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TALLER

ESTIMULACIÓN SENSORIAL Y NEUROMOTORA:

UNA CONTRIBUCIÓN SIGNIFICATIVA A LA ORGANIZACIÓN NEUROLÓGICA DE LOS NIÑOS Y


NIÑAS EN LA PRIMERA INFANCIA

Anna Lucia Campos

Presidente de la Asociación Educativa para el Desarrollo Humano

Directora General del Centro para el Desarrollo Infantil LEARN & PLAY, Lima, Perú

I. CONSIDERACIONES PREVIAS:

De los diferentes ámbitos a ser considerados en el desarrollo infantil, hablaremos de dos de


ellos, el sensorial y el neuromotor, que por su grado de importancia y su significativa
influencia en el desarrollo, deben ser considerados desde un punto de vista teórico para que la
propuesta de acción tenga una base adecuada que la sostenga.

En muchos centros educativos de los diferentes países, podemos observar dos errores en
común en primer lugar, está el de separar mente y cuerpo, asignando a la mente- o al
cerebro- la capacidad de pensamiento y al cuerpo la capacidad de acción y percepción, dando
mayor énfasis a las actividades que desarrollen la mente y descuidando el desarrollo motor.
En segundo lugar, está el de separar las capacidades cognitivas de la información sensorial,
esperando que se formen conceptos sin seguir el correcto camino que va de la información
concreta captada por los sentidos a la capacidad o concepto a nivel abstracto.

Sin embargo, hoy en día, con el ingreso de las Neurociencias al mundo pedagógico, es más
fácil, para los educadores de la primera infancia, entender la gran responsabilidad que
tenemos con relación al desarrollo de nuestros alumnos y alumnas y por ello, debemos
corregir los errores anteriormente mencionados, al dar el debido énfasis a la educación de los
sentidos y a la realización de ejercicios que estimulan el desarrollo tanto del cuerpo como del
cerebro. Investigadores como Delacato (1963) Glenn Doman, Douglas Doman, Bruce Hagy
(1996), Jean Massion (2000), Richard Magill (1984, 1998) Eric Jensen (1995, 2000) entre
muchos otros, reconocen la importancia del trabajo en equipo que realizan cuerpo y cerebro
en el proceso de desarrollo y aprendizaje, y otros especialistas como Gimeno, Rico, Vicente
(1986), Soler (1992) y Cohen (1979, 1986) recalcan que la educación de los sentidos es
elemento fundamental del conocimiento y que la fase perceptiva es la primera de las fases del
pensamiento y de la expresión.

La propuesta de este taller es dar una breve mirada en las bases neurofisiológicas del
desarrollo, para tener la comprensión necesaria para organizar un trabajo en aula, donde los
niños y niñas vivirán diferentes experiencias que contribuirán a la educación de sus sentidos y
de su cuerpo, desarrollando capacidades y habilidades del pensamiento y habilidades
motoras, frutos de un cerebro en constante desarrollo.

II. INTRODUCCIÓN:

En estos últimos años estamos presenciando avances notorios en el campo educativo. Nuevas
filosofías, nuevas metodologías, e innovadores programas o propuestas pedagógicas vienen
siendo implementados en los Centros Educativos de diferentes países, con el fin de
proporcionar mayores oportunidades de desarrollo a sus alumnos y alumnas.
Sin embargo, de una manera casi contradictoria, estamos presenciando el olvido de dos de las
actividades más esenciales para la educación infantil: la educación sensorial y la educación del
cuerpo. La educación de los sentidos, como afirma Soler, “es escasamente atendida en
nuestras escuelas, cuando, paradójicamente, la información sensorial es la puerta del pensar
humano”. La educación del cuerpo, que se quedó limitada a unos cuantos ejercicios de
psicomotricidad, que en muchos centros educativos no están sistematizados y, que cada año
que pasa, están siendo remplazados por actividades de “aprestamiento” en hojas de trabajo.

Glenn Doman, quien por años, junto a su gran equipo, viene estudiando el desarrollo del
potencial humano y cerebral, afirma que “toda la mitad posterior del cerebro y de la médula
espinal está compuesta por cinco vías de entrada sensorial, mientras que la mitad anterior del
cerebro y de la médula espinal está compuesta por las vías motrices de salida, por las que
reaccionamos ante aquella información sensorial de entrada” (Doman, 1994,1999).

Con esta afirmación en mente, se nos hace más fácil entender que, siendo la educación infantil
la primera etapa formal de escolarización, nada más lógico que enriquecer esta etapa con un
serio programa de educación sensorial y con una serie de ejercicios neuromotores, que por su
incalculable valor, harán sostenibles los saberes más complejos. Sin embargo, como primer
paso, haremos un breve viaje al Sistema Nervioso, para conocer aspectos fundamentales que
conformarán los cimentos de la educación de los sentidos y de los ejercicios neuromotores, a
la vez que aprovecharemos para hacer una revisión de conocimientos con relación a las bases
neurofisiológicas del desarrollo humano.

