Los gases son fluidos que ocupan el volumen del recipiente en el que están contenidos, estos

poseen diversas propiedades, sin embargo para comprender el funcionamiento de un

termómetro a gas se estudiarán tres de estas, que serán estudiadas a continuación.

La masa de un gas cualquiera contenido en un recipiente, puede determinarse, si por ejemplo

pesásemos el recipiente con el gas y posterior vació, de esta forma la masa de interés será la
diferencia entre las cantidades obtenidas. La masa de un gas contendía en un recipiente no
variara, siendo su justificación el principio de conservación de la materia y energía.

El volumen de un gas de igual forma podría determinarse con un método empírico y de sencilla
aplicación, si se llena con agua el volumen del recipiente ocupado por el gas, es posible
encontrar cuanto es el valor investigado. Al contrario que la masa el volumen de un gas varía
con el incremento o disminución de la temperatura.

La presión de un gas es el resultado de fuerza que aplican las partículas de este contra el
recipiente que lo contiene. La presión de un gas aumenta con la disminución del volumen, y
disminuye con la disminución de temperatura, esto quiere decir que la presión es
inversamente proporcional al volumen y directamente proporcional a la temperatura.

La temperatura no solo de un gas, sino de un objeto en general está estrechamente

relacionada con la energía cinética media de los átomos o moléculas que lo componen. De esta
manera al poner un objeto en contacto con una fuente de calor la energía cinética de sus
partículas aumentará y con ella la velocidad a la que se mueven, de esta manera, al moverse
más rápido aumentarán también los choques entre ellas y contra el recipiente que los
contiene, por tal razón la presión aumentará.

Definidas estas cuatro variables es posible