mente. acuerdo uniforme acerca de cuestiones tales como
Sin embargo, un aspecto de los valores com- la opción entre teorías competitivas o la distin-
partidos requiere en este punto una mención par- ción entre una anomalía ordinaria y otra que pro-
ticular. En un grado más considerable que otras voca crisis, ocasionalmente se me ha acusado de
clases de componentes de la matriz disciplinaria,
glorificar la subjetividad y aun la irracionalidad9.
los valores deben ser compartidos por personas
Pero tal reacción ha pasado por alto dos caracte-
que difieren en su aplicación. Los juicios de pre-
rísticas que muestran los juicios de valor en cual-
cisión y exactitud son relativamente estables, aun-
que no enteramente, de una vez a otra y de un quier campo. En primer lugar, los valores com-
miembro a otro en un grupo particular. Pero los partidos pueden ser importantes y determinan-
juicios de sencillez, coherencia, probabilidad y tes del comportamiento del grupo, aun cuando los
similares a menudo varían grandemente de indi- miembros del grupo no los apliquen todos de la
viduo a individuo. Lo que para Einstein resulta- misma manera. (Si tal no fuera el caso, no ha-
ba una incoherencia insoportable en la antigua bría especiales problemas filosóficos acerca de la
teoría de los quanta, incoherencia tal que hacía teoría del valor o la estética). No todos los hom-
imposible la investigación de una ciencia normal, bres pintaron de la misma manera durante los
fue para Bohr y para otros sólo una dificultad periodos en que la representación era un valor
que, por los medios normales, podía resolverse. primario, pero la pauta de desarrollo de las artes
Algo más importante aún: en aquellas situaciones plásticas cambió radicalmente al ser abandonado
en que hay que aplicar valores, los diferentes tal valor.10 Imagínese lo que ocurriría en las cien-
valores, tomados por separado, a menudo obliga cias si la coherencia dejase de ser un valor fun-
rán a hacer diferentes elecciones. Una teoría pue- damental. En segundo lugar, la variabilidad in-
de resultar más precisa pero menos coherente o dividual en la aplicación de los valores comparti-
probable que otra; asimismo, la antigua teoría dos puede servir a funciones esenciales para la
de los quanta nos ofrece un ejemplo. En suma, ciencia. Los puntos en que deben aplicarse los
aunque los valores sean generalmente comparti- valores son invariablemente aquellos en que de-
dos por los hombres de ciencia y aunque el com-
promiso con ellos sea a la vez profundo y cons- 9 Véase particularmente: "Meaning and Scientific Chan-
titutivo de la ciencia, la aplicación dé valores a ge", de Dudley Shapere, en Mind and Cosmos: Essays
menudo se ve considerablemente afectada por los in Contemporary Science and Philosophy, The University
of Pittsburgh Series in the Philosophy of Science, III
rasgos de la personalidad individual que diferen- (Pittsburgh, 1966), 41-85; Science and Subjectivity, de Is-
cia a los miembros del grupo. rael Scheffler Nueva York, 1967); y el ensayo de Sir Karl
Popper de Imre Lakatos en Growth of Knowledge.
10 Véase la discusión al principio de la sección XIII.
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ben correrse riesgos. La mayor parte de las otras clases de componentes de la matriz disci-
anomalías se resuelve por medios normales; la plinaria, las diferencias entre conjuntos de ejem-
mayoría de las proposiciones de nuevas teorías plares dan a la comunidad una finísima estruc-
resultan erróneas. Si todos los miembros de una tura de la ciencia. Por ejemplo, todos los físicos
comunidad respondiesen a cada anomalía como empiezan aprendiendo los mismos ejemplares:
causa de crisis o abrazaran cada nueva teoría pro- problemas tales como el plano inclinado, el pén-
puesta por un colega, la ciencia dejaría de exis- dulo cónico y las órbitas keplerianas, instrumen-
tir. En cambio, si nadie reaccionara a las anoma- tos como el vernier, el calorímetro y el puente de
lías o a las flamantes teorías de tal manera que Wheatstone. Sin embargo, al avanzar su prepa-
se corrieran grandes riesgos, habría pocas o nin- ración, las generalizaciones simbólicas que com-
guna revoluciones. En asuntos como estos el re- parten se ven ilustradas cada vez más a menudo
currir a los valores compartidos, antes que a las por diferentes ejemplares. Aunque tanto los físi-
reglas compartidas que gobiernan la elección in- cos especializados en transistores como los físicos
dividual, puede ser el medio del que se vale la co- teóricos de un campo comparten y aceptan la
munidad para distribuir los riesgos y asegurar, ecuación de Schrödinger, tan solo sus aplicacio-
a la larga, el éxito de su empresa. nes más elementales son comunes a ambos grupos.
Volvámonos ahora a una cuarta especie de ele-
mento de la matriz disciplinaria, no la única res- 3. Los paradigmas como ejemplos compartidos
tante, pero sí la última que analizaré aquí. Para El paradigma como ejemplo compartido es el
ella resultaría perfectamente apropiado el térmi- elemento central de lo que hoy considera como
no "paradigma", tanto en lo filológico como en lo el aspecto más novedoso y menos comprendido de
autobiográfico; se trata del componente de los este libro. Por lo tanto, sus ejemplares requieren
compromisos compartidos por un grupo, que ini- más atención que las otras clases de componen-
cialmente me llevaron a elegir tal palabra. Sin tes de la matriz disciplinaria. Los filósofos de la
embargo, como el término ha cobrado una vida ciencia habitualmente no han elucidado los pro-
propia, lo sustituiré aquí por "ejemplares". Con blemas que encuentra el estudiante en los labo-
él quiero decir, inicialmente, las concretas solu- ratorios o en los textos de ciencia, pues se supone
ciones de problemas que los estudiantes encuen- que éstos tan solo aportan una práctica en la
tran desde el principio de su educación científica, aplicación de aquello que ya sabe el estudiante.
sea en los laboratorios, en los exámenes, o al final Se dice que no puede resolver problemas a me-
de los capítulos de los textos de ciencia. Sin em- nos que ya conozca la teoría y algunas reglas
bargo, a estos ejemplos compartidos deben aña- para su aplicación. El conocimiento científico se
dirse al menos algunas de las soluciones de halla como empotrado en la teoría y la regla;
problemas técnicos que hay en la bibliografía pe- se ofrecen problemas para darle facilidad a su apli-
riódica que los hombres de ciencia encuentran cación. Sin embargo, yo he tratado de sostener
durante su carrera de investigación post-estudian- que esta localización del conocimiento cognos-
til, y que también les enseñan, mediante el ejem- citivo de la ciencia es un error. Después que
plo, cómo deben r ealizar su tarea. Más que
POSDATA: 1969 289

manipulación lógica y matemática se aplique di-


rectamente a f = ma. Una vez, examinada, la ex-
288 POSDATA: 1969 presión resulta un esbozo de ley o un esquema
el estudiante ha resuelto muchos problemas, tan de ley. Cuando el estudiante o el científico prac-
solo podrá lograr más facilidad si resuelve más ticante pasa de una situación problemática a la
aún. Pero al principio y durante cierto tiempo, siguiente, cambia la generalización simbólica a
resolver problemas es aprender cosas consecuti- la que se aplican tales manipulaciones. Para el
vas acerca de la naturaleza. A falta de tales caso de la caída libre, f = ma se convierte en
ejemplares, las leyes y teorías que previamente
haya aprendido tendrán muy escaso contenido
empírico.