III. BASES NEUROFISIOLÓGICAS DEL DESARROLLO:

1. Qué entendemos por Sistema Nervioso:

En pocas palabras, el Sistema Nervioso es el sistema del cuerpo humano responsable por el
envío, recepción y procesamiento de impulsos nerviosos. Se encarga de mantener el cuerpo
totalmente interconectado para que pueda realizar todas las funciones que tiene que realizar.
Como está encargado de controlar todas las funciones de los músculos y órganos, trabaja en
conjunto con tres sistemas: el central, el periférico y el autónomo. El sistema nervioso central
es responsable de recoger la información, emitir impulsos nerviosos y analizar los datos
sensoriales y está compuesto por el encéfalo y la médula espinal. El sistema nervioso
periférico tiene que transportar los impulsos nerviosos a y desde las numerosas estructuras
del cuerpo, formado por nervios craneales (12 pares) y espinales (31 pares), que unen el
sistema nervioso central con el resto del cuerpo. El sistema autónomo, formado por sistemas
simpático y parasimpático, se encarga de regular y coordinar las funciones vitales del cuerpo.

El sistema nervioso es conocido como el rey, el jefe supremo de todos los demás sistemas del
cuerpo humano.

2. Conociendo nuestro Sistema Nervioso:

Si miramos el Sistema Nervioso de manera macroscópica, podemos ver varias zonas


esenciales, de las cuales mencionaremos solamente algunas, que en nuestra opinión, son de
mucha importancia para lo que vamos a proponer en lo que se refiere al desarrollo
neuromotor:

 Médula espinal: La médula es una de las partes más importantes del SNC, pues actúa
como un cable que envía mensajes desde el encéfalo y recibe información de las otras
zonas del cuerpo. Posee conductos nerviosos aferentes y eferentes, lo que significa
que puede recibir y transmitir información y se encuentra rodeada de un líquido
espinal que la protege y la nutre. Si por alguna razón se lesiona, no podrá transmitir
o recibir información a las áreas que cubren la zona dañada y tampoco de las que se
encuentran por debajo de la misma.
 Bulbo Raquídeo: el bulbo es la poción más baja del cerebro humano, ubicado sobre la
médula y debajo de la protuberancia anular, conectando a encéfalo y médula espinal.
Desempeña un importante papel en la transmisión de impulsos nerviosos entre la
médula y el encéfalo y es el centro de las funciones cardíacas y respiratorias.
 Protuberancia Anular: la protuberancia se encuentra, verticalmente, sobre el bulbo
raquídeo y debajo del encéfalo y sagitalmente entre el cerebelo y la glándula
pituitaria. Sirve como puente entre cerebelo, bulbo y cerebro.
 Cerebelo: el cerebelo se encuentra sobre la protuberancia anular, debajo de la corteza
cerebral y en la parte posterior del encéfalo. Se encarga de coordinar y modificar la
actividad resultante de impulsos y órdenes enviados desde el cerebro.
 Cerebro: es la parte más voluminosa del encéfalo (que es el principal componente del
SN) y se encuentra protegido en la cavidad craneal. Está formado por una gran masa
de fibras nerviosas de color gris y de color blanco, en su parte superior. Es
responsable de gran parte de los procesos mentales superiores así como del
procesamiento de datos sensoriales y de procesos motores iniciales. Está compuesto
por dos hemisferios y dividido en cuatro secciones o lóbulos (frontal, parietal, occipital
y temporal). Las funciones de cada lóbulo están coordinadas por las fibras de
asociación (la más larga y densa de estas fibras forman el cuerpo calloso, que une los
dos hemisferios).
 Corteza cerebral: es la zona externa del cerebro. En su parte media se encuentra el
surco central. A partir de él, se pueden describir dos zonas: una anterior y motora, y
otra posterior y sensitiva. Es responsable, entre tantas cosas, de las habilidades más
nobles y refinadas, únicas del ser humano.

Si miramos microscópicamente el cerebro, podemos encontrar dos células esenciales:

1. Las células gliales: las interneuronas, células más pequeñas que tienen como función
sostener, proteger y nutrir las neuronas.

2. Las células nerviosas: las neuronas. De los miles de millones de células que componen
nuestro cerebro, se calcula que, en el cerebro adulto, hay 100.000 millones de neuronas y
aproximadamente 10 veces más de células gliales que las acompañan

 La neurona es una célula nerviosa, la unidad anatómica y funcional del sistema


nervioso. Presenta mucho más variedad que cualquier otro tipo de célula del
cuerpo. Cada una inicia su existencia con una forma más o menos parecida a
una esfera y hasta terminar su migración, la va alterando con ramificaciones
llamadas dendritas y axones.

 Las neuronas se componen básicamente de tres partes: el cuerpo neuronal o


soma, compuesto fundamentalmente por núcleo, citoplasma y nucléolo. En el
soma se lleva a cabo la integración de toda información obtenida. Las
dendritas, prolongaciones muy ramificadas alrededor del soma, recogen
información y el axón, prolongación larga y poco ramificada, que conduce y
trasmite el mensaje resultante de la integración (impulsos eléctricos) y
transportan sustancias químicas .

 La forma de una neurona depende de la función que va a cumplir, o sea, de la


ubicación en la red neuronal y de los contactos que recibe.

