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Universidad de Costa Rica

Sede de Guanacaste
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Psicología

Normalidad, Patología y Diagnostico III


PS-0159

Seminario: Trastornos de la Personalidad

Profesor: Marco Vidaurre A.

Elaborado por:
Jessika Alvarado Serrano B20299
Julie Rosse Arguedas A75751
Andrea Dolmo Duarte B02134
Gisela Orias García B24867

Liberia, 2014
Tabla de contenido

Trastornos de la personalidad .................................................................................... 3

Tipos y criterios de evaluación de los Trastornos de la Personalidad en el CIE-10 y

DSM-V ........................................................................................................................ 4

Causas de los trastornos de la personalidad ............................................................ 23

Estructuras mentales y organización de la personalidad .......................................... 27

Mecanismos de defensa: .......................................................................................... 33

Instrumentos para evaluar trastornos de la personalidad ......................................... 34

Instrumentos para evaluar rasgos de personalidad. ................................................. 36

Ejemplos de Trastornos de la Personalidad ............................................................. 37

Bibliografía:............................................................................................................... 43
Trastornos de la personalidad

Los patrones de personalidad patológica son características profundamente arraigadas que

impregnan todas las facetas de la actividad del individuo (...) Estos patrones derivan de la

compleja y secuencial interacción de los factores constitucionales y de la experiencia. Una

vez establecidos en los primeros estadios de la vida, los patrones patológicos tienden a invadir

nuevas esferas y a perpetuarse dentro de círculos viciosos; imponen un modo de vida tan

arraigado y automático que el paciente a menudo no advierte su presencia ni sus devastadoras

consecuencias.(Sánchez, 2003)

Haciendo referencia a la personalidad Millon (1998 citado en Cardenal, Sanchez & Ortiz-

Tallo, 2007) expresa que “La medicina ha aprendido que ni los síntomas -los estornudos y las

toses- ni tampoco las infecciones intrusas -los virus y las bacterias- son la clave de la salud o

la enfermedad. Más bien, el último determinante es la competencia de la propia capacidad

defensiva del cuerpo. Así, también en la psicopatología, la clave del bienestar psicológico no

es ni la ansiedad ni la depresión, ni los estresores de la temprana niñez o de la vida

contemporánea. Más bien, es el equivalente mental del sistema inmunológico del cuerpo -

aquella estructura y estilo de procesos psíquicos que representan nuestra capacidad general de

percibir y de afrontar nuestro mundo psicosocial- es decir, el constructo psicológico que

denominamos personalidad”

Por su parte, el DSM-V define los trastornos de personalidad, como un patrón perdurable de

experiencia interna y comportamiento que se desvía notablemente de las expectativas de la

cultura del individuo.

Así, se entiende por Trastornos de Personalidad son estilos de funcionamiento inadaptados,

que pueden atribuirse a deficiencias, desequilibrios o conflictos en la capacidad para

relacionarse con el medio habitual.(Sánchez, 2003)


Tipos y criterios de evaluación de los Trastornos de la Personalidad
en el CIE-10 y DSM-V
Dentro de los manuales revisados y que se emplean para el diagnóstico de los trastornos de la
personalidad, tales como el CIE-10 y el DSM-V, se encuentran diferentes tipos de trastornos
de la personalidad los cuales serán profundizados a continuación, siguiendo las pautas que
establecen dichos manuales para su diagnóstico y clasificación; así como sus códigos
característicos.

Según el CIE-10

Dentro del Manual de Clasificación Internacional de Enfermedades 10 (CIE-10), los


trastornos de la personalidad corresponden al apartado que se extiende desde F60.0 hasta
F62.9, dentro de este rango se incluyen los siguientes trastornos: trastornos específicos de la
personalidad, los trastornos paranoides de la personalidad, entre otros que serán
profundizados en el presente apartado.

Trastornos de la personalidad y del comportamiento del adulto (F60-F62)

Dentro de estos se incluyen diversas alteraciones y modos de comportamiento que tienen


relevancia clínica por sí mismos, además estos tienden a ser persistentes y son la expresión de
un estilo de vida y de la manera característica que el individuo tiene de relacionarse consigo
mismo y con los demás. Algunas de estas alteraciones y modos de comportamiento aparecen
en estadios precoces del desarrollo del individuo, como resultado tanto de factores
constitucionales como de experiencias vividas, mientras que otros se adquieren más tarde a lo
largo de la vida.

Según lo que se estipula dentro del CIE-10, estos tipos de trastornos abarcan formas de
comportamiento duraderas y profundamente arraigadas en el enfermo, las cuales se
manifiestan como modalidades estables de respuestas a un amplio espectro de situaciones
individuales y sociales. Representan desviaciones extremas, o al menos significativas, del
modo como el individuo normal de una cultura determinada percibe, piensa, siente y, sobre
todo, se relaciona con los demás. Estas formas de comportamiento tienden a ser estables y a
abarcar aspectos múltiples de las funciones psicológicas y del comportamiento. Con
frecuencia, aunque no siempre, se acompañan de grados variables de tensión subjetiva y de
dificultades de adaptación social.
Es importante rescatar que los trastornos de la personalidad se diferencian de las
transformaciones de la personalidad por el momento y el modo de aparición; ya que los
primeros son alteraciones del desarrollo que aparecen en la infancia o la adolescencia y
persisten en la madurez. No son secundarios a otros trastornos mentales o lesiones cerebrales,
a pesar de que pueden preceder a otros trastornos o coexistir con ellos. Mientras que por el
contrario, la transformación de la personalidad es adquirida, normalmente, durante la vida
adulta, como consecuencia de situaciones estresantes graves o prolongadas, de privaciones
ambientales extremas, de trastornos psiquiátricos graves o de lesiones o enfermedades
cerebrales.

Trastornos específicos de la personalidad (F60)

Incluye trastornos graves del carácter constitutivo y de las tendencias comportamentales del
individuo, que normalmente afectan a varios aspectos de la personalidad y que casi siempre se
acompañan de alteraciones personales y sociales considerables. Debido a que los trastornos de
la personalidad tienden a presentarse en la infancia y adolescencia y a persistir durante la edad
adulta, es probable que un diagnóstico de trastorno de personalidad sea adecuado antes de los
16 o 17 años.

Dentro de las pautas para el diagnóstico es necesaria la presencia de una alteración de la


personalidad no directamente atribuible a una lesión o enfermedad cerebral importante, o a
otros trastornos psiquiátricos, que reúna las siguientes pautas:

a) Actitudes y comportamiento marcadamente faltos de armonía, que afectan por lo


general a varios aspectos de la personalidad
b) La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga evolución y no se limita a
episodios concretos de enfermedad mental.
c) La forma de comportamiento anormal es generalizada y claramente desadaptativa para
un conjunto amplio de situaciones individuales y sociales.
d) Las manifestaciones anteriores aparecen siempre durante la infancia o la adolescencia
y persisten en la madurez.
e) El trastorno conlleva un considerable malestar personal, aunque éste puede también
aparecer sólo en etapas avanzadas de su evolución.
f) El trastorno se acompaña, por lo general aunque no siempre, de un deterioro
significativo del rendimiento profesional y social.
Para el diagnóstico de cualquier trastorno de la personalidad es necesario que se cumplan por
lo menos tres de los criterios que se especifican en cada una de los diferentes subtipos.