Para indicar lo que tengo en mente volveré por
para el péndulo simple se transforma en
un momento a las generalizaciones simbólicas. Un
ejemplo muy extensamente compartido es la Se-
gunda Ley del Movimiento, de Newton, general-
mente escrita como f = ma. Los sociólogos, por
para una pareja de osciladores armónicos que
ejemplo, o los lingüistas que descubren que la ex-
actúan uno sobre otro se convierte en dos
presión correspondiente ha sido proferida y reci-
ecuaciones, la primera de las cuales puede
bida sin problemas por los miembros de una co-
escribirse así:
munidad dada, no habrán aprendido mucho, sin
gran investigación adicional, acerca de lo que
significa la expresión o los términos que la for-
man, acerca de cómo los científicos de la comu- (s2 - s1 + d); y para situaciones más complejas,
nidad relacionan la expresión con la naturaleza. tales como las del giróscopo, toma otras formas,
En realidad, el hecho de que la acepten sin poner- cuyo parecido familiar con f = ma es todavía
la en tela de duda y que la utilicen en un punto más difícil de descubrir. Sin embargo, mientras
en el cual introducen la manipulación lógica y aprende a identificar fuerzas, masas y aceleracio-
matemática, no implica por sí mismo que todos nes en toda una variedad de situaciones físicas
convengan en cosas tales como significado y apli- nunca antes encontradas, el estudiante también
cación. Desde luego, convienen hasta un grado ha aprendido a diseñar la versión adecuada de
considerable, o el hecho rápidamente saldría a la f = ma a través de la cual puede interrelacionar-
luz a partir de sus subsiguientes conversaciones. las, y a menudo una versión para la cual nunca
Pero bien podemos preguntar en qué punto y por ha encontrado un equivalente literal. ¿Cómo ha
qué medio han llegado a ello. ¿Cómo han apren- aprendido a hacer todo esto?
dido, ante una situación experimental dada, a es- Un fenómeno conocido tanto de los estudiantes
coger las fuerzas, masas y aceleraciones perti- de la ciencia como de sus historiadores nos ofrece
nentes? una clave. Los primeros habitualmente informan
En la práctica, aunque este aspecto de la si- que han seguido de punta a cabo un capítulo de
tuación pocas veces o nunca se nota, lo que los su texto, que lo han comprendido a la perfección,
estudiantes tienen que aprender es aún más com- pero que sin embargo tienen dificultades para
plejo que todo eso. No es exactamente que la resolver muchos de los problemas colocados al
final del capítulo. Por lo general, asimismo, estas
dificultades se disuelven de la misma manera.
290 POSDATA: 1969 POSDATA: 1969 291

Con o sin ayuda de su instructor, el estudiante, puntual como lenteja. Huyghens resolvió enton-
descubre una manera de ver su problema, como ces el problema de la oscilación de un péndulo
un problema que ya había encontrado antes. Una físico imaginando que el cuerpo extendido de este
vez captada la similitud, percibida la analogía en- último se componía de unos péndulos puntuales
tre dos o más problemas distintos, puede interre- galileicos, y que los nexos entre ambos podían
lacionar símbolos y relacionarlos con la natura- soltarse instantáneamente en cualquier punto de
leza de las maneras que ya han resultado efecti- su vaivén. Una vez sueltos los vínculos, podrían
vas antes. El esbozo de ley, como por ejemplo balancearse libremente los péndulos puntuales,
f = ma, ha funcionado como instrumento, infor- pero su colectivo centro de gravedad cuando cada
mando al estudiante de las similitudes que debe uno llegara a su punto más alto, como el del pén-
buscar, mostrándole la Gestalt en que puede ver- dulo de Galileo, tan sólo subiría a la altura desde
se la situación. La resultante capacidad para per- la cual había empezado a caer el centro de grave-
cibir toda una variedad de situaciones como si- dad del péndulo extendido. Finalmente, Daniel
milares, como sujeto para f = ma o para alguna Bernoulli descubrió cómo hacer que el flujo de
otra generalización simbólica es, en mi opinión, agua que pasa por un orificio se pareciera al pén-
lo principal "que adquiere un estudiante al resol- dulo de Huyghens. Determínese el descenso del
ver problemas ejemplares, sea con papel y lápiz centro de gravedad del agua que hay en el tan-
o en un laboratorio bien provisto. Después de que y del chorro durante un infinitesimal inter-
completar un cierto número, que puede variar valo de tiempo. Luego imagínese que cada par-
extensamente de un individuo al siguiente, con- tícula de agua después avanza separadamente, ha-
templa la situación a la que se enfrenta como un cia arriba, hasta la máxima altura alcanzable con
científico en la misma Gestalt que otros miem- la velocidad adquirida durante el intervalo. El
bros de su grupo de especialistas. Para él ya no ascenso del centro de gravedad de las partículas
son las mismas situaciones que había encontrado individuales entonces debe equipararse con el des-
al comenzar su preparación. En el ínterin ha asi- censo del centro de gravedad del agua que hay en
milado una manera de ver las cosas, comprobada el tanque y el chorro. Desde tal punto, la tan lar-
por el tiempo y sancionada por su grupo. gamente buscada velocidad del efluvio apareció
El papel de las relaciones de similitud adquiri- inmediatamente. 11 Este ejemplo debe empezar a
das también se muestra claramente en la historia poner en claro lo que quiero decir con aprender
de las ciencias. Los científicos resuelven los enig- 11 Véase un ejemplo en: A History of Mechanics, de
mas modelándolos sobre anteriores soluciones de René Dugas, traducción al inglés de J. R. Maddox (Neu-
enigmas, a menudo recurriendo apenas a las ge- chatel, 1955) pp. 135-36, 186-93, e Hidrodynamica, sive de
neralizaciones simbólicas. Galileo descubrió que viribus et motibus fluidorum, commentarii opus academi-
una vola que rueda por una pendiente adquiere la cum, de Daniel Bernoulli (Estrasburgo, 1738), Sec. 3.
Para ver el grado de desarrollo alcanzado por la mecá-
velocidad exactamente necesaria para volver a
nica durante la primera mitad del siglo XVIII, modelando
la misma altura vertical en una segunda pendien- una solución sobre otra, véase: "Reactions of Late Baro-
te de cualquier cuesta, y aprendió a ver tal situa- que Mechanics to Success, Conjecture, Error, and Failure
ción experimental como el péndulo con una masa in Newton's Principia", de Clifford Truesdell, Texas Quar-
terly, X (1967), pp. 238-58.
292 POSDATA: 1969 POSDATA: 1969 293

a partir de los problemas, a ver situaciones romo 4. Conocimiento tácito e intuición


similares, como sujetas a la aplicación de la mis- Tal referencia al conocimiento tácito y el con-
ma ley o esbozo de ley científica. Simultáneamen- secuente rechazo de las reglas ponen en relieve
te, debe mostrar por qué me refiero al conoci- otro problema que ha interesado a muchos de
miento consecuencial de la naturaleza, adquirido mis críticos y que pareció aportar una base para
mientras se aprendía la relación de similitud y, acusarme de subjetividad e irracionalidad. Algu-
después, incorporado a una forma de ver las si- nos lectores han considerado que yo estaba tra-
tuaciones físicas, que no en reglas o leyes. Los tando de hacer que la ciencia se basara en in-
tres problemas del ejemplo, todos ellos ejempla- tuiciones individuales inanalizables, antes que en
res para los mecánicos del siglo XVIII, muestran la ley y en la lógica. Pero tal interpretación re-
tan solo una ley de la naturaleza. Conocida como sulta desviada en dos aspectos esenciales. En pri-
el Principio de vis viva, habitualmente se plantea- mer lugar, si estoy hablando siquiera acerca de
ba como "descenso real igual a ascenso potencial". intuiciones, no son individuales. Antes bien, son
La aplicación hecha por Bernoulli de tal ley debe las posesiones, probadas y compartidas, de los
mostrarnos cuán consecuencial era. Y sin embar- miembros de un grupo que han logrado éxito, y el
go, el planteamiento verbal de la ley, en sí mismo, practicante bisoño las adquiere mediante su pre-
es virtualmente impotente. Preséntesele a un ac- paración, como parte de su aprendizaje para lle-
tual estudiante de física, que conozca las palabras gar a pertenecer a un grupo. En segundo lugar,
y que puede resolver todos sus problemas, pero en principio no son inanalizables. Por el contra-
que hoy se vale de medios distintos. Luego ima- rio, actualmente estoy experimentando con un
gínese lo que las palabras, aunque bien conocidas, programa de computadoras destinado a investigar
pueden haber dicho a un hombre que no cono- sus propiedades a un nivel elemental. Acerca de
ciera siquiera los problemas. Para él la generali- tal programa no tengo nada que decir aquí,12 pero
zación podía empezar a funcionar tan solo cuando hasta una mención de él debe probar mi punto
aprendiera a reconocer los "descensos reales" y más esencial. Cuando hablo de un conocimiento
los "ascensos potenciales" como ingredientes de incorporado a unos ejemplos compartidos, no es-
la naturaleza, y ello ya es aprender algo, anterior toy refiriéndome a un modo de conocimiento que
a la ley, acerca de las situaciones que la natura- sea menos sistemático o menos analizable que el
leza presenta y no presenta. Tal suerte de apren- conocimiento incorporado a las reglas, leyes o
dizaje no se adquiere exclusivamente por medios normas de la ejemplificación. En cambio, tengo
verbales; antes bien, surge cuando se unen las en mente un modo de conocer deficientemente
palabras con los ejemplos concretos de cómo fun- construido, aunque haya sido reconstruido de
cionan en su uso; naturaleza y palabra se apren- acuerdo con las reglas tomadas de ejemplares, y
den al unísono. Utilizando una vez más una útil que después han funcionado en lugar de estos.
