En los procesos de Bosnia-herzegovina y Ruanda, como consecuencia de estos nuevos conflictos, uno de ellos
en pleno corazón europeo, hicieron reaccionar al consejo de seguridad de las naciones unidas que
establecieron los tribunales “ad-hoc” (“al efecto”) para juzgar a los responsables de graves violaciones del
derecho internacional humanitario, que cometieron crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio. La
finalidad buscada por el consejo de seguridad, fue tratar de poner fin a estas aberraciones cometidas y tratar
por este medio de contribuir a restablecer y mantener la paz. En 1995, la comisión derecho internacional,
remitió un proyecto de estatuto para la constitución una corte penal internacional permanente, a la Asamblea
general, que estableció un comité adhoc para revisar el proyecto. Realizado el trabajo en la preparación de un
borrador reuniendo la mayor cantidad de consensos posibles para poder lograr el funcionamiento de la corte
penal. Entre esas tareas estuvo la de negociar con los miembros-partes de la cuestiones pertinentes para su
establecimiento, como por ejemplo, las reglas de procedimiento y prueba.
La Asamblea general de la ONU reunida el 17 de diciembre de 1996 acordó por consenso mediante la
resolución la celebración de una conferencia diplomática de plenipotenciarios. Contó con una presencia
superior a 160 estados miembros y de 50 organizaciones no gubernamentales, que aprobaron en la última
jornada con 120 votos el estatuto de la corte penal internacional, quedando abierta la convención para que los
estados miembros, la firmen y ratifiquen.
Lamentablemente, países de relieve en cuanto el orden político mundial y que históricamente fomentaran y o
participaran en la creación de instituciones de este carácter, votaron negativamente, entre ellos estados unidos
de america,Israel,China ,Irak y la República popular China, entre otros, mientras que 21 Estados miembros se
abstuvieron.
La República Argentina, firmo la adhesión el día 8 de enero de 1999, entrando en vigencia mediante la ley
25390, publicada en boletín oficial el día 23 de enero de 2001, a partir del cual se convirtió en estado parte
finalmente, el día 11 de abril de 2002, se logro las 60 ratificaciones necesarias, para que el “Estatuto de Roma
pueda implementarse, entrando en vigencia a partir del día 1 de julio del mismo año.
El manifiesto apoyo para la creación del organismo jurídico supranacional, con un verdadero alcance global y
universal, tuvo también debida importancia en los andamiajes jurídicos nacionales, porque los Estados
adheridos deben ir introduciendo en sus propias legislaciones, los crímenes contenidos en el estatuto y
además, paulatinamente adoptar leyes internas que le permitan a los gobiernos cooperar plenamente con la
corte para su debido funcionamiento.
Estas modificaciones a nivel local, a través de las reformas de los códigos penales y procesales, tienden con el
tiempo, a fortalecer el Estado de derecho, como así también a la paz interior como consecuencia directa de la
seguridad global, contando para tal fin con el apoyo y la asistencia técnica legal de la O.N.U,enfocandoce la
mayor parte del trabajo sobre todo en materia de educación.
Otro de los tópicos fundamentales que debían ratificar e implementar es el acuerdo sobre los Privilegios e
inmunidades de la Corte Penal Internacional, para que los funcionarios y personal del organismo, tengan las
inmunidades inherentes a sus funciones
Entre los días 3 y 7 de febrero de 2003, se realizo la primera sesión de la Asamblea de los Estados parte en la
sede de la ONU, donde fueron elegidos los primeros 18 Magistrados que integrarían la corte Penal
Internacional.
Competencia de La Corte
Están delimitados a las disposiciones que establece el mismo estatuto en el artículo 1° y según los principios de
jurisdicción territorial y de nacionalidad activa. A su vez la corte tiene personería jurídica internacional y
atribuciones propias para su funcionamiento, y estará vinculada a las Naciones Unidas.
Tendrá independencia e imparcialidad, determinada en el artículo 40 del estatuto.
Estos preceptos están contemplados en el artículo 18 de la constitución Nacional Argentina –CN-y en el artículo
8.1 de la Convención Americana de derechos Humanos (norma supranacional: art 75 inc. 22CN).De igual
manera estos principios están ´plasmados en el código de Procedimiento Penal de la Nación y de la Provincia
de Buenos Aires .
El preámbulo y el artículo primero del estatuto, otorgan una competencia complementaria a la corte de los
tribunales locales, careciendo claramente de competencia originaria, inclusive para los delitos tipificados en el
propio estatuto.
Complementariedad de la Corte
Los modos de admisibilidad de la competencia en cuyos casos la Corte reemplaza a la jurisdicción del Estado
miembro que ratifico el estatuto, están plasmados entre los artículos 17 y 20.Unos de los posibles casos es
cuando el Estado con competencia originaria no puede ejercerla por sus propias vicisitudes internas que le
hacen imposible llevar adelante el proceso.
De igual manera y utilizando la fórmula del supuesto que el estado-parte no pueda llevar adelante el proceso, o
que no pueda realizarlo por la falta de legislación adecuada, este puede transferir la capacidad de
procesamiento a la Corte, que solo deberá contemplar que sean delitos tipificados en el Estatuto.