 La mielina es una lipoproteína que recubre el axón y permite el aislamiento del


mismo, posibilitando mayor fluidez en la transmisión de la información
(impulso eléctrico: 120 m por segundo) y protección de la misma. El proceso
de mielinización se da desde la etapa prenatal, progresivamente, siguiendo las
gradientes del desarrollo (céfalo-caudal, próximo-distal).
· Cada neurona puede conectarse con 1.000 o 10.000 otras células, lo que nos hace ver que lo
más increíble no es la cantidad de neuronas que pueda tener un cerebro, sino la cantidad de
conexiones que pueden ser establecidas, cuyas investigaciones recientes hablan de una cifra
inimaginable.

 Las neuronas se comunican por medios de neurotransmisores que trasmiten la


información entre los axones de una neurona y las dendritas de la otra. Los
neurotransmisores se encuentran almacenados en pequeñas vesículas ubicada
en las extremidades de los axones y, por medio de un proceso electroquímico,
la llegada de un potencial de acción (transmisión eléctrica) provoca la
liberación de neurotransmisores de las vesículas (transmisión química) al
espacio que hay entre las neuronas. Estas sustancias llegan a la membrana de
la neurona contigua, donde accionan con unas moléculas especializadas, los
receptores, con las que se unen. Esta unión resulta en un nuevo potencial de
acción, que seguirá propagando el estímulo (Ortiz, M.E.)

 Las conjunciones o conexiones que vinculan una neurona con otra se llaman
sinapsis.

 El impulso nervioso viaja en fracción de segundo.

 Las conexiones neuronales se efectúan, se refinan y se reorganizan


constantemente, a lo largo de toda la vida, bajo influencias ambientales o
genéticas.

3. Los sentidos, las vías sensoriales y el Sistema Nervioso:

Para entender qué pasa en el cerebro cuando las vías sensoriales reciben una información,
haremos una breve descripción de los órganos receptores de estímulos, basándonos en los
estudios realizados por J. R. Gimeno y otros.

· Vista: los ojos son los órganos receptivos y codificadores del estímulo, el cual es llevado al
centro de decodificación, el cerebro, donde se analiza y se compara la información con las
demás almacenadas en la memoria.

· Oído: el oído es el órgano de la audición. Los receptores del oído interno captan las
vibraciones sonoras en impulsos nerviosos, que mediante fibras sensibles, ascienden hasta
llegar al córtex cerebral auditivo. También cabe recalcar que las estructuras vestibulares del
oído interno son responsables de la función del equilibrio.

· Tacto: las diferentes sensaciones recibidas por la piel (de textura, vibración, temperatura,
consistencia, forma, peso, etc.) son recibidas por terminaciones nerviosas específicas para
cada sensación, y viajan, en cuestión de segundos, por las sendas nerviosas hasta la médula
espinal, y desde allí hasta el cerebro. Cada parte del cuerpo tiene su representación, casi
exclusivamente en el hemisferio opuesto, ocupando una zona proporcional al número de
receptores de la misma zona (con excepción de algunas partes de la cara). Labios, cara y
pulgar cuentan con un número muy alto de receptores.

· Olfato y gusto: son conocidos como los sentidos químicos, puesto que sus estímulos
dependen del contacto de sus receptores con sustancias químicas. La membrana olfatoria
recibe los estímulos y los transmite mediante las fibras del nervio olfatorio hasta el cerebro,
mientras que los estímulos gustativos son captados por los botones gustativos de la boca y
transmitidos por las neuronas que siguen diferentes vías hasta llegar al cerebro.
Los órganos receptores de estímulos envían la información a diferentes áreas del cerebro para
que sea decodificada, analizada y /o almacenada. El proceso empieza de la siguiente manera:
el órgano del sentido capta la información, o el estímulo, por medio de las vías receptoras, los
transmisores se encargan de llevar el mensaje a la zona del cerebro que le corresponda, y es
en el cerebro, que la información es interpretada.

Para ejemplificar este proceso, les invito a observar parte de un modelo sugerido por Rico
(1986):

SENTIDO ESTÍMULO LOCALIZACIÓN TRANSMISORES UBICACIÓN


DE RECEPTORES CEREBRAL DE LA
PERCEPCIÓN
Vista Color rojo Retina ocular Nervio óptico Corteza visual.
(segundo par Lóbulo occipital
craneal)
Oído Sonidos en Órgano de Corti, del Nervio coclear (rama Corteza auditiva.
frecuencia caracol (oído del nervio vestíbulo- Lóbulo temporal
interno) coclear, octavo par (principalmente en
craneal) la circunvolución
temporal superior

4. El cuerpo, el movimiento y el Sistema Nervioso:

Cuerpo, movimiento y cerebro son compañeros inseparables en el proceso de desarrollo


humano.