frase de Michael Polanyi, lo que resulta de este O, para decir la misma cosa de otro modo, cuan-
proceso es un "conocimiento tácito" que se ob-
tiene practicando la ciencia, no adquiriendo re- 12 Alguna información sobre este tema puede encontrar-
glas para practicarla. se en "Second Thoughts".
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do hablo de adquirir de unos paradigmas la ca- tes estímulos pueden producir las mismas sensa-
pacidad de reconocer una situación dada como ciones ; que el mismo estímulo puede producir
parecida o no parecida a otras antes vistas, no muy distintas sensaciones, y, finalmente que el
estoy indicando un progreso que no sea, poten- camino del estímulo a la sensación está condi-
cialmente, del todo explicable en términos del cionado, en parte, por la educación. Individuos
mecanismo neuro-cerebral. En cambio, estoy afir- educados en distintas sociedades se comportan
mando que la explicación, por su naturaleza, no en algunas ocasiones como si vieran diferentes
responderá a la pregunta "¿similar con respecto cosas. Si no tuviéramos la tentación de identificar
a qué?" Tal pregunta es una petición de una re- los estímulos, uno a uno, con las sensaciones, po-
gla, en este caso de unas normas por las cuales dríamos reconocer que en realidad hacen eso.
unas situaciones particulares se agrupen en con- Nótese ahora que dos grupos, cuyos miembros
juntos de similitud, y estoy afirmando que la ten- tienen sensaciones sistemáticamente distintas al
tación de buscar normas (o al menos un conjunto recibir los mismos estímulos, en cierto sentido
completo) debe resistirse en este caso. Sin em- viven en diferentes mundos. Suponemos la exis-
bargo, no es al sistema al que me estoy oponien- tencia de los estímulos para explicar nuestras
do, sino a una clase particular de sistema. percepciones del mundo y suponemos su inmuta-
Para dar más sustancia a mi argumento, tendrá bilidad para evitar el solipsismo, tanto individual
que hacer una breve digresión. Lo que sigue me como social. No tengo la menor reserva ante nin-
parece obvio en la actualidad, pero el constante guna de las dos suposiciones. Pero nuestro mun-
recurrir en mi texto original a frases como "el do está poblado, en primer lugar, no por estímu-
mundo cambia" parece indicar que no siempre los, sino por los objetos de nuestras sensaciones,
fue así. Si dos personas se encuentran en el mis- y éstos no tienen que ser los mismos, de un indi-
mo lugar y miran en la misma dirección, debe- viduo a otro, o de un grupo a otro. Por supuesto,
mos, bajo pena de caer en un solipsismo, concluir, hasta el grado en que los individuos pertenecen
que reciben unos estímulos muy similares. (Si al mismo grupo y comparten así educación, idio-
ambos pudieran fijar su mirada en el mismo lu- ma, experiencias y cultura, tenemos buenas razo-
gar, los estímulos serían idénticos). Pero la gente nes para suponer que sus sensaciones son las mis-
no ve estímulos; nuestro conocimiento de éstos mas. ¿De qué otro modo deberíamos comprender
es sumamente teórico y abstracto. En cambio, la plenitud de su comunicación y lo común de sus
tienen sensaciones, y nada nos obliga a suponer respuestas conductistas a su medio? Deben de
que las sensaciones de nuestras dos personas sean ver cosas, estímulos de procesos, de manera muy
las mismas. (Los escépticos acaso recordarán que parecida. Pero donde empiezan las diferenciacio-
la ceguera al color nunca fue advertida hasta que nes y la especialización de los grupos, ya no te-
John Dalton la describió en 1794). Por el contra- nemos una prueba similar de la inmutabilidad
rio, muchos procesos neurales ocurren entre la de las sensaciones. Sospecho que un mero provin-
recepción de un estímulo y la conciencia de una cianismo nos hace suponer que el camino de los
sensación. Entre las otras cosas que sabemos con estímulos a la sensación es el mismo para los
seguridad acerca de ello están: que muy diferen- miembros de todos los grupos.
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Si volvemos ahora a los ejemplares y reglas, Pero ese paralelo mismo nos sugiere que el reco-
lo que he estado tratando de decir, por muy pro- nocimiento también puede ser involuntario, un
visional que haya sido mi manera de hacerlo, es proceso sobre el cual no tenemos ningún domi-
esto: una de las técnicas fundamentales por las nio. Si es así, entonces no debemos concebirlo
que los miembros de un grupo, ya sea toda una propiamente como algo que logramos mediante
cultura o una subcomunidad de especialistas den- la aplicación de reglas y normas. Hablar de él en
tro de ella, aprenden a ver las mismas cosas cuan- estos términos implica que tenemos acceso a op-
do se encuentran ante los mismos estímulos, es ciones; por ejemplo, acaso hayamos desobede-
al verse ante ejemplos de situaciones que sus pre- cido una regla, o aplicado mal una norma, expe-
decesores en el mismo grupo ya habían aprendido rimentado con otra forma de ver.13 Esas, lo acepto,
a ver como similares y como diferentes de otras son las clases de cosas que no podemos hacer. O,
especies de situaciones. Estas situaciones simila- más precisamente, son cosas tales que no
res pueden ser sucesivas presentaciones sensorias podemos hacer hasta que hayamos tenido una sen-
del mismo individuo, digamos de una madre, bá- sación, que hayamos percibido algo; entonces a
sicamente reconocida de vista como lo que es, y menudo buscamos normas y las ponemos en uso.
