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31
Un artista necesita público, porque sí no hay quien reciba su obra, trabaja
fuera de la realidad, su mensaje no tiene destinatario.
La etq.pa inicial en el desarrollo de los roles es preparatoria.
Alguien se ha preparado, se ha informado, ha observado diferentes experien-
cias no específicas del rol sino linderas, experiencias que contribuyen. En la inter-
acción con el rol complementario, la información acumulada, las experiencias
cercanas, las propias ideas acerca de cómo debe operar y responder se funden y
sintetizan cobrando vida. En el desempeño de su función, y progresivamente, se
va haciendo. El individuo va construyendo su rol en el quehacer, y construyéndose
a sí mismo.
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La extensión de las prolongaciones expresa el nivel de desarrollo del rol. Al-
guien que está empezando a desarrollar un rol se representa en el esquema por
las prolongaciones menores:
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Las personas tienden a poner naturalmente en juego aquellos roles en los
cuales están muy experimentadas, porque se sienten seguras, y esa seguridad
contribuye a mejorar sus posibilidades, ayudándolas a pasar un momento difícil.
Muchas veces, los roles bien desarrollados no son pertinentes para la situación
particular; es allí donde se producen desajustes que generalmente se explícan
recurriendo a argumentos tales como:
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despierta. En ese nivel, la situación es considerada con la distancia requerida
como para pensar, registrar, sentir y anticipar la acción o la estrategia convenien-
tes Observar, sentir, anotar con lucidez en el cuaderno de notas e intervenir
oportunamente constituyen una meta u objetivo de desarrollo, son indicadores de
un rol bien desarrollado, desde el punto de vista psicodramático.
*Véase como bibliografía indicada El juego como expresión de libertad, de Bally. El autor realiza
un anáhs1s del comportamiento animal, observando que las especies que juegan en su infancia son
las que tienen mayores posibilidades de aprendizaje; nacen menos maduras y completan el proceso
madurativo en las primeras etapas de su vida. Estas especies necesitan un entorno de protección
para poder jugar en su niñez, desarrollando a través del juego habilidades que van a constituir el 1
repertorio de sus recursos como individuos maduros. Cuando no juegan, porque las condiciones exter-
nas no lo permiten, son animales más audaces y agresivos. No aprendieron a cuidarse a sí mismos.
Por ejemplo el perro, que ha tenido condiciones de protección, que estuvo bajo la tutela de sus padres 1
o de personas o animales que cumplieron el rol, contó con alimento y no tuvo que defenderse del
enemigo (funciones habitualmente cumplidas por los padres), pudo jugar. El animal protegido pudo
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jugar y desarrollar habilidades. ¡¡
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35
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Las situaciones de peligro ofrecen escasas posibilidades de juego.
El concepto de juego comprende una conducta de prueba, de ensayo y error, sin
una meta fija, motivada por el placer derivado de los intentos de someter a prueba
las propias posibilidades (concepto de juego que desarrolla Bally). El hombre tiene
la posibilidad de jugar toda la vida; las especies como los mamíferos superiores
cuentan con un período inicial de vida en el que juegan, si cuentan con protección,
alimento y territorio; este período es la niñez.
Luego maduran y pasan a ser protectores; cuando toman el rol de padres,
dejan de jugar, y después envejecen ... Bally atribuye a la experiencia de juego un
valor trascendente, porque ella alberga la posibilidad del ejercicio de la libertad,
que requiere un período de entrenamiento en condiciones semiprotegidas para el
desarrollo del individuo hasta alcanzar la plena· madurez.
Zambullirse en la lucha por el alimento y por el territorio es contraproducente
para que el individuo pueda desarrollarse con riqueza. Las prácticas rentadas son
una experiencia que ofrece una oportunidad semiprotegida, en la cual se acepta
que quien se está formando pueda jugar, equivocarse, contar con ayuda para
descodificar la realidad y comenzar a incursionar en ella.