La otra posibilidad de arrogarse la competencia, es la facultad que tiene la Corte cuando se hace evidente que
el estado miembro no tiene voluntad política de perseguir el delito y realizar los juicios, contando
generalmente con la connivencia o tolerancia del aparato estatal competente por apañar a los autores
A fin de determinar en casos específicos la falta de voluntad del estado de perseguir el delito, la corte valorara
si ,teniendo en cuenta las garantías procesales reconocidas tanto por el derecho internacional como por los
principales sistemas jurídicos ,subsisten una o más de las siguientes circunstancias :
a) El procedimiento es o fue conducido, o la decisión del Estado fue adoptada para proteger a la persona
interesada de la responsabilidad penal por los crímenes y competencia de la Corte
b) El procedimiento sufrió una demora injustificada que, habida cuenta las circunstancias, es incompatible con
la finalidad de asegurar el sometimiento del procesado a la justicia.
c) El procedimiento no ha sido independiente e imparcial, y ha sido conducido habida cuenta las
circunstancias.de manera tal que resulta incompatible con la finalidad de asegurar el sometimiento de la
persona interesada a la justicia a los efectos de considerar los problemas de admisibilidad esgrimidos en el
articulo 17,el Establece diversos parámetros objetivos que la corte debe adoptar como marco de referencia
para determinar la falta de voluntad para perseguir el delito. En líneas generales son:
1. Iniciativas procesales que manifiestamente tienden a encubrir el delito
En esta categoría se incluyen excesos rituales, retrasos injustificados en la acción de los tribunales, o de los
organismos responsables de la investigación
2. Retardo injustificado en la institución de los procedimientos: en esta hipótesis, el retraso para ser
injustificado, debe analizarse en el contexto del procedimiento penal vigente en cada Estado.
Si se verifica una completa ineficacia en el sistema judicial Nacional, la corte podría entonces determinar que el
estado no está en condiciones de juzgar el delito y ejercer su propia jurisdicción.
3. Proceso conducido sin las necesarias garantías legales o procesales: en esta hipótesis, la corte además de
tribunal de juzgamiento, actúa como juez de la legalidad de los procedimientos
En este caso, el estatuto establece una garantía adicional en beneficio del propio imputado. En efecto, si se le
atribuyeran hechos no cometidos por él como consecuencia de un proceso ilegal, encontraría en la corte una
instancia imparcial de revisión de las decisiones de sus propios tribunales.
Por otra parte se desalienta al estado a realizar los denominados “procesos farsa”, tendientes a mostrar una
real intención de perseguir el delito pero que, en verdad, están dirigidos a asegurar la impunidad de los
culpables.
e) Garantía de la doble instancia: El artículo 81.1 establece las distintas circunstancias en que los fallos
condenatorios o absolutorios podrán ser apelados .El fiscal podrá hacerlo por vicio del procedimiento, error de
hecho o de derecho; tanto el fiscal como el condenado, podrán hacerlo por los mismos motivos citados, o
cualquier motivo que afecte la justicia o la regularidad del proceso o del fallo. Ambas partes podrán apelar las
penas ,si se consideran que existe una desproporción entre el crimen y la condena .Como novedad interesante
introduce que el propio condenado, o si este hubiese fallecido, un familiar suyo o el mismo fiscal en su nombre
podrán interponer este recurso
f) Responsabilidad penal individual; eximentes de responsabilidad :los artículos 25 y 26 determinan los diversos
grados de autoría y participación y excluye a la competencia de la corte ,el juzgamiento de los menores de 18
años a la fecha de la comisión del hecho. Mientras los artículos 30 a 33,explican en primer término, el
elemento de intencionalidad que debe existir en el actor y el conocimiento de los elementos materiales del
hecho que debe tener el mismo para ser considerando responsable.
Las circunstancias eximentes de responsabilidad penal, se pueden dar en varios supuestos 1.padecer una
enfermedad o deficiencia mental o un estado de intoxicación, que por su estado no pueda comprender la
ilicitud del acto.2 actuar razonablemente en defensa propia o de un tercero, o de bienes esenciales para su
supervivencia o la de terceros; 3. En caso de error de hecho o de derecho si desaparece el elemento de
intencionalidad requerido por el crimen; si esta dentro del art 33 que comprende distintas modalidades de
órdenes superiores o disposiciones legales ,sabiendo que las ordenes de cometer genocidio o crímenes de lesa
humanidad son manifiestamente ilícitas (art 31 y 32).
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poniendo en conocimiento las circunstancias personales del condenado, una copia de la sentencia definitiva,
duración de la condena, con fecha de inicio de cumplimiento y plazo de conclusión de la misma. La Corte tiene
entre sus funciones la decisión y supervisión de la ejecución de las condenas impuestas, no pudiendo ser
modificadas por el Estado receptor, que podrá ser cambiado en cualquier momento por la Corte o a solicitud del
condenado, quien tendrá derecho a apelar o solicitar la revisión de la misma.
En cuanto a la ejecución, la Corte podrá resolver sobre la reducción de la pena impuesta, o cuando haya
cumplido las dos terceras partes de la condena, o cuando haya cumplido veinticinco años en el caso de dictado de
cadena perpetua (artículo 110), debiendo considerar para ello criterios como el arrepentimiento, la cooperación
con la Corte en las investigaciones o juicios, la posibilidad de reinserción en la sociedad, y demás circunstancias
personales del condenado (artículo 103.4).La Corte, tiene entre sus facultades la posibilidad de poder conceder la
extradición del condenado ante solicitud de otro Estado, para poder juzgarlo en orden a otro delito.
En relación a la ejecución de penas de multas, órdenes de decomiso o reparación económica o en especie
(artículo 107) para garantizar la debida imposición de la misma, la Presidencia solicitará al Estado Parte en el cual
el condenado tenga asiento efectivo o indirecto, para que la sentencia sea ejecutada, sin sufrir variante alguna a
la misma.