como diferente del padre o de la hermana. Pue- Entonces podemos embarcarnos en una interpre-
den ser presentaciones de los miembros de fami- tación, proceso deliberativo por el cual escogemos
lias naturales, digamos de cisnes por una parte entre alternativas, como no lo hacemos en la per-
y de gansos por la otra. O bien, para los miem- cepción misma. Quizás, por ejemplo, haya algo
bros de grupos más especializados, pueden ser raro en lo que hemos visto (recuérdense unas
ejemplos de la situación newtoniana, o de sus barajas anormales). Al dar vuelta a una esquina
situaciones; es decir, que todos son similares ya vemos a mamá entrando en una tienda del centro
que están sujetos a una versión de la forma sim- en un momento en que creíamos que se encontra-
bólica f = ma y que son distintos de las situa- ba en casa. Al contemplar lo que hemos visto, de
ciones a las que, por ejemplo, se aplican los pro- pronto exclamamos: ¡"Esa no era mamá, pues
yectos de ley de la óptica. tenía el cabello rojo!" Al entrar en la tienda ve-
Admitamos por el momento que pueda ocurrir mos de nuevo a esa señora y no podemos enten-
algo de esta índole. ¿Debemos decir que lo que der cómo pudimos confundirla con mamá. O,
se ha adquirido de unos ejemplares son las re- quizá vemos las plumas de la cola de un ave que
glas y la capacidad de aplicarlas? Esta descrip- está tomando sus alimentos del fondo de una pis-
ción es tentadora porque el hecho de que veamos cina. ¿Se trata de un cisne o un ganso? Contem-
una situación como parecida a las que hemos en- 13
contrado antes tiene que ser el resultado de un Nunca hubiera sido necesario establecer este punto
si todas las leyes fueran como las de Newton y todas las
procesamiento neural, gobernado absolutamente reglas como los Diez Mandamientos. En tal caso, la frase
por leyes físicas y químicas. En este sentido, en "quebrantar una ley", no tendría sentido y un rechazo
cuanto hemos aprendido a hacerlo, el reconoci- de las reglas no parecería implicar un proceso no gober-
miento de la similitud debe ser tan totalmente nado por leyes. Por desgracia las leyes de tránsito y pro-
sistemático como el latir de nuestros corazones. ductos similares de la legislación sí pueden quebrantarse,
facilitando la confusión.
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piamos lo que hemos visto y mentalmente com- tos grupos pueden tener distintas percepciones
paramos las plumas de la cola con las de los cis- cuando se encuentran ante los mismos estímulos
nes y gansos que antes hemos visto. O quizás, si no es implicar que tengan percepciones en abso-
nos inclinamos hacia la ciencia, tan sólo quere- luto. En muchos medios, el grupo que no podía
mos saber algunas características generales (la diferenciar los perros de los lobos, no pudo sub-
blancura de los cisnes, por ejemplo) de los miem- sistir. Tampoco podría un grupo de físicos nu-
bros de una familia zoológica que fácilmente po- cleares de hoy sobrevivir como hombres de cien-
damos reconocer. Una vez más, contemplamos lo cia si no pudieran reconocer las huellas de las
que antes habíamos percibido, buscando lo que partículas y los electrones alfa. Es precisamente
tengan en común los miembros de la familia dada. porque hay tan pocas maneras de ver por lo que
Todos estos son procesos deliberativos, y en aquellas que han pasado por las pruebas de uso
ellos buscamos y desplegamos normas y reglas. del grupo son dignas de ser transmitidas de ge-
Es decir, tratamos de interpretar las sensaciones neración en generación. Asimismo, es porque han
que ya tenemos, de analizar qué es lo dado para sido seleccionadas por su triunfo sobre el tiempo
nosotros. Por mucho que hagamos eso, los proce- histórico por lo que tenemos que hablar de la
sos en cuestión finalmente deben ser neurales, experiencia y el conocimiento de la naturaleza in-
y por tanto están gobernados por las mismas leyes corporados en el camino del estímulo a la sensa-
físico-químicas que gobiernan la percepción, por ción.
una parte, y el latido de nuestros corazones, Quizás "conocimiento" no sea la palabra ade-
por la otra. Pero el hecho de que el sistema obe- cuada, pero hay razones para valemos de ella.
dezca las mismas leyes en los tres casos no es Lo que está incluido en el proceso neural que
una razón para suponer que nuestro aparato neu- transforma los estímulos en sensaciones tiene las
ral está programado para operar de la misma ma- características siguientes: ha sido transmitido por
nera en la interpretación como en la percepción medio de la educación; tentativamente, ha resul-
o en ambas como en el latir de nuestros corazo- tado más efectivo que sus competidores históri-
nes. A lo que hemos estado oponiéndonos en este cos en el medio actual de un grupo; y, finalmente,
libro es, por tanto, al intento, tradicional desde está sujeto a cambio, tanto por medio de una
Descartes, pero no antes, de analizar la percep- nueva educación como por medio del descubri-
ción como un proceso interpretativo, como una miento de incompatibilidad con el medio. Tales
versión inconsciente de lo que hacemos después son características del conocimiento, y ello expli-
de haber percibido. ca por qué aplico yo ese término. Pero es un uso
Lo que hace que la integridad de la percepción extraño, porque falta otra característica. No te-
valga la pena de subrayarse es, por supuesto, que nemos acceso directo a lo que es aquello que sa-
tanta experiencia pasada se encuentre incorpora- bemos, no tenemos reglas de generalización con
da en el aparato neural que transforma los es- que expresar este conocimiento. Las reglas que
tímulos en sensaciones. Un mecanismo percep- pudieran darnos tal acceso se referían a los es-
tual apropiadamente programado tiene valor de tímulos, no a las sensaciones. Y solo podemos
supervivencia. Decir que los miembros de distin- conocer los estímulos mediante una elaborada
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teoría. A falta de ella, el conocimiento incluido mente trataré de sostenerla. Ver unas gotitas de
en el camino del estímulo de sensación sigue agua o una aguja contra una escala numérica es
siendo tácito. una primitiva experiencia perceptual para el hom-
Lo que antes se ha dicho acerca de la sensación, bre que no está acostumbrado a cámaras anubla-
aunque obviamente preliminar, y que por ello no das y amperímetros. Por ello, requiere contem-
tiene que ser exacto en todos sus detalles, ha sido plación, análisis e interpretación (o bien la inter-
considerado literalmente. Por lo menos, es una vención de una autoridad exterior) antes de que
hipótesis acerca de la visión que debe someterse pueda llegarse a conclusiones acerca de electro-
la investigación experimental, aunque, probable- nes o de corrientes. Pero la posición de quien
mente, no a una verificación directa. Pero hablar ha aprendido acerca de tales instrumentos y ha
así de ver y de sensaciones también sirve aquí a tenido una gran experiencia con tales ejemplos
unas funciones metafóricas, como en todo el cuer- es muy distinta, y hay una diferencia correspon-
po de este libro. No vemos los electrones, sino diente, en la forma en que procesa los estímulos
antes bien su recorrido, o bien burbujas de va- que le llegan a partir de aquellos. Contemplando
por en una cámara anublada. No ventos para el vapor de su aliento en una fría noche de in-
nada las corrientes eléctricas, sino, antes bien, vierno, su sensación puede ser la misma del lego,
la aguja de un amperímetro o de un galvanóme- pero al ver una cámara anublada ve (aquí sí li-
tro. Sin embargo, en las páginas anteriores, par- teralmente) no gotitas sino el rastro de electro-
ticularmente en la Sección X, repetidas veces he nes, partículas alfa, etc. Tales pistas, si el lector
procedido como si en realidad percibiéramos en- desea, son las normas que él interpreta como ín-
tidades teóricas, como corrientes, electrones y dices de la presencia de las partículas correspon-
campos, como si aprendiésemos a hacerlo exami- dientes, pero tal camino es a la vez más breve y
nando ejemplos, y como si en todos estos casos distinto del que sigue aquél que interpreta las
fuese erróneo dejar de hablar de "ver". La me- gotitas.
táfora que transfiere "ver" a contextos similares.
por ejemplo, hubiera un continuo percibido de las clases
apenas resulta base suficiente para tales afirma- de aves acuáticas, desde los gansos hasta los cisnes,
ciones. A la larga, tendrá que ser eliminada en estaríamos obligados a introducir un criterio específico
favor de un modo de discurso más literal. para distinguirlos. Algo similar puede decirse para enti-
El programa de computadoras antes referido dades no observables. Si una teoría física sólo admite la
empieza a indicar las maneras en que esto pueda existencia de una corriente eléctrica, entonces un peque-
hacerse, pero ni el espacio de que disponemos ni ño número de normas, que pueden variar considerable-
mente de un caso a otro, sería suficiente para identificar
el grado de mi actual comprensión me permiten
la corriente, aun cuando no haya un conjunto de reglas
eliminar aquí la metáfora. 14 En cambio, breve- que especifiquen las condiciones necesarias y suficientes
14 Para los lectores de "Second Thoughts", las siguien- para la identificación. El punto sugiere un corolario plau-
tes observaciones crípticas pueden servir de guía. La po- sible, que puede ser más importante. Dado un conjunto
sibilidad de un reconocimiento inmediato de los miem- de condiciones necesarias y suficientes para identificar
bros de las familias naturales depende de la existencia, una entidad teórica, esa entidad puede ser eliminada a
después del procesamiento neural, del espacio perceptual partir de la ontología de una teoría por sustitución. Sin
vacío entre las familias que deben ser discriminadas. Si embargo, en ausencia de tales reglas, esas entidades no
son eliminables; la teoría, entonces, exige su existencia.