Para entender un poco más sobre este “trabajo en equipo”, tenemos que recordar que nuestro
cerebro crea movimientos enviando una explosión de impulsos nerviosos a cualquier músculo
o a la laringe. Según las investigaciones de William Calvin (Calvin y Ojemann- 1994), existe
un código cerebral para la creación de los movimientos. Él afirma que, movimientos tan
simples como masticar un chicle, por ejemplo, son controlados por circuitos cerebrales
próximos a la médula espinal, mientras que movimientos más complejos requieren de amplias
áreas del cerebro como por ejemplo, la corteza prefrontal y las dos terceras partes posteriores
del lóbulo frontal, las mismas áreas del cerebro que también se encargan de habilidades
cognitivas como la resolución de problemas y el planeamiento. A la vez que el cerebro crea
diferentes movimientos, también está siendo activado cuando nuevos movimientos o nuevas
combinaciones de movimientos son iniciadas.

Este asombroso proceso de interacción cerebro-cuerpo para la creación de movimientos está


presente desde la etapa prenatal y corresponde a una organización neurológica por la cual
pasa todo ser humano, principalmente, en los seis o siete primeros años de vida.

Para entender un poco mejor el concepto de “organización neurológica”, encontramos en las


investigaciones de Carl Delacato la siguiente definición: “condición fisiológicamente óptima
que se completa únicamente en el hombre, como resultado de un desarrollo neuronal
ontogenético no interrumpido”. Dicho desarrollo, repasa el desarrollo filogenético del hombre,
que empieza en el primer trimestre del embarazo y se completa aproximadamente a los seis
años y medio de edad (en personas con desarrollo normal).

Este proceso de organización neurológica, el cual respeta algunas leyes, se da de manera


organizada y gradual, en sentido vertical en dirección a la corteza, a medida que avanza el
proceso de mielinización y está directamente relacionado con la información sensorial que el
niño o niña recibe del mundo y de su propio cuerpo y se confirma con la aparición de
diferentes habilidades de tipo motor.

Si retomamos las zonas esenciales del SN mencionadas en el apartado III.2, podemos


relacionarlas con varias habilidades motoras y/o movimientos características de cada etapa del
proceso de organización neurológica, descritas por Delacato y posteriormente estudiadas y
ratificadas por Glenn Doman . Veamos:

1. Médula espinal y bulbo raquídeo: son los puntos de partida de la organización neurológica
(ON). Son responsables de los reflejos antiguos y primitivos, cuya contribución básica es el
tono muscular, el movimiento reflejo y la preservación de la vida. En esta etapa hay
movimiento pero no hay movilidad. Hay reflejo prensil y movimiento de brazos y piernas pero
sin mover el cuerpo.

2. Protuberancia anular: es el siguiente nivel de la ON, responsable del reflejo tónico del
cuello. Facilita la coordinación de las funciones de los dos lados del cuerpo, cara y mandíbula.
El reflejo tónico, presente desde la etapa intrauterina, permitirá al niño moverse y
desplazarse: es la etapa del arrastre. El arrastre es el primer acto de movilidad que resulta en
desplazamiento de un punto a otro. La ON a nivel de protuberancia es caracterizada por el
primero movimiento funcional y por el aumento general de movimientos.

3. Cerebelo: es un nivel más en la ON, el cerebelo se encarga, entre otras cosas, de la


interrelación entre postura, equilibrio, movilidad y visión. Ya despegado del suelo, el niño
puede gatear apoyado en manos y rodillas, por primera vez en tercera dimensión, movimiento
que requiere de audición biauricular, visión binocular y de una interrelación entre fibras
visuales y auditivas, nervios óculo motores, reflejo a luz, alteraciones de postura y músculos
del cuello y tronco. Este desplazamiento se da en patrón cruzado de movimiento y por primera
vez el niño es capaz de combinar las funciones de los dos lados del cuerpo. También tiene más
dominio de habilidades manuales. Estudios recientes realizados por W. T. Thatch, mencionan
por lo menos 8 habilidades del ser humano fuertemente relacionadas con el cerebelo, como
memoria, percepción espacial, lenguaje, atención, emoción, lenguaje no verbal, y toma de
decisiones. Además, la neurofisiologista Carla Hannnaford (1995) hace hincapié en la
influencia que es sistema vestibular ejerce en el afinamiento del tono muscular y de los
movimientos, del equilibrio, de la traslación del pensamiento a la acción y de la coordinación
de los movimientos del cuerpo.