Quien no se permite esta etapa de aceptarse como "júnior" y entrar en el juego,
se disfraza del profesional adulto que aún no es y da lugar a otro fenómeno que
es el seudorrol.* El problema del seudorrol consiste en que impide crecer. Hay
ciertos soportes artificiales que ayudan y pueden ser útiles si permiten crecer: si
eso no ocurre y el soporte artificial impide el contacto con el rol complementario
y se aleja de la realidad del ejercicio del rol, se continúa jugando siempre como si
se supiera, sin llegar a saber. Este fenómeno tiene lugar cuando no se puede ad-
mitir y asumir el desconocimiento o la falta de experiencia.
Se incluye en estos casos a todos aquellos que, careciendo de experiencia y
ejercicio del rol, optan por hablar desde el púlpito sin haber pasado nunca por la
experiencia directa.
Todos los que inician un camino experimentan en una etapa incipiente la
necesidad de aferrarse a indicadores de status profesional: cuando dichas conduc-
tas de autoafirmación no permiten asumir ambas realidades, la jerarquía formal
("Soy el doctor o la licenciada") y la inexperiencia profesional, el aprendizaje se
detiene. Cuando se pueden admitir ambas circunstancias, se crece.
Cuando alguien se siente obligado a dar buenas respuestas, aun antes de
terminar de escuchar y compenetrarse con la situación, porque se siente más
obligado a responder y rendir que a pensar y elaborar, está evitando tomar con-
tacto con el problema y no accede a la praxis.
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El rol se desmTolla en la acción; requiere de la experiencia directa, del ejercicio
en condiciones protegidas que favorezcan intentos no limitados por el temor a las
consecuencias.
Ocupar una posición de asistente para alguien que transita una etapa inicial
suele ser muy bueno, porque le permite aproximarse al campo de ejercicio sin el
peso de la responsabilidad por los resultados.
La práctica rentada es un ejemplo válido, el trabajo en el hospital también.
Se desarrolla el rol en contacto con el rol complementario, desde una actitud
de aprendizaje, a partir del contacto con la realidad y a través de la interacción.
La supervisión ayuda; no obstante, instalarse en el rol de alumno eternamente, no
ayuda. Hay que participar de la experiencia y reflexionar acerca de ella.
Otro aspecto a tomar en cuenta es el contexto en el cual se accede a la expe-
riencia.
El contexto puede resultar favorecedor o entorpecedor. Hay culturas empresa-
riales donde se puede aprender y crecer; en otras, en cambio, sólo repetir.
Muchas empresas que tienen la práctica de tomar gente sin experiencia para
formarla hacen específicamente hincapié en ello: gente joven, con buenos anteceden-
tes de estudio, pero sin experiencia.
Es una práctica difundida por diferentes culturas empresariales; en algunas
se puede crecer y en otras, no; algunas tienen un "molde" muy específico y
quieren que la gente se "acomode" a lo esperado. Las culturas empresariales en
las que se puede crecer son las que admiten el error y lo aceptan, porque lo
consideran como parte del aprendizaje, parte de la integración que da lugar a un
proceso de asimilación y acomodación,* como un "amoldarse" con la personalidad
de uno.
Contrariamente, en culturas orientadas al hábito, la repetición y la imposición,
la etapa de formación es desgastante.
El ingresante, el profesional "júnior" tiene que ganar experiencia aceptando su
inexperiencia junto a gente experimentada y abierta al intercambio que le pueda
brindar respaldo en sus decisiones.
En condiciones protegidas, aunque no excesivamente, el contacto con la reali-
dad no puede ser dejado de lado. Es posible diseñar o concebir una metodología
de aproximación, que opere como una herramienta considerada como una exten-
sión calificada de quien la instrumenb:i.
Un martillo, un destornillador, un tenedor, son útiles o herramientas que
cumplen una función de manera especializada.
37
)1
La herramienta es una extensión del ser humano, de uno mismo, que le
permite operar con más certeza, con más especificidad en el campo. Una herra-
mienta útil es la que permite proveer servicio necesario y agrega valor a su
función.
En Recursos Humanos, en Ciencias del Comportamiento, la herramienta es la
metodología. Un sistema para hacer las cosas. Un sistema de trabajo ha de per-
mitir regular la distancia entre el operador y la situación en la que se interviene
y de la que se pasa a formar parte.