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O bien, consideremos al científico que inspec- les u observacionales a las que tienen acceso. Sin
ciona un amperímetro para determinar el número embargo, como los vocabularios en que discuten
ante el cual se ha detenido la aguja. Su sensación de tales situaciones constan predominantemente
probablemente sea la misma que la del profano, de los mismos términos, tienen que estar remi-
particularmente si este último ha leído antes tiendo algunos de tales términos a la naturaleza
otras clases de metros. Pero ha visto el metro de una manera distinta, y su comunicación, ine-
(una vez más, a menudo literalmente) en el vitablemente, resulta sólo parcial. Como resulta-
contexto de todo el circuito, y sabe algo acerca do, la superioridad de una teoría sobre otra es
de su estructura interna. Para él, la posición de algo que no puede demostrarse en el debate. En
la aguja es una norma, pero tan solo del valor cambio, como he insistido, cada bando, mediante
de la corriente. Para interpretarla sólo tiene que la persuasión, debe tratar de convertir al otro.
determinar en qué escala debe leerse el metro. Tan solo los filósofos han interpretado con gra-
En cambio, para el profano la posición de la ves errores la intención de estas partes de mi
aguja no es una norma de nada, excepto de sí argumento. Sin embargo, muchos de ellos han
misma. Para interpretarla, tendrá que examinar asegurado que yo creo lo siguiente:16 los defen-
toda la posición de los alambres, internos y ex- sores de teorías inconmensurables no pueden co-
ternos, experimentar con baterías e imanes, etc. municarse entre sí, en absoluto; como resultado,
En el uso metafórico tanto como en el literal de en un debate sobre la elección de teorías no pue-
"ver", la interpretación empieza donde la percep- de recurrirse a buenas razones: en cambio la teo-
ción termina. Los dos procesos no son uno mis- ría habrá de escogerse por razones que, a fin de
mo, y lo que la percepción deja para que la in- cuentas, son personales y subjetivas; alguna es-
terpretación lo complete depende radicalmente pecie de percepción mística es la responsable de
de la naturaleza y de la cantidad de la anterior la decisión a que al final se llegue. Más que nin-
experiencia y preparación. guna otra parte de este libro, los pasajes en que
se basan estas erróneas interpretaciones han sido
5. Ejemplares, inconmensurabilidad responsables de las acusaciones de irracionalidad.
y revoluciones Considérense primero mis observaciones sobre la
prueba. Lo que he estado tratando de explicar es
Lo que hemos dicho antes nos ofrece una base un argumento sencillo, con el que desde hace
para aclarar un aspecto más del libro: mis obser- largo tiempo están familiarizados los filósofos de
vaciones sobre la inconmensurabilidad y sus con- la ciencia. Los debates sobre la elección de teo-
secuencias para los científicos que han debatido rías no pueden tener una forma que se parezca
la opción entre teorías sucesivas. 15 En las Seccio- por completo a la prueba lógica o matemática.
nes X y XII yo he afirmado que en tales debates, En esta última, desde el principio quedan estipu-
uno y otro bando inevitablemente ven de manera ladas las premisas y reglas de inferencia. Si hay
diferente algunas de las situaciones experiménta desacuerdo acerca de las conclusiones, los bandos
16 Ver los trabajos citados en la nota 9 y, también el
15 Los puntos que siguen son tratados con mayor detalle ensayo de Stephen Toulmin en Growth of Knowledge.
en las secciones 5 y 6 de "Reflections".
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que participen en el siguiente debate podrán vol- deba conducir a cada individuo del grupo a la
ver sobre sus pasos, uno por uno, revisando cada misma decisión. En este sentido es la comunidad
uno contra toda estipulación anterior. Al final de de los especialistas, que no sus miembros indivi-
cada proceso, uno u otro tendrán que admitir que duales, la que hace efectiva la decisión. Para
han cometido un error, que han violado una regla comprender por qué se desarrolla la ciencia tal
previamente aceptada. Después de tal admisión como lo hace, no es necesario desentrañar los de-
no tendrán a quien recurrir, y la prueba de su talles de biografía y personalidad que llevan a
oponente resultará decisiva. En cambio, sólo si cada individuo a una elección particular, aunque
los dos descubren que difieren acerca del signi- esto ejerza una notable fascinación. Lo que debe
ficado o de la aplicación de las reglas estipuladas, comprenderse, en cambio, es el modo en que un
que el acuerdo anterior no ofrece una base sufi- conjunto particular de valores compartidos inter-
ciente para la prueba, sólo entonces continúa el actúa con las experiencias particulares que com-
debate en la forma que inevitablemente toma du- parte toda una comunidad de especialistas para
rante las revoluciones científicas. Tal debate es determinar que la mayoría de los miembros del
acerca de las premisas, y recurre a la persuasión grupo a fin de cuentas encuentren decisivo un
como preludio de la posibilidad de demostración. conjunto de argumentos por encima de otro. Tal
En esta tesis, relativamente familiar, no hay proceso es la persuasión, pero presenta un pro-
nada que implique que no hay buenas razones blema más profundo aún. Dos hombres que per-
para quedar persuadido, o que tales razones a fin ciben la misma situación de modo diferente pero
de cuentas no son decisivas para el grupo. Tam- que sin embargo no se valen del mismo vocabu-
poco implica siquiera que las razones para la elec- lario, al discutirlo tienen que estar valiéndose de
ción son distintas de aquellas que habitualmente las palabras de un modo distinto. Es decir, ha-
catalogan los filósofos de la ciencia: precisión, blan de lo que yo he llamado puntos de vista in-
sencillez, utilidad y similares. Sin embargo, lo conmensurables. ¿Cómo pueden tener esperanzas
que debe indicar es que tales razones funcionan de entenderse y mucho menos de ser persuasivos?
como valores y que así pueden aplicarse de ma- Hasta una respuesta preliminar a tal pregunta
nera diferente, individual y colectivamente, por requiere una mayor especificación de la natura-
los hombres que convienen en aceptarlas. Por leza de la dificultad. Supongo que, al menos en
ejemplo, si dos hombres no están de acuerdo parte, tal especificación toma la forma siguiente.