4. Cerebro – corteza inicial: Hacia aproximadamente un año de edad, el niño progresa en la


ON, de un tipo de función relativa a una función cortical más elevada. Comienza a usar brazos
y manos independientemente de las piernas y pies y empieza a pararse con apoyo y luego sin
él, en posición bípeda; lo que resultará en el dominio de una de las funciones más humanas;
la marcha. Para esta etapa aun usará los brazos en el papel de equilibrio primario. También
ya están presentes las habilidades del habla, con por lo menos dos palabras usadas
espontánea y significativamente, y la oposición cortical de una de las manos. Cuando la ON
llega a nivel de corteza temprana, aproximadamente a los 18 meses, el niño ya puede caminar
sin usar los brazos para mantener el equilibrio, su vocabulario se incrementa con más palabras
y pares de palabras (palabra frase) y presenta oposición cortical bilateral simultánea. A nivel
de corteza primitiva, más o menos a los tres años de edad, el niño camina en un esquema
cruzado o patrón cruzado completo, desarrollando la habilidad de correr, dominando un
vocabulario expresivo y comprensivo más amplio (aprox. 2000 palabras y frases cortas),
usando una mano en el papel dominante. El siguiente estadio de la ON, que se refiere a la
corteza sofisticada, el niño debe progresar hasta la lateralización o el desarrollo de la
dominancia cortical de un hemisferio (puesto que hasta el momento, ambos hemisferios
operaban en conjunto, con una relación equilibrada). En esta etapa, los dos hemisferios
empiezan a desarrollar funciones diferenciadas – y uno de ellos resultará en hemisferio
dominante. La progresión final de la ON que culmina en ojo, mano y pie dominantes, comienza
aproximadamente a los 3 años de edad y está casi completa a los seis y siete años. A los
ocho, prácticamente terminada la ON, podemos observar que posee la habilidad de usar los
miembros del cuerpo de acuerdo con la lateralización o dominancia hemisférica, un
vocabulario completo y estructurado, así como el uso de la mano dominante para escribir.
Además, es la corteza humana la responsable del desarrollo de innumerables habilidades y
capacidades del ser humano que estarán presentes el resto de su vida.
A modo de resumen, podemos señalar que las habilidades motoras observadas en los niños y
niñas durante el proceso de desarrollo hasta los seis u ocho años de edad, nos indicará la
madurez de su SN y el nivel de la ON alcanzada.

El resultado final de este proceso de organización neurológica está en la especialización y


dominancia hemisférica y en las diferentes habilidades que hace del ser humano único en la
tierra: el habla, la escritura y la lectura con comprensión.

El hecho que un niño o niña llegue a desarrollar estas habilidades a los seis o siete años de
edad, aproximadamente, está directamente relacionado con la oportunidad de ejercitación
sensorial y neuromotora a las cuales estuvo expuesto desde temprana edad.

IV. PROPUESTA DE ACCIÓN:

1. En al ámbito sensorial:

“No hay nada en la mente que antes no haya estado en los sentidos”, afirmó Comenio hace
muchos y muchos años. ¿Habrá cambiado nuestra mente, desde esta época, la manera de
conocer y percibir al mundo? Obviamente que no. Muy por el contrario, con el avance de las
Neurociencias, estamos entendiendo de manera más clara cómo se da el proceso de desarrollo
cerebral y la importancia de la información sensorial para la construcción del conocimiento.

Todos los niños y niñas tienen conocimiento de sí mismos y del mundo que los rodea
utilizando sus sentidos. Los órganos responsables de captar la información del medio donde
crecen y se desarrollan nuestros pequeños, son bombardeados, segundo tras segundo por
diferentes estímulos. El cerebro, quien se encarga de seleccionar la información, limita la
entrada de las sensaciones, elige, decodifica y transmite a diferentes zonas cerebrales y al
cuerpo en sí, aquello que potencialmente le es más útil, valorando las informaciones más
importantes o más llamativas, o más olorosas, o que involucren más emociones, etc.

Como simple ejemplo, imagínate sentado en el Teatro Municipal de su ciudad, y al frente tuyo
la espectacular Orquesta Sinfónica de Moscú. A esta escena, suma el hecho de que tienes los
oídos totalmente sordos. O que te encuentres preparando el agua de la tina para que se bañe
un bebé, y sumado a esto, el hecho de que no puedas percibir la temperatura del agua. No
necesitamos más ejemplos para demostrar que lo que realmente sabemos fue construido por
las más diversas informaciones recibidas a través de nuestros canales sensoriales, que no solo
nos permiten tener un conocimiento específico (como la temperatura) sino también nos
permiten sensibilizarnos ante diferentes fenómenos o situaciones de la vida diaria, dando
sentido a lo sentido (escuchar y sentir la belleza de una sinfonía).

Muchos podrían pensar que la información sensorial de todas maneras llega al cerebro y
cumple su función, siguiendo un curso casi natural, en la construcción del conocimiento; lo
que no exige de un educador planificar u organizar un programa formal de educación
sensorial. Sin embargo, si tenemos conciencia de que la información sensorial sustenta
saberes más complejos, que el Sistema Nervioso madura de forma gradual, y que el despertar
de los sentidos es procesal, fácilmente podremos concluir que la educación sensorial
proporcionará una mayor organización de los estímulos sensoriales, controlará y velará por su
correcta recepción y por los órganos responsables de ella, además de ayudar a los niños y
niñas a interpretar y analizar las sensaciones que reciben, a ser sensible, y que a través de
esta sensibilidad, puedan entender el significado más profundo de lo que observan.

Los niños y niñas son altamente sensoriales, gracias a una sabia naturaleza que les facilita el
conocimiento del entorno y de sí mismos, y como según afirma Delgado, “la información
sensorial es absolutamente esencial para el comienzo y desarrollo de las funciones mentales
en el niño, porque la actividad cerebral depende esencialmente de los estímulos sensoriales,
no sólo al nacer, sino también toda su vida”.
Por lo tanto, la propuesta de estimulación sensorial se enmarca en un Programa de Educación
Sensorial, que empezará desde la más temprana edad, sin límite para terminar, ya que la
exploración sistemática por medio de los sentidos se hace necesaria hasta la adolescencia,
cuando investigamos en un laboratorio de física o química en el colegio.