Cuando se experimenta la sensación de seguridad, derivada de la distmicia
óptima, es posible intervenir. El ingresante se acomoda al lugar y las expectativas
propuestas, efectuando un esfuerzo de su parte para "encajar", y conjuga este
proceso con otro complementario de asimilación por el cual el recién llegado toma
del medio aquello que le resulta familiar, lo que es asimilable a lo propio, confor-
mando un cuerpo común. Se trata de una experiencia de modificación activa en la
que el sujeto participa.
Para saber cuál es el nivel de experiencia o de desarrollo en el tratamiento
de un problema se requiere una mirada abarcativa capaz de comprender, inter-
venir y desarrollar autocrítica. La evaluación o autocrítica permite avanzar en
espiral, es decir avanzar, evaluar, volver atrás y tomar impulso para seguir
avanzando.
Cuando en el desarrollo de un rol es posible alcanzar el nivel de autoobservación
y, por lo tanto, desarrollar autocrítica, ha llegado el momento en que se puede
mantener un diálogo interno reflexivo e integrador. Este diálogo es un evidente
indicador de crecimiento en el ejercicio de la función.
Existe otro tipo de diálogo interno, el diálogo descalificante, que impide pensar,
que coarta y bloquea.
El yo observador puede ser considerado como alguien que está mirando una
película, con cierto grado de involucración y desde la platea. Técnicamente pode-
mos hablar del desdoblamiento que ayuda a crecer. Es una parte propia con la que
después uno se puéde sentar a pensar, con la que se puede asistir a supervisar.
Poder pensar sobre lo que se está diciendo requiere de una parte propia, que
haya logrado sustraerse del nivel de involucración excesivo propio del inexperto.
El material obtenido de la propia observación permite confrontar las opiniones con
las de la mayoría y llegar a puntos de encuentro y de acuerdo; más allá del
reconocimiento de la subjetividad hay grados en los cuales la involucración impide
pensar, y otros en los que es posible pensar sobre los sentimientos: ése es el punto
óptimo. Los seres humanos somos sensibles y emotivos. El sentir es una rica
fuente de información y una oportunidad que no se puede desaprovechar. Se trata
de una conducta de automonitoreo sobre la síntesis lograda a partir de la integra-
ción de sentimientos, ideas y acciones.
38
Metodología o sistema de trabajo (debería contemplar):
1
l. Regulación de la distancia óptima (derivada del desarrollo del rol).
2. Modalidad para proveerse/obtener información (observación, tests,
encuestas, antecedentes, dinámica, etc.).
3. Modalidad para registrar, procesar y elaborar información.
4. Criterios para discernir la información relevante de la no relevante.
3. 5. Modalidad de intervención a partir de la generación de hipótesis y
s su puesta a prueba.
e 6. Criterios para tomar decisiones y seleccionar alternativas.
a 7. Criterios para someter a "prueba de consistencia" los resultados
·- (decisiones y/o alternativas).
a 8. Criterios de trabajo para un abordaje compartido entre el cliente y
el profesional, integrando demandas (del cliente) con propuestas
o (del profesional).
9. Criterios para efectuar seguimiento de las acciones o decisiones de
n las que se ha participado.
r
39
Los espacios actuales que los psicólogos tienen en las organizaciones se fueron
creando y haciendo.
El espacio en sentido literal, espacio como el lugar físico, en cambio, está
asociado al ejercicio del poder; el psicólogo es alguien que entra, ¿on bastante
resistencia por parte de la organización, sobre todo si no hay experiencia pre-
via.
Tener un ámbito propio, es decir un lugar físico propio, es equivalente a otor-
gar una jerarquía mayor, muchas veces, que la que acepta la gente con la que
tiene· que trabajar. No darle lugar privado es no darle lugar (entonces, a veces,
consigue que le presten una salita de reuniones de otro departamento y así co-
mienza a ejercer su tarea).
Tener una entrevista requiere privacidad, lo que no implica propiedad privada.