acerca de la utilidad relativa de sus teorías, o si La práctica de la ciencia normal depende de la
convienen en ellas pero no en la importancia re- capacidad, adquirida a partir de ejemplares, de
lativa de la utilidad y, digamos, en el ámbito que agrupar objetos y situaciones en conjuntos simi-
ofrecen para llegar a una decisión, ninguno podrá lares que son primitivos en el sentido en que el
quedar convencido de haberse equivocado. Tam- agrupamiento se hace sin contestar a la pregunta:
poco estará siendo anticientífico ninguno de los "¿Similar con respecto a qué?" Un aspecto cen-
dos. No hay un algoritmo neutral para la elección tral de toda evolución es, entonces, que cambien
de teorías, no hay ningún procedimiento sistemá- algunas de las relaciones de similitud. Objetos
tico de decisión que, aplicado adecuadamente, que fueron agrupados en el mismo conjunto con
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anterioridad se agrupan de diferentes maneras terrupción de la comunicación no pueden decir:


después, y viceversa. Piénsese en el Sol, la Luna, 'Yo uso la palabra 'elemento' (o 'mezcla' o
Marte y la Tierra antes y después de Copérnico; 'planeta' o 'movimiento incontrolado') de ma-
de la caída libre, del movimiento pendular y pla- nera determinada por las siguientes normas". Es
netario antes y después de Galileo; o en sales, decir, no pueden recurrir a un lenguaje neutro
aleaciones y mezclas de hierros azufrados antes que ambos apliquen de la misma manera y que
y después de Dalton. Como la mayor parte de los sea adecuado al planteamiento de sus teorías o
objetos, aun dentro de los conjuntos alterados, siquiera a las consecuencias empíricas de las teo-
continúan agrupados, habitualmente se conservan rías. Parte de la diferencia es anterior a la apli-
los nombres de los conjuntos. No obstante, la cación de los idiomas en que, sin embargo, se
transferencia de un subconjunto forma parte de refleja.
un cambio crítico en la red de sus interrelaciones. Los hombres que experimentan tales interrup-
Transferir los metales del conjunto de compues- ciones a la comunicación, por lo tanto, deben con-
tos al conjunto de elementos desempeñó un pa- servar algún recurso. Los estímulos que actúan
pel esencial en el surgimiento de una nueva teo- sobre ellos son los mismos. Y también su aparato
ría de la combustión, de la acidez, y de la com- neural general, por muy distintamente programa-
binación física y química. En poco tiempo tales do que esté. A mayor abundamiento, excepto en
cambios habíanse extendido por todo el campo una pequeña zona del conocimiento (aunque im-
de la química. Por tanto, no es de sorprender portantísima) aun su programación neural debe
que cuando ocurren tales redistribuciones, dos estar muy cerca de ser la misma, pues tienen en
hombres cuyo discurso previamente había proce- común una historia, excepto el pasado inmediato.
dido con una comprensión aparentemente com- Como resultado, tanto su mundo como su lengua-
pleta, de pronto puedan encontrarse respondien- je científicos son comunes. Dado todo eso en
do a un mismo estímulo con descripciones y ge- común, debe poder descubrir mucho acerca de
neralizaciones incompatibles. Esas dificultades aquello en que difieren. Sin embargo, las técni-
no se harán sentir en todos los campos, ni si- cas requeridas no son ni directas ni confortables,
quiera de su mismo discurso científico, pero sí se ni partes del arsenal normal del científico. Los
plantearán y se agruparán luego más densamente científicos rara vez las reconocen por lo que son,
alrededor de los fenómenos de los cuales depen- y rara vez las utilizan durante más tiempo del
de más la elección de una teoría. requerido para tratar de inducir a una conversión
Tales problemas, aun cuando por primera vez o para convencerse a sí mismos de que no podrán
se hacen evidentes en la comunicación, no son obtenerla.
meramente lingüísticos, y no pueden resolverse En resumen, lo que pueden hacer quienes par-
simplemente estipulando la definición de los tér- ticipan en una interrupción de la comunicación
minos más difíciles. Como las palabras alrededor es reconocerse unos a otros como miembros de
de las cuales se agrupan las dificultades han sido diferentes comunidades lingüísticas, y entonces se
aprendidas, en parte por su directa aplicación a convierten en traductores. 17 Tomando como ob-
ejemplares, quienes participan en una in-
17 La ya clásica fuente para la mayor parte de los as-
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jeto de estudio las diferencias entre su propio municación experimentar vicariamente algunos
discurso intragrupal e intergrupal, pueden, en pri- de los méritos y defectos de los puntos de vis-
mer lugar, tratar de descubrir los términos y lo- ta de los otros, ésta es una potente herramienta
cuciones que, usados sin problemas dentro de la tanto de transformación como de persuasión.
comunidad son, no obstante, focos de disturbio Pero ni aun la persuasión tiene que tener buen
para las discusiones intergrupales. (Las locucio- éxito, y si lo tiene, no necesariamente irá acom-
nes que no presentan tales dificultades pueden pañada o seguida por la conversión. Una impor-
traducirse homofónicamente). Habiendo aislado tante distinción que sólo recientemente he reco-
de la comunidad científica tales ámbitos de difi- nocido por completo es que las dos experiencias
cultad, en un esfuerzo más por dilucidar sus per- de ninguna manera son las mismas.
turbaciones, pueden valerse del vocabulario que Persuadir a alguien es, convengo en ello, con-
diariamente comparten. Es decir, cada uno pue- vencerlo de que nuestra opinión es mejor que la
de hacer un intento de descubrir lo que el otro suya, y por lo tanto debe remplazaría. Esto se
mundo ve y dice cuando se le presenta un estímu- logra, ocasionalmente, sin recurrir a nada pare-
lo que pudiera ser distinto de su propia respuesta cido a la traducción. En su ausencia, muchas de
verbal. Si pueden contenerse lo suficiente para las explicaciones y enunciados de problemas sus-
no explicar un comportamiento anormal como critos por los miembros de un grupo científico
consecuencia de un simple error o de locura, con resultarán opacos para el otro. Pero cada comu-
el tiempo pueden volverse muy buenos pronosti- nidad lingüística habitualmente puede producir,
cadores del comportamiento del otro bando. Cada desde el principio, unos resultados concretos de
uno habrá aprendido a traducir la teoría del otro su investigación que, aunque sean descriptibles
y sus consecuencias a su propio lenguaje y, si- en frases comprendidas de la misma manera por
multáneamente, a describir en su idioma el mun- los dos grupos, no pueden ser explicados por la
do al cual se aplica tal teoría. Eso es lo que re- otra comunidad en sus propios términos. Si el
gularmente hacen (o debieran hacer) los histo- nuevo punto de vista se sostiene durante un tiem-
riadores de la ciencia cuando se enfrentan a po y sigue siendo útil, los resultados de la inves-
teorías científicas anticuadas. tigación verbalizables de esta manera probable-
Como la traducción, si se continúa, permite a mente crecerán en número. Para algunos hom-
quienes participen en una interrupción de la co- bres, tales resultados, por sí mismos, serán deci-
sivos. Pueden decir: no se cómo lo lograron los
partidarios de la nueva opinión, pero yo debo
pectos pertinentes de la traducción es Word and Object,
de W. V. O. Quine (Cambridge, Mass., y Nueva York,
aprenderlo; sea lo que fuere lo que están hacien-
1969). Caps., I y II. Pero Quine parece considerar que dos do, claramente tienen razón. Tal reacción resulta
hombres que reciben el mismo estímulo deben tener la particularmente fácil para los hombres que ape-
misma sensación, y por lo tanto tiene poco que decir nas están ingresando en la profesión, pues aún
sobre el grado que debe alcanzar un traductor para des- no han adquirido los vocabularios y compromisos
cribir el mundo al que se aplica el lenguaje interpretado.
Para ese último punto véase "Linguistics and Ethnology especiales de uno u otro grupo.
in Translation Problems", de E. A. Nida en ed. Del Los argumentos que pueden presentarse en el
Hymes, Language and Culture in Society (Nueva York,
1964), pp. 90-97.
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vocabulario del que se valen ambos grupos, de la idioma que antes era extranjero, no simplemente
misma manera, sin embargo, generalmente no son traduciéndolo; sin embargo, tal transición no es
decisivos, al menos no lo son hasta una etapa una que un individuo pueda hacer o pueda dejar
muy tardía de la evolución de las opiniones de hacer por deliberación y gusto, por buenas
opuestas. que sean sus razones para desear hacerla así.