Trastorno paranoide de la personalidad (F60.0)

Este es un trastorno de personalidad caracterizado por:

a) Sensibilidad excesiva a los contratiempos y desaires.


b) Incapacidad para perdonar agravios o perjuicios y predisposición a rencores
persistentes.
c) Suspicacia y tendencia generalizada a distorsionar las experiencias propias
interpretando las manifestaciones neutrales o amistosas de los demás como hostiles o
despectivas.
d) Sentido combativo y tenaz de los propios derechos al margen de la realidad. e)
Predisposición a los celos patológicos.
e) Predisposición a sentirse excesivamente importante, puesta de manifestado por una
actitud autorreferencial constante.
f) Preocupación por "conspiraciones" sin fundamento de acontecimientos del entorno
inmediato o del mundo en general.
Dentro de este tipo de trastorno de la personalidad se incluyen: Personalidad expansiva.
Personalidad paranoide. Personalidad sensitiva paranoide. Personalidad querulante. Trastorno
expansivo de la personalidad. Trastorno sensitivo paranoide de la personalidad. Trastorno
querulante de la personalidad. Mientras que quedan excluidos los siguientes: Esquizofrenia,
Trastorno de ideas delirantes.

Trastorno esquizoide de la personalidad (F60.1)

Según el CIE-10 se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por:

a) Incapacidad para sentir placer (anhedonia).


b) Frialdad emocional, despego o embotamiento afectivo.
c) Incapacidad para expresar sentimientos de simpatía y ternura o de ira a los demás.
d) Respuesta pobre a los elogios o las críticas.
e) Poco interés por relaciones sexuales con otras personas (teniendo en cuenta la edad).
f) Actividades solitarias acompañadas de una actitud de reserva.
g) Marcada preferencia por devaneos fantásticos, por actividades solitarias acompañada
de una actitud de reserva y de introspección.
h) Ausencia de relaciones personales íntimas y de mutua confianza, las que se limitan a
una sola persona o el deseo de poder tenerlas.
i) Marcada dificultad para reconocer y cumplir las normas sociales, lo que da lugar a un
comportamiento excéntrico.
Por su parte, quedan excluidos de este trastorno la Esquizofrenia, el Trastorno esquizotípico,
el Síndrome de Asperger, el Trastorno de ideas delirantes y el Trastorno esquizoide de la
infancia.

Trastorno disocial de la personalidad (F60.2)

Dentro del CIE-10 se establece que se trata de un trastorno de personalidad que, normalmente,
llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su
comportamiento; se encuentra caracterizado por:

a) Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de


empatía.
b) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas,
reglas y obligaciones sociales.
c) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.
d) Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad,
dando incluso lugar a un comportamiento violento.
e) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del
castigo.
f) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles
del comportamiento conflictivo.
Además de los criterios anteriores, puede presentarse también irritabilidad persistente. La
presencia de un trastorno disocial durante la infancia y adolescencia puede apoyar el
diagnóstico, aunque no tiene por qué haberse presentado siempre.

Por otra parte, se incluyen dentro de este el Trastorno de personalidad sociopática, Trastorno
de personalidad amoral. Trastorno de personalidad asocial. Trastorno de personalidad
antisocial. Trastorno de personalidad psicopática. Mientras quedan excluidos los siguientes:
Trastornos disociales, Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad.

Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad (F60.3)


Se trata de un Trastorno de personalidad en el que existe una marcada predisposición a actuar
de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un ánimo inestable y
caprichoso. La persona presenta una capacidad de planificación es mínima, además es
frecuente la presencia de intensos arrebatos de ira conduzcan a actitudes violentas o a
manifestaciones explosivas; éstas son fácilmente provocadas al recibir críticas o al ser
frustrados en sus actos impulsivos. Se diferencian dos variantes que comparten estos aspectos
generales de impulsividad y falta de control de sí mismo.

Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo impulsivo (F60.30)

Las características predominantes son la inestabilidad emocional y la ausencia de control de


impulsos. Son frecuentes las explosiones de violencia o un comportamiento amenazante, en
especial ante las críticas de terceros. Se incluye dentro de este trastorno la Personalidad
explosiva y agresiva, el Trastorno explosivo y agresivo de la personalidad. Por su parte se
encuentra excluido el Trastorno disocial de la personalidad.

Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo límite (F60.31)

Según el CIE-10 en este trastorno se caracteriza la presencia de inestabilidad emocional.


Además, la imagen de sí mismo, los objetivos y preferencias internas a menudo son confusas
o están alteradas. Estas personas presentan una facilidad para verse implicado en relaciones
intensas e inestables, lo cual les puede causar crisis emocionales repetidas, además de
acompañarse de una sucesión de amenazas suicidas o de actos autoagresivos. Dentro de este
trastorno de la personalidad se incluye la Personalidad "borderline" y el Trastorno
"borderline" de la personalidad.

Trastorno histriónico de la personalidad (F60.4)

Este trastorno de la personalidad cuenta con las siguientes características:

a) Tendencia a la representación de un papel, teatralidad y expresión exagerada de las


emociones.
b) Sugestibilidad y facilidad para dejarse influir por los demás.
c) Afectividad lábil y superficial.
d) Búsqueda imperiosa de emociones y desarrollo de actividades en las que ser el centro
de atención.
e) Comportamiento y aspecto marcados por un deseo inapropiado de seducir.
f) Preocupación excesiva por el aspecto físico.
Además, de las características anteriores se puede presentar el egocentrismo, indulgencia
para sí mismo, anhelo de ser apreciado, sentimientos de ser fácilmente heridos y conducta
manipulativa constante para satisfacer las propias necesidades. Se incluye la Personalidad
psicoinfantil e histérica y el Trastorno psicoinfantil e histérico de la personalidad.

Trastorno anarcástico de la personalidad (F60.5)

Se trata de un trastorno de la personalidad que cuenta con las siguientes caracteristicas:

a) Falta de decisión, dudas y precauciones excesivas, que reflejan una profunda


inseguridad personal.
b) Preocupación excesiva por detalles, reglas, listas, orden, organización y horarios.
c) Perfeccionismo, que interfiere con la actividad práctica.
d) Rectitud y escrupulosidad excesivas junto con preocupación injustificada por el
rendimiento, hasta el extremo de renunciar a actividades placenteras y a relaciones
personales. renunciar a actividades placenteras y a relaciones personales.
e) Pedantería y convencionalismo con una capacidad limitada para expresar emociones.
f) Rigidez y obstinación.
g) Insistencia poco razonable en que los demás se sometan a la propia rutina y resistencia
también poco razonable a dejar a los demás hacer lo que tienen que hacer.
h) La irrupción no deseada e insistente de pensamientos o impulsos.
Cabe señalar que dentro de este trastorno de la personalidad se incluyen la Personalidad
compulsiva, la Personalidad obsesiva el Trastorno compulsivo de la personalidad y el
Trastorno obsesivo de la personalidad. Mientras que se excluye el Trastorno obsesivo-
compulsivo.

Trastorno ansioso (con conducta de evitación) de la personalidad (F60.6)

Según el CIE-10 este trastorno de la personalidad es caracterizado por:

a) Sentimientos constantes y profundos de tensión emocional y temor.


b) Preocupación por ser un fracasado, sin atractivo personal o por ser inferior a los
demás.
c) Preocupación excesiva por ser criticado o rechazado en sociedad.
d) Resistencia a entablar relaciones personales si no es con la seguridad de ser aceptado.
e) Restricción del estilo de vida debido a la necesidad de tener una seguridad física.
f) Evitación de actividades sociales o laborales que impliquen contactos personales
íntimos, por el miedo a la crítica, reprobación o rechazo.
Además de lo anterior puede presentarse también una hipersensibilidad al rechazo y a la
crítica.