En una situación de entrevista, el hecho de que el entrevistador y el entrevis-
tado puedan contar con un ámbito privado protegido y limitado es un requerimien-
to para cumplir la tarea.
El ámbito es funcionalmente necesario.
Desde un punto de vista tradicional el espacio ha estado asignado a la jerar-
quía: a mayor espacio mayor jerarquía. El concepto de espacio funcional es más
reciente y aún convive con el anterior, prevaleciendo con frecuencia.
Las expectativas, en cambio, son la base para establecer los primeros acuerdos.
40
tad de elección, aunque la está ejerciendo, sin saberlo, al elegir responder a ese
pedido o presentarse a esa búsqueda.
El selector cuenta con dos clientes: el que solicita la búsqueda y el postulante.
Si la tarea se realiza desde ul1.a empresa de selección, se aprende a "cuidar" de
los candidatos tanto como de los solicitantes.
Si se encara desde el Departamento de Selección de una empresa, puede per-
derse de vista este aspecto. Seleccionar es elegir para ambas partes, para los dos
clientes: el que solicitó y las personas que participan corno candidatos. La tenden-
cia, con frecuencia observada, a "cosificar" a la gente que participa de las entre-
vistas es muy dañina para el selector y para el postulante.
Para el selector profesional, el trato frío, distante y "cosificado" que suele
mantener con el postulante lo aleja del aspecto humano de su tarea y empobrece
el ejercicio de la profesión. Cuando el postulante es tratado como un proveedor de
información, el selector pierde la oportunidad de confrontar las hipótesis que
generó y por las cuales lo escogió o lo desechó. El único indicador con que cuenta
para confirmar la calidad de su tarea es la continuidad de la relación con la
empresa solicitante.
El selector profesional ha de reforzar su vínculo con la empresa, si logra en-
tender con efectividad el recurso con que opera, que es el recurso humano. El
momento o el punto en que esto se hace realidad es el contacto humano con el
postulante, el intercambio fluido y la comprensión profunda tanto de sus caracte-
rísticas como de sus proyectos y posibilidades.
Como evaluador, el selector sólo tiene hipótesis, algunas más certeras que
otras. Necesita confrontarlas. En la interacción entre el profesional y el candidato
ocurrida al finalizar la entrevista, etapa a la que denominamos "la devolución",
tiene la oportunidad de aprender, crecer y hacer una tarea más equilibrada. La
tarea de evaluación psicológica dentro del proceso de selección implica un nivel de
devolución profesional al candidato y un nivel de devolución institucional a la
empresa solicitante.
41
sesión psicológica gratuita; se trata de una propuesta práctica: el evaluador toma
datos que le generan una cantidad de hipótesis; algunos cierran perfectamente,
otros no. Aun los que cierran perfectamentei si se los confronta adquieren mayór
consistencia y validez. El evaluador experimenta alivio al hacerlo y ejerce además
una función educativa con el postulante acerca de qué es lo que hace un psicólogo
y qué aporte le puede ofrecer en el campo del trabajo.