Entre aquellos ya admitidos en la profesión po- En cambio, en algún momento del proceso de
cos quedarán persuadidos sin recurrir un poco a aprender a traducir, el individuo encuentra que
las comparaciones más generales que permite la ya ha ocurrido la transición, que él se ha desli-
traducción. Aunque el precio que hay que pagar zado al nuevo idioma sin haber tomado ninguna
habitualmente consiste en frases de gran longitud decisión. O bien, como muchos de quienes encon-
y complejidad (recuérdese la controversia Proust- traron por primera vez, digamos, la relatividad
Berthollet, que se llevó a cabo sin recurrir al tér- o la mecánica cuántica siendo ya de mediana,
mino "elemento"), muchos resultados adicionales edad, se encuentra totalmente persuadido de la
de la investigación pueden ser traducidos del idio- nueva opinión, pero, sin embargo, incapaz de in-
ma de una comunidad al de la otra. Además, al ternalizarla y de sentirse a gusto en el mundo al
avanzar la traducción, algunos miembros de cada que ayuda a dar forma. Intelectualmente, tal
comunidad también pueden empezar vicariamen- hombre ya ha hecho su elección, pero la conver-
te a comprender cómo una afirmación antes con- sión requerida, si ha de ser efectiva, aún lo elude.
fusa pudo parecer una explicación a los miem- No obstante, puede valerse de la nueva teoría,
bros del grupo opuesto. La disponibilidad de téc- pero lo hará así como un extranjero que se ha-
nicas como éstas no garantiza, desde luego, la llara en un medio ajeno, como una alternativa de
persuasión. Para la mayoría de la gente, la tra- la que dispone tan sólo porque se encuentran allí
ducción es un proceso amenazante, totalmente algunos "indígenas" La labor del hombre es pa-
ajeno a la ciencia normal. En todo caso, siempre rasitaria de la de ellos, pues aquél carece de
se dispone de contra argumentos y ninguna regla la constelación de conjuntos mentales que por
prescribe cómo debe llegarse a un equilibrio. No medio de la educación adquirirán los futuros
obstante, conforme un argumento se apila sobre miembros de la comunidad. La experiencia de la
otro argumento y cuando alguien ha recogido con conversión que yo he comparado a un cambio de
éxito un reto tras otro, sólo la más ciega obstina- Gestalt permanece, por lo tanto, en el núcleo mis-
nación podría explicar finalmente una resistencia mo del proceso revolucionario. Buenas razones
continuada. para la elección ofrecen motivos para la conver-
Siendo tal el caso, llega a ser de una importan- sión y el clima en que más probablemente ocu-
cia decisiva un segundo aspecto de la traducción, rrirá ésta. Además, la traducción puede aportar
muy familiar tanto a lingüistas como a historia- puntos de entrada para la reprogramación neu-
dores. Traducir una teoría o visión del mundo ral, que por inescrutable que sea en este momen-
al propio lenguaje no es hacerla propia. Para ello to, debe hallarse subyacente en la conversión.
hay que volverse "completamente indígena", des- Pero ni unas buenas razones ni la traducción
cubrir que se está pensando y trabajando en un constituyen la conversión y es este proceso el que
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tenemos que explicar para comprender una ín- preeminente será muy distinto del de aquella co-
dole esencial de cambio científico. munidad que no lo haga. Creo yo que en las cien-
cias el alto valor atribuido a la capacidad de re-
6. Las revoluciones y el relativismo solver enigmas tiene las consecuencias siguientes;
Una consecuencia de la posición antes delinea- imagínese un árbol evolutivo que represente el
da ha molestado particularmente a varios de mis desarrollo de las modernas especialidades cientí-
críticos. 18 Encuentran relativista mi perspectiva, ficas a partir de sus orígenes comunes, digamos
particularmente como está desarrollada en la úl- en la primitiva filosofía naturalista y en las téc-
tima sección de este libro. Mis observaciones so- nicas. Una línea que suba por ese árbol, sin vol-
bre la traducción ponen en relieve las razones de ver nunca atrás, desde el tronco hasta la punta
esta acusación. Los partidarios de distintas teo- de alguna rama, podría seguir una sucesión de
rías son como los miembros de comunidades dis- teorías de ascendencia común. Considerando cua-
tintas de cultura-lenguaje. El reconocer el para- lesquiera dos de tales teorías elegidas a partir de
lelismo sugiere que en algún sentido ambos gru- puntos no demasiado cercanos a su origen, debe
pos pueden estar en lo cierto. Aplicada a la ser fácil establecer una lista de normas que pue-
cultura y a su desarrollo, tal posición es relati- dan capacitar a un observador no comprometido
vista. a distinguir las anteriores de la teoría más recien-
Pero aplicada a la ciencia puede no serlo, y en te, una y otra vez. Entre las más útiles se encon-
todo caso está muy lejos del mero relativismo trarán la precisión en la predicción, particular-
en un respecto que mis críticos no han visto. To
mente en la predicción cuantitativa; el equilibrio
mados como grupo o en grupos, los practicantes
entre temas esotéricos y cotidianos, y el número
de las ciencias desarrolladas son, como yo he afir-
mado, fundamentalmente, resolvedores de enig- de diferentes problemas resueltos. Menos útiles
mas. Aunque los valores que a veces despliegan, para este propósito, aunque considerables deter-
de elección de teorías se derivan también de otros minantes de la vida científica, serían valores ta-
aspectos de su trabajo, la demostrada capacidad les como simplicidad, dimensiones y compatibili-
para plantear y para resolver enigmas dados por la dad con otras especialidades. Tales listas aún no
naturaleza es, en caso de conflicto de valores, son las requeridas, pero no tengo duda de que se
la norma dominante para la mayoría de los miem- las puede completar. De ser esto posible, enton-
bros dé un grupo científico. Como cualquier otro ces el desarrollo científico, como el biológico,
valor, la capacidad de resolver enigmas resulta constituye un proceso unidireccional e irreversi-
equívoca en su aplicación. Los hombres que la ble. Las teorías científicas posteriores son mejo-
comparten pueden diferir, no obstante, en los res que las anteriores para resolver enigmas en
juicios que hacen basados en su utilización. Pero los medios a menudo totalmente distintos a los
el comportamiento de una comunidad que la hace que se aplican. Tal no es una posición relativista,
18 "Structure of Scientific Revolutions", de Shapere y y muestra el sentido en el cual sí soy un conven-
Popper en Growth of Knowledge. cido creyente en el progreso científico.
Sin embargo, comparada esta posición con la
idea de progreso que hoy prevalece tanto entre
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los filósofos de la ciencia como entre los profa- Y, a la inversa, si tal posición es relativismo no
nos, la posición carece de un elemento esencial. puedo ver que el relativista pierda nada necesa-
A menudo se considera que una teoría científica rio para explicar la naturaleza y el desarrollo de
es mejor que sus predecesoras, no tan solo en el las ciencias.19
sentido en que es un instrumento mejor para des-
cubrir y resolver enigmas, sino también porque, 7. La naturaleza de la ciencia
de alguna manera, constituye una representación Concluirá con un breve análisis de dos reaccio-
mejor de lo que en realidad es la naturaleza. A nes recurrentes a mi texto original, la primera
menudo se oye decir que las teorías sucesivas crítica, la segunda favorable y, creo yo, ninguna
crecen aproximándose cada vez más a la verdad. de las dos correcta. Aunque ninguna de las dos
Generalizaciones aparentes como esa no sólo se se relaciona con lo que se ha dicho, ni entre sí.
refieren a la solución de enigmas y a las predic- ambas han prevalecido lo suficiente para exigir
ciones concretas derivadas de una teoría, sino, al menos alguna respuesta.