Trastorno dependiente de la personalidad (F60.7)

Se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por:

a) Fomentar o permitir que otras personas asuman responsabilidades importantes de la


propia vida.
b) Subordinación de las necesidades propias a las de aquellos de los que se depende;
sumisión excesiva a sus deseos.
c) Resistencia a hacer peticiones, incluso las más razonables, a las personas de las que se
depende.
d) Sentimientos de malestar o abandono al encontrarse solo, debido a miedos exagerados
a ser capaz de cuidar de sí mismo.
e) Temor a ser abandonado por una persona con la que se tiene una relación estrecha y
temor a ser dejado a su propio cuidado.
f) Capacidad limitada para tomar decisiones cotidianas sin el consejo o seguridad de los
demás.
Puede presentarse además la percepción de sí mismo como inútil, incompetente y falto de
resistencia. Incluye: Personalidad asténica. Personalidad inadecuada. Personalidad pasiva.
Personalidad derrotista. Trastorno asténico de la personalidad. Trastorno inadecuado de la
personalidad. Trastorno pasivo de la personalidad. Trastorno derrotista asténico de la
personalidad.

Otros trastornos específicos de la personalidad (F60.8)

Se establece dentro del CIE-10 que en este apartado se incluyen los trastornos de la
personalidad que no satisfacen ninguna de las pautas de los tipos específicos, es decir se
incluye la Personalidad narcisista, la Personalidad excéntrica, la Personalidad inestable, la
Personalidad inmadura, la Personalidad pasivo-agresiva la Personalidad psiconeurótica, el
Trastorno narcisista de la personalidad, el Trastorno excéntrico de la personalidad, el
Trastorno inestable de la personalidad, el Trastorno inmaduro de la personalidad, el Trastorno
pasivo-agresivo de la personalidad y el Trastorno psiconeurótico de la personalidad.
Trastorno de la personalidad sin especificación (F60.9)

Dentro de este apartado se incluye la Neurosis de carácter y la Personalidad patológica.

Trastornos mixtos y otros trastornos de la personalidad (F61)

Se incluyen dentro de estos trastornos mixtos y otros trastornos de la personalidad


Trastornos mixtos de la personalidad (F61.02), con características de varios de los trastornos
de F60.- pero sin un grupo de síntomas predominantes que permitan un diagnóstico más
específico. Además, se incluyen las variaciones problemáticas de la personalidad (F61.12),
que no son clasificables en F60.- o F62.- y que se consideran como secundarios a un
diagnóstico principal de un trastorno del humor (afectivo) o de ansiedad coexistente. Por su
parte se excluye de este apartado la Acentuación de rasgos de la personalidad.

Según el DSM-V

Por su parte, dentro del DSM-V los trastornos de la personalidad son separados en tres
grandes grupos, con sus respectivos criterios de evaluación.

En un pequeño apartado se habla del Trastorno general de la personalidad, en el cual según


este manual, la persona debe manifestar la siguiente sintomatología:

“A. Patrón perdurable de experiencia interna y comportamiento que se desvía


notablemente de las expectativas de la cultura del individuo. Este patrón se manifiesta
en dos (o más) de los ámbitos siguientes:

1. Cognición (es decir, maneras de percibir e interpretarse a uno mismo, a otras


personas y a los acontecimientos).
2. Afectividad (es decir, amplitud, intensidad, labilidad e idoneidad de la respuesta
emocional).
3. Funcionamiento interpersonal.
4. Control de los impulsos.
B. El patrón perdurable es inflexible y dominante en una gran variedad de situaciones
personales y sociales.

C. El patrón perdurable causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo


social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se puede remontar al menos a la
adolescencia o a las primeras etapas de la edad adulta.

E. El patrón perdurable no se explica mejor como una manifestación o consecuencia de


otro trastorno mental.

F. El patrón perdurable no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia u


otra afección médica.

(Asociación Americana de Psiquiatría, 2014)

A continuación se muestran los tres grandes grupos en los que el DSM-V separa los trastornos
de la personalidad, los mismos se encuentran con sus respectivos criterios de evaluación.

Grupo A

Trastorno de la personalidad paranoide 301.0 (F60.0)

A. Desconfianza y suspicacia intensa frente a los demás, de tal manera que sus motivos
se interpretan como malévolos, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y
está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o más) de los
hechos siguientes:

1. Sospecha, sin base suficiente, de que los demás explotan, causan daño o
decepcionan al individuo.

2. Preocupación con dudas injustificadas acerca de la lealtad o confianza de los


amigos o colegas.

3. Poca disposición a confiar en los demás debido al miedo injustificado a que la


información se utilice maliciosamente en su contra.

4. Lectura encubierta de significados denigrantes o amenazadores en comentarios o


actos sin malicia.

5. Rencor persistente (es decir, no olvida los insultos, injurias o desaires).

6. Percepción de ataque a su carácter o reputación que no es apreciable por los


demás y disposición a reaccionar rápidamente con enfado o a contraatacar.

7. Sospecha recurrente, sin justificación, respecto a la fidelidad del cónyuge o la


pareja.
B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno bipolar o
un trastorno depresivo con características psicóticas, u otro trastorno psicótico, y no se
puede atribuir a los efectos fisiológicos de otra afección médica.

Nota: Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá


“previo,” es decir, “trastorno de la personalidad paranoide (previo).”

Trastorno de la personalidad esquizoide 301.20 (F60.1)

A. Patrón dominante de desapego en las relaciones sociales y poca variedad de


expresión de las emociones en contextos interpersonales, que comienza en las primeras
etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por
cuatro (o más) de los hechos siguientes:

1. No desea ni disfruta las relaciones íntimas, incluido el formar parte de una


familia.

2. Casi siempre elige actividades solitarias.

3. Muestra poco o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona.

4. Disfruta con pocas o con ninguna actividad.

5. No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer grado.

6. Se muestra indiferente a las alabanzas o a las críticas de los demás.

7. Se muestra emocionalmente frío, con desapego o con afectividad plana.

B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno bipolar o


un trastorno depresivo con características psicóticas, otro trastorno psicótico o un
trastorno del espectro del autismo, y no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de
otra afección médica.

Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá “previo,” es


decir, “trastorno de la personalidad esquizoide (previo).”

Trastorno de la personalidad esquizotípica 301.22 (F21)

A. Patrón dominante de deficiencias sociales e interpersonales que se manifiesta por un


malestar agudo y poca capacidad para las relaciones estrechas así como por distorsiones
cognitivas o perceptivas y comportamiento excéntrico, que comienza en las primeras
etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por
cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Ideas de referencia (con exclusión de delirios de referencia).

2. Creencias extrañas o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y que


no concuerda con las normas subculturales.

3. Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas ilusiones corporales.

4. Pensamientos y discurso extraños (p. ej., vago, circunstancial, metafórico, super


elaborado o estereotipado).

5. Suspicacia o ideas paranoides.

6. Afecto inapropiado o limitado.

7. Comportamiento o aspecto extraño, excéntrico o peculiar.

8. No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer grado.

9. Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a


asociarse a miedos paranoides más que a juicios negativos sobre sí mismo.

B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno bipolar o


un trastorno depresivo con características psicóticas, otro trastorno psicótico o un
trastorno del espectro del autismo.

Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá “previo”.

(Asociación Americana de Psiquiatria, 2014)

Grupo B

Trastorno de la personalidad antisocial 301.7 (F60.2)

A. Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, que se


produce desde los 15 años de edad, y que se manifiesta por tres (o más) de los hechos
siguientes:

1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales,


que se manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de detención.
2. Engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o estafa para
provecho o placer personal.

3. Impulsividad o fracaso para planear con antelación.

4. Irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por peleas o agresiones físicas


repetidas.

5. Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.

6. Irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida de


mantener un comportamiento laboral coherente o cumplir con las obligaciones
económicas.

7. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización


del hecho de haber herido, maltratado o robado a alguien.

B. El individuo tiene como mínimo 18 años.

C. Existen evidencias de la presencia de un trastorno de la conducta con inicio antes de


los 15 años.

D. El comportamiento antisocial no se produce exclusivamente en el curso de la


esquizofrenia o de un trastorno bipolar.

Trastorno de la personalidad límite 301.83 (F60.3)

Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y


de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad
adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de
los hechos siguientes:

1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado. No incluir el


comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el Criterio 5.