Para sistematizar un programa en la primera infancia, sugerimos un mix entre las


metodologías de Soler y Rico, lo que nos permitirá trabajar bajo un amplio espectro sensorial.
Como lineamiento de acción, deberán considerar en el programa:

1. Experiencia sensorial: siempre personal, respetando el umbral que varia de persona a


persona. Por tal razón, los ejercicios serán individualizados

2. Material sensorial: muy variado, que atienda a los diversos sentidos. Debe ser seleccionado
de antemano, recolectando materiales del medio natural y de medios específicos.

3. Capacidades a ser desarrolladas: en cualquier ejercicio de estimulación sensorial,


indiscutiblemente estamos estimulando y desarrollando capacidades cognitivas. Por tal razón,
para la primera infancia debemos dar énfasis en desarrollar en nuestros niños y niñas las
capacidades de observar, identificar, clasificar, discriminar, diferenciar, memorizar, completar
series, reconstruir patrones y aplicar lo aprendido en diferentes situaciones de la vida
cotidiana.

4. Los contenidos: dentro de cada ámbito sensorial se debe establecer los contenidos a ser
considerados en cada una de las etapas del desarrollo, según la edad del niño. Como por
ejemplo, con relación al desarrollo visual, los contenidos van desde la escala de movimientos
oculares, percepción de formas, colores, semejanzas, diferencias, hasta la agudeza visual,
diferenciación figura y fondo, memoria visual y estabilidad perceptiva. A modo de ejemplo,
observen el cuadro que está a continuación en lo que se refiere a movimientos oculares, en
gradación, desde los 3 hasta los 24 meses de edad:

EDAD 3a6 6a9 9 a 12 12 a 15 15 a 18 18 a 21 21 a 24


MOVIMIENTOS Rastreo Rastreo Rastreo Rastreo Rastreo Rastreo Rastreo
OCULARES hacia: hacia: hacia: hacia: hacia: hacia: hacia:

- arriba - arriba - arriba - arriba - arriba - arriba - arriba

- abajo - abajo - abajo - abajo - abajo - abajo - abajo

- derecha - derecha - derecha - derecha - derecha - derecha

- izquierda - izquierda - izquierda - izquierda - izquierda

- izquierda - izquierda - izquierda - izquierda


abajo a abajo a abajo a abajo a
derecha derecha derecha derecha
arriba arriba arriba arriba

- derecha - derecha - derecha


abajo a abajo a abajo a
izquierda izquierda izquierda
arriba arriba arriba

- circular - circular
hacia la hacia la
izquierda izquierda

- circular
hacia la
derecha

5. Los grados: considerando el conocimiento del alumno, la etapa del desarrollo y el dominio
del sentido respectivo, los ejercicios sensoriales deberán ser categorizados en grados para
permitir no solamente la adquisición de la habilidad o capacidad sino también la comprensión
de lo sentido. Gimeno, Rico y Vicente enumeran los siguientes grados:

· Grado Cero: es el de la iniciación del conocimiento, (contactarse de manera global con un


objeto, a través de la experiencia directa para conocer por conocer, sentir por sentir, probar
por probar, etc.), de identificación de la cualidad, que obliga a una manipulación directa o
contacto físico con el objeto que porta la cualidad. Es el momento de ejercitar la capacidad de
observar. Este grado debe ser explorado al máximo en las edades tempranas.

· Grado Uno: es el del dominio, de la ejercitación, puesto que la cualidad ya fue conocida e
identificada. Es el momento de hacer nuevos descubrimientos, de ejercitar las capacidades
cognitivas de clasificar, diferenciar, discriminar. Es repetir, ejercitar, dominar para aprender.
En este momento, podemos observar destrezas del tipo rapidez y seguridad al ejecutar las
tareas.

· Grado Dos: es el recordar lo aprendido, evocar lo que fue memorizado para lograr
habilidades superiores a nivel cognitivo y sensorial. Es el momento de practicar o ejercitar la
memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo, algo que se relaciona directamente con el
proceso de aprendizaje.

· Grado Tres: es la fase de la agudeza, que se adquiere después de una serie de


ejercitaciones. Es el momento de estimular y desarrollar habilidades cognitivas relacionadas
con la información sensorial recibida: rapidez en la resolución de problemas, en la evocación
de lo aprendido, en la autonomía y en la autocorrección.

· Grado Cuatro: es la fase de aplicar todo lo aprendido en el día a día, según las necesidades
o deseo del alumno. Es el momento en que lo aprendido toma cuerpo, en la práctica, en la
vida cotidiana, donde se aplican los conocimientos, destrezas y habilidades sensoriales
desarrolladas en los grados anteriores.