antes bien, a su ontología, es decir, a la unión Unos pocos lectores de mi texto original han
de las entidades con que la teoría cubre la natu- notado que yo repetidas veces he pasado del mo-
raleza y lo que "realmente está allí". do descriptivo al modo normativo, transición par-
Quizás haya alguna manera de salvar la idea ticularmente marcada en pasajes ocasionales
que empiezan con "pero eso no es lo que hacen
de "verdad" para su aplicación a teorías comple-
los científicos", y que terminan afirmando que los
tas, pero ésta no funcionará. Creo yo que no hay
científicos no deben hacerlo. Algunos críticos
un medio, independiente de teorías, para recons- afirman que yo he estado confundiendo la des-
truir frases como "realmente está allí"; la idea de cripción con la prescripción, violando así el anti-
una unión de la ontología de una teoría y su co- guo y honorable teorema filosófico según el cual
rrespondiente "verdadero" en la naturaleza me "es" no puede implicar "debe ser". 20
parece ahora, en principio, una ilusión; además, Sin embargo, tal teorema, en la práctica, ha pa-
como historiador, estoy impresionado por lo im- sado a no ser más que un marbete, y ya no se le
probable de tal opinión. Por ejemplo, no dudo de respeta en ninguna parte. Un buen número de
que la mecánica de Newton es una mejora sobre filósofos contemporáneos han descubierto impor-
la de Aristóteles, y que la de Einstein es una me- tantes contextos en que lo normativo y lo des-
jora sobre la de Newton como instrumento para criptivo quedan inextricablemente entrelazados.
resolver enigmas. Pero en su sucesión no puedo "Es" y "debe ser" están lejos de hallarse siempre
ver una dirección coherente de desarrollo onto- tan separados como parece. Pero no es necesa-
lógico. Por el contrario, en algunos aspectos im- rio recurrir a las sutilezas de la actual filosofía
portantes, aunque, desde luego, no en todos, la 19
P a r a u n o d e l o s m u c h o s e j e m p l o s v é a s e e l e n sa y o
teoría general de la relatividad, de Einstein, está d e P . K. F e y e r a b e n d e n G r o wt h o f Kn o wl e d g e .
más cerca de la de Aristóteles que ninguna de las 20 Mu s t We Me a n Wh a t We S a y ? d e S ta n l e y Ca v e ll
(Nu eva York , 1 9 6 9 ), ca p . I.
dos de la de Newton. Aunque resulta compren-
sible la tentación de tildar a tal posición de rela-
tivista, a mí tal descripción me resulta errónea.
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lingüística para desentrañar lo que ha parecido tesis aplicables también a muchos otros campos.
confuso en este aspecto de mi posición. Las pá- Veo lo que quieren decir, y no desearía desalen-
ginas anteriores presentan un punto de vista o tar sus esfuerzos de extender la posición; pero,
una teoría acerca de la naturaleza de la ciencia no obstante, su reacción me ha intrigado. En el
y, como otras filosofías de la ciencia, la teoría grado en que mi libro retrata el desarrollo cien-
tiene consecuencias para el modo en que deben tífico como una sucesión de periodos estableci-
proceder los científicos si quieren que su empre- dos por al tradición, puntuados por interrupcio-
sa triunfe. Aunque no tiene que ser correcta, nes no acumulativas, sus tesis indudablemente
como ninguna otra teoría, sí aporta una base le- son de extensa aplicabilidad. Pero así tenían que
gítima para reiterados "debe ser" y "tiene que serlo, porque son tomadas de otros campos. Los
ser". A la inversa, un conjunto de razones para historiadores de la literatura, de la música, de las
tomar en serio la teoría es que los científicos, artes, del desarrollo político y de muchas otras
cuyos métodos han sido desarrollados y seleccio- actividades humanas han descrito de la misma
nados de acuerdo con su éxito, en realidad sí se manera sus temas. La periodizacipn de acuerdo
comportan como la teoría dice que deben hacerlo. con interrupciones revolucionarias de estilo, gusto
Mis generalizaciones descriptivas son prueba de y estructura institucional, ha estado siempre entre
la teoría precisamente, porque también pueden sus útiles normales. Si yo he sido original con
haberse derivado de ella, en tanto que, según respecto a conceptos como éstos, ello ha sido,
otras opiniones de la naturaleza de la ciencia, principalmente, por aplicarlos a las ciencias, cam-
constituyen un comportamiento anómalo. po que por lo general, se había supuesto que se
Creo yo que la circularidad de tal argumento desarrollaba de manera distinta. Es concebible
no lo hace vicioso. Las consecuencias del punto que la noción de un paradigma como una realiza-
de vista que estamos examinando no quedan ago- ción concreta, un ejemplar, sea una segunda con-
tadas por las observaciones en las que se basó al tribución. Por ejemplo, yo sospechaba que algu-
principio. Desde antes de que el libro fuera pu- nas de las notorias dificultades que rodean a la
blicado por primera vez, algunas partes de la teo- noción de estilo en las artes plásticas podrán des-
ría que presenta, habían sido para mí una herra- vanecerse si puede verse que las pinturas están
mienta de gran utilidad para la exploración del modeladas unas a partir de otras, y no produci-
comportamiento y el desarrollo científico. La das de conformidad con algunos abstractos cá-
comparación de esta posdata con las páginas del nones de estilo.21
texto original acaso indique que ha seguido de- Sin embargo, también pretende este libro esta-
sempeñando tal papel. Ningún punto de vista me- blecer otra clase de argumento, que ha resultado
ramente singular puede ofrecer tal guía. menos claramente visible para muchos de mis
A una última reacción a este libro, mi respuesta lectores. Aunque el desarrollo científico
tiene que ser de índole distinta. Muchos de puede
quienes han encontrado un placer en él lo han 21 Para este punto así como para un análisis más am-
encontrado no tanto porque ilumine la ciencia plio de lo que es especial en las ciencias, ver: "Comment
cuanto porque han considerado sus principales [on the Relations of Science and Art]", de T. S. Kuhn, en
Comparative Studies in Philosophy and History. XI (1969),
pp. 403-12.
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parecerse al de otros campos más de lo que a la ciencia dependerá de las respuestas a otras cla-
menudo se ha supuesto, también es notablemente ses de preguntas, así como a éstas, pero no hay
distinto. Por ejemplo, decir que la ciencia, al campo en que se necesite con más urgencia un
menos después de cierto punto de su desarrollo, trabajo ulterior. El conocimiento científico, como
progresa de una manera en que no lo hacen el idioma, es, intrínsecamente, la propiedad co-
otros campos, puede ser completamente erróneo, mún de un grupo, o no es nada en absoluto. Para
cualquiera que sea tal progreso. Uno de los obje- comprender esto necesitaremos conocer las carac-
tos del libro fue examinar tales diferencias y em- terísticas especiales de los grupos que lo crean
pezar a explicarlas. Considérese, por ejemplo, el y que se valen de él.
reiterado hincapié anterior en la ausencia o, como
diría yo ahora, en la relativa escasez de escuelas
en competencia en la ciencia del desarrollo. O
recuérdense mis observaciones acerca del grado
en que los miembros de una comunidad científica
dada constituyen el único público y son los úni-
cos jueces del trabajo de la comunidad. O pién-
sese, asimismo, en la naturaleza especial de la
educación científica, en la solución de enigmas
como objetivo y en el sistema de valores que el
grupo de científicos muestra en los periodos de
crisis y decisión. El libro aisla otros rasgos de la
misma índole, no necesariamente exclusivos de
la ciencia pero que, en conjunción, sí colocan
aparte tal actividad.
Acerca de todos estos rasgos de la ciencia hay
mucho más por aprender. Habiendo iniciado esta
posdata subrayando la necesidad de estudiar la
estructura comunitaria de la ciencia, la terminaré
subrayando la necesidad de un estudio similar y,
sobre todo, comparativo de las correspondientes
comunidades en otros ámbitos. ¿Cómo se elige y
cómo se es elegido para miembro de una comu-
nidad particular, sea científica o no? ¿Cuál es el
proceso y cuáles son las etapas de la socialización
del grupo? ¿Qué ve el grupo, colectivamente,
como sus metas? ¿Qué desviaciones, individuales
o colectivas, tolerará, y cómo controla la aberra-
ción impermisible? una mayor comprensión de

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