2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza por


una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.

3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y


del sentido del yo.
4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas No incluir el
comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el Criterio 5.

5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o comportamiento


de automutilación.

6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de

7. Sensación crónica de vacío.

8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la

9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos


graves.

Trastorno de la personalidad histriónica 301.50 (F60.4)

Patrón dominante de emotividad excesiva y de búsqueda de atención, que comienza en


las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se
manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Se siente incómodo en situaciones en las que no es el centro de atención.

2. La interacción con los demás se caracteriza con frecuencia por un


comportamiento sexualmente seductor o provocativo inapropiado.

3. Presenta cambios rápidos y expresión plana de las emociones.

4. Utiliza constantemente el aspecto físico para atraer la atención.

5. Tiene un estilo de hablar que se basa excesivamente en las impresiones y que


carece de detalles.

6. Muestra autodramatización, teatralidad y expresión exagerada de la emoción.

7. Es sugestionable (es decir, fácilmente influenciable por los demás o por las
circunstancias).

8. Considera que las relaciones son más estrechas de lo que son en realidad.

Trastorno de la personalidad narcisista 301.81 (F60.81)

Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de


admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y
se presenta en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos
siguientes:

1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera sus logros y


talentos, espera ser reconocido como superior sin contar con los correspondientes
éxitos).

2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal


ilimitado.

3. Cree que es “especial” y único, y que sólo pueden comprenderle o sólo puede
relacionarse con otras personas (o instituciones) especiales o de alto estatus.

4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.

5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables de


tratamiento especialmente favorable o de cumplimiento automático de sus
expectativas).

6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de los demás para
sus propios fines).

7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los


sentimientos y necesidades de los demás.

8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que éstos sienten envidia de él.

9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.

(Asociación Americana de Psiquiatría, 2014)

Grupo C

Trastorno de la personalidad evasiva 301.82 (F60.6)

Patrón dominante de inhibición social, sentimientos de incompetencia e


hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienza en las primeras etapas de la
edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o
más) de los hechos siguientes:
1. Evita las actividades laborales que implican un contacto interpersonal
significativo por miedo a la crítica, la desaprobación o el rechazo.

2. Se muestra poco dispuesto a establecer relación con los demás a no ser que esté
seguro de ser apreciado.

3. Se muestra retraído en las relaciones estrechas porque teme que lo avergüencen o


ridiculicen.

4. Le preocupa ser criticado o rechazado en situaciones sociales.

5. Se muestra inhibido en nuevas situaciones interpersonales debido al sentimiento


de falta de adaptación.

6. Se ve a sí mismo como socialmente inepto, con poco atractivo personal o inferior


a los demás.

7. Se muestra extremadamente reacio a asumir riesgos personales o a implicarse en


nuevas actividades porque le pueden resultar embarazosas.

Trastorno de la personalidad dependiente 301.6 (F60.7)

Necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que conlleva un comportamiento


sumiso y de apego exagerado, y miedo a la separación, que comienza en las primeras
etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por
cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Le cuesta tomar decisiones cotidianas sin el consejo y la tranquilización excesiva


de otras personas.

2. Necesita a los demás para asumir responsabilidades en la mayoría de los ámbitos


importantes de su vida.

3. Tiene dificultad para expresar el desacuerdo con los demás por miedo a perder su
apoyo o aprobación. (Nota: No incluir los miedos realistas de castigo.)

4. Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por sí mismo (debido a la
falta de confianza en el propio juicio o capacidad y no por falta de motivación o
energía).

5. Va demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los demás, hasta el


punto de hacer voluntariamente cosas que le desagradan.
6. Se siente incómodo o indefenso cuando está solo por miedo exagerado a ser
incapaz de cuidarse a sí mismo.

7. Cuando termina una relación estrecha, busca con urgencia otra relación para que
le cuiden y apoyen.

8. Siente una preocupación no realista por miedo a que lo abandonen y tenga que
cuidar de sí mismo.

Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva 301.4 (F60.5)

Patrón dominante de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e


interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la franqueza y la eficiencia, que comienza
en las primeras etapas de la vida adulta y está presente en diversos contextos, y que se
manifiesta por cuatro (o más) de los siguientes hechos:

1. Se preocupa por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los
programas hasta el punto de que descuida el objetivo principal de la actividad.

2. Muestra un perfeccionismo que interfiere con la terminación de las tareas (p. ej.,
es incapaz de completar un proyecto porque no se cumplen sus propios estándares
demasiado estrictos).

3. Muestra una dedicación excesiva al trabajo y la productividad que excluye las


actividades de ocio y los amigos (que no se explica por una necesidad económica
manifiesta).

4. Es demasiado consciente, escrupuloso e inflexible en materia de moralidad, ética


o valores (que no se explica por una identificación cultural o religiosa).

5. Es incapaz de deshacerse de objetos deteriorados o inútiles aunque no tengan un


valor sentimental.

6. Está poco dispuesto a delegar tareas o trabajo a menos que los demás se sometan
exactamente a su manera de hacer las cosas.

7. Es avaro hacia sí mismo y hacia los demás; considera el dinero como algo que se
ha de acumular para catástrofes futuras.

8. Muestra rigidez y obstinación.

Cambio de la personalidad debido a otra afección médica 369


Otros trastornos de la personalidad

Cambio de la personalidad debido a otra afección médica 310.1 (F07.0)

A. Alteración persistente de la personalidad que constituye un cambio respecto al


anterior patrón característico de la personalidad del individuo. En los niños, la
alteración implica una desviación notable del desarrollo normal o un cambio
significativo de los patrones de comportamiento habitual del niño, que dura al menos
un año.

B. Existen evidencias a partir de la historia clínica, la exploración física o los análisis


de laboratorio de que la alteración es la consecuencia fisiopatológica directa de otra
afección médica.

C. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (incluido otro trastorno
mental debido a otra afección médica).

D. La alteración no se produce exclusivamente en el curso de un síndrome confusional.

E. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,


laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Especificar si:

Tipo lábil: Si la característica predominante es la labilidad afectiva.

Tipo desinhibido: Si la característica predominante es un control insuficiente de los


impulsos como se pone de manifiesto por las indiscreciones sexuales, etc.

Tipo agresivo: Si la característica predominante en el comportamiento agresivo.

Tipo apático: Si la característica predominante es la apatía e indiferencia intensa.

Tipo paranoide: Si la característica predominante es la suspicacia o las ideas


paranoides.

Otro tipo: Si la presentación no se caracteriza por ninguno de los subtipos


anteriores

Tipo combinado: Si en el cuadro clínico predomina más de una característica.

Tipo no especificado
Nota de codificación: Incluir el nombre de la otra afección médica. La otra afección
médica se codificará y hará constar por separado inmediatamente antes del trastorno de
la personalidad debido a otra afección médica.

Otro trastorno de la personalidad especificado 301.89 (F60.89)

Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas


característicos de un trastorno de la personalidad que causan malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento, pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos
de la categoría diagnóstica de los trastornos de la personalidad. La categoría de otro
trastorno de la personalidad especificado se utiliza en situaciones en las que el clínico
opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los
criterios de ningún trastorno de la personalidad específico. Esto se hace registrando
“otro trastorno de la personalidad especificado” seguido del motivo específico

Trastorno de la personalidad no especificado 371

Trastorno de la personalidad no especificado 301.9 (F60.9)

Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas


característicos de un trastorno de la personalidad que causan malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento, pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos
de la categoría diagnóstica de los trastornos de la personalidad. La categoría del
trastorno de la personalidad no especificado se utiliza en situaciones en las que el
clínico opta por no especificar el motivo del incumplimiento de los criterios para un
trastorno de la personalidad específico, e incluye presentaciones en las que no existe
información suficiente para hacer un diagnóstico más específico.