El cuadro siguiente demuestra un ejemplo de la gradación en lo que se refiere a la


diversificación de estímulos auditivos desde los 12 hasta los 30 meses:

EDAD 12 a 18 18 a 21 21 a 27 27 a 30
DIVERSIFICACIÓN 1. Sonidos del cuerpo: 1. Sonidos del 1. Sonidos del 1. Sonidos del cuerpo:
AUDITIVA cuerpo: cuerpo:
· Grado 0: escuchar por · Grado 0 al grado 3.
escuchar. · Grado 0 al grado · Grado 0 al grado
1. 2.
2. Sonidos emitidos
2. Sonidos emitidos por por animales:
animales: 2. Sonidos emitidos 2. Sonidos emitidos
por animales: por animales:
· Grado 0: al grado 3.
· Grado 0: escuchar por
escuchar e identificar · Grado 0 al grado · Grado 0 al grado
3. Sonidos de
señalando. 1. 2.
instrumentos
musicales:
3. Sonidos de 3. Sonidos de 3. Sonidos de
instrumentos musicales: instrumentos instrumentos
· Grado 0 al grado 3
musicales: musicales:
· Grado 0: escuchar por
4. Sonidos de la
escuchar e identificar · Grado 0 al grado · Grado 0 al grado
naturaleza:
señalando. 1. 2.
4. Sonidos de la · Grado 0 al grado 3.
naturaleza:

· Grado 0 al grado 1

6. La programación: para todo el trabajo sensorial, el profesor debe tener una programación
como para cualquier otro programa. Las unidades de aprendizaje sensorial deben seguir el
mismo camino que las demás propuestas de aprendizaje, empezando por la motivación,
pasando a la presentación o exploración del material, la manipulación del mismo, la
ejercitación en los grados que correspondan para terminar con la evaluación.

2. En el ámbito neuromotor:

El programa de desarrollo neuromotor es un programa de actividades neuromotoras, o de


ejercicios físicos que estimulan la organización neurológica y la excelencia física de los niños.

Toda la información que recibe el cerebro llega por medio de las vías sensoriales. La
información es almacenada por un corto periodo de tiempo en el sistema sensorio-perceptivo,
enseguida el cerebro la decodifica y en un lapso de segundos emite la respuesta motora.
¿Qué vías sensoriales son consideradas muy importantes para la práctica de los ejercicios
neuromotores?

VISIÓN: es una vía sensorial extremadamente importante. Sería muy difícil jugar tenis,
básquet o fútbol sin el uso de la visión. Además sería imposible leer el lenguaje visual.

AUDICIÓN: es otra vía muy importante que también está involucrada en las habilidades
motoras. Para los jugadores de tenis, por ejemplo, el sonido que escuchan del golpe dado por
su adversario en la pelota, lo advierte cómo debe recibir la jugada. Es a través de la audición
que podemos escuchar, comprender, razonar y más aún, es por medio de la audición que el
ser humano llega al lenguaje, a hablar y expresarse oralmente en uno o más idiomas.

TACTO: la información táctil nos permite sentir, de tal manera que podamos identificar un
objeto sin olerlo, mirarlo o probarlo. Un tenista confía en la información táctil cuando agarra la
raqueta al prepararse para un saque, o la manera como el jugador de golf cierra las manos en
el palo es vital para el resultado de su jugada. La información táctil de las manos (jugador de
golf), pies (jugador de fútbol), cabeza ( jugador de fútbol), cuerpo ( jugador de fútbol
americano) es vital fuente de información que “manipula” el desarrollo de la habilidad motora.

LA INFORMACIÓN PROPIOCEPTIVA también es importante para que el ser humano logre


desarrollar una habilidad motora, y sirve de ayuda para preparar una habilidad superior.

Para que exista comprensión del proceso de aprendizaje motor, es necesario que se entienda
algunos términos esenciales como:

EL MOVIMIENTO: El movimiento es la base del ámbito neuromotor, ya que existe una relación
muy íntima entre desarrollo cerebral, movimiento corporal y habilidades motoras. Los
movimientos que realizamos, desde la etapa prenatal, están directamente relacionadas con el
desarrollo de las capas esenciales del cerebro y de otras zonas del SN.

LA HABILIDAD: El término habilidad se refiere a la destreza adquirida. Las habilidades


motoras tienen en común la propiedad que cada una tiene que ser aprendida para poder ser
ejecutada de manera correcta.
Ejemplo: andar, a pesar de ser una habilidad fundamental y relativamente sencilla, exige un
aprendizaje previo y muchas horas de entrenamiento, además de todas las sub-habilidades
que ya fueron adquiridas.

PATRONES DE MOVIMIENTO: Es una serie de actos motores interiorizados, ejecutados en


grados menores de habilidad (en comparación a una habilidad motora que exige alto grado de
destreza) que está dirigida a la realización de una meta externa y más compleja. La
musculatura que envuelve el patrón de un movimiento generalmente es la “musculatura
gruesa o grande” del cuerpo.

El patrón de movimiento es el elemento básico del movimiento, es la estructura que se


necesita para la realización de una habilidad específica- cuando el patrón adquirido no es el
correcto, la habilidad motora involucrada tampoco es de calidad.

Ej.: el patrón de movimiento de patear es el mismo para patear una pelota al arco, patear
una pelota en caída libre o patear una botellita que encontramos tirada en la calle.