*Ejemplo: durante una entrevista de evaluación, la persona que resultaba encantadora desde el
punto de vista interaccional presentaba algunos aspectos que no "cerraban". Por ejemplo, esa per-
sona sabía cómo debería presentarse para una entrevista de selección, y sin embargo había optado
por hacerlo con vestimenta informal y acentuado desaliño. ¿Qué pasaba que no podía instrumentar
el saber acerca de las costumbres pertinentes a la situación? La apariencia, la presentación, suele
ser un aspecto difícil de abordar. De cualquier manera, algunos podrían llegar a mencionarlo. Este
rasgo apareció en algo tan sencillo como la prueba de nivel, cuyo resultado fue negativo. Entre su
discurso y las pruebas proyectivas había mayor coherencia, pero al llegar a un test de rendimiento
reapareció el rasgo observado en su vestimenta: su rechazo a encauzar su conducta por los caminos
convencionales. La aparición de este dato permitió afrontar la devolución no de manera interpreta-
tiva sino descriptiva: no pudo pasar de los diez primeros ejercicios. Una devolución descriptiva e
42
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inmediata abrió el camino para explorar otros aspectos y charlar sobre ellos (;nrr<?gi 19. p:r'.leb:J. C:::l
su p:;:.ss.sncia., p1~dica que sueio mantener. El resultado erróneo resultó evidente para ambos y
entonces pregunté. Era claro que se trataba de una persona de buen nivel intelectual y que ese
resultado podría interpretarse de diferentes maneras. El compartir esta responsabilidad con él
permitió conocer sus criterios y su actitud ante la prueba, y más especialmente frente a las exigen-
cias formales y los estándares de rendimiento. ¿Qué le pasó? Tenía algunas hipótesis. Al confrontar
esa información con el evaluado fue posible trabajar sobre sus dificultades: brindó una cantidad de
información muy rica para poder elaborar el informe, y se fue teniendo claro cómo ciertos rasgos de
su personalidad podían obstaculizar sus aspiraciones, tendiéndose trampas a sí mismo: por un lado,
deseaba participar en un concurso para una posición con características formales y por otro recha-
zaba profundamente la disciplina.
43
personales que se detectan no satisface esta necesidad; tan sólo ilustra sobre
algunas características, las que se consideran de más fácil absorción y las que
se necesita confro:r;;i.tar. De esa manera se obtiene más información para la com-
posición diagnóstica, y el postulante recibe aportes. Él brinda y recibe informa-
ción.
Cuando se elabora un informe resulta necesario conocer la tabla de valores del
destinatario; de acuerdo con ella, se aconseja ponderar los aspectos del evaluado
que resulten pertinentes, a fin de favorecer la receptividad y la comprensión.
Sobre un mismo candidato, del conjunto de aspectos que estamos reconociendo
sólo podremos subrayar algunos; no obstante, debemos incluir todos los detectados
de alguna manera.
Podemos construir diferentes informes, respetando siempre los rasgos detecta-
dos y confrontados. ·
La selección de los aspectos más valiosos y útiles para la posición a cubrir,
dentro de esa cultura empresarial particular, constituye una labor creativa por
parte del evaluador.
La síntesis siempre será una obra personal. Desconocer cuánto hay del evalua-
dor en un informe psicodiagnóstico es una postura ingenua.
El estilo del evaluador está siempre presente, así como también su particular
manera de descodificar la realidad, su tabla de valores, sus criterios. Reconocer el
peso que estos aspectos tienen en su tarea puede contribuir a una labor profesio-
nal más efectiva.
Trabajar con la información sobre la mesa, sin misterios, confrontando opinio-
nes e hipótesis y compartiendo información, colabora en la obtención de un resul-
tado beneficioso para todas las partes.
La devolución es una experiencia que permite al evaluador aclarar interrogan-
tes acerca del evaluado y perfeccionar su tarea diagnóstica. Las opiniones brinda-
das por el selector deberían no comprometer la decisión.
Desde el punto de vista psicológico se pueden observar aspectos que coinciden
o no con el perfil que busca la empresa; sin embargo, resulta necesario diferenciar
"devolución" de "decisión".
La decisión la toma la empresa; la devolución se refiere a aspectos psicológicos
detectados.
Puede ocurrir que, desde el punto de vista psicológico, los aspectos detec-
tados en el candidato no coincidan con el perfil que está buscando la empresa;
en esos casos se realiza la devolución desde las características que el evaluador
observa.
El nivel de integración de la devolución está en relación con el nivel de madu-
rez profesional del evaluador.
" El psicólogo que es observador, primer nivel de desarrollo del rol, sólo describe
algunos aspectos evidentes y manifiestos.
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Efl El psicólogo que suele pensar sobre lo que siente puede establecer relaciones
entre los datos y ofrecer una devolución más integrada. Si sabe cómo respon-
der, puede hacer de la devolución una oportunidad de diálogo y de trabajo
psicológico de interacción entre ambos.
\
Indudablemente, brindar una devolución integrada implica un acto de madu-
rez profesional; no obstante, para llegar a ese punto es menester recorrer un
camino ... generar hipótesis, y confrontarlas.