(Asociación Americana de Psiquiatría, 2014)

Comorbilidad

En un estudio realizado por Jiménez (2012), se encontró que los trastornos de personalidad

(TP) son comórbidos con los trastornos de ansiedad, partiendo de que los individuos que

venían de diferentes cuadros ansiosos sufrían también TP tipos evitativo, paranoide, límite y
obsesivo-compulsivo. Pero además, los paranoides coexisten con los narcisistas y los límite

con los histriónicos.

Con los cuadros depresivos Alpert et al. (1997) citado por Jiménez (2012) encuentran, entre

243 pacientes atendidos de forma ambulatoria, una alta comorbilidad entre su depresión y

diagnósticos de fobia social y de TP tipo evitativo.

Los trastornos obsesivos tienen también la posibilidad de estar asociados a otras

enfermedades psiquiátricas, pero especialmente a los TP; con cifras muy variables que van

desde 0 al 55% según lo publicado hasta ahora.

Con el alcoholismo y con las adicciones igualmente se encuentran situaciones de

comorbilidad importante como refieren diversos autores, Tomasson et al. (2000) estudiaron a

249 hombres y 102 mujeres, y encontraron que el 70% de las personas adictas al alcohol

presentaban una serie de trastornos psiquiátricos, siendo la prevalencia de los TP del 28% en

su tipo antisocial.

Con respecto a las adicciones, autores como Arias et al. (1997) encontraron recientemente

esta asociación en pacientes con adicciones a los opiáceos, de manera que detectaron que la

mitad de ellos tenía algún TP coexistente. También en el trabajo de los autores Fernández et

al, (2011) eran los TLP seguido por el tipo antisocial y por el narcisista los más frecuentes en

personas con adicción a esta sustancia; con una prevalencia del 28% en el caso del tipo

antisocial, del 22% en los tipos evitativo y paranoide, del 16% en el tipo obsesivo-compulsivo

y del 10% en el tipo dependiente.

También en el caso de las psicosis esquizofrénicas se han hallado muy elevadas prevalencias

de TP. Según autores como Oulis et al. (1997) el 70% de una muestra de 102 pacientes

esquizofrénicos presentaba un TP. La aparición de episodios psicóticos, con alucinaciones


acústicas o visuales además de manifestaciones de tipo delirante, también puede darse de

forma relativamente frecuente entre las personas que tienen un TP.

Con los trastornos adaptativos, Samuelian et al. (1994) encontraron en una población con una

edad media de 39 años y predominantemente femenina, que existía una comorbilidad con TP

que afectaba al 15% de ellos. En el caso de los trastornos de la alimentación, muchos autores

han detectado claramente esta comorbilidad con TP, trabajos como los de Atkins et al. (1993)

en el caso de las jóvenes con anorexia y Davis et al. (1994) en su muestra de mujeres con

anorexia donde son los tipos narcisista y TLP los que predominaban.

Con patologías como las relacionadas con las conductas suicidas, también los TP se hallan

presentes con unas altas prevalencias. De manera que los repetidores de intentos o actos

suicidas (parasuicidas) suelen poseer frecuentemente diagnósticos de TLP con una

prevalencia del 50 al 70% de los casos.

Naturalmente las nuevas clasificaciones internacionales han significado un indiscutible

avance en el proceso diagnóstico. Pero en algunos casos no hay que olvidar la distinción entre

trastornos "puros" y trastornos "comórbidos" y entre trastornos "primarios" y "secundarios" en

relación a la secuencia temporal en el inicio de la comorbilidad.

En síntesis se puede afirmar que los trastornos de personalidad, son comórbidos con los

trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, de la conducta alimentaria, con el consumo de

sustancias psicoactivas, es decir los trastornos de personalidad (eje I), son comórbidos con la

mayoría de los trastornos del eje II.

Causas de los trastornos de la personalidad

Los trastornos de personalidad, fueron conocidos como personalidades mórbidas, a finales del

siglo XIX, y se relacionaban con la degeneración de origen constitucional del sistema


nervioso. Koch (1891) asoció a estos trastornos, un rango de degeneración que hacía que

entre las personas con enfermedades mentales, quienes sufrían trastornos de personalidad

fueran los menos respetables y Kraepelin (1905) influenciado por esta idea, fue quien designó

los trastornos de personalidad como estados mentales mórbidos en los que la disposición de la

personalidad se consideraba la base real de la enfermedad o trastorno.

“… las teorías biofísicas asumen que los factores biofísicos tales como la

anatomía y bioquímica, son los principales determinantes de la psicopatología.

El modelo médico asumido considera que los síntomas pueden ser (a) el reflejo

superficial de un defecto biológico subyacente o (b) la reacción compensatoria o

adaptativa para tal defecto.” (Negredo, 2000)

Según la psiquiatría, quien asumió el modelo Kraepaliano, relacionan los trastornos mentales

con una bioquímica deficiente y consideran que quienes los presentan son víctimas de genes

que funcionan mal, no tiene lo necesario para enfrentar los estresores vitales y sus síntomas

surgen de la incapacidad para adaptarse, señalando los estresores psicológicos, físicos y

sociales, como los impulsores del desarrollo del trastorno.

Acerca de esto Millon (1990, citado en Cardenal, V., Sánchez, M. & Ortiz-Tallo, M., 2007)

llega a decir que “los trastornos de personalidad son constructos evolutivos que se derivan de

las tareas fundamentales a las que todos los organismos se enfrentan, es decir, la lucha por

existir o sobrevivir (placer versus dolor), el esfuerzo de adaptarse al medio o de adaptar el

medio a uno mismo (pasivo versus activo), y la estrategia del organismo para invertir de

forma reproductiva en los parientes o descendientes frente a una inversión en su propia

replicación personal (otros versus self/uno mismo).

Teorías acerca de los trastornos de la personalidad


Haciendo referencia a los trastornos de la personalidad, basándose en el modelo de Millon,

existen varios puntos de vista que bien podrían apoyar esta visión. Cardenal, Sánchez & Ortiz

(2007) proponen que este modelo es el más comprensivo desarrollado a lo largo de la historia.

Por lo que se puede decir que las características más significativas en el modelo de Theodore

Millon son: 1. Una perspectiva teórica integradora, 2. La insistencia del continuo

normalidad/patología y 3. La incorporación de los principios de la teoría de la evolución.

En el primer caso a lo que se hace referencia es a que la estructura y la dinámica de la

personalidad están integradas, ya que es imprescindible la perspectiva nomotética (la

generalización) y la perspectiva ideográfica (diferencias individuales) del sujeto. Así pues,

esta integración sobrepasa el plano teórico y es llevado a la intervención. Lo que viene a decir

que habrá diferentes perspectivas de intervención para casos concretos, por lo que se dará una

intervención, de cierta manera, específica.

En el segundo caso se expone una no división entre los conceptos de normalidad y patología,

éstos vienen a ser puntos representativos relativos dentro de un continuo en donde comparten

tanto principios como mecanismos de desarrollo, es decir los rasgos básicos que lo componen

(en las personalidades).

Se destaca la personalidad normal como aquella que es flexible y se puede adaptar a su

entorno; y su contrario, es decir, aquella personalidad rígida, con deficiencia o inadaptada es

una personalidad con trastorno.

Este continuo entre normalidad y patología permite estudiar las diferencias o similitudes entre

las personalidades sanas y las personalidades con trastornos, así como el proceso de desarrollo

de los trastornos, tanto como cómo puede ser ayudado el sujeto con trastorno para ser un

sujeto saludable. Es aquí donde se establecen los instrumentos de evaluación para cada

trastorno.
En último caso, los principios utilizados por Darwin para explicar la evolución son empleados

por Millon para explicar los Estilos de Personalidad, su estructura y su dinámica. Se concibe

la personalidad como un distintivo de adaptación al ambiente.