El “patrón cruzado” es el patrón más complejo y completo, pues además de exigir de los dos
hemisferios que trabajen juntos, es el patrón que está presente en muchas habilidades
motoras: arrastre, gateo, marcha, corrida, etc.

APRENDIZAJE MOTOR: El aprendizaje puede ser definido como un cambio interno en un


individuo, que produce una determinada mejoría como resultado de la práctica. El aprendizaje
motor envuelve, entonces, cambios en el comportamiento motor o físico.

Como sabemos, el aprendizaje de una habilidad ocurre en varias etapas. Según el modelo de
Paul Fitts y Michael Posner (1967), este aprendizaje envuelve 3 etapas para aprender una
habilidad nueva:

1ª) Etapa Cognitiva: cuando un aprendiz empieza a adquirir una nueva habilidad, está
preocupado con muchas cosas, tiene muchas inquietudes y necesita información para realizar
su hazaña y por ello se equivoca muchísimas veces. (¿Cómo se agarra la raqueta? ¿Qué debo
hacer cuando me devuelvan la pelota? ¿Cómo se computan los puntos? ¿Cómo debo
arrastrarme?)

2ª) Etapa Asociativa: cuando el aprendiz ya aprendió, hasta cierto punto, los mecanismos
básicos de la habilidad, la empieza a refinar, a ubicar sus errores e intentar corregirlos,
perfeccionando así su propia práctica. (Ya puedo mejorar mi saque pero ¿dónde debo “clavar”
la pelota?)

3ª) Etapa Autónoma: cuando la habilidad ya es automática, habitual, y el aprendiz no tiene


que pensar tanto antes de actuar, desarrolla la capacidad de detectar sus errores, corregirlos
y planear una estrategia. Este es el resultado de mucho entrenamiento.

Además, la evolución de las tres etapas está relacionada con la madurez neurológica y con el
entrenamiento que resultó en la conformación de una nueva estructura.

Considerando los conceptos mencionados anteriormente nos falta ahora considerar cuales
serían los ejercicios a ser realizados en un programa neuromotor y las reglas a ser seguidas
para el éxito del programa.

1. Los ejercicios neuromotores dan énfasis en primer lugar, a la interiorización de un patrón


de movimiento. Luego, paso seguido, está la integración de los ejercicios realizados en un
circuito.
2. Los ejercicios neuromotores deberán ser del tipo vestibular (que estimulan el tono, el
equilibrio, la mielinización, la postura, la información cinestésica); del tipo neurotrófico (que
estimulan los sentidos del tacto, vista y oído, a los dos hemisferios, a patrones del movimiento
y la lateralidad) y del tipo de competencia o habilidad manual (que estimulan la fuerza
muscular, coordinación óculo-manual, capacidad torácica, agarre prensil, dominio de la
oposición cortical).

3. La organización del circuito neuromotor debe responder a dos factores importantes: la


etapa del desarrollo en la cual se encuentran los niños y a una organización que englobe los
diferentes patrones aprendidos.

4. Las sesiones del Programa Neuromotor deben tener un mínimo de 10 y un máximo de 20


minutos.

5. La vestimenta debe ser cómoda y permitir a los niños y niñas moverse y desplazarse de un
punto a otro con facilidad.

6. El aula debe contar con espacios amplios, escalera de braquiación, pista de arrastre (para
los más pequeños), colchonetas, pelotas gigantes, cilindros, balancines, barritas de madera, y
todos los materiales que juzgue necesario la maestra. Cabe resaltar que para la mayoría de
los ejercicios neurotróficos, el recurso más importante es el SUELO.

A continuación, veamos el ejemplo de algunos ejercicios neuromotores programados por una


profesora de niños y niñas de dos años de edad, los cuales serán integrados en un circuito
neuromotor, posteriormente.

Para terminar, una lluvia de ideas de ejercicios neuromotores:

· arrastre, gateo, marcha, carrera sin obstáculos

· arrastre, gateo, marcha, carrera con obstáculos, en diferentes niveles, etc.

· salto

· balanceo

· giros

· rotaciones

· braquiación

· volantines

· lanzamiento

· etc.

Todos los ejercicios deben abarcar los diferentes tipos de patrones, con miras siempre en la
organización neurológica del niño y niña. Desarrollar habilidades neuromotoras es abrir
puertas a diferentes habilidades cognitivas, como lectura y escritura, las cuales exigen un alto
nivel de organización neurológica en el ser humano.
V. CONCLUSIONES:

Estimular o educar los sentidos, entre muchas cosas, permitirá al niño o niña agilizar las vías
aferentes, de información sensorial, así como las vías eferentes, de respuesta motora; mejorar
la capacidad intelectual en general, debido a la estimulación de diferentes zonas del SNC y
áreas especializadas de la corteza cerebral (Gimeno, 1986) proporcionando un aumento de las
conexiones neuronales y por ende un incremento en el aprendizaje y en la construcción de
conocimientos. De la misma manera, practicar ejercicios neuromotores contribuirá con el
desenvolvimiento adecuado de todos los niveles subcorticales y corticales del SNC,
responsables de las más diferentes y refinadas habilidades motoras, las cuales están
directamente relacionadas con capacidades y habilidades cognitivas y con el aprendizaje.

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