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Alumno: Sergio Arturo Torres González

Matricula: 85927

Grupo: 03

Materia: Metodología de la Investigación

Maestro: Nestor Olivares Bolaños

Actividad 3. Documentar un problema de investigación.

Guadalupe Victoria, Puebla. 27 de marzo de 2017

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Las ventas de alimentos pre-cocidos y comida chatarra, incluyendo la comida rápida y

las bebidas azucaradas, han aumentado de manera constante en país y están
ayudando al incremento de la obesidad.
Estos productos no están diseñados para satisfacer las necesidades nutricionales de
las personas. Están diseñados para que se conserven por mucho tiempo en los
estantes y generan deseos incontrolados de consumo. Por eso resultan doblemente
dañinos: son adictivos y eso lleva aumentar la obesidad, al tiempo que sustituyen los
alimentos frescos, que son la base de una dieta natural rica en nutrientes.
En el informe "Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: tendencias,
efecto sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas" realizado por
Enrique Jacoby, asesor sobre Nutrición y Actividad Física de la OPS/OMS. “El informe
examina las ventas de productos, incluyendo las bebidas carbonatadas no alcohólicas,
refrigerios dulces y salados, cereales de desayuno y barras, golosinas, helados,
bebidas deportivas y energéticas, jugos de frutas y vegetales, té y café embotellados,
pastas para untar, salsas y comidas preparadas.”
"No es demasiado tarde para cambiar estas tendencias", afirmó Jacoby. "Las culturas
alimenticias basadas en las comidas en familia y en alimentos no procesados o
mínimamente procesados viven y gozan de buena salud en América Latina, aunque
enfrentan una seria amenaza debido a la comercialización muy agresiva y a los
cambios en el estilo de vida", añadió. "Estas acciones son fundamentales para revertir
el impacto negativo en la dieta y la salud de la globalización", concluyó.
Información del estudio:
 En volumen, las ventas de productos ultra-procesados de alimentos y bebidas
aumentaron un 48% entre 2000 y 2013 en América Latina, en comparación con
2,3% en América del Norte.
 Las compras de comida rápida per cápita aumentaron casi un 40% entre 2000 y
2013 en América Latina, basándose en datos de los 13 países estudiados. Estas
compras se incrementaron en un 100% o más en Bolivia, Chile, Colombia, Costa
Rica, República Dominicana y Perú.
 A partir de 2013, los brasileños y peruanos eran los mayores consumidores de
comida rápida en América Latina, con 10 veces más compras que Bolivia (aunque
se quedan muy por detrás de Canadá y Estados Unidos).
 Canadá y Estados Unidos se sitúan en el primer y segundo lugar en ventas per
cápita anuales de alimentos y bebidas ultra-procesadas entre los 80 países en todo
el mundo para los que se dispone de datos. México ocupa el cuarto lugar, y Chile,
séptimo.
 En América Latina, dos empresas multinacionales captan dos tercios de todas las
ventas de bebidas gaseosas y aperitivos dulces y salados.

En mi opinión, como consumidor y como cocinero, se debe generar mayor información

en los hábitos alimenticios desde casa hasta la escuela, con pequeños talleres de
nutrición a las madres e hijos. Que los gobiernos y sociedad apoyen e implementen
políticas para proteger y promover la elección de alimentos saludables. Un ejemplo las
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campañas de información y educación, pero también que se sancione el consumo de

estos productos tan perjudiciales como el aumento de precios a esos productos,
incentivos a la agricultura y comercio para proteger y promover la agricultura
tradicional, que se promueva los alimentos frescos de origen local en los programas
de almuerzo escolar y la promoción de talleres de cocina nutricional. Al mismo tiempo,
se activa la economía local y mejora la salud.
La alimentación evoluciona con el tiempo y se ve influida por muchos factores. Los
ingresos, los precios de los alimentos, las preferencias, los factores ambientales y
socioeconómicos los principales factores para determinar los hábitos de
alimentación.

Por consiguiente, promover una alimentación saludable, que incluya programas de

alimentación que promuevan una dieta diversificada, equilibrada y sana, requiere la
participación de distintos sectores, entre estos el sector público y el sector privado.
Generar políticas comerciales, alimentarias y agrícolas, para promover la
alimentación saludable y proteger la salud pública. Promover entre los
consumidores la demanda de productos alimentarios y comidas saludables.

De este modo, la sociedad y el gobierno son los principales promotores de una

sana alimentación, así como el consumo de productos naturales y locales, teniendo
como resultado una mejor economía, el incentivo al campo y una mejor salud.
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Bibliografía
Salud, O. P. (8 de Octubre de 2015). Organizacion Panamericana de la Salud. Obtenido de
http://www2.paho.org/hq/:
http://www2.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=11153&Item
id=0&lang=es