Están representados en el siguiente cuadro los principios evolutivos con los constructos

bipolares en los que se utilizan polaridades psíquicas.

De igual manera Morales, al referirse al modelo de Millon, expone que en las descripciones

clínicas donde Millon ha participado se visualiza el diagnóstico integrado que incluye los

estilos de personalidad, con sus respectivos desórdenes, trastornos severos de la personalidad,

síndromes clínicos y síndromes severos.


Dónde coherentemente Millon llega a aplicar el principio de sinergia a la labor de evaluación,

dando coherencia, proporcionando un marco integrador y creando un orden orgánico, donde

“cada persona es un todo sintetizado y sustantivo, mayor que la suma de sus partes

multiaxiales” (Millon, 1999, p. 451; citado en Morales, 2003). De esta manera, al desarrollar

los instrumentos destinados a la evaluación de la personalidad, incluye todos los dominios

clínicos, con sus respectivos niveles de extracción de datos.

“Esta continuidad entre normalidad y trastornos se refleja desde luego, también, en la propia

construcción de los instrumentos de evaluación que tienen que ver con su modelo, de tal

forma que Millon construye tests para ambos tipos de personalidad; por ejemplo, el MIPS

como Inventario de Estilos para Personalidad normal (Millon, 1994) -adaptación española de

Sánchez, Díaz y Aparcio (2001), y el MCMI-III como Inventario Clínico Multiaxial (Millon,

1997) -adaptación española de Cardenal y Sánchez (2007). Otro ejemplo de evaluación de la

personalidad en adolescentes es el MAPI (Millon Adolescent Personality Inventory) (Millon,

Green y Meagher, 1982a), para personalidad normal, por un lado, y el MACI (Millon

Adolescent Clinical Inventory) (Millon, 1993) para población adolescente clínica, del que

escribe adaptación española. Millon ha desarrollado también otros dos instrumentos de

evaluación, el MBHI (Millon Behavioral Health Inventory) (Millon, Green y Meagher,

1982b) y el MBMD (Millon Behavioral Medicine Diagnostic) (Millon, Antoni, Millon y

Davis, 1997).”

Cardenal, Sánchez & Ortiz, 2007

Estructuras mentales y organización de la personalidad

Otto Kernberg (s.f) propone tres organizaciones estructurales amplias correspondientes a la

organización neurótica, límite y psicótica de la personalidad. En cada caso la organización

estructural desarrolla la función de estabilizar el aparato mental, mediando entre los factores
etiológicos y las manifestaciones conductuales directas de la enfermedad. Estos tipos de

organización (neurótica, límite y psicótica) se reflejan en las características predominantes del

paciente, principalmente respecto a:

A. grado de integración de la identidad.

B. los tipos de operaciones defensivas que habitualmente emplea.

C. capacidad para la prueba de realidad.

La Estructura neurótica de la personalidad, según Kernberg (s.f), implica una identidad

integrada a diferencia de las estructuras límite y psicótica. Además, esta estructura presenta

una organización defensiva centrada en la represión y otras operaciones defensivas avanzadas

o de alto nivel.

En contraposición a la estructura neurótica de la personalidad, se encuentran las estructuras

límite y psicótica se encuentran en pacientes que muestran una predominancia de

operaciones defensivas primitivas que se encuentran en el mecanismo de escisión. La prueba

de realidad se conserva en la organización neurótica y límite, pero está gravemente

deteriorada en la psicótica. Estos criterios estructurales pueden complementar las

descripciones ordinarias de conducta o fenomenológicas de los pacientes y así, aumentar la

precisión del diagnóstico diferencial de la enfermedad mental, en especial en casos difíciles

de diagnosticar. (Kernberg, s.f).

Algunos criterios estructurales adicionales útiles para la diferenciación entre la estructura

límite de la neurótica incluye:

A. Presencia o ausencia de manifestaciones no específicas de debilidad del Yo,

particularmente:

a. Tolerancia a la ansiedad.

b. Control de impulsos.
c. Capacidad de sublimación.

B. Para fines de diagnóstico diferencial de la esquizofrenia:

a. Presencia o ausencia de en la situación clínica del proceso de pensamiento

primario.

Características estructurales de la organización límite de la personalidad

Kernberg (s.f), describe una serie de síntomas que son importantes que guían la atención del

clínico hacia criterios estructurales de la organización límite de la personalidad. algunos de

estos síntomas son los que se detallan a continuación:

1. Ansiedad: los pacientes límites presentan ansiedad crónica, difusa, libre y flotante.

2. Neurosis polisintomática: se consideran aquellos pacientes que presenten dos o más

síntomas neuróticos:

a. Fobias múltiples, en especial aquellas que imponen restricciones graves a la

vida diaria del paciente.

b. Síntomas obsesivos-compulsivos que han adquirido sintonicidad secundaria

del yo y por tanto una calidad de pensamiento y acción “sobrevaluados”.

c. Síntomas múltiples de conversión, elaborados o raros, especialmente si son

crónicos.

d. Reacciones disociativas, en especial “estados de ensoñación” histéricos y

fugas, y amnesias acompañadas de trastornos de conciencia.

e. Hipocondriasis.

f. Tendencias paranoides e hipocondríacas con cualquier otra neurosis

sintomática.

3. Tendencias sexuales perversas polimorfas: pacientes que presentan una desviación

sexual manifiesta dentro de la cual coexisten varias tendencias perversas.

4. Estructuras de personalidad prepsicótica “clásicas”: dentro de este se incluyen:


a. personalidad paranoide

b. personalidad esquizoide

c. personalidad hipomaníaca y personalidad ciclotímica con fuertes tendencias

hipomaníacas

5. Neurosis y adicciones por impulsos: aquellas formas de patologías graves del carácter

en las que la erupción repetitiva crónica de un impulso gratifica necesidades

instintivas en una forma que es egodistónica aparte de los episodios “empujados por el

impulso”, pero es egosintónica y en realidad muy agradable durante el episodio

mismo.

6. Trastornos del carácter de “menor nivel”: se incluye la patología la patología grave del

carácter típicamente representada por el caótico e impulsivo, en contraste con los tipos

clásicos de reacción-formación de estructura de los mismos y los caracteres más

apacibles tipo “evitación”.

Carencia de una identidad integrada: “síndrome de difusión de la identidad”.

“La difusión de identidad se representa por un concepto pobremente integrado de sí mismo y

de otros significantes. Se refleja en la experiencia subjetiva de vacío crónica, auto-

percepciones contradictorias, conducta contradictoria, que no puede integrarse en una forma

emocionalmente significativa y percepciones huecas, insípidas y empobrecidas de los demás.

En cuanto adiagnóstico, la difusión de las identidad. Esta falta de integración de los aspectos

“bueno” y “malo” de la realidad del sí mismo y de los demás se debe presumiblemente a la

predominancia de una agresión grave temprana activada en estos pacientes… En la

organización límite de la personalidad lo que no está integrado es la visión interna del sí

mismo y de los demás.” (Kernberg, s.f)


Por otra parte, son “la integración y la congruencia con la realidad son las que diferencian la

organización neurótica de la personalidad y la psicótica.” (Kernberg, s.f)

Pruebas de realidad

“Tanto la organización neurótica de la personalidad como la límite presentan mantenimiento

de la prueba de realidad, en contraste con las estructuras de la personalidad psicótica… la

prueba de realidad permite la diferenciación de la organización límite de los neuróticos… la

prueba de realidad se define por la capacidad de diferenciar el sí mismo del no-sí mismo, lo

intrapsíquico de los orígenes externos de la percepción y estímulos, y la capacidad para

evaluar realistamente el contenido de nuestro propio afecto, conducta y pensamiento en

términos de las normas ordinarias Clínicamente la prueba de realidad se reconoce por:

1. La ausencia de alucinaciones y delirios.

2. Un afecto o emoción, un contenido de pensamiento o una conducta fuertemente

inapropiados o bizarros.