Si el evaluador no afronta el vinculo, no crece. Sólo puede ejercer su profesión
como testista. Ser testista es una pobre manera de ejercer la profesión. Ésta da
para mucho más.*
*En etapas iniciales, un psicólogo inexperto suele apoyarse en su diagnóstico, aferrarse a él,
como si se tratara de una única verdad. Lo hace con miedo y teme ante la posibilidad de ver
desbaratadas sus construcciones. Profundiza en las técnicas en lugar de afrontar al evaluado y
aprender más sobre él. El resultado de las pruebas es un dato sobre el cual comenzar a trabajar. Se
requiere desarrollar habilidad para explorar, preguntar e investigar. Formular preguntas que abran
caminos. Frecuentemente, al recibir una negación, el psicólogo lo explica con la tan usada hipótesis
de las resistencias, y de esa manera no supera el nivel del discurso psicológico y no progresa en su
comprensión del candidato.
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¿Quién ejerce el poder y cómo está funcionalmente distribuido?
El estilo de autoridad incide particularmente en las decisiones y en las comu-
n1cac10nes.
En algunas organizaciones, toda información debe hacerse por escrito, y en
otras, con una "llamadita telefónica" resulta suficiente.
Comunicación es el nivel de explicitación de las cosas. Las pautas de comuni-
cación actualmente afrontan procesos de revisión.
En las estructuras empresariales, la práctica del secreto resultaba frecuente
y generalizada: qué se dice y qué no se dice; la cultura del secreto da lugar al
rumor.
El rumor es una de las enfermedades más habituales, aunque no por ello deja
de ser terrible dentro de una organización; en este momento hay un cambio sig-
·nificativo de pautas. En la mayor parte de las organizaciones se está imponiendo
la cultura del "blanqueo", en la cual, si alguien es portador de un comentario, se
explora el origen y se lo aclara. Paralela y conjuntamente, se observa una orien-
tación hacia la profesionalización; de modo ·gradual los lugares protagónicos los
van ocupando los profesionales, aspecto que incide en el proceso de elaboración y
difusión de la información. El plantel de profesionales, a su vez, trae gente nueva.
Algunos miembros tradicionales de la organización permanecen, si cuentan con
recursos adecuados o equivalentes, y los que no poseen un nivel profesional no
tienen perspectivas.
En los momentos de cambio se observa la coexistencia de ambos rasgos cultu-
rales, los precedentes y el nuevo estilo. Con respecto al estilo de autoridad y su
incidencia en las decisiones y en las comunicaciones, observamos cambios signifi-
cativos que recorren un camino de formalidad a la funcionalidad, y la coexistencia
de ambos modelos, en diferentes personas y/o áreas institucionales, conlleva cierto
nivel de confusión y conflicto como la supervivencia de las dos culturas de forma
constante: gente que todavía sigue pensando que debe mantener el secreto y otros
que juegan con mayores grados de libertad. Cuando el cambio de cultura es gran-
de resulta difícil ser consecuente.
La comunicación es un fenómeno muy delicado, donde las perversiones se
evidencian. El nuevo modelo procura disminuir la incidencia de los rumores, meta
deseable para la cual las personas suelen no estar lo suficientemente preparadas;
hay que ser muy fuerte para enfrentar la situación de confrontar con los demás .
... La psicología del rumor es terrible; provoca en las organizaciones y en las
personas una disminución notable de la autonomía. Surgen entonces las figuras
que extraen un beneficio secundario de estas situaciones.
El sistema nuevo va a tener cierta pureza por un tiempo; como todo sistema,
tendrá un apogeo y una decadencia. Todavía no sabemos cuáles van a ser los
efectos del nuevo sistema. La adaptación es dificultosa, porque como decía Ma-
quiavelo:
46
No hay nada peor que cambiar el orden de las cosas, porque uno tiene por tibios
aliados a los que no están bien con el sistema anterior y por detractores a los que
están bien posicionados. Entonces uno está solo en el-intento de cambiar el sistema.
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