3. La capacidad para empatizar con y de clarificar las observaciones de otras personas de

lo que parece a ellas aspectos inapropiados o desconcertantes de las emociones,

conducta o contenido del pensamiento del paciente, en el contexto de la interacciones

sociales ordinarias.” (Kernberg, s.f)


Mecanismos de defensa:

“Según la Asociación Psiquiátrica Americana (2001) los mecanismos

de defensa son procesos psicológicos automáticos que protegen al individuo

frente a la ansiedad y a las amenazas de origen interno o externo. Kernberg

(1975) definió la organización de la personalidad basándose en tres elementos

fundamentales: la integración de la identidad, el tipo de mecanismos de defensa

y la prueba de realidad. Utiliza un modelo estructural que supone la existencia

de dos niveles generales de organización de las defensas del yo: un nivel

básico, cuyo mecanismo más importante es la escisión o disociación primitiva

y 2) un nivel más avanzado, en el cual la represión reemplaza a la escisión

como mecanismo central. Kernberg (1987) propone que según el tipo de

defensas que utilice predominantemente una persona podría conocerse su

estructura de personalidad, ya sea neurótica, psicótica o límite. Este elemento,

junto con la integración de la identidad y la prueba de realidad, permite realizar

un diagnóstico estructural apropiado.” (López; Barquera; García. 2007)

Las defensas pueden ser maduras o inmaduras, las primeras se relacionan con la buena

adaptación del individuo, lo que incluye el humor, sublimación y altruismo, mientras las

segundas se asocian más con los sujetos que presentan trastornos de personalidad, ya que se

presentan por condiciones maladaptativas.

Diferentes estudios, demuestran que los pacientes con trastornos de personalidad, suelen

utilizar más las defensas inmaduras, una muy común es el abandono del tratamiento o

acompañamiento psicológico.
En el caso de las personas con Trastorno de Personalidad Límite por ejemplo, algunos de los

mecanismos observados son, la escisión, conocido como el mecanismo más primitivo, el cual

desde una perspectiva cognoscitiva, se ve como un pensamiento dicotómico y se conoce

como el pensamiento del “todo o nada”; también se encuentra la negación, puede ser de

pulsión o de la realidad, estas personas son incapaces de reunir dos áreas de conciencia

emocionalmente contradictorias. También se encuentran la idealización o devaluación lo cual

interfiere en la percepción de las demás personas ya sea dándoles grandes prestigios o

satanizandolos, existen los pensamientos de omnipotencia y grandiosidad, proyección e

identificación proyectiva; personalidad como si, la que fue descrita por H. Deutsch en 1942

como “personas con un trastorno severo de la personalidad consistente en la creación ilusoria

de una imagen de compromiso y convicción sin una participación auténtica en las ideas y

sentimientos que se expresan. Son rasgos importantes la ausencia de profundidad en la

experiencia emocional y la tendencia imitativa” citado en (Moore & Fine, 1990, p. 303).

Estas personas también pueden presentar despersonalización y síntomas disociativos,

cambios de humor selectivo y rechazo de la mentalización, que se puede ver reflejado en el

egoísmo y egocentrismo que muestran las personas con este trastorno debido a que no son

capaces de aceptar que otras personas piensan distinto a ellos e incluso pueden negar que los

demás piensen, validando sólo el pensamiento propio.

Instrumentos para evaluar trastornos de la personalidad

Los instrumentos se utilizan para evaluar trastornos y rasgos de personalidad de

personalidad, se mencionan algunos de ellos:

● Cuestionario de Estilos de Defensa (DSQ): (Bond, M. 1983), Valorar las dimensiones

conscientes de los mecanismos de defensa.


● Entrevista Clínica Estructurada para los Trastornos de Personalidad de eje II del DSM.

(SCDI-II): (First, Gibbon, Spitzer et al), evalua categórica o dimensionalmente los

criterios de personalidad según el DSM-IV.

● Examen Internacional de los Trastornos de la Personalidad. (IPDE): “para

proporcionar al examinador información adicional que contribuirá a que aumente la

validez y fiabilidad del proceso de entrevista, así como su verificación y puntuación.

Cuando esta información no esté disponible por medio de la historia o por otras

fuentes, el examinador deberá obtenerla del paciente al comienzo de la

entrevista”(Organización Mundial de la Salud, 1995)

● Inventario Clínico Multiaxial de Millon III. (MCMI): instrumento formado por 24

escalas clínicas que valoran tanto la patología de la personalidad, según DSM-IV,

como los trastornos de estado más prevalentes (Millon, Millon y Davis, 1994).

● Inventario Multifásico de Personalidad de Minesota. (MMPI-2): evalúa psicopatología

general.

● Cuestionario diagnóstico de la personalidad (PDQ-4+): evalúa los 10 diagnósticos

oficiales del DSM-IV para los trastornos de personalidad, además del depresivo y el

pasivo-agresivo.

● Inventario NEO de la personalidad revisado (NEO PI-R):Inspirado en el modelo

precursor de Cattell, el modelo de los cinco factores básicos de la personalidad

(neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, amabilidad y responsabilidad).

● Inventario del Temperamento y el Carácter (TCI): integra el papel de dimensiones

temperamentales heredables (percata de novedades, evitación del daño, dependencia

de la recompensa y persistencia) y variables caracterológicas que se modifican durante

el desarrollo (autodirección, cooperación y autotrascendencia). El TCI está mostrando


una concordancia aceptable con los trastornos de la personalidad del DSM-IV y se

dispone de una validación española (Gutiérrez y col., 2001).

Instrumentos para evaluar rasgos de personalidad.

● Cuestionario EN. (Pelechano, 1972): 36 elementos de respuesta obligatoria (SI/NO),

mide dos rangos básicos, extraversión social e inestabilidad emocional.

● Cuestionario R, de rigidez: 39 elementos de respuesta obligatoria (SI/NO), que

evalúan la hipervaloración de superación y esfuerzo personal, y como segundo

elemento integridad y apelación a especialistas para encontrar soluciones con

convencionalismo.

● Cuestionario HOST de hostilidad y agresión: Elaborado por Pelechano (1981). Evalúa

hostilidad y agresión en situaciones sociales.

● Cuestionario MOTEX de motivación de rendimiento: Unión de los instrumentos MAE

y EME, este evalúa factores motivacionales: (a) imagen extremada y positiva de sí

mismo; (b) inhibición ante estrés y ansiedad perturbadora; (c)activación ante estrés,

carga de trabajo, y tendencia a la acción.

● Cuestionario LOCUS de lugar de control: evalúa tres factores de locus de control,

control externo, factor bipolar de actualismo con exculpación en tareas de grupo y

exigencia personal en logro de metas; control externo social generalizado sobre trabajo

y resultado de éxito o fracaso en las relaciones personales.

● Cuestionario de miedo a la crítica, transigencia e indecisión, MCRIT-TRANSINDEC :

(Pelechano, 1975), evalúa factores de segundo orden, (a) miedo al fracaso con

inseguridad en interacción social y familiar, (b) transigencia con los demás, (c)

indecisión con ansiedad social.


● Cuestionario BUSQUEST-DISGIR-INCREL, de búsqueda de estímulos, disgustos,

ire, incapacidad de relajación; mide impulsividad y rencor con rechazo de monotonía

y búsqueda de novedad. Elaborado por Pelechano, presentado por Hernández, 1994.

● Cuestionario de control de ira y capacidad de relajación CONTRIC-CAPREL: Intenta

contextualizar la externalización de las reacciones hostiles de los individuos así como

su capacidad para relajarse. Creada por Pelechano y presentado por Hernández en

1994.

Ejemplos de Trastornos de la Personalidad

Ejemplos de trastornos de la personalidad extraña/excéntrica

(Grupo A):

• Trastorno de la personalidad paranoica

Ejemplo: Albañil de 40 años, cree que sus compañeros de trabajo no lo quieren, teme que

alguien le haga mal los andamios para que se caiga y se dañe, sentía que en las

conversaciones se burlaban de él.

• Trastorno de la personalidad esquizoide

Ejemplo 2: 38 años, soltero, técnico de laboratorio. Lo trae su jefe. Primero trabajó bien en un

proyecto solo en el laboratorio. Recientemente se renueva el proyecto y se incorporan varios

becarios. A las 3 semanas los nuevos empleados deciden que no siguen trabajando con él. Se

quejan de que no les habla, es arrogante y antipático. Cuando su jefe le confronta estas

acusaciones se extraña.
Se describe como solitario, siempre infeliz cuando tiene que relacionarse con los demás. No

ha tenido amigos, ni ha salido con ninguna chica. De niño solo le interesaba jugar con su

juego de química y con el ordenador.

Tratamiento: Mejorar la conciencia de cómo su personalidad y trato a los demás le dificultan

Enseñar a transmitir información espontánea y fácil Seleccionar trabajos con poca interacción

• Trastorno de la personalidad esquizotípica

Madre de una paciente esquizofrénica, la cual tiene una gran desconfianza hacia las personas,

cree que la pueden engañar, habla de una manera vaga, abstracta y perdiendo el punto de

conversación, teme que fotografíen a su hija por temor a que le extraigan sus órganos, pues

ella presiente que por medio de las fotografías seleccionan a personas como donadores

Ejemplo 2: 60 años, soltera, tiene un piso y alquila habitaciones a estudiantes.

Tiene 6 gatos y una rata enjaulada que lleva a todas partes. Aspecto y conversación curiosa.

Vestida de manera estrafalaria, ropas de colores y sombrero. Ha vivido de la herencia de sus

padres. Cree que en cualquier momento recibirá mensajes reveladores de apariciones de

familiares fallecidos. Se siente a sí misma como el personaje de una película. Está fascinada

por el ocultismo, el tarot y describe frecuentes viajes astrales. Durante los últimos 15 años ha

vivido sola. Rehuye del contacto con sus hermanos, con los que se enemistó. Robó una

imagen de la Virgen y diciendo que algo le impulsaba acogerla.

Tratamiento; No existe un tratamiento específico. Los AP mejoran. Hacerle comprender que

sus acciones pueden ser interpretadas como que es ladrona.

Ejemplos de trastornos de la personalidad dramática/errática

(Grupo B):

• Trastorno de personalidad limítrofe


Al menos el 80 por ciento de personas con el trastorno límite de la personalidad tienen

comportamientos suicidas7 y aproximadamente entre un 4 y un 9 por ciento se suicidan.

• Trastorno de la personalidad antisocial

Ejemplo: paciente masculino de 25 años, el cual desde los 16 años inicia con el consumo de

todo tipo de drogas, para comprarlas robaba los escasos recursos que obtenían sus padres,

cuando éstos se negaban a darle dinero, él los llegaba a golpear y constantemente era detenido

por peleas callejeras.

Películas recomendadas que ilustran el padecimiento: Historia americana X, The Doors,

naranja mecánica.

Ejemplo 2:

26 años, empleado en agencia de viajes de sus padres. Múltiples juicios pendientes. Desde

niño varias veces presenta conducta agresiva. Primero torturaba animales. Arrojó a su

hermano menor por la escalera. Múltiples peleas en colegio. Expulsiones. Muy caprichoso y

exigente desde niño. Reacciones de ira si no consigue lo que quiere al momento. Fanático de

un equipo de baloncesto. Detenido en Grecia en una final. Trabajaba de sobrecargo en

compañía aérea pero fue expulsado porque agredió aun pasajero en pleno vuelo. Cuando no se

irrita en el ingreso es un joven amable. Reacción de ira cuando se ve en análisis de

Carbamazepinemia que ha mentido en la toma de medicación. Agrede a su madre en la

revisión.

Tratamiento Solo el paso del tiempo es eficaz Ensayar medicación frente a la impulsividad

• Trastorno de la personalidad narcisista

Ejemplo: Estudiante de 25 años, que expresa a su médico la creencia de que su tesis, será un

aporte fundamental para comprender los problemas de la literatura y que será famoso, sin
embargo no ha completado ni un tercio de su tesis, alardea de su creatividad y se queja de que

los demás están celosos de su inteligencia. Es muy envidioso con los estudiantes que son más

rápidos que él y los califica de tontos.

• Trastorno de la personalidad histriónica

Ejemplo: paciente masculino de 25 años, que labora como conductor de un programa de

televisión, el cual es ingresado al servicio de psiquiatría por un cuadro depresivo, a los 3 días

de ingreso presenta una mejoría impresionante y al entrevistarlo solicita ser filmado, lo cual

se hace y el adopta poses seductoras, relatando su historia dramáticamente y exagerando en su

expresión.

Ejemplo 2:

50 años, mujer, relaciones públicas, aspecto muy cuidado, algo llamativo, muy sonriente,

expresión extraordinariamente cordial y afable, da la impresión de querer dar una imagen

favorable Motivo de consulta: según paciente dolor de cabeza y gran cansancio que le

dificulta funcionamiento diario. Según familiar es capaz de desenvolverse muy bien

socialmente pero incapaz de hacer nada más. El cuadro se inicia desde hace 2 años

coincidiendo tras la llegada de su nueva jefa a la oficina, exigente, cada vez más trabajo

Ejemplos de trastornos de la personalidad ansiosa/inhibida

(Grupo C):

• Trastorno de la personalidad dependiente

Ejemplo: Pablo, soltero de 34 años vive con su madre y trabaja como diseñador. Presenta

sentimientos de infelicidad por haber roto su compromiso, su madre desaprobaba sus planes

de casamiento por que la mujer era de otra religión, él se siente atrapado y decide no ir en

contra de los deseos de su madre, se critica sí mismo por ser débil, pero a la vez siente que su
criterio es muy pobre. Ha rechazado ascensos de puesto porque no quiere supervisar a otra

gente ni tomar sus propias decisiones.

• Trastorno de la personalidad de evitación

Ejemplo: Empleado de una librería de 27 años, que acude por ansiedad, relacionando su inicio

con la llegada de nuevos empleados a su sección, teme ser despedido aunque cumple su

trabajo eficientemente, el desearía ser aceptado en el grupo de amigos que se formó entre

ellos pero duda en acercarse a ellos, pues considera no tener nada que ofrecerles y piensa que

sería rechazado.

• Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva

Ejemplo: Abogado de 45 años, del cual su esposa refiere que está hasta la “coronilla” con su

matrimonio por su frialdad emocional, sus exigencias rígidas, conductas intimidatorias,

desinterés sexual, trabaja largas horas y se la lleva viajando de negocios, la gente que trabaja

con el se queja de la atención que pone en los detalles, es muy pulcro en su forma de ser y su

vestimenta, intenta imponer su punto de vista.

-Películas recomendadas: Mejor imposible, Durmiendo con el enemigo.

Ejemplo 2:

Varón 49 años, casado, trabaja autónomo en mantenimiento de pisos y viviendas Motivo de

consulta: se encuentra mal cuando las cosas no están hechas con su particular orden. Muy

valorado por sus clientes por lo fiable, laborioso y meticuloso. Pendiente de todos los detalles.

Listas interminables de defectos y facturas detalladas. Muy exigente con su esposa e hijos. Ha

echado a su hermano de la empresa después de muchos años de trabajar juntos porque se ha

retrasado en atender a dos viviendas y se le ha olvidado comentar a su hermano algún gasto


Tratamiento: Fomentar expresión emocional. Tratar sentimientos de culpa y agresividad.

Desensibilizar a la persona de la necesidad de ser perfecta.


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